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Habilidades directivas: ¿cuáles son fundamentales?

Las habilidades directivas se pueden definir como «capacidades, habilidades y


conocimientos que una persona posee para realizar las actividades de liderazgo y
coordinación en el rol de gerente o líder de un grupo de trabajo u organización».
(Wikipedia)

Estas habilidades cambian con el tiempo y evolucionan con la organización. Los


directivos tienen que ir actualizándolas para adaptarse a las necesidades
cambiantes de su puesto de trabajo. Esto desemboca en un entorno de mejora
continua para la organización.

Hoy vamos a hablar de los tipos de habilidades directivas que existen en el


actual mundo laboral. También comentaremos cuáles son las fundamentales
para el papel del directivo.

Tipos de habilidades directivas

Las habilidades directivas se pueden dividir en tres grandes grupos:

 Habilidad conceptual. Capacidad de analizar tendencias, escenarios,


sucesos, prevenir cambios… Es muy dependiente de la formación recibida,
pero también de la capacidad del gerente. Es muy importante en los niveles
altos de la estructura organizativa.
 Habilidad humana. Capacidad de interactuar con los subordinados: liderar,
motivar, dirigir y coordinar. Se considera de las más decisivas, pues es la
que hace posible implicar a todos los miembros de la organización para
lograr objetivos.
 Habilidades técnicas. Conocimientos técnicos específicos para una
actividad concreta. Estas habilidades son más necesarias para el personal
en contacto con la rutina operativa no directiva organizacional.

Como se puede ver, dependiendo del nivel en que se encuentre el personal en la


jerarquía necesitará perfeccionar uno u otro grupo de habilidades directivas. No
son excluyentes entre sí, y todas son útiles para el perfil directivo.
Las 10 habilidades directivas fundamentales

 Autoconocimiento y autoconfianza. El directivo debe conocerse a sí mismo,


y conocer la forma en que se relaciona con los demás. Debe conocer sus
cualidades buenas para reforzarlas, y las malas para corregirlas. También
debe tener claros sus objetivos vitales y organizacionales, para saber
adónde llevar a la organización.

 Gestión de proyectos y de equipos. El directivo no trabaja solo: dirige


personas y equipos de profesionales en proyectos. Esto significa que debe
ayudarles en su desarrollo y a lograr sus objetivos. Una cualidad importante
es saber delegar y darles responsabilidades.

 Capacidad para afrontar las crisis y el cambio. Se trata de ser consciente


del cambio constante y de manejar adecuadamente el periodo de crisis que
le precede. El directivo debe aprender a modificar su conducta para
conseguir los objetivos cuando surjan dificultades.

 Inteligencia emocional y habilidades sociales. Se trata de saber


relacionarse con los demás, conseguir establecer lazos fuertes… El
directivo debe dominar las competencias de la inteligencia emocional:
autoconocimiento, autocontrol y automotivación; y las de la inteligencia
social: confianza en el grupo, escucha activa, aportar experiencia…

 Liderazgo. Implica saber influenciar y alinear a los demás hacia un


determinado fin mediante la motivación. El directivo debe tener un estilo de
liderazgo único y definido.

 Asertividad. Es una forma de interactuar con los demás, respetándonos a


nosotros mismos y a ellos. El directivo debe saber mantenerse en su lugar
de forma razonada. Debe comprender que no se pueden sacrificar los
derechos de los demás por los suyos, ni los suyos por los de los demás.
 Visión y pensamiento estratégico. Debe conocer lo que debe ser la
empresa, lo que es actualmente, y cuál es el camino que debe seguir para
lograr sus objetivos.

 Técnicas de captación de información. Se trata de conocer todos los


sistemas de información internos, técnicas de investigación de mercado, y
las fuentes posibles para captar información.

 Orientación al desempeño. Implica saber mantener al equipo en sus


objetivos, que deben ser claros y estar bien definidos. Todos deben conocer
su función y cómo conseguir sus resultados.

 Control y supervisión. Se trata de tener conocimientos de control de las


áreas funcionales para poder conocer el resultado de su gerencia. También
incluye saber aplicar las mejoras que sean necesarias a su gestión.

En conclusión, el directivo debe ser una persona completa, que tenga


capacidades de los tres grupos de habilidades directivas. Si carece de algunas de
las competencias básicas, la organización podría resentirse.

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