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I.P.E.

S Caleta Olivia

Profesorado de Educación Inicial

Ateneo de prácticas corporales y motrices (4°año)


HABILIDADES MOTRICES BASICAS

El concepto de habilidad motriz básica considera una serie de acciones motrices que aparecen
conforme a la evolución humana, tales como marchar, correr, girar, saltar, lanzar, recepcionar.

Las características particulares que hacen que una habilidad motriz sea básica son que son
comunes a todos los individuos, permiten la supervivencia y son el fundamento de aprendizajes
motrices más complejos.

Se consideran habilidades motrices básicas los desplazamientos, saltos, giros, lanzamientos y


recepciones, todos ellos relacionados con las capacidades condicionales (fuerza, velocidad,
flexibilidad y resistencia) así como con algunas capacidades coordinativas (el equilibrio, tiempo
espacio, etc)

Todos ellos son aspectos con los que el niño toma contacto desde pequeño (desde el año y medio
o dos años) primero en forma separada y mediante la experiencia y la practica comienzan a ser
perfeccionados entre los 6 y los 12 años, periodo comprendido entre la adquisición y desarrollo
en el niño de las habilidades perceptivo-motrices y el desarrollo pleno de su esquema corporal.

A través de su progresiva adquisición, la cual dependerá de la maduración del sistema nervioso


central y del ambiente social, el niño podrá moverse en el mundo adecuadamente en la
interacción con otras personas y los objetos.

Entendemos por habilidades motoras básicas, todas las formas de movimientos naturales que son
necesarias  para la motricidad humana, que sirven de sustento  para la motricidad fina y para la
adquisición de destrezas más complejas, como las deportivas.

Es necesario fomentar el desarrollo y dominio correcto de las habilidades básicas como: saltar,
correr, caminar, etc., ya que constituyen la parte esencial y básica de nuestra motricidad general, y
así poder llevar a cabo las más específicas. Esto permitirá en el desarrollo del niño la adquisición 
de  los objetivos de la educación física.

Clasificación de las habilidades motoras


-Locomotrices: son movimientos que tienen como objetivo principal llevar al cuerpo de un lado
a otro del espacio. Como por ejemplo: caminar, correr, saltar, deslizarse, rodar, trepar, etc.
- No locomotrices: su característica principal es el manejo y dominio del cuerpo en el espacio.
Como por ejemplo: balancearse, inclinarse, estirarse, doblarse, girarse, retorcerse, empujarse,
levantarse, colgarse, equilibrarse, etc.
- De proyección o recepción: se caracterizan por la proyección, manipulación y recepción de
móviles y objetos. Como por ejemplo: lanzar, golpear, batear, atrapar, rodar, etc.

Habilidades motrices básicas:

Las habilidades básicas encuentran un soporte para su desarrollo en las destrezas que asimilamos
al ver y observar, estando presentes desde el momento en que nacemos  y a lo largo de todo
nuestro desarrollo.

Las características particulares que hacen que una habilidad motriz sea básica son:

- Tienen  que ser  comunes a todas las personas.

- Que sean básicas para poder  vivir.

- Ser fundamento de aprendizajes motrices.

Consideramos habilidades motrices básicas a los desplazamientos, saltos, giros, lanzamientos,


todos ellos relacionados con la coordinación y el equilibrio.

Desplazamientos:

Se denomina desplazamiento al cambio de posición que realiza un cuerpo desde un punto hacia
otro. El desplazamiento es un proceso que se hace con la intención de descubrir, relacionarnos o
alcanzar algo. Este nos permite recorrer el espacio de un punto a otro mediante movimientos de
algunas partes del cuerpo o de todo el cuerpo.

Tipos de desplazamiento

Dependiendo de su ejecución este puede ser:

Activo: cuando se realiza voluntariamente.

Pasivo: Cuando es provocado por una fuerza externa. Ejemplo cuando alguien nos empuja.

Dependiendo de su característica puede ser:

Habituales y no habituales, según Sánchez Bañuelos (1984)

Desplazamientos habituales:

Marcha: “Apoyo sucesivo y alternativo de los pies sobre una superficie de desplazamiento en
ausencia de fase aérea. Evoluciona a partir del patrón motriz elemental de andar”. Cepero (2000).
Andar es una forma natural de locomoción vertical. Su patrón motor esta caracterizado por
una acción alternativa y progresiva de las piernas y un contacto continuo con la superficie de
apoyo. El ciclo completo del patrón motor, un paso, consiste en una fase de suspensión y otra de
apoyo o contacto con cada pierna. A mediados del siglo XX, Shirley definió la marcha  como "la
fase del desarrollo motor más espectacular y, probablemente más importante". Y es que la
adquisición de la locomoción vertical bípeda se considera un hecho evolutivo de primer orden. Y
es que hasta que el niño no sabe andar solo, su medio se encuentra seriamente limitado. No se
puede mover sin ayuda en posición vertical hasta haber desarrollado suficiente fuerza muscular,
reflejos antigravitatorios adecuados y mecanismos de equilibrio mínimamente eficaces. Por tanto,
no podrá andar de un modo eficaz hasta que el sistema nervioso sea capaz de controlar y
coordinar su actividad muscular. El niño pasa de arrastrarse a andar a gatas, de ahí a andar con
ayuda o a trompicones, hasta llegar a hacerlo de un modo normal.

Carrera: “Apoyo sucesivo y alternativo de los pies sobre la superficie de desplazamiento, con
existencia de fase aérea debido al incremento de la velocidad. Evoluciona a partir del patrón
motriz elemental de correr”. Cepero (2000).

La diferencia entre la marcha y la carrera es la velocidad de desplazamiento, y el factor de vuelo o


de ausencia de apoyo.

Correr es una ampliación natural de la habilidad física de andar. De hecho se diferencia de la


marcha por la llamada "fase aérea". Para Slocum y James, "correr es en realidad, una serie de
saltos muy bien coordinados, en los que el peso del cuerpo, primero se sostiene en un pie, luego lo
hace en el aire, después vuelve a sostenerse en el pie contrario, para volver a hacerlo en el aire".
Correr es una parte del desarrollo locomotor humano que aparece a temprana edad. Antes de
aprender a correr, el niño aprende a caminar sin ayuda y adquiere las capacidades adicionales
necesarias para enfrentarse a las exigencias de la nueva habilidad. El niño ha de tener fuerza
suficiente para impulsarse hacia arriba y hacia delante con una pierna, entrando en la fase de
vuelo o de suspensión, así como la capacidad de coordinar los movimientos rápidos que se
requieren para dar la zancada al correr y la de mantener el equilibrio en el proceso.

Desplazamientos no habituales

Cuadrupedia: Incluye todas las formas de desplazamiento por el plano horizontal en las que el tren
superior (los brazos) interviene de forma activa e importante.

Existen numerosas formas de ejecución ya que podemos utilizar desde dos hasta cuatro apoyos
corporales, estos apoyos pueden realizarse boca arriba o boca abajo y, además, los movimientos
pueden realizarse simultáneamente o de forma alternativa, simétrica o asimétrica, etc.
Las reptaciones: “Desplazarse con el tronco en contacto con la superficie o de desplazamiento”
(Batalla Flores, 2000 “Habilidades motrices).

Las trepas: “Desplazamientos sobre un punto de apoyo, del que varía la distancia de su centro de
gravedad, mediante empujes y tracciones sin contacto con una superficie de desplazamiento”.

Los transportes: Estos desplazamientos se encuentran referidos a un objeto que se desplaza,


estando el sujeto unido al mismo. En este caso existen dos tipos de elementos: el transportador,
elemento activo del desplazamiento y el transportado, que se considera el elemento pasivo, que
puede estar en suspensión o en apoyo. En este tipo de desplazamientos es muy importante el
concepto y localización del centro de gravedad.

Los deslizamientos: Desplazamientos originados por una fuerza inicial del sujeto que se desplaza, o
externa a él, que se ven favorecidos, con posterioridad, por falta de rozamiento de la superficie
sobre la que se desarrolla (pavimento liso, agua, nieve, hielo, etc.).

Las propulsiones: La propulsión  se produce por la  acción de los brazos, funcionando las piernas
con función equilibradora. Se aplican los movimientos de la carrera al desplazamiento en el agua,
observándose una especie de movimiento circular de los pies, con una marcada rigidez en los
miembros superiores. La propulsión de brazos y piernas presentará desde su inicio formas
relacionadas con los diferentes nados (alternos o simultáneos).

Los arrastres: “Desplazamientos pasivos, y como Arráez y cols. (1995), Los consideramos una
combinación o variante de los transportes y deslizamientos”.

Saltos:

Saltar se encuentra dentro de las Habilidades Motoras Básicas de tipo Locomotivas y es una forma
de desplazamiento. El desarrollo del salto se basa en complicadas modificaciones de la carrera y la
caminata, con la variante del despegue del suelo como consecuencia de la extensión violenta de
una o ambas piernas, entrando en acción factores como la fuerza, equilibrio y coordinación. Tanto
la dirección como el tipo de salto son importantes dentro del desarrollo de la habilidad física de
salto. Éste puede ser hacia arriba, hacia abajo, hacia delante, hacia detrás o lateral, con un pie y
caer sobre el otro, salto con los uno o dos pies y caída sobre uno o dos pies, salto a la pata coja...
La capacidad física necesaria para saltar se adquiere al desarrollar la habilidad de correr. Sin duda
el salto es una habilidad más difícil que la carrera, porque implica movimientos más vigorosos, en
los que el tiempo de suspensión es mayor.
Se pueden distinguir cuatro fases dentro del salto:

Fase de preparación o previa: de aceleración con o sin desplazamiento. Son acciones efectuadas
antes del impulso, no tienen por qué existir, en caso de presentarse, lo más habitual es una carrera
u otra habilidad como por ejemplo un desplazamiento, un giro, otro salto, etc.

Impulso: es la fase donde se determina la trayectoria que va a seguir el sujeto. Requiere de una
flexión seguida de una rápida extensión del tren inferior. Para la descripción de la evolución del
patrón esta fase suele describirse diferenciando dos partes: la de preparación (flexión de las
piernas) y la de despegue (extensión).

Fase aérea o vuelo: es la fase en que se pierde el contacto con la superficie. Durante la misma se
pueden realizar diferentes movimientos, que no van a afectar a la parábola del salto.
Generalmente se trata de buscar el equilibrio corporal.

Recepción o caída: momento en que se vuelve a tomar contacto con el suelo. En esta fase se
absorbe o transforma la energía acumulada.

Existen tres tipos de saltos:

Salto de longitud: consiste en recorrer la mayor distancia posible sobre el plano horizontal una vez
realizado el impulso.

Salto de altura: tiene como objetivo alcanzar la mayor altura posible.

Salto en profundidad: es aquel en el que se emplea el peso del cuerpo y la gravedad. Se realizan
dejándose caer al suelo, desde una altura determinada, con una fase de transición (amortiguación)
mínima.

Evolución de los saltos:

A medida que los niños crecen y se desarrollan, el salto como habilidad motriz va afianzándose en
ellos hasta que llegan a dominarlo.

1-2 años: Salta desde y con ayuda del adulto. Salto en profundidad, no domina la caída (cae
primero con un pie y luego con el otro). Salta con los pies juntos en el mismo lugar.

2-3 años: Salta en el lugar y en profundidad desde pequeñas alturas (escalones). Domina el salto
en profundidad equilibrando la caída. Se resiste a despegar del suelo porque al no elevarse se
siente más seguro. Aparece el salto en largo y en alto, caída controlada. Salta en largo sin impulso
y con dos pies juntos. Intenta desplazamiento previo cortando la secuencia de movimiento.

4 años: Domina los tres saltos con sus variantes y combinaciones, domina con soltura las caídas.
Salta en un pie. Coordina la carrera con el salto en largo y en alto. Rebota sobre dos o un pie con
elasticidad.
5 años: Salta en profundidad previo desplazamiento, equilibra y continúa desplazándose. Salta y
gira. Salta y lanza. Rebota rítmicamente sobre uno o dos pies. Nivel máximo de eficacia.

Trepar: Es un desplazamiento activo poco eficaz en el cual no hay punto de apoyo en el piso
encontrándose el cuerpo totalmente suspendido, utilizando tracciones y empujes para variar la
altura de su centro de gravedad; se pueden considerar ascensos cuando el centro de gravedad se
eleva y descensos cuando a el cuerpo se desplaza a favor de la fuerza de gravedad y la fuerza se
utiliza para amortiguar la velocidad del descenso del centro de gravedad.

Reptar: Patrón motriz previo a la cuadripedia en el cual existe contacto total o parcial del tronco
con la superficie de desplazamiento (suelo). Este contacto puede variar en el sentido del cambio
de las superficies que toman contacto con el suelo ya sean brazos, piernas o solo tronco ; la
velocidad del desplazamiento se incrementa con la ayuda de brazos y piernas en forma de
tracción.
No Locomotrices

Giros: Entendemos por giro todo aquel movimiento corporal que implica una rotación a través de
los ejes ideales que atraviesan el ser humano, vertical, transversal y sagital. Los giros, desde el
punto de vista funcional constituyen una de las habilidades de utilidad en la orientación y situación
de la persona.

Podemos establecer varios tipos de giros:

-Según los tres ejes corporales: Rotaciones, Volteretas, Ruedas.

-Giros en contacto con el suelo.

-Giros en suspensión.

-Giros con agarre constante de manos (barra fija).

-Giros con apoyos y suspensión múltiple y sucesiva.

Equilibrio: está estrechamente ligado al sistema nervioso central, que necesita de la información
del oído, vista y sistema cinestésico (que está localizado en los músculos, las articulaciones y los
tendones, y nos proporciona información sobre el movimiento del cuerpo). Así, por equilibrio
podemos entender, la capacidad de asumir y mantener una determinada postura en contra de la
gravedad.

Su desarrollo está relacionado con factores de tipo psicomotor tales como la coordinación, fuerza,
flexibilidad, etc. y con aspectos funcionales tales como la base, la altura del centro de gravedad, la
dificultad del ejercicio, etc.

Dependiendo del grado de desarrollo del niño, el equilibrio presenta diferentes grados de
progreso:

- Hacia el 1er año el niño es capaz de mantenerse en pie.

- Hacia los 2 años aumenta progresivamente la posibilidad de mantenerse brevemente sobre un


apoyo.

- A los 3 años puede permanecer sobre un pie entre tres y cuatro segundos y marchar sobre una
línea recta marcada en el suelo.

- Hacia los 5 años el equilibrio estático y dinámico alcanzan una gran madurez,

- Pero no será hasta los 7 años cuando se completará la maduración completa del sistema de
equilibrio andando en línea recta con los ojos cerrados.

Podemos hablar de dos tipos de equilibrio:


-El equilibrio estático: proyecta el centro de gravedad dentro del área delimitada por los
contornos externos de los pies.

-El equilibrio dinámico: es el estado mediante el cual, la persona se mueve. Durante este
movimiento, modifica constantemente su polígono de sustentación.

En el momento en que el equilibrio se altera, una de las manifestaciones más evidentes que
surgen es el vértigo. El vértigo se define como una sensación falsa de giro o desplazamiento de la
persona o de los objetos. En otras ocasiones lo que aparece es una sensación de andar sobre una
colchoneta o sobre algodones, que es lo que se conoce como mareo.

Coordinación: La coordinación puede definirse como el control nervioso de las contracciones


musculares en la realización de los actos motores. También, como la capacidad de sincronización
de la acción de los músculos productores de movimientos, agonistas y antagonistas, interviniendo
los mismos en el momento preciso y con la velocidad e intensidad adecuadas.

Tipos de coordinación: atendiendo a las partes del cuerpo que intervienen en el movimiento
podemos distinguir:

- Dinámica general: aquella que agrupa los movimientos que requieren una acción conjunta de
todas las partes del cuerpo. Intervienen gran cantidad de segmentos y músculos, y por tanto, gran
cantidad de unidades neuromotoras.

- Óculo-manual y óculo-pédica: aquella que va dirigida a las manos o pies. Los ejercicios para
desarrollarlas van encaminados a los lanzamientos y las recepciones.

- Dinámico-manual: corresponde al movimiento bimanual que se efectúa con precisión.

La coordinación dinámica general, sirve de base a todos los movimientos, estando presente en
todas las habilidades básicas.

Se pretende que el movimiento cumpla su finalidad con el mínimo gasto energético.

Características propias de la coordinación son:

- La precisión en la ejecución.

- Su realización con el mínimo gasto.

-La facilidad y seguridad de ejecución.

- Grado o nivel de Automatismo.

A través de los ejercicios de coordinación se desarrollan las diferentes habilidades y destrezas


corporales en relación con el movimiento.
Ejercicios de ajuste postural

El ajuste postural es la forma en que reacciona el cuerpo a un estímulo constante o “gravedad”,


condicionado tanto por factores morfológicos (músculos, hueso, etc.), neurológicos (reflejos),
como afectivos.

Para un correcto desarrollo del ajuste postural, se deben  realizar ejercicios con las siguientes
características:

-Ejercicios de concientización postural y armonización del esquema corporal.

-Ejercicios de relajación local y general.

-Ejercicios de flexibilidad corporal.

-Ejercicios de balance muscular, dirigidos a fortalecer aquellos grupos musculares poco ejercitados
por las actividades de la vida cotidiana.

-Ejercicios para el fortalecimiento y relajación de la capa profunda de los músculos de la columna


vertebral.

-Ejercicios dirigidos a los músculos motores de la articulación escápulo-humeral.

-Ejercicios abdominales.

De proyección / recepción:

Habilidades manipulativas:

Son las capacidades para imprimir y recibir fuerza de los objetos, así como controlar y manipular
su movimiento. Algunos ejemplos son: golpear, recepcionar, lanzar…
Lanzar:

El desarrollo de la habilidad de lanzar ha sido un tema muy estudiado durante décadas. La forma,
precisión, distancia y la velocidad en el momento de soltar el objeto se han empleado como
criterios para evaluar la capacidad de lanzamiento de los niños. Ante diversidad de lanzamientos y
ante la imposibilidad de explicar todos brevemente se citarán las clases de lanzamientos que
podemos observar: lanzamientos que emplean los niños nada más adquirir la habilidad y
difícilmente clasificables en otras formas de lanzamiento, lanzamiento por encima del hombro,
lanzamiento lateral, lanzamiento de atrás a delante.

Recepcionar:

Recibir, como habilidad básica, supone el uso de una o ambas manos y/o de otras partes del
cuerpo para parar y controlar una pelota u objeto aéreo. El modelo de la forma madura de esta
habilidad es la recepción con las manos. En este caso, cuando otras partes del cuerpo se emplean
junto con las manos, la acción se convertiría en una forma de parar.

El dominio de la habilidad de recibir se desarrolla a ritmo lento en comparación con otras


habilidades porque necesita de la sincronización de las propias acciones con las acciones del móvil,
exigiendo unos ajustes perceptivo-motores complejos. Los brazos han de perder la rigidez de las
primeras edades, dos a tres años, para hacerse más flexibles, localizándose junto al cuerpo, cuatro
años. Hacia los cinco años la mayoría, al menos el cincuenta por ciento, de los niños están
capacitados para recepcionar al vuelo una pelota. Pero a la hora de desarrollar esta habilidad
debemos tener en consideración aspectos tan importantes como el tamaño y la velocidad del
móvil.

Golpear:

Golpear es la acción de balancear los brazos y dar a un objeto. Las habilidades de golpear se llevan
a cabo en diversos planos y muy distintas circunstancias: por encima del hombro, laterales, de
atrás adelante, con la mano, con la cabeza, con el pie, con un bate, con una raqueta, con un palo
de golf, con un palo de hockey... El éxito del golpe dependerá del tamaño, peso, adaptación a la
mano del objeto que golpea y de las características del móvil a golpear. Dicho éxito viene, además,
condicionado por la posición del cuerpo y sus miembros antes y durante la fase de golpeo.

Dar patadas a una pelota:

Dar una patada es una forma única de golpear, en la que se usa el pie para dar fuerza a una pelota.
Es la habilidad que requiere del niño el equilibrio sobre un apoyo necesario para dejar una pierna
liberada para golpear. Ésta habilidad mejora cuando el niño progresa en la participación de las
extremidades superiores, el balanceo de la pierna de golpeo y el equilibrio sobre el apoyo.

Dentro de estas habilidades podemos hablar de tres implementos de mucha importancia:


La pelota: llama mucho la atención del niño. Implica movimiento, por eso el niño es incapaz de
estar parado teniendo una pelota. Al ser esférica permite varias formas de manipulación:
golpeada, rebotada, arrojada, pateada y de cabeza. La pelota ayuda a desarrollar la coordinación
óculo-manual y el dominio del seguimiento visual, básico para la educación. Es de gran
importancia para el niño tener un cierto grado de dominio de la pelota, ya que lo contrario lo
apartaría, en una pequeña medida, de los juegos y de las actividades deportivas.

Objetivos del desarrollo de las habilidades básicas con pelota.

Desarrollar la coordinación ojo-pie, ojo-mano, lateralidad, direccionalidad, imagen corporal y


esquema corporal.

Mejorar el funcionamiento de los sentidos, desde el táctil hasta el visual, kinestésico y auditivo.

Desarrollar habilidades básicas que le permitan al niño participar en juegos y actividades


deportivas.

Crear en el niño una confianza en sí mismo y una auto higiene positiva.

La cuerda: permite tareas de salto y giro. Para realizar el salto rítmico de la cuerda se necesita
decisión y regularidad. Hay casos en los que algunos niños no quieren jugar a la cuerda porque lo
consideran un juego de niñas, ignorando que con ello mejoramos la coordinación y la flexibilidad,
a la vez que fortalece piernas y hombros.

Objetivos del desarrollo de las habilidades básicas con cuerda.

Desarrollar la fuerza, agilidad, flexibilidad y resistencia.

Mejorar las funciones sensoriales.

Desarrollar la confianza en sí mismo mediante la práctica de actividades físicas en un medio


estimulante.

Los aros: son muy interesantes para la educación motriz. Es un objeto muy común y utilizado en
los programas perceptivos motores. Lo ideal sería disponer de tantos aros como alumnos.

Objetivos del desarrollo de las habilidades básicas con aros.

Desarrollar destrezas básicas de movimiento.

Desarrollar capacidades perceptivo motrices del cuerpo y conciencia del espacio, lateralidad,
direccionalidad, coordinación ojo-mano y ojo-pie, y de equilibrio.

Mejorar funciones sensoriales abarcando las visuales, táctiles, kinestésicos y auditivos.

Desarrollar la confianza en sí mismo mediante ejercicios de práctica satisfactoria y carácter


divertido y estimulante.
Bibliografía:

 Capón, J (1983): Actividades básicas de movimiento. Piados, Barcelona.

 Capón, J. (1990): Actividades con pelota, cuerdas y aros. Piados, Barcelona.

 Castañer, M.Y. Cambrino, O (1991): La Educación Física en la enseñanza primaria. Inde,


Barcelona.

 Clenaghan, Mc (1985): Movimientos fundamentales. Panamericana, Buenos Aires.

 Lawter, J. (1968): Aprendizaje de las habilidades motrices. Piados, New Jersey.

 Sánchez Bañuelos, F (1986): Bases para una didáctica de la E.F. y el deporte. Gymnos,


Madrid.

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