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ETOLOGÍA (01/09/2020)

No es infrecuente que diferentes ramas del conocimiento se crucen para crear disciplinas
híbridas. Este es el caso de la Etología, una branca de la biología que se ocupa del cómo y
del porqué de la conducta animal. Resulta imposible comprender la conducta humana sin
estar familiarizado antes con el comportamiento de los animales, por esta razón el estudio
de la etología es fundamental en la formación de cualquier psicólogo que quiera tener una
visión holística del desarrollo humano.

¿En qué consiste la etología?

La etología emergió como disciplina diferenciada en la década de los años 20 del siglo
pasado a través de los esfuerzos de Konrad Lorenz, Karl von Frisch y Niko Tinbergen, que
en 1973 recibieron el Premio Nobel de Fisiología o Medicina de forma conjunta por sus
contribuciones al estudio del comportamiento. Tomaron influencias del trabajo fundacional
de, entre otros, el ornitólogo Oskar Heinroth y del estudioso de las hormigas William
Morton Wheeler, quien popularizó el término “etología” en un artículo de 1902.
Los etólogos usan la metodología comparativa para estudiar conductas como la
cooperación, la inversión parental, el conflicto, la selección sexual, y la agresión en diversas
especies. Hoy en día, la etología como etiqueta ha sido progresivamente sustituida por otras
como ecología del comportamiento o psicología evolucionista. Estas áreas del conocimiento
tienden a poner más énfasis en las relaciones sociales en lugar del individuo; sin embargo,
aún mantienen la tradición del trabajo de campo y se fundamentan en la teoría de la
evolución.
Los estudiosos de la etología trabajan casi siempre en el propio medio del animal para llevar
a cabo investigaciones experimentales basadas en hipótesis. La combinación entre el
trabajo de laboratorio y el de campo refleja un concepto subyacente muy importante de la
disciplina: que el comportamiento es adaptativo, es decir, que permite que un animal
encaje mejor en su entorno y sea más probable que sobreviva y se reproduzca.

El método de la etología

Los etólogos, como la mayoría de científicos, generan hipótesis acerca del comportamiento
animal. Para ponerlas a prueba de forma empírica, Tinbergen propone que cualquier
investigador debería tener muy presente las siguientes cuatro preguntas al formular
hipótesis si se pretende dar una explicación completa del fenómeno:
1. Función
El investigador debe preguntarse de qué forma la conducta es adaptativa. Qué aspectos
facilitan su supervivencia y, por consiguiente, que sea más probable que pase sus genes a
la siguiente generación.
2. Mecanismo
El investigador tiene que dar respuesta a la pregunta de qué estímulo o estímulos dispara
la conducta a estudiar. Asimismo, si la respuesta ha sido modificada por algún aprendizaje
reciente.
3. Desarrollo
¿Cómo cambia este comportamiento a lo largo del ciclo vital del animal? El experimentador
debe dilucidar si hay unas experiencias tempranas que sean necesarias para que el animal
adquiera este comportamiento.
4. Historia de evolución

El investigador debe encontrar la respuesta a si el comportamiento objeto de estudio se


asemeja de alguna forma a alguno exhibido por otras especies. En este sentido, debe
formularse también cómo puede haber evolucionado la conducta a través del desarrollo de
la propia especie o grupo.

Conceptos clave de la etología


Una de las ideas fundamentales de la etología es la existencia de pautas de acción modal
(PAM). Las PAM son comportamientos estereotipados que ocurren en una secuencia rígida,
en situaciones determinadas como respuesta a un estímulo concreto. Una especie de
“reflejo comportamental” que ocurre de forma inevitable y siempre de la misma forma.

Por ejemplo: el ganso, siempre que ve uno de sus huevos fuera del nido, hará rodar el huevo
de vuelta a su lugar con el pico. Si retirásemos el huevo, el ganso seguiría haciendo rodar
un huevo imaginario. Asimismo, intentará mover cualquier objeto con una forma parecida
al huevo como una pelota de golf, un pomo o hasta huevos demasiado grandes como para
haberlos puesto un ganso. No puede evitar hacerlo de forma refleja porque la PAM está
imbuida en su cerebro como un circuito.

La conducta como adaptación

Dado que la etología nace como branca de la biología, los etólogos se ocupan mucho de la
evolución de la conducta en los términos de la teoría de la selección natural. Es importante
tener en cuenta que este acercamiento es puramente especulativo. No es posible encontrar
conductas fosilizadas ni podemos examinar datos geológicos para localizarla a lo largo de la
historia.
La evidencia más concreta sobre la teoría de que la conducta va evolucionando se limita a
pequeñas instancias de evolución que se dan dentro de una especie, pero jamás hemos sido
testigos directos de un cambio conductual entre especies encadenadas. Existe un cierto
nivel de extrapolación cuando la etología trata estos temas.

Los animales usan PAMs par comunicarse


Más arriba hemos hablado de lo que la etología llama pautas de acción modal y de cómo se
asemeja a un reflejo. Una vez identificadas las PAM, pueden ser comparadas de especie a
especie para contrastar semejanzas y diferencias en aquellas conductas parecidas.
Un ejemplo conocido de cómo las PAM intervienen en la comunicación animal son las
abejas. Estos fascinantes insectos se comunican los unos con los otros a través de unas
danzas aéreas en forma de ocho. Al danzar, tomando el “eje del ocho y el sol como puntos
de referencia, forman un ángulo que indica a las otras abejas de la colonia dónde hay néctar,
y su duración indica cuán lejos está.

La impronta es un tipo de aprendizaje


Un concepto relacionado de la etología es el de impronta. Este es un tipo de aprendizaje
especial que ocurre durante un período crítico, fuera del cual ya no puede ocurrir, durante
el que el joven animal aprenderá algún patrón de conducta social hacia sus progenitores o
hermanos. El aprendizaje no podrá ocurrir fuera de este período crítico.
Por ejemplo, Konrad Lorenz observó que desde que nacen, las aves como los patos, los
gansos y los cisnes son capaces de identificar a sus progenitores y seguirlos de forma
espontánea. Demostró cómo los patitos nacidos en incubadora podían formar una impronta
con el primer estímulo que percibieran al nacer, por ejemplo, el propio calzado de Lorenz.

Leer sobre:
Charles Darwin y la selección natural

Nacido en Shrewsbury (Inglaterra) en 1809, Charles Darwin parecía destinado a ser


médico como su padre, pero ya desde la infancia se interesó por los insectos y las ciencias
naturales. En el año 1831 fue reclutado como naturalista de una expedición científica
alrededor del mundo a bordo del HMS Beagle.
Tras el viaje se convirtió en foco de atención del mundo de la ciencia y se hizo célebre por
sus cualidades de observador, experimentador y escritor de talento. Escribió sobre la
formación de los arrecifes de coral y sobre los invertebrados marinos, especialmente los
percebes, que estudió durante casi diez años, así como sobre la fecundación de las
orquídeas, las plantas insectívoras, el movimiento de las plantas y la variación en animales
y plantas domesticados. Finalmente abordó el origen del ser humano.

La selección natural es uno de los mecanismos fundamentales de la evolución. A través de


la selección natural, los individuos mejor adaptados a una determinada condición o
situación sobreviven y transmiten esta característica a su descendencia.
La evolución biológica es el proceso que explica las transformaciones de los seres vivos a
través de los tiempos. Además de la selección natural, los otros mecanismos de la
evolución son las mutaciones y la deriva genética.

¿En que consiste la selección natural?

El mecanismo evolutivo central propuesto por Charles Darwin se resume en las siguientes
ideas:

 Los individuos que conforman una especie presentan diferencias o variaciones entre sí.
 Entre los individuos hay una lucha por la existencia, impuesta por las restricciones
ambientales.
 Aquellos individuos cuyas variaciones los hacen más "ventajosos" en comparación al resto
tienen mayor probabilidad de transmitir estos rasgos a su descendencia.

Konrad Lorenz

Científico austríaco con un amplio reconocimiento mundial en el campo de la Zoología y la


Etología.

Su interés por el comportamiento de los animales comenzó ya en su infancia, pues a tan


solo una hora de caminata de su casa, en Viena, se hallaban extensos bosques y ríos, con
una abundante fauna especialmente rica en aves. Inició sus estudios de Medicina en
Estados Unidos en la Universidad de Columbia. Tras el regreso a Austria los continuó en la
universidad de Viena donde se graduó en 1928 en Medicina y en 1933 en Zoología.

Entre 1940 y 1973 ejerció, de manera ininterrumpida, la docencia universitaria en


diferentes centros de educación superior: Universidad de Königsberg, Instituto de Etología
Comparada de Altenberg, Instituto Max Planck de Fisiología en Seewiesen, entre otros.

Sus intereses investigativos se concentraron principalmente en el estudio de los procesos


de aprendizaje de las aves, especialmente los gansos silvestres. Después de años de
observación y estudio descubrió una etapa crítica en la que los polluelos aprenden a
reconocer y a seguir a los padres, incluso si éstos son adoptivos, siempre y cuando estén
presentes ciertos estímulos auditivos o visuales, la impronta, que provoca la reacción de
los jóvenes. Sus novedosos métodos de trabajo, el estar en contacto directo con su objeto
de estudio, hicieron posible el conocimiento y la comprensión de muchos patrones de
conducta animal.

Todas estas investigaciones que fueron un gran adelanto en el conocimiento del


comportamiento animal y de las pautas de adaptación y supervivencia de la especie
dieron como fruto una ciencia nueva: La Etología. En 1939 Lorenz junto con Nicolaas
Tinbergen, un etólogo holandés, fundó la famosa Escuela Etológica del Comportamiento
Animal.

Nikolaas Tinbergen

Etólogo holandés, pionero en el estudio del comportamiento animal junto a los biólogos
Konrad Lorenz y Karl von Frisch, con quienes compartió el premio Nobel de Fisiología y
Medicina de 1973, por sus descubrimientos sobre la organización y las respuestas del
comportamiento instintivo, tanto desde el punto de vista individual como social.

Su interés por el comportamiento de los animales comenzó ya en su infancia, pues a tan


solo una hora de caminata de su casa, en Holanda, se hallaban extensos arenales y dunas
costeras, con una abundante fauna especialmente rica en aves. Tinbergen se graduó y se
doctoró en Zoología por la Universidad de Leiden, donde trabajó también como profesor.
En 1947 se trasladó a Oxford, en cuya universidad ejerció durante muchos años de profesor
y realizó la mayoría de sus trabajos referentes al comportamiento animal.

Tinbergen tenía el interés de examinar los patrones de conducta exhibidos por los animales
en estado natural y en condiciones de laboratorio. Investigó los zorros árticos, los pájaros
marinos, las focas, los caracoles y las avispas excavadoras. Durante mucho tiempo estudió
el comportamiento de las gaviotas: el cortejo, el apareamiento, la alimentación de los
polluelos. Entre sus amplios y variados trabajos se incluye el estudio del aprendizaje de la
conducta, así como del camuflaje animal, del instinto, del autismo y de la agresividad de los
seres humanos.

Tinbergen estableció el valor del estímulo como una señal y consideraba que los instintos
se basaban en sistemas neurológicos organizados jerárquicamente y que compartían una
misma fuente de motivación. Esto suponía entender las conductas instintivas como
heredadas y no dar ningún peso a la influencia del medio en el desarrollo de dichas
conductas. En algunos casos, las conductas aprendidas pueden estar basadas en un
comportamiento innato modificado por la experiencia, y en otras son totalmente
novedosas. El comportamiento innato puede ser el resultado de un proceso adaptativo
seleccionado a lo largo de la evolución.
Karl von Frisch

Etólogo austríaco. Estudió zoología en Munich y Trieste. Posteriormente, enseñó en varias


universidades. Estudio durante cuarenta años el comportamiento de la abejas de la miel.
Demostró que estos insectos hacen uso de la luz polarizada para orientarse en su vuelo de
regreso a la colmena, que no pueden distinguir entre ciertas formas y sí ver algunos
colores, incluido el ultravioleta, invisible para el hombre. También demostró que una
abeja exploradora podía informar a otras abejas obreras de la dirección y distancia donde
se encontraba el alimento; Frisch pensaba que esta información podía ser transmitida
mediante el olor. Sus estudios del comportamiento animal le valieron, en 1973, el premio
Nobel de Medicina y Fisiología, que compartió con Konrad Lorenz y Nikolas Tinbergen, por
sus descubrimientos sobre la organización y el desencadenamiento de las pautas de la
conducta individuales y sociales.

William Morton Wheeler

Nació el 19 de marzo de 1865, en Milwaukee, Estados Unidos. Nacido como hijo de Julius
Morton y Caroline Georgiana Wheeler (née Anderson) en Milwaukee, fue trasladado de
una escuela pública a una academia alemana local debido a, en sus propias palabras,
persistentemente mal comportamiento". Tenían un pequeño museo que Wheeler había
estudiado desde que era un niño, y cuando Ward's Natural Science Establishment a
principios de 1884 trajo una colección de animales de peluche y esqueleto a la academia,
para persuadir a los padres de la ciudad de que los compraran, Wheeler se ofreció como
voluntario para pasar el Noches en ayudar a Ward a desempacar e instalar las muestras.
Este último quedó tan impresionado que le ofreció un trabajo a Wheeler en su
establecimiento de Rochester, Nueva York. Aquí identificó aves y mamíferos, y colecciones
posteriores de conchas, equinodermos y esponjas. Su catálogo de conchas todavía estaba
en uso por los coleccionistas a finales de los años veinte.

Phoebe Snetsinger (9 de junio de 1931 – 23 de noviembre de 1999) fue una


reconocida ornitóloga estadounidense, famosa por haber registrado más de 8.300
diferentes especies de aves, de las 10.000 que se han conocido en la actualidad; algo que
ninguna otra persona ha conseguido hasta el momento.

Famosos Ornitólogos
Jean – Marc Thiollay
Ernst Mayr
Phoebe Snetsinger
Frank Garfield “Gary” Stiles
Peter Kaestner
Jonh James Audubon

Famosos Mimercologos
William Gould
Auguste Forel
John Obadiah Westwood
Frederick Smith
Thomas C. Jerdon

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