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I.

Unidad y diversidad de América Latina Confederación Azteca explican también por qué, cuando Pizarro sometió
Planteo del problema a Atahualpa a un horrible final, el Inca no sabía que una muerte similar
Enseñar el espacio había sufrido Moctezuma en manos de Cortés diez años antes. No hubo
El espacio geográfico de América Latina fue percibido como un bloque, es pues experiencia compartida para resistir la conquista.
decir, fue visto como una unidad sólo desde el Viejo Mundo. Esta visión Explicar en las aulas el desarrollo de este proceso que tuvo escala
histórica constituye ya un punto de partida ineludible para cualquier continental exige historiar las formas de ocupación y explotación del vasto
abordaje espacial. De hecho, el continente americano que confundió a territorio que permaneció en gran parte inexplorado hasta el siglo XIX . En
Colón en su búsqueda de las Indias tiene 30 mil kilómetros de costas, y este sentido, ¿puede omitirse la geografía en las clases de historia?
constituyó, hasta la inauguración del canal de Panamá en 1914, una Ciertamente, no; pero para incorporarla, no basta con mostrar un mapa.
suerte de inmensa barrera natural entre el Atlántico y el Pacífico, Se requiere sobre todo el uso de un bagaje conceptual apropiado.
franqueable únicamente a través del tormentoso y peligroso estrecho de Si, como dice Pierre Chaunu, “el espacio americano domina”,1 el desafío
Magallanes. es entonces enseñar cómo ha sido este proceso hasta la actualidad y
Con su posición meridiana, de Alaska a Tierra del Fuego, de polo a polo, para hacerlo es preciso el uso de un lenguaje disciplinar en el aula. En
combina realidades geográficas tan diversas que bien se puede hablar de este sentido, conceptos tales como: alta y baja densidad de población,
tres Américas: una del norte y otra del sur, separadas por la tropical o conquista, frontera, suelo, trabajo forzado, ciclo económico, economía
central. Difíciles de delimitar, estos tres enormes espacios no se definen extractiva, etcétera, forman parte de cualquier explicación que quiera, por
sólo geográficamente sino también históricamente. Por ejemplo, pese a su ejemplo, responder por qué, en los territorios ocupados por las grandes
localización, Panamá (ex provincia colombiana) no es una nación de culturas agrícolas, los hombres blancos extrajeron beneficios inhallables
América Central, porque la historia no la incluye entre los cinco Estados en las otras zonas habitadas por los pueblos nómades recolectores.
federados que pertenecían a la Capitanía General de Guatemala. Lo El ejemplo sirve para recordar que cualquier abordaje histórico exige una
mismo sucede con México, que según los geógrafos pertenece a América secuenciación conceptual aplicada a un tiempo y un espacio concretos, es
del Norte, al igual que Estados Unidos y Canadá, pero cuya historia la decir, que tenga en cuenta las relaciones espacio-temporales de la
separa de ese conjunto y la identifica como nación latinoamericana, geohistoria latinoamericana.
frontera con la América anglosajona. En definitiva, a lo largo y ancho del Por ello, conviene revisar el segundo desafío que supone enseñar historia
enorme continente americano, en los últimos quinientos años la acción latinoamericana: el de explicar su peculiar clivaje temporal.
humana ha desarrollado identidades culturales que lo dividen en dos
grandes áreas: la anglosajona y la latina; historia de larga duración que Enseñar el tiempo
contradice lo que marca la geografía, incluso en el área del Caribe. De En el vasto espacio de las Américas emerge América Latina como un
ese proceso surge América Latina como un subcontinente enteramente subcontinente con una realidad común y una misma herencia. Frente a la
mestizo. vieja Europa, el Nuevo Mundo aparece como un territorio que adolece de
Colón nunca reconoció esta inmensa superficie; como ha señalado Pierre antigüedad. La historia echa raíces en un tiempo relativamente corto y la
Chaunu, su mérito no fue llegar a América, sino encontrar el camino de prehistoria también, pues comienza con las migraciones humanas que
regreso a casa y volver nuevamente tres veces más. Sus viajes crearon llegan hace 35 mil años a través del Pacífico y del estrecho de Behring a
rutas y pusieron en contacto a Europa con este mundo ignoto, habitado una zona del planeta no habitada, y eso sucede en una pequeña fracción
por múltiples culturas sin contactos entre sí. La interacción con el espacio del tiempo demandó el mucho más remoto y prolongado poblamiento de
abrumó a los nativos mucho antes de la llegada de los europeos, y Eurasia y África, en donde la aparición del hombre se estima sucedió hace
conviene no olvidarse de ello. Las enormes distancias mantenían aislados 500 mil años.
a los pueblos autóctonos del subcontinente, y también encerrados tierra ¿Cómo explicar, en un aula de clases, la peculiar temporalidad del
adentro, incluso a aquellos que vivían cerca del mar, como los mayas, que subcontinente más tardíamente ocupado por los seres humanos? ¿Cómo
cultivaron la astronomía pero no practicaron la navegación. La explicar el ritmo intenso de un tiempo histórico que acorta brechas
desvinculación entre las grandes civilizaciones fue casi total. Por ejemplo, enormes entre culturas y que permite dejar atrás el abismal desfase del
los cuatro mil kilómetros que separaban al Imperio Inca de la momento de la conquista para, mediante el titánico esfuerzo que sigue a
la emancipación, reubicar a América Latina de cara a su modelo en el
siglo XX? En definitiva, ¿cómo abordar la contemporaneidad
latinoamericana? Antes de intentarlo, tal vez convenga revisar por qué Explicar el sujeto
resulta imprescindible enseñar esta compleja cuestión. ¿De quiénes hablamos cuando enseñamos historia de América Latina?
Hasta no hace mucho tiempo atrás, una difusa sensación de fatalismo Una revisión conceptual resulta imprescindible para explicar quiénes son
histórico campeaba en las sociedades latinoamericanas de este a oeste y los sujetos de la historia latinoamericana. La respuesta no está escrita y
de sur a norte. Esta idea tuvo su origen en los umbrales tardíos del siglo forma parte del tipo de trayecto explicativo que el docente decida
XX, pero cobró fuerza en los años sesenta y setenta. La literatura y las emprender, puesto que debe revisar las diversas formas de identificar un
ciencias sociales definieron el fatalismo como repetición de la historia, y continente que nació sin nombre propio. Por ejemplo, la reducción a la
algunos de sus cultores transformaron esta idea en una clave explicativa unidad, operada por los europeos, anuló la identidad de los más de cien
de la relación pasado-presente. En la novela, por ejemplo, el realismo grupos autóctonos existentes antes de la llegada de Colón, como los
mágico hizo ostensible abandono de toda idea de cambio, pues lo que le aztecas, los araucanos, los caribes, los incas, los guaraníes, los chimúes,
importaba era potenciar el orden fantástico de una realidad concebida en los comanches, los puelches, los siux, los apaches, los mayas, los
un tiempo circular.2 Paralelamente, las investigaciones sociales, que matacos, los mochicas, los patagones, los quechuas, los querandíes y los
postularon la revolución como única solución a la dependencia, tobas; todos ellos y muchos otros más pasaron a llamarse lisa y
sostuvieron que la gran transformación debía ser total, aunque ello fuera llanamente indios.
poco posible. Para esta visión redentora de América Latina, muy fuerte en Deconstruir en el aula de clase el proceso histórico que constituyó esta
los años setenta, el pasado se explicaba en clave teleológica, y mientras homogeneización cultural no es un desafío menor. América fue así
su tono discursivo abusaba de los adverbios de tiempo –“jamás”, bautizada a partir de comienzos del siglo XVI, pero durante toda la
“siempre” y “nunca”–, desfilaban víctimas y victimarios, ganadores y dominación española hubo otras tantas formas de nombrar a las colonias:
perdedores, vencedores y vencidos con el mismo perfil, idéntica Nuevo Mundo, Las Indias, Las Españas, Ultramar o Provincias
procedencia e igual origen, sin que importara el lugar ni el momento Ultramarinas.
histórico. El discurso de “todo siempre fue igual” era simple y atractivo y Tras la emancipación se inventaron las denominaciones nacionales,
motivaba en las aulas ejercicios de filiación, tentación que distraía la mientras surgía un segundo proceso de reducción a la unidad librado por
atención de la explicación docente sobre lo específico de cada proceso las nuevas elites criollas, que optaron por la latinidad de las ex colonias
histórico. Sin embargo, a veces, los cultores de este género –algunos, como su rasgo cultural común: América sería latina, más que hispánica o
además, buenos escritores– animaban sus relatos contando hechos, y las ibérica. Hoy, en cambio, predomina otra convicción, hija del siglo XX.
páginas se llenaban América Latina, mestiza, es el espacio de un tiempo que privilegia el
de colores, matices y menudencias, todas pequeñas cosas adheridas a lo pluralismo cultural, que reconoce la diversidad, el anticipo del futuro
contingente. La descripción reconstituía así el tiempo propio del humano signado por sociedades mixtas y migratorias.
acontecimiento; lo que la explicación había reducido adquiría complejidad Detrás del gran sujeto así imaginado hay otros tantos de carne y hueso:
de un solo plumazo. A través de la crónica se percibía el ritmo febril de lo indígenas, mestizos/as, negros/as, blancos/as, mulatos/as, pobres,
sucedido, borrado en la explicación simplificadora. Pero eran apenas migrantes etcétera.
fuegos de artificio que desaparecían no bien la narración volvía a ¿Qué voz tienen en la historia? ¿Qué reconocimiento? Ambas preguntas
desenvolverse bajo la lógica del tiempo inmóvil. forman parte del problema.
Hoy predomina otra voluntad. Se ha desactivado en gran parte la visión El sujeto histórico no es un dato de partida; resulta de una determinada
fatalista –y por cierto, anacrónica–, y en las aulas escolares se percibe, a construcción que no es sólo disciplinar sino sobre todo social y que se
partir de la revitalización de los estudios de historia política, un mayor expresa también como narrativa. Por eso, la pregunta sobre quiénes
empeño en incluir interpretaciones del pasado latinoamericano que hicieron la historia que aprendemos, siempre latente en el aula de clase,
apuntan más a singularizar el proceso histórico de las naciones que lo se puede abordar con los recursos de la narración. Volveremos, con
componen que a estudiarlo bajo el prisma de una visión que, por ejemplos, al análisis de esta cuestión.
totalizadora, atenúa las diferencias existentes entre ellas. Más adelante,
ofreceremos ejemplos que enseñan a privilegiar el tratamiento temporal y
lo introducen como una clave de explicación.
Índice

I. Unidad y diversidad de América Latina


Planteo del problema
Enseñar el espacio
Enseñar el tiempo
Explicar el sujeto
Abordajes del problema
La unidad de América Latina como tema
La diversidad de América Latina como tema
II. Periodización histórica de América Latina
Para qué periodizar
El período histórico como unidad de sentido
Rehabilitar la cronología
Los tiempos de la historia: corta, media y larga duración
El uso de la periodización
Recurso en el aula de clase
Propuestas de periodización
III. Enseñar historia con los documentos o el uso de las fuentes históricas en clase
Planteo del problema
El uso de las fuentes documentales
El trabajo con testimonios escritos: el Diario de Cristóbal Colón
El trabajo con fuentes estadísticas: Participación electoral y sistema representativo de
gobierno
El uso combinado de fuentes estadísticas y escritas: análisis de una fórmula histórica:
escolarización + participación política = democracia
El uso en clase de los nuevos indicadores estadísticos
La selección de documentos para el abordaje de un tema en clase
Los relatos de viajeros como fuentes para el análisis de la historia de la vida cotidiana
Regresar a los acontecimientos: el uso de la biografía de hombres públicos en clase
El arte cono documento: la pintura
La utilización del cine como recurso didáctico
El trabajo de investigación como método de enseñanza y aprendizaje

IV. Los registros narrativos del pasado


Planteo del problema
Realidad y ficción histórica
El recurso del lenguaje y la función docente

V. Palabras finales

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