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NUEVO POZO

“12  Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó aquel año ciento por uno; y le bendijo
Jehová.  13  El varón se enriqueció, y fue prosperado, y se engrandeció hasta hacerse muy
poderoso.  14  Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y mucha labranza; y los filisteos le
tuvieron envidia.”  Génesis 26:12-14 

Dios comienza a prosperar a Isaac, en medio de un tiempo de crisis.  Ante esto, los
filisteos le tienen envidia, e Isaac comienza a abrir los pozos de su padre.  Podemos decir
que la envidia de los filisteos era algo razonable; si hambre en la ciudad y tú eres el único
que prospera, la gente te va a envidiar.  Cuando tú prosperas, es de acuerdo a tu
capacidad de creer, tu capacidad de administrar, y tu capacidad de manejar la envidia que
se va a levantar. 

Hay gente que va a hablar de ti, gente que te va a señalar, gente que va a querer lo que
tú tienes, gente que no va a comprender que es por tu obediencia.  Es necesario, para
progresar, aprender a manejar esa presión que va a llegar. 

Cuando llega ese momento de presión, Isaac tiene que comenzar a moverse en otra
dirección.  Dios lo prospera con vacas, con ovejas, con mucha labranza.  Uno de los
recursos más importantes –por no decir el más importante – es el agua.  Las ciudades
que más prosperan, son aquellas que maximizan sus puertos, sus ríos.  El agua es vital
para prosperar.  Isaac había sembrado; si no tenía agua, todo aquello se iba a perder. 
Así que él comienza a abrir los pozos de agua de su padre. 

“18  Y volvió a abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham su
padre, y que los filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham; y los llamó
por los nombres que su padre los había llamado.  19  Pero cuando los siervos de Isaac
cavaron en el valle, y hallaron allí un pozo de aguas vivas,  20  los pastores de Gerar
riñeron con los pastores de Isaac, diciendo: El agua es nuestra. Por eso llamó el nombre
del pozo Esek,[a] porque habían altercado con él.  21  Y abrieron otro pozo, y también
riñeron sobre él; y llamó su nombre Sitna.[b]”  Génesis 26:18-21 

Una de las cosas que hizo que Abraham prosperara, fue su capacidad de encontrar agua
en el desierto; esta es la única manera de sobrevivir en el desierto.  Y Abraham era
experto en encontrar las corrientes subterráneas, que estaban escondidas.  Isaac, en este
momento de su vida, para poder moverse al próximo nivel, necesita hacer dos cosas:
Abrir los pozos de su padre y encontrar esas mismas fuentes de agua que habían sido
tapadas.  Nunca podrás progresar en tu vida, no alcanzarás niveles más altos, si no eres
capaz de mirar debajo de la superficie y encontrar las corrientes subterráneas. 
La gente que prospera y progresa, es aquella que puede ver las cosas profundas, lo que
está pasando debajo de ti en el mundo natural y espiritual, el que es capaz de tener
acceso a ellas.  Tú sabes que hay abundancia fluyendo que mucha gente no ve.  Solo
aquellos capaces de verlo, de encontrar esas corrientes escondidas, son los que
prosperan en tiempos de crisis. 
Créele a Dios que, en medio de tu desierto, aunque la superficie es un lugar árido, seco,
duro, en la parte subterránea hay vida.  Busca las cosas profundas en medio de tus
tiempos de crisis, y te vas a dar cuenta que puedes encontrar los recursos que necesitas. 
Dice la Palabra que, de nuestro interior, correrán ríos de agua viva. 
Cuando tú te conectas en el espíritu de Dios, desde tu interior, las cosas comienzan a
fluir.  Para moverte al próximo nivel, pídele a Dios sabiduría para poder ver las
oportunidades que otros no están viendo. 

En medio de los momentos de mayor crisis, siempre hay oportunidades fluyendo, y


aquellos que las descubren, son los que son capaces no tan solo de salir de la
circunstancias, sino de aumentar, prosperar e incrementar de forma radical, aun en los
tiempos más difíciles. 

Le pido a Dios que tú seas capaz de encontrar esas fuentes subterráneas para que
puedas continuar en el progreso que has estado viviendo. 
Isaac cede en varias ocasiones, los pozos que abrió.  Isaac decidió no reñir, no pelear;
decidió confiar en Dios, evitar las confrontaciones, los conflictos, sabiendo que Dios le
daría un pozo nuevo. 

Los pozos siempre estuvieron allí, pero no fue hasta que Isaac pasó el trabajo de abrir el
pozo, que entonces fueron a pelear por el pozo.  Hay ciertas cosas que nadie les presta
atención pero, de repente, cuando tú comienzas a trabajarlas y comienzas a prosperar,
entonces otros comienzan a querer hacer lo mismo y vienen a pelear contigo por esos
pozos.  Y has estado gastando tus fuerzas, tus energías, peleando por cosas que debes
dejar a otros; Dios se encargará de darte pozos nuevos y abrirte nuevas oportunidades. 

Hay cosas por las que hay que luchar, batallar, pero hay otras que son insignificantes; y
puedes evitarte los conflictos, sabiendo que Dios te dará un pozo nuevo a ti. 
Hoy pedimos a Dios que te dé un pozo nuevo. 
“22  Y se apartó de allí, y abrió otro pozo, y no riñeron sobre él; y llamó su nombre Rehobot,
[c]
 y dijo: Porque ahora Jehová nos ha prosperado, y fructificaremos en la tierra.”  Génesis
26:22 
Dios le dio un pozo a Isaac en un lugar espacioso; allí, Isaac tenía la seguridad de que
Dios lo prosperaría, le haría fructificar. 

Sabrá Dios cuántas peleas, conflictos has tenido en tu vida que te han frustrado, te han
detenido, han paralizado tu corazón, te han hecho sentir mal, y te has preguntado de qué
te sirve, por toda la batalla que tienes. 

Créele a Dios que aquello por lo que pelearon contra ti y quizás hasta te lo quitaron, hoy
se queda atrás y Dios te da un pozo nuevo.  Créele a Dios que tú vas a encontrar las
oportunidades ocultas, que ante los conflictos, te vas a mover, y Dios te dará un nuevo
pozo.

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