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Marco teórico

El abandono de hogar hogar es uno de los actos familiares negativos que ha estado

marcado en nuestra sociedad, donde sus consecuencias las pagan especialmente los

menores de edad, generando alteraciones emocionales, difíciles de manejar a lo largo de sus

vidas, ocasionando también consecuencias traumáticas en todo un grupo familiar y aunque

algunos lograr superar y desarrollarse de manera positiva como personas, no siempre sus

resultados son positivos.

En nuestro caso clínico de Investigación se observa que la madre Bilógica realiza un

acto de abandono físico y de negligencia, perjudicando de esta manera al infante con un

maltrato emocional lo que afecta a las interacciones en el núcleo familiar de este y

llevándolo también un nivel social, pues ha presentado unas dificultades cognitivas

especialmente en el aprendizaje, pues se observa de que a pesar que su familia adoptiva le

sugiere responsabilidades de estudio y de la casa, el niño (Mauricio) no las ha podido

desarrollar de manera efectiva, padeciendo de una serie de situaciones como; No hacer las

tareas que le dejan en su colegio, refiere tener siempre pereza, que sufre de olvido, pues no

se acuerda de las cosas y sumado a ello el niño presentó condiciones físicas de desnutrición

lo que también hace que física, biológica y psicológicamente presente alteraciones,

problemas de conducta y dificultades para el desarrollo social y en donde el trastorno que

podemos identificar en el niño es un DTHA, el

En cuanto a las dificultades que presenta la cuidadora del niño (Marcela) están las

relacionadas con situaciones de estrés, incertidumbre que pueden desprender por el miedo a

que el niño sepa la verdad sobre su madre real o su situación de familia, también
presentando antecedentes de abandono físico por su madre bilógica, pues Marcela fue

criada por su Abuela y en donde su madre nunca se responsabilizó de ella, recibiendo

apoyo y crianza por parte de su abuela.

Marcela presenta pobres habilidades de manejo del estrés, pues emocionalmente se

altera de manera fácil, Pobres habilidades para resolver conflictos ya que refiere problemas

conyugales con su pareja, solo se ven como pareja parental y están juntos por intereses

económicos, también presenta escasos conocimientos para entender y saber sobre las

diferentes etapas de evolutivas del menor, generando también problemas de apego con el

menor pues lo sobreprotege demasiado no permitiendo en ocasiones que el infante se

desarrolle de manera normal.

Por lo anterior podemos establecer una hipótesis de que Marcela puede presentar una

alteración de Neurosis Obsesivo convulsiva y en donde nuestra investigación se basará en

buscar alternativas para disminuir estos factores, investigar sobre alternativas en

tratamientos para este tipo de Diagnósticos y herramientas con un enfoque cognitivo-

conductual.

Sobre el fenómeno del abandono infantil, se encuentran tres tendencias: una histórico-

social, que estudia el abandono desde el contexto histórico y los aspectos sociales y

discursivos que han estado en relación con él; una segunda tendencia está constituida por

las investigaciones que se han centrado en el fenómeno con una mirada objetivista, en tanto

que han buscado medir la frecuencia de las variables que inciden en la etiología del

abandono y/o el impacto o repercusiones que éste genera en los niños; y finalmente se halla

una tendencia conformada por los trabajos que se preguntan por las significaciones,
concepciones o posiciones frente al abandono, poniendo el énfasis en el sujeto y en su

discurso, así como en el de las instituciones de protección (Jiménez, 2013,p.1).

En Colombia, desde el 2008 hasta el 2011, 3.280 menores de edad llegaron al ICBF en

busca de protección después de ser abandonados. En el 2008 se reportaron 818 casos; en el

2009, 794 y en el 2010, 836, y con los 832 registrados en los 10 primeros meses del 2011,

todo indica que la problemática va en aumento4 . Ángela Rosales, directora de Aldeas

Infantiles SOS, afirma que “El abandono es un delito gravísimo. Es una de las situaciones

más difíciles por la que puede pasar un niño y marcará el resto de su vida” (Centro virtual

de noticias de la educación, 22 de noviembre de 2011) (Jiménez, 2013,p.2).

Moreno (2002) plantea que una dificultad inherente al concepto de maltrato por

abandono físico o negligencia infantil se encuentra a la hora de establecer claramente cuál

es el límite para considerar una situación como maltrato por negligencia o como maltrato

por abandono físico. Y como consecuencia de ello poder juzgarla, dentro del marco

legislativo en materia de protección de menores, como situación de riesgo o desamparo,

con lo que ello conlleva de cara a poner en marcha unos mecanismos u otros por parte de la

Administración responsable (Jiménez, 2013, p.6).

Con el fin de ubicar y delimitar el fenómeno, es importante decir que existe un consenso

respecto a considerar el abandono infantil como una de las formas o tipos en que se ejerce

el maltrato infantil (MTI), dentro del cual se incluye el maltrato físico y emocional, el

abuso sexual y el abandono o negligencia. La UNICEF define como víctimas de maltrato y

abandono a aquellos niños, niñas y adolescentes hasta 18 años que “sufren ocasional o
habitualmente actos de violencia física, sexual o emocional, sea en el grupo familiar o en

las instituciones sociales” (UNICEF, s.f). El mismo organismo aduce que el abandono y la

negligencia hacen referencia a la falta de protección y cuidado mínimo por parte de quienes

tienen el deber de hacerlo y las condiciones para ello; existe negligencia cuando los

responsables de cubrir las necesidades básicas de los niños no lo hacen (Jiménez, 2013,

p.28).

Para nuestro análisis de caso, podemos observa que la madre padece de una Neurosis

Obsesivo convulsiva y en donde este tipo de alteraciones repercuten de manera negativa en

el entorno familiar y social del individuo que la padece.

Históricamente se ha considerado a dos entidades clínicas, la neurosis histérica y la

neurosis obsesivo - compulsiva, las condiciones modelo para el tratamiento psicoanalítico.

Mientras que el psicoanálisis nació de las experiencias con la histeria, el escrito clásico de

Freud de 1909 sobre “El hombre de las ratas” introdujo la neurosis obsesivo-compulsiva en

la literatura psicoanalítica con una formulación psicodinámica rica y convincente de los

síntomas. Desde ese momento, la formulación clásica, comúnmente aceptada en los

círculos analíticos, fue que la ansiedad provocada por la situación edípica producía en el

neurótico obsesivo-compulsivo la regresión a una constelación de defensas de la fase anal

que incluían la formación reactiva, hacer y anulación y el aislamiento del afecto. Con

frecuencia se consideraba que esta regresión era más probable por la presencia de las

fijaciones anales de larga data resultantes de las alteraciones durante la fase de

entrenamiento de control de esfínteres (Gabbar, 2001,p.1).


En una época en la que la terapia conductual y los inhibidores de la recaptación de la

serotonina se han convertido en tratamientos de elección muy aceptados en los pacientes

con TOC (Greist y Jefferson, 1995), corremos el riesgo de relegar a la historia los enfoques

de orientación psicoanalítica y, por tanto, privar a muchos de nuestros pacientes de un

componente necesario y valioso para el arsenal terapéutico utilizado con los pacientes con

TOC. A pesar de la impresionante investigación en las neurociencias sobre las bases

biológicas del TOC, los clínicos de orientación psicoanalítica tienen todavía mucho que

aportar para un plan global de tratamiento de tales pacientes (Gabbar, 2001,p.1).

Finalmente, debemos ser conscientes de que un cierto porcentaje de pacientes no

responderán ni a la farmacoterapia ni a la terapia de conducta. Puede ser necesario un

enfoque terapéutico psicodinámico para afrontar una situación en la que no hay respuesta al

tratamiento, a pesar de que el clínico deba tener objetivos modestos para la mejora de los

síntomas per se. El TOC sirve como una enfermedad modelo para demostrar el valor de un

enfoque integrado para el tratamiento de los trastornos psiquiátricos mayores. Las

estrategias psicodinámicas continuarán teniendo un papel principal en la psiquiatría tal

como ilustran las muchas formas en las cuales el pensamiento psicodinámico se aplica a

condiciones tales como el TOC. (Gabbar, 2001,p.2).

Problemas de la vida real, situaciones de ansiedad, malestar o simples preocupaciones

excesivas de la vida real son algunos de los factores que presenta la Marcela, nuestra

paciente a investigar y en donde ella con una obsesión o con arreglos de una serie de reglas

que debe seguir estrictamente, en donde decide cambiar de sitio de residencia, ciudad para
que el infante que cuida no sepa su verdad, también presentando sensación de

intranquilidad, sobre la amenaza que le provoca la sociedad donde antes vivía.

Recapitulando: ¿A quiénes se dirigen los terapeutas cognitivo comportamentales al

hablar de "cliente"? Desde este enfoque terapéutico, se desprende que un cliente que

padece de un TOC sería alguien capaz de juzgar sus pensamientos obsesivos como

distorsionados respecto de una realidad supuesta (aprendida) y así corregirlos de

acuerdo a la evidencia compartida que surja a través del diálogo con el terapeuta. Las

creencias subyacentes al TOC, así, serían algo a verificar de acuerdo a un criterio de

realidad racional unívoco. La causa de estos pensamientos estaría en las cogniciones

distorsionadas, que habría que aprender a discernir y modificar valiéndose de otra

instancia pensante que esté aliada al terapeuta: la razón. Una vez logrado ello, el

sufrimiento suele apaciguarse. Además, habría un acuerdo o saber preestablecido con

el terapeuta, sobre lo que se va a tratar, los pasos previstos a seguir, y hasta dónde.

Se sabría de antemano lo que el cliente quiere (Felipe, 2008, p.4).

a diferencia de las TCC, en las cuales el criterio de definición del TOC es

eminentemente descriptivo, sintomático, y en términos deficitarios o negativos, desde el

psicoanálisis el criterio utilizado es un criterio estructural. No interesa si el paciente

presenta tal o cual síntoma obsesivo, sino cuál es su posición frente a la castración del Otro

y frente al goce libidinal, su estrategia puesta en juego en relación a ellos (Felipe, 2008,

p.4).
Referencias:

 Gobbar, g. (2001, de septiembre) Enfoques de orientación psicoanalítica para el


tratamiento del trastorno obsesivo-compulsivo. Revista internacional del
Psicoanálisis. Recuperado de http://www.aperturas.org/articulo.php?articulo=183.
 Robert, C. Botella, C. (1990) El Trastorno Obsesivo Compulsivo (I) Una Revisión
de las Teorías Explicativas, Universidad de Valencia (Vol. 16).
 Martin, f. (2008) ponencia 3 Trastorno Obsesivo Compulsivo/Neurosis Obsesiva.
Consecuencias Clínicas. Recuperado de
http://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/45005/Documento_completo.pdf?
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 Sanín, A. (2013, 7 de enero) Abandono Infantil: Estado de la cuestión, articulo.
 Pino, M. Herruzo, J. (2000) Estudio de las Consecuencias del Abandono Físico en
el Desarrollo Psicológico de niños de edad preescolar en España, Universidad de
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 Moreno, J. (2001). Variables que Intervienen en el Abandono Físico o Negligencia
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Doctorado). Universidad de Extremadura, Badajoz, España.
 Martin, J. Kopelovich, M. (2012). Obsesiones en neurosis y psicosis (parte 2).
Obsesiones y melancolía. reflexiones sobre la estructura y función de la obsesión en
dos casos de acumulación de objetos. IV Congreso Internacional de Investigación y
Práctica Profesional en Psicología XIX Jornadas de Investigación VIII Encuentro de
Investigadores en Psicología del MERCOSUR. Facultad de Psicología -
Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires.

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