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“Pautas para analizar el dibujo sobre la familia”

1. Introducción

No cabe duda de que un dibujo no es “una representación gráfica de una


imagen trazada mediante líneas y sombras sobre una superficie plana”. El niño que
realiza un dibujo no está simplemente dibujando, sino que está plasmando, a su
manera, su realidad, su mundo, su familia, su alrededor.

Cuando un niño de infantil coge un lápiz, no compone un conjunto de trazos al


azar sin más, son sus trazos, su forma de hablar en este mundo de adultos que casi
nadie entiende, de expresar sus inquietudes y sentimientos, aquellos que, en
ocasiones, sólo sabe expresar a través del dibujo. He aquí la importancia que tiene el
saber interpretarlo para captar las ideas que el niño nos quiere decir con su dibujo.

En la escuela, el docente, tiene que intentar averiguar qué quiere decir su


alumno con el dibujo, debe indagar, preguntar, preocuparse. Tiene que pretender leer
estas “primeras letras” del niño. Por ello, el ámbito del arte infantil es tan sumamente
importante e interesante para la labor docente.

A lo largo del artículo trataré cómo se analiza el dibujo de un niño sobre su


familia. Como veremos en el ejemplo propuesto, en él plasmará inconscientemente los
problemas, preocupaciones, conflictos... que vive en la principal institución educadora.

2. El dibujo sobre la familia

El dibujo que realiza el niño sobre su familia, nos permite comprender, sin que
el niño lo advierta, los sentimientos reales que experimenta hacia cada uno de los
suyos. Asimismo, expresa, a través de las formas visuales creadas por él mismo, su
propia situación emocional con respecto al resto de los miembros; es decir, el dibujo
nos da a conocer la familia tal como él se la representa, cognitiva y afectivamente, lo
cual, en última instancia, es mucho más importante que saber cómo es realmente esa
familia desde el punto de vista de adulto.

Una vez terminada la obra, el análisis del dibujo de la familia debe llevarse a
cabo a partir de aquellos puntos que son los más relevantes para comprender los
significados de tipo afectivo manifestados o proyectados por el niño o la niña que lo
realiza. Entre ellos destacamos: sexo del autor o autora, orden de aparición de los

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personajes, posición del autor o autora, tamaño de las figuras, situación y distribución
de los personajes, ausencia de personajes o de partes de las figuras, escenario
elegido, aspectos relevantes y elementos singulares y color utilizado.

2.1. Sexo del autor o autora


Conviene saber si es un niño o una niña quien realiza el trabajo para llegar a
entender el grado de identificación que pueda existir con los miembros del propio
género o con los del otro.

2.2. Orden de aparición de los personajes


Como bien indica Widl6cher (1978, p. 191): «El orden de aparición es muy
significativo y el primer personaje dibujado (frecuentemente en el ángulo superior
izquierdo) es, a menudo, el miembro de la familia que desempeña el papel más
importante en la vida del niño». En el caso de ser una figura que representa al propio
autor, manifestaría un alto nivel de autoestima.

Una vez trazada la primera figura del grupo familiar, interesa saber el orden en
el que son dibujados el resto de los componentes, ya que, posiblemente, implicaría
una es la de preferencias afectivas por parte del autor o autora.

2.3. Posición del autor o autora


La posición gráfica de quien realiza el dibujo es un indicio fundamental para el
análisis del núcleo familiar en su conjunto y para entender la relación del autor o
autora con el resto de los miembros. El cómo y en qué sitio o lugar de la lámina se
representa a sí mismo nos aportan claves relevantes de proximidad o de alejamiento
emocionales.

El hecho de representar la casa es indicio de que en este elemento proyecta su


idea de la familia, asociándola a la de hogar.

2.4. Tamaño de las figuras


Una de las características significativas del dibujo durante las etapas del
comienzo de la figuración y esquemática es la exageración del tamaño de los objetos
o personas que el niño considera importantes. La característica opuesta, la
disminución de tamaño, implica que los elementos representados como más pequeños
tienen menos importancia, o que el autor los desvaloriza.

2.5. Situación o distribución de los personajes


La superficie sobre la que el niño va a dibujar es un espacio topológico cuyas
partes o zonas poseen valores distintos.
Tenemos que considerar que el formato habitual que se utiliza en los centros
de enseñanza para este tipo de trabajo es el de un rectángulo. Si a éste lo dividimos
por medio de un eje horizontal nos dará dos áreas: una superior y otra inferior; en el
caso de un eje vertical, un lado izquierdo y otro derecho. El punto de cruce de ambos
ejes es el centro geométrico, resultando ser el lugar que posee mayor importancia
simbólica de la superficie y, en consecuencia, la figura que se encuentra cerca de ese
lugar representa a un personaje relevante, dentro del conjunto de las figuras trazadas.

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2.6. Ausencia de personajes o partes de la figuras
Es posible encontrar dibujos en los que no aparece representado algún
miembro de la familia, aunque pertenezca a ella. La ausencia de uno o más miembros
expresa el rechazo que el autor del trabajo siente por aquél o aquéllos que no han sido
incluidos en la escena familiar.

La supresión de una parte del cuerpo se produce cuando hay un fuerte rechazo
a la conducta de algún miembro de la familia. En caso de realizarse la supresión,
suelen ser los brazos o el rostro donde se produce esa ausencia gráfica.

2.7. Escenario elegido


Dependiendo del contexto en el que el niño ubique el dibujo, la escena
adquirirá determinadas connotaciones que aportarán nuevos significados o reforzarán
los ya expresados. La forma de contextualizarlo se produce con las siguientes
variantes: sin escenario, con la línea de base, en la naturaleza, junto a la casa, dentro
de la casa, o en contextos singulares.

2.8. Elementos singulares y aspectos relevantes


A veces, los dibujos de los niños y niñas contienen detalles, elementos o
aspectos que no se esperaban encontrar antes de la realización de la actividad. En
estos casos, esas innovaciones formales adquieren especial relevancia en el conjunto
del trabajo y, como derivación, en la interpretación del significado. Hay que tener en
cuenta que los escolares no representan “una familia” genérica cuando se les pide que
la dibujen, sino que dibujan “su familia”.

Algunos aspectos son: la representación de rasgos sexuales en los personajes,


la madre embarazada; la niña de espaldas y separada de sus padres por la casa y el
árbol; la madre que está fuera de la casa y los demás dentro de ella, etc.

2.9. El color
Dado que el niño tiene tendencia a usar colores vivos e intensos, puede
considerarse una actitud significativa el uso de colores muy oscuros, como expresión
de tristeza.

Otro aspecto que merece ser digno de resaltar es el hecho de que sólo se
coloree a un personaje y no se haga lo mismo con el resto de los miembros de la
familia. De modo similar al anterior, se produce una situación singular cuando a un
miembro de la familia se le colorea de manera distinta que al resto.

3. Análisis plástico y psicoafectivo del dibujo sobe la familia

Se propone a continuación el análisis tanto plástico como psicoafectivo, según


los puntos antes señalados, del siguiente dibujo de la familia realizado por un niño de
cinco años.

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3.1. Análisis plástico
El análisis plástico engloba todos aquellos rasgos del dibujo que son
puramente objetivos y descriptivos. Por un lado, se centra en el estudio de las figuras
humanas y, por otro, en el espacio (tanto el topológico como el representado) y el
color. Al analizar las figuras humanas, nos fijamos tanto en aspectos generales
(posición del folio, simetría, verticalidad, frontalidad, diferenciación de género y
proporcionalidad) como en las partes del cuerpo de las propias figuras (cabeza, tronco
y extremidades).

Con este estudio, observaremos la información más relevante que el dibujo


contiene para, posteriormente, poder reflexionar sobre ella. De ahí que se haga
necesario realizar el análisis plástico antes que el psicoafectivo, puesto que resulta
fundamental para la interpretación del dibujo.

1º) La figura humana

• Aspectos generales:

• Posición del folio. El niño ha situado el folio en posición horizontal a


la hora de realizar su dibujo.

• Simetría. En cuanto a rasgos de simetría, el niño distingue los


mismos elementos en el lado derecho que en el lado izquierdo al
realizar cada figura humana.

• Verticalidad. Presenta a las tres figuras verticales, es decir, de pie


con respecto al suelo.

• Frontalidad. La representación de las figuras la realiza de frente.

• Diferenciación de género. No hay rasgos en la vestimenta que


caractericen la diferenciación de género pero sí en el pelo, ya que
dibuja su pelo (figura del centro) y el de su padre (figura de la

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izquierda) mediante rayas verticales y diagonales separadas y, el de
su madre (figura de la derecha), con forma de corta melena.

• Proporcionalidad. El niño respecto a sus padres se ha dibujado en


proporción, pero no así si comparamos el conjunto de la familia con
el de la casa, que es sólo un poco más alta que sus padres. Por otro
lado, en las propias figuras podemos observar que no tienen la
cabeza proporcional al cuerpo, sino más grande.

• Partes del cuerpo:

• El rostro. Dibuja la cara en forma de óvalo y en todas las figuras


podemos distinguir los ojos (con cejas), para los que utiliza dos
pequeños círculos; la boca, media luna curvada; la nariz, mediante
líneas en ángulo recto para sus padres y un círculo para él; y las
orejas, grandes mitades de círculo. Respecto al pelo, vemos que
tanto para él como para su padre utiliza rayas verticales y
diagonales separadas y para su madre una corta melena, como
hemos indicado anteriormente.

• El tronco y las extremidades. En ninguna de las tres figuras dibuja


cuello, une directamente la cabeza al tronco (trazos rectos que
forman un rectángulo) del que salen los brazos y las piernas, a los
que representa con una sola línea. Esto es, salen del tronco cuatro
líneas, dos para los brazos y dos para las piernas, excepto en el
propio autor que se dibuja sin brazos. Además, tanto para los pies
como para las manos emplea círculos.

2º) El espacio

• Espacio topológico. El dibujo de la familia ocupa la parte derecha del folio,


aproximadamente un tercio de todo el espacio.

• Espacio representado. Para el suelo utiliza una línea horizontal sobre la que
se apoya el dibujo. Vemos también un sol animista (cuyo rostro es igual que
el de sus padres), una nube y nueve pájaros en forma de “V” que
conforman el cielo, así como un gran triángulo que ocupa el centro del folio
y parece ser su casa, en la que se ven tres pequeñas ventanas con “los
peluches de su cama”, según el niño, asomándose por ellas.

3º) El color

Emplea colores primarios (amarillo y azul) para el sol y la nube. Además,


también utiliza el azul para los ojos de la madre, no siendo éste el color de los ojos de
su madre en la realidad.

Priman por todo el espacio colores que no son ni primarios ni secundarios,


como el color carne (para las manos y caras), el huevo (para los pies y puerta de la
casa), el dorado (para la ropa) y el gris (para la casa). No utiliza, pues, gran variedad

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de colores y, los que utiliza, son apagados, por lo que se observa una mayor
preocupación por el trazado que por el color.

Deducimos que su padre no tiene camiseta porque pinta su pecho de color


carne y el de él y su madre con dorado.

Utiliza el color de forma plana y sin apenas salirse del espacio.

3.2. Análisis psicoafectivo


El análisis psicoafectivo nos va a permitir estudiar en profundidad y reflexionar
sobre los datos descriptivos aportados en el punto anterior. Para ello, seguiremos las
pautas establecidas previamente.

• Sexo del autor. Masculino. 5 años. El único rasgo que podemos observar
en su autorretrato que refleje su condición masculina es el pelo, que es
diferente al de su madre, puesto que no hace diferenciación de género en
la vestimenta y no dibuja órgano sexual alguno.

• Orden de aparición de personajes. Cuando se le planteó a este niño que


dibujase a su familia, no comenzó con su madre ni con su padre. Lo
primero que hizo fue un gran triángulo con una chimenea con humo. Es
conveniente resaltar que ésta que representa, no es la casa en la que vive
todos los días, sino su casa del campo, que apenas la tiene hace un año.
Después dibujó las ventanas de la casa por las que se asoman los
peluches de su cama y, más tarde, pasó a dibujar primero a su padre
(figura de la izquierda), a su madre (figura de la derecha) y, por último, él
(figura del centro).

• Posición del autor o autora. Se coloca entre el padre y la madre,


reflejándose en la escena el ambiente de protección, seguridad y afecto,
mostrando que tiene una buena relación con sus padres y la relevancia que
él considera que tiene ante sus progenitores.

• Tamaño de las figuras. Dibuja a sus padres bastante más altos que él y a
su padre un poco más alto que a su madre, situación que se ajusta a la
realidad.

• Situación o distribución de los personajes. El centro geométrico, el lugar


que posee mayor importancia simbólica para el niño, es su casa del campo,
dibujando a su familia en la parte inferior derecha del folio, quizás como
símbolo de futuro.

• Ausencia de personajes o partes en las figuras. A simple vista no parece


faltar ningún miembro de su familia, pero no es así. No ha dibujado a su
hermano, que es tres años mayor que él. Todo hace indicar que sea
rechazo o envidia lo que ha provocado esta reacción, pero, en realidad, se
trata de una “venganza” entre niños, si es que podemos llamarlo así.

Él tiene un hermano y, al ver que no lo dibujaba, le insinué varias veces que


se le había olvidado dibujarlo, pero desistí al comprobar que era él el que no
quería hacerlo.

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La razón fue la siguiente: él sabía de antemano que tenía que dibujar a la
familia y, el día antes de hacerlo, discutió con su hermano por un juguete. Le dijo
que, el próximo día, él tenía que hacer un dibujo de la familia en el colegio y no lo
iba a dibujar como no le diera el juguete. Y así lo hizo, no dibujó a su hermano.

Por otra parte observamos que él no se ha dibujado brazos, pero no creo


que sea ningún elemento significativo, sino más bien por pereza, ya que no tenía
muchas ganas de dibujar y tuvo que darse prisa porque muchos niños terminaron
antes que él.

• Escenario elegido. Como ya hemos comentado anteriormente, ha elegido


su casa del campo para hacer el dibujo de su familia. Apoya la casa, al
igual que los personajes, sobre una línea de base simulando el suelo en un
día soleado.

Si observamos que la casa del campo es el lugar elegido, el centro


geométrico del dibujo, lo que tiene mayor tamaño y lo primero que ha dibujado,
llegamos a la conclusión que él identifica a su familia con su casa del campo.
El hecho de representarla es indicio de que en este elemento proyecta su idea
de la familia, asociándola a la de hogar.

• Elementos singulares y aspectos relevantes. Llama poderosamente la


atención que dibuje a su padre sin camiseta, pero no es por placer ni
pereza, sino porque en este lugar, su padre siempre está trabajando y sin
camiseta. Vemos, por otro lado, que las manos de sus padres aparecen
unidas por encima de su cabeza, símbolo de amor y de familia unida.
Podemos decir que este niño es familiar, alegre y cariñoso. Además, dibuja
un sol animista, símbolo de que cree que el sol piensa y siente igual que las
personas.

• El color. Usa el color de forma plana y utiliza colores apagados, pero no


porque esté triste, ya que el dibujo no lo refleja así, sino porque se ajusta a
la realidad. Su casa del campo apenas tiene un año y el color que prima
alrededor, es el gris del cemento, ya que aún no hay árboles ni césped, ni
piscina.

4. Conclusión

Un dibujo nunca son trazos que el niño realiza a su antojo y, menos aún, si se
le pide que lo haga de su familia, ya que contiene múltiples connotaciones afectivas.
Tal y como hemos comprobado, “una imagen vale más que mil palabras” y, en este
caso, es el dibujo el que nos aporta muchísima información que, de otra forma, el niño
no nos hubiera proporcionado.

El docente, en la escuela, debe dar a los dibujos de sus alumnos y alumnas la


importancia que en realidad tienen. El dibujo de la familia, en concreto, les puede
ayudar a los niños y niñas a expresar emociones y sentimientos que, de otra manera,
no expresarían; y proporciona al docente la posibilidad de conocer mejor a su
alumnado y su situación familiar.

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5. Bibliografía

• Alcaide, C. (2003). Expresión plástica y visual para educadores: Educación


Infantil y Primaria. Madrid: Instituto Calasanz
• Goodnow, J. (2001). El dibujo infantil. Madrid: Morata.
• Sáinz, A. (2006). El arte infantil: conocer al niño a través de sus dibujos.
Madrid: Eneida
• VV.AA. (2004): Educación plástica y artística en Educación Infantil.
Desarrollo de la creatividad: métodos y estrategias. Vigo: Ideas propias
publicidad.

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