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TRABAJO DE DERECHO ADMINISTRATIVO II

Rafael Enrique Cespedes Silgado

Derecho

Semestre V

Juan Daniel Barrios Rojas

UNIVERSIDAD DE SUCRE
SINCELEJO – SUCRE
2020
ACTOS ADMINISTRATIVOS
En Colombia, el acto administrativo es definido por la sentencia C-1436/00 como
la manifestación de la voluntad de la administración, tendiente a producir efectos
jurídicos ya sea creando, modificando o extinguiendo derechos para los
administrados o en contra de éstos, tiene como presupuestos esenciales su
sujeción al orden jurídico y el respeto por las garantías y derechos de los
administrados.
ELEMENTOS DEL ACTO ADMINISTRATIVO
• Sujeto: El órgano específico que formula la declaración de voluntad en
representación del Estado, siempre y cuando ello esté dentro de sus
competencias según lo establecido en la Constitución.
• Competencia: La cantidad de poder que un ente posee dentro del concierto de
los poderes públicos, y que lo faculta para llevar a cabo un acto administrativo, o
no.
• Voluntad: La intención objetiva o subjetiva con la cual se realiza el acto
administrativo.
• Objeto: Aquello sobre lo que recae el acto administrativo, y que debe ser cierto
físicamente y posible jurídicamente.
• Motivo: El porqué del acto jurídico.
• Mérito: El grado de adecuación del acto administrativo respecto del principio de
proporcionalidad de los medios y los fines.
• Forma: La materialización en sí del acto administrativo, es decir, la formación
externa del acto.
CARACTERISTICAS DEL ACTO ADMINISTRATIVO
• Sus características principales las podemos resumir en que: constituyen una
manifestación o declaración de voluntad, unilateral, potestativa y ejecutoria, que
tiene por objeto crear, reconocer, modificar o extinguir una situación jurídica
individual.
• Lo emite la administración pública, o algún otro órgano estatal en ejercicio de la
función administrativa.
• Persigue de manera directa o indirecta, mediata o inmediata, el interés público.
Los elementos que conforman el acto administrativo han sido calificados como
“condiciones de legitimidad del acto administrativo”.
• Es impugnable, esto es, no posee definitividad, sino cuando ha transcurrido el
tiempo para atacarlo por vía jurídica o se le ha confirmado jurisdiccionalmente.
• Lo emite la administración pública, o algún otro órgano estatal en ejercicio de la
función administrativa.
• Es de derecho público, y a su vez, es un acto jurídico.
CLASIFICACIÓN DEL ACTO ADMINISTRATIVO
• Conforme a su naturaleza: Tomando en cuenta la voluntad de quien realiza el
acto administrativo, puede hablarse de actos jurídicos (si modifica la ley o causa
un efecto sobre lo que ésta regula) o de actos materiales o de ejecución (si ejecuta
atribuciones no jurídicas de la administración pública).
• Conforme a las voluntades que lo permiten: Tomando en cuenta los
organismos responsables, podremos hablar de actos unilaterales (si sólo atañen a
la institución que los emite), o actos plurilaterales (si expresan la voluntad de dos o
más organismos públicos).
• Conforme a la relación entre la voluntad y la ley: Tomando en cuenta el modo
en que se relación con la ley, los actos administrativos pueden ser obligatorios o
vinculados (se debe acatar lo impuesto por la ley sin margen para las decisiones
individuales), o bien pueden ser discrecionales (se permite cierto margen de
decisión al afectado).
• Conforme a al área de su accionar: Tomando en cuenta este criterio podemos
distinguir entre actos administrativos internos (regulan el funcionamiento interno de
la ley en una administración) y actos administrativos externos (comprenden el
modo en que el Estado ordena y controla los actos internos).
• Conforme a su finalidad: Atendiendo a la razón por la cual se realicen,
podemos hablar de actos administrativos preliminares (permiten o facilitan el
accionar de la administración pública), actos administrativos de decisión
(declaraciones unilaterales de voluntad donde se deja constancia de la
modificación de una situación jurídica subjetiva y puntual), o actos administrativos
de ejecución (aquellas que obligan al cumplimiento de las resoluciones tomadas).
• Conforme a quiénes está destinado: Tomando en cuenta sobre quiénes recae
el acto administrativo, podemos distinguir entre aquellos de carácter general
(cuando sus destinatarios no están determinados) y aquellos de carácter singular
(dirigidos a un destinatario específico).
REQUISITOS DE VALIDEZ DEL ACTO ADMINISTRATIVO
Hablar de requisitos de validez, es tratar de las condiciones necesarias para que el
acto administrativo sea regular o conforme con el ordenamiento jurídico.
La validez de un acto administrativo consiste en su conformidad con el
ordenamiento jurídico, consecuencia del respeto a la legalidad o del sometimiento
a las exigencias del derecho.
La validez de un acto administrativo consiste en su conformidad con el
ordenamiento jurídico, consecuencia del respeto a la legalidad o del sometimiento
a las exigencias del derecho.
La validez es el resultado de la perfecta adecuación, sumisión y cumplimiento en
la elaboración y expedición del acto administrativo a los requisitos y exigencias en
las normas superiores. En otras palabras, se dice que un acto administrativo es
válido en la medida en que éste se adecúa perfectamente a las exigencias del
ordenamiento jurídico. Esto es, el acto administrativo es válido cuando ha sido
emitido de conformidad con las normas jurídicas, cuando su estructura consta de
todos los elementos que le son esenciales. La validez supone en el acto la
concurrencia de las condiciones requeridas por el ordenamiento jurídico.
la eficacia del Acto Administrativo comporta elementos de hecho, pues una
decisión administrativa adoptada de conformidad con el ordenamiento jurídico
superior, cobijada por presunción de constitucionalidad y legalidad, puede
constituir un acto administrativo perfecto pero ineficaz.
Y, si nos referimos a la Validez de los Actos Administrativos en los documentos
telemáticos, podemos decir que, los Actos Administrativos se entienden válidos
cuando han concurrido a su formación los elementos esenciales que les señalen
las normas jurídicas a que deben sujetarse, preestablecidos como condición sine
qua non para su existencia.
Así entonces, al hablarse de validez en los Actos Administrativos se hace
referencia a la conformidad y adecuación que dichos documentos deben guardar
en relación con el ordenamiento jurídico superior; es decir, el acto administrativo
cumple durante toda su vigencia con los preceptos superiores impuestos por el
bloque de legalidad.
Por el principio de validez, la norma se hace obligatoria y la Administración debe
aplicarla para contar con un acto administrativo que se encuentre conforme a las
normas positivas, pues, de no ser así, el acto administrativo se encontraría desde
su nacimiento viciado de nulidad en relación con su legalidad.
El Acto Administrativo se reputa valido siempre y cuando concurran a su formación
los elementos esenciales fijados por las normas jurídicas que los crean y dan lugar
a su existencia; de donde emana que estos documentos deben estar conformes y
adecuados al ordenamiento normativo, cumpliendo la normatividad superior que
impone el bloque de legalidad y en tales condiciones como las normas son
obligatorias, la administración las aplica para contar con un acto administrativo
ajustado al ordenamiento positivo.
FORMAS DE CONTROL JURISDICCIONAL Y GUBERNATIVO DE
LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS
• Formas de control jurisdiccional:
Pese a que los actos administrativos gozan de una presunción de legalidad la cual
traduce que estos se ajustan a las normas y a la constitución, dicha presunción
puede ser desvirtuada por la Jurisdicción Contenciosa Administrativa, cuando
dichos actos son demandados a través de los medios de control pertinentes para
ello; esta presunción de legalidad tiene consagración en el artículo 88 del código
de procedimiento administrativo y de lo contencioso administrativo (ley 1437 de
2011).
Esta presunción es desvirtuada cuando se ejerce el control jurisdiccional de los
actos administrativos; para ejercer control jurisdiccional sobre los actos
administrativos existen dos vías; por vía de acción a través de los distintos medios
de control, cuando son demandados los actos con la finalidad de que se declaren
nulos y se saquen del ámbito jurídico.
Cuando se interponen medios de control como la nulidad, nulidad y
restablecimiento del derecho, nulidad por inconstitucional, nulidad electoral entre
otros, pueden los jueces ejercer el control jurisdiccional sobres los actos
administrativos demandados y determinar a través de dicho medio de control si
hay lugar anularlos o no según el caso.
Por otro lado, existe el control jurisdiccional por vía de excepción, cuando el juez
inaplica actos administrativos por ser estos contrarios a la constitución o la ley;
cuando el control es por vía de excepción no se declara la nulidad del acto
administrativo, sino que se inaplica con efectos interpartes, de conformidad con lo
señalado en el artículo 148 del código de procedimiento administrativo y de lo
contencioso administrativo, el cual señala lo siguiente: En los procesos que se
adelanten ante la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo, el juez podrá, de
oficio o a petición de parte, inaplicar con efectos interpartes los actos
administrativos cuando vulneren la Constitución Política o la ley. La decisión
consistente en inaplicar un acto administrativo sólo producirá efectos en relación
con el proceso dentro del cual se adopte.
Hay que destacar del control por vía de excepción que este no solo puede
ejercerse por iniciativa del juez, ya que es admisible que dicho funcionario lo
aplique cuando la parte interesada así lo ha solicitado; otro aspecto a resaltar del
control por vía de excepción es que el acto inaplicado sigue vigente en el ámbito
jurídico, solo que no se aplica en el caso en concreto.
• Formas de control gubernativo:
Los controles de la regularidad de los actos administrativos pueden ser efectuados
por los administrados y por la administración.
- Los controles administrativos de la regularidad de los actos administrativos a
iniciativa de los administrados
Los controles ejercidos ante la Administración a la iniciativa de los administrados
son conocidos bajo el nombre de vía gubernativa. Esta es una acción que permite
a toda persona interesada contestar los actos administrativos que considera
ilegales. La ley permite al interesado señalar, ante la Administración, las razones
de su desacuerdo; también permite que la Administración corrija, ella misma, sus
propias faltas. Existen recursos administrativos contra los actos individuales.
Aquéllos no proceden ni contra los actos generales ni contra los actos
preparatorios ni contra los actos de libre nombramiento y remoción de
funcionarios. Tampoco proceden cuando la Administración no lo permite. Esos
recursos no conllevan reclamos de indemnizaciones. Los recursos administrativos
son triples: la reposición, la apelación y la queja. Estos son obligatorios antes de
proceder a las acciones jurisdiccionales.
En primer lugar, el recurso de reposición se efectúa ante el mismo funcionario que
produjo el acto, con la finalidad de modificar, clarificar o subrogar el acto
considerado ilegal. En segundo lugar, el recurso de apelación se efectúa ante el
superior inmediato del funcionario que produjo el acto, esto con la misma finalidad
de procedimiento. No es posible hacer apelación contra los actos individuales de
los ministros, de los jefes de departamentos o de los representantes de las
colectividades locales. En último lugar, el recurso de queja se efectúa ante el
superior jerárquico para que él lo remita ante el funcionario responsable. El
término de los recursos es de cinco días después de la notificación. Un término
entre diez y treinta días está destinado a las pruebas. Una vez pasado el término
de dos meses sin respuesta del funcionario, un silencio negativo será tomado en
cuenta como una decisión implícita de negación o acto presunto negativo. En
ciertos casos, la decisión implícita es considerada como decisión implícita de
aceptación.
- Los controles administrativos de la regularidad de los actos administrativos a la
iniciativa de la Administración
La otra forma de controlar los actos administrativos en su regularidad es la
revocatoria directa. La legislación y la jurisprudencia en Colombia hacen distinción
entre subrogación y retiro. La Administración procede más frecuentemente a la
subrogación de sus actos que al retiro. De esta manera, la Administración tiene la
facultad de retirar los actos que ella considere inútiles o ilegales. La sustitución de
los actos administrativos se efectúa sin término legal determinado por
consideraciones de ilegalidad o de oportunidad. Por estas mismas
consideraciones se procede a la subrogación de los actos administrativos,
frecuentemente efectuada en la misma disposición de sustitución. Ello se efectúa
directamente por el funcionario que produjo el acto o por su superior jerárquico. El
momento para proceder a la modificación de ordenamiento jurídico varía según se
trate de sustitución o de subrogación. En teoría, los efectos jurídicos de una
modificación son ulteriores, protegiendo el acto de los efectos jurídicos que haya
podido producir. Los actos de carácter general pueden ser abrogados en todo
momento por otro acto del mismo tipo, puesto que, en principio, no existen
derechos adquiridos en materia reglamentaria. Por el contrario, los actos
individuales pueden ser reemplazados en todo momento, salvo si han creado
derechos individuales. En caso de derechos adquiridos, éstos pueden ser
reemplazados completamente, si ellos son el producto de un silencio positivo
dándose las causales del artículo 69 del Código, es decir, si han sido adquiridos
por medios ilegales, si contrarían el ordenamiento jurídico o si causan agravio
particular. Si no existieren estos requisitos, los actos administrativos individuales
de carácter particular pueden ser revocados completamente en todo momento,
bajo consentimiento expreso del interesado, y parcialmente para corregir errores
materiales que no incidan en el fondo de la decisión.
MERITO DEL ACTO ADMINISTRATIVO
Al mérito se le ha considerado como elemento del acto administrativo, entendido
como la adecuación necesaria de medios para lograr los fines públicos específicos
que el acto administrativo de que se trate tiende a lograr.
El mérito se encarga de ordenar y proporcionar todos los medios para conseguir
con éxito todos los fines públicos que el acto administrativo se proponga como
objetivo. El mérito es uno de los elementos fundamentales del acto administrativo.
Más que un elemento del acto administrativo, es uno de sus principios generales.
El mérito es el elemento de naturaleza ética del acto administrativo, está referido a
la oportunidad y conveniencia de este último; se le vincula a la función
administrativa, la que tiene que ser oportuna, conveniente, útil, eficiente y justa.
Los elementos del acto administrativo enunciados en el inciso anterior, tienen esa
calidad en cuanto que aquel es un acto de derecho.
VALIDEZ DEL ACTO ADMINISTRATIVO
Al referirnos a la validez de un acto administrativo, se hace alusión a la
conformidad que este tiene con el ordenamiento jurídico, consecuencia del respeto
a la legalidad o del sometimiento a las exigencias del derecho vigente, o, en otras
palabras, se refiere al valor que tiene el acto administrativo cuando quiera que es
confrontado con los preceptos legales, los cuales generan acatamiento por parte
de los administrados en la medida en que rigen las relaciones entre ellos y el
Estado.
Es un criterio uniformemente aceptado en el derecho administrativo que para la
validez del acto se tienen como requisitos que haya sido expedido por autoridad
competente, de conformidad con la Constitución y el ordenamiento jurídico
vigente, que su expedición sea regular y que se observen los motivos y los fines
desde el punto de vista de su licitud.
Una norma administrativa es válida cuando existe en concordancia con las normas
que integran el ordenamiento jurídico. El término validez alude a una propiedad de
los actos o de las normas y significa ‘existencia jurídica’. Con la existencia jurídica
o validez, se quiere aludir a que los actos y las normas que se derivan de esos
actos, son actos que serán considerados administrativos en sentido estricto. Para
ello, dicho acto debe cumplir de antemano con los requisitos establecidos en el
ordenamiento jurídico. De tal modo que una vez validada su estructura podamos
identificar al acto como perteneciente al sistema jurídico.
EXISTENCIA DEL ACTO ADMINISTRATIVO
La sentencia No. C-069/95 define la existencia del acto administrativo diciendo
que está ligada al momento en que la voluntad de la Administración se manifiesta
a través de una decisión. El acto administrativo existe, tal como lo señala la
doctrina, desde el momento en que es producido por la Administración, y en sí
mismo lleva envuelta la prerrogativa de producir efectos jurídicos, es decir, de ser
eficaz. De igual manera, la existencia del acto administrativo está ligada a su
vigencia, la cual se da por regla general desde el momento mismo de su
expedición, condicionada, claro está, a la publicación o notificación del acto, según
sea de carácter general o individual.

EFICACIA DEL ACTO ADMINISTRATIVA


La sentencia No. C-069/95 define a la eficacia del acto administrativo diciendo que
se debe pues entender encaminada a producir efectos jurídicos. De lo anterior se
colige que la eficacia del acto comporta elementos de hecho, pues una decisión
administrativa adoptada de conformidad con el ordenamiento jurídico superior,
cobijada por presunción de constitucionalidad y de legalidad, puede constituir un
acto administrativo perfecto pero ineficaz. Así mismo, una decisión viciada de
nulidad por no cumplir con todos los requisitos establecidos por el ordenamiento
jurídico superior, puede llegar a producir efectos por no haber sido atacada
oportunamente
EJECUTIVIDAD DEL ACTO ADMINISTRATIVO
La sentencia No. T-355/95 nos habla de la ejecutividad o ejecutoriedad del acto
administrativo diciendo que hace referencia a que determinado acto administrativo,
cuya finalidad es producir determinados efectos jurídicos, se presume expedido
con base en los elementos legales para su producción y en consecuencia es
obligatorio para el administrado y la administración, razón por la cual puede ser
ejecutado directamente por la administración, sin necesidad de la intervención de
otra autoridad del Estado. En la doctrina moderna, la ejecutoriedad de manera
alguna puede confundirse con la ejecutividad. La ejecutoriedad es propia de
cualquier acto administrativo, en cuanto significa la condición del acto para que
pueda ser efectuado. La ejecutividad equivale, a la eficacia que tal acto comporta,
principio que no se constituye en una excepción, sino por el contrario es la regla
general de todo acto administrativo.
PUBLICIDAD DEL ACTO ADMINISTRATIVO
La sentencia C-646/00 nos dice que los actos administrativos, por disposición del
legislador, admiten dos formas concretas de publicidad, su publicación en el diario
oficial, gaceta o cualquier otro medio oficial de divulgación, si se trata de
contenidos abstractos u objetivos, esto es impersonales, y la notificación, si se
trata de contenidos subjetivos y concretos que afectan a un individuo en particular,
o a varios, identificables y determinables como tales, lo anterior por cuanto la
publicidad se ha establecido como una garantía jurídica con la cual se pretende
proteger a los administrados, brindándoles a éstos certeza y seguridad en las
relaciones jurídicas que emanan de su expedición. En cuanto a los actos
administrativos subjetivos, cuya acción de nulidad tenga caducidad, ellos deberán
ser debidamente publicitados.
CLASES DE RECURSOS DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS
Las tres clases de recursos existentes de los actos administrativos son: el recurso
de apelación, el recurso de reposición y el recurso de queja.
• Recurso de apelación: Es un recurso obligatorio para agotar la vía gubernativa
y procede únicamente en los casos en que la norma expresamente lo indique. Se
ejerce directamente o subsidiariamente con el de reposición. Debe interponerse
dentro de los diez (10) días siguientes a la notificación de la decisión. Se presenta
ante el superior jerárquico del funcionario que expidió el acto administrativo.
Para colocar los Recursos de Apelación es necesario interponerlo de la siguiente
forma:
1. Reunir los siguientes documentos:
- La petición deberá realizarse a través de comunicación verbal, escrita,
transferencia de datos, mecanismos tecnológicos para la consulta e intercambio
en línea de la información catastral o cualquier otro canal de atención
implementado por la UAECD, y deberá contener en forma clara y precisa el
nombre y número de identificación de quien lo suscribe, el interés con que actúa,
objeto de la petición, los hechos en que se funda, la dirección de correspondencia
y un número telefónico. También podrá agregar el número de fax o la dirección
electrónica, documento que acredite la calidad en la que actúa el solicitante,
acompañado de su respectivo documento de identidad
- La presentación de los recursos deberá cumplir con los requisitos señalados en
el Artículo 76 y siguientes del Código de Procedimiento Administrativo y de lo
Contencioso Administrativo, así:
- Deberán interponerse por escrito en la diligencia de notificación personal, o
dentro de los diez (10) días siguientes a ella, o a la notificación por aviso, o al
vencimiento del término de publicación, según el caso. Los recursos contra los
actos presuntos podrán interponerse en cualquier tiempo, salvo en el evento en
que se haya acudido ante el juez.
- No requiere de presentación personal si quien lo presenta ha sido reconocido en
la actuación. Igualmente, podrán presentarse por medios electrónicos.
- Sustentarse con expresión concreta de los motivos de inconformidad.
- Solicitar y aportar las pruebas que se pretende hacer valer.
- Indicar el nombre y la dirección del recurrente, así como la dirección electrónica
si desea ser notificado por este medio.
- Sólo los abogados en ejercicio podrán ser apoderados. Si la recurrente obra
como agente oficioso, deberá acreditar la calidad de abogado en ejercicio, y
prestar la caución que se le señale para garantizar que la persona por quien obra
ratificará su actuación dentro del término de dos (2) meses.
- Si no hay ratificación se hará efectiva la caución y se archivará el expediente.
2. Radicar los documentos:
El propietario, poseedor o en su defecto el apoderado debidamente constituido,
(este apoderado debe acreditar la calidad de abogado) deberá presentar por el
escrito el recurso original dentro diez (10) días hábiles siguientes a la fecha de
notificación del acto expresando los motivos de inconformidad. Se presenta ante el
funcionario que expidió el acto administrativo, acudiendo al Supercade CAD.
La determinación diez días hábiles, está dada por la norma vigente al momento de
la radicación. (Nuevo Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso
Administrativo. La presentación personal del recurso se hará exigible conforme a
la norma vigente a la fecha de la radicación.
3. Como respuesta recibirá una resolución o acto administrativo.
• Recurso de reposición: Es el procedimiento que se sigue ante la administración
a fin de controvertir sus propias decisiones, es el primer control jurídico frente a la
actuación de la administración cuando se considere que con ella el estado ha
infringido el orden jurídico a que debe estar sometido para el ejercicio de la misma
y que se le ha causado un perjuicio, se busca con esta propiciar la expedición de
un nuevo acto que modifique, revoque, adicione o aclare la primera decisión.
La petición debe contener como requisitos mínimos, de acuerdo con el artículo 16
de la Ley Nº 1755 de 2015 o la norma que la modifique, sustituya o complemente,
la siguiente información:
1. Los nombres y apellidos completos del solicitante y/o apoderado con indicación
de su documento de identidad y la dirección donde recibirá correspondencia. El
peticionario podrá agregar el número de fax y la dirección electrónica, autorizando
su notificación electrónica
2. El objeto de la petición, el cual debe ser claro y preciso en el trámite que
requiere realizar
3. Las razones en las que fundamenta su petición.
4. La relación de los documentos que desee presentar para iniciar el trámite.
5. La firma del peticionario cuando fuere el caso. La petición deberá realizarse a
través de comunicación verbal, escrita, transferencia de datos, mecanismos
tecnológicos para la consulta e intercambio en línea de la información catastral o
cualquier otro canal de atención implementado por la UAECD, con la excepción de
la autoestimación del avalúo catastral, la cual deberá ser presentada únicamente
por escrito.
• Recurso de queja: El recurso de queja es facultativo y procede en aquellos
casos en que se niega el recurso de apelación; debe interponerse dentro de los
cinco (5) días siguientes a la notificación de la decisión. Se presenta ante el
funcionario que negó el recurso de apelación para que este lo remita al superior
jerárquico o ante el superior directamente. Debe interponerse mediante escrito en
el que se fundamenten las razones del peticionario para que se conceda el
recurso negado.
Los requisitos del trámite son:
1. Radicar los siguientes documentos:
La petición deberá realizarse a través de comunicación verbal, escrita,
transferencia de datos, mecanismos tecnológicos para la consulta e intercambio
en línea de la información catastral o cualquier otro canal de atención
implementado por la UAECD, y deberá contener en forma clara y precisa el
nombre y número de identificación de quien lo suscribe, el interés con que actúa,
objeto de la petición, los hechos en que se funda, la dirección de correspondencia
y un número telefónico. También podrá agregar el número de fax o la dirección
electrónica, documento que acredite la calidad en la que actúa el solicitante,
acompañado de su respectivo documento de identidad.
2. Acercarse a uno de los puntos de atención.
3. Como respuesta obtiene una resolución o acto administrativo.
FUERZA EJECUTORIA DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS
La fuerza ejecutoria de un acto administrativo no es más que la facultad que tiene
la administración para que se dé el cumplimiento de este una vez se encuentre en
firme, es decir, se encuentra en cabeza de la administración darle la efectividad al
acto ejecutándolo.
La “ejecutividad”, “ejecutoriedad”, “privilegio de decisión ejecutoria” o “autotutela
ejecutiva” son términos con los que indistintamente se designa la cualidad del acto
administrativo de producir todos sus efectos contra la voluntad de los obligados
violentando su propiedad y libertad si fuere preciso. Esta cualidad es la que
distingue a los actos administrativos de otros actos privados que necesitan del
apoyo judicial para tomar sobre otro sujeto medidas ejecutorias, alterando
situaciones posesorias. En otras palabras, la Administración puede “tomarse la
justicia por su mano” mientras que los particulares deben acudir al Juez para
imponer sus derechos sobre terceros cuando estos no cumplen sus obligaciones
voluntariamente.
La ejecutoriedad de los actos administrativos (en cuya virtud la Administración
Pública puede por sí misma “ejecutar” materialmente los efectos que de sus actos
se derivan en contra de la voluntad de los administrados), se manifiesta de
manera diversa según la naturaleza y contenido de éstos. En unos casos, la
ejecución forzosa como tal no es necesaria porque el acto se cumple sin
resistencias de sus destinatarios; en otros porque la naturaleza del acto no
comporta ninguna actuación material de ejecución por la Administración, ya que el
acto no hace más que definir una situación jurídica de la que no derivan
necesariamente derechos o deberes inmediatos (reconocimiento de la ciudadanía
o la inscripción en padrón municipal).
Tampoco puede hablarse de ejecución forzosa del acto administrativo en contra
de la propia Administración, es decir, cuando el acto reconoce derechos a los
particulares e impone correlativos deberes a la Administración Pública. Si ésta no
cumple voluntariamente, el administrado no tiene más alternativa que forzar su
cumplimiento por la vía judicial. La ejecutoriedad de los actos administrativos no
juega nunca a favor del particular frente a la Administración Pública.
Otro supuesto en que no es necesario recurrir al privilegio de la ejecutoriedad,
para explicar el efecto compulsivo del acto administrativo, se da cuando las
medidas de ejecución de éste se pueden subsumir en el ejercicio natural de la
autodefensa posesoria (así ocurre cuando la Administración ordena la expulsión
de un particular de una dependencia del dominio público o del seno de un servicio
público). En estos casos, la Administración Pública emplea un poder fáctico
derivado de la situación de dominación posesoria sobre sus bienes y
organizaciones.
PÉRDIDA DE FUERZA EJECUTORIA DE LOS ACTOS
ADMINISTRATIVOS
La pérdida de ejecutoriedad es el fenómeno jurídico que hace imposible ejecutar
un acto administrativo, convirtiéndolo en letra muerta. Por ejemplo, si el acto
administrativo impone una sanción a un administrado, al perder ejecutoriedad el
acto que impone la sanción, la sanción no se puede imponer. El estado gobierna
mediante actos administrativos, y lo que dispongan estos no se puede llevar a
cabo cuando pierden ejecutoriedad.
Un acto administrativo también perderá fuerza ejecutoria en los siguientes casos:
• Aunque no se hayan anulado aún, si se encuentran demandados ante la
jurisdicción contenciosa administrativa y en el curso del proceso se suspenden
provisionalmente.
• Cuando los fundamentos tanto de hecho como de derecho que dieron origen a la
expedición del acto desaparezcan.
• Transcurridos cinco años a partir de su firmeza sin que la autoridad
administrativa haya realizado lo que le corresponda para darles cumplimiento, es
decir, que la autoridad no lo ha ejecutado, en este caso la perdida de ejecutoria se
debe a la inactividad de la administración.
• Cuando este se encuentre sometido a condición resolutoria y esta se cumpla.
• Cuando el acto pierda su vigencia.
Al ocurrir cualquiera de esas circunstancias el acto administrativo pierde
obligatoriedad, es decir, que ya no se pueden producir los efectos derivados de su
contenido.
La pérdida de fuerza ejecutoria puede alegarse como evento que afecta la validez
de los actos administrativos que se hayan proferido con fundamento en el acto que
perdió su fuerza, pues el acto demandado puede ser nulo por falsa motivación,
expedición irregular o falta de competencia temporal, explica la Sección Cuarta del
Consejo de Estado.
En ese orden, en sede judicial no se puede hacer tal declaratoria, sino que se
toma como una circunstancia que afecta la validez de los actos derivados de
aquél.
La Sección Segunda había manifestado que los actos administrativos particulares
derivados de un acto general que posteriormente es viciado de nulidad pierden su
fuerza ejecutoria, puesto que desaparece el soporte necesario para su existencia,
al desvirtuarse la legalidad del primero generado, afirmó la Sección Segunda del
Consejo de Estado, de acuerdo con los artículos 66, numeral 2, y 175 del Código
Contencioso Administrativo.

VICIOS QUE INVALIDAN EL ACTO ADMINISTRATIVO


Los vicios del Acto Administrativo, son aquellos defectos o irregularidades, con
que el acto se materializa en el mundo jurídico y que, afectan su existencia, sea en
su validez o en su eficacia, por lo que impiden su subsistencia y ejecución.
La presunción de validez de los Actos Administrativos permite que estos
produzcan sus efectos mientras no se demuestre que se encuentran afectados por
algún vicio, al carecer de algún elemento o requisito. Esta presunción juris tantum
obliga a los afectados a promover los medios de defensa que la ley establece para
combatir los Actos Administrativos demostrar que el acto es ilegal y por ende
anulable o revocable, al carecer de algún elemento o requisito.
La ilegalidad del Acto Administrativo se puede generar por cualquier violación a las
disposiciones legales que norman su creación inclusive alguna ilegalidad en el
procedimiento administrativo del cual emana (ausencia de testigos de asistencia-
liquidación de impuestos), lo cual permite que de manera provisional produzcan
sus efectos hasta en tanto son anulados o revocados.
La irregularidad del Acto Administrativo se encuentra ligada con los elementos, ya
que cualquier vicio que se encuentre en ellos afectará su validez y eficacia.
Los vicios que afectan a los elementos del Acto Administrativo son:
• Vicios del elemento subjetivo del acto administrativo:
Los vicios del elemento subjetivo se presentan en la competencia y en la voluntad.
En la competencia se presenta cuando el acto se vicia, en virtud de que el órgano
administrativo que lo emitió carece de facultades para manifestarse, es decir que
resulta incompetente. La incompetencia puede ser en razón de materia, grado,
territorio, cuantía o tiempo, según se presente la irregularidad en alguno de esos
aspectos de la competencia. Los vicios que afectan la expresión de la voluntad
son de dos tipos: los subjetivos y los objetivos. Los subjetivos son los que atañen
a la voluntad psíquica del funcionario; y, los objetivos son los que recaen sobre el
procedimiento en el que se desarrolla la voluntad de la Administración Pública.
En cuanto a los vicios que afectan la voluntad psíquica del funcionario son: error,
dolo y violencia.
- Error: implica la disconformidad entre la voluntad interna del funcionario con los
elementos del mundo exterior que le servirán de base para la formación del acto.
El error viene a constituir un falso o deformado conocimiento de alguno o de todos
los elementos del Acto Administrativo que, induce al órgano a la formación de la
voluntad psíquica de manera diferente a como lo hubiera hecho de no existir esa
falsa apreciación. El error puede ser de hecho o de derecho. Existe error de hecho
cuando el funcionario aprecia de manera equivocada las situaciones fácticas de
aconteceres, personas, circunstancias, etc. El error de derecho consiste en la
indebida interpretación que se hace de las disposiciones jurídicas aplicables.

- Dolo: como vicio de la voluntad de la Administración Pública, se presenta cuando


existe cualquier artificio, astucia, maquinación o simulación dirigidos a la obtención
del Acto Administrativo en el sentido que quiere el autor de la conducta dolosa. El
dolo puede provenir del administrado o del funcionario público. No hay que
confundir el dolo con el error, en cuanto que éste no es la causa sino el efecto del
engaño. Es decir, el error se produce por el hecho de que el funcionario cree
verdadero lo que es falso, o falso lo que es verdadero; en cambio, el dolo, tiende a
engañar a la otra parte, falseando intencionalmente la causa o motivo del acto,
bien sea que lo haga el gobernado o el funcionario público.
- Violencia: este vicio de la voluntad administrativa se exterioriza con motivo de la
coacción física o moral que se ejerce sobre el funcionario, produciendo el Acto
Administrativo no en los términos establecidos por el ordenamiento jurídico, sino
por el temor a sufrir un mal injusto.
• Vicios del elemento objetivo del acto administrativo:
Los vicios que recaen en el elemento objetivo son aquellos que afectan su objeto,
motivo o fin.
- Objeto el objeto debe ser lícito, posible y determinado o determinable, el vicio
surge cuando el objeto es ilícito, por estar prohibido en la ley; por ser impreciso;
por ser imposible de hecho; por ser contradictorio, absurdo o inmoral.
- Motivo: el motivo consiste en los antecedentes de hecho y de derecho que
preceden y provocan el acto, los vicios que lo afectan se presentan cuando: los
hechos que lo motivan no se realizaron, fueron distintos o de apreciación
equivocada; cuando se dictó en contravención de las disposiciones aplicadas o
dejaron de aplicarse las debidas; cuando entre los motivos aducidos y los
preceptos que sirven de fundamento al acto no existe adecuación.
- Fin: el vicio que afecta al fin es el desvío de poder, el cual consiste en apartarse
del propósito que la norma prevé para el Acto Administrativo.
Existe desvío de poder cuando el funcionario actúa con: un fin personal; con una
finalidad de favorecer a un tercero; y con la finalidad de favorecer a la
Administración Pública.
• Vicios del elemento formal del acto administrativo:
Estos vicios se manifiestan en el procedimiento, en la forma de exteriorización y
en la publicidad del Acto Administrativo.
La forma del acto, al constituir el medio por el cual se exterioriza la voluntad
administrativa, resulta concomitante al acto, que al no cumplirse se produce el
vicio de forma del Acto Administrativo.
Los vicios en las formalidades y en la forma del Acto Administrativo son de dos
tipos: substanciales o relevantes y no substanciales o irrelevantes. Los primeros
son aquellos que influyen en el fondo del asunto, y que de no cumplirse dan lugar
a la anulación del acto. Los segundos no tienen una influencia determinante sobre
el contenido del acto, y, por lo tanto, no procede su anulación.
En materia administrativa existen los siguientes vicios:
- Falta de sujeto, el cual puede ser o se puede dar en dos formas: la falta de sujeto
propiamente dicha o la incompetencia en la que incurre la autoridad al realizar el
acto, el primero trae como consecuencia de la inexistencia del acto y la segunda
trae como consecuencia una nulidad absoluta o relativa, dependiendo del grado
de incompetencia.
- Falta de voluntad o voluntad viciada por error, dolo o violencia. Esto trae como
consecuencia la nulidad absoluta o relativa.
- Falta objeto cuya consecuencia es la ineficacia total del acto.
- Falta de forma, produce como consecuencia la falta de efectos del Acto
Administrativo.
WEBGRAFÍA:
http://cursos.aiu.edu/Derecho%20Administrativo%20II/PDF/Tema%202.pdf
https://concepto.de/acto-administrativo/
http://bdigital.unal.edu.co/9877/1/700600.2013.pdf
https://www.gerencie.com/control-jurisdiccional-de-los-actos-administrativos.html
https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5238031.pdf
https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma_pdf.php?i=90604
https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/1995/C-069-95.htm
https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/1995/T-355-95.htm
https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2000/C-646-00.htm
https://guiatramitesyservicios.bogota.gov.co/tramite-servicio/recurso-de-apelacion/
https://guiatramitesyservicios.bogota.gov.co/tramite-servicio/recurso-de-reposicion/
https://guiatramitesyservicios.bogota.gov.co/tramite-servicio/recurso-de-queja/
https://derechouned.com/libro/administrativo-2/2796-la-ejecutoriedad-de-los-actos
https://www.gerencie.com/cuando-un-acto-administrativo-pierde-ejecutoriedad.html
https://www.ambitojuridico.com/noticias/administrativo/administrativo-y-
contratacion/perdida-de-fuerza-ejecutoria-de-actos
http://mistareasjuridicas.blogspot.com/2016/10/vicios-del-acto-administrativo.html

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