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Iglesia Muros de Salvación y Puertas de la Alabanza

LA TRICOTOMÍA DEL
HOMBRE

“La comunión íntima de Jehová es con lo que le temen, y a éstos hará conocer su
pacto”. Salmos 25:14
Introducción

Es nuestra intención y deseo que este material nos ayude a entender al hombre en sus tres dimensione
espíritu, alma y cuerpo que es la tricotomía diseñada por el creador en el humano. Es nuestro anhe
que este material sirva de apoyo espiritual para entender de que cada día debemos de morir a l
apetitos carnales para poder reflejar la imagen de Cristo en nosotros.

También conoceremos los depósitos de cada parte de la tricotomía del hombre y así obtener el domin
propio sobre nuestro corazón y nuestra mente. Este material te ayudara a entender el orden en el qu
fuimos creados y vivir una vida cristiana en victoria, entendiendo la maldad que hay en nuestro interior
así despojarnos rápidamente de todo lo que contamina el templo (que somos nosotros) y así pod
llegar a ser un vaso de honra que Dios pueda utilizar para su Reino.

Nuestro objetivo es que todo cristiano pueda ser libre espiritualmente y recibir la sanidad interior pa
poder desarrollar el propósito de Dios en la tierra de los vivientes.

Es nuestro deseo que todos los que lean este material sean edificados para su alma.

Pastores Rigoberto Madera y Elizabeth Pared


La tricotomía del hombre

El hombre es un espíritu que tiene un alma y vive en un cuerpo.


1 tesalonicenses 5:23 “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo: y todo
vuestro ser, espíritu alma y cuerpo, se ha guardado irreprensible para la venida de
nuestro señor Jesucristo.”
Hebreos 4:12 “Porque la palabra de Dios es vive y eficaz, más cortante que toda
espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y espíritu, las coyunturas y los
tuétanos, y discierne los pensamientos del corazón”
Cuando Dios creo al hombre quiso que su espíritu fuera el amo, el alma como un
mayordomo y el cuerpo como un criado.
El amo encarga asuntos al mayordomo, quien a su vez el mayordomo ordena al criado
que lo lleva a cabo, sin embargo, con la caída del hombre, el alma erigió (en amo) y el
espíritu se adormeció y esto produjo el rompimiento de la comunión con Dios.
Un hombre sin Dios tiene normalmente en función solo el alma y el cuerpo, en cambio
uno que ha nacido de nuevo puede volver al diseño original de Dios; espíritu, alma y
cuerpo.
El alma tiene que dejar de ser amo y volver a ser mayordomo, porque hay peligro de
que el espíritu quede oprimido (es el caso de los que son niños en Cristo).
El alma también puede retroceder a ser esclava del cuerpo (en la inmundicia, lascivia,
etc.) o ser influencia por el poder de las tinieblas, sea con la sabiduría terrenal, o con
visiones y sensaciones sobrenaturales que la estimulan.

 La meta nuestra en este material es que todo nuestro ser, espíritu, alma y
cuerpo ocupen el orden divino, y estén llenos de las provisiones para poder
caminar en el orden Divino, y para que Cristo venga con la ayuda del Espíritu
Santo, cambie e invierta los papeles y el orden con que estábamos
funcionando.
(Romanos 8: 13-15)

En Génesis 2:7 “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló
en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.”

Cuando Dios creo todo lo que existe, al único ser creado que le puso espíritu fue al
hombre, todo lo que hace el espíritu hace funcionar al alma, se prenden los sensores
en el mundo etérico y el espíritu hace funcionar al alma por el poder que Dios a ha
depositado en él, el alma activa los sensores hacia el ADN y al sistema nervioso,
tendones, moléculas y entonces el cuerpo se tiene que mover, si no, es un muerto.
En Génesis 2:7 dice que cuando Dios creó al hombre sopló en su nariz, lo que
salió de Dios fue su propia esencia el espíritu humano.

Por eso es que tenemos una tremenda conexión con lo espiritual, porque en el hombre
hay un espíritu que contiene adoración, en el soplo que Dios que le dio al hombre
(entro por su nariz) va integrada la adoración, ahí la estructura del espíritu humano ya
lleva en el soplo algo importante como es la adoración.

Cuando el Creador sopló el Ruaj de Dios salió se injerto por las fosas nasales, podemos
ver por donde cabe el espíritu humano. Génesis 2:7 “Por las fosas nasales”, en cuanto
entra invade todo, prenden los sensores por dentro (el aparato nervioso, auditivo,
molecular, etc…).

El alma está oculta entre el cuerpo y el espíritu, ¿Cómo fue ese momento tan
impresionante que Dios logró fusionar dos mundos totalmente antepuestos?, ej.: El
mundo espiritual se antepone al mundo natural (material).

¿Cómo hizo el creador para fusionar el mundo espiritual por primera vez en toda su
creación?

 Dios había hecho los Serafines, Querubines, los Arcángeles, Ángeles, los tronos,
y los dominios, etc… Ya los había hecho en el mundo espiritual, ellos fueron la
primera creación existente en el mundo espiritual, después vino el mundo físico
(material). Colosenses 1:16 “Porque en El fueron creadas todas las cosas, las
que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean
tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado
por medio de Él y para Él.”
Fusionó los dos mundos en uno cuando forma al hombre Adán, logra amontonar el
material genético del barro y la tierra, y luego introduce (Ruaj) el espíritu dentro.
En un ángel no fue así ni los arcángeles ni los serafines, ellos nos tienen barro ni tierra,
no tienen los elementos físicos de la tierra, por eso ellos no pueden ser atados a la
fuerza de la gravedad, por esa razón el ángel puede volar y traspasar una pared y
entrar a otra, porque no tienen un cuerpo formado de tierra, con electrones, protones,
átomos, etc…, la biblia dice hay cuerpos espirituales, físicos (materiales).
¡Seamos agradecidos de que somos la única creación de Dios que posee la naturaleza
espiritual y física de una manera impresionante!
Estos son los misterios del espíritu, alma y cuerpo, Dios puso el material para la
edificación de algo perfecto, pero el enemigo quiere entrar a tu cuerpo porque ellos no
tienen esa parte material que tú y yo tenemos, ellos necesitan de un cuerpo para
poder materializarse.
Satanás no es creador, él no tiene el poder para hacerlo, ahora él quiere adueñarse de
la parte física nuestra, y es por eso la lucha espiritual que libramos a diario.
Dios puso en una misma creación lo tangible y lo intangible. Tangible es lo que se
toca y lo intangible es lo que no podemos tocar.
El cuerpo humano es inexplicable y en muchos aspectos lo han podido entender en
parte, ej.: En el campo neurológico, biológico hay científicos dedicados para poder
conocer el cuerpo humano, pero el espíritu humano es superior en potencia y
estructura al cuerpo físico.
El hombre y la mujer nos movemos por el espíritu de vida que está en nosotros.
¿Qué pretendía el creador al habernos formado de esta manera? Él sabía lo que hacía,
sabe lo que hace, y sabrá lo que va a ser con cada uno de nosotros. ¡Somos propiedad
exclusiva del Rey de Reyes!
El deseo de Dios para con nosotros es nuestra santificación, hemos sido santificados
según Levítico 20:7-8 “Santificaos, pues, y sed santos, porque yo Jehová soy vuestro
Dios”. “Y guardad mis estatutos, y ponedlos por obra. Yo Jehová que os santifico”.
¿Por qué es necesario que debamos aprender sobre este tema? Se hace necesario
para saber cómo Dios ministra nuestras vidas, saber cómo Dios quiere ministrar
nuestras almas, nuestro espíritu para que guardemos nuestros cuerpos en santidad.
En la caída del hombre en el Edén se perdió el orden en que fuimos creados porque
Dios le advirtió a Adán que el día que tomara del árbol prohibido, ciertamente moriría
y cuando Adán desobedece entró la muerte espiritual, el alma cayó con él, y algo en el
código genético entró el virus del pecado, por eso el alma tiende a las perversiones, a
la desobediencia y la vanagloria del mundo que nos llevan estar bajo ataduras y en
esclavitud del enemigo.
Por tanto, el hombre no regenerado tiene problema para poder vivir la vida que agrada
a Dios, porque cuando Adán falló, su espíritu murió en lo que concierne a la Palabra de
Dios, por ese motivo nuestra alma se desconectó de lo Divino y comenzó el hombre a
desobedecer y a vivir una vida fuera de la comunión con Dios. 1 Corintios 2:14 “Pero el
hombre natural no percibe las cosas que son del espíritu de Dios, porque para él son
locuras, y no las puede entender, porque sean de discernir espiritualmente”.
La naturaleza pecaminosa del hombre fue el resultado de su alejamiento de Dios en un
acto consciente y deliberado que produjo una violación de la Santa Ley de Dios.
Por eso se hace necesario trabajar con esta tricotomía del hombre, para que cada
parte nuestra vuelva a funcionar al diseño original que solo se consigue como dijo
Cristo a Nicodemo. Juan 3:3 “Respondió Jesús y le dijo; desierto, te digo, que el que
no naciere de nuevo, no puede ver el Reino de Dios”.
El espíritu es la parte de nuestro ser por medio de la cual podemos comunicarnos con
Dios y entablar una amistad personal con Él, dice la biblia en Génesis 1 que “Dios creó
al hombre a su imagen y semejanza, eso significa que también nos hizo espíritu para
poder comunicarnos con Él”.
Toda la creación de Dios lleva su sello trinitario.
Dios es trino, y todo lo que Él ha creado, lleva ese sello indeleble. El hombre que fue
creado a su imagen y semejanza, no podía se excepción. Por este motivo nos dice la
palabra nos dice la Palabra de Dios que el hombre es el un ser tripartito, compuesto de
espíritu, alma y cuerpo. El cuerpo es nuestra parte que nos pone en contacto con el
mundo que nos rodea, por medio de los cinco sentidos que nos ha dotado el Creador.
Ellos son los conductos con que alimentamos el alma. El alma del hombre es donde
están asentados nuestros sentimientos, sede de la consciencia, es con lo que amamos
y odiamos, los que nos permite reír y llorar, características exclusivas del hombre de
entre todos los seres vivos.

Espíritu, alma y cuerpo: Cómo se relacionan


 CUERPO no es ALMA ni ESPÍRITU

 ALMA no es CUERPO ni ESPIRITU

 ESPIRITU no es CUERPO ni ALMA

El hombre fue creado a imagen y semejanza de


Dios.
Podríamos poner estos pensamientos juntos, de la siguiente manera:
1. Alma y Cuerpo: Nuestro cuerpo recibe información (a través de la vista, de los
oídos, del olfato) por vía de los sentidos físicos. Esta información es recibida por
el alma (percibir) significa interpretar, juzgar y entender lo que hemos recibido.
El cómo pensamos y sintamos acerca de una situación, determinará qué acción
tomaremos. En otras palabras, nuestra voluntad ahora entra en escena,
entonces, haremos o diremos algo, así que nuestra alma trabaja con el cuerpo y
viceversa.
2. Espíritu y Alma: Estas relaciones “interacciones” entre estas tres partes del
hombre son entendidas de las siguientes maneras: el espíritu del hombre no
está completamente en operación debido al pecado. Antes de nacer del
Espíritu Santo (nacer de nuevo), el espíritu del hombre está incapacitado; en
otras palabras, no funciona apropiadamente, ni en armonía con el Espíritu de
Dios. Cuando el espíritu se arrepiente y recibe a Cristo como su Salvador, su
espíritu comienza a responder y a interaccionar con el Espíritu de Dios. Cuando
es bautizado con el Espíritu Santo, recibe el poder espiritual (o poder del
Espíritu) que necesita ahora para vivir su nueva vida en Cristo.

Nuestro deseo, es ser como Jesús. En su humanidad, Él fue el hombre perfecto, Él fue
“espiritual”.
Debido a que Él fue como nosotros, totalmente hombre es espíritu, alma y cuerpo, Él
puede identificarse con nosotros en nuestras necesidades y sufrimientos humanos.

 En Nuestra interacción con Dios Él completó “nuestra gran salvación” sobre la


cruz.
Cuando Él clamó: “Consumado es”, la obra de redención fue acabada. La salvación fue
asegurada para el espíritu, alma y cuerpo del hombre.
a) Justificados: Nuestros espíritus fueron “justificados”: hechos justos delante de
Dios
b) Santificados: Nuestras almas son “santificadas”: hechas santas delante de Dios.
c) Glorificados: Nuestros cuerpos serán “glorificados”: hechos eternos por el
Espíritu de Dios.
Sí, nuestra salvación en Cristo abarca nuestra vida y experiencias totales: pasadas,
presentes y futuras.

 Fuimos salvos de la “culpa” del pecado.


 Estamos siendo salvos del “poder” del pecado.
 Seremos salvos de la “presencia” del pecado.
Partes PSICOLÓGICA - FISIOLÓGICA - ESPIRITUAL del hombre

 El cuerpo es la
parte fisiológica del ser humano. Porque comemos, bebemos, dormimos,
corremos. Descasamos, etc…
 El alma es la parte psicológica del ser humano. Las emociones, la voluntad, el
intelecto. El alma destaca a cada ser humano de los demás seres existentes
sobre la tierra, además destaca un ser único y diferente en su género. Yo tengo
mi propia personalidad y la suya es diferente de la mía.
 El espíritu es la parte invisible a la vista humana y que da indicación de fuerza
en movimiento, es el impulsor de ánimo o esencia inspiradora que nos permite
obrar en armonía.
El hombre natural y el hombre espiritual “la rivalidad de la carne y el espíritu, el
hombre carnal y el hombre espiritual, y los deseos de la carne”.
VERSICULOS CLAVE: Romanos 8:1-27
CITAS BIBLICAS: Gálatas 3:3 Gálatas 6:7-8 1 Corintios 2:14-15

Diferencia entre el cuerpo y la carne


El término hebreo para cuerpo es Bazar = Material genético de un cuerpo físico.
El griego del Nuevo Testamento utilizó la palabra Soma para el cuerpo.
El cuerpo que tenemos, uno flaco, gordo, pequeño, grande ese cuerpo que tenemos
no es la carne, quitémonos esto de la mente, el griego utilizó la palabra Sarx (no
Soma), Soma es el cuerpo físico, el cual es templo del Espíritu Santo.
¿Qué es la carne? El hombre posee una naturaleza depravada que supone la total
imposibilidad de realizar lo correcto.
Esta naturaleza corrompida sigue el resultado de la caída del hombre. Algunos podrán
decir que esta naturaleza degradada, viciada, es lo que queda del estado bruto, salvaje
y primitivo del hombre. Esta visión evolutiva del hombre rechaza y contradice la
palabra de Dios que lo describe como un ser creado a su imagen y semejanza, solo que
en un plano inferior a Dios. (Salmos 8:5) “Le has hecho poco menor que lo Ángeles, y
lo coronaste de gloria y honra”.

Carne “Sarx” es aquel virus del pecado del mundo de concupiscencia, de inmundicia,
de malos pensamientos que están aquí dentro y es con lo que luchamos a diario.
Gálatas 5:19-21: “Y manifiestan son las obras dela carne, que son adulterio,
fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, iras,
contiendas, distenciones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías y cosas
semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes,
que los que practican tales cosas no heredaran el reino de Dios”.

El texto comienza con la declaración: “Y manifiestas son las obras de la carne…” (v.
19). El apóstol Pablo mediante la guía del Espíritu Santo, pone en una lista como la
carne obra contra nosotros y lucha contra el espíritu regenerado del hombre.

¿Cómo se puede ser libre de la carne? El apóstol Pablo en (2 Timoteo 2:26) tenía la
intención de hacer una serie de advertencias a todos los hombres de que vivir
descuidada y carnalmente significa entrar en el territorio de Satanás. Los creyentes
que viven carnalmente pueden indudablemente llegar a un estado de esclavitud con
Satanás, donde vivan de acuerdo con la voluntad de Satanás en lugar de voluntad de
Dios.
Hay tres pasos a la victoria sobre la carne, expuestos en (Gálatas 5)

 El primer paso: es la importancia de ser honesto con nosotros mismos (Marcos


7: 21-23); (Gálatas 5: 17- 21). No todos somos tentados de igual forma por
cada uno de estos pecados; puede que uno tenga problemas con la impureza,
mientras que otros con la envidia, otros también con ira, celos, etc… o estén
afrontando una verdadera batalla.
El Espíritu Santo quiere que seamos honestos que veamos y admitamos nuestra
vieja naturaleza depravada y pecaminosa. Quiere que seamos conscientes
diariamente que el viejo hombre debe morir. Debemos renunciar por completo
a cualquier pensamiento de reformar nuestra vieja naturaleza. Por
consiguiente, un primer paso muy importante hacia la victoria sobre la carne es
la capacidad de ser honestos. Debemos ver y admitir los pecados carnales que
son nuestra mayor tentación y derrota. No intente dar una falsa apariencia. No
intente ocultarlos de usted mismo ni de otros y mucho menos trate de
convencer a Dios que no están ahí.
Más bien, es importante pedir al Espíritu Santo que le muestre sus pecados en
toda su gravedad. En tanto que no exista tal sinceridad seguirá siendo víctima
de su carne y estará cediendo terreno a Satanás.

 El segundo paso para conseguir la victoria sobre la carne es un caminar de


muerte y renuncia (Romanos 6:1-13) (Romanos 6:11) (Gálatas 2:20) (Gálatas
5:24) (Gálatas 5:14).
La naturaleza pecaminosa del creyente fue crucificada con Cristo, no solo para
pagar la deuda que su pecado merecía, sino, también para dejar sin poder a esa
naturaleza de pecado para que el creyente ya no estuviera sujeta a su control.
La naturaleza heredada, depravada del creyente fue crucificada con Cristo en la
cruz del calvario, para que nunca más tuviera que ser esclavo del pecado.
Experimentar la victoria sobre los pecados carnales hace necesario que la
persona se “considere” muerta al pecado a través de Jesucristo (Romanos
6:11). La victoria sobre la carne es siempre una aprobación activada día a día y
momento a momento en la verdad absoluta de que “he sido crucificado con
Cristo” (Gálatas 2:20) es muy importante que mantengamos constantemente
esta verdad objetiva al frente de nuestro vivir diario en la vida cristiana.
Nuestra esperanza de victoria sobre nuestros pecados de la carne es solamente
la apropiación de la fe de nuestra muerte con Cristo a estos pecados. Debemos
dejar de considerar el pecado como una realidad ineludible a nuestro diario
vivir.

 El tercer paso es caminar en el Espíritu de Dios (Romanos 6:11) (Gálatas 5:16-


25). La muerte no es sufriente para vencer a la carne; deben entrar nueva vida
en nuestro ser. También debemos considerarnos vivos para Dios, así como
muertos al pecado. Esta es una verdad absoluta, aun cuando Satanás y las
criticas la hayan atacado. En el momento en que creamos, el Espíritu Santo nos
bautiza en Cristo, y por esta unión somos hechos participes de la vida de
resurrección de Nuestro Señor (Romanos 6:5-8). Esta nueva vida, la podemos
experimentar siempre que dejemos al Espíritu Santo al control de todo. El
Espíritu Santo entra en la vida del creyente en el momento en que creamos y
seamos salvos (Juan 3:6) (Romanos 8:9-10). Tenemos un cuerpo, un alma y un
espíritu, nuestra alma contiene nuestra personalidad.

Descripción de la tricotomía
CUERPO: Viene del griego “Soma”, es la parte física del hombre. Es la parte material
del ser humano que lo pone en contacto con el mundo físico. El cuerpo es la naturaleza
material, terrenal del hombre “Pues polvo eres, y al polvo volverás. (Génesis 3:13), la
biblia revela que le cuerpo del hombre será redimido, esa redención, según el plan
divino de Gracia, viene a través de la cruz del calvario.

CUEPO: “Soma”, es esa parte del hombre que está consciente de las reacciones con el
mundo exterior.
Las “habitaciones” o funciones del cuerpo son:

 Recepción: es la información que es recibida del mundo por vía de los sentidos
(ojos, oídos, el tacto, etc…).

 Reacción: el cuerpo reacciona a través del sistema motor (muscular) por medio
de las palabras y acciones.

 Expresión: el cuerpo puede expresar al mundo los pensamientos, sensaciones y


decisiones del alma. Para que la salvación de Dios sea completa, debe alcanzar
al cuerpo. Aunque la obra de Dios comienza en el espíritu y sigue con el alma,
también debe expresarse en el cuerpo la importancia del cuerpo es evidente
por cuanto Dios fue manifestado en Carne. El Verbo se hizo hombre, lo cual
permitió la salvación del hombre y la derrota de Satanás.

El cuerpo del Señor Jesús en la tierra fue el templo de Dios (Juan 2:21) hoy el
cuerpo del cristiano también lo es (1 Corintios 6:19). Uno de los mayores
pecados (la fornicación) se asocia con el cuerpo, porque significa tomar un
miembro de Cristo y hacerlo miembro de una ramera (1 Corintios 6:15). El
cuerpo tiene necesidades, las cuales deben de ser suplidas; no obstante, esto
no significa gratificar el cuerpo. Si el cuerpo es complacido cada vez, se volverá
un amo con más exigencias y dejará de ser un siervo. El alma también se verá
envuelta en sus apetitos y caerá en la búsqueda de placer.
La consagración del cristiano ha de comenzar por el cuerpo, el cual es
presentado como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Luego, el
entendimiento, el alma, es renovada, y la voluntad de Dios puede ser
comprobada en el espíritu (Romanos 12).
En 1 de Corintios 6:13 “El cuerpo es para el señor y el señor para el cuerpo”. El
cuerpo ha de servir como instrumento de justicia (el señor es para el cuerpo)
significa que el Señor no solo salva el espíritu y alma, sino, el de cuerpo de
enfermedades y plagas. Si el cristiano acepta que el cuerpo es para el señor, y
consagra para El, el Señor va a conceder vida y poder a su cuerpo.
Un cuerpo sano no es para lo deseos carnales, sino para Dios (1 Tesalonicenses
5:23).

El cuerpo necesita:

 Atención
 Estímulo
 Percepción
 Motivación
No debemos olvidar que nuestro cuerpo es el Templo de Dios, es nuestro deber como
cristianos, cuidarlo en el sentido espiritual y físico.
Debemos reconocer el privilegio que nos ha sido otorgado como ser tripartito de que
el mismo Dios Creador y Formador del universo se propuso habitar no en templo
hecho de manos de hombres como en la antigüedad, sino, que nos ha elegido como
templo de su Espíritu Santo.

ALMA: el alma ubicada entre el espíritu y el cuerpo es la sede de la personalidad del


hombre (Dios lo creó un “alma viviente”). Allí en el alma el hombre tiene todo el poder
de decisión.
ALMA, el alma es esa parte del hombre que está consciente de sí mismo,
autoconsciencia. Es el centro del ego (yo) o personalidad el alma recibe impresiones
del mundo externo por medio del cuerpo. El alma vive su vida natural por medio de los
instintos.
Instintos: son impulsos congénitos implantados dentro de la criatura, a fin de
capacitarla para realizar, instintivamente todo lo que es necesario para originar y
preservar la vida natural. Son dotes naturales sin los cuales es imposible la vida.

ALMA es la palabra hebrea “Nefesh” aparece 774 en el Antiguo Testamento y se aplica


tanto al hombre como a los demás seres vivientes. La primera función del alma es la de
dar vida al cuerpo, y como respiración es el signo principal de la vida física, el alma
expresa al hombre entero, a su total personalidad en las ocasiones en la que parece en
la biblia. Cuando el hombre muere sale el alma (Génesis 18:39).
EL ALMA en el término griego “psyché” (se lee psijé) de donde viene nuestra palabra
“psicología”. El alma designa el principio de vida gracias al cual los seres vivos tienen
funciones vitales, pero también sirva para referirse al principio de racionalidad y al
principio que otorga identidad.
La razón por la cual muchos pueblos de Dios aun siendo cristianos viven una vida de
atadura, emocionales, mentales y espirituales es por la razón de que cuando nos
arrepentimos, lo que nació de nuevo fue el espíritu y no el alma. Cuando nacemos de
nuevo, la obra de Cristo en nuestro espíritu es perfecta, pero nuestra alma tiene que ir
en un proceso de renovación y transformación. Es muy importante para nosotros
entender esta verdad existente para poder caminar en liberación y ser fructíferos en la
obra de Dios, debemos de someter a nuestra alma al proceso de la regeneración de la
Palabra de Dios. (2 Corintios 5:17) “De modo que si alguno esta en Cristo; nueva
criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.
El alma necesita dos cosas; primero ser renovada y segundo ser transformada.
(Romanos 12:1-3).
 Muchas personas se confunden y no saben con certeza si han nacido de nuevo,
porque aun arrastran cosas del pasado que no han podido vencer. Realmente
lo que necesitan es renovar su alma y esto solo se logra a través de la palabra
de Dios.

Las “habitaciones” o funciones del alma son:


1. Voluntad: es la faceta de una persona en donde reside la capacidad de
decidir. El ser humano es un agente moral, libre de escoger entre el bien y
el mal.
(Salmos 143:10) “enséñame a hacer tu voluntad; porque tú eres mi Dios; tu
buen Espíritu me guie a tierra de rectitud”.

Voluntad, es la fuerza que abre y cierra todo acto de elección en nuestras


vidas, incluyendo los pensamientos, las pasiones y las emociones.
La voluntad del hombree s el área que trabaja en conjunto con nuestra mente y
emociones. Es donde se nos da la capacidad de lo que queremos ser y hacer.

 El ser salvos o condenados no depende de Dios, sino, de las personas, porque


es un acto de voluntad propia recibir a Cristo o rechazarlo. (Lucas 22:42).

El hombre tiene una voluntad soberana para escoger hacer lo bueno o lo malo.
El hombre decide servir a Dios o al enemigo. Con la voluntad se va formando
según lo que piensa y según su vivencia en el ambiente donde se desarrolla
emocional y culturalmente. Todo esto determina lo que el hombre será.
El hombre no regenerado en su voluntad siempre se inclinará a pecar contra
Dios. Ej.: La desobediencia es un acto de nuestra propia voluntad.
¿Por qué muchas veces nos cuesta dejar algo si somos dueños de nuestra
propia voluntad? Porque la mente renovada envía constantemente
pensamientos a las emociones que no están sujetas al espíritu, entonces la
mente y las emociones tratan de seducir la voluntad humana. (Juan 4:34).
“Jesús le dijo: mi comida es que hagas la voluntad del que me envió y que acabe
su obra.”

La voluntad del hombre se divide en:

 Decisión
 Intención
 Propósito
 Elección
 Deseo
Es allí en la voluntad donde cada uno de ellos se originan. Hacer siempre lo que
queremos es la esencia de la rebelión. Cuando un creyente no renueva su voluntad
siempre va a querer satisfacer los deseos de la carne.
La obediencia del cristiano a Dios debe ser incondicional no obstante esto no implica
que no tenga más su voluntad. Dios no quiere obediencia ciega, sino, que su voluntad
sea hecha en su plena conciencia.
Mediante su voluntad renovada el creyente tiene que alcanzar el dominio propio y
controlar su espíritu, su alma y aun su cuerpo. Solo así podrá andar siempre en el
espíritu (1 Corintios 14:14-15) (Efesios 4:23) (Hebreos 4:12).

Cómo lidiar con nuestra voluntad

 Rindiéndola: la palabra de Dios enseña que rendir nuestra voluntad es un acto


de elección, esto alude a deshacerse de algo malo como lo es el viejo hombre.
Ej.: Mateo 6:10

 Quebrantándola: nuestra voluntad es quebrantada cuando Dios nos disciplina


y nos castiga como un padre a su hijo en su amor. (Hebreos 12:5) “Hijo mío, no
menosprecies la disciplina del señor, ni desmayes cuando eres reprendido por
El”.

 Vaciándola: los deseos se encuentran en la voluntad cuando nuestra mente al


ser renovada comenzamos a sentirnos bien haciendo la voluntad de Dios
(Filipenses 1:10)

2. Las emociones: proviene del vocablo latino “emovere” que significa sacudir
o agitar. Designa un estado afectivo que se caracteriza por ira. Acompañado
por ciertas alteraciones corporales, por ejemplo: ante la emoción de
venganza el organismo reacciona con el rubor; ante la desconfianza
fruncimos el ceño.

Las emociones: son sensaciones que nos invaden, son hechos brutos e
incontrolables. Son conductas expresivas. Todos los seres humanos
tenemos las mismas emociones básicas (como la tristeza, la alegría, el
miedo, las cuales surgen como respuestas a situaciones y experiencias
vividas). (2 Corintios 4:16) (Marcos 7:15-16).
También hay emociones de odio, celos, venganza, ira, confusión. Las
personas que viven motivadas por sus sentimientos restaran valor e
importancia todos los principios bíblicos (Santiago 1:6).
Es imposible que el ascenso y el descenso de las emociones no solo
descalifican a un creyente para andar en el espíritu, sino, que también lo
empujaran a andar en la carne. Cuando el espíritu comienza a dirigir la vida
del creyente, las emociones se controlarán con consecuencia. El silencio
total de las emociones es una condición para podernos comunicar en el
espíritu.

Cómo las emociones afectan nuestras vidas

 Influyen en nuestra relación con otros: nosotros somos el producto de nuestras


experiencias pasadas y nuestras reacciones surgen de acuerdo a las heridas que
hemos experimentados en el pasado.

 Serán un obstáculo para nuestra fe: si nos dejamos guiar por las emociones
será muy difícil creer en la palabra de Dios. “los creyentes debemos caminar
por convicción y no por emoción”. Las heridas emocionales impiden entregarse
al cuerpo de Cristo efectivamente y convivir en amor sin temor a ser
rechazados.

3. La mente: es el instrumento de nuestro pensamiento por medio de la


cual, el hombre conoce, piensa, imagina, recuerda y entiende.
La mente del hombre es una gran fortaleza; es motivo de orgullo y es la causa
del progreso de la civilización, sin embargo, espiritualmente es un gran peligro,
pues es un terreno especialmente susceptible para la acción de Satanás.
El entendimiento es fácilmente segado, y surgen argumentos y pensamientos
contra el conocimiento de Dios. Mediante la mente el hombre no puede
conocer a Dios, antes bien, levanta fortalezas mentales que le han llevado a
apartarse de Dios y aun, desafiar a Dios.
Una mente reducida por Satanás es como una fortaleza que debemos derribar.
En el momento de la regeneración, la mente es traída a la obediencia de Cristo,
pues arrepentimiento significa cambio de mentalidad. Sin embargo, aun en el
creyente la mente es el punto más vulnerable para la acción de Satanás.
El nuevo creyente tiene un nuevo corazón, pero todavía arrastra una mente
vieja. Muchas veces la mente se llena de pensamientos, imaginación,
recuerdos, o ideas confusas de modo incontrolable. Su mente estuvo tan
manipulada por Satanás en el pasado, que no puede dejar esos pensamientos a
menos que su mente sea renovada. Ella debe de ser ampliada y fortalecida.
Dios quiere resaltar tu mente para que puedas ser útil en las manos de Dios.
Una mente restituida a la mente que Dios le dio en el principio, es decir,
sujeta al espíritu.
El diablo puede poner pensamientos en la mente (como en Judas), o quitar
pensamiento; de hecho, el diablo quita la palabra sembrada en el corazón, para
que las gentes no crean y no se salven (Mateo 13:19).
Cómo se le sede terreno a Satanás en la mente:

 Manteniendo la mente vacía o pasiva, el diablo desea una mente así


para poner sus pensamientos.
 Con una mente incorrecta, incomprensión de la verdad de Dios.
 Con una mente que acaricia al pecado.

¿Cómo vencer en esta batalla?


La mente tiene que ser renovada, mediante el despojamiento (Efesios 4:17-24).
Una mente renovada: es una eficaz colaboradora en la obra de Dios, y es una mente
abierta, libre de prejuicios que estará en condiciones de recibir la palabra de Dios.
Una mente renovada es una mente controlada y purificada por el Espíritu Santo.
 La vida del cristiano necesita ser gobernada por el espíritu, de aquí surge una
lucha entre el mal y el bien, y como en toda lucha, vencerá el que es más fuerte.
Si es más fuerte el espíritu, tendrá control sobre el alma y el cuerpo, por tanto,
será un cristiano espiritual fortalecido, si por el contrario el alma es quien tiene
el control, será un cristiano carnal (Hebreos 4:12).

3. Espíritu: La palabra espíritu viene del griego “Pneuma” y del hebreo Ruaj y
representa la sustancia espiritual del hombre.
El espíritu del hombre es el lugar en que establecemos toda comunión con Dios
(Romanos 8:16) (1 Corintios 14:14).
Espíritu: es el hombre interior, es la parte inmaterial o invisible del ser humano; es la
naturaleza espiritual del hombre la que le da capacidad de comunicarse con Dios.
Espíritu (Pneuma) es aquella parte del hombre que está consciente de Dios. Es la parte
más elevada del hombre, marca la individualidad consciente, y así distingue al hombre
de la creación.

Proverbios 20:27: “Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, la cual escudriña lo


más profundo del corazón”.
Las “habitaciones” o funciones del espíritu

1. Comunión: es el medio por el cual nos comunicamos con Dios y desarrollamos


relación íntima con El (Salmos 25:14). Escuchar a Dios es escuchar la voz que
viene de adentro hacia afuera. Todas las voces vienen de afuera hacia adentro,
la única voz que viene de adentro hacia afuera es la de Dios. El enemigo habla
desde afuera (mente), la gente te habla desde afuera hacia adentro, y tú mismo
te habla desde afuera. La voz de Dios es la única voz que viene de adentro hacia
afuera.

2. Intuición: es el testimonio interior por medio del cual el Espíritu Santo nos guía
y nos habla. Es el conocimiento inmediato de una verdad sin la participación del
razonamiento (Romanos 8:14-16). Si usted vive por razonamiento todo va a ser
imposible, porque nunca va a conocer lo de Dios, porque aquí se vive y se
camina por Fe. (2 Corintios 1:2).

3. Consciencia: es el medio que nos permite distinguir entre el bien y el mal. Nos
redarguye cuando pecamos, el Espíritu Santo nos redarguye en nuestra
consciencia y nos da discernimiento. La voz más sueva que podemos escuchar
es la voz de la consciencia. La consciencia es el instrumento que Dios utiliza
para guiarnos y para que podamos escoger correctamente. (Romanos 9:1).
El tabernáculo de Dios en La Tricotomía del hombre

Desde el Génesis La Biblia nos revela que el hombre fue creado como una trinidad y al
mismo tiempo nos dice que fue creado a la imagen de Dios. (Génesis 1:26).
Cuando estudiamos el tabernáculo, vemos de nuevo la idea o concepto de la trinidad:

 ATRIO (CUERPO)
 LUGAR (ALMA)
 LUGAR SANTÍSIMO (ESPÍRITU)
El hombre como templo de Dios
Para entender la razón del tabernáculo en los tiempos de Moisés, tenemos que
discernir cuál era el deseo de Dios en la construcción del templo. Fue por voluntad
Divina y no por lo hombres, Dios quería habitar en medio de su pueblo.
Encontramos estas tres razones por lo que Dios ordeno a Moisés que edificara el
tabernáculo:
1. Para cumplir el anhelo del corazón de un Dios Santo.

2. Para reestablecer con su pueblo la comunión que se había perdido desde que
Adán y Eva pecaron. (Éxodo 25:8) “Y harán un santuario para mí, y habitare en
medio de ellos”.

3. Para enseñarle a su pueblo su camino. (Salmos 77:13) “Oh Dios, santo es tu


camino…”
Hacernos un templo para morada de su gloria, este es el deseo y la razón de nuestra
Creador. (1 Corintios 3:16).
Al estudiar el tabernáculo de Moisés, somos instruidos en los caminos de Dios, pues
sus caminos son revelados en el tabernáculo ellos ilustran el viaje del alma hacia la
presencia de Dios.

El hombre en el tabernáculo de Dios


ATRIO (CUERPO): Era como un patio delantero, era un lugar tumultuoso. Representa
adoración colectiva.
El atrio es la parte del tabernáculo más visible y la más grande a los ojos de los
hombres.
El atrio viene a representar nuestro cuerpo físico que es lo que los demás ven, es lo que
mostramos al mundo. Es lo que más cuidamos, lavamos, embellecemos y tratamos en
lo posible de que luzca atractivo.
El atrio es el lugar sin techo, es decir, sin cobertura; y esto nos habla de nuestra
condición delante de Dios. Es nuestro cuerpo desnudo (nuestra humanidad) ante los
ojos de Dios. Es nuestra condición pecadora a los ojos de un Dios Santo (Génesis 10:7-
10).
En el atrio encontramos tres muebles:
1. La puerta, representa a Jesús (Juan 14:6). Es imposible entrar al tabernáculo si
no es por la puerta todo aquel que anhela llegar al glorioso lugar debe pasar
por ella. La puerta es el camino, la entrada para gozar de los beneficios de su
presencia. Jesús YO SOY la puerta (Juan 10:9).

El hombre ha inventado caminos para evadir este principio, pero si no pasamos


por Jesús no hay forma de entrar a la presencia de Dios, esto significa la
salvación, fuera de él no hay salvación, ni perdón, ni entrada a las cosas
gloriosas.

Lo primero que debemos hacer para una vida de comunión con Dios es entrar
por la puerta que es “Cristo Jesús”.

De la puerta se guía
el altar de bronce.
En el altar de bronce se llevaba a cabo los sacrificios por el pecado. (Éxodo
27:1-8). La palabra para altar significa “el lugar de matanza”. Sobre este altar
las cinco ofrendas levíticas eran sacrificadas como los sacrificios de la tarde y de
la mañana.

Este altar fue encendido por el fuego que el mismo Dios envió desde el cielo. El
deber de los sacerdotes era mantenerlo prendido, no dejarlo apagar.

El altar de bronce significa nuestra conversión. Después que entramos por la


puerta que es Cristo, el siguiente paso para encaminarnos a la presencia de
Dios es convertirnos de nuestra manera de vivir. En este altar de bronce se
llevaban lo animales a ser sacrificados como ofrenda por el pecado. También
nos habla como lugar de refugio para el pecador.

No debemos de comportarnos como animales irracionales de no querer morir.


Debemos morir cada día al pecado a los apetitos de la carne al YO y la
vanagloria de este mundo.

El altar de los sacrificios simboliza nuestro arrepentimiento: es una de las tres


armas principales en cuanto a la guerra espiritual. (Apocalipsis 12:11). Para
entrar a la presencia de Dios tenemos que arrepentirnos, tenemos que
perdonar y tenemos que pedir perdón. (Mateo 6:14-15). Tenemos que sujetar
nuestra carne al Espíritu Santo.

Espiritualmente el altar de bronce representa el sacrificio supremo y único del


Señor Jesucristo por nuestros pecados.

2. La fuente de bronce
Hecha de los espejos de las mujeres judías (Éxodo 30:17-21), encontraba entre
el altar del holocausto y el lugar Santo. El propósito de la fuente de bronce era
para que los sacerdotes se lavaran y se limpiaran. Este fuente o lavamiento
tiene una doble aplicación espiritual:

I. Habla de ser lavados con el agua de la Palabra de Dios. (Efesios 5:26).


II. No podía entrar el lugar santo, a menos que no hubiera sido lavado por
el agua de la fuente. Así espiritualmente nosotros tampoco podemos
entrar al lugar santo y acercarnos a Dios a menos que seamos lavados y
limpiados con su Palabra.

La fuente de bronce significa “confesión”. Es el lugar de la purificación, y en


cuanto a la salvación inicial, es símbolo del bautismo en agua.
Para el creyente ya bautizado representa un momento en que espiritualmente
le pedimos al señor que nos purifique de todo aquello que hemos fallado (Juan
7:38).
El hecho de que la fuente de bronce fue hecha de los espejos de las mujeres,
esto nos habla de que la palabra es como un espejo (Santiago 1:23).

El atrio representando nuestro cuerpo nos revela la condición y el orden para poder
ser santificados y convertir nuestro cuerpo en un templo donde habite la presencia del
Dios viviente.
EL LUGAR SANTO (ALMA): sus dimensiones son más pequeñas que las del atrio, pero
tiene una particularidad, al igual que el lugar santísimo, ambas tienen techo, aunque
el lugar santo es más pequeño y no es visible al ojo de los humanos, su contenido es de
incalculable valor eterno.
El lugar santo tenía tres elementos distintivos: candelero de oro, mesa de los panes de
la proposición y el altar de oro. El lugar santo representa nuestras almas.

1. Candelero de oro

El candelero de oro con siete lámparas iluminando, podemos ver claramente la


obra iluminadora del Espíritu Santo (Apocalipsis 1:4) (Isaías 11:2). Representa
los siete Espíritu de Dios.

El candelero totalmente de oro puro era el mueble más precioso del lugar
santo, labrado a golpes de martillo, nos recuerda primordialmente al Señor
Jesús, quien sufrió la cruz.

El candelero estaba puesto en la tierra para alumbrar en la oscuridad. Nosotros


somos la luz del mundo (Mateo 5:14).

El ser todo de oro habla de su valor, así es Espíritu Santo en nosotros debemos
valorarlo.
El combustible para alumbrado era de aceite puro de olivas machacadas
(Éxodo 27:20-21). Cada lámpara estaba llena de aceite, esto significa la unción
del Espíritu Santo en nosotros.

Tenemos que machacar la carne para que salga aceite. El Espíritu Santo
debería ser la única luz de nuestras almas, sin esa luz no podemos ver los
demás utensilios preciosos del lugar santo.

Un creyente lleno de la luz de Espíritu Santo puede ver, no solo lo que hay en su
propia alma, sino, lo más importante, puede ver lo que Dios quiere que haya en
su propia alma, el que no ha conocido a Jesucristo anda en tinieblas, no hay luz
en su alma, y por lo tanto no puede ver su propia inmundicia.

El hombre no redimido anda con la luz de sus ojos físicos, es decir, anda con la
luz de sus atrios porque no tiene alternativas. La luz del atrio es luz solar, es
decir, la misma que alumbra a los cuerpos físicos, ya que el atrio no tiene techo.

La luz atrial es terrenal, es una luz pasajera, que dura pocas horas, es temporal
y desaparece en la noche, y es por ello que el hombre no redimido se angustia y
desespera cuando la noche llega a su vida, pues no tiene otra luz en quien
confiar.

La luz del lugar santo nos guía en las tinieblas de la noche, y es por eso que
para el cristiano cuando somos atacados por la oscuridad podemos alumbrar,
SOMOS DEL DIA (1 Tesalonicenses 5:4-11).
2. La mesa y los panes (Éxodo 25:23-30)

La mesa era de madera de acacia recubierta de oro.

[La acacia: fue utilizada para todo el mobiliario del tabernáculo, fue voluntad de
Dios. Se ha llegado a considerar la acacia como una madera incorruptible.
Algunos especialistas en madera dicen que la madera de acacia es la mejor,
aguanta sin tratamiento alguno los cambios y temperaturas extremas; el fuego,
la humedad, los hongos y las termitas.
La acacia nos habla de la carne incorruptible de Cristo y al ser revestida de oro
nos hablan de Divinidad representando a Jesucristo.]

La mesa tenia también una cornisa de oro alrededor y cuatro anillos por donde
pasaban las barras para su traslado. Sobre esta mese de colocaban 12 panes de
flor de harina (la harina más fina) estos panes eran cambiados cada sábado por
el sacerdote en el día de reposo (Levítico 24:5-9). Los sacerdotes se comían el
pan de la semana en el lugar santo.

El pan nos habla de la palabra de Dios que nos hace estar continuamente en la
presencia y bajo su mirada en el lugar santo es que tenemos comunión con
Dios, este elemento representa a Jesús como el pan de vida (Juan 6:35).
3. Altar del incienso de oro (Éxodo 30:1-10)

Nos habla de intercesión de Cristo y la nuestra. La vida de Jesús fue una vida de
oración permanente, Él siempre se retiraba a sola para hablar con el Padre.

Aquí debe haber adoración, pero también intercesión. La adoración como


camino hacia Dios.

Este altar es un altar de adoración donde el sacerdote quemaba el incienso y


este elevaba un perfume grato delante de Dios.

En el lugar santo es donde tenemos comunión con Dios.

Es en este lugar donde nuestra adoración debe de llegar a ser genuina y


duradera.

Debemos de aplicar cada uno de estas partes del lugar santo en nuestras almas para
poder alcanzar la estatura del varón perfecto.
LUGAR SANTÍSIMO (ESPÍRITU):

El lugar santísimo es todo lo opuesto a un lugar común si el que habita en ese recinto
es santo por excelencia, quiere decir que nada profano puede tener comunión con él.
El lugar santísimo representa al espíritu del hombre como era en el principio. Es aquí
donde radica la verdadera vida que proviene de Dios.
Fue en el lugar santísimo donde Adán rompió su comunión con Dios. Fue aquí donde el
velo se cerró y la raza humana perdió su relación espiritual con su creador.
Ante de la caída, Adán tenida una íntima comunión con Dios a través de su espíritu. El
corazón de Adán era conforme al corazón de Dios, y por lo tanto no había ninguna
discrepancia entre la voluntad del hombre y la voluntad de Dios.
Adán perdió lo que había en el lugar santísimo, es decir, el arca del pacto que contenía
las tablas de la Ley, la vara de Aarón y el maná.
Antes de la entrada al lugar santísimo había un velo que simbolizaba la separación
entre Dios y los hombres por el pecado. La rasgadura del velo no fue hecha por
recursos humanos. (Mateo 27:51). Cristo rasgó el velo completamente (Juan 14:6)
(Efesios 2:18).
El velo partido simboliza la posibilidad que tiene cada creyente no solo el sumo
sacerdote de acercarse a Dios por medio del sacrificio de Jesús, nuestro gran sumo
sacerdote, una vez y para siempre.
El lugar santísimo era una estancia que se caracterizaba por la perfección, era donde
se manifestaba la presencia de Dios.
El arca del pacto es una figura de Jesucristo como el Hijo de Dios perfecto y al mismo
tiempo Hombre Perfecto.
El arca del pacto es el objeto es el objeto de mayor importancia en todo el tabernáculo.
El arca debía estar siempre preparada para su traslado, el arca muestra
tipológicamente a Cristo en doble naturaleza: CELESTIAL “oro” y la HUMANA
“madera”.
El arca era el centro del campamento de Israel. Dios hablaba en medio de su pueblo y
su presencia se manifestaba en ella. (Éxodo 25:8 y 29:45).

En el arca estaban los tesoros de Israel:

I. Las

tablas de la Ley: fue entregada por Dios a Moisés escrita por su dedo. Ésta fue
entregada a Moisés para que rigiera al pueblo y lo enseñara bajo las
instrucciones que Dios le había dado (Torah). La tabla de la Ley habla de Jesús
como la fuente de la Ley, la Palabra de Dios hecha carne. (Hechos 3:22)
(Hebreos 1:2). Las tablas de la Ley nos hablan de la naturaleza de Dios, también
nos habla de su amor, su misericordia que es para aquellos que se arrepienten
y obedecen.

Adán se reveló contra la Ley de Dios que Él había escrito en su mente y en la


consciencia. Es la misma Ley de la consciencia con la que todo descendiente de
Adán nace. De tal manera que todos los hombres nacemos con una rebelión
contra la Ley de Dios, lo que conocemos como pecado original (Romanos 5:6).

Jesús es el único que guardó la Ley de Dios (Hebreos 8:10).

En el nuevo pacto pone su Ley dentro de nuestros corazones y nos deleitamos


al hacer su voluntad (Salmos 40:8).
II. La vara de Aarón (Números 17:1-10): la palabra “Vara” proviene del hebreo
“Matteh” que también puede significar tribu. Por tanto, también podemos ver
que la familia de Aarón estaba simbolizada en esa vara.

El reverdecimiento nos enseña la preminencia de la casa de Aarón y de la tribu


de Leví sobre el resto de los Israelitas.

Así como la vara brotó y reverdeció; Cristo al resucitar ostenta la preminencia


la preminencia como gran Sumo Sacerdote y nosotros somos sus retoños
(Romanos 1:3-4) (Romanos 8:11) (Hebreos 4:14).

La historia detrás de la vara de Aarón es la rebelión de Coré, en contra del


liderazgo de Moisés y de Aarón. (Números 17:7-10) encontramos la orden de
Dios ante la demanda de la religión.

Esta vara muerta que produjo vida, habla del poder de la resurrección de
Cristo. Y así mismo del ministerio aprobado que produce flores y frutos.

Cristo, la vara que reverdeció se levantó de los muertos.

Flores = fragancia grata de un Cristo resucitado.


Almendro (fruto de primavera) = apresurarse. (Efesios 1:19-20).

Queremos experimentar el poder de la resurrección de Cristo que es más


poderosa que el poder de la muerte y del infierno (Filipenses 3:10) (Romanos
8:11).

Queremos que el Espíritu Santo vivifique nuestros cuerpos mortales y haga que
experimentemos el poder de su resurrección. Esta experiencia está simbolizada
en el tabernáculo por medio de la vara de Aarón que reverdeció.

III. La urna de oro contenía el maná: es el símbolo de la vida que proviene de Dios.
Al perder Adán su comunión con Dios el hombre comenzó a morir
biológicamente. Todo lo que Adán perdió ha sido restaurado gracias al segundo
Adán “Jesucristo” (1 Corintios 1:45).
La urna de oro contenía una porción de maná (Éxodo 16:32-34). El maná era
una sustancia en forma de grano. (Éxodo 16:31). La biblia describe el sabor del
maná como semillas de culantro blanco y hojuelas hechas con miel. Su saber
era como de aceite nuevo hablándonos de la unción del Espíritu Santo.

Hay una promesa dada a los vencedores (Apocalipsis 2:17) “Al que venciere
daré a comer del maná escondido”. Por lo tanto, también esta urna de oro con
maná representa las verdades ocultas de la palabra de Dios que solamente
pueden ser reveladas a aquellos que pasan por detrás del velo.

El deber nuestro es estudiar la Palabra de Dios diligentemente y buscar las


verdes que son encubiertas para el lector casual. Hay muchos tesoros
escondidos en la Palabra de Dios. Es nuestro deber y honor escudriñarlas
porque son reveladas solamente a aquellos que realmente tienen un amor
profundo por la verdad, Dios no tira sus “perlas” delante de los cerdos.

Lecciones valiosas

1) El Santuario es Santo y Sagrado a Dios. (1 Samuel 2:22). El hombre que no


quiere apartarse del mundo no debe de llevar el nombre de cristiano o
miembro de la iglesia de Cristo, porque somos templo de Dios (1 Corintios
3:16).

2) Los judíos reusaron reconocer lo sagrado del Santuario, lo profanaron


repetidas veces. Podemos cometer la misma falta profanando y
corrompiendo el templo de Dios su iglesia (Lamentaciones 2:6-7).

3) Dios rechaza el templo profanado o corrompido. Cristo quitara el candelero


de su lugar (Apocalipsis 2:5).

4) El templo que Dios acepta es el corazón humilde y que tiembla a su


presencia (Isaías 66:1-2).

5) Somos el templo de Dios todos los días y no solamente en las reuniones de


la iglesia.

En el cielo no habrá templo (Apocalipsis 21:22) “Y no vi en ella templo


porque el señor Dios todo poderoso es el templo en ella y el cordero y
estaremos siempre en su presencia”.
Si bien el tabernáculo original fue construido de adentro hacia afuera (Éxodo 40);
veamos a continuación veamos como Dios hoy día su tabernáculo en el hombre, es
decir, la obra redentora de Jesucristo (Hebreos 9:11-12).

La oración atrial

El Atrio es el lugar más grande en cuanto a dimensiones físicas se refiere. Esto nos
habla, que es en esta dimensión de oración donde lamentablemente la mayoría de los
cristianos nos encontramos.

En el Atrio soplan muchos vientos, ya que es un lugar sin techo. Nuestras oraciones
atriales son aquellas que continuamente son interrumpidas por pensamientos que
vienen del exterior. Estos pensamientos pueden provenir de entidades espirituales de
maldad (demonios) que viven según la Biblia en “los aires” (Efesios 2:2; 6:12) o de
nosotros mismos cuando tenemos una mente indisciplinada.

En el Atrio hay turbación y vientos contrarios, por lo que difícilmente podemos


escuchar la voz de Dios en esta dimensión de la oración. En el Atrio estamos muy
cargados y preocupados por nosotros mismos. Si bien nuestras oraciones pueden
comenzar en el Atrio, no necesariamente deben quedarse ahí. En el Atrio debemos
descargar toda opresión

que nos agobia. El Atrio es un lugar de arrepentimiento ante los pies de la cruz (el altar
de bronce) según Mateo 5:23, pero también es un lugar de sacrificios de alabanzas
(Salmo 107:22); sacrificios que son agradables a Dios (Salmo 119:108). Fruto de labios
que confiesen su nombre (Hebreos 13:15). Al publicar nuestra alabanza se esparcen los
enemigos de Dios (entidades espirituales de maldad) según el Salmo 68:1, y se
despejan los aires del Atrio. El enemigo huye ante nuestras alabanzas sinceras. La
alabanza prepara nuestro corazón para una mayor intimidad con Dios. La Biblia dice:
“Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alabadle,
bendecid su nombre” (Salmo 100:4). El que sacrifica alabanza honra a Dios (Salmo
50:23).

La Biblia no dice que debemos “sentir” alabar a Dios. Simplemente nos “ordena”
hacerlo. “Presentad sacrificios y alabanzas en la casa del Señor” (2 Crónicas 29:31).
Una de las revelaciones que más me ha bendecido es conocer, que cuando yo alabo a
Dios, no necesariamente tengo que “sentir” hacerlo. Antes pensaba que alabar a Dios
sin sentir hacerlo era como una hipocresía, pero Dios me reveló que cuando yo lo
alabo, lo que hago es publicar lo que Él es, su grandeza, su poder, su verdad, y nada de
esto tiene que ver con lo que yo sienta o no. Así que comencé a obedecerle en ésta
área, y después de estarle alabando por varios minutos (cantando o diciendo todo lo
que la Biblia dice acerca de lo que Él es) empecé a “sentir” las ganas de continuar
haciéndolo. Si obedecemos a Dios y le ofrecemos sacrificios de alabanza
comenzaremos a ver su gloria, aunque el diablo nos diga que somos unos hipócritas.

Como hemos visto los sacrificios se hacen en el Atrio y sobre todo en el altar de
bronce. Muchos de nosotros llegamos sólo hasta acá. No avanzamos más allá. Nos
conformamos con una oración atrial. En los atrios es muy difícil oír la voz de Dios.
Recordemos que Dios se escucha en “el viento apacible” (1 Reyes 19:12y 13).

Si bien nuestra oración comienza en el Atrio, nunca debe quedarse en este lugar, hay
que avanzar al Lugar Santo donde no soplen vientos adversos, pues es sólo en la
intimidad con Dios cuando podemos oír su voz. Cuando comenzamos a sacrificar
alabanzas a Dios, se comienzan a despejar los aires de toda influencia maligna y
nuestros pensamientos se dirigen sin obstáculos hacia Dios, y es entonces que nuestro
corazón comienza a sentir la presencia de Dios. Pero sentir la presencia de Dios es
apenas el principio de nuestra oración, y lamentablemente es aquí donde muchos de
nosotros dejamos de orar, cuando en realidad apenas hemos comenzado.

Cuando comenzamos a sentir la presencia de Dios, es que el Espíritu Santo nos está
tocando para despertar nuestro espíritu. En el altar de bronce como símbolo de la cruz
del calvario es donde se inicia nuestra oración. Es aquí donde nace el verdadero
arrepentimiento y la humildad necesaria para continuar. Es a los pies de la cruz donde
somos librados de nuestras cargas, donde recibimos consuelo y donde llevamos
cautivo todo pensamiento a Cristo Jesús. Es aquí donde pagamos el precio para poder
avanzar en nuestra oración. Es en el altar de bronce donde nosotros le ministramos a
Dios y donde El “comienza” a ministrarnos a nosotros una vez que nuestro sacrificio es
aceptado. Es entonces cuando el Espíritu Santo nos conduce a la fuente de bronce o
lavatorio para que nos examinemos delante de Dios. En el lavatorio no solo somos
examinados, sino (lo más importante) somos lavados por la Palabra de Dios. Es aquí
donde el Espíritu Santo pone en nuestra mente la Palabra de Dios adecuada para
nosotros. De ahí la importancia de conocer la Palabra de Dios. El creyente debe
conocer la Biblia porque es la materia prima que el Espíritu Santo usa para revelar
nuestra condición delante de Dios y para recibir respuestas a nuestras oraciones.
La oración es como la respiración del alma. Cuando nuestro cuerpo físico inspira
oxígeno está tomando vida. Cuando espiramos o exhalamos estamos botando bióxido
de carbono que es muerte. De modo que cuando confesamos nuestros pecados
delante de Dios estamos botando el veneno que nos mata, pero cuando pronunciamos
la Palabra de Dios estamos tomando vida, ya que la Biblia dice que su Palabra es
Espíritu y es Vida (Juan 5:24). Las aguas del lavatorio nos hacen ver nuestra condición.
El Hecho de ver nuestra condición nos mueve a la confesión de pecados y al
arrepentimiento. Al confesar nuestro pecado estamos botando lo que nos mata en la
oración. Una vez que botamos lo que nos mata, nos sumergimos en las aguas de su
Palabra para nuestra limpieza. A partir de este momento nuestros pensamientos se
van estrechando y los pensamientos de Dios se van ensanchando, para así pasar a otro
nivel o dimensión en nuestra oración: La oración en el Lugar Santo.

La oración Santa

Este es un nivel de oración mucho más elevado que la oración atrial. El lugar Santo
tiene menores dimensiones que el Atrio, y esto implica que no son muchos los
cristianos que se mantienen en este nivel de oración. Al Lugar Santo no pueden llegar
pensamientos ajenos a los pensamientos de Dios porque es un lugar con cubierta.
Satanás no puede tener acceso al Lugar Santo porque en el Lugar Santo está el
candelero de oro encendido y él no resiste la luz del candelero (la plenitud del Espíritu
Santo) porque él es de las tinieblas y no de la luz.

La oración en el Lugar Santo es la oración en el Espíritu y por lo tanto totalmente


conforme a la voluntad de Dios. En el Lugar Santo, el Espíritu intercede por nosotros
con gemidos indecibles (Romanos 8:26) y es Jesús mismo orando a través de nosotros,
porque ya nosotros hemos muerto en el Atrio. En el Lugar Santo percibimos la voz de
Dios incluso a través de nuestros propios labios. Es el tipo de oración que Jesús
describe en Mateo 6: 5-18. Veamos lo que Él dijo: “No seáis como los hipócritas”. Es
decir que debemos ser sinceros y orar con y en la verdad, es decir, en el Lugar santo.

“Entra en tu aposento y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto”. Es


decir, entra al Lugar Santo y cerrada la puerta a pensamientos del Atrio, habla con tu
Padre que está en lo secreto (bajo la cobertura del Lugar Santo), y tu Padre que en el
Lugar Santo “ve” tu oración sincera, te recompensará en los atrios cada vez que
quieras acercarte a Él.  “Y orando no uses vanas repeticiones”. Dios no escucha
palabrerías de la carne. El escucha lo que su Espíritu Santo nos inspira. En el Lugar
Santo se ora no con palabras de la carne sino con la Palabra de Dios.

“Vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad”. Nuestras necesidades ya Dios las
conoce. Él ya las escuchó en el Atrio. Serían vanas repeticiones volverlas a hacer en el
Lugar Santo. En el Lugar Santo no oramos por cosas atriales o necesidades de la carne.
Aquí se ora por necesidades espirituales más profundas, bien sea nuestras o de otros.
Aquí las cargas espirituales de otros las sentimos como si fueran nuestras ya que es
Dios mismo quien nos las pone sobre nosotros y somos verdaderos intercesores
espirituales y libertadores de aquellos que no han alcanzado aún la gracia y el
conocimiento de Dios. Es en el Lugar Santo donde recibimos instrucciones precisas en
cuanto a situaciones específicas.

El eterno Hijo de Dios durante nuestra oración se vuelve por así decirlo hijo de
hombre, a fin de que nosotros los hijos de los hombres lleguemos a orar como Hijos de
Dios a través de Él. Este es un misterio maravilloso que Él me ha revelado y que deseo
compartir tal y como Él me ha dicho: “En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy
en el Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros” (Juan 14:20).

“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no


hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las
cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará
saber” (Juan 16: 13 y 14).

La oración en el lugar santísimo

El apóstol Pablo en 2 Corintios 12: 2-4 dice textualmente refiriéndose a él mismo:


“Conozco a un hombre en Cristo, que hace 14 años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera
del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado hasta el tercer cielo…donde oyó
palabras inefables que no le es dado al hombre expresar”.

El tercer cielo viene a representar el Lugar Santísimo, donde el hombre había perdido
su comunión con Dios. Lo que Pablo quiere decir es que él fue arrebatado por Dios al
tercer cielo mientras se encontraba en oración. La misma experiencia la tuvo el apóstol
Juan en la isla de Patmos (Apocalipsis 1:10-19). Aquí Juan dice que él estaba en el
Espíritu, es decir que oraba en el Lugar Santo.

Lo que la Biblia nos revela es que Dios mismo es capaz de hacernos entrar a su propia
presencia (El Lugar Santísimo) cuando estamos orando en el Lugar Santo. Esta
experiencia no necesariamente fue exclusiva para Pablo y Juan, pues puede ocurrir a
cualquier creyente que se mantenga en oración en el Lugar Santo. Cuando estamos en
oración en el Lugar Santo y Dios nos hace pasar a su misma presencia prácticamente es
imposible mantenerse en pie debido al peso de la gloria de Dios. En el Lugar Santísimo
nuestros labios enmudecen y solo Dios habla. El profeta Isaías ante tal experiencia
dice: “Ay de mí, que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y
habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey,
Jehová de los ejércitos” (Isaías 6:5). La visión que describe Isaías en todo el capítulo 6,
es una experiencia profética de lo que hoy día podemos experimentar si
permanecemos en el Lugar Santo durante la oración.

Muchas de las experiencias en el Lugar Santísimo son casi imposibles transmitirlas en


un lenguaje comprensible para la mente humana. Son palabras inefables que no le es
dado al hombre expresar (2 Corintios 12: 4). Se entienden solo en el espíritu y
carecerían de lógica humana. Las visiones y revelaciones en el Lugar Santísimo
trascienden tiempo y espacio. Muchos libros proféticos del Antiguo Testamento y el
mismo Apocalipsis es el intento humano de sus autores de describir con palabras
humanas sus experiencias en el tercer cielo, y de ahí que muchas de ellas sean
confusas e incomprensibles para nuestra mente finita o limitada.

Sólo con la ayuda del Espíritu Santo es que algunas de estas revelaciones pueden llegar
a ser comprendidas para el cristiano espiritual, y solo los que son espirituales las
comprenderían cuando él tratara de trasmitírselas (1 Corintios 2: 14-16).  En este texto
de 1 Corintios 2: 14-16 dice la Palabra de Dios que para la mente natural las
revelaciones espirituales son “locura”.

Finalmente, quiero dejarles una porción de la escritura que está en 1 Corintios 13:
12…” Si bien ahora vemos por espejo, oscuramente; más entonces veremos cara a
cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido”.
Conclusión

Es nuestro deseo al compartir este material que puedas entender el propósito


que tuvo el Creador en nuestra creación como seres tripartitos (Efesios 1:6)
“Fuimos creados para alabanza y gloria de su nombre”.
Es nuestra oración que el mismo sirva como herramienta de conocimiento para
alcanzar nuevos niveles de intimidad en su presencia. (Juan 8:32) “Conoceréis la
verdad y la verdad te hará libre”

¡DIOS TE BENDIGA RICA Y ABUNDANTEMENTE!

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