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LA LLENURA DEL ESPÍRITU

(Ef.5:1-20)
INTRODUCCIÓN: Todos estamos de acuerdo que Efesios 5:18 es uno de los textos
más importante para la iglesia del Señor. La iglesia creció porque los hombres y mujeres
fueron llenos del Espíritu. Ellos no discutieron el tema de la llenura, sencillamente vivieron
llenos del Espíritu. Seguramente también estamos de acuerdo que la primera parte del
texto, “No os embriaguéis con vino en el cual hay disolución..” no es una práctica cristiana
(aunque a veces hay cada sorpresa), pero a lo mejor la segunda parte pudiera ser una de
las más olvidadas. Este texto tiene dos mandamientos. El primero es negativo y apela el
control que puede ejercer una bebida de carácter tóxico sobre nuestra mente y voluntad.
Un borracho no solo está controlado externamente sino que pierde el control internamente.
Pero el segundo mandamiento es positivo y apela al control que quiere ejercer el Espíritu
en nosotros. El control del Espíritu no hace perder el juicio ni aniquila la voluntad, más
bien produce un estado de conciencia espiritual y le da al individuo el fruto que contiene el
dominio propio. El Espíritu no destruye sino que enaltece. Sed llenos del Espíritu según
entendemos no es igual que llenar un recipiente que ha estado vacío; él no es un liquido o
gas. Debemos recordar que estamos hablando figuradamente. El Espíritu no puede llenar
algo material. Mas que pensar en ser “llenos” con el Espíritu debemos optar por la idea de
ser gobernados por el Espíritu. Esto es diferente. Ahora bien, si conectamos esta idea con
las palabras de Jesús cuando dijo, “..no os dejaré huérfanos” estaremos hablando,
entonces, que quien es dirigido y gobernado por el Espíritu Santo lo estará siendo por
Jesucristo. La misión del Consolador es llevarnos a los “ríos de agua viva” que prometió
Jesús a todos los que le siguieran.

ORACION DE TRANSICIÓN: ¿Cuáles son las señales de una persona que anda y vive
llena del Espíritu Santo?

I. LA SEÑAL DE UNA VIDA LLENA DE IMITACION v. 1


Vivimos en una sociedad que nos impulsa tremendamente a imitar todo lo que es “el
último grito de la moda”y a las llamadas celebridades del espectáculo. Hemos llegado a ser
unos “adictos” en imitar todo lo que nos presenta esta llamada sociedad de consumo. Las
jovencitas imitando a las “Ápice Girl”, los jovencitos imitando a los “backstreet boy” y lo
adultos imitando a un John Travolta en su retorno con su“Fiebre del Sábado por la
Noche”. La imitación se hace casi inconsciente. Lamentablemente no siempre se imita lo
correcto, sin embargo hay un imperativo bíblico que nos impulsa a buscar lo que es mejor
y correcto en materia de imitación. “Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados”.
Hay una cosa muy cierta, quien imitada a Dios se le pegara todo lo bueno. Una vida llena
del Espíritu querrá siempre imitar al Señor. La meta de nuestra lucha, el estándar por el
que somos juzgados, no es otra pobre y débil persona; no es un “dios” hecho de carne y
hueso. Nuestro estándar es nada menos que el mismo carácter de Dios, que es amor santo.
El Espíritu Santo produce vidas llenas de imitación al autentico Dios.
II. LA SEÑAL DE UNA VIDA LLENA DE AMOR v. 2
Se ha hablado, se ha escrito, se ha escenificado, se ha romantizado y hasta se ha matado en
nombre del amor. Pero, ¿ hasta donde se conoce y se vive bajo la autenticidad del amor?
Ninguna definición del amor podrá acercarse a una autentica respuesta si no contempla la
magnitud y profundidad de esta expresión: “..como Cristo también nos amo y se entrego a
sí mismo por nosotros como ofrenda y sacrificio en olor fragante”. Jesús vivió lleno del
poder del Espíritu Santo y toda su vida fue una demostración de sacrificio. La cruz fue su
mas grande expresión de amor. Una vida llena del Espíritu Santo andará bajo esta clase de
amor. La primera cosa que hace el fruto del Espíritu es traer amor a nuestra vida. Se nos
dice que el amor de Cristo fue como “olor fragante a Dios”. Nuestro amor a Dios y a
nuestro hermano no puede ser menos que esto. Debemos andar de tal manera que nuestra
vida sea una ofrenda de amor y a la vez un olor fragante que se eleva al cielo de Dios. He
aquí otra señal inequívoca de un creyente lleno del Espíritu Santo.

III. LA SEÑAL DE UNA VIDA LLENA DE PUREZA v. 3


La inmoralidad siempre ha sido una amenaza a la santidad de la iglesia y a la pureza del
alma. Es un terrible enemigo que nos acosa diariamente. No estuvo ausente en la iglesia del
primer siglo ni tampoco lo ha estado con la iglesia del final de este milenio. Tenemos que
reconocer que este flagelo ha detenido el avance impetuoso de la iglesia para “leudar” al
mundo con su evangelio y por el contrario, su presencia, ha “leudado” la vida de la iglesia.
La recomendación de la Palabra es que estas cosas ni siquiera se mencionen entre nosotros
como corresponde a personas que han sido santificadas con la sangre de Cristo. Un
hombre lleno del Espíritu cada día vaciara al “hombre viejo” de su vida junto con todo
aquello que puede traer gratificación a la carne. La llenura del Espíritu no sede terreno a
la impureza. Un creyente sabe que no debe practicar la impureza en su vida por esta
solemne advertencia: “..que ningún inmoral ni impuro ni avaro, el cual es idolatra, tiene
herencia en el reino de Cristo y de Dios”. Un creyente lleno del Espíritu es alguien que
tiene “dominio propio”, por lo tanto es alguien que ha cerrado la puerta a todo aquello que
ni agrada a Dios y que es contrario a la santidad.

IV. LA SEÑAL DE UNA VIDA LLENA DE LUZ v. 8c


Este texto esta lleno de imperativos; el que aquí aparece dice: “Andad como hijos de luz”.
Los hijos de luz son el opuesto de los hijos de las tinieblas. Una vida llena de luz “no
participa de las obras infructuosas de las tinieblas sino que las reprende” ; en
consecuencia, un cristiano lleno del Espíritu es un cristiano lleno de luz. La presencia de
la luz en el creyente no solo disipa las tinieblas pero también trae el conocimiento
apropiado para que “nadie os engañe con palabras vanas”. Quien vive en la luz vive
también en la verdad y quien anda en la verdad anda en el Espíritu porque el Espíritu nos
conduce a todo verdad. El cristiano debe traer “todas las cosas a luz para que sean
reveladas”. Esta es una señal de una vida llena del Espíritu.

V. LA SEÑAL DE UNA VIDA LLENA DE LEALTAD v. 10


Un hombre lleno del Espíritu no busca su propio bien. No procura la satisfacción que gira
en torno a sus caprichos y deseos; por el contrario sus mas altos ideales serán “comprobar
lo que es agradable al Señor”. El tendrá una vigilancia permanente en todo lo que dice,
piensa o hace porque el sabe que hay alguien muy especial en su vida a quien debe
agradar. El tendrá sumo cuidado de chequear su conducta sobre que cosas ven sus ojos,
que oyen sus oídos, que tocan sus manos o hacia donde se dirigen sus pies. La lealtad a
Aquel que tuvo de el misericordia levantándolo como príncipe y heredero de las
bendiciones celestiales será su punto de honor. Yo no veo otra manera como se pueda
cumplir con tan grande demanda sino a través de una vida llena del Espíritu. Yo no podré
comprobar lo que al Señor le agrada si no estoy gobernado y controlado por el Espiritu de
gracia.

VI. LA SEñAL DE UNA VIDA LLENA DE APROVECHAMIENTO v. 16

Cuando Pablo describio la condicion de su epoca como teniendo “dias malos” parece que
estaba senalando lo que seria la realidad de cada generacion a traves de las edades. La
palabra “tiempo” que el utiliza se refiere basicamente al momento oportuno .
“Aprovechando” es tambien una palabra que significa “estar comprando”. Entonces, toda
la idea del versiculo pareciera decirnos que un hombre y una mujer que estan viviendo
bajo la llenura del Espiritu, aunque los dias son malos, aprovechan cada oportunidad para
la accion cristiana. Cuando aparecen los momentos oportunos los usan y aprovechan al
maximo, especialmente aquellas que tienen que ver con el testimonio cristiano. La palabra
aprovechar tiene la idea original de “comprar”, significando esto que mi vida debe
caracterizarse por hacer esfuerzos intensivos y exhaustivos para buscar las oportunidades
y una vez encontradas no dejarlas pasar por alto sino adquirirla. Un hombre lleno del
Espiritu no es un flojo ni un perezoso, sencillamente es alguien que encarna las palabras de
su Maestro, cuando dijo: “Trabajad entre tanto que el dia dure; la noche viene cuando
nadie puede obrar..”

VII. LA SEñAL DE UNA VIDA LLENA DE ALABANZA Y GRATITUD v. 19-20

La alabanza presentada a Dios es un resultado inmediato de un corazon lleno del


Espiritu. La musica en el alma y su ejecucion en la iglesia han sido siempre las expresiones
mas sublimas y palpables de una vida espiritual. En el mundo se le canta a la sensualidad,
se le canta al amor, se le canta a la vida, se le canta a todo lo que esta “debajo del sol” pero
el cristiano lleno del Espiritu le presenta la ofrenda de su alabanza a Aquel que esta mas
alla del sol. Los salmos, los canticos y los himnos espirituales son sus instrumentos para
enaltecer a su creador, salvador y sustentador. Pero ademas de la alabanza, la gratitud es
otro fruto de una vida controlada y dirigida por el Espiritu. Quien asi vive, se despertara
agradecido por una noche de descanso, estara agradecido por la esposa o los hijos
recibidos, estara agradecido por el “pan nuestro de cada dia”, estara agradecido por la
fuente de trabajo recibida, estara agradecida por sus amigos, familia, profesores, su patria,
su iglesia, su vida, etc. Una vida llena del Espiritu
no cerrara su boca para expresar su alabanza y gratitud a Dios por todo lo que El ha
hecho por, por todo lo que esta haciendo y todo lo que El hara.
Conclusión: El texto que ha servido de base para nuestro mensaje nos ha presentado
dos imperativos bíblicos. Los cristianos no se embriagan llenándose de vino, pero si se
llenan de algo mas importante que esto, el Espíritu Santo. Su llenura produce una
“embriaguez” totalmente diferente y constructiva. La influencia del alcohol produce
deshonra al individuo, culpabilidad de conciencia y destrucción al cuerpo. Pero la
influencia del Espíritu produce control con su presencia divina que tiene como resultado
hermosura en el carácter, dulzura en las palabras, pureza en los pensamientos y poder en
el testimonio. La llenura del Espíritu debe ser el asunto mas buscado en la vida y en la
iglesia si se quiere crecer espiritualmente.

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