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S Caleta Olivia
El concepto de habilidad motriz básica considera una serie de acciones motrices que aparecen
conforme a la evolución humana, tales como marchar, correr, girar, saltar, lanzar, recepcionar.
Las características particulares que hacen que una habilidad motriz sea básica son que son
comunes a todos los individuos, permiten la supervivencia y son el fundamento de aprendizajes
motrices más complejos.
Todos ellos son aspectos con los que el niño toma contacto desde pequeño (desde el año y medio
o dos años) primero en forma separada y mediante la experiencia y la practica comienzan a ser
perfeccionados entre los 6 y los 12 años, periodo comprendido entre la adquisición y desarrollo
en el niño de las habilidades perceptivo-motrices y el desarrollo pleno de su esquema corporal.
Entendemos por habilidades motoras básicas, todas las formas de movimientos naturales que son
necesarias para la motricidad humana, que sirven de sustento para la motricidad fina y para la
adquisición de destrezas más complejas, como las deportivas.
Es necesario fomentar el desarrollo y dominio correcto de las habilidades básicas como: saltar,
correr, caminar, etc., ya que constituyen la parte esencial y básica de nuestra motricidad general, y
así poder llevar a cabo las más específicas. Esto permitirá en el desarrollo del niño la adquisición
de los objetivos de la educación física.
Las habilidades básicas encuentran un soporte para su desarrollo en las destrezas que asimilamos
al ver y observar, estando presentes desde el momento en que nacemos y a lo largo de todo
nuestro desarrollo.
Las características particulares que hacen que una habilidad motriz sea básica son:
Desplazamientos:
Se denomina desplazamiento al cambio de posición que realiza un cuerpo desde un punto hacia
otro. El desplazamiento es un proceso que se hace con la intención de descubrir, relacionarnos o
alcanzar algo. Este nos permite recorrer el espacio de un punto a otro mediante movimientos de
algunas partes del cuerpo o de todo el cuerpo.
Tipos de desplazamiento
Pasivo: Cuando es provocado por una fuerza externa. Ejemplo cuando alguien nos empuja.
Desplazamientos habituales:
Marcha: “Apoyo sucesivo y alternativo de los pies sobre una superficie de desplazamiento en
ausencia de fase aérea. Evoluciona a partir del patrón motriz elemental de andar”. Cepero (2000).
Andar es una forma natural de locomoción vertical. Su patrón motor esta caracterizado por
una acción alternativa y progresiva de las piernas y un contacto continuo con la superficie de
apoyo. El ciclo completo del patrón motor, un paso, consiste en una fase de suspensión y otra de
apoyo o contacto con cada pierna. A mediados del siglo XX, Shirley definió la marcha como "la
fase del desarrollo motor más espectacular y, probablemente más importante". Y es que la
adquisición de la locomoción vertical bípeda se considera un hecho evolutivo de primer orden. Y
es que hasta que el niño no sabe andar solo, su medio se encuentra seriamente limitado. No se
puede mover sin ayuda en posición vertical hasta haber desarrollado suficiente fuerza muscular,
reflejos antigravitatorios adecuados y mecanismos de equilibrio mínimamente eficaces. Por tanto,
no podrá andar de un modo eficaz hasta que el sistema nervioso sea capaz de controlar y
coordinar su actividad muscular. El niño pasa de arrastrarse a andar a gatas, de ahí a andar con
ayuda o a trompicones, hasta llegar a hacerlo de un modo normal.
Carrera: “Apoyo sucesivo y alternativo de los pies sobre la superficie de desplazamiento, con
existencia de fase aérea debido al incremento de la velocidad. Evoluciona a partir del patrón
motriz elemental de correr”. Cepero (2000).
Desplazamientos no habituales
Cuadrupedia: Incluye todas las formas de desplazamiento por el plano horizontal en las que el tren
superior (los brazos) interviene de forma activa e importante.
Existen numerosas formas de ejecución ya que podemos utilizar desde dos hasta cuatro apoyos
corporales, estos apoyos pueden realizarse boca arriba o boca abajo y, además, los movimientos
pueden realizarse simultáneamente o de forma alternativa, simétrica o asimétrica, etc.
Las reptaciones: “Desplazarse con el tronco en contacto con la superficie o de desplazamiento”
(Batalla Flores, 2000 “Habilidades motrices).
Las trepas: “Desplazamientos sobre un punto de apoyo, del que varía la distancia de su centro de
gravedad, mediante empujes y tracciones sin contacto con una superficie de desplazamiento”.
Los deslizamientos: Desplazamientos originados por una fuerza inicial del sujeto que se desplaza, o
externa a él, que se ven favorecidos, con posterioridad, por falta de rozamiento de la superficie
sobre la que se desarrolla (pavimento liso, agua, nieve, hielo, etc.).
Las propulsiones: La propulsión se produce por la acción de los brazos, funcionando las piernas
con función equilibradora. Se aplican los movimientos de la carrera al desplazamiento en el agua,
observándose una especie de movimiento circular de los pies, con una marcada rigidez en los
miembros superiores. La propulsión de brazos y piernas presentará desde su inicio formas
relacionadas con los diferentes nados (alternos o simultáneos).
Los arrastres: “Desplazamientos pasivos, y como Arráez y cols. (1995), Los consideramos una
combinación o variante de los transportes y deslizamientos”.
Saltos:
Saltar se encuentra dentro de las Habilidades Motoras Básicas de tipo Locomotivas y es una forma
de desplazamiento. El desarrollo del salto se basa en complicadas modificaciones de la carrera y la
caminata, con la variante del despegue del suelo como consecuencia de la extensión violenta de
una o ambas piernas, entrando en acción factores como la fuerza, equilibrio y coordinación. Tanto
la dirección como el tipo de salto son importantes dentro del desarrollo de la habilidad física de
salto. Éste puede ser hacia arriba, hacia abajo, hacia delante, hacia detrás o lateral, con un pie y
caer sobre el otro, salto con los uno o dos pies y caída sobre uno o dos pies, salto a la pata coja...
La capacidad física necesaria para saltar se adquiere al desarrollar la habilidad de correr. Sin duda
el salto es una habilidad más difícil que la carrera, porque implica movimientos más vigorosos, en
los que el tiempo de suspensión es mayor.
Se pueden distinguir cuatro fases dentro del salto:
Fase de preparación o previa: de aceleración con o sin desplazamiento. Son acciones efectuadas
antes del impulso, no tienen por qué existir, en caso de presentarse, lo más habitual es una carrera
u otra habilidad como por ejemplo un desplazamiento, un giro, otro salto, etc.
Impulso: es la fase donde se determina la trayectoria que va a seguir el sujeto. Requiere de una
flexión seguida de una rápida extensión del tren inferior. Para la descripción de la evolución del
patrón esta fase suele describirse diferenciando dos partes: la de preparación (flexión de las
piernas) y la de despegue (extensión).
Fase aérea o vuelo: es la fase en que se pierde el contacto con la superficie. Durante la misma se
pueden realizar diferentes movimientos, que no van a afectar a la parábola del salto.
Generalmente se trata de buscar el equilibrio corporal.
Recepción o caída: momento en que se vuelve a tomar contacto con el suelo. En esta fase se
absorbe o transforma la energía acumulada.
Salto de longitud: consiste en recorrer la mayor distancia posible sobre el plano horizontal una vez
realizado el impulso.
Salto en profundidad: es aquel en el que se emplea el peso del cuerpo y la gravedad. Se realizan
dejándose caer al suelo, desde una altura determinada, con una fase de transición (amortiguación)
mínima.
A medida que los niños crecen y se desarrollan, el salto como habilidad motriz va afianzándose en
ellos hasta que llegan a dominarlo.
1-2 años: Salta desde y con ayuda del adulto. Salto en profundidad, no domina la caída (cae
primero con un pie y luego con el otro). Salta con los pies juntos en el mismo lugar.
2-3 años: Salta en el lugar y en profundidad desde pequeñas alturas (escalones). Domina el salto
en profundidad equilibrando la caída. Se resiste a despegar del suelo porque al no elevarse se
siente más seguro. Aparece el salto en largo y en alto, caída controlada. Salta en largo sin impulso
y con dos pies juntos. Intenta desplazamiento previo cortando la secuencia de movimiento.
4 años: Domina los tres saltos con sus variantes y combinaciones, domina con soltura las caídas.
Salta en un pie. Coordina la carrera con el salto en largo y en alto. Rebota sobre dos o un pie con
elasticidad.
5 años: Salta en profundidad previo desplazamiento, equilibra y continúa desplazándose. Salta y
gira. Salta y lanza. Rebota rítmicamente sobre uno o dos pies. Nivel máximo de eficacia.
Trepar: Es un desplazamiento activo poco eficaz en el cual no hay punto de apoyo en el piso
encontrándose el cuerpo totalmente suspendido, utilizando tracciones y empujes para variar la
altura de su centro de gravedad; se pueden considerar ascensos cuando el centro de gravedad se
eleva y descensos cuando a el cuerpo se desplaza a favor de la fuerza de gravedad y la fuerza se
utiliza para amortiguar la velocidad del descenso del centro de gravedad.
Reptar: Patrón motriz previo a la cuadripedia en el cual existe contacto total o parcial del tronco
con la superficie de desplazamiento (suelo). Este contacto puede variar en el sentido del cambio
de las superficies que toman contacto con el suelo ya sean brazos, piernas o solo tronco ; la
velocidad del desplazamiento se incrementa con la ayuda de brazos y piernas en forma de
tracción.
No Locomotrices
Giros: Entendemos por giro todo aquel movimiento corporal que implica una rotación a través de
los ejes ideales que atraviesan el ser humano, vertical, transversal y sagital. Los giros, desde el
punto de vista funcional constituyen una de las habilidades de utilidad en la orientación y situación
de la persona.
-Giros en suspensión.
Equilibrio: está estrechamente ligado al sistema nervioso central, que necesita de la información
del oído, vista y sistema cinestésico (que está localizado en los músculos, las articulaciones y los
tendones, y nos proporciona información sobre el movimiento del cuerpo). Así, por equilibrio
podemos entender, la capacidad de asumir y mantener una determinada postura en contra de la
gravedad.
Su desarrollo está relacionado con factores de tipo psicomotor tales como la coordinación, fuerza,
flexibilidad, etc. y con aspectos funcionales tales como la base, la altura del centro de gravedad, la
dificultad del ejercicio, etc.
Dependiendo del grado de desarrollo del niño, el equilibrio presenta diferentes grados de
progreso:
- A los 3 años puede permanecer sobre un pie entre tres y cuatro segundos y marchar sobre una
línea recta marcada en el suelo.
- Hacia los 5 años el equilibrio estático y dinámico alcanzan una gran madurez,
- Pero no será hasta los 7 años cuando se completará la maduración completa del sistema de
equilibrio andando en línea recta con los ojos cerrados.
-El equilibrio dinámico: es el estado mediante el cual, la persona se mueve. Durante este
movimiento, modifica constantemente su polígono de sustentación.
En el momento en que el equilibrio se altera, una de las manifestaciones más evidentes que
surgen es el vértigo. El vértigo se define como una sensación falsa de giro o desplazamiento de la
persona o de los objetos. En otras ocasiones lo que aparece es una sensación de andar sobre una
colchoneta o sobre algodones, que es lo que se conoce como mareo.
Tipos de coordinación: atendiendo a las partes del cuerpo que intervienen en el movimiento
podemos distinguir:
- Dinámica general: aquella que agrupa los movimientos que requieren una acción conjunta de
todas las partes del cuerpo. Intervienen gran cantidad de segmentos y músculos, y por tanto, gran
cantidad de unidades neuromotoras.
- Óculo-manual y óculo-pédica: aquella que va dirigida a las manos o pies. Los ejercicios para
desarrollarlas van encaminados a los lanzamientos y las recepciones.
La coordinación dinámica general, sirve de base a todos los movimientos, estando presente en
todas las habilidades básicas.
- La precisión en la ejecución.
Para un correcto desarrollo del ajuste postural, se deben realizar ejercicios con las siguientes
características:
-Ejercicios de balance muscular, dirigidos a fortalecer aquellos grupos musculares poco ejercitados
por las actividades de la vida cotidiana.
-Ejercicios abdominales.
De proyección / recepción:
Habilidades manipulativas:
Son las capacidades para imprimir y recibir fuerza de los objetos, así como controlar y manipular
su movimiento. Algunos ejemplos son: golpear, recepcionar, lanzar…
Lanzar:
El desarrollo de la habilidad de lanzar ha sido un tema muy estudiado durante décadas. La forma,
precisión, distancia y la velocidad en el momento de soltar el objeto se han empleado como
criterios para evaluar la capacidad de lanzamiento de los niños. Ante diversidad de lanzamientos y
ante la imposibilidad de explicar todos brevemente se citarán las clases de lanzamientos que
podemos observar: lanzamientos que emplean los niños nada más adquirir la habilidad y
difícilmente clasificables en otras formas de lanzamiento, lanzamiento por encima del hombro,
lanzamiento lateral, lanzamiento de atrás a delante.
Recepcionar:
Recibir, como habilidad básica, supone el uso de una o ambas manos y/o de otras partes del
cuerpo para parar y controlar una pelota u objeto aéreo. El modelo de la forma madura de esta
habilidad es la recepción con las manos. En este caso, cuando otras partes del cuerpo se emplean
junto con las manos, la acción se convertiría en una forma de parar.
Golpear:
Golpear es la acción de balancear los brazos y dar a un objeto. Las habilidades de golpear se llevan
a cabo en diversos planos y muy distintas circunstancias: por encima del hombro, laterales, de
atrás adelante, con la mano, con la cabeza, con el pie, con un bate, con una raqueta, con un palo
de golf, con un palo de hockey... El éxito del golpe dependerá del tamaño, peso, adaptación a la
mano del objeto que golpea y de las características del móvil a golpear. Dicho éxito viene, además,
condicionado por la posición del cuerpo y sus miembros antes y durante la fase de golpeo.
Dar una patada es una forma única de golpear, en la que se usa el pie para dar fuerza a una pelota.
Es la habilidad que requiere del niño el equilibrio sobre un apoyo necesario para dejar una pierna
liberada para golpear. Ésta habilidad mejora cuando el niño progresa en la participación de las
extremidades superiores, el balanceo de la pierna de golpeo y el equilibrio sobre el apoyo.
Mejorar el funcionamiento de los sentidos, desde el táctil hasta el visual, kinestésico y auditivo.
La cuerda: permite tareas de salto y giro. Para realizar el salto rítmico de la cuerda se necesita
decisión y regularidad. Hay casos en los que algunos niños no quieren jugar a la cuerda porque lo
consideran un juego de niñas, ignorando que con ello mejoramos la coordinación y la flexibilidad,
a la vez que fortalece piernas y hombros.
Los aros: son muy interesantes para la educación motriz. Es un objeto muy común y utilizado en
los programas perceptivos motores. Lo ideal sería disponer de tantos aros como alumnos.
Desarrollar capacidades perceptivo motrices del cuerpo y conciencia del espacio, lateralidad,
direccionalidad, coordinación ojo-mano y ojo-pie, y de equilibrio.