Está en la página 1de 88

COLECCIÓN

Breves y esenciales con técnicas útiles y sencillas de aplicar


Embarazo sano, lo esencial

LEONOR ELVIRA RIVAS DE ANDRADE


Contenido

1. Tu bebé, mes a mes

2. La buena nutrición es clave

3. A la hora de comer ¿qué sí y qué no?

4. Cafeína, alcohol, cigarrillo, alucinógenos y medicamentos

5. Malestares más comunes

6. Diferentes actividades ¿cuáles sí y cuáles no?

7. Cuidados especiales de tu cuerpo

Y ... ¡el parto!


Amiga Lectora:
¡Qué alegría! Quizás estás buscando quedar embarazada, o ya lo estás, y en
unos meses tendrás entre tus brazos al maravilloso ser que crecerá dentro de
ti. Sientes inmensa ilusión, pero también te invaden dudas e interrogantes que
quisieras despejar.

Sea que pienses en tener un bebé, o que lleves un tiempo de gestación, lo


primero que debes hacer es acudir a un(a) médico(a) obstetra. Él/ella es el
profesional indicado para examinar tu estado de salud. Indagará por
antecedentes de enfermedades en ti y en tu familia, te pedirá exámenes de
sangre y orina, y una ecografía después de la 7ª semana de gestación, cuando
el embrión ya esté implantado.

En consulta podrás aclarar tus inquietudes: si necesitas tener cuidados


especiales, si tu cuerpo y tu salud, y los de tu bebé, responden correctamente,
y mucho más… Surgirán también otra infinidad de preguntas naturales como:
¿qué puedes hacer y qué no para proteger a tu bebé y cuidarte a ti misma?
¿qué cambios sentirás, qué debes comer y qué no, qué progresos va teniendo
tu bebé, etc.? En este hermoso proceso de la creación y formación de un
nuevo ser humano, los profesionales serán siempre tu mejor guía.

Este Practilibro te brinda toda la información necesaria para llevar un


embarazo sano y exitoso. La autora, y cuatro destacados obstetras asesores,
ponen a tu disposición su valioso conocimiento y su gran experiencia sobre lo
primordial que debes saber, con el fin de lograr que ésta sea una de las
experiencias más plenas de la vida, para ti como mamá, para tu pareja, y para
quienes los acompañan y los aman.
1.

TU BEBÉ mes a mes

Dentro de ti existe una nueva vida que depende en gran parte de tus
cuidados, por esto es tan importante que conozcas cómo evoluciona tu bebé
mes a mes.

El primer trimestre supone procesos esenciales en el desarrollo de sus


órganos, así como un rápido crecimiento y multiplicación de células. Durante
las primeras semanas el embrión duplicará su tamaño cada 24 horas. Por ello
esta etapa es fundamental.

En este período, el más ligero defecto en el programa de formación del


embrión puede tener consecuencias y, en algunos casos podría, inclusive, dar
lugar a malformaciones o pérdida del bebé.

Factores de riesgo como severas deficiencias nutricionales, la exposición a


algunas enfermedades virales o parasitarias (por ejemplo la toxoplasmosis), el
hecho de que la madre fume o consuma grandes cantidades de alcohol,
medicamentos o sustancias alucinógenas, pueden impactar de forma negativa
el desarrollo normal del feto o causar daño en las neuronas ya formadas y/o
que se están formando, especialmente durante los tres primeros meses.
Primer mes
El embrión aún no tiene apariencia humana. La cabeza es apenas
perceptible y comienza la formación del cerebro (quizá el proceso más
delicado) y de las células nerviosas.

Su rudimentario corazón ya tiene pulsaciones y bombea sangre. La


columna vertebral empieza a emerger; pueden vislumbrarse una médula
espinal, sistema digestivo, arcos bronquiales y otros órganos que en forma
asombrosa constituyen una totalidad de sistemas, los cuales comienzan a
funcionar, integrada y armónicamente.
Segundo mes
Al finalizar empiezan a perfilarse los ojos, la nariz, la boca, las orejas…, el
feto ya tiene rasgos humanos.

Se van formando el pecho, el abdomen, los brazos, piernas, pies y dedos


(son extremadamente cortos en este período pero ya son identificables).
Tercer mes
Los brazos, manos, piernas, pies y dedos están casi completamente
formados; comienzan a aparecer las uñas y los dientes; los órganos genitales
ya están definidos y anatómicamente configurados.

El cerebro, espina dorsal y músculos se encuentran conectados entre sí; el


feto puede cerrar el puño, abrir su boca y mover los ojos; es decir, ya se ve
como una “pequeña personita”.

Se inicia el funcionamiento de algunos de sus órganos: en sus pulmones se


perciben movimientos de respiración, el páncreas produce insulina, los
riñones producen orina, las células pueden reaccionar a los impulsos, el feto
flexiona los brazos y patea, pero aún la mamá no alcanza a sentirlo.
Cuarto mes
Ya existe actividad muscular y su corazón late rápidamente (lo cual es
normal en esta etapa). El esqueleto es delgado pero se ha osificado (los
huesos se han hecho más duros), su cabeza es grande y empiezan a aparecer
el pelo, las cejas y las pestañas; su piel es rosada y arrugada; la digestión ha
comenzado a funcionar; ahora el bebé puede chupar dedo. Su crecimiento se
acelera.
Quinto mes
¡Ya puedes sentir a tu bebé, él está cada día más activo! El tamaño y la
fuerza de sus músculos te permiten percibir claramente sus movimientos en el
útero. Ya abre y cierra los párpados, tiene alguna capacidad de visión y puede
reaccionar ante los sonidos.

Sus órganos intestinales han madurado rápidamente, mientras que sus


pulmones no están desarrollados del todo.
Sexto mes
Sientes con fuerza sus pataleos; los órganos sexuales de tu bebé se revelan
claramente, por lo cual ya se puede conocer su sexo por medio de la
ecografía; su sistema auditivo está desarrollándose, ¡oye tu voz! Háblale y
ponle música.

Tu bebé ya tiene huellas en las palmas de las manos y las plantas de los
pies; los huesos de sus manos, dedos, brazos y piernas se han perfilado.
Séptimo mes
Todos los órganos de tu bebé están listos para funcionar
independientemente; el que más desarrollo ha alcanzado es su cerebro,
mientras que sus pulmones no han madurado completamente; de producirse
un parto prematuro, tu hijo podría sobrevivir con cuidados especiales y
asistencia hospitalaria. Al finalizar este mes tu bebé ha duplicado su peso con
relación al mes anterior.
Octavo mes
El bebé continúa su maduración; todos sus sistemas están funcionando; es
vital una buena nutrición los dos últimos meses para el crecimiento final de
sus órganos.
Noveno mes
Tu hijo está listo para venir al mundo. Sus pulmones se encuentran ya
maduros, aptos para recibir las sustancias químicas que les permitan
comenzar a funcionar plenamente. Durante este mes comienza a tomar
posición para el parto: desciende para encajarse en la cavidad pélvica.

TIPS

¿Cuándo debo visitar al obstetra?

Durante todo el embarazo:

- Una vez al mes los 2 primeros trimestres.

- Cada 15 días durante el octavo mes.

- Semanalmente en el noveno.
2.

LA BUENA NUTRICIÓN es clave

El desarrollo de tu bebé y un embarazo saludable dependen, en un altísimo


porcentaje, de tu correcta nutrición.

¿Qué se entiende por una buena nutrición? Que tu dieta sea balanceada
y contenga alimentos que te suministren proteínas, carbohidratos, minerales,
vitaminas, agua, fibra, calorías y grasas.
LAS PROTEÍNAS
Son elementos indispensables para:

- La formación de nuevas células en ti y en tu bebé.

- El desarrollo de los músculos de tu hijo y el fortalecimiento de los tuyos.

- El crecimiento de la placenta y del útero.

- El buen funcionamiento de sus metabolismos.

- El balance de los líquidos en sus organismos.

- La prevención de infecciones.

- El desarrollo del cerebro y demás órganos de tu bebé.

- Mantener la piel, las uñas y el cabello tuyos y de tu hijo sanos.

La necesidad de proteínas se incrementa a medida que avanza el embarazo;


el desarrollo integral de tu bebé depende en gran medida de tu consumo de
éstas.

¿Dónde encontrarlas?

En alimentos derivados de los animales como: pollo, pavo, pescado,


mariscos, atún (fresco o enlatado), ternera, cerdo, carne de res, huevos y
leche, que contienen los aminoácidos necesarios para los procesos esenciales
en ti y tu bebé.

En vegetales y granos: berenjena, alcachofa, espinaca, fríjol de todo tipo,


ajonjolí, semillas de girasol, lentejas, garbanzos, nueces, maní, granos
enteros… Los granos germinados (como el trigo y las raíces chinas).
¿Cómo consumir proteínas?

Más que consumir cantidad en una sola comida, el secreto está en comer
varias veces al día alimentos que las contengan, en porciones pequeñas, o sea
lo que se llama “dieta fraccionada”, pues las proteínas no se acumulan en el
organismo, sino que son aprovechadas inmediatamente se consumen.
LOS CARBOHIDRATOS
Te proporcionan la energía para realizar tus actividades. Son vitales para el
ejercicio y el trabajo interno y externo de tu cuerpo y para el desarrollo de tu
bebé.

Son energía de rápida adquisición, de modo que si el cuerpo requiere en un


momento dado un aporte extra, lo puede obtener en forma inmediata de los
carbohidratos, y no tiene que acudir a las grasas, cuya extracción energética
resulta siempre más difícil. Los vegetales y ciertos tejidos animales contienen
carbohidratos, tales como la glucosa que es fundamental para todo el
organismo.

¿Dónde puedes encontrarlos?

En los alimentos derivados de las plantas como avena, arroz, cebada, trigo,
maíz, legumbres, tubérculos (papa, yuca, arracacha, calabaza, etc.) y en las
diferentes variedades de plátanos; igualmente en las harinas o en productos
preparados con ellas como pan, galletas, tortas, pasteles, pastas, etc.

¿Cómo debo consumirlos?

La mejor forma de hacerlo durante el embarazo es en pequeñas porciones


(seis al día) para prevenir las náuseas; prefiere los granos no procesados
(arroz, pastas integrales…), que además de energía, te dan vitaminas,
minerales y fibra; sustituye las harinas corrientes por integrales o
multicereales.
LAS VITAMINAS Y LOS MINERALES
Son básicos para: - El buen funcionamiento del sistema inmunológico de
ambos.

- La prevención de enfermedades como la anemia.

- La eliminación eficaz de sustancias tóxicas por parte del organismo.

- El correcto funcionamiento intestinal y del sistema nervioso.

- El desarrollo de todos los órganos de tu bebé y el fortalecimiento de los


tuyos, especialmente los de la visión.

¿Dónde los encuentro?

En las frutas cítricas como la naranja y el limón, las fresas, la guayaba, la


manzana, la pera, el melón, etc.; en las hortalizas como espinacas, lechuga,
acelgas, etc., y en las verduras como el brócoli, las habichuelas, la
alcachofa, la zanahoria...; los minerales también se encuentran en el agua.
Todos son esenciales en tu nutrición, ya que se complementan unos con
otros; una dieta diversificada es la ideal; los que debes consumir en mayores
cantidades son:
CALCIO

¿Por qué es tan importante?

- Porque interviene en la formación de los huesos y dientes de tu bebé, y


evita el debilitamiento de los tuyos durante el embarazo.

- Facilita el funcionamiento del corazón, ayudando a que palpite


rítmicamente; interviene en la correcta coagulación de la sangre y es
imprescindible especialmente durante los últimos tres meses de
gestación, cuando los huesos de tu hijo se están fortaleciendo y
creciendo. El niño en gestación utiliza las reservas de calcio de la madre.

- Algunos estudios concluyen que el calcio disminuye el riesgo para la


madre de sufrir enfermedades en el embarazo tales como la toxemia.

¿Qué alimentos lo contienen?

Su principal fuente es la leche (entera o sin grasa), y sus derivados como


queso, ricotta, cuajada, requesón, yogur, kumis... También el brócoli, la
leche de soya, el salmón, el fríjol seco, las sardinas (enlatadas con hueso) y
las almendras.

TIP

Para que el calcio se fije en los huesos es necesario que vaya


acompañado de la vitamina D, que es la que provee el sol; por
esta razón es importante que recibas diariamente dosis mínimas
de baños de sol, por ej. es suficiente caminar al aire libre 10
minutos.
En algunos casos tu médico puede formularte un suplemento de calcio en
pastillas; consume únicamente la cantidad señalada y sigue rigurosamente sus
especificaciones, pues algunas cápsulas vienen combinadas con otros
minerales que pueden causarte molestias.

¿Y si presento deficiencias de calcio?

Puedes sufrir de insomnio, irritabilidad, dolor en las piernas, molestias


uterinas, alta presión sanguínea, caries, y a largo plazo, osteoporosis.
HIERRO

¿Cuáles son sus cualidades?

- Es indispensable para la producción de hemoglobina, uno de los


componentes de los glóbulos rojos que transportan el oxígeno en la
sangre.

- Si no consumes suficiente hierro, especialmente durante el último


trimestre del embarazo, tu bebé dispondrá de tus reservas, lo que puede
ocasionarles anemia a ambos.

¿Qué alimentos son ricos en hierro?

Hígado de pollo y de res, cangrejo, fríjoles, espinaca, carne de res, pollo


sin piel, ostras, pistachos, brócoli, guisantes, almendras, atún, ciruelas y
uvas pasas, granos enteros.

Claves para aprovechar los alimentos que contienen hierro

- Consume los alimentos que contienen hierro acompañados de los que


contengan vitamina C (atún aderezado con jugo de limón…), para que
absorbas mejor dicho mineral.

- El hierro de alimentos derivados de animales se absorbe mejor.

- Obtendrás mejores resultados si consumes entre comidas alimentos que


tengan hierro.

- No comer alimentos ricos en hierro acompañados de té, colas, café o


pastillas suplementarias de calcio, pues pueden bloquear su absorción;
espera siquiera una hora para tomarlos.

- Utiliza poca agua en la cocción de carnes y vegetales.


- Escoge granos enteros (integrales), ya que los refinados pierden el
hierro.
VITAMINA C

¿Cuáles son sus cualidades?

La vitamina C es indispensable para: - El desarrollo, mantenimiento y


fortalecimiento de huesos, dientes y vasos sanguíneos, tuyos y de tu bebé.

- La formación de colágeno.

- La absorción de hierro y ácido fólico en ambos.

¿Qué alimentos tienen vitamina C?

Las frutas cítricas (naranja, limón, toronja, etc.), papaya, melón, guayaba,
patilla, fresas, tomate, brócoli (rico en nutrientes), coliflor, repollitas.
Consume los alimentos ricos en vitamina C inmediatamente después de
pelarlos, partirlos o prepararlos, porque al ser expuestos al aire pierden gran
parte de sus propiedades.
ÁCIDO FÓLICO
Es un derivado de la vitamina B, imprescindible para la formación de los
tejidos de tu bebé; su deficiencia puede afectar el sistema nervioso del feto.

TIP

El ácido fólico se pierde fácilmente en los alimentos: no los


sometas a temperaturas muy altas ni a exceso de cocción.

¿Cuáles son sus cualidades?

- Trabaja con las proteínas y el hierro en el desarrollo de los tejidos.

- Actúa en conjunto con el hierro para la producción de sangre.

- Previene la anemia.

- Reduce los riesgos de que el bebé nazca con defectos en su columna


vertebral.

- Interviene en el desarrollo del crecimiento de las células fetales.

¿Qué alimentos lo contienen?

Por ser definitivo en la prevención de la anemia, durante el embarazo debes


aumentar su consumo: espinacas, brócoli, coliflor, espárragos, lentejas,
fríjoles, huevos, hígado de pollo y res, melón y naranja.

¿Cómo aprovechar mejor las vitaminas en los vegetales?


- Prefiere los vegetales frescos a los enlatados.

- Ten en cuenta que el color fuerte propio de algunos vegetales y frutas


es señal de que contienen mayor cantidad de nutrientes: fresas,
zanahorias, duraznos, espinacas, brócoli, que es el vegetal más completo
en términos de nutrición, pues contiene calcio, hierro, vitaminas (C
especialmente) y fibra.

- Guarda los vegetales en el refrigerador, empacados al vacío, para evitar


que pierdan sus vitaminas.

- No los hiervas; cocínalos al vapor o en microondas con un mínimo de


agua, y evita sobrecocinarlos, ya que reduce sus vitaminas.
EL AGUA

¿Por qué aumentar el consumo de agua?

Para mantener el balance de los líquidos en los tejidos, en la masa


muscular, en el plasma de la sangre y en las células rojas, y puesto que
interviene en el buen funcionamiento de la digestión; en el embarazo
necesitas consumir mucha agua, la cual contribuye a mantener sanas tu
circulación, la de la placenta y la del bebé, ya que tu cuerpo aumenta el
volumen sanguíneo total hasta en un 50% para la etapa final.

¿Cuánto es suficiente?

Por lo menos 6 a 8 vasos al día (antes y después de las comidas, no con


ellas).
LA FIBRA
Es la parte firme de los vegetales y frutas (bagazo), la que forma la
estructura; el intestino no puede digerirla, por lo cual ejerce una función de
limpieza en el organismo, es decir, “barre” los residuos, participa en la
evacuación de sustancias tóxicas del cuerpo, ayuda a bajar el nivel de
colesterol, y constituye un arma eficaz contra la obesidad.

TIP

Consume los alimentos ricos en fibra, enteros, con cáscara y


bagazo, para obtener mejores beneficios, ya que en ellos se
concentra la mayor cantidad de nutrientes.

¿Dónde se encuentra y cómo la consumo?

Son ricos en fibra los alimentos que tienen tallos, cáscaras o pepas
comestibles, como las frutas (manzana, duraznos, peras, melocotones,
mango, etc.), fríjoles, cebada, avena, nueces, granos enteros, salvado,
germen de trigo, arroz integral, vegetales crudos (lechuga, zanahoria,
espinacas), guisantes. Deben consumirse acompañados de abundante agua,
pues la fibra -que actúa como una esponja- necesita absorberla para efectuar
su trabajo.
LAS GRASAS
Los depósitos de grasa en tu cuerpo y el de tu bebé tienen funciones claves:
- Actúan como colchones protectores de los órganos vitales.

- Ayudan a mantener la temperatura del cuerpo.

- Proveen energía a los músculos (incluyendo el corazón).

- Ejercen ciertas funciones sobre las glándulas endocrinas.

- Mantienen lubricados la piel y el cabello.

Sólo necesitas pequeñas cantidades de grasa que te proveen los alimentos;


es importante que moderes su consumo durante el embarazo, porque el
exceso produce: malestares matutinos, agrieras, aumento en el nivel del
colesterol, dificultad para digerir las comidas, elevación de la presión
sanguínea, y subida de peso sin nutrir, lo que ocasiona dificultades en el
embarazo y el parto.

Cómo controlar el
consumo de grasas
En vez de... Consume...
Atún enlatado Atún en agua
en aceite
Pato, muslos, Pechuga de
piernas, alas pollo y pavo
de pollo sin piel
Embutidos Pescado,
(salchichas, langostinos,
jamones) camarones,
etc.
Hamburguesas Carnes
magras
Leche entera Leche sin
grasa
Yogur Yogur natural
entero y bajo en
grasa
Queso Quesos
americano, descremados
suizo, doble
crema
Quesos Queso
maduros cottage,
(azul, requesón,
gruyere, campesino,
Emmenthal, mozarella
etc.)
Aceitunas Vegetales
Sopas en Sopas o
crema caldos de
pollo,
vegetales,
fríjol, etc.
Maní Nueces

TIPS

- Escoge carnes magras y retírales cualquier excedente de


grasa; cocina y consume siempre las aves sin piel (ésta contiene
exceso de grasa; prefiere la pechuga).

- Selecciona los lácteos bajos en grasa.


- Sustituye salsas y aderezos que contengan grasa por los que
tengan tomate, jugo de limón, salsa de soya, vinagre, aceite de
oliva…

- Prefiere los aceites puros (de origen vegetal) como el de oliva,


soya, girasol, maíz o canola, en vez de los elaborados a base de
mezclas, los de origen animal o el aceite de palma o coco.

- Consume los huevos cocidos en agua, tibios o al horno.


3.

A LA HORA DE COMER ¿qué sí y


qué no?

El embarazo no es momento para bajar de peso ni para comer por dos; lleva
una dieta balanceada, pues si tu alimentación es pobre en nutrientes puede
ocasionar una disminución en aporte de elementos esenciales para tu bebé, lo
cual influye en su crecimiento y desarrollo y, en el peor de los casos, genera
lesiones cerebrales o en otros órganos del bebé, poniendo en riesgo su vida.

- Necesitas un 20% de calorías extras, pero no el doble.

- No debes aumentar más de 10 a 15 kilos durante todo el embarazo, que


corresponden a un aumento de peso normal y no a un exceso de grasa.

- La obesidad puede causar enfermedades y dificultades durante los


últimos 3 meses de gestación.

¿Debo evitar la sal?

Sólo reducirla; tu organismo necesita sodio, pero como también lo


contienen otros alimentos, tu consumo de sal debe ser en pequeñas
cantidades.

El exceso de sal causa: - Hipertensión.


- Dificultades al corazón en su trabajo de bombear sangre.

- Retención de líquidos, especialmente durante el embarazo.

TIP

Reemplaza la sal, en ciertos alimentos, por hierbas y especias


como mostaza, orégano, paprika, salsa de soya o limón.
¿Y el azúcar?
Las frutas y vegetales contienen la cantidad suficiente de azúcar que tu
organismo necesita, por esto es aconsejable limitar el consumo de cualquier
clase de azúcares o dulces procesados, ya que el exceso puede causar: fatiga,
caries, obesidad, trastornos en tu metabolismo y en el del bebé, y prediabetes
o diabetes.
¿Puedo usar edulcorantes (endulzantes artificiales)?
Debes moderar su uso durante el embarazo. Los que son alimento natural
como la estevia no presentan contraindicación alguna, el uso de aspartame
tampoco. Sin embargo, consulta con tu obstetra, pues hay mamás que sufren
una rara afección genética que inhibe su descomposición y puede acumularse
en el organismo. Trata de evitar la sacarina que traspasa la placenta, entra al
riego sanguíneo del bebé, cuyo organismo es incapaz de eliminarla. En todo
caso, los riesgos con el uso moderado de los edulcorantes son mínimos.

Hábitos saludables

- Nunca prescindas del desayuno: comenzar el día con bajo


nivel de energía hace que tu metabolismo consuma las calorías
de reserva, lo que puede producirte fatiga, mareos o náuseas.

- No dejes pasar períodos largos sin consumir algún alimento.


Evita llegar a sentirte hambrienta, pues después comerás en
exceso, consume alimentos saludables entre comidas: frutas,
quesos, granos, cereales…

- Las proteínas deben combinarse con un carbohidrato


(elemento calórico), para que sus cualidades constructoras no
se desperdicien y produzcan la energía que tu cuerpo necesita.

- Evita las bebidas gaseosas (sodas). Toma agua entre las


comidas.

- Prefiere las comidas caseras a los platos muy elaborados que


puedan perder sus cualidades nutritivas.

- Distribuye tu alimentación diaria en 6 comidas (porciones


pequeñas), en vez de 3.
- Aliméntate cada 2½ ó 3 horas para mantener un nivel estable
de azúcar en la sangre, y así evitar los malestares digestivos del
embarazo.
¿Qué se entiende por entrecomidas adecuadas?
Son pequeñas meriendas que deben incluir proteínas y carbohidratos. Por
ejemplo:

- Tajadas de queso mozzarella con pan integral o de granos.

- Huevo duro con galletas de soda (crackers).

- Atún con galletas.

- Yogur natural con cereales.

- Panes multicereales, galletas de avena o de otros granos integrales


como arroz, nueces, almendras naturales, avena, etc.

- Otra opción son los granos enteros, tostados y empacados (como


cacahuetes, habas...), garbanzos, lentejas, trigo, cebada, semillas de
girasol, etc.

- Asimismo, las frutas y vegetales como manzana, tomate, zanahoria,


apio, etc., la leche sin grasa y los granos germinados.
¡Tengo deseos locos de comer…! ¿qué hago…?
Es lo que comúnmente llamamos antojos: trata de satisfacer tus deseos con
alimentos saludables, por ejemplo, si quieres hamburguesa prepárala con
carne magra, tomate, lechuga y pan integral.
4.

CAFEÍNA, ALCOHOL,
CIGARRILLO, alucinógenos y
medicamentos

¿Es nociva la cafeína?


En el té, el café y las colas se encuentra la cafeína, estimulante que activa el
sistema nervioso causando agitación -tanto en ti como en tu bebé- pues
traspasa la placenta.

Existen estudios que indican que su alto consumo (8 tazas de café al día)
puede inducir a riesgos de pérdida o nacimiento prematuro. Por lo tanto, es
aconsejable disminuir su consumo. Además, la cafeína impide la absorción
de los nutrientes; por eso, si consumes estas bebidas, tómalas lejos de las
comidas y nunca con suplementos vitamínicos.
¿Puedo tomar bebidas alcohólicas?
El mejor consejo es: NO. En pequeñas y habituales cantidades puede
producir en tu bebé talla y peso por debajo de lo normal; esto no quiere decir
que no puedas probar ni un vino durante todo el embarazo (ocasionalmente
una copa no presenta riesgos). Sin embargo, ten en cuenta que la
concentración de alcohol que llega a la sangre de tu bebé es un 50% a 70%
mayor que la que tú recibes.

Los bebés de madres que consumen altas cantidades de alcohol tienen


muchos riesgos de sufrir lesiones cerebrales, tendencia a diversas adicciones,
bajo coeficiente intelectual y dificultades de aprendizaje.
¿Cigarrillo?
¡Por ningún motivo! éste disminuye considerablemente la cantidad de
oxígeno y nutrientes que le llegan a tu hijo, puede causar aborto, retardo de
crecimiento intrauterino o parto prematuro. Está comprobado que los bebés
de madres fumadoras nacen con peso y talla por debajo de lo normal, y
presentan predisposición a enfermedades al nacer.
¿Qué consecuencias trae el consumo de alucinógenos?
Produce lesiones en el cerebro del bebé (retardo mental), bajo peso y,
síndrome de abstinencia, es decir, sufrimiento por no recibir dosis de droga,
tendencia a diversas adicciones y otras graves consecuencias.
¿Y qué debo saber acerca de los medicamentos?
Todos los organismos reaccionan en forma diferente a las medicinas, así
que por ningún motivo acudas a medicamentos que no hayan sido formulados
por tu obstetra, así sean de uso común; esto incluye el ácido acetilsalicílico
(aspirina), pues en algunos casos puede ocasionar efectos sobre la
coagulación de la sangre y provocar hemorragias o alteraciones en el corazón
del bebé; ingiérela únicamente si tu médico lo indica.

Tampoco consumas otros medicamentos aunque los hayas tomado


anteriormente, porque algunas sustancias pueden causar alteraciones en el
desarrollo de tu hijo o exponerlo a riesgos innecesarios, debido a que muchas
de dichas drogas pasan al bebé, en alguna proporción, a través de la placenta.

Si por razones distintas al embarazo acudes a otro doctor, adviértele de tu


estado y, antes de utilizar las medicinas formuladas por él, consulta con tu
obstetra.
¿Se pueden tomar antibióticos?
Sí, pero sólo bajo prescripción médica y de acuerdo con la enfermedad, ya
que no todos los antibióticos son igualmente seguros o recomendables
durante el embarazo.
¿Y… Rayos X?
Sólo deben tomarse en caso de estricta necesidad y con la debida
protección, mediante el uso de un delantal de plomo. Aunque los posibles
daños por Rayos X son bajos, siempre debes informar al médico si sabes o
sospechas que estás embarazada.

Esta precaución debe ser mayor durante los primeros meses de gestación.
5.

MALESTARES MÁS COMUNES


Indisposiciones matutinas y náuseas

¿Sientes malestar al levantarte y en las tardes?


Diversos estudios muestran que esto es ocasionado por el aumento de
estrógenos y por el cambio en las hormonas del organismo, al igual que por
cierta descompensación en el nivel de azúcar en la sangre; por lo general,
ceden después de los 3 primeros meses.

¿Qué puedo hacer?

No existe cura para ellos, pero puedes tratar de prevenirlos y


aliviarlos. Consejos claves:

- Mantén en tu mesa de noche galletas de soda, de avena, de


cereal o de nueces. Come una o dos inmediatamente te
despiertes y antes de salir de la cama. Descansa 15 minutos y
luego levántate lentamente, sin hacer movimientos bruscos.

- Toma un desayuno balanceado; come despacio.


- Consume con frecuencia pequeñas cantidades de comida
nutritiva, pues la sensación de náuseas aumenta con el
estómago vacío.

- Toma mucho líquido entre comidas.

- Bebidas como té, agua mineral o leche, te ayudarán a sentirte


mejor.

- Las comidas y líquidos fríos producen menos náuseas, ya que


son mejor tolerados por el estómago.

- Evita las grasas, aceites, fritos y picantes. Si sientes náuseas


no consumas por el momento ajo, cebolla, coliflor o aceite de
oliva.

- Come alimentos que contengan almidón como papa, arroz,


pan, galletas, tostadas, porque la falta de carbohidratos en el
organismo produce náuseas y fatiga.

- La raíz de jengibre es excelente para aliviar las náuseas: se


corta en rodajas y se hierve en una taza de agua; igualmente la
infusión de yerbabuena, menta o clavo. En todo caso, no debes
usar otras hierbas no recomendadas aquí, que pueden ser
perjudiciales.

- Procura permanecer en lugares donde haya aire fresco.

- Recuéstate colocando los pies un poco elevados, hasta cuando


la sensación haya pasado.

- Si los malestares son severos, consulta con tu obstetra. Los


vómitos frecuentes ocasionan pérdida de nutrientes y producen
deshidratación, pero tienen tratamiento.

- Si estás tomando algún suplemento vitamínico o mineral


consulta con tu doctor(a), puesto que en ciertos casos pueden
acentuar las náuseas.
VÓMITO PERSISTENTE
En ocasiones, no muy frecuentes, el vómito puede persistir y volverse
constante, lo cual hace indispensable ver si requieres un tratamiento especial
para evitar deshidratación, pérdida de electrolitos y una posible desnutrición.
Controlado a tiempo, no traerá consecuencias en tu salud ni en la de tu bebé.

TIPS

Para evitar el reflujo que puede ocasionar el vómito se


recomienda:

- Consumir alimentos sólidos sin líquidos adicionales.

- Fraccionar las comidas.

- No acostarse inmediatamente después de comer.

- Ante todo, un ambiente de tranquilidad personal y familiar.


LOS MOLESTOS GASES
Se presentan, generalmente, durante los primeros meses, debido a que en la
gestación, por efecto de los cambios hormonales, los movimientos de comida
en el estómago y en el tracto gastrointestinal se hacen más lentos.

¿Cómo ayudarse?

- Consumir en menor medida alimentos que normalmente producen


gases como coliflor, cebolla, brócoli, aguacate, fríjol, maní, habichuelas,
vegetales crudos (repollo, tomate, cohombro) y frutas como la guayaba,
el melón y el melocotón. Consúmelos en porciones pequeñas y no más de
uno en una misma comida. Evita las bebidas gaseosas (sodas, colas),
embutidos y comidas fritas.

TIPS

- Para facilitar la expulsión de los gases bebe infusiones de


romero, menta o anís.

- Practica este ejercicio: acostada boca arriba, lleva las rodillas


dobladas hacia tu pecho, sosténlas por un tiempo, respirando
profundamente.
LAS AGRIERAS
El cambio en tus hormonas provoca relajamiento en el esfínter del esófago,
aumentando el tiempo de permanencia de los ácidos dentro del estómago;
esto ocasiona reflujo, el cual produce sensación de fuego (agrieras o acidez).

¿Cómo las evito?

- No comas en exceso.

- Nada de alimentos que estimulen la secreción de ácidos en el estómago


como cafeína, picantes, jugos ácidos, salsa de tomate, gaseosas (colas),
grasas ni exceso de harinas.

- No te acuestes inmediatamente después de comer algo; descansa en una


silla o semisentada (coloca un cojín en la cama y/o unos ladrillos debajo
de las patas delanteras de ésta para que la cabecera quede más alta).

- No consumas antiácidos sin indicación médica, pues pueden bloquear


la absorción de vitaminas y minerales.
ESTREÑIMIENTO O CONSTIPACIÓN
Tiende a agudizarse durante el embarazo, porque el aumento en la
producción de la progesterona -hormona que aminora los movimientos
intestinales- causa disminución de frecuencia en las deposiciones y las hace
más difíciles.

A medida que el bebé hace mayor presión sobre el colon, el estreñimiento


puede aumentar; como consecuencia de la constipación hay distensión y
dolor abdominal; el endurecimiento de la materia fecal puede producir
hemorroides.

Cómo combatirlo…

- Consume alimentos con alto contenido de fibra.

- Bebe mucho líquido, pues la fibra sola puede empeorar el


estreñimiento.

- Toma 2 vasos de agua con el desayuno.

- Incluye en tu dieta alimentos naturales laxantes: ciruelas, uvas pasas,


higos, dátiles, pitahaya (en poca cantidad y no diariamente), papaya,
piña, granadilla, etc.

- Come una porción de fruta entera antes de acostarte.

- Haz ejercicio, camina por lo menos 15 minutos diarios.

- Trata de regular la evacuación diaria siempre a la misma hora,


preferiblemente en la mañana, cuando estés más tranquila; aunque no
sientas deseos, relájate y tómate el tiempo necesario.

- Por ningún motivo tomes laxantes sin indicación de tu obstetra, ya que


el intestino se acostumbra a funcionar sólo con ellos y además irritan el
estómago.
LAS HEMORROIDES
Como se dijo, son consecuencia del estreñimiento y pueden aparecer o
agudizarse con la gestación, por la tensión que sobre las venas del área rectal
se ejerce debido a la dificultad para evacuar, y la presión del bebé en la
pelvis.

¿Cómo evitarlas?

Combatiendo el estreñimiento y aplicándose duchas de agua fría, o


poniéndose compresas de hielo en el área rectal, y cremas formuladas, lo que
ayuda a desinflamar las venas.

POR QUÉ SE HINCHAN LOS PIES

Los pies y los tobillos pueden hincharse, pues en el embarazo la circulación


sanguínea se hace más lenta. Al crecer el volumen del útero y ejercer una
mayor presión intra-abdominal, se aumenta la tensión de los líquidos en las
venas de los miembros inferiores. El exceso de sal también contribuye.

En otros casos se puede presentar por excesiva retención de líquidos en los


tejidos, como consecuencia de problemas renales que se agudizan durante la
gestación; puede ser síntoma de pre-eclampsia o toxemia; o falta de proteínas
en el organismo, las cuales mantienen los líquidos en las arterias y las venas,
y su deficiencia hace que el líquido tienda a quedarse en los tejidos,
formando un edema (inflamación)

¿Se puede prevenir?

Ante todo, el obstetra determina cuál es la causa; si es por una enfermedad


renal la hinchazón persiste aun después de largos períodos de descanso (al
levantarse en las mañanas) y, además, se presenta de un momento a otro en la
cara y las manos; en cualquier caso él te dirá cómo proceder; nunca debes
medicarte ni tomar diuréticos sin su guía.

Si es sólo consecuencia del embarazo, puede ayudar: caminar diariamente,


cambiar de postura periódicamente -especialmente si trabajas de pie- o
cuando estés sentada, y elevar los pies durante 15 minutos, varias veces al
día. Beber agua es el mejor diurético. Disminuye el consumo de sal y de
alimentos que la contengan.
¿QUÉ ES TOXEMIA?
La pre-eclampsia o toxemia es una enfermedad que consiste en el espasmo
de las arterias de tu cuerpo, incluidas aquellas que alimentan el útero,
reduciendo su aporte a la placenta, lo que puede ocasionar efectos
perjudiciales o aun la pérdida del bebé.

Se manifiesta por hipertensión sanguínea o presión alta, pérdida masiva de


proteínas por la orina, súbito aumento de peso (más de 3 libras por semana
durante el segundo trimestre, causado por una anormal retención de líquidos),
dolores intensos de cabeza, irritabilidad, y en algunos casos, convulsiones.

¿Qué precauciones debo tener?

Cuida que tu alimentación esté bien balanceada; una mala nutrición


aumenta el riesgo de toxemia; mantén un buen control prenatal (exámenes
regulares de orina y de tensión pueden identificarla a tiempo); el descanso es,
igualmente, una de las mejores ayudas.
LOS CALAMBRES
Se presentan generalmente en los últimos cuatro meses, debido
principalmente a deficiencias de calcio, potasio u otros minerales.

Es esencial consumir alimentos ricos en potasio como papas, aguacate,


arroz, sardinas, banano y jugo de naranja. En cuanto al magnesio, comer
salsa y fríjoles de soya, almendras, nueces y espinacas; si es necesario, el
médico(a) puede formular dosis extras de dichos minerales.

¿Qué puede aliviar los calambres?

Aplicar calor sobre el músculo adolorido y practicar algunos de estos


ejercicios:

Siéntate y estira completamente la pierna afectada; toma con la mano los


dedos del pie; dóblalo a partir de las puntas halándolo hacia el frente, hasta
sentir que los músculos de la pierna se tensionan.

Párate manteniendo los pies planos y presiona el talón tan fuerte como
puedas hacia el piso.

Acuéstate boca arriba y dobla las rodillas, llevándolas hacia el pecho


(mánten esta posición por unos minutos).
VENAS QUE SE BROTAN O VÁRICES
Por la compresión del útero sobre las venas y arterias que llevan y traen la
sangre de la pelvis y de las piernas, la circulación se hace más lenta; las venas
deben trabajar más para retornar la sangre al corazón, lo cual provoca su
dilatación y hace que se presenten las várices y/o sean más visibles las venas.

También contribuye a este fenómeno el aumento de peso propio del


embarazo; por esto se presentan con mayor frecuencia hacia los últimos
meses.

¿Qué debo hacer?

Puedes evitar que las venas se congestionen tanto, así:

- Usa medias antivárices especiales para maternidad, o algún soporte


como vendas elásticas.

- No permanezcas en pie por períodos largos de tiempo.

- Camina constantemente, aunque sea en espacios cerrados.

- Prefiere sentarte en el suelo a estar parada.

- Al acostarte o sentarte, coloca los pies en alto, arriba del nivel de la


cadera.

- Si es posible, recuéstate algunos momentos del día.

- Practica este ejercicio: acuéstate boca arriba, levanta las piernas y haz
movimientos de bicicleta.

- Evita subir excesivamente de peso.


MAREOS Y DESMAYOS
Pueden ocurrir con mayor frecuencia hacia la mitad del embarazo, debido a
cambios de la presión sanguínea, a poca circulación en las piernas y pies,
después de haber estado sentada o parada durante mucho tiempo.

¿Qué puedo hacer?

Siempre que tengas oportunidad es conveniente sentarte y mover las


piernas como si estuvieras montando en bicicleta.

Los mareos pueden presentarse cuando se está en sitios poco ventilados,


donde hay mucha gente. Si llegas a tener una sensación de desmayo, siéntate
inmediatamente y lleva la cabeza hasta las rodillas, colocándola entre ellas. Si
esta situación se presenta acompañada de visión borrosa, debes consultar
inmediatamente con tu obstetra.
DOLOR DE ESPALDA
Al crecer el abdomen y aumentar de peso, se produce un desequilibrio en la
columna.

¿Qué puedo hacer?

- Procura dormir en colchón duro.

- Aplica calor en la espalda y acude a unos buenos masajes.

- Adopta una correcta posición al dormir: acuéstate de lado, coloca la


cabeza sobre una almohada firme y otra almohada entre las rodillas.

- Evita permanecer en pie durante mucho tiempo.

- No cargues objetos pesados, y cuando tengas que llevar algo (de poco
peso), repártelo entre los dos brazos.

- Practica los siguientes ejercicios para fortalecer los músculos y


conseguir alivio:

Acuéstate y presiona la cadera y la columna contra el piso; descansa y repite.


Colócate –con la columna recta y la mirada hacia abajo- baja la cabeza, toma
aire arqueando la columna hacia arriba; expira lentamente y, poco a poco,
regresa a la posición inicial.

Acuéstate, eleva la cadera e inspira aire al mismo tiempo; expira mientras


vuelves lentamente a la posición inicial.

Acostada, pon toallas enrolladas debajo del cuello y de la región lumbar;


mantén esta posición durante diez minutos; retíralas y descansa unos minutos.

Si en las actividades diarias no asumes una correcta postura de la espalda -


sumando el peso del bebé- la columna resultará cada vez más maltratada y
adolorida, y los músculos más tensionados.
MUCHO SUEÑO O… INSOMNIO
La necesidad de dormir aumenta durante los primeros meses de embarazo:
se requieren de 8 a 10 horas de sueño diario y una corta siesta durante la
tarde.

Los últimos meses, por el contrario, te puede costar trabajo dormir debido
al tamaño del útero, a los movimientos del bebé, a la dificultad para respirar,
a los calambres o a la necesidad de orinar frecuentemente, etc.

¿Qué hacer?

- Toma una ducha templada y bebe un vaso de leche tibia antes de


acostarte.

- El ejercicio diario es fundamental; nunca tomes pastillas para dormir.


CUIDADO CON LA TOXOPLASMOSIS
Esta enfermedad infecciosa causa malformaciones en el bebé y puede ser
motivo de abortos espontáneos. Debes hacerte un examen de laboratorio,
idealmente antes o por lo menos al comienzo del embarazo, para detectar si
existe la presencia de anticuerpos contra toxoplasmosis en tu organismo.

Si tienes contacto a menudo con gatos, puedes estar predispuesta a contraer


la enfermedad; sus heces son la principal vía de transmisión.

Si nunca has tenido esta enfermedad (o sea que no hay anticuerpos en tu


sangre según los exámenes) es conveniente evitar el contacto con mascotas y
otros animales, no consumir carne de cerdo y vísceras, cuidar que otras
carnes estén perfectamente cocidas, y lavar muy bien las frutas y los
vegetales.
SANGRADO O FLUJO VAGINAL
Algunas mujeres embarazadas presentan un sangrado escaso durante
cualquier fase del proceso; debes consultar con tu obstetra, porque puede ser
síntoma de irregularidad.

Si hay sangrado abundante, inmediatamente busca asistencia médica; no


hay que alarmarse, pues esto no significa necesariamente consecuencias
graves.

Un flujo vaginal blanco o amarillo pálido e inodoro es normal; si es


abundante, con un olor desagradable y causa rasquiña, acude al doctor(a),
puede ser signo de infección y requerir tratamiento.
¡POR MOMENTOS ESTOY EUFÓRICA Y LUEGO
DEPRIMIDA!
Estos cambios repentinos de humor son normales, y se deben al aumento de
estrógeno y progesterona en el organismo.

Pueden ser signos de alarma durante el embarazo:

- Sangrado o flujo por la vagina.

- Dolor o cólico muy intenso en el bajo vientre (sobre todo si es central)


y/o en la boca del estómago, y no cede.

- Fiebre no acompañada de gripe.

- Náuseas y vómitos, mínimo tres veces en una hora.

- Vómito acompañado de moco, bilis o sangre.

- Hinchazón exagerada de las manos y la cara.

- Visión borrosa, especialmente si se ven puntos o líneas.

- Dolores de cabeza continuos.

- Después de haber sentido los movimientos del bebé, detectar una


disminución o ausencia de los mismos durante un período de 12 horas.

- Ardor al orinar.

- Flujo repentino de agua o continuo goteo que provenga de la vagina


(sospecha de ruptura de la fuente).

- Disminución de peso.
- Cualquier accidente o caída.

TIP

Evita las personas con gripe, y enfermedades contagiosas o


eruptivas (rubéola o roséola). Si no las has tenido nunca y las
contraes los primeros 4 meses de embarazo, tu bebé puede verse
afectado con malformaciones, ceguera o sordera.
¿Por qué los exámenes de laboratorio?
- Análisis de orina: sirve para detectar problemas como diabetes, pérdida
de proteínas (signo de pre-eclampsia) o infección urinaria.

- Presión sanguínea: si es elevada puede ser signo de toxemia.

- Exámenes de sangre: permiten saber tu Rh, el nivel de azúcar en la


sangre, y detectar infecciones y/o enfermedades como rubéola,
toxoplasmosis, etc.

- Examen del flujo vaginal: revela si hay algún tipo de infección (por ej.
gonorrea, etc.) que pueda perjudicar el embarazo.

- Ultrasonido (Ecografía): muestra el desarrollo del bebé; debe tomarse


sólo cuando el obstetra lo ordene.
6.

DIFERENTES ACTIVIDADES
¿cuáles sí y cuáles no?

La actividad física en el embarazo es indispensable para mantener los


músculos tonificados y flexibles; esto contribuye a un parto fácil y rápido, a
regular la respiración, a dormir mejor y a no comer en exceso.

Después de hacer ejercicio puedes sentir unas ligeras contracciones en el


útero que son normales. Debes suspenderlo si te causa náuseas, dolor,
dificultad al respirar o si las contracciones son fuertes y seguidas.
¿Cuáles ejercicios NO?
Montar a caballo o en bicicleta, patinar, esquiar y, en general, los deportes
fuertes en los que corres riesgo de caer, ser lastimada o tener cambios
anormales de temperatura.
¿Cuáles ejercicios SÍ?
El embarazo no es el momento para iniciar una rutina de ejercicios fuertes o
deportes. El ejercicio más saludable y seguro es caminar, ya que contribuye a
mantener una buena circulación. Otros ejercicios recomendables, si los
practicabas antes de quedar embarazada son: la natación (especialmente
indicada), el tenis, la bicicleta estática… todo con moderación.

Actualmente, es cada vez más usual practicar pilates y yoga. Éstos y otros
ejercicios específicos ayudan a facilitar el parto.
Ejercicios recomendados
Practícalos diariamente varias veces durante algunos minutos:

Párate lentamente en las puntas de los pies y luego baja suavemente los
talones.

Siéntate cómodamente en el suelo con las piernas estiradas, pasa una banda
elástica o una toalla por los talones, toma los extremos con las manos, templa
la banda y sostenla fuertemente hacia el cuerpo, mueve los pies hacia al
frente, y luego hacia fuera, hasta estirar los músculos.
¿Puedo conducir y/o viajar?
Puedes conducir mientras sientas que tus reflejos funcionan perfectamente;
el cinturón de seguridad no debe oprimir el abdomen; trata de evitar manejar
después del octavo mes.

Viajar en automóvil no tiene ningún riesgo; si el trayecto es muy largo, haz


paradas de descanso cada 1 ó 2 horas, procurando caminar un poco; usa
medias anti-várices; evita carreteras en mal estado, esfuerzos innecesarios,
rutas arriesgadas…

Viajar en avión no representa peligro, aunque se recomienda evitarlo


durante las primeras doce semanas, en especial si hay antecedentes de abortos
(por causas no conocidas), y durante los últimos tres meses, por precaución
ante un parto prematuro.
Relaciones sexuales ¿Sí o No?
Pueden mantenerse sin riesgo, pues el útero está perfectamente sellado por
el tapón; es algo que sólo concierne a la pareja, siempre y cuando no exista
contraindicación como dolor, ruptura de la bolsa del líquido amniótico (puede
haber posibilidades de infección para el bebé) o sangrado por la vagina.

Debes abstenerte después del octavo mes por riesgos de parto prematuro,
porque el semen contiene prostaglandinas que pueden producir contracciones
antes de tiempo.

Es normal sentir disminución del deseo sexual durante el primer trimestre


del embarazo; en ocasiones, dicha situación se prolonga y se acentúa durante
los siguientes meses.
Piscina, mar, jacuzzi, sauna, baño turco…
Los baños en piscinas no presentan riesgo, ni tampoco los de mar; en este
caso hay que tener mucho cuidado con las olas, pues cualquier golpe y/o
caída pueden ser perjudiciales.

Evita el agua muy caliente en la ducha diaria, ya que produce


vasodilatación y le resta energía al organismo. No te expongas a las altas
temperaturas de jacuzzis, saunas, baños turcos o cualquier actividad que
genere calor excesivo; es perjudicial para el bebé, sobre todo en los primeros
meses.

Las duchas vaginales están contraindicadas durante la gestación.


¿Trabajar o no trabajar?
Tus actividades normales, sin excesos, no representan perjuicio para ti ni
para tu bebé, más bien te ayudan a vivir el proceso en forma normal y
placentera, prevenir malestares, estar constructivamente ocupada, etc.

No es nocivo usar fotocopiadoras y/o computadores; no obstante, debes


cuidarte de un entorno que te exponga a emisiones tóxicas o agentes
químicos dañinos para los seres humanos.

Como ya se dijo, toma suficientes momentos de descanso durante la


jornada y ejercita tus piernas si permaneces mucho tiempo en la misma
posición.
7.

CUIDADOS especiales de tu cuerpo

LOS DIENTES Y LAS ENCÍAS

¿Es cierto que con cada embarazo se pierde un diente?

No, pero debes cuidar bien los dientes durante el embarazo: buen cepillado,
limpieza permanente, seda dental y algún enjuague protector; pide a tu
odontólogo que te practique una limpieza y un examen minucioso.

Tu nutrición debe incluir alto contenido de calcio y hierro.

Tener sanas tus encías exige consumir alimentos ricos en vitamina C


(cítricos y guayaba), que previene infecciones y sangrados; si las notas
inflamadas, haz enjuagues de agua-sal caliente o de bicarbonato con agua.
CAMBIOS EN TU PIEL
Es normal si notas algunos cambios en tu piel:

- Puedes notar resequedad por alteraciones en las hormonas de tu


organismo.

- La pigmentación de la piel se incrementa y pueden aparecer manchas


en manos y/o cara, que desaparecen después del parto.

- Los pezones se vuelven oscuros y aparece una línea vertical -especie de


sombra oscura- que va del ombligo hasta el pubis; igualmente desaparece
después.

- En tu estómago y muslos pueden formarse unas grietas rojizas llamadas


estrías, debido al aumento de peso y volumen.

¿Qué hago para proteger mi piel?

- Utiliza cantidades extras de crema nutritiva y humectante; son ideales


las que contienen vitamina A o cacao; nunca uses cremas con cortisona.

- Aplícate al menos dos veces al día bloqueador solar en manos y cara.

- Prepara la piel del abdomen desde el comienzo para que tenga mayor
elasticidad y prevenir las estrías; da a menudo pellizcos suaves al
abdomen y toma entre dos dedos la mayor cantidad de piel posible y
estírala un poco hacia afuera; estas rutinas hacen tu piel cada vez más
elástica.

- Si sientes rasquiña cutánea usa más crema y no te rasques, aumenta las


estrías.
CAMBIOS EN TUS SENOS
¡Cambian notablemente! Es, por lo general, lo primero que notas en ti
desde la concepción: los sientes tensos, llenos, sensibles, y/o adoloridos, la
aureola aumenta de diámetro.

¿Qué cuidados especiales necesito?

- No los laves con jabón para prevenir el resecamiento. En lo posible,


déjalos secar al aire.

- Manténlos lubricados con crema sin untar el pezón.

- Usa brasieres sin varillas, que sostengan los pechos firmemente.

- Si sientes dolor, puedes dormir con sostén.

¿Cómo prepararme para la lactancia?

- Estimula tus pezones con agua fría.

- No apliques crema en ellos para que no se vuelvan muy suaves.

- A partir del cuarto mes puede brotar de tus pezones un líquido


amarillento: es el calostro, primera leche materna; usa protectores
desechables suaves en el brasier, para que no se irriten ni tu ropa se
manche. Hacia el final de la gestación, si produces demasiado líquido,
protégete con una tela suave de algodón o un protector desechable que
no contenga plástico, pues éste puede producir moniliasis (hongos).

- Si tienes pezones invertidos (de apariencia plana permanente), consigue


brasieres que soporten muy bien los senos y córtalos en la punta, de tal
forma que el pezón salga por el hueco, úsalos durante todo el embarazo.

- Haz diariamente varias veces el siguiente ejercicio de estiramiento del


pezón: toma una jeringa sin la aguja, córtala con la ayuda de un cuchillo,
arriba de la boca de la aguja; por este mismo lado introduce hasta el
fondo el émbolo (tubo de inyección), coloca el extremo abierto sobre el
pezón y succiona.

¡EL PARTO!

¿Cómo sabré que el momento llegó?

Los signos más usuales para reconocer que el trabajo de parto


ha comenzado son:

- Las contracciones regulares aumentan en frecuencia e


intensidad. Durante los últimos meses del embarazo sentirás que
tu estómago se pone duro por unos segundos, y luego regresa a
la normalidad: son contracciones leves e irregulares; cuando
notes que se tornan fuertes y regulares, es decir, se presentan
cada 5 a 10 minutos y duran 1 minuto, es el momento de ir al
hospital.

- La ruptura de membranas. Esto se conoce como romper


fuente, o sea la salida del líquido amniótico fuera de la vagina.

- La expulsión del tapón mucoso que sella el útero. A veces


viene mezclado con sangre, y si hay hemorragia, vete
inmediatamente para la clínica.

Lo anterior no quiere decir que todos los signos se presenten en


esta secuencia, ni que se realicen todos antes de salir para el
centro asistencial; ante cualquiera de dichas señales, llama
primero a tu obstetra.

Finalmente, ¡disfruta esta bella maternidad! Para saber acerca del parto
puedes adquirir nuestro Practilibro: Parto feliz, guía esencial.
ACERCA DE LA AUTORA

Leonor Elvira Rivas, madre, abuela y esposa de médico; recopiló para


este Practilibro los interrogantes más comunes que tienen las
embarazadas, sus parejas y acompañantes, interesados en un embarazo
sano y exitoso. Se los formuló a obstetras, nutricionistas y expertos,
para darnos la mejor información resumida, actualizada y profesional,
en forma didáctica y sencilla.

ACERCA DE LOS ASESORES

Son médicos profesionales, con diversos posgrados y amplia


experiencia en embarazo. Reconocidos a nivel internacional: Dr.
Alfonso Correa, gineco-obstetra de la U. del Rosario. Dr. Ernesto
Andrade, médico de la U. Javeriana. Drs. Camilo Mojica y Nicola
Ambrosi, especialistas en Obstetricia y Ginecología de la U. Javeriana.
Dirección editorial

Gloria Luz Cano M.

Corrección de estilo

María Cristina Jaramillo G.

Diseño

B. Lucía Salazar V.

Ilustraciones

Adriana Mosquera (NANI)

Sus comentarios, ideas y sugerencias son importantes para nosotros

www.practilibros.com

practilibros@hotmail.com / glcanom@yahoo.com

Bogotá – Colombia

Todos los derechos son reservados. Prohibida la reproducción total o


parcial en forma igual o similar, sea por medio escrito, mecánico o
electrónico, incluyendo fotocopiadora, grabadora, microfilme, offset,
mimeógrafo, etc., sin permiso escrito de los editores.
OTROS PRACTILIBROS

Piense positivo... cambie el chip de su mente

Desarrolle su Inteligencia Emocional y tendrá éxito en la vida

De esta crisis usted puede salir adelante

Cómo superar las pérdidas en la vida

Volver a vivir tras la muerte de un ser querido

Estimulación temprana para formar bebés felices

Gotas de ánimo, fortaleza y optimismo

Ser feliz es tu decisión

Soy adolescente ¡entiéndeme!

Disciplina ¡sí!, pero con amor

Con Dios ¡todo es posible!

Preocúpese menos...y ¡viva más!

Adiós al insomnio

¡Venza la timidez con éxito!

Cómo criar su perro con cariño y disciplina


Ensaladas & vegetales, recetas dietéticas y rápidas

Entender la depresión facilita la solución

De niña a mujer. Una conversación franca

De niño a hombre. Una conversación franca

Remedios 100% naturales

Los maravillosos usos del bicarbonato de sodio

Así puedo aprender antes de nacer

Bienestar emocional con esencias florales

Reflexología: salud con masajes en los pies

Cómo eliminar manchas con eficacia

Cómo tratar y evitar el dolor de espalda

Vivir bien sin sentir soledad

Recetas fáciles para fechas especiales

Disfruta cocinando asados, wok, fondue, raclette

Diviértete cocinando con mamá

Cocina en minutos con lo que hay en casa

Después del divorcio, hijos estables

Preguntas claves para saber comer & adelgazar

Recetas para celebrar


El arte de cocinar pasta

Juegos divertidos que enseñan valores

Buenas razones para dejar de fumar

63 recetas light ricas y rápidas

Hierbas & especias ¿cuál y para qué

Protege tu corazón de la infidelidad

Sudoku para todo momento

Nuevos acuerdos de pareja ¡que funcionan!

Exquisitos postres ¡que no fallan!

Despierta la Inteligencia Emocional en los niños

Salsas & vinagretas, el toque mágico

Almuerzos y refrigerios nutritivos para llevar

Etiqueta hoy

Saber elegir y disfrutar un buen vino

Tensión alta, que no lo sorprenda

Diabetes y prediabetes… lo que debo saber

La menopausia, antes y después

Embarazo sano, lo esencial

Parto feliz, guía esencial

También podría gustarte