Está en la página 1de 4

La Romera, el pulmón verde en el sur

del Valle de Aburrá


Por: Alejandro Jaramillo

A las 6 de la mañana de un domingo cualquiera se puede empezar a ver las hordas de personas
que van caminando en grupo por las calles de la vereda La Doctora, del municipio de Sabaneta.
Estos grupos van con atuendos cómodos y se les ve detenerse en las tiendas de barrio para comprar
alimentos, pues los necesitan para el recorrido de 2 horas y media que van a realizar hacia la reserva
ecológica La Romera.

Olga Londoño es una habitante de La Doctora y nunca ha hecho el recorrido a La Romera. Varias
veces se la pasó la idea por la cabeza, pero en 20 años que lleva viviendo en el municipio nunca se
dio la oportunidad. En esta ocasión va acompañada de su hermana Beatriz y de su sobrino Juan
Pablo Londoño, quien fue el que las motivó a salir.

El trayecto al principio se hace pesado, pues la reserva está ubicada a 2.178 metros sobre el nivel
del mar. La carretera se encuentra muy empinada en el primer tramo y el cansancio le empieza a
pesar a Olga, quien a sus 45 años no está acostumbrada
a hacer deporte. Sin embargo, el recorrido se va
haciendo más ameno a medida que corre el tiempo.
Pasada una hora de caminata se comienzan a sumergir
en la naturaleza de la montaña. Las fincas con sus
caballos, gansos, y vacas van desapareciendo y el
silencio se empieza a notar. En ocasiones es
interrumpido cuando el agua cristalina que proviene de
la cima de la reserva se empieza a escuchar bajar por la
Camino hacia La Romera. Foto: Alejandro Jaramillo
quebrada La Romera.

“El agua que proviene de La Romera suministra la


fuente hídrica de todos los acueductos veredales del municipio. El sistema de áreas protegidas de
Sabaneta se ha encargado de cuidar 14 quebradas que benefician a más de 12.000 familias” explicó
Juliana Romero del Sistema Local de Áreas Protegidas (Silap). Las fuentes hídricas de la
reserva son también el hogar de cientos de especies. Por ejemplo, de la Ranita Paisa, que habita los
bosques de alta montaña y que se encuentra amenazada por la pérdida de su hábitat natural.

“Es una especie que es endémica de Antioquia, tiene una distribución bastante amplia, tiende a ser
sombrilla, o sea que la presencia de ella demuestra la conservación del ecosistema. No es común
verla porque tiene un color similar a las rocas y al agua”, mencionó Andrea Morales de Secretaría
de Medioambiente.
En el transcurso de la caminata Olga empieza a notar la alta cantidad de ciclistas que circulan por la
vía a la reserva “la gente es muy guapa, yo ya me cansaba en la primera subida”, dijo. Además del
ciclismo La Romera cuenta con actividades como el senderismo, zonas de picnic, y también permite
investigaciones que se realicen del ecosistema con el permiso de Secretaría de Medio Ambiente.

Varias de las actividades que se desarrollan se ven potenciadas por gremios turísticos. Es el caso de
la Corporación Entusur, que presta sus servicios para dar a conocer La Reserva a otras personas.
“vemos la oportunidad de apropiarnos de nuestro propio territorio, y a eso le estamos aportando,
para darle la tranquilidad a las personas de volver a salir”, dijo Juan Fernando Vélez miembro de
Entusur.

Los últimos meses para el gremio del turismo no han sido fáciles por las condiciones que trajo la
pandemia, sin embargo, con la nueva normalidad aproximándose comienzan a ver una salida. “Es
obvio que el turismo fue de los más afectados y la cuarentena fue un stop en el que nos quedamos
en silencio los dos primeros meses para estar a la expectativa de lo que podía pasar. Pero a partir del
tercer mes, que hubo una luz verde de salida, empezamos a retomar la estructura de la corporación.
Ahora hemos podido hacer nuevos programas con más fuerza porque hay una gran demanda de
personas que tienen ganas de salir a conocer”, dijo Adriana López, directora ejecutiva de la
corporación. La reactivación, por lo menos en la reserva, se hace lentamente y por eso hay
actividades muy limitadas que se pueden realizar. “Los lugares de senderismo están inhabilitados
por la falta de mantenimiento, porque por ahora en la reserva solo se han centrado en recuperar la
parte principal para ir comenzando la reactivación, y con eso tenemos que trabajar”, agregó
Adriana.

Llegando a medio camino Olga divisa un portón grande que oficializa la entrada de la reserva
natural, que cuenta con 243 hectáreas. En este punto se encuentran guardabosques y personal de la
Alcaldía para tomar los datos de los visitantes, así como la temperatura y realizar la desinfección de
manos. Al pasar por el lugar se comienza a ver un panorama más distinto al anterior. Unos enormes
árboles aparecen cual guardianes de la entrada al lado derecho del camino. “Parece como si
estuvieran allí a propósito para darte la bienvenida”, dice Olga. A partir de este momento el camino
empieza a tomar otro aire. Se empiezan a divisar letreros con información acerca de las especies
que habitan el lugar, y algunas frases que buscan hacer conciencia sobre el cuidado de la naturaleza.
En el último tramo del trayecto se puede observar un camino en piedra, cual alfombra, para dar
entrada al área central de La Romera.

Una niebla cubre el lugar, es como si se pasara la


meta de todo el recorrido que se acaba de hacer
para llegar a la cima de la montaña. En la entrada se
puede observar una casa de estilo colonial con más
de 100 años de antigüedad donde se realizan
actividades lúdicas entorno a la conservación. “Se
dan explicaciones sobre las aves, reptiles y bichos,
el resto de animales los encontramos bosque

Aula Ambiental La Romera. Foto: Alejandro Jaramillo


adentro. Hace dos meses logramos obtener en cámaras el avistamiento de un puma que es un animal
que tiene efecto sombrilla, o sea que nos habla positivamente de cómo se encuentra el ecosistema.
Esto nos dice que estamos muy bien equilibrados ya que él hace parte de la cabeza de la red trófica,
se ubica en toda la punta de la cadena alimenticia”. Dijo Juliana Romero del Silap. Además, al lado
izquierdo se puede observar caballos que tienen su propio espacio para moverse y el observarlos es
una atracción para los que visitan el lugar.

Más arriba se puede ver una casita donde se sirven desayunos para los visitantes y que hace parte de
la economía del lugar. “Nosotros subimos, nos atendieron muy bien y comimos un chorizo muy
bueno. Yo pensé que tenía que traer comida, pero acá tienen un buen desayuno”, agregó Olga. El
lugar es atendido por Boris Castaño, un emprendedor del Municipio que lleva desde el 2018 en este
Foto: Alejandro Jaramillo
negocio. “Todo comenzó con una gran inversión
donde se comenzó a incentivar la visita al lugar y
un proyecto de emprendimiento donde yo me
sumé. Al principio venían entre 7 y 20 personas al
día, pero a medida que se incentivó más ya
tenemos un negocio donde la gente hace fila”, dijo
Boris.

En cuarentena el negocio estuvo muerto en La


Romera, pero Boris supo cómo manejarlo.
Visitantes comprando alimentos en La Romera “Nosotros ya tenemos una clientela consolidada y
Foto: Alejandro Jaramillo gracias a ella pudimos continuar con nuestro
negocio”. Agregó Boris quien además hace
publicidad a otros emprendedores e incluso comercia sus productos en el lugar.

Mientras Olga y su familia esperan el desayuno se detienen a mirar el lugar. En él observan al


Pinche, un ave endémica que se encuentra en grandes
cantidades y que se alimenta de la flora del entorno,
“En este tipo de ecosistemas se pueden ver árboles
frutales de diferentes especies como la feijoa, árboles
nativos como el cedro en plantaciones pequeñas y
eucaliptos en gran cantidad. En la cima de la reserva
podemos ver árboles de guanábana y diferentes
especies de helechos que le dan la parte acuífera que es
la que aumenta la reserva de agua en la zona”,
mencionó Diego Díaz, ingeniero agrícola que visita (Pinche) Ilustración: Alejandro Jaramillo) la
reserva con su pareja Hilary Ramírez, quien es
ingeniera agroforestal. “Este tipo de reservas viene
siendo como un pulmón donde todo el aire contaminado se filtra y cumple una función especial que
es la protección de las especies nativas como los árboles, insectos, aves etc. Acá se crea un nicho
propicio para que se siga conservando todo lo que es propio de la región” agregó Hilary.
Colina arriba de la reserva se pueden encontrar senderos que dirigen a Envigado y Caldas, sin
embargo, no están habilitados aún. “En los tiempos remotos estos lugares tuvieron un camino rial
por donde transitaban los colonos que comunicaba con gran parte del área metropolitana. Es una
zona muy bella con caminos antiguos hechos en piedra y que nos hacen ver hacía el pasado para
recordar de dónde venimos”, agregó Rodrigo López, habitante de Sabaneta.

La reserva también empieza a pensar en sus planes a futuro y en lo que se viene después de salir del
confinamiento. “Esperamos que nos reconozcan como una reserva forestal protectora y desde la
parte del Silap estamos buscando hacer conectividad con todos los núcleos de conservación que
tenemos en el municipio” finalizó Juliana Romero.

Después de toda un mañana, y parte del medio día, a las 2 de la tarde los guardabosques alertan a
los visitantes para desalojar el lugar. Olga y su familia se despiden de la Romera y agradecen la
experiencia de visitarla. “Este es un lugar muy hermoso, yo voy a seguir viniendo para conocerlo
más”.

También podría gustarte