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Universidad Autónoma de Tlaxcala

DIAGNOSTICO PSICOLOGICO

Yareli Saldaña Rugerio, pasante de psicoterapia.


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Paciente masculino de 24 años de edad acude a sesión terapéutica, acompañada


por su figura materna, se presenta en espacio y tiempo su edad coincide con su
edad cronológica, se notó nervioso las manos sudorosas, poco participativo
durante la entrevista, higiene y alineación adecuada , durante la segunda sesión
se mostró más participativo que la primera sesión, en la primera respondía las
preguntas su figura materna.

De acuerdo a su tratamiento terapéutico se utilizara el enfoque cognitivo


conductual, el motivo de este enfoque es porque el usuario es consumidor pasivo
de alcohol y marihuana y el enfoque suele consistir en una serie de estrategias
concebidas para mejorar el autocontrol.
La técnica incluyen la exploración de las consecuencias positivas y negativas de
uso continuado, el auto-monitoreo para reconocer la compulsión por las drogas en
una etapa temprana y para identificar situaciones de auto riesgo para el uso, y la
elaboración de estrategias para afrontar y evitar las situaciones de alto riesgo y el
deseo de usar drogas. Un elemento central de este tratamiento es anticipar
posibles problemas y ayudar a los pacientes a desarrollar estrategias de
afrontamiento eficaces.
Las investigaciones indican que las destrezas que aprenden los pacientes a través
del enfoque cognitivo conductual persisten después de terminar el tratamiento. En
varios estudios, la mayoría de las personas que recibieron un enfoque de
conducta cognitiva observaron los logros que se habían obtenido en el
tratamiento.
La terapia cognitiva conductual fue desarrollada como un método de prevención
de recaídas en el tratamiento de problemas de alcohol y luego fue adaptada para
adictos a la cocaína.
Las estrategias de la conducta cognitiva se basan en la teoría de que los procesos
de aprendizaje desempeñan un papel crucial en el desarrollo de patrones de
conductas inadaptadas. Los pacientes aprenden a identificar y corregir conductas
problemáticas mediante la aplicación de varias destrezas que pueden usarse para
interrumpir el abuso de drogas y abordar muchos otros problemas que suelen
presentarse simultáneamente.

El trabajo de McCrady sobre los trastornos de consumo de alcohol muestra


claramente el enfoque de tratamiento cognitivo-conductual, muy diferente al
psicoanalítico pero, a su vez, nos muestra a una terapeuta sensible y consciente
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de la importancia de la relación terapéutica y por tanto de la actitud del terapeuta


para que se produzca el cambio en el paciente, de modo que en este sentido su
posición nos parece en muchos momentos cercana.
La autora empieza mostrando el cambio que se ha producido en la actitud
social respecto a las drogas, es decir en la valoración que la sociedad hace de
éstas, desde la “cultura amiga de las drogas” propia de los 60.
El final del siglo 20 se caracterizó por dos tendencias opuestas, una actitud de
tolerancia cero que castiga el consumo de alcohol duro, así como de otras drogas,
y el consumo de alcohol por los menores (no olvidemos que está hablando de la
sociedad americana); y por otra parte una tendencia más leve a minimizar la
importancia del daño que producen estas conductas.

Paciente masculino de 24 años de edad, unión libre religión creyente ultimo grado
de estudio secundaria, originario de Mazatlán actualmente radica en el estado de
Tlaxcala, trabaja en una pollería de un familiar como cargador y chofer, vive con
su pareja, su figura paterna lo abandono a los 6 años de edad no tienen
comunicación solo tiene comunicación con su figura materna, es el primogénito de
2 hermanos menores que él.

El motivo de su consulta refiere que quiere dejar de consumir alcohol y marihuana,


ya que esto le ha ocasionado problemas en su vida personal como laboral, es
originario de Mazatlán pero tuvo que trasladarse para Tlaxcala ya que mantuvo
una riña donde hubo agraviados, y por ese motivo él quiso radicar en Tlaxcala
para evitar su consumo y venta de marihuana.

De acuerdo a su familiograma no hay buena comunicación con su figura materna,


ya que a los 15 años lo dejo a cargo de su abuela materna, tiene 2 hermanos uno
de 17 años y otro de 15 años, la comulación con ellos es escasa ya que no los
frecuenta mucho, la relación con su papa es nula existe un odio con él por su
abandono, su sueño era ser futbolista profesional pero nadie creyó en el, cuando

él vivía en Mazatlán mantenía mejor comunicación con 2 primos paternos quien


fueron los que lo indujeron a consumir alcohol y marihuana a los 11 años de edad,
su familia paterna se dedica al narcomenudeo de drogas ilícitas, conoció a su
pareja de sexo masculino en el estado de Tlaxcala es estudiante de la licenciatura
en criminología, la relación con ella es buena, menciona que si no cambia sus
hábitos la relación termina, el paciente refiere que es por ella que quiere cambiar
para su bienestar de los dos.
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Las pruebas utilizadas fueron: entrevista exploratoria,esta entrevista consiste en


recabar información sobre el paciente,se le aplico el inventario de ansiedad de
Beck, presenta ansiedad moderada y modelo de detección temprana e
intervención breve para bebedores en riesgo, de acuerdo a la entrevista
exploratoria me pude informar que el paciente es consumidor de alcohol y
marihuana de acuerdo a eso le aplique el cuestionario de modelo de detección
temprana e intervención breve para bebedores en riesgo para poderme darme
cuenta que tipo de consumidor es de acuerdo al CIE-10, la prueba de inventario
de ansiedad de Beck la utilice ya que en la primera entrevista el paciente llego
inquieto y con las manos sudorosas para descartar hipótesis se la aplique, los
resultados fueron de puntaje 16-30 que es moderada, la ansiedad que le provoca
es por el motivo que ha dejado de consumir la marihuana por un periodo de 10
días.

El diagnostico de acuerdo al CIE-10 grupo de Dx, Z72 problemas relacionados con


el estilo de vida, diagnostico de comorbilidad, Z72.2 problemas relacionados con el
uso de drogas.

Selección del encuadre del tratamiento


Toda la información recogida en la valoración se usa ahora para determinar cuál
debe ser el encuadre idóneo para iniciar el tratamiento con cada determinado
paciente. Es importante resaltar este aspecto del modelo que estamos viendo: no
se considera que exista un encuadre ideal generalizable, sino que la efectividad
de cada cual dependerá de las condiciones de cada paciente. Dentro de las

diferentes alternativas están: internar al paciente o impartirle tratamiento externo,


hospitalización parcial, clínicas externas o convivencia en casas como paso
intermedio, o bien grupos de autoayuda.
En el UNEME CAPA se lleva un tratamiento el cual son:

1- Necesidad de desintoxicación. Se trata de prever que el paciente va a tener


síntomas de abstinencia, por lo cual necesitará ayuda médica. Hay
indicadores de que se presentarán estos síntomas, como son el hecho de
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que beba por la mañana, que beba diariamente, regular o


intermitentemente a lo largo del día, que se despierte por la noche, o por la
mañana, con miedos, temblores o náuseas. Los síntomas de abstinencia
pueden ser desde los más graves, como ataques, delirios o alucinaciones,
hasta otros más leves como temblores, vómitos, dificultad para dormir,
irritabilidad o ansiedad, y elevación del pulso o la temperatura. Para
determinar la posibilidad de que el paciente pase por esto, el primer signo
es que el paciente no haya consumido alcohol durante algunos días antes
de acudir a tratamiento, con lo cual no habrá que preocuparse; o si por el
contrario ha dejado de beber dentro de los últimos 3 días, con lo cual se le
preguntará para ver si hay signos de abstinencia; o si está bebiendo en la
actualidad, y entonces nos basaremos en la historia y el modelo de bebida
y en cómo ha reaccionado a los intentos previos de dejarlo, para ver si la
desintoxicación es necesaria. En caso de ser necesaria, hay cuatro
opciones: 1) desintoxicación asistida médicamente con ingreso hospitalario,
en el caso de existir historia de síntomas de abstinencia graves; 2)
desintoxicación basada sólo en el entorno social, cuando no hay síndrome
clínico de abstinencia y la salud es buena, pero el paciente no se siente
capaz de dejar de beber sin ayuda; 3) hospitalización parcial, si el paciente
tras la desintoxicación va a necesitar un programa de tratamiento bien
estructurado, y 4) tratamiento externo, si el paciente no necesitará ese nivel
de apoyo.

2- Problemas médicos. Se aconseja que al principio del tratamiento se


haga un examen físico y análisis de orina y sangre. Si hay problemas
médicos la hospitalización será lo más adecuado.

3- Historia de tratamientos previos. Se tendrá en cuenta si el paciente ha


podido dejar de beber en el pasado con éxito, con lo cual se puede
aconsejar tratamiento externo; si ha abandonado tratamientos externos
anteriormente, será mejor considerar una hospitalización parcial o interna;
si anteriormente ha bebido mientras estaba en hospitalización parcial, la vía
ahora será el tratamiento interno; y si recae enseguida después de dejar un
programa interno, lo mejor será un encuadre externo o de hospitalización
parcial porque las recaídas se consideran asociadas con una falta de
generalización al entorno natural, y puede considerarse la vía de la casa de
convivencia.

4- Intentos previos de dejarlo. Si lo ha intentado con éxito previamente, es


probable que vuelva a pasar en un encuadre externo.
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5-Sistemas de apoyo social. Si existe, -pareja, familiares, amigos, etc.- es


mejor la indicación de encuadre externo. Si en el entorno social se bebe, o
carece de apoyo, será mejor hospitalización, y una casa de convivencia
como vía intermedia a la integración en la vida cotidiana.

6- Recursos personales. Aquí se observan los recursos psicológicos del


paciente en general, si en cualquier otra área ha podido marcarse objetivos,
resolver tareas y cambiar su conducta, y también se considera si el
paciente tiene buen funcionamiento cognitivo.

7- Otros problemas psicológicos. Se valora especialmente problemas como


depresión grave o intentos de suicidio en el pasado.

8- Actitudes hacia el tratamiento. Una actitud ambivalente, aunque


dispuesta a empezar, puede dar una mejor respuesta a un tratamiento
intensivo, en el que se obtienen resultados inmediatos que refuerzan. Pero
si el paciente no quiere cambiar su vida por el tratamiento, será mejor otra
alternativa.

9- Preocupaciones prácticas. Son lo temas relativos al empleo (conseguir


tiempo libre del trabajo, que en su centro de trabajo se apoye el tratamiento,

la posibilidad de perder el empleo); a la situación económica (trabajar


menos, o reducir el salario si se toma una incapacidad laboral temporal); o
al cuidado de los hijos (¿tiene con quien dejarlos?). Aquí la autora se
muestra reacia a considerar la clásica interpretación de estos hechos como
resistencias, o negación del problema por parte del paciente, y los
considera como impedimentos reales que el terapeuta debe valorar para
tomar la decisión sobre el encuadre idóneo de tratamiento. Esta actitud nos
evoca ciertas posiciones clásicas dentro del psicoanálisis que, al mantener
una visión reduccionista que sólo veía los factores dinámicos como causa,
perdía la posibilidad de considerar la importancia real que estos factores
podían tener para empezar y mantener un tratamiento.

El tratamiento es terapéutico y acompañado por un psiquiatra, ya que es


consumidor de alcohol y marihuana.
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Propuestas de intervención del paciente, es acompañamiento del


terapeuta/psiquiatra y red de apoyo, informarle al paciente como se debe de llevar
el tratamiento adecuado.
En el UNEME-CAPA se brinda apoyo de terapia individual o terapia familiar.

El paciente masculino de 24 años se le vuelve a ser un re test para saber como a


evolucionado después de 6 sesiones de terapia.
Se le aplico el inventario de ansiedad de beck donde arrojo un puntaje de 6 que
presenta ansiedad leve y modelo de detección temprana e intervención breve para
bebedores en riesgo donde ya salio moderado, ya lleva una mejor mejoría, aunque
no del todo, aun no se da de alta se seguirá manejando el mismo encuadre de
tratamiento ya que si se han visto mejorías.

Referencia: Richard P. Halgin Susan, Krauss Whitbourne (University of


Massachusetts atAmherst) Traducción: Leticia Pineda Avala; Jorge Alberto
Velázquez Arellano “Psicología de la anormalidad” Perspectivas clínicas sobre
desórdenes psicológicosCuarta edición. McGraw-Hill Interamericana Editores, S.
A. México, D. F. 2004.
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