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I

CARÁTULA
UNIVERSIDAD PERUANA LOS ANDES
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas

Escuela Profesional de Derecho

INFORME ACADÉMICO: ¿QUÉ SE ENTIENDE POR

TÍTULO: ARGUMENTACIÓN?

VÁSQUEZ CARHUAMACA JULIANA KARIM


AUTORA:

LÍNEA DE:
INVESTIGACIÓN ANÁLISIS DE PRECEDENTES VINCULANTES

CATEDRÁTICO:

RAFAEL OMAR LLANOS GAMARRA

CICLO: DÉCIMO SECCIÓN: B1

2020 – II
II

INDICE

CARÁTULA..........................................................................................................................................I
INDICE...............................................................................................................................................II
INTRODUCCION................................................................................................................................III
INFORME ACADÉMICO......................................................................................................................4
La argumentación..........................................................................................................................4
Verdad y corrección en proposiciones..........................................................................................5
2.1. Teorías sobre la verdad.....................................................................................................5
2.1.1. Teoría de la verdad como consenso..........................................................................5
2.1.2. Teorías coherentistas de la verdad............................................................................5
2.1.3. Teoría pragmatista de la verdad................................................................................5
2.1.4. Teoría de la verdad como correspondencia...............................................................6
Tipos de argumentación................................................................................................................6
Comparación entre argumentos de la lógica analítica y la lógica inventiva..................................7
4.1. Argumentos demostrativos................................................................................................8
4.2. Argumentos probables o persuasivos.................................................................................9
Argumentos analíticos vs. Argumentos probables........................................................................9

CONCLUSIONES...............................................................................................................................11
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.......................................................................................................13
III

INTRODUCCION

El presente trabajo académico, tiene la finalidad de delimitar de manera más sencilla lo que
significa la argumentación, entendida como aquel proceso lógico, aptitud reforzada por el
razonamiento humano para poder sustentar ideas o creencias, con la intención de persuadir a los
demás sobre lo que acepta como verdad o se rechaza.

Para poder construir argumentos, de antemano debemos conocer aquellos elementos útiles a
tener en cuenta, para alcanzar el objetivo final, ya sea convencer, defender o rechazar una
proposición respecto a un tema determinado.

Este informe académico inicia con entender lo que significa argumentación, con qué objetivo
argumentamos, analizar la estructura de formación de un argumento, conocer qué son las
premisas y las conclusiones.

Así mismo es importante, diferenciar la verdad y la corrección en los argumentos, ya que una
proposición puede ser verdadera pero no correcta o en todo caso podrá ser correcta pero no
necesariamente verdadera. Para entender esta distinción entre ambos términos en cuanto a la
argumentación, se considerarán una pequeña diversidad de teorías que sustentan cuándo un
argumento es verdad.

Por otro lado, es necesario tener presente que existen dos tipos de lógica para la formación de
dos tipos de argumentos. En primer lugar, los argumentos demostrativos producto de la lógica
analítica, y los argumentos probables producto de la lógica inventiva. Por ello, en este apartado se
diferenciará de la manera más sencilla estos argumentos.

Finalmente, en la última sección del trabajo, se pretende “convencer” al lector sobre l


importancia y utilidad que tiene ambas clases de argumentos, tanto demostrativos o científicos y
los probables o retóricos, ya que, podemos hacer uso de ambos en diferentes circunstancias de la
vida, sin restarle importancia a ninguno de ellos, sino saber en qué momento emplearlos de la
manera más adecuada.
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INFORME ACADÉMICO

TEMA DE ANALISIS: ¿Qué se entiende por argumentación?

La argumentación

Partiendo de la semántica del término, argumentación nos refiere a la “acción de argumentar”,


por lo que es necesario entender bien qué es un argumento.

El argumento, se emplea por una o un grupo de personas, como aptitud mental, derivada de la
lógica, como el poder de convencimiento que pueden llegar a tener en determinadas
circunstancias y respecto a una idea que aceptan como verdadera o en caso contrario, la
rechazan.

Además, un argumento está constituido por proposiciones dirigidas a señalar algo en concreto.
Para entender de manera más sencilla este punto, debemos diferenciar las proposiciones que
utilizaremos para construir nuestro argumento.

Partiremos con la idea de que, con la construcción de nuestro argumento, perseguimos un


resultado concreto, que es, convencer a los demás de que lo que creemos o decidimos es
acertado. En base a ello, debemos generar fundamentos que sustenten nuestra posición.

Entonces, tenemos dos tipos de proposiciones, una proposición final o conclusión (lo que creemos
o decidimos) y una o más proposiciones base para convencer de nuestra conclusión, denominadas
también, premisas. Ahora, para graficar mejor y obtener mayor comprensión hasta este punto,
apliquemos esta justificación en un caso cotidiano.

Premisa A: ocho horas de sueño son necesarias para sentirnos mejor

Premisa B: una buena rutina de sueño es imprescindible para mantener una buena salud

Conclusión: por eso es importante dormir ocho horas diarias para conservarnos con buen
estado de salud.

Las conclusiones que resultan de combinar nuestras premisas, no son más que una construcción
que nace de nuestro razonamiento como seres pensantes, combinado con el juicio que cada uno
posee y nos dirige a tomar determinadas decisiones o creer en determinadas ideas, hasta el punto
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de aceptarlas como verdades, independientemente de cuanta capacidad para razonar


correctamente tengamos, porque siempre existirán excepciones a la regla.

Verdad y corrección en proposiciones

Es una consecuencia lógica que, en cierto punto, nos cuestionemos si las premisas y conclusiones
que construimos son verdaderas o correctas, pero no debemos equivocarnos al creer que ambos
términos significan los mismo. Con la finalidad de aclarar ideas que vinculan a estos dos
conceptos, es preciso analizar teorías formuladas entorno a la verdad.

2.1. Teorías sobre la verdad

2.1.1. Teoría de la verdad como consenso


Según aquellos que postulan esta teoría, si una proposición es formulada y aceptada por mayoría
de personas que se encuentran inmiscuidas en el tema base a partir del cual nació dicha
proposición, entonces esta será una verdad.

2.1.2. Teorías coherentistas de la verdad


Para los que defienden esta teoría, cuando una proposición sea coherente o guarde relación con
las demás proposiciones con las que forma un conjunto, será aceptada como una verdad. Es así
que la características más importante y suficiente para determinar la veracidad de una
proposición, es la coherencia.

Dentro esta teoría, la coherencia, si bien es entendida como aquella conexión lógica, que une
determinados conceptos, en este caso proposiciones, y es imprescindible la existencia de relación
lógica entre ellas, aseguran que también debe hallarse la necesidad de interrelación entre estas
proposiciones. para constituir un todo, entendible y adecuado.

2.1.3. Teoría pragmatista de la verdad


Entendemos que el término pragmático, hace referencia a la práctica, específicamente a
concretar acciones en la vida real. Dentro de la definición que le atribuye el Diccionario de la Real
Academia Española, se refiere a la “preferencia por lo práctico o útil” (RAE, s.f.).

En esa línea de ideas, según los postulados de esta teoría, cuando una proposición pueda ser
aplicada y resulte útil en la realidad, entonces, representará una verdad.

Mientras existan dos proposiciones, A y B, que de manera significativa indiquen lo mismo y aún no
hubiesen sido aplicadas a la realidad y por ende aún no estuviera comprobado el grado de utilidad
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que poseen, ambas podrían ser verdades. Sin embargo, la relación de igualdad entre ambas, se
quiebra, cuando la proposición B queda en la teoría, mientras que la proposición A, es puesta en
práctica y se comprueba que resulta útil, ya que, la única propician que se aceptaría como verdad
sería la segunda, es decir, la proposición A sobre la cual se comprobó y se tiene certeza de su
utilidad, sería la única verdad.

2.1.4. Teoría de la verdad como correspondencia


La idea base de esta teoría se resume en que, para empezar, debe existir relación lógica entre una
proposición, derivada del pensamiento, con la realidad, específicamente con las cosas que se
encuentran en dicha realidad.

Este concepto de la verdad atribuyéndole la necesidad de relación lógica entre los pensamientos y
la realidad, se remonta hasta los tiempos de Aristóteles quien señalaba que “Negar lo que es y
afirmar lo que no es, es lo falso, en tanto que afirmar lo que es y negar lo que no es, es lo
verdadero”. (Abbagnano, citado en Pupo, 2004, p. 1)

Entendiendo las teorías formadas para definir lo que es verdad en las proposiciones, nos
corresponde enfatizar que se entiende por corrección sobre las mismas.

Así notaremos que, cuando formulamos premisas, hacemos uso del razonamiento, por ello,
cuando dicho raciocinio sea correcto, entonces, fácilmente podremos inferir la conclusión.

El término corrección, deriva del concepto correcto, que referencia al adjetivo empleado para
calificar cierta cosa como bueno o no. En el caso que nos compete, con correcto estaríamos
refiriéndonos a si nuestras proposiciones o premisas fueron correctamente formuladas, de modo
que podamos inferir sencillamente la conclusión final.

A este punto, no es necesario comprobar que una premisa es verdadera o no, sino que solo basta
con demostrar que a partir de ellas podemos llegar a una conclusión.

Tipos de argumentación

La distinción y clasificación entre argumentos, está basada en los sentidos a partir de los cuales se
pueden generar, esto es, el sentido fuerte y débil. Por ello, los argumentos se clasifican en
necesarios o analíticos, el sentido fuerte, y no necesarios, el sentido débil.
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Independientemente de qué tipo de argumentos sean, estos serán estudiados y analizados por la
lógica, puesto que como ya sabemos, estos derivan de un proceso lógico empleando el raciocinio
del ser humano. La diferencia recaerá en el grado de necesidad que presenten en su formación.
Así, los argumentos necesarios parten de la lógica analítica, por esto, es que también son
denominados argumentos analíticos. Mientras que los argumentos no necesarios, son analizados
por la lógica inventiva.

La referencia hacia la necesidad de formación de los argumentos, no se refiere a que se pueda


prescindir de ellos, sino que, hace referencia a los siguiente:

- Se determinan argumentos necesarios porque a partir de unos argumentos verdaderos se


generan otros necesariamente verdaderos, entendiéndose a la necesidad como aquella
característica sobre la cual no se puede decidir, sino que la existencia de un argumento B,
es consecuente, natural, por lo tanto, necesaria por la simple existencia del argumento A.
La necesidad de su existencia es independiente de la valoración de quienes los aceptarán
o rechazarán, pues la verdad del argumento es innata.

- Por otro lado, se denominan argumentos no necesarios, haciendo referencia a


probabilidades. Este término “probabilidad” se relaciona con la verosimilitud de los
argumentos. Es decir, algunos argumentos derivados del principal, serán determinados
como verdaderos para determinado grupo de personas, estará sometido a su
consideración, lo que no significa que no debieron originarse, sino que únicamente será
aceptado por algunos y por otros no. Es por ello que, esta situación de calificación no está
presente en los argumentos necesarios.

Es oportuno hacer énfasis en que, sobre los argumentos no necesarios o probables, siempre
existirá una suerte de valoración de acuerdo al grado de verosimilitud que tengan estos, estarán
sometidos a la evaluación de la lógica inventiva, generando que, a raíz de ello, existan argumentos
más y menos veraces.
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Comparación entre argumentos de la lógica analítica y la lógica inventiva

Para iniciar con la comparación entre ambos tipos de lógica, dejemos en claro, la distinción entre
los tipos de argumentos que se generarán a partir de cada tipo de lógica. Así, en el primer grupo
(analítica) encontraremos a los argumentos científicos o demostrativos, mientras que en el
segundo grupo (inventiva) nos referiremos a argumentos persuasivos o probables.

4.1. Argumentos demostrativos


Los argumentos demostrativos, propios de la ciencia, de la lógica analítica, en principalmente se
caracterizan por derivar de un proceso formal deductivo. Previamente nosotros exponemos
proposiciones base, generales, que representan “las causas” a partir de las cuales se forman los
argumentos finales, es decir, para que se consideren argumentos demostrativos (científicos), se
debe poder explicar los hechos o principios a partir de los cuales nacieron. Es decir, para que el
argumento se considere demostrativo y, por lo tanto, derivado de la ciencia, deben tener la
capacidad de explicar su nacimiento a partir de los argumentos generales, de sus causas,
apreciando así el proceso de deducción. (Fernandez, 2017, p. 10)

Sin embargo, en este progreso, se encuentra un punto observable, respecto a cómo se


encuentran o formulan estos argumentos generales, premisas, principios, si en esencia deben ser
totalmente veraces sin la necesidad de demostrarlos o explicarlos. Porque de ser el caso, si en
cierta medida tendríamos que explicar a las “causas”, surgiría una especie de circulo infinito en el
que tratando de explicar una idea base, generaríamos cada vez más premisas a demostrar.

Para ello, Aristóteles como expositor y padre de la lógica, concibe dos formas de entender cómo
se generan estos principios base: la inducción y la intuición.

Los hombres crean conocimientos en base al razonamiento que puede funcionar de dos maneras,
ya sea mediante la deducción partiendo de lo general a lo específico, o a través de la inducción
partiendo de principios particulares a los específicos.

Así mismo, Aristóteles, diferenciaba dos tipos de inducción, la perfecta y la imperfecta. Para el
filósofo, la inducción seria perfecta cuando los principios que se analizan poseen relación
plenamente racional, mientras que esta será imperfecta cuando dicha relación esté basada en
una conexión psicológica. (Vásquez, 2012, p. 14)

Por otro lado, la intuición se refiere a aquella producción humana que surge del intelecto,
mediante la cual una persona puede deducir ciertas cosas sin la intervención del razonamiento,
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así aquella idea o principio sobre el cual intuimos, no necesita ser analizado, sino que
simplemente se mira y se describe. (Caso citado por Olivares, 2005, p. 175)

4.2. Argumentos probables o persuasivos


Propiamente este tipo de argumentos derivan de la lógica inventiva, así por su propia naturaleza
no pueden demostrar o explicar algún principio, sino que simplemente se ciñe a tratar de
persuadir con respecto a este, es decir, crearán argumentos persuasivos.

Estos argumentos, si se quiere, pueden ser tomados como comunes, de fácil acercamiento y
conocimiento de todos, ya que verdaderamente no se sustentan en principios propios del tema
sobre el que argumenta, sino que se pueden percibir como argumentos que sencillamente
cualquier persona más o menos instruida en el tema o materia puede formular, conocidos como
tópicos.

Así, por ejemplo, si nos centramos en la situación de que una persona es encontrada en la escena
de un crimen y en el momento no puede explicar el motivo por el que se encontraba en el lugar,
ya sea por el impacto de la escena o por cualquier otro motivo, pueden surgir dos tipos de
conclusiones.

- Aquellos que se basan en tópicos, personas no instruidas en el campo jurídico, en el


Derecho, podría concluir que esta persona es responsable del crimen, argumentando que
fue encontrado en el lugar y por no poder explicar la situación, debe ser asesino. Los que
concluyen de esta manera, estaría utilizando argumentos incluso intuitivos, sin sustento o
carentes de demostración.

- Sin embargo, una persona instruida en el Derecho, de antemano no concluiría que esta
persona necesariamente es el autor del delito, sino que pasaría por un proceso de
evaluación, de interrogación policial, de comprobación de pruebas, de investigación,
entonces de ser el caso, se hubiera concluido que la persona es autora del delito,
emplearía como argumentos dentro del ámbito del Derecho Penal el Íter criminis,
considerar la tipicidad, culpabilidad, antijuricidad, etc. Estaría formando así una
argumentación demostrativa, analítica, científica.
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Argumentos analíticos vs. Argumentos probables

Si bien es cierto que, dentro del campo científico es necesario que los argumentos sean
demostrativos, que puedan explicar los principios base de determinado tema o campo al que se
refieren, también es importante resaltar que en nuestra vida cotidiana no empleamos siempre
argumentos con base sólida científica, pues a lo largo del día conversamos sobre diversos temas
brindando nuestros puntos de vista, por qué creemos ello y en qué nos sustentamos para hacerlo.

Es así que, por ejemplo, a partir de los categóricos sucesos llevados a cabo hace poco tiempo en el
Congreso de la República del Perú, con respecto a la vacancia del Presidente de la República,
muchos ciudadanos tomaron sus posiciones, algunos efectivamente consideraban que lo más
oportuno era apostar por la vacancia, mientras que otros sustentaban que no era lo más idóneo
por la situación del país, ni tampoco configuraba la causal por la que se pretendía destituir al
presidente, cada quien con su puno de vista y sus argumentos, independientemente de si tenía
sustento lógico o no.

Esta construcción de nuestra critica, es empleada cotidianamente por el hombre, ya que, nos
disponernos a comentar sobre diversos aspectos sin ser necesariamente expertos en la materia y
así también estamos formando argumentos probables.

Esto significa que, es idóneo argumentar con proposiciones científicas, ligadas al proceso del
razonamiento, pero necesariamente dentro de las áreas que así lo requieran, como por ejemplo
en un proceso judicial, el abogado no puede pretender sustentar su defensa en argumentos
comunes que cualquier sujeto podría crear, sino que debe ceñirse a los principios de Derecho
penal, a las instituciones jurídicas necesarias para impedir que su defendido sea condenado. Pero,
también es importante considerar que, como seres sociables, en el transcurso de nuestra
interacción con los demás construimos posiciones sustentadas en argumentos no necesariamente
científicos y aun así no dejan de ser argumentos que puedan convencer a los demás o que nos
permitan defender nuestras creencias.
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CONCLUSIONES

1. La argumentación es aquel proceso lógico, guiado por el razonamiento, aptitud de los seres
humanos para poder construir argumentos con la finalidad de convencer, defender o
rechazar proposiciones, ideas, decisiones que creen como ciertas, verdaderas, correctas o en
caso contrario demostrar por qué son falsas o incorrectas.

2. Al argumentar construimos dos tipos de proposiciones, aquellas que construyen y sustentan,


denominadas premisas, y otras que expresan nuestra creencia o decisión, conocida como
conclusión. La conclusión denota la suma de premisas que en esencia se encaminan a
demostrarla.

3. La verdad y la corrección de las proposiciones, son elementos distintos, entendiendo a la


corrección como aquella aceptación de parte de determinado grupo de personas respecto a
si la propuesta es acertada o no.

4. Se formula teorías que sustentan cuándo los argumentos son verdades o no. La primera
teoría asegura que serán verdades cuando se llegue a un consenso, es decir cuando varios
sujetos inmersos en el tema base, aceptan el argumento como verdad.

5. La segunda teoría coherentista postula que serán verdades guarden relación con sus
similares que integran el conjunto de argumentos respecto a determinado tema,
entendiendo esta relación como aquella conexión lógica necesaria para aceptarlos como
verdades.

6. La teoría pragmatista, señala que los argumentos serán verdades cuando puedan ponerse en
práctica, puedan ser aplicadas a la realidad y sean útiles. Así, mientras existan dos
argumentos teóricos, ambos tienen probabilidad de ser verdades, pero cuando uno de ellos
se aplique a la realidad será considerado como verdadero respecto al otro.

7. Existen argumentos necesarios y probabilísticos. Para los primeros, a partir de argumentos


verdaderos generan necesariamente otros que tendrán la misma naturaleza, es decir, serán
verdaderos, su valor de veracidad es innata y no se encuentra sometida a la calificación, sino
que simplemente deben ser aceptadas como verdades. Mientras que, para los segundos,
cuando se generan nuevos argumentos, sobre ellos recae la posibilidad de que puedan ser o
no verdaderos, dependiendo de la calificación de determinado grupo de personas que
pueden aceptarlas como verdades o no.

8. Existen dos tipos de argumentos, los analíticos y los probables. Cada uno nace de un tipo de
lógica, la analítica y la inventiva, respectivamente.

9. Los argumentos analíticos o científicos, deben estar sustentados en principios dependiendo


de cada ámbito, médico, jurídico, económico, así mismo deben estar constituidos de tal
manera que mediante ellos se puedan explicar y demostrar estos principios en los que se
basan, se debe poder deducir la conclusión a partir de las premisas.
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10. Los argumentos probables o retóricos, por el contrario, no pueden demostrar algo, sino que
por dicha carencia se basan en tratar de convencer o persuadir, respecto a determinado
tema. Serán concebidos también como argumentos comunes o tópicos, con la posibilidad de
ser empleados incluso por cualquier persona que no esté instruida en determinado tema o
área.

11. Aunque los argumentos científicos son los más idóneos para ser empleados, por resultar de
un proceso racional, estos deben ser aplicados y creados en ámbitos meramente formales,
académicos, ya que, no se puede restar importancia y utilidad a los argumentos probables,
en vista de que son diariamente utilizados por las personas para sustentar sus posiciones
frente a variados temas cotidianos, desde economía hasta política, sin contar
necesariamente con las bases científicas para argumentar. Como seres sociables que somos,
en nuestra relación diaria con nuestros semejantes necesitamos y hacemos uso muchas
veces de argumentos retóricos. Por ello, ambos tipos de argumentos son útiles y necesarios.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

- Fernandez, G. (2017). Comparación entre los argumentos propios de la ciencia y los de la


lógica inventiva. Argumentación y lenguaje jurídico. Aplicación al análisis de una sentencia
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. (2a. edición). México: Universidad Nacional
Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Jurídicas.

- Olivares, R. (2005). El concepto de intuición en Antonio Caso. (N° 58). Pp. 171 – 193.
México: Universidad Autónoma Metropolitana. Iztapalapa, Revista de Ciencias Sociales y
Humanidades.

- Pupo, R. (2004). La verdad como eterno problema filosófico. Artículo científico. Revista
académica de la Universidad de Trieste, Italia.

- Real Academia Española. (s.f.). Pragmatismo. En Diccionario de la lengua española.


Recuperado en 10 de octubre de 2020 de https://dle.rae.es/pragmatismo?m=form

- Vásquez, A. (2012). Antecedentes de la inducción. Análisis del concepto de inducción.


Investigación Educativa. (Vol. 16, N° 30). Perú: Universidad Nacional Mayor de San
Marcos, Instituto de Investigaciones Educativas.

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