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LA ÉTICA, LAS DECISIONES FINANCIERAS Y LA CREACION O

DESTRUCCION DE VALOR DE LAS EMPRESAS.

PRESENTADO POR:

JUAN JOSE MARTINEZ


JULIO RODRIGUEZ

DOCENTE
CESAR HERAZO

RECUERSOS FINANCIEROS III

UNIVERSIDAD DEL SINU- ELIAS BECHARA ZAINUM


FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS, ADMINISTRATIVAS Y
CONTABLES

MONTERÍA - CÓRDOBA
2020
LA ÉTICA, LAS DECISIONES FINANCIERAS Y LA CREACION O
DESTRUCCION DE VALOR DE LAS EMPRESAS.

La creación de valor para la empresa es factible a partir decisiones acertadas, relacionadas


con los esquemas de financiamiento y actividades de inversión. La decisiones de
financiamiento pueden cambiar en cualquier momento, basta con incrementar la
participación de los accionistas y disminuir los niveles de endeudamiento en las empresas.
La Ética se define como una ciencia del comportamiento humano, por tanto, el buen
comportamiento humano y Finanzas es la ciencia que estudia la administración de los
recursos financieros, dinero, capitales y recursos monetarios. De tal manera que al
relacionar la ética financiera, se busca que el comportamiento humano sea desde diferentes
puntos de vista debe contemplar comportamientos éticos, y también en el ámbito
financiero.
La ética en las decisiones financieras tiene motivos muy importantes para hacerlo: la
convicción y su propio interés. La convicción, porque la ética y los valores positivos deben
constituir el núcleo de su cultura corporativa. Y el interés, porque las empresas afrontan una
sociedad cada vez más informada y exigente y necesitan, por tanto, mayor legitimidad para
desarrollar con éxito su actividad en el medio y largo plazo.
En un sentido amplio la ética financiera incluye lo que se ha denominado ética empresarial,
en ese sentido las empresas hoy por hoy han buscado actividades que correspondan a un
actuar ético a nivel interno con sus empleados y a nivel externo con la comunidad en donde
se han establecido.
El proceso de creación de valor consiste básicamente en la capacidad de la empresa para
tomar decisiones que le permitan alcanzar un valor presente de sus flujos de caja futuros
mayor que el requerido para recuperar lo invertido y pagar los costos de su financiamiento.
Se busca aumentar la confianza de los inversores, aumentar la confianza de los accionistas;
y aumentar la lealtad, implicación y respeto de los integrantes de la empresa y de todos
aquellos que se relacionan con ella (clientes, proveedores, comunidad, entidades
financieras, acreedores, etcétera).
Una parte significativa de la doctrina ha señalado la reciente crisis financiera como una
muestra de deficiencias morales en el comportamiento de las instituciones financieras y de
la debilidad de sus principios éticos. Ningún autor ha profundizado, sin embargo, en
identificar los fundamentos éticos de los sujetos cuyo comportamiento ha destacado
positivamente, para extraer ejemplos de futuro.
A partir de esta reflexión, en este artículo describo las principales acepciones que la noción
de ética adquiere en el mundo financiero para profundizar en la cultura corporativa como la
de mayor alcance y significado.
LA ÉTICA COMO RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA.
Las decisiones, también en las organizaciones, las toman las personas. Por tanto, si
hablamos de actuaciones financieras, hemos de hablar, en primer lugar, de la ética de las
personas que deciden y ejecutan. Esto no quiere decir que otros factores, como el marco
legal e institucional, las reglas de funcionamiento del mercado, la regulación o los
objetivos, estructura, cultura y organización de las entidades financieras no sean
importantes. Aquí nos interesa no tanto la ética del sistema económico, de los mercados o
de las entidades, sino la de las personas que desempeñan su actividad en el sector.
La ética de la persona se podría definir como el conjunto de principios, normas, prácticas,
bienes y virtudes que guían lo que consideramos un comportamiento recto, adecuado a la
moral y que, por extensión, aseguran el cumplimiento de la función social de los mercados
financieros. No es distinta en el directivo o empleado financiero o en un trabajador manual,
un político o un jugador de baloncesto: la ética es única, aunque su desarrollo tenga
peculiaridades distintas en cada caso y de ellas nos ocupamos en este documento.
Además de la ética está la cuestión de la responsabilidad social, esto es, el que una empresa
es responsable ante la sociedad más allá de la maximización de la riqueza de sus
propietarios y debería ayudar a buscar el bienestar de sus empleados, de sus clientes y de la
comunidad en la que se encuentra inmersa. En palabras de la Comisión Europea: “La
responsabilidad social de la empresa es el proceso de gestión por el que ésta se esfuerza en
encontrar los compromisos equilibrados y aceptables para todos, entre las exigencias y las
necesidades de las partes afectadas”. Cumplir la legislación vigente no implica ser
socialmente responsable (una empresa podría ser perfectamente irresponsable y, sin
embargo, ser respetuosa con las normas legales).

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