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DEMOCRACIA PARTICIPATIVA PROTAGÓNICA

INTRODUCCIÓN

En el debate contemporáneo, sobre todo, en la materia de


las ciencias políticas y su relación con el derecho administrativo público destaca el
vínculo entre gobernabilidad y democracia, cuyo principio radica en
la soberanía popular y en sus manifestaciones concretas, como son las elecciones
periódicas y la participación ciudadana. Esta premisa parte de considerar que en
un sistema democrático avanzado, los mecanismos para desarrollar estos
principios pueden encontrarse en las fuentes del federalismo, la separación de
poderes, el sistema de partidos, la correlación entra mayorías y minorías las
elecciones periódicas, las posibilidades de la alternancia y las múltiples formas de
participación ciudadana que hacen que la democracia sea el espacio institucional
idóneo para dirimir pacíficamente la confrontación
de programas y proyectos políticos.

La presente investigación es el resultado de una revisión documental


bibliográfica y tiene por objetivo el conocimiento y estudio de las disposiciones
constitucionales que sirven de marco para el desarrollo, fortalecimiento
y conocimiento de la Participación Ciudadana, entendida como herramienta
necesaria para lograr afianzar el sistema democrático por medio de las relaciones
entre el gobierno y la sociedad organizada
DEMOCRACIA PARTICIPATIVA PROTAGÓNICA

La promulgación de la Constitución de la República Bolivariana de


Venezuela en diciembre de 1999 marcó las pautas de una transición del modelo
de democracia representativa y formal, impuesto por el sistema político
puntofijista, hacia una democracia participativa y protagónica, que sentó las bases
para un verdadero ejercicio de la soberanía por el pueblo.

La crisis de un sistema político, caracterizado por la alternancia en el poder


de dos partidos, Acción Democrática (socialdemócrata) y COPEI (socialcristiano),
que adoptaban las decisiones en la sociedad, junto a una creciente corrupción en
su seno y al incremento de la pobreza, compulsaban a una impostergable
necesidad de propiciar condiciones sociopolíticas para un verdadero ejercicio de la
soberanía por sus legítimos titulares.

El dogma de la democracia representativa, sostenido en el principio de que


la soberanía es ejercida por los representantes que el pueblo es capaz de elegir,
colapsó ante la necesidad de la búsqueda de nuevos espacios de participación
popular, emergiendo entonces la idea de establecer y consolidar un mayor
protagonismo por parte del pueblo.

La participación política de los ciudadanos en el período puntofijista.

Una aproximación al estudio del modelo de participación política de los


ciudadanos en esta etapa conduciría inevitablemente al análisis y caracterización
del sistema político impuesto por el Pacto de Punto Fijo. El mencionado sistema
logró ¨ garantizar a los partidos políticos, las fuerzas armadas, la Iglesia, los
sectores empresariales y sindicales, las asociaciones gremiales que sus intereses
no se vieran afectados por la aplicación de la regla de la mayoría en la formulación
de las políticas públicas ¨.
Cual émulo del sistema político norteamericano, configurado para no
permitir el acceso de las masas al poder y crear mecanismos de control político
sobre estas, el puntofijismo garantizó la hegemonía política y económica de las
élites gobernantes durante más de cuarenta años.

La dependencia absoluta del petróleo, que sentó las bases de una


democracia clientelista, provocando que el estado fuese el instrumento de las
aspiraciones de la burguesía en el proceso de acumulación de capitales,
conteniendo por otro lado a las masas explotadas con la aparente satisfacción de
sus necesidades derivadas de los beneficios de la renta petrolera, hizo sucumbir,
durante la crisis económica que provocó el estallido social conocido como el
¨Caracazo ¨, los días 27 y 28 de febrero de 1989, los pilares del paradigma
legitimado en la Constitución de 1961.

Durante el período puntofijista, la participación popular en los asuntos


políticos se agotaba con el ejercicio del sufragio el día de las elecciones, como
resultado del modelo democrático representativo, refrendado en la Constitución
vigente entonces. Los comicios populares se realizan para elegir a los
representantes de los órganos fundamentales de los Poderes legislativo y
Ejecutivo en los diferentes niveles: nacional, estadal y municipal. De este modo, se
efectuaba el único control político sobre los representantes, pues concluida la
elección de los mismos, la toma de decisiones políticas escapaba totalmente del
pueblo, al ser adoptada de forma exclusiva y excluyente por los partidos políticos,
generando una falta de control de los gobernados sobre los gobernantes, cuestión
que desencadenaba la corrupción, aparejada con la ineficiencia en la gestión de
los asuntos públicos.

Como consecuencia directa del creciente descontento popular ante la


imposición de este sistema, fue designada en 1989, una Comisión Bicameral por
el Congreso, con el objetivo fundamental –entre otros no menos importantes- de
estudiar las beses de la participación ciudadana en los asuntos políticos y salvar el
decadente modelo. Entre las propuestas concretas se pretendía establecer en
Venezuela una democracia participativa introduciéndose el referendo y dándosele
además un nuevo carácter a la iniciativa legislativa ciudadana.

El debate sobre el proyecto de reforma constitucional fue suspendido en


septiembre de 1992, frustrándose, de este modo, las aspiraciones del pueblo
venezolano de transformar los cimientos democráticos en que se sustentaba el ¨
viejo sistema ¨ político, debido a la incapacidad de las cúpulas partidistas de llegar
a un acuerdo viable respecto a la única alternativa que se presentaba para salvar
la crisis democrática.

Los modos y los espacios de participación política de los ciudadanos


en la Venezuela bolivariana.

Con la elaboración y promulgación de la Constitución de 1999 se


plasmaron, jurídica y políticamente, las aspiraciones del movimiento revolucionario
(encabezado por el Polo Patriótico) de avanzar hacia la implicación efectiva de los
ciudadanos en el ejercicio del poder, concretándose en las oportunidades de
participación conferidas a los mismos en la normativa constitucional. De este
modo, se expresaba la voluntad de superar ¨ el viejo sistema ¨ por uno que fuese
capaz de asegurar la igualdad, la justicia y el desarrollo de las plenas
potencialidades del pueblo frente a los intentos de perpetuar un modelo neoliberal
en la sociedad venezolana, estableciéndose con rango constitucional limitaciones
importantes a la conformación de cúpulas partidistas que, lejos de fomentar y
desarrollar la cultura y los valores propios de una democracia, obstaculizaron su
consolidación.

Conforme al Preámbulo constitucional, el fin supremo del pueblo es el de ¨


establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica. Este
fundamento condiciona la materialización de los seculares anhelos de lograr una
República en la que la igualdad y la justicia dejen de ser frases para el discurso
demagógico y se conviertan en el fundamento de la democracia real.
Consecuentemente con lo antes expuesto, el artículo 2 establece que Venezuela
se constituye en un Estado Democrático e Derecho y de Justicia, tutelando, entre
otros, como un valor superior a la democracia. Luego estipula que el estado
considera en cuanto un fin esencial el ejercicio democrático de la voluntad popular.

El principio de democracia participativa alcanza su máxima expresión en el


reconocimiento del ejercicio directo de la soberanía por el pueblo, cuestión
incluida, como nunca antes, en ninguna constitución venezolana, significando de
este modo el desplazamiento de la democracia representativa. En la sección
primera del capítulo IV, dedicada a los Derechos Políticos, se reconoce y se eleva
a la categoría de fundamental el derecho de los ciudadanos a participar libremente
en los asuntos públicos, ya sea directa o indirectamente. Se identifican, de esta
manera, las dos formas de participación política de los ciudadanos, refrendándolas
como medio necesario para lograr el protagonismo que garantice el completo
desarrollo del individuo y la sociedad, cuyo condicionamiento es obligación
ineludible del estado y la propia sociedad.

Este derecho no queda circunscrito al derecho al sufragio, ya que es


entendido en un sentido mucho más amplio, al extenderse la participación en el
proceso de formación, ejecución y control de la gestión pública. De esta manera,
la intervención no queda limitada a los procesos electorales, tributando a la
superación de los déficit de gobernabilidad que afectaron el sistema político
vigente hasta ese momento, debido a la partidocracia imperante que ocasionó la
desvinculación entre el Estado y la sociedad, y que alejó del protagonismo político
a sus legítimos titulares.

En torno a los espacios asegurados para la participación política en el


artículo 70 se consagran los siguientes:

 Elección de cargos públicos.


 Referendo popular.
 Consulta popular.
 Revocatoria de mandato.
 Iniciativa legislativa, constitucional y constituyente.
 Cabildo abierto.
 Asamblea de los ciudadanos cuyas decisiones serán de carácter vinculante,
entre otras.

Puede considerarse, además, como una vía de control popular, el derecho


de los electores a la rendición de cuentas públicas, transparentes y periódicas
sobre su gestión por parte de los representantes, regulada en al artículo 66,
obligándose al representante a cumplir estrictamente con el programa de
gobierno presentado al electorado, así como a mantener una comunicación
permanente con quienes lo eligieron, en cuanto forma de establecer un
permanente y constante vínculo entre los mismos, aspecto novedoso en la
configuración de las relaciones políticas en el nuevo Estado, lo que significa un
tránsito del mandato representativo al mandato imperativo.

Elección de cargos públicos

A diferencia de la Constitución de 1961, donde se reconocía el sufragio en


cuento un deber y, por ende, su ejercicio debía ser obligatorio, en el actual texto
constitucional se declara al sufragio como un derecho, que se ejercerá mediante
votaciones libres, universales, directas, y secretas.

En cuanto a la definición de los electores se da ese carácter a los


venezolanos y venezolanas que hayan cumplido dieciocho años de edad,
ampliándose este derecho a los extranjeros que hayan cumplido dicha edad, pero
limitado a las elecciones parroquiales, municipales, y estadales, exigiéndose en
todo caso como una condición sine qua non el tener más de diez años de
residencia en el país (artículo 64 CRBV).

El derecho a desempeñar funciones públicas y ejercer cargos de elección


popular se otorga, de manera igualitaria, a los electores venezolanos y
venezolanas, que sepan leer y escribir, con las solas restricciones derivadas del
propio texto constitucional o de las condiciones de aptitud exigidas por las leyes
para determinados cargos.

Como una de las respuestas a las demandas de los venezolanos ante las
graves desviaciones del sistema político y a la corrupción desmedida, se incluye la
prohibición de optar por cargos de elección popular a aquellas personas que
hayan sido condenadas por delitos cometidos durante el tiempo en que ejercieron
las funciones públicas, así como otros delitos que afecten el patrimonio público
(artículo 65 CRBV).

Además, se reconoce, superando las restricciones del sistema


partidocrático que rigió anteriormente, la participación por iniciativa propia de los
ciudadanos, tanto en la fase de la postulación de candidatos como en el ejercicio
de la supervisión y vigilancia de todo proceso electoral (artículo 67 CRBV). Se
produce, así, una ruptura con el anterior modelo político, en el cual la participación
de los ciudadanos se orientaba desde las organizaciones partidistas únicamente.

Igualmente se consagra el derecho del pueblo al control de la gestión de los


representantes, el cual se producirá a través de las rendiciones de cuentas
públicas, transparentes y periódicas. De este modo, se intenta asegurar la relación
permanente de los representantes con los electores, así como cumplir cabalmente
con el programa planteado durante el proceso electoral (artículo 66 CRBV)

Referendo popular

Otra de las más importantes modificaciones introducidas por el nuevo texto


constitucional, frente al anterior sistema de democracia representativa, es el
referendo popular, el que se puede manifestar en las formas que a continuación se
enuncian:

 Consultivo.
 Revocatorio.
 Aprobatorio.
 Abrogatorio.
Podrán ser sometidas a referendo consultivo:

· Materias de especial trascendencia nacional; por iniciativa del Presidente


en Consejo de Ministros; por acuerdo de la Asamblea Nacional, aprobado con el
voto de la mayoría de sus integrantes; o a solicitud de un número no menor del
diez por ciento (10 %) de los electores inscriptos en el registro civil electoral.

· Materias de especial trascendencia municipal, parroquial y estadal; por


iniciativa de la Junta Parroquial, el Consejo Municipal y el Consejo Legislativo, por
acuerdo de las dos terceras partes de sus integrantes; el alcalde o alcaldesa y el
gobernador o gobernadora del Estado o, a solicitud de un número no menor del
diez por ciento (10 %) del total de inscriptos en la circunscripción correspondiente.

· Las materias de especial trascendencia que serán sometidas a este tipo de


referendo, que versaran sobre cuestiones políticas fundamentales para el Estado,
aunque no tendrán consideración vinculante sus resultados. Además, estos
últimos permitirán un cierto margen de apreciación (en función del grado de
participación electoral) en la determinación de los efectos que políticamente se
derivan del resultado.

Se someterán a referendo revocatorio, todos los cargos y magistraturas de


elección popular (concejales, alcaldes, miembros de los consejos legislativos,
diputados, Presidente de la República, entre otros) una vez transcurrida la mitad
del período para el que fueron elegidos. La solicitud de la convocatoria para
realizar un referendo revocatorio la podrá presentar un número no menor del
veinte por ciento (20 %) de los electores inscriptos en la correspondiente
circunscripción. La revocatoria de mandatos se encuentra entre los medios de
participación popular en la toma de decisiones políticas, consagradas
constitucionalmente, y que aparece a continuación de la mención al referendo
popular. Obviamente, la intención del constituyente fue resaltar esta vía motivada
por la inmensa importancia que tiene la misma en la transformación del sistema
político venezolano actual, y en el control de la gestión de los representantes de
acuerdo con el programa político presentado.
En cuanto al referendo aprobatorio, debe llevarse a cabo en aquellos
proyectos de ley en discusión por la Asamblea Nacional, cuando así lo decidan al
menos las dos terceras partes de sus integrantes, requiriéndose del voto
afirmativo del veinticinco por ciento (25%) de los electores inscriptos en el registro
civil y electoral para que el proyecto presentado sea sancionado como ley.

Además, serán sometidos a este tipo de referendo por iniciativa del


Presidente de la República en Consejo de Ministros; por el voto de las dos
terceras partes de los diputados, o por el quince por ciento (15%) del electorado
inscripto, los tratados, convenios, o acuerdos internacionales que pudieran
comprometer la soberanía nacional o transferir competencias a órganos
supranacionales.

El referendo abrogatorio procede cuando un número no menor del diez por


ciento (10 %) de los electores inscriptos, o el Presidente de la República en
Consejo de Ministros, solicitan la abrogación total o parcial de una ley. Igualmente
de aplicaría en los decretos con fuerza de ley que dicte el Presidente de la
República cuando así lo interesen una cifra no menor del cinco por ciento (5 %) de
los electores registrados.

La consulta popular es otro de los medios de participación y protagonismo


del pueblo en lo político, consagrado en el artículo 70. Es la consulta por lo que
debe entenderse el plebiscito, término eludido por el constituyente; motivado,
quizás, por ser demasiado técnico y contraproducente –hasta cierto punto- con el
sentido y la naturaleza popular de texto constitucional.

En la misma se consultará al pueblo para que se pronuncie sobre la


adopción de decisiones, especialmente relevantes, en el ámbito político;
generalmente, cuestiones sobre la estructura o forma del Estado, empleándose
-en ocasiones- respecto a decisiones con efectos en el ámbito internacional.
Iniciativa legislativa, constitucional y constituyente.

La Constitución Bolivariana ha mantenido la clasificación que distingue


entre la Enmienda y la reforma Constitucional, incorporando la facultad de
convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, siendo consecuente con el
principio de que es el pueblo el legítimo depositario del poder constituyente
originario. Esto guarda concordancia con lo establecido en la misma norma que
hace residir la soberanía en el pueblo, quien puede ejercerla de manera directa o
indirecta mediante sus representantes elegidos.

PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN EL CONTROL DE LA GESTIÓN PÚBLICA,


DIMENSIONES CONCEPTUALES

La participación ciudadana en Venezuela es un derecho que se encuentra


consagrado en el Carta Magna, en sus distintas acepciones ya sea como principio,
derecho, deber, espacio o instancia de participación y como proceso sociopolítico;
en el desarrollo del articulado constitucional se tiene que la participación es una
característica propia del sistema de gobierno venezolano, en la actualidad se han
creado organismos de participación entre ellos los Consejos Comunales, los
cuales cuentan con una serie de deberes que los podrían convertir en órganos
públicos al depender de la presidencia de la Republica y tener al
mismo tiempo una serie de obligaciones con responsabilidad civil, penal y
administrativa.

Del término participación:

Acerca de la participación ciudadana muchos han sido los académicos y


representantes de los distintos factores que hacen vida en el ámbito público que
se han dedicado a investigar este proceso, al mismo tiempo que han propuesto y
promovido diferentes acciones encaminadas a fortalecer este derecho ciudadano
que está íntimamente ligado al desarrollo de la democratización en el mundo;
tratando en todo caso de redefinir su contenido frente a la crisis planteada de la
democracia representativa, política partidista y estatal, la ineficiencia
gubernamental en los diferentes aspectos de la gestión pública, el incremento y
profundización de los problemas sociales que no han solucionado.
Etimológicamente la palabra participación proviene del latín "partem capere" que
se traduce en "tomar una parte" o " tomar parte"; en sentido técnico la
participación ciudadana es comprendida como un proceso social, continuo y
dinámico, por medio del cual los miembros de una comunidad a través de
mecanismos establecidos y organizaciones legítimas en las cuales se encuentren
representadas todos los miembros de la comunidad, pues resulta difícil dialogar
con todos y cada uno de los miembros, deciden, aportan y participan en la
realización del bien común; también puede traducirse en la actuación de los
ciudadanos en las actividades públicas, todo esto para hacer prevalecer tanto sus
intereses sociales así como para defender y garantizar los derechos colectivos o
difusos, a través de mecanismos (estructuras y procesos) idóneas por medio de
los cuales el ciudadano es tomado en cuenta en la toma de decisiones por parte
de la administración pública en materias que de manera directa le afectan ,
abarcando incluso etapas anteriores y posteriores a la toma de decisiones en sí,
como podrían ser la consulta, resolución, votación y ejecución de esas decisiones.

La participación ciudadana puede también ser considerada como forma


estratégica usada para activar o reactivar las relaciones entre el gobierno y la
sociedad, en aras de afianzar el sistema democrático como forma de gobierno,
pues la misma ofrece elementos eficientes y eficaces para democratizar y mejorar
la sociedad, dando así, igualmente, legitimidad al sistema democrático; para que
los resultados de la participación ciudadana sean abarcar áreas relacionadas a la
formulación, ejecución y control de la gestión pública.

Según Moreno (2004) la participación implica un proceso mutuo de transformación


en la medida en que la persona al mismo tiempo que trasforma, se ve
transformada por la realidad o hecho en el que participa, por su parte en el ámbito
de la comunidad la participación también implica y abarca espacios y estructuras
que van desde los espacios de encuentro informales hasta los plenamente
constituidos y legalizados.(2004, p.125)
Es por ello, que la participación se debe entender como un hecho político
que va más allá del solo acto administrativo de involucrarse o no en las
elecciones, de pertenecer a cierto grupo político partidista, o la simple
transferencia de bienes o recursos que suponía las relaciones de poder entre
Estado y Sociedad, de modo que la sociedad sea capaz de construir socialmente
proyectos desde su entorno que contribuyen con el desarrollo del mismo.

Dentro de la participación ciudadana encontramos diferentes tipos:

• Participación política: proceso social que tiende a la democratización del poder


y de la toma de decisiones.

• Participación social: proceso social que tiende a integrar al individuo a la


sociedad

• Participación económica: proceso social que tiende a integrar al individuo a la


generación de riqueza.

LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LA CONSTITUCIÓN DE LA


REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA (PRINCIPIOS Y MECANISMOS)

Principio de la participación

La participación ciudadana en Venezuela es un elemento que se encuentra


consagrado en la Carta Magna, en distintas acepciones ya sea como principio,
derecho, deber, espacio o instancia y como proceso sociopolítico; es así, como
incluso en el preámbulo de la misma se observa, …con el fin supremo de refundar
la República para establecer una sociedad democrática, participativa, y
protagónica, con lo cual se cambia la tradicional concepción del Estado
Venezolano que como lo señalaba la Constitución de 1961 declaraba un sistema
de democracia representativa.

Ya en el desarrollo del articulado constitucional se tiene que la participación


es una característica propia del sistema de gobierno venezolano, es así como en
el artículo 5 se establece que…el gobierno de la República Bolivariana de
Venezuela y de las entidades políticas que le componen es y será
democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable,
pluralista y de mandatos revocables. Al mismo tiempo en la selección de los
derechos políticos por un lado señala en el artículo 62 que todos los ciudadanos
tienen derecho de participar libremente en los asuntos públicos, directamente o
por medio de sus representante selectos; y por el otro lado establece
los medios de participación y protagonismo del pueblo en el ejercicio de la
soberanía, entre los cuales se tienen las elecciones de cargos públicos, el
referéndum, la consulta popular, la revocatoria del mandato, las iniciativas
legislativas, constitucionales y constituyente, el cabildo abierto y la asamblea de
ciudadanos, cuyas decisiones se consideran vinculantes; en el ámbito social y
económico se consideran medios de participación, las cooperativas en todas sus
formas incluyendo las de carácter financiero, las cajas de ahorro, la
empresa comunitaria y demás formas asociativas guiadas por los valores de la
mutua cooperación y solidaridad ( artículo70 constitucional).

Y por último, en el poder Electoral, se establece, que los ciudadanos tienen


el derecho y la obligación de prestar servicio en funciones electorales de acuerdo
a la ley que rige la materia; logrando de esta manera considerar la participación
como principio rector del sistema democrático, como derecho y como deber.

La participación como principio:

La participación como principio se enmarca dentro del contenido del Artículo


6 en el cual se define al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de
las entidades políticas que la componen como democrático, participativo, electivo,
descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables.

Dentro del articulado de la Constitución se observa que la participación ciudadana


se consagra en los términos siguientes:

Como medio para garantizar el derecho a la salud, al establecer el Artículo


84 que el Estado debe crear y ejercer la rectoría y gestión del sistema público
nacional de salud, con las siguientes características: intersectorial, descentralizado
y participativo. En sentido similar, sostiene que el derecho a la seguridad social, el
Estado tiene la obligación de asegurar la efectividad de este derecho, creando un
sistema de seguridad social universal, integral, de financiamiento solidario,
unitario, eficiente y participativo, de contribuciones directas o indirectas.

Mecanismos de participación en el marco de la constitución nacional

Reconocimiento de la participación como Derecho:

En el desarrollo del artículo 62 se le reconoce a todos los ciudadanos y


ciudadanas el derecho de participar libremente en los asuntos públicos,
directamente o por medio de sus representantes elegidos, el derecho al sufragio,
el cual se ejerce mediante votaciones libres, universales, directas y secretas
(Artículo 63), el derecho a que los representantes rindan cuentas públicas,
transparentes y periódicas sobre su gestión, de acuerdo con el
programa presentado, el derecho de asociarse con fines políticos,
mediante métodos democráticos de organización, funcionamiento y dirección así
como el derecho a concurrir a los procesos electorales postulando candidatos
(Artículo 67).

Responsabilidades del Estado en las que se plantea la corresponsabilidad


ciudadana, participación como deber:

El deber en sentido general se entiende como "aquello a que se está


obligado", en estos términos el artículo 55 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, establece que toda persona tiene derecho a la
protección por parte del Estado a través de los órganos de seguridad ciudadana,
al mismo tiempo que se señala el deber de participación de los ciudadanos y en
los programas destinados a la prevención, seguridad y administración de
emergencias a través de medios que se complementen en una ley especial; en el
sentido de deber ciudadano y en torno a la participación política, el artículo 62
establece que los ciudadanos tienen por un lado el derecho de participar
libremente en los asuntos públicos, directamente por medio de sus representantes
elegidos y por otra el deber de facilitar la generación de las condiciones más
favorables la práctica de la participación.

En torno a la población joven que generalmente es considerada como una


parte de la población ajena al mundo político, por medio de la Constitución
Nacional se les ofrece la posibilidad de ser actores activos en la toma de
decisiones por medio de la consagración del derecho y el deber de ser sujetos
activos del proceso de desarrollo del país, al mismo tiempo que se establece la
responsabilidad conjunta ente el Estado, la participación solidaria de las familias y
la sociedad, para la creación de oportunidades para estimular su tránsito
productivo hacia la vida adulta y, en particular, para la capacidad y el acceso al
primer empleo; en relación con la tercera edad se señala que los mismos deben
formar parte de manera conjunta también para hacer respetar la dignidad humana,
su autonomía y garantizar la atención integral y los beneficios de la seguridad
social que lleven y aseguren la calidad de vida de los ancianos (artículos 79,80).

Cualificación de la participación:

La participación ciudadana dentro del marco de la Constitución nacional


tiene múltiples canales de actuación, entre ellos los siguientes:

• Formación, ejecución y control de la gestión pública, entendido esto como el


medio para lograr el protagonismo que garantiza su completo desarrollo, tanto
individual como colectivo.

• En el sector salud, en la toma de decisiones sobre la planificación, ejecución y


control de la política específica en las instituciones públicas de salud.

• A nivel de pueblos indígenas participar en la economía nacional y a definir sus


prioridades, así como en la elaboración, ejecución y gestión de programas
específicos de capacitación, servicios de asistencia técnica y financiera que
fortalezcan sus actividades económicas en el marco del desarrollo local
sustentable.
• A nivel municipal la participación ciudadana se expresa en la incorporación en
procesos de definición y ejecución de la gestión pública, al control y evaluación de
resultados, en forma efectiva, suficiente y oportuna.

• Por medio de la Constitución se abre la posibilidad de crear mecanismos para


que estados y municipios descentralicen y transfieran a las comunidades y grupos
vecinales organizados los servicios que éstos gestionen previa demostración de
su capacidad para prestarlos, promoviendo:

a. La transferencia de servicios en materia de salud, educación,


vivienda, deporte, cultura, programas sociales, ambiente, mantenimiento de áreas
industriales, mantenimiento y conservación de áreas urbanas, prevención y
protección vecinal, construcción de obras y prestación de servicios públicos.

b. La participación de las comunidades y de ciudadanos, a través de las


asociaciones vecinales y organizaciones no gubernamentales, en la formulación
de propuestas de inversión ante las autoridades estadales y municipales
encargadas de la elaboración de los respectivos planes de inversión, así como en
la ejecución, evaluación y control de obras, programas sociales y servicios
públicos en jurisdicción.

c. La participación en los procesos económicos estimulando las expresiones de la


economía social, tales como cooperativas, cajas de ahorro, mutuales y otras
formas asociativas.

d. La participación de los trabajadores y comunidades en la gestión de las


empresas públicas mediante mecanismos autogestionarios y cogestionarios.

e. La creación de nuevos sujetos de descentralización a nivel de las parroquias,


las comunidades, lo barrios y las vecindades a los fines de garantizar el principio
de la corresponsabilidad en la gestión pública de los gobiernos locales y estadales
y desarrollar los procesos autogestionarios y cogestionarios en la administración y
control de los servicios públicos estadales y municipales.

f. La participación de las comunidades en actividades de acercamiento a los


establecimientos penales y de vinculación de éstos con la población.
• En el sistema de justicia la participación ciudadana se puede traducir en los
procedimientos de selección y designación de los jueces.

• En torno al Consejo Moral Republicano la participación ciudadana se expresa en


el Comité de Evaluaciones de Postulaciones del Poder Ciudadano, por medio de
los representantes de diversos sectores de la sociedad, así como también en el
Comité de Postulaciones Electores de candidatos a integrantes del Consejo
Nacional Electoral.

CONTRALORÍA SOCIAL

Se entiende como el conjunto de acciones de control, vigilancia


y evaluación que realizan las personas, ya sea de manera organizada o
independiente, bajo un esquema de derechos y compromisos ciudadanos, con el
propósito de contribuir a que la gestión gubernamental se realice en términos de
transparencia, eficacia y honradez.

Es la participación de los ciudadanos y beneficiarios para vigilar, cuidar y


verificar que las obras, apoyos y servicios que se reciben a través de un
programa de desarrollo social se proporcionen con oportunidad y calidad.

Antecedentes de la Contraloría Social

Los Antecedentes acerca del tema de la Contraloría Social comenzaron a


tener algidez en el escenario internacional de las naciones a partir de 1994 cuando
por las recomendaciones y conclusiones de la V Asamblea General de la
Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras
Superiores, realizada en Montevideo (Uruguay), los países latinoamericanos
evaluaron con novedoso interés la estrategia de participación ciudadana que
acoplaba a la sociedad civil a los organismos de control de sus sistemas políticos.
Un año después en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Social en Copenhague
(Dinamarca), el mismo tema fue desarrollado ahora no como una estrategia, sino
como un punto innegociable para las naciones democráticas del mundo,
conscientes de sumar a su sociedad civil a las actividades de control de la gestión
pública.  
En Venezuela, la "Contraloría social" es una derivada concepción
constitucional de reciente data que aún no posee norma. Por esa razón, la
Contraloría Social no se traduce en una condición administrativa estructurada.
Inclusive es desconocida en su concepto y trascendencia, por amplios sectores de
la sociedad civil.
En Venezuela la contraloría social se convierte en uno de los principales
mecanismos establecidos en la normativa legal vigente, a partir de la
promulgación de la Carta Magna de 1999, donde se abre espacio a los
ciudadanos para intervenir de manera activa en el desarrollo y vigilancia de
la administración pública. Aunque el término de contraloría social es relativamente
nuevo se señala en varias de las leyes aprobadas por elPoder Legislativo nacional
como la Ley Orgánica de Administración Pública, la Ley Orgánica de la Contraloría
General de la República y el Sistema Nacional de Control Fiscal, la Ley Orgánica
de Planificación, la Ley de los Consejos Comunales, Ley Contra la Corrupción y la
Ley Orgánica del Poder Ciudadano, sin embargo, no existe
una estructura definida, ni normativa que regule la creación de grupos de personas
organizados para convertirse en vigilantes de los intereses públicos desde el seno
de la sociedad.
La aparición de la figura de consejos comunales sí contempla la
conformación de un órgano de control dentro del funcionamiento de esta figura, no
obstante, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999
señala que la participación ciudadana puede ser ejercida de manera directa por
cualquier habitante del país de manera directa. Para que el ejercicio de la
contraloría social sea efectivo y esté en manos de todos los venezolanos por igual
se requiere que exista un acceso libre a la información relacionada con el
funcionamiento de la administración pública.
Misión

La contraloría social tiene la misión de lograr que gobierno y ciudadanía trabajen


de forma corresponsable en la vigilancia y evaluación de la gestión pública, como
mecanismo idóneo de control preventivo. Esta vigilancia resulta particularmente
relevante en la aplicación de recursos y operación de programas de desarrollo
social, para garantizar que sus beneficios lleguen íntegramente a la población y
evitar su utilización en favor de intereses ajenos al beneficio común.

Objetivos
 Promover que se proporcione a la población información completa,
oportuna, confiable y accesible respecto a los programas, acciones y servicios,
sus objetivos, normas y procedimientos de operación.
 Impulsar actitudes de corresponsabilidad gobierno-ciudadanía, invitando a
los miembros de la comunidad a la reflexión colectiva acerca de
los problemas de desarrollo social de su localidad, barrio, colonia, municipio
o estado y a proponer soluciones para el mejoramiento de sus condiciones de
vida.
 Contribuir al fortalecimiento de los procesos de autogestión de la población.
 Contribuir al cumplimiento cabal de los programas de gobierno.
 Promover que los miembros de la comunidad participen activamente en los
procesos de planeación, establecimiento de prioridades, sistematización,
realización, control, vigilancia, supervisión y evaluación de acciones, programas
y proyectos.
 Contribuir a garantizar que la elección de los representantes comunitarios
para el funcionamiento de los programas sociales se realice democráticamente.
 Impulsar que la actuación de los servidores públicos y de la ciudadanía se
apegue a valores éticos y cívicos propios de toda democracia.
 Fortalecer el control institucional por medio de contralores sociales que
desarrollen funciones de vigilancia y supervisión de recursos.
 Incorporar a la ciudadanía en el combate a la corrupción.
 Impulsar la comunicación del gobierno con los ciudadanos.
 Fomentar los principios de transparencia, rendición
de cuentas y participación ciudadana para fortalecer la democracia a la que
aspiramos.
 Contribuir a elevar la confianza y credibilidad mutua entre el gobierno y los
ciudadanos.
Principios:

Principio 1. Democratización:
Los esquemas y acciones de la Contraloría Social deben basar
su organización y operación en formas democráticas y de participación colectiva,
el respeto irrestricto a los derechos humanos y en el cumplimiento de
las obligaciones ciudadanas.

Principio 2. Autonomía:
Es necesario promover aquellas acciones y esquemas de Contraloría Social
que provengan de iniciativas ciudadanas, otorgando a las instancias ejecutoras de
dichas iniciativas plena autonomía frente a los organismos institucionales de
control y entidades públicas.

Principio 3. Transparencia:
La Transparencia implica el ejercicio del derecho ciudadano a la
información y el respeto al derecho de petición por parte de las autoridades.
Corresponde a la ciudadanía el análisis y uso adecuado de esa información a
efecto de obligar a las autoridades a cumplir las políticas públicas y a respetar
sus derechos.

Principio 4.Legalidad:
La legalidad es el elemento integrador de toda iniciativa pública o privada
que tienda a promover el bienestar común, es por ello que toda acción de
Contraloría Social que se derive de la iniciativa ciudadana o con la participación de
los órganos públicos debe estar enmarcada en los procedimientos y alcances que
la legislación vigente en el Estado establezca, respetando de manera irrestricta el
estado de derecho.
Principio 5.Eficacia:
Es indispensable buscar mecanismos y esquemas de Contraloría Social
que sean altamente eficaces para lograr de la manera más óptima y con los
menores recursos posibles los objetivos orientados a la satisfacción de las
necesidades colectivas y al logro de los fines del Estado.

Principio 6.Objetividad:
La actividad de los esquemas y acciones de Contraloría Social debe guiarse
por criterios objetivos, que impriman certeza a sus conclusiones y
recomendaciones y las alejen de toda posible actitud parcializada o
discriminatoria.

Principio 7.Corresponsabilidad:
Es cualidad de los gobiernos democráticos el tener una vinculación
estrecha con la ciudadanía con el objeto de lograr una responsabilidad compartida
en las acciones del quehacer gubernamental.
Principio 8.Rendición de cuentas:
La Rendición de Cuentas es un instrumento que puede utilizarse para detectar el
abuso del poder, y garantizar que los gobernantes cumplan
con honestidad, eficiencia y eficacia el mandato otorgado por los ciudadanos a
través de la elección, ya que los dota para el control de los políticos y los
burócratas e impulsa a cambios en la cultura y participación política de
la sociedad civil.
Valores

 Legalidad:
Es el apego permanente, racional e irrestricto a los principios y postulados
básicos que rigen el Estado de Derecho, así como la orientación auténtica para
actualizar el marco legal a la dinámica social.
 Servicio:
Se entiende como una actitud auténtica, sencilla y permanente
de atención a la ciudadanía, y de colaboración hacia los compañeros de trabajo.

 Compromiso:
Va más allá de cumplir con una obligación, conlleva el pleno
convencimiento de poner en juego todas nuestras capacidades personales para
sacar adelante todo aquello que nos ha sido confiado en nuestro trabajo.

 Responsabilidad.
Es la obligación moral y legal de responder con lo que nos atañe en el
ámbito de nuestra función.

 Respeto:
Se entiende como la acción de observar hasta dónde llegan las propias
posibilidades y derechos de hacer o no hacer, y dónde comienzan las
posibilidades y derechos de los demás.

 Transparencia:
Es el compromiso y disposición de todo servidor público por dejar ver los
actos inherentes a nuestra función en forma clara, a la vista de nuestros
compañeros de trabajo y ciudadanía en general.

 Logro de Resultados:
Es la disposición permanente de ofrecer productos y servicios de calidad a
la población, a través de la profesionalización permanente de la función pública.
La Contraloría Social en Venezuela

El proceso constituyente iniciado a raíz de la llegada de Hugo Chávez a la


Presidencia de la República significó entre otras, Venezuela ha estado inmersa en
un proceso de transformación social, económica y política que se ha enfocado en
desmontar desde sus mismas raíces el sistema de Democracia Representativa
que estuvo vigente por más de 30 años en el país y cuya expresiones originarias
recaían en la Constitución de 1961, por un sistema de Democracia Participativa, el
cual exige la inclusión, participación y protagonismo de todos los ciudadanos y
ciudadanas de Venezuela en los asuntos públicos
Dentro de este nuevo marco de relaciones figura la necesidad de establecer
el control social en todas las instancias del poder constituido, como una forma de
abrir los espacios de la participación en la función de control de la gestión pública.
Para el nuevo Estado venezolano los ciudadanos tienen particular importancia en
la planeación del quehacer público. En la Constitución de 1999 no es una mera
concesión que otorgó el constituyente, sino es un derecho establecido. Por tal
motivo, la participación ciudadana en el quehacer gubernamental, no es un
accidente aislado, sino una de la principales características de nuestra democracia
participativa. Y la Contraloría Social, como consecuencia de aquella, es el
mecanismo para lograr mejores condiciones de vida de los venezolanos a través
del ejercicio responsable de sus derechos y del efectivo ejercicio de la
corresponsabilidad ciudadanía y gobierno. Con lo cual se logrará
una administración pública transparente, que rinda cuentas y en franca lucha
contra los actos de corrupción.

Base legal de la contraloría social en Venezuela

La contraloría social ya es un tema introducido en el marco legal vigente en


el país. Sin embargo, la contraloría social aún no posee una ley específica y
propia, con normas y procedimientos que determinen con precisión su contorno y
formas de operación institucional. Veamos un resumen de sus menciones legales
más significativas.

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela:


En la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1.999), se
citan algunos artículos por los cuales se rige la actuación de los funcionarios y
funcionarias al servicio de la administración pública. De igual forma se señalan los
derechos que tienen los ciudadanos de cumplir activamente actividades de
formulación, evaluación y control de la gestión pública en todos los sus niveles. Se
incluye en el derecho a petición en el
Artículo 51:
Toda persona tiene derecho de representar o dirigir peticiones ante
cualquier autoridad, funcionario público o funcionaria pública sobre los asuntos
que sean de la competencia de estos y estas, y de obtener oportuna y adecuada
respuesta. Quienes violen este derecho serán sancionados o sancionadas
conforme a la Ley, pudiendo ser destituidos o destituidas del cargo respectivo.
Y como un derecho y expresión de protagonismo ciudadano, en el:
Artículo 62:
Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de participar libremente en
los asuntos públicos, directamente o por medio de sus representantes elegidos o
elegidas.
Se establecen la obligación de rendición de cuentas de parte las autoridades ante
los electores en el artículo 66.
Los electores y electoras tienen derecho a que sus representantes rindan cuentas
públicas, transparentes y periódicas sobre su gestión, de acuerdo con
el programa presentado.
La Carta Magna también la consagra en los principios de responsabilidad,
transparencia y rendición de cuentas; y el derecho a la información oportuna y
veraz de los ciudadanos y ciudadanas en los siguientes artículos: 141, 143 y 315);

Artículo 141:
La administración pública está al servicio de los ciudadanos y ciudadanas y se
fundamenta en los principios de honestidad, participación, celeridad, eficacia,
eficiencia, transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad en el ejercicio de
la función pública, con sometimiento pleno a la ley y al derecho.
Artículo 143:
Los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho a ser informados e informadas
oportuna y verazmente por la administración públicas, sobre el estado de las
actuaciones en que estén directamente interesados e interesadas, y a conocer las
resoluciones definitivas que se adopten sobre el particular.

Artículo 315:
En los presupuestos públicos anuales de gastos, en todos los niveles de gobierno,
se establecerá de manera clara, para cada crédito presupuestario,
el objetivo específico a que esté dirigido, los resultados concretos que se espera
obtener y los funcionarios públicos o funcionarias públicas responsables para el
logro de tales resultados. Éstos se establecerán en términos cuantitativos,
mediante indicadores de desempeño, siempre que ello sea técnicamente posible.
El Poder Ejecutivo, dentro de los seis meses posteriores al vencimiento del
ejercicio anual, presentará a la Asamblea Nacional la rendición de cuentas y el
balance de la ejecución presupuestaria correspondiente a dicho ejercicio.
Y finalmente, determina la inclusión de la ciudadanía en los procesos de
control y evaluación de la gestión local en artículos 168 y 184

Artículo 168:
Los Municipios constituyen la unidad política primaria de la organización nacional,
gozan de personalidad jurídica y autonomía dentro de los límites de la
Constitución y de la ley. La autonomía municipal comprende:
La elección de sus autoridades.
La gestión de las materias de su competencia.
La creación, recaudación e inversión de sus ingresos.
Las actuaciones del Municipio en el ámbito de sus competencias se
cumplirán incorporando la participación ciudadana al proceso de definición y
ejecución de la gestión pública y en el control y evaluación de sus resultados, en
forma efectiva, suficiente y oportuna, conforme la ley.
Los actos de los Municipios no podrán ser impugnados sino ante los
tribunales competentes, de conformidad con la Constitución y la ley.
Artículo 184:
La ley creará mecanismos abiertos y flexibles para que los Estados y los
Municipios descentralicen y transfieran a las comunidades y grupos vecinales
organizados los servicios que éstos gestionen previa demostración de su
capacidad para prestarlos, promoviendo:
La transferencia de servicios en materia de salud, educación,
vivienda, deporte, cultura, programas sociales, ambiente, mantenimiento de áreas
industriales, mantenimiento y conservación de áreas urbanas, prevención y
protección vecinal, construcción de obras y prestación de servicios públicos. A tan
efecto, podrán establecer convenios cuyos contenidos estarán orientados por los
principios de interdependencia, coordinación, cooperación y corresponsabilidad.
La participación de las comunidades y ciudadanos y ciudadanas, a través
de las asociaciones vecinales y organizaciones no gubernamentales, en la
formulación de propuestas de inversión ante las autoridades estadales y
municipales encargadas de la elaboración de los respectivos planes de inversión,
así como en la ejecución, evaluación y control de obras, programas sociales y
servicios públicos en su jurisdicción.
La participación en los procesos económicos estimulando las expresiones
de la economía social, tales como cooperativas, cajas de ahorro, mutuales y otras
formas asociativas.
La participación de los trabajadores y trabajadoras y comunidades en la
gestión de las empresas públicas mediante mecanismos autogestionarios y
cogestionarios.
La creación de organizaciones, cooperativas y empresas comunales de
servicios, como fuentes generadoras de empleo y de bienestar social,
propendiendo a su permanencia mediante el diseño de políticas donde aquellas
tengan participación.
La creación de nuevos sujetos de descentralización a nivel de las
parroquias, las comunidades, los barrios y las vecindades a los fines de garantizar
el principio de la corresponsabilidad en la gestión pública de los gobiernos locales
y estadales y desarrollar procesos autogestionarios y cogestionarios en la
administración y control de los servicios públicos estadales y municipales.
La participación de las comunidades en actividades de acercamiento a los
establecimientos penales y de vinculación de éstos con la población.

Ley orgánica de la administración pública


Esta ley contiene los principios y obligaciones que tiene los funcionarios y
funcionarias al servicio de la administración pública y su relación con los
ciudadanos y ciudadanos. Al mismo tiempo establece los derechos que tienen los
ciudadanos y ciudadanas de acceder a los archivos y registros de la
administración pública.
Se establece que cada órgano y ente de la administración pública deberá
establecer y mantener una página en la Internet sobre su misión, organización,
servicios que presta y el mecanismo de comunicación para todas las personas ya
sea telefónicamente o vía fax o electrónica, consagrando categóricamente el
control social sobre la gestión pública en su artículo 138, de Obligación de
informar a la población de las actividades, servicios, procedimientos y
organización de la Administración Pública, el cual reza textualmente:
Artículo 138
La administración pública nacional, de los estados, de los distritos metropolitanos
y de los municipios deberá establecer sistemas que suministren a la población la
más amplia, oportuna y veraz información sobre sus actividades, con el fin de
ejercer el control social sobre la gestión pública. Cualquier particular puede
solicitar de los órganos y entes de la Administración Pública la información que
desee sobre la actividad de éstos de conformidad con la ley.

La Ley Orgánica de Planificación (2001)


En esta norma queda establecido que los sectores sociales, incluyendo las
contralorías sociales, pueden participar en el desarrollo de los planes y programas
del gobierno, de igual manera, define en forma expresa, el control social en
materia de planificación

Artículo 14:
Se entiende por control social, la participación de los sectores sociales en la
supervisión y evaluación del cumplimiento de las acciones planificadas, y la
proposición de correctivos, cuando se estimen necesarios.
Así como también el derecho a participación ciudadana en ese ámbito funcional

Artículo 58:
Se entiende por participación social, el derecho que tienen los sectores sociales
de estar debidamente informados, de elaborar propuestas, de identificar
prioridades y de recomendar formas de participación que incidan en la
construcción, viabilidad y perfectibilidad de la planificación.
La obligación a promocionar dicha participación por parte de los organismos
oficiales.

Artículo 59
Sin perjuicio de lo dispuesto en la Constitución y en la ley respectiva, los órganos y
entes de la Administración Pública promoverán la participación ciudadana en la
planificación.
A tales fines, las personas podrán, directamente o a través de las
comunidades organizadas o las organizaciones públicas no estatales legalmente
constituidas, presentar propuestas y formular opiniones sobre la planificación de
los órganos y entes de la Administración Pública.
Y la obligación a suministrar información al pueblo

Artículo 60.
Los órganos y entes de la Administración Pública están obligados a suministrar a
los sectores sociales, información amplia y oportuna sobre sus planes de
desarrollo y demás programas y proyectos.
Ley Orgánica de la Contraloría General de la Republica y el Sistema de
Control Fiscal (2001)
En esta norma se establece que los ciudadanos y ciudadanas forman parte
del Sistema Nacional de Control Fiscal, en su función de control de la gestión
pública. Además le brinda da posibilidad de postular a cargos de Contralores
Municipales, Regionales y de auditoría interna en los órganos de la administración
pública, contienen una serie de preceptos bien precisos.
Establece como un derecho, el control ciudadano sobre la gestión pública

Artículo 1:
La presente Ley tiene por objeto regular las funciones de la Contraloría General de
la República, el Sistema Nacional de Control Fiscal y la Participación de los
Ciudadanos en el ejercicio de la función pública.
Determina que los órganos responsables de la función contralora deben fomentar
la participación de los ciudadanos

Artículo 6.
Los órganos que integran el Sistema Nacional de Control Fiscal adoptarán, de
conformidad con la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y
las Leyes, las medidas necesarias para fomentar la participación ciudadana en el
ejercicio del control sobre la gestión pública.
Entre las atribuciones y obligaciones del Contralor General, queda determinado el
fomento de la participación ciudadana en el control de la gestión pública

Artículo 14.
Son atribuciones y obligaciones del Contralor General de la República:
 1. Velar por el cumplimiento de la Ley Orgánica de la Contraloría General
de la República y del Sistema Nacional de Control Fiscal y demás Leyes
relacionadas con esta materia.
 2. Dictar las normas reglamentarias sobre la estructura, organización,
competencia y funcionamiento de las Direcciones y demás dependencias de la
Contraloría.
3. Dictar el Estatuto de Personal de la Contralor ía de conformidad con lo previsto
en esta Ley, y nombrar, remover, destituir y jubilar al personal conforme a dicho
Estatuto y demás normas aplicables.
4. Ejercer la administración de personal y la potestad jerárquica.
5. La administración y disposición de los bienes nacionales adscritos a la
Contraloría.
6. Representar a la Contraloría en el Consejo Moral Republicano.
7. Colaborar con todos los órganos de la Administración Pública, a fin de
coadyuvar al logro de sus objetivos generales.
8. Dirigir la actuación de la Contraloría, con preferencia hacia las áreas de mayor
importancia económica e interés estratégico nacional.
9. Fomentar la participación ciudadana en el ejercicio del control sobre la gestión
pública.
10. Ejercer la rectoría del Sistema Nacional de Control Fiscal.
11. Presentar cada año el proyecto de Presupuesto de Gastos de la Contraloría.
12. Fomentar el carácter profesional y técnico en el ejercicio del control fiscal.
13. Presentar un informe anual ante la Asamblea Nacional, en sesión plenaria, y
los informes que en cualquier momento le sean solicitados por la Asamblea
Nacional.
De igual manera, los ciudadanos son considerados como parte del Sistema de
Control Fiscal

Artículo 24
A los fines de esta Ley, integran el Sistema Nacional de Control Fiscal:
1. Los órganos de control fiscal indicados en el artículo 26 de esta Ley.
2. La Superintendencia Nacional de Auditoría Interna.
3. Las máximas autoridades y los niveles directivos y gerenciales de los órganos y
entidades a los que se refiere el artículo 9, numerales 1 al 11, de la presente Ley.
4. Los ciudadanos, en el ejercicio de su derecho a la participación en la función de
control de la gestión pública.
Parágrafo Único: Constituyen instrumentos del Sistema Nacional de Control Fiscal
las políticas, Leyes, reglamentos, normas, procedimientos e instructivos,
adoptados para salvaguardar los recursos de los entes sujetos a esta Ley; verificar
la exactitud y veracidad de su información financiera y administrativa; promover la
eficiencia, economía y calidad de sus operaciones, y lograr el cumplimiento de su
misión, objetivos y metas, así como los recursos económicos, humanos
y materiales destinados al ejercicio del control.

La participación ciudadana queda definida como un principio rector del Sistema de


Control Fiscal

Artículo 25
El Sistema Nacional de Control Fiscal se regirá por los siguientes principios:
1. La capacidad financiera y la independencia presupuestaria de los órganos
encargados del control fiscal, que le permitan ejercer eficientemente sus
funciones.
2. El apoliticismo partidista de la gestión fiscalizadora en todos los estratos y
niveles del control fiscal.
3. El carácter técnico en el ejercicio del control fiscal.
4. La oportunidad en el ejercicio del control fiscal y en la presentación de
resultados.
5. La economía en el ejercicio del control fiscal, de manera que su costo no
exceda de los beneficios esperados.
6. La celeridad en las actuaciones de control fiscal sin entrabar la gestión de la
Administración Pública.
7. La participación de la ciudadanía en la gestión contralora.
La misma ley determina que el Contralor o Contralora, dicte normas destinadas al
tratamiento de la atención a las iniciativas de la comunidad en el proceso de
participación, las denuncias ciudadanas, la promoción de mecanismos de control
ciudadano en proyectos de alto impacto económico, financiero y social

Artículo 75
El Contralor General de la República, mediante resolución que se publicará en la
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, dictará las normas
destinadas a fomentar la participación de los ciudadanos, haciendo especial
énfasis en los siguientes aspectos:
1. Atender las iniciativas de la comunidad en el proceso de participación
ciudadana en el control fiscal.
2. ordenar, dirigir, sistematizar y evaluar las denuncias ciudadanas.
3. establecer estrategias de promoción de la participación ciudadana para
coadyuvar a la vigilancia de la gestión fiscal.
4. promover mecanismos de control ciudadano en proyectos de alto impacto
económico, financiero y social.
Por último, indica que las comunidades organizadas y las organizaciones
representativas de sectores de la sociedad pueden postular candidatos a los
órganos de control fiscal

Artículo 76
Las comunidades organizadas, así como las organizaciones representativas de
sectores de la sociedad, podrán postular candidatos a titulares de los órganos de
control fiscal de los entes y organismos señalados en los numerales 1 al 11 del
artículo 9 de esta Ley.

Ley de los Consejos Estadales de Planificación y Coordinación de Políticas


Públicas (2002)
Le otorga a tales instancias funciones de evaluación y control de la gestión de
planificación de las agencias estatales
Artículo 9
Las competencias de los Consejos Estadales de Planificación y Coordinación de
Políticas Públicas son las siguientes:
1. Discutir, aprobar y modificar el Plan de Desarrollo Estadal, a propuesta del
Gobernador o Gobernadora, de conformidad con las líneas generales aprobadas
por el Consejo Legislativo Estadal, en el marco del Plan Nacional de Desarrollo y
del correspondiente Plan Nacional de Desarrollo Regional.
2. Establecer y mantener la debida coordinación y cooperación de los distintos
niveles de gobierno nacional, estadal y municipal, en lo atinente al diseño y
ejecución de planes de desarrollo.
3. Evaluar el efecto económico y social del gasto público consolidado en el Estado,
de conformidad con los planes de desarrollo.
4. Evaluar el cumplimiento del Plan de Desarrollo Estadal a través de informes que
deberán ser remitidos al Consejo Legislativo Estadal.
5. Formular recomendaciones y observaciones a los Planes de Desarrollo Local de
acuerdo con los Planes de Desarrollo Estadal.
6. Emitir opinión sobre programas y proyectos presentados al Fondo
Intergubernamental para la Descentralización por el Gobernador o la
Gobernadora.
7. Proponer ante el Consejo Legislativo Estadal la transferencia de competencias y
servicios desde los estados hacia los municipios y comunidades organizadas.
8. Promover, en materia de planificación del desarrollo, la realización de
programas de formación, apoyo y asistencia técnica al recurso humano
institucional y a la comunidad organizada.
9. Dictar su propio Reglamento de Funcionamiento y de Debates.
10. Conocer el informe anual de gestión del Gobernador o Gobernadora.
Las demás que le sean asignadas por ley.

Igual ocurre con la recién mutilada Ley de los Consejos Locales de


Planificación Pública (2002), la cual determina funciones de seguimiento,
evaluación y control a los Consejos Locales de Planificación Pública; ante la
gestión gubernamental de carácter local

Artículo 5
Los Consejos Estadales de Planificación y Coordinación de Políticas Públicas
tendrán su sede en la capital de cada estado, y podrán sesionar en cualquier
municipio de dicho estado, cuando así lo apruebe el Pleno del Consejo.
Ley Orgánica de Poder Público Municipal (2005)
Esta legislación reafirma los derechos de participación en la gestión local, siendo
lo novedoso que quienes cumplan funciones de control social, podrán participar en
formulación y ejecución del presupuesto, de las ordenanzas, de los contenidos de
los informes de gestión y en el desarrollo y ejecución de obras y servicios, ésta ley
se ocupa del tema de la Contraloría Social de una manera amplia. Por ejemplo, las
Juntas Parroquiales desempeñan un papel fundamental. Primero, son las
llamadas a promover los procesos comunitarios de contraloría social

Artículo 37
La parroquia tendrá atribuida facultad expresa para gestionar los asuntos y
procesos siguientes: 
1. Servir como centro de información, producción y promoción de procesos
participativos para la identificación de prioridades presupuestarias. 
2. Promover los principios de corresponsabilidad, protagonismo y participación
ciudadana en la gestión pública municipal. 
3. Promover los servicios y el principio de corresponsabilidad en lo atinente a
la seguridad ciudadana, la protección civil y la defensa integral de la República. 
4. Promover los servicios y políticas dirigidos a la infancia, a la adolescencia, a la
tercera edad y a las personas con discapacidad. 
5. Promover, organizar, coordinar, supervisar y llevar a cabo los procesos
electorales para la elección de los jueces de paz. 
6. Promover procesos comunitarios de contraloría social. 
7. Proteger el ambiente y fortalecer las áreas de los parques naturales, en
coordinación con el ente responsable del parque y conforme a las pautas que le
señalen las autoridades del Municipio. 
8. Velar por el cumplimiento de la limpieza urbana y aseo domiciliario. 
9. Supervisar los servicios de agua potable, electricidad y gas doméstico. 
10. Coadyuvar en el cuidado y mantenimiento de plazas, parques y jardines en la
parroquia. 
11. Inspeccionar la prestación del servicio de transporte público de pasajeros. 
12. El Presidente de la Junta Parroquial podrá celebrar los matrimonios y llevar
el registro de éstos, dentro del ámbito territorial correspondiente, de conformidad
con los parámetros establecidos en el Código Civil. 
13. Auspiciar y promover la masificación deportiva. 
14. Auspiciar y promover las actividades culturales que integren a la comunidad. 
15. Coadyuvar con las administraciones tributarias locales en la gestión de
los tributos, a los efectos de garantizar el cumplimiento de las obligaciones
tributarias y demás deberes formales. 
16. Respaldar a la Sala Técnica del Consejo Local de Planificación Pública en la
elaboración del censo social municipal, conjuntamente con la participación de las
organizaciones vecinales y la sociedad organizada. 
17. Apoyar al Consejo Local de Planificación Pública, en la creación en el ámbito
de su jurisdicción, de la Red de Consejos Comunales y Parroquiales por sector o
vecinal, determinado en la ordenanza respectiva. 
18. Cooperar en la supervisión de la realización de espectáculos públicos, de
conformidad con lo dispuesto en la ordenanza respectiva. 
19. Cooperar con las autoridades locales correspondientes en la gestión de los
servicios de cementerio y mercados municipales y recaudar los derechos fiscales
y tasas previstos en la ordenanza respectiva, cuando se trate de parroquias no
urbanas. 
20. Tramitar las solicitudes de particulares referentes a parcelas de terrenos
municipales y a los servicios sociales. 
21. Las demás que le sean delegadas por el alcalde o alcaldesa, de conformidad
con los instrumentos jurídicos municipales. 
También se encuentran obligadas a brindar la información necesaria a la
ciudadanía sobre la gestión municipal. Por otra parte, esta ley determina que las
alcaldías deben implantar la utilización de la telemática en los sistemas de
información, seguimiento y control de gestión

Artículo 77
La administración pública municipal deberá desarrollar programas de gerencia con
procesos de mejora y formación continua, de elevación de la competencia
funcionarial y de continuidad en el ejercicio de la función pública a los fines del
mejor servicio a los ciudadanos y ciudadanas y la mayor eficacia y eficiencia en la
prestación de los servicios públicos. Igualmente, desarrollará progresivamente la
utilización de la telemática en los sistemas de información, seguimiento y control
de la gestión. 
En materia de rendición de cuentas, la Ley Orgánica de Poder Público
Municipal obliga al alcalde a presentar un informe a las comunidades sobre su
gestión. También indica que el contralor o contralora municipal podrá ser
destituido por la inobservancia reiterada por las comunidades en el ejercicio de la
contraloría social. Pero algo bien trascendente en la Ley Orgánica de Poder
Público Municipal, es el reconocimiento al derecho de los ciudadanos la
participación de los ciudadanos en la gestión local y a organizarse en contralorías
sociales, con el apoyo de la contraloría municipal

Artículo 255
Los efectos de la presente Ley, los derechos de participación en la gestión local se
ejercen mediante actuaciones de los ciudadanos y ciudadanas, y de la sociedad
organizada, a través de sus distintas expresiones, entre otras: 
1. Obteniendo información del programa de gobierno del alcalde o alcaldesa, del
Plan Municipal de Desarrollo, de los mecanismos para la elaboración y discusión
de las ordenanzas, y, en especial, de la formulación y ejecución del presupuesto
local; de la aprobación y ejecución de obras y servicios, de los contenidos del
informe de gestión y de la rendición de cuentas, en términos comprensibles a los
ciudadanos y ciudadanas. 
2. Presentando y discutiendo propuestas comunitarias prioritarias en la
elaboración del presupuesto de inversión de obras y servicios, a cuyo efecto el
gobierno municipal establecerá mecanismos suficientes y oportunos. 
3. Participando en la toma de decisiones, a cuyo efecto las autoridades
municipales generarán mecanismos de negociación, espacios de información
suficiente y necesaria e instancias de evaluación. 

Artículo 259
Los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a organizarse en contralorías
sociales con el objeto del control del gobierno local. 

La Ley Orgánica de Poder Público Municipal, consagra la contraloría social


como un medio de participación popular en el ejercicio de su soberanía. En tal
sentido, la contraloría social es un mecanismo de vigilancia ciudadana sobre el
gobierno

Artículo 272
El control social es un mecanismo a través del cual todo ciudadano y ciudadana,
individual o colectivamente participa en la vigilancia y control de la gestión pública
municipal, en la ejecución de programas, planes y proyectos, en la prestación de
los servicios públicos municipales, así como en la conducta de los funcionarios
públicos, para prevenir, racionalizar y promover correctivos. 
Tiene una expresión organizativa y funciones específicas: tales como: informar al
resto de la ciudadanía de su actividad, presentar informes a las entidades oficiales
y presentar denuncias ante los organismos competentes sobre hechos u
omisiones que afectaren los intereses de la colectividad

Artículo 274
Los ciudadanos y ciudadanas podrán solicitar que, a través de alguno de los
medios de participación previstos en el Municipio, el alcalde o alcaldesa, los
concejales o concejalas y el cuerpo colegiado de las juntas parroquiales rindan
cuenta de una gestión determinada, antes de la finalización de su mandato. 
Establece que las autoridades municipales deben dar la mayor publicidad posible
a sus actos administrativos y de interés general; tales como: proyectos,
licitaciones, contrataciones, y sus costos y otros aspectos relevantes

Artículo 275
Los ciudadanos y ciudadanas y sus organizaciones ejercerán el control social
sobre la gestión municipal. A estos fines, las autoridades municipales deberán dar
la mayor publicidad a los actos de gestión de interés general, tales como
proyectos, licitaciones, contrataciones, costos de las mismas y elementos
relevantes. 

Ejercicio de la Contraloría social

El ejercicio pleno de la contraloría social depende de la acción combinada


del sector público y de la sociedad civil. De ambos actores, se requiere una actitud
positiva. Corresponde al Estado la obligación de garantizar las condiciones
operativas mínimas para que los ciudadanos y sus organizaciones puedan ejercer
este derecho, sin trabas. De allí que, el acceso a la información sobre la gestión
programática de cada entidad oficial tiene que ser fácil y desprovisto de las
interminables "formalidades burocráticas".
En este orden de ideas, las organizaciones no gubernamentales con su
constante actividad crítica, evaluativa y propositiva. En el caso venezolano,
las ONG siempre han estado presentes en distintos campos de actividad pública;
tales como: la salud contra el uso indebido de drogas, los derechos humanos y la
protección de la niñez y la adolescencia, de la mujer y de la tercera edad; entre
otras.
Los gremios y los sindicatos también constituyen mecanismos para el
control de la gestión pública; así como las asociaciones de vecinos y últimamente
un conjunto de nuevas entidades asociativas impulsadas desde el Estado como
los comités de tierras, los comités de salud y las mesas técnicas temáticas
de agua y energía, y los propios consejos comunales; por tan sólo mencionar
algunas.
Todas estas entidades poseen ahora una enorme posibilidad de fortalecer
sus capacidades de incidencia e inclusión en la gestión pública, gracias al marco
legal que ampara y promueve formalmente la contraloría social. Pero esas mismas
entidades asociativas cívicas, requieren de su fortalecimiento institucional y su
preparación técnica para el ejercicio responsable y constructivo de este derecho. Y
que para ejercer una contraloría social efectiva se requiere de una sociedad civil
fuerte, informada y organizada.

Funciones de la Contraloría Social

De conformidad con lo establecido en la Ley de los Consejos Comunales,


las funciones de la Unidad de Contraloría Social son:
 1. Hacer seguimiento a las actividades administrativas y de funcionamiento
ordinario del Consejo Comunal en su conjunto.
 2. Ejercer la coordinación en materia de contraloría social comunitaria.
 3. Ejercer el control, fiscalización y vigilancia de la ejecución del plan de
desarrollo comunitario.
 4. Ejercer el control, fiscalización y vigilancia del proceso de consulta,
planificación, desarrollo, ejecución y seguimiento de los proyectos comunitarios.
 5. Rendir cuenta pública de manera periódica, según lo disponga el
Reglamento de la presente Ley.
Etapas de la Contraloría Social
 Planificación: Definir el objetivo del control, seleccionar los contralores,
elaborar el cronograma de trabajo.
 Capacitación: Entrenarse sobre la naturaleza y funcionamiento de la
institución o proyecto a controlar, leyes pertinentes, métodos de control.
 Observación y Registro: Revisar documentos, visitar el lugar de los hechos,
entrevistarse con quienes ejecutan o son beneficiarios para obtener datos.
 Informes: Responder a preguntas como Que pasa, Como ocurren las
cosas, Quien es el responsable, Para que es necesario investigar y Cuanto es
el dinero que está en juego.
 Denuncias: Son las acciones, peticiones, denuncias o demandas
emprendidas por los contralores para comprobar  lo investigado y que se garantice
que haya sanciones para los responsables.

OFICINAS DE ATENCIÓN AL CIUDADANO

La creación de la Oficina de Atención al Ciudadano está sustentada en la


Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Ley Orgánica de la
Contraloría General de la República y del Sistema Nacional de Control Fiscal,
Normas para Fomentar la participación ciudadana publicada en Gaceta Oficial
38.750 del 20 de agosto del 2007, y Ley de Contrataciones Públicas y su
Reglamento.

El objetivo de la Oficina de Atención Ciudadana es promover la


participación ciudadana; suministrar y ofrecer de forma oportuna, adecuada y
efectiva, la información requerida; apoyar, orientar, recibir y tramitar denuncias,
quejas, reclamos, sugerencias y peticiones; y en general, resolver las solicitudes
formuladas por los ciudadanos.
CONCLUSIONES

La democracia representativa convirtió, durante el período puntofijista, el


principio de la soberanía popular en un mito inalcanzable, dado a que las mayorías
no la podían ejercer directamente, sino que delegaban la misma en los
representantes mediante las elecciones que constituían los órganos estatales.
Aunque se reconocía formalmente que todo poder público dimanaba directa o
indirectamente de la voluntad popular, lo cierto es que los representantes
sustituían a esta. Es en dicho modelo donde el sistema electoral pretendió erigirse
como la única vía de solución a la imposibilidad estructural de la participación
política de las mayorías en la adopción de las decisiones políticas. Sin embargo,
solo garantizó el acceso y rotación de las cúpulas en las instancias de poder
estatal. De este modo, la pérdida de la soberanía minimizó la importancia limitada
que podía tener la democracia formal.

Es en contraste con este modelo, que la implementación de una


democracia real y participativa, donde las decisiones en los asuntos públicos
trascendentales se toman por acuerdo de la mayor parte de la sociedad –con una
debida protección de las minorías-, genera una gran capacidad del pueblo de
decidir sobre los principales asuntos públicos del país. La participación no es
coyuntural, sino que se establece de manera permanente y no excluyente.

El ideal de que el nuevo modelo permita que los procesos participativos se


desarrollen a plenitud, debe posibilitar que en la Venezuela bolivariana el ejercicio
de la soberanía por parte del pueblo, lejos de afectar el proceso de refundación de
la República, se convierta en un instrumento importante y decisivo en el
protagonismo popular. Se impulsará, de esta manera la consolidación del nuevo
Estado, y a su vez, se desterrará al sistema partidocrático en el que se decidían a
espaldas del pueblo los destinos de la sociedad.

Sin embargo, es válido señalar que aún se hace necesario promulgar una
ley de participación ciudadana, que norme las condiciones para el efectivo
funcionamiento de los medios de participación enunciados en el artículo 70, por
ser asuntos de reserva legal, es decir, que su regulación solo puede viabilizarse
mediante una ley. Es acertado reconocer los intentos por aprobar y promulgar un
proyecto desde el año 2001, el que, a pesar de una voluntad política del
gobierno, no se ha concretado más allá de discusiones parlamentarias.

En este proyecto se pretende desarrollar y establecer los procedimientos


para la participación, en los distintos ámbitos del Estado: nacional, estadal,
municipal y local, de acuerdo con lo establecido constitucionalmente, sin perjuicio,
de otros mecanismos de participación que surgirían en el vital proceso de
refundación de la República. Se proponen, además, en cuanto a medios de
participación política directa y protagonismo del pueblo en ejercicio de su
soberanía: las iniciativas legislativas populares, los referendos consultivos,
aprobatorios, abrogatorios, revocatorios, constitucionales, constituyentes, así
como la asamblea de ciudadanos y ciudadanas.

El nuevo modelo democrático-participativo significa el establecimiento del


ejercicio real del gobierno por el pueblo, lo que debe ser valorado como la
transición hacia alternativas más efectivas de desarrollo de la soberanía popular.

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