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Fundación Metáfora
Una viejecita que vivía sola en una pequeña casa de la aldea. Un día,
recibe una carta de su nieta, que vivía a muchos kilómetros de la
aldea. La carta le produjo una gran alegría ya que la informaba de
que su nieta se iba a casar e invitaba a la abuelita a su boda. Fue tanta
la alegría que la invadió que inmediatamente se puso en marcha para
no llegar tarde a aquella boda.
Unos kilómetros después, le aparece un gran oso, que, poniéndole las patas
en sus hombros, le dice al oído:
- Ummm, ¡está bien! Regresa pronto que aquí te espero- le respondió el oso
y la dejo continuar.
Cuando casi había finalizado su viaje, una tercera fiera le aparece a la viejecita, era un
gran león.
- Bueno..., tu sabrás pero creo que deberías de esperar a que volviese de la boda de
mi nieta, ya que ahora estoy muy delgadita y no te llegaría a nada. En cambio,
cuando regrese, voy a venir mucho mas gordita y ya seré un bocado mucho mas
digno de un oso tan grande como tú.
- Ummm, ¡está bien! Regresa pronto que aquí te espero- le respondió el oso y la dejo
continuar.
Muy asustada, la viejecita continuó su camino hasta que llegó, por fin a la casa de su
nieta. Allí les contó todo lo que le había sucedido por el camino y la nieta la calmó
diciéndole que no se preocupase, que no habría ningún problema. La boda fue muy
bonita y la abuelita estaba muy feliz.
Cuando se dispuso a regresar para su casa, comenzó a asustarse.
La nieta corrió a la huerta y allí cortó la calabaza más grande y redonda que tenía. Le
abrió una pequeña puerta y la abuelita se metió en ella. Luego, la nieta volvió a cerrar la
calabaza y comenzó la vuelta de la abuelita rodando por el camino, dentro de su calabaza.
- ¡No he visto ni a viejecitas ni a viejas!. Y ahora tengo que continuar que tengo un largo
recorrido por delante.
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INFORMES: 3054229001