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El capitalismo moderno. Una sociedad secreta.

Una élite de personas, junto con las compañías que dirigen, han conseguido controlar no solo la
energía, el suministro de alimentos, la educación y la sanidad, sino cada una de las facetas de
nuestra vida, y lo hacen controlando el mundo de las finanzas, pero no crean más valor, sino que
en realidad controlan la fuente del dinero.

Al seguirse la fuente del dinero, guía hacia la cima de una pirámide. La base de la pirámide, por
encima de nosotros está el gobierno, personas a las que les ha entregado un monopolio de poder
y lo usan para imponer impuestos y controlarnos, estemos de acuerdo o no.

En el siguiente nivel encontramos a las compañías, muchas personas opinan que hoy en día son
ellas las que gobiernan el mundo y no los estados nacionales, y lo denominan corporatocracia.
Para conseguir los recursos mundiales y controlar los mercados, esta corporatocracia debe tener
acceso a dinero barato. Las grandes corporaciones obtienen sus préstamos a un interés especial
de los grandes bancos, lo que significa que aquellos que controlan los grandes bancos, la élite
adinerada, son los que en realidad controlan las corporaciones.

Por ejemplo, cuando vamos a un banco, y pedimos un préstamo. ¿Qué pasa? Muchas personas
viven la vida basándose en unas ideas que se alejan de la realidad. Lo que en realidad pasa es que
si pides un préstamo, escriben que en tu cuenta bancaria ya existe ese dinero. Es todo lo que se
hace. No imprimen billetes, ni acuñen monedas. Simplemente, escriben en una pantalla que tu
cuenta ahora tiene ese dinero que te “prestaron”. Desde ese momento, empiezas a pagar
intereses sobre una cantidad de dinero que nunca existió, que no existe y que no existirá.

Resulta que los bancos prestan unas nueve veces más dinero que la cantidad que en realidad
guardan en sus bóvedas, y esto es posible gracias al préstamo conocido como reserva fraccionaria,
que funciona de la siguiente manera. A la reserva federal o al barco central de cualquier país se le
permite determinar la cantidad de dinero que un banco debe tener en sus reservas. Actualmente
en EE.UU es del 10%.

Así que si depositas $10,000 en el banco, el banco separa ese porcentaje y luego opera en el
mercado con el resto. Por ejemplo, si llega otra persona y pide un préstamo por $9,000 para
comprarse un automóvil, en ese momento el banco presta nueve mil del depósito que tú habías
creado. Los $9,000 desaparecen, entonces la persona que solicita el préstamo paga al vendedor
del coche, y éste ingresa la cantidad en otro banco que forma parte del mismo sistema bancario
central. Estos $9,000 se consideran un nuevo depósito y así continua el proceso sucesivamente. El
dinero se vuelve a depositar y se vuelve a prestar hasta que el depósito inicial de $10,000 se
convierte en $100,000. El sistema bancario acaba de crear $90,000 simplemente prestando el
dinero.

Todo esto empezó desde el siglo XVII cuando la gente acudía a los orfebres para comerciar con
oro. El oro era muy pesado para llevarlo de un sitio a otro, así que la gente comenzó a guardarlo
en cámaras y bóvedas, y comerciaba con recibos. Aquellos recibos fueron los primeros billetes.
Como solamente pocos retiraban el oro en momentos determinados, los dueños de las cámaras
(los nuevos banqueros), comenzaron a crear recibos de oro que en realidad no tenían. Entonces
prestaban esos recibos y les aplicaban unos intereses al dinero prestado, al oro que en realidad no
tenían. Así nació nuestro sistema de reserva fraccionaria.

En este sistema los banqueros consiguen hacer dinero de donde no hay nada, mientras que el
resto de nosotros tenemos que trabajar para ganárnoslo. Esto ha provocado una forma moderna
de servidumbre donde la masa de la sociedad trabaja para pagar su deuda con los bancos.

A nivel internacional, los bancos centrales utilizan el banco mundial y el fondo monetario
internacional para hacer más dinero mientras explotan los recursos de aquellos países a los que les
prestan dinero y con este proceso acaban llevándolos a la bancarrota. El banco central de los
bancos centrales es el banco creado por los Rothschild, el banco de pagos internacionales.

La élite se está posicionando para controlar el acceso a prácticamente todo lo que necesitamos
para sobrevivir.

Da igual a qué parte del mundo vayas porque el dinero está controlado por el sistema bancario.
Ellos deciden si la gente come o no come. Quién se convierte en multimillonario y quién sobrevive
con menos de un dólar al día. El que controla el dinero, controla el mundo, y muy pocas personas
controlan el dinero.

En este punto, nos damos cuenta que el fracaso y sufrimiento de muchos es en realidad el éxito y
realización de otros pocos, la élite de los banqueros que ha engañado al mundo y a los que se les
ha permitido crear dinero. Todos ellos ya son dueños de vastas fortunas. Entonces, ¿cuál es su
finalidad? ¿Cuáles son sus objetivos?

El objetivo secreto de la élite financiera no era otro que el dominio total del mundo. Si este
pequeño grupo quería dominar el mundo, qué necesitarían controlar para conseguirlo.

Lo primero y más importante es que tienen que controlar el dinero y eso ya lo hacen. Controlar el
dinero les permite controlar el resto de las cosas. Necesitan controlar la energía, y eso también lo
hacen. También controlan la agricultura a gran escala y el comercio mundial. Están comprando los
suministros de agua de todo el mundo. Se han inmiscuido en la sanidad e intentan terminar con
las alternativas naturales. Controlan la información a la que tenemos acceso y nuestra reacción
ante tal información.

Internet, la mayor herramienta de comunicación y la base de la organización, hoy en día no está


controlada o censurada, pero está sufriendo ataques desde muchos puntos. Gobiernos,
corporaciones y las Naciones Unidas intentan conseguir el control. Para un dominio total se debe
controlar la desconformidad. Tienen que arrebatarnos nuestros derechos, espiar a ciudadanos y
seguirnos en todas las facetas de la vida.

Una poderosa élite lo tiene prácticamente todo preparado para gobernar el mundo. Estamos
metidos en una “mátrix”, de la cual debemos salir.
Un grupo relativamente pequeño de familias especialmente los Rothschild, los Rockefeller, los
Morgan, y muchos más, han dirigido la élite en occidente durante muchas generaciones. Los
cabezas de familia de estas dinastías controlan los intereses corporativos y financieros que llevan a
cabo el fatídico esquema que está destrozado tantas vidas.

Algunos informes filtrados confirman que se reúnen por todo el mundo a puerta cerrada para
debatir sus intereses. Entonces, sus planes comienzan a aparecer en los medios de comunicación,
finanzas, negocios, gobiernos y acciones militares. Hay una jerarquía de información y
participación. Uno de los principales símbolos de esta élite de control mundial es el “ojo que todo
lo ve” el cual aparece en el billete de un dólar; en el sistema de vigilancia masiva estadounidense
que en un principio se llamó Conocimiento Total de Información; en la Agencia de Inteligencia
Británica MI5; e incluso preside el complejo del Tribunal Superior de Justicia en Israel, diseñado y
financiado en su totalidad por los Rothschild.

Esta información la han utilizado de manera perjudicial aquellos que quieren promover el
antisemitismo. Erróneamente califican estos objetivos de intereses judíos y continúan fomentando
el racismo que acaba destruyendo tantísimas vidas.

No se trata de objetivos judíos, se ha documentado que los banqueros centrales incluso


financiaron a ambos bandos de la Segunda Guerra Mundial, así como algunas corporaciones
asociadas con las atrocidades de Hitler contra el pueblo judío. Estas personas tienen más dinero
del que necesitarán sus familias en generaciones y, además, tienen el poder para crear el dinero.
Así que su objetivo no es amasar una fortuna. Si ya tienes todas las cosas materiales que pudieras
desear en la vida, qué más pudieras desear. Poder. El poder mundial.

Se convirtieron en una élite intelectual, empezaron a pensar que tenían un plan que era mucho
mejor que cualquier otro plan. Pensaban que la libertad resultaba peligrosa. Si le das libertad a la
gente, probablemente no la usen con sentido común como debería ser.

Teniendo en cuenta la situación actual de nuestro mundo, un nuevo orden mundial puede
parecernos una gran idea, pero tenemos que diferenciar el dominio mundial, un único gobierno
global, dirigido por una pequeña élite y la realidad de nuestra interconexión global que es darnos
cuenta de que, a un nivel fundamental y espiritual, no somos tan distintos. Todos estamos
conectados.

Pero los objetivos para el dominio del mundo sugieren todo lo contrario, siguen la estrategia de
“divide y vencerás” para mantenernos enfrentados, pensando que el problema son los partidos
políticos de derecha o izquierda, los liberales o los conservadores, cuando en realidad ambos
partidos tienen los mismos objetivos.

Nos dirigimos a un mundo totalitario, en realidad, a una dictadura militar, dirigida por una
pequeña élite que tiene todo el poder y dicta las leyes del mundo. Si tuviesen éxito no habría lugar
al que huir o donde esconderse.
La gran estrategia para el dominio del mundo ya se está llevando a cabo. Están dividiendo el
mundo en súper estrados que van más allá de las fronteras nacionales, por tanto les resulta más
fácil manejarnos. Ya han creado la Unión Europea, y la Unión Africana. Los políticos de EE.UU,
Canadá y México amparados en la alianza para la seguridad y la prosperidad de América del Norte,
han estado trabajando en la zona septentrional de los que se podría llamar planes para una Unión
Americana.

Estas actividades se llevan a cabo desde hace años sin el permiso de ningún ciudadano del
congreso. Una unión del Pacífico también está en marcha. Esta es la estructura para conseguir un
control mundial.

A nivel internacional, la élite de los bancos centrales ha colocado a grandes organizaciones en el


lugar adecuado para implementar sus políticas, entre ellas, la Organización Mundial del Comercio,
la Organización Mundial de la Salud, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Una de las falsas creencias es que todo esto pasa porque el gobierno es incompetente, esto es una
“tapadera” ya que el sistema sí que sabe hacia dónde va todo esto, y va hacia dónde quiere ir y lo
está consiguiendo.

¿Cómo puede mantenerse en secreto algo tan grande y corrupto?

Es una estructura simple, y si no fuera por ello, no funcionaría. Y se puede relacionar con una
pirámide compartimentada. Si nos fijamos en cualquier organización de hoy en día, da igual que
sea una organización internacional, una universidad, un gobierno o una sociedad secreta. Todas
están organizadas en forma piramidal, y como dicen algunas agencias de inteligencia; se basan en
un sistema de necesidad de información. Solo dejan saber a la gente aquello que necesita saber
para que contribuya a la organización.

Tomemos como ejemplo un banco, un banco independiente, si es que existiera. En la base de la


pirámide tendríamos a las personas que vemos cuando vamos a realizar cualquier trámite, los
cajeros o agentes de cuenta. Ellos desconocen lo que sabe el director del banco y sus intereses.
Solo saben lo que necesitan saber para hacer su trabajo. Este director del banco que se encuentra
en su oficina, no sabe lo que está pasando en el siguiente nivel, y estos a su vez, no saben lo que
pasa en el siguiente, y al final, solo quedan algunos pocos, los situados en la cima de la pirámide
de la estructura de la banca. Esos son los únicos que saben cuáles son los verdaderos intereses del
banco y qué dirección se va a tomar y por qué.

Esta compartimentación explica cómo el proyecto Manhattan, que desarrolló la bomba atómica,
se mantuvo en secreto a pesar de que había ciento treinta mil personas trabajando en él.

¿Cómo sería el mundo si tuvieran el control total sobre todos nosotros en todas partes del
planeta?

En este nuevo orden mundial que proponen, un pequeño número de personas ejercería el control
total sobre la vida del resto, a través de un sistema de vigilancia indiscreta, control de la disensión
a través de la violencia y la esclavitud de la deuda. Imaginemos pequeñas islas de opulencia
rodeadas de un mar de miseria, donde la misión del ejército es proteger a los que tienen, de los
que no tienen.

Si consiguen sus objetivos no augurará nada bueno para nosotros, ya que no se detendrán ante
nada para implementar su plan. Aunque nos resulte difícil aceptar, el objetivo de la élite mundial
incluye destruir la solvencia y soberanía financiera.

Nos tienen sumidos en una deuda tan profunda que nunca podremos devolverla, están hundiendo
el dólar e intentan reemplazarlo con una divisa mundial del FMI. Esta impresión de una empresa
mundial electrónica y sin necesidad de dinero en efectivo facilitaría que una autoridad central
pudiese incapacitar económicamente a cualquier individuo o grupo al instante. Ahora, por primera
vez en la historia, se proponen impuestos internacionales con la excusa de atender el cambio
climático. Hay formas de solucionar la necesidad obvia de recortar la polución sin crear una base
imponible para la tiranía.

La idea de usar la tragedia manufacturada o simplemente politizada era profundamente


significativa cuando nos damos cuenta hasta dónde están dispuestas a llegar estas personas para
conseguir sus objetivos.

Ellos quieren dominar y, a través del dominio espacial estadounidense, han ideado un plan
llamado dominio integral; la vigilancia por satélite sofisticada, así como la energía directa y las
armas láser que ya se han desarrollado, tienen la capacidad de detectar a las personas disidentes
en cualquier lugar de la tierra. También intentan asegurarse de que pueden enfrentarse de forma
efectiva a cualquier resistencia. Los campos de contención de la Agencia Federal de Gestión de
Emergencias y los vagones ferroviarios con grilletes se están construyendo o reformando por todo
EE.UU. para utilizarlos en lo que los oficiales llaman “Tiempos de Pandemia o Malestar Civil”.

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