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¿Qué es el hombre y porque se forma o educa?, ¿Cuál ha sido la formación que ha tenido cómo persona?.

GARCÉS GÓMEZ, Felipe. Educabilidad, formación y antropología pedagógica

La versión en español de Luzuriaga dice:


El concepto fundamental de la pedagogía es la educabilidad del alumno. Observación. El concepto de
educabilidad (ductilidad, plasticidad) es de más vasta extensión. Se extiende casi hasta los elementos de la
materia. Experiencialmente se le puede seguir hasta en aquellos elementos que intervienen en el cambio
material de los cuerpos orgánicos. De la educabilidad volitiva se hallan rastros en las almas de los animales más
nobles. Pero la educabilidad de la voluntad para la moralidad sólo la reconocemos en el hombre (Herbart, 1935:
6).

Un proceso en el que A influye (induce) sobre B. Es decir, que educar – como enseñar– designa. ante todo una
acción que proviene de un exterior. Aspecto que riñe con el concepto de formación.

Concepto de Bildsamkeit

Comenzó a ser utilizado en un sentido amplio, entendido como capacidad de cambiar y de cambiarse, de formar
y de formarse. La Bildsamkeit designa la condición que le permite al ser humano ser formado y ser educado.

Herbart hablaba, sobre todo, de la “formabilidad de la voluntad para la moralidad”. Con Herbart el término
entra así en un proceso de antropologización y comienza a ser vinculado a otro, a saber, “la necesidad de ser
educado

El concepto de Bildsamkeit se refiere a la disposición humana que permite el desarrollo y crecimiento de todos
los aspectos humanos (corporales, espirituales, afectivos) de acuerdo con las exigencias de la realidad.

Por “formabilidad” podemos entender la cualidad adjudicada al ser humano de aprender


y, sobre todo, de formarse.

Rousseau, para quien el ser humano es, ante todo, un ser “perfectible” y, por el otro y como ya lo dijimos, a
Herbart, quien concibe al hombre como un ser “formable”.

Kant. Para este pensador una antropología no sólo debe preguntar, desde el
punto de vista fisiológico, por lo que la naturaleza humana hace del hombre, sino por lo que dicho hombre, en
tanto ser activo y libre, hace, puede o debe hacer de si

Kant (1991), el hombre sólo se hace hombre mediante la educación, entonces esa otra antropología, en sentido
pragmático (Kant, 1991a), ha de ser vista, en consecuencia, como una antropología pedagógica.

Recordemos que el concepto de “antropología” proviene de dos palabras griegas: anthropos y logos; la primera
significa “hombre” y la segunda, “tratado”, “estudio”, “discurso”, “reflexión”, “pensamiento”

La antropología es la ciencia –en sentido amplio– del hombre y del conocimiento del hombre sobre sí mismo.
La antropología se pregunta qué es el hombre y qué significado tiene el hombre

Se puede decir que la vida de los seres humanos siempre se ha visto atravesada, de alguna manera, por esa
preocupación por su origen, su destino y su finalidad en el mundo
Se trata de interrogantes como: ¿De dónde vengo? ¿Cuál es mi origen? ¿Qué hago
aquí? ¿Para qué estoy aquí? ¿Qué debo llegar a ser y cómo he de lograrlo?

Con el surgimiento del existencialismo, en la pregunta: ¿Quién es ese ser que se autodenomina hombre y cuál es
el sentido de su existencia en este mundo?

Desde el punto de vista morfológico, el ser humano es el único ser dentro de los mamíferos que se caracteriza
por su ser carente sólo mediante el acceso a la cultura puede sobrevivir y devenir ser humano

El ser humano se nos presenta como un ser “no especializado” y “formable” (dúctil y
maleable) que requiere, precisamente, de la educación para constituirse en humano.

Como ser pobre, desde el punto de vista instintivo, y como ser no determinado, el ser humano es un “ser abierto
al mundo”, se encuentra en una posición “ex-céntrica” (Plessner, 1960;
1978), que se compensa mediante la incorporación de cultura y la institucionalización (Gehlen, 1973; 1980;
1993). Así pues, por no venir al mundo listo, el ser humano tiene
que aprender y por ello se ve remitido a la educación durante un amplio transcurso de su vida –por no decir,
durante toda su vida–

la antropología pedagógica no
sólo tiene un carácter constructivo (propositivo) y prospectivo (normativo) es igualmente crítica y
reconstructiva

por antropología pedagógica se va a entender acá, siguiendo a Loch, “[…] aquella


orientación investigativa que observa al hombre en todas sus dimensiones sub especie educationis’ y que da
luces sobre la antropología a partir de su dimensión pedagógica”

Ferrero dice “La pedagogía, en efecto, no es otra cosa que el acompañamiento, la asistencia y el apoyo
prestados a la naturaleza del educando en el proceso de su expansión ‘hacia adentro’, de su perfeccionamiento
interior hasta alcanzar una perfección siempre relativa.

Lo que los “seres humanos son” aparece, más bien, como el reflejo de lo que los mismos seres humanos han
hecho de sí y del mundo, de la manera en que han sido educados y formados.

El ser humano esquiva toda interpretación cerrada, es decir, toda “perfectibilidad” (Rousseau) entendida de un
modo definitivo como perfección o perfeccionamiento, y se manifiesta, más bien, como una construcción
constante, influenciada histórica y socialmente. Se trata, entonces, de reflexionar sobre esa formabilidad “de la
naturaleza humana, que, como tal, no sólo permanece intangible sino que parece ofrecerse al moldeado de
formas caleidoscópicamente cambiantes” (Iser, 2005: 334).

El problema fundamental de la Antropología consiste en que ya en cada investigación en la elección de sus


métodos tiene que partir de una imagen de hombre concreta, de una concepción determinada de hombre y, en
consecuencia, en cada investigación sólo volvería a encontrar esa imagen de hombre. En ese mismo sentido,
Kamper (1973) constata la paradoja de la imposibilidad de lograr un concepto de hombre. Su camino de
solución es la “diferencia antropológica”, que es un concepto de hombre que comprueba conceptualmente la
imposibilidad de un concepto de hombre. Con el concepto de diferencia antropológica Kamper aboga por una
perspectiva de pensamiento antropológico-filosófico más autorreflexiva debido a su problema estructural
Resulta que, más allá de la pregunta por “el ser humano”, lo que está en juego ahora es la pregunta por “los
seres humanos y por sus modos particulares de formarse, es decir, de subjetivarse, de socializarse, de
culturizarse, de devenir seres humanos

Introducción a la antropología FERMOSO ESTÉVANEZ

Aguilar, Mario A. - Bize B., Rebeca, Pedagogia de la intencionalidad. Educando para una conciencia activa

En la Tercera Parte, los autores realizan un estudio comparativo entre la educación tradicional y la propuesta del
humanismo, entre lo que podemos destacar: la educación como un “hecho económico” o como “hecho social”;
la educación de la externalidad, sin considerar el espacio interno, o considerando el espacio interno y externo de
la persona; una educación que prepara para conservar, reproducir la sociedad existente, o para la transformación
social; que busca uniformar la visión de la realidad, o propiciar una visión plural de la realidad; que tiene como
finalidad la instrucción, o la habilitación.

Existencialismo
1 (del lat. Ex[s]istencia). Es uno de los más influyentes sistemas filosóficos y culturales; una tendencia
particular de la concepción humanista que tiene por objetivo el análisis y la descripción del sentido y contradicción de
la vida humana. Desde el punto de vista del e., el individuo no es una parte mecánica de un todo único (generación,
clase, socium), sino lo íntegro por sí mismo. En la filosofía del e. se definen numerosas tendencias, entre ellas la
religiosa y la atea. Las aúna una problemática común, pero cada una tiene su propio enfoque del entendimiento de la
vida. En la primera se le otorga primacía a la relación del hombre con Dios. La tendencia atea considera al individuo
como único dios. (extraído del “Diccionario del Nuevo Humanismo”, Virtual Ediciones, Santiago de Chile, 1996)

2 El Positivismo es una corriente que afirma que el único conocimiento auténtico es el conocimiento
científico, y que tal conocimiento solamente puede surgir de la afirmación positiva de las teorías a través del método
científico. Esta corriente defiende la “unidad del método” y afirma que hay un solo método aplicable en todas las
ciencias a pesar de que haya una diversidad de objetos. La explicación científica ha de tener la misma forma en
cualquier ciencia si se aspira a ser ciencia, específicamente el método de estudio de las ciencias físico-naturales. A su
vez, el objetivo del conocimiento para el positivismo es explicar causalmente los fenómenos por medio de leyes
generales y universales, lo que le lleva a considerar a la razón como medio para otros fines (razón instrumental). La
forma que tiene de conocer es inductiva, despreciando la creación de teorías a partir de principios que no han sido
percibidos objetivamente

Søren Kierkegaard (1813 -1855) Uno de los precursores de la doctrina existencialista. Filósofo y teólogo
danés, quien analizó detallada y profundamente tales rasgos de la existencia del hombre como aflicción, temor, amor,
culpa, bien y mal, muerte, conciencia, espanto, etc. El espanto permanente que sufre un individuo es fruto del
sentimiento de abandono en espera de la muerte inevitable. La fe sincera es lo único que permite al individuo vivir su
vida conscientemente. Sobrepasando los límites de la filosofía, la teología, la psicología y la literatura, Kierkegaard
está considerado una importante e influyente figura del pensamiento contemporáneo.

Brentano define la intencionalidad como la propiedad distintiva de los fenómenos psíquicos frente
a los fenómenos físicos. Para él, conciencia y fenómeno son correlatos que se requieren
necesariamente. La intencionalidad es también el criterio de distinción de los fenómenos
psíquicos: representación, juicio y aceptación o rechazo.

Husserl señala que se puede distinguir entre el ser como experiencia y el


ser como cosa. Otra aproximación hacia la comprensión del problema de la
intencionalidad en el conocimiento consiste en la hipotética pregunta: ¿conozco lo que
veo, o sólo conozco aquello que veo a través de mis sentidos? Es decir, ¿tengo certeza
sobre la existencia de lo que veo (o cualquier otro tipo de percepción), o me tengo que
conformar con suponerla?

Husserl había puesto énfasis en la intencionalidad de la conciencia, en donde ésta es siempre


conciencia de algo; es decir, llevó a reflexionar sobre los objetos intencionales de la
razón (las ideas). Scheller reflexionó sobre la intencionalidad de las emociones y sus
objetos intencionales (los valores)

Para Scheller los valores se encuentran ordenados jerárquicamente. Primero están los
valores religiosos (sagrado/profano), luego los espirituales (hermoso/feo, justo/injusto,
verdadero/falso), después los valores de la afectividad vital (bienestar/malestar,
noble/innoble) y, por último, los valores de la afectividad sensible
(agradable/desagradable, útil/dañino).
El vitalismo es la filosofía que postula la existencia de un impulso vital sin la que la vida no podría ser
explicada. Se trataría de una fuerza específica, distinta de la energía estudiada por la física y otras ciencias naturales,
que actuando sobre la materia organizada daría por resultado la vida. En biología, este cuadro teórico tuvo un
momento fecundo, porque apartaba lo vivo del mecanismo y las explicaciones causales reductivas del pensamiento
cartesiano (siglo XVII), sin caer en lo sobrenatural.
9 El racionalismo es una corriente filosófica aparecida en el siglo XVII, desarrollada por Descartes. Es el
sistema de pensamiento que acentúa el papel de la razón en la adquisición del conocimiento. El racionalismo sostiene
que sólo por medio de la razón se pueden descubrir ciertas verdades universales, evidentes en sí, de las que es posible
deducir el resto de contenidos de la filosofía y de las ciencias. Manifestaba que estas verdades evidentes en sí eran
innatas, no derivadas de la experiencia

Martín Heidegger, aporta el relevante concepto de “ser-en-el mundo”, que ha resultado clave en el pensamiento
contemporáneo. En la obra Ser y
Tiempo encontramos las ideas centrales de su pensamiento. Su esfuerzo central se
encamina a determinar el sentido del ser, entendiendo por “ser” aquello que instala y
mantiene a los entes concretos en su entidad. Para Heidegger, el ser humano es el ente
abierto al ser, pues sólo a él “le va” su propio ser, es decir, mantiene una explícita
relación de co-pertenencia con él.
Sartre señala que el ser humano es
ante todo proyecto y que nada existe previamente al proyecto en cuestión. Primeramente
el hombre existe, es decir, que empieza por ser algo que se lanza hacia un porvenir, y
que es consciente de proyectarse hacia el porvenir
la educación debería dar cuenta del tiempo futuro como
prioridad y concebirse como la herramienta de habilitación para la construcción de un
mundo aún no existente
Como ya vimos, la concepción existencialista parte de la existencia humana concreta (la
existencia precede a la esencia) y desde allí formula sus planteamientos y posturas
frente a la vida o el hecho social concreto estudiado. Ello es explicado con enorme
claridad por Ortega:
“Conviene abandonar la idea de que el medio, mecánicamente, modele la
vida; por tanto que la vida sea un proceso de fuera a dentro. Las
modificaciones externas actúan sólo como excitantes de modificaciones
intraorgánicas; son, más bien, preguntas a que el ser vivo responde con un
amplio margen de originalidad imprevisible: cada especie, y aun cada
variedad, y aun cada individuo, aprontará una respuesta más o menos
diferente, nunca idéntica. Vivir, en suma, es una operación que se hace de
dentro a fuera, y por eso las causas o principios de sus variaciones hay que
buscarlas en el interior del organismo”. 11

Para Wundt hay dos aspectos esenciales en el comportamiento: lo objetivo (lo que
vemos y sentimos) y lo subjetivo (cómo captamos aquello que estamos percibiendo)
El pensador argentino Mario Rodríguez Cobos, conocido literariamente como SILO
La concepción del Humanismo Universalista plantea que el ser humano es conciencia
activa y, por tanto, constructor de realidades. Consecuentemente, define al ser humano
como un ser histórico y social, no sólo social. Para él, lo que define al ser humano en
cuanto tal es la reflexión de lo histórico-social como memoria personal; cada animal es
siempre el primer animal, pero cada ser humano es su medio histórico y social, y es,
además, la reflexión y el aporte a la transformación o inercia de ese medio. No cree en la naturaleza humana
como algo innato si no que dice que el hombre es el ser histórico, cuyo modo de acción social transforma a su
propia naturaleza. Nada allí existe por naturaleza
fenómeno del relato histórico

Un pensar reflexivo estricto nos lleva a comprender que en todo quehacer


humano los tiempos no se suceden “naturalmente” sino que
constructivamente actúan los instantes pasados, presentes y futuros, siendo
tan determinante lo ocurrido en cuanto memoria y conocimiento como los
proyectos que se tratan de alcanzar por la acción actual.

Es el ser humano el que se


constituye y se construye en su acción-en-el-mundo y con ello dota de
sentido a su transcurrir y al absurdo de la no intencional naturaleza
Toda situación social se encuentra en un determinado momento histórico en el que coexisten diversas
generaciones. Un momento histórico se diferencia de otro cuando aparece una generación de ruptura que disputa el
poder a la que lo detenta. Dada esa ruptura, se encuentran condiciones para procesar una etapa de mayor amplitud o
para que la simple mecánica de la dialéctica generacional se continúe

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