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Universidad Autónoma del Estado de México

Facultad de Economía

Licenciatura en Actuaría

Administración

Revolución Industrial

Gabriela Vargas Susano

6 de febrero del 2020

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ÍNDICE

1. Introducción______________________________________________________3

2. Primera revolución industrial_________________________________________3

3. Segunda revolución
industria_________________________________________5

4. Tercera revolución
industria__________________________________________6

5. Conclusiones_____________________________________________________7

6. Fuentes de información_____________________________________________8

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INTRODUCCIÓN
La revolución industrial al proceso de desarrollo y de transformación en la industria y el
en el comercio, y que contribuyó a modificar la ciencia y la técnica, los medios de
comunicación y de transporte, así como las costumbres y la forma de vivir de la
humanidad. A continuación se desarrollan de manera breve las tres etapas de la
revolución industrial.
PRIMERA REVOLUCION INDUSTRIAL
La primera revolución industrial se sitúa en Inglaterra durante la segunda mitad del siglo
xviii (1750-1780), mientras que su final se alarga hasta mediados de la siguiente
centuria, esta fue una evolución lenta pero estricta y determinante.
Y es que es necesario el análisis de la revolución Industrial más como un proceso que
ajustarla a un período de tiempo determinado. Así al menos se explica la desigualdad
existente entre unos países y otros, hasta el punto que hasta bien avanzado el siglo xx
no comenzó en los países menos desarrollados, mientras que en las naciones más
importantes de Europa y en EE.UU. se estaba consolidando con fuerza la Segunda
Revolución Industrial.
Se entiende por Revolución Industrial, según el profesor británico David S. Landes por:
El término revolución industrial suele referirse al complejo de innovaciones tecnológicas
que, al sustituir la habilidad humana por la maquinaria y la fuerza humana y animal por
energía mecánica, provoca el paso desde la producción artesana a la fabril, dando así
lugar al nacimiento de la economía moderna.
De acuerdo con esa interpretación, una sociedad industrial es aquella que sabe
aprovechar el desarrollo tecnológico para sustituir la energía proporcionada por
músculos humanos o animales, o también turbinas, por la proporcionada por máquinas.
La diferencia, pues, es extraordinaria: una máquina puede producir más energía que
cualquier número disponible de animales.
A la par de ese desarrollo tecnológico se acrecentó la necesidad de energía, de forma
que el incremento en el uso del carbón a partir del siglo xviii fue espectacular, hasta el
punto de que en 1870 Inglaterra producía anualmente 100.000.000 de toneladas.

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De acuerdo con esas consecuencias, la industrialización se debió a una sucesión
interrelacionada de cambios tecnológicos que sustituyeron la capacidad humana por
instrumentos mecánicos, y la energía humana y animal por la energía inanimada.
Cambios en equipos y en métodos que trajeron consigo nuevas formas de organización
industrial.
La utilización de máquinas, que pasó de la producción inicial de hilaza y de tejidos a su
utilización en las minas de carbón y de hierro, para continuar, ya en el siglo xix, con su
aplicación a los buques de vapor y el ferrocarril, originó un cambio sustancial en el
tamaño de la unidad productiva. De forma que la unidad de trabajo familiar fue
sustituida por la nave industrial y la fábrica se convirtió en un sistema de producción en
sí mismo, basado en una clara definición de las funciones y responsabilidades de sus
principales miembros: burguesía y obreros.
A su vez, los avances tecnológicos y empresariales continuaron una dirección
convergente, de forma que “un cambio generaba otro cambio”. Y en ese sentido cabe
establecer otra de las características de la Revolución Industrial, basada en el principio
de que una vez iniciado el proceso, éste se prolonga indefinidamente. Una invención da
origen a la siguiente y la misma invención se convierte en un hábito. Y esa dinámica se
aprecia con claridad en las mejoras tecnológicas y su dependencia de los avances en
otras actividades afines. La máquina de vapor constituye un ejemplo suficientemente
ilustrativo de esa interrelación, pues no se consiguió una máquina de condensación
efectiva hasta que las mejoras en los métodos metalúrgicos permitieron obtener
cilindros adecuados.
De acuerdo con ese proceso, la mayor petición de carbón por parte de la industria
originó no sólo la ampliación de su extracción a un mayor número de cuencas mineras,
sino también una mayor profundización en las excavaciones. Y esto último incrementó
notablemente las posibilidades de filtraciones de agua en las minas, un problema que
se solucionó con la bomba de agua más eficaz: la máquina de vapor atmosférica.
Esa mejora de los recursos técnicos posibilitó el incremento de su producción, con una
comercialización en el mercado de este demandado mineral más barata y abundante,
tendencia que resultó fundamental para el desarrollo de una industria siderúrgica que
se encontraba en una frágil situación ante la falta de combustible.

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Dinámica de invención, difusión de maquinaria y producción claves en el desarrollo
industrial, que se aprecia con nitidez en la fabricación textil y derivados, que en su
desarrollo necesitó una mayor demanda de energía, es decir, de carbón y motoras de
vapor. Del mismo modo la obtención de esos motores y sus correspondientes máquinas
exigió la existencia de hierro en el mercado, y para la producción de éste fue necesario
más carbón y, en definitiva, más energía. El vapor creó la llamada ciudad-factoría que
consumía grandes cantidades de hierro y de carbón en sus altos hornos y en sus
sistemas de conducción de aguas y de desagüe.
Para procesar ese flujo de productos manufacturados se necesitaron grandes
cantidades de sustancias químicas: ácidos, tintes, álcalis, cuya producción exigió, en
muchas ocasiones, grandes cantidades de combustible. Y, finalmente, esos productos:
hierro, textiles, productos químicos dependieron del transporte de bienes terrestre y
marítimo en un doble flujo: desde el lugar de extracción hasta las fábricas, y a su vez,
una vez elaborado el producto, de la industria a los mercados para su venta.
Eso constituyó a la evolución del proceso conocido por Revolución Industrial, que
supuso una modificación esencial no sólo en los factores energéticos y productivos
conocidos hasta entonces, sino también en los comerciales y de mercado. Y ello se
aprecia de forma sustancial en los nuevos horizontes abiertos en el desarrollo de los
transportes, que en combinación con las innovaciones tecnológicas dieron lugar, a partir
del siglo xix, a la aparición del ferrocarril y la navegación a vapor. Nuevos medios de
comunicación que en su expansión requirieron una mayor demanda de hierro y
combustible, a la par que ampliaron los mercados para los productos industriales.
Esto dio lugar a una interrelación circular, progresiva y expansiva, de los diferentes
componentes de la Revolución Industrial, sin precedentes en cuanto a sus resultados y
consecuencias en la historia de la humanidad.
SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
La segunda revolución industrial comenzó en el período comprendido entre 1850 y
1870 y se produjo una vez que el sistema económico conocido como capitalismo llegó a
una mayor cantidad de países. Las innovaciones técnicas y científicas, además del
descubrimiento de nuevas fuentes de energía, impulsaron su desarrollo. La primera

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revolución industrial se produjo casi exclusivamente en Inglaterra, la segunda fue más
expansiva y alcanzó al resto de Europa occidental, los Estados Unidos y Japón.
Las primeras fábricas que se instalaron en Inglaterra aumentaron su producción y
alcanzaron un gran éxito económico mediante la comercialización de sus productos.
Gracias a su industria, Inglaterra llegó a ser la primera potencia mundial. Cuando otros
países europeos vieron el éxito que tenían los ingleses con sus industrias, empezaron a
imitarlos. El resultado fue el desarrollo de la revolución industrial también en países
como Francia, Holanda y Alemania, y más tarde también en regiones más lejanas,
como Estados Unidos y Japón. A medida que existieron más países con una
producción industrial desarrollada, comenzaron a competir entre sí para conseguir las
materias primas necesarias para sus fábricas y para acaparar los mercados en los
cuales vender los productos. Esta competencia favoreció el crecimiento acelerado del
comercio y el transporte. Se mejoraron los trenes y el barco con motor a vapor, que era
mucho más rápido que los veleros. A finales del siglo XIX comenzaron a fabricarse los
automóviles y los primeros prototipos de aeroplanos. En el área de la comunicación las
más importantes innovaciones fueron el telégrafo y el teléfono. Estos inventos fueron
posibles gracias al dominio de una nueva fuente de energía: la electricidad. La industria
metalúrgica fue una de las de mayor crecimiento en la segunda revolución industrial.
Mejorar la calidad del metal era esencial para construir mejores máquinas y
herramientas, más duraderas y precisas. En ese sentido fue decisiva la invención del
acero, una nueva aleación de metal más fuerte que el hierro, más fácil de trabajar y
muy maleable. Este nuevo metal se usó para la fabricación de medios de transporte y
armamento, así como para la fabricación de casas y edificios cada vez más altos y
resistentes.
TERCERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
Los pilares de la Tercera Revolución Industrial según Jeremy Rifkin son: mayor empleo
de energías renovables, construcción de edificios que produzcan su propia energía y
transición del uso del hidrógeno como elemento de almacenaje energético.
Además Rifkin noto que la tercera revolución industrial se ha presentado puesto que la
civilización se encuentra en una gran encrucijada; el petróleo y otros combustibles
fósiles, que definieron el modo de vida industrial, han entrado en un irreversible declive,

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y las tecnologías construidas y alimentadas con esas fuentes de energía son
anticuadas. Toda infraestructura industrial erigida sobre los combustibles fósiles está
envejecida y deteriorada; resultado de ello, el desempleo está aumentando en todo el
mundo hasta alcanzar niveles peligrosos. Los Estados, las empresas y los
consumidores están asfixiados por las deudas, y los niveles de vida descienden
vertiginosamente. La humanidad afronta una grave situación de hambre y desnutrición,
la cual ha alcanzado la cifra récord de más de mil millones (una séptima parte de la
raza humana).
Otro punto importante de la tercera revolución industrial es el cambio climático,
originado por la actividad industrial, basada en los combustibles fósiles, se cierne sobre
nosotros como una posibilidad real; los expertos están preocupados por la eventualidad
de que estemos al borde de una extinción masiva de vida vegetal y animal, lo que pone
en peligro nuestra propia capacidad de sobrevivir como especie.
Entonces Rifkin dice que los pilares de la Tercera Revolución Industrial son
concretamente cinco: 1) la transición hacia la energía renovable; 2) la transformación
del parque de edificios de cada continente, en micro centrales eléctricas que recojan y
aprovechen in situ las energías renovables; 3) el despliegue de la tecnología del
hidrógeno y de otros sistemas de almacenaje energético en todos los edificios y a lo
largo y ancho de la red de infraestructuras, para acumular energías como las
renovables, que son de flujo intermitente; 4) el uso de la tecnología de Internet, para
transformar la red eléctrica de cada continente en una interred de energía compartida,
que funcione exactamente igual que Internet, y 5) la transición de la actual flota de
transportes hacia vehículos de motor eléctrico, con alimentación de red.

La visión rifkiana de los grandes avances y acontecimientos tecnológicos, el


agotamiento de las energías fósiles que serán sustituidas por las energías verdes o
renovables, es una realidad que ha comenzado por modificar las formas de trabajo y en
general, el comportamiento humano. Los augurios y abusiones de Rifkin pueden
parecer exagerados y tal vez hasta utópicos; no obstante, se acercan mucho a la
realidad actual.
CONCLUSIONES

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La revolución industrial es un proceso que ha ido cambiando de acuerdo a las
necesidades de la humanidad, pues aunque su inicio solo fue en Inglaterra, debido a
que la población necesitaba evolucionar, muchos países decidieron tener la misma
evolución. Sin embargo debido a la constante necesidad de crecer y mejorar, todos los
cambios que trajo consigo la primera revolución industrial, empujo a la sociedad a una
tercera revolución industrial.
FUENTES
Lastra Lastra, José Manuel. (2017). Rifkin, Jeremy, La Tercera Revolución
Industrial. Boletín mexicano de derecho comparado, 50(150), 1457-
1462. https://dx.doi.org/10.22201/iij.24484873e.2017.150.11847
Chavez J. (2004). desarrollo tecnológico en la primera revolución industrial.
Norba; revista de historia, 17, 93-109. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?
codigo=1158936

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