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EsTUD IOs AipLTOOS José Luis Sicre Introduccion al profetismo iblico Qo 14 Miqueas' 1. La persona y la época Miqueas nacis en Moreset (1,1). Probablemente se trata de Moreset- ‘Gat, una aldea de Judé, 35 km al SO de ferusalén. El dato es importante porque nos sitia en un ambiente campesino, en contacto directo con los problemas de los pequefios agricltores, victimas de latifundismo. Por otra ‘parte, Moreset se encuentra rodeada de fortalezas; en un circulo de diez ki- lometros surgen Azeqa, Soco, Adulén, Matesa y Laguis. La presencia de m- litares y foncionarios reales debia de ser frecuente en la zona y, por lo que ‘euenta Miqueas, no muy benéfica. Ademds de los impuestos, es probable ‘que Ilevasen a cabo levas de trabajadores para conducitios a Jerusalén (cf 3,10). Latifundismo, impuestos, robo a mano armada, trabajos forzados, «6 el ambiente que rodea al profeta. De su profesién y estado social nada sabemos. Mientras unos lo consi deran «un hombre del campos (J. M, P. Smith), sun hombre sencillo del campos (Sellin),o incluso lo sitdan een el circulo de pequeiios campesinos * sora de ives: Jncons, The Conceptual Coherence, pp. 16-4 (2002). CComennrlas; Asians (CBL) 2007; ALsato, 1989; Aus 1976; Dassax (SBPC) 1961; fuicen{A0D) 1956; Janson, 2006; R. Kiss (HTBKAT) 1999; Mars (OTL) 1976; eke 1998, Mela, 1971; Nowa, 1903; Oneroncie, 1995; Rubour (AT 13/3) 1975; ]. Mh. Suan (IOC) 19M RL Soars (WBC 32) 1984, Uzscovapen, 2005, Waza, 2007; Woure (@eexI¥/4) 1983; Wore. 1976, srs Ci, cha (1996); Nive, al ibs (2004); Suan, The Specs, aces ‘Jadgeent (2001) 20, Reaonspeshichiche Sen (1997), 231 isvoma me. wovpauro arto y ganaderos oprimidos» (Weiser), Wolff lo juzga un personaje importante, ‘un eancianoe (zagen) preocupado por as injusticias que padecen sus con. iudadanos?, Sus argumentos no resultan apodicticos' y parece preferible ‘mantener fa postura abierta de Rudolph: Miqueas pudo ser un campesino pobre, un trabajador del campo o un propietario‘, La postura de Alfaro, que presenta a Miqueas como «un tedlogo que ha echado su suerte con Jos po: bes de la tiera y se ha convertido en un valiente defensor de los derechos de los oprimidosy?, esta demasiado marcada por Atahualpa Yapanid y le teologfa de la liberacion, El titulo del libro sitda su actividad durante los reinados de Yotdn, Acaz ¥y Bzequias, es decir, entre los afios 740-698 aproximadamente. Sin embar 80, aunque dice que la visién de Miqueas afecta no solo a Jerusalén, sino también a Samaria, no indica ninguno de los reyes contemporineos del Norte. Es dificil saber si Miqueas actué durante Jos reinados de Yotin y ‘Acaz, La injusticia del latifundismo se dia en muchos momentos, y el oréulo contenido en 1,8-16 tampoco ayuela mucho, porque se liscute si el profeta amenaza con un castigo frturo 0 describe una desgracis pasada®, De todas formas, con respecto ala fecha de actividad tenemos algunos datos seguros:1,2-7 da por supuesta la existencia cle Samaria como capital del Norte; nos encontramos, pues, antes del ailo 722, y quizd del 725, cuan- do comenzé su asedio por los asirios. Por otra parte, la tradici6n contenida en Jt 26,18 afirma que Miqueas actué en tiempos de Ezequias”. Por consi guiente, podemos indicar como fecha aproximada de su actividad profética los aftos 727-701. En este contexto es facil enmarcar La referencia al avance del ejército asirio (1,10-16) y el peligro de la invasion (5,4-5). Mayor preci- sign resulta imposible. 2. El mensaje Reconstruir el mensaje de Miqueas es una de las tazeas més diffciles, ya que no sabemos con exactitud qué oréculos proceden de él y cuales de autores posteriores’. Los capitulos finales (6-7) los atribuyen algunos co- Wout Wie vst bichon, (Cf, Nuns Caen, «Micha. Tampoco acepa a teorta de Wolf Wouns Three dai cal Prophet p43. *Runoun, chap. 22 * asi, Jie and Tope, BA * Asi ve calc la diversidad de fechas peopuesas: antes del 721; en 721; anes del 7; en Ty ates dl Dien 7, * Sobre a relucon ence queasy Jeremiah: Han De Fophetens * Walle no iene este problema porque auibuye todo e bo al profes, pei a post sanoesla habia, 232 auras mentaristas a un profeta an6nimo del Norte, «Deuteromiqueasy, pienso que con faz6n, No podemos tenerlos presentes al esbozar el mensaje de aqueas. Los capttulos 4-5 constituyen un problema especial, pero en su re- daceién actual parecen fruto de la época del exo, ‘Si queremos pisar un terreno totalmente seguro debernos limitarnos a Jos tes primeros capitulos. Son ellos, especialmente 2-3, los que presentan ‘4 Miqueas como uno de los grandes defensores de la justicia’. Parten de un hecho muy concreto: la aprapiacién de casas y campos por parte de los po- derosos. ry de los que planeaa maldades {ymaman iniquidades en sus amas! Al amanecer as ejesutan, pporque tienen el poder Codiclan campos y los roban, cases las ocupan, fprimen al vardn con su fail al hombre con su heredad (2,3-2) ero esto pone en marcha un fenémeno més complejo y nos hace des- cubrir la terrible opresion en que vive el pueblo: came de matadeto con que se alimentan las autoridades, Becuchadme, jefes de jacob principes de Irae: {No 08 toca 2 vosottos ccuparos del derecho, ‘osours que odidis el bien y amis el mal? Arvaneils la piel del cuerpo, la carne de los huesos, fs counéis la carne de mi pueblo, lo despelleiis, Je rompéis los huesos, lo cottls como came par a olla o el puchero (3.14). En el ordeulo probablemente més duro acusa a todos los dirigentes de Jerusalén (jefes, sacerdotes, profetas) de construr la prosperidad de la cu- dad a costa de la sangre de los pobres Escuchadme jefes de Jacob, principes de Israel: vosotros que detstis [a justica y toreis el derecho, cedifisis con sangre a Si, a Jerusalén con crimenes, Sus jfesjuzgan por sobomo, sus sacerdotes predican a sueldo, sus profetasadivinan por dinero; Yyenclina se apoyan en el Sefior dciendo: No ertéel Senor en medio de nosotros! No mos sucedera aada malo (3,911) * Un anlsis dete des texoe de Mig 2-9 en Sins, «Can le pbs. pp. 250-292, on condusionea en pp. 308-314, 233 Histon et Novato rmonenco Por eso, aunque el lenguaje de Miqueas es plastica y vivo, haciendo des- fllar ante nosotros a las mujeres expulsadas de sus casas, alos nifios despro- vistos de libertad, a los hombres explotados, lo que més impresiona no son os hechos coneretos, sino la vision de conjunto. Una sociedad divitida en dos grandes bloques: el de los teratenientes, autoridades civilesy militares, jueces, sacerdotes y falsos profetas por una part; frente a ellos, ami pue- blo», victima de toda clase de desmanes. Y llama la atencin el cardcter«re- ligioso» de los opresores, que consideran a Dios de su parte, invecan las grandes tradiciones de Israel y cuentan con el apoyo de ls falsos profetas, Por exo, Miqueas no se enftenta solo a una serie de injusticis, sino a una steologia de Ia opresiéne. Por otra parte, esta forma de actuar y d= ver la ‘vida se encarna en algo muy conereto: Jerusalén, Contando con toda tradi cién y promesa anteriores, con el entusiasmo que manifiestan algunos Sal- ‘mos, el profeta anuncia que sJerusalén serd una ruina, el monte del tempio tun cero de brefase (3,12). 3. Actividad literaria En el libro encontramos algin oriculo intsoducido en primera persona (3,1; 7,1) 0 con posible referencia al autor (7,7); especial interés tienen, ‘unas palabras en [as que Miqueas se presenta como totalmente contrario a los otros profetas (3,5-8). Es posible que dejase algo por escrito, 4, jUn profeta anénimo del Norte en el libro de Miqueas? Ya que el libro se presenta desde el primer momento como uns visién. «sobre Samaria y Jerusalén» (1,1), no tiene nada de extrana que er. la pri- ‘mera parte se condene a Jerusalén (cc. 2-3) y en Ja segunda a Samaria (6-7). Sin embargo, hay diferencias tan notables entre ambas partes que al- _gunos proponen atribuir los dos capftulos finales a un profeta anénimo del Nore, eDeuteromiqueas»”. En cualquier caso, aunque con matices distintos, ce advierte la misma reocupacién por la justcia, Dtigiéndose a Samaria (como queda claro por a mencién de Omi, fundador de la ciudad, y a Ajab, rey del Norte), denun- cia el profeta las injusticias que se cometen especialmente en el comercio: Hl Sefior llama ala ciudad, escuchad,wibu y sus asambleas: {oy a toler la casa del malvado con sus texores injustos, ‘oa sus medidas exiguas € indignantest, * Woune, contra los ricos que se apoderan de las casas y campos de los pobres. Esta amenaza provoca una viva discusiGn ence el profetay sus adversarios (2,6-I1); estos piensan que ‘no deben temer nada malo, porque Dios es bueno y ellos honrados (vv. 6- 7), Pero Miqueas denuncia de nuevo sus pecados (wv. 8-11). Surge aquf por vez primera el tema de los faleos profetas que predicen mentiras einvitan a la buena vida (v1) Sigue una promesa de salvacién (2,12-13) que contrasta enormemente con lo anterior Muchos autores la consideran promesa divina, pero no a través de Mique, sino de un autor posterior, que la inserts en este sitio pa- ra suavizar la dureza de las frases anteriores. Sin embargo, de acuerdo con Van der Woude, Prockach, Aalders, parece preferible poner estas palabras en bboca de los falsos profetas En efecto, 3,1-4 opone a la flsas promesas de * Los 2-5 lose wratado Wacotna, cue rtogedvetsan Foss de interprets, 235 stoma ba uowsansro RoFETCO Jos profetas una nueva amenaza contra las autoridades por su conducta an- tisocal En 3,548 tenemos un enfrentamiento directo de Miqueas con los flsos profetas;esios solo se mueven por inteeses personales, Miqueat se siente leno de valor para denunciar los crimenes y pecados de su pueblo (¥. 8). Precsamente por ello ataca duramente alas autoridadescivilesy religiosas y anuncia un terible castigo a Jerusalén (3,9-12). Estas palabra: debieron {ae impresionar tanto @ contemporineos, que se recordaban un siglo més tarde (cf Je 26,18), En sintess, podemos entender los caps. 2-3 como una see de oréculos pronunciadlos en distintasocasiones, Pero parece prefribleinterpretarios co- mmo el resumen de ua sola intervencién piiblica del profeta en Jerusan, Durante esta actuacion seve interrumpido en dos ocasiones porsus adver. saris (2,6-7;2,12-13) Si los tes primeros capitulos debaten el tema dela justica, 4-5 se en- team en el dela savacion Esta serie de oriculos es atribuida gensralmente a distintos profetas andnimos. Cuando los comentatistas encuentran con- vadieciones son muchas las que hay— se lmitan a asibuir ls distintas promesas a diferentes profetas. Actitud muy cémoda, pero que en ver de cara os problemas de texto, los complica Econjunto resulta mucho mis coherente si intepretamos estos dos capftulos como una discusiénentee Mi- queas y los falsos profetas a propésito de tres temas relacionados con la sal- vacién: yaudndo tendré lugar, jde donde vendrét, sen qué consisiea?® Si recordamos que os fils profes interrumpen dos veces « Miqueas cena primera parte, no debe extaiamos que aqui cura lo mismo en dis- tintas ocasiones, Por otra parte estos capfulos wlizan una sere de marcas formales que invitan a descubrr en ellos un didlogo o discusién, HL primer punto debatido consiste en la contrapesicién ente sos ct mos das» (4,1) yelsaboran (4,95. Para ol profeta, la salvacton cosa fu- tura.Jerusalén, amenazada de muerte en 3,12, ser testaurada por Dios. Pe ro este salvacin no seré inmediata; primero hay que pasat por una etapa de pusifcacion, porque cahora» es momento de dolor (x, 10) y de derrota (1 en con dle on poeta, gus prtendenanidpataaradin (v9.1) ' algunos autores nian toda rlacin enze estan captloe yo profeta Mique, Uk smamente J. Juosias, sMitha 4-5 und die nachelische Propheie, en Kocrim Nas (el), Prophaten Mar... pp. 90.115, Ovoe le stbayen a profes solo algunes oreslon pd: 15.913 (Nowace $l; 4145 4a 30; 59-13 (Desaler) 59-14 (Bel), "Ta idea me la sii el aulo de Woody, sblicah in Dispute with the Fseudo-Pro- het, Us estudio de pe may diva ex Res, Since, 236 9 dogeess Hl segundo punto Ge conflicto es el lugar de donde sald ta salvacion: e¥ td ferusaléns (4,8), «7 ti Belén» (5,1), Frente alos falsos profetas, que la derivan de Jerusalén, Miqueas responde que sera Belén el punto de partida, Como una condena de la capital, como una vuelta al pasado, alos onfgenes de David (algo semejante alo que afirma Is 11,1) EL tercer tema discutido es el contenido de la salvacion: «serie (5,4.6.7:9} Para los falsos profetas tendré un matiz nacionalista, cruel con los demés pueblos (5,4-5.7-8). Para Miqueas se trata de una salvacién sin violencias, benéfica para todos (5,6). Bs verdad que los enemigos de Dios deben ser ‘eliminados. Pero sus principales enemigos no son las potencias extranjeras, sino todos los idolos en los que confian los israelitas: ejércitos, fortalezas, adivinos, falsasdivinidades (5,9-14). Fso es lo que el Senior exterminara Considerando los capitulos de esta manera, se advierte que st conteni- do no es simplemente de oréculos de salvacin. Tratan ese tema. Pero no ‘como promesas incondicionadas, sino sometiéndolo a debate, tirando por tierra concepciones erséneas. De hecho, la iltima palabra que resuene es la {de un juicio purificador. ¥ asf se adverte Ia extrecha relacién de los cinco primeros capitulos de! libro, Al comienzo se anuncia el castigo divino, jus- tificado en 2-3 con la denuncia de una sere de injusticias. La thtima pala- bra de Dios, como ocure frecuentemente en los profetas, no sera de con- dena, sino de salvacién. Pero una salvacion muy distinta de la que et hombre espera, contraria a la que anuncian los falsos profetas. Més cerca- 'na, por su caricter purificador, del juicio que anuncia el capitulo primero. Sila primera parte esta dominada por la teofania y sus consecuencias, €l capitulo 6 nos sitta en el émbito de un juicio. Bl primer oréculo (61-5) convoca a la naturaleza para que asista al pleto de Dios con su pueblo. Los beneficios de Dios, presentados com suave reproche (6,3-5), provocan ta sgenerosidad de fsrael, que intenta agradar a su Sefior. Pero al pueblo solo se le ocurre una manera de acercarse a 6: mediante el culto (6,6-7). El pro- {eta le cecuerda el Ginico camino, el més antiguo ¢ importante: el que pasa ‘por la justciay Ia lealtad (6,89). Y esto falta completamente en Israel, 690-16 contiene un duro ataque contra la ciudad que se ha enriquecido a fuerza de injustcia. Las referencias ‘2 Omri y Ajab (v.16) hacen pensar que se trata de Samaria capital del Reino Norte ¥ 7,1-7 demuestra que también ha desaparecido Ia lealtad; en esta la- ‘mentacién nos dice el profeta que nadie puede fiarse de nadie, ni siquiera de las personas més fntimas, En estas Grcunstancas, le Ginica acttud sensata es confiaren el Sefior y esperar st salvacién, como hace el profeta (7,7) Hasta aqui, el juicio ha seguido ef mismo proceso que advertimos en ‘otros textos proféticos: ante la amenaza cel Seior, el puebio recurre al cul- to; pero Dios no lo acepta como escapatori. La dentincia dela injusticia y 237 apron 921 nomen enorenco de la falta de lealtad sigue justficando el castigo divino. ¥ este se produce, como dan a entender los w. 8-9. Sin embargo, ocurte ua cambio significa. tivo, En el salmo final, el pueblo reconoce su pecado y lo justo del castign (6-10), Entonces Dios puede pronunciar un oréculo de salvacin (10-13), a] «que sigue una splicaconfiada (14-17) y la ceteza del perdén (18-20) 6. Uso de Miqueas en el Nuevo Testamento ‘Tes textos de Miqueas, con valor muy distinto, tuvieron espedal im- portancia para los autores neotestamentarios. EI mas conocido es §,1 («Y ‘td, Belén...»), ctado en Mt 2,6; Jn 7,42, También 7,20, que babla de la fi- delidad de Dios a los antepasados del pueblo de Israel, es recogido en el ‘Magnificat (Le 1,55) y en Rom 15,8. Por dltimo, 7,6, que presenta las di- sensiones familiares como el mayor argumento de la falta de lealtad y de fi- delidad, es citado o recordado en Mt 10,21.35; Mc 13,12 y Le 12,53 para escribir las trigicas consecuencias de la actividad de Jess ‘Ademés de esto, Mt 23,23 alude a Ia importancia capital de la justiciay a misericordia, basindose, sia mencionarlo, en Mig 6,8. "Yancon abuye et oracisn sl profeta judo y Instn on el ceido de Oss ques, profes del Sut demostarta con tle sulted y peeocupacion por el None, 238 — il

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