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La presente investigación trata acerca del ciclo biogeoquímico del agua, pero antes de
enfatizar se explica el ciclo biogeoquímico como el resultado del movimiento cíclico de los
elementos que forman los organismos biológicos (bio) y el ambiente geológico (geo) en
donde también interviene un cambio químico.
Estos son procesos naturales que reciclan elementos en diferentes formas químicas desde
el medio ambiente hacia los organismos, y luego a la inversa. Agua, carbono, oxígeno,
nitrógeno, fósforo y otros elementos recorren estos ciclos, conectando los componentes
vivos y no vivos de la Tierra.
El agua como fuente de vida es bien conocida por ser el líquido fundamental de todos los
seres humanos, su contribución al ecosistema y a la vida de los seres vivos es inmensa.
Muchos de los procesos que suceden dentro de la naturaleza, e incluso los propios ciclos
de animales dependen en su totalidad del agua. Por ello desde, muy pequeños se nos
enseña su vital importancia para el bienestar humano.
Esta investigación se da con el fin de conocer y analizar el ciclo biogeoquímico del agua
dado a su gran importancia para el ser humano notificando sus alteraciones naturales como
las impulsadas por el hombre y conocer las consecuencias que esto traería en un futuro al
planeta dando un mensaje para reinventar las actitudes que han llevado a estos casos.
IMPORTANCIA
Gracias a los ciclos biogeoquímicos, los elementos se encuentran disponibles para ser
usados una y otra vez por otros organismos; sin estos ciclos los seres vivos se extinguirían
por esto son muy importantes. Entre otros:
• Hacen posible la vida en el planeta
• Permiten la circulación de materia entre organismos y otros.
• Regulan los elementos vitales para la tierra
• Proporcionan los nutrientes necesarios para la vida.
• Regulan el clima del planeta
ROL MICROOGANISMOS
Las bacterias y los hongos son los microorganismos que, junto a los productores, permiten
la existencia del ciclo de la materia en la biosfera. Su función es descomponer la materia
orgánica procedente de restos vegetales, cadáveres y excrementos, convirtiéndola en
materia inorgánica que vuelve a ser utilizada por los productores.
La actividad de los descomponedores en la biosfera permite que la materia se recicle y no
se disperse en las sucesivas transferencias, como ocurre con la energía. Las plantas
constituyen el principal lugar de fijación del CO2 de los ambientes terrestres, mientras que
los microorganismos foto tróficos (cianobacterias y algas) predominan en los acuáticos.
El agua es una de las sustancias más abundantes del planeta, cubre de hecho la mayor
parte, la fracción más grande del agua se encuentra en estado líquido: un 71 % de la
superficie terrestre está cubierta por agua líquida, de la cual el 97 % corresponde a agua
salada que forma los océanos. La segunda fracción en importancia es la que se encuentra
en estado sólido, es decir, acumulada como hielo: los glaciares y casquetes polares
ubicados principalmente en Groenlandia y Antártida ocupan el 10 % de la superficie del
planeta y representan el 69 % del agua dulce disponible. Finalmente, una fracción aún
menor de agua se encuentra en estado gaseoso, como vapor de agua, formando parte de
la atmósfera: la humedad atmosférica representa solo el 0,001% del total de agua de la
Tierra
PROCESO
El sol, que dirige el ciclo del agua, calienta el agua de los océanos, la cual se evapora hacia
el aire como vapor de agua. Corrientes ascendentes de aire llevan el vapor a las capas
superiores de la atmósfera, donde la menor temperatura causa que el vapor de agua se
condense y forme las nubes. Las corrientes de aire mueven las nubes sobre el globo, las
partículas de nube colisionan, crecen y caen en forma de precipitación. Parte de esta
precipitación cae en forma de nieve, y se acumula en capas de hielo y en los glaciares, los
cuales pueden almacenar agua congelada por millones de años.
En los climas más cálidos, la nieve acumulada se funde y derrite cuando llega la primavera.
La nieve derretida corre sobre la superficie del terreno como agua de deshielo y a veces
provoca inundaciones. La mayor parte de la precipitación cae en los océanos o sobre la
tierra, donde, debido a la gravedad, corre sobre la superficie como escorrentía superficial.
Una parte de esta escorrentía alcanza los ríos en las depresiones del terreno; en la corriente
de los ríos el agua se transporta de vuelta a los océanos. El agua de escorrentía y el agua
subterránea que brota hacia la superficie, se acumula y almacena en los lagos de agua
dulce. No toda el agua de lluvia fluye hacia los ríos, una gran parte es absorbida por el suelo
como infiltración. Parte de esta agua permanece en las capas superiores del suelo, y vuelve
a los cuerpos de agua y a los océanos como descarga de agua subterránea. Otra parte del
agua subterránea encuentra aperturas en la superficie terrestre y emerge como manantiales
de agua dulce.
El agua subterránea que se encuentra a poca profundidad, es tomada por las raíces de las
plantas y transpirada a través de la superficie de las hojas, regresando a la atmósfera. Otra
parte del agua infiltrada alcanza las capas más profundas de suelo y recarga los acuíferos
(roca subsuperficial saturada), los cuales almacenan grandes cantidades de agua dulce por
largos períodos de tiempo. A lo largo del tiempo, esta agua continúa moviéndose, parte de
ella retornará a los océanos, donde el ciclo del agua comienza nuevamente.
Evaporación: Esta fase inicia desde el agua de los océanos que son evaporadas por la
energía o luz del sol, haciendo que esta cambie de estado líquido a gaseoso cuando el aire
se eleva y el vapor de agua sube a la parte más alta de la atmósfera.
Asimismo, por la evo-transpiración de las plantas, sudoración de animales, la sublimación
de la superficie helada como glaciares o la banquisa.
Condensación: Cuando se transforma el agua en vapor y sube a la atmósfera donde esta
se condensa en las nubes y finalmente se produce la precipitación en gotas de aguas sobre
la tierra.
Precipitación: Las corrientes de aires hacen que las nubes colisionen, aceleren la
condensación y caiga sobre la tierra gotas mayores de agua en forma sólida como la nieve
o granizo y líquida como la lluvia.
Infiltración: Cuando el agua precipitada sobre la tierra por la escorrentía penetra el suelo,
pasando a superficie subterránea y finalmente es devuelta por la evaporación y
transpiración de las plantas.
Escorrentía: Diferentes medios por donde el agua líquida circula cuesta abajo por la
superficie de la tierra.
Circulación subterránea: En función de la gravedad por la escorrentía superficial, en la zona
vadosa con rocas calcificadas pendiente abajo y los acuíferos en agua intersticial.
Fusión: Se presenta cuando la nieve pasa a estado líquido por el deshielo.
Solidificación: Proceso en que el agua líquida se convierte en estado sólido hielo por el
aumento de la presión de la misma.
De acuerdo con las características geográficas de las diversas regiones del mundo, se
llegan a presentar fenómenos naturales relacionados con el ciclo del agua, como las
corrientes marinas, los ciclones, los periodos de sequía y los incendios. En ocasiones éstos
se convierten en un problema para los seres humanos porque provocan situaciones
inesperadas que interfieren en la disponibilidad de agua y, por lo tanto, en las actividades
cotidianas. Actualmente, las intensificaciones de algunas actividades del ser humano han
modificado en forma importante los ecosistemas y por ende el ciclo del agua ha sido
afectado, lo cual trae como consecuencia una serie de problemas como se expondrá a
continuación.
CONCLUSIÓN
El ciclo del agua es un ciclo continuo que no tiene un principio o un fin fácilmente
determinados porque se encuentra en constante generación. Asimismo, el ciclo del agua
es un sistema complejo ya que es lineal, pero esto solo es relativo, notándose al momento
de desembocar en distintos espacios y ámbitos que no son precisos
El ciclo biogeoquímico del agua es fundamental para nuestro planeta influyendo en muchos
otros ciclos siendo beneficioso para estos procesos como en la biodiversidad de seres
vivos, transporte de minerales, oxigeno, obtención de alimentos, clave en la fotosíntesis,
purificación, regulación del clima y para la vida humana.
Por tanto, es importante reconocer los puntos problema como la minería ilegal, la
sobreexplotación de los recursos naturales, la deforestación y los incendios forestales. De
igual manera alteración del fenómeno de efecto invernadero, residuos sólidos,
calentamiento global, fenómenos naturales extremos y desequilibrios ecológicos. Esas
acciones están llevando a la humanidad a una actividad insostenible acabando con los
distintos ecosistemas afectando nuestro bienestar y el de las distintas especies
El ciclo del oxígeno es un ciclo biogeoquímico que consiste en el paso del oxígeno en
diversas formas a través de la atmósfera (aire), la litosfera (corteza terrestre) y la biosfera
(suma de los ecosistemas). Es un ciclo gaseoso; esto significa que el oxígeno está
depositado principalmente en la atmósfera y no en la corteza terrestre, y es utilizado
directamente desde ella, sin estar combinado con algún otro elemento.
El oxígeno es un elemento químico (O) no metal que naturalmente se encuentra libre en el
aire y disuelto en el agua de los océanos. Constituye alrededor del 20 por ciento de la
atmósfera de la Tierra y las plantas son las únicas capaces de producirla, como producto
de su proceso de fotosíntesis. Solo el nitrógeno supera al O en abundancia en la atmósfera.
En la biosfera, la capa en la que habitan los seres vivos en el planeta, las aguas son las
generadoras principales del gas objeto de nuestro estudio, puesto que las algas reemplazan
un 90% de todo el O que se utiliza. Las plantas de la Tierra hacen el resto.
PROPIEDADES FISICAS
Concretar el proceso del ciclo que estamos analizando supone relacionar los siguientes
pasos:
Las plantas producen O durante la fotosíntesis, que es liberado al aire
El O pasa a la atmósfera
Los animales, los seres humanos y el resto de seres vivos autótrofos y heterótrofos
que respiran obtienen O, el cual pasa a su cuerpo, donde es llevado a las células y
a los tejidos para permitir su funcionamiento
Una vez usado, este gas vuelve al aire como desecho de la respiración en forma de
dióxido de carbono (CO2)
Las algas en los océanos y las plantas verdes de la superficie terrestre absorben el
dióxido de carbono y lo utilizan durante la fotosíntesis con el objetivo de sintetizar
proteínas y lograr la glucosa precisa para vivir
De nuevo y como resultado de la fotosíntesis, las plantas liberan oxígeno al aire,
completando el ciclo
OXÍGENO EN LA ATMOSFERA
Antes de la fotosíntesis la atmósfera terrestre no tenía oxígeno libre, pero los microbios
procariotas comenzaron a producir oxígeno como un subproducto hará unos 3.500 millones
de años. Nosotros entendemos que un organismo fotosintético rompa el CO 2 atmosférico y
la molécula de agua para producir oxígeno según la fórmula:
Si no había aire tampoco hay CO 2, pero la realidad es que los primeros organismos
fotosintéticos fueron anaerobios. En la fotosíntesis el Sol excita electrones que son usados
por la planta para formar enlaces de alta energía en moléculas orgánicas. Estos electrones
proceden, de una molécula dadora de electrones, que hoy dia es el agua. Aquellos
organismos fotosintéticos que usaban el agua como fuente de electrones eran de hecho
anaerobios. Esto es posible ya que la fotosíntesis libera ATP trifosfato de adenosina, (C 10
H 16 N 5 O 13 P3) con 13 oxígenos, que es utilizado para obtener energía en la síntesis de
moléculas orgánicas, pero producían más ATP del usado en esta síntesis.
A partir de este evento de oxígeno atmosférico hace 2000 millones de años los organismos
fotosintéticos en el Precámbrico comenzaron la producción de oxígeno, pero en ausencia
de plantas la producción de oxígeno era lenta y apenas alcanzó un 2%. El consumo de
oxígeno para oxidar metales limpiaba la atmósfera del oxígeno producido.
Entonces, hace 2.000 millones de años, los porcentajes de 1 y 2% subían y bajaban, sin
efectos directos sobre la vida mono celular, que vivía sin aire, la bacteria.
La fotosíntesis es un proceso mediante el cual la energía solar excita electrones que son
usados por el ser vivo para formar moléculas orgánicas. La planta verde realiza la
fotosíntesis con cloroplastos.
Antes de la fotosíntesis (2.300 millones de años) ya existían seres vivos microscópicos,
microbios procariotas (3.000 millones de años).
Hace 541 millones de años, en el período Cámbrico apareció la vida compleja, multicelular.
El metabolismo aeróbico es mucho más eficiente que el anaeróbico. El periodo Carbonífero
heredó la situación del precedente Cámbrico, hace 350 millones de años con un porcentaje
de oxígeno libre que fue creciendo hasta el 35% atmosférico. La vida prosperó mucho
durante el Cámbrico.
Las Cianobacterias
Son un organismo mono celular que obtiene su energía gracias a la fotosíntesis, le
llamamos el alga verde-azul. Es procariota, pero el alga es eucariota.
El gráfico adjunto Stages muestra dos cambios de porcentaje: Entre Stages 1 y 2 a 2.400
millones de años el porcentaje pasa de 0 a 1%-2%. Y luego hace 600 millones de años el
porcentaje asciende al 35%, desciende y se estabiliza al 21% actual.
El paso de 0 al 1-2% se puede explicar, porque la bacteria necesita el gas C0 2. Sin aire
tampoco habrá producción de oxígeno, pero las erupciones volcánicas de hace 2.400
millones de años volcaron a la atmósfera gran cantidad de C02, que las cianobacterias
aprovecharon para producir oxígeno e introducirlo en la atmósfera. Entre 2.000-1.000
millones de años en el gráfico observamos un porcentaje estable. Nos indica que la
producción fotosintética es de la misma magnitud que el consumo de oxígeno para la
reacción con elementos químicos.
El porcentaje del 35% de hace 600 millones de años es difícil de explicar, parece indicarnos
que la producción de C0 2 de base volcánica fue enorme, de ahí la alta producción de
oxígeno atmosférico. Como el consumo de oxígeno era bajo éste se fue acumulando en la
atmósfera. Pero el volcanismo volvió a su nivel tradicional de actividad, disminuyó el C0 2
atmosférico y de oxígeno, hasta llegar al porcentaje actual del 21%. El equilibrio actual entre
producción y consumo estabilizado al 21% no es fácil de explicar.
La presencia del oxígeno es necesaria para que los seres vivos lleven a cabo una de sus
funciones principales: la respiración. Los organismos requieren de este elemento hasta el
punto de que sin él morirían irremediablemente en un período de tiempo que podría
variar de segundos a horas, en función de sus capacidades.
Gracias al proceso respiratorio, el oxígeno es transportado a las células para que las
mismas puedan obtener energía y funcionar óptimamente.
Aunque las plantas son consumidoras de una cierta cantidad de oxígeno, son
eminentemente productoras del mismo. Para ellas es absolutamente necesario absorber
dióxido de carbono con el fin de comenzar su fotosíntesis y dar lugar al oxígeno como
subproducto, el cual les sirve para la producción de alimento.
En aquellos cuerpos de agua en los que el nivel de oxígeno sea muy bajo, bien por la
proliferación de algas o bacterias que lo consumen todo, o por la contaminación, entre otros
motivos, aparece la llamada hipoxia con el consiguiente perjuicio que ello provoca, dado
que en aguas hipóxicas no se suelen dar condiciones compatibles con la vida.
Las plantas con estructuras mayores y más complejas son las que tienen un balance de
producción de oxígeno menor. O lo que es lo mismo, aquellas con una estructura sencilla
(mucho “verde” y poco “tronco”, dicho sea por simplificar) son las que presentan una mayor
producción de oxígeno neta.
Siguiendo ese razonamiento, parece lógico pensar que las grandes productoras de oxígeno
son las praderas, los bosques jóvenes, los cultivos y casi todas las plantas en crecimiento
que nos rodean, que desprenden más oxígeno del que consumen. No es así.
Los organismos responsables de que podamos respirar se encuentran en los océanos; los
cuales, no lo olvidemos, cubren el 71% de la superficie de la Tierra. El fitoplancton está en
la base de la cadena trófica de los ecosistemas oceánicos. Sin los microorganismos
autótrofos que lo componen, mares y océanos serían desiertos sin vida. Gracias a su trabajo
fotosintético, estas microscópicas criaturas producen entre el 50 y el 85% del oxígeno que
se libera cada año a la atmósfera.
El fitoplancton posee clorofila, el pigmento que hace posible la fotosíntesis. Además de esto,
sirve como alimento al zooplancton, que a su vez alimenta a otros animales marinos. Miles
de millones de plantas microscópicas que habitan el seno de los océanos realizan su ciclo
de renovación y muerte en apenas unos días.
Ese infinito universo que nace y muere continuamente, el fitoplancton, es la bomba que
produce la mayor parte del O2 que respiramos. Pero, además de absorber la luz y de liberar
O2, la clorofila permite a estas minúsculas plantas retirar el CO2 disuelto para fijarlo, en
forma de carbohidratos, a sus estructuras biológicas.
Un fabricante de oxígeno muy lento.
El 85% de la materia orgánica creada cada año por el fitoplancton se recicla entre los
organismos que viven en las aguas iluminadas, mientras que 15% restante se pierde en las
profundidades del océano.
Allí, donde los microorganismos han eliminado el oxígeno del agua, los restos de materia
orgánica permanecen enterrados en condiciones anaeróbicas. Esta materia vegetal
sepultada en el fondo del océano es la fuente del petróleo y el gas.
Solo una pequeña fracción, alrededor de la milésima parte de la fotosíntesis a nivel mundial,
escapa a los procesos descritos y se agrega al oxígeno atmosférico.
Pero desde la aparición de las cianobacterias, los primeros organismos fotosintéticos, hace
entre 3 500 y 3 800 millones de años, el oxígeno residual dejado por el pequeño
desequilibrio entre crecimiento y descomposición se ha acumulado para formar el depósito
de oxígeno respirable del que depende toda la vida y cuyo volumen representa un 21% del
total de la atmósfera.
Por eso, aunque la fotosíntesis sea, en última instancia, responsable del oxígeno respirable,
solo una pequeña fracción del crecimiento vegetal se añade cada año al almacenamiento
de oxígeno atmosférico. Incluso si toda la materia orgánica terrestre se quemara a la vez,
se consumiría menos del 1% del oxígeno disponible en el mundo.
Los microorganismos son seres vivos pequeños que no pueden ser observados a simple
vista y por ellos se utilizan equipos especializados como los microscopios, típicamente son
organismos unicelulares, son considerados esenciales para la vida debido a su amplia
diversidad y distribución en el planeta. Algunos de los organismos más estudiados
pertenecen a grupos biológicos como lo son los protozoarios, algas, hongos y bacterias.
Desde el descubrimiento de los primeros seres microscópicos se han realizado diferentes
clasificaciones de acuerdo al tema de estudio, por ejemplo, dividirlos en dos grandes
grupos: benéficos y no benéficos según el impacto que causan en otros seres vivos o el
ambiente.
En la biosfera, la capa en donde habitan los seres vivos en el planeta, las aguas son las
principales generadoras de oxígeno, pues las algas reemplazan un 90 por ciento de todo el
oxígeno que se usa. Las plantas terrestres hacen el resto. Se sabe qué hace millones de
años, cuando la Tierra aún era joven, organismos primitivos que comenzaron a realizar la
fotosíntesis permitieron que el O creciera en abundancia y que criaturas con vida pudieran
existir. A través del complejo proceso de la evolución, los seres vivos dominaron el planeta,
por lo tanto, la existencia de oxígeno en la atmósfera es gracias a la actividad fotosintética
de muchos organismos, Aunque las plantas consumen cierta cantidad de oxígeno, son
eminentemente productoras. Para ellas, absorber dióxido de carbono es completamente
necesario para comenzar su fotosíntesis y originar oxígeno como subproducto, el cual les
sirve para producir su alimento. Una parte del O se consume durante la descomposición de
los seres vivos a la litosfera; por ejemplo, a través del carbonato de calcio de las conchas
de algunos moluscos.
Los microorganismos como tal se desempeñan aún más en la biosfera que es donde Los
materiales de la naturaleza se transforman mediante una serie de conversiones biológicas.
Las hojas que se caen son degradadas por los microorganismos o consumidas por los
animales y retornadas a sus componentes elementales, necesarios para cumplir los
diferentes papeles para perpetuar la vida. Aunque todos los seres vivos contribuyen a la
vida, los microorganismos desempeñan un papel particularmente importante. Transforman
una enorme cantidad de materia orgánica, y tan sólo ellos pueden realizar ciertas
transformaciones esenciales, haciendo que estos procesos bien realizados permitan el
desarrollo de todas las actividades que se tenga que realizar en este dicho ciclo.
Las bacterias, junto con los hongos, desempeñan una importante función como
desintegradoras en la biosfera. Así, la materia de los compuestos orgánicos puede volver
a incorporarse a las cadenas tróficas en forma de compuestos inorgánicos simples.
Además, su diversidad metabólica las hace indispensables para facilitar la circulación de
muchos elementos químicos entre las diferentes capas superficiales de la Tierra: son los
llamados ciclos biogeoquímicos. Los ecosistemas funcionan gracias al flujo de energía
procedente del sol y al ciclo de la materia, por otra parte, los organismos superiores
proporcionan a los microorganismos un entorno vital muy ventajoso, con un medio rico en
nutrientes y condiciones físicas constantes, ello puede dar lugar a relaciones de
parasitismo. simbiosis, etc.
OZONO
El oxígeno es el elemento químico más abundante en los seres vivos. Forma parte del agua
y de todo tipo de moléculas orgánicas. Como molécula, en forma de O2, su presencia en
la atmósfera se debe a la actividad fotosintética de primitivos organismos. Al principio debió
ser una sustancia tóxica para la vida, por su gran poder oxidante. Todavía ahora, una
atmósfera de oxígeno puro produce daños irreparables en las células. Pero el metabolismo
celular se adaptó a usar la molécula de oxígeno como agente oxidante de los alimentos
abriendo así una nueva vía de obtención de energía mucho más eficiente que la anaeróbica.
La reserva fundamental de oxígeno utilizable por los seres vivos está en la atmósfera. Su
ciclo está estrechamente vinculado al del carbono pues el proceso por el que el C es
asimilado por las plantas (fotosíntesis), supone también devolución del oxígeno a la
atmósfera, mientras que el proceso de respiración ocasiona el efecto contrario.
Otra parte del ciclo natural del oxígeno que tiene un notable interés indirecto para los seres
vivos de la superficie de la Tierra es su conversión en ozono. Las moléculas de O2,
activadas por las radiaciones muy energéticas de onda corta, se rompen en átomos libres
de oxígeno que reaccionan con otras moléculas de O 2, formando O3 (ozono). Esta reacción
es reversible, de forma que el ozono, absorbiendo radiaciones ultravioletas vuelve a
convertirse en O2
COMPUESTOS FLUORCARBONADOS
son compuestos químicos que contienen enlaces carbono- flúor. La relativamente baja
reactividad y alta polaridad del enlace carbono-flúor los dota de características únicas. Los
fluoro carburos tienden a romperse muy lentamente en el medio ambiente y por tanto
muchos se consideran contaminantes orgánicos persistentes. Muchos fluoro carburos
comercialmente útiles también contienen hidrogeno, cloro y bromo.
Clases de flourocarbonados
Clorofluorocarburos
Los clorofluorocarburos (CFC) son fluoro carburos que contienen átomos de cloro. Fueron
ampliamente usados en la industria como refrigerantes (siendo los más conocidos
el diclorodifluorometano y el clorodifluorometano), propelente de aerosoles y disolventes
de limpieza. Sin embargo, los CFC suelen tener un alto potencial para reducir
el ozono gracias principalmente la ruptura homolítica de los enlaces carbono-cloro. Su uso
está actualmente prohibido casi totalmente por el Protocolo de Montreal.
Hidrofluorocarburos
Los hidrofluorocarburos (HFC) son hidrocarbonos en los que algunos de los átomos de
hidrógeno, pero no todos, han sido reemplazados por flúor. Los átomos de flúor no catalizan
en estos compuestos la destrucción del ozono, por lo que los HFC no dañan la capa de
ozono. Así, HFC como el tetralfluoroetano se han convertido en sustitutos favoritos de los
CFC. Estos dañan la capa de ozono.
Fluoro polímeros
Los polímeros de fluorocarburos también son muy conocidos. Estos polímeros son
resistentes, químicamente inertes y eléctricamente aislantes. El ejemplo más famoso es
el teflón de DuPont, un polímero del monómero tetrafluoretileno.
Papel biológico
Aunque hay miles de compuestos orgánicos conocidos que ocurren en la naturaleza
conteniendo cloro y bromo, sólo hay unos pocos fluoro carburos naturales.3 Han sido
hallados en microorganismos y plantas, pero no animales. El fluoro carburo natural más
común es el ácido fluoro acético, una potente toxina presente en unas pocas especies de
plantas. Otros son los ácidos grasos s ω-fluorados, la fluoro acetona y el 2-fluorocitrato,
de los que se cree que se biosintetizan a partir del ácido fluoro acético.
Dado que el enlace C-F suele ser metabólicamente estable y que el flúor se considera
un boisostero del átomo de hidrógeno, muchos compuestos farmacéuticos contienen estos
enlaces. Un ejemplo es el uracilo fluorado. Cuando los átomos de flúor reaccionan con el
uracilo se genera 5-fluorouracilo. Este compuesto es una droga anticancerígena
(antimetabolito) usado para enmascararse como uracilo durante el proceso de replicación
del ácido nucleico4 Esto puede llevar a la incorporación de 5-fluorouracilo en el ADN y
el ARN , así como a la inhibición de las enzimas que son responsables de la síntesis de los
componentes normales del ADN. Estos factores pueden ser tóxicos para las células
cancerosas que necesitan producir rápidamente ácidos nucleicos normales para poder
seguir creciendo.
En los decenios de 1970 y 1980 se fueron acumulando evidencias de que los fluoro
carburos estables y otros productos químicos, como el bromuro metílico y el 1,1,1-
tricloroetano, una vez liberados a la atmósfera, se propagaban lentamente hacia las capas
superiores, llegando a la estratosfera, donde la intensa radiación ultravioleta podía hacer
que estas moléculas liberasen átomos de cloro libres, que reaccionarían con el oxígeno de
la forma siguiente
Cl + O3 = Clo + O2
Clo + O = Cl + O2
O+O3 = 2O2
Puesto que en esta reacción se regeneran los átomos de cloro, quedarían libres para repetir
el ciclo. El resultado evidente sería una reducción significativa del ozono estratosférico que
protege a la Tierra de los efectos nocivos de la radiación ultravioleta solar. El aumento de
la radiación ultravioleta provocaría un aumento del cáncer de piel y afectaría a las cosechas,
a la productividad forestal y a los ecosistemas marinos. Los estudios de la atmósfera
superior realizados en la última década han demostrado la existencia de agujeros en la
capa de ozono.
CARBONO
El carbono es un elemento químico con símbolo C, número atómico 6 y masa atómica
12,01. Es un no metal y tetravalente, disponiendo de cuatro electrones para formar enlaces
químicos covalentes. Tres isótopos del carbono se producen de forma natural, los estables
12
C y 13C y el isótopo radiactivo 14C, que decae con una vida media de unos 5730 años. El
carbono es uno de los pocos elementos conocidos desde la antigüedad, y es el pilar básico
de la química orgánica. Está presente en la Tierra en estado de cuerpo simple (carbón y
diamantes), de compuestos inorgánicos (CO2 y CaCO3) y de compuestos orgánicos
(biomasa, petróleo y gas natural). También se han sintetizado muchas nuevas estructuras
basadas en el carbono: carbón activado, negro de humo, fibras, nanotubos, fullerenos y
grafeno.
El estado de oxidación más común del carbono en los compuestos inorgánicos es +4,
mientras que +2 se encuentra en el monóxido de carbono y en complejos carbonilos de
metales de transición. Las mayores fuentes de carbono inorgánico son las calizas,
dolomitas y dióxido de carbono, pero cantidades significativas se producen en depósitos
orgánicos de carbón, turba, petróleo y clatratos de metano. El carbono forma un gran
número de compuestos, más que cualquier otro elemento, con casi diez millones de
compuestos descritos hasta la fecha (con 500.000 compuestos nuevos por año), siendo sin
embargo ese número solo una fracción del número de compuestos teóricamente posibles
bajo condiciones estándar. Por esta razón, a menudo el carbono se ha descrito como el
«rey de los elementos».
El carbono es un elemento notable por varias razones. Sus formas alotrópicas incluyen, una
de las sustancias más blandas (el grafito) y una de las más duras (el diamante) y, desde el
punto de vista económico, es de los materiales más baratos (carbón) y uno de los más
caros (diamante). Más aún, presenta una gran afinidad para enlazarse químicamente con
otros átomos pequeños, incluyendo otros átomos de carbono con los que puede formar
largas cadenas, y su pequeño radio atómico le permite formar enlaces múltiples. Así, con
el oxígeno forma el dióxido de carbono, vital para el crecimiento de las plantas (ver ciclo del
carbono); con el hidrógeno forma numerosos compuestos denominados genéricamente
hidrocarburos, esenciales para la industria y el transporte en la forma de combustibles
fósiles; y combinado con oxígeno e hidrógeno forma gran variedad de compuestos como,
por ejemplo, los ácidos grasos, esenciales para la vida, y los ésteres que dan sabor a las
frutas; además es vector, a través del ciclo carbono-nitrógeno, de parte de la energía
producida por el Sol.
La importancia del carbono en los seres vivos reside en que es el elemento químico en
el que se basa la existencia de la vida. Su capacidad de formar polímeros lo convierte en
un elemento idóneo para unirse en moléculas que generan la vida.
El carbono es un elemento químico clave para la vida y los procesos naturales que tienen
lugar en la tierra. Es el sexto elemento más abundante en el universo, participando en
formaciones y reacciones astronómicas.
En la Tierra el carbono es abundante y sus propiedades le permiten enlazarse con otros
elementos como el oxígeno y el hidrógeno, formando compuestos moleculares de gran
importancia.
Importancia atmosférica
Respiración celular
El carbono, junto con el hidrógeno y oxígeno, contribuye al proceso de liberación de energía
a través de la glucosa dentro del cuerpo, produciendo adenosín trifosfato, considerada la
fuente de energía a nivel celular.
El carbono facilita el proceso de oxidación de glucosa y liberación de energía,
convirtiéndose él mismo en dióxido de carbono y siendo expulsado del organismo.
Fotosíntesis
Otro fenómeno celular de importancia universal es aquel del que solo son capaces las
plantas: la fotosíntesis; la integración de la energía absorbida directamente del Sol con el
carbono que absorben del entorno atmosférico.
El resultado de este proceso es el alimento de las plantas y la prolongación de su ciclo de
vida. La fotosíntesis no solo garantiza la vida vegetal, sino que también contribuye a
mantener los niveles térmicos y atmosféricos bajo cierto control, así como proveen a otros
seres vivos de alimento.
El carbono es clave en la fotosíntesis, así como en el ciclo natural alrededor de los seres
vivos.
Respiración animal
Si bien los animales no pueden obtener energía directa del Sol para su alimentación, casi
todos los alimentos que pueden consumir tienen una alta presencia de carbono en su
composición.
Este consumo de alimentos a base de carbono genera en los animales un proceso que
resulta en la producción de energía para la vida. El suministro de carbono en animales a
través de alimentos permite la continua producción de células en estos seres.
Al final del proceso, los animales pueden liberar el carbono como residuo, en forma de
dióxido de carbono, el cual luego es absorbido por las plantas para realizar sus propios
procesos.
Descomposición natural
Los seres vivos actúan como grandes almacenes de carbono durante su vida; los átomos
siempre están trabajando en la continua regeneración de los componentes más básicos del
cuerpo.
Una vez que el ser muere, el carbono comienza un nuevo proceso para ser regresado al
medio ambiente y reutilizado.
Existen unos pequeños organismos llamados disgregadores o descomponedores, que se
encuentran tanto en la tierra como en el agua, y que se encargan de consumir los restos
del cuerpo sin vida y almacenar los átomos de carbono para luego liberarlos en el medio
ambiente.
Regulador oceánico
El carbono también se encuentra presenta en los grandes cuerpos oceánicos del planeta,
generalmente en forma de iones de bicarbonato; resultado de la disolución del dióxido de
carbono presente en la atmósfera.
El carbono se somete a una reacción que lo hace pasar de estado gaseoso a estado líquido
para luego convertirse en iones de bicarbonato.
En los océanos, los iones de bicarbonato funcionan como reguladores de pH, necesarios
para la creación de condiciones químicas ideales que contribuyan a la formación de vida
marina de diversos tamaños, dando cabida a las cadenas alimenticias de las especies
oceánicas.
El carbono puede verse liberado desde el océano hacia la atmósfera a través de la
superficie oceánica; sin embargo, estas cantidades son muy pequeñas.
El carbono (Z=6) puede tener números de oxidación que van del -4 al +4. En los compuestos
inorgánicos es fácil hallar el N.º de oxidación de este elemento, pero cuando forma parte
de algunos compuestos orgánicos, ya no lo es. En estos casos, el C puede presentar
diferentes estados de oxidación dentro de un mismo compuesto que contenga más de un
átomo de él. Para otros elementos que enlacen con él, el H tiene un N.º de oxidación +1 y
el O tiene -2 salvo en los peróxidos que es -1.
1. Se asigna el valor -1 por cada enlace del carbono unido a elementos menos
electronegativos que él como H, P, Si o metales.
2. Se asigna el valor +1 por cada enlace del carbono unido a elementos más
electronegativos que él como O, N, S, F o Cl.
3. Se asigna el valor de 0 por cada enlace con otro carbono.
Se hace un balance de todos estos valores en cada carbono dependiendo de los enlaces
que tenga. El resultado de esta suma será el N.º de oxidación de ese carbono concreto en
ese compuesto.
Carbono metílico izquierda: -1-1-1+0 = -3 Tres enlaces con H y uno con un C → C (-3)
Carbono del grupo carbonilo: +1+1+1+0= +3 Tres enlaces con O y un enlace con C →
C (+3)
Carbono metílico derecha: -1-1-1+1= -2 Tres enlaces con H y un enlace con C → C (-2)
Es importante hacer notar que los dos carbonos metílicos en el acetato de etilo no tienen el
mismo número de oxidación, uno es de –3 y el otro de -2.
Para el etanol:
Carbono metílico: -1-1-1+0 = -3 Tres enlaces con H y uno con un C → C (-3)
Carbono unido al grupo alcohólico: -1-1+1+0= -1 Dos enlaces con H, un enlace con O
y un enlace con C → C (-1)
Es un proceso complejo y no lineal, es decir, muchas de las reacciones por las que el
carbono se intercambia suceden al mismo tiempo. Para entenderlo, hay que partir de la
presencia del dióxido de carbono en la atmósfera, que es el principal depósito de C.
-El dióxido de carbono como desecho de la respiración de los seres vivos y de otros
procesos de combustión entra en la atmósfera.
-Aquellos animales que consumen plantas ingieren también compuestos de carbono y estos
se convierten en materia orgánica, es decir, carne. Al respirar, exhalan dióxido de
carbono como desecho del intercambio de gases.
-Los animales consumidores de plantas sirven de alimento para otros: los carnívoros.
Entonces, el carbono también pasa a su cuerpo y les es útil para formar sus propios
órganos, huesos, tejidos, etcétera. Por supuesto, estos también desechan dióxido de
carbono al respirar, el cual pasa a la atmósfera.
La bomba biológica de carbono crea un flujo de materia orgánica desde la superficie hasta
el interior de los océanos. De este modo, la presión parcial de CO2 disminuye en la
superficie, lo que reduce el contenido de dióxido de carbono en la atmósfera. Solo el 1%
del detritus de superficie llega al fondo marino. El resto es descompuesto en el camino por
animales y microbios liberandose CO2 y nutrientes. Del 1% solo el 0.1% es preservado en
los sedimentos. El resto es descompuesto por bacterias.
La importancia de la bomba biológica para el ciclo global de carbono, por lo tanto, viene
dada por su capacidad para extraer carbono de las aguas superficiales y secuestrarlo a
profundidad dentro de los sedimentos. La variabilidad de su eficiencia, entonces, influirá en
la concentracion de carbono disuelto en la atmósfera, y por lo tanto, en el sistema climático
a través del tiempo. No obstante, como sabemos, estos patrones de flujo de carbono son
el resultado de intricadas interacciones entre la biota con un reservorio físico y químico
complejo de material orgánico (44), y todavía hay importantes lagunas en nuestro
conocimiento sobre los factores que controlan la exportación de carbono al registro
sedimentario.
Se denomina ciclo del carbono al proceso que el mismo integra en la Tierra, proceso que
es extraordinariamente importante para el desarrollo de la vida. En efecto, es importante
considerar que los seres vivos están compuestos de en gran medida de carbono y que se
alimentan del mismo bajo diversas formas. Sin el establecimiento del este ciclo, la vida
hubiese sido imposible en el planeta y desde esta perspectiva debe entenderse su
importancia. El ciclo de carbono puede concebirse por lo tanto como todas las operaciones
químicas en las que interviene este elemento y en la que participan activamente todos los
seres vivos existentes.
El ciclo del carbono comienza en los vegetales y en algunas bacterias fotosintéticas, cuando
existe una captación de dióxido de carbono de la atmosfera. Estos seres vivos toman este
gas con la finalidad de producir su propio alimento en conjunción el agua y con la energía
del sol. De esta manera, existe un proceso que forma hidratos de carbono, dejando como
“desecho” el oxígeno que respiramos. Los vegetales son a su vez engullidos por animales
consumidores de primer orden, animales que obtienen de esta manera hidratos de carbono
que significan energía química para los diversos procesos metabólicos que necesitan.
Finalmente, cuando los seres vivos mueren, existe un proceso de descomposición llevado
a cabo por organismos especiales, los denominados descomponedores (bacterias y
hongos) que hacen que el carbono que queda en los restos vuelva a la tierra; por otro lado,
en la respiración cotidiana existe una eliminación constante de dióxido de carbono a la
atmosfera, gas que luego servirá para que el ciclo vuelva a comenzar con el trabajo de los
organismos productores.
1. EL ELEMENTO NITRÓGENO
Aunque se lo utilizaba de manera muy precaria desde la Edad Media, fue Scheele el primer
científico que logró aislar este elemento del resto de las partículas que se encontraban en
el aire.
El nitrógeno es un gas inoloro, incoloro e insípido que compone el 80 % del aire que
respiramos. Es un no-metal en estado gaseoso y se lo considera un elemento inerte.
El nitrógeno del suelo, ya sea en forma amoniacal, ya en la de nítricos o nitratos, así como
el que está formando parte de los tejidos animales o vegetales, vuelve a la atmósfera por
la acción de las bacterias o por la combustión de los tejidos orgánicos. El nitrógeno nítrico
difícilmente se acumula en depósitos en la tierra por su extraordinaria solubilidad.
El nitrógeno en los colores del cielo: Este elemento es el responsable de los colores azul,
verde, violeta, naranja y rojo que aparecen en el cielo. No solo en el arcoíris sino también
en una puesta de sol.
Aun así, tu ADN y tus proteínas tienen una buena cantidad de nitrógeno. ¿De dónde viene
ese nitrógeno? En el mundo natural ¡proviene de las bacterias!
Las bacterias juegan un papel fundamental en el ciclo del nitrógeno.
El nitrógeno ingresa al mundo de lo vivo por medio de las bacterias y otros procariontes
unicelulares que convierten el nitrógeno atmosférico, N2, en formas biológicamente
utilizables mediante un proceso llamado fijación del nitrógeno. Algunas especies de
bacterias fijadoras de nitrógeno viven libremente en el suelo o el agua, mientras que otras
son simbiontes benéficos que viven dentro de las plantas.
Los procariontes cumplen varias funciones en el ciclo del nitrógeno. Las bacterias fijadoras
de nitrógeno que se encuentran en el suelo y dentro de los nódulos radicales de algunas
plantas convierten el nitrógeno gaseoso de la atmósfera en amoníaco. Las bacterias
nitrificantes convierten el amoníaco en nitratos o nitritos. El amoníaco, los nitratos y los
nitritos son formas de nitrógeno fijo que las plantas pueden absorber. Las bacterias
desnitrificantes convierten los nitratos en nitrógeno gaseoso.
El ciclo del nitrógeno en los ecosistemas marinos
Hasta ahora, nos hemos enfocado en cómo ocurre el ciclo natural del nitrógeno en los
ecosistemas terrestres. Sin embargo, los pasos son similares en el ciclo del nitrógeno
marino; ahí, los procesos de amonificación, nitrificación y desnitrificación son realizados por
bacterias y arqueas marinas.
3. IMPORTANCIA Y APLICACIONES
El nitrógeno realiza un importante aporte para el medio ambiente: sin este elemento no
sería posible la vida sobre la tierra. El nitrógeno ayuda a las bacterias en un proceso
complejo donde este elemento queda depositado en las plantas para luego ser ingeridas
por los animales. En otras palabras, sin la presencia del nitrógeno las bacterias no podrían
convertir el suelo en base fértil para las plantas. Por esta razón se considera que el
nitrógeno interviene en el ciclo vital del ecosistema.
El ciclo del nitrógeno es el circuito biogeoquímico que suministra nitrógeno a los seres vivos
y lo mantiene circulando en la biósfera. Está compuesto por procesos bióticos y abióticos.
El amonio (NH4+) y el nitrato (NO3–) forman algunas de las presentaciones más
importantes de este elemento, así como el nitrógeno biatómico en estado gaseoso (N2).
El ciclo del nitrógeno es un circuito vital para la existencia de la vida tal y como la
conocemos, ya que las formas de vida como animales, las plantas e incluso el ser humano
somos incapaces de fijar el nitrógeno a partir de su forma gaseosa (N2), a pesar de que lo
necesitamos enormemente para nuestros tejidos.
Por ese motivo, dependemos de la manipulación del gas por otras formas de vida, que no
por microscópicas son menos importantes. Así es como el nitrógeno llega a nosotros a
través de una larga cadena de transmisión.
● Fijación del nitrógeno. Este elemento gaseoso es fijado por las bacterias y otros
procariotas mediante procesos metabólicos diversos, convirtiéndolo en distintos
compuestos orgánicos aprovechables, como el amoníaco (NH3). Estos
microorganismos se pueden hallar en el suelo y el agua, o bien como simbiontes de
las plantas. Dichas moléculas nitrogenadas son aprovechadas por las plantas, que
componen con ellos diversas moléculas orgánicas.
● Transmisión a los animales. Siguiendo el orden de la cadena trófica, el nitrógeno
en las plantas pasa a los animales herbívoros y luego a los carnívoros,
esparciéndose entre los distintos eslabones de la pirámide alimentaria. El exceso
de nitrógeno es expulsado de sus cuerpos mediante la orina, rica en amoníaco,
volviendo así al suelo para continuar con el ciclo.
● Descomposición nitrificante. El amoníaco del suelo, proveniente de la orina de
los animales o de la acción de las bacterias fijadoras, sirve de alimento a otro tipo
de microorganismos de acción nitrificante, o sea, que descomponen el amoníaco y
lo oxidan en nitritos (NO2–) y nitratos (NO3–).
● Descomposición desnitrificante. Estos últimos compuestos sirven, a su vez, de
alimento a otro tipo de procariontes, esta vez de metabolismo desnitrificante, o sea,
que descomponen las moléculas de nitrito y nitrato, obteniendo energía para vivir y
liberando de vuelta a la atmósfera el nitrógeno en estado gaseoso, para que el ciclo
pueda recomenzar.
FORMAS ABIÓTICAS:
● Los relámpagos o “rayos” producidos durante las tormentas eléctricas, no son sólo
ruido y luz; son un potente reactor químico. Por acción de los relámpagos, durante
las tormentas se producen los óxidos de nitrógeno NO y NO2, denominados
genéricamente NOx.
● La combustión de combustibles fósiles derivados del petróleo (en industrias y en
transporte comercial y privado, marítimo, aéreo y terrestre), produce enormes
cantidades de emisiones de NOx a la atmósfera. El N2O emitido en la combustión
de combustibles fósiles, es un potente gas de efecto invernadero que contribuye al
calentamiento global del planeta.
● La erosión del suelo y la meteorización de lechos rocosos ricos en nitrógeno, expone
a la intemperie a minerales que pueden liberar óxidos de nitrógeno. La
meteorización de lechos rocosos ocurre por exposición a los factores ambientales,
causada por mecanismos físicos y químicos actuando conjuntamente.
FORMAS BIÓTICAS:
● Las formas de fijación de nitrógeno por microorganismos, pueden ocurrir a través
de organismos de vida libre o por medio de organismos que viven en asociaciones
de simbiosis con plantas. Cuantitativamente, la fijación biótica de nitrógeno a través
de estos dos mecanismos (vida libre y simbiosis) es la más importante globalmente.
● Los microorganismos fijadores de nitrógeno poseen mecanismos estratégicos para
mantener activo su sistema enzimático nitrogenasa. Entre estos mecanismos, se
encuentran la protección respiratoria, protección química conformacional, la
inhibición reversible de la actividad enzimática, la síntesis adicional de una
nitrogenasa alternativa con vanadio y hierro como cofactores, la creación de
barreras de difusión para el oxígeno y la separación espacial de la nitrogenasa.
● Los microorganismos fijadores de nitrógeno que viven en el suelo en forma libre
(asimbiótica) son básicamente arqueobacterias y bacterias. Existen varios tipos de
bacterias y cianobacterias que pueden convertir el nitrógeno atmosférico, N2, en
amoniaco, NH3.
● La energía para la reacción de fijación del N2 se obtiene del ATP, el cual proviene
de la fosforilación oxidativa acoplada a la cadena transportadora de electrones (que
emplea al oxígeno como aceptor final de electrones). El proceso de reducción de
nitrógeno molecular a amoníaco, también reduce el hidrógeno en forma protónica
H+ a hidrógeno molecular H2.
● Existen otros microorganismos fijadores de nitrógeno que son capaces de
establecer asociaciones simbióticas con las plantas, particularmente con
leguminosas y gramíneas, bien sea en forma de ectosimbiosis (donde el
microorganismo se ubica en el exterior de la planta), o de endosimbiosis (donde el
microorganismo vive dentro de las células o en los espacios intercelulares de la
planta).
● La mayor parte del nitrógeno fijado en los ecosistemas terrestres, proviene de las
asociaciones simbióticas de bacterias de los géneros Rhizobium, Bradyrhizobium,
Sinorhizobium, Azorhizobium, Allorhizoium y Mesorhizobium, con plantas
leguminosas.
● En los sistemas donde participan cianobacterias, estos microorganismos han
desarrollado mecanismos especiales para la coexistencia de la fijación de nitrógeno
anóxica y su fotosíntesis oxigénica.
6. DESNITRIFICACION
Es la transformación biológica del nitrato en gas nitrógeno, óxido nítrico y óxido nitroso.
Éstos son compuestos gaseosos y no son fácilmente accesibles para el crecimiento
microbiano; por ello, se liberan normalmente en la atmósfera. El gas nitrógeno supone
alrededor del 70% de los gases atmosféricos y su liberación en la atmósfera es un hecho
benigno. La desnitrificación biológica es una reacción de respiración anaeróbica, en la que
se elimina el nitrato (NO3) convirtiéndolo en los compuestos anteriores. Ocurre en suelos
mal drenados. A pesar de las pérdidas de nitrógeno, el ciclo se mantiene gracias a la
actividad de las bacterias fijadoras de nitrógeno, capaces de incorporar el nitrógeno
gaseoso del aire a compuestos orgánicos nitrogenados.
El óxido nítrico y el óxido nitroso son gases importantes para el ambiente. El óxido nítrico
(NO) contribuye a formar smog, y el óxido nitroso (N2O) es un gas de invernadero
importante, por lo que contribuye a los cambios globales climatológicos. Una vez que se
convierte en dinitrógeno, el nitrógeno tiene pocas posibilidades de reconvertirse en una
forma biológica disponible, ya que es un gas y se pierde rápidamente en la atmósfera.
Es un hidrocarburo Alcano
Presenta la cadena más sencilla y corta. (Esto porque solo se compone de una
molécula de carbono y cuatro de hidrogeno, a diferencia de otros compuestos
químicos.)
Su fórmula química es: CH4 (El metano es el único compuesto químico que cuenta
con una única fórmula: CH4. Esta corresponde a la empírica, molecular, condensada
y semidesarrollada al mismo tiempo.)
Su estructura química es:
CH4+OH→CH3+H2O
Varios estudios han demostrado que los radicales hidroxilos se reciclan a sí
mismos y mantienen una concentración atmosférica constante incluso ante
el aumento de las emisiones de metano. Después de la reacción del metano
con el radical hidroxilo, los productos siguen reaccionando con otras
sustancias que se encuentran en la atmosfera, dando lugar a la formación de
ozono:
CH 3 · + O 2 + M → CH 3 O 2 · + M
CH 3 O 2 · + NO → NO 2 + CH 3 O ·
CH 3 O · + O 2 → HO 2 · + HCHO
HO 2 · + NO → NO 2 + · OH
NO 2 + hv→ NO + · O
O+O2+M→O3+M
CH 4 + 4O 2 → HCHO + 2O 3 + H 2 O Total
El formaldehído puede reaccionar nuevamente con un radical hidroxilo para
formar dióxido de carbono y más vapor de agua.
El metano en la estratosfera
J. El cloro radical - El cloro libre en la atmósfera también reacciona con el
metano. La reacción de los átomos de metano y cloro actúa como un
sumidero primario de átomos de Cl y es una fuente primaria de ácido
clorhídrico (HCl) en la estratosfera.
CH 4 + Cl → CH 3 + HCl
El HCl producido en esta reacción conduce a la destrucción catalítica
del ozono en la estratosfera.
CH 4 + 2O 2 → CO 2 + 2H 2 O
Los suelos forestales actúan como buenos sumideros para el metano atmosférico
porque los suelos están óptimamente húmedos para la actividad metanótrofos y el
movimiento de gases entre el suelo y la atmósfera (difusividad del suelo) es alto.
Con un nivel freático más bajo, cualquier metano en el suelo tiene que pasar las
bacterias metano tróficas antes de que pueda llegar a la atmósfera.
Sin embargo, los suelos de los humedales son a menudo fuentes de metano
atmosférico en lugar de sumideros porque el nivel freático es mucho más alto y el
metano puede difundirse con bastante facilidad en el aire sin tener que competir con
los metanótrofos del suelo.
GRUPO 5 CICLO DEL AZUFRE
Características Principales:
Este no metal tiene un color amarillento, amarronado o anaranjado, es blando, frágil, ligero,
desprende un olor característico a huevo podrido al combinarse con hidrógeno y arde con
llama de color azul, desprendiendo dióxido de azufre. Es insoluble en agua pero se disuelve
en disulfuro de carbono. Es multivalente, y son comunes los estados de oxidación -2, +2,
+4 y +6. En todos los estados (sólido, líquido y gaseoso) presenta formas alotrópicas cuyas
relaciones no son completamente conocidas.
Compuestos de Azufre:
El azufre está presente en uno de los principales compuestos utilizados en la industria del
hoy día: el ácido sulfúrico – H2SO4. De hecho, este compuesto es fabricado en cantidades
mayores que cualquier otro
Además de esto, es el ácido más barato de comprarse en grandes cantidades.
El ácido sulfúrico es utilizado en muchas aplicaciones siendo las principales la producción
de fertilizantes con fosfatos y la remoción de herrumbre de metales antes de estos ser
pintadas.
Este ácido también es utilizado en la producción de explosivos, combustibles, celofán,
tintas, papeles, agentes anticongelantes y detergentes.
El dióxido de azufre – SO2 – es un compuesto que es producido en el proceso de
fabricación de ácido sulfúrico, pero también es producido por el hombre como subproducto
de la quema de combustibles fósiles.
El dióxido de azufre liberado hacia la atmósfera es una fuerte preocupación como polución.
El H2S, una de las fuentes primarias de azufre elemental, es un gas muy tóxico y de fuerte
olor desagradable, pero, al mismo tiempo con un efecto anestesiante del sentido olfativo
por eso aún es más peligroso.
Los compuestos de azufre y cloro S 2Cl y SCl2 son utilizados en la vulcanización de la goma,
son fuentes de cloro en algunas reacciones químicas y son utilizados en la industria
metalúrgica. Los compuestos de Na2S y NaHS son utilizados en la industria del cuero para
remover pelos de la piel y para hacer colorantes y también como agentes reductores.
Sulfatos:
Los sulfatos son las sales del ácido sulfúrico (H2SO4). Contienen un átomo
de azufre enlazado por cuatro átomos de oxígeno. Es decir que contienen el anión SO 42-.
Dependiendo del catión al cual se encuentre enlazado obtendremos toda una amplia
variedad de sulfatos.
Los sulfatos se encuentran de manera natural en numerosos minerales (barita, epsomita,
tiza, etc.). Debido a esto y a su elevada solubilidad se encuentran en aguas naturales. El
origen de los sulfatos se debe fundamentalmente a los procesos de disolución de las tizas,
existentes en el terreno, en el agua subterránea.
Estas sales, junto con los nitratos de metales, son las más utilizadas. Su amplio uso en la
industria se debe a varias razones:
1. La mayoría son solubles en agua por lo que son fuentes de cationes metálicos
(exceptuando el sulfato de bario y plomo).
2. El ion sulfato no es ni oxidante ni reductor lo que no iniciará reacciones redox siendo por
lo tanto muy estable.
Sulfitos:
Los sulfitos son un derivado del azufre usado como conservante, anti fúngico,
antimicrobiano y antioxidante. Lo podemos encontrar en numerosos productos alimentarios
y farmacéuticos, como por ejemplo, y lo que nos ocupa hoy, los vinos. Se pueden identificar
en las etiquetas de los ingredientes dentro de los antioxidantes y conservantes del grupo
E22x (del E220 al E228). Sobre todo nos lo podemos encontrar en jugos de fruta, galletas
y patatas saladas, fruta seca, nueces y embutidos, entre otros.
Por entrar un poco en el detalle, el E220, anhídrido sulfuroso, el usado en el vino, es el que
tiene más historia, pero el que está más controlado su uso. Se usaba en Roma para
desinfección de bodegas. Uno de los usos del azufre era el desinfectado de las barricas.
Se quemaba una mecha o pajuela de azufre colgada de un alambre en el interior de las
barricas para su desinfección y conservación. Desde hace unos años la UE ha prohibido
esta práctica por poner en peligro la salud de las personas (produce un gas irritante y tóxico)
y por protección medioambiental (genera un gas contaminante). En Grecia se espolvoreaba
azufre sobre la ropa de los enfermos (sábanas, camisas, etc.) tras lavarla, y se exponía al
sol, ya que se sabía que el calor producía con el azufre anhídrido sulfuroso, que es un gran
desinfectante. En el siglo XV se prohíbe en Alemania por sus efectos
perjudiciales, aunque desde el siglo XVII se tiene constancia de su uso en la conservación
de la sidra. Los sulfitos en general, son usados en EEUU, aunque cada vez menos, en la
conservación de vegetales, ya que, por sus propiedades antioxidantes, previene el
pardeamiento de las hojas verdes. También es usado como antioxidante en conservas de
crustáceos o vegetales, apareciendo en latas de crustáceos o aceitunas de mesa, por
ejemplo.
Compuestos:
H2S → sulfuro de hidrógeno: gas tóxico de olor desagradable con carácter de ácido débil. Con
hidrógeno el Azufre actúa con estado de oxidación -2.
Óxidos de Azufre → el Azufre forma óxidos actuando con estados de oxidación +4 o +6:
SO2 Dióxido de azufre: gas incoloro, con carácter reductor, se utiliza para producir ácido sulfúrico
SO3 Trióxido de azufre: líquido a temperatura ambiente
Oxoácidos de Azufre → el Azufre forma oxoácidos actuando con estados de oxidación +4 o +6:
Sales de Azufre → el Azufre forma sales actuando con estados de oxidación +4 o +6:
Na2SO3 Sulfito de Sodio
Na2SO4 Sulfato de Sodio
El ácido sulfhídrico (H2S) ocurre naturalmente en el petróleo crudo, gas natural, gases
volcánicos y manantiales de aguas termales. También puede producirse como resultado de
la degradación bacteriana de materia orgánica, también puede ser producido por actividades
industriales tales como procesamiento de alimentos, hornos de coque, fábricas de papel,
curtidurías y refinerías de petróleo.
Los óxidos de azufre y nitrógeno son las principales causas de la acidificación tanto del suelo
como de las aguas. Los compuestos de azufre son responsables de dos tercios del total de la
lluvia ácida y los compuestos de nitrógeno no producen acidificación si los mismos son
absorbidos por las plantas.
El control del sulfhídrico es muy importante debido a los efectos que tiene en el ser humano
y en las estructuras. La aparición de este gas en las aguas residuales genera malos olores al
liberarse a la atmósfera provocando malestar entre la población y causando pérdidas
económicas como el descenso del turismo o del valor del área afectada.
El ácido sulfhídrico irrita los tejidos blandos del cuerpo, como los ojos, la nariz, la garganta y
los pulmones. Las concentraciones altas amortiguan rápidamente el sentido del olfato y la
exposición continua puede provocar ataques de asma, dificultad respiratoria, pérdida del
conocimiento y muerte.
En la mayoría de los casos, no hay consecuencias a largo plazo de la exposición, sin
embargo, los dolores de cabeza recurrentes, falta de capacidad de concentración, mala
memoria y la función motora deficiente pueden persistir en algunas personas mucho después
de la exposición.
El H2S además produce una corrosión severa en el sistema de colectores al oxidarse. Afecta
a pozos, bombeos, colectores, etc., llegando a producir una corrosión de 20 mm al año en el
sistema de colectores.
-Descrito de forma simple, el ciclo del azufre comienza en la litosfera: la corteza superficial
del planeta Tierra. Los sulfatos son sales o ésteres que están presentes en el suelo. Los
sulfatos también están disueltos en las aguas.
-Las plantas absorben los sulfatos del suelo a través de sus raíces y los incorporan a su
sustancia vegetal. Ellas reducen los sulfatos a sulfuros.
-Una vez en la estructura vegetal, el azufre puede pasar a través de los seres vivos en las
cadenas alimentarias de la naturaleza.
-Los animales herbívoros se alimentan de las plantas e incorporan el azufre en su cuerpo.
-Los carnívoros se alimentan de los herbívoros, así que la carne de estos, que ya contiene
azufre, pasa a su propio cuerpo para contribuir a su funcionamiento
.
-Cuando los animales mueren, los cuerpos echados en el suelo son aprovechados por
organismos descomponedores, tales como bacterias y hongos. Estos desintegran los
cadáveres y la materia queda reducida a partículas orgánicas. Como el azufre está presente
en algunos aminoácidos del cuerpo, las bacterias del suelo lo convierten en sulfuro de
hidrógeno que se oxida para producir sulfato; así, los sulfatos vuelven al suelo y el ciclo se
completa para volver a empezar. Lo mismo ocurre con las heces de los animales, pues
también son descompuestas. Parte del azufre elemental puede incorporarse a las rocas.
IMPORTANCIA
A pesar de lo anterior, el planeta requiere que haya un balance entre el azufre y los demás
elementos químicos, de forma que el S no aumente hasta niveles anormales. Si el azufre
se acumula en la atmósfera y el viento lo transporta, cuando llueve puede caer en forma de
lluvia ácida: lluvia + azufre. La lluvia ácida daña las estructuras de las ciudades, afecta las
plantas y contribuye a la acidificación de los océanos.