Está en la página 1de 12

JUAN DIEGO TRIVIÑO

DEI VERBUM -
SOBRE LA DIVINA REVELACIÓN

1. El Santo Concilio, escuchando religiosamente la palabra de Dios y proclamándola confiadamen-


te, hace cuya la frase de San Juan, cuando dice: “Os anunciamos la vida eterna, que estaba en
el Padre y se nos manifestó: lo que hemos visto y oído os lo anunciamos a vosotros, a fin de que
viváis también en comunión con nosotros, y esta comunión nuestra sea con el Padre y con su Hijo
Jesucristo” (1 Jn., 1,2-3). Por tanto siguiendo las huellas de los Concilios Tridentino y Vaticano I,
se propone exponer la doctrina genuina sobre la divina revelación y sobre su transmisión para que
todo el mundo, oyendo, crea el anuncio de la salvación; creyendo, espere, y esperando, ame.

APORTES:
- Este proemio nos relata la intención de fondo que estructurara el resto de numerales, y es un
hilo que estará presente como función rectora, que es la transmición del mensaje de salvación e
pro a aumentar la creencia y la fé.

- Como proemio se expone de manera síntesis un versículo de juan, que promulga la vida eterna
encausada por el manifiesto que el Padre otorga, y que juntos se comulga en comunión con él.

Cómo hay que interpretar la Sagrada Escritura


12. Habiendo, pues, hablando dios en la Sagrada Escritura por hombres y a la manera humana,
para que el intérprete de la Sagrada Escritura comprenda lo que El quiso comunicarnos, debe in-
vestigar con atención lo que pretendieron expresar realmente los hagiógrafos y plugo a Dios mani-
festar con las palabras de ellos.

Para descubrir la intención de los hagiógrafos, entre otras cosas hay que atender a “los géneros lite-
rarios”. Puesto que la verdad se propone y se expresa de maneras diversas en los textos de diverso
género: histórico, profético, poético o en otros géneros literarios. Conviene, además, que el intérprete
investigue el sentido que intentó expresar y expresó el hagiógrafo en cada circunstancia según la
condición de su tiempo y de su cultura, según los géneros literarios usados en su época. Pues para
entender rectamente lo que el autor sagrado quiso afirmar en sus escritos, hay que atender cuidado-
samente tanto a las formas nativas usadas de pensar, de hablar o de narrar vigentes en los tiempos
del hagiógrafo, como a las que en aquella época solían usarse en el trato mutuo de los hombres.

Y como la Sagrada Escritura hay que leerla e interpretarla con el mismo Espíritu con que se escri-
bió para sacar el sentido exacto de los textos sagrados, hay que atender no menos diligentemente
al contenido y a la unidad de toda la Sagrada Escritura, teniendo en cuanta la Tradición viva de toda
la Iglesia y la analogía de la fe. Es deber de los exegetas trabajar según estas reglas para entender
y exponer totalmente el sentido de la Sagrada Escritura, para que, como en un estudio previo, vaya
madurando el juicio de la Iglesia. Por que todo lo que se refiere a la interpretación de la Sagrada Es-
critura, está sometido en última instancia a la Iglesia, que tiene el mandato y el ministerio divino de
conservar y de interpretar la palabra de Dios.

APORTES:
- Este numeral nos supone y expone que la correcta lectura de la sagrada escritura, trae un es-
fuerzo adicional dentro del ámbito de cualquier lectura, pues los generos literarios o la forma en
como se escribía las vidas en los hagiógrafos, maneja un contexto muy distinto al como ahora se
escribe, y el ejercicio de la lectura es entender a fondo las intención del escritor y la manera en
como se expresa a través de la escritura.

- Además de un ejercicio de lectura espcializado en entender los generos literarios de la época,


se propone que la instancia de pormoción final y clave, siempre será la iglesia, pues es acá don-
de en verda se promulga estos hagiógrafos con mayor precisión y espíritu, por lo tanto es total
repsonsabilidad de aquellos que promueven, entender y manejar a fondo los generos literarios
de la sagrado escritura.

LUMEN GENTIUM
1. Cristo es la luz de los pueblos. Por ello este sacrosanto Sínodo, reunido en el Espíritu Santo,
desea ardientemente iluminar a todos los hombres, anunciando el Evangelio a toda criatura (cf. Mc
16,15) con la claridad de Cristo, que resplandece sobre la faz de la Iglesia. Y porque la Iglesia es
en Cristo como un sacramento, o sea signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la uni-
dad de todo el género humano, ella se propone presentar a sus fieles y a todo el mundo con mayor
precisión su naturaleza y su misión universal, abundando en la doctrina de los concilios preceden-
tes. Las condiciones de nuestra época hacen más urgente este deber de la Iglesia, a saber, el que
todos los hombres, que hoy están más íntimamente unidos por múltiples vínculos sociales técnicos
y culturales, consigan también la plena unidad en Cristo.
APORTES:
- Dentro del capítulo de el misterio de Dios, se encuentra este numeral, que establece la importan-
cia de la imagen y promulgación de Cristo, en la iglesia. Pues es Cristo aquel vínculo inmediato
que sumerge la relación entre Dios y el hombre, hasta el punto de que se debe promulga una
verdadera unidad con Cristo y cada hombre, para que estos encuentre en su imagen la veradera
virtud e iluminación que necesita como individuo y como colectivo.

- Además la iglesia debe pretender y mostrarse como la iluminación y salvación de cada pueblo,
que lo guíe y lo aconseje dentro la misma eucaristía, y el mejor vínculo entre lo sagrado y el hom-
bre, es la imagen de Cristo.

SACROSANCTUM CONCILIUM
SOBRE LA SAGRADA LITURGIA
1. Este sacrosanto Concilio se propone acrecentar de día en día entre los fieles la vida cristiana,
adaptar mejor a las necesidades de nuestro tiempo las instituciones que están sujetas a cambio,
promover todo aquello que pueda contribuir a la unión de cuantos creen en Jesucristo y fortalecer
lo que sirve para invitar a todos los hombres al seno de la Iglesia. Por eso cree que le corresponde
de un modo particular proveer a la reforma y al fomento de la Liturgia.

APORTES:
- Esta constitución entiende que los tiempos a los que se enfrentan requieren de cambios, cambio
que pueden necesitar de reformas adecuadas a la actual liturgia, a los actuales procedimientos t
procesos que además de su tradición deben promover loq ue hoy en día se solicita, y es llegar a
una pluralidad de promulgación pues son tiempos diversos.

EL SACROSANTO MISTERIO DE LA EUCARISTÍA - Misterio pascual

47. Nuestro Salvador, en la Última Cena, la noche que le traicionaban, instituyó el Sacrificio Euca-
rístico de su Cuerpo y Sangre, con lo cual iba a perpetuar por los siglos, hasta su vuelta, el Sacrificio
de la Cruz y a confiar a su Esposa, la Iglesia, el Memorial de su Muerte y Resurrección: sacramento
de piedad, signo de unidad, vínculo de caridad, banquete pascual, en el cual se come a Cristo, el
alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la gloria venidera.
APORTES:
- Dentro de la eucaristía es primordial mantener ciertas tradiciones que son parte clave para la
promoción ideológica religiosa, uno de ellos es la salvación, una salvación que permite alejar
en cada persona la preocupación de su gozo y placer que lo pone en duda si es pecado o no,
pero en la eucaristía siempre encuentra una solución de perdón y arrepentimiento, que a su vez
justificaría sus actos, por medio de su presencia en la eucaristía, esto ha sido engranaje clave
para la instauración ideológica de la iglesia, y es mediante comulgar y la confesión que se puede
instaurar la salvación y justificación que otorga Cristo a los fieles.

Participación activa de los fieles

48. Por tanto, la Iglesia, con solícito cuidado, procura que los cristianos no asistan a este mis-
terio de fe como extraños y mudos espectadores, sino que comprendiéndolo bien a través de
los ritos y oraciones, participen conscientes, piadosa y activamente en la acción sagrada, sean
instruidos con la palabra de Dios, se fortalezcan en la mesa del Cuerpo del Señor, den gracias
a Dios, aprendan a ofrecerse a sí mismos al ofrecer la hostia inmaculada no sólo por manos del
sacerdote, sino juntamente con él, se perfeccionen día a día por Cristo mediador en la unión con
Dios y entre sí, para que, finalmente, Dios sea todo en todos.

APORTES:
- Se entiende entonces que la unión entre los fieles y la eucaristía es la parte más importante para
la preservación ideológica, pordemos entender que la presencia de los fieles en la misa, debe
ser de total entrega, pues la iglesia es su lugar de redención, como se dijo antes, su lugar donde
justifican su actuar día a día, y que por medio de sus celebraciones como comulgar, confesión, la
paz, oraciones y ritos, ellos estén a disposicón de entrega y recibimiento espiritual para alcanzar
el arrepentimiento de sus acciones y pecados. Y es esta prosibilidad de redención la que mantei-
ne a los fieles en la eucaristía.

GAUDIUM ET SPES
SOBRE LA IGLESIA EN EL MUNDO ACTUAL
Cristo el hombre nuevo

22. En realidad, el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado. Por-
que Adán, el primer hombre, era figura del que había de venir, es decir, Cristo nuestro Señor, Cristo,
el nuevo Adán, en la misma revelación del misterio del Padre y de su amor, manifiesta plenamente
el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación. Nada extraño, pues, que
todas las verdades hasta aquí expuestas encuentren en Cristo su fuente y su corona.

El que es imagen de Dios invisible (Col 1,15) es también el hombre perfecto, que ha devuelto a la
descendencia de Adán la semejanza divina, deformada por el primer pecado. En él, la naturaleza
humana asumida, no absorbida, ha sido elevada también en nosotros a dignidad sin igual. El Hijo
de Dios con su encarnación se ha unido, en cierto modo, con todo hombre. Trabajó con manos
de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón
de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de los nuestros, semejantes
en todo a nosotros, excepto en el pecado.

Cordero inocente, con la entrega libérrima de su sangre nos mereció la vida. En El Dios nos re-
concilió consigo y con nosotros y nos liberó de la esclavitud del diablo y del pecado, por lo que
cualquiera de nosotros puede decir con el Apóstol: El Hijo de Dios me amó y se entregó a sí mis-
mo por mí (Gal 2,20). Padeciendo por nosotros, nos dio ejemplo para seguir sus pasos y, además
abrió el camino, con cuyo seguimiento la vida y la muerte se santifican y adquieren nuevo sentido.

El hombre cristiano, conformado con la imagen del Hijo, que es el Primogénito entre muchos
hermanos, recibe las primicias del Espíritu (Rom 8,23), las cuales le capacitan para cumplir la
ley nueva del amor. Por medio de este Espíritu, que es prenda de la herencia (Eph 1,14), se
restaura internamente todo el hombre hasta que llegue la redención del cuerpo (Rom 8,23). Si el
Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó a
Cristo Jesús de entre los muertos dará también vida a vuestros cuerpos mortales por virtud de su
Espíritu que habita en vosotros (Rom 8,11). Urgen al cristiano la necesidad y el deber de luchar,
con muchas tribulaciones, contra el demonio, e incluso de padecer la muerte. Pero, asociado al
misterio pascual, configurado con la muerte de Cristo, llegará, corroborado por la esperanza, a la
resurrección.

Esto vale no solamente para los cristianos, sino también para todos los hombres de buena vo-
luntad, en cuyo corazón obra la gracia de modo invisible. Cristo murió por todos, y la vocación
suprema del hombre en realidad es una sola, es decir, la divina. En consecuencia, debemos creer
que el Espíritu Santo ofrece a todos la posibilidad de que, en la forma de sólo Dios conocida, se
asocien a este misterio pascual.

Este es el gran misterio del hombre que la Revelación cristiana esclarece a los fieles. Por Cristo
y en Cristo se ilumina el enigma del dolor y de la muerte, que fuera del Evangelio nos envuelve
en absoluta obscuridad. Cristo resucitó; con su muerte destruyó la muerte y nos dio la vida, para
que, hijos en el Hijo, clamemos en el Espíritu: Abba!,¡Padre!
APORTES:
- El hombre nuevo, el hombre nuevo debería entonces reconocer que su posición en la vida, que
su oportunidad nacer libre de pecado y su oportunidad de perseguir su salvación es por obra y
gracia del sacrificio de Cristo, que su muerte y resurección ha sido fruto y motivo que permea
en cada hombre como una pasión por servir al espiritu y aus vocación divina. El hombre nuevo
nace entonces como aquel que deber econocer su vocación hacia Dios, y si no es cristiano, e
hombre nuevo igualmente debe dar cuenta que su voluntad es divina y que por tanto se debe no
sólo evitar si no curar, aquello que lo torna pecador y corrupto, el hombre nuevo es entonces para
la voluntad de Dios, independientemente de su creencia. Y es Cristo quien le permitió su nueva
vocación y misión.
APRECIACIÓN PERSONAL

EL concilio vaticano II en su total expresión busca entrañarse y profunizar en la doctrina organiza-


cional e insitutcional de la iglesia, buscando en ella sus fallos y virtudes, para así promover solucio-
nes y reformas que permitan su reivindicación y su reposicionamiento en los tiempos que ahora se
enfrenta. Como posición personal, es importante destacar que la iglesia como cualquier institución
que busca su permanencia entre los fieles; busque entre su estructura de implantación ideológico
aquello que la ha permitido prevalecer y formarse como doctrina sagrada de la moral colectiva. Y
destacar que al reconocerse como sistema ideologico, cada punto y engranaje lo resaltan y lo re-
forman, pues su misión como institución independiente de la ideología que transmiten, busca ahora
una ayuda humanitarial general y mundial, que busca en cada hombre independiente de su religión
una iluminación dentro de su penumbra, ya luego se discutirá si esa iluminación es falsa o no, pero
la ayuda prevalece incluso más que en otras instituciones no religiosas, y es mejoría que de esta
misión esten buscando constantemente su adaptación en el mundo contemporáneo.
LOS PAPAS

Léon XIII (1878-1903).


Gioacchino Pecci
Criticó el liberalismo, al tiempo que rechazó el socialismo y la
lucha de clases. Conocido por su encíclica Rerum Novarum.
Poeta y humanista.

Pío X (1903-1914).
Giuseppe Sarto Melchior
Reconocido por su piedad y cercanía alos fieles. También por
manejar un lenguaje sencillo. Condenó las tesis modernistas
dentro de la Iglesia y, sin embargo, apoyó la reforma del Códi-
go de Derecho Canónico y la de la Curia romana, y se posicio-
nó firmemente en contra de la esclavitud.

Benedicto XV (1914-1922).
Giacomo della Chiesa
Aristocrata, se centró en aplacar una violenta “crisis modernis-
ta” en la Iglesia. El Papa de la Paz.
Pío XI (1922-1939).
Achille Ratti
Resolvió la vieja “cuestión romana”. Fue bajo su mandato cuan-
do nació el Estado Vaticano. Primer papa en nombrar obispos
chinos y estuvo particularmente interesado en las misiones.
Condenó al nazismo y al antisemitismo.

Pío XII (1939-1958).


Eugenio Pacelli
Aristocrático, diplomático de carrera. Sus defensores señalan
que muchos judíos italianos se salvaron escondiéndose en
conventos. Acusado de no haber hecho lo suficiente contra el
Holocausto y de no haber hablado abiertamente de la perse-
cución en curso.

Juan XXIII (1958-1963).


Angelo Roncalli
Origen humilde, se convirtió en el hombre de la apertura de la
Iglesia al mundo, y puso en marcha el Segundo Concilio Vati-
cano en 1962. En Italia se lo llamó “el Papá bueno”
Pablo VI (1963-1978).
Giovanni Battista Montini
riticado por su encíclica Humanae Vitae (1968), que decía no
a la anticoncepción, fue malinterpretado a menudo durante el
final de su pontificado.

Juan Pablo I (1978).


Albino Luciani
Tuvo uno de los papados más cortas de la historia: 33 días.
Su estilo directo y sencillez desarmante lo mantuvieron aislado
de la Curia.

Juan Pablo II (1978-2005).


Karol Wojtyla
Conservador en la doctrina y opositor tanto del comunis-
mo como del capitalismo. En 1981 fue herido de gravedad
en un atentado en la Plaza de San Pedro. Se caracterizó por
su carisma y energía y por su gran popularidad entre los jó-
venes, para los que creó la Jornada Mundial de la Juventud.
Benedicto XVI (2005-
2013). Joseph Ratzinger
Fue el primer papa en 700 años que decidió renunciar por pro-
blemas de salud. Durante su mandato como Sumo Pontífice,
siguió la labor de su predecesor, poner especial énfasis en la
purificación de la Iglesia. Su pontificado se caracterizó por
una serie de escándalos y diversos errores de comunicación.

Francisco. (2013- )
Jorge Mario Bergoglio
Ha ganado muchos adeptos ante la sociedad pero también
muchos enemigos dentro y fuera de la iglesia que no les gusta
la manera tan abierta y clara de cómo se dirige hacia ellos.

También podría gustarte