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SUICIDIO INDIRECTO:

P. ¿Es lícito en alguna ocasión padecer quiebra en la propia vida, o ser omiso
en conservarla o defenderla? R. Que por motivo de virtud puede uno permitir
morirse, o que le quiten la vida, como lo hizo Jesucristo, ejemplar y maestro
de todas las virtudes, que pudiendo defenderse de todos sus enemigos, por
su nimia caridad, quiso dar su vida por los hombres en una Cruz, cuyo
soberano ejemplo han seguido después tantos invictos Mártires, que por la
fe permitieron ser muertos por los tiranos. Ni tampoco está uno obligado
para conservar la vida a usar de remedios extraordinarios y preciosos, sino
tan solamente de los ordinarios, y regulares, según el estilo de la patria, y la
condición y facultades de la persona.

Cuando otro pretende quitarnos la vida podemos dejarnos matar, aun sin
poner las diligenciass ordinarias para salvarla, haciéndolo ex motivo
charitatis, así como lo hicieron muchos Mártires ex motivo religionis. Mas si
pudiere huir el que es acometido del injusto agresor, deberá hacerlo así, no
interviniendo algún motivo de virtud; pues no hacerlo sería ser pródigo de su
vida. Por esta causa, el que se ve invadido de alguna fiera, o de otra causa
natural, como incendio, avenida de río, o en otro peligro semejante, debe
huir y poner todas las diligencias ordinarias para salvar la vida, porque
entonces no se presenta motivo alguno de virtud por el cual pueda permitir
su muerte.

P. ¿Los soldados o marineros pueden poner fuego a la fortaleza o nave


aunque prevean su muerte, porque no venga a poder de los enemigos? R.
Que regularmente no es esto lícito, por ser influir positivamente en su
muerte, así como influiría en ella el soldado que por precipitar al enemigo se
arrojase con él del muro. Deben, pues, omitirse unas acciones tan
horrorosas, a no ser en algún caso raro, en que se juzgue convienen al bien
público.
Decimos lo primero, que la mujer debe primero sufrir la muerte antes que
consentir en el inicuo congreso. Es sentir común de todos, y verdad
absolutamente cierta. Decimos lo segundo, que si la mujer padece absoluta
violencia, y en manera alguna puede resistir, no habrá culpa alguna, supuesto
en el disenso interior, antes bien se le duplicará la corona. Decimos lo
tercero, que aunque la mujer sea amenazada con la muerte, sino consiente
en el torpe congreso, pecará [428] gravemente, si no se resiste con todas sus
fuerzas, procurando impedirlo con movimientos del cuerpo, o de otro modo;
pues de lo contrario se dirá que voluntariamente permite el acto, si pudiendo
resistirlo positivamente, no lo resiste.
Aborto
Imagen de como se realiza un aborto por aspiración al vacío a las ocho
semanas de edad gestacional (seis semanas después de la
fertilización).1: saco amniótico2: embrión 3: revestimiento
uterino4: espéculo 5: Vacurette6: conectado a una bomba de succión

El aborto (del latín abortus) es la interrupción y finalización prematura


del embarazo de forma natural o voluntaria, hecha antes que el feto pueda
sobrevivir fuera del útero.12 Un aborto que ocurre espontáneamente

también se conoce como aborto espontáneo.3 Cuando se toman medidas


deliberadas para interrumpir un embarazo, se llama aborto inducido.1 Se
diferencia del parto prematuro o pretérmino, pues en este último sobrevive
el feto.

El aborto espontáneo es un aborto no provocado intencionalmente. Es la


muerte no deseada y expulsión de un embrión o feto antes de las semanas
204 o 245 del embarazo. Cuando la pérdida es posterior, ya se habla de muerte
fetal.4 Al criterio del tiempo gestacional, la Organización mundial de la Salud
(OMS) añade como criterio que debe pesar menos de 500 gramos. Sin
embargo, este criterio ha de ser interpretado con prudencia, ya que a veces
un feto de menos de 500 g. expulsado puede ser reanimado y sobrevivir. 6 Si
falleciera posteriormente, se registra como muerte neonatal.6 Se distingue el
aborto precoz, cuando tiene lugar antes de las 12 semanas de gestación, y el
aborto tardío, con 12 o más semanas.6

Los factores que pueden producir aborto espontáneo son muy variados:
genéticos o cromosómicos del mismo feto, la exposición a toxinas
ambientales, problemas hormonales de la madre, y otros como el
tabaquismo, la drogadicción o el alcoholismo.4

Entre los signos y síntomas se encuentran el sangrado vaginal, el lumbago,


dolor abdominal sordo, agudo o cólico o la presencia de coágulos que salen
de la vagina. Todos ellos deben ser valorados por un ginecólogo4 y muchas
veces requieren de atención inmediata. Ante los síntomas, existen diversas
pruebas y exámenes para verificar o prevenir este tipo de abortos, como son
el ultrasonido vaginal o abdominal que ayuda a examinar el desarrollo del
embrión/feto, los latidos cardíacos y la cantidad de su sangrado. En caso de
aborto, es fundamental para la salud de la mujer comprobar si queda algún
resto fetal o de tejido placentario en el útero, en el caso que queden restos
fetales deben ser retirados inmediatamente. El producto expulsado debe ser
analizado para determinar si la causa del aborto espontáneo es tratable y
prevenirlo en el futuro.4

Aborto inducido

Artículo principal: Aborto inducido

El aborto inducido es la finalización del embarazo mediante la eliminación de


un embrión o feto antes de que pueda sobrevivir fuera del útero.1 Puede
tratarse de un aborto terapéutico, cuando se realiza por razones médicas, o de
un aborto por decisión personal (interrupción voluntaria del embarazo7),
cuando se realiza a petición de la mujer embarazada.1

A su vez, según la técnica empleada para inducir el aborto, se puede hablar


de aborto médico o de aborto con medicamentos8 y de aborto quirúrgico.9

Dependiendo de los países, existen diversas legislaciones sobre el aborto


inducido, desde aquellas que lo permiten con pocas restricciones por
considerarlo como una ampliación de los derechos reproductivos hasta
legislaciones que lo prohíben por considerarlo una forma de homicidio.

Véase también:  Legislación sobre la práctica del aborto en el mundo

Aborto terapéutico

Artículo principal: Aborto terapéutico

El aborto terapéutico es la interrupción provocada del desarrollo vital


del embrión o feto (por lo que se trata de un aborto inducido), pero al que
preceden razones estrictamente médicas. Entre estos motivos cabe si la salud
de la madre (física o mental) se encuentra directamente comprometida con
dicho embarazo o, en su caso, si la vida de la madre corre riesgo.
Aborto indirecto

Artículo principal: Aborto indirecto

El aborto indirecto es cuando se produce la muerte del feto en una


intervención médica en que se deben cumplir dos condiciones:10

La intervención va destinada a salvar la vida de la madre embarazada en


situaciones en las que esta corre peligro cierto.

La viabilidad del feto es nula según los conocimientos que se poseen sobre el
caso o el trastorno.

No se equipara, pues, con el aborto terapéutico, ya que se produce en


intervenciones médicas distintas del aborto en sí mismo, siendo este una
consecuencia derivada, no querida directamente, y por tanto, implica unas
consideraciones bioéticas muy diversas al aborto inducido.10 Se considera
aborto indirecto aun cuando el médico sabe que su intervención puede
afectar al feto,11 pero de no intervenir, o de esperar a que el feto sea viable
fuera del útero, tanto la madre como el feto resultarían muertos.10 Un claro
ejemplo es el de la intervención en un embarazo ectópico.12

Deberes sociales
Todos debemos considerarnos como hermanos. No debemos humillar
a nadie. Eso es fraternidad humana

Vivir en sociedad: reglas de buen comportamiento


Aquella urbanidad

El hombre no ha nacido para vivir aislado, ha nacido para vivir en


sociedad y cumplir su desti no.

Recordemos las palabras de Nuestro Señor Jesucristo: " Ama a tu


prójimo como a ti mismo ". "No hagas a otro lo que no quieras que
te hagan a ti ". "Amaos los unos a los otros".

Todos debemos considerarnos como hermanos. No debemos


humillar a nadie. Eso es fraternidad humana.

Amemos la justi cia para no hacer mal a nadie. Amemos la caridad


para hacer todo el bien posible.

Respetemos, la vida, la libertad, el honor y la reputación de los


demás.

Seamos indulgentes, generosos, tolerantes. Aprendamos a


perdonar, porque Cristo perdonó a sus enemigos.

Respetemos la debilidad y la inocencia de los niños. Veneremos las


canas de los ancianos. Compadezcámonos de todos los que sufren
desgracia, enfermedad y miseria.

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