Una explosión demográfica, por lo tanto, es un aumento súbito de la cantidad de habitantes
en una determinada región. Este incremento de la población tiene consecuencias
importantes y genera cambios socioeconómicos. La noción de explosión demográfica también puede entenderse a partir de un incremento sostenido del número de habitantes hasta el punto en que la infraestructura y los sistemas ya no dan abasto para satisfacer las necesidades de las personas. Existen diversas teorías y posturas sobre la explosión demográfica. Muchos asocian el aumento poblacional a la falta de educación sexual y al hacinamiento en que viven millones de familias en los países subdesarrollados. Por eso ciertas tendencias piden controles de natalidad por parte de las autoridades y la difusión del uso de métodos anticonceptivos. El número de habitantes a nivel mundial tiende a subir, además, por el crecimiento de la esperanza de la vida. Desde esta postura, la explosión demográfica no se da por el aumento de los nacimientos, sino por una “reducción” de los fallecimientos (las personas se mueren a mayor edad).