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Metodologia de Los Sondeos Electricos Verticales
Metodologia de Los Sondeos Electricos Verticales
Las determinaciones pueden efectuarse tanto con corriente continua como con corriente alterna.
En este último caso, deben prevenirse dos limitaciones que pueden ser muy severas si las
condiciones experimentales son desfavorables.
Las zonas más convenientes para la determinación de las equipotenciales son: la zona
Intermedia entre los electrodos de corriente y la inmediatamente próxima a uno de los electrodos
(con el otro en infinito), en este caso, debido a la rápida variación del campo puede haber
dificultad en advertir e interpretar las deformaciones de las equipotenciales.
Por otra parte, debido al predominante rol jugado por la posición del electrodo activo respecto de
la heterogeneidad, su mejor detección puede requerir más de un levantamiento con diferente
posición del electrodo.
3.3 FUNDAMENTOS DE LOS SONDEOS ELÉCTRICOS VERTICALES
Los sondeos eléctricos verticales [S.E.V.] constituyen uno de los métodos de campo para
determinar la variación en profundidad de las propiedades eléctricas del subsuelo. Los S.E.V.
consisten en una serie de determinaciones de resistividades aparentes, efectuadas con el mismo
tipo de dispositivo y de separación creciente entre los electrodos de emisión y de recepción.
Los datos de resistividad aparentes obtenidos en cada S.E.V. se representan por medio de curvas,
en función de las d istancias entre electrodos. Las resistividades aparentes ρ se llevan en las
a
ordenadas y en las abscisas las distancias OA = AB / 2. La curva así obtenidas se denomina curva
de S.E.V., curva de campo o curva de resistividad aparente. La finalidad del S.E.V. es averiguar la
distribución vertical de resistividades bajo el punto sondeado. Son útiles en zonas con
estratificación aproximadamente horizontal, en las que las propiedades eléctricas varías
principalmente con la profundidad, más bien que lateralmente.
En 1915, el Dr. Frank Wenner del U.S. Bureau of Standards desarrolló la teoría de este método de
prueba, y la ecuación que lleva su nombre.
En la práctica se puede admitir que la resistividad aparente es, básicamente la de las capas
comprendidas entre la superficie del suelo y la profundidad a la cual la densidad de corriente se
ha reducido a la mitad del valor en superficie, es decir, la profundidad de investigación es “0,75 a
”. El eje del sondeo eléctrico vertical y en consecuencia, de medida de resistividad, se encuentra
en el medio del sistema simétrico compuesto por los cuatro electrodos, entre los dos de potencial.
El principio básico de este método es la inyección de una corriente directa o de baja frecuencia a
través de la tierra entre dos electrodos A y B mientras que el potencial que aparece se mide entre
dos electrodos M y N. Estos electrodos están enterrados en línea recta y a igual separación entre
ellos. La razón V/I es conocida como la resistencia aparente. La resistividad aparente del terreno
es una función de esta resistencia y de la geometría del electrodo.
Se observa esquemáticamente la disposición de los electrodos, en donde la corriente se inyecta a
través de los electrodos exteriores y el potencial se mide a través de los electrodos interiores.
Con este método la resistividad está dada por:
P=2pi*a*R (1)
Donde:
a: Separación entre los electrodos
R: Resistencia del terreno obtenida en la medición
Al utilizar el método de Wenner para la medición de la resistividad del terreno se obtiene un valor
de resistencia, como la relación entre la diferencia de potencial entre los electrodos medios y la
corriente de los electrodos externos. Al variar la separación de los electrodos se obtienen valores
diferentes de resistividad por lo que se denomina resistividad aparente la obtenida en cada
medición, por lo tanto se construyen perfiles de la resistividad aparente vs la separación de los
electrodos y resistividad aparente vs profundidad de exploración.
De los diversos perfiles de resistividad aparente obtenidos, debe pasarse a asumir la resistividad
con que se procederá al diseño. Este valor será necesario para calcular la resistencia de puesta a
tierra y la distribución de potenciales en la superficie del suelo, estos valores a su vez serán los
indicadores fundamentales del comportamiento del sistema de puesta a tierra.
Debido a la no uniformidad del terreno, cuando se mide la resistividad del terreno en un punto,
por cualquier método, el valor que se obtiene es llamado resistividad media o aparente. Por esto
se recomienda hacer varias mediciones en el terreno en diferentes posiciones y después sacar un
promedio de estas para obtener un valor de resistividad más exacto.
Sin embrago como se tienen varios perfiles levantados en las mediciones, se debe obtener uno
que sea representativo del conjunto. Este puede resultar de los promedios aritméticos de los
valores correspondientes a iguales valores de separación de los electrodos.
El método de Schlumberger es una modificación del método de Wenner, que emplea 4 electrodos,
este dispositivo sitúa los electrodos de emisión y medición en línea recta; la variante con respecto
al método de Wenner, está en que la distancia entre los electrodos M y N debe ser mayor a un
tercio de la distancia entre los electrodos de emisión A y B.
La diferencia de potencial (Campo Eléctrico), leída entre los electrodos censores (M y N), es
producida por una corriente eléctrica de naturaleza continua y conocida. Esta corriente se hace
circular por el subsuelo mediante los dos electrodos emisores (A y B), a expensas de una fuente
de energía eléctrica convertidor.
Estos valores de Resistividad Aparente y los valores de la Secuencia de Separación de los
electrodos A y B junto a los valores de un perfil litológico premodelado por comparación, son
introducidos a un programa de computación con lo que se logra la interpretación de los SEV,
consistentes en poder conocer la Potencia (espesor), la Resistividad Verdadera y la Profundidad
de cada unidad geológica proyectada.
Esta resistividad inducida (que indica cambios en las propiedades y características del subsuelo),
es aparente ya que es medida en superficie y no “in situ” en cada cambio litológico ocurrido en
profundidad. Esta resistividad se grafica en papel cuadriculado logarítmico de módulo adecuado
y en función de la separación de los electrodos emisores, se obtiene la denominada Curva de
Campo de Resistividad Aparente.
Las unidades de perfilaje son Laboratorios portátiles que disponen de computadoras para el
registro e interpretación de los perfiles de pozo. De la interpretación de estos perfiles se obtienen
datos de porosidad, contenido de fluidos, y tipos delitologías. Una correcta evaluación se logra
mediante la combinación de los datos obtenidos en los distintos perfiles realizados en el pozos
han desarrollado métodos de medición de resistividad más sofisticados a fin de medir la
resistividad de la zonalavada, Ro, y la resistividad real de la zona virgen. El registro eléctrico
convencional consiste en medir la resistividad de la formación, ofreciendo de esta manera una
herramienta muy importante para el geólogo, geofísico, petrofísico, ingeniero de petróleo y
perforador, ya que permite identificar zonas prospectivas y otras.
Estos perfiles miden las propiedades eléctricas, acústicas y radioactivas de las rocas, proporcionan
información acerca de las propiedades eléctricas de las rocas. Los sensores de la resistividad usan
electrodos o bobinas, los acústicos usan transductores sónicos y los radioactivos emplean
detectores sensibles a la radioactividad. Para tal fin se utilizan distintos instrumentos montados en
una sonda que se baja al pozo mediante un cable-conductor. Este cable de acero normalmente
tiene 7 conductores eléctricos que sirven para alimentar eléctricamente a los equipos de pozo y al
mismo tiempo recibir en superficie los datos leídos por las diferentes sondas. A medida que se va
recogiendo el cable, la sonda va midiendo y las lecturas que son enviadas a superficie a través
delcable, se registran en cintas magnéticas, que posteriormente serán utilizadas para la
interpretación de los datos.
Por lo general, el perfil eléctrico contiene cuatro curvas: Normal Corta (SN) de 16 esta mide la
resistividad de la zona lavada (Rxo), es decir la zona que fue invadida por el filtrado de lodo.
Resistividad
Es un registro inducido. La resistividad es la capacidad que tienen las rocas de oponerse al paso de corriente
eléctrica inducida y es el inverso de la conductividad. La resistividad depende de la sal disuelta en los fluidos
presentes en los poros de las rocas. Proporciona evidencias del contenido de fluidos en las rocas. Si los poros de una
formación contienen agua salada presentará alta conductividad y por lo tanto la resistividad será baja, pero si están
llenos de petróleo o gas presentará baja conductividad y por lo tanto la resistividad será alta. Las rocas compactas
poco porosas como las calizas masivas poseen resistividades altas.
De manera similar al método SEV, se obtienen valores de la resistividad aparente para valores de
R crecientes, lo que se hace habitualmente desplazando el dipolo de potencial y manteniendo fijo
el de corriente por la mayor dificultad de su instalación en condiciones de que sean mínimas las
resistencias de contacto. Por otra parte, no debe descuidarse el que AB y MN puedan considerarse
realmente dipolos.
Mientras que:
En los tres casos. Suelen medirse SD bilaterales o que suele conseguirse con un solo SD
bilateral.
SD Bliateral 2
SD Bilateral 1
Distancia representativa
Los SD deben graficarse de manera similar a los SEV, lo que se consigue representando la en
función de la "distancia representativa", que según el dispositivo será:
SDO: R
SDE: R= AO = OB
SDA: pR
Para aprovechar todo el desarrollo efectuado en el método SEV, resulta conveniente partir de una
expresión del potencial en función de la resistividad Schlumberger y expresar en función de este
parámetro las distintas clases de resistividad de los SED.
3.4 INSTRUMENTAL USADO
Las herramientas de registro sónicas son unos de los instrumentos más utilizados para las
evaluaciones de hoy en día Su uso no se limita a la evaluación de formaciones para la
búsqueda de aceite y gas, sino que se extiende hasta la evaluación de terminación del pozo
así como del diseño del mismo.
Las medidas acústicas se usaron por primera vez en un pozo en 1951 con el objetivo de
determinar las velocidades acústicas de las formaciones, las cuales eran necesarias para convertir
las medidas en tiempo de las señales sísmicas de exploración en medidas de profundidad.
Al poco tiempo se descubrió quelas señales de velocidad podían usarse para determinar la porosidad de las
formaciones.
De esta manera, las herramientas sónicas se convirtieron rápidamente en instrumentación indispensable para la
determinación de presencia y cantidad de hidrocarburos en las formaciones.
Las mediciones acústicas se basan en la transmisión de energía a través de pulsos depresión.
La siguiente generación contaba ya con dos receptores que corrigieron los efectos del lodo,
mientras que la siguiente configuración permitió la mejora de la centralización, lo cual daba
lecturas más precisas y claras sin embargo, el tiempo de viaje de las ondas en la zona “a” no es el
mismo que en el de la zona “b”.
Esta nueva configuración de transmisores y receptores trajo consigo la capacidad de tener una
diferencia de tiempo de registro de igual valor y acoplamiento al diámetro del pozo.
3.4.1 ELECTRODOS DE CORRIENTE Y DE POTENCIAL
Los electrodos de potencial y corriente (C y P) deben clavarse a una profundidad de 50 a 60 cm
aproximadamente, y deben estar firmemente clavados en el suelo y tener un buen contacto con
tierra.
Con el fin de obtener una medida correcta, los tres electrodos deben estar bien alineados y la
distancia entre E y P debe ser un 62% de la distancia entre E y C (Distancia Total, DT). Esta
distancia está basada en la posición teóricamente correcta para medir la resistencia exacta del
electrodo para un suelo de resistividad homogéneo.
La localización del electrodo P es muy importante para medir la resistencia del sistema de puesta
a tierra. La localización debe ser libre de cualquier influencia del sistema de puesta a tierra bajo
medida y del electrodo auxiliar de corriente. La distancia aconsejable entre el electrodo de puesta
a tierra E y el de corriente C es de 20 metros. Para comprobar la exactitud de los resultados y
asegurar que el electrodo bajo prueba está fuera del área de influencia del de corriente, se deberá
cambiar de posición el electrodo de potencial P. La primer medición se hace con el electrodo
auxiliar P a la distancia 0.62 x DT. La medición se debe repetir a las distancias 0.52 x DT y 0.72
x DT.
Si los dos resultados obtenidos no difieren en más de un 10 % con respecto a 0.62 x DT, entonces
el primer resultado será el correcto. En caso de una diferencia superior al 10 % se debe
incrementar la distancia entre el electrodo auxiliar de corriente C y el electrodo de puesta a tierra
bajo prueba E, repitiendo el procedimiento anterior hasta que el valor de resistencia medido se
mantenga casi
invariable.
Se recomienda repetir el proceso variando la posición de los electrodos auxiliares C y). El
resultado final a considerar será el valor medio de los resultados obtenidos. O al menos 90P con
respecto al electrodo de tierra (180
Una excesiva resistencia de los electrodos auxiliares puede impedir que la corriente que debe
pasar por el electrodo de corriente C pase por el mismo o que no se pueda medir el potencial a
través del electrodo potencial P. Muchos equipos de medición cuentan con indicadores que
parpadean si la medida no es válida. Esto puede deberse a un mal contacto con el suelo o por
elevada resistividad del mismo. En estos casos, se recomienda compactar la tierra que rodea a los
electrodos de modo que se eliminen capas de aire entre los mismos y la tierra. Si el problema es
la resistividad, se puede mojar el área alrededor del electrodo, con lo que está disminuirá.
3.4.2 MULTÍMETROS
Un multímetro, también denominado polímetro, tester o multitester, es un instrumento eléctrico
portátil para medir directamente magnitudes eléctricas activas como corrientes y potenciales
(tensiones) o pasivas como resistencias, capacidades y otras. Las medidas pueden realizarse para
corriente continua o alterna y en varios márgenes de medida cada una. Los hay analógicos y
posteriormente se han introducido los digitales cuya función es la misma
El principio del multímetro está en el galvanómetro, un instrumento de precisión utilizado para la
medida de corrientes eléctricas de pequeña intensidad.
El galvanómetro se basa en el giro que experimenta una bobina situada entre los polos de un
potente imán cuando es recorrida por una corriente eléctrica. Los efectos recíprocos imán-bobina
producen un par de fuerzas electrodinámicas, que hace girar la bobina solidariamente con una
aguja indicadora en un cuadrante: el desplazamiento producido es proporcional a la intensidad de
la corriente que circula. El modelo descrito, de imán fijo y bobina móvil, es el más empleado para
la fabricación de amperímetros y voltímetros. Hay también un modelo en el que la bobina es fija
y el imán, móvil y pendiente de un hilo, gira solidariamente con la aguja indicadora.
Existen dos tipos de multímetro:
Multímetro digital: mientras mide las magnitudes, usa circuitos para convertir los valores
digitales y luego se muestran en una pantalla
Multímetro digital: mientras mide las magnitudes, usa circuitos para convertir los valores
digitales y luego se muestran en una pantalla
Multímetro analógico: Mediante el principio de funcionamiento del galvanómetro, la aguja se
mueve sobre una escala graduada.
Multímetro analógico: Mediante el principio de funcionamiento del galvanómetro, la aguja se
mueve sobre una escala graduada.
Multímetro Digital
Multímetro Analógico
3.4.3 CABLES
Un cable incluye un conductor eléctrico, una primera camisa aislante dispuesta adyacente al
conductor eléctrico y que tiene una primera capacitancia inductiva específica relativa, y una
segunda camisa aislante dispuesta adyacente a la primera camisa aislante y que tiene una segunda
capacitancia inductiva específica relativa que es menor que la primera capacitancia inductiva
específica relativa. Un método incluye proporcionar un conductor eléctrico, extruir una primera
camisa aislante que tiene una primera capacitancia inductiva específica relativa sobre el
conductor eléctrico, y extruir una segunda camisa aislante que tiene una segunda capacitancia
inductiva específica relativa sobre el conductor eléctrico, en donde la segunda capacitancia
inductiva específica relativa es menor que la primera capacitancia inductiva específica relativa.
La fuente de poder, por lo tanto, puede describirse como una fuente de tipo eléctrico que logra
transmitir corriente eléctrica por la generación de una diferencia de potencial entre sus bornes. Se
desarrolla en base a una fuente ideal, un concepto contemplado por la teoría de circuitos que
permite describir y entender el comportamiento de las piezas electrónicas y los circuitos reales.
Resulta fundamental mantener limpia a la fuente de poder; caso contrario, el polvo acumulado
impedirá la salida de aire. Al elevarse la temperatura, la fuente puede sufrir un recalentamiento y
quemarse, un inconveniente que la hará dejar de funcionar.
Cabe resaltar que los fallos en la fuente de poder pueden perjudicar a otros elementos de la
computadora, como el caso de la placa madre o la placa de video.
En concreto podemos determinar que existen dos tipos básicos de fuentes de poder. Una de ellas
es la llamada AT (Advanced Technology), que tiene una mayor antigüedad pues data de la década
de los años 80, y luego está la ATX (Advanced Technology Extended).
La ATX, por su parte, podemos decir que es la segunda generación de fuentes para ordenador y
en concreto se diseñó para aquellos que estén dotados con microprocesador Intel Pentium MMX.
Las mismas funciones que su antecesora son las que desarrolla dicha fuente de poder que se
caracteriza por ser de encendido digital, por contar con un interruptor que se dedica a evitar lo
que es el consumo innecesario durante el estado de Stand By y también ofrece la posibilidad de
ser perfectamente apto para lo que son los equipos que están dotados con microprocesadores más
modernos.
3.4.4 TRABAJO DE CAMPO
Instrumentos y herramientas de campo
Para la ejecución de los sondeos eléctricos verticales se necesitó de las siguientes herramientas e
instrumentos:
La labor se inició con un reconocimiento de campo en cada localidad bajo estudio, con el
propósito de observar afloramientos, rasgos característicos de la geomorfología, litologías,
drenaje superficial y topografía. En base a este reconocimiento, se ubicó el emplazamiento de
cada sondeo a realizar en terrenos planos y de poca pendiente.
Se procedió a la instalación del equipo SARIS en el punto central y su respectivo tendido en las
zonas preseleccionadas. Utilizando las cintas métricas se colocaron los electrodos a lo largo de la
línea del sondeo acorde al dispositivo electródico Schlumberger.
En cada uno de los lugares seleccionados para la prospección geofísica se realizó una
comprobación previa de la continuidad lateral de la respuesta eléctrica, ejecutando dos tendidos,
uno principal y otro ortogonal a este de acuerdo a las limitaciones del terreno. Así se corroboró la
congruencia de los datos adquiridos en cada SEV, tal que no se registrarán cambios considerables
del comportamiento eléctrico. Esta tarea contribuyó a establecer los rangos de valores de
resistividad asociados a las unidades litológicas presentes.
Cada uno de los puntos de adquisición de los SEV, se geoposicionaron con el uso de un receptor
GPS y se anotó la dirección azimutal de cada tendido eléctrico. Se ejecutaron en total once (11)
sondeos eléctricos verticales con una configuración electrónica Schlumberger. Se utilizaron
planillas de campo para anotar los valores de los parámetros físicos obtenidos, como resistividad
aparente, potencial espontáneo (SP), diferencia de potencial (V) y corriente transmitida (Txi)
además de la desviación estándar (SD) e información sobre el terreno y ubicación.
El método del Potencial espontáneo es un método pasivo, dado que simplemente medimos un
potencial eléctrico que ya existe de forma natural en el terreno.
Esta imposibilidad de poder modificar ningún parámetro de estudio (i.e. intensidad, frecuencia,
etc.), y por tanto de intentar separar la señal de nuestro interés del resto, conllevará que el registro
de campo obtenido se vea afectado por una gran variedad de potenciales espontáneos, que
perturbarán y enmascararán el potencial de nuestro interés: el potencial electrocinético. Destacar
que el orden de magnitud de estos potenciales en muchas ocasiones son similares al del propio
potencial
electrocinético, que suele ser de algunas decenas de mV.
En consecuencia nuestro primer objetivo será el reconocer cada uno de estos fenómenos
perturbadores, para posteriormente poder filtrarlos de nuestro registro, y quedarnos simplemente
con las variaciones espaciales del potencial
electrocinético.
Aunque comúnmente se denomina “ruido” a todas aquellas anomalías de potencial que no son de
nuestro interés, basándonos en la nomenclatura usada por Corwin, estableceremos una
clasificación de éstos. Así, Corwin distingue entre “error” y “ruido”.
Error: serían todos aquellos errores irreproducibles asociados al propio proceso de adquisición de
datos.
Ruido: serían todos aquellos potenciales generados de forma natural (i.e. corrientes telúricas) o
artificial (i.e. actividad humana), y cuya génesis no está ligada al movimiento del agua en el
terreno.
En el siguiente esquema se intenta resumir la mayoría de los fenómenos que perturban nuestra
señal de campo.
Efecto debido al contacto suelo-electrodo
Si colocamos los electrodos en el terreno, medimos, los extraemos y volvemos a reintroducirlos
para repetir la medición, se observa que generalmente las mediciones han cambiado. En muchos
suelos compactos conductivos, estas variaciones son inferiores de 5 o 10 mV., sin embargo para
suelos secos y resistivos estas variaciones pueden ser de decenas de mV.
Para intentar obtener unas lecturas más consistentes, podemos realizar pequeños agujeros en el
terreno, a fin de llegar a una zona en donde las condiciones sean un poco más estables. En
situaciones de suelo muy seco se puede proceder a verter agua para homogeneizar las
condiciones de medida (Semenov). En este caso deberemos esperar algunas horas, dada la fuerte
deriva en las mediciones producto de la filtración libre del agua (Corwin and Hoover). En
consecuencia solo es aconsejable verter agua en condiciones extremas.
En lo que concierne al grupo de los ruidos, distinguimos entre los que generan un potencial
espontáneo constante o variable en el tiempo.
La detección y filtración de los “ruidos” transitorios pasa previamente por estimar su periodo de
oscilación temporal. Estos periodos de oscilación pueden ir desde menos de un segundo a horas,
días e incluso meses. Los de bajo periodo podrán ser detectados a través de propias medidas
realizadas, sin embargo para los de periodo más grande se precisará de métodos alternativos (i.e.
monitores telúricos), para detectarlos y filtrarlos.
Del conjunto de “ruidos transitorios” destacamos:
Corrientes telúricas
Son aquellos cambios de potencial debidos a las variaciones temporales del campo magnético
terrestre. Las corrientes telúricas son de origen natural y sus variaciones temporales presentan
unos periodos de oscilación comprendidos entre los milisegundos hasta horas (Kaufman and
Keller). Ahora bien, el rango de periodos para los cuales solemos tener la máxima actividad
telúrica es de 10-40 s.
(Corwin and Hoover [25]), con valores de amplitud del orden de algunos mV. Por kilómetro, si
bien en áreas de gran resistividad o en zonas en las que se produce una tormenta magnética,
podemos tener anomalías de decenas e incluso de hasta centenas de mV.
Corrientes eléctricas debido a la actividad humana
Las zonas industrializadas son fuente de grandes variaciones de potencial, en los que la amplitud
de las anomalías puede ser de decenas a centenares de mV /Km
(Corwin).
En cuanto a los “ruidos estables” o con una variación temporal muy lenta, destacamos:
Efecto topográfico
En bastantes casos el gradiente topográfico es fácil de reconocer. A modo de ejemplo tenemos la
figura 14, extraída del trabajo de Ernston and Scherer, en el que los autores descomponen la señal
de campo en tres componentes: efecto topográfico, residual SP (corresponde a las anomalías
debido a la litología) y SP noise (corresponde a la actividad biológica).
Corrosión de elementos metálicos enterrados
La existencia de elementos metálicos enterrados en el terreno (i.e. tuberías metálicas), pueden
generar anomalías de potencial de gran amplitud (algunas centenas de mV.) de signo negativo. En
áreas de actividad humana, es aconsejable un previo reconocimiento mediante técnicas
electromagnéticas para localizar posibles elementos enterrados.
Plano del mapa de Clearwater Dam en el que se muestran la ubicación de los 4 perfiles de
electrodos del potencial espontáneo.
En consecuencia la calidad del estudio dependerá en gran medida de la capacidad que tengamos
de detectar y minimizar todos esos “ruidos” y “errores”, a fin de quedarnos simplemente con las
variaciones del potencial electrocinético.
En general las curvas de campo de la resistividad aparente presentaran variaciones para las
diferentes ubicaciones de los electrodos de medición. Estas variaciones indican una estructura
heterogénea del terreno en estudio. Es posible encontrar curvas de resistividad aparente con
variaciones muy pequeñas en relación a los valores medidos, ver curva 1 en figura 4, en estos
casos podemos presumir que el terreno tiene una estructura homogénea. Desafortunadamente
estos casos son excepcionales.
En 1971 Ghosh propuso un método de de convolución conocido como “filtro digital lineal”
(Koefoed, 1979) a partir del cual fue posible utilizar computadoras para calcular curvas maestras
para sondeos eléctricos verticales tipo Schlumberger y Wenner. El programa sintetiza un perfil
(vertical) de resistividad aparente para un modelo de n -capas en el cual las variables son los
espesores y las resistividades de las mismas. Los modelos generados se comparan con curvas de
campo y se llevan a cabo ajustes tanto a las resistividades como a los espesores de las capas por
medio de un proceso de prueba y error, hasta obtener una correspondencia lo más cercanamente
posible a la curva de campo. Sin embargo, en los casos en que un buen conductor subyace a una
capa resistiva (ρ 1–20 ρ 2) el método de Ghosh produce resultados inexactos debido a la
estructura del filtro, el cual tiene muy pocos coeficientes para evitar la rápida caída en la curva de
resistividad. Para solucionar este problema se han diseñado otro tipo de filtros lineales (p.e.O
´Neill y Merrik, 1984) y ahora los nuevos paquetes de software pueden ser usados con las
condiciones de contraste más extremas. Aunque la mayor parte de los programas soporta modelos
de hasta 25 capas, normalmente no se requieren más de 6 para describir adecuadamente el
subsuelo. Un número mayor de capas incrementa dramáticamente el tiempo requerido para
producir un ajuste aceptable y generalmente, los datos no lo justifican además de que se puede
incurrir en la sobre-interpretación de los mismos. De forma similar al ajuste con curvas maestras,
es recomendable ajustar primero los segmentos de la curva de campo a separaciones de
electrodos más pequeñas y posteriormente ajustar aquellos segmentos correspondientes a
separaciones progresivamente mayores.
Zohdy (1989) desarrolló una técnica para la inversión automática de curvas de SEVs en la cual se
utiliza optimización por mínimos cuadrados. El proceso consiste en ajustar sucesivamente un
modelo inicial hasta que la diferencia entre los datos observados y la curva generada por el
modelo se reduce a un valor mínimo. Una suposición fundamental es que existen tantas capasen
el subsuelo como puntos en la curva de campo y que la resistividad verdadera de cada una de
estas múltiples capas corresponde al valor de la resistividad asociada a cada punto (Figura 18). La
profundidad media asociada inicialmente a cada capa corresponde al valor de la separación
electródica a la que fue medida dicha resistividad multiplicada por una constate. El valor de esta
constante es tal que reduce la diferencia entre las curvas de resistividad calculada y observada a
un mínimo y se determina a partir de un proceso de prueba-error.
Figura 18.- Técnica automática de inversión de un sondeo. (A) Datos observados y estratos
iniciales. (B) ajuste de capas y curva modelo resultante. La diferencia e entre las curvas modelada
y observada se usa para aplicar la corrección c a las capas. (C) El modelo de capas final y curva
teórica generada que resulta ser muy parecida a la curva observada. El modelo inicial se usa para
generar una curva de sondeo sintética que se compara con la curva de campo. Después se lleva a
cabo un proceso iterativo para ajustar las resistividades del modelo mientras se mantienen fijos
los valores de los extremos de la curva. Después de cada iteración se re calcula la curva teórica y
se compara con la curva de campo. Este proceso se repite hasta que la diferencia de la raíz
cuadrática media (RMS) entre las dos curvas alcanza un mínimo (Figura 18).
Existe un buen número de programas de inversión disponibles tanto comercial como
gratuitamente que utilizan esta metodología. Además de los programas de inversión mencionados
existen muchos otros que han sido creados asociados con cierto equipo de campo y también como
desarrollos específicos para la generación de imágenes tomográficas reales (e.g. Shima,
1990;Daily y Owen, 1991; Noel y Xu, 19991; Xu y Noel, 1993). Los paquetes de inversión para
la generación de imágenes están disponibles comercialmente, generalmente relacionados a un
estilo particular de adquisición de datos y/o a un equipo de adquisición particular. El modelado
directo utilizando el método de elemento finito se puede llevar acabo utilizando software
disponible comercialmente. A partir de la utilización de esta técnica se puede calcular la respuesta
eléctrica y desplegar en pseudo-secciones a partir de la comparación con los datos originales.
Este enfoque se usa generalmente para generar geometrías del subsuelo realistas a partir de
modelos estructurales definidos (Figura 19).
3.6.2. CURVAS DE ORELLANA
3.6.3. INTERPRETACIÓN USANDO LAS CURVAS DE ORELLANA
Procedimiento:
1º. Superponemos el primer tramo (la primera subida o bajada) a una de las ramas del GP2.
Calcamos el origen del GP2 y lo rotulamos como 1ª+ (“primera cruz”) y marcamos con una
rayita horizontal la altura que habría alcanzado la curva de campo si hubiera continuado según
vemos en el GP2 (Esta rayita se rotula ρ2 y se llama marca de resistividad).
2º. Vamos a un gráfico auxiliar, el que corresponda según la forma de la primera parte de la curva
de campo (A, Q, H o K). El objetivo es dibujar (a trazos discontinuos) una curva que saliendo de
la 1ª+ termine en la marca de resistividad ρ2.
2ºa) En los gráficos auxiliares Q y H se sitúa la 1ª+ sobre el origen de coordenadas del gráfico
auxiliar y se calca a trazos una de las líneas continuas del gráfico auxiliar, la que vaya hasta la
marca de resistividad ρ2.
2ºb) En los gráficos auxiliares A y K se desliza la 1ª+ sobre el eje vertical del gráfico auxiliar,
hasta que la marca de resistividad ρ2. Coincida con el eje horizontal (arriba) del gráfico auxiliar.
En este momento se calca a trazos una de las líneas continuas del gráfico auxiliar, la que vaya
desde la 1ª+ hasta la marca de resistividad ρ2.
3º. Volvemos al GP2 y repetimos el paso 1º, pero con una limitación: el origen del GP2 debe
situarse a lo largo de la línea de trazos que acabamos de dibujar en el paso 2º. Conseguida la
superposición, marcamos sobre el vegetal lo mismo que en el paso 1º: una cruz (calcamos el
origen de coordenadas) y una raya horizontal (calcamos la altura que hubiera alcanzado la curva
si hubiera continuado). En este caso las rotularemos como 2ª+ y ρ3.
4º Repetimos los pasos 2º y 3º tantas veces como sea necesario, eligiendo el gráfico auxiliar que
corresponda, y rotulando secuencialmente: 3ª+ y ρ4 etc...
5º Volvemos al gráfico de campo (mejor una hoja de papel semilogarítmico limpia) y leemos y
anotamos los resultados:
Ordenada de la 1ª+ es ρ1 (resistividad de la 1ª capa). Altura de las sucesivas marcas de
resistividad (ρ2, ρ3...) serán las resistividades de las capas 2ª, 3ª etc. Abcisa de la 1ª+ es el
espesor de la 1ª capa (E1)
6º Espesores de las capas 2ª y sucesivas: Volvemos a los gráficos auxiliares que hayamos
utilizado (uno, dos o más), situando el vegetal en la misma posición que cuando calcamos la línea
de trazos.
En el primero de ellos ahora aparece la 2ª+; de las líneas de trazos del gráfico auxiliar, seguimos
la que pase por la 2ª+ hasta leer arriba el valor correspondiente, supongamos que fuera 6.
El programa utilizado para encontrar la solución de las 4 curvas de sondeo eléctrico vertical es
elipi2win.
Interpretación de los datos del sondeo:
Los datos para un perfil son tratados como la unidad que representa la estructura geológica del
área estudiada.
El programa ipi2win es capaz de realizar interpretación 1d interactiva e inversión, con una
variedad de arreglos electródicos comúnmente utilizados para secciones verticales con
resistividades comprendidas entre 0,0001 y 10000.el proceso interactivo se resuelve mediante
filtrado lineal. El problema inverso lo resuelve usando una variante del algoritmo de newton para
el mínimo número de capas. Este programa nos permite usar la información a priori que
tengamos sobre resistividades y profundidades, permitiéndonos minimizar el error de ajuste.