Está en la página 1de 9

| Oscar David Andrade Becerra |

Suma Cultural | 31 |
U
n antiguo mito ruandés cuenta que Imana, el que el asunto es mucho más profundo y debe rastrearse hasta
todopoderoso y misericordioso dios creador y rector el proceso de colonización por parte de las potencias europeas.
de la vida, protegía y otorgaba la inmortalidad a las
personas al cazar a la Muerte, una bestia salvaje y La diferencia racial como invención
despiadada que merodeaba por la tierra. La única condición colonial
divina era que los seres humanos debían ocultarse durante la
cacería, para así evitar que la Muerte se resguardara en ellos o A partir del siglo XVI, los europeos comenzaron un proceso
les quitara la vida. Un día, sin embargo, una anciana rompió el de extensión territorial con el objetivo de expandir el dominio
juramento y salió al campo durante la montería divina; la Muerte geopolítico de sus respectivos países y asegurar el control de las
aprovechó la oportunidad y se escondió en su cuerpo cegándole rutas, las materias primas y la mano de obra que dinamizarían
la vida un par de días después. Furioso por esa traición, Imana el crecimiento comercial y la industrialización de los mismos.
despojó a los hombres y las mujeres de la inmortalidad, desistió En principio a través de la fuerza militar, los europeos se
de seguir viviendo junto a ellos y abandonó la tierra. Desde ese apropiaron de extensos territorios en América, África, Asia y
momento, la Muerte vive con la humanidad y hace parte de su Oceanía, establecieron regímenes coloniales y expoliaron sus
devenir natural. recursos naturales. Sin embargo, el simple control militar era
insuficiente, a la vez que costoso y contraproducente, pues
En 1994, Ruanda sufrió la incursión de la bestia Muerte más provocaba duras contestaciones por parte de las poblaciones
funesta de su historia. Entre abril y julio de ese año, cerca de un subyugadas. Por ende, mantener la posición predominante de
millón de personas1 fueron brutalmente asesinadas en el marco Europa en el naciente sistema mundo capitalista requería de
de un genocidio impulsado otros dispositivos de poder
y perpetrado por la etnia
hutu contra la minoría tutsi. ENTRE ABRIL Y JULIO DE 1994, CERCA y control social.

Usualmente el conflicto es DE UN MILLÓN DE PERSONAS FUERON Como argumentan


Aníbal Quijano y Santiago
explicado por la histórica
opresión y discriminación BRUTALMENTE ASESINADAS EN EL Castro-Gómez, entre otros
autores considerados den-
de la mayoría hutu por par-
te de los tutsi, cuyas élites
MARCO DE UN GENOCIDIO IMPULSADO tro de los estudios poscolo-
se beneficiaron del control Y PERPETRADO POR LA ETNIA HUTU niales, uno de esos disposi-
del Estado y el aparato pro- tivos de dominación -proba-
ductivo y sofocaron violen- CONTRA LA MINORÍA TUTSI blemente el más efectivo- es
tamente cualquier intento la idea de raza. En síntesis,
de reformar la estructura política o económica del país. En ese esta noción plantea que las diferencias en las características
sentido, el genocidio de 1994, al igual que otros episodios de fenotípicas de los seres humanos, especialmente el color de la
violencia racial acaecidos en el país, como la rebelión hutu de piel, configuran diferentes razas (“indios”, “negros”, “blancos”,
1959, son explicados como un intento de reacción radical para “mestizos”, “orientales”, etcétera) que necesariamente divergen
transformar la distribución racial del poder y el resultado del en su capacidad física, mental y de desarrollo cultural. Aunque la
deseo de venganza por los atropellos del pasado. categoría de “raza” solamente fue formulada y desarrollada con
propiedad en el siglo XIX, la referencia a las diferencias fenotípi-
No obstante, es un hecho comprobado que muchos hutus cas entre conquistadores y conquistados, así como las supuestas
moderados también fueron asesinados, lo cual deja entrever estructuras biológicas diferenciales entre esos grupos, surgieron
que en el trasfondo del conflicto hay otros factores en torno con el descubrimiento de América y se propagaron con la em-
a los cuales la cuestión étnica fue manipulada. En ese orden presa colonial a lo largo de los siguientes siglos (Quijano, 1993:
de ideas, se ha expuesto cómo la distribución de la tierra, la 202-203)
escasez de recursos, la presión demográfica, la crisis económica,
las fallidas reformas políticas y la inestabilidad del escenario A partir del surgimiento de la noción de “color” y
regional contribuyeron a la distorsión de las divisiones étnicas posteriormente de “raza”, se constituye el mito fundacional
y a su expresión violenta (Caicedo, 2010: 69-79). Aunque de la modernidad, esto es, la idea de una escala de desarrollo
una lectura superficial simplemente culparía a los grupos de histórico que va desde lo más próximo al “estado de naturaleza”,
fanáticos y radicales -como la milicia Interahamwe o los medios en el cual reinan la superstición, el primitivismo, el salvajismo,
de comunicación racistas- por avivar la violencia, lo cierto es la barbarie, la anarquía, la guerra y la total ausencia de arte,

1 Los cálculos más conservadores registran 500.000 muertos y los más pesimistas superan el millón. Además, se estima que dos millones y medio de personas huyeron en
búsqueda de refugio a los países vecinos de Ruanda: República Democrática del Congo (denominada Zaire hasta 1997), Tanzania, Burundi y Uganda.

| 32 | Suma Cultural
ciencia y escritura, y donde estarían situados los “negros” y extrayendo materias primas y fabricando mercancías mediante
los “indios”, hasta lo más cercano a la “civilización”, en la cual formas de trabajo no asalariado (esclavitud, encomienda,
priman la civilidad, el Estado de Derecho y el cultivo de la servidumbre, etc.) (Quijano, 1993)
ciencia y de las artes, y donde solamente estarían ubicadas las
sociedades blancas europeas (Quijano, 1999; Castro-Gómez, Entre el siglo XVI y la Segunda Guerra Mundial2, estas
1993). La consecuencia lógica de este razonamiento desde la identidades tuvieron un correlato geográfico en el que Europa
perspectiva eurocéntrica era el establecimiento de jerarquías aparecía como el centro del sistema mundial, mientras que los
sociales, políticas, culturales y económicas, dependiendo de la demás continentes conformaban la periferia (Quijano, 1993:
fase de la “evolución” de la especie en la que cada población se 208). Sin embargo, la categoría racial no solamente codificó
encontrase. nuevas identidades y estructuró los patrones de poder a nivel
internacional, sino que también sirvió para asegurar el dominio
Así, al naturalizar las relaciones de superioridad/inferioridad político, económico y epistémico de sectores minoritarios,
entre europeos y no europeos, la noción de raza otorgó domésticos o extranjeros sobre las sociedades nacionales.
legitimidad a las relaciones de dominación/sometimiento
impuestas por la colonia. En consecuencia, el criterio racial Efectivamente en el caso de Ruanda, cuando los colo-
permitió clasificar a la población y asignar jerarquías, rangos, nizadores arribaron al país, encontraron una sociedad au-
lugares y roles en la nueva estructura de poder dirigida a tóctona realmente poco diferenciada en lo que respecta
consolidar el sistema capitalista global. Básicamente se conformó a su lengua, religión, cultura y fisionomía. Pese a que los
un patrón de división mundial del trabajo en el cual solamente estamentos socio-productivos estaban relativamente defi-
los “blancos”, con base en relaciones salariales, podían tener el nidos –los tutsi se dedicaban a la ganadería, los hutu a la
privilegio de recibir los beneficios del comercio y la industria, agricultura y los twa a la cacería- y los primeros, empero ser
controlar la administración política colonial y dedicarse a las minoría, ocupaban una posición preponderante gracias a la
labores intelectuales y artísticas, mientras que los “negros”, primacía militar, la mayor productividad de sus actividades
“indios” y “orientales”, en tanto razas inferiores e indignas, económicas y una organización política más estructurada
estaban naturalmente obligadas a trabajar para sus amos, -que en algunos casos permitió doblegar a los otros a una

Foto: The Dilly Lama

2 Como apuntan los trabajos de Raúl Prebisch e Immanuel Wallerstein, después de 1945 el nuevo patrón mundial de poder fue constituido a partir de Norteamérica. En
sus orígenes, el capitalismo mundial fue colonial y eurocentrado (Quijano, 1993: 208).

Suma Cultural | 33 |
condición similar al vasallaje-, las relaciones entre los tres Esa estructura social excluyente fue justificada por los
grupos étnicos eran simbióticas y coexistenciales. colonizadores recurriendo a una supuesta superioridad racial
de los tutsi, derivada de su ascendencia histórica y sus rasgos
Si querían asegurarse el dominio del país, los colonizado- fenotípicos. Según la denominada hipótesis hamítica, los tutsi
res tenían que desajustar esa estructura social. Para lograr ese eran racialmente superiores porque eran herederos de los
cometido, a lo largo del periodo colonial comprendido entre caracteres, las tradiciones y el progreso de las antiguas y gloriosas
finales del siglo XIX y mediados del XX3, los europeos instaura- civilizaciones de Egipto y Abisinia y tenían un biotipo mucho más
ron una rígida jerarquía social en la cual la minoría tutsi (cerca similar al de los colonizadores caucásicos: facciones más finas,
del 12% de la población) detentaba el poder y dominaba a los cuerpo más delgado, mayor estatura y color de piel más claro
hutu (85%) y los twa (3%). Los colonizadores otorgaron a los (Magnarella, 2002: 11). Según los europeos, estos elementos
tutsis el control del aparato estatal y de los medios de produc- legitimaban el ejercicio del gobierno a través de los monarcas
ción –especialmente la tierra, cuya propiedad y explotación y jefes tutsis y el predominio de ese grupo en el régimen
monopolizaron rápidamente-, además de permitirles acceder colonial, al tiempo que justificaba la condición de inferioridad
a los servicios educativos para garantizar la formación de inte- y el sometimiento de las demás poblaciones ruandesas que, en
lectuales capaces de asumir la gestión del país y mantener el tanto eran percibidas como inferiores, debían ser subyugadas y
orden establecido. Así pues, la administración belga no sólo civilizadas según el criterio occidental.
apuntaló las estructuras de poder existentes, sino que profun-
dizó las desigualdades a través de prerrogativas concedidas a Un hecho fundamental en la institucionalización
los tutsis: un informe de la Organización para la Unidad Afri- definitiva de esa estratificación social fue el censo realizado
cana señala que, entre 1932 y 1957, el 95% de los funcionarios por las autoridades belgas entre 1933 y 1934, que condujo
del Estado, 43 de 45 jefes tradicionales y 549 de 559 sub-jefes al establecimiento de tarjetas de identidad en las cuales se
eran tutsis, así como el 75% de los estudiantes de secundaria registraba la etnicidad de cada persona y la de sus padres –dado
(Arozarena, 2004). que la sociedad ruandesa es patrilineal, la etnicidad del padre era

3 Entre 1884 y 1918 Ruanda fue un protectorado alemán (junto con Burundi y la actual Tanzania) y posteriormente fue adjudicado a la autoridad de Bélgica hasta 1962,
cuando le fue concedida la independencia siguiendo las recomendaciones de las Naciones Unidas.

| 34 | Suma Cultural
más importante porque determinaba la de sus descendientes-. ilimitado de la humanidad, bajo la cual, como se mencionó
Estas tarjetas otorgaban a los tutsi un rango social superior a anteriormente, el desarrollo se concibe como un proceso lineal
los hutu y los twa y los avalaba para ocupar los mejores cargos en el cual hay un tránsito progresivo desde fases pre-modernas
en la administración pública colonial (Cuevas, 2007). Empero, hasta estadios superiores en los cuales se alcanza la civilización.
la consecuencia más desafortunada fue que esta práctica, que
se mantuvo hasta que el gobierno post genocidio la abolió, En ese contexto, la antropología, la paleontología, la
consolidó una identidad sub-nacional para todos los ruandeses, arqueología, la historia, la geografía y demás ciencias sociales4
dividiéndolos rígidamente en categorías que portaban una surgieron con el objetivo de estudiar el pasado y el presente
historia negativa de dominación/subordinación, superioridad/ de las civilizaciones, sus prácticas culturales, sus creencias,
inferioridad y explotación/sufrimiento (Magnarella, 2002: 26). A sus instituciones, sus formas de producción, etcétera, con la
esto habría que agregar que las tarjetas facilitaron el genocidio, finalidad de diagnosticar y cualificar su estado en el proceso
pues el registro de la etnia permitió a los victimarios identificar evolutivo. El problema es que el punto de comparación eran
rápidamente a aquellos que debían ser exterminados. los países europeos occidentales, por lo que siempre se pasaba
por encima de las características particulares y se concluía
La noción de raza, entonces, tuvo la función de romper la que las poblaciones de las colonias tenían lenguas y escrituras
convivencia y enfrentar a las comunidades ruandesas, al natura- ininteligibles, un nivel tecnológico vetusto, cultos paganos y
lizar el dominio que imponía el vínculo entre etnia, devenida en prácticas culturales bárbaras. En contraste, la ciencia construyó
casta, y status social. El poder europeo tomó una distinción social una idea ficticia sobre la homogeneidad originaria de Europa y de
y étnica ya existente y la racializó, de tal manera que el origen de su devenir histórico progresivo, lineal, uniforme, independiente,
la violencia en Ruanda está conectado con la forma como hutus y aséptico y libre de conflictos (Pachón, 2007; Wallerstein, 2006;
tutsis fueron construi- Lander, 1993; Castro-
dos como identidades Gómez, 1993; Blaut,
políticas por el Estado LA NOCIÓN DE RAZA, ENTONCES, TUVO 1993).
colonial: hutu como LA FUNCIÓN DE ROMPER LA CONVIVENCIA En consecuencia,
indígena y tutsi como
alienígena. Los corola-
Y ENFRENTAR A LAS COMUNIDADES el “Viejo Mundo” no
rios de esta situación RUANDESAS, AL NATURALIZAR EL DOMINIO sólo habría diseñado el
fueron la instituciona- QUE IMPONÍA EL VÍNCULO ENTRE ETNIA, trayecto que los “otros”
debían recorrer, sino
lización y legitimación
de la preponderancia
DEVENIDA EN CASTA, Y STATUS SOCIAL que era su misión con-
tutsi en el jerárquico ducirlos por el mismo,
régimen colonial, la opresión y la exclusión de los hutus y la aun cuando tuviera que utilizar la fuerza para eso. En última ins-
constitución de identidades antagónicas: los hutus empezaron tancia, el objetivo que buscaban las ciencias sociales al pro-
a concebir a los tutsis como colonizadores y a auto percibirse veer marcos teóricos y empíricos que permitieran conocer y
como los verdaderos nativos que tenían la misión de liberar la comprender la historia y las características de los diversos pue-
patria de esa amenaza. En este contexto, resulta claro que la con- blos del mundo, era generar una plataforma de observación
fluencia y pervivencia de estos factores explica en gran medida científica sobre el mundo social que se quería gobernar. Para
los episodios de violencia étnica que han estallado en Ruanda a tal fin, el proyecto de la Modernidad erige al Estado como el
lo largo de su historia (Mamdani, 2001: 28-34). único locus capaz de consensuar los intereses encontrados de
la sociedad y de formular metas colectivas válidas para todos,
Ciencias sociales, Estado y raza para lo cual se requiere la aplicación estricta de “criterios ra-
cionales” que permitan canalizar los deseos, los intereses y las
Uno de los axiomas de la Modernidad occidental es el emociones de los ciudadanos hacia las metas definidas por él
poder que tiene la razón para acceder a los secretos y las leyes mismo. Esto significa que el Estado moderno no sólo adquiere
de la naturaleza con el fin de transformarla y controlarla según el monopolio de la violencia, sino que la utiliza para “dirigir”
los designios del hombre, utilizando para ello las herramientas racionalmente las actividades de los ciudadanos, de acuerdo
de la ciencia y la técnica. Ligada a la anterior, surge la idea de a criterios previamente establecidos científicamente (Castro-
la perfectibilidad del hombre y de la posibilidad de progreso Gómez, 1993: 147).
4 Según Immanuel Wallerstein, la institucionalización de la diversificación disciplinaria de las ciencias sociales solamente se alcanzó en el periodo comprendido entre 1850 y
1914. Aunque desde el siglo XVI ya existían reflexiones acerca del funcionamiento de las instituciones políticas, las políticas macroeconómicas de los Estados, las reglas que
gobiernan las relaciones interestatales, la descripción de sistemas sociales, etc., estas no eran elaboradas con el entramado teórico y metodológico de las ciencias sociales y
sus autores (Maquiavelo, Bodin, Malthus, Ricardo, entre otros) no consideraban que operaban dentro del marco de disciplinas separadas. Según Wallerstein, la historia, la
economía, la sociología, la ciencia política y la antropología fueron las primeras disciplinas que se institucionalizaron como tales, lo cual significa que definieron un campo
de estudio específico y se establecieron oficialmente en las Universidades (Wallerstein, 2006).

Suma Cultural | 35 |
EN RUANDA, A TRAVÉS DE LA POESÍA, LA LITERATURA Y LAS
ARTES Y DE LA ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS SOCIALES,
LAS ÉLITES LOCALES Y LOS COLONIZADORES DIERON FORMA
A UN RELATO SEGÚN EL CUAL EL DOMINIO TUTSI ERA EL
RESULTADO DE UNA ESPECIE DE PROCESO EVOLUTIVO
BAJO EL CUAL LA RAZA MÁS FUERTE, INTELIGENTE Y
DESARROLLADA SE LOGRÓ IMPONER A LAS DEMÁS.
| 36 | Suma Cultural
Sin el concurso de las ciencias sociales, el Estado moderno Esta narración, que por supuesto resultaba sumamente
no tendría la capacidad de ejercer control sobre la vida de las funcional para los intereses de las élites y validaba los
personas, definir metas colectivas, ni construir y asignar a los supuestos y las pretensiones “científicas” y políticas de
ciudadanos una identidad cultural. Así pues, desde el siglo XVIII los europeos, se mantuvo prácticamente incuestionada
las ciencias sociales se convirtieron en una pieza constitutiva del hasta la década de 1960, cuando una nueva generación de
proyecto de organización y control de la vida humana encarnado intelectuales, tanto ruandeses como extranjeros, comenzaron
en el Estado moderno; las taxonomías elaboradas por las a cuestionar esos planteamientos y a mostrar una versión de
ciencias sociales no se limitaban a la elaboración de un sistema la historia que demostraba una participación más equilibrada
abstracto de reglas, sino que tenían consecuencias prácticas en de ambas etnias en la construcción del Estado. Sin embargo,
tanto eran capaces de legitimar las políticas regulativas estatales. la difusión de esas ideas fuera de los círculos académicos fue
En esencia, la matriz práctica que fundamentará las ciencias infructuosa y para la década de los noventa muchas personas
sociales es la necesidad de ajustar la vida de las personas al seguían convencidas de la versión histórica construida desde
aparato de producción: se trataba de ligar a todos los ciudadanos principios del siglo XX (Human Rights Watch, 2004).
al proceso de producción mediante el sometimiento de su
tiempo y su cuerpo a una serie de normas que venían definidas Empero, pese al velo de cientificidad y rigurosidad
y legitimadas por el conocimiento. Las ciencias sociales enseñan -propio del pensamiento de la Modernidad occidental- con el
cuáles son las leyes que gobiernan la economía, la sociedad, la cual los colonizadores europeos pretendieron encubrir sus
política y la historia; el Estado, por su parte, define sus políticas pretensiones, lo cierto es que en la práctica las pautas para
gubernamentales a partir de esta normatividad científicamente clasificar a la población ruandesa estaban bastante alejadas
legitimada (Wallerstein, 1991). de los criterios biológicos o históricos supuestamente
fundamentados en la hipótesis hamítica. Por ejemplo, los
En este sentido, las ciencias sociales funcionan estructural- belgas clasificaban a los nativos de acuerdo al número de
mente como un aparato ideológico moderno/colonial que, hacia vacas que poseían, de tal forma que si alguien tenía diez o
el interior, legitiman la exclusión y el disciplinamiento de aque- más era considerado tutsi y si tenía una cantidad inferior
llas personas que no se ajustan a los perfiles de subjetividad que era señalado como hutu, al tiempo que la clasificación de
necesita el Estado para implementar sus políticas de moderniza- los twa era dejada de lado. Incluso cuando se adelantaban
ción, mientras que hacia el exterior legitiman la división interna- “mediciones” fenotípicas (como la estatura o el tamaño de la
cional del trabajo y la desigualdad de los términos de intercam- nariz) los resultados eran falaces, pues después de muchos
bio y comercio entre el centro y la periferia. Desde este punto años de matrimonios interétnicos era poco probable que
de vista, las ciencias sociales no efectuaron jamás una ruptura las diferencias físicas entre hutus, tutsis y twa, si es que
epistemológica frente a la ideología, sino que el imaginario colo- alguna vez existieron, siguieran siendo evidentes. Además,
nial impregnó desde sus orígenes a todo su sistema conceptual en muchas ocasiones la información censitaria para clasificar
(Castro-Gómez, 1993: 153-154). a la población provenía de los propios caudillos tutsi o la
información oral provista por la Iglesia (Mamdani, 2001: 99).
En síntesis, las ciencias sociales construyeron una visión de-
formada de la historia mundial y nacional, a la par que respalda- Raza y violencia
ron con un arsenal teórico y metodológico multidisciplinario los
postulados que promulgaban las diferencias raciales y justifican En Ruanda, al igual que en el resto de territorios
las asimetrías culturales, políticas y económicas basadas en ellas. del mundo que fueron conquistados, los colonizadores
Superando la simple coacción por parte del aparato colonial, la europeos necesitaban toda una estructura material y
diferenciación racial fue instaurada a través de mecanismos de mental, respaldada científicamente y no solo por la fuerza,
socialización como la educación y las expresiones culturales. que les permitiera consolidar una administración colonial
En Ruanda, a través de la poesía, la literatura y las artes y de la eficiente. Un componente decisivo de esa estructura fue la
enseñanza de las ciencias sociales, las élites locales y los coloni- invención de las diferencias raciales entre las comunidades
zadores dieron forma a un relato según el cual el dominio tutsi que habitaban el país y, con base en ellas, el establecimiento
era el resultado de una especie de proceso evolutivo bajo el cual de asimetrías de poder entre las mismas que facilitaran el
la raza más fuerte, inteligente y desarrollada se logró imponer a dominio. Esta estrategia colonial, a su vez, se enmarca
las demás. Progresivamente, el grueso de la población ruandesa en un proceso mucho más grande asociado a la difusión
y los intelectuales extranjeros asumieron dichas diferencias y je- del sistema capitalista a nivel mundial, la hegemonía del
rarquías raciales como algo real y reprodujeron esa percepción, Estado-nación como forma preponderante de organización
de tal forma que se enquistó definitivamente en su subjetividad sociopolítica, la instauración de un sistema eurocéntrico de
y produjo una perspectiva bastante deformada de la historia y la conocimiento y, en últimas, la difusión de los derroteros y
estructura social del país (Human Rights Watch, 2004). cánones de la Modernidad.

Suma Cultural | 37 |
En ese escenario, la jerarquización racial al interior de las La presión de los hutus –tanto política como violenta-
sociedades locales aseguraba que los grupos y las élites creadas finalmente dio resultado, pues en enero de 1961 fue instaurada
por aquella contendieran y se controlaran entre sí, incluso la república y en septiembre del mismo año se realizaron
por medios coercitivos, impidiendo la unidad nacional y el elecciones en las cuales el Parmehutu obtuvo la mayoría de
planteamiento de proyectos alternativos que impugnaran el los escaños de la Asamblea Nacional, corporación que voto
régimen colonial, el sistema capitalista global eurocéntrico y el inmediatamente la abolición de la monarquía. El 1 de julio
proyecto de la Modernidad occidental. Por más de un siglo en de 1962, siguiendo las recomendaciones del Consejo de
Ruanda las supuestas diferencias raciales fueron exacerbadas Tutela de la ONU, Bélgica otorgó a Ruanda la independencia,
hasta el punto de volverlas absolutamente antagónicas e siendo Grégoire Kayibanda (líder del Parmehutu) el primer
irreconciliables entre sí, provocando una percepción de presidente del país. El partido pasó a denominarse Movimiento
ajenidad y amenaza entre hutus y tutsis que desembocó en Democrático Republicano (MDR) y ganó las elecciones de 1965
varios episodios de violencia durante el siglo XX y, finalmente, y 1969, que supusieron las relecciones de Kayibanda como jefe
en el trágico genocidio de 1994. del Estado. Para los hutu radicales el escenario finalmente era
propicio para ejecutar su venganza contra el dominio histórico
Antes del genocidio, uno de los sucesos violentos previos de los tutsi.
más importantes fue la rebelión hutu de 1959. El origen del
levantamiento debe situarse en el marco de la liberalización del
régimen colonial belga,

emprendida desde principios de la


década del cincuenta debido a las exigencias de las Naciones
Unidas, cuando surgió una élite hutu -formada principalmente en
los círculos eclesiásticos- que comenzó a presionar por cambios
en materia de igualdad, acceso al aparato estatal, educación,
oportunidades laborales y distribución equitativa de la tierra. La rebelión hutu no
Paulatinamente se incrementaron las posibilidades para los hutu se propuso transformar realmente la situación
de participar en la esfera pública, siendo nombrados algunos de de Ruanda y avanzar hacia una verdadera democratización
ellos en posiciones administrativas significativas y permitiéndose del país que involucrara la igualdad entre los grupos étnicos
elecciones limitadas para los concejos, al tiempo que admitieron y la convivencia pacífica, sino que desde un principio tuvo
a algunos de ellos en las escuelas secundarias. Sin embargo, esta como objetivo acaparar el poder para revertir la tradicional
incipiente liberalización del régimen polarizó más la situación: jerarquía racial entre hutus y tutsis impuesta por el régimen
el control del Estado se convirtió en el nuevo escenario de colonial. Por demás, esta meta ya había quedado plasmada en el
disputa entre hutus y tutsis, lo cual se manifestó en la creación Manifiesto Bahutu de 1957, un documento político elaborado
de partidos políticos de base étnica como el Parmehutu (Partido por intelectuales que hacía un llamado a la solidaridad étnica y
del Movimiento de Emancipación del Pueblo Hutu) y la Unión política de los hutu y reclamaba la privación de derechos políticos
Nacional Ruandesa (partido Tutsi realista). del pueblo tutsi. Subrayando la necesidad de auto conservación

| 38 | Suma Cultural
de los hutu en medio de décadas de discriminación por parte vez por todas con los vestigios de la autoridad tutsi, y generó
de los tutsis, el documento denuncia la situación de privilegio sangrientas represalias contra los tutsi del interior, considerados
concedida a la minoría tutsi bajo los regímenes coloniales de colaboradores de los atacantes. De esta forma, se comenzó a
alemanes y belgas. Sin duda, el documento sirvió de pretexto configurar una forma de violencia que ya no se dirigía solamente
político para la rebelión de 1959 y el genocidio de 1994 (Ryan, contra las élites tutsi, sino contra el grupo étnico en general;
s/f). asimismo, la represión contra los tutsis, progresivamente
involucró a la población hutu y no solamente a las instituciones
Aunque el levantamiento de 1959 favoreció la instauración oficiales, pues se construyó una mentalidad –respaldada por las
de un sistema de corte liberal-democrático en Ruanda, en masacres de hutus emprendidas por el gobierno tutsi en el vecino
realidad el régimen republicano solo existió a nivel formal y, país de Burundi- según la cual los inyenzi (cucarachas) eran
además, se convirtió en un instrumento para agravar los graves invasores y cualquier medida para eliminarlos era justificable. La
conflictos étnicos. Así pues, durante la década del sesenta del Bestia Muerte nuevamente andaba suelta en Ruanda.
siglo XX en Ruanda simplemente se remplazaron las élites en
el poder y la dirección del racismo se invirtió (Organización Bibliografía

para la Unidad Africana, 2000: 16). Buscando impugnar la Arozarena, Ramón. 2004. “Rwanda: hace 10 años, 10 años después.” En:
http://www.rebelion.org/docs/11587.pdf
autoridad tutsi y su pretendida superioridad racial, durante los
siguientes años fueron asesinados y desterrados miles de tutsis; Blaut, James. 1993. The Colonizer’`s Model of the World. Geographical
Diffusionism and Eurocentric History. New York: The Guilford Press.
los exiliados, por supuesto, no se quedaron impávidos ante la
Caicedo, Juan. 2010. “Conflict mapping: Rwanda 1990-1994.” En: Revista
Análisis Internacional, No 1. Bogotá: Universidad Jorge Tadeo Lozano.
Castro-Gómez Santiago. 1993. “Ciencias sociales, violencia epistémica
y el problema de la invención del otro”. En: Lander, Edgardo (comp). La
colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas
Latinoamericanas. Buenos Aires: Clacso. En: http://www.clacso.org/
wwwclacso/espanol/html/libros/lander/llander.html.
Cuevas, Yris. 2007. “Genocidio en Ruanda (África): el trasfondo de un grave
problema étnico”.
En: http://www.monografias.com/trabajos47/genocidio-ruanda/genocidio-
ruanda.shtml
Human Rights Watch. 2004. Leave None to Tell the Story: Genocide in
Rwanda. En: http://www.hrw.org/reports/1999/rwanda/
Hurst, Ryan. “Bahutu Manifesto (1957)”. En: http://www.blackpast.
org/?q=gah/bahutu-manifesto-1957
Lander, Edgardo. 1993. “Ciencias sociales: saberes coloniales y
eurocéntricos.” En: Lander, Edgardo (comp). La colonialidad del saber:
eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas Latinoamericanas. Buenos
Aires: Clacso. En:
http://www.clacso.org/wwwclacso/espanol/html/libros/lander/llander.html.

Magnarella, Paul. 2002. “Explaining Rwanda’s 1994 Genocide.” Human


Rights & Human Welfare, Volume 2:1. En: http://www.du.edu/gsis/hrhw/
volumes/2002/2-1/magnarella2-1.pdf.

Mamdani, Mahmood. 2001. When Victims Become Killers: Colonialism,


Nativism, and the Genocide in Rwanda. Princeton: Princeton University Press.

Organization of African Unity. 2000. Rwanda: the preventable genocide. En:


http://www.africa-union.org/Official_documents/reports/Report_rowanda_
genocide.pdf.

Pachón, Damián. 2007. Modernidad, eurocentrismo y colonialidad del saber.


En: http://www.etniasdecolombia.org/pdf/modernidad_eurocentrismo_
colonialidad.pdf

Quijano, Aníbal. 1993. “Colonialidad del poder, eurocentrismo y América


Latina.” En: Lander, Edgardo (comp). La colonialidad del saber: eurocentrismo
y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas. Buenos Aires: Clacso. En:
situación y desde principios de la rebelión hutu organizaron http://www.clacso.org/wwwclacso/espanol/html/libros/lander/llander.html.
(en los países vecinos) guerrillas que atacaron en el territorio Quijano, Aníbal. 1999. ¡Qué tal raza! En: Agencia Latinoamericana de
ruandés con la finalidad de desequilibrar la nueva república y Información. En: http://alainet.org/active/929
restaurar el antiguo régimen. Wallerstein Immanuel. 1991. Unthinking Social Science. The Limits of
Nineteenth-Century Paradigms. London: Polity Press.
En realidad, estas incursiones no fueron capaces de
Wallerstein, Immanuel. 2006. Abrir las Ciencias Sociales. México: Siglo XXI
cumplir sus objetivos, pero sí tuvieron un efecto nefasto: Editores.
aumentó la cohesión de los hutu, decididos a acabar de una
Suma Cultural | 39 |

También podría gustarte