Está en la página 1de 5

Historia.

3er año.

Desde la Revolución de mayo a la Independencia

Las Reformas Borbónicas

Los Borbones gobernaron la corona española a partir del siglo XVIII, y buscaron recuperar la autoridad
monárquica. Para llevaron a cabo una centralización política y limitación progresiva de las autonomías
regionales del imperio español, llevando adelante una serie de reformas que transformarían las relaciones
entre la Metrópoli y América.

administrativas económicas militares religiosas


*formación de dos *buscaron aumentar los *se levantaron fortalezas Se expulso a la orden de
nuevos virreinatos: ingresos de la Corona, y fortines en zonas los Jesuitas de los
Nueva Granada mediante una mayor potencialmente territorios españoles y se
(Panamá, Colombia, transferencia de recursos amenazadas, como la confiscaron sus bienes
Venezuela. 1771) y el desde América a la frontera con Brasil. que pasaron a manos de
Rio de la Plata Metrópoli. *se organizo el sistema la Corona Española.
(Argentina, Uruguay, *se estableció el sistema de milicias, eran fuerzas
Paraguay, de navíos de registro integradas por vecinos,
Bolivia.1776). que autorizaba a que tenían la obligación
*cada virreinato se cualquier barco español de defender el territorio
subdividía en a negociar, en caso de ataques.
Intendencias (unidades comercializar con las
administrativas colonias americanas.
menores) *1778, se establece el
“libre comercio” que
habilitaba a 14 nuevos
puertos españoles y 19
americanos a realizar
actividades comerciales
entre sí.

Revolución de mayo de 1810

Antecedentes externos:
 La Independencia de los Estados Unidos: Gran Bretaña venía aplicando muchas restricciones al
comercio con sus colonias de América del Norte en beneficio de los mercaderes ingleses. Sus productos
podían ser exportados solo a la Metrópoli. Hacia 1770, la corona quiso obligar a las colonias a que pagasen
parte de los gastos de las guerras europeas. La mayoría de los norteamericanos se opusieron, hasta que se
decidió reunir un congreso en Filadelfia en 1774. Fue en ese congreso que el 4 de julio de 1776 las trece
colonias norteamericanas acordaron poner fin a la dominación británica.
 La revolución francesa y Las Ideas Liberales: A partir de la revolución francesa, cobraron fuerza
en Europa los partidarios de la libertad política y económica. Se los llamó liberales. Los liberales leían los
libros de Voltaire, Rousseau, Montesquieu, Diderot y Dalambert, que habían servido de base para la
revolución y se oponían a las monarquías y a los poderes absolutos. La difusión de dichas ideas, por supuesto,
estaba restringida en los territorios españoles, pues no se permitía el ingreso de tales libros a través de las
aduanas o la posesión no autorizada. Sin embargo, se difundían en forma clandestina. 
 La invasión de Napoleón a España: En 1808 Napoleón invadió España y obligó a renunciar al
trono a Carlos IV a favor de su hijo Fernando VII. Pero ahí no terminó la cosa, Fernando fue tomado
prisionero y obligado a dejarle el trono de España a José Bonaparte, hermano de Napoleón. En toda España
comenzaron a formarse juntas de gobierno que respondían a una Junta Central instalada Sevilla para resistir la
invasión francesa. Para febrero de 1810 casi toda España se encontraba en manos de los franceses y el 13 de
mayo de 1810 llegaron a Buenos Aires las noticias de la caída de la Junta Central de Sevilla por lo que la
autoridad que había designado al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros en el Río de La Plata había caducado y
la propia autoridad del virrey se encontraba cuestionada.
Causas internas
 El debilitamiento del imperio español, el cuestionamiento de la autoridad virreinal, la defensa de
las colonias del Río de la Plata contra la primera y segunda invasión inglesa, y la necesidad de
liberarse del monopolio económico español, fueron forjando el movimiento independentista.
 Invasiones inglesas: El pueblo de las colonias españolas del Río de la Plata, se había organizado
para repeler las invasiones inglesas de 1806 y 1807.Durante las invasiones inglesas, la primera en
1806 y la segunda en 1807, los vecinos de Buenos Aires defendieron su territorio en heroica lucha,
sin ninguna ayuda de parte de la península. Como saldo organizativo de las patrióticas jornadas
aparecieron nuevos liderazgos y se habían formado las milicias populares. Santiago de Liniers
(1753-1810), francés, ganó el puesto que el virrey Sobremonte dejara vacante, encabezando el
movimiento de la reconquista contra los ingleses. Efectivamente sucedió algo inédito, Sobremonte
fue destituido después de su escandalosa huida, y Liniers fue nombrado virrey por la voluntad
popular. La población de la urbe y la campaña se habían movilizado, comprobado su valor y su
autosuficiencia. Se sentían dueños de su destino.
 Cuestionamiento a la autoridad de Cisneros: La autoridad del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros
(1756-1829), era cuestionada por la desaparición de las autoridades que le habían conferido el poder.
Cisneros fue nombrado para reemplazar al virrey Santiago de Liniers, y cuestionado desde antes de
asumir en junio de 1809.Pese a las restricciones a la difusión de información que había impuesto
España, en la península y colonias, finalmente todo se sabía. No solo se había impuesto en la
sociedad de la época, el contrabando de mercaderías, sino también el contrabando de información.
La noticia de la caída de Junta Central de Sevilla, último reducto del poder español, se conoció en
Buenos Aires el 13 de mayo de 1810. España amenazaba con su balcanización. Las autoridades que
le habían conferido el poder a Baltasar Hidalgo de Cisneros, ya no existían.
 Reunido en la Plaza de la Victoria, hoy Plaza de Mayo, el pueblo de Buenos Aires impuso su
voluntad al Cabildo y creó la Junta Provisoria Gubernativa del Río de la Plata, conocida como
Primera Junta.
De la Revolución a la Independencia.
La Primera Junta
En la tarde del mismo día 25 de mayo prestó juramento la Junta Provisional Gubernativa, integrada por:
Presidente: Cornelio Saavedra, Vocales: Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Miguel de Azcuenaga, Manuel
Alberti, Domingo Matheu, Juan Larrea, secretarios: Juan José Paso y Mariano Moreno.
Su formación marcó el comienzo del ejercicio del poder por parte de los criollos, prescindiendo de las
autoridades existentes en España. Momentáneamente no se ponía en cuestión la autoridad del rey, cuya
soberanía se consideraba suspendida por su prisión, pero no anulada; esto se debía a que los revolucionarios
estaban divididos entre monárquicos sinceros e independentistas que prefirieron ocultar sus intenciones bajo
la llamada máscara de Fernando VII, que no creían volviera al trono por mucho tiempo.
El 28 de mayo la Junta dictó su propio reglamento; el día anterior había enviado una circular a las ciudades
del interior, solicitando la designación de representantes; pese a que se había acordado unirlos a un Congreso,
la invitación afirmaba que, a su llegada, los diputados se incorporarían a la Junta.
Las milicias fueron transformadas en regimientos regulares, dando origen al ejército de la revolución.
Entre sus medidas estuvo la de crear la Gazeta de Buenos Ayres, un periódico a través del cual se realizó
propaganda política, en la que sobresalió el secretario Moreno. Este fue el inspirador de muchas de las
medidas de gobierno, como la fundación de la Biblioteca Pública y la Escuela Militar de Matemática, y el
establecimiento de un plan general de gobierno, conocido como el Plan de operaciones.
Guerra de Independencia
Ante la negación de algunas regiones a reconocer a la Primera Junta, como en el caso de la Contrarrevolución
de Córdoba y en el Alto Perú, la Junta envió una Expedición Auxiliadora al Interior; los jefes revolucionarios
de Córdoba fueron ejecutados. El Ejército Auxiliar continuó su camino, transformándose en el
llamado Ejército del Norte y logrando el 7 de noviembre una victoria clave en la batalla de Suipacha, la cual
permitió la ocupación de todo el Alto Perú. Los jefes realistas de esa región también fueron ejecutados.
El 26 de septiembre partió hacia el Paraguay una segunda expedición, al mando de Manuel Belgrano, con la
esperanza de que los paraguayos se unieran espontáneamente a la Revolución. Pese a que la expedición
fracasó, sirvió de estímulo para el estallido de la Revolución de mayo de 1811 en Asunción, que inició el
proceso de independencia del Paraguay.
La escuadra española apostada en Montevideo bloqueó el puerto de Buenos Aires en septiembre de 1810,
pero la presión de la escuadra británica anuló los efectos de esta medida. La Junta organizó una escuadra
naval, que puso al mando de Juan Bautista Azopardo, a la que envió en apoyo de Belgrano; la misma fue
completamente destruida en el Combate de San Nicolás, demostrando la peligrosidad de la escuadra apostada
en Montevideo. En efecto, no sólo la escuadra realista demostró estar en condiciones de lanzar ataques sobre
cualquier punto de la costa del río Paraná, sino que además los realistas de Montevideo lograron ocupar
ambas orillas del río Uruguay y toda la Banda Oriental.
La situación en la Banda Oriental cambió a partir del Grito de Asencio y la asunción del mando de los
revolucionarios locales por parte de José Artigas; este logró una victoria completa en la batalla de Las
Piedras y puso sitio a Montevideo. La ciudad resistió exitosamente, principalmente gracias a su escuadra, que
la aprovisionaba por vía fluvial.
Cambios políticos
A medida que la revolución se consolidaba, Mariano Moreno adoptaba medidas cada vez más radicales;
durante un tiempo convenció de seguir ese rumbo al resto de la Junta, pero con el paso del tiempo prevaleció
una postura más moderada, sostenida por el presidente Saavedra. A medida que llegaban los diputados de las
provincias del interior, Moreno observó que éstos eran partidarios de posturas moderadas, de modo que
consideró peligroso permitirles incorporarse a la Junta, tal como se les había prometido en la comunicación
del 27 de mayo. Por otro lado, dado que la Junta adoptaba medidas que correspondían a un Poder Ejecutivo,
pensó en crear un Poder Legislativo y constituyente con los diputados de las provincias. Finalmente, afirmaba
que aumentar el número de integrantes del ejecutivo atentaría contra la unidad de criterio y la rapidez de la
toma de decisiones.
Un conflicto entre Saavedra y Moreno, iniciado por el segundo al proponer la supresión de toda diferencia
entre los vocales y el presidente, determinó la ruptura ente los seguidores de ambos. Saavedra apoyó esa
medida y a continuación reunió a los diputados del interior, para resolver entre todos si los mismos debían o
no incorporarse al gobierno. Tras un intercambio de opiniones, la cuestión se decidió por medio de una
votación: con excepción del secretario Paso, los demás presentes –incluso el propio Moreno, que había
opinado lo contrario– aprobaron la incorporación de los diputados del interior.
Moreno presentó su renuncia, y solicitó entonces una misión en el exterior, que le fue concedida; moriría en
alta mar unas semanas más tarde.
Integrados los diputados el 18 de diciembre, la Junta conservó su nombre y funciones, aunque la tradición ha
considerado que fue otro gobierno, conocido con el nombre de Junta Grande.
Los grupos partidarios de Moreno acusaron al gobierno de lentitud en sus decisiones, y proyectaron volver al
tomar el control del gobierno. Reunidos en la llamada Sociedad Patriótica, difundieron proclamas contrarias
al gobierno y prepararon la elección de nuevos diputados porteños, para contrarrestar la preeminencia
provinciana.
En el Alto Perú la situación parecía consolidada, pero el Ejército fracasó en extender su acción revolucionaria
al Virreinato del Perú, además de firmarse un armisticio que dio ventajas al Ejército Real del Perú; este
contraatacó, logrando una victoria clave en la batalla de Huaqui, del 20 de junio de 1811, y en pocos meses
recuperaron toda la región. Los revolucionarios debieron retirarse hasta Jujuy.
Además de la acumulación de derrotas en todos los frentes –en el Paraguay, en el Río de la Plata, en el Norte
y en la Banda Oriental– la Junta debía hacer frente a la oposición de los porteños a ser dirigidos por
provincianos. Al tener noticias de la defección del comandante del Ejército del Norte, Saavedra partió hacia
Jujuy, para hacerse cargo del mismo. Alejado Saavedra, la oposición del Cabildo porteño aumentó de tono,
con lo que se logró la expulsión y arresto de Campana. Faltándole ambos conductores, la Junta fue presionada
para crear un poder ejecutivo, conservando para sí el legislativo.
El 22 de septiembre se fundó un Supremo Gobierno, formado por tres miembros, que posteriormente sería
conocido como el Primer Triunvirato. Que duro hasta 1812, cuando una revuelta encabezada por la
sociedad Patriótica, logra la conformación de un segundo triunvirato.
La disposición más importante del Triunvirato fue la convocatoria a la Asamblea General Constituyente de
1813. También envió una misión a las provincias del Interior, que cambió las autoridades de las ciudades y
provincias, reemplazando a los funcionarios adictos al gobierno anterior o a facciones autonomistas locales
por otros, adictos a la Logia Lautaro.
La Asamblea se formó por disposición del Segundo Triunvirato, asumiendo el ejercicio de la soberanía y la
representación de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Tanto el período del Segundo Triunvirato, como
de los dos primeros Directores Supremos estuvieron signados por la actuación de la Logia Lautaro, que
dirigió su política interna, internacional y militar.
Se desarrolló una obra legislativa tendiente a reafirmar la soberanía del Estado, tomando medidas como el
reemplazo del sello real y el escudo de armas por uno propio; aprobó el Himno Nacional Argentino y ordenó
la acuñación de monedas con los símbolos del nuevo Estado. Por otra parte, prohibió el uso de tormentos,
suprimió los títulos de nobleza, abolió el Tribunal de la Inquisición y declaró la libertad de vientres, por la que
los hijos de esclavos pasaban a ser libres.
Con el paso del tiempo, la situación en España se fue revirtiendo, hasta que Fernando VII regresó al
trono español. La política francamente absolutista del rey conllevaba también una actitud más agresiva en
contra de los estados independizados del imperio, rechazando cualquier arreglo que no significara una
completa vuelta a la anterior situación de dependencia colonial absoluta.
Artigas, caudillo de la Banda Oriental, organizó un Congreso en 1813. En este se decidió reconocer a la
Asamblea y enviar seis diputados, con instrucciones específicas, que sostenían un proyecto político diferente
al de Buenos Aires, regidas por los principios de Independencia, federalismo y república en lo político;
libertad de comercio e igualdad de puertos en lo económico. Querían que el gobierno central estuviera fuera
de Buenos Aires y que los gobiernos locales conservaran el derecho a su propia administración. Los diputados
orientales fueron rechazados por no haber sido elegidos en la forma establecida en el decreto de convocatoria.
Ante esta situación Artigas organiza un bloque o liga de provincias, de carácter federal, la llamada Liga de
los Pueblos Libres, donde él era el Protector.
Directorio
Acuciada por la derrota en el Alto Perú y las disidencias en el Litoral, e impulsada por su propia tendencia a
la concentración del poder, la Asamblea decidió crear un ejecutivo uninominal, con el nombre de Director
Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, nombrando para ese cargo a Gervasio Antonio de
Posadas. Este dedicó todos sus esfuerzos a ocupar Montevideo, con el fin de evitar que sirviera como puerto
de llegada de fuerzas reconquistadoras españolas.
Tiempo después y tras una serie de conflictos internos fue reemplazado por Alvear, pero su
El Congreso
El Congreso de Tucumán inició sus sesiones el 24 de marzo de 1816. En él participaron representantes de las
provincias que admitían la autoridad del Directorio; es decir, no estaban representadas las de la Liga Federal –
con la notable excepción de Córdoba, que tenía cuatro diputados–ni las ocupadas por los realistas.
Tras invertir un mes en definir su propio funcionamiento y el alcance de su misión y autoridad, la primera
medida de importancia que tomó fue la elección de un nuevo Director del Estado, debido a la renuncia de
Álvarez Thomas y la derrota de Rondeau. Para el cargo fue nombrado uno de sus diputados, Juan Martín de
Pueyrredón, que poco después se trasladó a Buenos Aires.
Durante los meses de mayo y junio, el Congreso se concentró en intentar destrabar el conflicto con las
provincias federales, pero la intransigencia que uno y otros demostraron en defensa de sus posiciones malogró
estos intentos. En el mes de julio, tras discutirse distintas alternativas –como la posibilidad de coronar un rey
de ascendencia incaica propuesta por Belgrano– el Congreso se abocó a la discusión sobre la oportunidad de
declarar la independencia; quien más presionaba en ese sentido era el gobernador de Cuyo, José de San
Martín.
El día 9 de julio de 1816 se aprobó y firmó la Declaración de la Independencia de las Provincias Unidas, que
en el acta respectiva eran llamadas Provincias Unidas en Sud América.

También podría gustarte