Los partidos políticos son organizaciones que se caracterizan por su singularidad, de base personal y relevancia constitucional, creadas con el fin de contribuir de una forma democrática a la determinación de la política nacional y a la formación y orientación de la voluntad de los ciudadanos, así como a promover su participación en las instituciones representativas mediante la formulación de programas, la presentación y apoyo de candidatos en las correspondientes elecciones, y la realización de cualquier otra actividad necesaria para el cumplimiento de sus fines. Su principal tendencia es durar y consolidarse, y su finalidad
Los partidos políticos son el producto de la unión de un
grupo de amigos que comparten un proyecto de sociedad y logran que su propuesta sea aceptada y apoyada por otros sectores de la misma que no se ocupan de la política sino de la vida. Para hacer realidad ese proyecto se requiere ejercer el poder político con personas que compartan el ideal de sociedad del partido. En la medida en que las propuestas de los que están en el poder logren que la sociedad tenga orden y convivencia aumentan las probabilidades de que se les extienda el mandato por medios democráticos, o si el ejercicio del poder desnaturaliza a los detentadores; lo más posible es que ellos intenten prolongar su ejercicio por medios autoritarios o antidemocráticos.
Los partidos políticos como esencia de las opciones
democráticas han sufrido ese impacto de la soledad del individuo. Los ‘mentideros políticos’ también fueron afectados con el golpe del desarrollo urbano; los espacios públicos para la discusión –cafetines y boliches– han desaparecido en aras de progreso, la economía, la modernidad y la invasión de fantasmales y siniestros personajes en los centros urbanos en las horas nocturnas ahuyentan la ciudadano. Queda poco espacio para el ágora y para el intercambio de ilusiones sociales.
¿COMO SE CLASIFICAN?
Los partidos políticos se clasifican por los intereses de la
clase social a la que sirven. Sus otros aspectos son secundarios. Por eso no pueden existir partidos que defiendan al mismo tiempo, a las dos clases sociales porque los intereses de éstas son antagónicos. En los países capitalistas hay muchos partidos políticos porque entre los elementos que integran la burguesía propietaria de los medios de producción —la tierra, las fábricas, los transportes, las comunicaciones y las instituciones del crédito— hay discrepancias y contradicciones. Los más fuertes, desde el punto de vista económico, compran las pertenencias de los débiles o los arruinan, aumentan su capital, forman monopolios en las diversas ramas de la economía, y los monopolios dedicados a las finanzas terminan por dominar a los dedicados a la producción. En este proceso los diversos sectores de la burguesía defienden sus intereses propios frente a la actividad de los otros, organizando para ese fin sus partidos políticos.
Existen varios partidos que se llaman de izquierda o de la
clase obrera porque no todos los elementos que constituyen la clase trabajadora tienen conciencia clara de su situación de explotados ni poseen una doctrina científica que les explique las leyes de la evolución histórica y los ayude a organizarse y a precisar sus objetivos inmediatos y sus deberes posteriores. Uno de los resultados de la falta de conciencia de clase y del desconocimiento de las leyes del desarrollo social, es la influencia ideológica de la burguesía en el seno del movimiento obrero, y el surgimiento de líderes políticos y sindicales que desorientan a la clase trabajadora y hacen que pierda la noción de su fuerza y de sus perspectivas. Cuando esto ocurre, el proletariado en lugar de ocupar el sitio de vanguardia del pueblo, se convierte en reserva de la burguesía y se anula a sí mismo como fuerza revolucionaria Confundidos los trabajadores, son inducidos a ingresar a los partidos al servicio de la burguesía, algunos de los cuales tienen nombres demagógicos porque no corresponden a la ideología de la clase obrera ni defienden sus intereses; pero se dicen sus intérpretes. Por eso en muchos países capitalistas hay partidos que se llaman obreros, revolucionarios, comunistas, socialistas de izquierda, etcétera, sin serlo.
¿CUAL ES SU FUNCION?
En primera instancia debemos saber que todo Partido
Político es una institución política organizada bajo ciertas directrices doctrinarias que, en el común de los pensamientos, tiene la finalidad de alcanzar y proponer ideas a la sociedad y al Estado para solucionar o coadyuvar a las necesidades imperantes de la población en su conjunto, inclusive que ésta debe trascender en el tiempo y aplicarse a toda realidad sociocultural, como también de defender situaciones que atenten derechos sociales de diversos grupos. Siendo muy difícil determinar de manera justa un proceso político sin señalar adjuntamente la presencia determinante de un sistema de Partidos Son importantes los Partidos, porque tienen presencia dominante en un proceso electoral como en todo el escenario que trasciende a esta. Pero para que se pueda cumplir esta directriz, es también vital que haya una mejor reclusión de la clase dirigente, no olvidemos que ésta maneja la información de manera consciente y educadora, porque sabe conducir, canalizar necesidades e intereses del pueblo, en una actitud serena de querer dar una perfomance al escenario y a las propuestas políticas, y más allá de eso, tiene la capacidad, el deber de limitar el poder, mucho más si ésta degenera en autoritarismo. Entendemos que los Partidos tienen participación directa, si no directriz en los asuntos sociales, prácticamente es fiel a ella o nace de ella para convivir de acuerdo a cánones. Raul Rebagliati nos manifiesta que (...) está inserto en lo social tan profundamente que no puede ser extirpado sin que la sociedad se disuelva. Pero, así como lo político mantiene agrupados a los hombres, la política los divide y los enfrenta en lucha. Esta disputa de poder lleva a organizar partidos, o sea agrupaciones que persiguen el ejercicio del gobierno. Su nombre proviene de la voz "parte" y está expresando que la opinión se divide en corrientes diversas. Los partidos tamizan las opiniones individuales de modo que resultan canalizadas en opiniones de grupos. Sólo así alcanzan a influir en la vida pública las tendencias y las ambiciones personales. Todo esto, tendiendo a que en el terreno propiamente dicho, es función esencial de todo movimiento la sensación, la práctica, la costumbre de implantar un equilibrio entre todos los poderes del Estado para que no se pueda transgredir sus funciones propias como tampoco se caiga en prácticas autoritarias o clientelitas que después van debilitar el sistema democrático como de partidos, tal como se vio en la década fujimorista y que, hasta la fecha, los Partidos no han podido recuperar su autonomía, su capacidad doctrinaria, sus planteamientos serios que, al parecer intentaron tenerlo en su fundación primaria, acarreando que tengamos Partidos pequeños, sin doctrina y manejados por el capital externo, característica que bien podría definirse con Perú Posible, Cambio 90 y que en la segunda parte del trabajo lo explicaremos. Para que una organización pueda ser registrada como partido político nacional, deberá cumplir los siguientes requisitos: Formular una declaración de principios y, en congruencia con ellos, su programa de acción y los estatutos que normen sus actividades; y Contar con 3,000 afiliados en por lo menos 10 entidades federativas, o bien tener 300 afiliados, en por lo menos 100 distritos electorales uninominales; en ningún caso, el número total de sus afiliados en el país podrá ser inferior al 0.13% del Padrón Electoral Federal que haya sido utilizado en la elección federal ordinaria inmediata anterior a la presentación de la solicitud de que se trate. Entre sus órganos deberá contar, cuando menos, con los siguientes: Una asamblea nacional o equivalente; Un comité nacional o equivalente, que sea el representante nacional del partido; Comités o equivalentes en las entidades federativas; y Un órgano responsable de la administración de su patrimonio y recursos financieros y de la presentación de los informes de ingresos y egresos anuales y de campaña. Instancias de dirección: Nacionales: Congreso nacional Consejo político nacional Comisión ejecutiva nacional (dirección colectiva) Estatales: Congreso estatal Consejo politico estatal Comisión ejecutiva estatal Municipales Congreso municipal Consejo politico municipal Comisión ejecutiva municipal Los congresos o asambleas de los partidos deben de estar constituidos por varios sectores o secretarías.
Algunos de los derechos más importantes son :
Participar en el desarrollo y vigilancia del proceso electoral; Gozar de las garantías para realizar libremente sus actividades; Disfrutar de las prerrogativas y recibir el financiamiento público en los términos que marcan las leyes correspondientes Postular candidatos en las elecciones federales Participar en las elecciones estatales y municipales Nombrar representantes ante los órganos del Instituto Federal Electoral en los términos de la Constitución y el Código.
¿QUE SON LOS MOVIMIENTOS SOCIALES?
Un Movimiento Social es la agrupación informal de
individuos u organizaciones dedicadas a cuestiones político-sociales que tiene como finalidad el cambio social. Los movimientos sociales como estructuras de cambio social tienen su origen en las crisis de las organizaciones de izquierda socialdemócrata y del socialismo real, principalmente partidos políticos y sindicatos. Surgen como modos de organización de colectivos, fundamentalmente marginales, que luchan dentro de un campo político más o menos concreto. Algunos ejemplos de estos movimientos son el movimiento feminista, el movimiento ecologista, el movimiento obrero, el movimiento pacifista o antimilitarista, o, más reciente en su surgimiento, el movimiento ocupa y el movimiento antiglobalización.
La mayor parte de los autores coinciden en señalar que el
término apareció en Alemania hacia los años 1970 con la formación de los grupos de acción cívica (Bürgerinitiativen). Los movimientos sociales rara vez confluyen en un partido político; su labor se basa En presionar al poder político mediante reivindicaciones concretas o en crear alternativas. Estas alternativas o reivindicaciones se convierten en su principal identidad, sin tener que llegar a plasmar un ideario completo. Son el equivalente a acción afirmativa o grupo de presión. Tienen un carácter de permanencia en el tiempo y con un número de personas representativo, con relación a los que sufren o ignoran el problema. Su recuerdo histórico es muy antiguo, por ejemplo, los Comuneros de Castilla. Son algunas veces el nacimiento de una idea con líderes carismáticos memorables y su génesis puede derivar hacia un movimiento o iniciar una revuelta o, más contundentemente, una revolución, como la Revolución Mexicana y asimismo la eventual plataforma para un partido hacia el poder, opción que parece un rodeo innecesario.
Es una forma instantánea y continuada de insertarse en el
ámbito político, con inicialmente poco esfuerzo organizativo, sin pertenecer a él, pero sí con fuerza de cambio político, como la restauración de la democracia perdida en regímenes autoritarios. Su análisis incluye su objetivo, el tipo de clientela y es interesante el desarrollo de su proceso organizativo. El impacto en la sociedad es desde meramente presencial, como una fuerza de choque perturbador, o hasta resultar muy definitorio, como grupos fuertes de interés y presión hacia el poder instituido. Deben cuidar su progreso organizativo para ser eficaces y continuar perseverando y merecerse el honor de co-artífices de eventos democráticos en las instituciones u otros más modestos, como la información de los ciudadanos.
¿COMO SE CLASIFICAN?
Un movimiento social es una forma de acción
colectiva, y la existencia de una acción colectiva implica la preexistencia de un conflicto, de una tensión que trata de resolver –haciéndole visible, dándole dimensiones- esa acción colectiva. (p. 9) Si un grupo de interés se mueve en el terreno de la cooperación y un partido compite por el poder, la estrategia prioritaria de un movimiento social es la del conflicto. Un conflicto identitario y un conflicto con el poder político. Un movimiento busca y practica una identidad colectiva, es decir un movimiento supone que determinada gente quiere vivir conjuntamente una distinta forma de ver, estar y actuar en el mundo (...). Un movimiento social no puede ser –no es- una oficina donde la gente arregla sus problemas individuales. Debe existir un mínimo de compartir un sentido, una común forma de interpretar y vivir la realidad. Los movimientos sociales son expresiones colectivas de una voluntad consciente de intervenir en el proceso de cambio social. Voluntad ésta expresada por colectivos e individuos situados en una posición subalterna respecto al poder hegemónico – económico, político y/o cultural–, cuyo espacio de actuación preferido –pero no exclusivo– como lugar de socialización y de representación es la calle; esto es, el ámbito extrainstitucional."
"A partir de estas dos referencias, los movimientos
sociales alternativos podrán caracterizarse como espacios de socialización antagonista, donde va conformándose, mediante la solidaridad colectiva, la identidad de nuevos contrapúblicos subalternos (Fraser), definidos por el uso del “poder de la calle” para “tomar la palabra”.
¿CUAL ES SU FUNCION?
Es una forma instantánea y continuada de insertarse en el
ámbito político, con inicialmente poco esfuerzo organizativo, sin pertenecer a él, pero sí con fuerza de cambio político, como la restauración de la democracia perdida en regímenes autoritarios. Su análisis incluye su objetivo, el tipo de clientela y es interesante el desarrollo de su proceso organizativo. El impacto en la sociedad es desde meramente presencial, como una fuerza de choque perturbador, o hasta resultar muy definitorio, como grupos fuertes de interés y presión hacia el poder instituido. Deben cuidar su progreso organizativo para ser eficaces y continuar perseverando y merecerse el honor de co-artífices de eventos democráticos en las instituciones u otros más modestos, como la información de los ciudadanos.
CUAL HA SIDO EL PAPEL DE LA ONG EN EL
DESARROLLO POLITICO EN COLOMBIA EN LA ÚLTIMA DECADA
Una organización no gubernamental (más conocida por su
sigla ONG) es una entidad de carácter privado, con fines y objetivos definidos por sus integrantes, creada independientemente de los gobiernos locales, regionales y nacionales, así como también de los organismos internacionales. Jurídicamente adopta diferentes estatus, tales como asociación, fundación, corporación y cooperativa, entre otras formas. Al conjunto del sector que integran las ONG se le denomina de diferentes formas, tales como sector voluntario, sector no lucrativo, sector solidario, economía social y tercer sector social, entre otras.
Su membresía está compuesta por voluntarios.
Internamente pueden tener un bajo o alto grado de organización. El financiamiento de actividades, generalmente, proviene de diversas fuentes: personas particulares, Estados, organismos internacionales, empresas, otras ONG, etc.
Una organización no gubernamental (ONG) es cualquier
grupo no lucrativo de ciudadanos voluntarios, que está organizada a nivel local, nacional o internacional. Con tareas orientadas y dirigidas por personas con un interés común, las ONG realizan una variedad de servicios y funciones humanitarias, llevan los problemas de los ciudadanos a los Gobiernos, supervisan las políticas y alientan la participación de la comunidad. Proveen de análisis y experiencia, sirven como mecanismos de advertencia temprana y ayudan en la supervisión e implementación de acuerdos internacionales. Algunas están organizadas sobre temas específicos, tales como los derechos humanos, el medio ambiente o la salud. Su relación con las oficinas y las agencias del sistema de las Naciones Unidas difiere dependiendo de sus metas, ubicación y mandato.
Más de 1,500 ONG con sólidos programas de información
sobre temas relacionados con las Naciones Unidas están asociadas con el Departamento de Información Pública (DIP), dándole a las Naciones Unidas valiosos vínculos con las personas alrededor del mundo. El DIP ayuda a las ONG a tener acceso y difundir información acerca de la gama de temas en los cuales las Naciones Unidas están involucradas, para facilitarle al público el mejor entendimiento de logros y objetivos de la Organización mundial.
En los últimos años, las ONG de Cooperación al Desarrollo
han incorporado en su trabajo, dentro de la formulación de proyectos, la noción de género. En este sentido, algunas entidades se han preocupado en dotarse de herramientas técnicas para trabajar el enfoque de género en los proyectos de cooperación. Sin embargo, esta práctica no se ha evidenciado como parte de un compromiso político, ni en la propia cultura ni estructura organizacional, quedando relegada sólo a nivel del discurso políticamente correcto.
Fruto de una reflexión interna para lograr que el enfoque
de género trascienda más allá de los discursos hacia un trabajo comprometido y dirigido a aplicar dicho enfoque de manera efectiva no sólo en los proyectos, sino también en la cultura y estructura organizacional de cada entidad, la Federación Catalana de ONG, promovió un estudio diagnóstico para evidenciar cuál era la realidad de las entidades y, a partir de allí, iniciar un proceso de formación y reflexión sobre cómo incorporar la perspectiva de género en su trabajo interno.
Para lograr este reto, se impulsó un proceso de formación-
acción que ha supuesto una opción de hacia el cambio de la gestión de ONG, no sólo centrada en los instrumentos, herramientas y recursos para la aplicación del género en todos los ámbitos y áreas de trabajo de cooperación, sino para entender cómo acercarlos a distintos niveles de participación interna y a las diferentes estrategias de trabajo enmarcadas dentro del proceso organizativo cada entidad. Del estudio diagnóstico se desprende que sólo un 17% de las organizaciones tiene desarrollada una política de género y muy pocas cuentan con un grupo de género dentro de la propia entidad y de presupuestos específicos para esta cuestión.
En la actualidad, en las entidades trabajan un 55% de
mujeres y un 45% de hombres, cifra que se repite en la sociedad catalana. El problema es que las tareas repartidas entre ambos sexos y la posición que éstos ocupan en los organigramas de las ONG reflejan una desigualdad de condiciones entre hombres y mujeres.
Así, las mujeres que trabajan en estas entidades ocupan
sobre todo puestos relacionados con la cooperación, la gestión del voluntariado, administración, contabilidad, secretaría y comunicación. Las funciones de los hombres se centran en coordinación o dirección, educación, sensibilización y cooperación.
Además, el 21,5% del personal contratado en las ONGD son
mujeres con jornadas laborales de 20 horas o menos, y es significativo que este grupo esté constituido por madres o mujeres jóvenes en permanente formación. Aunque de esta manera las mujeres pueden conciliar vida laboral y familiar, desde una perspectiva de género tienen menos derechos, como prestaciones sociales y sueldos más bajos.
En los puestos de dirección de las ONGD, en cambio, existe
una “paridad” entre hombres y mujeres, pero hay que tener en cuenta que muchas de las entidades analizadas y que están dirigidas por mujeres tienen una delegación en Cataluña y no la sede central. Además, aunque exista paridad, las cifras no reflejan la realidad de lo que pasa en las bases y la feminización de las ONG. Una de las autocríticas que se desprenden del informe es que a pesar de la situación de desigualdad de género que se vive en las organizaciones del norte, desde hace años éstas exigen a sus contrapartes políticas y actividades con enfoque de género. Casi siempre suelen asociar género sólo al aspecto técnico en gestión de proyectos de cooperación, sin tener en cuenta el aspecto más teórico y práctico.
En general, falta a las ONG de desarrollo poner en práctica
la perspectiva de género a nivel político, estructural y cultural, a través de planes de trabajo y presupuestos específicos. También, les falta redefinir los procesos internos y las políticas laborales, crear una Unidad de Género, aprovechar el conocimiento de sus contrapartes y formar a técnicos, técnicas, voluntarios, voluntarias y directivas y directivos de las entidades.
La cuestión de género en las ONG de cooperación al
desarrollo significa priorizar la igualdad entre mujeres y hombres en sus estructuras, como forma de lograr la eficacia y eficiencia de la ayuda pero, sobre todo, como compromiso político y como principio de justicia social. Esto no se logrará únicamente con declaraciones y proyectos, también es necesario cambiar hábitos y actitudes en nuestro entorno, generar una conciencia política de género que implique cambios en la forma de ver la realidad, voluntad política institucional que implique asignación de recursos humanos y financieros.