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En pie de lucha por la liberación de la madre tierra

Desde el mismo momento en que comienza el espermatozoide la carrera para


llegar al ovulo y engendrar para comenzar la vida. Allí comienza la lucha por
sobrevivir y llegar a la meta luchando contra millones más. En el camino muchos
mueren en el intento, pero solo el que persevera hasta el final alcanza a llegar.
Quise hacer esta ilustración para este ensayo, que lo he titulado “en pie de lucha
por la liberación de la madre tierra”, en este caso me refiero a los Nasas, que es
una comunidad indígena que se encuentra ubicado en el Cauca y que por años
desde el tiempo de la conquista española, les ha tocado estar en pie de lucha,
porque primero fueron sumisos por España y ahora por grandes terratenientes que
han robado gran parte de sus tierras para las grandes multinacionales del azúcar.

Para entender un poco más sobre este tema, he buscado el significado de


liberación en el diccionario, dando como concepto; “Etimológicamente esta palabra
proviene del latín <Liberatio> el cual hace referencia al hecho de poner libre algo o
alguien. Hablar de liberación implica el rompimiento de las ataduras corporales y
espirituales que le impiden a cualquier individuo, animal o fenómeno natural la
oportunidad de evolucionar o desenvolverse en su totalidad”. Queda muy claro
este concepto, porque aquí nos estamos refiriendo en liberar algo, en este caso la
tierra, que ha sido atada por los poderosos y multinacionales del país. Suelo que
le pertenece a los Nasas y que por tradición siempre les perteneció.

¿Esta lucha por recuperar la tierra que les ha sido arrebatada, es conocida por los
colombianos? ¿Es en vano esta lucha? Algo que parece inaudito es que casi toda
Colombia no conoce esta problemática, muchas veces porque los dueños de los
grandes medios de comunicación son de los mismos terratenientes, si nos vamos
más allá, me atrevo a decir que un gran porcentaje no conoce que existe una tribu
o comunidad indígena llamada Nasas. Para responder a ese primer interrogante.
“Existe un desconocimiento muy grande de lo que es el mundo indígena, de cómo
construimos autonomía, de cómo nos auto determinamos al interior de las
comunidades, de cómo ejercemos el control territorial y de cómo buscamos sanar
las desarmonías que los comuneros cometen.

Por otro lado, creo que la sociedad aún nos mira con desconfianza, prevención e
irrespeto. Hemos sido fuertemente fustigados en los últimos años, en términos de
decirnos que nos oponemos al desarrollo, que tenemos tierras y no las
trabajamos, que somos proclives a la insurgencia, que nos confabulamos con el
narcotráfico, y eso ha ido creando una imagen de las comunidades indígenas muy
desfavorable”. Expresó Feliciano Valencia, el líder indígena del norte de Cauca
condenado por la supuesta tortura a un cabo del Ejército que se infiltró en una
minga en 2008. En días pasados la Corte Suprema de Justicia lo absolvió de los
cargos y, de paso, le dio un fuerte espaldarazo a la Justicia Indígena.
Desafortunadamente, cuando lo dicen altos funcionarios del gobierno, cuando lo
dicen presidentes de la República y gente que trata de sacar provecho en contra
de nosotros, azuza este tipo de comentarios, que son muy lesivos para construir lo
que entendemos como pueblos indígenas. Aquí se puede ver claro que muchos
colombianos desconocemos que más allá de nuestras narices existen pueblos y
comunidades indígenas que ponen un pie de lucha a diario para tratar de vivir en
un país que aun los ignora.

Pero la verdad es que para nuestro segundo interrogante, aunque parezca que no
haya valido la pena esta lucha, se puede ver todo lo contrario, que aunque de a
poco, y en pasos lentos pero seguro, se pueden ver resultados con estadísticas de
recuperación de tierras. Dice esta fuente. “https://verdadabierta.com/la-sangre-
que-les-recupero-la-tierra-de-los-nasa/ “En cuarenta años, los indígenas del norte
del Cauca han resistido el conflicto para hacer valer su derecho a su territorio y a
vivir en paz en él. En esta brega, campesinos, religiosos y miembros de la
comunidad han sido asesinados. Ahora, ante los diálogos de La Habana, invitan a
conversar para saber cómo compartir la tierra para vivir tranquilos. <En los años
setenta, éramos seis cabildos con 200 hectáreas; hoy somos 122 cabildos con 570
mil hectáreas>, dijo Feliciano Valencia, líder y vocero de las Asociación de
Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Acin), en entrevista con los reporteros de
VerdadAbierta.com, medio que recorrió varios municipios del Cauca por una
semana para reconstruir los perfiles de sus más connotados líderes de la brega
por la restitución de tierras”.

Ya viendo estos dos interrogantes anteriormente resueltos con argumentos o


respuestas por parte de fuentes y que han sido divulgados en noticias, puedo
analizar o relacionar esta temática con mi experiencia investigativa con el
argumento expuesto en una de sus lecturas, específicamente en “El autor de esta
imagen de Vietnam siempre se arrepintió”. Martin Caparrós. Periódico El País.
Aquí me llama poderosamente la atención sobre el poder que puede tener una
imagen representada en una fotografía y que podemos ver una parte del texto que
dice: “El 1 de febrero de 1968 Eddie Adams tenía 34 años y llevaba tres
cubriendo la guerra de Vietnam para Associated Press. El Vietcong, la guerrilla
comunista que peleaba contra los ejércitos de Vietnam del Sur y Estados Unidos,
acababa de lanzar una gran ofensiva —y en Saigón la violencia crecía. En su
Barrio Chino, Adams seguía al jefe de la policía survietnamita, el general Nguyen
Ngoc Loan, y sus custodios, que llevaban a un prisionero: un hombre bajo de
camisa a cuadros. De pronto la comitiva se paró, el general sacó su revólver Smith
& Wesson .38 Especial y lo apuntó a la sien del hombre. Adams diría después que
pensó que quería asustarlo para interrogarlo pero no: el general disparó. Adams
también”. Acá queda claro que cuando no se conoce el trasfondo de algo, como
ocurrió con esa imagen que dibujó al General como el malo de la película. Dice
Adam que esa no fue intención, porque él después supo que ese mismo hombre
había matado a varios militares estadounidenses, pero eso la gente no lo supo
sino que condenó la imagen. Relacionando este texto con mí proyecto
“Desalambrando la tierra” puedo palpar, que muchas veces el país condena a los
Nasas, tildándolos de guerrilleros o como ladrones de tierra. Esto porque salen
muchas fotos en periódicos y noticieros. Así como sucedió con la foto de Adam,
que sin saber el trasfondo, la gente toma juicio. Esto es lo que pasa en la
actualidad con esta comunidad indígena, que hoy por hoy son los malos de la
película y los verdaderos villanos que son los que están apropiados de los
campos, están siendo vistos como víctimas, cuando las verdaderas víctimas son
los Nasas.

Como conclusión, antes de tomar juicio o condenar debemos conocer las


problemáticas a profundidad para tomar una posición acertada por aquellos que
dan la batalla diaria en pie de lucha por la liberación de la madre tierra. Porque
cuando se trabaja con luchas, se dan resultados positivos, así como aquel
espermatozoide que lucho para llegar venciendo miles de rivales y obstáculos,
pero que al final obtuvo su recompensa “la vida”. Y seguramente aquí también se
verán reflejados como hasta ahora se han venido dando. “Una tierra libre y lista
para cosechar”

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