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Señores:
TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE NARIÑO (Reparto).
La Ciudad.
JESÚS LISANDRO MELO MELO, mayor de edad, identificado con la Cédula de Ciudadanía
Número 1.124.853.074 expedida en Mocoa (Putumayo), en mi condición de presidente del
Concejo de Mocoa Putumayo1, obrando en nombre propio como accionante, a través del
presente escrito, respetuosamente manifiesto a su Señoría que interpongo ACCIÓN
POPULAR, con fundamento en el artículo 88 de la Constitución Política de Colombia y la ley
472 de 1998, con el fin de garantizar la protección de los derechos colectivos del MEDIO
AMBIENTE SANO, SALUBRIDAD PÚBLICA EN CONEXIDAD CON LA EL DERECHO A LA VIDA.
MORALIDAD PÚBLICA, EQUILIBRIO ECOLÓGICO, PROTECCIÓN DE ZONAS DE
CONSERVACIÓN, PROTECCIONES DE ESPECIES ANIMALES Y VEGETALES, PROTECCIÓN DE
ECOSISTEMAS DE ZONAS FRONTERIZAS, PREVENCIÓN DE DESASTRES ECOLÓGICOS, en
contra de los señores: IVAN DUQUE MARQUEZ, presidente de Colombia MARGARITA
LEONOR CABELLO BLANCO Ministro de Justicia y del Derecho Presidente del CONSEJO
NACIONAL DE ESTUPEFACIENTES, RUEDA RODRÍGUEZ Directora de Política contra las
Drogas y Actividades Relacionadas Ministerio de Justicia Secretario Técnico CONSEJO
NACIONAL DE ESTUPEFACIENTES, Mayor General JORGE LUIS RAMÍREZ ARAGÓN
DIRECCIÓN DE ANTINARCÓTICOS POLICÍA NACIONAL DE COLOMBIA, o quienes hagan sus
veces al momento de notificarse de la presenta acción, con Fundamento en los siguiente:
1. LEGITIMACIÓN DE LA ACCIÓN.
El articulo 12 numeral 5 de la ley 472 de 1998 establece: podrán adelantar acciones populares:
5. Los alcaldes y demás servidores públicos que por razón de sus funciones deban promover la
protección y defensa de estos derechos e intereses.
1
Departamento que hace parte de la Amazonia colombiana.
Así las cosas en mi condición de concejal en ejercicio del municipio de Mocoa Putumayo, es
mi deber impetrar acciones legales encaminadas a evitar un perjuicio irremediable al medio
ambiente, salud humana, recurso hídrico, flora y fauna y equilibrio ecológico, por las
acciones desplegadas por el gobierno nacional con el fin de asperjar con glifosato cultivos de
uso ilícito muy a pesar de las restricciones que ha establecido la Honorable Corte
Constitucional.
Petición que elevo teniendo en cuenta que existen múltiples estudios que evidencian que la
aspersión con glifosato puede causar efectos profundamente dañinos a la salud humana y al
ambiente sano. Si bien es cierto que existe incertidumbre sobre las efectos nocivos en la
salud humana y el medio ambiente, también es cierto que existe información científica
seria sobre los riesgos y sobre la posible vulneración de los derecho a la salud y al
ambiente, considero que dando aplicación al principio de precaución al PECIG2, no debe
ser reanudado hasta tanto no existan suficientes elementos científicos que desvirtúen de
forma contundente estos nuevos hallazgos científicos tal como lo establece la honorable
Corte constitucional en recientes fallos T-236 de abril del 2017 y T-080 de 2017, de igual
manera en virtud del mandato legal de la honorable Corte suprema de justicia en reciente
fallo del 5 de abril de 2018 mediante sentencia STC4360-2018 que ordena tomar medidas
de protección a la Amazonia colombiana.
2
Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos con el herbicida Glifosato
aéreas con glifosato, en algunos departamentos del país en los que se encuentra Nariño,
Norte de Santander y Putumayo. Sin tener en cuenta los condicionamientos de la Corte
Constitucional y los conceptos emitidos por el Ministerio De Salud de Colombia así
mismo el emitido por la IARC (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer) y
los derechos prevalentes de los que goza el departamento del Putumayo, por ser zona
fronteriza y pertenecer a la amazonia colombiana que encuentra la Reserva Forestal
Protectora de la cuenca alta del rio Mocoa constituida mediante la Resolución
Ejecutiva 0224 del 21 de noviembre de 1984 la cual cubre un área aproximada de
34.600 hectáreas; dicha área que corresponde a bosques amazónicos se
caracteriza por ser un ecosistema amazónico cuyas particularidades según
diversos estudios nacionales e internacionales, le catalogan como reserva natural
de importancia no solo nacional si no global. A su protección, y a la preservación de las
fuentes hídricas, la flora Y la fauna. Es a lo que le apuntan los artículos 8 y 80 de la
Constitución Política de 1991 pues la región amazónica como es plenamente conocido
por todos. Es el pulmón del mundo.
tenemos entonces que es una actividad orientada a eliminar cultivos ilícitos tiene riesgos
de causar daños a la salud que están estrechamente derivados con un daño al ambiente,
pues el PECIG prevé la aspersión de glifosato sobre zonas enteras de cultivos
seleccionadas, sin discriminar la presencia de personas, fuentes hídricas o animales en el
lugar.
Por lo que Frente a este riesgo, se solicita que se aplique el principio de precaución
porque (i) aunque existe controversia sobre el daño, el estudio de la IARC plantea bases
científicas plausibles; ii) al tratarse de un posible agente cancerígeno, el glifosato puede
causar daños graves que son inaceptables por el impacto que podrían tener en la vida
de las personas que reciben involuntariamente la aspersión con el herbicida.
Por otro lado es de tener en cuenta que el Consejo de Estado ya ha aplicado el principio
de precaución para suspender la aspersión de glifosato. En la sentencia de la Sección
Primera del Consejo de Estado se anuló el parágrafo 2 del artículo 1 de la Resolución 013
de 2003 que permitía la aspersión con glifosato en zonas de Parques Naturales
Nacionales. En esta decisión la Sala determinó, que la aspersión con glifosato en
zonas afectadas por cultivos ilícitos ubicadas en las zonas de Parques Naturales
Nacionales, implicaba un riesgo potencial de producir un daño grave e irreversible al
medio ambiente3
3
En este mismo sentido que el Ministerio de Salud emitió la comunicación del 24 de abril
de 2015 en la que recomendó suspender el uso de glifosato para aspersión área en el
marco del PECIG, aplicando para ello el principio de precaución. Si bien es cierto que la
destrucción de cultivos ilícitos de los que pueden extraerse drogas no se puede
realizar sin el concepto previo favorable de los organismos encargados de velar por la
salud pública, entonces su pronunciamiento es una razón seria para considerar que
debe aplicarse el principio de precaución y suspender las aspersiones con glifosato
puesto que el gobierno no hay cumplido con los condicionamientos establecidos por la
Honorable Corte Constitucional.
Es cierto que en determinadas zonas como la amazonia colombiana de la cual hace
parte el Departamento del Putumayo y el Municipio de Mocoa, su impacto ambiental y
social tiende a ser negativo.
1) La particular condición del departamento del Putumayo, de estar en una región y
ecosistema amazónico en zona fronteriza.
2) El hecho de que dentro de los perímetros del departamento del Putumayo se
encuentre la Reserva Forestal Protectora de la cuenca alta del rio Mocoa, los ríos
Putumayo, Acaé, Alguacil, Blanco, Caimán, Caquetá, Caucayá, Chalguayaco, Churuyaco,
Cohembí, Concepción, Conejo, Cristales, Curilla, Dorada, El Caldero, Guamués, Guineo,
Juanambú, Laguicía, Mandur, Mecaya, Mocoa, Mulato, Orito, Pepino, Picudo Chico, Piñuña
Blanco, Remolino, Rumiyaco, Sabilla, San José, San Juan, San Miguel, Sencella, Ticuanayoy,
Uchupayaco, Vides, Yarumo y Yurilla, además de numerosas quebradas como la Concepción y
fuentes de menor caudal. Mismos que proveen de fuentes hídricas para la región.
3) El hecho de que existen dentro de su territorio diversas comunidades étnicas asociadas en
76 resguardos indígenas que cuentan con la especial protección del Estado.
4) La condición especial que adquiere el departamento del Putumayo, luego del fallo
de la Corte Suprema de Justicia STC4360-2018, que reconoce a la amazonia colombiana
de la cual hace parte el departamento del Putumayo, territorio sujeto de derechos y
ordena acciones para su protección de sus afluentes hídricos y bosques amazónicos.
5) Los preceptos constitucionales establecidos en los artículos 8, 79 y 80 que
propenden por la protección de los ecosistemas fronterizos las reservas forestales,
afluentes hídricos, flora y fauna de la región amazónica, deben llevar a este despacho a
entender que con la solicitud de la medida cautelar se pretende preservar el interés general
sobre el particular de sus habitantes cuyo territorio y ecosistema amazónico ha sido
gravemente afectados por las aspersiones aéreas con glifosato, deforestación y desastres
naturales producto del conflicto armado.
El artículo 25 de la Ley 472 de 1998, establece que el juez de oficio o a petición de parte,
podrá decretar, debidamente motivadas, las medidas previas que estime pertinentes para
prevenir un daño inminente o para hacer cesar el que se hubiere causado. Entre otras,
podrá decretar la siguiente:
Se debe entrar a ponderar los derechos, intereses o bienes jurídicos que se encuentran en
colisión por la medida administrativa acogida, el escenario que se plantea es que la
decisión, si bien prohíja intereses legítimos, vulnera otros tantos también legítimos,
situación que hace necesario que se cotejen para establecer si el sacrificio al que se
someten se ajusta a la proporcionalidad, esto es, si la relación existente entre unos y otros
resulta equilibrada.
Para lograr el cometido anteriormente descrito se deben identificar los elementos en
contienda, es decir, los fines y los medios. El gobierno nacional busca erradicar los cultivos
ilícitos en el país, obligación de las autoridades encardas de ello en el marco de la
conservación del orden público. El mecanismo por el que optó el Consejo Nacional de
Estupefacientes fue la aspersión aérea de glifosato, medida que contiene riesgos
potenciales al medio ambiente.
Pues bien, el sacrificio del medio ambiente resulta mayor al beneficio que puede lograrse
con la aspersión con glifosato de los cultivos de uso ilícito, para lo cual es indispensable
precisar el alcance de estos conceptos jurídicos a la luz del ordenamiento jurídico así como
su valor normativo.
En cuanto el orden público, este se entiende “como la protección del derecho de los demás
al ejercicio de las libertades públicas y derechos fundamentales, y la salvaguarda de la
seguridad, la salubridad y la moralidad públicas” 4 que en el presente asunto se manifiesta
en la decisión administrativa de eliminar los cultivos ilícitos.
Sin duda, el mantenimiento del orden público se refiere a las “condiciones necesarias para
el desenvolvimiento armónico y pacífico de las relaciones sociales y, en consecuencia, para la
realización de los derechos y el cumplimiento de los deberes correlativos. El orden público es
un supuesto de la pacífica convivencia, es el escenario de desenvolvimiento normal de las
relaciones entre el poder y la libertad. De allí que el concepto de orden público se ligue
siempre a las condiciones de seguridad, tranquilidad y salubridad requeridas para el
despliegue de la vida en comunidad y para la afirmación de sus miembros como seres libres y
responsables”.5
Por su parte el medio ambiente se enmarca dentro de la denominada “Constitución
Ecológica” a la que se ha hecho referencia en esta decisión. Respecto su valor normativo,
propicio es acudir a la sentencia de constitucionalidad C- 666 de 2010 en la que a propósito
se señala:
4
Consejo de Estado. Sala de lo Contencioso Administrativo. Sección Primera. Expediente No. 2007-00065-
01(AC). Fallo de 11 de octubre de 2007. C. P. Rafael E. Ostau de Lafont Pianeta.
5
Corte Constitucional. Sentencia C- 802 de 2002.
protección del ambiente), 78 (regulación de la producción y comercialización de
bienes y servicios), 79 (derecho a un ambiente sano y participación en las
decisiones ambientales), 80 (planificación del manejo y aprovechamiento de los
recursos naturales), 81 (prohibición de armas químicas, biológicas y nucleares), 82
(deber de proteger los recursos culturales y naturales del país), 215 (emergencia
por perturbación o amenaza del orden ecológico), 226 (internacionalización de las
relaciones ecológicas, 268-7 (fiscalización de los recursos naturales y del
ambiente), 277-4 (defensa del ambiente como función del Procurador), 282-5 (el
Defensor del Pueblo y las acciones populares como mecanismo de protección del
ambiente), 289 (programas de cooperación e integración en zonas fronterizas
para la preservación del ambiente), 300-2 (Asambleas Departamentales y medio
ambiente), 301 (gestión administrativa y fiscal de los departamentos atendiendo a
recursos naturales y a circunstancias ecológicas), 310 (control de densidad en San
Andrés y Providencia con el fin de preservar el ambiente y los recursos naturales),
313-9 (Concejos Municipales y patrimonio ecológico), 317 y 294 (contribución de
valorización para conservación del ambiente y los recursos naturales), 330-5
(Concejos de los territorios indígenas y preservación de los recursos naturales), 331
(Corporación del Río Grande de la Magdalena y preservación del ambiente), 332
(dominio del Estado sobre el subsuelo y los recursos naturales no renovables), 333
(limitaciones a la libertad económica por razones del medio ambiente), 334
(intervención estatal para la preservación de los recursos naturales y de un
ambiente sano), 339 (política ambiental en el plan nacional de desarrollo), 340
(representación de los sectores ecológicos en el Consejo Nacional de Planeación),
366 (solución de necesidades del saneamiento ambiental y de agua potable como
finalidad del Estado).”
El ambiente es visto como contexto esencial del transcurso de la vida humana, razón
por la cual se entendió que su protección se desarrollaba sobre el fundamento de la
armonía con la naturaleza y que el accionar de los seres humanos debe responder a
un código moral, que no implica nada distinto a un actuar acorde con su condición de
seres dignos, concepción que se ubica en las antípodas de una visión que avale o sea
indiferente a su absoluta desprotección, así como que se aleja de una visión
antropocentrista, que asuma a los demás –a los otros- integrantes del ambiente como
elementos a disposición absoluta e ilimitada de los seres humanos.
Como corolario de lo anterior, se tiene que tanto el orden público como el medio
ambiente encarnan conceptos de cara relevancia para el desarrollo, mantenimiento y
aseguramiento del Estado Social de Derecho, sin embargo, resulta evidente que el medio
ambiente encuentra un plus de protección en la Carta dada su trascendencia para el
aseguramiento de la vida misma, lo que le otorga un mayor valor normativo. Quiso el
constituyente involucrar a todos los actores de la sociedad en el compromiso de
salvaguardar su entorno vital a fin de asegurar el presente y futuro de nuestra especie,
para ello propagó a lo largo y ancho de la Constitución preceptos que reflejan la
preponderancia que para el modelo de Estado escogido implica el medio ambiente, su
protección, mantenimiento y aseguramiento.
A lo anterior se suma que una de las medidas que propenden la materialización del querer
constitucional es la creación y protección de zonas de especial importancia ambiental
como lo constituye la amazonia colombiana de la cual hace parte el departamento del
Putumayo., por tanto, la actividad antrópica que en ellos se desarrolle debe garantizar su
intangibilidad, más aún si quien la realiza es una autoridad pública.
Con todo, el sacrificio del medio ambiente que implica la ejecución de las aspersiones
aéreas con glifosato, resulta mayor al beneficio que pueda lograrse con la erradicación de
cultivos ilícitos, si bien no se pueden establecer a ciencia cierta los daños ambientales que
pueda causar dicha actividad, su eventual acaecimiento daría al traste con uno de los
postulados de más relevancia dentro del diseño de Estado acogido en la Carta Política. Se
trata, ni más ni menos, que de evitar que se vea frustrada la intención del constituyente
de tomar las medidas necesarias para asegurar la existencia del entorno necesario para la
vida de los seres humanos, por contera, el que este fin ceda ante la medida de orden
público adoptada denota un desequilibrio ilícito en términos de la ponderación,
aseveración que nos conduce indefectiblemente a la conclusión de que la medida no
resulta proporcional y que por tanto afecta de manera irremediable el medio ambiente y
la salud pública.
El uso del glifosato en la erradicación definitiva del arbusto de coca, está mediado por
la inmediatez de los resultados que se les exige a los gobernantes de Colombia
quienes, poniendo en juego su prestigio, acostumbran adoptar este tipo de estrategia
cuya eficacia es estructuralmente ineficaz y, además, goza de una elevada probabilidad
de ocasionar daño grave a la salud de la población campesina.
Los campesinos cocaleros son el eslabón más débil de la cadena de valor del negocio
cocalero. Además de percibir una porción marginal de tal negocio, son un grupo social
caracterizado por residir en vastas zonas del país con una tradición de débil o nula
presencia del Estado colombiano, vinculadas al cultivo del arbusto de coca como
alternativa económica para suplir el costo de sus necesidades fundamentales y que, en
el caso de los asperjados con glifosato, no cuentan con los recursos para gestionar el
riesgo que de allí emana para su salud, a diferencia de quienes lo emplean con menores
dosificaciones y mayores seguridades en cultivos como la caña de azúcar. La
consideración de un prolongado período de latencia del cáncer, y en particular del
linfoma no-Hodgkin, presagia que cientos de casos están aún por conocerse debido a
la persistencia del uso de la aspersión aérea con glifosato que llegó a su climax en 2006 y
tan sólo dejó de emplearse para este propósito desde el 2016.
El daño a la salud de los campesinos ya está hecho, pero no hay razón para que siga
ocurriendo.
La quinta modalidad del principio de precaución sugiere que existen alternativas más
eficaces y menos dañinas para la erradicación de los cultivos ilícitos que, a diferencia de
los dudosos beneficios de la inmediatez de la aspersión aérea, deberían ocupar el lugar
privilegiado en la agenda pública para el tratamiento de tales cultivos como problema de
salud pública.
2.3. Del Derecho al Goce de un Medio Ambiente Sano y la Existencia del Equilibrio
Ecológico, el Manejo y Aprovechamiento de los Recursos Naturales
Renovables.
2.4.
El medio ambiente se encuentra al amparo de lo que la jurisprudencia constitucional ha
denominado la "Constitución Ecológica", conformada por el conjunto de disposiciones
superiores que fijan los presupuestos a partir de los cuales deben regularse las
relaciones de la sociedad con la naturaleza y que se encaminan a proteger el medio
ambiente.
En este sentido los artículos 8°, 58, 79, 80 y 95 Superiores, consagran, respectivamente,
i) la obligación del Estado y de las personas de proteger las riquezas naturales de la
Nación; ii) la función ecológica de la propiedad; iii) el derecho a gozar de un ambiente
sano y el deber del Estado de proteger la diversidad e integridad del ambiente,
conservando las áreas de especial importancia ecológica y fomentando la educación
para el logro de estos fines; y iv) el deber del Estado de planificar el manejo y
aprovechamiento de los recursos naturales, para garantizar su desarrollo sostenible,
su conservación, restauración o sustitución. Así como de prevenir y controlar los
factores de deterioro ambiental, imponer las sanciones legales y exigir la reparación de
los daños causados.
Cabe destacar, que en reiteradas oportunidades ésta Sala ha considerado que éste
principio proclamado en el Tratado de Río, y consagrado también en la Ley 99 de
1993, es consonante con los deberes de protección y conservación del medio ambiente
consagrados en los artículo 79 y 80 de la Constitución Política, a cuyo tenor: “(…) la
Declaración de Río de Janeiro sobre el Medio Ambiente y Desarrollo de 1992, prescribió
en su principio 15 que los Estados deben valerse del principio de precaución,
debiendo tomar las medidas eficaces que impidan un daño ambiental, ante un peligro
de daño grave o irreversible al medio ambiente, así no exista certeza científica absoluta
sobre las consecuencias que este pueda generar. Si bien los Estados no deben adherirse a
esta declaración, por no tratarse de un convenio o tratado, debe destacarse que dicha
declaración ha sido carta de ruta en materia medio ambiental para el legislador
colombiano.
De hecho, la Ley 99 de 1993, por la cual se creó el Ministerio del Medio Ambiente, se
reordenó el Sector Público encargado de la gestión y conservación del medio ambiente y
los recursos naturales renovables y se organizó el Sistema Nacional Ambiental, se refirió
al principio de precaución, en el numeral 6° del artículo 1°, disponiendo que pese a que en la
formulación de políticas ambientales el Estado debía tener en cuenta el resultado de los
procesos de investigación científica, debe asimismo dar aplicación al principio de
precaución conforme al cual “cuando exista peligro de daño grave e irreversible, la falta de
certeza científica absoluta no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de
medidas eficaces para impedir la degradación del medio ambiente.”
Una vez aplicado este principio constitucional, las autoridades deben implementar
mecanismos de prevención de daños para desvirtuar la aplicación del principio de
precaución frente a una medida concreta o para encontrar otras vías menos
nocivas. Es decir, que el principio de precaución tiene consecuencias normativas
entre las que se encuentra: i) la inversión de la carga de la prueba para quien pretende
realizar una actividad peligrosa; ii) el deber de buscar alternativas que no representen
riesgos; y iii) la ampliación de la discusión pública sobre los temas, a fin de que los
afectados puedan intervenir en la decisión que debe tomarse10.
Dado que este principio se orienta a proteger el ambiente y la salud de las personas,
especialmente cuando su afectación depende directamente de la intervención en la
naturaleza, su aplicación es imperativa para satisfacer las obligaciones de respeto y
prevención que tiene el Estado colombiano frente a los dos derechos.
7
Uprimny, R. y Orduz, N. El principio de precaución y la Amazonia. Bogotá 2012, p. 5.
8
Principio 15.
9
Corte Constitucional, Auto 073 del 27 de marzo de 2014. M.P.: Luis Ernesto Vargas Silva, numeral 70.
10
Kriebel et al.. The Precautionary Principle in Environmental Science. En: Environmental Health Perspectives. Vol 109,
No 9, pp. 871 a 875.
la salud y el derecho al ambiente sano. En materia del derecho a la salud, tal obligación
de respeto implica que el Estado debe asumir, por lo menos, dos comportamientos.
Primero, las autoridades públicas deben abstenerse de realizar conductas que vayan
en detrimento del derecho que tienen las personas al más alto grado de salud
posible11. El Comité del PIDESC, estableció el alcance de esta disposición, señalando
que los Estados deben abstenerse de “contaminar ilegalmente la atmósfera, el agua y la
tierra, (…), utilizar o ensayar armas nucleares, biológicas o químicas si, como resultado de
esos ensayos, se liberan sustancias nocivas para la salud del ser humano”12. Segundo, el
deber de respeto incluye la obligación de adoptar medidas preventivas y de tratamiento
de las enfermedades epidémicas, endémicas, profesionales y de otra índole, y la lucha
contra ellas. Por ejemplo, en virtud de esa obligación, el Estado debe dedicar esfuerzos
de diferente naturaleza para prevenir el crecimiento de la población con padecimientos
asociados al cáncer13.
En particular, respetar el derecho a la salud puede implicar “no realizar” un acto que
atente contra el derecho fundamental de un grupo de personas, pero también, puede
significar la adopción de las medidas adecuadas y necesarias de salud pública que
eliminen obstáculos para la satisfacción del derecho. Incluso puede implicar “dejar
sin efecto una decisión administrativa o una determinada regulación”14.
11
PIDESC, articulo 12.
12
Observación General No. 14 del comité del PIDESC.
13
En ese contexto, el Estado colombiano ha proferido leyes y normas administrativas tendientes reducir
las tasas de mortalidad por enfermedades asociadas a patologías cancerígenas. Por ejemplo, la Ley 1384
de 2010 declaró al cáncer como una enfermedad de interés en salud pública y prioridad nacional, y la
Resolución No. 1383 de 2013 (Ministerio de Salud y de la Protección Social) que adoptó el Plan Decenal
para el Control del Cáncer en Colombia 2012 – 2021. De acuerdo con el anexo técnico de la mencionada
resolución, una de las principales localizaciones de cáncer en los hombres linfomas no-Hodgkin.
14
T 760 de 2008, apartado 3.4.2.9.4.
15
PIDESC, artículo 12, 2) b).
16
Sentencia C-431-00 apartado 3.
17
Corte Constitucional, Sentencia T 724 del 26 de septiembre 2011. M.P.: Nilson Pinilla Pinilla. Apartado 5.2.
obligaciones relacionadas con el derecho a la salud pública cuando realiza acciones
contaminantes sobre el ambiente de una comunidad particular.
18
IARC. IARC Monographs Volume 112: evaluation of five organophosphate insecticides and herbicides.
Disponible en http://www.iarc.fr/en/media-centre/iarcnews/pdf/MonographVolume112.pdf.
19
Groot, H. y Ortiz, S. Glifosato: ¿riesgo humano? En Revista: Hipótesis / Apuntes Científicos Uniandinos.
20
Defensoría del Pueblo. Informe sobre la crisis Humanitaria en Chocó – 2014. Bogotá, p. 179.
El Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos con el herbicida Glifosato fue
implementado inicialmente por el Consejo Nacional de Estupefacientes en 1994 para la
erradicación forzosa de cultivos ilícitos a través de la fumigación aérea. En 1998, el
Gobierno colombiano dio impulso a esa política en el “Plan Nacional de Lucha contra
las Drogas: 1998 - 2002”21. Además, aunque el Consejo Nacional de Estupefacientes
expidió el parágrafo segundo del artículo 1 de la Resolución 013 del 2003 y la Resolución
No. 015 del 2005, que permitían la aspersión del químico en cultivos ubicados dentro de
los Parques Naturales Nacionales, la Sección Primera del Consejo de Estado en
sentencia del 11 de diciembre de 2013, aplicó el principio de precaución y anuló el
parágrafo mencionado22.
El Auto 073 de 2014, expedido en el marco del seguimiento a la sentencia T-025 de 2004, al
estudiar la existencia de riesgos derivados del programa de erradicación de cultivos de
uso ilícito a través de aspersiones aéreas con glifosato y de actividades extractivas
relacionadas con la exploración y explotación de minerales en las comunidades negras del
pacífico en el departamento de Nariño, ordenó entre otras medidas, realizar
estudios técnicos que permitieran “una caracterización adecuada de la situación actual de
riesgo y afectación al medio ambiente y a la salud de los miembros de las comunidades
negras de Nariño, producto de los distintos factores que intervienen en sus territorios,
21
Dentro del componente de reducción de la oferta de drogas, el Plan Nacional de Lucha contra las Drogas:
1998 – 2002, contempló “destruir los cultivos ilícitos en forma manual o aérea bajo las normas establecidas
por la autoridad ambiental competente” (p. 34).
22
La sentencia del Consejo de Estado no dispuso nada sobre la Resolución No. 015 del 2005. En el primer
artículo de esta resolución se dispone como su objeto: “Autorizar al Presidente del Consejo Nacional de
Estupefacientes, para decidir sobre la aspersión aérea con el herbicida Glifosato en Parques Nacionales
Naturales”.
23
Auto 073/14. MP. Luis Ernesto Vargas. P. 81
para evaluar el deber y la pertinencia de dar aplicación al criterio de precaución en relación
con territorios y comunidades específicas del Pacífico nariñense en riesgo” 24
Entendiendo que hay dos conceptos claves en el artículo 64 de la C.P. Por un lado, el
concepto de “tierra”, el cual hace alusión a la base física de un asentamiento humano. Por
otro lado, el concepto de “territorio”, el cual “hace referencia a las relaciones espirituales,
sociales, culturales, económicas, entre otras, que construyen las personas y las
comunidades alrededor de la tierra”22, el cual “a la luz del artículo 64 Constitucional, el
Estado debe garantizar no sólo el acceso a la tierra de los campesinos sino también su
derecho al territorio, así como proveer los bienes y servicios complementarios para el
mejoramiento de su calidad de vida desde el punto de vista social, económico y cultural,
entre otros”26
Vemos entonces que el principio de precaución tiene un efecto reforzado cuando estamos
ante poblaciones en situación de especial vulnerabilidad y que existe una especial relación
entre la población campesina y el territorio que habitan, que incluso puede llevarles a su
desaparición cultural por fuera de su territorio. En esas condiciones, y en función del
principio de igualdad, debe aplicarse el principio de precaución, en los casos en los que se
pone en riesgo el territorio campesino por acciones que tienen la potencialidad de causar
24
Ibidem. P. 96.
25
MP. Alberto Rojas.
26
Sentencia C-623 MP. Alberto Rojas.
27
MP. María Victoria Calle.
28
Sentencia T-445/16 MP. Jorge Iván Palacio. p. 40
un daño grave o irreversible sobre el medio ambiente y la salud de las comunidades
campesinas.
“Desde sus inicios, esta Corporación ha reconocido que el agua es un recurso vital para el
ejercicio de derechos inherentes al ser humano y para la preservación del ambiente. Así,
ha establecido que (i) el agua en cualquiera de sus estados es un recurso natural
insustituible para el mantenimiento de la salud y para asegurar la vida del ser humano; (ii)
el agua es patrimonio de la Nación, un bien de uso público y un derecho fundamental; (iii)
se trata de un elemento esencial del ambiente, y por ende su preservación, conservación,
uso y manejo están vinculados con el derecho que tienen todas las personas a gozar de un
ambiente sano; (iv) el derecho al agua potable destinada al consumo humano es un
derecho fundamental, en tanto su afectación lesiona gravemente los derechos
fundamentales, entre otros, a la vida digna, la salud y el medio ambiente.
La Corte Constitucional ha indicado también, que del derecho al agua se derivan una serie
de deberes correlativos a cargo del Estado, dentro de los cuales se destacan: (i) garantizar
la disponibilidad, accesibilidad y calidad del recurso; (ii) expedir leyes dirigidas a la
realización de los derechos fundamentales al agua y a un ambiente sano en todos los
órdenes (social, económico, político, cultural, etc.), no solamente en el contexto de
controversias subjetivas que se sometan a la jurisdicción; (iii) ejercer un control muy
exigente sobre las actividades económicas que se desarrollan en sitios que por expresión
natural son fuentes originales de agua”.
También, la Corte Constitucional mediante Auto 073 de 2014, identificó como factor
transversal que incide en el desplazamiento forzado de las comunidades negras en el
municipio de Tumaco: las aspersiones aéreas orientadas a la eliminación de los cultivos
ilícitos, especialmente por la contaminación de los recursos hídricos y fluviales de los
cuales dependen las comunidades negras, daños a la tierra por imposibilidad de cultivar
algunos productos en las zonas de los territorios que se han fumigado, y afectaciones a la
salud de personas y animales que consumen los recursos que han sido expuestos al
herbicida arrojado por vía aérea31.
3. HECHOS
Código Descripción
C820 Linfoma no-Hodgkin de células pequeñas hendidas, folicular
C821 Linfoma no-Hodgkin mixto, de pequeñas células hendidas y de
grandes células, folicular
C822 Linfoma no-Hodgkin de células grandes, folicular
C827 Otros tipos especificados de linfoma no-Hodgkin folicular
C829 Linfoma no-Hodgkin folicular, sin otra especificación
C830 Linfoma no-Hodgkin de células pequeñas (difuso)
C831 Linfoma no-Hodgkin de células pequeñas hendidas (difuso)
C832 Linfoma no-Hodgkin mixto, de células pequeñas y grandes
(difuso)
C833 Linfoma no-Hodgkin de células grandes (difuso)
C834 Linfoma no-Hodgkin inmunoblástico (difuso)
C835 Linfoma no-Hodgkin linfoblástico (difuso)
C836 Linfoma no-Hodgkin indiferenciado (difuso)
C837 Tumor de Burkitt
C838 Otros tipos especificados de linfoma no-Hodgkin difuso
C839 Linfoma no-Hodgkin difuso, sin otra especificación
32
Fuente: Extractada de
https://www.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=9178:2013 - actualizaciones-
cie-10&Itemid=40350&lang=es
concibe la existencia de un universo inobservado por los científicos que, al ser allanado,
posibilitará el conocimiento más certero de los determinantes de la carcinogenicidad.
11) Según la Dirección Nacional de Estupefacientes (citada por Groot y Ortíz, 2005:
33), se requieren 10,4 lt/ha (ó 4,992 kg/ha) de glifosato por aspersión aérea para
erradicar una hectárea con arbusto de coca. A diferencia de otros cultivos en donde se
emplea el herbicida como en los cultivos de caña de azúcar, la dosificación oscila entre
1,0 y 2,0 kg/ha según Terralia, y en su aplicación no hay “efecto deriva” como sí lo hay
en la aspersión aérea, que es la dispersión del agrotóxico sobre áreas próximas a los
cultivos del arbusto de coca por efecto del viento (Groot y Ortíz, 2005:33). Las altas
concentraciones y el “efecto deriva”, además de tener una potencialidad reconocida
para alterar el ADN, también lo tiene para involucrar a población inerme que no cuenta
con los recursos para gestionar el riesgo, como si los provee un hacendado a los
fumigadores terrestres de sus cañadulzales.
12) Da Costa et. al. (2017: 58), luego del estudio de 16 resultados de investigación
seleccionados de un grupo de 46 por cumplir con reglas de exhaustividad científica
predeterminadas, aportan dos reflexiones de utilidad para dirimir las controversias
acerca de los vínculos causales entre el uso de agrotóxicos y el riesgo de desarrollo del
linfoma no-Hodgkin en humanos: la primera es la dificultad de identificación de agentes
activos en las muestras clínicas originado en el corto tiempo de observación, y la
segunda es que las fuentes orales de los estudios no guardan registros de las mezclas
empleados cuando se expusieron a los agrotóxicos. Finalmente, y en vista de la
extrema vulnerabilidad de la población brasileña a las enfermedades causadas por los
agrotóxicos, reclaman regulaciones más restrictivas a su empleo que las que están
vigentes en la actualidad.
Es necesario acotar que tanto el acto administrativo del CNE como la sentencia de la Corte
no tienen efectos en la comercialización del producto para su uso agrícola. La diferencia
radica en que cuando el glifosato es usado en la agricultura sus efectos son asumidos y
controlados por el usuario. En cambio, cuando se utiliza en la erradicación forzosa, estos
efectos son impuestos, dado que se trata de avionetas que vuelan entre 50 y 120 metros
del suelo; la cantidad aplicada es 23,65 litros por hectárea, 5 veces más del promedio de la
sugerida en la etiqueta del producto para uso agrícola y la deriva que provoca el viento
hace que la sustancia no solo afecte la coca, sino los cultivos de pancoger de las personas
que viven estas zonas, independientemente si tienen cultivos ilícitos o no, las fuentes
hídricas y los bosques nativos.
16) Por otro lado, el jefe de Estado, en varias ocasiones, ha llamado al pueblo
colombiano a mantenerse unido. Sin embargo, la eventual reactivación del PECIG
contraría este llamado, dado que las condiciones de vulnerabilidad de los municipios
donde hay presencia de cultivos ilícitos -según el Tercer Censo Nacional Agropecuario el
35% de las familias que habitan en zonas de cultivos de coca viven en pobreza extrema- no
son idóneas para volver a implementar estrategias militaristas de erradicación. El tejido
social existente necesita intervenciones que bajo ningún supuesto pongan en riesgo la su
subsistencia de las personas y que fomenten el goce pleno de los derechos sociales,
económicos y culturales (salud, educación, vivienda). Entonces, resulta necesario pensar
en formas de reducir los cultivos ilícitos, más fraternales y eficaces, que no sean motores
de distanciamiento entre la institucionalidad y los habitantes de los municipios en donde
hay presencia de estos cultivos.
17) Algunas de estas pueden ser los programas de desarrollo alternativo y desarrollo
territorial, mediante los cuales se priorice la sustitución de cultivos ilícitos acompañada de
inversiones en servicios públicos; el fortalecimiento de la justicia, la titulación de tierras,
el mejoramiento y la expansión de la red vial y la infraestructura, los programas de
impulso a la producción y comercialización agropecuaria, el aumento en la inversión en
programas sociales, el fortalecimiento de la seguridad y convivencia ciudadana, el
robustecimiento de la transparencia y la rendición de cuentas y la ampliación de las
capacidades de la Procuraduría regional, la Contraloría y los gobiernos locales.
20) Recalcamos que todas las circunstancias que motivaron la aplicación del principio
de precaución en el 2017 persisten. Incluso, hay nuevas evidencias, provenientes de la
academia y de autoridades internacionales en materia de salud, que reiteran los daños
que el producto puede llegar a causar en la salud humana y en el medioambiente. Con
respecto a la existencia de un riesgo plausible que pueda generar daños, se sostiene que
hay nuevas investigaciones que vinculan al glifosato con afectaciones oculares,
dermatológicas, cancerígenas y abortivas33.
21) En el mismo sentido, considero que el daño es inaceptable por cinco razones: 1.)
por que recae sobre la salud humana; 2.) afecta a comunidades de especial protección
constitucional, tales como pueblos indígenas, afrodescendientes, campesinos, zonas de
frontera y niños; 3.) los municipios con cultivos ilícitos tienen acceso limitado a servicios
de salud, por lo que resulta aún más difícil mitigar el daño en estos lugares; 4.) es una
forma indiscriminada de aplicación de la sustancia, lo que implica que la población
afectada no está en capacidad de tomar las precauciones del caso y 5.) La sustancia puede
llegar a afectar ecosistemas de especial importancia.
22) El Departamento del Putumayo se encuentra situado en una zona fronteriza
que limita con los países de Ecuador y Perú, además de encontrarse en la región amazónica.
Dentro de los límites del Departamento del Putumayo se encuentra la Reserva
Forestal Protectora de la cuenca alta del rio Mocoa constituida mediante la Resolución
Ejecutiva 0224 del 21 de noviembre de 1984 la cual cubre un área aproximada de
34.600 hectáreas; dicha área que corresponde a bosques amazónicos se
caracteriza por ser un ecosistema amazónico cuyas particularidades según
diversos estudios nacionales e internacionales, le catalogan como reserva natural de
importancia no solo nacional si no global. A su protección, y a la preservación de las
fuentes hídricas, la flora Y la fauna. Es a lo que le apuntan los artículos 8 y 80 de la
Constitución Política de 1991 pues la región amazónica como es plenamente conocido por
todos. Es el pulmón del mundo.
23) Ahora bien, El Departamento del Putumayo es el quinto departamento de Colombia
con mayores indicies de deforestación, el desarrollo de proyectos de explotación
minera han contribuido al aumento de la vulnerabilidad de unas condiciones
33
Tales como: ANDREOTTI, Gabriella KOUTROS, Stella Jonathan N. HOFMANN, Dale P.
SANDLER, Jay H. LUBIN, Charles F. LYNCH, Catherine C. LERRO, Anneclaire J. DE
ROOS, Christine G. PARKS, Michael C. ALAVANJA, Debra T. SILVERMAN, Laura E.
Beane FREEMAN. Glyphosate Use and Cancer Incidence in the Agricultural Health
Study. Oxford University press, 2018. Disponible
en: https://www.baumhedlundlaw.com/pdf/monsanto-documents/johnson-trial/PTX-0669-
Gly-Use-Cancer-Incidence-AHS.pdf ZHANG, Luoping, et al. Exposure to Glyphosate-
Based Herbicides and Risk for Non-Hodgkin Lymphoma: A Meta-Analysis and
Supporting Evidence. Mutation Research (18). 2019. MEJÍA, Daniel y CAMACHO,
Adriana. The health consequences of aerial spraying illicit crops: The case of
Colombia.Journal of Health Economics 54. 2017. Pp. 147-160.
geológicas que han desembocado en tragedia, como la ocurrida el día 31 de marzo de 2017
y la madrugada del 1 de abril del mismo año en la ciudad de Mocoa, que si bien es
cierto, también se lo atribuye a la falta de previsión del riesgo, a la planificación
y ordenamiento territorial la deficiente protección ambiental de los afluentes hídricos
y los bosques amazónicos, y la deforestación y erosión de la tierra causadas a raíz de las
actividades humanas.
24) Los preceptos constitucionales establecidos en los artículos 8 y 80 que
propenden por la protección de los ecosistemas fronterizos las reservas forestales,
afluentes hídricos, flora y fauna de la región amazónica.
25) En el año 200834 cuando el gobierno nacional realizo fumigaciones aéreas con
glifosato, afecto gravemente la salud y medio ambiente de la zona fronteriza con ecuador
lo que le costó al país el pago como indemnización de 15 millones de dólares, razón que
nos lleva a concluir que al pagarse semejante costosa indemnización el gobierno
colombiano reconoce y es consiente del daño que genera a la salud humana y ecosistemas
el uso del glifosato. ¿Por qué entonces insistir en su uso, acaso solo es dañado del otro
lado de la frontera? Y en territorio colombiano NO?
27) Por ultimo tenemos La Sentencia STC4360 de Abril de 2018 Que es ciertamente una
enseñanza a nivel jurídico, a nivel del medio ambiente, de su deterioro, de su defensa, de
las relaciones hombre naturaleza, que desde luego es valioso su conocimiento a través de
la lectura y análisis de la misma, reseñada así: STC4360-2018.
Resulta entonces contraproducente que pese a los esfuerzos legales de la población civil
para proteger su territorio el gobierno nacional insista en generar daños a la salud y medio
ambiente a través de las aspersiones aéreas con glifosato.
34
https://www.semana.com/nacion/articulo/colombia-fumigaciones-ecuador-15-millones/357509-3
4. COMPETENCIA.
En este orden de ideas, si la controversia a dirimir se trata del amparo de los derechos
colectivos al medio ambiente sano y la salubridad pública en conexidad con el
derecho a la vida entre otros, en contra de unas entidades, todas ellas del orden
Nacional, la competencia tal y como lo indica el artículo 152 numeral 16 del C.P.A.C.A,
recae para este caso sobre el Tribunal Administrativo de Nariño, teniendo en cuenta
que en el departamento del Putumayo, lugar de mi residencia no existe tribunal de lo
contencioso Administrativo.
conforme lo ha precisado la propia jurisprudencia, es que el juez administrativo deba interpretar las
demandas que no ofrezcan la claridad suficiente para poner en marcha el proceso, lo cual es consecuente
6. DERECHOS E INTERESES COLECTIVOS VULNERADOS
Los diversos informes presentados por defensoría del pueblo, Ministerios de salud y el
Instituto nacional de salud, dan cuenta de las graves afectaciones al medio ambiente de
los comunidades que se encuentran en las zonas donde son asperjadas con glifosato.
Los resientes estudios científicos advierten sobre los problemas a la salud por el uso del
glifosato, con relación a la problemática la defensoría del pueblo relato que en putumayo
encontró problemas dermatológicos, diarreicos, malformaciones en los fetos que podría
ser consecuencia de la exposición de las aspersiones con glifosato.
Asi las cosas la vida y condiciones de salud de los putumayenses podría verse expuesta de
pretender reanudar las fumigaciones.
MORALIDAD PÚBLICA
Aun cuando se debe considerar que el departamento del putumayo por contar con
población indígena es territorio sujeto de protección especial
Por otro lado el estado colombiano no adoptado acciones que permitan inferir que el
daño a la salud humana y los ecosistemas no se afectaran.
con el deber de administrar justicia consagrado en la Constitución y con el principio de prevalencia del
derecho sustancial sobre lo meramente adjetivo, como también es correlativo al derecho de los particulares
de acceder a la administración de justicia…
para la Sala, también es comprensible en virtud del derecho sustancial como principio fundamental de la
función jurisdiccional. En razón a lo anterior, la Sala observa que aunque la demanda presenta una
deficiencia en el cumplimiento de las cargas procesales y probatorias frente al requisito de procedibilidad
consagrado en el artículo 144 del Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso
Administrativo, no se advierte lo mismo acerca de la excepción que trae la norma citada, relativa a prescindir
de este requisito, cuando exista inminente peligro de ocurrir un perjuicio irremediable en contra de los
derechos e intereses colectivos, que en el caso concreto no fue narrado de manera clara, pero que, como ya
se dijo en observancia al principio de la prevalencia del derecho sustancial sobre lo formal y por la
importancia del tema que se expone, se ordenará admitir la demanda, independientemente de si prospera o
no
EQUILIBRIO ECOLÓGICO.
Por esta razón, toda la humanidad está llamada a detener la problemática ambiental y
buscar alternativas que permitan lograr un equilibrio entre el hombre y la naturaleza para
un desarrollo sostenible que permita satisfacer las necesidades presentes sin
comprometer los recursos de las futuras generaciones.
Sin duda alguna, se debe conseguir ahora mismo el equilibrio ecológico por medio de
medidas y acciones sostenibles con el medio ambiente, donde la humanidad fomente y
promueva principalmente el cuidado de su entorno.
En el caso del departamento del putumayo, además de haber sido objeto de las
fumigaciones con glifosato, desarrollo de actividades mineras y explotación petrolera que
sin duda alguna afectan los ecosistemas así como la flora y fauna. Las consecuencias de la
confrontación armada que vivo el país dejo un sinnúmero de afectaciones al ecosistema
por los derrames de crudos que sin control alguno se vierten sobre las fuentes hídricas de
las cuales surten agua para consumo humano y animal.
Así las cosas, el deber de prevenir y restaurar los ecosistemas intervenidos por el hombre,
trae consigo la obligación de identificar cuáles son los lugares más estratégicos por sus
características ecológicas y naturales, para así propender por su correcto tratamiento
hasta llegar o aproximarse a un punto de impacto ambiental cero, tal y como la Corte lo
manifestó en los siguientes términos:
“No es cierto que los límites tolerados no produzcan efectos nocivos para con la
naturaleza y el entorno ecológico. Ha de notarse que el concepto de contaminación
ambiental no parte de que se lesione o dañe el medio ambiente, sino que tenga la
potencialidad de interferir en los recursos naturales o el bienestar de los seres humanos.
Es indispensable que la humanidad avance en la implantación de nuevos objetivos que
impliquen el establecimiento de regulaciones y políticas públicas serias, oportunas y
rigurosas que hagan posible respecto de cualquier actividad humana, aproximarnos al
concepto de impacto ambiental cero”.
Por ultimo tenemos La Sentencia STC4360 de Abril de 2018 Que es ciertamente una
enseñanza a nivel jurídico, a nivel del medio ambiente, de su deterioro, de su defensa, de
las relaciones hombre naturaleza, que desde luego es valioso su conocimiento a través de
la lectura y análisis de la misma, reseñada así: STC4360-2018.
Con esta iniciativa lo que se busca es proteger las especies animales autóctonas de la
amazonia colombiana ya que al asperjarse con glifosato los árboles que sirven de hábitat
de las aves, o los alimentos de mamíferos y demás especies desaparece poniendo en
riesgo la existencia de estas especies, así mismos e contaminaran los ríos y quebradas de
donde beben el agua animales.
Es cierto que en determinadas zonas como la amazonia colombiana de la cual hace
parte el Departamento del Putumayo y el Municipio de Mocoa, su impacto ambiental y
social tiende a ser negativo.
36
https://ipt.biodiversidad.co/sib/ryesource?r=avescorpoamazonia
1) La particular condición del departamento del Putumayo, de estar en una región y
ecosistema amazónico en zona fronteriza.
2) El hecho de que dentro de los perímetros del departamento del Putumayo se
encuentre la Reserva Forestal Protectora de la cuenca alta del rio Mocoa, los ríos
Putumayo, Acaé, Alguacil, Blanco, Caimán, Caquetá, Caucayá, Chalguayaco, Churuyaco,
Cohembí, Concepción, Conejo, Cristales, Curilla, Dorada, El Caldero, Guamués, Guineo,
Juanambú, Laguicía, Mandur, Mecaya, Mocoa, Mulato, Orito, Pepino, Picudo Chico, Piñuña
Blanco, Remolino, Rumiyaco, Sabilla, San José, San Juan, San Miguel, Sencella, Ticuanayoy,
Uchupayaco, Vides, Yarumo y Yurilla, además de numerosas quebradas como la Concepción y
fuentes de menor caudal. Mismos que proveen de fuentes hídricas para la región.
3) El hecho de que existen dentro de su territorio diversas comunidades étnicas asociadas en
76 resguardos indígenas que cuentan con la especial protección del Estado.
4) La condición especial que adquiere el departamento del Putumayo, luego del fallo
de la Corte Suprema de Justicia STC4360-2018, que reconoce a la amazonia colombiana
de la cual hace parte el departamento del Putumayo, territorio sujeto de derechos y
ordena acciones para su protección de sus afluentes hídricos y bosques amazónicos.
5) Los preceptos constitucionales establecidos en los artículos 8, 79 y 80 que
propenden por la protección de los ecosistemas fronterizos las reservas forestales,
afluentes hídricos, flora y fauna de la región amazónica, deben llevar a este despacho a
entender que con la solicitud de la medida cautelar se pretende preservar el interés general
sobre el particular de sus habitantes cuyo territorio y ecosistema amazónico ha sido
gravemente afectados por las aspersiones aéreas con glifosato, deforestación y desastres
naturales producto del conflicto armado.
El Departamento del Putumayo goza de una riqueza hídrica evidente. La red hidrográfica
del Putumayo, se conforma por los ríos Putumayo, Acaé, Alguacil, Blanco, Caimán, Caquetá,
Caucayá, Chalguayaco, Churuyaco, Cohembí, Concepción, Conejo, Cristales, Curilla, Dorada, El
Caldero, Guamués, Guineo, Juanambú, Laguicía, Mandur, Mecaya, Mocoa, Mulato, Orito,
Pepino, Picudo Chico, Piñuña Blanco, Remolino, Rumiyaco, Sabilla, San José, San Juan, San
Miguel, Sencella, Ticuanayoy, Uchupayaco, Vides, Yarumo y Yurilla, además de numerosas
quebradas como la Concepción y fuentes de menor caudal.
El río más importante del territorio por su navegabilidad es el río Putumayo es navegable
en alrededor de 1.800 km. desde Puerto Asís hasta su desembocadura en el río Amazonas.
Es navegable durante todo el año desde la población de El Estrecho (Perú), hasta su
desembocadura, para embarcaciones de cuatro pies de calado.
Las velocidades medias del flujo de la corriente varían de 0,5 a 1,5 m/s, dependiendo de la
época del año y del tramo de río considerado. Por ejemplo, la parte alta del río en época
de caudales medios (500 m3/s) alcanza los 1,5 m/s, mientras que en tiempo de estiaje (250
m3/s) solamente llega a los 0,60 m/s. En la parte media y baja del río, con profundidades
que oscilan entre 4 y 9 m, la velocidad varía alrededor de 0,9 m/s, para un caudal de 7.000
m³/s a la altura de la población de Tarapacá (Amzonas).
El río Putumayo tiene una gran variación de niveles en la parte alta de la cuenca, con
diferencias mayores de 2 metros en sólo 48 horas. Sin embargo, los niveles se van
haciendo más estables en las partes media y baja, como lo evidencia el hecho en Tarapacá
la mayor fluctuación en 48 horas sea de 0,5 m.
Por su parte, El río Caquetá, es el segundo rio en importancia fluvial en el territorio, nace
en el Macizo Colombiano, en el Páramo de las Papas, a unos 10 km del nacimiento del río
Magdalena, en el departamento del Huila. En su curso alto, discurre en dirección sur,
atravesando la parte sur del departamento del Cauca y bañando las ciudades de Santa
Rosa y Puerto Limón, próxima a Mocoa, y formando la frontera natural entre Cauca y el
departamento del Putumayo. Gira luego en dirección sureste, internándose en la densa
selva amazónica y siendo también frontera entre Putumayo y el departamento del
Caquetá, en un largo tramo de más de 400 km, en el que atraviesa primero la localidad de
Solita, y en el que cerca de la localidad de Tres Esquinas, recibe el río Orteguaza.
Fuente: Ministerio –Plan vial Departamento del Putumayo
MAPAS: Mapa modificado a partir del Mapa de Hidrografia del Putumayo publicado por La
Sociedad Geográfica de Colombia –Academia de Ciencias Geográficas
6.1. El Departamento del Putumayo, es uno de los treinta y dos departamentos que,
junto con Bogotá, Distrito Capital, componen el territorio de la República de
Colombia. Se localiza en el Sur del país en límites con los países de Ecuador y Perú,
haciendo parte de la región dela Amazonía. Cuenta con una superficie 25.312 Km²,
lo que representa el 2.22 % del territorio nacional.
para el año 2016 según las cifras arrojadas por las proyecciones del Censo de Población y
Vivienda realizado por el Departamento Nacional de Estadística DANE en 2005.
Población total: 349.537 habitantes (172.806 Mujeres y 176.731 Hombres). Representa el
0,72% de la población nacional. (Proyección 2016)
Tasa de crecimiento anual: 2,70 % (Proyección promedio periodo del 2015 al 2020)
En la entidad viven 115.999 niños y niñas de 0 a 14 años, que representan el 33,19% de la
población departamental (Proyecciones 2016).
Razón de dependencia por edad: 63.2 (por cada 100 personas en edad productiva -entre 15
y 64 años- hay 63 en edad de dependencia -menores de 15 o mayores de 64 años-).
La densidad de población: 14,05 hab/Km²
6.3. Economía Departamento del Putumayo
El PIB para el año 2013 representa el 0,62% del total nacional. A nivel departamental los
sectores de mayor importancia son explotación de minas y canteras con el 63,76%,
administración pública y defensa; seguridad social de afiliación obligatoria con el 8,14%,
comercio, reparación, restaurantes y hoteles con el 5,48% y agricultura, ganadería, caza,
silvicultura y pesca con el 2,91%.
En relación con el sector pecuario, para el año 2015 el ICA reporta 192.165 cabezas de
ganado bovino; 19.184 porcinos, de los cuales el 100% corresponde a producción en
traspatio. En otras especies pecuarias hay principalmente ganado equino con 10.328
cabezas, caprino con 197 ejemplares, ovino con 4.277 cabezas y bufalino con 473
ejemplares. En el sector avícola existen77.333 aves de engorde.
Por otra parte en la producción acuícola 37, las principales especies que se cultivan son
tilapia roja, trucha y cachama, reportando una producción total de 1.022.970 kg.
7. PRETENSIÓN.
Que con fundamento en la incidencia definitiva e irremediable que podría generar las
aspersiones aéreas con glifosato, respecto de los derechos colectivos de la
SALUBRIDAD PÚBLICA, y el MEDIO AMBIENTE SANO EN CONEXIDAD CON EL DERECHO
A LA VIDA, se solicita:
8. FUNDAMENTO DE DERECHO
EL PRINCIPIO DE PRECAUCIÓN
37
Fuente: Instituto Geográfico Agustín Codazzi IGAC - Diccionario Geográfico Gobernación del Departamento
del Putumayo
negativas sobre el medio ambiente y la salud de los bienes y servicios que son objeto de
la regulación.
Stewart (2001: 2-3) sugiere unos principios para la toma de decisiones regulatorias
ambientales bajo incertidumbre, partiendo de una taxonomía de daños ambientales: i)
cuando el daño que causará la actividad es conocido: ii) cuando se sabe que existe
probabilidad de daño y ella está adecuadamente caracterizada; y, iii) cuando existe un
riesgo de daño que es incierto. El principio de precaución –PP– aplica en los tres casos, y
su investigación identifica cuatro modalidades del principio de precaución:
PP2. Los controles regulatorios deben incorporar un margen de seguridad; las actividades
deben limitarse por debajo del nivel en el que no se ha observado o predicho ningún
efecto adverso ("Margen de seguridad PP").
PP3. Las actividades que presentan un potencial incierto de daño significativo deben
estar sujetas a los requisitos de la mejor tecnología disponible para minimizar el riesgo de
daño a menos que el proponente de la actividad muestra que no presentan un riesgo
apreciable de daño ("BAT PP").
PP4. Las actividades que presentan un potencial incierto de daño significativo deben
prohibirse a menos que el proponente de la actividad demuestre que no presenta un
riesgo apreciable de daño ("PP prohibitoria").” (Stewart, 2001: 6)
La PP3 se refiere al uso de la mejor tecnología disponible. Las dos primeras se consideran
versiones débiles del principio de precaución, mientras que las dos últimas son las
versiones fuertes en las que, además de que la carga de la prueba recae sobre el agente
que infringiría el daño, podrían conducir a resultados socialmente indeseables. A
diferencia de otro tipo de regulaciones, en el caso de la existencia de incertidumbre con
respecto a los riesgos se justifica la adopción de controles regulatorios (Stewart, 2001:
11). Las evaluaciones cuantitativas del riesgo de daño que soportan los controles
regulatorios de la segunda modalidad del principio de precaución, exige complejas
distribuciones de probabilidad confiables; esto es, realizadas por personas competentes
desafiliadas de los grupos y organismos interesados en las decisiones.
La oportunidad regulatoria, así como la revisión periódica de los efectos de las decisiones
regulatorias, son inseparables de la modalidad del principio de precaución. Regulaciones
más severas en torno al cambio climático están a la espera de cambios tecnológicos y en
el orden político mundial, por ejemplo, mientras que las decisiones sobre la publicidad y
la oferta de tabaco han sido asumidas en casi todos los países en defensa de la salud
pública. Las anomalías del clima son cada vez más frecuentes, mientras que las
defunciones no fetales por enfisema pulmonar originado en el consumo de la nicotina
han disminuido. La regulación sobre el tabaquismo no ha sido revaluada, y las
tabacaleras han dejado de contra- argumentar tales decisiones. La reticencia de los
poderes legislativos de los Estados Unidos y Canadá a ratificar la adhesión a las reglas
sobre control a las emisiones de gases de tipo invernadero consignadas en el Protocolo
de Kyoto en1997 y refrendadas en el Acuerdo de París en 2016, les permite incrementar
sus contribuciones periódicas a tales emisiones.
Una vez aplicado este principio constitucional, las autoridades deben implementar
mecanismos de prevención de daños para desvirtuar la aplicación del principio de
41
T 760 de 2008, apartado 3.4.2.9.4.
42
PIDESC, artículo 12, 2) b).
43
Sentencia C-431-00 apartado 3.
44
Corte Constitucional, Sentencia T 724 del 26 de septiembre 2011. M.P.: Nilson Pinilla Pinilla. Apartado 5.2.
45
Corte Constitucional, Auto 073 del 27 de marzo de 2014. M.P.: Luis Ernesto Vargas Silva,
numeral 70.
precaución frente a una medida concreta o para encontrar otras vías menos nocivas.
Es decir, que el principio de precaución tiene consecuencias normativas entre las
que se encuentra: i) la inversión de la carga de la prueba para quien pretende realizar
una actividad peligrosa; ii) el deber de buscar alternativas que no representen riesgos; y
iii) la ampliación de la discusión pública sobre los temas, a fin de que los afectados
puedan intervenir en la decisión que debe tomarse.
En particular, respetar el derecho a la salud puede implicar “no realizar” un acto que
atente contra el derecho fundamental de un grupo de personas, pero también, puede
significar la adopción de las medidas adecuadas y necesarias de salud pública que
eliminen obstáculos para la satisfacción del derecho. Incluso puede implicar “dejar
sin efecto una decisión administrativa o una determinada regulación”46.
46
T 760 de 2008, apartado 3.4.2.9.4.
47
PIDESC, artículo 12, 2) b).
48
Sentencia C-431-00 apartado 3.
49
Corte Constitucional, Sentencia T 724 del 26 de septiembre 2011. M.P.: Nilson Pinilla Pinilla. Apartado 5.2.
EVIDENCIA SOBRE POSIBLES CONSECUENCIAS DE LA ASPERSIÓN CON
GLIFOSATO
50
IARC. IARC Monographs Volume 112: evaluation of five organophosphate insecticides and herbicides.
Disponible en http://www.iarc.fr/en/media-centre/iarcnews/pdf/MonographVolume112.pdf.
51
Groot, H. y Ortiz, S. Glifosato: ¿riesgo humano? En Revista: Hipótesis / Apuntes Científicos Uniandinos.
52
Defensoría del Pueblo. Informe sobre la crisis Humanitaria en Chocó – 2014. Bogotá, p. 179.
las Drogas: 1998 - 2002”53. Además, aunque el Consejo Nacional de Estupefacientes
expidió el parágrafo segundo del artículo 1 de la Resolución 013 del 2003 y la Resolución
No. 015 del 2005, que permitían la aspersión del químico en cultivos ubicados dentro de
los Parques Naturales Nacionales, la Sección Primera del Consejo de Estado en sentencia
del 11 de diciembre de 2013, aplicó el principio de precaución y anuló el parágrafo
mencionado54.
Así las cosas, tenemos que una actividad orientada a eliminar cultivos ilícitos tiene riesgos
de causar daños a la salud que están estrechamente derivados con un daño al ambiente,
pues el PECIG prevé la aspersión de glifosato sobre zonas enteras de cultivos
seleccionadas, sin discriminar la presencia de personas o animales en el lugar. Frente a
este riesgo, solicitamos que se aplique el principio de precaución porque (i) aunque
existe controversia sobre el daño, el estudio de la IARC plantea bases científicas
plausibles; ii) al tratarse de un posible agente cancerígeno, el glifosato puede causar
daños graves que son inaceptables por el impacto que podrían tener en la vida de las
personas que reciben involuntariamente la aspersión con el herbicida; y iii) en todo
caso no hay certeza sobre la probabilidad ni los mecanismos causales que podrían
generar el daño.
Esto último no puede ser el fundamento para dejar de aplicar el principio de precaución
en este caso. Las consecuencias normativas de esta ausencia de certeza están
claramente establecidas en el sistema jurídico. Por un lado, ante la probabilidad de un
daño tan grave, las aspersiones con glifosato solo deberían realizarse si existe absoluta
certeza científica de su inocuidad, pues opera la inversión de la carga de la prueba para
quien pretenda o quien promueva la continuación de la realización de la aspersión con
glifosato. Por otro lado, deben buscarse otras medidas alternativas que no sean lesivas
de la salud y del ambiente sano. Por eso, esta solicitud a lo único que se encamina es a
que ninguna política pública del Consejo Nacional de Estupefacientes se haga valiéndose
de unos medios que, se puede considerar plausiblemente, producen peligros graves.
Solicitamos además que se tenga en cuenta que en Colombia una Alta Corte como el
Consejo de Estado ya ha aplicado el principio de precaución para suspender la aspersión
de glifosato. En la sentencia de la Sección Primera del Consejo de Estado se anuló el
58
Defensoría del Pueblo. Informe sobre la crisis Humanitaria en Chocó – 2014. Bogotá, p. 179.
parágrafo 2 del artículo 1 de la Resolución 013 de 2003 que permitía la aspersión con
glifosato en zonas de Parques Naturales Nacionales. En esta decisión la Sala
determinó, que la aspersión con glifosato en zonas afectadas por cultivos ilícitos
ubicadas en las zonas de Parques Naturales Nacionales, implicaba un riesgo potencial de
producir un daño grave e irreversible al medio ambiente59.
Aunque en esa ocasión, por la norma demandada, este principio se aplicó solo para la
protección del ambiente, no hay razón constitucionalmente admisible para distinguir
entre la protección del ambiente y la del derecho a la salud. Ambos derechos están
estrechamente relacionados; ambos reciben protección constitucional, y si se ha
dicho que se debe proteger el ambiente de la aspersión con glifosato por la incidencia
que tiene en la vida de las personas, con más razón debe protegerse la vida de las
personas frente a los riesgos plausibles del herbicida. Por eso, creemos que en esta
oportunidad el Consejo Nacional de Estupefacientes debería extender los
razonamientos del Consejo de Estado a propósito de las nuevas evidencias del IARC, y
declarar la suspensión del PECIG.
Creo que es en este mismo sentido que el Ministerio de Salud emitió la comunicación del
24 de abril de 2015 en la que recomendó suspender el uso de glifosato para aspersión
área en el marco del PECIG, aplicando para ello el principio de precaución. Sobre este
punto, consideramos que si es cierto que la destrucción de cultivos ilícitos de los
que pueden extraerse drogas no se puede realizar sin el concepto previo favorable
de los organismos encargados de velar por la salud pública, entonces su
pronunciamiento es una razón seria para considerar que debe aplicarse el principio de
precaución y suspender las aspersiones con glifosato.
El derecho al medio ambiente sano y a la salud gozan del amparo constitucional y tienen
al Estado como garante. Pero la dinámica del mercado mundial de alcaloides, y en
particular de la cocaína, ha llevado a que en Colombia se procure la erradicación del
arbusto de coca, de manera reiterada, con el uso de herbicidas que están bajo sospecha
de producir efectos colaterales indeseados sobre la salud. El principio de precaución
previene sobre el uso del glifosato para tales fines, y las recomendaciones de la IARC se
ponen en cuestión por Monsanto-Bayer, los principales productores del Roundup®. En
Colombia, tal principio ha sido consagrado en diferentes sentencias de la Corte
Constitucional, siendo la T-236/17 la más comúnmente referida en relación con el amparo
y las garantías mencionadas. Este trabajo pretende aportar, mediante el empleo de
técnicas estadísticas y econométricas, evidencias de la probabilidad de daño grave e
irreversible sobre la salud de la población de las zonas rurales de los municipios de
Colombia asperjados con glifosato.
Hinestrosa (1998: 13) sostuvo que “la vida en sociedad comporta para toda persona un
doble riesgo permanente: dañar y ser dañado”. A los primeros se les denomina como
agentes y les compromete acoger el principio ético de la precaución a fin de inhibirse de
dañar a los sujetos que, de forma pasiva, están sometidos a sus decisiones: las víctimas.
Por existir una relación de superior a inferior, al derecho le corresponde velar por el bien
estar de la población más frágil, aquella que asume el mayor riesgo de ser dañada y sobre
59
Consejo de Estado, Sala de lo contenciosos Administrativo, Sección Primera, Sentencia del 11 de
diciembre de 2013. Radicado No. 11001-03-24-000-2004-00227-01. M.P. Guillermo Vargas Ayala. Aparatado 5.
la que está más expuesta a las amenazas que pesan sobre su integridad psico-física. La
eficacia del derecho y de la justicia se verifica en la prevención del daño. La reparación,
que de por sí es funcional al fin primordial, garantiza un orden social justo (Henao, 1998:
27), y la existencia del daño remite entonces a que el responsable, el agente, repare a la
víctima. Daño emergente, lucro cesante, daño moral y perjuicio fisiológico, son rubros
que en Colombia se emplean para distinguir el daño patrimonial del extrapatrimonial. Por
su parte, el daño emergente atañe al perjuicio a las condiciones físicas de las personas;
esto es, al daño corporal (Henao, 1998: 193-200).
El daño es un fenómeno tan antiguo como la especie humana (Hinestrosa, 1998: 11-12) y,
por tal razón, no es extraño que la producción intelectual sobre el daño sea voluminosa y,
además que, a pesar de los reconocidos avances teóricos, conceptuales y metodológicos
para esclarecer que es daño y qué no lo es, así como para establecer la responsabilidad,
los perjuicios y las formas de resarcimiento, aún no se ha dicho la última palabra sobre el
daño. Con relación a la obra de Henao (1998), Hinestrosa precisa que la jurisprudencia
cumple una función pedagógica y moralizadora de los funcionarios estatales de la
que deviene la confianza de los ciudadanos que, cuando es traicionada, ocasiona un daño
injusto que alcanza los umbrales de la fatalidad.
Cortés (2009: 38) advierte que el incremento en la frecuencia de los hechos dañinos no
reviste mayor utilidad para el derecho civil, a no ser porque los juzgados tienden a estar
más congestionados que antes con las demandas de reparación. No obstante, tal
incremento debe ser verificado antes de explorar por sus determinantes. Que ahora
existan más vehículos no explica per sé que en la actualidad haya más accidentes de
tránsito, como sí que los afanes de la vida cotidiana de los conductores, su imprevisión e
impericia, a más de la inclinación de algunos a violar las reglas de tránsito, sean los
auténticos determinantes de tales accidentes.
En vista de que hay sospechas jurídicas fundadas de que el uso del glifosato y de otros
herbicidas como Lasso® y CosmoFlux® son cancerígenos, el daño a la salud puede ser
prevenido mediante la imposición de restricciones y condicionamientos a su empleo
como ocurre con los ineficaces programas de erradicación del arbusto de coca por el
método de la aspersión aérea con glifosato.
SUSTENTO LEGAL
Que conforme al artículo 2 ibídem “Son fines esenciales del Estado: servir a la
comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los
principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la
participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica,
política, administrativa y cultural de la Nación; defender la independencia nacional,
mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de
un orden justo.
Que a la par, la ley 99 de 1993 por la cual se crea el Sistema Nacional Ambiental, prevé
como unos de los principios generales de la política ambiental, la protección prioritaria
de la biodiversidad y el deber de aprovechamiento sostenible, la protección especial de
las zonas de páramos, subpáramos, nacimientos de agua y las zonas de recarga de
acuíferos, la utilización de los recursos hídricos para el consumo humano, sobre
cualquier otro uso, y la precaución ambiental.
“No es cierto que los límites tolerados no produzcan efectos nocivos para con la
naturaleza y el entorno ecológico. Ha de notarse que el concepto de contaminación
ambiental no parte de que se lesione o dañe el medio ambiente, sino que tenga la
potencialidad de interferir en los recursos naturales o el bienestar de los seres humanos.
Es indispensable que la humanidad avance en la implantación de nuevos objetivos que
impliquen el establecimiento de regulaciones y políticas públicas serias, oportunas y
rigurosas que hagan posible respecto de cualquier actividad humana, aproximarnos al
concepto de impacto ambiental cero”.
Para afianzar los argumentos expuesto en el cuerpo de la acción popular dejo de presente
algunos de los casos en los que el Consejo de Estado ha declarado responsable la nación
por aspersiones aéreas con glifosato.
60
CONSEJO DE ESTADO SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO SECCIÓN
TERCERA - SUBSECCIÓN C Rad.: 52001-23-31-000-2006-00435-01(38040) Consejero Ponente: Dr.
Jaime Orlando Santofimio Gamboa Actor: Luis Carlos Marulanda Lotero Demandado: La Nación -
Ministerio de Defensa Nacional y otros Bogotá, D.C., ocho de septiembre de dos mil diecisiete.
erradicación de cultivos ilícitos con la aspersión de glifosato incumple sus deberes
convencionales, constitucionales y legales, al no seguir los procedimientos y protocolos
establecidos para minimizar los posibles daños que se puedan causar con la aspersión al
no ejecutar en debida forma el reconocimiento del área a fumigar, identificando y
ubicando los cultivos presuntamente ilícitos, su extensión y el medio circundante, y por
último, al no dar cumplimiento al plan de manejo ambiental adoptado por la respectiva
autoridad ambiental. Por todo lo anterior, se declara la responsabilidad del estado a título
de falla en el servicio por el daño antijurídico que el demandante no estaba llamado a
soportar como una carga ordinaria, ni siquiera extraordinaria, en atención a que vio
afectado su derecho al trabajo, pues, al desaparecer el cultivo de su propiedad, vio
disminuidos sus ingresos, perdiendo la totalidad de la inversión que había realizado para la
obtención de la cosecha y la utilidad que iba a percibir con su venta. (…)
61
CONSEJO DE ESTADO SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO SECCION TERCERA
SUBSECCION B Consejero ponente: RAMIRO DE JESUS PAZOS GUERRERO Bogotá D. C., veinte (20) de
febrero de dos mil catorce (2014). Radicación número: 41001-23-31-000-2000-02956-01(29028) Actor: LUIS
ELI MEDINA Demandado: NACION - MINISTERIO DE DEFENSA - POLICIA NACIONAL
capacidad de asimilación y transformación de los bienes, recursos, paisajes y ecosistema,
afectando en suma el entorno del ser humano; mientras que el daño ambiental impuro se
define como la consecuencia de la afectación ambiental que repercute en el entorno de
los seres humanos, y supera los límites de asimilación y de nocividad que pueda soportar
cada uno de estos.
62
Consejo de Estado - Sala de lo Contencioso Administrativo - Sección Tercera Sentencia
nº 52001-23-31-000-2006-00435-01 de, de 8 de Septiembre de 2017
(…) Para la Sala, el estudio de la responsabilidad63 se hará bajo el régimen objetivo de
responsabilidad, bajo el título de imputación de riesgo excepcional en la medida en que a
la demandada le es atribuible el daño antijurídico que sufrió el demandante como
consecuencia de la ejecución de una operación aérea de aspersión con glifosato. Actividad
lícita que generó un riesgo para la salud humana y para la vegetación (cultivos de pan
coger y árboles frutales), y causó un daño que aunque, la entidad no acepta
expresamente y cuestiona por la ausencia de prueba técnica, si se encuentra demostrado
con otros medios de prueba (…) La Sala a manera de conclusión puede afirmar que el
demandante no tenía la obligación jurídica de soportar el daño antijurídico causado por la
entidad demandada por lo que a ésta le asiste el deber de repararlo integralmente. Quien
crea un riesgo con la ejecución de una actividad lícita, debe reparar los daños antijurídicos
que cause sin que sea necesario acreditar que incumplió con los deberes de cuidado que le
eran exigibles.
Por su parte el Ministerio Público al rendir concepto de fondo 64 concluyó que el título de
imputación que resulta aplicable al presente evento, es el objetivo por daño especial y no
por falla del servicio como lo aduce el demandante. Destacó que las pruebas relacionadas
a lo largo del proceso constituyen indicios que deben ser analizados de manera integral y
sistemática y son suficientes para determinar, dentro de criterios de razonabilidad y con
un alto grado de probabilidad, que el daño a los cultivos lícitos de propiedad del actor,
fueron ocasionados por las operaciones de aspersión aérea del herbicida glifosato en
virtud del programa de erradicación de cultivos ilícitos del Gobierno Nacional. Actividad
lícita pero que no desliga de responsabilidad al Estado por los daños que pueda ocasionar
por la imprecisión en la fumigación. (…)
CONCLUSIONES
La incertidumbre con respecto a la generación del daño subsiste, debido a que no hay
certeza sobre la probabilidad de este ni sobre los mecanismos causales que podrían
generarlo. Esto, por dos razones: en primera medida, la mayoría de estudios científicos
miden los impactos de la exposición controlada al glifosato en su uso agrícola y no en la
aspersión aérea, lo que podría conllevar a la que magnitud de los daños sea incluso
mayor. En segundo lugar, señalamos que los estudios difieren sobre la probabilidad y el
peligro del daño. Sin embargo, diferir sobre la probabilidad no desconoce la existencia del
peligro de la sustancia.
1. Es costoso
Con respecto a los costos del programa, trajimos a colación un derecho de petición
respondido por la Dirección para la Sustitución de Cultivos Ilícitos de Presidencia de la
República a la Cámara de Representantes en octubre de 2018, en donde se afirma que el
costo promedio de erradicación por medio de aspersiones aéreas entre el 2003 y 2014 fue
de 72 millones de pesos por hectárea, 32 millones más que hacerlo vía sustitución, según
la misma fuente.
2. NO SE SABE SI ES EFECTIVO
La efectividad de la aspersión aérea nunca ha sido comprobada y hay algunas razones que
ponen en duda esta presunción. Por ejemplo, la tasa de resiembra con la aspersión aérea
es cercana al 35%, mientras que según el último Informe de las Oficina de las Naciones
Unidas para la Droga y el Delito la tasa de resiembra tras la erradicación manual y
voluntaria en el Marco del PNIS es del 0,6% 65. Asimismo, en el marco de investigaciones
académicas, particularmente en el trabajo de Daniel Mejía y Adriana Camacho, se ha
afirmado que para erradicar definitivamente una hectárea vía aspersión aérea es
necesario fumigar 30, lo que pone en entredicho la efectividad de este método 66.
Para cerrar el punto, es necesario mencionar que la propia Corte en la Sentencia T-080 de
2017, afirmó que en el marco del deber del Estado por reducir los cultivos ilícitos, las
políticas se deben suscribir a “métodos de sustitución que, garantizando los derechos de
las comunidades, resulten más efectivos para la eliminación de las plantaciones de uso
ilícito en sus territorios.” Por ende y teniendo en cuenta que el cumplimiento de los
campesinos que se suscribieron al PNIS es del 94% según la UNODC, sugerimos que las
estrategias de erradicación de cultivos se deben orientar desde esta perspectiva.
Así las cosas, resulta que no es constitucional ni conveniente reactivar la fumigación aérea
con glifosato porque 1.) No se han cumplido las condiciones establecidas por la Corte en
la Sentencia T236 para proteger la salud y el medio ambiente de las comunidades
afectadas; 2.) Se han agudizado las condiciones por las cuales la Corte aplicó el principio
de precaución en 2017; y 3.) la evidencia muestra que existe una alternativa menos costosa
65
Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. Informe ejecutivo consolidad No. 16 Programa
Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos PNIS. 15 de febrero de 2019.
66
MEJÍA, Daniel y CAMACHO, Adriana. The health consequences of aerial spraying illicit crops: The case of
Colombia. Journal of Health Economics 54. 2017. Pp. 147-160.
económicamente, menos riesgosa para la salud y el medio ambiente, más efectiva en el
mediano y largo plazo, y más respetuosa de las garantías constitucionales, que es la
sustitución, en este momento contenida en el decreto 896 de 2017. Por lo tanto, lo
constitucionalmente adecuado es mantener el principio de precaución, no reactivar la
aspersión e impulsar la estrategia de sustitución voluntaria.
9. PRUEBAS:
Documentales:
De oficio:
Solicito a su señoría:
3) Oficiar a la defensoría del pueblo nacional con el fin de que certifique si tiene
documentados casos en el que el uso del glifosato haya causado daño a la salud
humana o medio ambiente. Dirección: Cra. 9 No 16- 21- Bogotá Código
Postal: 110231Teléfono PBX: (57) (1) 314 73 00 correo electrónico
atencionciudadano@defensoria.gov.co o juridica@defensoria.gov.co
10. ANEXOS.
11. NOTIFICACIONES.
El accionante
Los accionados
ANA MARÍA RUEDA RODRÍGUEZ Directora de Política contra las Drogas y Actividades
Relacionadas Ministerio de Justicia Secretario Técnico CONSEJO NACIONAL DE
ESTUPEFACIENTES, Calle 53 No. 13 - 27 - Bogotá D.C PBX (+57) (1) 444 31 00 E-mail:
servicio.ciudadano@minjusticia.gov.co o ana.rueda@minjusticia.gov.co
Atentamente: