INTRODUCCIÓN La costumbre mercantil ha sido ratificada como una fuente del derecho con el mismo rango y valor que la Ley impositiva siempre y cuando no contraríe a ésta y además contribuya a la resolución de conflictos que no están amparados por la ley.
La razón de esta asignación consiste en analizar los aspectos más resaltantes de
la Costumbre Mercantil, las pruebas conferidas por el Derecho, que permiten validar el uso de la costumbre en el entorno comercial, así como las costumbres mercantiles certificadas a la fecha en la Cámara de Comercio de Bogotá, cuya metodología de investigación ha sido aprobada por gran parte de las cámaras de comercio ubicadas a nivel nacional. La Prueba de la Costumbre Mercantil consiste en la validación de aquellas practicas de uso común en los diferentes gremios del sector comercial, que se han implementado con el paso del tiempo e inclusive han llegado a adquirir carácter de obligatoriedad entre los comerciantes.
El Código de Comercio Colombiano reconoce distintas pruebas de la Costumbre
Mercantil, tal como la certificación por parte de la Cámara de Comercio de la jurisdicción en la que se ha adoptado la práctica, el testimonio de dos o más miembros inscritos en el Registro Mercantil que den fe razonable de los hechos certificados, el uso de la jurisprudencia cuando ha efectuado sentencias firmes respecto al tema, y la certificación por parte de entes internacionales que ratifiquen su aplicabilidad. Generalmente se hace uso de esta última para llevar a cabo las transacciones de Comercio Internacional. A su vez, la prueba de la costumbre mercantil busca confirmar la aplicabilidad de ésta sin contrariar la ley, que la misma no pretenda el beneficio de algunos confiriendo ciertos beneficios respecto al resto de los comerciantes del gremio, que aún se mantenga vigente para resolver los conflictos de la actualidad, que ejerza un impacto positivo en las relaciones comerciales.
La Cámara de Comercio de Bogotá ha certificado 16 costumbres mercantiles para
el sector comercial, de diversa índole, a mencionar algunas a continuación:
Término del preaviso para la terminación del contrato de suministro, de
bienes distinto a alimentos entre los comerciantes al detal y sus respectivos proveedores. Determinación de la cuantía en el contrato de suministro, de bienes distintos a alimentos, en función de la rotación de inventarios. Las empresas de artes gráficas e informática suelen indicar que el valor del IVA está incluido dentro del precio cotizado, o bien se discrimina en función del servicio, e inclusive se indica si el servicio está exento de IVA. Costumbre que también es de uso común en las empresas de consultoría y asesoría. El cambio de los medicamentos a los comerciantes al detal cuándo éstos están próximos a vencer, sin perjuicio del precio contratado inicialmente. Garantías del huésped en el sector hotelero, para cubrir alojamientos y servicios solicitados, de igual forma la cancelación de la reserva sin recargo alguno siempre y cuando se efectúa durante las 24 horas anteriores a la prestación del servicio. El contrato de confidencialidad de las agencias comerciales respecto al tratamiento de la información de los clientes. La disposición de los productos de origen animal derivados en el sacrificio de los animales de consumo masivo queda a decisión de las plantas beneficiadoras. El aviso de traslado del comerciante luego de terminar el contrato de arrendamiento en un domicilio, que podrá permanecer el el local comercial durante un período de 15 días. CONCLUSIONES
Las costumbres mercantiles permiten fomentar la sana competencia entre los
comerciantes y aporta soluciones razonables y aplicables a la realidad del comercio. La certificación de las mismas da garantía a los involucrados en las relaciones comerciales y su versatilidad se va adaptando en función de las necesidades del día a día, es decir, la apropiación de las prácticas por parte de los comerciantes permite mantener la vigencia de las costumbres.