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EL MÉTOD O SHERESHEVSKY PARA

PROGRESAR EN AJEDREZ

De jugador de club a maestro

Mijaíl Shereshevsky
© Mijaíl Shereshevsky

Traductor: Manuel Suárez Alba


Diseño de portada: Laura Pruneda González

Todos los derechos reservados

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ÍNDICE

Prólogo 7

Introducción 9

PARTE 1 Perfeccionamiento en ajedrez 17

Capítulo 1 Construcción de un repertorio de aperturas 18


Capítulo 2 Estudiando a los clásicos 87

PARTE 11 Estrategia del final 1 16

Capítulo 3 La centralización del rey 122


Capítulo4 El papel de los peones en el final 128
Capítulo 5 El problema del cambio 1 33
Capítulo 6 El pensamiento esquemático 1 45
Capítulo 7 No apresurarse 166
Capítulo 8 El principio de las dos debilidades 185
Capítulo 9 En lugar de una conclusión 190

PARTE 111 Del siglo XX a l siglo XXI 1 97

Capítulo 1 0 Sobre el estatus de los jugadores de ajedrez 198


y los entrenadores
Capítulo 11 _ Libros de ajedrez 211
Capítulo 12 NAT I 22 1
Capítulo 13 Pereza 228
Capítulo 14 La técnica del cálculo de variantes 234
Capítulo 15 Movimientos resultantes 244
Capítulo 16 El método en ajedrez de losif Dorfman 260
Capítulo 17 Antes de la conclusión 295
Capítulo 18 Conclusión 303

Índice de jugadores 3 17
PRÓLOGO

Conocí a Mijaíl Shereshevsky en Minsk dos de Perfeccionamiento en ajedrez y de


hace casi 30 años, cuando ingresé en el Endgame Strategy, por supuesto revisados
departamento de ajedrez del Instituto de forma exhaustiva con los programas
de Educación Física de la capital de Bielo­ modernos de ordenador.
rrusia. Además de un jugador de ajedrez
bastante fuerte (ganador varias veces de En los años 90, Mijaíl Shereshevsky se re­
los campeonatos de Bielorrusia y de las tiró casi por completo del ajedrez y se de­
Fuerzas Armadas de la URSS, y miembro dicó a los negocios. En esto coincidieron
del equipo nacional de Bielorrusia), Mi­ nuestros caminos en la vida. Sin embargo,
jaíl lzrailevich también era un reputado el ajedrez -lo sé por mí mismo- nunca se
entrenador. Sus mejores alumnos, Alek­ abandona, y hace unos años el famoso
sei Aleksandrov, llaja Kadimova y Elena entrenador empezó a ayudar a jóvenes ta­
Zayats, ganaron el oro y otras medallas lentos. En el año 20 12 organicé el match
en los campeonatos juveniles del mundo por el campeonato del mundo entre Bo­
y de Europa, y en total, Shereshevsky ha ris Gelfand (amigo mío desde los días de
entrenado a siete grandes maestros, ¡en estudiante en Minsk) y Vishy Anand, des­
aquellos años en los que ese título era im­ pués el Memorial Alekhine, y ya en 20 14
portante! fui elegido Presidente de la Federación
Rusa de Ajedrez ( FRA), y un poco más tar­
Desde el punto de vista del siglo XXI, sus de, Vicepresidente de la F I DE.
excelentes libros Mastering the Endgame1
y Endgame Strategy2 ya son considerados La palabra clave con la que fui a las elec­
clásicos, y no es de extrañar que el cam­ ciones de la FRA fue popularización. Mi
peón del mundo, Magnus Carlsen, elogie principal tarea: devolver la popularidad al
los trabajos de Shereshevsky casi 30 años ajedrez, y el interés, que durante mucho
después de su publicación. Es una pena tiempo no ha sido suficiente. Para lograr
que otro de sus libros, The Soviet Chess el resultado deseado se desarrollaron una
Conveyor3, que se convirtió en un éxito de serie de programas y proyectos. Uno de
ventas a principios de los años 90, nunca los resultados más importantes de nuestro
se haya publicado en ruso. Sin embargo, trabajo ha sido la creación de un departa­
ahora esta laguna por fin se verá comple­ mento de ajedrez en el centro educativo
tada: en el nuevo trabajo de Mijaíl lzraile­ para niños «Sirius», en Sochi. La apertura
vich se incluyen fragmentos selecciona- tuvo lugar en un ambiente solemne, en
presencia del Presidente ruso Vladímir Pu­
Nota del Editor. Publicados en castellano con el tin, quien destacó que el país siempre ha
Planincación del nnal, tomos 1 y 2.
título de
apoyado al ajedrez, y el ajedrez al país . . .
2 Nota del Editor. Esa obra no ha sido editada en
castellano.
3 Nota del Traductor. Editado en castellano con el El departamento de ajedrez está super-
título Perfeccionamiento en ajedrez.

7
Prólogo

visado por el decimocuarto campeón En su nueva obra Mijaíl Shereshevsky re­


mundial Vladímir Kramnik: a pesar de que sume su larga experiencia de entrenador,
juega activamente y se mantiene entre los y revela los secretos de su metodología.
mejores jugadores de ajedrez del mundo, Estoy seguro de que este libro será útil
Vladímir dedica su tiempo y energía a los tanto para los entrenadores cualificados
futuros campeones. Ofrecí a Shereshevsky como para los jóvenes ajedrecistas, con el
ingresar en el equipo de entrenadores, y objetivo de obtener mejores resultados.
está realizando un gran trabajo. Logró en­
contrar su lugar en el equipo de colabora­
dores, establecer una buena cooperación
con la administración de «Sirius» y, lo más
importante, proporcionar una prepara­
ción de calidad a los ajedrecistas jóvenes
más capacitados. En cualquier caso, ¡los
resultados de los alumnos de «Sirius» en Andrei Filatov
los últimos campeonatos del mundo y de
Europa infantiles nos han complacido mu­ Presidente de la Federación Rusa de
c ho ! Ajedrez

8
INTRODUCCIÓN

Este libro representa una mirada al trabajo


de un entrenador especializado que dejó
su actividad en el año 1992 y que ahora
vuelve a desempeñarlo.

La idea de escribir este libro surgió en una


conversación personal y pertenece a Mark
Glujovsky. Ya entablamos amistad cuando
era el redactor jefe de la revista 64 y direc­
tor de Chess TV, e impartí unas lecciones
en la televisión ajedrecística a petición
suya. Podemos decir que fue mi primer
regreso al ajedrez activo. Ahora siguen al­
gunas palabras sobre mí .

Inicié mi trabajo de entrenador a los 25


años, en el año 1975, en Minsk, cuando era
maestro. Tenía que dar clases con grupos
variados. Había un grupo de principiantes,
uno de jugadores de tercera categoría,
otro de primera categoría y uno de can­
didatos a maestro. Cada trabajo tiene sus
Mijaíl Shereshevsky
propias características; sin embargo, ense­
guida me convertí en el entrenador de la
selección juvenil de Bielorrusia, y tuve que. Mi primer entrenador, Abo lzrailevich
dejar el trabajo con los principiantes y los Shagalovich, formó a una gran pléyade
jugadores de tercera categoría. Empecé a de ajedrecistas en el Palacio de Pioneros
investigar los métodos de entrenamiento de Minsk, que integraron la selección de
para los jugadores de primera categoría Bielorrusia: V. Kupreichik, A. Kapengut, V.
y candidatos a maestro, y advertí que no Didishko, E. Mochalov, S. Begun, T. Golo­
existían. Los grandes maestros y maestros vei, V. Litvinov, G. Archakov. Era una per­
de aquella época, cuando eran jóvenes, se sona educada y con talento, un maestro,
perfeccionaron por sí solos, como pudie­ un jugador fuerte aunque, según los es­
ron. Con frecuencia, a través de los libros tándares actuales, era un amateur. Amaba
y en grupos de compañeros con talento, el ajedrez, logró inculcar este amor a sus
siguiendo el método de ensayo y error. Yo alumnos, pero no poseía una metodología
no fui una excepción. de enseñanza profesional.

9
Introducción

Cuando era un estudiante, y con poco di­ Maestro, Vladímir llich Lenin, jugaba muy
nero, trabajé a tiempo parcial en el Palacio bien al ajedrez, con la fuerza de un juga­
de Pioneros y acudí a las clases de Shaga­ dor de primera categoría. Así era: él des­
lovich, para aprender a enseñar a princi­ preciaba a los ajedrecistas del tipo de Fima
piantes y jugadores de tercera categoría. Revzin. Los llamaba «empiristas rastreros»,
Uno de sus monólogos, improvisado, lo lo que equivale a «arrastrarse».
puedo reproducir casi textualmente. En el
tablero mural reproducía una partida del Todo esto lo decía en un tono absoluta­
match con los jóvenes ajedrecistas de Mo­ mente serio, y mi preocupación principal
lodechno, en la que el jugador de segunda era no reírme en voz alta y resbalar debajo
categoría del Palacio de Pioneros de Min­ de la mesa por la risa, aunque yo me sen­
sk, Fima Revzin, no advirtió un mate en taba detrás de todos, y los niños no me
dos jugadas, y como resultado perdió la veían. Más tarde busqué en un diccionario
partida. Monólogo de Shagalovich: filosófico y encontré que a un grupo de
opositores que no entraban en la esencia
- ¡En esta posición Fima no dio mate en de los hechos, en opinión de Lenin, los de­
dos jugadas! ¿Pero cómo pudo hacer eso? nominó «empiristas rastreros».
Después de todo, ¡ha empezado a jugar
al balonmano! (Cabe señalar que a Abo No obstante, volvamos al método de en­
/zrailevich no le gustaba mucho que los aje­ trenamiento para los jugadores de prime­
drecistas combinaran el ajedrez con otro ra categoría y candidatos a maestro. Mi
tipo de actividades. Por lo general, el asun ­ siguiente entrenador fue lsaak Efremo­
to terminaba en perjuicio del ajedrez.) Por vich Boleslavsky. ¡Era un superclase! Gran
supuesto, ¡en el estadio hay que apretar maestro de categoría mundial, entrenador
los talones! Pero cuál es la diferencia; ¿en de la selección de la URSS y de campeo­
cuánto tiempo corre un hombre moder­ nes del mundo. Todos los que tuvieron la
no los 100 metros, en 1 O segundos, 11 o suerte de formar parte de la selección de
13? ¡Si puedes tomar un avión y volar a mil Bielorrusia y trabajaron con él, pudieron
metros por segundo! He escuchado en la aprender mucho por sí mismos. ¡Pero no
radio que Mohammed Ali, llamado tam­ había un sistema! Trabajamos en el análisis
bién Cassius Clay, pronto golpeará en la de las aperturas y en su conexión con el
cara a su compatriota... medio juego, y también en el análisis de
las partidas jugadas.
Niños gritando:
Por supuesto, la comprensión del juego de
¡Joe Frazier! l. Boleslavsky era colosal, su capacidad de
análisis única, su visión combinatoria era
- ¡Correcto, Frazier! Y usted sabe que el aguda, pero el que tiene oídos tiene que
presidente de la primera federación de escuchar. Nadie te da nada «masticado»
ajedrez de la URSS fue Nikolai Vasilievich y te lo mete en la boca. En especial no se
Krilenko, presidente del Consejo de Comi­ ocupaba nada del final de partida, solo
sarios del Pueblo4• ¿Y en qué puede con­ cuando se analizaban las partidas jugadas
vertirse, en su opinión, Cassius Clay? ¡Solo o los aplazamientos. En esa época había
en presidente del partido de los cabrones! algunos manuales ineficaces, escritos por
Quiero recordarle que nuestro gran Líder y personas que no trabajaron como entre­
nadores, o que trabajaron y no lograron
4 Nota del Autor: En realidad, N. Krilenko fue ningún resultado. En general, los entrena­
miembro del Consejo de Comisarios del Pueblo, dores interesados en su trabajo tuvieron
pero no su presidente.

10
Introducción

que desarrollar por sí mismos una meto­ cios para eliminar los defectos en el juego,
dología. fueron temas que ni siquiera discutimos
específicamente. Sin duda, es necesario
Es importante tener en cuenta que, por re­ el estudio de la apertura y su conexión
gla general, no vas a trabajar con un Boris con el medio juego. Este trabajo, familiar
Gelfand o un Vasya lvanchuk, cuyo talento para la mayoría de los ajedrecistas y entre­
es notable desde el primer instante, por­ nadores, es interminable, puedes hacerlo
que ningún trabajo de entrenamiento, in­ toda la vida. Solo es suficiente salir de la
cluso uno deficiente, puede estropearlos o apertura con una posición excelente y
frenarlos. Pero sí puede pasar con jóvenes después empezar a «descoserla» para que
inteligentes con ciertas habilidades para la sensación de una buena preparación
el ajedrez, cuyo descubrimiento no es tan de la apertura se desvanezca. La calidad
evidente, y depende en gran medida de de la preparación de la apertura es muy
un sistema correcto de estudio y entrena­ importante a un nivel elevado, cuando el
miento. resto de los componentes del jugador son
comparables, como el servicio en el tenis.
Quiero señalar que el crecimiento de la Sin embargo, primero debes aprender a
fuerza de un joven ajedrecista es irregu­ jugar, o lo que es lo mismo: entrenar ade­
lar y no se asemeja a un gráfico plano y cuadamente. En la literatura de ajedrez so­
progresivo. Aquí es bastante apropiado viética se halla el libro autobiográfico es­
recordar la ley de la dialéctica sobre la crito por el gran maestro Aleksandr Kotov
transición entre la cantidad de trabajo Piense como un Gran Maestro 5, que aborda
bien planificado y la calidad del trabajo el proceso real de entrenamiento del cál­
racionalmente real izado. El trabajo bien culo de variantes. Nos referiremos a él en
planificado y racionalmente realizado, de este libro. Pero el creador del método de
hecho, es cualitativo, sin embargo el salto entrenamiento ajedrecístico basado en la
siempre ocurre inesperadamente. A me­ implementación de diversos ejercicios, di­
nudo, los jugadores de ajedrez, a primera rigidos a reducir las deficiencias del juego
vista, recuerdan a los «patitos feos» que se del ajedrecista, es el entrenador emérito
convierten en «cisnes blancos» que igua­ de la URSS Mark Dvoretsky.
lan o incluso superan a sus compañeros
con cualidades aparentemente superio­ Los resultados del método de Dvoretsky
res. Simplemente el desarrollo del orga­ son bien conocidos. Dicen que la historia,
nismo y la formación de la personalidad incluida la del ajedrez, no soporta el modo
avanzan a ritmos diferentes en cada joven. subjuntivo. Estoy convencido de que ni
Artur Yussupow, ni Sergei Dolmatov, ni
De esa manera llegamos a lo más impor­ muchos otros de sus alumnos, podrían ha­
tante. El entrenador debe planificar su tra­ ber obtenido tales resultados en el ajedrez
bajo y empezar a entrenar. ¿Cómo? Para la si no hubieran accedido a su debido tiem­
mayoría de los entrenadores de la época po a Dvoretsky, y el ejemplo inverso con
el proceso de entrenamiento comprendía Valery Chejov lo confirma, aunque es cier­
el estudio de las aperturas, el análisis de to que es imposible verificarlo. Además,
la teoría moderna de aperturas, así como quiero señalar que Mark Dvoretsky sabe
el análisis de las partidas jugadas. Desde sacar a la luz las debilidades humanas de
luego esto es lo que realizamos con l. E. sus alumnos en el juego de torneo y sabe
Boleslavsky, solo que a un nivel muy ele­
vado. Los clásicos, el final, la técnica del 5 Nota del Traductor. Su traducción literal del
cálculo de variantes, la selección de ejerci- ruso sería Secretos del pensamiento del ajedrecis­
ta.
11
Introducción

Kramatorks, año 1 989. En el campeonato nacional juvenil los equipos de Bielorrusia tuvieron un
gran éxito: las chicas ocuparon el segundo lugar, y los muchachos el tercero.
Sentados: Sagalchik, Gelfand, Gerasimovich, Levitan, Zayats, Smirin.
De pie: Atlas, Aleksandrov, y los entrenadores: Kapengut, Shereshevsky, Mochalov, Raisky

seleccionar un conjunto de ejercicios para a los que había que ayudar a alcanzar el
eliminar uno u otro defecto. Y ese es el nivel de maestro. Además, Dvoretsky po­
pilotaje supremo de la maestría de un en­ día permitirse trabajar con no más de tres
trenador. Tuve la fortuna de que durante alumnos a la vez, en casa y en el momen­
uno de los torneos de la primera liga del to que le parecía conveniente. Por el con­
campeonato de la Unión Soviética, cele­ trario, un entrenador de niños tenía que
brado en Minsk, Dvoretsky me propusiera ocuparse de varios grupos de al menos
que fuera su ayudante. Mi relación con él seis alumnos cada uno. Aparte de asistir a
me ha proporcionado grandes beneficios. consejos de profesores, redactar informes
Conocí sus métodos de trabajo, sobre los innecesarios que no tenían relación con el
que ahora se han escrito muchos libros. trabajo, también tenía que hacer de árbi­
Mi libro Estrategia del final no hubiera sido tro en las competiciones. El tiempo que
posible sin la influencia de este notable quedaba para la preparación y la creativi­
especialista. dad era escaso.

Regresemos a la creación de métodos Me detendré en mi metodología, con la


propios de los entrenadores de finales que preparé a tres campeones de la URSS
del siglo XX. Dvoretsky se ocupaba de ju­ de chicos y chicas, que más tarde ganaron
gadores jóvenes con un nivel de maestro los Campeonatos del Mundo y de Europa.
soviético, mientras que un entrenador ha­ Son Aleksei Aleksandrov, Elena Zayats e
bitual tenía que trabajar con jugadores de llaja Kadimova. Todos ellos se convirtieron
primera categoría o candidatos a maestro, en grandes maestros, as. í como otros cua-

12
Introducción

tro alumnos míos. Recordaré que entonces un jugador que no ha definido su estilo.
los campeonatos de la URSS, de Europa y Es necesario enseñarle mucho. Por regla
del Mundo, no abarcaban los años 8, 1 O, general, es necesario completar en poco
12, etc., sino que solo existía la categoría tiempo su alfabetización ajedrecística. En
absoluta hasta 20 años, y la de «cadetes» mi época la situación era exactamente
hasta 16 años. Y todos mis alumnos acu­ esa. Ahora, como pude comprobar obser­
dieron a mí como jugadores «bisoños» de vando el campeonato juvenil de Rusia, la
primera categoría o candidatos a maestro. situación no ha cambiado para mejor. Lo
mismo que tú no tienes claro el estilo de
El perfeccionamiento de un jugador de juego de un futuro gran maestro, ni él mis­
ajedrez se compone de varios aspectos, mo conoce sus gustos e inclinaciones en
pero se pueden mencionar como princi­ el ajedrez, sin embargo, es necesario par­
pales la teoría, la práctica y los ejercicios ticipar en torneos, y entonces la conjetura
de entrenamiento. El concepto de «teoría» «¿se sentirá cómodo con esta o aquella
es mucho más amplio que el estudio de apertura?» es solo una pérdida de tiempo.
las aperturas. Este concepto, además de Los requisitos para el repertorio de aper­
la creación de un repertorio de aperturas, turas de los jugadores que yo entrenaba
incluye el conocimiento de los clásicos, la eran los siguientes:
lectura y el estudio de libros «sensatos» y
colecciones de torneos, el estudio de los 1) El repertorio de aperturas debe ser só­
principios del juego en el final y la me­ lido, con unos fundamentos posicionales
morización de posiciones precisas, una sanos; activo, pero no demasiado agresivo.
gran variedad de técnicas estratégicas
y tácticas en el medio juego, el análisis 2) En el repertorio no debería haber aper­
de las partidas jugadas, y muchas cosas turas o variantes notoriamente «decaden­
más. Con la práctica es mucho más fácil. tes», que cuando el ajedrecista progrese y,
Para mejorar, el ajedrecista debe jugar. En en consecuencia, crezca la fuerza de sus
primer lugar están las partidas de torneo rivales, tenga que ser tarde o temprano
con un control de tiempo «largo». Las par­ «liquidada». Son aquellas que conducen
tidas rápidas y de blitz se pueden utilizar a posiciones significativamente peores
con moderación, para entrenar y practicar y ofrecen una seria ventaja al adversa­
ciertas habilidades en el juego. rio al inicio del juego. Por ejemplo, para
las negras en respuesta a 1 e4 la defensa
Los ejercicios de entrenamiento son el Alekhine, la defensa Escandinava, la de­
tipo de trabajo ajedrecístico que depen­ fensa Philidor, etc. Con ellas el ajedrecista
de especialmente del entrenador. Si bien terminará inevitablemente en «bancarro­
para la «teoría» en muchos temas es posi­ ta», y tendrá que aprender nuevas aper­
ble realizar clases introductorias y asignar turas partiendo de cero, aunque existe la
tareas para el trabajo individual, los ejerci­ tentación de obtener éxitos inmediatos en
cios de entrenamiento, en muchos casos, las partidas con oponentes menos cualifi­
son imposibles sin un entrenador. Con cados.
frecuencia las posiciones con una tarea
determinada deben desarrollarse con el 3) La apertura no debe conducir a desviar
reloj y el entrenador. el juego hacia diversas «tabiyas» estra­
tégicas. Es incorrecto enseñar a un joven
Cuando inicias el trabajo con un jugador ajedrecista a jugar con blancas 1 l2Jf3, 2
de primera categoría o candidato a maes­ g3, 3 !g2, 4 0-0, 5 d3, 6 l2Jbd2, 7 e4 para
tro, de 1 O a 14 años, estás tratando con todas las ocasiones. O bien 1 l2Jf3, 2 c4, 3

13
Introducción

g3, 4 ig2, 5 0-0. Entonces su comprensión


ajedrecística no se desarrollará en su tota­
lidad. En sus partidas surgirá un rango de
posiciones demasiado pobres y limitadas
en su contenido estratégico. Si quieres
que juegue posiciones cerradas, entonces
invítale a jugar 1 d4, 2 c4 y al principio es
preferible 3 l2Jc3, pero no 3 l2Jf3.

4) Lo principal. El repertorio de aperturas


debe establecerse de tal manera que no
sea necesario revisarlo al menos en un
año, y limitarlo solo al análisis de las par­
tidas jugadas.

Cuando tus alumnos se conviertan en


maestros y grandes maestros, constru­
yan un estilo de juego y que sus gustos
ajedrecísticos sean estables; ellos podrán
cambiar el repertorio de aperturas diame­
tralmente. Por eso, que les enseñes ahora
a jugar contra 1 e2-e4 la apertura Españo­
la, la Siciliana, la Caro-Kann o la defensa Australia, año 1988. Abrazando cariñosamen­
Francesa, no tiene especial importancia. te a un koala
Lo importante es orientarles a una sólida
lucha posicional. La tarea más importante nicación entre entrenadores se llevaba a
es comenzar a aprender el juego en toda cabo en los diversos torneos de ajedrez y
su diversidad, y acceder a la apertura de en las sesiones de las escuelas de ajedrez.
una manera racional, pero no primitiva. Me complace recordar la comunicación
en las competiciones juveniles con unos
En mi época los entrenadores con una excelentes entrenadores, que crearon su
práctica activa y de éxito no estaban muy propio método de enseñanza en Rusia: el
dispuestos a compartir con nadie los se­ gran maestro Aleksandr Nikolaievich Pan­
cretos de su trabajo. Aquellos que no po­ chenko y el filósofo-investigador del aje­
nían tanto énfasis en estudiar la apertura, drez Viacheslav Andreievich Chebanenko.
en la conexión de la apertura con el medio Por desgracia, ya no están con nosotros.
juego, o en el análisis de las partidas juga­ ¡Permanecen en la memoria!
das, sino en otros métodos de perfeccio­
namiento ajedrecístico, eran los menos. Tomé parte en el trabajo con las escuelas
Se puede leer algo sobre este tema en de las sociedades deportivas « Burevest­
contados artículos de las revistas de aje­ nik» y «Lokomotiv», donde se realizó un
drez. Sin embargo, no recuerdo que haya interesante trabajo creativo bajo la direc­
un libro dedicado a este tema, escrito por ción de Dvoretsky, aunque fueron más
entrenadores-jugadores, antes del año bien episodios esporádicos que una prác­
1999 He leído o he mirado no menos del tica constante.
95% de la literatura ajedrecística editada
en la URSS. Los trabajos de Dvoretsky fue­ En el año 1990 acepté una oferta de la
ron publicados posteriormente. La comu- Federación Búlgara de Ajedrez, y traba-

14
Introducción

jé en Sofía durante dos años. Una de las castellano fue Perfeccionamiento en aje­
principales razones fue el deseo de sacar drez, y en inglés The Chess Soviet Conveyor.
a mi familia de Minsk, ya que en el año Ermenkov me convenció de que para una
1 986 se produjo la tragedia de Chernóbil, persona de habla inglesa la palabra «Me­
y para los simples mortales era imposible todología» era sinónimo de aburrimiento,
comprender la imagen real de la contami­ y tuvimos que pensar en algo más sonoro
nación por radiación. En esa época se pro­ para el oído inglés.
dujo en Bulgaria su propia «perestroika».
Pronto colapsó la Unión Soviética. Llega­ Ceo que la esencia de la metodología ex­
ron los «difíciles» años 90, y dejó de haber puesta en un libro que ya tiene veinte años
dinero para el trabajo ajedrecístico tanto sigue vigente hoy. Las correcciones reali­
en Bulgaria como en Bielorrusia. En el año zadas con la ayuda del ordenador lo han
1994, siendo maestro internacional con rejuvenecido. En la primera parte de este
un coeficiente de gran maestro, jugué mi nuevo libro cito capítulos de Perfecciona­
última partida de torneo y decidí abando­ miento en ajedrez, los que se refieren a la
nar el ajedrez. A petición del presidente construcción de un repertorio de apertu­
de la Federación Búlgara de Ajedrez, Mijaíl ras y al estudio de los clásicos. La segunda
lliev, en el año 2001 fui entrenador-selec­ parte del libro es un concentrado de End­
cionador del equipo nacional en el cam­ game Strategy, donde se pone el acento,
peonato de Europa, y el año 2002 en la con un cambio en la presentación del ma­
última Olimpiada de ajedrez que ganó el terial y una serie de nuevos ejemplos, en el
equipo de Rusia, aunque desde entonces estudio de los principios primordiales de
no he entrenado a nadie individualmente. los finales de partida más complejos. En la
tercera parte del libro se expone la visión
El año 1992 escribí un libro que describía del autor sobre los enormes cambios que
los métodos de mi trabajo. Estaba dirigido han tenido lugar en el ajedrez y en el tra­
a jugadores de primera categoría o can­ bajo de entrenamiento durante el último
didatos a maestro para que alcanzaran el cuarto de siglo.
nivel de un maestro internacional o gran
maestro. En el libro se describe cómo y Para terminar, me gustaría añadir que el
con qué consecuencias entrenaba a esos ajedrez es multifacético, y que se pueden
ajedrecistas. Como en aquella época en crear infinidad de diversos ejercicios es­
Rusia a los autores casi no se les pagaba tratégicos, tácticos, teóricos y prácticos.
por escribir libros, y las editoriales extran­ Se puede utilizar el viejo programa de V.
jeras te daban un insuficiente porcentaje E. Golenischev, modernizado por V. lvanov
por tu trabajo, decidí publicar este libro en y editado por el brillante periodista llya
inglés y español por mi propia cuenta (Per­ Odessky, y dar clases con él, o con algún
gamon Press, por Endgame Strategy, trans­ otro libro. Es probable que tenga cierta
firió a la agencia de derechos de autor de utilidad, no obstante es dudoso que haya
la Unión Soviética cierta suma, de la que un progreso serio. Un buen entrenador
me correspondían alrededor de 400 libras debe trazar un vector de trabajo, que inclu­
por año, lo que era bastante bueno en la ya una serie de componentes importantes,
Unión Soviética y bastante mísero en la y asegurarse de que el alumno no se desvíe
Bulgaria del año 1993). La traducción del de él. Y en el momento en que esos compo­
libro al castellano la realizó el candidato a nentes, cada uno de los cuales implica una
maestro Anatoly Timofeevich Bondar, por gran cantidad de trabajo, se llenen, asi­
desgracia hoy fallecido, y al inglés el gran milen y converjan apropiadamente en un
maestro Evgeny Ermenkov. El título en punto, debe producirse un salto brusco en

15
Introducción

la categoría del ajedrecista. Por desgracia,


cada vez con mayor frecuencia observa­
mos serios desequilibrios en la educación
ajedrecística de los jóvenes talentos, aun­
que de eso hablaremos con más detalle en
la tercera parte del libro.

16
PARTE 1
PERFECCIONAMIENTO EN AJEDREZ

El libro The Chess Soviet Conveyor fue escrito el año 1992 y no se ha publicado en lengua
rusa. En él intenté explicar mi metodología y describir las etapas de trabajo que un joven
ajedrecista debe hacer para pasar de ser un jugador de primera categoría o candidato
a maestro a convertirse en dos o tres años en un maestro internacional o gran maestro.

Después de un cuarto de siglo, en mi opinión este método no ha perdido su vigencia.


Más bien lo contrario. La vieja escuela de entrenadores soviéticos se está yendo poco a
poco, y la nueva no siempre logra distinguir la dirección principal de trabajo y conducir
por ella a sus alumnos, para eliminar en el transcurso de su perfeccionamiento los diver­
sos defectos de su juego. En una gran corriente de información, como en la canción de
Anna German, «Se pierde de vista mucho».

Los extractos del libro que ofrezco a su atención se presentan con pequeños cambios y
adiciones, y representan una traducción inversa del inglés al ruso, realizada por la gran
maestra Anna Burtasova, ya que el manuscrito original del libro ya hace tiempo que se
perdió.

En el capítulo dedicado al estudio de los clásicos, para reducir el material de estudio in­
cluyo mi conferencia ofrecida en la escuela de Mark Dvoretsky y A. Yussupow y publicada
en su libro conjunto « Métodos de entrenamiento en ajedrez6».

6 Nota del Traductor: Editado en castellano con el título Entrenamiento de élite.


17
Capítulo 1
Construcción de un repertorio de aperturas

El repertorio de aperturas de cada ajedre­ campeonato individual de la URSS de su


cista puede ser diferente, y no solo por los edad (cualquiera de ellos, hasta 1 O, 12, 14,
nombres de las aperturas, sino más bien 16, 18 o 2 1 años), él - y usted como en­
desde el punto de vista del modo de jugar trenador - obtenían el derecho a partici­
la etapa inicial de la partida. Me gustaría par en el campeonato del mundo, y esto
explicar mi idea. Supongamos que un aje­ garantizaba un viaje al extranjero intere­
drecista comienza la partida con la jugada sante y rentable. Y un buen resultado del
1 e4 Su adversario responde 1 ... cs. Ahora, joven ajedrecista en el campeonato del
si las blancas quieren luchar por la ventaja mundo proporcionaba la oportunidad de
y la iniciativa en la apertura, deben jugar obtener el título de «entrenador emérito»,
2 éllf3 y 3 d4. Además, creo que las blan­ y con ello un aumento de salario vitalicio.
cas deben ser consecuentes, lo que en la Naturalmente, se le daba una gran impor­
Najdorf sería jugar 6 igs, y en el Dragón tancia al resultado, y era imposible hablar
el sistema con el enroque largo y el ata­ de una preparación de aperturas «a largo
que en flancos opuestos. Si el ajedrecista plazo». Era necesario atenerse al resultado
no hace esto, su trabajo analítico pierde el de la partida, ganar a cualquier precio, y el
elemento de la creatividad, y puede con­ repertorio de aperturas se basaba, entre
vertirse en un jugador experimentado sin otras cosas, en esquemas superficiales de
un arma de apertura fiable. «celadas». Al principio este método podía
ser productivo, pero más tarde, a medida
Poseo una amplia experiencia de trabajo que la fuerza del joven ajedrecista y la
en la antigua URSS, y comprendo la men­ de sus oponentes iba creciendo, los es­
talidad y el deseo de los entrenadores de quemas de aperturas «ingenuos» se con­
que sus alumnos obtuvieran resultados vertían en un boomerang, y el repertorio
ya desde la más tierna edad. Era necesa­ del joven jugador regresaba a la etapa de
rio ganar los campeonatos por equipos embrión. Durante ese tiempo el entrena­
del distrito, de la ciudad, de la república, dor, por regla general, ya estaba ocupado
de la URSS. Esto era lo mínimo que debía en la formación de nuevos talentos en el
hacerse para ganarse una vida tranquila: camino hacia un éxito rápido. El jugador,
aumento salarial y mejora del estatus de que habitualmente alcanzaba el nivel de
entrenador. candidato a maestro, equipado con un
repertorio de aperturas deficiente, tenía
Más recientemente, además de los tradi­ que resolver el problema por sí solo. Te­
cionales campeonatos del mundo, para nía una oportunidad solo si aprendía a
«cadetes» hasta los 16 años, y juveniles pensar críticamente y analizar posiciones
hasta los 2 1 años, comenzaron a cele­ objetivamente. Por lo general, tenía serias
brarse campeonatos del mundo en otras dificultades para desprenderse de todo lo
edades. Y si el alumno conseguía ganar el que había aprendido previamente y co-

18
Construcción de un repertorio de aperturas

menzar de nuevo. Solo unos pocos podían Fischer demostró convincentemente la


conseg uirlo. efectividad de 1 e4. Por su puesto, este
enfoque tiene sus aspectos negativos. Ta­
Ahora regresemos a la jugada 1 e4 y la les jugadores a veces penetran profu nda­
defensa Siciliana. Debo insistir: creo que mente en «territorio enemigo». El oponen­
el desa rrollo de las blancas en las apertu­ te puede preparar una novedad en alguna
ras abiertas y semiabiertas debe ser con­ variante aguda de la apertura, tienes que
secuente. ¿Por qué? La respuesta es muy resolver problemas sobre el tablero cuan­
senci lla, y se basa en los mismos fu nda­ do el tiempo corre, y en la mayoría de los
mentos del ajedrez. La jugada 1 e4 es solo casos no hay vuelta atrás. Además, es ne­
el primer paso hacia un rápido desarrollo cesario revisar constantemente la crecien­
de las fuerzas, la premisa de un conflicto te cantidad de información ajedrecística,
tem prano en la mayoría de las aperturas. pues no puede permitirse pasar por alto
Supongamos que las blancas intentan ju­ una novedad importante en una variante
gar lenta y posicional mente en cualq uier ag uda. Voy a citar alg unas partidas, aun­
variante aguda de la defensa Siciliana. Tal que el nú mero de ejemplos que ilustra n
estrategia solo puede funcionar contra un este principio pueden ser infinitos.
adversario inexperto y sin preparación. En
consecuencia, la iniciativa de la partida
pasa poco a poco a las negras. La titáni­
PARTIDA 1
ca lucha entre Kasparov y Karpov es un
ejemplo instructivo. El gran especialista Lembit 011 - Viktor Gavrikov
en jugar la siciliana «ralentizada», Karpov, Defensa Siciliana [B97]
(recordemos su match con Polugaievski Tallin 1 983
del año 1 974) no pudo ganar ni una sola
partida con 1 e4 en su seg undo match, y 1 e4eS 2 �fl d6 l d4 cxd4 4 �xd4 �f6 S �el
a partir del tercer match renu nció a j ugar a6 6 .igs e6 7 f4 Wb6 a Wd2 Wxb2 9 gb1
1 e4. Wal 10 fS �e6 1 1 fxe6 fxe6 12 �xe6 bxe6 13
.ie2 .ie7 14 0-0 0-0 1s @h1 ga7 16Wel gd7
Por otro lado, los ajedrecistas q ue inician 17 es dxeS 18 WxeS
la partida con la jugada 1 e4 y eligen los
caminos más activos para las blancas
(además de la Sici liana también existen
esq uemas ag udos en la Española, con sus
ataques Marshal l y Jaenisch, en la variante
abierta y en va rias variantes cerradas; en la
defensa Francesa, en la defensa Caro Kan n,
y en una amplia gama de otros sistemas),
pueden esperar obtener un éxito rápido
tras la fase de apertura. J ugar contra aje­
drecistas de este tipo es un verdadero de­
safío y una tarea muy difícil. Los problemas
a los que las negras se enfrentan después
de 1 e4, en comparación con los sistemas 18 ... Wd6 1 9 Was .id8 20 Wa4Wes 21 .ixf6
de aperturas cerradas, son mucho más es­ .ixf6 22 fül es 2l .ic4 gb7 24 .ibl c4 2S
pecíficos y requieren decisiones responsa­ .ixe4 gxb1 26 �xb1 .ib7 27 gf1 We4 28 ga
bles en una etapa temprana. En su época .idS 29 �al Wxf3 Las bla ncas abandona­
el undécimo campeón del mundo Robert ron.

19
Construcción de un repertorio de aperturas

Recuerdo esta partida bastante bien. En


ese torneo era el entrenador de Peter Kor­
zubov, y entré en la sala de juego poco
después del inicio de la ronda. En la mayo­
ría de las partidas los adversarios habían
realizado solo algunas jugadas, mientras
que 011 y Gavri kov desplegaban sus ju­
gadas al ritmo de una ametralladora, y el
encargado del tablero mural apenas podía
seg uirles. Transcu rridos apenas cinco mi­
nutos los adversarios ya habían realizado
veinte jugadas, y en ese momento Lembit
011 em pezó a pensar, viendo claro q ue las Hasta este momento los grandes maestros
blancas ya estaban perdidas. No soy un seg u ían el curso de la partida Short - Hü b­
experto en esta variante, y no puedo decir ner, Tilburgo 1 988, que terminó a la juga­
quiénes eran los que habían jugado ante­ da siguiente. Hü bner jugó 23 ... c5?, y des­
riormente esta partida, y en qué momento pués de 24 �h 1 ! abandonó a causa de 24
hubo una mejora del juego de las negras. ... 'l!Ng4+ 25 @f1 c4 26 .id 1 :§:e 1 + 27 @xe 1
Como espectador, ese d ía no puede evitar 'IJNg2 2 8 'IJNe2'l!Nxh 1 + 2 9 @ d 2 Además, en e l
sentir lástima por el estonio. La derrota de Informador ajedrecístico n.0 46 s e ofrece un
las blancas en cinco minutos, cuando en análisis en el que se demostraba que las
las mesas vecinas la batalla real apenas blancas también obtenían ventaja decisi­
había comenzado, y la circunstancia de va después de 23 ... :§:e4. Lembit 011 realizó
q ue tu oponente no tuvo que pensar ni otra jugada: 23 VHh2+!!, y después de 24
•••

una sola jugada sobre el tablero, puede ©fl i.f4! quedó claro q ue son las blancas
quitarte durante mucho tiempo el deseo las que tienen que luchar por las tablas. Es
de meterte en discusiones teóricas. Sin única la jugada 25 VHB!, ya que tanto 25
embargo, Lembit 011 sacó las conclusiones .id 1 :§:e 1 +!, como 25 .ixf4 'l!Nxf4+ 26 @g2
correctas de esta situación. Veamos ahora �e3 son insuficientes pa ra las blancas.
su partida del ca mpeonato de la URSS del
año 1 989. 25 '3e1 + 26 ©xel Wxgl+ 27 ©e2 i.xcl 28
•••

'3xc1 !

Las blancas sacrifican la calidad para for­


PARTIDA 2
zar las tablas, ya que después de 28 @d3
Andrei Sokolov - Lembit 011 'l!Nxg5 las negras deben ganar. Ahora des­
Defensa Rusa [C42] pués de . . .
Odesa 1 989
28 ... VHxcl 29 g6 '3e8+ 30 ©d3 VHbl + 31
1 e4 es 2 �f3 �f6 3 �xeS d6 4 �B �xe4 S ©d2 VHel + 32 ©d3 VHb1 + 33 ©d2 VHe1 +
d4 dS 6 i.d3 i.d6 7 0 -0 0 -0 8 c4 c6 9 � c3 �xc3 la partida terminó en tablas. Si las negras
1 O bxc3 dxc4 1 1 i.xc4 i.g4 12 VHd3 � d7 1 3 intentan ganar media nte 30 ... �el (en l u­
�gS �f6 14 h 3 i.hS 15 f4 h6 16 g4 hxgS 17 gar de 30 ... 'l!Nb1 +), entonces después de
fxgS bS 18 i.b3 �xg4 19 hxg4 V9d7 20 gxhS 31 gxf7+ @f8 32 'l!Nh3 'l!Nb 1 + 33 .ic2 'l!Nxa2
V9g4+ 21 ©f2 '3ae8 22 '3g1VHh4+ 23 ©g2 34 'l!Nc8+ @xf7 35 'l!Nf5+ todo termina con
jaque continuo.
Véase el diagrama siguiente

20
Construcción de un repertorio de aperturas

PARTIDA 3 gbd8 20 gxd8 gxd8 21 i>fl gd2 22 gh3 tll g4


Lev Psajis - Tibor Tolnai 23 �b8+ ©h7 24 b4 �a3 2S �xa7 �el+ 26
Defensa Siciliana [876]
©g2 i.xc3 27 gxc3 gxe2+ 28 ©g3 �el + 29
©t3 �fl + las bla ncas abandonaron.
Dortmund 1 989

1 e4 es 2 tllf3 d6 3 d4 cxd4 4 tllxd4 tllf6 S tll e3 El gran maestro S. Makarichev, famoso


g6 6 i.e3 i.g7 7 f3 tll e6 8 �d2 0-0 9 g4 periodista de ajedrez y comentarista de
televisión, realizó los comentarios a la 6ª
Aqu í las negras ha bían probado 9 ... hS, 9 partida del match por el campeonato del
... es y 9 ... J.e6. Lev Psajis ya había juga­ mundo del año 1 990 entre Kaspa rov y Kar­
do con blancas u na partida contra Smirin pov. Escribió en la revista 64 n.0 23, 1 990:
(Klaipeda 1 988), q ue continuó 9 ... J.e6 «Viendo la lucha entre dos de los ajedre­
1 O h4 dS 1 1 0-0-0 ttJxd4 1 2 J.xd4 de 1 3 cistas más fuertes de nuestro tiempo, in­
gS lb hS 1 4 J.xg7 \Wxd2+ 1 5 füd2 @xg7 vol untariamente te preg untas a ti mismo
1 6 tbxe4 �ad8, con un final más o menos cómo se relacionan entre sí la filosofía más
igual. Sin d uda, Psajis se g uardaba en la profu nda del ajedrez y la simple práctica
manga una mejora, sin embargo le espe­ terrenal. "Las blancas juegan 1 e2-e4, iY
raba una sorpresa desagradable. ganan!': proclamó el famoso teórico sovié­
tico Ra uzer y . . . desa rrolló un buen núme­
ro de sistemas agresivos para las blancas,
que todavía son populares hoy. El gran
maestro Sveshni kov considera que solo
con esta jugada las blancas obtienen ven­
taja en la apertura. ¿Por qué? ¿Cómo? Es
una cuestión que es difícil de comprender,
no se puede verificar. Aunque la mayoría
de los jugadores de ajedrez coi nciden in­
conscientemente en que objetivamente la
jugada 1 e4 es la más fuerte. Tras este mo­
vimiento, la jugada del peón de rey exige
un serio enfoq ue de cara a la preparación
9 ... i.xg4! y al juego sobre el tablero, al límite de las
posi bilidades. El único lema de las bla ncas
debe ser "adelante y solo hacia adela nte':
El efecto de este sacrificio fue como la ex­ porque las vaci laciones en la apertura
plosión de un «cóctel Molotov». El futuro pueden cond ucir al fracaso y a la desi lu­
nos mostrará la verdadera eva luación de sión».
esta novedad. No obsta nte, en esta parti­
da concreta las blancas apenas ejercieron El lector ya ha podido convencerse de que
resistencia, aunque la diferencia en el ra­ los problemas de las bla ncas, cuando se
ting de los dos rivales era de cien puntos a enfrentan a una novedad en el transcu rso
favor de las blancas, y aún más en la com­ de una va riante de apertura aguda, son
prensión ajedrecística y en la categoría de realmente serios. La catástrofe en la aper­
juego. tura puede suceder incl uso al más alto
nivel. Ofrezco un ejemplo de la 8ª partida
Después de 10 fxg4 tll xg4 1 1 i.gl e6 1 2 h4 del match entre Vladímir Kramnik y Peter
hS 13 tll xe6 bxe6 14 i.e2 i.h6 1 S �d3 tll es Lékó. El precio de la derrota de las blancas
1 6 �g3 gb8 17 b3 �as 18 gdl i.g7 19 gxd6 en una discusión teórica puede ser m uy

21
Construcción de un repertorio de aperturas

elevado, y esta partida casi le cuesta a todo posible.


Kramnik el título de cam peón del m undo.

PARTIDA4
Vladímir Kramnik - Peter Lékó
Apertura Española [C89]
Brissago 2004 (m/8)

Primero damos el texto completo de esta


partida, donde los adversarios llevaron
a cabo una d isputa teórica en la variante
más aguda del ataq ue Marshall, y después
ofrecemos algunas explicaciones. 21 ... Bg6

1 e4 es 2 tll f3 tll c6 3 .lbs a6 4 .b4 tll f6 s o- o «Cuando Lékó pensaba su j ugada 21, yo
.ie7 6 gel bS 7 .ib3 0-0 8 c3 dS 9 exdS lLlxdS estaba en la sala de descanso y me pre­
10 tLlxeS tll xeS 1 1 �bes c6 12 d4 .id6 1 3 gel guntaba qué j ugar a 21 Bg6 Le queda­
•••

'9h4 14 g3 Bh3 lS ge4 gS 16 Bfl Bhs 1 7 ban 20 m inutos para llegar al control. Si yo
tll d2 .ifS 18 f3 tLl f6 1 9 '3el gae8 2 0 gxe8 a mi vez pensaba 40 minutos en respuesta
gxe8 21 a4 Bg6 22 axbS .id3 23 Bf2 ge2 a 21 ... �g6, daría a mi adversario la se­
24 Bxe2 J.xe2 2S bxa6 Bd3 26 <i:tf2 .ixfl 27 g uridad de que la preparación había ter­
tLlxf3 tLle4+ 28 <i:tel �xd 29 bxc3 '9xc3+ m inado, y q ue no estaba del todo seguro
30 <i:tf2 Bxal 31 a7 h6 32 h4 g4 Las blancas de la valoración fi nal de la variante. Com­
abandonaron. prendí q ue si q uería gan�r esta partida, m i
respuesta -si n i mportar cuál- debería ser
rápida. Podía elegir entre 22 axbS con u n
juego agudo o 2 2 tLle4 con tablas. Tomé
la decisión de jugar a ganar, respaldado
por el criterio del ordenador. Me j ugué el
todo por el todo; aqu í es d ifíci l culpar a al­
guien, i ncluso a mí m ismo. No cometí un
error, puedo deci r q ue puse todo "a cero"»
(Kramnik).

Con la jugada 16 Bfl las blancas entraron


en los raíles de u na variante muy aguda.
Teniendo en cuenta q ue el gran maestro
húngaro conocía perfectamente todas las
líneas de moda de la teoría actual, deci­
d ieron sorprenderlo con una contin uación
casi olvidada. En efecto, Lékó pensó bas­
tante tiempo y decidió continuar la lucha
con las damas, aunque 16 ... �xf1 + era del

22
Construcción de un repertorio de aperturas

«Las bla ncas jugaron rápido 23 YMf2? Este nen compensación suficiente por la dama,
es el ú ltimo momento en el q ue podía sin embargo el ordenador durante cierto
haber pensado y corregir el análisis defi­ tiempo valora q ue la posición después
ciente de mis segundos, jugando 23 �d l !, de 25 ... �d3 está ganada por las bla ncas.
tras lo cual la partida debía terminar en Aunque solo un min uto o dos después
tablas por repetición de j ugadas, ya q ue cam bia al signo diametralmente opuesto.
las negras no disponen de fundamentos Solo en este momento Kramnik empezó a
para juga r a ganar: 23 ... .ie2 24 �el (24 pensar.
.ic2?! .ixd l 25 .ixg6 hxg6 26 bxa6 .ic7
27 a7 gas 2S ltJ c4 ltJd7 29 .ixg5 ie2). Por 26 <tt>f2
ejemplo:
1 ) 24 ... Wfd3 25 bxa6 ixf3 26 �fl ; Aunque ya podía haber abandonado con
2) 24 ... axb5? 25 lüe4 (25 ga7) 25 ... lüxe4 seguridad, porque toda la va riante es
26 �xe2 lüf6 27 �d2 g4 2S ic2 �g7 29 sencilla y m uy corta, y no es necesario el
�f2; ordenador para calcularla: 26 a7 Wfe3+ 27
3) 24 ... ixb5 25 ltJe4 tbxe4 26 c4 tbf6 27 @g2 ixf3+ 2S tbxf3 �e2+ 29 \t>gl ltJg4 30
�d 1 .ib4 2S .id2=; as�+ @g7 31 .ie3 �xe3+ 32 @g2 �e2+
4) 24 ... .id3 25 �d l =. 33 @h3 lDf2+».
No obstante, en primer lugar, Vladímir no
tenía motivos para no confiar en sus fie­ Puede dar la i mpresión de q ue el autor
les ayudantes, y en segundo lugar, q uería se contradice a sí mismo. Por un lado,
ejercer presión psicológica sobre Peter, defiende la creación de un repertorio de
provocándole una sensación de insegu­ aperturas fi rme y de calidad, y por otro
ridad sin concederle un tiempo adicional lado, asusta a los ajedrecistas jóvenes con
para pensar» (Ba reev). catástrofes en la apertura si se meten en
disputas teóricas. No, no estoy trata ndo
de disuadir a los jóvenes de que empleen
sistemas de aperturas agudos, y m ucho
menos, de participar en «combates de
reconoci miento». Al contrario, esta forma
de juego cultiva el coraje y el ingenio, y
merece todo el respeto. Desde el pu nto de
vista actual el futuro pertenece a los aje­
drecistas u niversales, q ue j ueguen «con
las dos manos» cualquier tipo de posición.
Solo quiero recordar q ue n uestra tarea es
proporcionar a los jóvenes un repertorio
relativamente de elevada calidad con u n
La siguiente jugada de las negras fue 25 ... amplio diapasón de posibilidades estraté­
�d3!, y quedó patente q ue las blancas es­ gicas, que no haya que cam biar al menos
tán mal. Esto es lo q ue escribe al respecto durante u n año. El trabajo con variantes
Evgeny Bareev en el libro From London to firmes y agudas de aperturas abiertas y
Elista: semiabiertas requiere el procesamiento
de un enorme flujo de información, y eso
«Una jugada q ue ni nosotros ni nuestro or­ resta tiempo al estudio de los finales, de
denador supimos valorar correctamente. los clásicos y de muchos otros procedi­
mientos de perfeccionamiento. Para tal re­
En caso de 25 ... ixa6 las blancas obtie- pertorio de aperturas es necesario seguir

23
Construcción de un repertorio de aperturas

la práctica de todos los torneos mundiales. opinión, el primer grupo lo componen: la


El riesgo de derrota «compartida» se in­ Defensa Nimzoindia, la Defensa India de
crementa exponencialmente. En resumen, Dama, los diversos sistemas de apertura
este enfoque recuerda a la centralización que surgen tras 1 d4 ttJf6 2 c4 e6 3 ttJf3, las
del rey en el final: rara vez es incorrecta, diversas variantes del Gambito de Dama y
aunque a veces es inoportuna. la Defensa Eslava. En todas estas apertu­
ras las negras luchan con todas sus fuer­
En esencia, la jugada 1 d4 no es tan agre­ zas por el control de las casillas centrales y
siva como la del peón de rey. Y a pesar de juegan con un gran margen de seguridad.
todo en muchas variantes, donde las blan­ Es casi imposible imaginar que las blancas
cas juegan con firmeza, las posiciones de puedan presentar alguna novedad en el
aperturas cerradas que surgen sobre el sistema Lasker del Gambito de Dama o en
tablero son ricas en ideas estratégicas, lo la Defensa Nimzoindia, que pudiera poner
cual es extremadamente importante para en duda la apertura. Claro está que en mu­
el desarrollo del joven ajedrecista en la chas variantes se producen regularmente
comprensión del juego posicional. Es bas­ novedades y mejoras. Algunas veces la
tante más fácil para el ajedrecista elegir las posición de las negras parece sospechosa,
variantes adecuadas para él, por ejemplo sin embargo en general las negras siem­
en la Defensa India de Rey: puede escoger pre deben tener en reserva una variante
tanto el agudo sistema Samisch como el suficientemente segura, aunque sea pasi­
sistema menos comprometido con g2-g3, va, mientras la línea principal se encuentre
mientras que después de 1 d4 étJf6 2 c4 «en el Pit stop» para su reparación.
e6 puede elegir 3 éDc3 y jugar la defensa
Nimzoindia, o la más tranquila 3 ttJf3, que Un caso distinto aparece en la Defensa
remite a la Defensa India de Dama. Ambas Grünfeld, la India de Rey o la Benoni Mo­
decisiones son equivalentes, mientras que derna. En estas aperturas las negras lu­
en la variante del Dragón de la Defensa chan por la iniciativa, aunque al mismo
Siciliana, jugando con blancas, solo vale tiempo hacen serias concesiones posicio­
atacar. nales en el centro. El jugador que conduce
las blancas puede elegir sin problemas la
Así que ya hemos hecho nuestra elección, variante que mejor se adapte a su estilo.
1 d4. Por parte de las negras son de espe­ Las blancas pueden elegir líneas muy agu­
rar dos tipos de estrategia en la apertura, das, donde todo está en equilibrio inesta­
que se pueden definir fácilmente como ble y las negras necesitan tener un buen
«de casillas negras» (las negras ceden el conocimiento de la teoría, o jugar esque­
centro: 1 d4 ttJf6 2 c4 g6 3 étJc3 !g7, o 1 mas posicionales tranquilos, que obligan
d4 étJf6 2 c4 es seguido de un ataque por a las negras a resolver problemas bastan­
las casillas negras) y de «casillas blancas», te complejos, aunque menos concretos.
entre las que se incluyen también la De­ Está claro que las negras necesitan estar
fensa Nimzoindia y la Defensa India de al día de todo el flujo de información que
Dama. Las diversas variantes del Gambi­ hay sobre las aperturas, porque cualquier
to de Dama ocupan la mayor parte de la partida nueva e importante puede poner
teoría de las aperturas cerradas. La Defen­ todo patas arriba y provocar una derrota
sa Holandesa y la Defensa Grünfeld son en el tablero. El Gambito de Dama, al con­
una raza aparte. Personalmente yo sepa­ trario, es una garantía contra cualquier
ro los sistemas de aperturas cerradas en tipo de sorpresas, porque casi siempre
dos grupos: las aperturas de «calidad» y puedes lidiar con ellas confiando solo en
las aperturas de dudosa dignidad. En mi el sentido común.

24
Construcción de un repertorio de aperturas

Cuando juegas una a pertura agresiva, el


peligro real consiste en q ue no haya u na
«variante de repuesto». Simplemente
tendrás que dejar de jugar una apertura
m ientras haya u na l ínea que la refute, al
menos tem poralmente. Por ejemplo, es
posi ble j uga r la Benoni Moderna y la De­
fensa Grünfeld, aunque sigo considerando
que estas a pertu ras son poco recomenda­
bles para el repertorio de aperturas de los
principiantes, porque en ellas las negras
deben estar listas para enfrentarse en
cualquier momento a problemas difíciles la teoría considera q ue la mejor jugada es
en una amplia gama de varia ntes. 4 �f3, y otorga ventaja a las blancas des­
pués de, digamos, 4 ... �c6 S a3 (S � bd2)
Finalmente, hay a pertu ras que ni siquiera S ... ig4 6 b4 Wfe7 7 Wía4 0-0-0 8 if4 ixf3
pueden aspi rar a recibir un signo de cal i­ 9 gf 'it>b8 1 0 �d2 �xeS 1 1 Wíb3 �g6 1 2
dad. Por ejemplo, el Contragambito Albin, ig3 fS 1 3 f4. Los esfuerzos de las negras se
el Gambito Buda pest, la Defensa Chigorin, dirigen a buscar nuevos caminos en esta
1 d4 dS 2 c4 ifs, y alg u nas otras más. Ha­ variante. Por eso es bastante más benefi­
bitualmente inicio la preparación de las cioso en la práctica algo q ue puede q ue
apertu ras de los ajedrecistas jóvenes con no sea lo mejor, pero que sea lo bastante
estas aperturas, porq ue se pueden exa­ desconocido y desagradable para el ad­
minar fáci lmente en poco tiempo. En este versario. Debe tenerse en cuenta que los
libro no voy a analizar completamente u n mejores ajedrecistas no juegan este tipo
repertorio de aperturas específico, no obs­ de aperturas. Entonces, veamos 4 a3!? En
tante intentaré aclara r la mayoría de los 1 970 yo entrenaba al equipo juvenil de
puntos clave de mi trábajo. Bielorrusia en la Espartaquiada Nacional.
Una de las chicas de nuestro equipo, G.
Ahora vamos a hablar un poco sobre las Gul, jugó 4 e3? y perdió después de 4 ...
apertu ras de baja cal idad. No pueden ib4+ 5 id2 de etc. Tras esta amarga ex­
constituir u na base permanente del reper­ periencia, en la partida siguiente jugó 4
torio de aperturas de un jugador, es ne­ a3!? Mientras observaba las partidas del
cesario jugarlas de vez en cuando, apun­ torneo, me l lamó la atención esta jugada,
tando al efecto sorpresa. Por lo tanto, no y advertí q ue merecía una seria atención.
quiero gastar esfuerzos en su refutación, Las blancas retrasan tem pora lmente el de­
senci l lamente sería una pérdida de tiem­ sa rrollo del caballo de rey, previenen ib4
po. Creo q ue es m ucho más importante y ig4, y renuevan la amenaza e2-e3. Pare­
conseguir que no te afecte el efecto sor­ ce que no hay nada mejor q ue 4 tLlc6, ya
•••

presa y q ue puedas cond uci r el j uego ha­ que a 4 ... es sigue S e4. Ahora las blancas
cia una va riante q ue te sea confortable. juegan 5 e3 La respuesta más natural es 5
... dxe3, porq ue a S ... as se jugaría 6 �f3
Comencemos con el Contragambito Al­ ics 7 exd4 �xd4 8 ie3 ig4 9 ie2 con
bin. Tras las jugadas 1 d4 dS 2 c4 eS?! 3 dxeS ventaja. 6 Y:Yxd8+ mxd8 (en otro caso las
d4 negras se q uedan sin peón) 7 .lxe3 tLlxeS

Véase el diagrama siguiente Véase el diagrama siguiente

25
Construcción de un repertorio de aperturas

probable que tras un análisis exhausti­


vo las negras puedan neutralizar poco a
poco la iniciativa de las blancas. Pero no
olvidemos que no estamos preparando a
un pretendiente al campeonato m u nd ial,
sino a un ajedrecista joven. No esperamos
que venza a su adversario i nmediatamen­
te después de la apertura. Queremos que
consiga una posición com pleja con u na
sólida base estratégica, y confiamos en
que obtenga la victoria como resultado de
u n buen juego en el medio juego y en el
Definitivamente las blancas han tenido fi nal. Lo deseable sería volver a preparar la
éxito. En general, en el Contragambito apertura lo menos posible, así que reco­
Albin procuran crear com plicaciones y m iendo este enfoque.
obtener posibilidades de ataque. Ahora
tienen que luchar por la igualdad con las Contin uemos con el estudio de las apertu­
damas cambiadas. La posición es simétri­ ras de baja calidad.
ca. Las blancas están mejor desarrolladas,
y deben buscar cómo sacar provecho de
la iniciativa. Defensa Chigorin

8 ltlf3! Quisiera desarrollar esta apertura de la


manera más sencil la posible. Después de
La única pieza negra activa que hay que 1 d4 dS 2 c4 lll c6?! merece seria atención 3
cambiar es el caballo es. Y debe hacerse e3!?
de inmediato, porque a 8 lüc3 sigue 8 ...
ie6, y a 8 lüd2 responden 8 .. ifs con
.

contrajuego gracias a la posición centrali­


zada del caballo.

8 .•• ltlxf3+ 9 gxf3

Desde la época de Steinitz los ajedrecistas


cuentan los tiempos a partir de la posición
inicial. Si valoramos esta posición desde
ese punto de vista, entonces vemos que
las negras han hecho una jugada bastan­
te d udosa, @da, mientras q ue las blancas
han realizado tres jugadas de peones y un Si ahora las negras renuncian a la ruptura
movim iento de desarrollo útil con el alfil. en el centro 3 ... es, la salida del caballo por
Además, pronto el rey blanco se enrocará c6 parece bastante absurda. En caso de 3
en el lado largo con jaque. ... eS 4 dxeS ta Enciclopedia de Aperturas
ofrece la siguiente variante: 4 ... d4! 5 exd4
Estoy seguro de que el lector verá fácil­ '?Mxd4 6 '?Mxd4 lüxd4 7 id3 ig4! 8 f3 ie6 9
mente que después de 1 O lüc3, 1 1 0-0-0 ie3 0-0-0 con ventaja negra, Réti - Bogol­
y 1 2 lüe4 las negras se enfrentan a la d u ra jubov, 1 92 1 . No obstante, las blancas pue­
tarea de luchar por las tablas. Es bastante den j ugar 5 a3!, y llegamos a u na posición

26
Construcción de u n repertorio de aperturas

que ya analizamos en el Contragambito !e2! con ventaja decisiva.


Albin. De nuevo debemos examinar la ju­
gada 4 ... dxc4?! Después de S �xds+ @xd8 Las negras evitaron de esta variante y en
las blancas pueden elegir entre 6 éDf3 y 6 su lugar jugaron 3 ... eS? La partida conti­
f4. El movimiento 6 éli f3 parece bastante nuó así: 4 cxdS 'll xd4 5 e3 ct:J fs 6 'll f3 !d6
sólido, ya que después de 6 ... éli b4 7 i;t>d2! 7 !bS+ !d7 8 'W'a4 éli fe7 9 e4. Las blancas
la jugada 7 ... !fs no funciona por 8 élld4. obtuvieron una ventaja clara, y luego la
Las negras pueden jugar 6 ... !g4 7 !xc4 convirtieron fácilmente en una victoria.
!xf3 8 gf CLi xeS 9 !e2, aunque las blancas
tienen ventaja en el final gracias a la pa­ Gelfand forma parte de la élite del ajedrez
reja de alfiles. La jugada 6 f4 parece más mundial. Para mantener su estatus, debe
arriesgada, aunque si las blancas consi­ mantener una buena preparación de las
guen mantener los peones unidos sin un aperturas, garante contra cualquier sor­
retraso apreciable en el desarrollo, enton­ presa, un repertorio perfeccionado acorde
ces tendrán garantizada una gran ventaja a su nivel mundial.
en la apertura. No es conveniente para las
negras el juego rectilíneo 6 ... éLib4 7 @d2! Quiero hacer algunas matizaciones desde
!fs 8 éli f3! 'll c2 por 9 'll d4, y en caso de 6 el punto de vista actual. El libro Perfeccio­
... !e6 sigue 7 'll a3! Aquí el ordenador pro­ namiento en ajedrez se escribió en el año
mete buenas perspectivas a las blancas. 1 992, en la era previa a los ordenadores.

Como hemos visto, con ayuda de 3 e3!? las Hoy cualquier ajedrecista utiliza el orde­
blancas pueden canalizar el juego hacia nador, y no es fácil sorprender al adversa­
variantes i nexploradas, aunque razona­ rio en la apertura. Por eso la atención de
bles, donde el efecto sorpresa se revierte a muchos jugadores se ha trasladado de
su favor. Este e nfoque es muy racional des­ las grandes avenidas a los caminos más
de el punto de vista de un jugador prác­ estrechos. Para crear una incomodidad
tico. Este movimiento se halla en plena psicológica al rival, algunos están listos
armonía con el sentido común, y cumple para andar por caminos rurales cubiertos
todos los requisitos que exige la posición. de maleza. Los editores comenzaron a
Al menos uno puede estar seguro de que publicar más a menudo monografías de ­
si la primera experiencia con este enfoque dicadas a tales aperturas. Sentí curiosidad
fracasa, la culpa no es de la apertura. Por y abrí los libros La Defensa Chigorin según
otra parte, puedes ig norar completamen­ Morozévich ( Morozévich y Barsky son los
te la práctica de torneos en estas apertu­ autores) y The Liberated Bishop Defence: A
ras. Finalmente, si tu adversario encuentra Surprising and Complete Block Repertoire
una vía segura para igualar, puedes dejar against 7 .d4 de Aleksei Bezgodov.
3 e3 y buscar otra cosa. Por ejemplo, du­
rante el campeonato femenino de Bielo­ Aleksandr Morozévich es un excelente
rrusia del año 1 990, Elena Zayats estaba gran maestro ruso, que durante mucho
segura de que su adversaria iba a jugar la tiempo formó parte de la élite del ajedrez
Defensa Chigorin. Sin embargo, no quería mundial. Sus victorias sobre los campeo­
jugar un final y pidió consejo a uno de los nes mundiales Vladímir Kramnik, Viswa­
grandes maestros más fuertes del mundo, nathan Anand y otros «dioses» del firma­
Boris Gelfand. Él recomendó la siguiente mento ajedrecístico, obtenidas en una
variante: 1 d4 dS 2 c4 ct:J c6 3 'll c3 'll f6 4 lucha feroz e intransigente, proporciona­
'll f3 !g4 5 cxdS 'll xdS 6 e4 ct:J xc3 7 bxc3 ron a Morozévich la imagen de ser u no de
eS 8 dS 'll b8 9 'W'a4+ élld7 1 O éLi xeS 'W'f6 1 1 los ajedrecistas más brillantes, más activos

27
Construcción de un repertorio de aperturas

y con mayor talento del planeta. Al mismo te: «En la variante 1 d4 dS 2 c4 �c6 3 e3
tiem po es uno de los ajedrecistas más im­ eS 4 dxeS d4 las blancas poseen cierta
predecibles, de pensamiento más original, in iciativa. Con un juego preciso las negras
aunque, por desg racia, más inestables del pueden igualar las posibilidades g radual­
mundo. Él ve a su manera cada posición, mente, aunque para ello a menudo tienen
penetra en ella y advierte las posibilidades q ue entrar en u n fi nal algo peor». Absolu­
dinámicas más ocultas. Sobre el tablero tamente lo mismo que escribí en mi libro,
sus piezas, en sentido figurado, vibran con aunque con otras palabras.
tensión, y esta tensión, que literalmente
borbotea, a menudo no puede resistirla No sé cómo denominar a la siguiente
su oponente. De u na manera similar, aun­ apertura que persigue el mismo plan: 1 d4
que más rig u rosa, jugaba el g ran maestro d5 2 c4 i.fS?!
Vladímir Malaniuk, a quien no se le permi­
tió abandonar el país durante la época so­
viética, aunque en la actua lidad quien más
recuerda al estilo de Morozévich es H i ka ru
Nakamura. Y aunque todas estas compa­
raciones son arbitrarias, Morozévich es
único. Aunque también existe el reverso
de la moneda. Un conocido anuncio de te­
levisión advierte: «No i ntente repetir este
anuncio, ¡es peligroso para su vida!»

En el libro La Defensa Chigorin según Moro­


zévich, a la jugada 3 e3 y su paso al Contra­
gambito Al bin media nte 3 ... eS 4 dxe5 d4 S En los a ños 70-80 gozó del favor de
a3!? solo se le ded ica una partida, Ba reev Vladímir Malani uk, uno de los maestros
- Morozévich, Elistá 1 997, donde después internacionales más fuertes de aquella
de s ... as 6 �f3 (el ordenador también época en la URSS. Necesitaba prepara rme
propone la j ugada 6 f4!?, que lleva a una seriamente para mi enfrentamiento con él
lucha de contenido com plejo) 6 Aes 7
••• en el Campeonato de las Fuerzas Armadas,
ed i.xd4 8 Ae2 las bla ncas obtuvieron po­ q ue se celebró en Odesa el año 1 98 1 , y no
sibi lidades un poco mejores y final mente tenía a mano ningún manual de apertu­
lograron ganar. ras. Después de 1 d4 dS 2 c4i.f5?! centré mi
atención en 3 cxdS Las negras deben jugar
3 ... Axb1, y entonces sigue 4 Wa4+ Es evi­
dente que después de 4 ... �d7 o 4 ... � d 7
l a s blancas están mucho mejor g racias a l a
pareja de alfiles y el centro, por eso solo
queda 4 ... c6! S E:xb1 (es mala 5 dxc6? por
5 ... �xc6 6 B:xb 1 eS!) S ... WxdS Las negras
amenazan la maniobra � b8-d7-b6, tras la
cual las bla ncas tendrían problemas con
la defensa del peón. Tras la banal 6 �f3?!
�d7 7 e3 � b6 8 'l:Yb3 'l:Yxb3 9 axb3 las ne­
g ras en absoluto están peor. Por ese mo­
tivo las blancas juga ron 6 e3 �d7 7 .ld2!
La conclusión de Morozévich es la siguien- �b6 8 Was, y después de 8 �f6 9 WxdS
•••

28
Construcción de un repertorio de aperturas

cxdS ga naron el final.

Pasado algún tiempo, en el campeonato


por equipos de las Fuerzas Armadas en
Sebastopol ( 1 982), Smbat Lputian tam­
bién venció a Malani u k de la misma ma­
nera. Malaniuk pronto se convirtió en g ran
maestro y se incorporó a la élite soviética,
y en lo q ue respecta a su extraña jugada
2 ... i.fs, pues . . . ¡simplemente dejó de ju­
garla!

U n cuarto de siglo después el gran maes­ Gambito Budapest


tro Aleksei Bezgodov le d io a esta apertura
un bonito nombre y publicó la monografía Tras las jugadas 1 d4 �f6 2 c4 eS 3 dxeS �g4
«Apertura del alfil liberado». aconsejo a mis alumnos jugar 4 e3 �xeS
5 �h3!? ¿Por q ué esta extraña jugada del
Me encanta leer la obra de Aleksei Bezgo­ cabal lo a h3? Entiendo perfectamente que
dov. Me g u stó especial mente un artículo si las blancas quieren refutar este provoca­
en el que el autor da vida a las piezas de tivo comienzo necesitan examinar las j u­
ajedrez y com parte con el lector sus aspi­ gadas 4 ltJf3 o 4 �f4. También vale la pena
raciones y ansiedades. En un n uevo libro recurrir a los clásicos.
Aleksei Bezgodov, de religión budista,
convoca a u na persona para que haga de
alfil. Ciertamente, el autor es una perso­
PARTIDA 5
na y un publicista con talento, con quien
sería m uy i nteresante d iscutir sus puntos Alexander Alekhine- llya
de vista sobre el ajedrez. Por desgracia, Rabinovich
Malaniuk no entró en el orden de juga­ Gambito Budapest [A52]
das q ue eleg í en mi partida contra él, por Baden-Baden 1 925
eso no hubo ocasión de discuti r el tema.
En una situación similar, en la monografía 1 d4 �f6 2 c4 es 3 dxes �g4 4 e4!
las blancas en l ugar de jugar el alfil por d2
mueven b2-b4, q ue habría tropezado con «Esta jugada está plenamente justificada
el agudo contraataque a7-a5 con juego como el mejor sistema para las blancas
confuso. Aunque en la posición que sur­ en respuesta al Gambito Budapest. Las
ge después de 1 d4 dS 2 c4 i.fS 3 cd i.xbl 4 blancas devuelven el peón, y a cambio se
YNa4+ c6 5 gxbl YNxdS 6 e3 �d7 7 i.d2! los apodera n del punto dS. No obstante, las
defectos posicionales de la jugada 7 aS?!
••• blancas deben jugar los sig uientes movi­
son tan evidentes, q ue no tiene sentido m ientos con m ucha precisión, pues si no
discutir la posición del d iagrama. su centro de peones puede ser objeto de
un fuerte ataque de las negras » (Alekhine).
Véase el diagrama siguiente
4 ••• �xe5 5 f4
Ahora centremos nuestra atención en otra
apertu ra. Véase el diagrama siguiente

5 ••• �g6

29
Construcción de un repertorio de aperturas

bajando de la misma manera, como me


pa recía correcto, y en cuanto a la malevo­
lencia, conseg uí no gastar nervios y fuerza
y evitar disputas i nútiles, simplemente ig­
norándolas.

Por supuesto, podemos pasar el tiempo


mirando las revistas de ajedrez de los ú lti­
mos años, realizar análisis y trazar sistemas
que nos aseg u ren una ventaja mayor en
el Contragambito Albin o en el Gambito
Buda pest. ¿Pero es necesario esto en esta
La teoría considera q ue es mejor la otra re­ época, cuando esta a pertu ra la jugare­
tirada del caballo, 5 ... lLJec6. Puedo ofrecer mos u na vez de cada cincuenta partidas,
al lector esta miniatura: 5 ... lLJec6 6 ie3 mientras que d isponemos de un esquema
ib4+ 7 lLJ c3 Wffe 7 8 id3 f5 9 Wff h 5+! g6 bastante fiable que no req uiere más tiem­
1 O Wfff3 ixc3+ 1 1 bxc3 fxe4? 1 2 ixe4 0-0 po y esfuerzo? Es necesario enseñar a los
1 3 id5+ 'tt> h8 1 4 lLl h3 d6 1 5 0-0 ixh3 1 6 jóvenes ajedrecistas a ganar gracias al tra­
Wffxh3 Wffd 7 1 7 f5! gxf5 1 8 �a b 1 ! f4 1 9 ixf4 bajo sobre la partida como un todo, y no
Wffx h3 20 ie5+!, y las negras abandonaron, solo a ocu parse de la preparación de una
Alekhine - Seitz, Hastings 1 925. apertura súper compleja. ¿No será m ucho
más práctico invertir todo ese tiempo en
6 tll f3! i.cs 7 fS tll h4? 8 tll gs ffe7 9 ffg4 f6 el estudio de problemas de la apertura
1 0 fihS+! g6 1 1 ffxh4 fxgS 12 bgS fin 1 3 real mente importantes, como los que
.ie2 0-0 14 gfl tll c6 1 5 tll c3 tll d4 1 6 fxg6 van encontrar las blancas en la Defensa
ffxg6 17 �bf8+ .ixta 18 J.hs fib6 19 o-o­ N i mzoi nd ia, la I nd ia de Rey o la Grünfeld,
o .ig7 20 gfl tll e6 21 .in+ �ha 22 .ixe6 en l ugar de los que atañen a la Defensa
ffxe6 23 .if6! Las negras abandonaron. Chigorin o a la apertura 1 d4 d5 2 c4 .if5, y
de esta manera eludir tem poralmente las
No hay d uda de que Alekhine era m u­ d isputas sobre la a pertura?
cho 'más fuerte que sus rivales, y que su
estrategia central es digna de estudio. Yo Regresemos a S tll h 3
todavía procuro seguir mi regla: en las
aperturas de d udosa calidad desviarme
de las principales líneas teóricas en favor
de otras menos analizadas, que a cam bio
posean un fu ndamento estratégico. No
puedo evitar realizar u na analogía con la
vida ajedrecística en la U nión Soviética.
Tra bajé de entrenador en la U RSS duran­
te m uchos años, y tuve m uchas disputas,
que en ocasiones se convirtieron en con­
flictos. Conozco a m uchos jugadores y en­
trenadores que están dispuestos a d iscuti r
d u ra nte m ucho tiem po o incluso a pelear
por minucias. Tuve una rica experiencia Este movi miento me lo enseñó por pri­
de actitudes bastante groseras e injustas mera vez u no de los j ugadores de ajedrez
hacia mí y mis alumnos, aun así seg uí tra- postal más fuertes del m undo, Donatas

30
Construcción de un repertorio de aperturas

Lapienis. A menudo coi ncid íamos como Parece preferible el fianchetto de este alfil.
entrenadores en las competiciones i nfan­
tiles y analizábamos j untos los problemas a o-o o-o 9 �el J.ts 10 �fdS as?
de las a perturas.
Las negras han realizado algunas jugadas
La ú ltima jugada de las blancas parece naturales, pero rutinarias, y como resulta­
m uy lógica. Un caballo blanco se sitúa en do tienen u na mala posición.
c3, y el otro en f4, y así el pu nto dS estará
controlado completamente. Si las negras
desarrollan su caballo b8 por c6, entonces
uno de los caballos blancos ejercerá una
fuerte presión desde el puesto avanzado
dS. Por lo tanto, aparentemente las ne­
gras deben controlar la casilla dS con el
peón, a u nq ue entonces las blancas ten­
drán excelentes posibilidades prácticas en
el juego contra el peón d6 Entiendo q ue
si las negras se defienden bien, podrían
obtener un contrajuego suficiente. Sin
embargo, esta forma de jugar la apertura
ofrece a las blancas excelentes posibil ida­ 1 1 e4! J.d7 12 f4 �g6 1 3 fS �es 14 f6! J.xf6
des prácticas. 15 �xf6+ gxf6 16 J.h6 ges 17 �ds ge6 18
h4
I lustraré mis conclusiones con la ayuda de
tres partidas de uno de mis alumnos, Ale­ Las negras amenazaban 1 8 ... fS. Ahora a
ksandr Zazhogin, que se jugaron en com­ esto sigue 1 9 i.gs.
peticiones i nfa ntiles. Todas estas partidas
son similares entre sí, sin embargo son 1s ... �e1 19 ed2!
m uy instructivas. Las negras desarrollaron
sus piezas con cierta negligencia, sin un Las blancas j uegan al mate, no se apartan
plan bien pensado, e i nvariablemente ob­ de su camino por el peón f6.
tuvieron posiciones peores. Por su parte,
las blancas se desarrollaron de acuerdo a 19 �xdS 20 cxdS ges 21 gf2! fS 22 exfS
•••

un plan de j uego preparado, se apodera­ exh4 23 g3! ed8 24 f6 c6


ron de la i niciativa, y después superaron a
su adversario mediante ataques enérgicos
y efectivos.

PARTIDA 6
Aleksandr Zazhogin - Filimónov
Gambito Budapest [A52]
Grodno 1 989

1 d4 �f6 2 c4 es 3 dxeS �g4 4 e3 �xeS S


�h3 d6 6 �f4 �bc6?! 7 J.e2 J.e7?!
25 J.fB! Las negras abandonaron.

31
Construcción de un repertorio de aperturas

PARTIDA ? fxg6 28 �xg4 Las negras abandonaron.


Aleksandr Zazhogin - Vakunovich
Gambito Budapest [A52]
Vitebsk 1 990 PARTIDA 8
1 d4 �f6 2 c4 es 3 dxes �g4 4 e3 �xes s Aleksandr Zazhogin - N. Miezis
�h3 �bc6?! 6 �f4.ib4+ Gambito Budapest [A52]
Vilnius 1 990
El cambio de los a lfiles de casillas negras
es favorable a las blancas. Tenía sentido 1 d4 �f6 2 c4 es 3 dxeS �g4 4 e3 �xeS S
jugar 6 ... g6. �h3 �g6 6 g3 �c6?! 7 f4!

7 .id2 bd2+ 8 �xd2 d6 9 �d 0-0 10 .ie2 Las negras han impedido la llegada del ca­
ge8 1 1 0-0 �g6 12 �fdS .ifS?! 13 f4! ballo blanco a f4, sin embargo su propio
ca ballo está mal situado en g6. Las bla ncas
juega n a restri ngir este cabal lo, y al mismo
tiem po i ncrementan su ventaja de espa­
cio.

7 ••• .tb4+?!

Era bastante más lógica 7 ... J.cs, con ata­


que al peón débil e3.

s .td2 �e7?

En esta casilla la dama se convierte en u n


Las negras no han cometido todavía erro­ objetivo excelente para el caballo blanco,
res graves, pero han jugado sin plan. Como que tiende a ocu par la casilla dS.
consecuencia, la posición de las blancas es
bastante su perior. 9 �e2 .ixd2+ 1 0 �xd2 0-0 1 1 �c3

13 ••• �d7 14 gael �ce7 1 S e4!

U na j ugada m uy enérgica.

1S ••• �xdS 16 cxdS .tg4?

Las negras cometen un error fatal, aunq ue


incluso después de 1 6 ... .be4 1 7 i.bS c6
1 8 dxc6 bxc6 1 9 lt:Jxe4 cxbS 20 fS el domi­
nio de las bla ncas es total, a pesa r del equi­
librio material. Ahora el a lfi l de las negras
cae en la tra mpa, y la partida concluye.
Y de nuevo la ventaja bla nca es i nd udable.
1 7 .ibS c6 18 .ta4 .ths 1 9 fS �es 20 �gs g6
21 h3 �c7 22 g4 .tlg4 23 hxg4 h6 24 �xh6 11 ••• ge8 12 �dS �d6?
�xg4 2S �h3 �b6+ 26 'it>g2 'it>g7 27 fxg6

32
Con strucción de u n repertorio de a pertura s

La retirada a d8 es mejor que esta extraña Cada jugador debe tener s u propia teoría
. jugada. de aperturas, que incluirá esquemas nue­
vos y antiguos (¡aunque actualizados!),
1 3 �g2 é!JdS 14 cS! variantes, ideas y jugadas. Nosotros inten­
tamos desarrollar un tipo de repertorio de
Tras este lindo golpe táctico la partida aperturas que ayude al ajedrecista a pen­
prácticamente está terminada. El futuro sar estratégicamente, que le lleve a me­
gran maestro letón ya podía haber cesado jorar constantemente las habilidades de l
la resistencia aquí. juego posiciona l y que le permita plantear
problemas bastante complejos a su ad­
14 �c6 15 l!J e7+ l!J xe7 16 �xc6 dxc6 1 7
••• versario. Si es posible, nuestro repertorio
élJ f2 élJ e 6 1 8 0-0 élJ xcS 1 9 e4 élJ g 6 2 0 �c2 de aperturas debe estar algo alejado de la
é!J e6 21 �adl é!J ef8 22 �d2 l!Je7 23 füdl b6 última moda, para no saturarse con el flujo
24 �d8 �b7 25 �xe8 �xe8 26 b4 é!Je6 27 fS de información.
ctJ gS 28 �b3 es 29 bxcs é!JxfS 30 �a4 ©ta
31 c6 ctJf3+ 32 ©g2 �xc6 33 �xc6 ctJ 3d4 34 En consecuencia, si decide ampliar su re­
�xd4 ltJxd4 35 �xc7 ctJ bS 36 �c6 Las ne­ pertorio de aperturas con nuevas varian­
gras abandonaron. tes, hágase las siguientes preguntas:

Desde luego, el juego de las negras en es­ ¿Necesito esto ahora, cuando esta variante
tas partidas estuvo bastante alejado del Ja juega casi todo el mundo en los últimos
ideal. Sin embargo, los jugadores de nivel tiempos?
mundial rara vez utilizan tales aperturas, y
en todo caso, para empezar, este sistema ¿No sería mejor dirigir mis esfuerzos hacia
con las blancas es bastante normal. una variante menos popular, también con
buenos fundamentos posicionales, aunque
Por cierto, si comparamos las partidas de menos investigada ?
Ale khine y Zazhogin (Dios me perdone
por ta l blasfemia . . . ), sin saber quién con­ Ahora dirigiremos nuestra atención a las
ducía las b lancas, sería difíci l decir cuál de aperturas de buena calidad. En estas aper­
ellas la jugó el gran campeón, y cual un turas es difícil que las blancas pretendan
candidato a maestro desconocido, porque alcanzar una ventaja seria en la apertura,
el nivel de resistencia fue más o menos el y por eso en una primera fase mi trabajo
mismo. con los jóvenes ajedrecistas se limita a ex­
plicar las principa les ideas estratégicas y a
Tengo que reconocer que nunca abría la la elección de variantes que lleven a po­
Enciclopedia de aperturas de ajedrez para siciones complejas, ricas en posibilidades
intentar obtener ventaja siguiendo las re­ activas.
comendaciones del autor. Estoy acostum­
brado desde niño a no confiar ciegamente
en los manuales, y a utilizarlos como pun­ Gambito de Da ma
to de partida para el trabajo analítico de
las aperturas, revisando prácticamente Empecemos con el Gambito de Dama re­
cada jugada en las variantes principales. husado: 1 d4 dS 2 c4 e6 3 ctJ c3
La «Enciclopedia» consiste en su mayor
parte en una selección de partidas, cla­ Véase el diagrama siguiente
sificada según diferentes variantes, y es
adecuada para el trabajo como referencia. Aquí ya aparece una sutileza: las negras

33
Construcción de un repertorio de aperturas

I ntentaré expl icar cuál es la esencia de la


l ucha por la diagonal b 1 -h7. El ataque de
minorías de peones es uno de los planes
de juego posibles para las blancas. En el
flanco de dama disponen de dos peones
contra tres de las negras. Supongamos
que el peón «b» alcanza la casi lla bS:

pueden elegir entre 3 ... lLJf6 y 3 ... i.e7.


Poseo una ampl ia experiencia, y sé q ue
por lo general el joven ajedrecista con el
que empiezas a trabajar no com prende
la diferencia entre estas dos jugadas, y
tiene una idea m uy vaga de lo q ue es u n
ataque de minorías, s i e s que l a tiene. Por
lo tanto, es importante atraer su atención
sobre los momentos claves del combate. Y No se puede prevenir la a parición de una
en primer l ugar sobre la im portancia de la debil idad en la estructura de peones de
diagonal b 1 -h7 en el sistema de Carlsbad. las negras, bien en c6 o en dS.
Después de 3 ••• lll f6 las blancas tienen la
posibil idad de conq uistar esta diagonal. Ahora suponga mos q ue después de los
Después puede seguir 4 cxdS exdS 5 AgS, y movimientos 5 Ae7 6 e3 c6 las blancas
...

a hora las negras no pueden jugar 5 ... ifs no j uegan 7 YNc2!, sino 7 lll f3 ?! Las negras
por 6 ixf6. Las neg ras deben elegir entre deberían a provechar inmediatamente la
5 ... ie7 y 5 ... c6. oportunidad y jugar 7 ... ifS! Para llevar
a cabo el ataque de minorías las blancas
Tras 5 .ie7 6 e3 está claro q ue de n ue­
••• necesitan la casilla b 1 para su torre, por lo
vo no vale 6 ... ifs por 7 ixf6 bf6 8 YNb3, que tendrían que cambiar los alfiles de ca­
y las negras pierden peón. Entonces, las sillas blancas. La variante conti núa así:
negras tienen que jugar 6 c6, y después
•••

de 7 �c2! las blancas se apoderan de otra 7 ... .ifs s Ad3 J.xd3 9 �xd3 lll bd7 1 o o-o o-o
diagonal importante. Preste atención: la 1 1 gab1 as 12 a3 ges 13 b4
j ugada de dama es más precisa q ue 7 id3,
porq ue las negras tienen el recurso 7 ...
'll e4! En cambio en respuesta a 7 Wc2 la
jugada 7 ... lLJe4? es un error a causa de 8
bel YNxe7 9 lLixdS.

Supongamos que las negras han jugado


5 ... c6, y las blancas 6 e3. Ahora es posi­
ble 6 ... ifs, aunque después de 7 YNf3! las
negras no pueden evitar el debilitamiento
de su estructura de peones en el fla nco de
dama, ya que no vale 7 ... g6 por 8 g4!

34
Construcción de un repertorio de aperturas

Aqu í las negras pueden j ugar 1 3 ... �e4 ces todavía maestro i nternacional), co­
con una posición más o menos eq uilibra­ mentando esta partida en el «I nformador»
da, a u nque cuando se han cam biado los n.0 42, apu ntó q ue en lugar de 20 ... �e8?!
a lfi les de casillas blancas la mejor forma era mejor j ugar 20 ... "1Wd6 con idea de 21 ...
de l ucha r contra el ataque de minorías �c7, y después en caso de necesidad füc8,
es la directa 13 ••• b5!?, seg uida de la ma­ a u nque las posibilidades de las blancas
niobra posterior del caballo a c4. Es ne­ siguen siendo preferibles. En general, en
cesario recordar que cuando están sobre posiciones de este tipo las negras prácti­
el tablero los alfiles de casil las blancas en camente no tienen perspectivas de jugar
plan con b7-b5 tiene serias deficiencias a ganar. Las blancas pueden «acogollar»
desde el pu nto de vista posicional. Es úti l al peón c6 sin d ificultades y sin riesgo de
para el lector saber que a veces las negras perder. Nunca he sido adicto a las estadís­
emprenden la l ucha por la importante ticas, aunque creo que entre el 35 y el 40
d iagonal con ayuda de la larga maniobra por cierto de estas partidas termina con la
� d7-f8-e6, g7-g6, �e6-g7 y ifs, aunq ue victoria de las blancas, y el resto en tablas.
generalmente las blancas tienen tiempo Las negras pierden demasiado tiempo en
para «ocuparse» del peón c6, como en la el cambio de los a lfiles de casillas blancas.
siguiente partida.
21 bxc6 bxc6 22 gb6 �e7 23 fübl �d6 24
�b3 gas 25 gb7 �fs 26 �es ge7
PARTIDA 9
Las blancas han conseg uido el dominio de
(gor Novíkov - Andrei Jaritónov la columna «b» y del puesto avanzado cs.
Gambito de Dama [036] Las negras deben aceptar la simplificación
Sebastopol 1 986 de la posición a causa de la amenaza 27
�d7.
La apertura de esta partida transcurrió así:
27 gb8+! gxb8 28 �xb8+ �xb8 29 gxb8+
1 d4 d5 2 c4 e6 3 �c3 �f6 4 cxd5 exd5 5 J,gs �g7 30 g4! �h4 31 �xh4 J.xh4 32 gc8
J.e7 6 e3 c6 7 J.d3 �bd7 8 �c2 �f8 9 �f3
�e6 1 0 J.h4 g6 1 1 0-0 0-0 12 gabl �g7 1 3
b4 a6 14 a4 J.f5 15 b 5 axbS 16 axbS gca 17
gfcl J.xd3 18 �xd3 �fS 19 J.xf6 .ixf6 20
�a4 ges

La estrategia de las blancas ha tenido éxi­


to: el peón c6 está perdido. La única con­
trachance de las negras es atacar al peón
f2.

El gra n maestro Andrei Jaritónov (enton- 32 ••• ga7 33 gxc6 ga2 34 �d3 gd2 35 gc3

35
Construcción de un repertorio de aperturas

fS!? 36 gxfS gxfS 37 ©f1 f4!?

Las negras hacen esfuerzos heroicos para


crear contraj uego. Las bla ncas amenaza­
ban expulsar a la torre de la casilla d2 y
ocupar la segunda fi la con su propia torre,
tras lo cual la materialización del peón de
ventaja sería solo cuestión de tiempo.

38 tll xf4?

Ígor Novíkov cede a la tentación de ga­


nar otro peón, manteniendo compacta conseg uir ventaja mediante 8 e4 dxe4 9
su estructura de peones, a u nq ue al mis­ .ixf6 �xf6 1 O �xe4+, como jugó Eingorn
mo tiempo permite a las negras activar contra Karpov en el campeonato de la
significativamente sus piezas. La decisión URSS del año 1 988. Después de 1 O . .ie6 . .

correcta era 38 exf4!, y después de 38 ... 1 1 .ic4 �e7 1 2 .ixe6 �xe6 1 3 �xe6 fxe6
®f6 39 ®g2 @fs 40 ®f3 las blancas deben 1 4 0-0-0 lt:Ja6 1 5 !:!he 1 lt:J c7 1 6 lt:J e4 ®e 7
ganar. Aunque es m uy probable que tanto 1 7 !:id3 las blancas obtuvieron una ventaja
la calidad del juego como el resultado se m ínima en el final, aunque la pa rtida ter­
vieran afectados por los apuros de tiempo. minó en tablas.

38 ••• gxf2+ 39 ©g1 gd2 40 tll xdS ©g6! Después, y en el mismo campeonato, Kar­
pov probó esta variante con blancas con­
Las negras tienen dos peones menos, sin tra . Las negras eligieron una conti nuación
embargo ya no tienen nada que temer. de doble fi lo: 8 ... tll xe4 9 .ixe7 ®xe7 (9 ...
�xe7 1 O tll xdS!) 1 O lüxe4 dxe4 1 1 �xe4+
41 ges ©ts 42 gf8+ ©g4 43 gf4+ ©h3 44 .ie6 Aquí Karpov mostró las deficiencias
'3f3+ ©g4 45 '3f1 '3e2! 46 tll f4 '3xe3 47 tLl g2 de la posición negra media nte 1 2 .ic4
'3e4 48 tll xh4 ©xh4 49 '3d1 ©gs so ©f2 �as+ 1 3 ®f1 !, y después de 1 3 ... �fs 1 4
©f6 51 !ld3 ©e6 52 '3e3 ©ds Ta blas. �e3 lll d 7 1 5 !:!e l !:iae8

Ahora centremos nuestra atención en


la jugada 3 ... J,.e7 Aprendí sus sutilezas
hace mucho tiempo, tras el match por el
campeonato del m undo del año 1 963 en­
tre Mijaíl Botvinnik y Tigran Petrosian. La
idea, modesta a simple vista, consiste en
que con esta jugada las negras pretenden
ocu par la diagonal b 1 -h7 con el alfil en el
caso de que las bla ncas quieran encauzar
la partida por los raíles de la variante de
Carlsbad. Por ejem plo, 3 ... J,.e7 4 tll f3 tll f6
s cxdS exds 6 J,.gs c6 1 �a g6!?
con el oculto sacrificio de peón 1 6 dS!!
Véase el diagrama siguiente cxdS 1 7 �bS!, comenzó un ataq ue contra
el rey q ue proporcionó a las blancas una
Por ejemplo, las blancas han intentado victoria magnífica.

36
Construcción de un repertorio de aperturas

Sin emba rgo, poco a poco, las negras en­


contraron una manera de neutralizar la
iniciativa del adversario. La partida Ruban
- Dreev, Titlis 1 989, continuó así: 8 e4 dxe4
9 J.xf6 J.xf6 1 O Wxe4+

demasiado optimista, q ue debilita u na


posición más o menos igualada. 29 ixd3
30 Wfxd3 c4 no proporcionó a las blancas
posi bilidades reales de éxito.

Creo que es úti l tener en cuenta que des­


10 ... We7 1 1 J.c40-0 12 o-o Wb4! 13 J.b3 J.ts pués de 3 ... ie7 el golpe central 4 e4 no
14 Wf4 tll d 7 1 S gfe1 as 16 g4 .ie6 17 J.xe6 ofrece nada a las blancas.

Las negras han resuelto todos los proble­


mas de apertura, y no temen el golpe 1 7
füe6, porque después de 1 7 ... fxe6 1 8
.be6+ <i>h8 1 9 ixd7 V9xb2 20 V9c1 V9b4
disponen de un fuerte contrajuego.

17 ... fxe6 18 ee3 gae8 19 tll e4 .ig7 20 gad1


lll b6! Las negras se apoderaron de la i ni­
ciativa y más tarde ganaron la partida.

El i nterés teórico por la varia nte q ue em­


pieza con 7 Wa empezó a decaer. En la
partida A. Karpov - A. , Rotterdam 1 989, Com pa remos esta posición con la que
las blancas consiguieron ganar después surge en el gambito eslavo después de 1
de una aguda l ucha: 1 c4 e6 2 d4 d S 3 ltJc3 d4 dS 2 c4 e6 3 ltJc3 c6 4 e4 dxe4 5 lüxe4
ie7 4 ltJf3 ltJf6 5 cxdS exdS 6 igs c6 7 V9c2 ib4+
ltJa6!? 8 e3 (a 8 a3 sigue 8 ... g6) 8 ... ltJ b4 9
V9d 1 ifs 1 o �k1 as 1 1 ie2 o-o 1 2 o-o ltJd7 Véase el diagrama siguiente
13 ixe7 Vf!xe7 14 V9b3 :gfb8 1S ltJ a4 ltJa6
1 6 ixa6 gxa6 1 7 lü cs gb6 1 8 V:Yc3 gbs 1 9 Aqu í las blancas pueden sacrificar u n peón
:gfe1 h6 20 b3 ie4 2 1 ltJd2 ig6 22 lüf1 mediante 6 id2 Wxd4 7 ixb4 '%Vxe4+ 8
ie2, porque la posición de las negras se
Véase el diagrama siguiente ha debilitado con el movimiento c7-c6.
Sin embargo, en el Gambito de Dama des­
22 ... lüxcs 23 dxcs b6 24 cxb6 g8xb6 2S pués de 4 ... dxe4 5 lüxe4 ib4+ las blan­
ltJd2 V:Ya3 26 ltJf3 es 27 V:Yd2 ie4 28 ltJes cas deben jugar 6 ltJc3, y entonces las ne­
ge6 (28 ... c4!?) 29 lüd3 gS?! U na jugada g ras mediante 6 ... es obtienen suficiente

37
Construcción de un repertorio de aperturas

impresión.

PARTIDA 10
Mijaíl Botvinnik - Paul Keres
Gambito de Dama [036]
Moscú 1 952

1 d4 tL:i f6 2 c4 e6 3 tL:i c3 dS 4 cxdS exdS s J,gs


J.e7 6 e3 o-o 7 J.d3 tL:i bd7 8 �a ges 9 tl:ige2
tl:if8 10 0-0 c6 1 1 �fabl
contrajuego.
Las blancas han desarrollado el caba llo de
Regresemos a la jugada 3 ... lll f6. Después rey por e2 y m uestran sus i ntenciones de
de 4 cxdS exdS 5 igs ie7 6 e3 c6 7 Wc2 iniciar el ataque de m inorías de peones. Es
la d iagonal b1 -h7 está en manos de las más habitual q ue el caballo de rey se en­
blancas. Pueden elegir entre el ataque de cuentre en f3.
mi norías de peones u otros planes de jue­
go. El ataque de m inorías de peones es un
plan m uy segu ro, no obstante las negras
disponen de medios para resistir. Para los
alumnos que deseen conocer los pla nes
de las dos partes en este caso, les será útil
estudiar el capítulo «Posiciones típicas en
la estructura de peones de Carlsbad», del
corto a u nq ue instructivo libro de Boris
Zlotni k Tipovie pozitsii mittelshpilya7, que
publicó en el año 1 986 la editorial «FiSª».

Sin embargo recuerdo el irónico comenta­


rio del maestro Oleg Dementiev, que fue 1 1 ... J.d6?
entrenador del gra n maestro Arshak Pe­
trosian: «Si en tus mejores años atacas al Keres emplea u no de los mejores méto­
peón c6, ¿qué harás cuando seas mayor?» dos para contrarrestar el ataque de m i­
Comparto la opinión de que en la varian­ norías de peones; sin embargo, no presta
te de Ca rlsbad del Gam bito de Dama un atención a la d iferencia en la situación del
ajedrecista joven debe elegir un plan con caballo bla nco. En efecto, con el caballo
u nas posibilidades estratégicas más am­ en f3 el plan de las negras i ncluye las j u­
plias que el ataque en el flanco de dama. gadas ie7-d6, lll f8-g6, h7-h6, el cam bio
La siguiente partida me produjo una gra n en f6, ig5xf6 Wd8xf6: después .ic8-g4 y
lll g6-h4, lo que con frecuencia conduce a
7 Nota del Traductor. Su traducción al castellano un ataque devastador en el flanco de rey.
sería Posiciones típicas en el medio juego. Aq uí el caballo blanco ha salido por e2, y
8 Nota del Traductor. Fizkultura i Sport (Cultura esto permite a Botvinnik desviarse del ata­
Física y Deporte). Este libro no se ha traducido al
que de minorías de peones e i n iciar una
castellano, pero el citado capítulo se puede en­
contrar en el libro Fundamentos estratégicos del ofensiva en el centro. La situación del a lfil
ajedrez, de la editorial Martínez Roca, Colección negro en d6 solo contribuye al desarrollo
Escaques, n.o 77, 1 985.

38
Construcción de un repertorio de aperturas

de la iniciativa de las blancas y viene a ser


una pérdida de tiempo decisiva.

1 2 ©h1

La amenaza consistía en 1 2 ... bh2+ y 1 3


... lll g4+

12 ••• �g6 1 3 f3!

«Las blancas estaban preparadas para el


ataque estándar en el flanco de dama, 1 1
�fab l . Ahora, por supuesto, rechazan este Keres se prepara para responder al ataque
plan en favor del ataque en el centro. Las por la columna «h», apoyado con 30 :g h3,
negras no pueden impedir el avance e3- mediante 30 .. fS, pero inesperadamente
.

e4, porq ue en esta posición es d ifíci l reali­ aparece u n golpe táctico: 30 �f5! gfe8 31
zar el contragolpe c6-c5. Esta es la conse­ � h6+
cuencia de la desafortu nada jugada 1 1 ...
id6» (Mijaíl Botvin ni k). Botvinnik no se conforma con ganar la ca­
lidad y concluye la partida con un ataque
13 ••• �e7 14 gbe1 �d7 enérgico en el flanco de rey.

La jugada 1 4 ... h6 puede refutarse me­ 31 ©ts 32 Vff6 �g7 33 gca gca 34 �xf7
•••

diante 1 5 ixh6 gxh6 1 6 ixg6. ge6 35 Vfgs �f5 36 �h6 Vfg7 37 g4 Las ne­
gras abandonaron.
15 J.xe7 gxe7 16 �g3 �f6 1 7 'iff2 �e6 18
�f5! .ixfS 1 9 .ixfS 'ifb6 20 e4 En la actualidad el plan de Mijaíl Botvinnik
ya hace tiempo que no es u na revelación
En el plano estratégico la partida ya está en el cam po de la estrategia, sin embargo
decidida. Las negras no pueden oponer es u no de los métodos de juego típicos en
nada al abrumador ataque del adversario. este tipo de posiciones. Por eso, ahora las
blancas no en mascara n sus intenciones
20 ••• dxe4 21 fxe4 gda 22 es �ds 23 �e4 agresivas en el centro med iante 1 1 gabl ,
y juegan d i rectamente 1 1 f3
El caba llo blanco penetra en el ca mpo
contrario, porque 23 ... lll c 7 24 lll d6 lll e8
es imposible por 25 lll c S o bien 25 lll xf7.

23 ••• �f8 24 �d6 Vfc7 25 .ie4 �e6?!

La mejor posibilidad práctica de las negras


era el sacrificio de calidad en d6.

26 'ifh4 g6 27 .ixd5 cxd5 28 gel Yfd7 29 gc3


gf8

Véase el diagrama siguiente


La posición es muy tensa, no obstante las

39
Con strucción de u n repertorio de a perturas

blancas sostiene n firmemente la inicia­ es el doblaje por la columna «f».


tiva estratégica. Por cierto, no han firma­
do ningún «jurame nto sagrado» que las 15 ••• lt:Je6 1 6 �afl fü8
comprometa a jugar e3-e4, y, digamos,
pueden jugar g2-g4 y después ctJ g3, o a Las negras evitan el debilitamiento de la
veces, cuando el alfil negro está en e6, y el posición, pero pierden muchos tiempos
caballo en g6, pueden emprender el avan­ en la defensa del peón «f7». Ahora las
ce del peón «f». No obstante, la ruptura en blancas se apoderan de la iniciativa.
el centro es su idea principal.
1 7 d5?!
La teoría ya se ha ocupado en gran medi­
da de la posición del último diagrama, sin La elección de qué peón avanza es una
embargo en este libro me gustaría familia­ cuestión de gustos. Yo me decanté por el
rizar al lector con mis métodos de trabajo, peón de dama, aunque la jugada 17 es
y no escribir una monografía de aperturas. también tiene sus ventajas. Posteriormen­
Por eso, en la medida de lo posible utili­ te, Vasily lvanchuk en el match de candi­
zaré mis propias partidas y las partidas de datos contra Artur jugó de forma análoga
mis alumnos, aunque también algunas a la partida Botvinnik - Keres: adelantó el
partidas de eminentes ajedrecistas que peón «e», trasladó el caballo a e4, obtuvo
pertenecen a la herencia clásica. ventaja y ganó la partida en un estilo ex­
celente.
Las negras no puede n evitar el avance
del peón «e», excepto con la jugada 1 1 17 lt:J c5 18 lt:J d4 Y:Ve5 1 9 lt:J b3 lt:J xdl 20
•••

... cS?, sin embargo a este mov imiento Y:Vxd3 ctJf6


es muy fuerte 12 gad l !, que amenaza 13
ixf6 o 1 3 dxcS ixcS 14 étJ xdS. Por eso, de En hS el caballo carece de pers pectivas;
momento deben apuntar al contrajuego además, en todas las variantes las negras
contra el i nestable centro adversario. Las deben co nsiderar la amenaza ms .
blancas, sin embargo, necesitan preparar
sus acciones activas en el centro, teniendo 21 h3 �c8
en cuenta la posición de sus torres.
Si 2 1 ... �d7, entonces es peligrosa 22 étJcS.
En una partida contra mí del campeona­
to por equipos de las Fuerzas Armadas 22 ctJ d2! �d7 23 ctJ c4 Y:Ve7
de la URSS (Minsk 1 984), el gran maestro
Timoshenko intentó determinar inmedia­ La primera impresión es que las blancas
tamente la posición ce ntral con la jugada poseen una seria ventaja, sin embargo no
1 1 lt:J h5 Después de 1 2 �xe7 Y:Vxe7 1 3 e4
••• es fácil derrumbar la posición de las ne­
dxe4 14 fxe4 las negras jugaron 14 �g4;
••• gras. ¿Cómo deben jugar las blancas?
ahora prácticamente han co ncluido la mo­
vilización de sus fuerzas y están prepara­ Véase el diagrama siguiente
das para atacar el centro blanco mediante
§:a8-d8 y ctJ f8-e6. Las blancas necesitan Quería decidir la partida por medios estra­
jugar con e nergía. tégicos, y perdí mucho tiempo pensando
en la jugada 24 �d4!? Si ahora las negras
1 5 �f2!? permiten el sacrificio de calidad tras 2 S
f üf6 gxf6 2 6 d 6 y después f üf6 y es, su
La mejor posición para las torres blancas posición será desesperada. Por eso 24 ...

40
Construcción de un repertorio de aperturas

es es u na jugada ú nica. I ndagué dura nte Es mala 33 ... fü8 por 34 e6, mientras que
bastante tiempo el final que surge tras 2S la jugada 33 ... ie6 se refuta mediante 34
'?NeS9 '?NxeS 26 tüxeS, sin embargo no al­ '?Nc6, y tam bién pierde 33 ... �d8 a causa
cancé a comprender si estaba o no gana­ de 34 '?Nc7 '?NgS 3S fü6!
do. Por eso descarté la jugada 24 '?Nd4 en
favor de 24 d6!? Aquí puede parecer q ue el ataque de
las blancas se ha extinguido, porque a
En realidad, apenas consideré esta conti­ 34 '?Nc8+ '\Mfd8 3S '\Mfc6 tropieza con 3S ...
nuación, porque este movimiento solo fue '\Mfb6+, mientras q ue después de 34 Wc6
una alternativa a 24 '?Nd4 en la posición del gda no vale 3S e6? por 35 ... '?Ne3+ Sin em­
último diagrama. Después de 24 ... We6 25 bargo las blancas tienen a su disposición
es �dS tuve miedo de caer en el zeitnot, la jugada tranquila 35 Wd6!! con la amena­
porq ue en ese momento ya había gastado za <i>h 1 , y solo después e5-e6; resulta que
mucho tiempo. En la partida se acordaron las negras aquí están indefensas.
las tablas después de 26 '?Nd4 lüxc3 27
bxc3 es 28 '?Ne4.ic6 29 '?Ng4 '?Nxg4 30 hxg4 Sin embargo, regresemos a la posición del
ibs 31 fü4 füe8. ú ltimo diagrama. El ordenador encontró
un camino corto y m uy efectivo para al­
No obstante las blancas tenía n a su dispo­ canza r el objetivo: 30 g4! Wxh3 (30 ... '?Nh4
sición la interesantísima jugada 26 �e4! 31 lüg2!, y cae la dama) 31 �xdS!! Wxd3 32
Durante el juego, con el reloj corriendo, la �e7++!; tam poco ayuda 3 1 ... '\Mlxg4+ 32
descarté por 26 ... bS 27 �gS Wh6 28 �xf7 �g2.
WhS 29 �e3 .ie6, y las blancas pierden
una pieza. En la partida Riskin - Deiko, Minsk 1 984,
las negras también continuaron 1 1 �h5.••

Véase el diagrama siguiente 12 j,xe7 Wxe7 1 3 e4, aunq ue aquí Deiko


decidió no abrir la columna «f» y en su
Cuando mostré esta partida a mis alum­ l ugar j ugó 1 3
••• .ie6 Riskin respondió di­
nos, uno de ellos encontró la excelente rectamente 14 e5!? g6 1 S f4 �g7 1 6 �g3, lo
posibilidad 30 �xdS cxdS (30 ... .ixdS 3 1 que obligó a las negras a bloquear el flan­
d7) 3 1 d 7 Ahora 3 1 ... � pierde después co de rey con la j ugada 16 fS
•••

de 32 e6, y solo q ueda 31 ... gxn 32 gxn


ht7 33 Wc3! WgS! Ahora las blancas, en posesión de ventaja
de espacio y con las piezas mejor situadas,
9 Nota del Editor: El ordenador considera que es
comenzaron a atacar a su oponente en el
más fuerte 25 YNe3! con una gran ventaja de las flanco contrario: 17 �a4 gac8 18 al b6 19
blancas.

41
Construcción de un repertorio de aperturas

b4 .id7 20 t[)c3 t[)fe6 21 t[)ge2 1 988, precisamente el jugador de 1 4 años


Aleksandr Zazhogi n, y el de 1 5 años Oleg
Romanov, con los que acababa de empe­
zar a trabajar.

PARTIDA 1 7
Aleksandr Zazhogin - Ziulev
Gambito de Dama [036]
Minsk 1 988

1 d4 d5 2 e4 e6 3 t[) c3 t[) f6 4 cxd5 exd5 5 i.g5


e6 6 ea i.e7 7 e3 0-0 s i.d3 t[) bd7 9 t[)ge2
Las negras están restri ngidas. Sus caballos :Ses 10 o-o t[)f8 1 1 f3 g6 12 :Sadl t[)e6 1 3
no pueden ocu par a la vez la casilla e6, la .ih4 een!
posición del alfi l en d7 ta mpoco es envi­
diable. Las blancas disponen de un plan Plantea una celada, sin embargo es una ju­
de acción claro con u na idea principal: el gada d udosa. A 1 4 e4? las negras planean
ataque a la cadena de peones del adversa­ responden 14 ... dxe4 1 5 fxe4 �g4 1 6 .ig3
rio med iante b4-b5. La posición negra está %Vd8, con ataq ue al peón d4 y a la casilla
estratégicamente perdida. e3.

21 ... :SedS 22 b5 .ieS 23 eb3 eb7 24 bxe6 14ee1 !?


be6 25 :Sael a6 26 t[)a2 b5 27 t[)b4 eas 2S
t[)xe6! U na decisión original. Las blancas contro­
lan la casilla e3 con la dama y permiten
Sin siquiera d udarlo, Riskin cam bia el alfil que el a lfil de casillas blancas retroceda a
«malo» del adversario, q ue juega un papel la casi lla b 1 . Sin emba rgo, parece más na­
importante en la defensa. tural 1 4 cii h l .

2S :Sxe6 29 :Sxe6 exe6 30 f/b4 :Ses 31 :Sel


••• 14 ... t[)h5 1 5 .ixe7flxe7 16 e4 :Sd8
ed7 32 :Sxe8+ exe8 33 <tfi>f2

Las blancas cul minan los preparativos


pa ra la ruptu ra de peón a3-a4.

33 ... ¡ydS 34 g3 <tfi>f7 35 a4 ¡yb6 36 axb5


t[)e7 37 t[)c3 t[)ge6 3S t[)a4 exd4+ 39 exd4
t[)xd4 40 b6 t[)ee6 41 i.xa6 t[) ds 42 t[)c3 g5
43 i.eS gxf4 44 gxf4 t[)4e6 45 t[)xd5 Las ne­
gras abandonaron.

Ahora veamos cómo se probó el esq uema


de Mijaíl Botvi nnik en los campeonatos
j uven iles. Quiero presentar al lector las Una posición peculiar. ¿Qué plan deben
partidas de dos candidatos a maestro en elegir las blancas? El desarrollo más natu­
el campeonato j uvenil de Minsk del año ral parece ser el avance de los peones «e»

42
Construcción de un repertorio de aperturas

y «f», sin emba rgo las negras en respuesta Las negras no aguantan la tensión e i ni­
a 1 7 es tienen preparado el contragolpe cian el contraataque, que a l estar insufi­
central c6-c5. Zazhogin empieza la prepa­ cientemente preparado se vuelve como
ración del ataque en el centro. un boomerang. Era impresci ndible 24 ...
hxg4, con una posición confusa.
17 .lbl
25 �xd4 Wfh4?! 26 �xe6 ti)xe6 27 J.xe6 fxe6
También eran ventajosos otros pla nes. 28 cxb6 Wfxg4+ 29 Wf g3 Wffs 30 bxa7 Wta 31
Merecía atención 1 7 '1We3, para después fS! exfS 32 Wfxg6+ ©h8 33 Wfxh5+ �g7 34
de 1 7 ... b6 ca mbiar d rástica mente el ca­ WfgS+ �h8 35 gxd8 Las negras a bandona­
rácter del juego media nte 1 8 exdS cxdS ron.
1 9 me 1 o i ncluso 1 9 g4 ctJf6 20 füe 1 , en
analogía con la 1 4ª partida del match Bot­
vinnik - Petrosian, q ue examinaremos más
adela nte. PARTIDA 12
Oleg Romanov - Ziulev
17 ... b6 18 Wfe3 .lb7 1 9 a3 ges 20 es gad8 Gambito de Dama [036]
21 f4 Minsk 1 988

Las blancas son consecuentes en sus ac­ 1 d4 dS 2 c4 e6 3 ti)c3 ti)f6 4 cd ed S J,gs c6 6


ciones, aunque en comparación con la e3 J.e7 7 W1a o-o 8 .id3 ti) bd7 9 ti)ge2 ges
partida a nterior las piezas del adversario 10 0-0 ti)f8 1 1 f3 g6 12 gadl ti)e6 1 3 .ih4
están situadas con mayor armonía, y las ti) hs 14J.f2
negras no necesitan bloquear mecánica­
mente los peones bla ncos mediante f7-f5. Las bla ncas evitan el ca mbio del alfil de
casillas negras.
21 ... c5! 22 .la2 �hg7
14 ... Wfc7
Las negras amenazan cam biar dos veces
en d4, con la posterior maniobra ctJg7-f5 y Las negras apartan su dama del enfrenta­
el avance del peón «d». miento con la torre blanca. En caso de 1 4
... fS podía seguir 1 5 e4!? Por ejem plo: 1 5
23 g4!? ... fxe4 1 6 fxe4 dxe4 1 7 he4 y 1 8 dS a la
jugada siguiente.
Una decisión m uy arriesgada, aunque
concreta y directa. 15 �hl J.d6

23 ••• h5

Era mucho más lógico abrir el centro me­


diante 23 ... cxd4. Podría seguir 24 ctJxd4
lll xd4 25 gxd4 (25 '1Wxd4? '1Wh4) 25 ... lll e6
26 füdS! (26 lll xdS? 'IWcs 27 lll f6+ @ h8) 26
... �h4 27 h3, y la posición blanca es pre­
ferible.

24 dxc5 d4?

43
Con strucción de u n repertorio de a perturas

Apunta al peón h2. Parece muy natural negras respondieron 12 ... '\Was, que pre­
16 �g l con idea de preparar e3-e4. Sin viene 13 e4.
embargo, los ajedrecistas jóvenes están
llenos de optimismo y aman los ataques 1 3 a3! !!adS 14 'it>hl
al rey, por eso no es sorprendente que las
blancas prefirieran 1 6 g4!? l2J f6 1 7 h4 b6? Las blancas no se apresuran.

Demasiado lento. Las negras necesitaban 14 ... �cs


tomar medidas contra el ataque inminen­
te. Valía la pena decidirse por 17 ... hS!?, La posición negra es sólida, pero muy pa­
permitiendo el sacrificio de pieza en g6, siva. Sus piezas están colocadas estética y
con la posterior retirada del caballo de e6 armoniosamente en el centro, sin embar­
a g7. go, si las blancas consiguen avanzar sus
peones centrales, toda esta armonía se
1S !!gl �b7 1 9 hS vendrá abajo.

Ahora el ataque blanco no se puede dete­ 1 5 .ih4!


ner.
El alfil se traslada a g l , desde donde in­
1 9 !!aes? 20 .ih4 l2Jd7 21 f4! l2Jg7 22 'Wd2
•.. terferirá constantemente las maniobras
.ie7 23 .ig3 'WdS 24 fS! de las piezas negras. Si en la jugada pre­
cedente las negras hubieran jugado 14 ...
En el lenguaje futbolístico, las blancas '1J g6, entonces las blancas no habrían con­
cuelgan el balón al área de su adversario. seguido trasladar el alfil por la ruta g5-h4-
f2-g l , aunque podrían haber incrementa­
24 ... �gS 25 fxg6 fxg6 26 é2Jf4 gxh5 27 gxh5 do la presión mediante tLl e2-g3-f5.
é2Jf6 2S h6!
1 5 ... l2Jg6
Culmina con elegancia el enérgico ataque.
Las negras continúan con el juego movi­
2S .ixh6 29 'Wh2 ,igs 30 .ih4 �xh4 31
.•• miento a movimiento, sin un plan para la
'Wxh4 l2J e4 32 !!xg7+! 'it>xg7 33 !!gl + Las partida. Debería n pensar seriamente en
negras abandonaron. cómo obtener contrajuego. Como c6-c5
en este momento no es constructivo, me­
recía atención 15 ... g6 con idea de lLl f8-e6.
En g6 la posición del caballo es demasiado
PARTIDA 13
pasiva. Es evidente que Ziatdinov se pro­
Alexéi Aleksandrov - Rashid pone luchar por la casilla f4 para sus piezas
Ziatdinov en el momento en que el peón e3 avance
Gambito de Dama [036] a e4, sin embargo esta esperanza no se
Primorsko 1 990 hace realidad.

1 d4 l2Jf6 2 c4 e6 3 é2J c3 d5 4 cd ed S �g5 c6 6 1 6 .if2 �d6?! 1 7 �gl l2J h5 1 8 b4!


'Wc2 �e7 7 e3 é2J bd7 S �d3 o-o 9 l2J ge2 !!es
10 0-0 élJfS 1 1 f3 .ie6 1 2 !!adl Esta jugada es posible gracias a la ubica­
ción del alfil en d6, porque después de 18
Esta jugada se corresponde con el espíritu ... 'Wxa3? 19 ga 1 'Wxb4 20 f üb 1 las negras
de la idea estratégica de las blancas. Las pierden la dama.

44
Construcción de un repertorio de aperturas

18 ... Wc7 �g4+ ©g6 41 ©h4 gee8 42 �es+ ©g7 43


©hS Las negras abandonaron.

Me gustaría agrega r a lo dicho anterior­


mente que cuando el caballo blanco está
situado en e2, entonces el salto del caballo
negro a e4 no es demasiado efectivo ni en
la l Oª j ugada, ni en la 1 1 ª (después de l O
. . h6 1 1 i.h4). En la partida Shereshevsky
.

- Aslanov, Mi nsk 1 981 , después de 10 ...


h6 11 .ih4 �e4 12 .ixe7 Wxe7 las -bl�ncas
jugaron 13 gael !?

Me dispongo a preparar el avance del


19 e4! peón central.

El momento adecuado para la ruptura en 13 ••• �df6 1 4 f3


el centro. Las negras no pueden jugar 1 9
... ¿¿¡ hf4 por 20 eS!, y 20 ... ¿¿¡xd3 se refuta Era interesante probar 1 4 ¿¿¡ d l , con e l fin
mediante 21 exd6. Aq uí, al igual que en la de conservar sobre el tablero otra pieza
partida Botvinnik - Keres, la u bicación del menor.
alfil en d6 constituye un obstáculo para las
negras. 14 ... �xc3 15 �xc3 c5

19 ••• dxe4 20 fxe4 .if4 Las negras previenen el avance del peón
e3-e4, pero entran en un final desfavora­
Qu izás para ser consecuentes, las negras ble.
ocupa n la casilla f4 con el alfil, sin embar­
go ésto solo facil ita lá tarea de las blancas. 16 dxcS Wxc5 17 � b5! Wxa 18 .txa
No obstante, ya era m uy d ifíci l defender la
posición de Ziatd inov.

21 es .ih6 22 .ifS! ge7 23 �e4

Observamos el mismo escenario que en la


partida de Botvinnik. Él dictó cómo debe
seg ui rse.

23 .txfs 24 gxfs �hf4 2s �xf4 .ixf4 26


•••

gfl .ih6 27 g4!

Las blancas cosechan el fruto de su estra­


tegia. Todavía siguió: En el li bro Estrategia del final dedico un ca­
pítulo completo a los finales de este tipo.
21 ... i.f4 28 gs:f4 �xf4 29 gxf4 f6 30 Wb3+ Tales posiciones son muy desagradables
©h8 31 Wf3 Wd7 32 exf6 gxf6 33 �xf6 We6 para las negras, aunque son defendibles
34 dS! cxdS 35 i.d4 Wel + 36 ©g2 We2+ con un j uego preciso. En este caso se man­
37 ©g3 WxB+ 38 gxa ge6 39 gs ©g7 40 tienen sobre el tablero los dos pares de

45
Con strucción de u n repertorio de a pertu ra s

torres, l o que permite a las blancas crear ches de ca ndidatos, en un buen número
una debilidad adicional en el flanco de rey de torneos fuertes, y en las Olimpiadas.
mediante el avance, tras la preparación Sus posiciones se caracterizan por u na es­
correspondie nte, de los peones «h» y «g». tructura dinámica de peones en el centro
Además, la amenaza 20 0J c7 es bastante y en el flanco de rey. Son atractivas para
desagradable. aquellos jugadores que aspira n a la inicia­
tiva y al avance de los peones, y para aque­
Mi inge nioso contrincante jugó 1 9 ••• llos a quienes les gusta co ntraatacar. A los
�d7?!, y tras una corta reflexió n respon­ segundos les gusta sacar partido de los
dí 20 tll d4?!, aunque después de 20 0J c7! defectos de la estructura de peones de su
gec8 2 1 ct:J xa8 f üc2 22 g e l f üb2 23 fü2 adversario, que ge neralmente aparece n
las negras no tiene n suficiente compen­ tras una actividad excesiva. E n resumen,
sació n por la calidad. Estaba demasiado podemos aprender mucho del estudio de
interesado en jugar un final sobre el que las partidas de los grandes jugadores clá­
ya había trabajado antes. Lo ga né gradual­ sicos. Demos paso a la historia.
mente, más o menos tras i80 jugadas! Así
pues, es dudoso que se pueda aconsejar
a las negras jugar la posición del último
PARTIDA 74
diagrama.
Mijaíl Botvinnik - Tigra n Petrosian
En conclusión, qurs rera agregar que a Gambito de Dama [031]
veces las blancas consiguen preparar el Moscú 1 963 (m/1 4)
avance de los peones centrales con la ayu­
da del enroque largo. El gran maestro le­ 1 d4 dS 2 c4 e6 3 tll c3 �e7 4 cxdS exdS S �f4
tó n S hírov es un partidario devoto de este c6
plan en la apertura. Antes de profundizar
en el estudio de la jugada 3 ... ie7, quiero Las negras luchan por la diagonal b 1-h7.
señalar que nunca inte nté enseñar a mis
alumnos obtener en la apertura algún tipo 6 el �fS 7 g4! �e6
de ventaja «abstracta». Es mucho más im­
portante que co nozcan los planes estraté­ Una jugada prácticamente forzada. E n
gicos de cada posición, que siempre estén caso d e 7 ... �g6?! Las blancas disponen
listos para tomar la iniciativa, y que tien­ del ataque 8 h4!, y 8 ... ixh4 es mala por 9
dan a una lucha compleja sobre el tablero. �b3 b6 1 O f üh4! �x h4 1 1 'lJ xdS. Si no se
captura el peón, entonces a 8 ... hS sigue 9
De acuerdo con los manuales de apertu­ gS, y a 8 ... h6, el avance 9 hS, y las blancas
ra, la jugada 3 �e7 fue introducida por
••• obtienen ventaja de espacio en el flanco
el gran maestro soviético Alatortsev. Si las de rey.
blancas quieren jugar el sistema Carlsbad,
deben conformarse co n el desarrollo más Véase el diagrama siguiente
modesto del alfil por f4 después de 4 cxdS
exdS S �f4 Esta continuació n ha sido com­ 8 h3
probada numerosas veces en torneos del
nivel más alto. Por ejemplo, en los matches En esta posición también es posible 8 �d3,
por el campeonato del mundo Botvi n nik ­ como jugó Botvinnik en la 12ª partida del
Petrosian, 1963, Karpov - Korchnoi, 198 1, match, y también 8 h4!?, otra inve nción de
Karpov - Kasparov, 1985, Kasparov - Kar­ Botvinnik, que probó en su partida contra
pov, 1986 y 1987, y también en los mat- Spassky en Leiden, 1970.

46
Construcción de un repertorio de aperturas

8 ••• tLlf6 9 i.d3 cS Las blancas se han apoderado por com­


pleto de la iniciativa. Las negras no tienen
Parece que todo está en regla: al ataque debilidades, la coord inación entre sus pie­
en el flanco las negras responden con el zas ta mpoco es mala, y sin embargo su
contragolpe en el centro. Las blancas no posición no es agradable. Su princi pal de­
buscan aislar un peón en dS, abriendo la fecto es la ausencia de posibilidades para
posición, y sig uen con el desarrollo tran­ crea r un plan de contraj uego constructivo.
quilo de sus piezas. I ntentemos una vez más realizar u na ana­
logía con el fútbol. I magine que un equi­
10 tLlf3 tLlc6 1 1 �fl ! po avanza, intenta marcar u n gol, y el otro
solo observa las acciones de su oponente
El rey blanco se sentirá cómodo en g2, y la y procura neutralizarlas, sin ni siquiera i n­
torre h 1 está activa en su posición original. tentar contraatacar.
La posición del peón blanco en g4 no es
tan extravagante. Al contrario, este peón 1 7 ... i.d6
permite a las piezas bla ncas ocu par las ca­
sillas g2 y g3, para conservar la ventaja de Petrosian q uiere simplificar la posición, sin
espacio en el fla nco de rey. emba rgo el cambio de los a lfiles de casi­
llas negras con los peones a islados mu­
1 1 ... 0-0 12 �g2 cd 1 3 tLlxd4! tll xd4 14 exd4 tuos solo favorece a las bla ncas.

Con el cam bio de caballos las blancas ga­ 18 gae1 i.xeS 1 9 gxeS
nan un tiempo para ocupar con el peón la
casilla f3. La captura 1 9 dxeS? sería un «descu ido»
posicional por 1 9 ... d4 20 exf6 �xf6.
14 ••• tLld7 1 5 Wfc2! t¿)f6
19 ••• g6 20 'mf2 tLld7 21 ge2 tLlb6 22 ghe1 !
Petrosian regresa con el caballo a su pues­
to. En caso de 1 5 ... g6 las negras tend rían «La j ugada de doble filo 22 h4 era una de­
que considerar 1 6 i.h6 ges 1 7 f4, mientras cisión q ue no se correspondía con el espí­
que a 1 5 .. h6 es m uy fuerte 1 6 �d2, con el
. ritu de la posición, porque las perspectivas
plan j,d3-c2 y después �d2-d3. de ataque son confusas, mientras que el
fi nal se presenta favorable a las blancas »
1 6 f3 gca 1 1 .ies (Mijaíl Botvinnik).

Véase el diagrama siguiente 22 ... tLlc4

47
Construcción de un repertorio de aperturas

Las negras intentan jugar activamente, sin


embargo tras el cambio de piezas meno­
res el caballo blanco será claramente más
fuerte que el alfil del adversario.

23 .ixc4 gxc4

Si 23 ... dxc4, entonces 24 dS y 2S �d4.

24 gd2 ges 2S ge3 a6 26 b3 gc6 27 tLla4 b6


2s �b2 as 29 tLld3 f6

tras el cual su posición se deteriora.

3S ••• a4 39 bxa4

«En caso de 39 tli es gc3 40 bxa4 ga3 4 1


gb2 gxa4 4 2 gxb6 füa2+ desaparecían
todos los peones del flanco de dama, lo
que faci litaba la defensa de las negras»
(Mijaíl Botvi nnik).

39 gc4 40 aS! bxaS 41 �c5 .ifS 42 ©g3 a4


•••

c ©M � � ©� gM ti �� gM � ��
30 h4! ©n 47 ©c6.bd3 48 gxd3 gb2 49 gxa3 gg2
SO ©xdS gxgS+ Sl ©c6 hS S2 dS gg2 S3 d6
A pesar de todo las blancas realizan esta ga+ S4 ©d7 h4?!
jugada, a u nque no con la idea de atacar
en el flanco de rey. Botvinnik prepara la Botvi nnik indicó que i ncluso tras la mejor
apropiación de la casi lla es, media nte el S4 ... gS! ss gas! ®f6 S6 ®da h4 S7 d7 h 3
avance del peón «g». S S E:a6+ @ g 7 S 9 :ge6 h2 6 0 g e l las blan­
cas deben ganar.
30 J.f7 31 gxeS+ J.xeS 32 We3 J.f7 33 gS
•••

.ie6 34 �f4.if7 SS f4 gn 56 ©es gxf4 57 ga7+ Las negras


abandonaron. Una partida excelente, en la
El alfi l debe retroceder. En caso de 34 ... que las negras no cometieron n i u n solo
i.fS puede seguir 3S gxf6 '1Wxf6 36 '\Wes, y error grave, y sin embargo se vieron su pe­
las negras pierden el peón dS. radas completamente.

3S �d3 .ie6 36 gxf6 Wxf6 37 Wgs! Wxgs+


3S hxgS
PARTIDA 15

Véase el diagrama siguiente Viktor Korchnoi - Anatoly Karpov


Gambito de Dama [031)
La posición se ha simplificado, no obstante Merano 1 981 (m/ 1 3)
el fi nal es difícil para las negras. Petrosian
intenta crear contrajuego, sin embargo a 1 c4 e6 2 �c3 dS 3 d4 J.e7 4 cd ed S .if4 c6 6
la j ugada sig uiente comete un error grave, e3 J.fs 7 g4 .ie6 s h3 �f6 9 J.d3 o-o 10 tLlf3

48
Construcción de un repertorio de aperturas

es 1 1 <i>fl �e6 12 ci>g2 ges propuso 1 6 ... Wlb6!? 1 7 Wlb3 lüxd4 con
idea de responder a 1 8 exd4 con la agu­
Petrosian jugó 1 2 ... cxd4. da 1 8 ... �c4!?, m ientas que después de 1 8
lüxd4 «no se puede hablar d e nada más
que una mínima ventaja de las blancas».
He estudiado m uchos finales similares y
V. Lepeshkin y D. Plisetsky critican la ú l­ les dediqué un capítulo completo en el li­
tima j ugada de las negras, y en su libro bro Estrategia del final. Las negras pueden
Match por el campeonato del mundo. Mera­ mantener la posición con un juego preci­
no 1 98 1 proponen la jugada 1 3 ... a6. Sigue so, aunque generalmente esto no es una
esta variante: 14 dxcS ixcS 1 5 lü bs ie7 tarea fácil.
(es más fuerte 1 5 ... lü b4! [Redacción]) 1 6
lübd4 lüxd4 1 7 gxc8 ixc8 1 8 lüxd4 ( 1 8 17 gxca ffxc8 1S exd4!
exd4 lüe4 1 9 ge1 fS) 1 8 ... id6 1 9 ixd6
Wfxd6 20 Wlc2 ges con idea de lüe4. «Cree­ U na idea de Mijaíl Botvinnik.
mos que las debilidades en el flanco de rey
no permiten a las blancas esperar u na ven­ 1 S ... ftd7 1 9 �e7 ges 20 �xe6 fxe6
taja significativa», concluyen los autores.
Es mala 20 ... Wlxe6 por 21 ifS.

Puede parecer que las blancas no tienen


una ventaja apreciable, sin embargo des­ La superioridad de las blancas es induda­
pués de 21 gc1 (que amenaza 22 W/xc8 ble: tienen la pareja de alfiles, mejor desa­
o los movimientos de la dama a es o c7) rrollo, y espacio para maniobrar. Además,
la defensa de las negras será complicada. en la posición de las negras aparece u na
Hay q ue decir que en el match del año debilidad en e6.
1 98 1 Karpov j ugó mejor q ue Korchnoi y
ganó con firmeza. Sin embargo, en los pe­
riódicos soviéticos los comentarios sobre
este match fueron unilaterales. El motivo Tahl dijo q ue era mejor 21 ... Wlf7.
fue q ue entonces el ajedrez y la política
estaban demasiado entrelazados. Dicho 22 gS!?
esto, regresemos a la partida.
Las blancas podían jugar más tranquilas,
14 dxeS .ixeS 15 tll bS i.fB 16 �fd4! �xd4 sin embargo Korchnoi prefiere materializar
su ventaja de una forma más enérgica.
En l ugar de la ú ltima jugada Mijaíl Tahl

49
Construcción de un repertorio de a perturas

22 ... tl:le4 23 '1'g41b4 24 ge2 gfg 25 f3 '1'f7 Los dos adversarios cometen errores.
26 1es ti:ld2 27 a3 Muchos comentaristas advirtieron q ue
las negras podían salvarse con ayuda del
Tahl comentó q ue las blancas disponía n fantástico recurso táctico 29 ... lLJ h4+!! No
de u n camino técnico para obtener l a se puede captura r el caballo: a 30 Wíxh4 si­
victoria: 2 7 f4 lüe4 2 8 gxe4 dxe4 2 9 ic4 gue 30 ... Wfff3+, y si 30 ixh4, entonces 30
@hs 30 ixe6 V!Je7 3 1 f5; sin embargo, las ... V!íf1 + 31 @h2 .id6+ 32 ig3 fü2+ Solo
negras pueden defenderse: 29 ... ges 30 f5 q ueda 30 @ h2 lüf3+ 31 @ h 1 , y ahora de
e3!, y en caso de cam bio en e6, la dama nuevo 31 ... lü h4!! Las variantes demues­
negra penetra en f2. Por supuesto, en vez tran que las negras tienen todo en o rden:
del sacrificio de calidad las blancas sen­
cillamente pueden capturar el peón: 28 1) 32 �f2? lüf5!;
.ixe4 dxe4 29 füe4, a u nque aquí ya las es­
peran dificultades técnicas. Tras la jugada 2) 32 gc2? V!íf3+ 33 V!íxf3 gxf3 34 ixh4
de la pa rtida la posición se com plica con­ id6 35 @g2 �xd3;
siderablemente, a u nque objetivamente es
la contin uación más fuerte. 3) 32 .ixh4 Wíf1 + 33 @h2 id6+ o 33 Wig1
V!!x h3+ 34 �h2 V!Jxd3;
27 ... ti:lxf3 28 g6?
4) 32 Wíxh4 V!íf3+ 33 gg2 Wíxd3 34 axb4
«La i ngeniosa i niciativa de las negras ha­ fül + 35 @h2 Wffd 1 o 35 gg 1 Wfff3+ 36 @h2
bría sido i nsuficiente si las blancas h ubie­ Wie2+ 37 gg2 Wíd 1 , y las blancas no tienen
sen jugado aquí 28 ig3! con las amena­ nada mejor que repetir la posición.
zas 29 axb4 o 29 gf2» (Mijaíl Tahl). 28 ...
lü h4+ tampoco ayuda después de 29 @ h2 Tras la j ugada de la partida las blancas
lüf3+ 30 @ h 1 lü h4 por 3 1 ixh7+ @xh7 32 pueden exprimir al máximo su ventaja.
V!íxh4+ @gs 33 fü2. Siguió:

28 ... hxg6 30 ga tll e 1+ 31 �h1 Bxf2 32 1xf2 tilxd3


33 Bxe6+ g17 34 ig3 tl:lxb2 35 Bxd5 1f6
Proporcionaba un contrajuego suficiente 36 i.d6 g5 37 '1'b3 J.xd4 38 '1'e6 g6 39 '1'e8+
28 ... lüe1 +! 29 @h2 Wffe 7. �g7 40.ies+ .ixe5 41 Wxe5+ �h7 42 '1'xb2

29 1g3 Aqu í se aplazó la partida, sin embargo las


negras abandonaron sin reanudar. No se
consigue construi r una fortaleza.

29 ••• 1e7?

50
Construcción de un repertorio de aperturas

Esta es la mejor pos1c1on q ue pueden


construir las negras. Las blancas ganan
con el paso a un final de peones, mediante
el sacrificio de la dama en fS.

PARTIDA 16
Mark Taimánov - Josip Rukavina
Gambito de Dama [031]
Leningrado 1 973

Esta partida fue galardonada como una de cambio) q uieren empujar al rey negro a l
las mejores del torneo l nterzonal de 1 973. flanco de rey, para después, con el avance
g4-g5, abrir la columna «g» para las ope­
1 d4 dS 2 c4 e6 3 �c3 J..e7 4 cxdS exdS S J..f4 raciones de ataque. En esencia, las negras
c6 6 e3 J..ts 7 g4 J..e6 8 h3 �f6 están indefensas contra este plan» (Mark
Taimánov).
Es mala 8 ... hS? 9 gxhS liJd7 1 O ie2 liJ df6
1 1 gh2! id6 1 2 ixd6 'l!Nxd6 1 3 gg2! con 13 ••• �c7 14 ghgl J..xf4?!
ventaja blanca, Korchnoi - lvkov, Budva
1 976. «Ya q ue las negras han esperado tanto
tiempo para realizar este cambio, valía la
9 J..d3 J..d6 pena aguantar una jugada más, jugando
primero 14 ... ltJe6» (Mark Taimánov).
Así jugó Spassky contra Korchnoi en su
match de candidatos del año 1 968 en 1 S �xf4
Kiev. Korchnoi no pudo extraer ventaja de
la a pertura, sin embargo en la partida q ue Tam bién era mala 1 5 exf4.
examinamos Mark Taimánov consig uió re­
futar prácticamente el plan de las negras. 1 5 ... �d6 16 gS hg 17 gxgs <bts

10 �ge2 h6?! A 1 7 ... g6 seguiría 1 8 ges+

Es d udoso que sea necesario crear esta


debilidad. Como indicó Taimánov después
de la partida, es mejor 1 O ... ixf4 1 1 liJxf4 Un movimiento preparatorio muy útil an­
'l!Nd6. tes de la ofensiva en el centro.

11 �b3 J..c8 1 2 0-0-0 �a6

Véase el diagrama siguiente Es mala 20 ... ixh3 a causa de 21 gh l 'l!Nd7


22 gg3.

21 f3 �h7
«El plan de las blancas es claro. Con la
amenaza potencial de abrir la columna «e» Después de 21 ... ixh3 22 e4 las blancas
(mediante e3-e4, o bien e3xf4 en caso de tendrían un fuerte ataque.

51
Construcción de un repertorio de aperturas

22 gsg3 .ie6 23 �c2 ©g8 24 e4! dxe4 2S fxe4


�f8 26 �c3!

dal idades de la Defensa Benoni: 3 . eS, 3


..

... e6, 3 ... g6, y del Gam bito Volga, 3 ... bS.

Con un juego sencillo y lóg ico las blancas Em pecemos con 3 eS Las blancas pue­
•••

han obtenido una posición ganada. Las den conti nuar 4 �el d6 S e4.ie7
neg ras no pueden oponer nada al avance
de los peones enemigos en el centro y al Forma parte del plan relacionado con el
ataque en el flanco de rey. cambio de los alfi les de casillas neg ras. En
su época el gran maestro Boleslavsky me
26 ... f6 aconsejó como réplica a este sistema de
las negras jugar:
Amenazaban 27 dS.

27 eS! �e7

No es m ucho mejor 27 ... fxeS debido a 28


dxeS Wf d7 29 llid4.

28 �xe6 �xe6 29 �xc6 gd8 30 .ic4 fxeS


31 gg6! gd6 32 �c8 gxg6 33 gxg6 ©f7 34
gxe6! gxe6 3S dxeS gS 36 �d4 �g7 37 a4 a6

«Solo quedan movimientos de peones, y


son pocos .. » (Mark Ta imánov).
.

38 .idS bS 39 aS b4 40 .ib3 g4 41 hxg4 Las


neg ras abandonaron. Con esta jugada las blancas evitan el cam­
bio de alfi les y provocan el posterior debi­
lita miento de la posición de las negras, lo
Aperturas q_ue surgen después que crea la posi bil idad de transición a un
de 1 d4 tll f6 2 c4 es 3 dS final favora ble.

Véase el diagrama siguiente 8 ... g6

Tras estas tres jugadas pueden surgir va­ Las neg ras siguen su plan obstinadamen­
rias aperturas. Por ejem plo, diversas mo- te. El peón h4 estaba envenenado por

52
Construcción de un repertorio de aperturas

'WhS, pero ahora de nuevo es vul nerable. al ataque de las blancas en el flanco de
dama. Las blancas pueden jugar tranqui­
9 .ih6 tll g7 10 hS! lamente f3, a3, �b1 , b4, doblar torres por
la columna «b», etc., y si es necesario, abrir
Las blancas no necesitan entrar en compli­ otro frente en el flanco de rey (¡acuérdese
caciones después de 1 O 'Wd2 .ixh4. Parece del peón hS!). Las negras no tienen dón­
que ahora las negras pueden realizar su de mostrar actividad. Si en la posición
plan, sin embargo la posición emergente del diagrama ensayan 1 4 ... fS, entonces
será claramente favorable a las blancas. después de 1 5 hxg6 hxg6 1 6 exfS gxfS
las blancas pueden jugar tranquilamente
10 •.• .igS 1 1 AxgS �xgS 12 �d2 �xd2+ 1 7 f3, para detener los peones negros, y
también pueden intentar desarrollar in­
De lo contrario las bla ncas tendrían la po­ mediatamente un ataque por la colu mna
sibilidad de jugar 1 3 'Wh6 con un fuerte «h» mediante 1 7 gh6, gah 1 , ttJ hS etc., y es
ataque al rey. poco probable que las negras sobrevivan
a esta ofensiva.
13 ©xd2 a6 14 .id3
Puede aprender más sobre las posiciones
de este tipo con las siguientes partidas.

PARTIDA 17
Mario Bertok - Efim Geller
Defensa Benoni [A56]
Kiev 1 959

1 d4 tll f6 2 e4 es 3 dS es 4 tll el d6 s e4 Ae7


6 tll ge2 0-0 7 tll gl tll eS S h4 a6 9 .idl g6 10
hS .igS 1 1 .id2 �f6 12 �el Axd2+ 1 3 �xd2
Las negras ya han obtenido lo q ue que­ �f4 14 tll ge2 �xd2+ l S ©xd2
rían: han cambiado su alfil «malo» por el
alfil «bueno» del adversario. Sin embargo,
el factor decisivo para la valoración de
esta posición es la ventaja de espacio de
las blancas, y no el razonamiento abstrac­
to sobre alfi les «malos» y «buenos». Obje­
tivamente, el alfi l de las negras es bastan­
te peor que su oponente blanco, porq ue
está restringido por la cadena de peones
blancos. Por otra parte, su alfil cambiado
podría haber j ugado un pa pel importante
en la defensa del flanco de dama contra el
ataque de las blancas.
15 ... tll g7 16 tll gl tild7 17 al tll f6 lS hxg6
Yo creo que la posición del último diagra­ fxg6 19 b4 tild7 20 f3 gbs 21 gab1 �es 22
ma estratég icamente está perdida para las gb2 tll e7 23 ghbl gas 24 tll ge2 cxb4 2S axb4
negras, porq ue no pueden oponer nada as 26 bxaS gxaS 27 tll el ©f7 2S Ac2 tll es 29
Construcción de un repertorio de aperturas

�b3 �xb3+ 30 gxb3 ©e7 31 gb6 �a6 32 tll d2 tll h 7 1 1 �bS �d7 12 f3 a6 13 �e3 �e7
�bs gds 33 g4 ga2 34 gS gfs 3S �c3 ga3 14 gbl tll d7 1 S a3 tll df6 16 b4 b6 1 7 �b3
36 ghl g17 37 �bS ga2 38 �xd6 gxf3 39 i.d7 18 bxeS bxeS 19 �b6 gfe8 20 �xe7 gxe7
�xes+ ©ds 40 gf6 gg3 41 gfs+ ©e7 42
gxh7+ Las neg ras abandonaron.

PARTIDA 18
Alberic O 'Kelly - Olaf Ulvestad
Defensa Benoni [A56]
Málaga 1 966

1 d4 �f6 2 e4 es 3 dS es 4 �e3 d6 s e4 g6 6
i.d3 i.g7 7 � ge2 0-0 8 f3 � e8 9 i.e3 i.h6
10 �d2 i.xe3 1 1 �xe3 �h4+ 12 g3 �h3 1 3
�dl ©g7 14 � f2 �h6 1S ©d2 �xe3+ 1 6 21 o-o �es 22 gb6 i.f6 23 i.xf6 �hxf6 24
©xe3 �d7 1 7 a 3 a6 18 b4 gb8 19 ghbl �e7 gfbl i.e8 2S i.dl gaa7 26 i.a4 gab7 27 i.e6
20 �c3 b6 21 i.e2 gb7 22 �d3 fS gxb6 28 gxb6 �d7 29 gbl ©ta 30 tll a4
©e7 31 ©f2 fS 32 ©e3 f4+ 33 ©f2 �ef6 34
�b3 gS 3S �as ©f7 36 �b6 �xb6 37 gxb6
©e7 38 i.a4 �d7 39 gbl ©f6

23 bxcS bxeS 24 exfS �b6 2S �f2 gxfS 26 g4


©f6 27 ga2 i.d7 28 gxfS i.xfS 29 tll fe4+
©e7 30 gab2 gfbs 31 ©f2 i.es 32 tll xd6
©xd6 33 �e4+ ©e7 34 d6+ ©d8 3S tll xeS 40 93 ©e7 41 h4 fxg3+ 42 ©xg3 gxh4+
Las negras abandonaron. 43 �xh4 ©f6 44 ©hs ©f7 4S i.xd7 gxd7
46 �e6 fü7 47 ©xh6 i.h3 48 ©gs i.g2 49
�d8+ ©es SO gbs gg7+ Sl ©t6 Las negras
abandonaron.
PARTIDA 19
Svetozar Gligorié - Miguel
Quinteros Aperturas de uso limitado
Defensa India de Rey [E92]
Manila 1 973 Ahora estud iaremos la apertura 1 d4 �f6
2 i.gS
1 d4 tll f6 2 e4 es 3 dS g6 4 �c3 i.g7 s e4 d6
6 �f3 o-o 7 i.e2 es 8 i.gs h6 9 i.h4 �e7 10 Véase el diagrama siguiente

54
Construcción de un repertorio de aperturas

Em pezaremos con las variantes donde las


blancas eliminan al caballo negro f6.

1 d4 tll f6 2 .tgs cS?!

Creo que este movimiento tiene muchos


más defectos que virtudes. Después del
ca mbio las negras deben capturar en f6
con el peón «g», y soy muy escéptico so­
bre tales decisiones.

3 .i.xf6
Invertí bastante tiem po en escri bir el li­
bro Endgame Strategy. En aquella época La continuación más lógica, aunque ta m­
trabajaba de entrenador y a veces j ugaba bién son posibles jugadas del tipo 3 dS o
en torneos. Prácticamente no me que­ 3 ttJc3. Ofrezco al lector mi partida «loca»
daba tiempo para estudiar y analizar la contra Zhelyandinov:
información vigente sobre las aperturas,
ya que trabajaba m ucho con los clásicos,
y preferí leer libros dedicados a la heren­
PARTIDA 20
cia ajedrecística de los viejos maestros en
detrimento de los nuevos «Informadores Mijaíl Shereshevsky - V.
de aperturas». Por eso motivo tomé la Zhelyandinov
decisión tem poral de dejar la jugada 2 c4 Apertura Trompovsky [A45]
después de 1 d4 ttJf6, y empecé a jugar 2 L'vov 1 977
ttJf3 o 2 J,gs, con la confianza puesta más
en el medio juego y en el final. Grad ual­ 1 d4 tllf6 2 .tgs es 3 dS �b6 4 tll c3 �xb2 s
mente esto me llevó a formar mi «particu­ J.d2 �b6 6 e4 d6 7 f4 e6 8 gb1 YMds 9 J.bs+
lar» teoría de aperturas, a la vez que mis J.d7 1 O dxe6 fxe6 1 1 eS dxeS 12 fxeS � dS 13
resultados prácticos, aunq ue parezca raro, J.d3 .i.c6 14 �g4 tll b4 15 tll ge2 tll xd3+ 16
mejoraban. Después de terminar mi obra cxd3 tll a6 1 7 �xe6+ �e7 18�h3 tll c7 1 9 0-0
Endgame Strategy regresé a la jugada 2 c4. �e6 20 �g3 0-0-0

Así pues, 1 d4 tll f6 2 .i.gS Las negras se en­


frentan a un problema estratégico real en
la seg unda jugada. Las bla ncas se propo­
nen capturar en f6 y después, seg ún con
qué peón capturen las negras, elegirán el
transcurso posterior de la partida.

Las negras tienen a su disposición varias


posi bilidades, aunque lo pri mero que de­
ben decidir es si permiten la captura en
f6 Si las negras quieren evitar los peones
doblados, entonces pueden jugar 2 ... ttJ e4
o 2 ... e6; si esto no les importa, entonces 21 gbe1 .i.e7 22 tll f4 �d7 23 �xg7 ghg8 24
pueden mover 2 .. dS o 2 ... cs.
.
�xh7 ghs 25 �f7 gdf8 26 �c4 bS 27 �b3 c4
28 �c2 .tcS+ 29 d4 �xd4+ 30 �h1 gxh2+

55
Construcción de un repertorio de aperturas

31 ©xh2 �h8+ 32 tll h3, y las negras sobre­ con peón del punto hS. El caballo blanco
pasaron el tiempo. va a penetrar por allí.

9 . hS 10 h4
..

PARTIDA 2 1
Natu ralmente, las blancas impiden q ue
Mijaíl Shereshevsky - Albert este peón avance más. Ahora en l ugar de
Kapengut u n punto débi l las negras tienen u n peón
Apertura Trompovsky [A45] débi l.
Minsk 1 981
10 ... es
1 d4 tll f6 2 .tgs cS?! 3 .txf6 gxf6
¿Qué deberían hacer ahora las negras para
En caso de 3 ... exf6 4 l0 c3 las negras tie­ coordinar las acciones de sus piezas en los
nen problemas con el peón «d». flancos de dama y de rey? Kapengut in­
tenta dejar libre la sexta fila, aunq ue como
4 d5! dijo con humor N imzowitsch, la debilidad
de los peones doblados se puede com pa­
rar con la cojera de u na persona sentada.
No se puede decir que tiene problemas
de salud hasta q ue se levanta. Tan pronto
como los peones se ponen en movimien­
to, su debilidad se manifiesta claramente.
Ahora es muy vulnerable el peón fS.

11 tll g3 VNg6

Puede parecer q ue tras el cambio del alfil


de casil las negras las blancas estén obli­
gadas a mantener sus peones centrales
en casillas negras, para restringir al alfil
adversario. Sin embargo aquí es mucho
más im portante ganar espacio y meter
una cuña en la posición de las negras, pa ra
dificu ltar la coordinación de sus piezas en
ambos flancos.
Y ahora, ¿cómo deben conti nuar las blan­
4 ••• VNb6 S VNcl tll a6 6 e3 e6 7 c4! cas? Parece muy fuerte 1 2 a3 d6 1 3 VMc2
seg uido del enroque largo. Las blancas
El peón dS debe ser defendido sólidamen­ también pueden intentar forzar el mo­
te. vi miento e5-e4 y aprovechar el puesto
avanzado f4. Sin embargo, disponen de
7 ... J.g7 8 tll c3 fS 9 tll ge2 un movimiento más decisivo.

La captura 3 ... gxf6 eliminó la protección 12 d6!!

56
Construcción de un repertorio de aperturas

Un «estacazo» muy fuerte. El peón d6 divi­ 22 ••• tll b8


de la posición de las negras en dos partes.
Ahora se desarrolla una lucha vital alrede­ La captura del peón 22 ... exf3 23 gxf3 ixf3
dor del peón d6. 24 ie2 conduce a una posición práctica­
mente desesperada para las neg ras. Con
12 ... e4 13 YMd2 .les 14 o-o-o gh6 1S tll bs su último movimiento Kapeng ut intenta
gbs compli �ar el juego a cualquier precio.

Las negras pretenden llevar el caballo a c6 23 fxe4 a6 24 tll c3 f6


a través de b4 y preparar la jugada a7-a6.
Por eso . . . Muy consecuente. No ofrece ningún alivio
a las neg ras 24 ... füd6 debido a 25 tlicdS
16 a3! con un ataque bla nco devastador.

Ahora el caballo negro queda excluido del 2s gx1s1


juego.
De momento las bla ncas aceptan el reto,
16 ... b6 17 tll e2 .lb7 18 tll f4 YMg7 19 gh3! que provoca más complicaciones. Consi­
deré que el sacrificio de calidad era el ca­
La torre de rey blanca entra en juego de mino más rá pido y di recto para la victoria,
forma majestuosa. y lo más razonable.

2S ... .lxe4 26 gxeS fxeS 27 tll h3 .lg6 28 tll gS


Y;Vg7 29 .ld3

Las blancas poseen una gran superioridad


de fuerzas en el flanco de rey. No es de ex­
trañar que su ataque sea i rresistible.

29 ... e4 30 .lxe4 .lxe4 31 tll cxe4 YMes

Esta jugada permite a las blancas realizar


sus sueños. De todos modos, la posición
de las negras estaba perdida hacía tiempo.

32 YMf2+ ®g8 33 YMf7+ ®h8 34 YMe7 tll c6 3S


Las negras descubren por fin cómo expul­ lll f7+
sar al caballo adversario de bS: se propo­
nen reti rar el caballo a su casilla de parti­ Véase el diagrama siguiente
da, para después jugar a7-a6. Las blancas
deben actuar con energía, si no pueden En los felices años de mi infancia, solo co­
tener dificu ltades con la materialización nocía los conceptos básicos de la ciencia
de su ventaja. ajedrecística, y no pensaba que el ajedrez
sería mi profesión. Entonces obtenía más
22 f3! placer al jugar una partida. Recuerdo que
a veces conseg u ía hacer un ataque doble
Es necesario abrir la posición. 22 ie2 es al rey y la dama, e incluso en momentos
floja, por ser demasiado lenta. más afortunados la horquilla era triple;

57
Construcción de un repertorio de aperturas

por ejemplo, al rey, a la dama y a una to­ 4 g3 es 5 e3 �b6 6 tLlc3 e6 7 gbl tLlc6 8 tLlf3
rre. Aunque, desafortunadamente, nunca i.d7 9 i.g2 cxd4 1 O exd4 �a6
consegu í una horquilla a las cuatro prin­
cipales piezas enemigas. Ahora jugaba en Aqu í surge u na situación psicológica m uy
un torneo contra un fuerte maestro, y por especial. En las posiciones de este tipo, en
primera vez (y m uy probablemente, por las que la casi lla hS es débil, se ve m uy se­
última vez) ¡lo había conseguido! ductora la maniobra del ca ballo desde c3
a f4. Por eso parece bastante natural 1 1
Aqu í las negras ya pod ían haber abando­ a3, seg uida de 1 2 ttJ e2, 1 3 0-0 y 1 4 ttJf4.
nado, sin embargo mi adversario continuó Yo había intentado profund izar en la esen­
el juego: 35 ©g7 36 tLlxe5+ tLlxe7 37 dxe7
••• cia de la posición y comprendí que en la
ges 38 tLld6! gxe7 39 tLlts+ 9ª jugada era bastante mejor desarrollar el
alfil por h3, y no por g2: en ese caso ten­
¡Una partida así debería jugarse en el año d ría mejores perspectivas. Por ese motivo
del cabal lo! decidí jugar...

39 ... ©f6 40 tLlxe7 ©xe5 41 gxd7 fü6 42 11 i.fl • • •

gd2 ©e4 43 tLldS gfl+ 44 ©a, y aquí por


fin las negras abandonaron. con l a esperanza d e aclara r las intenciones
de mi oponente. Evidentemente, Don­
Ahora volvamos nuestra atención a la con­ chenko interpretó la jugada 1 1 J.f1 como
tin uación más fuerte. una oferta velada de tablas y sobreestimó
su posición, aunq ue en respuesta a 1 1 ...
�b6 las blancas habrían jugado 1 2 J.h3.
Otro log ro de las bla ncas en esta situación
PARTIDA 22
fue que las negras gastaron alrededor de
Mijaíl Shereshevsky - A. veinte minutos en su reflexión.
Donchenko .

Apertura Trompovsky [000] La partida contin uó:


L'vov 1 977
11 ••• �a5 12 i.h3 b5 1 3 a3!?
1 d4 tLl f6 2 i.gS d5 3 i.xf6 gxf6
Un sacrificio de peón interesante. Por su­
La captura 3 ... exf6 la anal izaremos en la puesto, podía haber jugado senci llamente
siguiente partida. 1 3 �a 1 o 1 3 0-0, no obstante la jugada de
la partida me pareció muchos más prome-

58
Construcción de un repertorio de aperturas

tedora. mismo tiempo refuerza la presión por la


col u mna «e».
13 ••• J.xa3 14 YNd3 J.e7
18 ••• hS?! 19 tll f4 tll d6 20 tll d2!
Las blancas tendrían u na com pensación
posicional excelente por el peón sacrifica­ Todas las casi llas por donde las negras
do después de 1 4 ... ib4 1 5 0-0 ixc3 1 6 podrían mostrar sus intenciones agresi­
bxc3. vas están cubiertas. Ahora se amenaza 2 1
tlixdS l!NxdS 2 2 ig2.
1S 0-0 b4 16 tll e2
20 ... fü8 21 gal

Han pasado solo cinco jugadas, y la posi­


ción se ha convertido de confusa en cla ra­
mente ganada por las blancas.

21 ••• YNbs 22 gxa7 fS

En caso de 22 ... �xc2 el sacrificio del caba­


llo en e6 decide el resultado de la partida.

23 J.fl YNb8?! 24 geal tll bs 2S g1as �f8 26


tll b3 J.f6?
Es el momento para hacer un resu men de
la apertu ra. Las blancas han terminado el Las negras han preparado la evacuación
desarrollo y están preparadas para luchar de su rey a g7, pero en el proceso han de­
por la iniciativa en el centro y en el flanco bilitado la casilla cs. El ataque final de las
de rey. Las negras tienen en su haber un blancas es sencillo y natural.
peón más y la pareja de alfiles. Sin embar­
go su rey está atascado en el centro y no
encuentra refugio en ninguno de los dos
flancos, y esto le traerá a las negras m u­
chos problemas. Es difícil valorar con exac­
titud esta posición, sin embargo en una
partida práctica es m ucho más fácil jugar
con las blancas (y es lo q ue suele pasar).

16 ... tll d8?!

Donchenko pretende llevar el caballo a


d6, sin embargo esta maniobra parece de­
masiado lenta. Como ya indiqué, es bas­ 27 tll cs J.es 2s J.xbS J.xbS 29 tll cxe6+! Fxe6
tante más complicado jugar esta posición 30 YNxe6 gh6 31 gxbS Las negras abando­
con negras q ue con blancas. naron.

17 �Uel tll b7 18 YNe3! Ahora vamos a analizar la captura en f6


con el otro peón: 3 exf6 •••

La dama blanca apunta a la casilla h6, y al

59
Construcción de un repertorio de aperturas

negras cambian, dSxc4 b3xc4, entonces la


posición del alfil en g2 sin duda será pre­
ferible para las bla ncas, porque ataca al
peón b7. Por otra parte, si las neg ras elu­
den la captura en c4, entonces en g2 el
alfil puede cumplir una función defensiva,
en especial si el peón «C>> avanza a cs. La
posición adquiere un carácter cerrado, y
las blancas disponen de tiem po suficien­
te para trasladar el alfil a la diagonal fl -a6,
con el objeto de prepara r la ru ptu ra de
peón b3-b4-bS en el flanco de dama.
Esta posición se puede jugar más o menos
mediante u n esquema. Por lo general, las Para encontra r la disposición ópti ma de las
blancas procu ran desa rrollar sus piezas piezas necesitaba u na amplia experiencia
más o menos así: e2-e3, �d3, ttJd2, ttJgf3 o práctica en los torneos; sin embargo, esta
�f3, ttJe2 seg u ido de c2-c4. Las neg ras re­ no era suficiente. Había com probado en la
accionan situando los peones en c6 y fS, y práctica algunas posiciones tras el cam bio
después trasladan el caballo por el iti nera­ dxc4 bxc4, sin em bargo las posiciones en
rio ttJ b8-d7-f6-e4. En respuesta a la jugada las que las negras el uden el cambio solo
c2-c4 las neg ras cambian en c4 y obtienen las había analizado. Veamos a hora algunas
u n contrajuego confortable en el centro partidas con el cambio y las variantes pri n­
por las casillas blancas dS y e4. cipales de mis análisis.

Como ya dije antes, en los años ochenta


dejé de estudia� el Informador ajedrecístico
PARTIDA 23
y centré mi atención en los clásicos. En­
contré u n concepto increíble en los co­ Mijaíl Shereshevsky - Vladímir
mentarios de Alekhine a u nas partidas, llinsky
creo recordar, del libro del torneo de Bled Apertura Trompovsky [DOO]
1 93 1 , que me habían prestado para leer Moscú 1 979
d u rante algu nos días. En las posiciones
de este tipo el cua rto cam peón mundial 1 d4 tll f6 2 J,gs dS l J.xf6 exf6 4 el J.e7 s gl
consideraba que era imprescindible pre­ 0-0 6 J.g2 c6 7 tLl d2 J.e6 8 tLl e2 tLl d7 9 0-0
parar el avance c2-c4 media nte la previa ge8 10 bl fS 1 1 c4 tll f6 12 al dxc4?
b2-b3, para en caso de cambio tener la
posibilidad de capturar en c4 con peón. Si
las negras no cambiaban en c4, entonces
las blancas pod ían avanza r el peón a es e
iniciar un asalto de peones en el flanco de
dama mediante b3-b4, a2-a4, b4-bS. Y la
pregu nta es: ¿cuál es la posición más ra­
cional de las piezas para llevar a cabo este
plan?

No está claro que en ese caso las blancas


necesiten tener su alfil en d3. Tal vez su
desa rrollo por g2 tenga más sentido. Si las

60
Construcción de un repertorio de aperturas

El juego de las negras en la apertura deja We7 32 Wd3 ©ha 33 ge2 Wd7 34 �es .ixeS
mucho que desear. El desarrollo del alfil 35 fxeS f6 36 exf6 ge4 37 ©gl We6 38 gg2!
por e7 es dudoso, el enroque temprano gxe3? 39 f7! gel + 40 gxel Wxel+ 41 Wfl
no tiene ningún sentido, aunque todo Las negras abandonaron.
esto es una bagatela. Sin embargo, la últi­
ma jugada de las neg ras, el cambio en c4,
es un serio error posicional, que concede a
PARTIDA 24
las blancas una ventaja posicional prácti­
camente decisiva. Mijaíl Shereshevsky - Vladímir
Litvinov
13 bxc4 WaS?! 14 Wc2 gad8 15 gfbl .icS 16 Defensa Holandesa [ABO]
cS! Minsk 1 988

Las neg ras no pueden oponer nada a la 1 d4 f5 2 .igS


presión del adversario en el flanco de
dama. De momento sus alfiles no pueden La jugada mágica de alfil a gS ta mbién es
trabajar, y el pu nto dS es muy bonito a la posible contra la Defensa Holandesa. Su
vista, pero solo eso. justificación táctica consiste en la siguien­
te variante: 2 ... h6 3 i.h4 gS 4 i.g3 f4? S e3
16 ... Wc7 17 �c4 g6 18 Wa4 a6 19 gb2 �dS es 6 exf4 exf4 7 J.xf4 gxf4 8 w.rhs+ @e7 9
20 gabl .igS?! w.res+

La presión de las bla ncas en el flanco de 2 ... �f6?!


dama se vuelve i nsoportable, y la jugada
de la partida, que va u nida a u n sacrificio Esta jugada es un error. En comparación
de calidad, no las ofrece ningún alivio. con las posiciones anteriores el peón do­
blado está situado en f6 en lugar de f7,
21 .ixdS cxdS 22 �d6 bS 23 �xe8 gxe8 24 con lo que las negras están privadas de la
Wb3 .id7 25 a4 hS 26 axbS axbS 27 f4 .if6 maniobra lLi b8-d7-f6-e4. La respuesta co­
rrecta a la jugada de alfil es 2 ... dS.

3 .ixf6 exf6 4 e3 c6 5 � d2

La última jugada de las negras parece una


provocación. Las blancas pueden avanzar
el peón a es sin ninguna preparación, sin
embargo después de S c4 dS es precipita­
da 6 es por 6 ... b6, mientras que la jugada
6 b3 conduce a cierto debilitamiento en el
flanco de dama. Decidí posponer de mo­
mento el estudio de las consecuencias de
esta jugada y seg uí por los ca minos cono­
Las blancas tienen ventaja de calidad y cidos:
mejor posición. La materialización de la
ventaja no requiere grandes esfuerzos. La 5 ... dS 6 g3 .id6 7 .ig2 .ie6 8 �e2 �d7 9 b3
partida contin uó:
Véase el diagrama siguiente
28 ©f2 .ic6 29 �gl gS 30 �f3 gxf4 31 gxf4

61
Construcción de un repertorio de aperturas

20 tll c4 tll t4?!

Cuando realizaron su jugada anterior las


negras conta ban con este salto. Tenía
cierto sentido el contraataque desespe­
rado que em pieza con la jugada 20 ... f4!?,
aunque para jugar así las negras deberían
haber visto q ue después de 20 ... ttJf4 su
posición se torna desesperada.

21 exf4 .ixc4

Las blancas no q uieren enrocarse en el


lado corto antes que su adversario, por
miedo al ataque por la col umna «h». Yo .
realicé el plan recomendado por Alekhi ne,
perma necer por ahora con el rey en el cen­
tro.

9 ... tll b6 1 0 �c1 �e7 1 1 a3 fü8 12 0-0

Decidí q ue ahora mis acciones en el flan­


co de dama serían bastante más efectivas
que las posibles contramedidas de mi ad­
versario en el flanco opuesto, y q ue había 22 d5!
llegado la hora de enrocarse.
Este sacrificio posicional de peón permi­
12 ... g5 13 c4 .iba 14 a4 dxc4 te a las blancas de forma inesperada in­
cluir todas sus piezas en el ataque al rey.
Tras este cambio las blancas adq uieren La atención de las negras estaba dirigida
nuevas ventajas posicionales, aunque, casi completamente al flanco de da ma, y
¿qué se puede recomendar a las neg ras? allí tienen éxito, sin embargo tras esto el
Después de 1 4 ... hS 1 S as ttJa8 1 6 cxdS flanco de rey se queda prácticamente i n­
cxdS 1 7 'l.Wb2 las blancas van m uy por de­ defenso.
la nte de su rival en el desarrollo de la ini­
ciativa. Debo señalar que al jugar 2 �gS las blan­
cas están obligadas constantemente a
15 bxc4 �f7 16 es tilds 17 �b2 h5 18 gfb1 buscar y encontrar soluciones creativas y
gh7 19 gal a5? originales.

Litvinov tiene la intención de repeler el 22 ... gxf4?!


ataque con la construcción de una barrera
mecán ica, a saber, con el peón en as y el El cambio brusco del carácter de la posi­
caballo en b4, sin em bargo su construc­ ción afectó negativamente a Litvinov, que
ción defensiva es socavada por una mina al mismo tiem po se encontraba en graves
táctica. Merecía atención 1 9 ... h4, para ob­ apuros de tiempo. Como resultado, perdió
tener algún tipo de contrachance práctica. en unas pocas jugadas. Es dudoso que las
negras pudieran salvar la partida después

62
Construcción de un repertorio de aperturas

de 22 ... ixdS 23 ixdS cxdS 24 tlJ d4, aun­ Ahora las blancas tienen la posibilidad de
que en cualquier caso esta varia nte las deteriorar la estructura de peones del ad­
concedía mayores posi bilidades. versario también en el otro flanco.

2l d6! S !bS!

Ahora el alfil de casillas negras está excl ui­ En las posiciones en las que el adversario
do del juego, mientras que las torres blan­ dispone de la ventaja de la pareja de alfi­
cas acceden a la casilla e7. les, es muy importante cambiar el otro ca­
ba llo, es decir, dejarle solo con la pa reja de
21 ... ia7 24 �xf4 ©ts alfiles, sin caba llo. Por ejemplo, si hacemos
estas jugadas: 1 d4 ttJf6 2 igs dS 3 ixf6
También era desesperado 24 ... ixcS a exf6 4 e3 c6 5 g3 fS 6 ig2 id6 7 tlJe2 0-0
causa de 25 E:e1 + y 26 �e7. 8 0-0 ttJd7 9 ttJd2 ttJf6 1 O b3 tlJe4 1 1 f3, en­
tonces llega mos a esta posición:
25 gel ges 26 gxe8+ VMxeB 27 VMxf6+ @gs
28 'lMxfS Las negras abandonaron.

PARTIDA 25
Mijaíl Shereshevsky - Eduard
Barkovsky

Apertura Trompovsky [DOO]


Minsk 1 981

1 d4 �f6 2 !gs dS l ixf6 exf6 4 el its s


idl
Aqu í las negras cometerían un grave error
Las negras han desarrollado su alfil pre­ posicional si cambiaran su caballo me­
maturamente, y las blancas intentan in­ diante 1 1 ... tt:Jxd2? 1 2 VNxd2. Las bla ncas
mediatamente a rrebatar a su adversario la pueden hacer frente fácil mente al ataque
ventaja de la pareja de alfi les. de su adversario por la columna «e», de­
fendiendo el peón e3. Para conseg uirlo
es suficiente mover el rey a f2 y, si es ne­
cesario, la torre a e 1 . En algún momento
las blancas pueden poner de relieve los
defectos del cambio de ca bal los con la ju­
gada f3-f4!, que inutiliza a la pareja de al­
fi les. El defecto de la jugada f3-f4 es la de­
bil itación de la casi lla e4, sin embargo las
negras no pueden ocuparla si les falta el
caballo. Las blancas continuarán el avance
en el flanco de dama, trasladan su peón
hasta es, y el resto ya lo sa bemos.

Ahora regresamos a la partida:

63
Construcción de un repertorio de aperturas

8 ... 0-0 9 .txc6 bxc6 10 tll bc3 gbB 1 1 b3 WcB Merecía atención 1 S c4!? para a 1 S ... dxc4
12 tll f4 1 9 bxc4 :Bb4? responder 20 es füa4 2 1
°Wb3! S i n embargo, e l traslado inesperado
Las blancas mantienen fi rme su i ntención al otro flanco de la dama 1 9 ... °WaS! permi­
de cambiar uno de los a lfi les. tiría a las negras obtener buen contrajuego
después de 20 lt:J c3 ib4 2 1 ttJ d 1 cs .

18 ... Wg4 1 9 c4 dxc4 20 bxc4 gb4 21 a3

No era conveniente 21 es a causa de 2 1


... ixf4! (pero no 2 1 ... :Bes? 2 2 °Wa3!) 22
exf4 :Be2 23 :Bg3 \Wxf4 24 fü1 (pierde 24
\Wxe2? °Wxd4+) 24 ... \Wxd4+ 2S \Wxd4 :Bxd4
26 ttJc3 :Bc2; las negras tienen tres peones
por el caballo, y las torres m uy activas.

21 ... gxa4 22 Wb3 gxe3 23 Wxe3

Era más fuerte 23 :Bxe3, tras lo cual no


salva 23 ... ixf4 24 :Bes+ \t>h7 2S \Wxa4
ixh2+ 26 \t>xh2 °Wh4+ 27 @g 1 \Wxd4+ 2S
1 6 f4!? @f1 °Wf4+ 29 \t>e2 °Wg4+ 30 \t>e3, y el rey
blanco se escapa del jaque conti nuo. Solo
Esto parece excesivo, pero aun así es la queda 23 ... \Wxf4
manera correcta de protegerse contra el
mate. Las blancas debi litan el peón e3 y
el punto e4, sin embargo el adversario
no tiene un caba llo para aprovecharse de
ello. Además, las blancas obtienen otras
opciones de juego, ligadas con la manio­
bra fü1 -f3-h3. Por otro lado, la jugada na­
tural 1 6 g3 permitiría a las negras obtener
la iniciativa en el flanco de dama, seg ún el
esquema: g6-gS-g4, g7-g6, \t>g7, �hS etc.

16 ••• ges

En caso de 1 6 ... gS las blancas responde­ Durante la partida calculé la variante 24


rían con el movimiento 1 7 °WfS. :Bes+ \t>h7 (es mala 24 ... ifs 2S füfS+!)
2S °Wh3+ °Wh6 26 'Wxh6+ gh 27 es if4 2s
:Bd 1 , y las blancas tienen la posi bilidad de
capturar el peón c7 tras la jugada g2-g3.
Las negras no comprenden el proyecto de En el fi nal las blancas disponen de buenas
su adversario y debi litan la ú ltima fila, y al posibil idades para obtener la victoria. Sin
mismo tiempo obstacu lizan a su propio embargo, decidí jugar al ataque.
alfil.
Y a pesar de todo, en la posición del últi­
mo diagrama las blancas tienen un bonito

64
Construcción de un repertorio de aperturas

ca mino para ganar: 24 "!Wb8+ if8 (es mala Tras esta jugada «activa» la ventaja pod ría
24 ... \t> h7 25 �h3+) 25 �ae 1 !! Se amenaza haber pasado a manos de las neg ras. Man­
el golpe en f8 seg uido del mate en e8, y tenía la igua ldad 29 "!Wh3! "!Wxd4+ 30 @ h 1
en respuesta a 25 ... "!Wxd4 las blancas sim­ if8 3 1 füf8 @xf8 3 2 "!Wh8+ @ e7 33 E: e 1 +
plemente apartan al rey de la clavada, 26 @d6 34 "!Wf8+ @ds 35 "!Wxf7+ @es 36 fxgs
@h 1 , y renuevan la a menaza. Si se defien­ fxgS 37 E'.b 1 !
de ahora el alfi l con el movimiento 26 ...
l!Nd6, entonces 27 E:e7!!, ¡y a pesar de todo 29 ... gxf4??
las blancas ca pturan en f8!
Las negras se encontraban en un terrible
23 ... gxc4? zeitnot y no pudieron encontrar el ca­
mino exacto. Después de 29 ... E:c1 + 30
Era imprescindible 23 ... if8. @f2 "!Wa2+ 31 "!We2 (3 1 E:e2 "!Wc4 32 E:ee8
"!Wc2+!) 31 ... "!Wxe2+ 32 @xe2 gxf4 tendrían
24 gb1 tres peones por la calidad, y las blancas
deberían esforzarse m ucho para conse­
Perdía en el acto 24 "!We8+ if8 25 E:e1 !, y guir un empate.
para defenderse de la amenaza 26 "!Wxf8+
@xf8 27 �h8++, las negras deben entre­ Ahora todo termina con un mate:
gar la dama.
30 ggs+ ©h6 31 ghs+ ©gs 32 h4+ ©g4 33
24 ... �e6 �h3++

Jugada única; Va mos a examinar las posiciones que sur­


gen cuando las negras evitan el ca mbio
2S �g3?! del caballo f6 por el alfi l blanco.

Y aquí llevaba a la victoria la jugada para­ 1 d4 �f6 2 i,gs �e4


dójica 25 "!We 1 !!, y gracias a la amenaza 26
E:e3 las bla ncas se apodera n de la col um­ Esta jugada cond uce a una posición agu­
na «e». da y compleja.

25 ... gS 3 i.h4

Las blancas amenazaban dar mate a su ad­


versario después de 26 �b8+ if8 27 �h8+
@xh8 28 füf8+ @h7 29 "!Wh4++

26�d3?!

Esta jugada natural, con cuya ayuda las


blancas de n uevo plantean una amenaza
de mate, en realidad deja escapar la ven­
taja. Se conservaban las posibilidades de
victoria después de 26 "!We 1 ! if8 27 "!Wxe6
fxe6 28 fxgS fxgS 29 �b7.
3 ... gS
26 ... g6 27 ge3 �dS 28 ges+ ©g7 29 gbbB?!

65
Construcción de un repertorio de aperturas

La respuesta principal. En ocasiones las las blancas obtienen buena com pensa­
negras juegan aquí 3 ... es, 3 ... dS e incl uso ción por el peón. Esta opinión se confi rmó,
3 ... c6. Después de 3 ... es lo mejor para las en particular, en la partida jugada en el
blancas es jugar 4 f3 (si 4 ttJd2, entonces 4 cam bio de siglo Chepukaitis - Emelin, San
... dS! proporciona a las negras buen jue­ Petersburgo 2000 .
go). Después de 3 ... es 4 f3, en la partida
Shereshevsky - Gufeld, Daugavpils 1 978, Si las blancas no quieren jugar tan agu­
las negras jugaron 4 ... ttJf6!? Si compara­ do y sacrificar un peón, entonces pueden
mos esta posición con la que surge tras 1 probar la jugada S c3. El juego puede con­
d4 ttJf6 2 igs es, vemos q ue aqu í el alfil ti nuar así: S ... �b6 6 �d2 dS 7 e3 ifs 8
blanco está situado en h4, y el peón en g4 ig6 9 ttJ e2 con u na posición bastante
f3. Ahora el cambio S ixf6, a diferencia interesante y compleja, que por lo que yo
de 3 ixf6, es imposible para las blancas, sé todavía no se ha probado en la práctica.
porque las neg ras pueden responder con
impunidad S ... exf6! Otro cam bio, 6 dxcS En lugar de 3 ... es hay otra posi bilidad
ixcS, ahora o más tarde, tampoco lo acon­ más: 3 ... dS 4 f3 ttJd6. Así sigu ieron las
sejaría el doctor, a causa de los agujeros partidas Shereshevsky - Kupreichik, Minsk
por la diagonal g 1 -a7. Y después de S ttJc3 1 979, y Shereshevsky - Tu kmakov, Moscú
(en lugar de S ixf6) S ... cxd4 6 �xd4 ttJc6 1 98 1 . En la pri mera partida después de S
7 �d2 e6 la posición se asemeja a una ex­ ttJ c3 las neg ras jugaron sin precisión: S ...
traña Siciliana. Por desgracia, estoy muy c6 6 e4 �b6 7 .El:b1 g6 8 if2, consiguieron
lejos de ser considerado un experto en una posición m uy mala y perdieron. Tuk­
la variante Rauzer de la Defensa Sicil iana, makov reaccionó con mayor energ ía: S ...
y me resulta difícil hacer una evaluación cS! 6 de ttJfS 7 if2 d4!, con compensación
exacta, no obstante creo que las negras no más que suficiente por el peón; la partida
tienen nada de lo q ue queja rse. terminó con una victoria convincente de
las negras.
Posteriormente llegué a la conclusión de
que las blancas deberían haber intenta­ La quinta jugada de las bla ncas es mala:
do sacar provecho de los dos tiempos de en lugar de S ttJ c3?! debieron jugar S c3!
ventaja con la ayuda de un sacrificio de Ahora la maniobra S ... es 6 dxcS ttJfS 7 if2
peón después de S dS �b6 6 e4 �xb2 (6 no es ta n fuerte, porq ue las blancas con­
... ttJxdS? 7 �xdS �xb2 8 �xcS ttJc6 9 �c3) trolan la casilla d4. Por otro lado, las blan­
7 ttJd2 cas aventajan a su adversario en el desa­
rrollo y tienen buenas expectativas para
apoderarse de la iniciativa.

Para terminar, la jugada 3 ... c6 va un ida a


una trampa: las negras pretenden empeo­
rar la estructura de peones de su adversa­
rio con ayuda de 4 ... �as+ y s ... �hS. La
sol ución más senci lla es 4 c3, aunque tam­
bién son posi bles otras jugadas.

Regresemos a la jugada 3 gS La partida


•••

puede continuar así: 4 f3 gxh4 S fxe4 cS 6 el

En mi opinión, en la posición del diagrama Véase el diagrama siguiente

66
Construcción de un repertorio de aperturas

PARTIDA 26
M. Shereshevsky - B. Maryasin
Apertura Trompovsky [A45]
Minsk 1 978

6 ••• V«b6 7 � c3 cxd4

En caso de 7 ... e6 8 ttJf3 'Wxb2 las bla ncas


pueden intentar tomar · 1a iniciativa. Por
ejemplo: 9 ttJ bS 'Wb4+ 1 0 cii f2! 'Was 1 1
tt:Jes.
La inusual estructura de peones de ambos
ba ndos hace que la posición del diagrama 8 exd4 �c6 9 �f3
sea m uy original. Aqu í no existe una teo­
ría tan extensa como en la vieja y buena Es muy prometedora 9 ttJdS 'Wd8 1 O c3.
Apertura Española o el Gambito de Dama.
La antigua partida Bondarevsky - Boles­ 9 . . �g7?
.

lavsky, Moscú 1 945, aparece en todos los


libros de texto, y en base a ella esta posi­ Durante varias jugadas seguidas las ne­
ción ha sido considerada durante mucho gras eluden capturar el peón b2, por te­
tiempo como favorable a las negras. Des­ mor a la iniciativa del adversario. Con su
pués de 6 ... ih6 7 'Wd3 ttJc6 8 ttJd2 cxd4 último movimiento Maryasin provoca el
9 exd4 'Wb6 1 o ltJ b3 as 1 1 a4 dS 1 2 ttJf3 paso al fi nal, que acepto con gusto. Era
llJ b4 1 3 'Wd 1 0-0 1 4 id3 ttJxd3+ 1 5 'Wxd3 mejor 9 ... e6.
'®g6 1 6 tt:Jxh4 'Wxe4+ 1 7 'Wxe4 dxe4, Bo­
leslavsky, efectiva mente, obtuvo ventaja. 10 �ds V«as+? 1 1 V«d2! V«xd2+ 12 ©xd2 o-o
Sin embargo el juego de las negras dista 13 c3 e6 14 �e3
de ser el idea l, de acuerdo con los estánda­
res modernos. En primer lugar, el caballo
b1 debe desarrol larse por c3, y la coordi­
nación entre la torre a 1 y la dama no debe
interru mpirse con la jugada 7 'Wd3.

La posición del diagrama tras la sexta


jugada de las blancas es muy interesan­
te. El poderoso centro de peones de las
blancas es im presionante, en especial si
logran mantener los peones en su posi­
ción actual. Los peones doblados negros
del borde del tablero, definitivamente, son
una debi lidad, que se puede explotar en el La pareja de alfi les no compensa la de­
final, aunque por ahora las bla ncas deben bil idad de los peones doblados «h». Las
estar prepa radas para las com plicaciones blancas poseen un centro poderoso y un
que pueden surgir en cualquier momento. desarrollo excelente de piezas; de hecho,
Quiero mostrar algunas partidas donde lo­ ¡una posición ganada!
gré pasar al fi nal.
14 ... �f6 1 5 es �e7 16 d5! exdS 17 �xd5 d6

67
Construcción de un repertorio de aperturas

18 .ibS .id8 19 exd6 rio a retirarse a d8, y así tener la posibilidad


de j ugar ttJ g5-e6 con gana ncia de tiempo.
La ventaja de calidad (de posición) se
transforma en ventaja nu mérica (de peo­ 30 ..• gg7 31 h4 gg6
nes). Lo que sigue es la fase de realización.
El final de piezas menores es tan desespe­
19 ... h3 20 gxh3! rado para las negras como el de torres.

Típico en posiciones de este tipo. Es mejor 32 gxg6+ hxg6 33 ©t3 ©g7 34 ©g4 .ie3 35
no dejar al rival los peones que han pene­ tll e4 ©h6 36 b3 .ib6 37 c4 .id4 38 tll gS a6
trado demasiado en tu propio campo. 39 tll e4 .ig1 40 h3 .id4 41 tll g3 .if2 42 tll e4

20 ••• .ie6 Aq u í se aplazó la partida, sin embargo las


negras abandonaron sin reanudar el j ue­
La captura 20 ... �xh3 no afectaba particu­ go. Las blancas ganan fácilmente: avanzan
larmente al resu ltado de la partida. el peón «h» hasta hS, obtienen un puesto
avanzado para el rey en fS y después cap­
21 tll f4 .ib6 22 tll xe6 fxe6 23 .ixc6 bxc6 24 turan el peón es .
©e2 gad8 25 gad1

La posición está más o menos defi nida. El


PARTIDA 27
resto es cuestión de técnica sencilla.
M. Shereshevsky - S. Yuferov
2s es 26 ghf1 gf6 21 d7 gn 28 tll gs gf:d7
.•• Apertura Trompovsky [A45]
29 gxd7 gxd7 Minsk 1 985

Las negras incluso han conseg uido recu­ 6 ... .ih6 7 ©f2
perar el peón, aun así sus cuatro peones
«tu llidos» no dejan posi bil idades de salva­ Esto es mejor que 7 VNd3.
ción. La posición de las neg ras está com­
pletamente perdida.

7 ••• tll c6

3o gf6! En esta posición son posibles otras j uga­


das; por ejemplo, 7 ... e6 y 7 ... cxd4, aun­
A las blancas les resultará m uy úti l contro­ q ue por lo general por tra nsposición de
lar la sexta fila, para obligar al alfil adversa- j ugadas conducen a la misma posición. La

68
Construcción de un repertorio de aperturas

jugada 7 ... Wb6 es imprecisa, porque las todos los patinadores se lanza n detrás de
blancas juega n 8 tt:J c3 con la amenaza 9 él para arrinconar a los adversarios en su
tt:Ja4, y 8 ... cxd4 proporciona a las blancas zona. Esta analog ía con el hockey tiene su
una opción adicional, 9 Wxd4. sentido: las blancas intentan establecer un
ca ballo en la retaguardia de su adversario
Examinaremos las consecuencias de los y lo apoyan con sus peones. Sin embargo,
movimientos 7 ... e6 y 7 ... cxd4. Al jugar la práctica ha demostrado que tras una
7 ... cxd4 las negras comienzan a ejercer defensa correcta las negras se apoderan
presión con sus piezas sobre el centro del de la iniciativa. Por ejemplo, 1 1 tt:J bs 0-0!
oponente y amenazan capturar el peón 1 2 c4 d6 1 3 tt:Jxd6 es 1 4 Wb3 exd4 (aú n
b2. Los acontecimientos pueden desarro­ e s m á s fuerte 1 4 ... Wd8! 1 S dxeS tt:JxeS 1 6
llar de esta manera: 8 exd4 tt:J c6 9 tt:Jf3 Wb6 E:d 1 tt:Jg4+) 1 S Wxb6 ie3+ 1 6 @e1 axb6,
1 O tt:Jc3 Wxb2 (son mejores las jugadas con posibilidades un poco mejores para
que se han dado en la práctica, 1 O ... d6 o las negras, Aleksandrov - Loginov, Kstovo
1 o ... e6) 1 1 tt:J bs @ds? (es impresci ndible 1 994.
1 1 ... 0-0 con juego de doble fi lo) 1 2 :gb1
VMxa2 1 3 dS!, y las negras sufren pérdidas Regresemos a la partida Shereshevsky -
materiales. Por ejemplo: 1 3 ... ttJ b8 14 Wd4 Yuferov.
VMxc2+ 1 S ie2 E:g8 1 6 :gb2.
7 ... �c6 8 d5
En caso de 7 ... e6 8 tt:Jc3 tt:Jc6 9 tt:Jf3 cxd4
1 O exd4 Wb6 el juego de las negras parece Ya había jugado anteriormente con este
bastante sensato. De hecho, en la va riante adversario en 1 979 y probé 8 c3 (sería un
anterior se puede l legar a esta posición si error 8 tt:Jc3?? por 8 ... ixe3+). La partida
las negras juegan 1 O .. e6 en l ugar de 1 O
. continuó así: 8 ... Wb6 9 Wb3 cxd4 1 O cxd4
... Wxb2? ( 1 0 exd4? ic 1 !) 1 0 ... Wxb3 1 1 axb3 es 1 2
tt:Jf3 d6; más adelante las blancas obtuvie­
ron una gran ventaja posicional, proba­
blemente decisiva. Era evidente que Yufe­
rov había encontrado una mejora; tal vez
quería entregar una pieza por tres peones
después de 1 O ... ixe3+!? 1 1 @xe3 (1 1
Wxe3 Wxb2+) 1 1 ... Wxd4+ 1 2 @e2 Wxe4+.
Decid í desviarme yo pri mero, porq ue con­
sideré que la posición de la partida del año
1 979 era bastante confusa.Así,

s ... �es 9 Y:Yhs d6 10 i.bs+ i.d7 1 1 �f3


i.g7 1 2 a4
Aqu í la continuación más fuerte es 1 1
ibS, porque en cualq uier momento las Véase el diagrama siguiente
blancas pueden optar por eliminar el ca­
bal lo enemigo para aliviar la presión so­ Las blancas se han hecho con la iniciati­
bre el peón central d4. Las blancas tienen va, sin emba rgo no pueden subestimar
la maniobra más emprendedora, aunque el margen de seguridad de la posición de
arriesgada, 1 1 ttJ bS?! A los jugadores de las negras. Yuferov debió ganar un peón
hockey canadienses les gusta arrojar el mediante 1 2 ... tt:Jxf3 1 3 gxf3 ixb2 1 4 :ga2
disco al centro del adversario, y después if6, y aunque después de 1 S f4 la posición
Construcción de un repertorio de a perturas

lado opuesto del tablero. Lo mejor para las


blancas es aclara r primero la situación en
el flanco de da ma, intentar crear allí debili­
dades, y solo después comenza r un juego
com binado en ambos flancos.

21 gal!

De esta manera las blancas liq uidan la


amenaza b6-b5 y preparan b2-b4.

21 ... gab8 22 ©d3 J.f6 23 h3


de las blancas parece m uy amenazadora,
no se ve nada concreto: 1 5 ... a6! 1 6 ixd7+ Las blancas no deben darse prisa: debe
�xd7 1 7 ttJd2 �g8 seg uido del enroq ue impedirse que la torre neg ra acceda a la
en el lado largo. columna «h» con ganancia de tiempo.
Además, en posiciones de este tipo a ve­
Las negras no quisieron entrar en esta po­ ces es útil conceder al adversario la posi bi­
sición de doble filo y prefirieron jugar un lidad de mostrar actividad.
final con un peón menos.
23 .•• ©g7 24 gbl mes 2S �f3 fü7 26 b4 c4+
12 ... 0-0 13 J.xd7 �xd7 14 �xh4 �g4?
Ahora las blancas obtienen un excelente
Era mejor conservar las damas en el table­ puesto avanzado en d4, aunque aparente­
ro, mediante la jugada 14 ... @ ha. Ahora la mente parecía más desagradable para las
suerte de la partida está decidida. neg ras abrir la posición.

lS �xg4 �xg4 16 ©f3 �es+ 17 ©e2 �g6 27 @a gh8 28 gaal füc8 29 bS aS


18 �xg6 hxg6 19 �d2 b6 20 c3 a6
Ahora las blancas deben preparar la ma­
niobra ttJf3-d4-c6. No obstante deben
tener cuidado, porq ue las neg ras pueden
obtener cierto contrajuego con el movi­
miento �h4. Además, tras el cam bio ttJ d4-
ixd4-cxd4 surge u n final de torres en el
q ue las negras pueden crear algún tipo
de contrajuego en el flanco de dama. Las
blancas deben paralizar las acciones del
oponente, ejerciendo presión por la co­
lumna «f».

Las blancas tienen un peón más, y es hora


de decidir un plan para su material ización. Véase el diagrama siguiente
Sería m uy ingenuo em pezar a avanzar in­
mediatamente los peones del flanco de Las negras intentan oponerse a la presión
rey, para crear un peón pasado. Las ne­ de las blancas por la columna «f», pero
gras pod rían obtener contraj uego en el conceden a las blancas la excelente posi-

70
Construcción de un repertorio de aperturas

bilidad de j ugar 33 tild4! 8 tildS! �d8

Justo a tiem po, porq ue las negras no pue­ El ajedrecista francés admite su error. Era
den avanzar el peón «f». interesante el sacrificio de torre median­
te 8 ... '!Wg6. Después de 9 tlJc7+? @ds 1 O
33 ... gh4 34 gdf2 i.f6 3S tilc6 gfs 36 gf4 tt:Jxa8 '!Wxe4 las neg ras tienen cierta com­
pensación; sin embargo, las blancas pue­
Todo ha terminado. El caballo se ha situa­ den jugar la senci lla 9 '!Wf3 con idea de lle­
do en la casi lla c6, y ahora el peón c4 es var el caballo g 1 a f4. Debe señalarse que 8
vulnerable. Todavía siguió: ... '!Was+ 9 c3 e6 no vale por 1 O °IWhS! exdS?
1 1 '!Wes+
36 ... i.gs 37 gxh4 i.xh4 38 es ges 39 fü4
igs 40 ge4 fS 41 exf6+ ©xt6 42 ©d2 e6 43
h4 ih6 44 g4 gS 4S hS es 46 gxc4 e4 47 tild4
Las negras abandonaron.

PARTIDA 28
Mijaíl Shereshevsky - Manuel
Apicella

Apertura Trompovsky [A45]


Budapest 1 991

1 d4 tilf6 2 i.gs tll e4 3 i.h4 es 4 f3 gS s fe gh


6 e3 �b6?!
12 exd4!
Como ya sabemos, es más precisa 6 ... .th6,
que obliga al rey blanco a desplazarse a f2. No soy diferente de la mayoría de j ugado­
res de ajed rez, que prefieren atacar con
7 tilc3 i.h6? material equilibrado a defenderse con
ventaja material. Durante el juego calcu­
Esta jugada ya es un error. Las negras ya lé que las complicaciones después de 1 2
se abstuvieron de desarrollar el alfil por h6 tt:Jc7 dxe3 1 3 tt:Jxa8 '!Was+ 1 4 c3! .txc3+ 1 5
en la jugada precedente, por eso debieron @e2, probablemente red undaban en fa­
seguir con el mismo espíritu y jugar 7 ... e6. vor de las blancas; sin embargo, no quise

71
Construcción de un repertorio de aperturas

ponerme a la defensiva. Intuitivamente 19 ... �xb2+ 20 ©xb2 ©g7 21 �c7! gf8 22


tomé la decisión correcta, porque después ghf1 ! Las negras abandonaron.
de 1 S ... '!MbS+! 1 6 @xe3 '!Mxb2 1 7 :gd 1 d6
el ataque de las negras compensaba de Nos queda analizar algu nos de los movi­
sobra la pérdida de material. mientos q ue por transposición llevan a
variantes principales de la apertura. Por
Para com pletar el cuadro, añadiré que des­ ejemplo, las neg ras pueden jugar 6 ... tll c6,
pués de 1 3 0-0-0! (en lugar de 1 3 lll xa8) y después 7 tll c 3 .ih6.
1 3 ... E:g8 1 4 @bl .ih6 l S '!Mh4 '!Mxc7 1 6
'!Mxh6+ E:g7 1 7 '!Mxe3 las posi bilidades de
las blancas tam bién son preferibles, aun­
q ue la contin uación de la partida es bas­
tante más fuerte.

12 ... �xd4 13 o-o-o ggs 14 Bh4

Algo más fuerte q ue 1 4 '!Mc7 .ib6 1 S '!Mf4


tll c6 (pierde 1 S ... e6? a causa del 6 '!Mh6+!
:gg7 1 7 tll f6 ie3+ 1 8 '!Mxe3 '!Mxf6 1 9 '!Mes+)
1 6 tll f3.

Las blancas no pueden jugar 8 @f2 por 8


... ixe3+ Sin embargo, pueden jugar 8 dS!
ttJ b8 9 es ixe3 1 O ic4 con una iniciativa
mortífera por el peón. A veces las neg ras
juegan 6 ... cxd4 7 exd4 es

16 ... h6?

El error decisivo en una posición mala. La


última jugada de las negras es demasiado
optimista e ignora las amenazas tácticas Aq u í es muy fuerte 8 '!MhS! d6 9 tll f3 E:g8
del adversario. Resistía más 1 6 ... lll es, 1 O tll c 3!, Ker - Kulashko, Auckland 1 997.
aunque tampoco salvaba. También es interesante 8 ic4!? con bue­
nas posibilidades de ataq ue. Esta posición
17 �xf7! ©xt7 1s Bhs+ ©f8 19 �c4 merece un análisis cuidadoso.

No hay defensa contra el ataque de la to­ No intento demostrar que las blancas ob­
rre blanca. Todavía sig uió: tengan ventaja con el movimiento .igS en
la seg unda jugada. Si este fuera el taso,

72
Construcción de un repertorio de aperturas

esta jugada se encontra ría en las parti­


PARTIDA 29
das de los matches por el cam peonato
Mijaíl Shereshevsky - lvica Raicevié
del m undo. Sin embargo, el lector ya de­
bería estar convencido, vistas algu nas de Apertura Trompovsky [A45]
las partidas precedentes, de que un movi­ Doiran 1 992
miento im preciso a menudo lleva a las ne­
gras a dificu ltades insupera bles. Además, 1 d4 �f6 2 i,gs e6 3 e4 h6 4i.xf6 Wxf6 5 �c3
las blancas no necesitan complicar mucho i.b4 6 Wd2 c5!?
la lucha, y pueden jugar tranquilas, con­
tando con u na ventaja cómoda en el fi nal. Una decisión interesante. Las negras in­
Me gustaría que el lector intente formar su tentan atacar inmediatamente el centro
propia teoría, diferente de la teoría de esta blanco, para impedir la jugada f2-f4.
variante ofrecida por los li bros, que por
supuesto en el futuro se refi nará aún más. 7 es We7 8 al i.as

Ahora exami nemos la jugada 2 ••• e6 Después de 8 ... cxd4 9 axb4 dxc3 1 O �xc3
0-0 1 1 bS las blancas están un poco mejor.

Las blancas deben jugar 3 e4, en otro caso


la jugada de alfil no tiene ningún sentido. 9 b4!

3 ••• h6 Las blancas necesitan jugar enérgica men­


te, de lo contrario las negras destruyen
Hace tiempo analicé la jugada 3 ... es y no los restos del centro de su adversario y se
pude encontrar nada convincente para las quedan con la fuerte pa reja de alfiles.
blancas después de 4 eS h6. Decid í jugar
de esta manera con negras contra el gran 9 .•• cxd4
maestro Lputian en el ca mpeonato de las
Fuerzas Armadas de 1 984; sin embargo, En caso de 9 ... cxb4 sigue 1 O lt:J bS lt:Jc6 1 1
después de 4 dS! h6 S .ixf6 �xf6 6 lt:J c3 axb4 .ixb4 1 2 c3 .ias 1 3 tiJd6+
a6 7 lt:Jf3 es? 8 a4 b6 9 .id3 d6 1 o lt:Jd2
conseg uí salvar la partida solo a costa de 10 �bS .ib6 1 1 �d6+ @dS 12 �f3
grandes esfuerzos y con la ayuda de mi
adversario. Merece atención 1 2 f4, como se jugó en
algu nas partidas posteriores.

12 ... �c6

73
Construcción de un repertorio de aperturas

Una alternativa interesante es 1 2 ... f6!? 16 �f3 fxeS 17 0-0-0 ms 18 �xeS gxn 19
'\Wc3

El pri ncipio de «no apresu rarse» en acción:


las blancas incrementa n la presión, y man­
tienen todas las amenazas. Por desg racia,
pasé por alto un contrajuego ocu lto del
adversario, tras lo cual comencé a repro­
charme por pensar abstractamente y des­
cartar otra continuación prometedora que
vi sobre el tablero: 19 ttJxc8 @xc8 20 °1Wc3,
y las negras no pueden defender el punto
d7. Sin embargo, objetivamente la jugada
de la partida es más fuerte.

19 ... ge2! 20 <J;; b 1


15 ••• <J;; cn
No era posi ble la captura
. en c8 por 20 ...
Hasta este momento ambos adversarios \Wgs+
ha bían jugado bien, pero ahora las negras
deberían haber capturado con sangre fría
el peón eS. Después de 1 5 ... fxeS 1 6 ttJ6f5
°1Wf6 1 7 ttJxc6+ @es ( 1 7 ... @c7? 1 8 °1Wd6+ Ahora a 20 ... \Wgs sigue 21 ttJ e8+
@b7 1 9 ttJaS+ �xaS 20 bxaS) 1 8 ttJd6+
@fa 1 9 ttJaS! ( 1 9 ttJe4? °1Wh4 20 °1Wd6+ @gs 21 '\Wb2 .ia6
2 1 ttJe7+ @f7) se llegaba a una posición
m uy interesante: El ingenio de las negras las permitió evitar
una catástrofe inmediata.

Esta posidón es crítica para evaluar las


acciones precedentes de ambos rivales. 22 bS?!
Requiere un análisis detallado, aunq ue
defi nitivamente prefiero la posición de las Esta imprecisión se debe a un mal cálculo
bla ncas. de la varia nte. No era difícil encontra r 22
ttJdc4!, tras lo cual la variante 22 ... �xc4
No obstante, volvamos a la partida. 23 E:xd7+ \Wxd7 24 ttJxd7 @xd7 25 \Wxg7+
@es 26 �d 1 �ds 27 fü1 proporcionaba a

74
Construcción de un repertorio de aperturas

las blancas una victoria senci lla. fil por d3, mientras que las negras quieren
situa r su caballo en f6 tras el avance del
22 ••• gbs? peón «f», para evitar tener que defender el
peón f5 mediante g7-g6. Al mismo tiem­
Agobiado por el zeitnot el gran maestro po las neg ras permiten que el adversario
yugoslavo comete un error decisivo. Era avance su peón «e».
imprescindible j ugar 22 ... cxb5, y ahora
en caso de 23 ttJf5 exf5 24 gxd7+ 'Wxd7 25 7 � e2
ttJxd7 \t>xd7 26 'Wxg7+ \t>c6 27 gd 1 apa­
rece 27 ... ic8! Ambos pasa mos por a lto Ahora y en la jugada siguiente las blancas
esta oportunidad, gracias a la cual la ven­ podían jugar e3-e4, aunque esto llevaría a
taja pasaba al bando de las negras. Si bien una posición absolutamente distinta.
es cierto q ue en lugar de 23 ttJf5? es bas­
tante más fuerte 23 ghf1 ! gds 24 ttJxb5+ 7 ... �d7 8 b3 fS 9 e4 �f6 10 We2 �e4 ·

ixb5 25 'Wxb5 con amenazas imparables,


aunque no estoy seguro de pud iera haber Las negras han conseg uido continuar sin
encontrado sobre el tablero esta conti­ la j ugada g7-g6.
nuación.
11 o-o o-o 12 es Ae1 13 b4
Después de 22 ... �b8? las blancas conser­
van la ventaja de material y ganan sin es­
fuerzo. La partida terminó de la sig uiente
manera:

23 tiJfS exfS 24 gxd7+ Wxd7 25 tll xd7 ©xd7


26 Wxg7+ ©e6 27 Wxh6+ ©e7 28 Wf4 gb7
29 Wgs+ ©e6 30 Wg6+ <it>es 31 bxa6 gbs
32 gn Ad4+ 33 ©e1 gfs 34 Wg7+ gf6 35
g4 ©ds 36 gd1 gxa3 37 gxd4+ Las negras
abandonaron.

No pretendo convencerle de que con


blancas es suficiente j ugar 2 ig5 para ga­ Las blancas siguen la línea estratégi­
nar, por eso mostraré una partida que ter­ ca principal. Las negras deben buscar
minó a favor de las neg ras. contrajuego en el otro lado del tablero.

PARTIDA 30 Las negras amenazan el sacrificio del alfil


Mijaíl Shereshevsky - V. y obligan a las bla ncas a debilitar su fla nco
Bogdanovsky de rey.
Apertura Trompovsky [000]
Doiran 1 992 1 7 g3 We7 1 8 bxe6 bxe6 19 gab1 Aes

1 d4 ttJ f6 2 J,gs dS 3 Axf6 exf6 4 el Ae6 5 Véase el diagrama siguiente


ttJ d2 e6 6 Adl Ad6
20 a5?
Las blancas han decidido desarrollar su al-

75
Construcción de un repertorio de aperturas

«desechable» en este libro, que se inicia


con las jugadas 1 e4 es 2 d3

¿Cómo se me ocu rrió la idea de em pezar


la partida de esta manera? A finales de los
años setenta y princi pios de los ochenta,
Peter Korzubov, mi alumno con mayor ta­
lento, obtuvo buenos resu ltados en m u­
chas com peticiones. Por ejemplo, en 1 978
ganó un torneo clasificatorio para el mun­
dial de cadetes, en el que l uchó con aje­
d recistas de la talla de Andrei Sokolov, Ehl­
No es fácil imitar a Petrosian. Las blancas vest y Novíkov. En el ca mpeonato m undial
no advierten el peligro y continúan ab­ obtuvo el cuarto puesto detrás de Short,
sortas el juego en el flanco de dama. Mi que fue tercero. Korzubov obtuvo dos nor­
último movi miento se puede comparar mas para el títu lo de maestro internacio­
con el antiguo ritual japonés del «haraki­ nal, sin embargo solo había jugado 22 par­
ri». Entonces me encontraba en m uy baja tidas, y la FIDE exigía como m ínimo 24. No
forma, y solo calculé variantes de este tipo: había dudas de que en el próximo torneo
20 ... i.xaS? 2 1 1Wa4 i.c7 22 i.a6, tras lo cual Korzubov obtendría el título de maestro
la iniciativa de las blancas en el flanco de internacional. Sin embargo, sucedió algo
dama se incrementa. Era imprescindible imprevisto. I nesperadamente, su salud
ocuparse de medidas profilácticas en el se deterioró bruscamente y se graduó en
flanco de rey. Por ejemplo, h2-h4, \:t>g2, el ejército antes de lo previsto. Korzubov
E:h 1 , y solo después pensar en acciones en continuó su participación en los torneos
el otro lado del tablero. de vez en cuando pero, por desgracia, es­
taba lejos de su forma anterior. . .
20 ... gS!
Tenía que contar esta triste historia, por­
Di recto a la diana. Las negras preparan la que a Korzubov no le g ustaba j ugar 1 d4,
apertura de la posición media nte f5-f4, y sino 1 e4, aunque evitaba jugar las va­
la jugada 21 E:fe1 no lo impide, porq ue las riantes agudas de la Defensa Siciliana y
negras capturan el peón as con gana ncia procuraba elegir opciones con un juego
de tiempo. En esta partida las negras no estratégico tranquilo. Con frecuencia ob­
pud ieron hacer frente al ataque del adver­ tenía posiciones sin perspectivas claras. A
sario en el flanco de rey, y perdieron, de veces le decía en broma: «Petya, me divier­
hecho, sin luchar. Es poco probable que el te ver cómo l levas el caballo a b3, y l uego
motivo de esto pueda llamarse apu ros de te esfuerzas en traerlo a f3». Se trataba de
tiem po. la variante Najdorf en la Defensa Siciliana.

21 a6 f4 22 exf4 gxf4 23 �el i.g4 24 tll es Korzubov era un maestro experimentado,


i.xeS 2S dxeS i.xe2 26 i.xe2 �xeS 27 gb7 ya ha bía participado en la Primera liga del
gf6 28 �b2 �xb2 29 gxb2 f3 30 i.dl tll xeS Ca mpeonato de la U RSS, y a ese nivel no
31 ga2 gbs 32 gas gbs 33 ga3 tll e4 34 gel es fácil cambiar el repertorio de aperturas
gbl 3S gd3 gal 36 gle3 tll c3 Las bla ncas en dos semanas. Por ese motivo me pa­
abandonaron. reció lógico eludir d u ra nte algún tiempo
la teoría principal de la Defensa Siciliana.
Exa minaremos ahora la última apertura Tuvimos que recurrir a las aperturas con

76
Construcción de un repertorio de aperturas

colores ca mbiados. Tra bajamos m ucho


con el siguiente orden de j ugadas en la
Apertura Ing lesa: 1 c4 d6 2 d4 eS. Ahora
las negras no temen el ca mbio de damas,
porq ue el ca ballo no se ha desarrollado
por f6, y después de 3 dxeS dxeS 4 Wfxd8+
<lixdB S 'Df3 las negras pueden j ugar sen­
cil lamente S ... f6. Esta es la diferencia con
la variante 1 d4 'Df6 2 c4 d6 3 'Dc3 es 4
dxeS dxeS S Wfxd8+ <j¡xd8 6 'Df3 'D bd7,
donde las blancas disponen de un plan
muy bueno, relacionado con el avance
del peón «g». Además revisamos una par­ en la variante con las jugadas 3 'Dd2 'Df6,
tida de larsen, en la que el gran maestro las bla ncas no consig uen acceder a esta
danés realizó con las negras un plan muy posición debido a la indefensión del peón
interesante: 1 c4 d6 2 d4 es 3 'Df3 e4 4 d4. Y en la variante con la j ugada 3 es las
'Dd2 fS S 'D c3 'Df6 6 e3 c6 7 f3 dS 8 l.Wb3 blancas no tienen tiempo para el avance
ie7 9 �e2 0-0 1 O fxe4 fxe4 1 1 cxdS cxdS f2-f4. Aqu í, a costa de la pérdida de u n
12 'Ddxe4 'Dxe4 1 3 'Dxe4 'D c6 con buena tiem po (el peón d2 h a avanzado a d 4 e n
compensación por el peón sacrificado. No dos jugadas), ¡las blancas h a n conseg uido
recuerdo si Larsen sacrificó efectivamente mantener el ca ballo en la casi lla ideal b1 !
el peón o sim plemente lo recomendó, no Lo ú nico negativo, o más bien positivo,
obstante lleg ué a la conclusión de que se es la inseg uridad temporal del peón es,
podía j ugar así con colores ca mbiados. Me ya que es muy peligroso para las negras
dispuse a com probar esta variante en el aceptar su sacrificio.
campeonato de Bielorrusia del año 1 983,
contra Mochalov. 9 ••• �e7

Mochalov rehúsa el sacrificio. La varian­


te pri ncipal, 9 ... fxeS, la veremos en la si­
PARTIDA 3 1
guiente partida.
Mijaíl Shereshevsky - Evgeny
Mochalov 10 ®hl 0-0 1 1 tll a 3
Defensa Siciliana [825]
Minsk 1 983 Las negras no han conseg uido el
contrajuego contra el rey blanco típico en
1 e4 cS 2 d3 tll c6 3 f4 dS 4 .ie2 estas posiciones de la Defensa Francesa, y
ahora la superioridad de las blancas (gra­
El orden de j ugadas más preciso para las cias a su ventaja de espacio) es evidente.
blancas en esta variante.
11 ••• cxd4 12 cxd4 �d8 13 tll c2 tll b6 14 exf6!
4 tll f6 s es tll d7 6 tll f3 e6 7 c3 f6 8 d4 �b6
•••

9 0-0 Justo en este momento, cuando el caballo


negro ha perdido el control sobre la casi­
Véase el diagrama siguiente l la f6, es hora de cambiar la estructura de
peones.
Llegamos a la posición que había prepara-
do. En la Defensa Francesa, y en concreto 14 ••• .ixf6 1 S b3 .id7 16 .id3 tll c8 1 7 �e2

77
Construcción de un repertorio de aperturas

liJ d6 1 8 Aa3 �e7 19 liJ es g6 20 gael caballo e3, la partida terminaba inmedia­
tamente.
La ventaja de las blancas se acrecienta
con cada jugada, y ahora empieza a ser 26 ••• bxe6 27 Aes? eS!
decisiva. Pueden encontrarse algunas im­
precisiones en las acciones de las negras, Pasé por a lto completamente esta jugada.
sin embargo me parece que fue más fácil
jugar con blancas esta posición, mientras 28 fS exd4 29 liJ e4
q ue las neg ras em pezaron a estar mal ya
al salir de la apertura. Vea lo que hice con mi posición absoluta­
mente ganada. Por suerte logré recupe­
20 ... gfe8 21 �g4 liJe4 22 liJe3 gad8 rarme. Y en el zeitnot mutuo organicé un
ataque ganador.
Al defenderse de la amenaza 23 ltJxdS, las
negras pasan por alto un golpe táctico.

29 ... ®hs

23 liJxg6 El «columpio» del zeitnot. Después de 29


... �dS! 30 b4 e3 son las negras las que tie­
Esto da fin prácticamente a la l ucha. nen ventaja.
Después de 23 ... hxg6 24 �xg6+ J.g7 el
procedimiento más rápido para ganar es 30 �gS
25 J.xe4 dxe4 26 dS. Sin embargo, hacía
tiempo que no j ugaba en torneos y me Llevaba a ventaja blanca 30 �ce 1 ! e3 3 1
encontraba en muy baja forma; esto expli­ �h4.
ca los milagros que empezaron a suceder
a continuación.

23 ... Ag7 24 Axe4?! No vale 31 ... �xd6 por 32 J.xd6 �xd6 33


f6, y es mala 33 ... J.fB? (mantiene más o
Un cam bio injustificado. ¿Para qué abri r la menos el equilibrio 33 ... �f8) por 34 f7 y
col umna «d»? 35 �g8++

24 ... dxe4 2S liJes Aes 26 liJxe6? 32 liJ bS! �d7?

Una jugada horrorosa. Después de 26 Si 32 ... cxbS, entonces 33 J.f8! Los saltos
�hS, con idea de incl uir en el ataque a l del caba llo confundieron a las negras, y no

78
Construcción de un repertorio de aperturas

encontraron la retirada correcta 32 ... 'l!Nf7!,


tras la cual conservaban mejores posi bili­
dades.

33 J.xd4 gxbS 34 J.xeS gxeS 3S füdl gds 36


gxdS Y«xdS 37 Y«e7! Y«g8 38 f6

Llevaba más rá pido al objetivo 38 gd 1 !


!fa 39 '!Nea.

38 ••• J.fB 39 Y«xe4 Y«e6 40 Y«d4 cS?

¡Error en la jugada de control! Después de rrecto para desarrollar la iniciativa. En esta


40 ... 'l!Nf7 las blancas tend rían que aplicar partida Ku preichik no consigue resolver
una técnica excelente para ganar la parti­ este problema.
da.
1S J.bS?
41 Y«d8 ©g8 42 f7+ ©g7 43 Y«gs+ Y las ne­
gras abandonaron. Después de 43 ... 'l!Ng6 Era necesario desarrollar el alfil por el otro
gana 44 'l!Ne5+ @ h6 45 VNe8. flanco. Después de 1 5 ih5+! g6 1 6 if6!
(si 1 6 'l!Nf3, conta ndo con 1 6 ... 'l!Nxd4+? 1 7
Cuando me preparaba ju nto con el eq uipo @h 1 ie7 1 8 'l!Nf7+ @da 1 9 ixe7+ tf:Jxe7
de Bielorrusia para la Espartaquiada de los 20 ie2, y los dos peones demás no sa lvan
Pueblos de la URSS del año 1 983, mostré a las negras, entonces sigue 1 6 ... ie7! 1 7
el sistema con 2 d3 al g ran maestro Viktor 'l!Nf7+ @da 1 8 ixe7+ 0Jxe7 1 9 'l!Nf6 ges 20
Kurpeichik, quien lo aplicó con éxito en ig4 ges con una posición de doble filo)
varias ocasiones. 1 6 ... ggs 1 7 tf:Ja4! 'l!Nb4 1 8 a3 'l!Nd6 1 9 ig4
con compensación más que suficiente por
el peón.

PARTIDA 32
La idea de Kupreichik de conti nuar el ata­
Viktor Kupreichik - Jaan Ehlvest que en el final parece original. Sin embar­
Defensa Siciliana [825] go, tuvo éxito solo por un error de las ne­
Moscú 1 983 gras.

1 e4 es 2 d3 e6 3 f4 dS 4 J.e2 tl)c6 S tl)f3 tl)f6 1S Y«xd4+ 16 Y«xd4 tl)xd4 1 7 J.xd7+ ©xd7


•••

6 es tl) d7 7 c3 f6 8 d4 Y«b6 9 o-o cxd4 1 o cxd4 1s gn+ ©es?


fxeS 1 1 fxeS tl)dxeS 1 2 tl)xeS tl)xeS
Ahora las blancas tienen todo en orden:
Ehlvest acepta el reto. recuperan uno de los peones entregados,
y conservan un fuerte ataque. Era bastan­
13 tl) c3 J.d7 14 J,gs tl) c6 te más fuerte 1 8 ... @c6! Por ejemplo: 1 9
:9:c 1 ic5 20 @ h 1 :9:af8 2 1 füg7 tf:Jf5, y cae
Véase el diagrama siguiente la torre g7. Después de 1 8 ... @c6 las ne­
gras rechazaban el ataque y conservaban
La posición del diagrama parece muy la ventaja material.
atractiva para las blancas; sin embargo, no
es nada senci llo encontrar el camino co- 19 gxb7 h6?

79
Construcción de un repertorio de aperturas

q ueda 36 �b3+ @xa8 37 ges g4+ 38 @ h4


füs (amenaza tanto 39 ... ghs++, como 39
... gs++) 39 �c:b8+ @a7 40 gsb7+ @as
(pero no 40 ... @a6? 41 �3 b6+ @as 42 b4+
@a4 43 ga7+) 41 �b8+, y todo termina
con jaque continuo.

36 gb3+ ©xa8 37 ge6 Aes 38 g4 gds 39


ga6+ Aa7 40 gxe6 gd7 41 ges gds 42 ge7
Las negras abandonaron.

Enseg uida se probó de nuevo el sacrificio


20 �xdS! hxgS 21 �e7+ ®d7 22 �xa8+ de peón.
®es 23 gxa7 ©bs 24 ga4! ©b7

Si 24 ... ics, entonces 2S �as (2S b4?


PARTIDA 33
ltJe2+ 26 @f1 id4) 2s ... ib4 26 E:xgs
@xa8 27 E:xg7 conserva las posibilidades Peter Korzubov - Lembit 011
de victoria. Defensa Siciliana [820]
Tallin 1 983
2s fü1 �e2+ 26 ©f2 �f4 21 ©t3 Ad6 2s
gdl �ds 29 gel ges 30 g3 Aba 31 gel ge7 Las negras ensayaron cambiar el orden de
32 gas gn+ 33 ©g4 gfs 34 ga3? jugadas en la apertura.

Tras esta jugada descuidada las blancas 1 e4 es 2 d3 e6 3 f4 dS 4 Ae2 � f6 s es � fd7 6


podían caer bajo un ataque, y ya tendrían c3 � e6 7 �f3 f6 8 d4 'i'b6 9 0-0 cxd4 1 O cxd4
q ue . busca r la salvación. Era impresci ndi­ fxeS 1 1 fxeS �dxeS 1 2 �xeS �xeS 1 3 �c3
ble 34 gccS. Aqu í las neg ras jugaron 1 3 �e6?
•••

34 ... �f6+ 3S ©h3 Ahora las blancas se ven obligadas a situar


el alfil en bS, aunque resulta ser m uy útil:
esa jugada prácticamente gana.

14 Abs Ad7 1S Axe6! bxe6 16 Ags es?

La decisión de 011 de provocar una crisis


inmediata resulta catastrófica para él, aun­
que en todo caso la posición de las negras
prácticamente era desesperada. ·

Véase el diagrama siguiente

1 7 �a4
3S ... Ad6?
Korzubov elige la vía posicional tranquila.
Era correcta 3S ... fü2! con la amenaza 36 ... En su lugar podía realizar u na com bina­
g4+ 37 @h4 füS !, y las mismas blancas no ción espectacular: 1 7 '%VhS+ g6 1 8 E:xf8+!
pueden jugar 36 g4 por el mate en h2 Solo Las negras no pueden ca pturar la torre

80
Construcción de un repertorio de aperturas

PARTIDA 34
Aleksandr Ryskin - Kuczynski
Defensa Siciliana [820]
Opole 1 991

Las primeras 12 jugadas son las mismas


que las de las partidas Kupreichik - Eh lvest
y Korzubov 011, aunque en lugar de 1 3
-

tl:Jc3 Ryskin jugó 1 3 .ih5+!?

con el rey, 1 8 ... @xf8, por 1 9 'l!Nh6+ @f7


20 fü1 + @g8 (20 ... ifs 21 E:xfs+ gxfs 22
�f6+ @g8 23 'l!Ne6+ @g7 24 ih6++) 2 1
if6, por eso e s obligado j u g a r 1 8 ... füf8.
Y entonces 1 9 'l!Nxh7 'l!Nxd4+ 20 @ h 1 'l!Ncs
21 'l!Nxg6+ fü7 22 E:e1 ! gana. Es cierto que
la variante elegida por Korzubov tampoco
deja a las negras esperanzas de salvación.
Siguió:

17 ... Wb4 1 8 a3 Wd6 19 dxe5 Wg6 20 .ie3?!


Siguió 13 ... g6 14 ®h1 ! tll c6
Una imprecisión, era bastante más fuerte
20 e6! 'l!NxgS 21 exd7+ @xd7 22 'l!Nb3. Si 1 4 ... tt:Jf7, entonces 1 5 'l!Nf3 'l!Nc7 1 6 tt:Jc3
gxhS 1 7 id2! tlJ d6 1 8 tt:JxdS! exdS 1 9
20 ... .if5? !!ae 1 + ie7 20 'l!Nf6 !!g8 2 1 .igs con ame­
nazas decisivas.
Las negras pod ían resistir más después de
� 15 Wt3 .ie7 1 6 .ih6! .id7
20 ... ie7!

21 Wf3 .id3 22 gn .ie7 23 .ic5 .ih4 24 g3 Es mala 1 6 ... gxhS por 1 7 ig7.
gbs 25 .id6 gb5 26 tll c5 gxc5 27 .ixc5 .ida
28 e6 .ie7 29 .ixe7 ®xe7 30 We3 Las negras 11 Wf7+ ®d8 1 8 .ig4 ®c7
abandonaron.
Es más tenaz 1 8 ... tt:Jxd4, aunque después
Otro de mis alumnos, Aleksandr Ryskin, de 1 9 tt:Jd2 E:e8 20 ie3 la iniciativa de las
ensayó u na idea excelente en esta va rian­ blancas compensa de sobra el peón de
te en un torneo de ajedrez activo en Po­ menos.
lonia.
19 tll c3 gafa 20 .ixf8 gxfs 21 Wxh7 Wxb2
22 gfcl con una posición ganada para las
blancas.

Veamos algunas partidas más jugadas con


esta variante.

81
Construcción de un repertorio de aperturas

disfrutan de una coordi nación excelente


PARTIDA 35
entre sus piezas. Objetivamente la posi­
Peter Korzubov - Semen Dvoiris
ción está más o menos eq uilibrada, y se
Defensa Siciliana [820] avecina una lucha tensa.
Vilnius 1 984
13 Ad2
1 e4 cS 2 d3 e6
Excelente jugada profiláctica, que refuerza
En la partida Korzubov - Glek, Minsk 1 983, el peón c3.
las negras jugaron 2 ... �c6. La partida con­
tinuó así: 3 f4 dS 4 ie2 �d4 S �f3 �xe2 6 13 •••� b6 14 �e3 �as 1S Ad3 �ac4 16
�xe2 e6 7 ed �xdS 8 �c3 �d8 9 ie3 �f6 Y«e2 Ad1
1 O d4 �as 1 1 0-0-0, y aquí las negras no
encontraron nada mejor que el sacrificio Las maniobras negras parecen bastante
de peón 1 1 ... c4. Después de 1 2 �xc4 ib4 natu rales. En caso de 1 6 ... cxd4 las negras
1 3 �bS+ id7 1 4 �xaS ixaS 1 S id2 ic6 debían tener en cuenta la respuesta 1 7
1 6 �hfl ixc3 1 7 ixc3 �e4 1 8 id2 ids �xd4.
1 9 b3 bS 20 ias f6 21 �el su actividad se
q uedó en nada, y las blancas materializa­ 17 �xc4 �xc4 1 8 Axc4 dxc4 19 Ae3 Y«as 20
ron su ventaja material. dxcS AxcS?

3 f4 dS 4 Ae2 �c6 S c3 �f6 6 eS �d7 7 �B Era mejor 20 ... �xc3!, y después de 2 1


bS 8 �a3 gbs 9 �a b4 10 d4 bxc3 11 bxc3 fücl �a3 el peón c 4 invulnera ble. En ese
Ae1 1 2 o-o o-o caso las posibilidades de las negras hu bie­
ran sido preferibles.

21 Axes Y«xcs+ 22 m2 Ac6 23 � d4

Este tipo de posición recuerda m ucho a la


Defensa Fra ncesa. Las negras han abierto
una col umna en el flanco de dama, donde
pueden seg uir el consejo de Ni mzowitsch La posición se ha aclarado. El caballo blan­
de socavar la base de la cadena de peo­ co es bastante más fuerte que el alfil ad­
nes del adversario. Aunque las blancas versario, y en esta posición esta ventaja
también disponen de m uchos tri unfos. será «de larga d u ración».
La ventaja de espacio y el peón avanzado
es sirven de premisa para el ataque al rey. 23 ... g6 24 Y«e3 Ads 2S �fS! gfc8 26 Y«xcs
Las blancas mantienen fi rmemente sus gxcS 27 �d6 as 28 gd2 ©f8 29 ©f2 ©e7 30
puestos avanzados en el centro y además ©e3 Ac6 31 gadl! Aa4 32 �e4 gc7 33 m1

82
Construcción de un repertorio de aperturas

ie6 34 tl:ld6 f6? posición excelente. Después, en el medio


juego, Korzubov superó con fi rmeza a su
En juego de las negras en las diez últimas adversario, a partir de 24 ie3!
jugadas podría mejorarse aquí y allá. Aun
así, el carácter de la posición no ha cam­ 1 e4 es 2 d3 tl:le6 3 f4 tl:lf6 4 tl:lf3 dS s es tl:lg4
biado m ucho. Dvoiris se encontraba en 6 !e2 f6 7 h3 tLl h6 8 0-0 fxeS 9 fxeS g6 1 O e3
zeitnot y con su última jugada decidió d4 1 1 Wb3 ig7 1 2 tLl bd2 b6 1 3 tLl e4 tLl as 14
ca mbiar bruscamente el tra nscu rso de la We2 dxc3 l S bxc3 o-o 16 igs ib7 1 7 tl:ld6
partida. Sin embargo, como suele suceder, !e6 18 Wd2 tl:lfS 19 tl:lxfS gxfS 20 ih6 We7
la medicina no cura la enfermedad, sino 21 d4 cxd4 22 cxd4 ids 23 gael Wd7
que mata al paciente. Las negras debieron
jugar 34 ... hS, para red ucir el número de
peones en el flanco de rey, y atenerse a
una defensa pasiva.

35 g4 gfs 36 füf2!

Korzubov encuentra de nuevo un golpe


claro como el agua, que incrementa su
presión posicional.

36 ... J.d7 37 gS fxeS?

Las negras no necesita ban abri r el juego. 24ie3 gaf8 2S Wc2 gsn 26 ©h2 e6 27 tl:ld2
Han perdido claramente el control de la gx11 2s J.xt1 J.b1 29 Wb2 Wds 30 ga Wds
posición y juegan sin fortuna el resto de la 31 Wel gfs 32 tl:lB ita 33 id3 g17 34 gx17
partida. Aunque después de 37 ... fS tam­ ©xf7 3S tl:lgs+ ©gs 36 tl:lxe6 Wds 37 tl:lf4
bién era m uy difícil sostener la posición de Wxa2 38 ibl Wf7 39 e6 We7 40 ia2 ©h8 41
las negras. dS Wd6 Las negras sellaron su siguiente ju­
gada, sin embargo después abandonaron
38 fxes füs 39 gxfs ©xts 40 tl:le4 ga 41 sin reanudar el juego.
�f6 ia4 42 gds+ ©g7 43 ggs+ ©f7 44
gh8 Las neg ras abandonaron. Para i l ustrar el posi ble cu rso de los aconte­
cimientos sin damas, tenemos la siguiente
Es sorprendente la similitud de esta pa r­ partida, donde las blancas logaron demos­
tida con la sig uiente, que ofrezco sin co­ tra r fácilmente la superioridad del peón e4
mentarios. sobre el peón cs.

PARTIDA 36 PARTIDA 37
Peter Korzubov - Aleksandr Viktor Kupreichik - El mar
Petrushin Maguerramov

Defensa Siciliana (620] Defensa Siciliana [820]


Tallin 1 983 Moscú 1 983

Las negras jugaron la apertura con origi­ 1 e4 es 2 d3 ti) e6 3 f4 dS 4 .ie2 dxe4 S dxe4
nalidad y diligencia, y consiguieron una YNxdl+ 6 .ixdl tLJf6 7 tLJe3 e6 8 .ie3 .id7 9

83
Construcción de un repertorio de aperturas

las blancas se retiran con �d4-d2, para


después desarrollar el alfil por la gran dia­
gonal (en la casil la b2). Aq uí este enfoque
sería demasiado audaz debido al sig nifica­
tivo retraso acum ulado en el desarrollo.

6 g3 �f6 7 .ig2 e6

Muy modesta. Sin emba rgo es obligada.


En es el peón se convertiría en un objetivo
de ataque.

8 0-0 .ie7 9 b3!

Las blancas deben preparar el avance de


16 c3 �h4 1 7 �xh4 gxf4 1 8 �d6+ .ixd6 19 peón d3-d4. Tras la apertura de la posición
g3 gxh4 20 gxh4 .if4+ 21 @a b6 22 .ih2 es los alfiles fianchettados desarrollarán su
23 .ig4 .ixg4 24 gxd8+ �xd8 2S hxg4 .ixh2 máxima actividad.
26 gxh2 @d7 27 g12 @e7 28 @d3 �f7 29
@e4 Las negras abandonaron. 9 .. o-o 10 .ib2 Y«c7 1 1 Y«e2 gds
.

En otra ocasión probé una nueva modifi­


cación de la variante que se inicia con 2 d3.

PARTIDA 38
Mijaíl Shereshevsky - Leonid
Yurtaev
Defensa Siciliana [825]
Gomel 1 983

1 e4 es 2 d3 dS 3 exdS Y«xdS 4 �f3 �c6 S �c3


12 gad1
En posiciones de este tipo, con la misma
apertura, aunque con colores cambiados, Las negras necesitan trasladar el alfil de c8
con frecuencia las neg ras, en lugar de ata­ a e8 para terminar el desa rrol lo y coordi­
car inmediatamente a la dama con el ca­ nar sus piezas. Sin embargo, la jugada 1 2
ballo, fiancheta n primero el alfil y después ... J.d7 tapa la colu mna «d» y permite que
desarrollan el ca ballo por c6. Sin embargo, las blancas jueguen 1 3 d4, tras lo cual las
decid í que con un tiem po de más tenía neg ras tendrán que sufrir bajo el peligroso
sentido atacar enseguida a la dama. «bombardeo» de los alfiles blancos, siendo
el alfil catalán g2 especialmente peligroso.
s ... Y«d8 No obstante, las negras necesitaban l legar
a esa posición. Yurtaev pensó aquí media
De nuevo existe una peq ueña diferencia hora, y en l ugar de realizar esa jugada de­
en compa ración con la posición análoga cidió modificar la estructura de peones.
con colores cambiados. Con frecuencia

84
Construcción de un repertorio de aperturas

12 ... tll d4?! 1 3 tll xd4 cxd4 14 tll bs YMb6 1S a4 Las negra sig uen el camino de menor re­
ies sistencia: en el fi nal la su perioridad de las
blancas será abru madora. Sin embargo, es
Ahora me l legó el tu rno de pensar seria­ dudoso que otros movimientos de las ne­
mente sobre la posición. Era necesario gras pudieran ca mbiar el resultado.
encontrar a cualq uier coste la forma de
impedir q ue las neg ras terminaran el de­ 23 dxe4 :B:xdl?
sarrol lo.
Las negras se aferran en vano al peón.
16 YMeS! Después de 23 ... id?! 24 ixb7 :B:ab8 25
ie4 f5 26 ig2 :B:bc8 las blancas aun ten­
Ataca al peón d4 y el pu nto c7. drían que superar dificultades técnicas.

16 ... tll d7 1 7 Wgs f6 1 8 YMh4 tll ts 24 :B:xdl @f7 2S es

Las negras están listas para terminar el Las blancas no se apresuran en ganar el
desarrol lo e igualar la posición. De nuevo peón mediante 25 tt:Jd6+, y continúan re­
debía buscar un remedio táctico. forzando tranquilamente su posición.

19 b4! .ixb4 20 .ixd4 .tes 21 .ixeS WxeS 2S :B:b8?! 26 tll xa7 .id7 27 :B:bl Las negras
•••

abandonaron. En caso de 27 ... ixa4 sigue


28 c6.

Para que el lector no crea que intento con­


vencerlo de que 2 d3 conduce a u na ven­
taja automática de las bla ncas, este es el
inicio de una partida en la que las neg ras
resolvieron fácilmente y con elegancia los
problemas de la apertura.

PARTIDA 39

Las bla ncas han obtenido alguna venta­ Peter Korzubov - Silvio Danailov
ja, sin embargo las neg ras amenazan la Defensa Siciliana [B21 ]
jugada 22 ... a6, y da la impresión de que Pernik 1 984
ejercerán una resistencia seria. El siguien­
te movimiento de las blancas resuelve el 1 e4 es 2 dl tll e6 3 f4 g6 4 tll fl .ig7 S el d6 6
problema. .ie2 e6 7 0-0 tll ge7 8 .iel fS! 9 tll bd2 0-0 10
tll gs h6 1 1 tll h l b6 12 .if3 .ib7 13 We2 YMd7
22 We4!! 14 .if2?! :B:ae8, y las blancas ya necesitan
pensar seria mente en cómo igualar.
Es agradable realiza r este tipo de jugadas.
Con frecuencia son más efectivas que una Véase el diagrama siguiente
combinación brillante.
La partida terminó en tablas, aunque las
22 ... Wxe4?! negras tuvieron ventaja du rante bastante
tiempo.

85
Construcción de un repertorio de aperturas

Para concl uir, debo señalar una vez más


que en mi opinión dicho sistema debería
estar incluido en el a rsenal de cualquier ju­
gador fuerte. El título del capítulo debe re­
cordarle que no se debe usar como arma
principal, sino que simplemente se aplica
de vez en cuando. En otro caso, tarde o
temprano su repertorio de aperturas en­
trará en crisis.

86
Capítulo 2
Estudiando a l os clásicos

Recientemente le pregunté a un ajedre­ Praktische Schaaklesen1º. Además, hay un


cista con talento cuál era su opinión sobre libro muy curioso y muy raro de E. Znosko­
las partidas de Alekhine. Me respondió: Borovsky, Teoría del medio juego en ajedrez.
«¿para qué voy a estudiar las partidas de En él se desarrollan los métodos de valora­
Alekhine?, no voy a jugar contra él». De ción de la posición t ípicos de aquella épo­
donde se deduce que solo estudia las par­ ca. Ahora están en gran parte olvidados.
tidas de sus adversarios. Estoy convencido
de que con ese enfoque las perspectivas Anteriormente a Steinitz los ajedrecistas
de este jugador son muy limitadas. suponían que el transcurso de los aconte­
cimientos sobre el tablero depend ía solo
¿Por qué necesitamos estudiar hoy a los de ellos mismos. Era suficiente sentirse
clásicos? bien, tener una inspiración creativa, y obli­
gadamente saltaría la chispa, aparecer ía
El ajedrez moderno comienza con las teo­ una combinación genial. En aquella época
rías de Steinitz. Anteriormente a él hubo se jugó la partida «inmortal» Anderssen
jugadores muy fuertes, como Philidor, de - Kieseritzky (que lamentablemente está
La Bourdonnais, Morphy, sin embargo el lejos de ser perfecta, y desde el punto de
comienzo del ajedrez posicional moderno vista actual no resiste la cr ítica). Steinitz
se inicia a partir de Steinitz. fue el primero en pensar si realmente esto
sucedía así, y empezó a investigar esta
Yo, como entrenador, me preocupo por cuestión.
los resultados prácticos de los alumnos.
Por lo tanto, el estudio de los clásicos es Llegó a la conclusión de que las combina­
de interés, en primer lugar, desde el pun­ ciones no son posibles en todas las posi­
to de vista del jugador práctico. Tengo un ciones, que su implementación no depen­
programa de trabajo determinado, quizás de solo del talento del jugador, sino de las
subjetivo, sobre los clásicos, que sugiero a propiedades de la posición en sí misma.
mis alumnos. Hay situaciones en las que el jugador más
genial no puede realizar ninguna combi­
No estoy demasiado interesado en el aje­ nación. Esto llevó a Steinitz a investigar
drez anterior a Steinitz. Y aunque Morphy, diversas posiciones, y empezó a buscar las
por supuesto, fue un notable ajedrecista, leyes generales del juego posicional. Sin
el estudio de sus partidas no se incluye embargo su logro más importante (¡debo
en mi programa. El programa comienza recalcarlo!) fue la conclusión de que era
con la teoría de Steinitz. Creo que su me­ necesario jugar al ajedrez siguiendo un
jor descripción se halla en dos libros: el plan, que sus acciones se podían planear.
de Em. Lasker Manual de ajedrez (capítulo
«El juego posicional») y el de Max Euwe 1 O Nota del Traductor. Su traducción al castellano
sería Lecciones prácticas de ajedrez.

87
Estudiando a los clásicos

Y el plan, a su vez, dependía de la valo­ POSICIÓN 1


ración de la posición. Steinitz desa rrolló
Aaron Nimzowitsch - José Raúl
muchos pri ncipios interesantes del juego
Capa blanca
posicional, la mayoría de ellos han resisti­
do la prueba del tiempo, otros no se han San Petersburgo 1 9 1 4
justificado. Sin embargo su idea pri ncipal
es q ue es necesario jugar seg ún un plan,
y que el plan emana de la valoración de la
posición. Esta idea es total mente cierta, y
demostró ser muy importante para el de­
sarrollo de la teoría del ajedrez.

El enfoque típico de esa época acerca de


la valoración de la posición se describe
con mucha claridad en el mencionado li­
bro de Znosko-Borovsky. Estos son los tres
factores principales q ue influyen en dicha
valoración: la superioridad en fuerzas (o lo
q ue es lo mismo, la ventaja de material), Esta partida es u n ejemplo clásico del jue­
la ventaja de tiempos (en la actualidad, en go lógico y activo del genio cubano. El
el desarrol lo) y la ventaja de espacio. De deci motercer cam peón del m u ndo, Garri
acuerdo al tema de la ventaja de tiempo, Kasparov, no la pasó por alto en su obra
los ajedrecistas em pezaron a contar los fundamental «Mis g·eniales predecesores»;
tiempos partiendo de la posición inicial. más adelante cito algu nos de sus comen­
Por ejemplo, podía resultar que un ban­ tarios.
do tenía seis tiem pos, y el otro diez (esto
ocurre no solo por una pérdida directa de Las blancas tienen un peón más, y las ne­
tiempos, sino también debido al cambio gras ventaja de desarrollo. Contemos los
de una pieza que hizo varios movimientos tiempos: las bla ncas han jugado e4, un
por otra que apenas se ha movido). Ahora, tiempo, ttJc3 dos, el enroq ue tres, la dama
por su puesto, nadie cuenta los tiem pos, el en a6, son dos tiempos; en total, cinco. Las
ajedrecista sencil lamente echa un vistazo negras tienen más tiempos. Las jugadas
y valora la ventaja de desarrollo de uno u de peones g6, d6, bxc6, tres tiempos; �k8,
otro bando. �es, �d7, .ig7, ttJf6, y el enroque seis más
(por supuesto, no todos tienen el mismo
Una vez esta blecidos estos tres factores, se valor; por ejemplo, el de .El:c8 no es m uy
pasaba a la evaluación de la posición y a la claro).
elaboración de un plan de juego. Este en­
foque puede ser útil en ocasiones, incluso Repito q ue no es necesario hacer estos
en la actualidad. Veamos unos ejemplos. cálculos. Salta a la vista que las negras tie­
nen ventaja de desarrollo, y las blancas un
peón más.

El peón e4 está atacado, y las blancas de­


ben plantearse cómo defenderlo. Se pue­
de hacer la jugada �d3, que al mismo
tiem po extrae a la dama de una posición
peligrosa, y se puede jugar �e1 o f2-f3.

88
Estudiando a los clásicos

Nimzowitsch eligió 1 5 �d3, y posterior­ mente.


mente perdió la partida de una manera
muy instructiva. Ca pablanca respondió 1 5 , Desde la casilla a6 la dama ataca al peón
.••�e6, que ataca d e nuevo a l peón e4 y c6 e impide la reorganización Wfe6, tt:Jd7,
fuerza a las blancas a realizar otra jugada tLi b6(eS), tt:Jc4. Por eso la jugada correcta
defensiva. Después el juego conti nuó de era 1 5 f3! Por supuesto, debemos tener en
acuerdo a la estrategia actual del Gambito cuenta gas, aunque entonces se puede
Volga: a través de d7 el caballo se trasla­ jugar Wfc4. Todo consiste en no reti ra r el
dó a c4, las torres ocu paron las columnas ataque de la dama blanca sobre el peón
semiabiertas «a» y «b». Las blancas no con­ c6.
siguieron neutralizar esta presión.Esto es
lo que pasó después: Hay que señalar que a 1 5 f3 Capablanca
habría reaccionado con la jugada 1 5 ...
16f3 tll d7 1 7 id2? dS!?, y la iniciativa de las neg ras es una
compensación suficiente por el peón.
«Ni mzowitsch no advierte el peligro cre­
ciente. Era correcta 1 7 if4, para en caso Me gustaría ofrecer un ejemplo de la idea
de 1 7 ... tt:J es eliminar el cabal lo: 1 8 ixeS de mantener la dama en el ca mpo adver­
ixeS 1 9 gab1 . Con semejante alfil las ne­ sario con una parÜda más moderna. Este
gras no pueden perder, sin embargo re­ ejemplo lo comenta Mark Dvoretsky en
solvemos otro problema: cómo no perder el cuarto tomo de la serie School of future
con las blancas . . . » (Kasparov). champions1 1 •

17 ..• tll e5 1 8 �e2 tll c4 1 9 gabl gas 20 a4?


POSIC/ÓN 2
«Apenas cam bia nada 20 b3?! tt:Jxd2 2 1
'\&xd2 ga3! (pero n o enseguida 2 1 ... WfeS? John Nunn - Artur Yussupow
por 22 tt:J a4!), y después de 22 ... Wf eS las Linares 1 988
negras recuperan el peón y conservan su
poderoso alfil. Sin embargo, era mucho
mejor 20 ie 1 , aunque después 20 ... dS!
21 b3 tt:Jd6 22 a4 fS las negras tienen un
juego cómodo y activo» (Kasparov).

20 tll xd2 21 �xd2 �c4 22 gfdl geb8 23


..•

YNe3 gb4 24 �g5 id4+ 25 ©hl gab8 26


gxd4 �xd4, y las negras materializaron su
ventaja de calidad.

Solo encontré la explicación correcta de


lo que ocu rrió en Znosko-Borovsky. Él es­
cribe que si su adversario tiene ventaja de «Las neg ras tienen un peón más, sin em­
tiempo (de desarrollo), y usted de mate­ bargo las piezas enemigas apunta n peli­
rial, entonces en ningún caso debe desviar grosamente al flanco de rey. Las dos torres
a la defensa las piezas q ue ejercen presión blancas pueden dirigirse allí instantánea-
sobre la posición del adversario. Déjelas
en peligro, déjelas corriendo riesgo, pero 11 Nota del Editor: Los dos primeros tomos han
impida que el adversario maniobre libre- sido editados en castellano con los títulos de En­
trenamiento de Elite 1 y Entrenamiento de Elite 2.
89
Estudiando a los clásicos

mente. Ahora se amenaza 1 9 !h7+


El primer deseo sería apartar la dama de
la zona de peligro con la j ugada 18 ... Wíc7.
Sin embargo, entonces sigue 1 9 WíhS, y
la dama blanca se incorpora al ataque al
rey. Se amenaza 20 gg3 o 20 gg4; es pe­
ligroso 1 9 ... fS 20 gg3 WíxeS 21 ltJf3 Wíc3
22 Wíxh6. Hay q ue devolver el peón: 1 9 ...
ltJfs 20 !xfS ef 21 WíxfS ltJc4, aunque en
ese caso las blancas conservan mejores
posi bilidades.
18 ... ©h8!
Por supuesto, en c3 la dama se siente in­ 28 ••• gc4!
cómoda, sin em bargo desde ahí ataca al Ya no vale 29 h4? debido a 29 ... gbb4.
caballo d2, limita la movilidad de la dama 29 c3
bla nca, y en general atrae la atención del Otra trampa más: la atractiva 29 ... d4 se re­
adversario, desviándola del flanco de rey. futa mediante 30 ltJxd4 ltJxd4 31 Wíf1 ! Aun
19 g4?! así era más tenaz 29 ltJd2.
Es mejor 1 9 ltJf3. 29 ... a4! 30 tiJ d2 tlJcxeS!! 31 �al
19 ••• tlJac6! Tam bién era triste 31 ltJxc4 ltJxc4 32 ge2
Al atacar al peón es las negras impiden la a3.
apertura de líneas en el flanco de rey me­ 31 ... gc7 32 �xa4 gbc8 33 �as tlJc4 34
diante g4-g5. tlJxc4 gxc4
20 tiJf3 gab8! La gran su perioridad de las negras está
De nuevo un movimiento profiláctico, en fuera de toda duda, y en adelante la mate­
este caso contra la amenaza 21 !c4 Wíb2 rial izaron con éxito».
22 gb3. Y en caso de 21 gS sigue 21 ... gb4!
21 .ic4! �b2 22 .ib3! tlJg6! 23 ga2 Cómo no vamos a recordar la variante
La dama neg ra final mente está atrapada, Najdorf de la Defensa Sici liana, en la q ue
pero la compensación que se obtiene por la dama captura el peón b2 y después se
ella es más q ue suficiente. retira a a3. Esta dama es un trastorno para
23 ... gxb3 24 gxb2 gxb2 25 �el ?! el adversario. Se encuentra en una situa­
Es mejor 25 gb3. ción pelig rosa, no obstante impide q ue
25 ... gb4! el enemigo maniobre libremente. Ahora
ha advertido la trampa tendida por el gran mostraré u na posición que surge de una
maestro ing lés: a la natu ral 25 ... füb8?! si­ variante de la defensa Ragozi n.
g ue 26 gb3 g2xb3 (obligada) 27 cxb3, y la
dama blanca tiene a su disposición la co­ 1 d4 tlJ f6 2 c4 e6 3 tlJ f3 dS 4 tlJ c3 .ib4 S cxdS
lumna «C>>. exdS 6 .igS
26 h3 mbs
Ahora 27 gb3 ya es inútil: las negras res­ El cambio de peones seg uido de la clava­
ponden 27 ... aS! Es menos convincente 27 da del caballo es u no de los pla nes más
.;. ltJ gxeS 28 ltJxeS ltJxeS 29 Wíe3. desag radables para las neg ras. Por reg la
27 ©h2! as 28 ©g3 general responden con el contraataque
¿Qué pretenden hacer las blancas ahora? c7-c5, tras realizar previamente la j ugada
Evidentemente, h3-h4-h5. 6 ... h6. Aunque se puede j ugar de otra ma­

nera.
Véase el diagrama siguiente

90
Estudiando a los clásicos

6 ... e6 7 el llegamos a la sig uiente jugada de torre.

Ahora se puede jugar 7 ... 'Was, au nque es 12 ... gg8


útil incl uir primero h7-h6.
La dama debe quedarse en c3. La dejamos
7 ... h6 8 ih4 Y«as en una posición algo avanzada y extrava­
gante, sin embargo desde aquí estorba al
Las blancas deben elegir: o bien sacrificar adversario. Digamos que en caso de 1 3
el peón con la jugada 9 ixf6, o bien pasa r 'WhS surge una buena posibilidad de con­
a una defensa pasiva; por ejemplo, des­ traataque: 1 3 ... ig4 1 4 'Wxh6 ifs, y a 1 5
pués de 9 'Wb3 tlJe4. Está claro que en este füb7 'Wc 1 + 1 6 Ke2 ig4+ (o 1 6 ... ic2!?).
último caso las neg ras no tendrán ningún Todo esto es m uy peligroso para las blan­
problema. cas.

9 ixf6 ixc3+ 1 O bxel Y«xel+ 11 � d2 gxf6 Desafortunadamente, las blancas tienen


una posibilidad para situar problemas di­
Las negras pla ntean una amenaza posi­ fíciles ante su oponente.
cional: ifs y después 'Wc2. Si consiguen
cambiar damas, digamos después de 1 2 ll gl! ig4?! 14 ie2
ie2 ifS 1 3 0-0 'Wc2, entonces se agotará
la iniciativa de las blancas. La posición de las neg ras es peor. A pesar
de todo, las debilidades crónicas se no­
tarán. Sin embargo deben l uchar de esta
manera: no retirarse, intentar resistir al
Sin lugar a dudas, una jugada correcta. Las adversario con las fuerzas ya existentes.
blancas impiden la salida del alfil adversa­ Tenga en cuenta que a las blancas no les
rio y al mismo tiempo apartan la torre del resultó fácil decidirse por la jugada g2-
ataque de la dama, llevá ndola a una posi­ g3, ya que sin duda el ca mbio de alfi les
ción activa. provocado por la jugada ig4 debilita sus
casi llas blancas y reduce el nú mero de pie­
zas sobre el tablero, y esto no resulta muy
agradable cuando tienes un peón menos.

En una de las variantes menos ha bituales


de la Defensa Grünfeld puede surgir la si­
g uiente posición: 1 d4 �f6 2 e4 g6 l �el dS
4 if4 ig7 s el es 6 dxeS Y«as 7 Wbl id7 8
!es �a6 9 cxdS �xeS 10 Y«e4 �a6

Véase el diagrama siguiente

Las blancas tienen un peón más, y las ne­


Ahora en caso de retirada de la dama (por gras ventaja en el desarrollo. Si las blancas
ejemplo, a través de a3 hacia e7), es proba­ intentan reducir la ventaja de desarrollo
ble q ue las negras sufran un ataque muy del adversario moviendo una pieza del
desagradable. Deben intentar frenar al flanco de rey, digamos, 1 1 tlJf3, entonces
adversario con las piezas que ya están mo­ las negras tienen la posi bi lidad de desa­
vilizadas. Después de analizar la posición, rrol lar su iniciativa media nte 1 1 ... bS se-

91
Estudiando a los clásicos

terminar cuál es nuestra peor pieza, y


también entender qué plan va a realizar
n uestro adversario. Tras ello, es necesario
mejorar la posición de esa pieza, y al mis­
mo tiem po dificu ltar el plan del rival. Todo
esto se muestra con ejemplos concretos.

La teoría de Steinitz contiene m uchos pos­


tu lados diferentes, algunos indiscuti bles y
otros m uy controvertidos. Escri be sobre la
ventaja de la pa reja de alfi les, sobre la de
la mayoría de peones en el flanco de dama
g uido de b5-b4 o la jugada 1 1 ... :ges. (sin embargo la mayoría de peones en el
flanco de dama, como ha demostrado la
Las blancas deben intentar sofocar la in i­ práctica posterior, no constituye una ven­
ciativa del adversario con las fuerzas que taja por sí misma, debe estar específica­
tienen en juego, por lo que el desa rrol lo mente vinculada con otros elementos de
del caballo de rey debe esperar. Se puede la posición). Podría decirse que algunos
recordar el refrán sobre el hombre ham­ de sus pri nci pios adquieren un ca rácter
briento que lame el plato después de co­ filosófico. Si tienes ventaja, estás obligado
mer: «El lamer no quita el hambre». A la l uz a atacar, de lo contrario la ventaja se eva­
de estos arg u mentos, viene a la mente el porará inevitablemente; esto no es ajedrez
movimiento 1 1 a3!, para a 1 1 bS respon­
••• pu ro, sino un principio filosófico.
der con la jugada 12 b4!, y a 1 1 .. . �c8 elegir
entre 1 2 �d4 y 1 2 b4. losif Dorfman hizo un comentario im­
portante a este postulado de la teoría de
Por lo tanto, ya hace m ucho tiempo nació Stein itz. Él cree q ue es necesa rio aclarar
una idea útil para la práctica actual: «Con q ué tipo de ventaja está en cuestión: es­
ventaja de material y retraso en el desarro­ tática o dinámica. Debes atacar solo si po­
llo, no retire las piezas desarrol ladas q ue sees una ventaja dinámica. No obstante,
causen problemas al adversario». En otras anal izaremos la doctri na de Dorfman en la
palabras, no pases a una defensa pasiva. tercera parte del libro.
Ahora este concepto ya está olvidado.
En general, el enfoq ue propuesto por
Tam bién es interesante la idea de Znos­ Steinitz para valora r la posición merece un
ko-Borovsky acerca de las posiciones con estudio serio. Ese es un capítulo m uy inte­
ventaja de espacio. Él expresa la idea ge­ resante en la historia del ajedrez. Es con­
neral de que no es necesario aumentar la veniente estudiarlo a través de los libros
ventaja de espacio, que lo importante es antiguos, para conocer directamente el
conserva rla. Tarde o tem prano habrá un pensamiento de las personas que descu­
momento crítico: el adversario intentará brieron todo esto.
liberarse. Y es necesario estar preparado lo
mejor posible para cuando acontezca ese El defecto de la teoría de Steinitz reside
momento crítico. en su in movi lismo. En los institutos téc­
nicos se estudia la teoría de la mecánica,
Ta mbién ofrece recomendaciones sobre que consta de tres secciones principales:
qué hacer cuando tenemos un espacio estática, cinemática y dinámica. A g randes
reducido. Znosko-Borovsky aconseja de- rasgos, la estática es cuándo todo está en

92
Estudiando a los clásicos

reposo, la cinemática, si hay algún tipo de mático a Tarrasch, no es del todo correcto.
movimiento, y la dinámica, cuando todo . Simplemente en su época discutió con
se mueve. Entonces, la teoría de Steinitz Chigorin, considerado el fundador de la
solo comprende uno de los capítu los de escuela de ajedrez rusa. Y a las personas
la «teoría de la mecánica» del ajedrez. que no nos gusta n les coloca mos todo
Steinitz, por desgracia, no tuvo en cuen­ tipo de etiquetas.
ta la dinámica de la lucha, tomó todo en
un estado estático. Sus valoraciones son Ahora va mos a examinar un ejemplo que
adecuadas para muchas posiciones, pero muestra la ventaja dinámica, el enfoq ue
de ning ún modo para todas. Sin embargo, concreto de una posición anteriormente
¿cuánto puede exigirse a una persona? Él estática. Es un ejemplo tomado del exce­
hizo una aportación enorme al desarrollo lente libro de Lipnitsky Cuestiones sobre
del ajedrez. Teoría Moderna en Ajedrez.

Es muy interesante conocer las partidas de


Steinitz, au nque debemos admitir que las
partidas de sus seg uidores ilustra n su teo­
ría mejor que las suyas propias. En ocasio­
nes se aferraba a su teoría con demasiado
rigor, sin tener en cuenta la dinámica de
la lucha. Y esto a veces le llevaba a tristes
resu ltados.

Akiba Rubinstein aplicó perfectamente en


la práctica las enseñanzas de Steinitz. En
su libro Manual de ajedrez, Lasker expresó
la opinión de que las partidas de Rubins­ Es el tu rno de juego de las blancas. Poseen
tein son ejemplares bajo el pu nto de vista la ventaja de la pareja de a lfi les, sin embar­
de la teoría de Steinitz. Además, Rubins­ go su estructura de peones en el fla nco
tein poseía una excelente técnica del fi nal. de dama está deteriorada. Si las negras
En la colección «Grandes ajedrecistas del consiguen l levar a cabo el plan estándar
mundo» se incl uye el excelente li bro de Y. en estas posiciones, .ia6, ll1c6, '\Wa4, lLias,
Razuvaiev y V. Murajveri, Akiba Rubinstein. capturarán el peón c4 y lo más probable
Recomiendo su estudio a todos los ajedre­ es que ganen.
cistas con los q ue trabajo.
Si se siguen los principios generales del
Aconsejo estudiar las partidas de Rubi ns­ juego en la apertura (desa rrollar las piezas,
tein de la siguiente manera. Una vez termi­ enrocarse), entonces es necesario jugar 1 1
nada la apertura, debe cu brir las jugadas e e3. Me temo, sin embargo, que en ese caso
intentar adivinarlas. Es decir, intentar jugar el plan concreto triunfará sobre los prin­
como Rubinstein. Dedique a esta labor al ci pios abstractos, y las blancas perderán
menos 45 minutos para cada partida, y se gradualmente.
le quedará m ucho más en la cabeza que si
simplemente la reproduce. En la posición actúan otros principios, no
menos obvios. No siempre es fácil formu­
Siegbert Tarrasch escri bió un libro exce­ larlos con palabras, con frecuencia un ju­
lente, La partida moderna de ajedrez. Ga rri gador de ajedrez los siente intuitivamente.
Kasparov lo elogia. Cuando se l lama dog-

93
Estudiando a los clásicos

Tras un examen detallado de la posición filaxis, la sobreprotección. Es decir, como


se puede ver que las negras no tienen resultado de la discusión entre hipermo­
piezas en el flanco de rey. De esta mane­ dernos y «clásicos», el ajedrez evolucionó.
ra, podemos llegar a la jugada 1 1 g4!!, que
cambia drásticamente la valoración de la Nimzowitsch fue un opositor irreconcilia­
posición. Esta jugada se corresponde con ble de Tarrasch y sus puntos de vista. Por
el principio: «ataca al adversario en el lu­ desgracia, eran ajedrecistas de generacio­
gar más vulnerable para él». nes diferentes. Los picos de fuerza práctica
de Nimzowitsch y Tarrasch decayeron en
Las blancas crean una amenaza muy de­ períodos distintos. En sus enfrentamien­
sagradable, 12 �g2. Digamos que a 1 1 ... tos a menudo obtuvo la victoria Nim­
fxg4 sigue 1 2 �g2 lll c6 1 3 dS, y la posición zowitsch, aunque esto no significa que el
negra se desmorona. Si juegan 1 1 ... �b7, hipermodernismo fuera superior. Solo que
entonces después de 12 �g 1 las blancas Tarrasch era más viejo, jugaba más flojo
tienen un ataque formidable en el flanco que en su juventud.
de rey. Tal vez la mejor decisión sea el mo­
vimiento 1 1 ... cxd4, que traslada el juego Por supuesto, se puede extraer mucho
a un final difícil para las negras. de los libros de Nimzowitsch Mi sistema y
La práctica de mi sistema. En primer lugar,
Si el peón estuviese en f7, y no en fS (¡algo hablaremos de la profilaxis y la sobre­
tan insignificante!), todo el juego que se protección. Los ajedrecistas actuales han
inicia con g2-g4 no tendría sentido, y la aprendido y desarrollado muy bien las en­
ventaja estaría del lado de las negras. Aun­ señanzas de Nimzowitsch. Hoy el término
que el flanco de rey sigue sin estar defen­ «profilaxis» se expresa mejor con las pala­
dido por ninguna pieza negra, las blancas bras «prevención» o «precaución», y Mark
no tienen nada que hacer, porque no exis­ Dvoretsky introdujo el término «pensa­
te el peón fS, que es el «gancho» al que miento preventivo» como un elemento
pueden agarrarse las blancas. Y es muy importante para tomar una decisión a la
importante tener en cuenta tales detalles hora de elegir una u otra jugada. Si toma­
específicos al evaluar la posición. mos la creatividad de los campeones del
mundo, entonces la idea de profilaxis o
Después de Steinitz llegaron los hipermo­ prevención del plan del adversario se ex­
dernos (¡una palabra divertida!). Steinitz presa más claramente, en mi opinión, en
consideraba que era bueno tener un cen­ las partidas de Petrosian, Karpov, Kramnik
tro de peones fuerte, y que quien tenía y Magnus Carlsen. También ha cambiado
ventaja en el centro también tenía ven­ la comprensión del término «sobrepro­
taja en general. Sin embargo ajedrecistas tección» (ver la partida Karpov - Timman,
como Réti, Nimzowitsch y Breyer -prin­ Montreal 1979).
cipales representantes del hipermoder­
nismo- afirmaron que no era necesario Sin embargo, no debe creerse sin reservas
tener un centro de peones fuerte, que se todo lo escrito en los libros Mi sistema y
podía ceder el centro al adversario y lue­ La práctica de mi sistema. Nimzowitsch se
go atacarlo con piezas. Surgieron nuevas enfrentaba a menudo con rivales muy in­
aperturas. Por ejemplo, la Apertura Réti , la feriores a su fuerza de juego, y en ese caso
Defensa Nimzoindia, la Defensa Ale.khine; no es difícil probar cualquier teoría.
se desarrolló la comprensión de otras
antiguas, como la Apertura Inglesa. Nim­ Vyacheslav Andreevich Chebanenko, co­
zowitsch elaboró principios como la pro- nocido entrenador moldavo, por desgra-

94
Estudiando a los clásicos

cia hoy fallecido, crió a toda una pléyade drez, sin embargo Nimzowitsch aspiraba
de grandes maestros y maestros. Fue tam­ al mismo estatus. Creo que este choque
bién un teórico, cuyo nombre lleva uno de de vanidades, que empezó con una pe­
los sistemas para las negras en la Defensa queña confrontación, fue el factor princi­
Eslava más difíciles de penetrar, un filósofo pal que estimuló el deseo de Nimzowitsch
del ajedrez, un interlocutor interesante, un de bajar a Tarrasch de su pedestal». Ade­
buen amigo mío, que en su época publicó más Marín echa en falta que Nimzowitsch
en la revista «Ajedrez en la URSS» diversos realizara su investigación de las cadenas
artículos de opinión. En ellos Chebanenko de peones en la Defensa Francesa, donde
cuestiona el principio de Nimzowitsch la ruptura de la parte superior de la ca­
que establece que es necesario atacar la dena de peones de las blancas mediante
cadena de peones en su base. Imagínense f7-f6 debilita la posición del rey negro, y
la cadena de peones de las blancas en la que casi no se ocupara de las formacio­
Defensa India de Rey: dS, e4, f3, g2 (y los nes indias. La razón de esto estuvo en la
peones negros c7, d6, eS). Nimzowitsch valoración de Tarrasch sobre la jugada 3
escribe que las negras deben jugar f7-f5, e4-e5 en la Defensa Francesa, a la que el
y después, quizás, llevar este peón a f4 y ajedrecista alemán tuvo la imprudencia de
avanzar el peón «g». La base de la cadena colocar un signo de interrogación.
de peones blancos es el peón f3, e incluso
el peón g2. Sin embargo a menudo vemos «¡ Destronar a Tarrasch! ¡Solo así podría
ejemplos en los que las negras no em­ ocupar su lugar en el trono y recibir el re­
piezan con f7-f5, sino con c7-c6. Es decir, conocimiento de mejor pensador de aje­
socavan el centro no por la base de la ca­ drez entre los vivos! Destronar a Tarrasch
dena de peones, sino por su vértice, y con por todo, incluyendo incluso la Defensa
frecuencia también da buenos resultados. Francesa, confirmando, reafirmando, pro­
Nimzowitsch construyó sus conclusiones bando y remachando contra la opinión del
principalmente sobre la base de la Defen­ maestro del clasicismo que 3 es es la últi­
sa Francesa, pero incluso en ella a veces no ma palabra en el ajedrez moderno cuando
es necesario atacar la cadena de peones se refiere a la cuestión fundamental de la
por la base, sino por la cúspide, es decir, restricción y el bloqueo.
jugar f7-f6.
La hipótesis de desacreditar a Siegbert
Respondió a los comentarios de Cheba­ Tarrasch explica mejor la obsesión de
nenko, más o menos un cuarto de siglo Nimzowitsch por la Defensa Francesa, y el
después, el admirador más devoto de abandono respecto a los conceptos flore­
Nimzowitsch, el maestro internacional cientes de la cadena de peones y la mayo­
argentino Enrique Marín, quien al parecer ría cualitativa en los territorios indios. Y si
ha estudiado durante toda su vida el le­ bien los jugadores de club y los amantes
gado del padre del Hipermodernismo. En del ajedrez perdieron mucho por este mo­
su interesante obra Cómo ganar peones en tivo, entonces el mayor perdedor fue el
las defensas indias aclara muchos términos mismo Nimzowitsch, cuya idiosincrasia lo
poco conocidos para el lector de habla dejó enredado en las ruinas de una obse­
rusa. sión ciega con la jugada 3 es en la Defensa
Francesa» (E. Marín).
Ya hemos mencionado la enemistad entre
Nimzowitsch y Tarrasch. Acerca de ello, es­ Bellamente expresado. ¡Vaya, muy próxi­
cribe E. Marín: «En aquella época Tarrasch mo al ajedrez de V. Nabokov! Ahora habla­
se consideraba el mejor pensador de aje- remos del término «mayoría cualitativa»,

95
Estudiando a los clásicos

mencionado casualmente en el párrafo POSIOÓN 3


anterior.
Viktor Korchnoi - John Nunn
A msterdam 1 990

«Si conoce nuestras opin iones sobre la


cadena de peones, entonces asimilará fá­
cil mente el concepto de la mayoría cuali­
tativa: el flanco que avanza en dirección a La posición de las negras en el flanco de
la base de peones del adversario natural­ dama es muy restringida. En la partida se
mente es superior desde el pu nto de vista jugó 17 cxd6 .ixd6 18 ltld3 gg7 19 lll cs, y
cualitativo» (Nimzowitsch, Mi sistema). las blancas obtuvieron la victoria en una
lucha aguda.
La noción de la «mayoría cual itativa» fue
introd ucida por N imzowitsch sin reca lcar Sin embargo, cinco años después, en su
la atención del lector sobre este térmi­ enfrentamiento con Xie Jun, Wenzhou
no. Por eso no queda muy impreso en la 1 995, en la posición del diagrama Kor­
memoria, o por lo menos no en la mía. En chnoi jugó 1 7 c6!? y obtuvo una victoria
relación con la posición del diag rama, las convincente: 17 ... h5 18 ©h1 gh7 19 cxb7
blancas tienen mayoría cual itativa en el J.xb7 20 a6 .ic8 21 lll b5 g4 22 lll xa7 g3 23
flanco de dama, y las negras en el de rey. lL\ c6 �d7 24 .ig1 lL\ g4 25 fxg4 hxg4 26 .ixg4
En consecuencia, el plan de las blancas in­ �xg4 27 �xg4 .ixg4 28 lll f3 J.xt3 29 gx13
cluye el asalto de peones b2-b4 y c4-c5, y lll h4 30 a7 .ig7 31 gas gxh2 32 .if2 ltlxf3
para las neg ras f7-fS seg uido de fS-f4 y g6- 33 gxf3 .it6 34 gbs ©f7 35 gb7 ©g6 36 bs
gS-g4. Una vez q ue el peón blanco llegue ©h6 37 gb8 gh8 38 gxh8+ .ixh8 39 J.h4
a es, las bla ncas buscarán la manera de in­ gg8 40 ©xh2 Las neg ras abandonaron.
vadir la casilla c7 con la torre o el caballo,
con el cambio previo en d6. Además, en En su libro E. Ma rín, oponiéndose a la críti­
algunos casos, cuando el peón bla nco está ca de N imzowitsch efectuada por el maes­
en as o una pieza menor de las neg ras en tro internacional John Watson, escribe lo
d7, las bla ncas pueden pensar en ca mbiar sigu iente: «Si n embargo, a finales del siglo
el objetivo del ataque con el movimiento XX, la crítica de Watson al "pri ncipio" de la
cS-c6 i rru mpiendo en el campo negro. cadena de peones se dirige contra la mis­
ma apertura que consideró N imzowitsch.
Esto sugiere que su verdadero objetivo era
criticar al maestro del Hipermodernismo,
lo mismo q ue el objetivo de este último
consistía en atacar a Tarrasch». Después

96
Estudiando a los clásicos

Marín contin ua: « É l describe la ruptura en el zeitnot, donde se vul nera el curso ló­
en términos de ataque (por ejemplo, gico de la lucha. A un jugador inexperto
"ataque al peón delantero de una ca­ le,·será difícil entender esta partida, incl uso
dena de peones"), mientras que yo, si­ es difícil a veces para un maestro. Sin em­
guiendo a Nimzowitsch, lo considero bargo, si juegan, diga mos, Alekhine con
como una medida fundamentalmente Tartakower, entonces ya existe una dife­
defensiva». rencia notable en la categoría de juego.
El plan proyectado por Alekhine funciona
Si pasamos del estilo elevado «de Na­ como u n reloj. Tartakower no lo com pren­
bokoV» al lenguaje de los sim ples morta­ de, no obstaculiza su ejecución. De esta
les, entonces Marín dice que la jugada c7- manera, todo el plan aparece ante noso­
c6 con el posterior cambio del peón dS -la tros en su forma más pura. Contra juga­
cúspide de la cadena de peones blancos­ dores actuales, tales como Aronián, Giri,
es, en primer l ugar, una acción defensi­ Caruana, no se vería u na imagen tan clara,
va, ¡no atacante! En efecto, si miramos porq ue su poder de respuesta es mucho
una vez más los diagramas de las partidas mayor. Por eso las pri meras lecciones de
Korch noi - N u n n y Korchnoi - Xie Jun, po­ estrategia, las lecciones de elaboración de
demos advertir que las posi bi lidades de los planes para la l ucha, deben tomarse de
las negras en el fla nco de dama son muy los clásicos.
limitadas. Gracias a la ventaja de espacio
las blancas tienen la opción de emprender Ha blemos un poco sobre la descripción de
acciones activas. Sin embargo, si j uegan los pla nes de j uego por parte de los clási­
c7-c6 con u n peón blanco en c4 y cam bian cos.
en dS, las negras prácticamente obligan al
adversario a u n cam bio inmediato en d6
en la posición del diagrama. Por lo tanto,
POS/OÓN 4
obtienen u na posición más específica en
el flanco de dama, y les resulta más fácil E. Znosko-Borovsky - Alexander
pla nificar sus acciones en esta parte del Alekhine
tablero. París 1 933

Finalmente, tenemos dos ajedrecistas


destacados. Son Ca pablanca y Alekhi ne.
No estuvieron infl uenciados por ninguna
tendencia, jugaron de manera completa­
mente diferente, y no obstante sus parti­
das sirven del ejem plo hasta n uestros días.

Pensemos cómo se ve el ajedrez moderno.


Supongamos que j uegan dos adversarios
del mismo nivel. Por ejemplo, Lékó con
Topalov. Uno de ellos proyecta un plan
de juego, el otro advierte este plan, e in­ Juegan las blancas
tenta obstacu liza rlo. Como resultado de
la colisión de planes las bla ncas obtienen Ofrecemos los comentarios de Alekhine a
una ligera ventaja. Fijan u n nuevo plan de esta posición:
juego, en respuesta sigue un nuevo contra
plan. Por fin, am bos contendientes caen «El juego en este final dista de ser tan

97
Estudiando a los clásicos

sencil lo como parece, en especial para las


blancas. El plan de las negras, q ue se coro­
na con todo éxito, consta de las siguien­
tes partes: 1 ) cam bio de u n par de torres;
2) traslado del rey a e6, donde defendido
por el peón puede impedir la invasión en
la casilla d7 de la restante torre bla nca;
3) operando con la torre por la columna
abierta «g» y avanzando el peón «h», for­
zar la apertura de la col u m na «h»; 4) tras
esto el rey blanco, y posiblemente el alfil,
estarán atados a la defensa de los puntos
h 1 y h2 contra la invasión de la torre; 5) fxe4+ ©xe4 48 gxc7 ©f3 49 gxe7 gxf2+
mientras tanto las negras, avanzando los SO ©e1 b2 S1 gb7 fü2 S2 c6 ©g3 Sl c7 fl S4
peones «a» y «b», tarde o temprano con­ ©d1 gxc7 SS gxb2 f2 Las blancas aba ndo­
siguen abrir alguna col u m na en el flanco naron.
de da ma; 6) como el rey blanco en ese mo­
mento se encontrará en el otro flanco, las Me parece que Alekhine es u n poco pí­
blancas no pod rán impedi r la invasión de caro cuando describe su g randioso plan
la torre negra en la pri mera o la segu nda de juego, que planeó alrededor de la ju­
fi la. gada 1 6. Lo más probable es que pensara
Se puede estar de acuerdo en lo siguiente: esquemas, componentes cortos del plan
si las blancas desde el princi pio hubiera n que luego describió como un todo. En re­
advertido que existe u n peligro real d e sumen: es úti l para las negras cam biar un
perder este final, e s posible que consi­ par de torres y conserva r el segu ndo par.
guieran salvar la partida con una defensa Sería bueno centralizar el rey en la casilla
atenta. Pero sucedió que las neg ras juga­ e6, y avanzar el peón «f» hasta f5. Y para el
ron siguiendo un plan, mientras que las resto, como dijo Winston Churchi l l en una
blancas jugaron solo con la convicción ocasión: «La g uerra mostrará el plan».
de que la partida tenía q ue terminar en
tablas. Como resultado se sucedieron una La categoría de Alekhine en el final era
serie de instructivos procedimientos y tru­ mucho más elevada que la de Znosko­
cos típicos, bastante más útiles para los es­ Borovsky, y después de ganar la partida
tudiosos, que las llamadas "bellas" partidas el campeón del mundo describió la se­
cortas». cuencia de sus acciones, que no encon­
traron una respuesta digna, y las conectó
16 .ih6 gfd8 1 7 ©f1 fS 18 gxd8+ gxd8 19 gl con un ingenioso plan original. Esto me
©f7 20 .iel hS 21 ©e2 ©e6 22 gd1 ggs 23 recuerda el deseo actual de un excelente
fl h4 24 .if2 hxgl 2S hxgl ghs 26 .ig1 .id6 comentarista de ajed rez, el gran maestro
21 ©n ggs 28 .if2 bS 29 bl as 30 ©g2 a4 31 Sergei Shipov, sobre la necesidad de que
gd2 axbl 32 axbl gas 33 c4 gal 34 es .ie7 3S después de cada partida los contendien­
gb2 b4 36 g4 f4 tes den una conferencia de prensa, para
com prender lo que los gra ndes maestros
Véase el diagrama siguiente vieron d u rante el juego, y lo q ue no ad­
virtieron. Al comentar la aguda victoria
37 ©f1 ga1 + 38 ©e2 gc1 39 ga2 fü3 40 de Magnus Carlsen sobre el g ran maestro
ga7 ©d7 41 gb7 gxbl 42 gbs gb2+ 43 ©t1 chino Li Chao en Doha 20 1 5, Shipov es­
bl 44 ©g1 ©c6 4S ©t1 ©ds 46 gb7 e4 47 cribe en la revista 64, n.0 1 , del año 20 1 6:
Estudiando a los clásicos

«¡Una parida espectacular! Es una pena métodos para su im plementación. Aquí,


que a su finalización no hu biera una rue­ en lugar de lo concreto, es más bien ne­
da de prensa. Al final de un com bate tan tesaria la representación de las imágenes.
agudo es necesario tomar suavemente a Cuando Nimzowitsch, al debatir sobre la
los artistas por el cuello y extraerles toda la fuerza o debilidad de los peones dobla­
verdad ocu lta. Por ejemplo, ¿Mag nus supo dos, los compara con la cojera de una per­
que después del peón tendría que sacrifi­ sona sentada, que solo se advierte cua ndo
car el caballo y la dama? ¿O simplemente se levanta, la imagen es recordada duran­
siguió la corriente, sin saber lo que suce­ te mucho tiempo, si no para siempre. Y no
dería al giro siguiente? Los comentarios en importa en absol uto si Ni mzowitsch tenía
vivo y puramente h u manos de los mejores o no razón en el ejemplo concreto con va­
jugadores del mu ndo también son útiles riantes concretas. Podemos encontrarnos
para los j ugadores jóvenes y prometedo­ con una desafortu nada excepción a la re­
res. Deben aprender a mirar las posiciones gla, aunque en esencia Ni mzowitsch, sin
con los ojos de los maestros. Si se les deja duda, tenía razón. No me gusta el antig uo
ir, tras la partida estos mismos maestros dicho: «Platón es mi amigo, pero la verdad
vuelven a casa, abren los ordenadores por­ me es más querida». En mi opinión, es as­
tátiles (o miran los chads) y descubren las tuto e inmoral.
variantes exactas. ¡Y entonces se vuelven
terriblemente inteligentes y perspicaces! Así pues, el uso del ordenador para la
En ninguna manera lo mismo que fueron presentación de las reg las estratégicas
durante la partida. Las variantes del orde­ del ajedrez clásico, en mi opinión, debe­
nador son como un ruido que se su perpo­ ría consistir en un retoque de asperezas
ne sobre las sensaciones del juego, y así se en el avance hacia la dirección principal.
obtiene un cuadro analítico impersonal. Después de todo, cuando enseña mos a un
Pasado u n tiempo, ya es difícil separar los ajedrecista principiante y le decimos que
componentes». en el inicio de la partida es aconsejable en
los siete pri meros movimientos sacar las
En la posición de la partida Znosko-Boro­ piezas menores hacia el centro y enrocar­
vsky - Alekhine todo el plan profundo de se, no vamos a desorienta rlo con excep­
Alekhi ne podía haber l legado a su fin casi ciones a la regla. Y cuando explicamos que
de inmediato, si las blancas en l ugar de 1 7 después de las jugadas 1 e4 es 2 tl:lf3 las
�f1 ?! hubiesen jugado 1 7 f4! con un juego negras cometen un error decisivo si hacen
absolutamente eq uilibrado ( 1 7 ... e4 1 8 fS). el horrible movimiento 2 f7-f6?
•••

Sin embargo, de ninguna manera quiero


criticar las debilidades h umanas de los
grandes campeones. Más bien, viceversa.

Unas palabras sobre el uso del ordenador


para editar a los clásicos y estudiar los pri n­
cipios generales del juego en el fi nal. En
las colecciones de partidas de los clásicos
del pasado y en sus libros sobre estrategia,
la tarea principal es centrar la atención del
alumno en la asimi lación de los principios
de acción en una situación dada, en el es­
tudio de los planes de ambos bandos y los en la variante 3 tl:lxeS fxeS 4 ehs+ <tle7

99
Estudiando a los clásicos

S �xeS+ @f7 6 .ic4+ @g6 7 �fS+ @h6 8 casi total de análisis táctico. Los comen­
d4+ gS 9 h4 .ie7 10 hxgS+ i>g7 1 1 �f7++ tarios se centran exclusivamente en las
modestamente nos callamos que la mejor ideas, que a mi parecer, yacen detrás de
defensa es 6 . . dS!, y a nadie se le pasa por
. los movimientos. El análisis táctico en ge­
la cabeza analizar esta posición con el or­ neral - y especialmente su superabundan­
denador. cia - destruye la armonía de las lecciones
que se pueden extraer de la esencia de las
Después de todo la jugada 2 f6? es real­
••• partidas, y dificulta tanto el análisis cru­
mente horrible, y el principiante, desde un zado de ideas, como su uso en el juego
punto de vista metodológico, debe tener práctico por parte del lector. Después de
la convicción de que debe castigarse me­ todo, de hecho, realmente estamos intere­
diante 3 éli xeS! Y de hecho, en el proceso sados en la partida misma. No me interesa
de entrenamiento de los principiantes una partida virtual que se desarrolle en
no tiene sentido establecer cuál de las variantes, ese juego que surge del eterno
dos jugadas: 3 éli xeS, 3 d4 o 3 .ic4, es ob­ "¿y si?" y conduce a una partida comple­
jetivamente más fuerte. En mi juventud tamente diferente. Pero si nos interesa
adopté un pensamiento interesante de precisamente "la parte analítica': entonces
Lion Feuchtwanger en su notable trilogía podemos hacernos la pregunta: ¿por qué
La guerra judía. En la disputa entre Flavio no nos sumergimos en una nueva partida
Josefa y Justo de Tiberíades, este último analítica, que surge de la partida analítica?
afirma que la verdad, o más bien la verdad Por eso no quiero deslizarme a lo largo de
pura, es siempre absolutamente fea. En u na espiral infinita, prefiero adherirme es­
contraste, la verdad con una pequeña frac­ trictamente a la línea de la lucha de la vida
ción de mentira la hace hermosa y com­ real, que es el fruto de los esfuerzos físicos
pletamente digerible. Cuando estudiamos y psicológicos de los oponentes. Así razo­
las partidas de Capablanca o de Rubins­ né al elegir las docenas de partidas com­
tein, aprendemos estrategia, técnica y ar­ pletas que incluyo en este libro. La econo­
monía, no intentamos derrocar al ídolo del mía de comentarios es, por lo tanto, una
pedestal, y estamos más preparados para decisión consciente, incluso aunque esta
la dulce verdad que para la fea verdad, que política pueda provocar el descontento de
se puede obtener con la ayuda de los aná­ quienes juzgan la calidad de un libro por
lisis del orde nador. la frondosidad de las ramas de los árboles
de variantes».
Me gustó mucho la manera en que expre­
sa maravillosamente un pensamiento si­ Después Marín continua: «A los lectores
milar Enrique Marín en su original estudio que desee n llegar a la verdad táctica de
de las cadenas de peones, con el estilo de posiciones concretas, les recomiendo ana­
Nimzowitsch, aunque en las estructuras lizarlas por sí mismos o con la ayuda de
indias: «¿ Debería incluirse en los comen­ un motor de análisis en un ordenador. ¡El
tarios la justificación táctica de los mo­ ordenador está diseñado para eso! ¿Para
vimientos? ¿ Deberíamos profundizar en qué perder tiempo y espacio, acumulando
variantes, subvariantes, ramas y ramifica­ una masa de variantes y subvariantes, si se
ciones laterales, o deberíamos limitarnos pueden obtener rápidamente con la ayuda
a debatir ideas tácticas, operacionales y de Fritz, Rybka, Houdini o Stockfish? Entre
estratégicas, que puedan guiar a.los juga­ otras cosas - esta es nuestra premisa básica
dores en sus propias partidas? - es un error animar al alumno a realizar un
análisis táctico profundo, sin proporcionar/e
Yo me decanté a favor de una ausencia una clara comprensión estratégica de lo que

1 00
Estudiando a los clásicos

está sucediendo en el tablero.12 Insisti r en el


análisis significa obligar al alumno a coger
agua con el cesto de su deseo de mejo­
rar. Además, este tipo de "conta minación
analítica': además de aumentar el costo
del libro, puede sim plemente asusta r al
lector. Creo que a aq uellos que necesitan
y aman la investigación táctica profunda
les resultará más útil investigar la táctica
con sus propias fuerzas y con la ayuda de
los motores de ordenador. La experiencia
muestra que cuando se trata de estudiar
estrategia, los aficionados están más inte­ cha estratégica gira alrededor del punto
resados en la explicación de los principios e4. Si las blancas consiguen poner en mo­
generales y en las ideas q ue se deriva n de vimiento la masa de peones en el centro
ellos». mediante f2-f3 y e3-e4, entonces tendrán
de su parte una clara ventaja posicional;
Bel lamente expresado. Enrique Marín es si las negras pueden impedi rlo, entonces
un excelente esti lista y una persona inge­ su ventaja de espacio y el alfil blanco de
niosa. Qu izás expresa sus senti mientos de casil las negras malo jugarán su pa pel. Di­
una manera un tanto radical, sin em bargo dishko está listo para jugar 1 5 f3. Es inte­
en el plano metodológico es absol uta­ resante la reacción de Korzubov 14 tl:ie7!
...

mente preciso. Yo no sé presentar el ma­


terial de una manera tan figurativa y bella, La intención de las negras se basa en lo
sin embargo como entrenador practico siguiente: 1 5 f3 g5! 1 6 Wg3 h6 1 7 f4 (se
procuro que tras el estudio de cada tema amenazaba 1 7 ... � h8) 1 7 ... lLJh5 1 8 Wf3
los pensamientos que tenga el alumno g4 1 9 Wd 1 f5, para bloquear la posición en
en la cabeza no formen un revoltijo, sino el centro y mantener la ventaja de espacio.
que se alineen en un orden estricto. Por
la experiencia de trabajo puedo decir que 15 h3?
cuanto más fuerte se vuelve un jugador
de ajedrez, más necesita m uchas variantes Las blancas toman el control de la casi lla
concretas, aunque él ya sepa obtenerlas g4 e insisten en la jugada 1 6 f3, ya que
por sí mismo. Ofrezco un ejemplo del libro después de 1 6 ... g5? 1 7 Wg3 h6 1 8 f4 ya es
Perfeccionamiento en ajedrez. imposible la respuesta g5-g4. Sin embar­
go, sig uió...

15 ••• �c7!
POS/OÓN S
Viacheslav Didishko - Peter Korzubov corta de raíz el juego de las
Korzubov blancas, al advertir sutil mente que el mo­
Minsk 1 983 vimiento 1 5 h3? perdía la defensa con
peón si la dama se sitúa en g3. Estas son
Véase el diagrama siguiente todas las variantes necesarias para com­
prender la lucha estratégica, y sin embar­
El último movi miento de las blancas fue go sin ellas no se com prendería nada.
1 4 Wd 1 -e 1 . Está bastante claro que la lu-
Después la partida de las blancas se desli-
12 Nota del Autor. El texto en cursiva es mío.
1 01
Estudiando a los clásicos

zó por la pendiente, sin embargo nuestro so existe una frase: «La percepción es más
objetivo no es mostrar la mejor defensa importante que la realidad», q ue se usa en
para ellas. Es suficiente asimilar la idea ge­ la propaganda política, en la publicidad
neral. El juego continuó: y en los métodos de enseñanza. N uestro
li bro solo habla de ajedrez, aunque en la
16 VMb1 .id7 1 7 ge1 �e4! 1 8 ge2 a5! 19 �f3 tercera parte, cuando toquemos el resba­
�g6 20 ©h1 ga6 21 YMg1 VMc8 22 VMh2 m6 ladizo tema de determinar el g rado de ge­
2l .ixe4 dxe4 24 �g1 � h4 25 m1 gh6 nialidad de un ajedrecista, tendremos que
volver a esta frase.

Vamos a resumirlo con u na pequeña se­


lección. En mi opinión, un cu rso corto de
estudio de los clásicos, desde la perspecti­
va actual, donde el proceso de aprendiza­
je es cada vez más acelerado, debería ser
más o menos así:

1 ) Expl icación de los principios generales


enseñados por W. Stein itz y reproducción
con marcadores (para ocu ltar las jugadas)
de las partidas de Aki ba Rubi nstein.
La ventaja posicional de las negras es
enorme. Didishko hace un intento deses­ 2) Reprod ucción con marcadores de las
perado por liberarse. partidas de José Raúl Capa blanca.

26 f4 exf3 27 gxfl �g6! 3) Reprod ucción con marcadores de las


partidas de Alexander Alekhi ne. Prefe­
Nítida realización táctica. rentemente de li bros de Alekhine con sus
propios comentarios.
28 ©g2 .ixhl+ 29 �xhl gxhl lO VMxhl
�f4+ l1 exf4 gxe2+ l2 ©gl VMxhl+ ll 4) Estudio sin marcadores de los ·libros de
©xhl gxb2 l4 ge1 ©f8 l5 a4 fü2 l6 gel Aaron N imzowitsch Mi sistema y r.a prácti­
ga2 l7 ©g4 gxa4 l8 ©ts ga2 l9 ©es gb2 ca de mi sistema.
40 ©ds a4 41 ©xc4 al Las blancas aba ndo­
naron. Es necesario seguir exactamente este
orden en el estudio de los clásicos. Por
Por supuesto, se podrían añadir más va­ su puesto, también tenemos a Mijaíl Bot­
riantes, pero se correría el riesgo de «no vi nnik, Vassi ly Smyslov y otros grandes aje­
ver el bosque por culpa de los árboles». d recistas. Sin embargo para una compren­
sión profu nda del ajedrez moderno es
Al estudiar a los clásicos, conscientemen­ preciso adquiri r una cultura ajedrecística
te no intentamos cavar profundo. Para elevada, siguiendo primero un curso so­
aprender los procedimientos estratégicos bre los clásicos.
es útil para el estudiante aceptar la du lce
verdad, aunque una cierta cantidad de En mi práctica de entrenador he verificado
menti ras debe estar presente en dosis mí­ y garantizado que con un estudio intensi­
ni mas. Por desgracia, en la vida dia ria no se vo de los clásicos y de los principios que ri­
dosifican las porciones de mentiras. l nclu- gen los finales com plejos, un joven ajedre-

1 02
Estudiando a los clásicos

cista mejora la técnica de materialización se convirtieron en fu ndamento para una


de la ventaja. Comienza a percibir mejor la "ciencia" semiescolástica, y la idea de este
armonía de interacción entre las piezas, a enfoque del ajedrez es una contri bución al
encontrar más rápido los esquemas con­ acervo del j uego».
venientes para la disposición y actuación
de las piezas, o, como se dice en la jerga Alekhine fue realmente un gran jugador
profesional, a «j ugar con la mano», y no de ajedrez. Podía planear sus acciones
con la cabeza, es decir, poseer la facilidad basándose completamente en una valo­
necesaria para tomar decisiones. ración muy precisa de la posición. Podía,
mejor que nadie, encontrar los recursos
Llamo la atención del lector sobre la na rra­ específicos ocultos en una posición, que le
ción de uno de los más fuertes ajedrecistas permitieran jugar de forma creativa y m uy
actuales, el g ran maestro Levan Aronián, efectiva.
donde cuenta cómo su peró un largo es­
tancamiento en su juego y ganó la Copa
Sinquefield del año 201 5 (64 n.0 9/20 1 5):
PARTIDA 40
«Para superar la crisis en mi juego, traba­
jé intensamente un mes con mi ayudante Alexander Alekhine - Akiba
principal Ashot Nadanian. Y revisé de nue­ Rubinstein
vo muchas partidas de los clásicos y de los Gambito de Dama [030]
campeones del mu ndo. Ten ía curiosidad La Haya 1 921
por comprender qué era lo que los dete­
nía. Y después realicé algunos autoanálisis
siguiendo los ejem plos de otros ajedrecis­
tas. En general fue úti l examinar las parti­
das de los grandes maestros del pasado,
para comprender hasta dónde l legaba mi
calidad de juego. Tam bién estudié las par­
tidas de Smyslov, Euwe, Botvinnik y Petro­
sian. Y gané confia nza».

Hablemos un poco más sobre la relación


entre Znosko-Borovsky y Alekhine, y la
valoración de Alekhine del libro Teoría
del medio juego en ajedrez, dedicado a las
enseñanzas de Steinitz. Alekhine escribió:
« . . En aquel entonces él estaba casi termi­
.

nando su estupendo (por su concepción)


libro Teoría del mediojuego en ajedrez. Digo Alekhine comenta así esta posición: «Des­
por su concepción, porq ue su método de pués de trece movimientos se ha llegado a
abordar el tema y algu nos de sus concep­ una posición poco frecuente en el gambi­
tos es ligeramente diferente de mis pun­ to de dama. En las trece pri meras jugadas
tos de vista y valoraciones. Sin embargo es las blancas han hecho tres jugadas con
muy interesante el hecho de q ue el autor el peón «C», tres jugadas con el peón «h»
sitúe en un Jugar secundario la necesidad de y cuatro jugadas de alfil, tras lo cual han
un enfoque analítico del ajedrez, teniendo obtenido una posición, si no ganada, de­
en cuenta que ciertas reglas generales son cisiva.
en efecto más importantes. Estas reg las

1 03
Estudiando a los clásicos

Se ha hablado mucho en relación con la nado Cuestiones sobre Teoría Moderna en


original apertura de esta partida, de una Ajedrez. É l propone el siguiente esq uema.
nuev a técnica "hipermoderna': de una es­ Supongamos q ue tenemos una posición
cuela "neorromántica': etc. En real idad el bastante confusa, y q ueremos compren­
asunto es m ucho más simple. der a q uién le es fav orable. Determinamos
q uién tiene el turno de juego, e inten­
Las negras han hecho en la apertura algu­ tamos encontrar las mejores posibilida­
nas jugadas excéntric as (3 . .. a6; 5 ... éiJe7; des para a mbos bandos. No es necesario
6 ... l'Lig6), las c uales, si el advers ario no i ntentar analizar todo «hasta el mate»,
h ubiera reac cionado (por ejemplo, con la solo es necesario i ntentar alcanzar una
j ugada 7 e3 en l ugar de 7 ie3, o 9 g3 en posición defi nida, q ue pueda v alorarse
v ez de 9 h4), hubieran dado a las negras correctamente con nuestros conocim ien­
una buenísima partida. Y no absolutamen­ tos, basándonos en las leyes, princi pios y
te adrede, sino obligado por la necesidad, habilidades posicionales q ue haya mos ad­
adelanté el peón «h» para ev itar q ue las q uirido. Lipn itsky clasifica estas posiciones
neg ras tuv ieran superioridad en el cen­ como definidas. Por ejemplo:
tro. Sin emba rgo, como reg la, semejantes
ex perimentos en la apertura no están de
acuerdo con mi temperamento ni con mi
POSIC/ÓN 6
estilo».
Yury Averbaj - Mijaíl Botvinnik
Creo q ue sobre la base de la teoría de Moscú 1 955
Steinitz la posición del diagrama se puede
v a lorar correctamente para planificar las
futuras acciones de las blancas. Aunq ue si
sigues demasiado estrictamente esa teo­
ría, es poco probable q ue encuentres en
posiciones semejantes jugadas del ti po de
7 ie3! y 9 h4!

Tanto Alekhine como Znosko-Borov sky


emigraron de Rusia y, hasta donde sa be­
mos, se mantuv ieron en buenos términos,
respetándose profundamente. Al pa recer,
es por eso q ue Alekhine fuera tan delica­
do: «. .. Se diferencia ligera mente de mis
pu ntos de v ista». Alekhine difícil mente
habría estado de acuerdo con q ue el enfo­
q ue analítico pudiera ocu pa r un lugar se­
cundario, porq ue la mayoría de las v eces
este enfoq ue es suficiente para determi­
nar la esencia de la posición.

¿Cuáles son las principales características


del enfoq ue analítico? En mi opin ión, la
mejor ex plicación del enfoq ue analítico
y de la misma esencia del análisis la pro­
porcionó Lipnitsky en su l ibro ya mencio-

1 04
Estudiando a los clásicos

POS/OÓN 7 POS/OÓN9
László Szabó - Gedeon Barcza
Estocolmo 1 952

En el primer caso no necesitamos calcular


ninguna v a riante ni tener en cuenta los
matices de la posición. La ventaja de las
POS/OÓNB
negras es tan ev idente q ue no req uiere
Alexander Alekhine - Friedrich ninguna cuestión. En el seg u ndo y ter­
Samisch cer ejemplo las blancas están clara men­
Baden Baden 1 925 te mejor, y en el cuarto tenemos sobre
el tablero una posición completamente
igualada. Cuando un ajedrecista se v uelve
más fuerte y ex peri mentado, el número
de posiciones q ue puede llamar definidas
a u menta. Es bastante obv io q ue para un
j ugador principiante muchas posiciones
serán complejas, mientras q ue para un
gran maestro serán claras. Sin embargo,
m uchas posiciones no se pueden ev aluar
correctamente solo med ia nte el uso del
método de v aloración «óptico», y Lipnits­
ky sugiere q ue tales posiciones se deno­
minen críticas. Por lo tanto, uno de los
objetiv os del análisis ajedrecístico es la
transición de una posición crítica a una
posición definida.

Hoy la definición «posición crítica» se usa


ampliamente para determin ar la dirección
del ritmo de juego. En la doctrina de Dor­
fman, q ue trataremos en la tercera parte
del libro, esto general mente es una piedra
angular. En la actualidad, la com prensión
del térm ino «posición crítica» se identifica
más bien con posiciones en las q ue se de-

1 05
Estudiando a los clásicos

cide la suerte de la partida, lo que, no obs­ en e4.


t;:intP. pc;tA ¡;lrÓ)(imo a 1.a \ti.'i.i.6.r.1. dR. U.ljlY.'jt�4ik�J

a med iados del siglo pasado. De esta ma nera, en fS la dama se encuen­


tra como sobre un barri l de pólvora, y las
Me gustaría ofrecer al lector dos ejemplos neg ras necesitan v ig ilar constantemente
de enfoque analítico de las posiciones to­ que las blancas no enciendan la mecha. Y
mados· del li bro de Lipnitsky, comentados como no se aprecia qué v entaja tienen las
por su a utor. negras a cam bio, entonces la v aloración
general que se impone es ésta: la última
j ugada de las negras es mala y deja su po­
sición amenazada.
PARTIDA 4 1
Erich Eliskases - Yury Averbaj Pasemos a la segu nda etapa, más difícil,
Defensa Ragozin [038] la penetración concreta en la posición. El
Estocolmo 1 952 caballo atacado e4 está defendido por la
dama blanca, que a su v ez puede ser ata­
1 d4 e6 2 c4 lll f6 3 tll B dS 4 tLlc3 i.b4 5 �a4+ cada y solo dispone de una casilla para re­
tLlc6 6 e3 i.d7 7 �c2 0-0 8 i.d2 dxc4 9 i.xc4 tirarse. Tras esto las negras pueden forzar
i.d6 10 tll gs es 1 1 tll ds g6 12 lll xf6+ �xf6 un asalto en el fla nco de dama.
1 3 tll e4 �fS 14 dS!
¿Es esto suficiente compensación para las
neg ras? Av erbaj, al j ugar 1 3 ... Wffs, prob­
ablemente pensó así. Por eso, sigamos el
curso de sus razonamientos concretos en
esta posición crítica (a la q ue llamaremos
convencional mente n.0 1 ).

De esta manera, 14 .. cu b4 1 5 Wfb 1 bS 1 6


.

ib3 a5

«I ntentaremos primero v alorar esta posi­


ción crítica. Empecemos con una "tosca"
v a loración general. La posición de la dama
negra en el papel de patrulla av anzada
aq u í es poco atractiva: la dama priv a al
peón «f» de la posibil idad de av anzar dos
casi llas, y además, está alejada del flanco
de dama, donde pueden prod ucirse acon­
tecimientos im portantes.
Ahora se aclaran las intenciones de las ne­
Las blancas pueden crear diversas a mena­ gras. Amenazan expulsar al alfil blanco b3,
zas sobre la dama encerrada, en especial para ganar el peón central dS y libera r de
teniendo en cuenta q ue el alfil d7 le corta paso a su dama. Por ejemplo, 1 7 0-0 a4 1 8
la retirada, y además la debilidad de la ca­ id 1 étJxdS, y lá j ugada 1 9 ig4 es imposi­
silla f6 es a precia ble con el caballo bla nco ble debido a que después de 1 9 ... Wfxg4

1 06
Estudiando a los clásicos

casilla f6 está defendida por el caballo ne­ baj encontró pa ra las neg ras una defen­
gro. sa suficiente, 1 9 ... hS!, con las siguientes
v ariantes: 20 h3 ie8! 21 g4 Wfc8, y no es
Al j ugar 1 3 ... Wffs Av erbaj, probablemente, po sible 22 gxhS por 22 ... Wf xh3, o 20 g4
tuvo en cuenta esta posición, · que l la mare­ hxg4 21 h3 gxh3 22 @h2 @g7 23 :gg 1 , y
mos posición crítica n.0 2. Ya que ha surg i­ después de 24 ig4 las blancas, por fi n,
do de manera forzada de la posición críti­ g anan la dama, a unque las neg ras reciben
ca n.0 1 , entonces es extraordinariamente suficiente compensación por ella.
importante tener una exacta v aloración
concreta de ella. Las v a ria ntes que sig uen después de 1 9
id 1 ! las ofrece el maestro Baranov en el
Naturalmente, en primer l ugar hay que libro Torneo internacional de ajedrez de
ver cómo entró en ella el adversa rio . En Estocolmo. Y ya que la j ugada 1 9 ic2 (en
la partida tuvo lugar: 1 7 0-0 a4 1 8 ixb4 lug a r de 1 9 id 1 ) no ofrece ventaja a las
axb3 1 9 ixd6 cxd6 20 f3 g S 21 axb3 con blancas por 1 9 ... ie8!, entonces la jugada
peón de ventaja y grandes posi bilidades 1 8 ... ixb4! aseg u raba a las neg ras posibi­
de v ictoria para las blancas. Si estas j ug a­ lidades de ig ualdad.
das fueron obligadas, entonces podemos
decir que la j ug ada 1 3 ... Wffs fue mala, ya ¿Se puede decir ahora que la j ugada 1 3 ...
que forzosamente las llevó a una posición Wffs no es mala y que no colocó a las ne­
difícil. ¿Pero fueron obligadas o no? ¿Por g ras bajo la amenaza de derrota? Antes de
qué en la j ugada 1 8 las negras no respon­ responder a esta preg unta, es necesario
dieron 1 8 ... ixb4 ? aclarar si las blancas podían jugar más
fuerte. Regresemos de nuev o a la posi­
Resulta que durante la partida Av erbaj ad­ ción crítica n.0 2.
v irtió q ue tras la respuesta 1 9 id 1 ! la posi­
ción de las neg ras estaba perdida.

En lugar de 1 7 0-0 proponemos para las


blancas j ugar 1 7 a3! a4 (j ugada única,
En efecto, en esta posición crítica n.0 3, pierde 1 7 ... tt:J a6 por 1 8 ic2!) 1 8 ixb4
que por lo v isto ambos adversarios tuv ie­ (pero no 1 8 tt:Jxd6 tt:J d 3+! 1 9 @e2 Wfxf2+!
ron en cuenta en sus cálcu los, las blancas 20 @xd3 cxd6, y las neg ras tienen un po­
tienen las peligrosas amenazas 20 g4 (en deroso ataque por la pieza, amenazan
caso de 1 9 ... @g7) y 20 ig4! (a 1 9 ... ie8), axb3, e4+ y ifS+) 1 8 ... ixb4+ 1 9 axb4
para g anar la dama. axb3 20 f3!

Sin embargo, en el análisis posterior Av er- Véase el diagrama siguiente

1 07
Estudiando a los clásicos

Surge la posición crítica n.0 4 No favorece


a las blancas jugar a ganar peón. Por ejem­
plo: 1 9 tt:J xd6 cxd6 20 ixd6 :Bfc 8 con a me­
naza de invasión en c2. O bien 1 9 ixd6
cxd6 20 tt:J xd6 'l!Ng5!, y no es posi ble 2 1 0-0
por 2 1 ... ih3, y a 2 1 'l!Ne4 es buena 21 ...
"!N e7 para «pesca r» el caballo blanco.

Sin emba rgo, las blancas desesti man la


ganancia inmediata de peón, y j uegan 1 9
0-0! (ta mbién es buena 1 9 f3!), tras l o cual
. surge una posición q ue tiene un carácter
Esta posición ya no adquiere un carác­ bastante determi nado.
ter crítico, sino definido, que es a lo que
se reduce el objetivo del análisis. Tras el
cambio de dos piezas menores, como an­
tes, la dama fS y el alfil d7 están mal situ­
ados.

Por ejemplo, 20 ... @g7 21 0-0 hS (tampo­


co es atractiva 21 ... füa 1 22 'l!Nxa 1 ie8 23
'l!Na7 'l!Nc8 24 E:c1 , y las negras están mal)
22 E:c 1 , y es m uy difícil para las negras de­
fender las numerosas debilidades del flan­
co de dama.

Es curioso el «pastel de hojaldre» de peo­ Como antes las blancas tienen un fuerte
nes por la col umna «b». Así, las blancas tie­ caballo en e4, que ataca el punto d6. La
nen ventaja. dama negra está fuera del j uego en fS. Se
amenaza 20 f3 y 2 1 g4. Por ejemplo, 1 9 ...
¿Se puede juzgar por fin, en base a estos ixb4 20 f3! etc.
análisis, la j ugada 1 3 ... 'f!NfS? Para respon­
der satisfactoriamente y con toda la razón, Aunque este anál isis tampoco es com ple­
todavía es necesario someter a una inves­ to, podemos deci r que después de 1 3 ...
tigación detal lada el sacrificio de peón ne­ 'f!Nfs la iniciativa y la ventaja están del lado
g ro en la variante 1 7 a3! a4 1 8 ixb4! axb3 de las blancas. ¿Tenemos ya las bases sufi­
cientes para j uzga r, por fi n, como mala la
j ugada 1 3 .. . 'l!NfS?

Resu lta q ue no. El asu nto está lejos de ser


tan sencil lo. Antes es necesario aclara r si la
j ugada 1 3 ... 'l!Nfs era senci llamente «el mal
menor». Desde luego, ¿se puede excluir
que cualqu ier otra j ugada fuera a u n peor?

Regresemos a la posición anterior a la j u­


gada 1 3 ... 'l!NfS y veamos otras posibilida­
des.

1 08
Estudiando a los clásicos

Así, 1 3 ... 'Wie7 1 4 dS (probablemente, la deci r que ofrecen a las neg ras posibilida-_
mejor) 14 ... � b4! Esto es más activo que des de ig ualdad.
1 4 ... �d8.
Solo ahora, si se compa ran los resultados
obtenidos tras 1 3 ... '!Wfs y 1 3 ... '!We7 (1 3 ...
'!Wh4), se puede lleg a r a la conclusión final
de que la j ug ada 1 3 ... '!WfS era mala. Ella es
la ca usa de las posteriores dificu ltades de
las neg ras en esta partida.

Ahora se puede expresar con ayuda de


sig nos este análisis:

1 3 ... WifS? (1 3 ... '!We7! o 1 3 ... Wi h4!) 14 dS!


� b4! 1 5 '!Wb1 ! bS! 1 6 i.b3! aS! 1 7 a3! (fue
más débi l lo j ug ado en la pa rtida Eliska­
1 5 '!Wb3 (no son mejores otras j ug adas de ses - Av erbaj: 1 7 0-0?, ya que después de
la dama blanca) 1 5 ... aS! (no vale 1 5 ... i.fs 1 7 ... a4 1 8 i.xb4 en l ug a r de 1 8 ... axb3?
1 6 �xd6 �c2+ por 1 7 @e2 Wixd6 1 8 :gac1 , ig ualaba 1 8 ... ixb4! 1 9 id 1 ! hS! etc.) 1 7 ...
y las blancas consig uen ventaja material) a4 1 8 i.xb4!, y las blancas obtienen venta­
1 6 �xd6 (a la in mediata 16 a3 sig ue 16 ... ja tanto tras 1 8 ... i.xb4+ 1 9 axb4 axb3 20
a4! y 1 7 ... � a6) 1 6 ... '!Wxd6! 1 7 a3 � a6 1 8 f3!, como después de 1 8 ... axb3 1 9 0-0 (o
ixaS � es, y las neg ras recuperan el peón 1 9 f3).
tanto tras 1 9 '!Wc3 �a4, como después
de 1 9 ib4 �xb3 20 i.xd6 �xa 1 21 i.xf8 Así, solo como resultado del análisis, he­
ttJc2+! (pero no 2 1 ... @xf8 22 @d2!) 22 mos v isto que nuestra primera i mpresión,
@d2 �xe3! etc.; con jueg o ig ualado. la «tosca» v a loración g eneral de que la j u­
g ada 1 3 ... '!Wfs es poco atractiv a, se confir­
En lug a r de la inmediata 1 3 ... 'Wie7 es inte­ ma. Se puede suponer q ue Av erbaj recha­
resante y quizás más fuerte 1 3 ... '!Wh4, zó la j ug ada 1 3 ... '!Wfs proba blemente, por
consideraciones g enerales; la j ug ada se
hizo a partir de un análisis concreto, que
sin embarg o contenía un error».

Este análisis demuestra que el proceso de


tra nsición de una posición crítica a una
posición defi nida es un proceso larg o y
que consume m ucha energ ía.
'

En este ejemplo hemos considerado un


a nálisis relativ amente sencil lo, con un nú­
mero de v ariantes diferentes no muy ele­
v ado. Sin embargo, muy a menudo tene­
para en caso de 1 4 dS responder 1 4 ... i.fs, mos que lidiar con situaciones en las que
y a 1 4 g 3, 1 4 ... '!We7. una posición crítica entra en otra, y es ne­
cesario por doquier calcular con exactitud
Sin entrar en un análisis detal lado de las numerosas v ariantes. En ese caso no es
jug adas 1 3 ... 'Wi e7 y 1 3 ... '!Wh4, se puede fácil reducir todo a posiciones defi nidas, y

1 09
Estudiando a los clásicos

a v eces i ncluso es imposible� De esta ma­ blero, desde donde participa en el ataque
nera, el j ug ador debe ser capaz de detener al rey y obstaculiza el desarrollo del flanco
en alg ún momento el análisis e intentar de dama neg ro;
ev aluar la posición en función de sus co­ 2) se abre la diagonal d 1 -hS para la incor­
nocimientos y experiencia. poración inmediata al ataque de la dama
blanca, lo que permitiría concentrar cua­
Cuanto más precisa y correcta sea la ev a­ tro piezas contra el rey neg ro;
luación, más au menta la probabilidad de 3) es m uy difícil expulsar al caballo de es,
encontrar un plan correcto. En el libro de ya que no v alen tanto 1 1 ... f6 por 1 2 °IW hS!,
Lipnitsky hay un mag n ífico ejemplo en el como 1 1 ... ttJd7 a causa de 1 2 ttJ c6!
q ue compa ra el proceso de ev aluación de Así, de las consideraciones g enerales he­
la posición y la elaboración de un plan con mos extraído una j ug ada extraordinaria­
la real ización de un disparo aproximado y mente atractiv a . No obstante todo esto
otro preciso. solo es una «puntería aproximada». ¿Qué
nos proporciona una «puntería» más exac­
ta, más concreta? El acercamiento concre­
to a la posición permite descubrir la res­
PARTIDA 42
puesta del adv ersa rio 1 1 ... ia6!, con cuya
lsaak Lipnitsky - Anatoly Sidorov ayuda las neg ras se libran del fuerte alfil
Defensa Nimzo ind ia [E53] blanco d3 ¿Qué hacemos ahora? ¿A pesa r
Riga 1 954 de todo, real izamos la jug ada 1 1 ttJ eS? An­
tes de tomar una decis ión es nec esario ver
1 d4 tilf6 2 c4 e6 3 tilc3 i.b4 4 e3 es S tilf3 0-0 si se puede refutar la j ug ada 1 1 ... ia6.
6 i.d3 dS 7 0-0 b6 8 cxdS cxd4 9 exd4 tilxdS 1 O Por lo tanto, 1 2 ixa6 ttJxa6 1 3 '1Wa4! '1Wc8
tilxdS exdS 1 4 ttJ c6 .id6 1 5 .if4!, y no se puede tomar
en f4 por 1 6 ttJ e7+

«Las blancas tienen la iniciativ a (disponen


de posibilidades de ataque al rey negro, Sin emba rg o las neg ras descubren una de­
mientras que el adv ersario no tiene jueg o fensa suficiente: 1 5 ... °1W c7! Si no exisiera
contra el peón aislado). ¿Cómo desarro­ esta jug ada, las blancas pod rían detener
llarla, especia l mente mientras el flanco de su elección en la j ug ada 1 1 ttJeS, ya que la
dama neg ro esté sin desarrollar? respuesta 1 1 ... ia6 estaría refutada. ¡Pero
En primer lug a r se impone la fuerte jug a­ la jug ada 1 5 ... '1Wc7 existe! Después de 1 6
da posicional 1 1 ttJeS. A fav or de esta j ug a­ ixd6 '1Wxd6 1 7 gac1 ttJc7 l a posición se
da habla lo sig uiente: simplifica m ucho.
1 ) el caballo se afirma en el centro del ta- Las blancas a u n tendrían una peq ueña

1 10
Estudiando a los clásicos

iniciativa, aunque considerablemente 1 7 füc1 V!! xc2 1 8 füc2 pod ría n pasa r a
menor que la que tenían en la posición un final con muchas piezas, en el que las
inicial. Si sopesa mos los pros y los contras, negras tend ría n grandes dificultades con
apartaríamos la jugada 1 1 tli es, ya q ue no el d esarrollo posterior de sus piezas. Por
asegura el desarrollo posterior de nuestra ejemplo, 1 8 ... g6 1 9 if 6+! (pa ra esto era
iniciativa. necesario el jaque en h 7) 1 9 ... @gs 20 ih3
Merece pref erencia la j ugada 11 �a4! etc.
Después de 1 4 ... tli a6 sig uió 1 5 a3 �c7
16 �es .lxeS 17 dxeS, y la iniciativa de las
blancas degeneró en un f uerte ataque en
el flanco de rey».

Hemos visto que en el primer caso el aná­


lisis corroboró consideraciones inconcre­
tas, basadas en el sentido común, y en el
seg u ndo las ref utó. En el ajedrez moderno,
el enfoq ue analítico prevalece a la hora de
formar un plan y valorar posiciones con­
f usas. Cuando un ajedrecista analiza en
casa de manera precisa y prof unda las
La dama blanca llega a a4 con ganancia posiciones críticas de la a pertura y del me­
de tiem po, y desde esta casilla impide el dio j uego, realmente complica la vida a su
desarrollo natural de las piezas del adver­ adversario sobre el tablero. Cuando usted
sario. analiza las posiciones, comprende por sí
Es bien sabido que cuando se dispara se mismo su esencia y no conf ía solo en el
recurre a la pu ntería aproxi mada y a la sentido común, le resulta más f ácil elabo­
exacta. La pri mera sirve para fijar la direc­ rar un plan correcto.
ción, y la seg unda permite fijar la atención
en el objetivo. En el ajedrez una valoración El enfoque analítico y concreto para eva­
precisa a menudo puede llevar a cambiar luar la posición f ue precisamente lo que
la dirección m isma. En este ejemplo, el disting u ía a los representantes de la es­
sentido común dice que la dama puede cuela soviética de ajedrez (tema que se
estar bien u bicada en hS, mientras que verá en la tercera parte del li bro), y ase­
el análisis concreto m uestra que la dama g u ró su dominio en el mundo du rante
debe ir en otra dirección, hacia a4. décadas. La teoría, y no solo las apertu­
La partida continuó: 1 1 ••• .ld6 12 .lgS! ras, comenzó a desa rrollarse a pasos agi­
Fuerza la torpe j ugada 12 ••• �d7, ya que gantados. H u bo un repla nteamiento de
después de 1 2 ... f6 1 3 ih4 toda la posi­ los va lores de los f actores estratégicos,
ción negra estaría agujereada. Tampoco establecidos tanto por . la escuela clásica
es agradable 1 2 ... ie7 1 3 ixe7 V!! xe7 1 4 como por los hi permodernos, para cada
füe 1 , y las blancas ocupan l a columna situación específica. Reconsiderados,
abierta «e» con ganancia de tiempo, como ¡pero no negados! Por mi experiencia de
en la f a mosa pa rtida Botvi nnik - Alekhi ne, trabajo con uno de los ajedrecistas más
torneo AVRO 1 938. f uertes del m u ndo de mediados del siglo
13 �c2 h6 14 .lh4 �a6 pasado, el gran maestro lssak Ef removich
¿Y por q ué no ahora 1 4 ... ia6?, puede Boleslavsky, puedo asegurar q ue poseía
preg untar el lector. En ese caso las blan­ una enorme erudición y que conocía bien
cas mediante 1 5 ih7+! @ ha 1 6 if s Vf! c6 a los clásicos. J u nto con Boleslavsky, tanto

111
Estudiando a los clásicos

Bronstein y Geller, como los que se unie­ peones.


ron a ellos más tarde, Mijaíl Tahl y Leonid
Stein, arg umentaron con mayor convic­ El peón débil d6 ya aparecía sin ninguna
ción que los f actores dinámicos en cual­ timidez por parte de las neg ras en la De­
q uier situación concreta pueden ser más fensa I ndia de Rey.
i mportantes que, diga mos, los defectos de
la estructura de peones. Es el caso del sis­
tema Boleslavsky en la Defensa Siciliana,
POSICIÓN 12
predecesor de la todavía más desafiante
variante de Chelíabinsk. Mijaíl Botvinnik - Efim Geller
Budapest 1 952

POSICIÓN 10

Efim Geller obtuvo en esta partida una bri­


llante victoria sobre el campeón del m un­
do.

Los ajedrecistas f ueron mucho más con­


POSICIÓN 1 1
descendientes con la cesión del centro por
parte de las neg ras con la jugada e5 :d4 en
el sistema Chigorin de la Apertura Españo­
la.

POSICIÓN 13
Wolfgang U nzicker - Paul Keres
Hamburgo 1 956

Véase el diagrama siguiente

¿Le agrada la posición del siguiente


Para u n ajedrecista actual estas posiciones diag ra ma? Se produjo en el match por el
tienen un aspecto común, sin embargo en campeonato del m undo del año 1 96 1 ,
aquel los días era casi un desafío a los po n­ entre Mijaíl Tahl y Mijaíl Botvi nnik; en esa
tos de vista estrictos sobre la creación de partida el entonces joven j ugador de Riga
debilidades crónicas en la estructura de superó con segu ridad en la l ucha dinámi-

112
Estudiando a los clásicos

los «árboles de variantes f rondosos». Y


ahora afirmo que el enfoq ue concreto de
lq posición que surge del análisis es la ver­
dad a la que uno debe af errarse. Aqu í me
gustaría cita r a Vlad ímir Kramnik en sus co­
mentarios sobre el resultado del torneo de
W ijk aan Zee del año 201 3 (64 n.0 2/201 3):
« . . . En muchos encuentros (del torneo) no
hubo en absol uto resistencia, ni un atisbo
de lucha. En esas pa rtidas, los que jugaron
bien solo ten ía n que venir, sentarse en la
silla y luego tender la mano, para aceptar
ca a un maestro más experimentado. las felicitaciones por una victoria bien me­
recida.

Y puedo deci r que TODOS (excepto aque­


POS/OÓN 14
l los que terminaron en "plus") tienen par­
Mijaíl Tahl - Mijaíl Botvinnik tidas inexplicablemente débiles. Un listón
Campeonato del Mundo 1 960 de cand idato a maestro, no superior. . .

Si se comparan los j ugadores de 2800


con el conjunto de ajedrecistas con rating
2730 o inferior, en los últi mos tiem pos,
por alguna razón, la diferencia entre ellos
se ha vuelto más grande. No se puede ha­
blar por una sola partida, ¡pero es que en
general f ueron un MONTÓN! Miro y me
pregunto: a veces con los jugadores del
"top ten" no pueden ni siquiera estable­
cer una lucha, no digamos hacer ta blas.
Y no tengo la sensación de que nosotros
(entre cinco y diez) jug uemos más f uerte
Tarrasch o N imzowitsch apenas aproba­ que antes. Sencil lamente por debajo de
rían la estrategia de las blancas, q ue in­ nosotros se produce algún f allo. Tal vez se
f ringe todos los pri ncipios del desarrollo deba a una informatización excesiva. He
rápido de las piezas, con solo la dama y el visto las partidas, y creo que ni siqu iera
rey en juego, y la estructura de peones del se trata de descuidos (hubo suficientes,
flanco de dama en rui nas. a u nque es algo que le sucede a todos).
Me causaron mayor impresión los errores
Todo esto venía precedido por un minu­ posicionales groseros. Creo que se debe al
cioso trabajo analítico, y podemos decir hecho de que la gente se ha acostumbra­
que entonces nació el prototipo de aje­ do a mirar las posiciones en el ordenador.
drez actual, donde gobierna el ordenador. El j uego "jugada a jugada': "estoy mejor,
estoy peor'� Se empieza a olvidar que hay
El lector tiene derecho a preguntar si el a u­ unos princi pios generales del ajedrez que
tor no se contradice a sí mismo. Después es mejor no violar. Creo que ahora todos
de todo, unas páginas atrás me solidariza­ los j ugadores al nivel de 2700 son víctimas
ba con E. Marín, q uien en su obra cortaba del ordenador, mientras que los j ugadores

1 13
Estudiando a los clásicos

del nivel más a l to l leva n mejor a cabo la m uchas comodidades, s i n embarg o su uso
s i m biosis». i nadecuado con d u ce a desviaciones y a la
a pa rición de l a g u nas en el d esarro l l o del
En m i opinión, el decimocua rto campeón ajed recista.
m u n d i a l revel a con g ra n precisión l a esen­
cia del problema. Aunque no nos i nteresan En primer l u g a r, a ntes los ajedrecistas
los «Setecientos», de los q ue nos sepa ra obte n ía n u n a experiencia enorme con el
u n cielo. Por cierto, en los últimos años los tra bajo a n a l ítico, con el a n á l isis de las po­
«Setecientos» proba blemente han tra ba­ siciones de las partidas aplazadas. Con el
jado e n sus e rrores, corrigiéndolos y «aca­ adve n i m iento de los ordenadores, la idea
riciando» seriamente a los celestiales. El 1 de a plazar las partidas m u rió por s í sola.
de enero del a ñ o 201 6 solo dos jugadores En seg u ndo l ug a r, la preparación de las
pud ieron ma ntener el « l i stón » de los 2800: apert u ras (así como el fl ujo de i nforma­
el ca m peón del m u ndo Mag n u s Carlsen ción) no e ra ta n profu nda e n esos d ía s, sin
y el m i s mo Vladím i r Bori sovich. Aunque embarg o se rea liza ba ind ivid u a l m e nte o
Mag n u s, d esde su estratosférico 2889, en red ucidos g ru pos de tra bajo, lo q u e de­
obtenido en el a ño 201 4, cayó a la para él sarro l l a ba e l «m úsculo a n a l ítico». Por su­
modesta c u m bre de 2850. M ientras q u e puesto, no se puede detener el prog reso.
Ca ruana y Aro n ián, c o n picos máximos de Nadie esta rá hoy de acuerdo en ca m biar
2851 y 2835 respectivamente, y con ellos u n tre n rá pido por el asiento en u n ca rrua­
Topa lov, Anand, N a ka m u ra y G ri sc h u k, ca­ je enganchado por caba l los. Si n embargo
yeron en com pa ñ ía de los «setecientos». cuando se viaja con un enga nche de ca­
ballos una persona siem pre está mejor
Dios está con el los, con los «setecientos». preparada para los obstáculos y paradas
Conti n uemos la narración con los ca ndi­ i nespe rados, que d ebe e l i m i n a r con su
datos a maestro y con los maestros, con propio esfuerzo, g racias a la experiencia
los q u e em pieza n a a sa ltar las cimas aje­ adq u i rida. Esto es lo que escribe Vladímir
d recísticas. Hace poco hemos comproba­ Kra m n i k sobre los g raves e rrores posicio­
do, con los ejemplos del excelente li bro de na les y las i nfracciones de los princi pios
Lipn itsky, q u e la esencia del enfoq ue con­ generales del ajed rez cometidos por los
creto d e l a posición se basa en el a n á l i sis. g ra ndes maestros, i ncl uso los d e a lto ni­
Y q u e el o bjetivo del a n á l isis es l leva r una vel, q u e m i ra n la posición con los ojos del
posición de tipo indefi nido a u n a posición ordenador, «estoy mejor, estoy peor».
cuya eva l uación verbal pueda ser dada
por su a pa riencia exterior, o, como les g us­ En tercer l u g a r, en el a n á lisis d e las par­
ta d ec i r a los ajed recistas, por considera­ tidas propias entonces no exi stía la ten­
ciones genera les. El ajed recista debe rea­ tación de exa m i n a r la posición con el or­
liza r el a n á l isis d u ra nte el juego, sin toca r denador, presionar u n a tecla y rec i b i r u n a
las piezas sobre el tablero, pensando casi va loración, del t i p o d e «+ 1 ,3» o «-0,7», y
cada jugada. Esto es así. En este com po­ después detecta r los errores m i rando el
nente los actuales candidatos a maestro y bru sco ca m bio d e las valoraciones del o r­
maestros son sig nificativa mente i nferiores denador. Antes e ra necesario q u e e ntra ra
a sus coetá neos soviéticos, q ue j u g a ron en tu ca beza.
con u n n ivel s i m i l a r en los a ñ os 30-40 del
siglo pasado. ¿Por q u é pasa esto? La res­ ¿Cuál es la receta actual pa ra mejora r
puesta es senci l l a : ¡el ordenador! Un tra ba­ .nuestras habi lidades a n a l íticas? El primer
jo adecuado co n él pro picia el perfeccio­ pu nto d esapa rece. Ya no hay partidas
namiento del ajed recista y proporciona a plazadas, y es d ifíci l s i m u l a r u n a posición

1 14
Estudiando a los clásicos

aplazada. El g rado de responsabilidad del


aná l isis será menor. Después de todo, i n­
cluso el ajed recista más responsable, q u e
aspire a la perfección, inconscientemen­
te sentirá que en este caso u n a n á l isis de
mala ca lidad no conl leva la pérdida de un
punto en el torneo. Sin e m ba rgo, el se­
gu ndo pu nto, y e n especia l el tercero, son
basta nte adecuados para el entrenamien­
to. Es necesario a n a l iza r los esquemas de
apert u ra y rea l izar el a nál isis de las pa rti­
das jugadas sin la ayuda del «motor», es­
cribirlo, y solo después encender el orde­
nador, para verificar los res ultados. Porq ue
si enciendes el ordenador d e i n mediato,
i nvol u ntariamente caes bajo su infl uencia,
y la efectividad del proceso de a n á l i si s in­
dependiente se derru m ba. Todos tienen
ordenadores, s i n embarg o la ca lidad d e la
preparación d e las a pertu ras es difere nte
para cada u n o. Solo los mejores ajedre­
cistas del m u ndo, como escri be Kra m n i k,
l levan bien a cabo esta sim biosis, es deci r,
uti liza n los pu ntos fuertes del ordenador y
lo «guían» en la d i rección correcta. Y para
sentir y e ncontra r esta d i rección correcta,
es necesa rio rea liza r el a n á l i si s s i n «motor».

Resu miendo lo a nterior. Pa ra nuestro can­


didato a maestro o maestro, en esta eta pa
de enseña nza del ajed rez, le será úti l rea li­
zar a n á l isis q u e no sean demasiado largos
e i ntrincados, defi n idos en conformidad
con la estrateg ia, y corta r las « ramas de los
árboles frondosos del ordenador».

1 15
PARTE 11
ESTRATEGIA DEL FINAL

La mayor parte de la él ite del ajedrez actual posee, diría yo, una técn ica sofisticada del
final de juego. No puede ser de otra manera. Es demasiado elevada la posibilidad de que
los adversa rios tengan casi el mismo nivel en todos los demás componentes del juego.
Sin emba rgo, incl uso los mejores de los mejores cometen errores en el final. En pri mer
lugar, las personas tienden a eq uivocarse. En seg undo lugar, el ajedrez actual es muy
competitivo y req uiere mucha energ ía. Estos errores se asocian con m ucha frecuencia
con la fatiga y con la fa lta de tiempo para pensa r, y no con la comprensión del jueg o y el
conocimiento de los princi pios generales que rigen el final.

La i magen que vemos hoy en las competiciones juveni les, incluso del nivel más a lto, es
muy distinta. Ofrezco un ejemplo del campeonato del mundo sub-1 2.

POSICIÓN 75
A. Nesterov - M. Muradli
Porto-Karras 20 1 5

Juegan las blancas

La partida se J ugaba en la ú ltima ronda, y en el plano deportivo era muy im portante.


Tanto el ajedrecista ruso como el azerbaiyano liberaban el torneo con 8 pu ntos de 1 O
partidas jugadas. Sobre el ta blero aparece un final bastante ag udo con una ventaja de las
bla ncas visualmente significativa. � esterov idea una interesante maniobra táctica, que
conduce a la gana ncia de un peón, a u nque al mismo tiempo permite que su adversario
active su rey.

116
ESTRATEGIA DEL FINAL

40 gd8+? ©a7 41 gd7? ggs 42 �c6+ ©b6 43 �d8 ©bs 44 gxb7+ ©c4 4S a3 as

Una m i rada a la posición es suficiente para comprender hasta qué punto se han com­
plicado la v ida las blancas al ganar el peón b7, mientras que las negras, al contrario, han
mejorado. El ordenador a prueba las acciones de las blancas, sin embargo yo las marco
con un signo de i nterrogación. Existe un principio de juego general en lo s finales ag udos
de torres con peones igualmente av anzados por ambas partes: el rey debe acompañar
a su peón, y la torre luchar contra el del adversario. La presencia de cabal los sobre el
tablero cambia poco el pu nto de v i sta de esta reg la. Hay que tener en cuenta que el rey
negro acompaña al peón dS y está preparado para apoyar su av ance, mientras que las
piezas blancas a ndan desorientadas.

Tras las j ugadas 46 �e6 ges 47 �f4 d4 48 fü7+ ©b3 49 gd7 ge4 SO f3 gxf3 Sl ©f2 a4 S2
©xf3 ©xa3 S3 gd6 ©b3 la posición de las blancas se conv irtió en pésima, y después de
algunos mov imientos el ajedrecista azerbaiyano ganó la partida y el torneo.

No me interesa dónde y cuándo podían las blancasj ugar más fuerte. En la posición inicial
del diagrama cometieron un error de concepto, persiguiendo al peón b7. Era i mprescin­
dible jugar 40 lll xdS! lll x a2 41 f4! gxf3 (de lo contrario el av ance del peón «f» decide) 42
@f2 con una g ra n ventaja, que en el j uego práctico es decisiva.

Las blancas tienen todo de acuerdo con las reg las: el rey av anza con sus peones, y la torre
lucha contra los enemigos. En general aquí no era necesario hacer cálculos. Solo era ne­
cesario saber y comprender.

1 17
ESTRATEGIA DEL FINAL

Para hacer una comparación exam i ne detenidamente el sig uiente final: Geller - Smyslov,
l nterzonal de Pa lma de Mallorca 1 97013•

El libro Endgame Strategy está dedicado precisamente a los verbos «saber» y «compren­
der» los principios generales de j uego de los finales com plejos.

De acuerdo con el espíritu de la época actua l, he red ucido considera blemente el vol u men
del material y lo he compuesto de forma diferente, con la inclusión de algu nos ejemplos
modernos nuevos. Al final de cada ca pítulo hay un ejercicio. Creo que después de analizar
todos los ejem plos, podrá deci r con confia nza que ya tiene una idea de los princi pios de
j uego en los fi na les complejos.

La idea conductora del libro es un a rtículo sorprendente por su brevedad y profundidad


de contenido, especial mente teniendo en cuenta que fue escrito hace casi cien años.
Se trata de un artículo del ingenioso maestro soviético Sergei Belavenets, por desgracia
fal lecido en los años de la Gran G uerra Patria.

Llamó mi atención sobre este artículo y su trabajo sobre él Ma rk lsrailevich Dvoretsky, sin
cuya amistad el li bro Endgame Strategy no ha bría visto la luz.

13 Nota del Editor: Este final viene comentado al final del capítulo 6, partida n.o 40.
1 18
ESTRATEGIA DEL FINAL

Principios fundamentales del juego en el final

Sergei Belavenets, maestro

En las feroces bata l l a s del medio juego las pasiones esta l lan. En el a i re penden los sa­
crificios, las combi naciones espectaculares, cada u no de los jugadores o bserva de cerca
los golpes tácticos, las tra m pas astutas, las sutiles j ugadas inesperadas. Y de repente se
prod ucen cam bios masivos, la poesía de las agudas refriegas combinativas fi n a l iza, viene
el prosaico final. El paso a l final procede a veces de la vol u ntad de u n a d e las pa rtes, q ue
cree q u e en él será más fácil material iza r su ventaja. Otras veces el fi n a l s u rge como resu l ­
tado del deseo m u t u o de los jugadores.

En el fi n a l la técnica pasa a primer pla no. Lo primero que debe hacer el ajedrecista es re­
constru i r su pensa miento, su estado de á n i mo. Es necesario olvida rse de la «belleza» o de
la táctica. Aco nsejo a cualquier jugador, si lo permite el tiempo q u e le quede en el reloj,
gasta r a l g u nos m i n utos pa ra «ca l m a r las fu riosas pasiones de su i nterior». Este gasto d a rá
sus frutos en el futu ro, pues el ajedreci sta considera rá la posición correcta mente, «como
un fi n a l ». ¿Qué s i g n ifica esto?

Necesita mos profu n d iza r en la respuesta, ya q u e los m a n u a les de fina les a g ru pados en
vol ú menes, q u e ofrecen i n n u mera bles ejemplos y posiciones, no le prestan suficiente
atención al c u rso del pensa m iento ajed recístico en e l fi nal.

En el med i o j uego e l pensa m iento está ocupado, principa l mente, en el cá lculo de va­
ria ntes, s u bo rd i nadas a cualquier objetivo. Lo principal que hace un j ugador en el med io
juego es com probar todo tipo de gol pes tácticos, ca lcu lar combinaciones, varia ntes. En e l
fi n a l la situación es d iferente. Solo en ra ros fi na les, l o s l l a mados combinativos, debemos
centra rnos e n el cá lcu lo, en la táctica. En la abru madora mayoría de los fi na l es d ebemos
pensar un plan. Aq u í las va ria ntes j uega n u n papel secundario. El primer viol ín pertenece
a los esquemas del pensamiento, y la posi bilidad de constru i r u n a posición en parti c u l a r
y a se verifica con la ayuda del cá lculo de varia ntes. Planeamos la di sposición n ecesaria
de nuestras propias piezas, contando por su puesto con lo que el adversario pueda hacer.
Después verifica mos con ayuda del cá lculo de varia ntes la posi b i l i d ad de alcanza r esta
posición. Por eje m p lo: en la sigu iente posición de la partida Capablanca - Rag ozin, Mos­
cú, 1 936, las bla ncas for m u l a ron sus acciones de m a nera m uy suci nta .

POSICIÓN 76
Capablanca - Ragozin
Moscú, 1 93 6

Véase e l diagrama siguiente

Capablanca escribe sus pensa mientos d u ra nte la partida. «El plan de las bla ncas consiste
en i m pedi r el ava nce del peón «C>> (tras lo cual pod ría crea rse un peón débi l «b») y en con­
trolar todo el tablero h a sta l a q u i nta fila. Esto se cons i g ue l leva ndo el rey a e3, situando la
torre en c3, el ca ballo en d4, y l os peones en b4 y f4. Una vez obtenida esta posición, las

1 19
ESTRATEGIA DEL FINAL

blancas intentarán av anzar los peones del flanco de dama».

Como hemos v isto, a C a pablanca no le interesaban las v ariantes, i ncluso no le i nteresaba


el tiempo, la velocidad con la que se consegu iría la posición concebida. Lo principal está
hecho, el esq uema necesario de la posición está diseñado, el resto es jugar sig uiendo las
notas ya escritas.

La construcción planeada por las blancas ha terminado. Ahora se enf rentan a un nuevo
desafío: realizar el av ance d e los peones del flanco de dama. Para ello, en primer l ugar,
necesitan trasladar su rey para que apoye el av ance de los peones.

A propósito de la repetición de jugadas. La reg la principal del final es: ¡no te apresures! Si
existe la posibilidad de av anzar un peón dos casil las o una, av ance con él primero una ca­
sil la, mire cuidadosamente, y después av ance una casilla más. Por supuesto, la regla de no
apresurarse es necesa ria en fi nales tranq uilos, en los com binativos el asu nto es diferente.
La reg la «no a presurarse» pa ra muchos puede parecer paradójica, sin emba rgo aparece
en casi todos los fi na les de los grandes maestros del fi nal. Observe con atención los fi­
na les de C apablanca, Flohr, y v erá con qué lentitud, a v eces bordeando el aburrimiento,
materializan su v entaja.

La repetición de mov imientos juega u n papel muy im portante en el final. Apa rte del he­
cho de que ahorra tiempo para pensar, hay que adv erti r q ue al repetir mov i mientos el
bando activo obtiene cierto beneficio psicológico. El def ensor, cuya posición es peor, a
menudo no aguanta, incu rre en nuev as debilitaciones y facilita la tarea de su adversa rio.
Además, la repetición ayuda a aclarar la posición tanto como sea posible. Sa bemos que
alg unos defensores del a rte ajedrecístico «puro» nos reprocharán este consejo. Sin em­
b a rgo no podemos dejar de aconsejar a los ajedrecistas: ¡repitan a v eces las jugadas en el
final! En un combate es necesario a provechar todas las posibilidades, y no hay nada feo
ni deshonroso en la repetición.

1 20
ESTRATEGIA DEL FINAL

13 ©d4

Volv er emos más adelante a la posición del diagr a ma.

13 ... �fa6 14 ge3+ ci>d615 tLlc3 fS 1 6 b5

Los peones inician su av ance, y las piezas blancas están listas par a apoyar los. Cabe señalar
que Capablanca solo empezó a av anzar sus peones cuando sus piezas alcanzaron las posi­
ciones más fuer tes. Por supuesto, aq uí no se puede captur ar el peón a3 debido a 1 7 l2Je4+

16 ... ga8 1 7 ©e4 .ie6+ 18 ©b4 es+ 19 bxe6.ig8 20 tLlbs+ ©xe621 gd3

Ahor a ya se puede demor ar el av ance del peón «a». Las negras tienen débiles los peones
del flanco de r ey, y uno de ellos perece.

21 ... gS 22 gd6+ ©b7 23 fxgS hxg5 24 gg6 ma 25 gxg5 f4

26tLld4

Un mov i miento m uy i mpor tante. Capablanca arr ebata a su adver sar io cualq uier posibili­
dad ligada al avan ce f4-f3.

26 ... ges 27 gg7+ ci>b6 28 gg6+ ci>b7 29 tLlbS gfg 30 tLld6+ ci>b8 31 h4 Las negr as abando­
naron.

1 21
Capítulo 3
La centralización del rey

Cuando la partida entra en el fi nal, cambia


sobre todo el papel del rey. Si en la aper­
tura y en el medio juego el rey procura
encontra r un refugio seg uro y observ a la
batalla a distancia, sin participar directa­
mente en ella por reg la general, en el fi­
nal, cuando la posibilidad de un ataque de
mate se reduce significativ a mente, el rey
se conv ierte en una unidad de combate
activ a. A menudo un jugador con exp e­
riencia, q ue prevé de antemano la transi­
ción al fi nal, acerca su rey al centro, para
obtener más tarde ventaja en el j uego. car el peón b3 desde la casilla a3, o para
hacer retroceder al rey blanco a la prime­
La centralización del rey es una de las le­ ra fil a con el jaq ue �a2+ Sin embargo, las
yes pri ncipales del fi nal. Sin embargo, p a­ blancas también tienen cartas de triunfo.
radój icamente, mucho s j ugadores a v eces La torre f6 ataca al peón e6 y corta al rey
desc¡ u idan esta regla. La centralización del adv ersario el paso al centro.
rey e'rr el final casi nu nca está mal. Alg una
v ez puede ser solo inoportuna. Muy a me­ Mueven las blancas. Sergey Ka ria kin cap­
nudo, cuando uno de los bandos dispone turó el peón e6 y cometió un error deci­
de v a rios planes de juego eq uiv alentes, el sivo.
más fuerte suele ser aquél donde lo princi­
pal es la centralización del rey. Por lo tanto, 36�xe6?
puedo aconsejar al lector: si la pa rtida en­
tra en el final y cons idera un plan de juego, Era necesario llev a r urgentemente el rey
¡nunca se olv ide del rey! al centro, pa ra aprov echar la circunstancia
de q ue el adv ersa rio no podía responder
lo mismo. Lo correcto era 36 <ii f2! �a3 37
<ii e3 füb3+ 38 cii d 2, y el rey blanco con­
POSICIÓN 17
sigue defender el peón cl ave c4. Tam bién
Sergey Kariakin - Wang Yue se podía activ ar el rey después de 38 <ii e4.
Bakú 2008 Por ejemplo: 38 ... �c3 39 �g6+! <ii hs 40
füe6 füc4+ 41 <ii fs �c2 42 �c6 c4 43 e6
Véase el diagrama siguiente con contraj uego suficiente para obtener
tablas.
Las negras tienen ventaja. Disponen de u n
peón m á s y u n a torre activa, lista para ata- 36 ... ©ts!

1 22
La centralización del rey

El rey neg ro es el primero en dirigirse al 1 ... ©g7 2 b4?!


centro, y toma el control del peón pasado
es. Es ev idente que las bla ncas pasaron El rey blanco está demasiado lejos del cen­
por alto este fuerte recurso. Ahora no pue­ tro, y cualquier paso a un final de cabal los
den salv a r la partida. es favorable a las neg ras. Debieron j ugar
2 @f1 .
El juego conti nuó así: 37 ge7 ga3 38 e6
2 •.• &tJe7 3 a4?!
Tampoco ayudaba 38 fü7+ @xeS 39 fü3
por 39 ... bS! 40 cxbS c4 con v ictoria en el No v alía 3 � es+ �xeS 4 lt:JxeS @f6 S ttJf3
final de peones o 40 E:e3+ @ d4 41 E:g3 @e6 6 ttJxd4+ @ds 7 ttJ bS <J1 c4 8 ttJd6+ { es
bxc4 42 !! g4+ @d3 43 E:xc4 E:xb3 44 E:xcs mala 8 lt:Jxa7 por 8 ... @xb4, que gana el
�c3 con v ictoria en el final de torres {v a­ cabal lo) 8 ... @xb4 con ventaja neg ra; las
riante de Mark Dv oretsky). blancas necesita ban activ a r el rey, y solo
después av anzar los peones.
38 ... gxb3 39 ©f2 gb440 gxc7 ©xe641 gh7
füc4 42 gh6+ ©ds 43 gxb6 ge4 44 gbl c4 3 ... !tJdS 4 g3?
45 gel c3 46 gxe4 ©xe4 47 ©el ©e3! Las
blancas a bandonaron. Las bla ncas creen que la ventaja está to­
davía de su lado, y rechazan la amenaza
4 ... ttJf4 con el paso a un final de damas
igualado. Sin embargo, después del mo­
POS/OÓN 18
v i miento de la pa rtida es difícil ev itar el
Abram Roizman - A. Mijalevsky intercambio de damas, mientras que en el
Minsk 1 979 final de caballos las neg ras son superiores
gracias a la activ idad de su rey.

4 ••• !tJc3 s Y«es

En caso de S � as era desagradable el ata­


que doble S ... � d7!, y después de S �es
se hacía notar la diferencia en la posición
de los reyes: el negro alcanzaba antes la
casilla c4.

Mantenía la igualdad 5 � b7! Por ejemplo:


S ... lt:Jxa4 6 �xa7 ttJ c3 7 � b7 etc.

El peón pasado negro está bloqueado, s ... Y«e6! 6Y«xe6fxe6 7 as ©f6 8 ©fl
mientras que las blancas disponen de to­
dos los req uisitos prev ios pa ra crear un Las blancas no podían impedir el av ance
peón pasado a lejado en el flanco de dama. del peón «e» media nte 8 f4 por 8 ... @fs 9
En caso de cambio de caballos el j uego tt:J cs es, y tras el cambio de peones el rey
debería terminar en tablas, mientras que neg ro penetra en c4.
tras el cambio de damas infl u i ría m ucho
la posición mutua de los reyes. Por eso las s ... eS 9 !tJcs
negras empiezan a centralizarse.
Y aqu í tam poco ayudaba 9 f3 debido a 9 ...

1 23
La centralización del rey

©e6 1 o © e l ©ds 1 1 ti:J b2 e4. 24 gxhS <i>fs 2s h6 ltJ es+ 26 ® e3 ® g6 27


® d4 ltJc6+ 28 <i>cs ltJ b8 29 <i> bs <i>xh6
9 ••. e4 10 ©e1 ©e5 1 1 �d7+ ©d5!

Lo más i mportante: ¡la activ ación del rey!

12b5

Debe considera rse también el mov i mien­


to 1 2 ttJf6+. La v a riante 1 2 ... © c4 1 3 ttJxh7
© d3 1 4 ttJf6 © c2 1 S ttJ g4 d3 1 6 ti:Je3+ © e l
1 7 ©f1 (1 7 tt:J c4 ti:J b 1 ! 1 8 b S tt:J a3!) 1 7 ... d 2
1 8 ©g2 ltJdS no dejaba ninguna esperan­
za a las blancas.

12 ... �xb5 1 3 �f6+ ©c4 ! El caballo, desde su posición inicial, ju nto


con el peón a7, ha lev antado una barrera
infranqueable para el rey blanco. Las ne­
gras ganan.

La partida contin uó: 14 ... �d6 1 5 �xh7


e3+ 16 fxe3 �e4+ 1 7 ©d1 d3, y las blancas
abandonaron.

EJERCICIO 7
Y. Kotkov - Mark Dvoretsky
Moscú 1 972
14 ©d2?

Tras esto las negras ganan m uy fácil. Las


blancas te nían a su disposición dos posi bi­
lidades: 1 4 ltJxe4 y 1 4 ltJxh 7. La captura en
e4 es floja. Es mejor la captura en h7, para
intentar crear un peón pasado alejado en
el fl a nco de rey.

Por lo tanto, 1 4 ltJxe4 ©d3 1 S ltJd2 (pierde


1 S ltJ cs+ © c2 1 6 ti:J a6 a causa de 16 ... ltJ c7!
1 7 ttJ b4+ © c3 1 8 ltJ c6 d3) 1 S ... © c2 1 6 f4
d3 1 7 g4 ltJd4 1 8 h4 © e l 1 9 ltJ e4 ltJ c2+ 20 Mueven negras. Especifique el esquema de
©f2 d2 con una v ictoria sencilla. acción para las negras y la jugada concreta
con la que deben empezar.
Vea mos ahora 14 ltJxh 7! © d3 1 S ti:JgS. Des­
pués es posible: 1 S ... e3 1 6 h4 e2 1 7 ti:Jf3
ltJa3 1 8 ltJxd4 ©xd4 1 9 © xe2 ltJ c4 20 a6
© es 21 ©f3 @fs 22 g4+ ® es 23 hS gxhs RESPUESTA: En esta posición, antes de

1 24
La centralización del rey

iniciar las acciones activas, es úti l incluir en ganar el caballo.


el juego al rey, acercándolo al peón blanco
pasado es. La jugada inicial concreta es S4 SS ••• el
••• gbs!
También ganaba 58 ... tl:J e7!? (Mark She­
Esto es lo que escribe sobre esta posición reshev sky).
M ark Dvoretsky en el quinto tomo de
School of future champions: S9 �xc3 ©xc3 60 dS

«Las negras tienen un sano peón de v en­


taja. Resulta atractivo empezar enseguida
las acciones activ as con 54 ... .B: a3+. Sin
duda este mov i miento es suficiente para
ganar, aun así no me pareció técnico. El rey
negro está atascado en el borde del table­
ro y todavía no partici pa en el juego. Esta
es una posi ble (aunque, por supuesto, no
forzada) v aria nte, en la que se nota esta
circunstancia: 55 @d2 tl:Jxd4? 56 tl:Jxd4
�d3+ 57 @c2 8:xd4 58 �el !, y son las blan­
cas quienes ganan.
En mis cálculos llegué rá pidamente a esta
Me agradaba más acercar pri mero el rey posición, y me asusté por un momento,
para, si fuera necesario, apoyar al peón «C>> al no ver cómo detener los peones. Sin
o detener al peón pasado enemigo «e». embargo, luego me pregu nté: «¿A dónde
Por eso empecé por probar el cambio de debería llegar mi caballo?» Por supuesto, a
torres. d6, además si es posible con ganancia de
un tiempo. Enseg uida v i la ruta.
S4 ... gbs
60 •.. �aS! 61 e7 �c4+ 62 ©e2 �d6
S i 55 �a l +, entonces 55 ... @b7. El rey se
acerca al centro, mientras que el jaque Todo este episodio es instructiv o desde el
por la tercera fila no conduce a nada para punto de v ista de la técnica de materiali­
las negras. La única preg unta es qué pasa zación de la v entaja. Está claro que es más
si el adv ersa rio cambia en bS y después conv eniente jugar el rey a b7. U na v ez es­
captura el peón dS. I ntente encontrar la tablecido que las bla ncas no pueden cam­
respuesta. Al mismo tiempo la respuesta biar torres, las negras, al j ugar S4•••gbs,
debería ser conv incente y relativ amente facilitan su tarea posterior. Por este motivo
simple. La posición inicial es demasiado vale la pena esforzarse en contar con una
buena para permitirse corre riesgos. v a riante forzada, en especial si puedes ha-
. ceri o de forma rápida y precisa (a mí el cál­
SS gxbS ©xbS S6 �c3+ ©b4 S7 �xdS+ culo me llevó unos tres minutos). Creo que
<if?b3 SS e6 ahora el pensamiento se v uelve más cla­
ro, que /a base de una buena técnica es, en
En caso de 58 @d2 tl:Jxd4 el resultado del gran medida, una táctica corta y precisa».
com_ bate está claro. Ahora es posible la ju­
gada 58 ... tl:J e7!?, aunque antes es mejor Los comentarios de Mark Dv oretsky son
considerar una contin uación más forzada, m uy instructivos y exhaustivos. Recomien-

1 25
La centralización del rey

do especialmente q ue los entrenadores y maestro Bareev sobre este momento, en


los lectores presten atención a la última la clase impartida en la escuela Dvoret sky­
frase en cursiv a . Yussupow:

E n la partida l a s blancas eludieron el cam­ «Un mov i miento algo ext raño (no es sor­
bio de torres, y las negras most raron la prendente ¡es el cuadragési mo!). Desde la
técnica segu ra para mat eria liza r la v entaja: infancia se nos ha enseñado que en el fi­
nal el rey debe av anzar hacia el centro, por
55 �fa1 + ®b7 56 ®f2 gb2 57 ®e3 gb3+ 58 eso se i m ponía 40 ... @f7. ¿V q ué recomen­
<i>f2 gb2 59 ®e3 gb3+ 60 ©f2 daría mos ahora para las blancas?
Sí, se puede hacer la jugada 41 B'. c2, aun­
q ue, ¿para q ué? ¿Para poner en marcha
la torre? Penet remos con la torre, no hay
problema, sin em bargo la torre j u nt o con
el alfi l no ganan. ¡Y si inclu i mos al rey en el
ataq ue! I magine el rey blanco en e6 y el al­
fil en eS; aquí las negras tendrían que ren­
dirse, incluso si no me quedara n peones.
Por lo tant o era necesario adiv inar la j uga­
da 41 @c3!, que intent a "rodear" al peón
dS con el rey por el flanco. Probablemente
la posición sería de t a blas, sin embargo las
blancas no a rriesgan nada y pueden cau­
60 ... h4 61 e6 ©c7 62 gas h3 63 ggs !f:J e7 sar problemas al adversa rio».
64 ghs ©d6 65 !f:Jg1 c3 66 ©e3 a+ 67 ©d2
gg3! Las blancas abandonaron.
_ 41 Aes?! ©f7!

Por supuesto, no 41 ... fühS? 42 @d4!

POSICIÓN 19
42 ge2 gxhS 43 ©d4 ©e6!
Evgeny Bareev - Garri Kasparov
Linares 1 992 El rey negro se li bera, y la partida termina
en tablas.

44 Aba+ ®ts 45 ge3 gh1 46 ga+ ®g4 47


gg3+ ®ts 48 fü3+ Tablas.

Muchos años despué� cuando Ev geny


Bareev ya representaba a la selección de
Canadá, jugó en la Olimpiada de ajedrez
de Bakú la siguiente partida, un fi nal que
se conv irtió en u n ejemplo excelente para
los dos pri meros ca pítulos de la sección
Estrategia del final: «La central ización del
rey» y «El papel de los peones en el fi nal».
Con apuros de tiempo, en su ú lt i ma juga­
da (la 40) Garri Kasparov retiró el rey de g7
a g8. Ofrecemos los comentarios del gran

1 26
La centralización del rey

Prepara el traslado de la torre a as a trav és


POSJOÓN20
de la casilla a4.
Pável Eliánov - Evgeny Bareev
Bakú 201 6 32 ga3 gb4 33 a7 ctJaB 34 dS gb1 + 35 ©h2
gxbS 36 e4 gas 37 g13 @e8!

El rey negro, a diferen cia de su colega, par­


tici pa activ amente en el j uego.

38 fü3 ©d8 39 d6 gxa7, y pronto las negras


ganaron.

Un primer v istazo a la posición muestra


una aparente superioridad de las blancas.
En el final tienen tres peones por una pie­
za, y el más peligroso en la lu cha contra el
caballo, el peón extremo de la col umna
«a», ya ha alcanzado la sexta fila y es un
peón pasado defendido. La v a loración v i­
sual sería un veredicto fi nal de condena
para las negras, si el rey blanco estuv ie­
ra más cerca del centro, al menos en e2.
Sin embargo, la lejanía del rey bla nco del
centro aquí es un factor decisivo para la
valoración de la posición, y las blancas ni
siquiera consiguen salv a rse.

29 ••• ges!

Las negras aprov echan la circunstancia de


que en caso de ca mbio de torres los peo­
nes bS y a6 serán eliminados debido a la
lejanía del rey blanco, con lo que obligan
a su adv ersario a ceder la única columna
abierta.

Aquí tam poco ayuda 31 �a1 por 31 ... CiJ c7


32 a7 CiJ aS, y los peones blancos del flanco
de dama perecen.

31 ... ctJc7

1 27
Capítulo 4
El papel de los peones en el final

Por lo general, en el final el objetiv o prin­ por tres peones! Sin em bargo, en los fi na­
cipal no es dar mate al rey adversario, sino les hay una diferencia entre el v a lor a bso­
av anzar los peones para transforma rlos en l uto y el v alor relativo de los peones. Ob­
dama. Por eso en el fi nal, en comparación servemos el asalto de la infantería blanca,
con el medio j uego, el v alor de los peones que no pueden detener las fuerzas su pe­
se incrementa. riores del adv ersario.

22 ... .lxc6 23 f6 h6
POS/OÓN2 1
Se amenazaba 24 �gs+ seg uido de � xf7.
Valentin Lukov - Semko Semkov
Bulgaria 1 977 24 ge3 c4!

Una defensa ingeniosa. Con el sacrificio de


un cuarto peón las negras abren la colum­
na «C>> y obtienen contraj uego.

25 .lxc4 gec8?

El error decisivo. El sitio de la torre se halla


en e8. Proporcionaba contrajuego sufi­
ciente la inmediata activ ación de la torre
de dama: 25 ... �as!

26 b3!
Las blancas sacrificaron un cabal lo, a cam­
bio obtuv ieron tres peones, y uno de el los Refuerza el alfil y a bre una salida al rey.
ha alcanzado la séptima fila. Con su última No v alía 26 :gg3+ @ hs 27 �xf7?? por 27 ...
j ugada 'U b8-c6 las neg ras pla ntearon una � e4+
amenaza doble a la torre y al peón pasado.
En caso de 22 �xcS �xe7 23 �dS 'U b4! 24
�xb7 �e1 + 25 �el �a 1 +! se da mate al rey
blanco. Sin embargo, las blancas tienen la Para en caso de 27 :gg3+ tener la respues­
posibilidad de mantener la iniciativ a . ta 27 ... �gS.

27 g4! .les 28 f4

¡Ahora l a s negras tienen una torre extra Los peones av anzan en estricto orden de

1 28
El papel de los peones en el final

combate.

a menazador. Sin embargo, con la j ugada


ltJe2-d4 las blancas pretenden interrum­
28 ... füa8 29 gd3 pir la interacción entre las piezas negras.
Fabiano Caruana descubre una sol ución
Apunta a la casilla d8. táctica brillante:

29 ... ©h7 27 ••• aS! 28 tild4?!

No of recía nada el jaque con las torres. La única posibilidad de salv ación, indicada
por Caruana, era 28 i.e7, a unque era dif ícil
para las blancas prev er la bri llante combi­
nación del adversario.
Impide q ue se li bere el rey negro: 30 ...
@g6?? 31 i.d3+ 28 ... axb4! 29 tll xc6 b3 30 gxc7

30 ... ges 31 h4 ga7 32 ©b2 Tampoco era «una cura» 30 ltJ b4 b2 3 1


:g d 1 ltJa3.
H ay tiempo para mejorar la posición del
rey blanco, porque el av ance de los peo­
nes blancos es i nev itable.

32 ... gd7 33 gxd7 .ixd7 34 .ixf7 gbs 35 gS


hxgS 36 fxgS .ieB 37 g6+ Las negras aban­
donaron.

POS/CJÓN22
Liviu Nisipeanu - Fabiano Caruana
Dortmund 201 5
30 ... tild6!! Las blancas abandonaron.
Véase el diagrama siguiente

Mueven las negras. A simple v ista la po­


sición no está clara: el poderoso caballo
c4 y el peón pasado «a» tienen un aspecto

1 29
El papel de los peones en el final

POSIC/ÓN23
Magnus Carlsen - Aleksandr
Grischuk
Linares 2009

· ·POSICIÓN 24
Artyom Timofeev - Denis
Jismatullin

Moscú 20Ó9

La super ior idad de las blancas es ev idente.


Sus peones pasados son más peligrosos,
más compactos y más av anzados. Si con­
siguen eliminar el último obstáculo ser io,
el peón b7, entonces ser á casi imposible
detener los. La idea del pr i mer mov imiento
es obv ia.

33 .ia6! .if6!

Gr isch u k se defiende con tenacidad. Er a


desesper ado para las negr as 33 ... bxa6 34
d7 �f6 35 c6. Tr as jugar en la a per tur a la v ar iante de la
Defensa Siciliana con 3 � bS+, sur gió una
Ejercicio. ¿Cómo continúan las blancas? ¿Es posición insulsa, más o menos ig ualada, y
posible 34 Lbl? daba la impresión de q ue los adv er sar ios
ter mi nar ían r epar tiéndose el punto. Sin
embar go, los jóv enes ajedr ecistas ten ían
SOLUCIÓN: 34 .ixb7! gxb7 35 c6 gxb6 ganas de lucha y buscaron la posi bilidad
de continuar el combate. Ar tyom Timo­
Véase el diagrama siguiente feev sacr ificó la ca lidad, par a i n mov i lizar a
la torr e b6, y Denis Jismatullin r escató de
36 fü1 ! su cautiv er io a la pr isioner a con la j ugada
43 ••• dS!?
La única j ugada ganador a. El r esto pier de.
Por ejemplo, 36 c7? �c6. Tr as la captura obligada 44 exdS las negras
debieron defender tr anquila mente con
36 ... .ixb2 37 d7 Las negras abandonaron. su r ey el peón f6 mediante 44 .. ®f7 y al
.

mismo tiempo a par tar al r ey de un posible


doble de caballo en la casilla c7 tr as la cap-

1 30
El papel de los peones en el final

tura del peón dS. En ese caso sus posibi­ me, pero su posición está perdida. El ejér­
lidades serían, q uizás, incluso preferi bles. cito de peones bla ncos barre todo a su
paso. No tiene sentido comentar el poste­
Desconozco si las negras tenían poco tiem­ rior transcu rso de la partida. Simplemente
po de reflexión, el caso es que Jismatullin v amos a ver y disfrutar cómo Artyom Ti­
eligió 44 gd6?! y se conv irtió en coau­
••• mofeev dem uestra el tri unfo del espíritu
tor de u n ejemplo único, que dem uestra sobre la materia.
perfectamente el papel cambiante de los
peones en el fi nal. En las páginas de este so gas Sl a6 e4 S2 fxe4 ©d7 S3 �fS ges
•..

libro no solo consigue ganar brillante­ S4 e6+ @ds ss �d6 ge7 S6 ©es fS S7 exfS
mente (ver final Jismatullin - Eliá nov ), sino ge2 SS �b7+ ©es S9 d6 gxg2 60 d7+ ©e7
también, en cierta medida, perder con 61 f6+ ©xf6 62 e7 Las neg ras a bandonaron.
mucho ingenio.

4S eS gddS 46 @d4 gaeS 47 gxaS es+ 48


EJER000 2
cbe4! b6
Martín de Ortueta - José Sanz
Madrid 1 934

La idea de las negras consistía en este do­


ble de peón. Al perder las blancas el peón
es las neg ras tenían todas las posibili­
dades para ganar. Sin embargo, sig uió la
asombrosa 49 b4!! bxaS SO bxaS

SOLUCIÓN: A la j ugada 30 ... �d2 la res­


puesta única de las blancas es 31 �a4
Ahora se plantea la PREGUNTA: ¿v ale el
golpe combinativo 3 1 ... E:xb2?

RESPUESTA: ¡sí! 31 ... gxb2!!

De lo contrario las blancas equilibran el


j uego después de 32 �f1 .

La v entaja material de las neg ras es enor- 32 �xb2 c3

1 31
El papel de los peones en el final

La respuesta es obv ia . Después de 33 GtJd3


c4+ 34 gxb6 cxd3 las negras transforman
el peón en dama. Sin embargo, después
de 33 gxb6!, ¿qué hacen ahora las negras?
En caso de captu ra de la torre 33 ... axb6?
ya ganan las bla ncas con la jugada 34
'Dd3. Sin embargo, las negras tienen un
golpe de peón, 33 ... c4!, que arrebata la
casi lla d3 al caballo blanco y amenaza el
mov i miento 34 ... c2.

Sin embargo las blancas hallan la defensa


34 gb4!, que ataca al peón c4. ¿Ganan las
blancas? ¡ No! Las neg ras tienen a su dispo­
sición un golpe definitivo de peón de rara
bel leza, 34 ... a5!!

¡Una posición fantástica! La torre y el ca­


ballo blancos no están en cond iciones de
resistir a los tres peones negros, dos de
ellos doblados.

35 ltlxc4 a Las blancas abandonaron.

1 32
Capítulo 5
El problema del cam bio

Con una relación de material limitada, el


problema del ca mbio se v uelve primor­
dial. Si en la apertura o en el medio j uego
a veces las consecuencias de un intercam­
bio desafortunado pueden corregirse en
el futuro, en el final semejante error ya
puede ser grav e. Por supuesto, en la mayo­
ría de los casos un ajedrecista experi men­
tado determina fácil mente qué cambio es
ventajoso para él. No obstante a v eces sur­
gen situaciones en las que el cam bio que
sugieren las consideraciones generales es
ruti nario y no se corresponde con las exi­ f4, que es la joya de la posición. No obstan­
gencias de la posición, mientras que una te, en la partida siguió: 23 �xdl!
••.

decisión que a simple v ista parece pa radó­


jica se conv ierte en la única correcta. Capabla nca entrega su hermoso caballo
por el alfil malo de las blancas, y demues­
Con frecuencia la simplificación de la po­ tra una fina valoración de la posición.
sición es el mejor procedimiento para Aparentemente, hay algo de verdad en la
materializar la v entaja de material y posi­ broma que se cuenta entre ajedrecistas,
cional. El resu ltado concreto de la partida «el peor alfil es mejor que el mejor caba­
depende en g ran medida de la capacidad llo». Por supuesto, en f4 el ca ballo negro
del ajedrecista para resolver correcta men­ ocu pa una posición ideal, a unque, ¿qué
te el problema del cambio, con la si mpli­ provecho real se puede sacar de él? El al­
ficación oportuna de la posición o, por el fi l blanco parece malo, pero consolida la
contrario, el ma ntenimiento de la tensión. estructura de peones del flanco de rey y
tiene buenas perspectiv as en caso de un
posible j uego en el flanco de dama.

POS/OÓN 25
Las negras quieren pasar el juego al final,
Harry Kline - Jósé Raúl Capablanca donde su alfil puede ser más fuerte que el
Nueva York 1 91 3 caballo blanco.

Véase el diagrama siguiente 24 �xdl .ie6 25 gdl ged8 26 bl �f4 27


�g2?!
La posición del diagrama está lejos de ser
un final. Las negras poseen ventaja de es­ Una j ugada extraña. Eran más naturales 27
pacio, mejor alfil y un caba llo «eterno» en lLJfS o 27 lLJxf4.

1 33
El problema del cambio

27 ... tll xd3 28 gxd3 gxd3 29 \Wxd3 gds 42 \Wfl cxb5 43 ©g2 b4 44 \Wbs b3 45 \Wes+
©g7 46 \We7 b2 47 tll xg5 i.b3
Es posible q ue las blancas calculara n 29
... .ixg4 30 ttJxh4 gxh4?! 31 �g2, a unque Las a menazas blancas se rechazan f ácil­
aqu í después de 30 ... .ih3! las posibilida­ mente, mientras q ue el peón negro ya está
des de las neg ras también son claramente listo para transformarse en dama.
mejores. Sin embargo, Capablanca elige
una vía más tranquila para fortalecer la 48 tiJxf7 i.xf7 49 �gs+ @fB so �h6+ @e7
posición. 51 \Wg5+ ©e8 Se acabaron los jaques, y las
blancas abandonaron.
30 \We2 h3! 31 tll e3 as
Es curioso que en su libro Mi carrera
Las negras comienzan a crear debi lidades ajedrecística José Raúl Capa blanca ni si­
en el f lanco de dama. La superioridad del qu iera se detuv iera en la j ugada 23 ...
alfil sobre el caballo es ev idente. ttJxd3! Para él ese plan f ue una continua­
ción natural.
32 gfl a4 33 c4

Ahora se debi lita la casilla d4, a unque 33


POS/(fÓN26
bxa4 era aún peor por 33 ... �f4! seg uida
de �a8. Robert Fischer - Tigran Petrosian
Buenos Aires 1 97 1
33 ... gd4 34 tll c2 gd7 35 tll e3 \Wd8 36 gdl
gxdl+ 37 tll xdl

En caso de 37 �xd 1 también es muy f uer­


te 37 ... � d4.

37 ... \Wd4 38 lll f2

L a partida s e aproxi ma al fi n a l . Las piezas


blancas están mejor mov ilizadas, y no se
ve ninguna com pensación para las negras
por la debi lidad de los peones dS y a6.
Sería f av orable pa ra las blancas cambiar
los alfiles de casillas negras, tras lo cual la
debi lidad de las casillas d4 y es adquiere
38 ... b5 39 cxb5 axb3! 40 axb3 i.xb3 41 lll xh3 tintes reales.
i.dl
16 i.e3 0-0
El peón pasado negro «b» y la debilidad
del flanco de rey de las bla ncas predeter­ En caso de 1 6 ... ttJd7 las negras tendrían
minan el resultado de la pa rtida. que considerar la activ idad de las blancas

1 34
El problema del cambio

e n e l fla nco de rey. Por eje m plo: 1 6 ... ttJd7 28 ©f3 ! fS 29 ©e3 d4+ 30 ©d2 �b6 31 gee7
17 f4 g6 1 8 id4 0-0 1 9 fS!? gxfS 20 ixfS �dS 32 fü7+ ©e8 33 gb7 �xb4 34 �e4
con buen juego.
También se podía j ugar directamente 34
17 �es füe8 1 8 �xe7 gxe7 1 9 b4! �h7. Las n e g ras abandonaron.

Impide el av ance liberador a6-a5, al que Muchos años de spués, ya en la era infor­
se gui ría b4-b5. mática, el gran maestro Sarjan Guliev ana­
lizó la posición del diagrama inicial en su
19 ... <i>fB 19 �es �es 20 f3 interesante obra La idea en la partida de
ajedrez14, bellamente editada por el bri­
Escamotea al ca ballo la casilla e4 y prepara llante periodista de ajedrez l lya Odessky.
la centra lización del rey. Ofrezco los comentarios a la jugada de
Fischer 22 �xd7!?

«Muy característico de la creativ idad de


Fischer. Se desprende fácilmente de un
fuerte caballo, cambiándolo por un alfil
negro que bajo conside racione s ge nera­
l e s es ma lo, para obte ner una posición con
propiedades cualitativamente diferentes.
Si las blancas hubiesen j ugado 22 a4, para
impedir 22 ... ibs, las negras responderían
22 ... ic6, que prepara ttJf6-d7» (Lev Polu­
gaiev ski).

Ahora comenta Sarjan Guliev :

22 �xd7+! «Pol ugaiev ski escribió los comentarios en


ca liente. Cada uno de los analistas que
Robert Fischer hizo esta j ugada muy rápi­ poste riormente inv estigaron la posición,
do. Las bla ncas entregan su hermoso ca­ de una u otra mane ra se solidarizaron con
ballo por el alfil pasiv o de las negras. ¿Pa ra Lev Abramov ich. Dijeron, el ca ballo está
qué? Re sulta que este alfil amenazaba muy bien en es, e s una lástima despren­
desplazarse a bS y torna rse activo, mien­ derse de él, pero es necesario. Y todos sus
tras que en caso de a4 es posible ic6. arg umentos fueron iguales.
Además, tras el cambio las blancas ocu pan Sin embargo, esto no es así. Al menos, no
la columna «C>>. del todo. En la v a riante 22 a4 �e6 23 ge2
�d7 las bla ncas emprenden una com­
22 ... gxd7 23 fü1 gd6 24 fü7 �d7 2S ge2 binación: 24 �xa6! gxa6 2S �xa6 gxa6 y
g6 26 ©f2! ahora hacen un mov imiento tranquilo, 26
gel !!
Ahora no hay que darse prisa.
Véase el diagrama siguiente
26 .•. hS 27 f4 h4
con la amenaza inev itable b4-b5 (26 ...
Prov oca mayores debi lidades.
14 Nota del Editor. En castellano saldrá publicado
próximamente con Editorial Chessy.

1 35
El problema del cambio

partida práctica, con tiempo limitado


para pensar, encontra r la combinación de
mov imientos 22 a4! y 23 ge2! solo está al
alcance de los grandes maestros de clase
extra. Y el propósito del libro Estrategia
del final es explicar al lector los princi pios
del j uego en los finales com plejos, la lógi­
ca de la toma de decisiones y la ejecución
de ciertos procedi mientos técnicos en e l
juego práctico d e los grandes maestros y
maestros. De hecho, de los que en principio
ven la jugada l'iJc5xd7.
.ixa4 27 �es++).
Y en caso de 23 ••• g6 (a fin de ev ita r el Para que al lector no le surja la idea de que
mate), entonces 24 fül tild7 25 a5, y ya no la j ugada l'iJ cSxd7 debe conducir a la v ic­
se ve q ué j u 9 ar a contin uación. Por ejem­ toria de la manera más sencilla en todos
plo, a 25 ... 'it>g7 decide 26 ttlxa6 gxa6 27 los casos de la v ida, ofrezco el siguiente
gb2! ejemplo.

POS/(JÓN27
Yuri Balashov - Manuel Rivas
Minsk 1 982

Lo que significa que el cambio en d7 no


era obligado. No, no lo era. El asunto es
otro. Se trata de que en principio había que
fijarse en la jugada l'iJ c5xd7. Había que huir
de la rutina para incluirla entre las jugadas
candidatas (lo que desde l uego no es ape­ Mueven las negras
tecible, porq ue el caballo ocupa una posi­
ción excelente). Ha bía q ue diferenciarla de Las neg ras tienen una posición ganada.
las otras. Y por fi n, decidirse a hacerla, con No solo tienen un peón de ventaja, sino
el cálculo v ariantes concretas». ta mbién superioridad abrumadora en la
activ idad de las piezas, en g ran medida
He decidido resaltar en cursiv a la tercera debido a la su perioridad del caba llo c4
frase del párrafo final de Sarjan Guliev. sobre el a lfi l d2. Tras la natura l 49 ... a'.b3!
Las bel las v a riantes y las finas maniobras con la a menaz� 50 ... a'.b1 + y 5 1 ... �b2, las
de las blancas, en especial la que se basa bla ncas pod rían a bandonar la partida con
en el golpe táctico l'iJ cS:a6, se encontra­ la conciencia tranquila.
ron con la ayuda del ordenador. En u na

1 36
El problema del cambio

En vez de esto siguió 49 ... tll xd2?! h3 SS �a8 ci>f4 S6 fü8+ ci>g3 S7 �g8+ ci>f2
sa füa+ @g2 S9 E:g8+ ci>h 1 60 es a:xas 6 1
La j ugada de la pa rtida no deja escapar la e 6 �es 6 2 �ea etc.
victoria, sin emba rgo ya exige un j uego
exacto, porque es sabida la tendencia a
tablas de los finales de torre. Para el bando
débil esto constituye una oportu nidad. Llevaba a la victoria S 1 ... h4! S2 a'.xb4 h3
S3 E:b1 h2 S4 �h1 @es ss ci>e2 ci>f4! etc.
SO ©xd2 gal?!

Esta j ugada y la siguiente evidencian una


mala comprensión de la posición, en gran Conti nuación de la misma táctica. Las ne­
parte debido a la ignorancia de las posi­ gras no solo no impiden la llegada del rey
ciones típicas donde la torre del bando blanco a h2, sino que se puede decir que
más débil lucha con éxito contra torre y lo cond ucen allí. Después de S2 ... �eS! las
dos peones del adversario. Y este es caso negras conservaban posibilidades de vic­
en el que la u nión del cambio de un ca­ toria, sin embargo nuestro propósito no
ballo excelente por un alfil malo con la j u­ incluye un análisis preciso de esta conti­
gada siguiente provoca no el asombro con nuación. Siga mos el transcurso de la par­
la consiguiente consideración y respeto, tida.
sino solo un comprensivo movi miento de
cabeza. Sl ©el gal+ S4 <i>f2 h4 SS ©g2 hl+ S6
<i>h2 <i>f4 S7 gc4 as
Hay que advertir q ue después de SO ... h4
51 �b8 las negras tenía n un bonito truco
táctico:

SB eS+!

En estas posiciones el bando débi l, para


51 ... h3 S2 a'.xb4 E:c1 !!, y si S3 ci>xc 1 h2 S4 no conceder al adversario ninguna posibi­
es+, entonces S4 ... ci>gs y ganan. lidad, lo mejor que puede hacer es desha­
cerse rápidamente de su peón y «engan­
En la posición del ú ltimo diagrama solo l le­ charse» lo más rápido posible al peón «a»
va a tablas S 1 ... E:b3 S2 ci>c2 �a3 S3 E:b6+! de su adversario.
(como i ndicó Nesterov, es mala S3 �xb4?
h3; sobre el tablero hay eq uilibrio mate­ ss ... ©xes S9 ges+! ©Cl4 60 gfs
rial, sin embargo las blancas ya pueden
rendirse). Por ejemplo: S 3 ... @gs S4 �xa6 Sobre el tablero tenemos una posición

1 37
El problema del cambio

teórica de tablas. Después siguió: ría en tablas. Por eso Jólmov debió j ugar
4 ... .id8!, como indicó Mijaíl Botv i nnik.
60 a4 61 gf4+ ©e3 62 gg4 ©e2 63 ge4+
•.•
Entonces mediante 5 ... ttJe7+ las negras
©f3 64 fü4 ©e2 65 ge4+ ©d2 66 gf4 expulsaban al rey blanco, mientras q ue el
ga1 67 gd4+ ©e2 68 ge4+ ©f3 69 gc4 a3 cambio de cabal los después de 5 ttJeS+
70 gc3+ ©e2 71 gxh3 ga2 72 gg3 ga1 73 llev aba a tablas. En lugar de esto Jólmov
gg2+ ©f3 74 gg3+ ©e4 75 gg4+ ©d5 76 j ugó:
gg5+ ©c6 77 gg6+ ©b7 78 gg7+ ©as 79
ggs+ Tablas. 4 ... h5?! 5 .ig7!

Una maniobra m uy fuerte, q ue arrebata al


caballo la casilla e7. En caso de 5 ... .id8 si­
POSIC/ÓN 28 gue 6 .if8, y a 5 ... .id6 6 .if6.
Mijaíl Botvinnik - Ratmi r Jólmov
Moscú 1 969 5 ... Ada 6 AfB Ab6 7 .ic5 �e7+ 8 ©c4
.ixc5?

Error en la resolución del problema del


cam bio. Después de 8 ... .ic7 las negras
mantenían un eq uilibrio aproximado.
No obstante, el margen de seg u ridad de
su posición todav ía es bastante elev ado,
aunque el final de caballos es m ucho más
peligroso para ellas q ue la posición con los
alfiles sobre el tablero.

9 ©xc5 ©c7 10 �g5 f6 1 1 � h7 f5 12 h4

Las blancas poseen la pa reja de alfiles. Sin


embargo los caballos negros encuentran
fácilmente pu ntos de apoyo, y además ya
se a menaza 1 ... fS con tablas probables.
Por eso las blancas cambian volu nta ria­
mente, haciendo una apuesta por la acti­
v idad de su rey.

1 .ixd5 exd5 2 e4! dxe4+ 3 ©xe4 ©d7 4 ©d5

En caso de cambo de ca ballos el final es


tablas. Si se cambian los alfi les, las bla ncas
tendrán oportu nidad de ganar, ya que en Al v a lorar esta posición, Botv innik escribe:
un final de caballos la ventaja de espacio «El zugzwang está próximo. En caso de 1 2
y la posición activa del rey son cruciales. ... b6+ 1 3 @d4 @d6 1 4 ttJf8 ttJ c6+ 1 5 @e3
Tras el cambio del alfil por el ca ballo ne­ ttJ eS 1 6 @f4 no se consigue defender el
gro las blancas solo tend rían una v entaja peón g6. Jól mov busca la salv ación en las
m íni ma, y por fin, si se prod uce el ca mbio complicaciones tácticas».
del caballo blanco por el alfil neg ro, en­
tonces probablemente la partida termina- Sin embargo, si las neg ras en lugar de la

1 38
El problema del cambio

variante indicada por Botvinnik 1 3 ... @d6?


jugaran 1 3 ... @c6! 1 4 l2Jf8 ( 1 4 a4 bS 1 S aS
lbdS) 14 ... @bs, obtend ría n suficiente
contrajuego para hacer tablas.

12 ... f4?

En esencia, solamente esta j ugada de


Jólmov es el error decisiv o. Solo tras él la
partida de las negras se desliza por la pen­
diente.

13 ttlts b6+ 14 ©d4 ttlts+ 1 5 ©e4 ttlxh4 16 Las negras debían buscar el cambio de ca­
�e6+! ©c6 1 7 ttlxf4 ©bs ba llos, y no el de alfi les, pues en un final de
cabal los la ventaja de espacio a menudo
«En caso de 1 7 ... gS 1 8 g3! gxf4 1 9 gxh4 las es un factor decisivo.
blancas ganan el final de peones. Esto es
lo que pasaron por alto las negras cuando 2 Axt6 ttl xf6?!
jugaron 1 3 ... b7-b6+» (Botvinnik).
Ahora el rey blanco irrumpe en el centro,
18 g3 ttlts 19 ttlxg6 ttl h6 20 ttleS! por delante del rey negro. Lo mejor era
debilitar su propia estructura de peones a
Corta todos los intentos de contrajuego. cambio de detener al rey blanco, median­
te la captura en f6 con peón. En ese caso,
20 ••• ©a4 21 ttlc4 ©b3 después de 2 ... gxf6 3 @e2 @f8 no prome­
te nada a las blancas el sacrificio de peón
Después de 21 ... bS el caballo se dirige a 4 @d3 '2Jxf2+ S @d4 por S ... l2J d 1 o S ...
c6. @e7!?, y tend rían que perder tiempo para
alejar al caballo negro de e4.
22 ttlxb6 ©xa3 23 ttldS ©b3 24 f4 ©c4 25
&/:Jc7 ©xb4 26 ttlxa6+ Las negras abando­ 3 ©e2 ©f8
naron.
Era peligroso 3 ... l2Je4 por 4 @d3! '2Jxf2+ S
@d4, y ahora a S ... '2J d 1 ya es buena 6 e4.
En l ugar de 5 ... '2J d 1 es más fuerte S ... b6,
POSJC/ÓN 29 aunque entonces las negras tendrían que
A. Mijalevsky - T. Akopov considerar 6 @es o 6 a4; en ambos casos
Rostov 1 977 tiene lugar un agudo j uego de cálculo.

Véase el diagrama siguiente 4 ©d3 ©e7 S ©d4 ttld7 6 ltld2

La posición del diagra ma parece más o Las blancas previenen la activación del
menos igualada. Tras la exacta 1 ... '2J d6 2 rey neg ro, ya que a 6 ... @d6 sigue 7 4J c4+
'2Jd2 f6 con la posterior centralización del @c6 8 e4, con una posición todavía más
rey, las neg ras tenían todos los fundamen­ apretada para las neg ras. Las complicacio­
tos para contar con las tablas. Sin embar- nes que surgen tras 6 e4 @d6?! 7 es+ @c6
. "' 1
go, s1gu10 ••• �f61•
a. 8 llJgS @ bs 9 '2Jxf7 dev ienen a favor de las
blancas, a unque es más fuerte 6 ... f6.

1 39
El problema del cambio

6 ... tl:lb6 7 e4 debieron excl uir del j uego al caballo negro


mediant e 1 7 etJd3, y ent onces la maniobra
El final de peones que surge t ras 7 ctJe4 'kt>c4 seg uida de b4-b5 decide la part ida.
ltJ a4 8 'tJ cs 'tJxcS 9 @xcS @d7 1 O @b6, es Por ejemplo: 1 7 tiJd3! ci>d7 1 8 @c4 'kt>c6 1 9
peligroso pa ra las negras. Lo correct o para liJf4! ci>d7 20 ctJ h S .
ellas era 7 ... @d7, y en caso de 8 ltJgS dis­
ponen de la respuest a 8 ... eS+! segu ido de 1 7 tll b2+ 1 8 ©el tild1+ 1 9 ©d4 tll b2 20
•••

9 ... f6. g4?!

7 ••• tl:la4?! Lo más sencillo era ceder el t urno de jue­


go al adversa rio con la maniobra 20 ci>c3
¿Qué mot ivo hay pa ra llev a r el caballo al tiJd 1 + 21 ci>d3 'tJ b2+ 22 ci>d4, y ahora es
borde del t a blero? Era más lógico t rasla­ mala 22 ... ltJa4 por 23 'tJ d3, mient ras que
darlo a e7 a t ravés de c8, después de la en caso de 22 ... tiJ d 1 es m uy fuert e 23 a4!
jugada 7 ... ci>d7. Es más floja 7 ... ci>d6 por Por ejemplo: 23 ... 'tJ b2 24 as bS 2S ctJd3
8 es+ @c6 9 ltJe4, y a 9 ... ci>bs es posible con v ict oria en el final de peones.
1 0 ltJ c3+
20 ... fxg4 21 fxg4 tild1 22 g5?!
8 e5 f5
Est a j ugada era mejor no realizarla, porque
En lugar del peón ret rasado f7 las neg ras las negras pod ían obt ener contrajuego
se q uedan con una debi lidad en e6. con la maniobra 'kt>e7-f7-g6. Era buena
22 a4! Ofrezco una v a riant e demost rat iv a:
9 tl:lc4 ©d7 10 tl:ld6 b6 1 1 f3 tl:lb2 22 a4 'tJ b2 23 as bS 24 @es gS 2S hxgS
hxgS 26 ctJg6+! ci>f7 27 ci>b6 ctJd3 28 ci>xa6
ltJxb4+ 29 ci>xbS 'tJdS 30 a6 ltJ c7+ 3 1 ci>b6
ltJxa6 32 ci>xa6 ci>xg6 33 ci> b6 y ganan.

22 ... hxg5 23 hxg5 tLlb2

1 2 h4!

Las blancas procu ran debilit a r el flanco de


rey adversario, ya que las negras no est á n
en condiciones de ev it arlo.
24 g6
12 tll a4 1 3 tilf7 ©e7 14 tll gs h6 15 tll h3
•••

©d7 16 tll f4 ©e7 17 ©c4?! Las blancas han rest ringido al máximo la
posición de las negras, sin embargo les fal­
El juego preciso de las bla ncas les ha pro­ ta un t iempo de espera. Lo cierto es q ue
porcionado una posición superior. Ahora en caso de 24 ci>c3 ctJ d 1 + 2S ci>d3 ctJ b2+

1 40
El problema del cambio

26 Wd4 lLia4! (es mala 26 ... lLi d 1 por 27 a4) Korzu bov el ude correctamente el cambio
27 lLi d 3 <i>f7! 28 <i>c4 Wg6 29 W b3 bs 30 de alfi les.
lbcs WxgS 3 1 lLixa6 las neg ras disponen
de un contraj uego serio. s gd6?

24 ... tll a4 2s tll d 3 ©ds 26 ©c4 ©d7?? Una activ idad falsa. Las blancas solo ten­
drán preocupaciones con la torre en d6
Un error grav e. Después de 26 ... bS+ 27 Debieron preferir S a4.
'it>d4 Wd7 28 lb cs+ lLixcS 29 <i>xcS las
blancas no disponen del tiempo gS-g6, y S ... ©e7
el juego termina en tablas.
Las negras acosan al peón es.
27 bS axbS+ 28 ©xbS tll c3+ 29 ©xb6 tll d S+
30 ©b7 tll e7 31 a4 tll xg6 32 as Las neg ras 6 ©d4J.bS!
abandonaron.
Ahora el paso a un final de torres plantea
problemas difíciles a las blancas. Las pie­
zas bla ncas están demasiado av anzadas, y
POS/C/ÓN 30
tras el cambio de alfiles no tienen tiempo
D. Kayumov - Peter Korzubov pata ocupa r las posiciones necesarias.
Grodno 1 984

Las torres blancas están separadas, y el rey


solo no puede ocuparse del cuidado del
peón es.

10 @14 h6 1 1 h4

Kayumov prev iene el mov imiento g7-gS,


pero a cambio esta j ugada de peón crea
los requ isitos prev ios para la aparición de
nuev as debilidades.

La posición de las blancas es a lgo peor por 11 ••• g6!


la debilidad de su estructura de peones y
la disposición pasiv a de sus piezas. Sin em­
bargo, la probabilidad de un resu ltado de
tablas es más elev ada que el de v ictoria de
las negras.

1 .. .idS 2 gd4 as
.

El paso a un fi nal de torres no ofrece a las


negras ninguna v entaja en especial.

3 ge2 @fs 4 ©d3 J.c6!

1 41
El problema del cambio

12 ge4? 2 ©bs

No se puede permitir q ue la torre neg ra Las blancas entregan la pieza; no obstan­


acceda a la seg unda fila sin l ucha. Podía te, 2 h3 @es 3 ttJ c3 @b4 también era deso­
mantener la resistencia 1 2 �as �ces 1 3 lador para ellas.
ge3 gd4+ 1 4 @f 3 gd2 1 S @g4.
2 ... lll a3+! 3 ©b6 lll xb1 4 a6 d2 S a7 dlYM 6
12 ••• ga! aSY:Y Y:Yb3+ 7 ©c7

Sitúa a las blancas f rente a problemas in­ Como resultado de una serie de j ugadas
sol u bles. Amenaza el jaque desde la casi lla casi forzadas las negras han obtenido v en­
f 2 y 1 4 ... füs. taja material y una posición que se gana
con facilidad. La continuación 7 ... 'l!Nf 7+ 8
13 ga7+ ©f8 1 4 g4 gxa2 @b6 'l!Nf 6+ 9 @c7 ttJc3 l lev aba rápidamen­
te a la v ictoria.
El primer botín.
7 ... Y:Yc4+ s ©d6 Y:Ycs+ 9 ©e6 Y:Yes+ 10 ©f7
1 S fü4 gbs 16 fü8+ ©g7 1 7 gel ga3 1s gf3
gbxb3 19 gxb3 gxb3 20 gxaS gh3 21 gal hS
Las blancas abandonaron.

POSICIÓN 3 1
A. Son E . Jorobets
-

Tahskent 1 978

10 ... Y:YdS+?

¡El problema del cam bio! Proporcionaba


u na v ictoria senci lla 1 O ... 'l!Nf4+ seg uido de
1 1 ... ttJ c3. Con las damas sobre el tablero
el caballo de v entaja decide rápidamente
el asu nto, m ientras q ue tras su ca mbio sur­
ge sobre el tablero un final casi de peones,
q ue solo se puede ganar con un j uego ex­
El peón pasado de las negras es mucho cepcionalmente preciso.
más peligroso que el de su adversario, y
además su rey y su caballo ocupa n posi­ 11 Y:YxdS+ ©xdS 12 ©t6 lll d2
ciones ideales.
Véase el diagrama siguiente
1 ... h4!
13 ©fS!
Las negras sel laron esta j ugada, que sitúa
a su oponente ante una dif ícil elección. La ruti naria 1 3 @gs? pierde después de 1 3

1 42
El problema del cambio

Repetición de j ugadas para ganar tiempo


para pensar.

20 @14 �e3 21 @a ©d2!

Las negras guían al rey bla nco, que se ve


obligado a ma ntener la oposición, lejos
del peón h4.

22 @f2 �d5!

La maniobra decisiv a .
... tUf3+ 1 4 Wg4 We4 o 1 4 Wf4 tUxh2 1 5
©g5 tUf3+ 1 6 Wf4 tlJg5. Ta mbién es mala 23 @a �e7 24 ©g4 tlfg6 25 @gs ©e3 26
13 h3 We4 1 4 Wg5 ttJf3+ Vemos una v ez ©xg6 ©f4!
más cuán peligroso es el momento del
paso a un final de peones (el j uego se de­ Todavía era posi ble eq uivocarse: 26 ...
sarrolla de forma semejante al de un fi nal Wf3?? 27 Wf5 Wg3 28 We4 con tablas. Las
de peones). blancas abandonaron.

13 ••• �f3
EJER000 3
No hay nada mejor.
Alexéi Shírov - Viswanathan Anand
14 h3! Moscú 2001

A esto ha cond ucido el ca mbio eq uivoca­


do de las damas. Las blancas amenazan
e mpuja r al caballo hacia atrás con la j u­
gada 1 5 Wf4 segu ido del ataque al único
peón negro.

Es cierto que las negras tienen un cami­


no de problema q ue las llev a a la v ictoria.
Compruébelo, esti mado lector, encuentre
personalmente la ma nera de ganar para
las negras, y solo después siga la continua­
ción de la pa rtida.

14 ... ©d4 1 5 ©f4 �el ! 1 6 ©g4 �g2 1 7 ©f3


tll e3! 18 ©f4

Con j ugadas únicas las negras han con­


seguido defender su peón, sin embargo, RESPUESTA: La posición está más o me­
¿cómo se puede apartar al rey blanco? nos igualada, sin embargo las blancas
tienen la iniciativ a. Sus fuerzas están cen­
18 . . @d3 19 ©f3 �fS
. tralizadas, y es más fácil jugar con ellas.
Como acertadamente anotó el gran maes-

1 43
El problema del cambio

t ro Sarjan Guliev en su ya mencionado e


interesante libro Winning Chess Manoeu­
vres: Strategic Ideas that Masters Never Fail
to Find, las blancas pueden hacer algunas
j ugadas «al t oq ue»: fü1 -d 1 , ii g 1 -f2-f3, e3-
e4, con las que mej oran su posición. Las
negras necesit a n un plan de acción bien
pensado. Como i ndica el gran maestro
azerbaiyano, la simple 23 ... füd8 24 füd l
�dS, a la espera de 25 e4?! llJxe4!, no pro­
porciona la igualdad por 25 llJ b6! �xd4 26
füd4 �b8 27 llJ c4
a h7 las negras se defienden del cambio
de torres en la casi l la d8 Entre el peón «a»,
que av anza hast a a4, y la torre sit uada en
la columna «b», las neg ras «enganchan» a
las blancas al flanco de dama y asegu ran e l
cont raj uego necesario.

26 g1d2 a4 27 ©f3 ga7!

La reorganización de las piezas negras


se ha complet ado. Después de 28 e4 gb4
Shírov fuerza las t ablas por repet ición de
mov imientos.
El cambio de un par de t orres no ha aliv ia­
do a las negras, mient ras que el peón a6 29 tl)d6 gbs! 30 tl),4 gb4 31 tl)d6 gbs 32
después del mov i miento b2-b3 se v uelve tl)c4 Tablas.
v u lnerable.

La esencia de la posición consiste en que


las neg ras deben mant ener las cuatro to­
rres sobre el t ablero y crear cont rajuego
en el flanco de dama. Sigamos la acción
modélica de Anand.

23 ... gfbs! 24 gfd1 a5! 25 @n

Véase el diagrama siguiente

25 ... ©h7!

¡Sin prejuicios! Con las cuat ro t orres sobre


el t ablero el rey negro no est aría seg uro
en el cent ro. Anand se prepara para rea­
lizar el plan de defensa que ha pensado.
La torre as se u bica en a7 para defender
la sépt ima fila. Con la ev acuación del rey

1 44
Ca pítulo 6
El pensamiento esquemático

La h i storia del ajed rez conoce m uchos d i stri bución lógica de sus pieza s, s u rgida
ejemplos en los que en u n a posición com­ de la valoración de la posición y d i seña­
pleja, y prácticamente en a l g u nos m i n u­ da para resolver problemas concretos no
tos, u n jugador toma u n a deci sión, cuya demasiado complejos. En el transcu rso
corrección es confi rmada posteriormente del j uego un esq uema reemplazó a otro,
con l a rgos a n á l isis, a u nque para el juego y l legó un momento en el que Capa blanca
práctico pa rece i rrea l. Es legendaria la i n­ decidió desca rta r el avance de su peón de
tu ición de J. R. Capablanca. V. Smyslov, R. más en el flanco de dama. Es decir, cambió
Fischer, A. Ka rpov, V. Kra m n i k y m uchos el plan d e j uego estratégico, porq ue Rago­
otros j ugadores de ajed rez, que se han zi n ten ía debi lidades en el flanco de rey, y
hecho fa mosos por sus a n á l isis excepcio­ el juego contra esas debi lidades prometía
nal mente rá pidos y precisos de todos los mejores posi bilidad es.
deta l les de la posición.
Todo esto es muy ca racterístico del aje­
En el fi n a l los esquemas mentales propor­ d rez moderno. Por s u puesto, hay posi­
ciona n al ajed recista experi mentado ven­ ciones q ue nos permiten diseñar un plan
taja sobre s u adversa rio, incl u so a u nque estratégico g lobal, contra el que el adver­
éste lo su pere e n l a velocidad y la longitud sario no puede oponer nada. Si n embar­
del cálculo de varia ntes, pues a pesa r de go, es más frecuente cambiar los p l a nes
ello solo pone s u atención principal en el de acuerdo con los cambios de situación
cá lculo. sobre el tablero, causados por las acciones
del adversa rio. Y a h í es necesario dedicar
No obsta nte, pensar con esq uemas no todo el tiempo a pensar en esq u emas, en
debe confu n d i rse con la form u lación del las peq ueñas pa rtes q u e com ponen un
plan principal d e juego, a u nque en a m bos plan, con la excepción de las posiciones
casos hay m ucho en com ú n . Ta nto los es­ ca lculables, donde las consideraciones
quemas mentales como el plan general de generales pasan a u n seg u ndo plano, y ce­
juego d eriva n de u n a esti mación concreta den s u l ug a r al cálculo concreto.
de la posición. Por ejem plo, en la partida
Capa bla nca - Ragozi n la idea principal de
las blancas fue la rea l ización de u n peón
POSICIÓN 32
de ventaja en el fla nco de dama. La crea­
Boris Spassky - Eugenio Torre
ción del momento favora ble para la i m ple­
mentación de ese plan vino preced ida por Hamburgo 1 982
un gra n tra bajo d e prepa ración para me­
jora r la d is posición de las propias fuerzas y Véase el diagrama siguiente
preven i r el posible contrajuego del adver­
sario. Tras ello Capa bla nca a provechó l a En el d i ag rama aparece un fi n a l de torres

1 45
El pensamiento esquemático

Sin embargo, permite q ue Spassky se sal­


ga de lo s camino s trillado s y gane la par­
tida.

9 a6 ©g6 10 a7!

Co n el peón situado en f6 esta jugada es


po si ble.

10 ... ©h7 1 1 ©h2 ga1 12 g3 ga2+ 1 3 ©g1


©g6?!

típico co n un peón más de las blancas en Tras esta jugada las negras ya no tienen
el flanco de dama. ninguna po sibilidad. El único intento para
mantenerse al bo rde del a bismo era la ju­
1 gd1 + 2 ©h2 h5 3 h4 gd2 4 ©g3 gd3+ 5
••• gada 1 3 ... g5! Ahora las blancas necesita­
f3 gd2 6 gas+ ©h7 7 a4 ga2 8 as f6? rían enco ntrar la elección co rrecta y j ugar
1 4 fü8! (es errónea 1 4 hxg5? fxg5 1 5 f4
po r 1 5 ... exf4 1 6 gxf4 E:a 1 +! 1 7 'it>f2 �a2+!
co n tablas). Co n un j uego co rrecto de su
adv ersa rio s las negras no pueden salvar
la po sición q ue surge tras 14 fü8! E:xa7 1 5
�xf6 gxh4 1 6 gxh4

Hasta a ho ra el juego transcurría po r el


camino habitual. El plan estándar de las
blancas co nsiste en llevar el rey a l flanco
de dama cuando la to rre esté situada en
a7 y el peón en a6. Durante ese tiempo
las negras capturan uno de los peo nes
del flanco de rey e intentan crear allí un La to rre blanca ocupa rá una po sición fuer­
peón pasado, y entrega n la to rre po r el te en f5, mientras que el rey a pa rtará a la
peón blanco «a», q ue ya habrá llegado a to rre neg ra de la quinta fila. No o bstante,
a7 co n la to rre bla nca situada en b7 o c7. El las blancas tend rían que supera r dificulta­
co ntrajuego de las negras es más difícil de des técnicas.
o rganizar que en un final similar co n tres
o do s peo nes po r cada bando en el flanco 1 4 f4!
de rey, a unque a veces funcio na.
Véase el diagrama siguiente
A primera vista es difícil entender po r qué
la última j ugada de Eugenio To rre está 14 ... ©f7
marcada co n un signo de i nterro gación.

1 46
El pensamiento esquemático

POSIOÓN 33
Lev Polugaievski - Evgeni Vasiukov
Tiflis 1 967

Ahora em pieza a comprenderse cuál es la


diferencia debida a la posición del peón
«f». Con el peón en f7, las negras obten­
drían las tablas con el cambio en f4 segui­
do del mov i miento g7-g6, y las blancas no
pueden crear un peón pasado en el flanco En nuestra opinión, los finales de torres
de rey. Ahora la captu ra con peón en f4 es se encuentra n, por así deci rlo, en una cla­
completamente desesperada para las ne­ sificación a parte de los fi na les de ajedrez.
gras debido al av ance hacia la transforma­ Son extraordinariamente complejos, y es­
ción en dama del peón pasado blanco por tán sujetos a sus propias leyes y principios
la columna «e». específicos, que a menudo no tienen nada
que ver con los principios que rigen la l u­
1S fxe5 cha en los fi nales complejos. A menudo en
los fi na les de torres es difícil describir las
Era mala 1 5 fS, con idea de g3-g4 y h4-h5- acciones de ambos bandos debido al gran
h6, a causa de los jaq ues de la torre negra, nú mero de posi bilidades disponibles, las
que desplazarían al rey blanco al flanco de posiciones que surgen son i rracionales, y
dama, con lo cual la j ugada g3-g4 sería im­ la elección de la j ugada, ante todo, se basa
posible. en v ariantes concretas.

15 ... fxeS 16 ©fl �fa1+ 17 ©e2 ©g6 1 8 ©d2 Sin embargo, a menudo contemplamos la
ga4 19 ©c3 gal 20 ©c4 ©f7 21 ®ds gas+ imagen opuesta: las v a ria ntes concretas
22 ©d6 son prácticamente i rrelev antes, y el pen­
samiento se llev a a ca bo exclusiv a mente
Esta posición, o bien la misma posición med iante esq uemas. A ese ti po de fina les
con el rey en la casilla h7, era inev itable pertenece este final. El método de defensa
para las negras. Ahora pierden el peón es para el bando débil en este tipo de posi­
debido al zugzwang. ciones se conoce desde hace tiempo. La
torre negra se sitúa detrás del peón blan­
22 ... ©g6 23 ©e6 gal co, y mientras av anza hasta b6, las negras
esperan. Cuando el rey bla nco acuda en
No cambiaba nada 23 ... @h7 24 @fs g6+ ayuda de su peón pasado, las negras cap­
2s @f6. turan u no de los peones blancos del flan­
co de rey y crean un peón pasado en ese
24 ©xes ©f7 2s @fs gas+ 26 es g6+ 27 lado del tablero. Después ya están listas
©e4 Las neg ras abandonaron. para entregar la torre por el peón pasado

1 47
El pensamiento esquemático

blanco, y todo se reduce, por reg la gene­ está en su camino el peón g6. Las blancas
ral, a un final de «rey y torre contra rey y pod rían apartarlo enseguida del cami­
peón». El resultado de la partida depende, no tras asestar la puñalada 1 h S . Cuando
por supuesto, de las circunstancias con­ las neg ras capturen en hS o permitan a
cretas de la posición resultante, sin em­ las blancas capturar en g6, la idea de las
bargo el resultado de tablas es más com ú n blancas de crear un segu ndo peón pasa­
que la v ictoria d e l bando que tiene peón do adquiere tintes de realidad, y sobre el
de v entaja. Parece q ue en nuestro caso la tablero emerge un final teórico ganado.
acción también se desarrollará siguiendo Durante la pa rtida me disponía a jugar h4-
el citado esquema. hS en la j ugada siguiente, sin embargo el
anál isis me conv enció de que mi esperan­
1 bS? za era infundada. Porq ue ahora es el tu rno
de juego de las neg ras, y a ntes de situar la
La jugada secreta de las blancas es un error torre detrás del peón «b», pueden cortar
grave, que deja escapar la v ictoria. Ofrece­ de raíz todas las intenciones agresivas de
mos el comentario de Lev Pol ugaiev ski: su adv ersario en el flanco de rey jugando
«Solo en el análisi s conseguí descubrir u n prev iamente 1 ... hS� En ese caso, si el rey
matiz e n esta posición, y m u y significativo. blanco se acerca al peón «b», el j uego si­
El hecho es que tras av anzar su peón hasta g ue seg ú n el esquema mencionado al
la casilla b7, las blancas encadenan a la to­ principio, y pueden confia r en mi palabra,
rre y al rey adversarios, y después, con una entonces a las blancas como mín i mo les
maniobra envolvente de su rey, mediante falta u n tiempo para obtener l a v ictoria.
la "triangulación'� capturan el peón es . No
obsta nte, incl uso después de esto solo Por m ucho que lo repasé, no encontré
obtienen la v ictoria si consig uen crear un una v ictoria para las blancas. Aunque las
peón pasado en la col umna «f». bla ncas ganan el peón es con ayuda de la
"triangu lación" (esto es posible), después
solo pueden crear un peón pasado en las
columnas «g» o «h», lo q ue es insuficiente
para ganar».

Estos comenta rios del g ran maestro Po­


luga iev ski tienen ya medio siglo. Lástima,
hoy los programas de ordenador detec­
tan fácilmente un «ag ujero» en el los: 1 hS
gxhS 2 bS fü4! 3 f3 h4+ 4 @f2 h3! S gxh3
e4 6 @e3 exf3! con ta blas.

1 ... gb4?
Mediante fS-f6+, las blancas a rrebatan al
rey negro la posibilidad de "ba ilar" en las Es ev idente que las negras no descubrie­
casillas g7 y h7, y tras @g 7-f7 ganan con ron la esencia lógica de la posición, y ya
ayuda de .E:b8-h8, m ientras q ue en·caso de en la primera j ugada de la reanudación
@g7xf6 obtienen la posibilidad de asestar cometen un error decisivo. Como ya se ha
un jaque mortal: .E:b8-f8+ y b7-b8Wf. dicho, la j ugada correcta era 1 ... hS!

En la posición aplazada el peón blanco «f» 2 hS! gxhS 3 b6?


no tiene un oponente en su columna, pero

1 48
El pensamiento esquemático

Es fácil entender la alegría del gran maes­ Por eso en respuesta a 3 ... E:b3+ las blan­
tro Polugaiev ski tras la primera j ugada cas tend rían que probar suerte con 4 @h4.
de la reanudación. Sin embargo las emo­ Sin embargo, en caso de 4 ... e4! (además,
ciones, incl uso las positivas, no siempre también es posi ble 4 ... E:b2) la atractiv a
son un buen asistente en un combate 5 @xhS solo llev a a tablas después de la
ajedrecístico. Al saborear por antici pado jugada tranquila 5 ... E:b4!!, y las blancas
la realización del plan mencionado, las están condenadas a luchar "sin rey': ya
blancas se a presuran y pasan por alto una que no puede poner un pie en la "mi nada"
posibilidad oculta de contrajuego para su cuarta fila. Y la temática 6 f4 l lega tarde
adversario, que Vasiukov no aprov echa. Lo por un tiempo: 6 ... e3 7 fS e2 8 :8'.e8 E:xb6 9
correcto era 3 @f3! Por ejemplo, es posible E:xe2 E:b1 . Tampoco ca mbia nada 6 g4: el
esta v aria nte: 3 ... E:b3+ 4 @e4 :8'.b2 5 @e3 av ance g4-g5 se detiene con 6 ... E:bS+!!».
gb3+ 6 @d2 :8'.b2+ 7 @c3 E:xf2 8 :8'.e8, y las
blancas deben ganar. 4 ©f3 ©h7

3 ... h4+? No ca mbiaba nada 4 ... @g6 5 b7 @hs 6


g4+! hxg3 7 fxg3, y las negras no están en
Cedemos de n uev o la palabra a Polugaie­ condiciones de defenderse contra el av an­
vski: «La posibilidad de salv ación consistía ce 8 g4+ y 9 gS!
en la j ugada 3 ... E:b3+! En ese caso a pa­
recía un increíble estudio de tablas des­ S b7 ©g7 6 ©e3 e4
pués de 4 f3 e4 5 b7 (5 @f2 :8'.b2+ 6 @e3
gxg2 7 b7 :8'.b2 8 fxe4 h4, y el peón «h» no La táctica de espera tampoco tenía éxito.
es más débil que cualquiera de sus opo­ Si 6 ... @h7, entonces 7 @d3 @g7 8 @c3
nentes blancos) 5 ... h4+ (pero no 5 ... e3 E:b1 9 @c4 E:b2 1 o @ds, y cae el peón es,
a causa de 6 f4 e2+ 7 @f2), y después de ya que pierde enseguida 1 O ... :8'.bS+? 1 1
6 ciif2 salv a a las negras la directa 6 ... h3, @c6!, y el rey blanco se acerca al peón b7
mientras q ue en caso de 6 @xh4 e3 7 @g3 con ganancia de tiempo, tras lo cual deci­
sigue la sutil 7 ... E:b4!!, y las blancas están de la retirada de la torre por la octav a fi la.
en zugzwang.
1 ©t4 ©h7 s ©es ©g7 9 ©ds

Las blancas no tienen otra jugada más q ue


8 f4 (el cambio del peón b7 por el peón e3 9 ... �b2
conduce a un final de tablas teórico), aun­
que entonces 8 ... e2 9 @f2 E:xf4+ 1 O @xe2 El peón e4 está condenado. Si 9 ... @h7,
gb4 de n uev o no las ofrece nada. entonces 1 o @es :8'.b2 1 1 @c6 E:c2+ 1 2

1 49
El pensamiento esquemático

iids gb2 1 3 iixe4. te el rey a su peón pasado�

10 ©xe4 gb4+ 1 1 ©dl gbl+ 12 ©c4 gb1 2 ©b3 b5 3 ©c2 a4 4 gh6 ©es 5 gxg6 gxh4
1 3 f4 6 gg3 gg4

Una posición similar a la q ue esperaban Ambos bandos actúan de acuerdo con un


alca nzar las blancas en la rean udación. To­ escenario preestablecido.
davía siguió:
7 g6 @b6
13 ... �c1 + 14 @d3 gb1 1 5 f5 gb6 1 6 f6+ Las
neg ras a bandonaron. Hubiera sido un error grave 7 ... iic4? 8 g7
gg2+ 9 ii b 1 iib3 1 0 ges!, y a 1 0 ... gg 1 +
sigue 1 1 gel füg7 1 2 gc3++

POS/OÓN 34
8 g7!
V. Smirnov - Mijaíl Shereshevsky
Minsk 1 979 La marcha del rey hacia el peón carecía ab­
sol utamente de perspectiv as.

8 .•. ©b7 9 ©d3

Empieza a esbozarse el plan de las blan­


cas. Tras la llegada del rey blanco a f3 la
torre negra se ve obligada a dejarlo pasar
a la cuarta fila. Después el rey blanco em­
prende camino hacia as ...

Tarde o temprano se producirá un inter­


cam bio de peones en el flanco de rey,
tras el cual las bla ncas se quedarán con
un peón pasado de ventaja en la columna
«g». La torre neg ra se situará a su retaguar­
dia, y si el rey blanco se dirige al peón g6,
las negras capturan el peón b2 y crean u n
peón pasado en el flanco d e dama. L a par­
tida terminaría en tablas. Ese es el esque­
ma habitual en este final. En esta posición las blancas entregan el
peón g7 con la j ugada fü8, y después de
1 ... as gxg7 j uegan füs, ca pturan los peones del
flanco de dama y ganan. Sin embargo, las
A las negras les favorece retirar los peones neg ras tienen una defensa.
de la séptima fila. Además, cuanto más
av ance el peón «a», más rápido se conse­ 9 ... ©a7 10 ©el ©b7 11 ©f3 gg1 12 ©f4
guirá crear un peón pasado, si las bla ncas gg2 n ©es ggl 14 ©ds ggs+ 1 s ©d6
ceden el peón b2 para acercar rápidamen-

1 50
El pensamiento esquemático

Hasta aquí las negr as mantenían una tác­ EJER000 4


tica de esper a, sin embargo ahor a se en­
Oleg Moiseev - Vladímir Bagírov
cuentr a n en zugzwang. La torr e no pue­
Moscú 1 956
de i mpedir que el r ey blanco lleg ue a es,
mientr as que el r ey negro debe pr oteger

¡•.•.•.!
la casilla c6. Con el método de exclusión
e s fácil encontr ar la j ugada q ue da tablas.

15 ... b4! ·- ·- ·- - �­
Las negr as sacr ifican sus peones del fl anco
·
· · ·- ­ ��
de dama, y a ca mbio destr uyen la estr uc­ ·- ·- ·- �-
·�-
r ��
tur a de peones de su adv er sar io. Sur ge un . •. •. •
final incr eíble, en el q ue las blancas tienen
tr es peones de v entaja, ¡per o no pueden
r,, �.·.·-�-
ganar ! �""' ··
�- � ··
� �.
� �

Mueven las negras. Indique el plan de juego


16 axb4 gg6+ 1 7 ©cs ggs+ 1 8 ©c4 ©a7 19 y la primera jugada.
bs gg4+ 20 ©es ©b7 21 b6 ggs+ 22 ©b4
gg4+ 23 ©b5 Tr as el análisis de los fi nales pr ecedentes
la tarea no deber ía causar dificultades es­
Las negr as están en zugzwang. Se ven peciales.
obligadas a entreg ar el peón a4, aunque
esto no tiene i m por tancia.

23 ... ggs+ 24 ©xa4 gg4+ 25 b4 gg1 26 SOLUCIÓN. 1 . . gS! 2 hxgS @g6 3 :ga7 a2
.

©as ggs+ 27 bS gxbS+! 4 @ h2 @hs 5 @g2 g6, y las negr as, tr as la


captur a del peón gS, ganan sin la ayuda
Véase el diagrama siguiente de su r ey, mediante la cr ea<:ión de un peón
pasado en la col umna «f».
Tablas.
En la par tida las negras se pr eci pita­
ron al jugar 1 ... a2?, y per mitieron un
contr aj uego oculto del adver sar io. Las
blancas r espondieron 2 ga6! ©h6 Ahor a
2 ... gS n o daba nada debido a 3 hxgS, y

151
El pensamiento esquemático

el rey negro nunca podrá capturar el peón


gS. En caso de 3 ... g6 el rey blanco impedi­
rá que su oponente penetre a trav és de f3
en g4 (sencil lamente las blancas esperan
con su torre en la columna «a»), y después
de 3 ... @gs 4 g6 las negras no pueden me­
jorar la posición.

El juego continuó de la siguiente manera:


3 ©h2 ©h5

La jugada exacta. Las blancas no ceden a la


tentación de atacar al peón g7. Sería erró­
neo 1 4 E:c7 fü2+ 1 5 @g 1 E:a2 1 6 :gxg7+?
@f3, y la presencia en el tablero del peón
fS impide a las blancas salv a r la partida.

14 ... gf2+ 1 s @g1 ge2 16 gaa ©t3 1 7 ga3+


ge3 1 8 gal g2 ( 1 8 ... @g4 1 9 E:a8) 19 ©h2!

La suti leza final (1 9 E:b1 ? @g3 20 :ga 1 fü3


Las negras amenazan jugar 4 .. g5 y
.
2 1 E:b1 fü1 + con un final ganado).
ganan. ¿Cómo deben reaccionar las
blancas? 19 ... ©f2 20 ga2+ ge2 21 gxe2+ ©xe2 22
©xg2 Tablas.

Con frecuencia la defensa se enfrenta a la


SOLUCIÓN: Lo correcto es 4 ga4!! con siguiente elección: pasar a una defensa
idea de a 4 ... gS responder 5 g4+! pasiv a o sacrificar un peón para obtener
contraj uego.
Después siguió: 4 ... ©h6 5 ga6! ©h5 6
ga4! g5 7 g4+! ©xh4! A este respecto es m uy interesante la
opin ión de N imzowitsch: «Sin v acilación
Después de 7 ... fxg4 8 hxgS el asunto se y con plena conciencia de la responsabi­
reduce a la posición de la partida Smirnov lidad asu mida, tomamos la decisión de
- Shereshev sky. Ahora la presencia de un establecer la siguiente regla: si hay que
peón blanco en fS crea algunos problemas decidir entre defender con la torre un peón
a las blancas, y se requiere que j ueguen atacado, que por ese motivo se vea obligada
con precisión. a ocupar una posición pasiva, o simplemen­
te sacrificar el peón para que la torre tenga
8 gxf5+ g4 9 ©g2 gb1 10 gxa2 gb4 1 1 ga libertad de acción, lo mejor será elegir la úl­
g3 12 ga2 ©g4 1 3 ga gf4 tima opción.

Véase el diagrama siguiente Esta reg la, como ya se ha dicho, debe


adoptarse con precaución. El mayor o me­
14 gc8! nor g rado de activ idad (o de pasiv idad)
debe contrastarse en cada caso con espe-

1 52
El pensamiento esquemático

cial cuidado. No es nuestra intención pre­ m ucho más conv incente.


dicar el sacrificio por el bien de la v íctima.
Sacrifiq ue, ¡pero razonadamente!» 4 ©f2 �fas s e4

En la siguiente partida el bando débil se Tukmakov reh úsa la captura del peón b6.
salv a mediante el sacrificio de material Después de 5 :gxb6 a3 6 bxa3 füa3 la torre
con el fi n de activ a r las piezas. negra se ubica detrás del peón «b», y para
tener probabilidades de ganar tras situar
la torre en b7 y el peón en b6 las blancas
deben intentar acudir con su rey en ayuda
POSIOÓN 35
del peón pasado. Durante ese tiempo las
Vladímir Tukmakov - Mijaíl negras capturan el peón g2, y a unque el
Shereshevsky peón bla nco esté situado en b7, y la torre
Tiflis 1 980 negra, diga mos, en c7, el peón pasado ne­
gro de la col umna «h» proporciona a las
neg ras suficiente contrajuego. La tarea de
las neg ras sería más dif ícil si el peón blan­
co estuv iera en g4, y el negro en h6.

S .•• a3 6 bxa3 �ba3 7 exdS exdS 8 gd6

La captura del peón dS no promete a las


blancas posibilidades de éxito.

Las blancas tienen v entaja. Dominan la


única columna a bierta. El peón negro b6
es débil, y ya deben pensa r en un plan de
defensa.

1 ... hS!

Un procedimiento típico. Las negras


apuestan por un contrajuego activo, que
va asociado al sacrificio de un peón. Para
las f uturas acciones activ as es muy i mpor­
tante «apretar» a los peones blancos en 1 1 ©h2 gbl 12 g4 hxg4 13 fxg4 gb3 14 g3
el f lanco de rey. Si las blancas hubiesen ©ta
tenido el turno de juego, habrían j ugado
inmediatamente g3-g4. El rey negro se dirige a la casi lla e6, tras lo
cual las blancas no pueden conserv a r su
peón de ventaja. Tablas.

Puede ser q ue la def ensa pasiv a llev a ra a


tablas; sin embargo, el plan asociado al
sacrificio del peón para activ ar la torre es

1 53
El pensamiento esquemático

Si 6 ga, entonces 6 ... füa3 7 füe7 .!%a 1 +


POSICIÓN 36
8 @e2 ga2+ 9 @f1 as, y el peón negro se
Oleg Pavlenko - Vladímir Bagírov dirige rápidamente a la casilla a2.
Bakú 1 964
6 ... as 7 .ic2 gb2 8 ©dl .ibl! 9 .ixb3 gxb3

Ahora se puede valorar el mérito de la ju­


gada 1 ... gS!

Ni mzowitsch ya describió los finales de


este ti po en su obra Mi sistema: «En la prác­
tica de los maestros es habitual que uno
de los contendientes emprenda largas
maniobras y, en general, realice máximos
esfuerzos, solo pa ra lograr una posición
agresiva de su torre como resultado de to­
das estas acciones, imponiendo al mismo
Las negras tienen ventaja posicional. La tiempo al adversario un papel pasivo. En­
diferencia en la posición de las torres su­ tonces la torre activa, con aires de "prima
g iere que las bla ncas tendrán g randes di­ donna': que interpreta el papel principal,
ficultades con la defensa del peón «a». Lo mirará a su rival en el desempeño de un
más probable es q ue las blancas tengan papel secu ndario. En ese caso no hay que
que desprenderse de este peón con el fin sorprenderse si "humillado" el rival... alega
de pasa r a un final de torres. enfermedad y suspende la fu nción. Algo
parecido sucede en la siguiente posición:
Ahora m ueven las neg ras. En previsión de
un posible final de torres, Bagírov hizo la
j ugada 1 ... gS!, que paral iza la estructura
de peones negros en el flanco de rey y ex­
cl uye cualqu ier contraj uego en esa zona
del ta blero.

2 ©t1 h6 3 ©el ga

Las negras i mpiden que el rey enemigo se


acerq ue al flanco de dama. Este objetivo
podía logra rse tal vez con mayor efecto
con la jugada 3 ... gb3!
La torre negra agradece, pero no acepta, el
4 .ie4 papel pasivo q ue se le impone (1 ... ga7), y
prefiere la acción activa: 1 ... gb2! 2 .!%xa5
En respuesta a 4 gd 1 las blancas tuvieron ga2. Ahora la torre negra ha adquirido
q ue contar con la posibilidad 4 ... .!%a2 5 gran elasticidad, y con ello puede asegu­
gd3 .tc4, sin embargo este era el mal me­ rar las tablas; probablemente, la j ugada 1
nor. ... ga 7 llevaba a la derrota».

En nuestro ejemplo la sal ida de la torre


bla nca al espacio operativo no salva la

1 54
El pensamiento esquemático

partida, principal mente debido a la posi­


ción activa de los peones en el flanco de
rey. Volv a mos a la continuación de la par­
tida.

POS/OÓN37
Mijaíl Shereshevsky - Valentin
Arbakov
Gomel 1 983

10 a4 gb2 11 ©el gb4 12 ga2 ©g7 1 3 ©d2


hS 14 ©e2 e6 1 S @a fS 16 ©g2 ©f6 1 7 hl
ge4 1 8 gal gc4 19 ga2 ©e7

Una v ez fortalecida la posición en el flanco


de rey, las negras env ían a su rey a con­
quista r el peón blanco a4.

20 gal ©d6 21 h4

Pav lenko comprende que la partida está


perdida, e intenta confundir a su adversa­
rio.
La posición de las blancas parece prefe­
21 ... gxh4 22 gxh4 ©cs ri ble. Su estructura de peones es mejor y
tienen una mayor concentración de piezas
Por supuesto, no 22 ... füh4? 23 f4. en el centro. Si bien es cierto que las ne­
gras están gestando el contraj uego �c8-
21 f3 es 24 ©gl ©b4 25 gd1 gel 26 ©f2 füs b8-b3. Por eso las bla ncas tomar la deci­
27 f4 exf4 28 exf4 ©xa4 sión de entrar en un final de torres.

Véase el diagrama siguiente 1 fS i.f7 2 tll ds i.xdS

Las neg ras han ganado el peón del flanco Prácticamente obligado, debido a las
de dama, y no han permitido contraj uego amenazas 3 CfJe7 y 3 CfJxf6.
en la otra parte del tablero. Todav ía siguió:
29 ©el ©bs lO gds a4 ll ©d4 ©b4 l2 l gxdS gbs 4 gd4 gb3 S gc:c4 gxc4 6 gxc4
gbs+ gbs 33 füs a3 l4 gc4+ ©b3 Las blan­ gxa3
cas abandonaron.
La serie de j ugadas forzadas ha finalizado.
Valoré esta posición con mucho optimis-

1 55
El pensamiento esquemático

mo. Las blancas tienen cuatro peones mo­ f6 a 1 '1!9 22 E:xa 1 gxa 1 23 f7
nolíticos ligados contra los cuatro peones
dispersos de las neg ras.

7 @f2 hS! 8 gd4!

23 ... E:a2+! 24 @f1 E:a8 2S g6 \t>f3 26 @e 1


\t>e3 27 \t> d 1 \t>d3 28 \t>c1 \t>c3 29 \t>bl
E:b8+ 30 \t>c1 E:a8, y se repite el mecanis­
mo de tablas.
8 ... h4!!

Las negras entregan uno de sus peones y


POS/OÓN 38
están preparadas para sacrificar un segun­
do peón. Lo principal es separar los peo­ Gennadi Timoshenko - Mijaíl
nes blancos del flanco de rey y a postar por Shereshevsky
su peón pasado «a». Tiflis 1 980

Reconozco que yo había calculado la j u­


gada 8 ... E:a6, y entonces las blancas ga­
nan media nte 9 \t>g3 \t>g7 1 O \t> h4 \t> h6 1 1
gd3! (con la amenaza 1 2 gg3) 1 1 ... E:a4 1 2
füd6 füe4+ 1 3 g4 hxg4 1 4 gxf6+ \t>g7 1 S
gg6+ y 1 6 hxg4.

9 gxd6 �g7 10 gd7+ �h6!

Por supuesto, no 1 O ... \t>g8 por 1 1 gd4


seguido de 1 2 es, y las bla ncas conserv an
todas las posibilidades de v ictoria.
La situación de las negras parece peligro­
11 g17 sa. El peón blanco ya ha alcanzado d7, el
rey negro se encuentra en una posición
En esta posición se a plazó la partida, y más v ulnera ble que el blanco, y las negras
los contendientes fi rmaron las tablas sin tienen q ue tener en cuenta el ataque de
continuar. La v a riante princi pa l del análi­ las torres blancas por la col umna «d». Solo
sis es la siguiente: 1 1 ... \t>gs 1 2 E:g7+ @f4 se puede aliv iar la situación mediante un
1 3 gg4+ @es 1 4 gxh4 as 1 S gh6 a4 1 6 g4 cambio de damas.
ga l (tam bién es posi ble 1 6 ... gb3) 1 7 gS
a3 1 8 füf6 a2 1 9 E:e6+ \t>f4 20 E:a6 g h 1 21 1 ... Wc3!
El pensamiento esquemático

Para hacer esta j ugada las neg ras tuv ieron peones del adversario, la mayoría · de las
que calcular las consecuencias del paso veces deberá escogerse la seg u nda deci­
no solo a un final de torres, sino también sión.
a uno de peones.
El lector puede objetar q ue con la elimi na­
2'9xc3 ción del peón a4 las neg ras obtienen un
par de peones pasados y ligados. La v a­
Las blancas no tienen elección. A la retira­ riante 7 ... 8'.a2 8 �h7+ '4?d6 9 füa7 fü2 no
da de la dama seg ui ría el jaque con torre parece peligrosa para ellas. Sin embargo
desde la casi lla gS. después de 7 ... 8'.a2 8 fühS füa4 9 '4?g4
surge un final agudo, en el q ue los dos
2 ... gxc3 3 gd6 fü7 4 gxg6 fü:d7 S gxd7+ bandos av anzan sus peones pasados en
gxd7 6 gh6 flancos opuestos.

Después de 6 �g7+ '4?e6 7 füd7 '4?xd7 el En estos finales rige el siguiente princi pio:
final de peones tiene un carácter ta blíf e­ el rey debe marchar con sus peones, y la to­
ro. Para las neg ras es suficiente situar el rre luchar contra los peones enemigos. Las
peón a 7 en a6 y mover el rey entre las ca­ piezas blancas actúan de acuerdo con este
sillas d6 y e6 El rey blanco situado en d4 esquema, y las negras todo lo contrario.
no dispone de casil las pa ra penetrar, y la Inv ito al lector a que verifique por sí mis­
captura del peón f4 sería imposible debi­ mo que sería m ucho más dif íci l obtener
do al av ance del peón pasado negro en el las ta blas en este agudo final, que en la
flanco de dama. continuación que tuvo lugar en la partida.

6 . gd2+ 7 ©h3
. . 7 ... gn 8 gxhS gxfl+ 9 ©g4 gal 10 gh7+
©e6 1 1 gxa7

Las blancas han ganado un peón, sin em­


bargo las negras pueden obtener tablas
sin especial dificultad debido al red ucido
y disperso nú mero de peones que quedan
sobre el tablero.

11 .•• f3 12 ©g3 ©es 13 ge7+ ©d4 14 ©f2

Amenazaban 1 4 ... '4?e3.

14 ... ga2+ 1S ©xf3 gxh2 1 6 gd7+ ©cS!


Las negras tienen que elegir: ¿atacan al
peón a4, o al peón f 3 ? Por reg la general, en Es errónea 1 6 ... @es? 1 7 �dS+ '4?e6 1 8
e stas posiciones se puede hacer la jugada �bS, y las blancas ganan.
a partir de consideraciones generales y sin
necesidad de u n cálculo de v a riantes de- 17 eS
tallado. En los fi nales de torres los peones
dispersos no representan un gran peligro, Véase el diagrama siguiente
mientras que los ligados son m uy f uertes.
Por eso, si existe la posibilidad de eliminar 1 7 ... gh4!
un peón separado o romper el «grupo» de

1 57
El pensamiento esquemático
tades. Aunque en el final torre y caba llo,
por lo g eneral, son más débiles que torre
y alfil, después de 3 . . ixd4! 4 :8.xd4 lüe6
.

s ge4 ges las blancas no tenía n m uchas


razones para contar con la victoria. Ulf An­
dersson prefiere mantener las mismas pie­
zas que el adversario, y cambiarlas por su
eq uivalente. Pronto salen los caballos del
tablero, y después los alfiles; sin embargo,
en el final de torres las dificultades de las
neg ras solo au mentan.

El procedimiento estándar. Separar al rey 4 Ad2 ttles s bl h6 6 hl :aes


del peón.
H u biera sido un gravísimo error 6 ... gda
1 S e6 :ah6 19 e7 :ae6 20 ®f4 ®c6 21 :aa7 por 7 gxd8+ ixdB 8 f4 seg uido de 9 lt:Jc6.
®d6 Tablas.
7 ®e2 ttlc6 S ttlxc6 :axc6 9 :ad7 a6 10 ®d3

Debido a la torre activa y a l rey centraliza­


POSICIÓN 39
do, las bla ncas ya tienen ventaja.
Jan Timman - Ulf Andersson
Wijk aan Zee 1 981 10 ®f8 1 1 a4 ®es 12 :ab7 :ad6+ 13 ®e2
.•.

Ad4 14 Ae3! :ae6 1 5 b4 Axe3 16 fxe3

Sobre el tablero existe igua ldad de mate­


rial y una estructura de peones simétrica. La partida ha entrado en un final de torres,
Las blancas tienen una ventaja posicional que es difícil valorar u n ívocamente como
m ínima debido a la u bicación más activa ganado por las blancas o de tablas. Aun­
de sus piezas, sin emba rgo las negras tie­ que si compa ra mos esta posición con la
nen todas las posi bilidades para igualar el inicial, entonces es evidente que las blan­
juego. cas han mejorado sus posibilidades de vic­
toria, y es dudoso que pudieran aspira r a
1 ®fl Af6 2 :axes :axes 3 ttld4 ttlg6?! más, mientras que las negras han empeo­
rado considerablemente su posición.
Una im precisión, Tras la cual las negras
empiezan a experimentar ciertas dificul- 16 •.• h5 1 7 ®d3 h4

1 58
El pensamiento esquemático

En caso de 1 7 ... E:g6 segui ría 1 8 E:a7.

1s ga1 bs

Uno de los momentos más difíciles para el


bando defensor en los finales de torres es
tomar la decisión sobre qué táctica de lu­
cha debe seguir, cuando el adversario for­
talece su posición. Por reg la general exis­
ten dos posibilidades: entregar un peón
y activar la torre, o bien conti nuar con la
táctica de espera. No existe una receta
mágica. En unos casos la única decisión g4 28 a6) 28 iia6! h3 29 bS g4 30 b6 g3 3 1
correcta es la primera, y en otros la seg un­ b 7 E'.b3 3 2 füh3, y l a s blancas ganan. Aun­
da. Mucho depende de las características que a pri mera vista el final parece ag udo,
propias del j ugador, porque no siem pre es un ajedrecista experimentado enseg uida
posi ble prever hasta el final todas las con­ advierte que las com plicaciones deben
secuencias de la decisión tomada. Anders­ terminar en favor de las blancas, y las va­
son prefiere ma ntener el eq uili brio mate­ riantes concretas lo confi rman. Puede for­
rial y es derrotado. m u larse la siguiente reg la para los finales
de torres con peones pasados avanzando
Es posi ble que si las blancas hu biesen es­ en flancos disti ntos: la torre debe luchar
cogido la conti nuación 1 8 ... as 1 9 bxaS contra los peones adversarios, mientras que
bxas 20 füas E:g6 21 E:hs füg2 22 füh4 el rey debe apoyar el avance de sus propios
también perdieran el final sin peón, y en­ peones pasados. En la mayoría de los casos
tonces los comentaristas habrían conde­ esta regla es correcta.
nado la j ugada 1 8 ... as y recomendado la
continuación 1 8 ... bS. El final se amolda al
carácter del j ugador, y es extraordi naria­
mente difícil dar un diagnóstico preciso. Tras reforzar al máximo su posición, las
blancas emprenden acciones activas. A su
19 as gc6 20 ©d4! vez, las negras obtienen contrajuego, sin
embargo casi nu nca se consigue ganar
Es posi ble que el gran maestro sueco sub­ un final de torres con material eq uilibrado
estimara esta maniobra del rey. Resulta «sin perder sangre», sin dar contrachances
que a 20 ... E:c4+ sigue 21 iids füb4 22 al oponente.
@d6! f6 23 füa6, y las blancas tienen gran­
des posibilidades de victoria. 24 ... gxe4 2S ©b6 gxb4 26 ©xa6 gb2 27
©b6 gxg2 28 a6 ga2 29 a7
20 .•. ©ta 21 ©ds gg6 22 e4!
Véase el diagrama siguiente
Véase el diagrama siguiente
Las blancas han salido victoriosas de la ar­
22 ... ©es dorosa l ucha. Esto lo ha facilitado en gran
medida el «pernicioso» peón bS.
En caso de 22 ... gxg2 es posi ble la siguien­
te variante: 23 füa6 E:g3 24 E:a8+ iie7 2S 29 ... gS 30 ©es ts 31 gbs+ ©f7 32 as�
@es E:xh3 26 iixbs gS 27 gh8 E:a3 (27 ... gxa8 33 gxa8 g4 34 ©d4 gxh3 3S ghs Las

1 59
El pensamiento esquemático

neg ras abandonaron. las neg ras tienen todo en regla: su rey
apoya al peón pasado c4, y la torre l uchará
con los peones enemigos. Las blancas, sin
embargo, tienen a su rey lejos de la arena
POSIC/ÓN40 de las acciones m i litares, y la ventaja ma­
Efim Geller - Vasily Smyslov terial solo las permite no perder la partida.
Palma de Mallorca 1 970
Contin uemos la variante de Geller: S2 h4
gb3 S3 hS c3 S4 h6 c2 SS .E:cs (es mala 55
h7? c 1 fi S6 hSfi fif4+) SS ... gc3 S6 .E:xc3
@xc3 S7 h7 c1 fi SS hSfi fif4+ S9 @h3
fifS+ 60 @g3 fif4+ con tablas.

En caso de 46 .E:xes .E:as 47 @g3 @d6 48


ge3 ga2! (indicada por Geller) las negras
disponen de contrajuego suficiente para
alcanzar las tablas.

En la variante 46 gb6 gas 47 .E:xbs .E:a3


4S .E:cs .E:xc3 49 gc6 gb3 so gxc4 @d6 5 1
Mueven las blancas. Tienen un peón de gc6+ @xdS S 2 gg6 .E:xb4 S3 gxg7 h S S4
ventaja, y es posible tanto captu rar el ggs h4 la pa rtida también debe terminar
peón es, como ataca r con la jugada 1 en paz.
gg6 el peón g7, o con la jugada 1 gb6 el
peón bS. Sin embargo, las neg ras tienen Una cosa está clara. En los finales de torres
contrajuego. Su torre, desplazándose por agudos la ventaja de materia l no j uega
la columna «a», tendrá la oportunidad de un papel pri ncipa l. ¡Las bla ncas necesitan
atacar al peón c3. En el momento en que cam biar la tendencia desfavorable y co­
la torre blanca a bandone la sexta fila, des­ nectar su rey con el peón dS! Por eso, 46
de la casilla d6 el rey negro atacará al peón ©g3!
dS, y la torre al peón c3, y entonces pod rán
permitirse perder peones en el flanco de Las blancas están dispuestas a despren­
rey y obtener contrajuego suficiente para derse de la ventaja de material con tal de
salvarse. En la variante indicada por Geller obtener la distribución de fuerzas correc­
46 gg6 gas 47 .E:xg7+ @d6 4S gg6+ @xdS ta.
49 .E:xh6 ga3 SO gb6 .E:xc3 S 1 .E:xbS+ @d4

1 60
El pensamiento esquemático

r:Jlc7 63 B:c6+ r:Jld7 64 d6 c2 65 �c7+ r:Jle6


66 @xbS @xd6 67 B:c8.

63 ge6+ ©d7 64 ge3! a 6S ge3 gh2 66 h4!


gxh4 67 gxa gxg4 68 gh2! gg6 69 ©xbS
©d6 70 ghs ©e7

También era desesperado 70 ... B:gS 7 1


füh6+ @xdS 7 2 r:Jlb6.

71 ©es gf6 72 gh1 ©b7 73 bs gg6 74 ghs


©e7 1s gfs gg1 76 b6+ ©b7 11 g11+ ©b8
78 d6 gel + 79 ©ds Las negras abandona­
ron.
La irrupción del rey bla nco en el centro
ha ca mbiado por completo los papeles.
Ahora el rey negro está presionado contra
EJERC/C/0 5
las cuerdas (octava fi la), y su adversario se
lanza al ataque j u nto con el peón dS. La Boris Gelfand - Vladímir Malájov
torre blanca com bina las acciones de ata­ Dagomys 2005
que con la vig ilancia del peón enemigo
c4. Solo han tra nscurrido cuatro j ugadas, y
la posición se ha convertido de confusa a
claramente ganada por las blancas.

Conti nuemos el desarrol lo del final: 49 ...


ga so gxg7+ ©d6 s1 gg6+ ©d7 s2 gg7+
©d6 S3 gg6+ ©d7 S4 ©xeS ge2+ SS ©d4
gxf2 S6 gg7+ ©d6 S7 gg6+ ©d7 S8 g4
gd2+ S9 ©es ge2+ 60 ©d4 gd2+ 61 ©es
e3 62 gd6+!

Mueven las blancas. Indique el plan de


acción y Ja jugada concreta.

La ventaja blanca es evidente. Las negras


están situadas en la últi ma línea de de­
fensa. Es necesario que el rey blanco en­
tre en f7, ya q ue la base de la cadena de
los peones centrales negros la constituye
el peón e6. La ventaja más i mportante
de las blancas es el hecho de que en casi
cualquier situación el cambio del caballo
por el alfil conduce a u n final de peones
62 ... ©e7 ganado por ellas. Solo queda enco ntrar la
manera de poner a las negras en posición
Las negras tampoco ten ían m uchas po­ de zugzwang.
sibilidades de salvación después de 62 ...

1 61
El pensamiento esquemático

SOLUCIÓN: Para resolver esa cuestión es


necesario hacerse la pregu nta: «¿En qué
u bicación del caballo blanco el alfil ne­
g ro no tiene movimientos? La respuesta
es obvia, el caba\\o debe ir a h 5 . A\ mismo
tiempo debe impedi rse el contrajuego
asociado con la maniobra del alfil negro
.ih8-f6-h4-f2. Boris Gelfand descubre una
solución elegante y forzada:

45 tl:if7! Af6 46 tl:igS! Ah8 (es desesperado


46 ... .txg5 47 fxg5) 47 tl:i h7! ©es
presencia de los alfiles sobre el tablero no
Valía la pena ensayar la última posibilidad, deja a las negras ninguna esperanza de
47 ... @d6. Entonces las blancas tend rían salvación, porque en caso de intercambio
q ue responder, como en la partida, 48 de torres su posición estaría completa­
ltJf6!, para evitar las compl icaciones in­ mente perdida. Por el contrario, el fi nal de
necesarias 48 @f7?! e5! 49 fxe5+ .txe5 50 torres concede a las negras posibilidades
dxe5+ @xe5. de salvación.

Una decisión eq uivocada en la solución


del problema del cambio. Sim plemente
debieron abrir una «ventanil la» para el rey
con la j ugada 1 h3, y en caso de 1 ... :B:d5 es
desagradable 2 �b4.

1 ••• J.e4!

Ahora el juego pasa a un final de torres, y


las esperanzas de las negras de obtener un
resultado positivo se incrementan.

Las negras a bandonaron. Después de 50 ... 2 ©t1 Axc2 3 gxa


@f7 5 1 @h7 .if6 52 ltJxf6 @xf6 53 @g8 las
bla ncas ganan.

POS/C/ÓN 4 1
B . Maryasin - Peter Korzubov
Minsk 1 982

Véase el diagrama siguiente

Las bla ncas tienen un peón de ventaja y


excelentes posibilidades de victoria. La Pregunta n.0 1: ¿Qué juegan las negras?

1 62
El pensa miento esquemático

de las blancas en tre las jugadas 4 E!'.a2 y 4


g c3, y por qué?
RESPUESTA: 3 ••• �a8!

Cua ndo Sieg bert Ta rrasch, tras reci b i r las


críticas por s u fa moso aforismo "en los fi­ RESPUESTA: 4 fü3!
nales de torres la torre debe situa rse detrás
del peón pasado, del propio o del contra­ N o es renta ble pa ra las bla ncas situar su
rio': a ñ a d ió i rón ica mente "si esto es favora­ torre detrás del peón pasado. Después de
ble"; por s u puesto tenía en mente las ex­ 4 g a2?! g a4! 5 ® e2 c±i f8 6 ® d 3 c±i e 7 7 c±i c3
cepciones concretas a la reg la. El presente c±i d7 8 c±i b3, con la jugada 8 ... g e4 las ne­
final de torres ta l vez se pueda incl u i r en la g ras recu pera n el peón, a la vez q ue s u rey
categoría de excepciones. Porque el peón consigue bloq uear el peón pasado.
blanco «a» casi no ha avanzado, mientras
que las neg ras m a ntienen l a torre en u n a 4 ••• f6!
posición más activa, y conservan al mismo
tiempo la posi bil idad de u n ata q ue fronta l. Las negras se dan prisa en org a n iza r el
contrajuego.
No obsta nte, en caso de 3 ... g d l + 4 ® e2
'.g a l las blancas, a pa rte del j u eg o está ndar S exf6
5 E!'. c8+ ® h 7 6 g as, y el peón es restringe
la posición del adversario en el flanco de En caso de 5 f4? fxeS 6 fxeS ® f7 las neg ras
rey, disponen de la posibil idad i g u a l de disponen de s uficientes contracha nces en
pel igrosa para las neg ra s de saltar con la el flanco de rey.
torre bla nca a la tercera fi l a . Después de
5 E!'. c3!? las blancas i ntenta rá n situar sus S ••• gxf6 6 ci>e2
peones del flanco de rey d e tal ma nera
que el o bjetivo potencial de ataque de las Las bla ncas solo tienen u n plan: acerca r su
negras, l a base de la cadena de peones, rey a l peón pasado.
también se encuentre en la tercera fi l a y
sea defendida por la torre. Por ejem plo, 6 ..• es 7 ci>d2 <i>f7 8 ci>c2 ci>g6?!
pod ría ser el triá n g u l o de peones f4, g3,
h4. En ese momento el rey bla nco pa rti rá Las negras i n iciaron correctamente la eje­
en ayuda de su peón pasado «a». Con la ju­ cución de su contraj u eg o, y ahora debía n
gada de la partida Peter Korzu bov i m pide j u g a r 8 ... fS ! La jugada del rey es menos
la primera posi bilidad de j uego activo del flexible, ya que en ocasiones e l rey negro
adversa rio, a u n q u e necesitó eva l u a r las pod ría d i rigirse al centro desde la casi l l a
consecuencias de l a j ugada 4 g a2. f6, y la col u m na « g » pod ría s e r úti l para l a
torre negra para el ataq ue a l peón g 2 .
Debe a ña d i rse q u e sería u n error ataca r al
peón enemigo con la j ugada 3 ... E!: dS?! por 9 ci>b2!?
4 E!'. e2 g d l + 5 g e l g d3 6 g a l !? (ta m bién es
posi ble 6 g e3) 6 ... g dS 7 a4! (7 f4? gS!) 7 ... Una jugada astuta. En caso de 9 ® b3 las
f üeS 8 aS!, y las blancas ava nza n el peón neg ras se vería n obligadas a j ugar 9 ...
hasta a 7, con todas las posi b i lidades de g b8+, y después de 1 O c±i a2 g d8 1 1 g c2
victori a . fS 1 2 a4 e4, por lo visto, m a ntenía n u n
contraj uego suficiente para las tablas.
Pregunta n . 0 2 : ¿Cuál debe ser J a elección Ahora se l a s deja eleg i r, y como suele su-

1 63
El pensamiento esquemático

ceder en estos casos, comenten un error.

9 . . f5?
.

Deja la partida al borde de la derrota. Era


correcta 9 ... gbs+ 1 O iia2 E:d8, q ue trans­
pone a la posición mencionada anterior­
mente.

10 fü4!

Aquí la torre ocupa una posición exce­ Pregunta n. 0 3: Encuentre el movimiento


lente, mientras q ue los peones blancos para las blancas que prácticamente gana la
del flanco de rey se encuentran en una partida, y explique por qué.
posición ideal en términos de evitar el
contrajuego de las negras en esa parte del
tablero.
RESPUESTA: Para responder a la pregun­
10 ... e4 ta planteada, es necesario recu rri r al pen­
samiento preventivo. Para ello debemos
Apenas es más fuerte 1 O ... f4 1 1 a4 iifs 1 2 entender qué van a hacer las negras en su
f3 E:g8 1 3 E:c2 e4 1 4 fxe4+ iixe4 1 S iia3 próximo movimiento. Un análisis lógico
ga8 1 6 ga2. sim ple sugiere que el único j uego activo
del q ue disponen las negras es j ugar 1 6
11 a4 ©g5 ... fü8 y 1 7 ... iif3. Tras esta reflexión ya es
fácil encontrar la jugada 1 6 E: bS!, para a
Aqu í se hace notar el defecto de la j ugada 1 6 ... fü8 ganar la partida mediante 1 7 a6
8 ... iig6. Si el rey estuviera en f6, las negras iif3 1 8 a7, mientras que en caso de 1 6 ...
dispond rían de la posibilidad 1 1 ... @es . E:h8 1 7 a6 gxh3+ 1 8 ii b4 E:h8 1 9 a7 gas
Por ejemplo: 1 2 E:cs+ iid4 1 3 E:xfS E:xa4 20 gas iig4 las blancas ganan fácilmente
1 4 fü6 hS 1 S füs E:a8 con contrajuego. con ayuda de la maniobra del rey 2 1 @es
f4 22 iid4 iif3 23 ga3+
12 ©b3 hS 1 3 füs h4 1 4 a5
En la partida se j ugó 16 ©b4?, lo que per­
Las blancas no obstaculizan la jugada 1 4 mitió que las negras escapara n milagrosa­
... h3, ya q ue después d e 1 4 h 3 iif4 las ne­ mente.
g ras obtenían contrajuego mediante 1 S ...
ggs. 16 ... gf8 1 7 fü3

14 ... h3 1 5 gxh3 ©f4! A 1 7 a6 es posible la siguiente contin ua­


ción: 1 7 ... @f3 1 8 a7 f4 1 9 füs gas 20 fü7
No alcanzaba su objetivo 1 S ... ghs 1 6 gc3 iixf2 21 gxf4+ @g 1 ! 22 fü7 e3 23 iic3 E:e8
f4 por 1 7 iic2!, y las blancas deben ganar. 24 gel füe7 2S a8Wf e2, y las neg ras obtie­
nen las tablas.
Véase el diagrama siguiente
Véase el diagrama siguiente

26 Wfg8+ iixh2 27 Wfb8+ ii h 1 .

1 64
El pensamiento esquemático

POSICIÓN 42
Vasily Smyslov, 1 938

17 ••• ©es l S a6 f4 19 a7 gas!

Era erróneo 1 9 ... e3? 20 fxe3 f3 por 21 �c4!


f2 22 fü4 a'.a8 23 füf2 füa7 24 fü3.

20 fü7
No vale 1 a'.xgS? con idea de 1 ... a 1 W!? 2
Las blancas no conseg uían nada con 20 �g 1 + por los jaques i ntermedios 1 ... �b2+
ga3 por 20 ... e3 21 fxe3 f3 22 a'.a1 We4 23 2 Wc4 a'.c2+, y solo después 3 ... a l fi.
�bs f2 24 W b6 a'.h8, con tablas.
1 ... ©b2 2 f4!
20 ••• e3 21 fxe3 fxe3 22 ©cS
Las blancas deben despejar la seg unda fila
No cam biaba nada 22 Wc3 We4 23 Wc2 para los ataques de flanco de su torre.
�f3 24 fü7+ We4 25 Wd 1 a'.g8, y la torre
negra a lcanza la casilla a2 a través de una
de las col umnas abiertas.

22 ... e2 23 ©b6 ges!

Precisión hasta el fi nal.

24 fül <i>f4 25 h4 ©e3 26 ©b7 ge7+ 27


mb6 ge6+ 28 ©bS ges Ta blas.

Quisiera añadir que el método de defensa


de las neg ras repite la idea de un estudio
de Vasily Vasilievich Smyslov, compuesto
en el año 1 938.

Las negras están listas para romper la


defensa del adversario con la jugada 1 O
... We2, pero sigue 10 gal ! ©c3 1 1 gm, y
sobre el tablero tenemos una posición de
tablas.

1 65
Capítulo 7
No apresurarse

La capacidad para utilizar este principio POS/C/ÓN 43


requiere q ue el ajedrecista posea una gran
Richard Réti - Piotr Romanovsky
experiencia en el desarrollo de los finales.
Moscú 1 925
¿Cuántos fi na les ga nados no han alcan­
zado la victoria simplemente porque el
bando más fuerte busca ba ganar lo más
rápido posible y pasó por alto j ugadas
sencil las de refuerzo antes de em prender
las acciones decisivas? Siguiendo el prin­
ci pio de «no a presurarse», se puede luchar
por la victoria en posiciones con u na ven­
taja peq ueña aunque estable. Solo de esta
manera es posible provocar debil idades
en el campo enemigo, enmascarar tu plan
de juego, embota r la vigilancia del adver­
sario. No obstante, no se debe abusar de
este princi pio. Es necesario estar prepara­
do para en el momento adecuado pasa r a En esta posición los alfiles de distinto co­
una acción activa decidida, de lo contrario lor dan ventaja a las bla ncas. Los peones
el adversario eliminará las debi lidades de negros es y es crea n una barrera impene­
su cam po, q ue a menudo son temporales. trable para su propio alfil, mientras que las
La capacidad para senti r y no dejar esca­ blancas tienen un plan claro para desa­
par este momento crítico no se adqu iere rrollar la iniciativa: llevan la torre a c4, y el
fácil mente. Veremos en los ejem plos que rey a f3 segu ido de e2-e3, .ie4-dS. La torre
incluso los ajedrecistas m uy fuertes se negra debe defender el peón es, mientras
eq uivocan llegados a este pu nto. que las blancas pueden trasladar su torre
al flanco de rey y continuar con la ruptura
Las leyes que rigen el pri ncipio «no apre­ de peones h2-h4, g3-g4, g4-gS. Las negras
su rarse» son, ante todo, de carácter psi­ no están en cond iciones de impedi r este
cológico. La ejecución de este princi pio plan.
puede ser pa rticularmente recomendable
en el momento en que el adversario se ve 1 gc4 ©f8 2 ©f3 fü8 3 e3 .ic3
privado de contrajuego activo.
Véase el diagrama siguiente

Es necesario detenerse en esta posición.


Conocemos el plan de las blancas: .ie4-dS,
:Ek4-h4, Wf3-e4, �h4-hs, h2-h4, g3-g4, g4-

1 66
No apresurarse

gS etc. Muchos ajedrecistas j ugarían así 12 .ie6!


ensegu ida, y es posi ble que tuvieran éxito.
Sin embargo la técnica del final dicta otra La respuesta ganadora.
jugada .
12 ... fxe6 1 3 fxg6 gd8 14 gxa7 ©gs
4a4!
«El alfil llega tarde exactamente por un
¡No te precipites! Las blancas aprovechan tiempo: 1 4 ... ie1 1 S as ih4 1 6 a6 if6 1 7
la oportunidad para mejor la posición de g7 �g8 1 8 �b7 ixg7 1 9 a7, y ahora debido
su peón a2. ¿Vale la pena distraerse por a la amenaza �b8 las neg ras se ven obliga­
esto? Sin ninguna duda. Si después esta das a j ugar 1 9 ... �a8, y las bla ncas, con la
«trivialidad» fuera necesaria para ganar, captura del alfil, ganan fácilmente» (Réti ).
sería un castigo justo por no seguir el prin­
cipio «no apresurarse». Si en a4 el peón 15 g7 ©h6 16 as ©h7 1 7 a6 gd6 18 h4 .ie1
está ligera mente mejor que en a2, enton­ 19 hS .ih4 20 h6 Las negras abandonaron.
ces debe situarse allí, y después conti nuar
la realización del plan.

POSICIÓN 44
4 ... ©e7 s .tds gc7 6 gh4 h6 7 ©e4 ©f6 8
ghs gd7! 9 g4 Salo Flohr - Ígor Bondarevsky
Moscú 1 939
Es evidente que las blancas no advirtieron
el contraj uego ocu lto de las negras. Se po­
día preparar el ataque mediante idS-c4,
h2-h3, g3-g4, sin conceder al adversario
ninguna contrachance. Sin embargo na­
die es inmune a este tipo de descuidos.
En las com plicaciones combinativas que
surgen va a j ugar u n papel i mportante la
posición del peón blanco en a4.

9 ... g6!? 10 gxh6 ©gs 1 1 gh7 ©xg4

Amenaza mate.
Las blancas están mejor. Su caballo es es
Véase el diagrama siguiente clara mente superior al alfil negro, y su es-

1 67
No apresurarse

tructura de peones centrales es más móvi l. Proba blemente, este es el error decisi­
La movilidad de la masa de peones negros vo. Las negras debían j ugar 3 ... b6 4 E:c1
del flanco de dama está muy limitada, y el .tes, q ue conservaba la posibilidad de
peón pasado h7 no es muy peligroso. Las contraj uego. Después de la j ugada 3 ... .ifs
blancas trazaron el siguiente plan: las blancas fuerzan a7-a6, y la estructura
de peones de las neg ras se queda conge­
1 . Provocar el avance a7-a6 y de esta ma­ lada.
nera aseg urarse contraj uego en el flanco
de dama, gracias al puesto que consigue 4 E:c1 a6
el caballo en cs.
Forzado, debido a la a menaza aS-a6.
2. Traslado del caballo a es, sin permitir su
cam bio por el alfil, para lo que es necesa­ 5 E:h1
rio el avance e3-e4.
La torre ha cu mplido su trabajo en el flan­
3. Mejorar la posición del rey, invadir con co de dama y toma de n uevo el control so­
la torre el espacio enemigo, atacar a los bre el peón pasado de las neg ras. Después
peones débiles h7 y b7, y después conse­ la torre bla nca se traslada a h4, donde
g u i r el intercambio de las torres y pasar a apoyará el avance e3-e4.
un final de piezas menores ganado.

Es interesante ver con q ué precisión y arte


realiza este plan Flohr.

1 a5

Con la a menaza aS-a6.

1 ... E:c7 2 E:h6+!

Precisamente con este tipo de jugadas


se demuestra estar en posesión de una
elevada técnica en el final. Para realizar
el avance aS-a6 las bla ncas necesitan te­
ner la torre en c 1 . Por eso se podía jugar 2 6 E:h2!
.E:h 1 , sin embargo resulta que tras el jaq ue
cualquier jugada de las neg ras em peora ¡No hay prisa! Las negras están privadas
ligeramente su posición. Tal vez este <<li­ de contrajuego, m ientras que las blancas
gero» em peoramiento no decida nada, sin tienen un plan claro para ganar. La última
embargo Flohr aprovecha la más m ínima jugada de la torre de nuevo invita a las
posibilidad para mejorar la posición. negras a que em peoren la posición de sus
piezas. En estos casos el adversario se ve
2 ... J.g6 afectado psicológica mente por la ausen­
cia de amenazas específicas. Podemos su­
Ahora la columna «g» está obstruida para poner que con la j ugada 6 E:h2! las blancas
la torre neg ra. ganan un tiempo valioso para la reflexión.

3 E:h1 J.ts? 6 ••• E:c7 7 E:h6+ J,g6 s E:h4 J.ts

1 68
No apresurarse

En caso de 8 ... @gs segui ría el jaque en


POS/OÓN 45
g4.
Anthony Saidy - Robert Fischer
9 e4 dxe4 1 O fxe4 .ig6 1 1 gf4+ ©e6 1 2 ©e3 USA 1 964

Las blancas centra liza n el rey, ya que el


traslado del caballo a es lo tienen aseg u­
rado.

12 gg7 1 3 �d3 ci>d6 14 �es ge7 1s gfs


..•

©e7

Se a menazaba la j ugada 1 6 E:b8.

Si no estuvieran en el tablero los peones


d4 y dS, entonces las posibilidades de las
blancas no hubieran sido peores. Sin em­
bargo, los peones mutuamente aislados
crean una barrera infranqueable para el
alfil blanco, sin limitar la movi lidad del ca­
ballo negro. Por eso las blancas se enfren­
tan a una l ucha difícil por las tablas.

16eS ges 1 ci>fl �fa 2 ci>e2 �e6 3 ci>d3

Las neg ras ofrecen el intercambio de to­ ¿Qué plan de juego deben elegir las ne­
rres porque la presión de las blancas se gras? Ante todo, es necesario activar el
acrecienta con cada j ugada. Sin embargo rey. Pa rece q ue debería dirigirse al centro,
el final de piezas menores lo tienen perdi­ a d6. Sin embargo, el g ra n maestro a meri­
do. Tras la pérdida del peón h 7 esto será cano tiene intención de j ugar en el flanco
bastante obvio. de rey, con la intención de crear allí objeti­
vos de ataque. Por eso lleva el rey a fS por
17 gxe8 .ixe8 18 <i>f4 b6 19 �a4! bxaS 20 el camino más corto, la casilla h7.
bxaS .if7 21 �es .ie4 22 @gs .ie2 23 ©h6
©da 24 ©xh7 ©e7 2S ci>g6 i.fl 3 .•• hS!

Las blancas eligen tal vez no el camino Para conseguir la formación requerida,
más corto, a unque sí el más fiable para lle­ Fischer no realiza ni una sola j ugada de
var su rey a cs. más. Es conveniente no a presurarse cuan­
do debe enmascararse al enemigo el plan
26 ci>ts .ih3+ 27 ©t4 i.g2 28 ©e3 .ifl 29 concebido.
ci>d2 ©f7 30 ©c3 ©g6 31 ©b4 ci>ts Las ne­
gras abandonaron. 4 .ie3

Las blancas mantienen una táctica de es-

1 69
No apresurarse

pera. Quizás era mejor activar el alfil me­ 1 5 ©e2 f4 16 .tf2 lll g 7 1 7 h3 lll f5 1 8 ©d3
diante a3-a4, b2-b3 y ic 1 -a3 con el rey g4!?
situado en e3.
Inesperadamente las negras real izan una
ru ptura, aunque era posible llevar el caba­
llo a e6, y el rey a fS .

19 hxg4 hxg4 20 fxg4 lll h6

Las negras han a lcanzado la ubicación


planeada y ralentizan d rásticamente el
juego. En el li bro Mis 60 mejores partidas,
Robert Fischer, en el comentario de una El momento crítico. Ahora se req uiere de
de sus partidas con Tig ran Petrosian, escri­ las blancas un enfoq ue concreto para re­
be: «A Petrosian le g usta jugar "al gato y el solver los problemas a los que se enfren­
ratón': a la espera de q ue sus adversarios tan. Debieron activar inmediatamente el
se eq uivoq uen en ausencia de amenazas alfil mediante 2 1 ih4 lt:Jxg4 22 id8, con
directas. ¡Lo más sorprendente es que en idea de a4-a5. Es cierto que las blancas
efecto se equivocan!» pierden un peón después de 22 ... lt:Je3;
sin embargo, la conti nuación 23 g3 lt:Jc4
U na descripción m uy figu rativa del princi­ 24 gf lt:Jxb2+ 25 @c2 lt:Jxa4 26 @b3 bS 27
pio de «no apresurarse». El curso posterior @b4 a6 28 @as lt:J c3 29 ie7 las daba fun­
de la partida demuestra que Fischer asi­ damentos para contar con las tablas. En
miló bien la lección aprendida. Y a unque cambio, por inercia las blancas continúan
A. Saidy no comete un error claro, para no la táctica de espera, y m uy pronto se en­
crear debilidades en su ca mpo también cuentran en una situación desesperada.
em pieza a jugar «al gato y el ratón». Sin
em bargo en el momento crítico, cuando 21 .iel ? lll xg4 22 .id2 ©f5 23 .iel ltlf6 24
necesitan mostrar actividad inmediata­ .ih4 lll e4 25 .iel
mente, las blancas no están psicológica­
mente prepa radas para ello. Ahora ya es tarde para 25 id8, porque
después de 25 ... @g4 el rey blanco debe
8 ... lll dB 9 .id2 ©g6 10 ©e3 lll e6 1 1 ©d3 acudir en defensa del peón g2, y ya no se
©t5 12 .ie3 f6 13 <tt> e2 ©g6 14 ©d3 f5 puede ni habla r de actividad en el flanco
de dama.
Observe cómo el peón negro «f» avanza
lentamente, como si lo hiciera de mala 25 ... ©g4 26 ©e2 lll g 3+ 27 ©d3
gana.
El final de peones es clara mente deses-

1 70
No apresurarse

perado, y después de 27 @f2 el rey negro 1 ... .ig4+?!


se apodera de la casi lla e4 mediante 27 ...
@fs 28 @f3 ltJ e4 seg uido de ltJgs+. Si aho­ No debieron permitir voluntariamen­
ra 29 ih4, entonces 29 ... ltJd2+ 30 @e2 te q ue el rey blanco accediera al centro.
tlic4 31 b3 ttJas 32 b4 ltJc6, y las bla ncas Merecía atención 1 ... ies, que apunta al
pierden un peón. peón g3 y a la casilla f4.

21 ... tll ts 2 ©f4 .ic3 3 .idS .id2+ 4 ©e4 .ic3 S ga7+


©f8 6 fü7 .ifS+ 7 ©f4 .id4
Resulta que las bla ncas no tienen una de­
fensa satisfactoria contra la amenaza ltJ h4. Con idea de a 8 @gs dar jaque continuo
mediante 8 ... ie3+ y 9 ... id4+
28 .if2 tll h4 29 as
8 .ifl .ig7 9 gb7
Un intento de activación tardío.
Hay que tener en cuenta que no daba
29 ... tll xg2 30 ©c3 ©f3 31 .igl ©e2 32 .ih2 nada a las blancas 9 ixhS ih6+ 1 O @es
f3 33 .igl tll el ig7+ Sin embargo, como se mantiene la
amenaza imaginaria de captura en hS, las
No hay defensa contra la amenaza ltJfS. negras desean deshacerse de ella lo antes
Las blancas a ba ndonaron. posible.

9 ••• .ih6+?
P05/0ÓN 46
No había necesidad de dejar pasar al rey
Rafael Vaganian - Mijaíl blanco. Si las negras hubieran adivinado
Shereshevsky el plan del adversario, posi blemente ha­
Minsk 1 972 brían conseg uido las tablas. Sin embargo,
el problema radica precisamente en que
las negras no sabían cómo pod ían perder
esta posición.

10 ©es .ig7+ 1 1 ©d6 .id4 12 .ids .if2 13


gbl .id4 14 gb8+ ©g7 1 S gb7+ ©h8

En caso de 1 5 ... @h6 es desagrada ble 1 6


igB g S 1 7 :gbs, mientras que l a j ugada 1 5
... @fa no era del agrado de las negras de­
bido a 1 6 fü7+ ®es 1 7 ie6, y el rey negro
se encuentra en una posición peligrosa.

Las blancas tienen ca lidad de ventaja. Si Véase el diagrama siguiente


se ca mbian los alfi les de casillas blancas,
surge una posición teórica de tablas. Las
blancas no pueden acercarse al peón g6,
por eso son tablas. Confiadas en hacer ta­ La tarea de las blancas consiste en domi­
blas, las negras hacen una primera jugada nar la casilla f7 para el rey. Sin embargo a
imprecisa. 1 6 ®e7 las negras pueden responder 1 6 ...

1 71
No apresurarse

@g7! 1 7 @ea+ @f6, que conserva las po­ 25 ©e7!


sibil idades de tablas. Por eso las blancas
continúan realizando movimientos ino­ Una vez realizado el tratamiento psicoló­
cuos, para en mascarar su proyecto. gico del adversario, se pueden emprender
las acciones activas.
16 ... i.cl 1 7 gb3 i.d4 1 8 i.f7 ©g7 19 gb7
25 ••. i.c3?
Amenaza jaque descubierto.
Error decisivo. Era imprescindible 25 ...
19 ... ©hs @g7 26 @es+ @f6 seg uido de g6-g5. Las
neg ras ya creían que el j uego pasivo era
Pero no 1 9 ... @ h6 por 20 ig8. suficiente para las tablas, y no quisieron
sacar al rey de su acogedor ri ncón, sin
20 ©ds i.c3 21 gb3 i.a1 22 ©d6 ©g7 23 darle importancia a la diferencia de la po­
gb7 sición del rey blanco entre e7 y f7. Por lo
visto, si las blancas hubieran situado su rey
Otra vez a menaza jaq ue descu bierto. en e7 en la decimosexta j ugada, las negras
ha brían respondido 1 6 ... @g7!, a u nque
23 ... ©hs psicológicamente en este momento era
m ucho más difícil jugar así.
Por supuesto, no 23 ... @h6. Recuerdo q ue
en este momento pensé en broma que no 26 ©f7!
se pueden otorgar las tablas por triple re­
petición de la misma trampa. Con el rey situado en la casi lla f7 el fi nal
después del cam bio de los alfi les de casi­
24 i.c4 i.d4 l las blancas está perdido para las neg ras, y
esto no lo tomaron en cuenta.
Véase el diagrama siguiente
26 ••. i.d4 21 gbs ©h7 2s gb3
Compare esta posición con la posición
después de la deci moqui nta jugada de las Empieza la persecución del alfil negro. Las
negras. Vemos q ue es idéntica, solo q ue el negras debían apresurarse, ya que q ueda­
alfil blanco en lugar de estar situado en la ba poco para las tablas por la regla de las
casilla d5 ocupa la casilla c4, lo que en rea­ 50 j ugadas.
lidad no tiene ninguna importancia.
28 ... i.e4

1 72
No apresurarse

Rechaza la amenaza 29 id3.


P05/C/ÓN 47
A. Donchenko - Mijaíl Shereshevsky
29 ie6
Kaliningrado 1 973
Con la a menaza 30 :gb4.

29 ... ia lO gal ies ll ic4 id4

Para a 32 id3? responder 32 ... ib2! con


tablas;

32 fül ies ll gel id4

En esta posición se a plazó la partida. El


análisis demostró que a pesar del peón
de ventaja las negras no pueden ganar la
pa rtida, a unque para obtener las tablas las
blancas deberían realzar una defensa muy
precisa.

1 ... iel 2 d6
34 ge2! ia4!
Forzado, ya que es mala 2 ixh5 por 2 ...
Jugada única. Era mala 34 ... if5? 35 ie6 @xd5, y en caso de 2 ig2 sigue 2 ... @e3
ib1 36 :ge1 ic2 37 :gc1 y ganan. con el consiguiente avance del peón «f».

2 ... exd6 l ixhS id2

En caso de 35 ... ic2 a las negras no les No daba nada a las negras la directa 3 ...
gustaba la j u·gada 36 id3!? @e3 por 4 if7 f4 5 h5 f3 6 h6 f2 7 @g2.

36 ids ia 17 ie4! ibl+ lB @es ia4+ 19 4 if7 dS S hS @e4 6 ig6


<bds ibl 40 gb7 ie6

Con la tram pa: 41 :gb6?! if7 42 @e7 id4,


y después de 43 ... @g7 el j uego comienza
de nuevo.

41 @e7! Las negras a ba ndonaron. No hay


defensa contra 42 �b6.

1 73
No apresurarse

6 ... .te3 embargo las blancas no advirtieron que


las negras pasaban al juego activo.
En caso de 6 ... d4 las blancas mantenían la
defensa mediante 7 iig2 d3 8 iif2 ie3+ 9 19 .tes? ,tgs
@e1 @es (9 ... @f4 1 0 h6) 1 0 if7 @f6 (1 0 ...
f4 1 1 h6) 1 1 ic4 d2+ 1 2 <±id 1 @gs 1 3 id3
f4 1 4 .ie2 @ h4 1 5 h6 @g3 1 6 h7 .id4 1 7
Kxd2 f3 1 8 ixf3 iixf3 1 9 <±id3 con tablas.
Por eso las negras no fuerzan los aconte­
cimientos, e inician maniobras con el alfil
con el fi n de em pezar las acciones decisi­
vas en una situación lo más favorable po­
sible (en correspondencia con el principio
«no a presurarse»).

7 @g2 d4 s ®t1 .tgs 9 ®e2 .te3 10 ®d1


®eS 11 ®e2 ®e4 12 ®e1 .tg5 1 3 ®e2 .th6
14 ®f2 20 .tf7?

Una jugada que indica q ue las blancas es­ Esta jugada pierde. Por lo visto, las blancas
tán seg uras de hacer tablas. calcularon 20 ... <±ig4 21 ie6, y tienen todo
en orden. Proba blemente, la mejor posibi­
14 ... d3 lidad para salvarse era la j ugada 20 id7. Si
20 ig6, entonces 20 ... ih4+! 2 1 iif1 @gs
Dado que el rey blanco ocupa una posi­ 22 ie8 d2 23 iie2 ie 1 , y con el avance del
ción pel igrosa, las negras se activan. peón «f» las negras captura n el peón hS,
tras desviar al alfil de su defensa. Así mis­
15 ®e1 ®e5 16 ®f2(?) mo hay que advertir que ya era tarde para
20 iie1 por 20 ... iie3.
El rey se aleja del peón d3.
20 ... .th4+!
16 ... ®f6
Esto es lo q ue no vieron las blancas. El res-
Para las negras es pri mordial no asustar al to es senci l lo.
adversario.
21 ®t1 ®e3 22 h6 ®d2 23 .tb3 ®c1 24 h7
1 7 .tes .tf6 25 ®f2 d2 26 ®e2 f4 Las blancas aban-
donaron.
Era más fuerte 1 7 <±ie1 . Las blancas no ad­
vierten las intenciones de las negras.

17 ... ®e5 18 .tg6 ®f4

Ha l legado el momento crítico del final. Si


las blancas hubieran j ugado 1 9 iie1 , toda­
vía podían obtener las tablas, ya que a 1 9
... iig4 20 iid 1 d2 2 1 ie8 ie3 disponen
de la maniobra 22 id7! @gs 23 h6! Sin

1 74
No apresurarse

ción q ue destruya los frági les reductos de­


EJERC/00 6
fensivos del adversario.
Vladímir Kramnik - Anish Giri
Doha 201 4 32 !e4!

Para empezar, las blancas qu ieren arreba­


tar a su adversario la ventaja de la pareja
de alfi les con la j ugada 33 id3, y al mismo
tiempo persiguen un objetivo más ocul­
to. Las blancas mueven el alfi l a e4 para
después trasladar el caballo de es a d4, y
avanzar el peón e2 a e3. ¡Un plan excelen­
te!

32 ... f6

Mueven las blancas. Tienen un peón de Giri se defiende de la primera amenaza de


ventaja, y para su materialización, ante su oponente, pero no puede evitar la se­
todo, deben resolver el problema del gu nda.
cambio. ¿Es aceptable el final de torres
después de 30 e3, o es mejor evitarlo 33 �f3! gds 34 e3
mediante 30 ig2?
Cinco j ugadas han sido suficientes para
que Kramnik cambiara la posición de m uy
buena a absol utamente ganada, sin con­
SOLUCIÓN: ceder a su ingenioso oponente ninguna
posibi l idad. ¡Una obra maestra!
30!g2!
34 ... eS 35 fxeS fxeS
Comenta Kra m nik: «Una j ugada fuerte.
Aqu í tuve mis dudas. Lo más simple era
30 e3, y estuve a pu nto de j ugar así, sin
embargo después pensé que las negras
podían tener alguna posibil idad después
de 30 e3 ixf1 31 ®xf1 ixeS 32 fxeS E:c8
33 E:c4 �aa8. Creo que aunque lentamen­
te, las blancas deben ganar. Puedo l levar
el rey al centro, y siempre dispongo de la
maniobra E:d2-d6, a unque esto es un fi nal
de torres, que siempre son tablas, como
me dijeron en mi infancia. Sin embargo
sobre este particular tengo mis dudas».
La posición de las bla ncas está comple­
30 ... ga7 31 c6!e7 tamente ganada, y siguen el principio de
«no apresurarse». Vladím i r Borisovich des­
Las negras se defienden contra el ataque cribió sus acciones posteriores de forma
de la torre en cs. Las blancas deben hacer m uy figurada y con autoironía en 64 n.0
un último esfuerzo y encontrar una posi- 1 /201 S:

1 75
No apresurarse

«36 gc1 de rey están situados en casi l las del color


Otra jugada de ju bi lado. No a menazo del alfil contrario, y representan un objeti­
nada, pero me gustan estos movimientos. vo para las piezas bla ncas. Además, cada
Lo a prendí de Karpov, que era un maestro pieza bla nca es más fuerte q ue la homó­
de este tipo de j uego profiláctico tan len­ nima de su adversario. La posición de las
to. En una posición ga nada, cuando las po­ negras es poco agradable, aunque defen­
sibilidades de tu oponente son pequeñas, dible. Sobre el tablero hay igualdad ma­
simplemente haces movimientos úti les y terial, y es conocida la tendencia a tablas
le das la posibilidad de equivocarse. de las posiciones con alfi les de distinto
36 ... a4 color. Para ganar esta posición las bla ncas
Desesperación. En caso de 36 ... i.b4 yo necesitarán la ayuda del adversario, y por
podía ganar de una manera forzada: 37 c7 lo tanto no pod rán hacerlo si no siguen el
E:c8 38 E:ac2 (amenaza i.fS) 38 ... i.d6 39 pri ncipio de «no apresurarse».
tügs g6 40 i.ds+ 'it>g7 41 i.c6, y debido al
doble en e6 las neg ras no pueden captu­ 53 f4
rar el peón c7. El juego ha concluido.
37 bxa4 Es evidente que en el flanco de rey lo me­
Anish se rindió a causa de 37 ... E:xa4 38 jor es situar los peones en casi l las de color
füa4 ixa4 39 el El:c8 40 i.fS». negro y construir el triángulo de peones
es, f4, g3, h4, para fijar la cadena de peo­
nes del adversa rio en casillas del color del
alfil blanco. Por eso no tenía m ucho senti­
POS/C/ÓN48
do retrasar el avance del peón «f» y con­
Magnus Carlsen - Sergey Kariakin ceder al adversario la posibi l idad, incluso
Wijk aan Zee 201 3 aunque no fuera demasiado afortunada,
de red ucir el número de peones con la ju­
gada g6-gS .

53 ... �d6 54 ges

Empieza el juego sigu iendo el principio


de «no a presurarse». Es posible q ue ya en
este momento Magnus Carlsen esbozara
su plan de acción y empezara a ocu ltarlo
a su oponente. Da la impresión de q ue su
idea principal es el avance de peón e4-
eS-e6. Si consigue trasladar su alfil a e4
y cambiar peones en e6, entonces tras la
En la posición del diagrama la ventaja po­ captu ra en e6 con la torre blanca estaría
sicional de las blancas es evidente. Tienen en pel igro el peón negro g6. Además, las
una estructura de peones monolítica, con negras deben vigilar constantemente el
perspectivas de ganar espacio en el cen­ paso de la torre blanca a la séptima fila,
tro y en el flanco de rey, y posi bilidades con ataq ue al peón f7.
potenciales de ru ptura. Las negras tienen
dos islotes de peones. Los peones cS y d4, 54 ••. gb7 55 gas
fijados por el peón blanco d3 y el alfil c4,
no tienen movilidad y limita n la actividad De momento la torre negra permanece en
de su alfil. Los peones negros del flanco la sépti ma fila, y el avance e4-eS-e6 no da

1 76
No apresurarse

resultado por la respuesta fl-f5. avance del peón bla nco «e».

55 ... §J.e7 56 ©g2 gbl !

Las negras se defienden activamente. Se repite de nuevo la posición represen­


Era peligroso permanecer pasivas en la tada ·en el anterior diagra ma. Se crea una
séptima fila. Si las blancas consiguen j u­ il usión de segu ridad, y el adversario está lo
gar g3-g4 con el rey situado en h3 o f3, suficientemente agotado. Es difícil defen­
entonces, tras el intercambio de peones der constantemente una posición peor,
en la casi lla g4, la a menaza h4-h5, con la especial mente cuando tienes sentado
destrucción de la defensa del adversario, frente a ti a un gran finalista q ue es el aje­
sería m uy desagradable. drecista más fuerte del m u ndo. ¡El miedo
salta a la vista! Carlsen realiza una ruptura
57 e5 inesperada.

En caso de 51 gal las negras mantienen la 67 g4! hxg4 68 h5!


defensa con la j ugada 51 ... @fs.

Con toda probabilidad, si Carlsen hubie­


ra realizado esta ruptura en la jugada 60,
entonces Ka riakin habría sabido encontra r
una defensa mejor, pero casi 1 O j ugadas
después no pudo conseg uirlo. A mi pare­
No alcanzaba su objetivo 60 e6 fxe6 6 1 cer, q uien describió con mayor colorido
�xe6 por la maniobra 6 1 . . . g b l 6 2 id5 esta situación fue el gran maestro Sergei
�dl 63 ie4 gd6. Shipov en 64 n.0 2/20 1 3.

De momento esto funciona. En caso de 63 No se puede culpar por este error. Pocos
g4 se da jaque desde la casi lla f1 . habrían logrado adivi nar la sa lvación divi­
na 68 ... gxh5 69 f5 h4 10 f6+ @g6 11 :gxf8
@f5! (solo así, porq ue todavía no se sabe
cuál de los peones neg ros avanzará, y si
Las negras no necesitan pensa r; la a me­ será necesario el jaque en b2), y menos en
naza era 64 gal @fs 65 e6 fxe6 (65 ... f5!?) la sexta hora, cansado y hambriento».
66 ie4. la j ugada de la partida impide el

1 77
No apresurarse

69 hxg6 fxg6 70 ge6 ©h6 71 Ad5! Svídler hizo el movimiento útil 27 @g2?
y dejó escapar buena parte de su ventaja.
Es posible q ue Karia kin pasara por alto
este movi miento en sus cálculos, y exami­ El movimiento es útil, a unque inoportuno.
nara solo 7 1 fS @gs, con contrajuego. Las Era necesario incluir el pensa miento pre­
blancas captu ran el peón g6, y después ventivo y responder a la preg unta: ¿Cómo
sigue una materialización precisa. se proponen las negras mejorar la d isposi­
ción de sus piezas? Es difícil proponer algo
71 .•. gh2+ más razonable que f7-f6, g7-g5, ie6-f7 y
if7-g6, en uno u otro o rden. El procedi­
Tampoco ayudaba 71 ... gb1 72 ie4. miento más rad ical para imped i r q ue el
adversario mejore su posición consiste en
72 ©g3 gh3+ 73 ©xg4 gxd3 74 f5 ge3 75 la j ugada 27 lt:J c7!!, y de hecho las negras
gxg6+ ©h7 76 .ig8+ ©h8 77 ©t4 fü3 78 no tienen nada que j ugar. Después las
f6 d3 79 ©e3 c4 80 .ie6 ©h7 81 .if5 ga 82 blancas pueden ocuparse tranquilamente
gg2+ ©h6 83 gxa dxc2 84 .ixc2 ©g5 85 de las debil idades de su adversario en el
©d4 .ia3 86 ©xc4 .ib2 87 ©d5 ©f4 88 f7 flanco de dama .
.i� � ri ©� � ©� ©� � ©a ©� �
e7 Las negras abandonaron. Son muy cu riosos los comentarios del pro­
pio Svíd ler, efectuados en 64 n.0 1 1 /201 4:
«Llevando hasta lo a bsurdo la idea de no
apresu rarse en u n final mejor. En honor
EJERCICIO 7
a la verdad, simplemente no consideré el
Piotr Svídler - Shakhryar movimiento correcto. Creo que si me hu­
Mamedyarov biera venido a la mente, incluso d u rante
Bakú 201 4 un seg undo, lo habría hecho».

En efecto, es difícil que se te ocurra la ju­


gada 27 lt:Jc7!!, a u nque depende en gran
medida de la forma deportiva del jugador
en ese momento.

27 ... f6!

La vida de las negras se ha vuelto más ale­


gre.

28 füd1?!
Mueven las blancas. Indique la jugada y el
esquema de acción para las blancas. Habla Svídler: «Otra j ugada segú n las
consideraciones generales. Era mucho
más fuerte 2S ic7 �es (2S ... füS 29 lt:JxcS
bxcS 30 id6 fü7 3 1 lt:J c7) 29 lt:J d6! ixd6
SOLUCIÓN: La posición de las blancas es (me preocu pa ba 29 ... füc7 30 lt:JxeS gc6,
claramente mejor. Las piezas negras están sin embargo después de 3 1 lt:Jxb4 �es 32
mal coordi nadas, y es muy difícil defender ctJd6 gas 33 ctJd3! ixd6 34 �c6 las blancas
los peones débiles b6, b4 y dS. Partien­ ganan fácilmente) 30 ixd6 gc3 31 lt:Jxb4
do de consideraciones generales, Piotr füe3 32 füe 1 !, y a pesar de los cam bios, la

1 78
No apresurarse

posición de las negras todavía está lejos ll ... ges


de la igua ldad. Sin embargo en este mo­
mento perd í el control del timón». En caso de 33 ... gas lo más sencillo es 34
füaS! bxaS 3S ga l , y las blancas eliminan
28 . JJ.n 29 �xes
.. todos los peones enemigos del flanco de
dama. Ahora cae en desgracia la torre ne­
«Pánico. Me disgustó horri blemente que gra b2.
las neg ras estuvieran preparadas para ju­
gar gas, ig6, y crea r u n contrajuego se­ 14 §J.xb4 �es lS §J.al gxbl 16 lJ.xeS Las ne­
rio. Sin embargo la captura en es no es el gras aba ndonaron.
proced imiento correcto para resolver este
problema. Además ese día no veía la juga­
da correcta: 29 lbc7! de nuevo muy fuer­
PARTIDA 43
te. Después de 29 ... gS (¿Qué otra cosa?
Como a ntes, las negras no tienen j ugadas) Mijaíl Shereshevsky - Vladímir
30 ltJxcS ltJxcS (es favorable a las bla ncas Veremeichik
30 ... bxcS 31 id6) 31 ig3 las negras están Apertura Trompowsky [A45]
mal» (Svídler). Minsk 1 978

29 ... gxeS 1 d4 �f6 2 §J.gs es l �el �as 4 §J.xt6 gxf6 s


el fS 6 �hS cxd4 7 exd4 �b6 8 0-0-0 �h6+ 9
Es mala 29 ... bxcS por 30 lbc7. �xh6 §J.xh6+ 1 0 ci>bl d6

Le llega el turno de eq uivocarse a Ma­


medyarov. Era correcta 30 ... !%dc8, y las
negras · están cerca de igualar el juego.
Ahora las bla ncas de n uevo son dueñas de
la situación.

Como resu ltado de un desarrollo original


de la apertura, hubo u n ca mbio rápido de
damas, y la partida entró en una posición
compleja de tipo de final de juego. Las ne­
gras tienen algo comprometida su estruc­
tura de peones en el fla nco de rey, pero a
cambio poseen la ventaja de la pareja de
alfiles.

Pregunta n. 0 1. ¿Cómo pueden desplegar


La posición de las neg ras está perdida. Sus las blancas sus acciones con actividad?
torres han perdido terreno, y además su
rey corre riesgo de ser atacado.

1 79
No apresurarse

RESPUESTA: 11 g3!

Las blancas deben jugar de manera ra­


zonable y sistemática, si no pueden caer
gradual mente i ncluso en una posición
peor. En primer lugar es necesario lim itar
el alcance de los alfiles negros, y ya des­
pués pensar en jugar contra las debilida­
des existentes en el campo del adversario.
Con ese objetivo el alfil se incorpora por
g2 y se construye la col umna de peones
h2, g3, f4, lo que limita la movilidad del al­
fil de casi l las negras. Ahora no vale 1 1 ... f4 Pregunta n.0 2. ¿De qué forma pueden
por 1 2 ttJdS. materializar las blancas su gran ventaja po­
sicional?
11 .•. �d7?!

Las negras planean oponer al alfil «cata­


lán» g2 su propio alfil en c6. RESPUESTA: Las blancas de nuevo deben
trazar un plan de juego. Las negras tienen
12 �g2 �c6 1 3 dS! débiles los peones hS, fS y e7. No obstante
estas debi lidades están próximas entre sí,
Esta j ugada acentúa la lentitud de ma­ y es fácil defenderlas. Por eso, de acuerdo
niobra del adversario. Las blancas ganan con el principio de las dos debilidades, las
espacio, adelantan en el desa rrollo a su blancas necesitan crear objetivos vulnera­
oponente y fijan el peón e7 en la col umna bles en el otro extremo del tablero. Au n­
semiabierta «e» como debilidad potencial. q ue antes que nada es necesario mejorar
la posición de las piezas y encadenar a las
13 ... �d7 14 f4! �g7 1 S � ge2 h5 16 h4 negras en el flanco de rey. Para ello se cen­
traliza el rey blanco, el caballo se traslada
Tales movimientos deben hacerse a uto­ a e3, y después las torres tienen la posibi­
máticamente. No se puede permitir que el lidad de atacar en el flanco de dama del
peón neg ro siga avanzando. adversario.

16 ... �a6 1 7 ghe1 �c7 1S �d4 ©fS 19 ge3 22 ©c1 ! ©g7 23 ©d2 ©t6 24 ©e1 ges 25
�f6 20 �h3 �xd4?! �f1 �es 26 gd2

Ahora empieza el j uego «en una portería». Prepara el traslado del caballo a e3.
Las neg ras se condenan a una defensa
pasiva. En caso de 20 ... e6 podía seg uir el 26 ... �g7 27 �d1 gheS 2S ga3 a6?!
sacrificio de pieza 2 1 dxe6 fxe6 22 ttJxfS!?
.ixc3 23 E:xd6, a unque, por supuesto, no Era mejor abstenerse de este debilita­
era necesario. Al menos en esta conti nua­ miento y jugar 28 ... f&a8.
ción las negras obtenían posibilidades de
contrajuego y una lucha táctica.

En caso de 29 ... bS es desagradable 30 a4.

1 80
No apresurarse

3o gb6 Tras haber deli neado este plan mental­


mente, las blancas, temerosas del posi­
Primer objetivo a lcanzado. Se ha fijado el ble zeitnot, decidieron actuar sig uiendo
peón b7. el principio de «no apresura rse» y repetir
una vez más la posición, para después de
30 ... gds 31 .ie2 ©g6 32 �e3 �es 33 gd4 la jugada 40 a plazar la partida y obtener la
tlJf6 34 .id3 ggs 35 @e2 gas?! 36 gdb4 ga7 victoria después del anál isis casero.

¡Lástima! Este plan no está predestina­


do a realizarse. No hay que abusar del
principio de ceno apresurarse», que debe
usarse solo en los casos en los que el ad­
versario está completamente privado de
contrajuego, y estás seguro de ello.

37 ... .ibS!

Desagradable sorpresa táctica. Debido a


la clavada del alfi l d3 el peón fS es invio­
lable. En caso de 38 .ixbS axbS 39 a3 �es
Las negras están completamente atadas las piezas negras recu peran la libertad. Las
y solo hay que observar cómo las bla ncas blancas no quisieron j ugar 38 c4 porq ue
fortalecen su posición. esa casilla estaba destinada a la torre. En el
zeitnot decidí sacrificar la calidad:
Pregunta n. 0 3. ¿Qué deben hacer las blan­
cas para romper la resistencia de su indefen­ 3S gxbS axbS 39 �xfS ga4 40 b4 gxa2, y
so rival? tuve que ganar la partida por seg unda vez
en una aguda lucha.

El análisis de agudas complicaciones tác­


RESPUESTA: Las blancas disponen de un ticas en el final no es la idea principal de
plan claro para materializar la ventaja. la obra Endgame Strategy, y ofrezco este
ejemplo principal mente para mostrar la
1) fijar la debilidad del peón b7 mediante idea de que no debe abusarse del princi­
a2-a4-a5; pio de «no apresurarse». Por eso el resto
de la pa rtida, que seg uramente está lleno
2) cambiar la ú nica pieza activa de las ne­ de inexactitudes y errores mutuos, solo lo
gras, la torre c7, con la j ugada �c4; acompaño con comentarios breves. Si lo
desea, con la ayuda del ordenador el lec­
3) tras situar el alfil en d3 y el caballo en e3, tor puede encontrar él mismo todos los
encadenar las piezas negras al peón fS, y «lapsus» en el j uego de los contendientes.
trasladar el rey a d4;
41 ©f3 gc3 42 �xe7+ ©g7 43 �fs+ ©fs 44
4) realiza r la ruptura c2-c4-c5, tras lo cual ©e2
la posición de las negras comenzará a de­
rrumbarse. Las bla ncas de ningún modo pueden ce­
der el peón c2, porque él y el alfil d3 son el
soporte de toda la posición.
No apresurarse

44 ... :Se8?!

Las negras escogen de nuevo la táctica


pasiva, q uizás porque no adivinaron el
proyecto de las blancas. A si mple vista la
situación de las negras no es tan mala. Una
torre se dirige a d8 para la defensa, la otra
ataca al peón g3 después de q ue el caballo
alcance g7 a través de e8 pa ra desplazar o
i ntercambiar el caballo blanco f5. Sin em­
bargo, era más lóg i co y desagradable para
las blancas el contraataque 44 ... E:c7 45
@d2 E:a 1 46 .ixb5 :gg 1 , con j uego ag udo. La jugada tranquila planificada por el
g ran ca mpeón 1 1 ©d4? es un error táctico.
45 ©d2 :Sd8 46 i.xbS :Sal 47 ©e3 :Sel Como ind icó Mark Dvoretsky, las negras
obtenían una posibi l idad afortunada para
Era más razonable la in mediata 47 ... E:g 1 . salva r la partida mediante 1 1 ... .ibS! 1 2
� c3 (1 2 :ge3+ @d6, planeando 1 3 ... cS+)
48 i.d3 ttl gs 49 ©e4! 1 2 ... .ixd3 1 3 �xa4 .if1 . Según Dvoretsky,
la conti nuación correcta para las blancas
El rey blanco se incorpora al ataque, aplas­ era la activa 1 1 g4, o la más a rriesgada
tando la defensa de las negras. 1 1 fS+!? rtfe7 (1 1 ... gxfS 1 2 �f4+ rtle7 1 3
�dS+) 1 2 �c3!
49 ... ftle7 so ©bs fll xfs 51 .lxfs ©e7 52
©b6 ©f6 53 ©e7! No hay cielo sin n u bes. Nadie está a salvo
de un descuido táctico. Sin embargo, con
Era errónea 53 .id3 por 53 ... :gel. el exa minen del siguiente ejemplo pode­
mos a preciar de qué forma tan suti l si ntió
53 ••• :Sgs S4i.d3 :Se7+ ss ©xd6 :Ses 56 :Se4! el tercer campeón del m undo el ritmo del
juego y, cuando fue necesario, cómo supo
Obstaculiza 56 ... E:cc7. actuar de manera extraordina riamente ac­
tiva y precisa. Recomiendo reprod ucir este
56 ... :Sd8+ 57 ©es :Se7+ 58 ©b6 :Sed7 59 final tapando las j ugadas de Capablanca
:Se7!? con un marcador, pa ra com para r en cada
ocasión nuestra versión con los movi­
Lo más sencillo. mientos del genial cubano.

59 ... :SxdS 60 ©xb7 :Sxd3


P05/0ÓN49
Desesperación.
Emanuel Lasker - José Raúl
6 1 cxd3 füd3 62 b5 füg3 63 b6 E: b3 64 Capablanca
E:c5 :gb4 65 @c7 Las negras abandonaron. La Habana 1 92 1

Es momento de regresar a la posición Véase e l diagrama siguiente


que refleja el diagra ma de la partida
Capablanca - Ragozi n, procedente del ar­ La estructura de peones negros es una
tículo de Sergei Belavenets (página 1 1 9). masa monolítica, mientras que las bla ncas

1 82
No apresurarse

blanco estaría apartado del j uego durante


mucho tiem po. Si las negras no hu bieran
hecho la j ugada anterior con la torre a b6,
entonces las blancas dispondrían de la
fuerte respuesta 3 !%b2 con contrajuego.

3 g4 hxg3 4 fxg3

Era muy mala 4 ll:Jxg3?? E!:a 1 + 5 @g2 ll:Jd6,


y las bla ncas ya tienen cuatro peones dé­
biles.

tienen dos pu ntos débi les, en b3 y d4. Sin 4 ... ga2 5 �el fü2!
embargo, la distancia entre estas dos de­
bilidades es mínima, por lo que no es fácil Con la amenaza 6 ... ll:Jxd4.
para el bando fuente sacar provecho de
ellas. 6 �d1 �e7!

Sin emba rgo, a parte de las debilidades El caba llo negro se traslada a c6 para ata­
estáticas es m uy i mportante la posición ca r las debilidades del adversario. La po­
de las piezas. Todas las piezas blancas son sición de las blancas empeora con cada
muy pasivas, y el rey está situado muy le­ jugada.
jos del escenario principal de la batal la,
los peones b3 y d4. Si imaginamos que en 7 �e3
esta posición los reyes estuvieran respec­
tivamente en d3 y d6, entonces la partida Es mala 7 b4 por la maniobra El:c2-c 1 -b1 .
terminaría en tablas. Por eso las negras de­
ben mantener todo el tiempo la iniciativa, 7 ... fü1 +!
atacar las debilidades de las blancas, y tra­
tar de evitar que el rey blanco las proteja. A la natural 7 ... El:b2 podría seguir tanto
8 ll:J d 1 , con una continuación análoga a
En otras palabras, las negras deben actuar la que sucede en la partida, como 8 El:c3!?
muy concretamente, es deci r, «a toda pri­ E!:d2 9 ll:Jc2 ll:Jfs 1 o b4 ll:Jxd4 1 1 ll:Jxd4 füd4
sa». 1 2 El:b3, con posibilidades de tablas. No
tiene sentido para las neg ras brindar al ad­
versario posibilidades adicionales.

El objetivo de esta j ugada es empeorar la 8 ©f2 �c6 9 �d1 gb1 ! 10 ©e2?


posición de la torre contraria.
Un descuido. Las blancas perdían inevi­
tablemente el peón b3, sin embargo de­
bían haber procurado perder el peón con
Obligado. En caso de 2 �fü2 o 2 ll:Jc1 sigue el cambio de torres, ya que en el final de
2 ... !%b4 con la captu ra del peón. caballos las negras tendrían ciertas dificul­
tades técnicas con la materialización de la
2 ••• ga6! ventaja, en vista del limitado número de
peones. Era correcta 1 O @e1 !, defendien­
Crea una a menaza n ueva, 3 ... �fa 1 +, y el rey do el caballo (1 O @e3? ll:J b4), y en caso de

1 83
No apresurarse

1 O ... tlJa5 sigue 1 1 @d2 füb3 1 2 �xb3 con 22 ge3 ©g6 23 gd3 f6 24 ge3 ©f7 2S gd3
posibilidades de salvación. ©e7 26 ge3 ©d6 27 gd3 gf2+ 28 ©·el gg2
29 ©fl ga2 30 ge3 es 31 gd3 exd4 32 gxd4
10 •.. gxb3! 11 ©e3 gb4
Es mala 32 lt:Je2 �d2 33 füd4 lt:J g3+!

32 ... ©es 33 gd1 d4 34 fü1 + ©ds Las blan­


cas abandonaron, ya q ue a 35 �d 1 sigue
35 ... tlJg3+ 36 @e1 �g2.

Las negras han ganado un peón. Ahora


el ritmo de j uego ca mbia bruscamente,
entran en vigor las leyes del pri ncipio «no
apresu rarse». Vea mos cuán tranquilas se
vuelven las acciones de Capablanca.

1 2 lilc3 lll e 7 1 3 lile2

A 1 3 g4 sigue 1 3 ... g5.

n ... lll ts+ 14 ©f2 gs 1s g4

La defensa pasiva no cambia nada.

1S ltld6 16 lilgl lll e4+ 17 ©fl gbl + 1 8


••.

©g2 gb2+ 19 ©fl gf2+!? 20 ©e1 ga2 21


©fl

Forzado. En caso de 21 tlJf3 ganaba 2 1 ...


lt:Jf2, y a 2 1 ll'ie2 sigue 2 1 ... �a 1 +

21 .•. ©g7

En el plan de las negras se incl uye el tras­


lado del rey a d6 segu ido de f7-f6 y e6-e5.
Es cu rioso adverti r que en el transcur­
so de veinte movimientos en este final
Capablanca no hace ni una sola jugada
con el rey. Un fenómeno bastante raro en
sus partidas.

1 84
Capítulo 8
El principio de las dos debilidades

Veamos un ejemplo sencillo. POS/OÓN 50


Mijaíl Shereshevsky - Aleksandr
Beliavsky
L'vov 1 977

En este final de peones elemental las blan­


cas ganan con el sacrificio del peón pasa­
do a4 para pasar el rey al flanco de rey y
eliminar los peones neg ros.
Las bla ncas deben elegir: ganar calidad
La primera debilidad en la posición de las con una lucha aguda y poco clara, o pasar
negras es el peón pasado blanco a4; la se­ a un final con ig ualdad material, a unque
gunda, el flanco de rey. Si realizamos un li­ con evidentes debilidades de las negras
gero cam bio en la posición, añadiendo un (peones b4 y e6).
peón blanco a c4, y uno negro a es, enton­
ces las blancas no ganan, ya que una de­ 20 .id4!?
bilidad -el peón de ventaja a4- no es su­
ficiente para la victoria, pues el flanco de Fuerza el paso al fi nal, donde las negras
rey es inexpugnable. Seg ú n Nimzowitsch, tienen peones débi les en los dos flancos,
en este ejemplo a las blancas les falta el y las piezas menores no consiguen defen­
«eje de maniobra»: la casilla d4 para el rey. derlos. Además las negras están privadas
de contrajuego.
El principio de las dos debi lidades con fre­
cuencia determina la táctica de juego en 20 ... .ixd4 21 �xd4 �xd4 22 exd4 gxfl + 23
el fi nal. Lo veremos en u na serie de ejem­ gxfl b4 24 g4 �g7 25 axb4 axb4 26 �f3
plos.
En el plan de las bla ncas se i ncl uye el tras­
lado del caballo a es, el rey a e3 y solo des­
pués el asedio a las debilidades negras.

1 85
El principio de las dos debilidades

26 ••• �es 27 �es �d6 28 ©f2 ventaja en b2 (primera debilidad de las


negras). Sin embargo el movimiento in­
Permite el cambio de alfiles, a unque esto mediato de este peón para su transforma­
ya no im porta. ción en dama expondría al rey blanco, y le
daría a las negras serias posibilidades de
28 ... i.a6 29 ©e3 i.xd3 30 �xd3 fü8 31 salvación. Por eso Alekhine se dispone a
�xb4 fü3+ 32 ©f4 ©ta 33 gf3 gc7 34 crear una seg unda debilidad en el campo
©e3+ ©e7 35 ©d2 �e4+ 36 ©el de las negras.

Las blancas han ganado un peón y conser­ 1 �d4


van su ventaja posicional.
«Con esta y la siguiente j ugada las blancas
36 ... �e3 37 ge3 ©d7? 38 �a6 Las negras comienzan el plan correcto para ganar,
a bandonaron. que consiste en avanzar los peones del
flanco de rey. El peón pasado «b» debe
En el final precedente las blancas apro­ avanzar solo más tarde, cua ndo con el
vecharon las dos debilidades de peones cambio de damas desaparezca el peligro
negros en flancos opuestos. Sin em bargo de jaque conti nuo» (Alekhine).
la concepción de «debilidad» es bastan­
te más a mplia que la idea de un solita rio 1 ... �e7 2 i.d3! �e7 3 g4 ©f7 4 h4 � b6 5 hS
(aislado) peón, q ue puede ser atacado. La gxh5 6 gxh5
debil idad puede ser una columna abierta
ocupada por una pieza pesada del adver­ Se crea la seg unda debil idad, el peón h7.
sario, un peón pasado enemigo dista nte,
una pieza estancada, un rey cortado, etc. 6 ..• �e6 7 i.e4!
En resu men, la debil idad es, ante todo, un
defecto posicional. Se abstiene del ca mbio de damas, que era
posible después de 7 Wfe4, solo por fijar
el peón débi l h7. Por supuesto, no va lía 7
ixh7 Wfxf3 8 Wfxb6? Wfd 1 + con tablas.
P05/0ÓN 57
Alexander Alekhine - Friedrich 7 �b5 8 h6 �b3 9 i.e2! �b5 10 �d3 �xd3
.••

Samisch 1 1 i.xd3
Baden Baden 1 925
Las blancas consig uen el cam bio de da­
mas en una situación más favorable: el rey
negro está encadenado a la protección del
peón h7, y el caballo no puede hacer fren­
te al peón «b», apoyado por el rey y el alfil.

11 ... �e8 12 i.xh7 Las neg ras a ba ndona­


ron.

Las blancas tienen un peón pasado de

1 86
El principio de las dos debilidades

de las blancas: la debi litación del flanco de


POSIOÓN 52
dama negro.
A. Kovalev - M. Azos
Tahskent 1 978 s ©c4 ©e4 6 tll g s+ ©ts

En caso de 6 ... ®e3 es posible 7 :B:g4 :B:e8 8


WdS E:es+ 9 <it>xd6 E:xgS+ 1 o füf4.

1 ©ds

Ahora se puede entregar el peón h4: la in­


vasión del rey bla nco decide.

7 ... gxh4 8 lll f7 ghs 9 lll xd6+ �xd6 10


©xd6

El resultado de la lucha está decidido, aun­


Las blancas tienen un peón de ventaja que en el final de torres las bla ncas deben
pasado en h4, la pri mera debilidad de las su perar algu nas dificultades técnicas.
negras. Plan de las blancas: crear una de­
bilidad a las negras en el flanco de dama 10 ... ©e4 11 gg7 a6 12 fü7 gh2 13 gb7 c4
(provocar el avance c6-cS o d6-dS), des­ 14 ©cs ©dl 1 5 a4 ghs+ 16 ©b6 gh6+ 17
pués el peón pasado «h» desvía a las fuer­ ©a7 a5
zas negras, en el momento preciso lo en­
tregan, y al mismo tiempo atacan el fla nco Se amenazaba 1 8 as y 1 9 :B:b6.
de dama debilitado de las negras.
18 gb6 gha 19 ©a6 gas+ 20 ©bs ga7 21
1 ©el+ ©g4 2 gg2+! ©ts gb8! Las negras a bandonaron unas j uga­
das después.
También era triste pa ra las negras 2 ...
i>xh4 3 'Df3+! ®h3 (3 ... ®hs 4 :B:gs+ Wh6
s 'bxeS) 4 E:g6 :B:e8 (o 4 ... .ig3 s 'bgs+ y 6
POSICIÓN 53
ctJe4) s 'bxes fües+ 6 Wd3 :B:ds+ 7 Wc2,
y el final de torres lo ganan fácil mente las Pál Benko - Bruno Parma
blancas, porq ue el rey negro está aislado Belgrado 1 964
del cam po de batalla. Por ejemplo: 7 ...
i>h4 8 a4 ®hs 9 :B:g7 as 1 o :B:g2 es 1 1 :B:d2
füd2+ 1 2 Wxd2 c4 (de lo contrario b2-b4)
1 3 We3 Wg6 1 4 Wd4 y ganan.

3 tll f3 �f4+

En caso de 3 ... .if6 es desagradable 4 :B:d2


ges+ S <it>f2 con nu merosas amenazas.

4 ©d3 cS

Se ha cumplido la primera parte del plan

1 87
El principio de las dos debilidades

En esta posición el alfil de las blancas es @es seg uido de f4-fS.


mucho más fuerte que el caballo enemigo,
que no dispone de puntos de apoyo en el
centro. También es activa la posición de las
torres blancas, mientras que las torres ne­
g ras cu mplen solo una función defensiva.

1 i.b3

Crea la a menaza de cambio en es seg uido


de �d7, lo que no valía directamente por
la respuesta ttJeS.

1 ... tilf6 2 ©g2!


9 i.c4!
Las blancas inician la centralización del
rey, sin temor al cambio de torres por la Maniobra típica, q ue se da con frecuencia
columna «e». en estos fi na les. El alfil blanco domina al
caballo negro.
2 ... gxe1
9 ... tile6 10 g4 tll c7 1 1 ©es
Es poco probable que las negras pudieran
evitar este cambio durante mucho tiempo. Las neg ras están en zugzwang. Las poste­
riores concesiones posicionales son inevi­
tables.

Las blancas han calculado con precisión 11 ... f6+ 12 ©e4 ©f8 13 h5!
sus posi bilidades en el final de piezas me­
nores. En oposición a los cánones gene­ En la mayoría de los casos los consejos de
ra lmente aceptados -torre y alfil son más Capa blanca sobre la distribución de los
fuertes que torre y caballo- las blancas peones con la presencia del alfil en el final
acuden al ca mbio de torres, para centrali­ son ciertos; sin embargo, el enfoq ue dog­
zar lo más rápido posible el rey. mático al respecto es inaceptable. En esta
posición es i mportante apoderarse de la
Después de 4 �e l ?! �e7! las negras no de­ casilla es pa ra el rey, el «eje de man iobras»
jaban pasar al rey blanco al centro y tenía n para atacar tanto el flanco de dama, como
todas l a s posibilidades para hacer tablas. el flanco de rey de las neg ras. Ca be seña­
lar que la estereotipada 1 3 gS después de
4 ... tll xe8 5 ©B ©ts 6 ©e4 tll c7 1 3 ... hxgS 1 4 hxgS @e7, con la a menaza
1 S ... fxgS y 1 6 ... ttJe6, proporcionaba a las
Las negras han logrado contener la prime­ negras posibilidades excelentes para una
ra embestida del adversario. Ahora la tarea defensa con éxito.
de las bla ncas es provocar debilidades en
el flanco de rey de las negras. 13 ... g5

7 h4 ©e7 8 f4 h6 Tampoco es mejor 1 3 ... gxhS 1 4 gxhS


seg uido de 1 S @fs, y las negras están en
En caso de 8 ... hS es muy desagradable 9 zugzwang.

1 88
El principio de las dos debilidades

14 fxgS fxgs 1s ©ts ©g7 16 ©es práctica de mi sistema, el excampeón del


mundo Petrosian escri be: Reconozca que
La penetración del rey bla nco en el flanco no sabía que « . dos debi lidades, que en sí
. .

de dama es inevitable. mismas son completamente defendibles,


pueden ser atacadas alternativamente, y
16 .. �e8 1 7 .ie6 �f6
. que el atacante se apoya principal mente
en su superioridad territorial, en el mejor
estado de sus líneas de comunicación. La
partida se pierde porque en un momento
determinado al defensor le resulta imposi­
ble reagrupar sus fuerzas a la misma velo­
cidad que el adversario».

Como último ejemplo ofrezco un estudio


de S. Zhiguis, compuesto el año 1 930.

18 b4!

¡No hay que da rse prisa! Antes de la pene­


tración decisiva del rey es úti l avanzar los
peones del flanco de dama lo más lejos
posible.

18 ... �e8 19 bS!

Las blancas rea l izan una aproximación En la posición de las neg ras hay dos objeti­
concreta a la posición y colocan todos sus vos vul nerables: el peón h7 y la casilla e6, o
peones en casillas del color del alfil. también se puede decir, dos debi lidades.

19 �f6 20 a4 �e8 21 .ifS �f6 22 ©e6


••• 1 ©f3 ©c7 2 ©g4! ©d7
�e8 23 .ie4!
Las negras logran defenderse del ataque
El caballo negro cae de nuevo bajo la do­ del rey blanco al peón h7. En caso de
minación del alfil. 3 c±ihs? sigue 3 ... c±ie6 4 c±ih6 @fs, y las
blancas pierden. Sin embargo, ahora el rey
23 ••• �f6 24 .if3 �g8 2S ©d6 blanco gira y se dirige a la casilla e6.

¡Ahora al flanco de dama! 3 ©fs! ©e8

2S ... ©f6 26 ©c6 ©e7 27 ©b7 ©d6 28 No cambia nada 3 ... c±id8 4 c±ie6 @es 5 d4!
@xa7 ©es 29 ©a6 �f6 30 .ic6! �xg4 31 as
bxaS 32 b6 �es 33 .ie8 Las negras abando­ 4 ©e6 ©f8 s d3! ©es 6 d4 ©ts 7 dS
naron.
Las negras están en zugzwang.
En el prólogo del libro de N imzowitsch La
7 ... ©es 8 g6! hxg6 Ahogado.
1 89
Ca p ít u l o 9
En lugar de una conclusión

Pa ra term i n a r e l estud i o d e la versión re­ ese caso es mejor j u g a r en varios torneos


d ucida del l i bro Endgame Strategy, me seg uidos, que no sean i m porta ntes desde
g u sta ría a ñ a d i r un extracto del li bro Per­ el pu nto de vi sta del resu ltado o btenido o
feccionamiento en ajedrez. de la cla sificación para otra com petición.
En el los el jugador debería i ntenta r poner
N o es fácil seg u i r m i consejo «i ntenta me­ más el acento en el fi n a l q u e en la a pertu­
jora r tu técn ica del fi na l d esde el m ismo ra . Debería procurar l lega r al fi n a l y coger
comienzo d e tus clases d e ajed rez». M i el há bito de juga rlo hasta q u e estén los
práctica de entrenador me ha demostrado dos reyes solos.
q u e el jugador estud ia a l g u nos esquemas
de a pe rt u ra, l uego i nvierte m ucho esfuer­ Pa ra i l u stra r mis palabra s, me es más fácil
zo en el proceso de tra nsición de la a pe r­ ofrecer como ejemplo mis propias parti­
t u ra al medio juego, y ni siqu iera piensa en das.
el final. Sin embargo, no hay q u e forza rlo.
Pasado a l g ú n tiem po, uno o dos años,
sus resultados mejora rán, y mostra rá u n a
PARTIDA 44
b u e n a comprensión de l o s problemas de
la a pert u ra y del med io j uego. Será m u­ Mijaíl Sh ereshevsky - Eduard
cho más d ifícil eva l u a r su progreso en el Zelkind
fi nal, porq ue el n ú mero de partidas cuyo Apertura del Peón de Dama [A48]
resu ltado se decida en el fi n a l seg u i rá sien­ Minsk 1 978
do relativa mente bajo. Al mismo tiem po,
después de estud i a r a los clásicos, su cul­ 1 d4 l2Jf6 2 l2Jf3 g6 3 .if4 .ig7 4 e3 d6 S l2Jc3
t u ra aje d recística se e n riquecerá conside­
rablemente y adq u i ri rá s u propio esti lo de El jugador q u e l l eva las bla ncas siempre
juego. Adq u i ri rá la costu m b re de a prender tiene u n a a m plia elección a la hora de e m­
esq uemas y seg u i r ca m i nos conocidos. Ta l peza r el j uego. La jugada tll c3 por delante
tendencia es comprensible. Sin embarg o, del peón «C>> puede ser fácil mente critica­
con la mejora en la calidad de su juego la da o j u stificada, eso no i m po rta. La idea de
categoría de los riva les tam bién a u men­ esta extra ña j ugada es d i ri g i r el juego a un
tará, y los cami nos tri l lados se volve rá n ca nal desconocido y, más tard e, en el me­
demasiado estrechos. Todos estos proble­ d io juego, l uchar por la i n iciativa .
mas a pa recen a l nivel de m aestro i nterna­
ciona l . En ese momento el j ugador llegará S ..• 0-0 6 .ic4
a un pu nto muerto en a l g u n a s apertu ras,
lo q u e d a rá l u g a r a tablas cortas en posi­ La misma táctica q u e antes. Después de 6
ciones a bsol utamente i g u a ladas, y es muy ... cS las bla ncas se pro ponen j u g a r 7 dxcS
proba ble que su progreso se ra lentice. En dxcS 8 iWxd8 f üd8 9 tll es e6 1 O �e2 y des-

1 90
En lugar de una conclusión

pués 1 1 if3. nes, con cierta iniciativa para el bando


blanco.
6 ..• c6 7 a4 �b6 8 �d2 .ifS
14 ... h6
El peón b2 está envenenado. Si 8 ... '1Wxb2?,
entonces 9 �bl '1Wa3 1 O 0-0 y la dama ne­ Las blancas a menaza ban 1 S tlJgS.
gra queda atrapada. El desarrollo del alfil
negro por fS tiene sus defectos, sin em bar­ 1 S gfcl gfc8 16 a6!
go es aceptable. De momento las bla ncas
no pueden aprovechar alguna desarmo­ Esta jugada es la base de la futura victoria.
nía en la disposición de las negras (el alfil
en fS y el peón en g6). Sin embargo, 8 ... as 16 bxa6 1 7 .ixa6 füb8 1 8 b3 tll f6 19 �as!
•••

parece más seg ura. �b6 20 ga3!?

9 0-0 tll bd7 En el espíritu de las jugadas precedentes


estaba 20 h3. No vi ninguna necesidad de
Como antes, no vale la captura 9 ... '1Wxb2?, ocu pa rme del alfil f4, la única pieza blan­
en este caso por 1 O ib3. ca mal situada. Además, el cambio del al­
fi l por el caballo bueno del adversario es
favorable para las blancas, por eso decidí
provocarlo. Si 20 h3, entonces 20 ... tl:Je4,
con el posible avance de los peones ne­
gros en el flanco de rey.

20 ••• tll hS?!

Zel kind no resiste la tentación, y para ata­


car al alfil sitúa su caballo en el borde del
tablero. Era m ucho más cautelosa 20 ...
tl:Je4.

La a pertura ha finalizado. La posición está 21 .ig3 fS 22 füal gS?!


más o menos igualada.
Esta actividad es absol utamente il usoria.
10 tll h4 Las neg ras creen que toman la iniciativa,
a unque en realidad el movi miento de la
Las blancas intentan hacer al go pa ra in­ pa rtida conduce a un final bastante desa­
terru mpir el cu rso tranquilo de la partida. gradable. Lo más lógico era 22 ... if7, que
También merecía atención 1 O as. previene 23 Wxb6 axb6? 24 Aes, y prepara
e7-eS. Al parecer las blancas tend ría n que
10 ... .ie6 1 1 .ie2 jugar 23 ie2, a lo que podría seguir 23 ...
Wc6 con una posición interesante. Ahora
El cambio en e6 no es m uy favorable para las negras ya están peor.
las blancas. Ahora amenazan 1 2 e4.

11 ••• tll dS 12 tll xdS cxdS 1 3 as �c7 14 tll f3


Las complicaciones después de 24 ... f4 2S
Final mente se rompe la simetría de peo- exf4 g4 26 tlJ h4 ixd4 27 füa7 son favora-

1 91
En lugar de una conclusión

bles a las blancas. cimientos en la partida, Zel kind se pone


cada vez más nervioso. La amenaza de las
2S h3! blancas de avanzar su peón a bS y doblar
torres por la col u m na «a» es desag radable,
sin embargo las negras tenían defensa.
Debieron eleg i r 29 .. �b8 30 bS .id7 con
.

posibilidades de una resistencia tenaz.

2S ... �xg3?

Hasta el momento las negras han logrado


supera r más o menos con éxito todos sus
problemas, sin embargo aquí cometen u n
grave error posicional, yendo a un cam bio
desventajoso. No creo que fuese un error 33 g3!
casual. Durante toda la pa rtida las negras
han tenido que resolver tareas bastante Tras esta fuerte j ugada se hace evidente
atípicas, y los contornos de la Defensa In­ q ue la operación táctica de las negras ha
dia de Rey eran demasiado borrosos como fracasado. Ahora la partida entra en la fase
para confiar en el los. En seg undo lugar, el de explotación del peón de ventaja de las
alfil de casillas neg ras (¡que los indios me blancas.
perdonen!15) es como una deidad para la
mayoría de los seg uidores de la I ndia de 33 ... .ixh3 34 gxds gbs 3S bS .ies 36 ©f2
Rey. Además, se cierne sobre las neg ras la .ib7 37 ghs gf8 38 ge2 .ies 39 fS .ib7 40
a menaza del zeitnot. ©e3 .ie8 41 ©d2 .ib7 42 ge3 .if6 43 gxh6
.ixf3 44 gg6+ ©f7 4S gx13 .ixd4 46 .ie4
26 fg gen! 27 gas! .if6 28 gf1 !
En este final con torres y alfiles de distinto
Esto fue una sorpresa bastante desag rada­ color, las negras sufren menos por la pe­
ble para las negras, porque ahora tanto los queña ventaja material del adversario que
peones fS y dS, como también el peón a7, por la enorme ventaja posicional de las
se vuelven m uy débiles. blancas.

2s ... gfs 29 b4 f4? 46 .•. ghs 47 .idS+ ©ta 48 e4 .ig7 49 ga3!


.id4
A medida que se desarrollan los aconte-
Amenazaban 50 b6.
1 5 Nota del Traductor: Aquí el autor hace un juego
de palabras: el vocablo ruso S/on (que se emplea
para el alfil) significa elefante. Así, sugiere que el
so ©d3 .ib6 S1 ga1 ges S2 ge1 .ida S3 ge4
elefante (alfil) es un animal sagrado para los in­ La torre bla nca se traslada a g4 con u n ata-
dios (de la nación India).

1 92
En lugar de una conclusión

que de mate. Las neg ras a bandonaron. con fuerte presión sobre el flanco de rey
y excelentes posi bilidades de castigar a
su adversario por su actitud indolente en
la a pertura. En lugar de ello inician una
PARTIDA 45
operación táctica que no es obligada, con
Mijaíl Shereshevsky - Aleksandr lo que ta mbién obtienen una buena posi­
Sarbay ción, aunque a cam bio facilita la tarea del
Apertura del Peón de Dama [004] adversario.
Minsk 1 978
9 �xd4?! 10 cxd4 e4 1 1 Ae2 exf3 12 �xfl
•••

1 d4 �f6 2 �fl d5 l el axb5 13 Axb5 �e4 14 Ab2 c5! 1 5 a4

Ya hemos dicho que la lucha por obtener Las blancas detienen la posible '!Wd8-b6.
ventaja en la apertura no entra en los pen­
samientos de las blancas. 15 ••• Ag4! 16 gel cxd4?!

3 ... g6 4 Adl J,g7 5 0-0 0-0 6 el � c6! Sa rbay se equ ivoca y permite que las
blancas se liberen y coordinen la interac­
Las negras desarrollan la apertura con ción de sus piezas al precio de un ligero
energía, y preparan e7-e5 para hacerse deterioro en su estructura de peones del
con la iniciativa. flanco de rey. Era necesario j ugar 1 6 ... '!Wf6
1 7 ie2 c4 (aq u í las neg ras pueden tener
7 b4 mejores movimientos), manteniendo la
presión posicional.
Esta j ugada es m uy arriesgada, ya q ue
después de e7-e5 se a u menta la zona de 17 Axd4 Axd4
influencia del alfil g7. Sin embargo, la posi­
ción después de 7 4J bd2 es 8 4Jxe5 4Jxe5 Las negras no tienen nada tangible des­
9 de 4J g4 1 O 4Jf3 4Jxe5 es claramente des­ pués de 1 7 ... 4Jc3. Esta jugada l levaría a
favorable para las blancas. una posición más o menos equilibrada
después de 1 8 '!Wd3 4Jxb5 1 9 axbS ixf3 20
7 ... a6 8 �bd2 e5! 9 b5 gxf3, pero es obvio que las neg ras querían
conseguir algo más.

1 s �xd4 Axfl 19 gxf3 �g5+ 2o <it>t1 �t6

Era más lógico retirar el caba llo a d6, sin


embargo las negras evitan el cambio de
piezas ligeras, con la esperanza de con­
seguir todavía más ventaja. No me esfor­
cé en absoluto en jugar a tablas en esta
pa rtida, porque pensé que la necesidad
de jugar a la defensiva a menudo es parte
de la realidad objetiva, y es en sí misma un
camino para j ugar a ganar.
Las negras han j ugado m uy bien la aper-
tura, y su posición es mejor. Solo necesitan 21 Ad3
jugar 9 ... axbS 1 O ixbS e4 1 1 4J e 1 4Je7,

1 93
En lugar de una conclusión

Es hora de mostrar algunas cartas de triun­ 31 gb:a4 �xa4 32 .Ac6!


fo. El peón negro b7 es débil, y las blancas
se disponen a atacarlo por la col umna «b». U na jugada fuerte. Me disponía a respon­
Objetivamente la posición todavía está der a 32 ... E:as con 33 :ga 1 , para ganar el
cerca de la igualdad, sin embargo la inicia­ peón «d». No da nada 32 i.xbS debido a
tiva psicológica está ahora del lado de las 32 ... ctJ b6.
blancas. Yo disponía de hora y media para
las veinte jugadas restantes, mientras q ue 32 .•• gds 33 .ixbS �cS 34 ga7 � e6
a mi adversario le quedaban solo veinti­
cinco minutos. En este momento me pregunté: «¿Cuáles
son mis posibilidades de ganar si mi ad­
21 ... �d7 22 gebl VMhs 23 VMg4! versario no j uega bien?» No encontré la
respuesta, sin embargo Sarbay lo hizo por
¡Es hora de pasar al final! m í.

23 ... VMxg4 24 fxg4 �c5 25 .Ab5 3S ©e2 d4?

Toda actividad tiene su límite. Los defec­


tos de la última j ugada son obvios, y esto
m uestra que el espíritu de las negras se
rom pió justo en este momento debido a
la presión del tiempo.

36 e4

Ahora la posición de las bla ncas es a lgo


mejor, aun así, con una defensa correcta
de las negras, la partida debería terminar
en tablas. Si n embargo estaba decidido a
jugar hasta que los reyes se quedaran so­
los.

25 ••• gas 26 gb4 füa8 27 g5


36 ... gbs?
Es útil crear premisas para un juego activo
en el flanco de rey. Otra decisión impulsiva que provoca a las
neg ras problemas serios. Las neg ras ha­
27 ... �e4 28 h4 �c3 29 .Ad7 bS 30 gal gxa4 bían j ugado 35 ... d4, y ahora lo lógico era
conti nuar 36 ... d3+ 37 'ii> d 2 ctJd4. Las blan­
Era más conveniente para las negras cap­ cas pueden elegir entre 38 i.xd3 ltJ c6 39
turar este peón con el cabal lo, sin embar­ E:a3, con un final de torres mejor, a u nque
go su intención de simplificar la posición de tablas, y 38 i.c4!? étJf3+ 39 @d 1 . Aún
en los apuros de tiempo es razonable y era más fuerte 36 ... :ges!, consig uiendo un
comprensible. contraj uego real contra el rey blanco.

1 94
En lugar de una conclusión

Tras el movimiento de la partida las posi­


PARTIDA 46
bilidades de sa lvación de las neg ras son
Mijaíl Shereshevsky - Naum Kagan
ínfi mas.
Defensa Inglesa [A40]
37 .ic4 gb2+ l8 @a fü2 l9 .ixe6! fxe6 40 Minsk 1 978
gd7 gel+ 41 ©g4 gc4 42 fl ga4
1 d4 e6 2 c4 b6 l �c3 .ib7 4 al
Este final de torres es muy incómodo para
las negras. La debilidad de e6 impide a las Aquí se puede dar por terminada la discu­
negras pasar a un final de cuatro peones sión teórica. Las blancas el uden la conti­
blancos contra tres negros en el flanco de nuación principal 4 e4 y prefieren un de­
rey. En cualquier caso, las negras deberían sarrollo tranquilo.
haber a plazado la pa rtida una jugada an­
tes, y buscar la salvación en u n contrajuego 4 ... fS S dS �f6
activo. En lugar de esto mi adversario con­
tinúa el j uego a la defensiva, lo que me
permite mejorar mi posición.

43 hS! gxhS+ 44 ©xhS gb4 4S g6!

Ahora sentí que tenía una posición gana­


da, y ped í un sobre. La j ugada secreta no
deja a mi riva l posi bilidades de salvarse.

4S ... hxg6+ 46 ©xg6 gbs 47 gxd4 es 48 gd7


ges 49 gg7+ ©ta so ©t6 gbs s1 ga7 ges
S2 gas ©g8 Sl gxeS ms+ S4 ©e6 gxfl SS
ggs+! Ahora las blancas podían forzar el cambio
de damas media nte 6 dxe6 dxe6 7 '\Wxd8+
Ahora las negras no pueden jugar 55 ... ci>xd8; sin embargo, las negras desarrollan
c;!{fs por 56 fü5+, y tras la retirada del rey fácil mente sus piezas, mediante 8 ... id6 y
negro a la colu mna «h» las bla ncas ganan 9 ... ci>e7, con buen j uego.
con la ayuda de u n procedimiento conoci­
do, la construcción del «puente». Todavía 6 �fl .ie7 7 dxe6!? dxe6 8 YNxd8+ .ixd8?!
siguió:
Las negras hicieron esta j ugada al insta n­
ss ... ©h7 S6 es gal S7 ©t6 gas ss gg1 te. En su lugar merecía atención 8 ... ci>xd8,
ga2 S9 e6 fü2+ 60 ©e7 ge2 61 ©f7 g12+ con idea de obtener la disposición de pie­
62 ©es ge2 6l e7 ©h6 64 gd1 ga2 6S ©d7 zas antes mencionada, porque la ca rga de
Las neg ras a bandonaron. ca ballería 9 ttJg5 no cond uce a nada.

9 .if4 �c6 10 hl h6?

Las negras pierden tiempo con esta extra­


ña j ugada.

11 el o-o 12 .ie2 ges 13 o-o-o

1 95
En lugar de una conclusión

La posición de las negras es incómoda . Su sas. No obsta nte decidí q ue la posición


problema principal es la falta de coordi­ del diagrama era tan buena q ue no tenía
nación entre las piezas de los dos flancos, sentido sacrificar y conceder al adversario
debido a la mala ubicación del alfil d8 y la posibilidades ad icionales.
debilidad de la casilla central es.
Por supuesto, m ucho depende del tempe­
13 ••• eS?! ramento del jugador y de su sentido esté­
tico, a unque si recordamos la definición
Tras esta j ugada la posición de las negras de Capablanca de que el cam ino más be­
en el centro se vuelve a ú n más vul nerable. llo hacia la victoria es el más corto, enton­
Era mejor pa ra las negras jugar defensiva­ ces 20 bS es preferible a 20 cs. La partida
mente: a6, �es y fiel, para intentar neu­ no se alargó m ucho.
tralizar g rad ual mente la iniciativa del ad­
versario. 20 ... �b8 21 �es 1e7 22 <i>b2 E:cd8 23
�g4!
14 1h2 gS?
Jugada decisiva. Las neg ras no están en
Actividad que pretende asusta r al adver­ cond iciones de defender sus n u merosas
sario. debilidades.

l S b4! f4 16 E:hel E:c8?! 23 ... E:xdl 24 E:xdl �xg4 2S 1xg4 c6 26 13


1f6 27 E:d6 ci>g7 28 bxc6 1xc6 29 1xc6 Las
Esta j ugada ya no tiene sentido. En cual­ negras a bandonaron.
q uier caso la posición de las negras ya era
muy difícil.
En las partidas q ue acabamos de ver las
1 7 exf4 exf4 18 gl fxgl 19 1xg3 as blancas o bien no intentaban obtener ven­
taja en la apertura, o bien hacía n intentos
muy tímidos. Los li bros de teoría a penas
consideran tales aperturas, porque no son
muy lógicas, aunque como ya dije, mi idea
era evitar el debate en la apertura y trasla­
dar el peso de la lucha al medio j uego y al
final. Desde luego, no se puede j ugar así
constantemente, porque es difícil superar
así a un contrinca nte fuerte, sin plantearle
problemas serios en la apertura. Sin em­
ba rgo es bastante a propiado como medi­
da provisional deliberada. Así el ajedre­
cista comienza a comprender el ajed rez
20 bS! mucho mejor. Cuando regrese al enfoque
actual normal, lo hará mucho más cons­
Hice esta j ugada después de mucho pen­ ciente y con nuevas ideas para resolver la
sa r. Vi que 20 cS!? proporcionaba un ata- mayoría de las cuestiones de la a pertura y
que m uy fuerte. Por ejemplo: 20 ... axb4 del medio j uego.
21 axb4 ll'ixb4 22 !ic4+ @fs (22 ... @g7
23 füe8 ll'i xe8 24 �d7+) 23 füe8+ @xe8
24 ttJd4, con muchas a menazas peligro-

1 96
PARTE 1 1 1
Del s i g l o XX a l s i g l o XXI

Fi nal mente, comenza mos la tercera pa rte del l i b ro, en la que trataremos todos los cam­
bios q u e h a n suced ido en el ajed rez y en el entrenamiento en el ú ltimo cua rto de sig lo.
Pri mero hablaremos sobre el estatus actual del ajed recista y del entrenador. Voy a hablar,
en pri mer l u g a r, de Rusia como s ucesora de la Unión Soviética y como país más gra nd e
e n el territorio postsoviético. En m i opinión, este estatus ha cambiado d u rante l o s ú ltimos
2 5 a ñ os. Pri mero, brusca mente y pa ra peor, y después para mejor. Antes, el ajed rez en la
Unión Soviética a nivel profesiona l era u n medio de a utoexpresión y la oportunidad de
esca par de la mediocridad de la vida cotidiana. En el plano material el maestro de ajed rez
esta ba mejor provisto que un méd ico o un ingen iero, y la mayoría de los ha bita ntes del
país solo pod ía n soña r con la posibil idad, q ue esta ba a l alcance del maestro, de viajar a
expensas del estado o tener un horario de tra bajo flexibl e. Cuando debido a la edad la
fuerza práctica del ajed recista d i sm i n u ía, siem pre era posi ble converti rse en entrenador
y obtener u n a rem u neración basta nte decente por s u tra bajo. El n ivel de vida del g ra n
maestro a veces era s u perior a l de la med ia nacional. Recuerdo lo q u e n o s dijo en broma,
al i n g resa r en s u escuela, A. l . Shaga lovich: «Si el ajed rez i nterfiere con el estudio, ¡de­
jad lo!» Después de u n a pausa sign ificativa, agregó: «¡ Dejad los estudios!»

En esta broma había mucho sentido com ú n . ¿Por qué gastar energ ías en la ed ucación,
pa ra ir tira ndo como un triste empleado soviético? ¿No era mejor i nvertir ese tiempo
en alcanza r el éxito con el ajed rez, ya que en aquella época los deportistas obtenía n el
«d iploma» d e estud ios, si lo deseaban, sin m uchos problemas? En la actual idad todo esto
ha ca m biado. Pa ra obtener u na remuneración decente por tu tra bajo, tener la posibilidad
de viajar por el m u ndo, vivir u na vida creativa i nteresa nte, es necesario ser u n buen espe­
cialista en t u campo de actividad. Y esto i mplica, en pri mer l u g a r, tener una buena edu­
cación y conoci mie nto de idiomas e i nformática. Y resu lta que tras el cola pso de la U n ión
Soviética, la vida de los j ugadores del territorio postsoviético y de los pa íses del Este, con
la excepción de la élite, se ha deteriorado nota blemente. Como resu ltado de l a s reformas,
la h i perinflación y las terapias de choq ue, la mayoría de las personas perdieron todos sus
ahorros. En u n a corriente fu riosa de i nformación contradictoria la orientación de la vida
ca mbió, y l a s ideolog ías y los valores morales fueron revisados.

La gente dejó el ajed rez. Em peoró todo: desde las cond iciones de juego, a la calidad de
los hoteles y el pago por tu tra bajo. Anteriormente, cada torneo era como un d ía de fiesta .
Se encontra ban viejos amigos y conocidos, com petían y defendían sus pu ntos de vista
creativos. A los que no les había ido bien el j uego, con frecuencia se i ba n de juerga, se di­
vertía n, y nadie pensaba en el d i nero para vivi r, ya que todos tenía n lo suficiente y ten ía n
más o menos aseg u rado su sala rio.

1 97
Cap ítulo 1 0
Sobre el estatus de los jugadores de ajedrez y los
entrenadores
Como ya mencioné, en los años 200 1 - de Marx-Engels-Leni n-Stal i n todavía era
2002 fu i e ntrenador y seleccionador del original mente u n prod u cto i m portado, y
eq u i po de B u lg a ri a en el Cam peonato de la adaptación a las condiciones loca l es pe­
Eu ro pa y en la O l i m piada. Entonces en el c u l i a res no estuvo exenta de d ificu ltades.
eq u i po juve n i l no se encontraban todavía El ejército de ideólogos estata les tuvo que
Vesel i n Topalov y Ki ri l Georg iev. En estas l i d i a r co n a l g u nos problemas. Esto reque­
com peticiones me reu n í con mis colegas ría un tra bajo consta nte con la población.
d e la antigua U n ión Soviética, que a hora La pla nta del ajed rez, por e l co ntrario,
jugaban pa ra eq u i pos de diferentes paí­ creció en un suelo soviético ú n ico, no dio
ses. Casi todo lo q u e escuché fue ron q ue­ l u g a r a otros brotes, y por l o ta nto estaba
jas sobre la vida, cuya esencia se red ucía desti nado a demostra r las ventajas del sis­
a lo bien q u e esta ban en la U n ión Sovié­ tema soviético como u n todo. Y com pren­
tica y lo mal q ue vivía n a hora. Algu nos de der este fenómeno no solo es i nteresa nte,
el los, d esafortunadamente, ya no está n sino también i n structivo. De hecho, en aje­
vivos. I ntenté responderme a la preg u n ­ d rez la pa la bra "soviético" d u rante m uchas
ta : « ¿ Q u é ha cambiado en la atmósfera de décadas fue sinónimo d e alta cal idad, un
los to rneos?» Comprendí lo sigu iente: «Se hecho confi rmado reiterada y convi ncen­
ha perdido la atmósfera de celebración y temente. Así pues, la defi n ición de esta
buena vo l u ntad. En el a i re hay u n a atmós­ combi nación de pa la bras no causa d u das.
fera negativa de miedo, a nsiedad, i n certi­ La pala bra clave "escuela': en mi o p i n ión,
d u m b re». no refleja la esencia y las razones de la
domi nación d e los j ugadores d e ajed rez
H ace poco leí el i nteresa nte l i bro de soviéticos.
Vladím i r Tu kmakov Ajedrez. La clave d e la Pa rece que en este a s u nto c u a l q u i e r crí­
victoria. En este l i bro el venerable g ra n tica es i n a propiada. La hegemo n ía (no
maestro d uda d e la val idez del térmi n o tenga mos m iedo a las pala bras g ra nd i lo­
« Escuela soviética d e ajed rez», y sugiere cuentes) de los ajed recistas soviéticos en
reemplaza rlo por «Org a n ización soviética la seg unda m itad del siglo XX fue i ncues­
de ajed rez». Q u iero expresa r m i opinión tionable (la a pa rición de Fischer pod ría
sobre este asu nto. considera rse un episodio enojoso). Con­
d ucidos por su l íder M ijaíl Botvi n n i k, ga­
Pero a ntes q u e nada, los a rg u mentos d e n a ron todos los títulos m u nd i a l es.
Tu kmakov: «En la literatu ra ajed recística El pa ís del socia l ismo desarro l lado no dis­
la "Escuela soviética de ajed rez" tiene la pon ía de ta ntos a rg u mentos en la l ucha
misma conexión q u e la enseña nza m a r­ contra el Occidente capita l i sta, por eso
xista-le n i n i sta en la vida de los soviéticos. el ajed rez, de ser u n juego i ntelectual y
Además, el pri mero era un prod ucto más entretenido, fue d i rigido a otro d epa rta­
ecológico, por así deci rlo. La enseña nza mento. Ahora el ajed rez fue diseñado para

1 98
Sobre el estatus de los j u gadores de ajed rez y los entrenadores

simbo l izar s i m u ltá neamente el deporte, el ser atri buidos en mayor medida como se­
arte y la ciencia. g u idores d e Botvi n n i k, a u nque, como ya
Ta m bién se construyó una noble genea­ sabemos, no era n soviéticos. Sin emba rgo,
logía : Petrov-Chigori n-Alekh ine-Botvi n n i k debe haber algo q u e expl ique el fenóme­
etc. L o cierto es que el parentesco era d u ­ no i n negable: la a brumadora superioridad
doso, A l e k h i n e f u e desplazado a la fuerza de u n país frente a l resto del m u ndo.
desde otro campo ideológico, a u n q u e a Sí, i nd ud a b lemente, existía ese factor. Y
qué trucos no se recurre en a ra s de la con­ esa cosa m i steriosa fue: Ja organización.
veniencia política. El estilo de Botvi n n i k no El estado pro porcionó a los j ugadores de
tenía nada que ver con sus denomi nados ajedrez soviéticos condiciones s i n prece­
predecesores, s i n em bargo esta bagatela dentes, con las que sus com petidores de
podía ser obviada. Lo mismo que a par­ otros pa íses no pod ían ni soña r. Los g ran­
tir de las i nvestigaciones económicas de des maestros, e incl uso los maestros, reci­
Ma rx, con la ayuda de d iestros eq u i l i bris­ bía n un sa lario solo por su actividad profe­
tas ideológ icos, se creó la doctrina tri u n­ sional, el prestigio del j ug ador de ajed rez
fal de M a rx-Leni n-Sta l i n, así los modestos se elevó a u n a a ltura sin precedentes. Los
artículos de Botvi n n i k sobre su propio mejores representa ntes de la profesión te­
sistem a de prepa ración para las com peti­ nía n derecho a viaj a r al extranjero, que en
ciones se conv i rtieron en una Enseña nza, ese momento era privi legio de unos po­
una especia de eva ngelio de los ajed recis­ cos. Además, todos estos beneficios evi­
tas soviéticos. De esta ma nera se crea ron dentes no eran un freno para el éxito en
los req uisitos previos para el s u rg i m iento otras á reas y co m prom i sos d e mayor peso,
de la escuela de ajed rez soviética, en a bre­ como ser miem bro del Pa rtido Com u n i sta
viatura SShSh, si recu rri mos a la moda de o fu ncionario del KG B.
aquellos tie m pos. En la ciencia y en el a rte La contri bución del Patria rca, como se so­
una escuela se representa como un g ru po l ía l l a m a r a Botv i n n i k, es rea l mente g ran­
de seg u i dores, u nidos por un l íder, que de­ diosa. É l era el l íder i ncondicional de este
sarro l l a n la teoría o la di rección propues­ pa rtido creado a rtificial mente, el símbolo
ta por el l íder. Sin embarg o, si lo piensas y el esta ndarte del ajed rez soviético. En
bien, el sistema de preparación de Bot­ m uchos aspectos, fue g racias a Botvi n n i k
vi n n i k solo puede considera rse como el que l a pala bra « g r a n maestro» se pro n u n­
pri mer ( i m po rta nte para su tiem po, a u n­ ciara en la i n mensa U n ión con a d m i ración,
que algo i n gen u o) m a n u a l para jugadores y que los torneos d e ajedrez convocaran a
profesionales de ajed rez. Al mismo tiem­ m i les de espectadores.
po, la ideología y la ci udadanía juegan u n La feroz com petencia, debida, por u n lado,
papel secundari o. L a contin uidad también a la i n creíble popu l a ridad del ajed rez, y
es una condición i m porta nte, a u nq ue, por otro lado, al aislam iento del sistema,
por citar u na, la serie Morphy-Zu kertort­ también contri buyó a l crecimiento de la
Marshal l-Reshevsky-Fischer pa rece, como maestría. E n estas condiciones solo so­
míni m o, i g u a l de i m p resiona nte, y sin brevivió el más fuerte, combinando co n
emba rg o no hay alegatos serios sobre la fortu n a el p u ro talento ajedrecístico con la
existencia de una escuela de ajed rez a me­ estab i lidad psicológ ica, y la capacidad de
rica na. Si exa m i namos detenidamente el trabajar s i n descanso con el prag matismo
retrato creativo d e los ajed reci stas sovié­ deportivo. Por lo ta nto es correcto l la ma r
ticos, no encontraremos m ucho en com ú n a esta conglomerado no Escuela, sino
entre Botvi n n i k y Bronstein, Keres y Geller, Org a n izació n : Organ ización soviética de
Tah l y Petrosian, Korchnoi y Spa ssky. Al ajed rez (SShO). Fue la SShO la que creó las
mismo tiempo G l igorié y Portisch pod ría n cond iciones necesa rias para el desarrollo

1 99
Sobre el estatus de los jugadores de ajedrez y los entrenadores

masivo y el perfeccionamiento del ajed rez m u nicación suficientes de los ajed reci stas
profesional; un concepto q u e estuvo au­ de los pa íses soci a l i stas con los jugadores
sente e n Occidente». y entrenadores soviéticos. U n a paradoja
d entro de otra. Ta n pronto como la U nión
El g ra n maestro Tu kmakov escribe li bros Soviética col a psó y h u bo g randes ca mbios
i nteresa ntes en un lenguaje hermoso y en los países de E u ropa del Este, la vida de
exu bera nte. Me g u stó especia l mente el los ajedrecistas d e estos países e m peoró.
l i b ro Risk & Bluff i n Chess: The A rt of Taking Y en ese momento en B u l g a ri a y H u ngría
Calcu/ated Risks. É l conoce profu ndamente aparecieron Vesel i n To pa lov y Peter Lékó,
el ajed rez, y a menudo pla ntea temas q ue q u e j u g a ron d i g na mente tres matches por
no son destaca bles, pero tam poco fáciles el cam peonato del m u n d o con Vladímir
d e a rticular por la mayoría de los especia­ Kra m n i k y Viswa nathan Anand. A m i pa­
l i stas. Por ejem plo: «En el poder de la emo­ recer, esto se d ebe mayorme nte a l hecho
ción, o E l coraje d e la d esesperación». Sin de que la oportunidad de trabajar con es­
embargo, a q u í el g ra n maestro carga las peci a l i stas soviéticos se volvió m ucho más
ti ntas. El título del capítulo en sí «¿SShSh o accesi ble, y Topa lov y Lékó (yerno del gran
SShO?» me recuerda el título de un a rtícu­ maestro y e ntrenador Arshak Petrosian)
lo d e cierto periód ico bielorruso: «V.V.P. no a p rovech a ron su actividad.
es lo mismo q ue Y.B.N .», en el q u e se com­
paraban las actividades d e los Presidentes H a blemos d e las escuelas. Cita mos a Tuk­
de Rusia V. V. Putin y B. N. Yeltsin. makov: « La pala bra clave "escuela': en mi
opinión, no refleja la esencia y las razones
Va mos a desarro l l a rlo por orden. Recor­ de la domi nación de los j ugadores de aje­
demos lo ú lti mo. Comencemos con la d rez soviéticos . . . En la ciencia y en el arte
misteriosa org a n ización SShO: «Y esa cosa u n a escuela se representa como u n g rupo
misteriosa fue: la organización. El estado de seg u idores, u n idos por u n l íder, q u e de­
pro po rcionó a los jugadores de ajed rez so­ sarro l l a n la teoría o la d i rección pro pues­
viéticos cond iciones s i n precedentes, con ta por el l íder. Sin embarg o, si lo piensas
las que sus com petidores de otros países bien, e l sistem a d e preparación de Botvi n­
no pod ía n ni soñar. Los g ra ndes maestros nik solo puede considera rse como el pri­
e i ncluso los maestros reci bía n un salario mer (im porta nte pa ra su tiem po, a u nque
solo por su actividad profesional . . . ». Yo a l g o i ngen uo) m a n u a l para jugadores pro­
he trabajado como entrenador de ajed rez fesionales de ajed rez. Al m ismo tiempo la
en B u l g a ria. Y vaya, esa misteriosa «lo­ ideolog ía y la ciudad a n ía juegan un papel
g ia masón ica» también existió a l l í. De las secu n d a rio».
conve rsaciones con los jugadores de los
Balcanes puedo atesti g u a r que también En m i opin ión, habla mos de u n a susti­
dejó s u m a rca en H u ng ría y en la antigua tución de conceptos. Si e n la h i storia del
Yugoslavia. No puedo deci rlo con seg u ri­ ajed rez, no m uy antigua, después de
dad, no obsta nte supongo que ta m bién P h i l idor y Morphy ha blamos de escue­
operaba en la Alem a n ia Orienta l ju nto con la como un grupo d e seg uidores, u n idos
la célebre «Stasi». En todos estos países los por un l íder, q u e desarro l l a n la teoría o la
ajedrecistas esta ban subvencionados y d i rección propuesta por el l íd e r, e nto nces
pod ía n d edicarse de forma seg u ra al aje­ solo pueden mencionarse dos escuelas. La
d rez. Y sin embargo en n i n g u no d e e l los, Clásica (W. Ste i n itz, E m . Lasker, S. Ta rrasch,
por a l g u n a razón, apareció n i n g ú n aspi­ K. Sch lechter, A. Rubinstein), y la H i pe rmo­
ra nte rea l a l título de ca m peón del m u n ­ d erna (A. N i mzowitsch, R. Réti , G. B reyer,
d o . Todavía no existía u n contacto y co- X. Ta rta kower, E. Grünfeld). En su enfoq ue

200
Sobre el estatus de los jugadores de ajedrez y los entrenadores

sobre el juego las dos escuelas ten ían mu­ en sí mismas m uy diferentes, ten ía n u n
chas d iferencias; sin embargo, la principal a l ma mater com ú n : la escuela de l o s cam­
fue la actitud hacia el centro. Los clásicos peonatos i n d ivid ua les, de pioneros y por
lo respeta ba n y procuraban a podera rse de eq u i pos de la U n ión Soviética. Com pitie­
él con peones, m ientras que los h i permo­ ron, se relacionaron en to rneos por equi­
dernos lo ced ía n vol u ntariamente, para pos y entrenaron con giga ntes de la ta l la
luego atacarlo con peones y piezas. Los de M ijaíl Botvi n n i k y V. Smys lov, M ijaíl Ta h l
principales ideólogos de a m bas escuelas, y T. Petrosian, B . Spassky, P. Keres, E. Geller,
Ta rrasch y N i mzowitsch, no se soporta­ V. Korchnoi, L. Pol ugaievski, L. Stein, D.
ba n el uno al otro. José Raúl Capa bla nca Bronstein, l. Boles lavsky, Mark Ta i m á n ov,
y Alexander Alekh i ne no se incl uyero n en Y. Averbaj. Crecieron y se convirtieron en
ning u n a escuela. Absorbieron lo mejor de A. Karpov, G. Kaspa rov, V. Kra m n i k, B. Gel­
las dos corrientes y s i m plemente enten­ fa nd, V. lvanchuk, A. Bel iavsky, R. Vag a n ian,
dieron perfecta mente el j uego y lo juga­ A. Yussu pow, Andrei Sokolov, Y. Ehlvest, G.
ron bri l l a ntemente. Kamsky, A. J á l ifman, V. Salov, V. Tsesh kovs­
ky, V. M a l a n i u k, G. Kuzmín, M. G u révich, A.
Cua ndo el asunto va sobre la escuela so­ Chernin, E. Ba reev, A. Dreev, G. Agza mov,
viética, entonces no se trata de un a rtícu lo V. Kupreich i k, E. Sveshni kov, S. Rublevs­
de M ij a íl Botvi n n i k sobre sus métodos de ky, A. Aleksa nd rov, V. Bolog a n, K. Sa kaev,
prepa ración, sino de u n cierto sistema de Lev Psaj i s, B. G u l ko, O. Roma n i s h i n, Y. Ba­
desa rrollo masivo, de la tra nsición de la lashov, S. Dol matov, A. Shírov, P. Svíd ler, V.
masificación a la maestría, de la conti n u i­ Tu kma kov, l. Dorfm a n y m uchos otros aje­
dad d e las generaciones, del i nterca mbio d recistas sobresa l ientes, de cuyos nom­
de experiencias de los ca m peones fa mo­ bres se enorg u l lece la Escuela soviética de
sos con los fut u ros s ucesores, de la prepa­ ajedrez. Si habla mos de depa rta mentos
ración de un cuerpo técn ico, y de m uchas de entrenamiento, en ese caso fuera de
otras cosas. la U n ión Soviética no ha bía n i n g u no. Es
poco proba ble q ue en otro entorno Mark
La m i s ma pa la bra «escuela», y para los Dvoretsky h u biese desarrol lado su méto­
maestros y g randes maestros, «u niversi­ do de entrenamiento, a u nque la h i storia
dad», está d i rectamente relacionada con no acepta el modo s u bju ntivo.
el a p rend izaje y la com u nicación. Cuan­
do se d ice d e a l g u ien q u e se grad uó en En lo que los ajedrecistas soviéticos s u pe­
Harvard, en Oxford o en el M FTl 1 6, sig nifi­ ra ron a sus colegas de occidente, con la
ca que una persona estud i ó con a lg u nas excepción de Robert Fischer, es en el a rte
«lum breras» y se relacionó con los futu ros del a n á l isis. Y me refiero no solo y no tan­
premios N obel. La U n ión Soviética era u n to a la a pe rtura, sino a todo el proceso de
país enorme. Por ejemplo, si tomamos red ucción de la posición, seg ú n Lipnitsky,
Ucra n i a, de donde procede el g ra n maes­ de u n a i nd efi n ida a otra defi n ida, es deci r,
tro V. Tu kma kov, en ella ha bía tres g randes sujeta a la va loración visual. Desde l uego
centros de ajed rez: L'vov, Odesa y Ja rkov. d u ra nte el j u ego el ajed recista, e n esen­
En Rusia: Moscú, Len i n g rado y U ra l más Si­ cia, tiene q ue rea liza r u n a n á l isis mental,
beria. Pero hablar de las escuelas de L'vov, s i n mover las piezas en el tablero. Y en
Odesa, Jarkov, M i nsk, Chisi n a u, Riga, etc. los torneos por eq u i pos los l íderes de los
sería, en mi opinión, i ncorrecto. Todos los eq u i pos, los g randes maestros más desta­
a l u m nos y entrenadores de esta s escuelas, cados, d i ri g ía n los anál isis, y esto fue u n a
escuela muy va liosa para l o s jugadores
1 6 Nota del Traductor: Instituto de Física y Tecno­ jóvenes.
logía de Moscú.
201
Sobre el estatus de los jugadores de ajed rez y los entrenadores

Ahora habl emos de la, seg ú n Tu kma kov, para entrena rse en e l cá lcu lo d e varian­
«noble genealogía Petrov-Ch igori n-Ale­ tes. En m i época i ntenté hacer lo m is mo.
khi ne-Botv i n n i k etc.», y sobre el l i derazgo Eleg í dos docenas de posiciones del l i bro
incond icional de Botvi n n i k en e l ajed rez de Grekov Mijaíl Chigorin, las a n oté y pa­
soviético. El térm i n o «pedig rí» es bien sado a l g ú n tiempo comencé a calcular. No
conocido por los cineastas, y aunque me con seg u í nada. E n u n a de las posiciones,
g usta n los perros, apl icado a los g randes en la varia nte elegida por Chigorin, había
ajedrecistas me parece h u m i l l a nte. El g ra n un «ag ujero», en la s i g u iente u n a sol u ción
maestro Aleksa n d r Kotov l l evó a cabo la tra n q u i la, y e n otros casos de n u evo algo
conexión a rtificial entre las pa rtidas de «no encajaba». Después de más o menos
Ch igorin y Alekhi ne, pero no recuerdo
· ci nco posiciones abandoné esta ocupa­
que h iciera lo mismo para i n cl u i r a M ijaíl ción i n úti l . Si un ajedrecista desarro l l a y
Botvi n n ik. Si existió algo así, no dejó u n a mantiene m a l la i n iciativa, entonces pue­
i m a g e n seria en l a s mentes y en la memo­ de exa m i n a r las partidas d e Chigori n . Sin
ria de m i generación. Por supuesto, siem­ e m ba rgo, e n m i opinión, M ijaíl lvanovich
pre h u bo suficientes arribistas e i m béci les fue un ajedrecista ingen ioso, pero no u n
en la U n ión Soviética; sin embargo, lemas profesional, mientras q u e el ajed rez mo­
como «La enseña nza de Len i n es i n mortal, derno come nzó con Stein itz.
porq ue es verdadera», en el ajed rez no po­
d ría n tener éxito, porque la respuesta a la Y, fi n a l mente, lo ú lti mo. «La contri bución
preg u nta «si esta o aquella tendencia es del Patria rca, co mo se solía l l a m a r a Bot­
verdadera» enseg uida la proporcionaba la v i n n i k, es rea l mente g ra n d iosa. É l e ra el
práctica. Sobre A. Petrov como ajedreci sta, líder i ncondicional de este partido creado
en gene ra l no puedo d ecir nada. a rtificial mente, el s ímbolo y e l esta ndarte
del ajedrez soviético. En m uchos aspec­
Aleksandr Aleksandrovich Kotov escri­ tos, fue g racias a Botvi n n i k q u e la pa la bra
bió muchos l i b ros e i nvestigó con pro­ «gran maestro» se pro n u nciara en la in­
fu ndidad en dos to mos la creación de A. mensa U n ión con a d m i ración, y que los
Alekhine. Sin embarg o, para e l prog ra ma torneos de ajedrez co nvoca ra n a m i les de
de estudio de los clás icos recomiendo el espectadores».
l i b ro 3 0 0 izbrannij portií Aliojina 1 7, con los
comentarios del mismo Alekhine. Ta m­ Esto puede ser d i scutible. El l íder i n con­
bién considero interesa nte y reco menda­ dicional, sím bolo y esta nda rte del ajed rez
ble el l i b ro de Kotov Piense como un Gran soviético a partir del a ñ o 1 975, fue Anatoly
Maestro. Kotov fue el pri mero en descri bir Ka rpov. Desde el a ñ o 1 975 a l a ñ o 1 985 fue
u n método de entrenam iento del cá lculo el ajedreci sta más fuerte del m u ndo, y lo
de va ria ntes, a hora co m pleta mente mo­ confi rma ba todos los a ños. ¡ Botvi n n i k no
dern izado, y fue el primero en introd ucir el ganó ni un solo match por el cam peonato
térm ino <<jugada candidata», q u e ta mbién del m u ndo! Todas sus victorias las obtuvo
se util iza actu a l mente. en los matches de reva ncha, y perd i ó el
título e n e l a ñ o 1 95 7 con V. Smys lov, en
En todo caso, en su creación l itera ria Ale­ 1 960 con M . Ta hl, y e l a ñ o 1 963 con Tig ran
ksa n d r Kotov ten ía u n a debilidad por Petrosian. Y en los a ños 1 95 1 y 1 954 retu­
todo lo p u ra mente ruso. Escribió sobre vo el título con g ra ndes d ificu ltades, em­
cómo util izaba las posiciones complejas patando los matches ( 1 2 a 1 2) con David
e intrincadas de las partidas d e Chigorin Bro n stein y V. Smyslov respectivamente.

17 Nota del Traductor. Su traducción a l castellano En mi opin ión, los matches de reva ncha
sería 300 partidas selectas de Alekh ine.
202
Sobre el estatu s de los j u gadores de ajed rez y los entrenadores

fueron s u primidos demasiado tarde, en ca m peón del m u ndo de V. Smyslov en el


el año 1 963. El pretendiente, tras supera r año 1 95 7, M ij a íl Botvi n n i k dejó de ser el l í­
u n d u ro ciclo de calificación de tres años, der ind iscuti ble, símbolo y esta nda rte del
vencer al ca m peón del m u ndo y alcanza r ajed rez soviético.
la preciada meta, i nconscientemente re­
lajado, celebraba y d i sfrutaba el título de Pa ra ter m i n a r, q u iero ped i r discu l pas a l
ajed reci sta más fuerte del planeta. En ese lector p o r m i tono posi blemente dema­
momento psicológica mente no esta ba en siado d u ro en esta pa rte del libro. Des­
cond iciones de i n iciar la preparación para conozco los motivos persona les de Tuk­
un ma tch de reva ncha. I n med iata mente ma kov para escri bir sobre el mejor estado
Botvi n n i k comenza ba a prepa ra rse para ajed rec ístico del m u ndo, en el que él vivó
el siguiente match, ten iendo en cuenta d u ra nte m uchos años, con un aislam iento
todos los errores del anterior. Ta nto Vasily tan frío. De Boris G u l ko, Lev Psajis o Vi ktor
Smyslov como M ijaíl Ta hl se prepararon Korch noi, e i ncl uso losif Dorfman, h u biera
superficial mente para el match de revan­ sido fác i l de entender; s i n embargo, Tuk­
cha y lo j u g a ron «rotos». El resu ltado fue makov siem pre fue u n o de los favoritos
triste. Todo el m u ndo conoce la prepara­ del «SShO» y fue tratado con todas las
ción psicológica de M ijaíl B otvi n n i k sobre bendiciones.
un adversario al q u e consideraba enemi­
go personal. Esto le daba u n a motivación Hablemos u n poco más sobre las escue­
adicio n a l y, tal vez, u n a carga energética las. En la actua lidad es basta nte apropia­
dura nte las pa rtidas. do pl antea r el tema de la escuela china
de ajed rez. El equipo mascu l i n o chino
lsaak Efremovic Boleslavsky, que me en­ ganó convincentemente y con mucha se­
trenó desde 1 967 hasta 1 977, era una g u ridad la O l i m piada de ajed rez del año
persona i ntel igente, tra n q u i l a y pacífica, 20 1 4, y con u n amplio margen, confirmó
de los que dicen que «no mata n ni u n a su s u pe rioridad en el Cam peonato del
mosca». Ten ía excelentes relaciones de m u n d o por eq u i pos del año 20 1 5. Abrí
amistad con los mejores ajed recistas del la lista de Elo mascu l i no de 1 de agosto
m u ndo. Excepto con u n o. Ad ivine quién del año 201 5 . De 47 ajed recistas con Elo
era. Con esa actitud hacia sus colegas, 2700 o s u perior había ocho ajedrecistas
Mijaíl Moiseievich a penas pod ía conta r chi nos. Los rusos también está n en la l i s­
con un afecto recíproco, y h u bo un caso, ta: diez personas, y la misma ca ntidad de
siendo en ese momento M ijaíl Botvi n n i k representa ntes de los pa íses formados
ca mpeón del m u ndo, q u e no fue i ncluido d espués de la caída de la U RSS. Es i ntere­
en el e q u i po de la U RSS. Además, ra ra vez sa nte comparar la edad de los jugadores.
jugaba en com peticiones, era más viejo De los chi nos solo un ajed reci sta, Ni H ua,
que sus riva les, y en el mejor de los casos tiene más de 30 a ños. Los rusos tienen cin­
pod ría deci rse que e ra el primero entre co perso nas menores de 30 a ños, la otra
iguales. Por lo ta nto la afirmación de que m itad son mayores. Los más jóvenes, S.
Mijaíl Botvi n n i k era el l íder i n condicional, Kariakin, D. Andreikin y Y. N épom n iaschi
símbolo y esta ndarte del ajed rez soviético, nacieron en el a ñ o 1 990. El mayor es V.
como m ín i m o es d i scutible. En el periodo Kra m n i k, nacido en 1 975. De los chi nos 1 6
que va del a ño 1 928 a l año 1 95 7, es po­ y 32 respectiva mente. Los representa ntes
sible. Sin e m ba rgo, entonces V. Tu kma kov de los países de la a ntig ua U n ión Soviéti­
era m uy joven pa ra perci b i r la verdadera ca tienen peores estad ísticas: solo dos de
imagen de la jerarq u ía en el ajed rez sovié­ los diez ajed recistas son menores de 30
tico. Después d e la conq u i sta del título de años, y ocho son más viejos. l. Kova lenko

203
Sobre el estatus de los jugadores de ajedrez y los entrenadores

(1988), T. Radjabov (1987), y el de mayor


experiencia, V. lvanchuk, nació el año 1969
Ding Liren (1992) se incluía entre los diez
primeros, con 2770, y el joven Wei Vi, del
que se habla como una estrella en ascenso
del nivel de Magnus Carlsen, tenía un ra­
ting de 2725 puntos. Veamos un fragmen­
to de una partida suya del Campeonato
del mundo por equipos.

PARTIDA 47
ksei Kuzmín en el n.0 5 de 64 del año 2015:
Wei Vi - Maksim Rodstein «¡A primera vista parece la jugada de un
Apertura de los cuatro caballos [C48] principiante! ¡Aunque solo "a primera vis­
Tsaghkadzor 201 5 ta"! De hecho, Houdini muestra que en
el mejor de los casos las negras podrían
1 e4 es 2 �fl �c6 3 Abs �f6 4 �c3 �d4 s mantener el equilibrio, pero nada más. En
Aa4 c6 6 �xes dS 7 d3 Ad6 8 f4 Aes 9 exdS cuanto a la partida práctica, incluso Mak­
0-0 1 O dxc6 bxc6 sim Rodstein, que se esfuerza en la pre­
paración de la apertura, no pudo oponer
nada a la maniobra del chino Wei Yi».

13 ... �xeS 14 fxeS gxeS 1 S gel gxel+ 16


YMxel Ats 17 YMes YMf8 18 Axc6 �xc6 19
YMxts

A partir de esta posición Wei Yi hizo tres


jugadas, dos de los cuales son absoluta­
mente increíbles:

1 1 h3!

En la partida Berbatov - Mijalevsky, Aix les La compensación es insuficiente, las blan­


Bains 2011, se jugó 11 @f1 E:e8 con buen cas tienen clara ventaja. Si las jugadas 12
juego para las negras. '.Wd2!!? y 13 @d1!!? se hubieran hecho
en la época previa al ordenador, y tras su
11 ••• ges 1 2 YMd2!!? �d71 3 'tt>d l !!? comprobación hubieran resultado correc­
tas, o al menos permisibles en una zona de
Véase el diagrama siguiente riesgo razonable, entonces sería apropia­
do hablar del inminente triunfo del enfo­
Esto es lo que escribe el gran maestro Ale- que concreto en la valoración de la posi-

204
Sobre el estatus de l os jugadores de ajedrez y l os entrenadores

ción. En ese caso se pod ría deci r del joven como son m uy jóvenes, y los j ugadores de
ch ino que es un genio ascendente, como ajed rez jóvenes poseen insolencia, m ucha
no ha conocido n u nca la h i storia del aje­ energía y mantienen la concentración d u­
drez. Sin embargo, en la actual idad es cier­ ra nte el juego, para tener éxito en la lucha
ta mente un fruto extravaga nte y hermoso con C h ina en las Olimpiadas es necesario
de la prepa ración con el ordenador, a u n­ tener una fuerza comparable a la de sus
que m uy i n ma du ro. Se puede encontra r jóvenes ajed recistas.
más adelante la opin ión del g ran maestro
Konsta nti n Sakaev sobre este tema. En relación con lo d icho, me gusta ría ha­
blar sobre otros a spectos de la prepara­
En el ajed rez femenino las jugadoras chi­ ción de un j ugador de ajed rez, a los que
nas han ocupado posiciones dominantes. nosotros prestamos menos atención, y es
Hou Yifa n es la l íder i ndiscuti ble del aje­ probable que los chi nos los usen activa­
drez femenino m u ndial. Y a u nque perdió mente. Dura nte el ca mpeonato del m u n­
el cam peonato del m u ndo por el siste­ do por sistema KO del año 200 1 estuve
ma KO, qu e en el buen sentido, como el una vez en la sala del torneo. Me im pre­
ca mpeonato mascu l i no, debería llamarse sionó m ucho que el joven chino Zhang
Copa del m u ndo, y a sus partici pa ntes pre­ Pengxia ng, después de haber terminado
tendientes, pocos d udaron del resultado en ta blas sus dos partidas a ritmo clásico
de su match con Mariya Muzychuk. Hou contra Ka rpov, d u ra nte el desca nso antes
Yifan ya es la cuarta ca m peona del m u ndo del tie break se quedara a pa rte, se concen­
chi na. La selección femenina de China es tra ra en sí mismo, y se puede decir que
una de las favoritas en todas las Olimpia­ cayó en trance. Ka rpov ya no era el mismo
das. Y los nu evos talentos jóvenes chi nos, q u e hace 1 O o 1 5 a ños, a unque a pesar
tanto en hombres como en m ujeres, cre­ de todo era el favorito en el match contra
cen como hongos. ¡De hecho es la «cade­ el j ugador chi no. En resu m idas cuentas,
na de montaje china de ajed rez»! Zhang Pengxiang obtuvo una victoria
sen sacional sobre el gran ca mpeón. Re­
No he oído nada sobre el tra bajo de espe­ lajarse y recogerse, u n rá pido desca nso y
cia listas ajed recísticos extra njeros en C h i­ concentra rse, todo esto no tiene nada que
na en el siglo XXI. China es una civil ización ver con el entrenamiento de ajed rez puro.
genera l mente cerrada, con una a ntigua Los chi nos saben cómo tra bajar con ener­
cu ltu ra m i steriosa. Hoy el mundo se ha gía. Su a ntigua y desconocida práctica del
global izado. El fa moso tratado chino an­ «Qigong» a nteriórmente solo esta ba d is­
tiguo «Tao Te Chi ng», li bro de la sabid u ría ponible en China. «Qi»: energ ía, «Gong»:
del g ra n pensador Lao Tse, que discu rre trabajo. Aq uí, creo, existe una gra n reserva
sobre la natura l eza del ser, se convi rti ó en para a u mentar la fuerza práctica del juego
el más traducido, después de la Bibl i a, en de n uestros ajed recistas.
va rios idiomas del m u ndo. Sería muy i nte­
resante conocer los métodos de tra bajo Al i n icio del capítulo hablé sobre el he­
de los entrenadores chinos; sin embargo, cho de que el estatus de los jugadores y
no tenemos i nformación sobre el los. Prác­ entrenadores de ajedrez había ca m biado
tica mente todos los ajed recistas chinos en Rusia dos veces. Primero bruscamente
poseen u n sano sistema nervioso, son ex­ a peor, y l uego a mejor. En Rusia fu nciona
celentes tácticos y calcu l a n perfectamen­ de nuevo la misteriosa, segú n Tu kma kov,
te las varia ntes. Es difíci l j ugar contra el los, organización. Y se llama RSh F18• La Fede­
porque el precio de un error táctico es m u­ ración está d irigida por Andrei Va silievich
cho más a lto qu e el de uno estratégico. Y
18 Nota del Traductor: Federación Rusa de Ajedrez.
205
Sobre el estatus de los jugadores de ajedrez y los entrena dores

Filatov, q u e q u iere, puede y hace todo un n ivel d eterminado los mejores d eben
lo posible para recuperar las posiciones ponerse en manos de especia l i stas más
perdi das. En poco tiempo se han hecho cualificados. Y a q u í ya hay un problema
muchas cosas. En el plano d e d esarrollo serio. Hay pocos o n i n g ú n especialista de
de masas ha recuperado l a «Torre bla nca». ese ti po. No obsta nte volveremos a este
Las clases de ajed rez se i ntrod ucen activa­ problema más adela nte, a h ora hablare­
mente en las escuelas. Se enseña el ajedrez mos de otra cosa. En Armavir me puse a
en los orfanatos. El calendari o de ajed rez pensar q ue en u n a ciudad de 200.000
i nfantil se ha hecho i ntensivo. He visitado h abitantes h a bía m i l n i ños j uga ndo al
los centros de ajed rez del área d e Krasno­ ajed rez, mientra s q ue en M i nsk, con dos
dar y vi el cam peonato j uven i l de Rusia en m i l lones de habita ntes, no alca nza ba un
Loo, u n suburbio de Sochi. Me i m presionó tercio de ese n ú me ro. Sí es cierto q ue en
la imagen qu e vi en la ciudad de Armavir. Minsk hay entrenadores cualificados, y
Varias m ujeres, ca ndidatas a maestra y j u­ que u no de los a l u mnos se converti rá en
gadoras de primera catego ría, enseñaba n gran maestro. En Armavi r, si no sucede un
ajedrez a más de mil ni ños de 6 a 1 O años. milagro, nadie será g ra n maestro. ¿Esto es
Los pad res agradecen d e todo corazón ta n i m portante? Un a l u m n o m ío, e l gran
este esfuerzo y ayuda n como pueden. Por maestro Gennadi Sagalch i k, vive en Amé­
ejem plo, en la reparación de las a u la s, en rica desde hace tiempo. No tiene ca paci­
la adq u i sición de eq u i pa m iento, etc. Los dad física para atender a todos los que le
niños, qu e no saben j ugar y no conocen sol icita n clases de ajed rez pagadas. Y el ni­
las reg las, comienza n a a prender pa rtien­ vel de los n i ños en el plano ajed recístico es
do de cero. Esto contri buye a la mejora del basta nte ord i na rio, por no decir otra cosa.
rendimiento escolar, a l d esarrollo del pen­ No o bstante sus padres com prenden el
samiento a n a l ítico y lógico, al hábito de beneficio del ajed rez para el n i ño, no pre­
tomar decisiones por s í m i smo, y m uchas tenden q ue de mayo res sean ajed recistas.
otras buenas cual idades. Cuando alca nza, en el mejor d e los casos,
la seg u nda categoría, el joven a ba ndona
Sin embargo, lo especial me nte i m porta n­ bruscamente el ajed rez. Cuando d ije a los
te es que el ajed rez protege a los n i ños de entusiastas entrenadores d e Armavi r que
la i nfluencia d a ñ i na d e la cal l e. No co noz­ esta ban trabaja ndo sigu iendo el si stema
co ajedrecistas d rogad ictos. Sí, los ajed re­ estadounidense, no me e ntendieron, y
cistas jóvenes fu madores han disminu ido tuve q ue hablarles de Sagalchik.
considera blemente, a u n q u e se u sa e l al­
cohol para a l iviar el estrés después de una Aunque si lo piensas bien, los n i ños que
pa rtida perdida. Si el ajed recista an a l iza estudian e n Almavir mantendrá n su a mor
y ca lcula va ria ntes, las consecuencias del por el ajed rez, y cua ndo crezcan, a poyarán
uso de las d rogas son visibles desde la pri­ el desarrollo del ajed rez en su luga r de
mera jugada. En u na entrevista con A. Fi­ residencia d e todas las manera s posibles.
latov me resu ltó i nteresa nte conocer que Es probable q ue enseñen a sus h ijos a ju­
en u n pasado reciente, en Ch ina, mil lones gar, descubra n sus capacidades y q uieran
de personas estaban casi completamente converti rlos en j ugadores d e ajed rez pro­
idiotizadas por el opio. Pa ra solucionarlo fesionales. Y si esto no sucede, e ntonces
recu rrieron a l j uego del go y al ajed rez, en cualquier caso ten d rá n u n a m a ravi l lo­
que ayudaron a la gente a saca r concl usio­ sa posibilidad de pasatiem po, j ugando a l
nes lóg icas. ajed rez e n las hora s d e oc io c on a migos.
Recuerdo mis prime ros pasos en el aje­
Por supuesto, cuando los ni ños alcanzan d rez, y a veces e nvidio a las personas que

206
Sobre el estatus de los j ugadores de ajedrez y los entrenadores

obtienen esos maravi l losos senti m ientos momento no era u na norma de vida. Una
de felicidad cuando logra n dar un jaque vez nos q uedamos hasta las tres de la ma­
de ca bal l o en la casilla f7, atacando al rey ña na, y conseg u i mos ganar ci nco pa rtidas
en h8 y a la dama en d8. Recuerdo q ue en­ seg uidas. ¡Sería i m posible encontrar una
tonces me asa lta ba la idea: «¿Puede pro­ persona más feliz! La pa rte material no le
duci rse en una partida un ataque tri ple a l i nteresa ba e n a bsol uto, a unque para él
rey, la d a m a y la torre? ¿ Y uno cuádruple a ganar ci nco pa rtidas a su a busador, i nclu­
todas las piezas pesadas del adversario?» so con mi ayuda, fue más im porta nte que
No pude i maginar que i ba a cumplir el rea l iza r m uchas veces un negocio favora­
sueño de m i i nfa ncia, ya de maestro, con­ ble. Ca ntaba consta ntemente: «¡Qué do­
tra el maestro Kapeng ut. ¿Cómo no pue­ lor, qué dolor! Argenti na - Jamaica 5-0».
do jacta rme de ello aquí? Esa partida se Por cierto, no co bró el d inero por su victo­
ofrece en el a pa rtado «Apertu ra s de uso ria algo i nj u sta. Por desgracia, hace algún
lim itado» de la pa rte a nterior del libro. Por tiempo su adversario m u rió.
desgracia, hoy ya es i m posible tener esos
senti mientos. El tra bajo no puede conver­ El ajed rez no solo es necesa rio para los
tirse en un hobby. profesiona les, o para que los niños desa­
rrollen el pensa m iento lógico, ta mbién es
Conta ré u n a historia sobre un verdadero un j uego maravi lloso pa ra m i l lones de afi­
amante del ajed rez. Tengo un viejo a m igo cionados.
en Moscú, u n hom bre m uy rico, copro­
pietario y d i rector de varias com pa ñía s En Rusia existe hoy u n cierto a uge del
im porta ntes ocu padas en la prod ucción. ajed rez. Cuando en el ca m peonato j uve­
Es autodidacta, y j uega con un nivel de n i l de Loo, entre todas las categorías, se
primera categoría . Obtiene u n gran placer reu nieron 1 500 niños, un millar de padres
del ajed rez. D u ra nte años estuvo jugando «enloquecidos» y un buen n ú mero de en­
por teléfono, debido a s u em pleo, con u n trenadores, todo esto me causó una fuerte
compañero suyo cand idato a maestro, u n i m presión.
hom bre no t a n acomodado. L a s pa rtidas
se jugaban con una apuesta de cien dóla­ Pasemos del ajed rez masivo a l profesiona l.
res. De m utuo acuerdo no se util izaba el
ordenador. Los resu ltados de m i a migo Rusia ha conseg uido elevar el prestigio
fueron decepcionantes. Seg ún creo, per­ del ajed rez profesional en poco tiem po.
día los matches con un resu ltado entre 7 a Fue a bsol uta mente inesperada y tuvo un
3 y 8 a 2. En un mes, probablemente per­ éxito sorprendente la idea de A. Filatov de
día a l rededor de m i l dólares, q ue para él celebra r el match por el ca m peonato del
no era nada oneroso. S i n embargo, cuan­ mundo del a ñ o 20 1 2 entre Anand y Gel­
do volví de Bu lgaria a Moscú, a menudo fa nd en l a Galería Tretyakov, en Moscú. La
posponía todos sus asu ntos de trabajo, celebración d e g ra ndes com peticiones
y esto pod ía ocasionarle g raves pérdidas de ajed rez en los pri nci pales museos del
financieras, a sí qu e lo vi sité en su casa. m u ndo l lamó la atención de patroci nado­
Llamó a su amigo por teléfono y comenzó res serios y de la administración de las ciu­
la partida. Él j ug ó la apertu ra, y después dades y regiones de Rusia. El Memorial A.
me i ncorporé yo. La i magen de l a partida Alekhi ne, cuya primera parte se celebró en
y e l res u ltado ca mbiaron d rásticamente. el Louvre, y la seg unda en el Museo Ruso,
El tie m po pa ra pensar las j ugadas era i l i­ co nsolidó el éxito de la empresa. Ahora to­
mitado, y rara vez se podía n jugar más de das las Superfi nales de Rusia mascu linas y
dos partidas. Además, la sobriedad en ese femeninas se l l evan a cabo en los mejores

207
Sobre el estatus de los jugadores de a jedrez y l os entrenadores

museos regio nales de Rusia: con un sólido años, cuya formación ajedrecística termi­
fondo de premios y retransmisiones en nó con las pala bras d e la antigua ca nción
vivo. Rusia se ha convertido en uno de los soviética «Vo lad, pa lomas, volad», es pro­
pri nci pa l es centros m u ndia les pa ra la ce­ bable q u e se h u bieran encontrado una
lebración de com peticiones de él ite. Solo docena de talentos con los q ue era nece­
en los años 201 4-20 1 5, con el i ntervalo de sario seg u i r tra bajando. De h echo, la trans­
u nos pocos meses, se celebraron en Sochi ferencia de ni ños d e un e ntrenador a otro
el match por el ca m peonato del m u ndo es u n asunto sutil y delicado. No sé si por
entre Magnus Carlsen y Vi shy Anand y e l el traspa so de su a l u m n o pierd e d i n ero el
cam peonato del m u ndo femenino p o r el entrenador, si es a sí, es una cuestión que
sistem a de KO. Ta m poco se ha olvidado d ebe resolver obligatoria mente la Federa­
a los g randes cam peones soviéticos. Los ción Rusa de Ajedrez.
memoriales Mijaíl Botvinnik, Mijaíl Ta h l y
Tigra n Petrosian se l l evaron a cabo a un Daré un ejemplo de mi práctica de en­
n ivel m uy a lto. trenador. Cuando comencé a practicar y
desa rrollar mi metodología, me pa reció
Se presta g ra n atención al tra bajo con jóve­ prometedora una ch ica bielorrusa de unos
nes con ta lento. Pa ra este objetivo se han catorce a ños. Le propuse a su e ntrenador
i ncorporado especia listas cual ificados, y (un ca ndidato a maestro mediano) trans­
se asignan medios considera bles. Por su­ feri r la ajedreci sta a mi g ru po, a lo que me
puesto, los equipos mascu lino y femeni­ respondió que él mismo la converti ría en
no están bien provistos fi na nciera mente gra n maestra. Cuando en dos o tres años
y están rodeados de unas ate nciones y mis a l u mnos se hicieron maestros y logra­
cuidados compara bles, si no mayores, a ron éxitos notables, este entrenador me
los que recibía n en la U n ión Soviética. En propuso tra baja r con la ch ica, que ya tenía
las mujeres ya se obtienen resu ltados: en 1 7 años y se había esta ncado en un nivel
las tres últi mas Olimpiadas, aún situado de cand idata a maestra . Ya no me i nteresa­
por debajo de las chinas en el ra nking, el ba. Poco después la ch ica d ej ó el ajed rez.
eq uipo femenino de Rusia ganó sensacio­ Como d icen, cada cosa a su tie m po.
nal mente. En hombres, la mentablemen­
te, las cosas va n peor. No obstante, como Qu iero a grega r a esto que e n otros depor­
d icen, para construi r hay que demoler: es tes hay casos en los q ue un e ntrenador,
i m posible poner en orden d e la noche a la q u e en el pasado ni siqu iera fue un d epor­
mañana la a dm i ni stración del ajed rez des­ ti sta med iocre, cond uce a su pupi los al más
tru ida de un país ta n g ra nde. Ya ha ca m­ a lto nivel. La mejor evidencia d e esto son
biado a mejor en térm inos materia les, así las novedosas tácticas d e entrenamien­
como en el prestigio moral y en el estatus to de uno de los entrenadores de fútbol
del ajed recista profesional y del entrena­ más exitosos del mun d o, José Mourinho,
dor de ajed rez. La afl uencia de personas o n u estro Leonid Sl utsky, q ue no j ugaron
que desea n converti rse en profesionales al fútbol a un a lto nivel profesional. Una
del ajed rez excede clara mente a las q u e lo persona puede ser un estratega brilla nte y
abandonan. Podemos d ecir q u e la «ferti li­ com prender perfectamente los esquemas
dad» s u pera a la «morta l idad». tácticos del fútbol, desarrollar excelente­
mente los métodos de entrenamiento y la
Volvamos de nu evo a la ciudad de Arma­ d i stri bución de esfuerzos, y sin em bargo
vi r. Hablemos del hecho de q ue si h u biera no j ugar al fútbol. Sin embargo, en el aje­
especialista s de un n ivel superior, enton­ d rez para enseñar algo necesita s saber, en­
ces de entre los cientos d e ni ños d e d iez tender y hacerlo tú m ismo. No tengo nada

208
Sobre el estatus de los j ugadores de ajedrez y l os entrenadores

en co ntra de los entrenadores cand idatos real, es la edad de 1 0-1 1 a 1 5 años.


a maestro. En los años 70 en la U n ión So­
viética converti rse en maestro era algo tan En el cam peonato j uven i l de Rusia en Loo
difíci l como hoy l lega r a gran maestro. Yo me pid ieron q ue observara a u na chica de
tra bajé con los ca ndidatos a maestro l lya 1 5 años. Vi lo sig uiente. La a pertura agresi­
Botvi n n i k y Aleksandr Mijalevsky. Am bos va, au nq ue poco fiable y deficiente. Cono­
jugaban m uy fuerte y entendían muy bien cimiento superficial. Tendencia a resolver
el ajed rez, a u n qu e para obtener la norma la pa rtida co n un ataq ue de mate. Ataca
de maestro ca recían más bien de ca rácter bien . Cálculo de variantes seg u ro. Com­
y de salud qu e de condiciones ajedrecísti­ prensión del fi na l confuso. Pensa miento
cas. H a n estado viviendo en Israel d u ra nte estratég ico débi l.
mucho tiem po, donde se convirtieron en
entrenadores de éxito muy dema ndados. U n cuadro basta nte típico. Expresé mis
Llevé a m i g ru po a Elena Zayats cuando co nclusiones a l especialista q ue me pidió
estaba en el 7° g rado, a petición de su en­ que observara el j uego de esta ajed recis­
trenadora en la ciudad de Baran avichi, Ta­ ta. Puedo suponer que a los 1 1 - 1 2 años
tiana Aleksa ndrovna Pozd nyak, y a Aleksei jugaba más o menos así. Entonces, si h u­
Aleksandrov lo tomé a la edad de 1 O años biera caído en las ma nos de u n buen es­
a petición de su entrenador de Kobri n, pecialista, sus perspectivas h u biera n sido
Stepan losifovich Davydyuk. Los honro y disti ntas. Pronto tend rá q ue i n g resa r en el
los alabé por ello. Es genial cuando todo i n stituto, y entonces sus prioridades será n
el mundo hace su trabajo. Por ejemplo, yo otras.
no sé cómo enseñar ajed rez a n i ños que
no conocen las reg las del j uego; sin em­ Ahora todos pierden la ca beza por los
ba rgo, en Kobri n han desa rrollado una ca m peonatos de Europa y del m u ndo para
metodología completa co n acertijos lógi­ edades de 1 O, 1 2, 1 4, etc. a ños. Apa recen
cos y ejercicios i nteresa ntes para los niños, m u ltitud de entrenadores que cobra n
de los que no tengo ni idea. por cl ases individua les, q ue entrenan a
jóvenes talentos con m i ras a un éxito in­
¿Por qué me detengo con ta nto deta l le en mediato. Entiendo q ue las organizaciones
esta cuestión? Me parece q ue aquí residen deportivas necesiten publicita r sus éxitos,
los pri ncipales problemas y la pérdida de obtener premios, reforza r su fi n a nciación
jóvenes talentos, qu e quisieron converti r­ y atraer a patrocinadores. Y sin embargo,
se e n j ugado res profesiona les, pero per­ ¿q u ién recuerda hoy al campeón del m u n­
dieron esa oportunidad. Hoy el tiempo se do o eu ropeo de 1 O, 1 2, 1 4 a ños, de hace
com pri me más qu e n u nca. El ajed rez no seis a ños? Y todo esto i nflama la pasión
es una excepción . Si a ntes la mejor edad deportiva y la a mbición de los padres. No
pa ra qu e los hombres ga nara n el ca m peo­ ven que esa actitud cond uce a u n g rave
nato del mundo se considera ba que era deseq u i l ibrio en el desarrollo del ajed rez
de 33 a ños, hoy esa edad está cerca n a a de su hijo. Sí, el entrenador q ue descubre
la jubi lación, que ronda los cuarenta años. u n a u n niño con talento no lo tra nsferi rá
Los g randes maestros tienen q u i nce a ños, a nadie, temeroso de perder posi bles ga­
y Sergey Kariakin lo fue a los 1 2. A sus 25 n a ncias. Así que vaga n de torneo e n tor­
años Magn u s Carlsen ya ganó a Vi swa na­ neo, a menudo dando un «ba ño» a otro
than Anand dos matches por el campeo­ n i ñ o m artirizado. Desde luego es nece­
nato del m u ndo. El momento más va l ioso, sario j ugar el campeonato regional, i ndi­
por no llamarlo «dorado», para convertir vid u al, por equi pos, a poyar a tu escuela
un talento en u n g ra n maestro potencial o i nfanti l, y en partidas clásicas, y en rá pidas,

209
Sobre el estatus de los jugadores de ajedrez y los entrena dores

etc. Sin emba rgo, ¿para cuándo se d eja el


trabajo serio? ¿Y cómo? ¿Y con quién?

¡Si se pudiera explicar a los pad res q u e no


tiene sentido l leva r a sus h ijos al cam peo­
nato del m u ndo o de Eu ropa, si no obtu­
vieron el primer, seg undo o al menos el
sexto puesto en el ca m peonato de Rusia!
N o es necesario pagar a veces el tri ple o
más por a l oja rse en los hoteles «oficia les»,
que proporcionan beneficios a los org a n i­
zadores del torneo. Hay q u e explicar q u e
estos títulos son i l u sorios y no representan
u n valor pa rticular. Que en l u ga r d e perse­
g u i r va lores i maginarios uno debe l uchar
por lo verdadero, es decir, a prender a j ug a r.
En ese caso sería posible q u e el n ú me ro de
g randes maestros en Rusia fuera u n d e un
20 a u n 30 por ciento más. Pero el círculo
despiadado ya está cerrado, y las a rd i l las
siguen g i rando en la rueda. El abandono
de los jóvenes qu e q uerían ser profesiona­
les del ajed rez, desechados y desil usiona­
dos, se i ncrementa a rtificialmente por el
deseo del entrenador de conseg u i r u n éxi­
to insta ntá neo. Pa ra mí este es un ca mino
hacia n i ng u n a pa rte, aunque es bastante
comprensible y agradable para m uchos
especialistas. Desde l u ego los e rrores en
la metodología y el concepto de trabajo
i ncorrecto pueden atri b u i rse y expl ica rse
fácilmente por la necesidad de obtener u n
res u ltado i n mediato. Y d espués, como e n
el viejo chiste. hacer u n g esto de i m poten­
cia y decir: «Yo no he sido, yo no he sido».

Para term i na r el ca pítu lo, una frase del


g ra n maestro John N u n n, de la i ntrod uc­
ción a su nota ble li bro Claves del ajedrez
práctico: «Estoy convencido d e q u e la ma­
yoría de los ajed recistas no se a proxi man
a todo lo qu e pueden d ar de s í, y eso sig­
nifica qu e es posible a u menta r sig nificati­
va mente la fuerza del j uego, si se entrena
adecuadamente y se emplean en la prácti­
ca los conocimientos adq u i ridos».

210
Capítulo 11
Libros de ajedrez

Conti n uemos la conversación sobre lo que Tu kma kov, Lev Psaj is, y entre los más j óve­
más me i nteresa com o entrenador des­ nes Konsta nti n Sakaev y el a ú n más j oven
pués de un cuarto de sig lo. Daniel Narod itsky. Du rante estos años se
ha publicado la colección com pleta de las
¡Los li bros de ajed rez! Hay q u ien dice q u e obras del fu ndador de la escuela moderna
el ritmo de la ciencia se ha multiplicado de entrenamiento, Mark Dvoretsky. En los
por diez en com paración con la época li bros de Dvoretsky se puede encontra r
anterior a los o rdenadores, mientras q u e la respuesta a casi cua lq uier preg u nta y
otros creen q u e es más correcto hablar elegir un conj u nto de ejercicios pa ra eli­
de una aceleración de ci nco a diez veces. minar ciertas deficiencias en el juego de
Sea lo qu e sea, me sorprendió gratamen­ los a l u m nos. Sin embargo, estoy de acuer­
te la a pa rición de una g ra n cantidad de do con Sa kaev en que estos l i bros está n
libros electrónicos, q u e pueden ser de d iseñados para j ugadores de n ivel alto, y
gra n ayuda para el tra bajo de entrena­ es mejor comenzar con otros menos com­
miento. Los a utores presenta n conceptos plejos. Haré una comparación. Una familia
nuevos, a veces controvertidos y discuti­ joven adquiere u na vivienda y piensa en
bles, a u nqu e pa rticu la rmente i nteresante com pra r muebles. En principio acuden a
para cuestiones ta n i m porta ntes como una tienda de m uebles domésticos ba ra­
el perfecciona m iento del ajed recista, el tos pero sólidos, o i ncluso a la red sueca
cá lcu l o de va ria ntes y la valoración de la «I KEA», y term inan en una tienda de mue­
posición. Escuché por primera vez térmi­ bles ita l ianos caros y l ujosos, donde los
nos ta n cu riosos como «j ugada resulta n­ ojos se te van a todas pa rtes, la elección
te», «pensa miento en túnel» y «NATI». Me es enorme y los precios prohi bitivos. Todo
sorprendió a prender de losif Dorfman que a su tiem po.
los jugadores de ajedrez está n d ivididos
en dos g ru pos: jugadores del momento Por eso me gusta ría em peza r con una obra
crítico y j ugadores de la fase técnica. «En bri l l a nte de Va leri Beim Calcule con éxito en
mi opinión, pertenecen a l primer g rupo ajedrez.
Alekhine, Botvinnik, Spassky, Kaspa rov, y
a l seg u ndo Capabla nca, Smyslov, Fischer, Desafortunadamente no conozco perso­
Karpov». nalmente al gra n maestro Beim. Hace a ños
escuché que había u n maestro en Odesa
Descu brí nu evos a utores: Va leri Bei m, Jo h n que ha bía a bandonado la U n ión Soviética
Nunn, Sarjan G u l i ev, Zenón Fra nco, Alfon­ en los a ños 90 y que se había convertido
so Romero, Amador González de la Nava, e n gra n maestro en el extranjero. Una his­
La rs Bo Ha nsen, Enrique Ma rín, así como toria habitual. En el año 1 974, d u ra nte u n
los a ntiguos y venera bl es grandes m aes­ torneo de jóvenes maestros en Chelyabin­
tros soviéticos losif Dorfman, Vladím i r sk, com pa rtí ha bitación con e l j ugador de

21 1
Libros de ajedrez

Odesa Semion Pa latn i k, y a veces a na l i­ rencia de la defi nición de pu nto y casi lla
zá ba mos j u ntos. En una ocasión, cuando en el ta blero de ajed rez. Por ejem plo, si en
ll egamos a u n pu nto d e cambio ma sivo la Defensa Siciliana u n ca ballo bla nco está
de pieza s, exclamó en broma y benévola­ situado en dS, entonces ocu pa el pu nto
mente: « i Bei m ! ¡Beim!». No supe q u é qui­ dS, y si no hay n i n g u n a pieza, entonces
so decir con « i Beim! ¡Beim!». Memoricé el sencil la mente es la ca silla dS. Una frase
nom bre, y d u ra nte el ca m peonato j uvenil es suficiente para explica rlo; sin emba rgo,
de Rusia, en Loo, donde habia u n a n i ma­ parece q ue V. Alatortsev n ecesitaba para
do mercadillo de libros de ajed rez, casual­ este propósito un l i bro e ntero.
mente compré el libro a ntes mencionado.
I n mediata mente me fasci nó. El estilo de Si antes de haber leído el li bro de Beim me
exposición era fáci l y accesi ble, con el h u­ h u bieran preg u ntado q ue diera una defi­
mor suave de Odesa; la lógica de las for­ nición de q ué es la co mbinación, ha bría
m u laciones y la presentación del material respondido q ue es u n a va ria nte forzada
era n i rreprocha bles, y el a utor expresaba con un sacrificio, q u e proporciona algún
su deseo, plena mente rea l izado, d e ofre­ tipo de ventaja a l bando activo. En reali­
cer al lector algo n uevo. Aprendí m uchas dad, así lo explicaba siem pre cuando daba
cosas i nteresa ntes como jugador, y tam­ clases a grupos con u n a cua lificación rela­
bién como entrenador. tivamente baja. Porq u e n u nca se me pasó
por la ca beza dar u n a d efi n ición a lo que
En general, me g u sta a prender algo q ue es u n golpe táctico o la táctica en general.
va lga la pena, no veo nada vergonzoso en Sin embargo, Beim a bordó la cuestión, por
decirlo y no d udo en ad m iti rlo a m i vene­ un lado, conceptua l mente y, por otro lado,
ra ble edad. El li bro com ienza con las de­ de una forma accesible y co ncisa: «Comen­
fi n iciones: ¿Qué es la táctica? ¿Qué es un cemos, seg ú n lo acordado, con la defini­
golpe táctico? ¿Qué es una com binación? ción de la esencia del fenómeno que es­
Enrique Ma rín, a quien ya cité a nterior­ tudiamos. Resulta q ue a u n q u e el término
mente, escri be en su li bro: « La subesti ma­ "táctica" a pa rece en casi todas las pági nas
ción de la i m portancia d e los térmi nos, de casi todos los libros de ajed rez, no es
o con otras pala bra s, la neg l igencia en la nada fácil e ncontra r una d efi n ición exac­
enseña nza, es el total olvido del aforismo ta, comprensi ble y co nvi nce nte, mientras
de Platón, que d ice: "El conocimiento de los q u e para otros elementos cruciales, rela­
términos lleva al conocimiento de las co­ cionados d i recta mente con la táctica, sí se
sas"». encuentra n d efi n iciones a pro piadas. Por
ejemplo, así es cómo d efi ne el concepto
En efecto, los golpes tácticos y las com­ req uerido del térm ino «Ajedrez» u n só lido
binaciones son m uy i m porta ntes pa ra d iccionario enciclopéd ico (Moscú, Enci­
la com prensión del proceso de determi­ clopedia soviética, 1 990) : " La táctica es un
nación de la táctica. Pa ra esto no vale la conj u nto d e técnicas y métodos d e ope­
pena detenerse en el l i bro de Vl adím i r Ala­ raciones ajed recísticas i ndividua les, que
tortsev Problemas de la teoría moderna del fo rman pa rte del plan estratég ico y de su
ajedrez. H u bo un tiempo en q ue tuve que culmi nación': ¿Qué dice usted sobre esta
viajar en a utobús desde M i ns k a peq ueñas defi n ición? ¿Ha logrado entender la esen­
ci udades de Bielorrusia para asistir a com­ cia de lo q ue se expresa? Yo, de momento,
peticiones j uveniles. U na vez, e n u n viaje no. Todavía es más difícil esta r de acuerdo
de seis horas a Kobri n, l l evé este libro con­ con lo expuesto, ya que no está claro en
migo. Lo ún ico que se q u edó en m i ca beza absol uto por q ué es necesario disti nguir
es el razonamiento del a utor sobre la dife- los dispositivos y métodos pura mente tác-

21 2
Libros de ajedrez

ticos de cualquier otro procedimiento no debes prepararte, y de repente te llaman


táctico. ¿O deberían ser considerados tác­ y te dicen que te han incluido en el equi­
ticos todos los procedimientos anteriores? po, y que mañana debemos ir a un torneo
Aunque entonces resultaría que en el aje­ importante, fuerte, y más interesante que
drez la táctica es un todo continuo. estudiar la geografía. ¡El examen desapa­
Es evidente que se necesita una definición rece, la vida es bella y sorprendente! El ex­
más clara. Creo que la mejor manera es ceso como signo de expresión de la táctica
esta: la táctica tiene el objetivo de resolver en ajedrez, es un hallazgo figurativo de
los problemas del momento actual, es decir, Valeri Beim excepcionalmente apropia­
los problemas que requieren una solución do, que está respaldado por importantes
aquí y ahora». ejemplos ajedrecísticos. Este es uno de
ellos.
Breve, accesible y sin sombra de engorro­
sa. Después el autor hace un comentario
exacto y agudo: «Para mí también es muy
EJEROOO B
importante la circunstancia de que en el
ajedrez la diferencia entre los procedi­ E. Pogosiants ( 1 963)
mientos tácticos y otros tipos de proce­
dimientos empleados para resolver pro­
blemas apremiantes, transcurren en gran
medida a través de líneas de percepción
emocional. En otras palabras, los jugado­
res de ajedrez conocen tradicionalmente
como operaciones tácticas aquellas que
a primera vista parecen inesperadas, ori­
ginales, y que con frecuencia cambian
drásticamente la dirección y la intensidad
de los acontecimientos que transcurren
sobre el tablero. En la vida cotidiana estos
fenómenos se denominan excesos». Estudio

Bien dicho. Cuando se trata con jóvenes


de 1 O a 13 años, para ellos la palabra ex­
ceso es desconocida. No obstante es bas­ SOLUCIÓN: 1 Wfc6+ ©bs 2 Wfd6+ ©es 3
tante fácil explicar su significado. Tanto %Vds+ ©b7 4 Wfxb6+!! ©xb6 s as+, y las
en la vida como en el ajedrez los excesos blancas ganan: 5 ... cj{a6 6 tlics++, 5 ...
pueden ser alegres o tristes. Pasas por alto cj{b7(c6) 6 tlld 8+
un golpe táctico inesperado, y tu posición
se derrumba. Hoy tenías planeado ir con
tu papá a un torneo de blitz, pero tu pa­ Die� Beim: «¿Por qué era difícil ver por an­
dre ha tenido la noticia de que su anciano ticipado la milagrosa cuarta jugada de las
tío falleció en el pueblo, y en vez de ir a blancas? Porque es el mismo exceso men­
un torneo de blitz tuviste que asistir a un cionado anteriormente, un fenómeno que
funeral. O has asestado un bello golpe rompe el ritmo habitual del transcurso
táctico y has vencido espectacularmente. de la vida. Un fenómeno inesperado, bri­
Tienes un examen difícil y aburrido en la llante, excepcional. La psique humana
escuela sobre una asignatura que no te no sabe cómo superar esas barreras sin
gusta (por ejemplo, geografía), para el que esfuerzos (¡en ellos está toda la esencia!)

21 3
Libros de ajedrez

adicionales». nario de Ajedrez da esta definición: "Golpe


combinativo, que se inicia con una jugada
Comprobé en la práctica la afirmación de combinativa, generalmente asociada a
Beim mediante la presentación de esta po­ un sacrificio, y con frecuencia inesperada
sición, aparentemente no demasiado difí­ para el adversario'� En principio esta es
cil, a algu nos buenos candidatos a maes­ una buena definición, que en gran medi­
tro, que poseían una buena capacidad de da concuerda con nuestra formulación de
cálculo de variantes, dándoles 1 5 minutos la noción de táctica. Por lo tanto podemos
para pensar. Encontraron la solución, a u n­ estar de acuerdo con esta definición, solo
que con dificultad. Y en las variantes más necesita un ligero retoque. En primer lugar,
largas, ramificadas y a parentemente más u n golpe táctico puede ser perfectamente
complejas, los jóvenes se orientaron mu­ una unidad independiente, no siempre
cho mejor. se req uiere que la contin uación tenga un
aspecto combinativo. En segundo lugar,
Y aún es más inaccesible la jugada 2 .ig8- un golpe táctico no siempre va asociado
b3!! de este estudio de A. G u rvich, com­ a un sacrificio (y además, no es obligado
puesto en el año 1 959. que el inicio sea una jugada combinativa,
aunque esto es un detalle insignificante),
aunque es necesario que haya u n "exceso':
es decir, que lleve a un cambio radical en
la situación que hay sobre el tablero».

En calidad de ilustración de sus pensa­


mientos Beim da una serie de ejemplos, y
entre ellos el siguiente es especialmente
indicativo.

POS/(fÓN54
1 .ig8! gb2! (1 ... ®xa4? 2 E:h5++) Max Euwe - Alexander Alekhine
Amsterdam 1 935 (m/20)

2 .ib3!! gxb3 3 gas! ©xa4 4 ©b6++


Esta es una posición famosa, que Mark
Sigamos avanzando. Así es cómo Beim ex­ Dvoretsky incl uye en el capítulo «El pen­
plica lo que es un golpe táctico: «El Diccio- samiento preventivo». La superioridad

214
Libros de ajedrez

de las blancas es i nd udable. Las fuerzas así?


neg ras están clavadas en la col u mna «a», La razó n no consiste en que esta man io­
la estructu ra de peones de las blancas es bra prevenga la posibil idad de u n ataque
mejor, y su alfi l domina en el centro del táctico del adversario (con frecuencia los
ta blero. Todo esto es correcto y lógico, sin golpes tácticos se pueden prevenir por
emba rg o las neg ra s a menaza n l i bera rse med ios más comu nes), sino en la forma en
con la j ugada 30 . . . !bS!, y la ventaja de que se ha rea lizado: la torre se traslada a
las blancas comenza rá a derretirse rá pi­ una casilla donde está protegida bajo una
damente. Euwe encontró la elegante solu­ co ndición específica, la aplicación del con­
ción táctica 30 �a2!!, q u e defiende la torre tragolpe del adversa rio. Por lo tanto, por
con el alfil dS a través del peón c4, tras lo sus ca racterísticas la j ugada trigésima de
cual la partida de las negras se desliza por las blancas se corresponde adecuada men­
la pend iente. te con la noción de exceso, postulada en
este ca pítulo».
El j u e g o conti n u ó de la sig u iente ma nera:
30 ... @e7 31 f4! gxf4 32 gxf4 'kt>f6 33 e4 gS 34 Si esto no lo h u biera expresado Beim, sino
fS! hS 35 h4! gxh4 36 'kt>h2 @gs 37 'kt>h3 �as Ta rrasch, N i mzowitsch o Lasker, o más
38 .ib7! 'kt>t6 39 .ids 'kt>gs 40 .ib7! 'kt>t6 41 adelante cualqu iera de la lista de ca m­
.ic8 Las neg ra s abandonaron. peones del mu ndo, entonces ha ría mucho
tiempo q ue el concepto «exceso» esta ría
Son i nteresa ntes los comentarios de Bei m: vaga ndo de un manual de ajed rez a otro,
«A pesar de qu e ya se ha dicho mucho so­ y probablemente se habría co nvertido en
bre la presente posición, considero que u n térm ino popular como «sobreprotec­
es necesario agrega r u n razonamiento ción» o «centra lización del rey en el final».
adici onal, i m porta nte pa ra n uestra i nves­
tigación. ¿Cóm o podemos apreciar este razona­
En pri mer l ugar, sostengo que l a j ugada miento de Beim? « . Pues un golpe táctico
. .

trigésima de las blancas, que es lo más es la unidad de medida mínima de la táctica


destacado de todo el fi nal, fue un golpe ajedrecística. ¿Cómo debe entenderse esta
táctico, y sin embargo en este caso este frase? Porq ue la táctica no es un objeto,
golpe no fue un suceso aleatorio, sino sino un fenómeno, y no se puede med i r
todo lo contra rio, pues ayudó al bando cua ntitativa mente ("Si hace el favor, iPé­
fuerte a resolver un problema posicional seme doscientos g ramos de táctica!"), y
importante. En otras pa labras, ayudó a su encarnación física en el tablero se ob­
las bla ncas a i m plementa r su línea de jue­ tiene med i a nte gol pes tácticos. Lo dicho
go estratég ica. Esto está de acuerdo con se puede explicar fácil mente con e l ejem­
nuestra noción de táctica como u n i ns­ plo de u n m u ro. Un m u ro no puede existi r
tru mento para resolver problemas espe­ como un todo i nd ivisi ble, necesa riamente
cíficos que su rgen d u rante la i m plemen­ debe esta r compuesto por elementos se­
tación de la línea estratégica planificada. parados: bloques de hormigón o de otro
Este i mporta nte tema l o discutiremos con tipo, como troncos, piedras, ladri llos. Para
mayor detalle más adelante. la táctica estos «ladrillos» son los golpes
La seg u nda observación también se re­ tácticos.
fiere a la fa m osa trig ési ma jugada de las
bla ncas. Como se d ijo anteriormente, es Curiosamente, el li bro de Beim fue publi­
u n golpe táctico. S i n embargo, no hay en cado por la editoria l Russian Chess House
ella n i n g u n a i ntriga especial, y no va liga­ en mayo de 201 2. Ha pasado m ucho tiem­
da a u n sacrificio. ¿Por q u é lo denomino po, y no he visto n i ng u n a crítica al respec-

21 5
Libros de ajedrez

to en las revistas de ajed rez o en las "sites" hicimos a ntes: La combinación es un sis­
más popu l a res. Lo más proba ble es que en tema de golpes tácticos entrelazados entre
el espacio postsoviético la gente empiece sí, que tiene una naturaleza forzada y está
a leer menos. Se estudian principalmente dirigido a la obtención de beneficios para
los libros de jugadores fa mosos y a utores el bando activo. Es u n sistema, porque en
reconocidos, y el resto del tiempo lo aca­ la combinación, que a menudo comienza
para el ordenador. con algún tipo de gol pe táctico, los even­
tos poste riores fl uyen a través de este
La presentación teórica sobre el ca pítulo golpe, d espués de a lgun a s j ugadas con
dedicado a la «táctica» lo concl uye con frecuencia sigue otro gol pe, y así sucesi­
la defi n ición del térm ino q ue, de acuerdo va mente. La obl igatoriedad de la combi­
con el i ngenioso comenta rio del a utor, es nación, en lazada e ntre golpes tácticos, es
el más fa moso « representa nte d e la familia su ca racterística más i m porta nte, que está
de los tácticos», la combinación: gara ntizada por la presencia de u n a serie
de movi mientos q u e no tienen en su inte­
«Repetidamente se han hecho i ntentos rior el elemento del exceso. Por su puesto,
para encontrar u na defi n ición exacta y la co mbi nación persigue el objetivo de
sati sfactoria de este térmi no. Es a m plia­ proporcionar beneficios al ba ndo activo,
mente conocida l a defi n ición dada por y esto tam bién coi ncide con la d efi n ición
Mijaíl M. Botvi n ni k: " La combinación es de Botvi n ni k.
una variante forzosa con un sacrificio, q ue Ahora reunamos todo lo dicho sobre la
red u nda en favor del ba ndo activo". Esta táctica.
defi n ición me parece ba sta nte acertada, En ajed rez la táctica se ocupa d e los pro­
con la excepción de u n deta l l e i m po rtan­ blemas q ue req uiere n u n a solución inme­
te, del cual hablaré más ta rd e. Por supues­ diata . Tradicional mente los ajed recistas
to, la defi n ición de Botvi n n i k fue criticada, entienden como métodos tácticos de ac­
porq ue siempre es agradable critica r. Las ción ajed recística aq uellos métodos que,
críticas, básicamente, se red ucían a l hecho a pri mera vista, parecen inesperados, origi­
de que existen combi naciones sin sacrifi­ nales, con frecuencia con una dirección muy
cio. Por lo ta nto se presenta ron otras suge­ errática, con un intenso desarrollo de los
rencias. H u bo i ntentos para mejorar esta acontecimientos sobre el tablero. En otras
defi nición; por ejemplo, en el ya conocido pa labra s, lo q ue genera l mente l lamamos
Diccionario de Ajedrez: " La combinación es excesos.
una varia nte forzada en la que se emplean La táctica es un concepto a bstracto. En­
d iversos métodos tácticos; por lo general cuentra su enca rnación sobre el tablero
el elemento concom itante de la combi­ de ajed rez a través de golpes tácticos, que
nación es el sacrifi cio". En esencia, esta son los excesos en e l j uego del ajed rez y
defi n ición no se d ifere ncia m ucho de la al mismo tiempo los elementos m íni mos
de Botvinnik; solo se añade la mención de de la táctica ajed recística. A parti r de es­
la presencia de motivos tácticos, mientras tos elementos, como con los ladri l l os, se
que se pone en duda la natu raleza obl iga­ construye la combinación de ajedrez, que
to ria de la presencia de un sacrificio. es un sistema de golpes tácticos y ligamen­
Esta defi n ición ya se a proxima mucho a tos entre ellos. Tiene una naturaleza forzada
mi visión del problema, a u nque me pa­ y la tendencia a obtener beneficios para el
rece que aq u í todavía es posible una me­ bando activo».
jora. Por lo ta nto, q u isiera presenta r a su
atención m i propia defi n ición, siguiendo Solo tengo un comenta rio, y se red uce a
consistentemente las conclusiones que la pregu nta prefe rida de Bei m: «¿Cómo

21 6
Libros de ajedrez

se las arregló para pensar en todo esto?» posi ble predecir cuáles de las ca racterís­
Por el estilo de presentación, uno puede ticas de la posición serán importantes en
adivinar que el a utor no es un pensador el futuro. Ahora realizaremos ese trabajo
ortodoxo, conceptual, sino una persona con deta lle para para mostrar cómo se
com pleta mente terrenal e ingeniosa. La lleva a cabo esa revisión. En nuestro caso
mejor confi rmación de esta observación todo es relativamente simple. No hay mu­
la obtuve mediante el análisis del siguien­ chos detalles en la posición que estamos
te ej emplo. considerando. Al revisar la posición y las
consecuencias lógicas que aparecen en
el análisis, es importante segu ir siempre
cierto orden. Esto disci plina el pensamien­
POS/OÓN 55
to, facilita y acelera el proceso, y aumen­
M. Hoffman - G. Papp ta la calidad del trabajo. En pri mer lugar,
Budapest 2004 determinamos la correlación material en­
tre ambos bandos. En igua ldad de otros
factores las negras tienen un peón más,
aunque en esta posición de momento no
ejerce ningu na infl uencia. Por lo tanto re­
cordaremos este factor, aunque por ahora
lo dejaremos de lado.
Después es necesario examinar las es­
tructuras de peones de cada bando. Ob­
servamos la evidente su perioridad de las
negras, tanto cualitativa como cua ntitati­
va, de peones en el flanco de dama; en el
flanco de rey y en el centro existe igualdad
de material y si metría.
Dice Beim: Hemos exa minado los factores estáticos
de la posición, que cambian lentamente.
«Tenemos ante nosotros una posición en Tras esto, es hora de evaluar el compo­
la que un experto en resolver combinacio­ nente dinámico de la posición, es decir,
nes reconocerá fácilmente motivos tác­ aquellas características que ca mbian rápi­
ticos típicos. Aunque sobre esos motivos damente. Por ejem plo, entre ellas se inclu­
tácticos hablaremos un poco más adelan­ yen la movilidad de las piezas y su grado
te. De momento sea mos un poco fi losófi­ de i nteracción. En este aspecto la diferen­
cos. En general, ¿cómo se puede concebir cia es evidente. Salta a la vista el podero­
una idea sobre los posibles golpes tácticos so grupo de piezas pesadas blancas en el
en una posición? ¡De dónde proceden es­ flanco de rey. Ese grupo de piezas inte­
tos golpes? Tratemos de buscar un méto­ ractúa excelentemente, y solo necesitan
do común para detectarlos. un espacio operativo para sus acciones,
En principio, veamos cuál puede y debe sin embargo de momento el peón g7 las
ser el pri mer paso en la búsqueda de tales estorba bastante, aunque está sometido a
golpes para un jugador de cualq uier nivel. una presión muy fuerte. Debe reconocer­
La respuesta esta pregunta siempre es se que el punto g7 es al mismo tiempo el
única: debemos comenzar con una revisión pu nto más importante y el más débil de la
de la situación sobre el tablero. posición de las negras, lo que atrae espe­
Para ello es conveniente no pasar por alto cialmente la atención del adversario. Hay
los detalles más pequeños, porque es im- que tener en cuenta que el caballo blanco

21 7
Libros de ajedrez

ta mbién está m uy bien situado, y está listo ble!». Puede compara rse en su percepción
para i nteractuar con el resto de las piezas. emocional con expresiones tan sutiles
Las fuerzas neg ras están peor distri buidas. como «el principio de las dos debilida­
Aún no ha n establecido u n a i nteracción des», «no a presu ra rse», o «esquemas de
real, a u nque las neg ras ya está n listas (¡un pensa miento». B romas a pa rte, a ntes del
detal l e i m porta nte!) para a l iviar la situa­ cá lculo d e varia ntes e l aná lisis lógico de
ción med i ante 1 . lt:Je4.
.. Valeri Beim comie nza con u n a descri pción
Por lo qu e se ha dicho, se puede sacar la general, o con un «esca neo», seg ú n John
siguiente concl usión: l a su perioridad de N u n n, de todos los deta l l es, pa ra eva l uar la
las bla ncas reside en la mejor i nteracción posición y trazar un plan de acción.
de sus piezas. El principal objetivo de la
agregación de estas fue rzas es el peón g7, Llega mos a u n momento m uy serio, los
así como el rey adversa rio cu bierto por él. fu ndamentos de la teoría de Steinitz, con
Es cierto qu e a primera vi sta no se ad­ la q u e se originó el ajed rez moderno. Se
vierte cómo pueden acceder las bla ncas ha escrito mucho sobre la va loración de la
al objetivo. No obstante es obvio que es posición en los libros de estrategia. En casi
necesa rio hacerlo, en otro caso se perderá todas las partida s con anotaciones los co­
todo lo obten ido, y el peón de ventaja del menta ristas han prestado suficiente aten­
adversa rio puede convertirse final mente ción a este problema.
en un factor operativo real . Y aq u í sa lta a
la a rena un principio todavía desconoci­ Me gustaría citar u n extracto de u n a rtícu­
do en la l iteratura ajed recística (¡au n q ue lo profundo y d ifícil de e ntender del gran
bien conocido en la práctica!), que está maestro y fi lósofo del ajed rez Ígor Za itsev:
en el corazón de todas las tácticas ajed re­ «¿Conti n ua rá el ajed rez siendo un arte?»,
cística s. Este principio es bien conocido publ icado en el n.0 6 de 64 del año 20 1 5,
por cualquiera, que en edad consciente, d ed icado al ya m uchas veces mencio nado
vivie ra la defunción de la U n ión Soviética. libro de Enrique Ma rín: «A j uzga r por los
Se defi n e de la siguiente ma nera : «Si es im­ esfuerzos intelectua les que se han d edica­
posible, pero en gran medida sería deseable, do al ajed rez d u ra nte el último siglo y me­
¡entonces es posible!» N o i m porta cuán di­ dio, y por las montañas de papel gastadas
vertida pa rezca esta frase, d e hecho expre­ por los teóricos y comenta ristas, se podría
sa perfecta mente la verdadera esencia del espera r q ue ya hoy h u biera e n e l ajed rez
fenómeno de la táctica en ajed rez: ¡quien una Enseñanza Estratégica Ún ica, desa­
verdaderamente es el más fuerte en la posi­ rrol lada y constante mente actual izada. Y
ción, alcanza el objetivo, que a primera vista esto, por supuesto, ya pod ría haber suce­
parece imposible! En el caso que conside­ dido si el pensa m iento in q ui sitivo de los
ra mos esto se manifiesta d e la siguiente i nvestigadores se centrara en establecer
ma nera: el análisi s lógico llevado a cabo patrones genera les (con el ordenador o
a nteriormente, si se ejecuta hasta el fi nal, sin él), y no estuvie ra casi com pleta mente
obl igará a l jugador a centra r su atención dedicado a l estudio exhaustivo de casos
en l a ca silla g 7, y final mente saldrá por sí particulares».
solo. Solo q ueda da r la solución: 1 élJeS!
@hS 2 élJxg7 Las neg ra s abandonaron». Por s u puesto, se puede objeta r a l respe­
ta ble g ra n maestro que si la enorme po­
Qué hermoso suena este g lorioso princi­ blación de China en su época no h u biera
pio soviético aplicado a todas las tácticas concentrado sus esfue rzos pa ra proteger
del ajed rez: «Si es imposible, pero en gran al pa ís en la construcción d e la G ra n M u ra­
medida sería deseable, ¡entonces es posi- l la, sino en la i nvención, suponga mos, del

21 8
Libros de ajedrez

tanque, habrían tenido la posibil idad de


sobresalir en ese empeño, pero la historia,
incluida la del ajedrez, no tiene el modo
subjuntivo.

Un intento valiente pa ra hacer algo similar


y crear una Enseña nza Estratégica univer­
sal, fue realizado por el gran maestro losif
Dorfman, quien escri bió en dos volúme­
nes su obra pionera El Método en Ajedrez.
Hablaremos de este libro, aunque ahora
quiero describir brevemente la escala de­
creciente de la valoración estática de la ¿Por qué traigo todo esto? Senci llamente
posición, propuesta por Dorfman: quería complementar el análisis lógico de
Beim, quien solo mencionó casua lmente
1 . La posición del rey; la situación en peligro del rey negro: «El
principal objetivo de la agregación de es­
2. La coordi nación de las fuerzas materia­ tas fuerzas es el peón g7, así como el rey
les; adversario cubierto por él». Sin embargo,
si el rey negro estuviera en el fla nco de
3. ¿Quién tiene mejor posición después de dama, y no en el de rey, los argumentos
cambiar las damas? iniciales tendrían un carácter completa­
mente diferente. Según Dorfman, las ne­
4. La estructura de peones. gras tienen una gran ventaja en todos los
factores estáticos, excepto en uno: la posi­
Por supuesto, es difícil imaginar que se ción del rey, aunque esta es decisiva.
pueda inventar un método un iversal, que
permita rea liza r una estimación precisa de Me gustaría poner al lector al corriente de
casi cualq uier posición, sobre la base de la opinión de Vladímir Kramnik sobre este
resolver el a lgoritmo correcto para encon­ tema, que fue expresada por Konstantin
trar la conti nuación más fuerte. Dorfman Sa kaev en la obra The Complete Manual of
propuso un proced imiento relativamente Positional Ches, y por Mark Dvoretsky en
simple de revisión de la posición inicial el quinto tomo de School of future cham­
para un análisis lógico posterior. En al­ pions:
gunas posicione su método puede ser
de ayuda para un ajedrecista que quiera «De esta manera, tenemos ante nosotros
mejorar su juego. Y el pri mer elemento es­ una posición. Antes de empezar a consi­
tático de valoración de la posición, seg ún derar algunas variantes, debemos evaluar­
Dorfman, es la posición estática del rey. Si la. Vale la pena mencionar que muchos
realizáramos la valoración de la posición métodos sugieren usar todas las fórmulas
del diagrama, posibles para establecer los criterios de
esta evaluación. En mi opinión (y no solo
Véase el diagrama siguiente en la mía, sino también, por ejemplo, en
la de Vladímir Kramnik, como conseguí
utilizando el método de Dorfman, obten­ averiguar en una conversación personal),
dríamos el siguiente resultado: 1 ±, 2.+, esto es total mente incorrecto. El "pesaje"
3.+,4.+. de todos los matices debe ser intuitivo,
estimando "a ojo" la importancia de este

21 9
Libros de ajedrez

o aq uel componente. ¿Cómo se puede a base de experiencia y conocimiento, y


hacer esto? Solo con l a acum u l ación de por eso debe reponer constantemente sus
experiencia práctica y teórica, con la ayu­ conocimientos en las más d iversas etapas
da de una precisa esti mación posicional. del j uego del ajed rez, iY no solo e n l a aper­
Cua nto mayor sea el ba la nce de conoci­ tura!»
miento correspondiente y más elevada la
categoría d e juego, menor será e l núme­
ro de va ria ntes q u e se deben ca lcular» (K.
Sakaev).

«En a l g u nos libros se puede leer q ue el


proceso de eva luación de la posición
consiste e n aislar y pondera r todos los
factores posicionales que actúa n en ella.
¡Tontería s! De hecho, la mayor pa rte de
este tra bajo se rea l iza su bconscientemen­
te. El arte de la valoración es la capacidad
de comprender la esencia de una posición:
identificar el problema más importante
(posicional o táctico), que debe ser resuelto,
sentir la dirección correcta de nuestra bús­
queda, percibir la conveniencia o inconve­
niencia de una operación. Está claro que
una i ntuición bien d esa rrol lada contribu­
ye a la velocidad y co rrección de nuestra
percepción» (M. Dvoretsky) .

Va leri Beim no se atiene a ninguna fórm ula


para eva l ua r la posición, como en el l i bro
El Método en Ajedrez de Dorfma n, o en el
cu rioso l i bro de V. Chejov y V. Kom lya kov
Programa de preparación de ajedrecistas de
primera categoría y candidatos a maestro
del Deporte», de título a m bicioso, a u nque
controvertido por sus recomendaciones.
Sus ejem plos son siempre puntuales, la re­
dacción es precisa e ingen iosa, y un entre­
nador reflexivo puede a prender de cada
capítulo muchos conocim ientos nuevos y
ejercicios excelentes. Ahora «pasaremos la
lista» del l i bro de Beim a la excelente o bra
de John N u n n Claves del ajedrez práctico,
a u nque a ntes q u iero cita r lo q u e d ice Va le­
ri Bei m sobre la i ntuición en el capítu lo «El
cá lculo g radual»:

« . . . En consecuencia, a l ajed reci sta l e será


d ifícil ava nza r sin la i ntuición, construida

220
Capítulo 12
NATI

Vocablo de John Nunn: sobre el pu nto e4, lo que reconfortaría el


espíritu a cualquiera que j ugase contra la
«NATI. Abreviatura que significa: si tienes Defensa I ndia de Rey. Para disgusto de las
dudas, entonces ccNo analices tácticas in­ blancas, en lugar de en g7 el alfil negro
necesarias». está situado en a7, y la presión sobre el
El análisis táctico es una acción predis­ peón f2 proporciona a las neg ras suficien­
puesta a los errores. No advertir una suti­ te contraj uego.
leza importante puede cambiar completa­ 13 ... exd4
mente el resu ltado del anál isis. Si tiene la
opción de elegir en favor de una continua­
ción posicional, es necesario decantarse
por ella: esto es más rápido y más seg uro.
Por supuesto, hay muchas posiciones en
las que un análisis concreto j uega un pa­
pel esencial, aunque incluso en tales casos
solo deben analizarse variantes específi­
cas si nos obliga la necesidad.
El siguiente ejemplo es un caso extremo.

PARTIDA 48
Enseg uida algunas piezas blancas han
John Nunn - Martin Pribyl puesto su mirada sobre el solitario rey
Apertura Italiana [C50] adversario, lo que crea los requisitos pre­
Bundesliga 1 995/1 996 vios para un juego forzado. Sin embargo,
¿qué jugada deben escoger? 1 4 0.egS, 1 4
1 e4 es 2 �f3 �c6 3 i c4 �f6 4 d3 !es s o-o 0.fgS, 1 4 ib3+ y 1 4 igs son continuacio­
d6 6 c3 0-0 7 � bd2 a6 8i b3i a7 9 h3 �d7 10 nes bastante razonables. Yo interpretaría
ic2 fS 11 exfS �xf S 12 d4 fü 8 esta posición como un caso límite, donde
Las negras han jugado la apertura de una es necesario tomar una decisión: gastar
manera bastante provocativa, para abrir la tiempo con el estudio cuidadoso de todas
columna «f» e intentar crear contrajuego las j ugadas. Desde un punto de vista pu­
gracias a la presión sobre el peón f2. Sin ramente estratégico la posición, en efecto,
embargo, se verán obligadas a pagar por parece prometedora; sin embargo, el gran
este retraso en el desa rrollo. número de j ugadas elegibles que tienen
13 �e4 las blancas a su disposición sugiere que
Después de 1 3 dS 0.e7 1 4 0.gs 0.f6 1 5 un análisis completo l levará demasiado
0.de4 0.fs las blancas toman el control tiempo.

221
NATI

Como resultado elegí una contin uación pensación suficiente».


forzada y directa, que proporciona a las Después la partida conti nuó así:
blancas ligera ventaja posicional. En rea­ 14 ... tll f6 15 '9d3 g6
lidad las blancas pod ían obtener una 1 5 ... h6? 1 6 lll h7 E:e8 1 7 �g6 con ataque
ventaja mayor con otra variante, aunque decisivo.
cuando tomas la decisión de no profun­ 16 tll xd4 tll xd4 1 7 cxd4 dS
dizar demasiado en la posición, ese riesgo Las negras preparan la salida 1 8 ... if5, que
siempre existe. Sin embargo, definitiva­ no valía enseguida por el jaque 1 8 �b3+
mente ahorré tiempo, y además podía no 18 tll xh7! .ifS
existir una alternativa más favorable. Es mala 1 8 ... @xh7 por 1 9 �xg6+ @h8 20
14 tll egS ig5 con ataq ue.
Este es el análisis de las otras posibil ida­ 19 lilxf6+ '9xf6 20 '9b3 .ixa 21 VNxa .ixd4
des: 22 .ih6 g17 23 gadl gh7?
1 ) 1 4 ig5 �es 1 5 .!%e1 llide5 1 6 llixd4 Nunn señala que era más fuerte 23 ... ixb2
ixh3 1 7 gxh3 ixd4 1 8 cxd4 ttJf3+ 1 9 @g2 24 E:xd5 .!%e8 25 füd 1 ie5, aunque en ese
llixe1 + 20 �xe1 llixd4, y las negras están caso la posición de las blancas también se­
un poco mejor. ría preferi ble.
2) 1 4 �d3 llice5 1 5 llixe5 llixe5 1 6 llif6+
�xf6 1 7 �xh7+ @f7, y las negras se de­
fienden.
3) 1 4 ib3+ mh8 1 5 llifg5 �e7 (pero no 1 5
... llide5 1 6 llixh7!) 1 6 lll e6 (son favorables
para las negras 1 6 �h5 g6 1 7 �h6 lll f6 y
1 6 llixh7 �xe4 1 7 llixf8 llixf8 1 8 �h5+
lli h 7 1 9 �f7 ixh3 20 gxh3 dxc3) 1 6 ... llif6
1 7 lli xf8 �xe4 1 8 .!%e1 �h4 1 9 llie6 dxc3,
y las negras tienen dos peones por la cali­
dad, en una posición poco clara.
4) 14 llifg5!, y ahora:
4a) 14 ... d5 1 5 llie6 (también es buena 1 5
�h5 h6 1 6 llie6) 1 5 ... �e7 1 6 ttJ4g5 llif6 Aq uí el «NATI» ya es inapropiado. La posi­
1 7 ttJxfS, q ue gana la calidad. ción req uiere la máxima concentración y
4b) 14 ... lli de5 1 5 ttJxh7! fü5 1 6 llieg5 d3 precisión. Dice Nunn: «¡Tenemos ante no­
1 7 ib3+ (es poco clara 1 7 ixd3 llixd3 1 8 sotros un caso en el que definitivamente
�xd3, porque los cabal los no tienen un es necesario buscar una victoria forzada!
camino de regreso desde sus posiciones Tras el sacrificio en d4 el rey negro se que­
avanzadas) 1 7 ... dS 1 8 g4! fü7 1 9 llixf7 da sin la cobertura de peones. A las blan­
lll xf7 20 �xd3 lli ce5 2 1 �xd5 �xd5 22 cas les basta con trasladar el alfil a la gran
ixd5 @xh 7 23 .!%e 1 , y con torre y dos peo­ diagonal o incorporar la torre al ataque, y
nes contra los dos caba llos las blancas tie­ todo termina. Las variantes son bastante
nen ventaja en el final. directas y forzadas, no cabe la posi bilidad
4c) 14 ... dxc3 1 5 �h5 (es poco clara 1 5 de equ ivocarse».
llie6 �e7 1 6 ttJxfS cxb2 1 7 ixb2 llixf8) 1 5
... h6 1 6 �g6 con ataque decisivo. 24 gxd4 '9xd4 25 V9xg6+ ©ha 26 gel gd7
4d) 1 4 ... h6 1 5 llie6 �e7 1 6 ttJxfS llixf8 1 7 27 VNhS! VNd3 28 ge6 ggs 29 .ig7+! ©xg7 30
.!%e1 ie6, y aunque las negras tienen peón '9h6+ Las negras abandonaron .
por la calidad y ligera ventaja en el desa­
rrollo, esto no las proporciona una com-

222
NATI

Ya hemos mencionado que en los libros ta ntin Sakaev, que leyó el manuscrito de
de Mark Dvoretsky se puede encontrar este libro durante las sesiones de ajedrez
una respuesta a casi cualquier pregunta. en el centro ed ucativo/deportivo «Sirius».
«NATI» no es una excepción. Cita mos un
breve extracto del primer tomo de School Debo decir que a Sakaev le gustó la par­
of chess excellence: tida en sí como ejemplo del pri nci pio
«NATI», a unque básica mente no estaba
«Quiero advertir contra un error común. de acuerdo con algunas va loraciones del
Durante el entrenamiento en el cálculo gran maestro ing lés.
de variantes, no intente en ninguna posi­
ción ver todo hasta el fi nal. El ajedrez es Ofrezco ahora la pa rtida N unn - Pribyl con
un juego fu ndamentalmente inexacto. breves notas del gran maestro ruso.
Con frecuencia es imposi ble agotar la po­
sición mediante el cálcu lo; por lo general 1 e4 es 2 ti:lf3 tll c6 3 J.c4 tll f6 4 d3 Aes s o-o
no se puede conti nuar sin una evaluación. d6 6 c3 0-0 7 tll bd2 a6 8 J.b3 J.a7 9 h3 ti:ld7
El tiempo para pensa r los movimientos 10 J.c2 fS?
en una partida siempre es limitado, y te­
nemos muchos problemas por delante, lo «Al comentar la pa rtida es difícil no men­
que significa que es necesario actuar de la cionar este momento: las negras realizan
manera más económica. Nuestra tarea no la ruptu ra con su alfil de casi llas blancas
es considerar varia ntes tanto como poda­ obstruido. El movimiento anterior podría
mos, sino tomar decisiones óptimas. realizarse mediante la previa 1 O ... :ges se­
Considere la serie de movimientos mínima g uida del traslado del caballo a través de
(enfatizo, ¡la mínima!) necesaria para tomar f8 a g6. Las negras tend rían una posición
las decisiones correctas. La profundización sólida.
excesiva del cálculo provoca fatiga, presión 11 exfS gx1s 12 d4 gfs 13 tLl e4 exd4
del tiempo y, como consecuencia, errores
inevitables.
La capacidad para evitar el cálculo de va­
riantes q ue no son necesarias para la toma
de decisiones es tan im portante como la
ca pacidad para calcular lejos y con preci­
sión. En realidad, esta habilidad es Ja parte
más importante de la técnica del cálculo»19•

En esencia la cita de Dvoretsky es una de­


finición del gran entrenador anterior al
principio «NATI» de John Nunn, aunque
no va decorada con una a breviatura bri­
llante, y por lo tanto no se queda grabada 14 tll egS?
en el recuerdo de la corriente de g randes La conti nuación más antinatural y débil
pensadores. El gran maestro Nunn mostró de las posi bles formas de desarrollo de la
cómo util izó el principio NATI, y explicó su iniciativa (la cursiva es mía}. Presenta ma­
visión de la situación durante la partida. yores perspectivas 14 lLifgS, ejerciendo
una infl uencia poderosa sobre las casi llas
Ahora quisiera poner en conoci miento del blancas débiles; el ca ballo e4 es bastante
lector la opinión del gran maestro Kons- más activo que el caballo f3. Después de
la forzada 14 ... h6 ( 1 4 ... ltJdeS 1 5 tt:1xh7}
19 Nota del Autor: El texto en cursiva es mío.

223
NATI

1 S lt:J e6 Vfffe 7 1 6 lt:J xf8 lt:J xf8 1 7 :8'.e l no es alfil está ubicado perfecta mente, con el
d ifícil eva l ua r la posición: las blancas de­ pu nto de m i ra en el peón h7. Los a rgu­
bería n material iza r su enorme ventaja. mentos generales d e este plan también
Otra conti nuación lógica es 14 igS . El al­ disti nguen a Sakaev de muchos ajed recis­
fi l en g S no es para las neg ra s tan terri ble ta s a la hora de elegir la j ugada.
como el ca ballo, a u nque a ca mbio entra
en j uego con ganancia de tiem po. Des­ Conti n uemos el desa rrollo d e la pa rtida
pués d e 1 4 ... Vfffe8 se i m pone la sencil l a 1 S con las expl icaciones de Sakaev.
cxd4 en lugar de 1 S :8'.el ?, q u e h u rta a los
ca ba llos la casilla es. En la va ria nte 1 S ... dS 1 4 ... é2Jf6 1 S VMd3 g6
(es más tenaz 1 S ... füf3 16 Vfffxf3 lt:Jxd4 1 7
V!id3 dS 1 8 lt:Jg 3, a u nque a q u í, además d e «No es ta n evidente la cuantía de la ven­
la desventaja de material, las n eg ras tam­ taja de las blancas d espués d e 1 S ... lt:Jes
bién tienen problemas para completar el 1 6 lt:J xeS dxeS 1 7 cxd4! (es más floja 1 7
desarrol l o) 1 6 :8'.e l ! (ta m bién ma ntiene lt:Jxh 7 e4 1 8 lt:J xf6+ Vfffxf6 1 9 Vfffxe4 ifS;t) 1 7
u na clara ventaja 1 6 lt:Jg3 ctJ f6 1 7 :8'.e l ) 1 6 ... Wxd4 ( 1 7 ... ixd4 1 8 lt:Jxh7 e4 1 9 lt:Jxf6+
•.• Vffff7 1 7 ie3 !! h6 la jugada 1 8 :8'.cl !, a u n­ Wxf6 20 Wxe4 ixf2+ 2 1 cii h 1 ) 1 8 Wb3+
que no es evidente, senci l la me nte acaba �h8 1 9 ie3 Vfff h4±; la posición blanca es
con la angustia de las negras, ya q ue a 1 8 preferible, a u nq ue las neg ra s poseen re­
... lt:Jf6 gana 1 9 lt:Jes lt:J xeS 20 lt:J xf6+ gxf6 cursos defensivos.
2 1 ixh6!». 16 é2Jxd4 é2J xd4 1 7 cxd4 dS 18 é2J xh7 Ats 19
é2Jxf6+ VMxf6 20 VMb3 Axc2 21 VMxc2 Axd4 22
La frase continuación antinatural es la me­ Ah6 �f7 (22 ... füd8!?) 23 �adl �h7??
jor descripción de la d iferencia entre el Un error grave. La principal pregu nta es si
a lgoritmo de búsqueda de l a jugada de las blancas tienen a lgun a ventaja ta ngible
N u n n y el de Sakaev. La jugada 14 lt:JegS?!, después de 23 ... ixb2 24 füdS :8'.e8, ya
rea lizada por el g ran maestro ing lés, y q u e q u e todas las piezas negra s está n en jue­
para N u n n es u n miem bro de p l e n o dere­ go, y solo les preocupa a lgo la exposición
cho en l a lista de j ugadas candidatas, reci­ del rey. Proba blemente es más floja 23
be el rechazo de Sa kaev, quien ni siqu iera .. es a causa de 24 b4!± (pero no 24 ie3
.

la considera. ixe3 2S fxe3 Wc6 26 füf7 �xf?;!;)».

La opinión del g ran maestro ruso es que si 24 �xd4 VMxd4 25 VMxg6+ @ha 26 �el �d7
q u ieres hacer u n movimiento a l «toq ue», 27 VMhs VMd3 28 �e6 �g8 29 Ag7+ @xg7 30
sin entrar en el cá lculo de va riantes, en­ VMh6+ Las neg ras a bandonaron.
tonces debes realiza r e l movi miento de
desarrollo 1 4 igS!?, que ataca a l a dama Reg resemos a Va leri Bei m .
adversaria, o la jugada natural 14 cd, q u e
N u nn ni siq u iera menciona. Y si q u ieres
castigar a l oponente por su actividad pre­
PARTIDA 49
matu ra sin u n desa rrollo adecuado de las
piezas, entonces a na l iza el movi miento 1 4 M ijaíl Botvi n n i k - Bent Larsen
lt:JfgS!, y n o 1 4 lt:J egS ?!, ya q u e e l caba l l o Apertura Réti [A 14]
centra l izado e4, qu e controla la casi l l a f6, Pa l ma de Ma llorca 1 967
rea l iza una ca rga de trabajo considerable­
mente mayor qu e su compañero en la ca­ 1 c4 é2Jf6 2 é2Jf3 e6 3 g3 dS 4 Ag2 Ae7 S 0-0 0-0
silla f3. Y no pierdas tiem po en el anál isis 6 b3 es 7 Ab2 é2J c6 8 e3 b6 9 é2J c3 Ab7 10 d3
de la jugada 1 4 ib3+?!, porq ue en c2 el füS 1 1 fül fü7 1 2 VMe2 �d7 1 3 füdl �e8 14

224
NATI

cxdS tll xdS 1 5 tll xdS gxdS 16 d4 Wa8?!

Una inexactitud grave. Según Botvinnik,


era imprescindible 1 6 ... :gd7.

17 dxcS! gxdl+ 18 gxdl i.xcS?

Esta jugada es un error decisivo. Después


de 1 8 ... bxc5 la posición de las negras sería
claramente peor, aunque al menos evita­
rían los ataques directos al rey.

19 tll g S! h6 sin embargo está claro que no profundizó


su cá lculo, permitiendo así que su adver­
sario dilatara el j uego y dificultara su ta­
rea. Aquí (¡lo más importante!), en lugar
del cá lculo de una sola variante forzada
las blancas debieron estudiar también
los métodos posicionales, no forzados. En
otras pa labras (adelantándonos un poco):
el cálculo de una sola variante forzada tie­
ne un lado positivo, que dirige los esfuer­
zos del ajedrecista a través de un canal
relativamente estrecho, lo que facilita su
tarea. Hablaremos con más detalle sobre
esto más adelante.
Dice V. Bei m: 20 ... i.fS

«20 tll e4?!


Ahora las blancas empiezan a perder la
oportunidad de terminar la lucha con un
ataque directo. Esta es la primera ocasión.
El golpe obvio 20 llJxf7! conducía a la vic­
toria: 20 ... ®xf7 21 Wf g4 .if8 (las negras su­
fren un mate rápido después de 21 ... e5?
22 .id5+, y también pierden en caso de 2 1
... llJd4 2 2 exd4 .ixg2 2 3 dxc5).

Véase el diagrama siguiente

Y ahora gana de manera forzada 22 .ie4! 21 gd7?!


:gds (en caso de 22 ... llJe7 decide 23 Wff3+; De nuevo las blancas cometen un error en
las blancas también dan mate en la varian­ una situación saturada de táctica (y por lo
te 22 ... llJa5 23 E:d7+ :ge7 24 Wfg6+ ®g8 tanto, en el cálculo de variantes). A lo di­
25 Wfh7+ ®f7 26 .ig6++) 23 Wfg6+ ®g8 24 cho anteriormente se puede agregar que
Wxe6+ ®h8 25 Wfxh6+ con mate. si el j ugador deja escapar la pri mera posi­
No hay la menor duda de q ue Botvinnik bilidad de resolver el j uego con un golpe
examinó sobre el tablero la captura en f7, táctico, la segunda posi bilidad (si apa rece

225
NATI

alguna vez) suele ser más difícil de detec­ 22 tüd6!


tar y aprovechar. En este caso las blancas Ahora la elección, en u na posición aguda,
la tienen porque hay demasiadas piezas en favor de una conti nuación que no fuer­
negras fuera de juego. za los acontecimientos in mediatamente,
Después de la introducción bastante ob­ está justificada. Era más floja 22 ttJf6+!?
via 21 ttJf6+! gxf6 22 Wffg4+ @hl las blan­ gxf6 23 Wff h S �el 24 Wffg 6+ �gl (es peor
cas tienen que elegir. En sus comentarios 24 ... .igl 25 ixc6 füdl 26 ixdl ih 1
Botvinnik indicó la variante 23 ie4+ fS 21 ixe6+ @ha 2a f3! y ganan) 25 fügl+
24 ixfS+ exfS 25 WffxfS+ @ga, y aquí solo ixgl 26 ixc6 ixc6 21 ixf6 Wfffa 2a ixg7,
examina 26 Wfff6? ttJ eS! 27 ixeS �xeS con y a las blancas les q ueda trabajo por de­
ventaja negra, y sobre esta base rechaza el la nte para materializar su ventaja.
sacrificio de caballo. Sin embargo tras la iY sin embargo otra vez era posible una
correcta 26 Wffg4+! @hl 21 �dl! las blan­ victoria forzada! Botvi nnik afirma q ue du­
cas fuerzan el mate. Por ejemplo: 21 ... rante el juego examinó la variante 22 Wffh S!
ltJes 2a füfl+ ttJxf7 29 Wfffs+ o 21 ... ttJel :gel 23 füel ttJxel y encontró el golpe
2a füel füel 29 Wfffs+ @ga 30 Wfff6 @hl 24 ttJ d6! ixg2 (24 ... g6 25 Wff h4) 25 Wfff7+
3 1 g4! Además, lo que es im porta nte, en la @hl (25 ... @ha 26 ltJea+-), aunque por los
jugada 23 todavía es más sencillo 23 :gdl apuros de tiem po pasó por a lto la sencilla
:gel 24 ie4+ etc., y una j ugada más tarde variante 26 ixgl ixgl 21 ltJ ea Wffxea 28
tienen la posi bilidad alternativa 24 :gdl! Wffxea ganando.
ttJel (24 ... :gel 25 ixfS+ exfS 26 WffxfS+ 22 ••• .ixd6
@ga 21 Wfff6) 25 füel �xel 26 ixfS+ etc.
21 ... f5?

23 �xd6?
Esta omisión podría haber cerrado para
Resulta interesante que Botvinnik no con­ siem pre el tema de la victoria de las blan­
sidere que su jugada 21 no fuera acerta­ cas en esta pa rtida mediante un ataque
da. Pues ahora las negras, en luga r de su directo. Es muy interesante el comentario
respuesta errónea, q ue de nuevo abrió a de Botvinnik sobre este momento (todos
las bla ncas el camino hacia la victoria for­ los comentarios del sexto campeón mun­
zada, pudieron (y tuvieron q ue) responder dial q ue se ofrecen aquí están tomados
21 ... es. En ese caso las blancas ind uda­ del libro Trabajo analítico y crítico. 1 957-
blemente tend rían ventaja, aunque para 1 970, Moscú, «Fizku ltura y Sport», 1 9a6).
«llevarla a término» habrían necesitado Respecto a su j ugada 23 escribe: «Una
mucho tiempo y esfuerzos considerables. decisión práctica, prefiriendo en el zeitnot
Este suele ser el precio de las oportunida­ una victoria posicional a complicaciones
des perdidas . . . inciertas». Con toda mi admiración por

226
NATI

Botvi n ni k como ajed recista y comenta­ hu biese tenido treinta años menos, como
rista, este pasaje me aflige. Sí, en efecto, en su histórica partida con Capa bla nca en
después de 23 gxd6? las blancas mantie­ el año 1 939, sin d uda habría seg uido u na
nen una ventaj a perma nente e induda ble, de las varia ntes forzadas para ganar. En lo
pero en esta frase la resonancia del des­ que respecta a la anotación de Beim sobre
precio encubierto del elemento táctico la neg l igencia implícita de Botvi n n ik del
en el ajed rez puede desorienta r a m uchos elemento táctico del ajed rez, entonces,
mi les de j ugadores de ajed rez, que buscan por un lado, el ajed rez de 1 967 no era tan
aprender de una de las más g randes auto­ d ifícil como lo es hoy y, por otra pa rte, Mi­
ridades del ajed rez de todos los tiem pos. jaíl Botvi n n ik sufrió u n g ran desgaste en
¡La táctica y el cálculo no deben despre­ los matches por el ca mpeonato del m u n­
cia rse en ni ng ún momento! Ta l i nd iferen­ do ante genios tácticos como Mijaíl Ta h l y
cia es castigada casi siem pre. David Bronstein, cuyo esti lo de j uego no
En esta partida Botvi n n i k tuvo mucha comprendió y, como en la anécdota, «el
suerte de qu e La rsen dejara esca par va­ sedimento se ma ntuvo».
rias veces las posi bil idades de sa lva rse.
Se obtenía la victoria con el sacrificio de En su l i bro Va leri Beim también se refiere a l
pieza 23 füg7+! ciif8, y ahora, seg ú n dice tema d e l «NATI», p o r supuesto sin la defi ni­
Botvi n n i k, debido a los apuros de tiempo ción de John N u nn. Esto es lo q ue escribe
solo vio la va ria nte 24 W!'h5 ge? 25 gg6 después de a na l iza r la i nteresa nte partida
ctJd8!, que le pareció poco renta ble. Sin de ajed rez rá pido Anand - Kasi mdzhanov
emba rgo, si h u biera continuado el cálculo, (Lyon 2005): «Si n embargo, debería deci r­
habría advertido q ue aquí las blancas de se q u e el tema q ue d iscuti mos anterior­
nuevo ganan de una manera forzada: 26 mente es basta nte resba ladizo. El hecho
if6! gh? (26 ... ixg2 27 gxh6 ctJf7 28 gh?! es que en la práctica a menudo se presen­
�e8 -única- 29 ixe7+-) 27 ixd8 ixg2 ta u n dilema: rea l iza r i n mediatamente la
(27 ... Wxd8 28 ixb7) 28 fü6+ cii g 8 29 pri mera jugada que nos agrade, o comen­
\We8+ cii g 7 30 gg6++ Esta forma de ganar zar a calcular otras jugadas candidatas en
es com plicada, y no solo por la presión del busca de u n a conti n uación más fuerte. Al
tiempo; sin embargo las bla ncas tenía n a elegir u n movimiento «si mplemente bue­
su d isposición un ca mino más sencillo, 24 no», el jugador, por un lado, economiza
�h7!, y a las neg ras solo les q ueda a ban­ tiempo y esfuerzos, a unque por otro lado
donar». corre el riesgo de complicar su tarea y di­
latar el j uego, perdiendo una oportu nidad
El curso posterior de la pa rtida estuvo re­ más co nvi ncente. La resolución exitosa del
pleto de i m preci siones y errores por a m­ di lema la proporciona la experiencia y la
bos bandos en los apuros de tiem po; sin i ntuición. Aunq ue, por supuesto, existen
emba rgo, Botvi n n i k consiguió ganar. situaciones en las que, en efecto, solo hay
un movimiento, y tras su descubri miento
Con la compa ración de estos dos ejem­ enseg u ida vemos clara mente q ue hemos
plos he q uerido demostra r cuán d ifíci l es encontrado la solución».
usar el «NATI» en el j uego práctico i nclu­
so pa ra j ug adores destacados. En cuan­
to a las críticas sobre los comentarios de
Mijaíl Botvi n n i k en u n l i bro publicado en
1 986, hay qu e tener en cuenta que en
ese momento ya tenía 75 a ños. La pa rti­
da contra Larsen la j ugó con 56 a ños, y si

227
Capítulo 1 3
Pereza

John N u n n concreta por q u é el «NATI» portante. La j ugada <;ti h 1 después de 0-0


puede ser «resbaladizo»: (o <;ti b 1 después de 0-0-0) puede ser una
pérdida de tiempo. Cuando esta j ugada
«La pereza en el tablero se manifiesta de está justificada, genera l me nte d epende
dos formas. Primera: cuando tiene a s u d is­ de una posición específica, y no de que le
posición u n a conti nuación complicada, y moleste la necesidad de calcular cada vez
sin embargo decide no anal izarla porq ue un poco más».
req uerirá demasiado esfuerzo. Tenga en
cuenta qu e este no es e l mismo caso que Tras pensarlo mucho, deci d í incl u i r en mi
cuando apl ica mos el principio «NATI», des­ obra el sig uiente extracto completo, bas­
crito a nteriormente. Aq u í se sopesa cons­ ta nte a m pl io, del l i bro de N u n n. Por un
cientemente el eq u i l i brio entre el tiempo lado, me pareció m uy i m portante mostrar
que se ded icará a pensar y la posibilidad al lector la apl icación del principio «NATI»
de encontra r el mejor movi miento. Se pro­ no solo en el j uego práctico, sino ta mbién
d uce cuando existe una a lternativa ade­ en el a ná l isis casero de esq uemas de aper­
cuada qu e req u iere u n peq ueño cá lculo. turas d udosas y de varia ntes por pa rte del
Por otra pa rte, la pereza sign ifica descarta r adversario. Por otra pa rte, q uería i nvita r a l
deli beradamente u na jugada, q u e de he­ l ector a abrir el libro d e N u n n Claves del
cho pod ría l lega r a ser m uy fuerte. Perder Ajedrez Práctico y aconsejarle q u e estu­
u na partida porq ue se ha o m itido una ju­ diara el capítulo «Libros sobre a perturas
gada es una cosa, ¡pero si ha vi sto la j uga­ margi na les».
da correcta y no se molesta en an a l iza rla,
es una cosa m uy disti nta! Probé estos buenos deseos con m igo mis­
La seg u nda forma de pereza, más com­ mo y comprendí q u e no se d ifere nciaban
prensible, se man ifiesta en el caso de q u e en modo a l g u no de otras buenas i ntencio­
el oponente disponga de u n a posibilidad nes d e las q u e está n sem brados ca m i nos
que te molesta. Debe considera rla en cada conocidos. Por eso, como este l i bro es del
jugada, hasta el momento en que se harta tipo Manual autodidáctico/asistente para el
de ella y decide no gastar más tiempo en entrenador, d ecidí proporcionar al entre­
preven i rla por completo. La man ifestación nador la posi bilidad de no perder tiempo
más com ún de este tipo d e pereza es la con la búsqueda del m aterial necesa rio en
prevención de un posi ble jaque del ad­ otra s fuentes.
versa rio. Tiene que considera r este jaque
en cada va ria nte, y al final d ecide evita rlo Así, d ice John N u n n :
moviendo el rey. Por supuesto, e n muchos
casos este movi miento esta rá plenamen­ « E s m u y difíci l dar deta l les sin ejem plos
te justificado, a u nque en m uchos otros la concretos, lo q ue sig n ifica q ue tengo q ue
pérdida de un tiempo juega u n papel i m- eleg i r u n pa r de vícti mas. En este género,

228
Pereza

el porcentaje de libros de mala calidad es La jugada 2 fS parece dudosa: no desa­


•••

deprimente alto, y por eso es bastante fácil rrolla pieza y debilita las diagonales h5-e8
elegir uno ellos y divertirse a su costa. En y c4-g8. Esta última es especial mente im­
rea lidad elegí uno de los mejores libros, El portante si las blancas deciden en el futu­
Gambito Letón, de Tony Kosten («Batsford, ro enrocarse en el lado corto. Siempre he
1 995). Este li bro es inusual en el sentido de considerado que la j ugada más lóg ica es 3
que un gran maestro exa mina una apertu­ tll xeS, pues las negras deben ser castiga­
ra rara con mala reputación. ¡Desde luego, das por no defender su peón es mediante
Tony asumió una tarea m uy difícil! Cuan­ 2 ... tli c6. En mi juventud este movimiento
do se pu blicó el libro, me quedé perplejo: me trajo buenos resultados, por eso decidí
cómo pudo lograr el autor l lenar 1 44 pági­ concentrarme en él.
nas; pensaba que una refutación detallada La primera sorpresa me estaba esperando
debería ocu par, a lo sumo, diez páginas. cuando exa miné el contenido. El capítulo
Decidí usar este li bro como punto de par­ 6 se titulaba (después de 3 tlixeS) 3 tll c6
...

tida para un par de horas de análisis del y otras terceras jugadas para las negras.
«Ga mbito Letón». Por supuesto, se j uega Estaba atu rdido: ni siquiera sospechaba
muy rara mente, y no esperaba que ningún que 3 ... tlic6 fuera, al menos en cierta me­
gran maestro decidiera aplicarlo, aunque dida, posible. De hecho, Tony rechazaba
en ese caso el efecto sorpresa sería mayor. correctamente las «otras terceras j ugadas
Desde luego, sería desagradable encon­ para las negras», mientras que dedicaba
trarse con este gambito, iY sumergirse en alrededor de nueve páginas a la j ugada 3
una profunda reflexión ya en la tercera j u­ ... tll c6
gada! Además, cuando aparece un n uevo
libro sobre a perturas, siempre habrá varias
personas que decidan incorporarla a su ar­
mamento, por lo que las posi bilidades de
tropezarse con el «Gambito Letón» eran lo
suficientemente altas como para justificar
pasar unas cuantas horas estudiándolo.
Cuando era un adolescente, algunos ju­
veni les empleaban este gambito que, por
si no lo sabe, se caracteriza por los movi­
mientos 1 e4 es 2 tll f3 fS Para muchos aje­
drecistas esta apertura ofrece una gran
ventaja: proporciona una defensa más
o menos com pleta contra 1 e4. Si usted Cuando encuentro un movimiento desco­
juega cualquier variante de la Española, nocido en un libro, no miro el análisis del
tendrá que preocu parse de diversos sis­ autor, antes coloco la posición en el table­
temas pa ra las bla ncas, como la variante ro y decido qué respuesta me parece más
del ca mbio o un temprano d3, además de natu ral.
la a pertura Escocesa y 3 ic4, una buena Advertí q ue las blancas pueden ganar la
porción de teoría para estudiar. El Gam­ calidad mediante 4 Wfhs+ g6 5 tlixg6 tlif6
bito Letón elimina todas estas posibili­ 6 Wfh4 hxg6 (6 ... :gg8!?) 7 Wfxh8 Wfe7. A
dades; a excepción del Gambito de Rey y cambio las negras obtienen una ventaja
algunas otras aperturas, no debe estudiar sustancial en el desarrollo. La eval uación
nada más en respuesta a 1 e4. La cuestión de esta posición bastante compleja l leva
es: ¿es el Gambito Letón suficientemente tiempo; por eso, teniendo en cuenta el
aceptable? principio «NATI», decidí b uscar algo más

229
Pereza

simple. pequeña nota: «4 ... �h4! S .id3 fxe4 6 g3


Otra jugada evidente es 4 tüxc6, sin em­ VNh3 7 .ixe4 l2Jf6», con la valoración «ex­
bargo sentí q ue después de 4 ... dxc6 la celente» para las neg ras. Sí, 4 ... VNh4, des­
posición se podía jugar perfectamente de l uego, ¡fue una sorpresa! Sin embargo
con las negras. Todas las piezas negras no me quedé convencido. Las neg ras ig­
pueden entrar en juego inmediatamente, noran casi todos los principios del juego
mientras q ue las blancas aún deben avan­ en la apertu ra, hacen j ugadas de peones
za r el peón «d» para desarrollar su alfil e l . debilitadoras, entregan un peón, y ahora
Además, no tienen piezas menores en el desarrollan su dama antes q ue las demás
flanco de rey, y si las blancas se enroca n piezas; ¡ciertamente, debe haber una for­
en este lado, pueden sufrir un ataque. Ni n­ ma de obtener, como mínimo, una clara
guna de estas variantes parece bastante ventaja! De repente descubrí una idea.
clara; sin embargo, el objetivo de la eva­ Qué tal si S tüf3 �xe4+ 6 �e2
luación inicial no es valorar escrupulosa­
mente cada posibilidad, sino simplemente
decidir qué jugada cumple mejor con los
principios básicos. Si no hubiera encontra­
do una posi bilidad que real mente me pa­
reciera la más prometedora, habría vuelto
atrás y estudiado en segunda vuelta 4
VNhs+ y 4 l2Jxc6.
Sin embargo, en este momento advertí
una jugada muy atractiva, 4 d4! Me pareció
que era la que mejor cumplía con el prin­
cipio de desarrollo rápido de las piezas en
la apertura. Las blancas crean un centro
con dos peones y permiten que su alfil e l Cua nto más miraba esta posición, más me
entre e n juego s i n hacer concesiones de gustaba. Si mplemente las blancas amena­
su parte. La respuesta más evidente es 4 zan j ugar 0-0 y .E:e l . Las negras no tienen
... fxe4, sin embargo pierde sencillamen­ tiempo suficiente para desarrollar las pie­
te por s l2Jxc6 dxc6 6 VNhs+: ahora 6 ... g6 zas menores del flanco de rey y enrocarse.
cuesta u na torre, por eso las negras deben Por ejem plo, 6 ... l2Jf6 7 0-0 .ie7 8 gel , y 8
mover su rey. Ta mbién es mala 4 ... l2Jf6, ya ..0-0 pierde por 9 .ic4+ En el mejor de los
que S l2Jxc6 seguida de 6 es proporciona casos las negras tendrán que hacer varios
a las blancas un peón de ventaja y mejor movimientos con la dama y retrasarse irre­
posición. Las negras, por supuesto, pue­ mediablemente en el desarrollo. Además
den jugar 4 ... llJxeS; sin embargo, después también es necesario tener en cuenta:
de s dxeS el peón es impide jugar s ... a) la penosa posición del peón fS, que no
l2Jf6, y en consecuencia dificulta el desa­ si rve de nada y solo debi lita el campo de
rrol lo de las negras. Si intentan recuperar las negras;
el peón mediante 5 ... VNe7, entonces pa­ b) la posibilidad d4-dS, que fuerza la reti­
rece muy desagradable 6 VNd4 con la ame­ rada del caballo c6; y
naza l2Jc3-dS. Después de cinco minutos e) el plan de ataque al punto c7 mediante
de meditación, no pude encontrar ningún l2Jc3-dS (o bS), posiblemente en conj un­
movimiento aceptable para las negras, así ción con .if4.
que decidí comprobar qué proponía Kos­ Resumiendo lo dicho, podemos suponer
ten. Sus variantes principales eran 4 l2Jxc6 que la posición de las negras ya está per­
y 4 VNhs+, mientras que a 4 d4 segu ía una dida. Solo queda verificar una posi bilidad,

230
Pereza

a saber: si las negras no podría n aprove­


char la actividad temporal de su dama
mediante 6 ... ltJ b4. Sin embargo, sería un
milagro que las neg ras pudieran permi­
tirse infri ngir la última reg la del juego en
la apertura que no se han sa ltado, la que
establece que no debe moverse la misma
pieza cuando el resto del ejército todavía
está en su cuartel.
El anál isis, no obstante, es bastante sim­
ple: 6 ... ¿;j b4 7 0-0 �xc2 8 �e1 /le7 (8 ...
�e4 9 ltJ c3 Wi'e7 1 0 Wi'd 1 ltJf6 1 1 :gel ltJe4
1 2 a3 ltJ c6 1 3 id3, y ga nan) 9 ¿;jc3 ¿;jf6 10 una ventaja significativa en el desarrollo,
¿;jes (amenaza 1 1 id 1 ) 10 ... f4 1 1 a3 ¿;jc6 aunque las negras ta mbién han obteni­
(1 1 ... d6 1 2 axb4 dxeS 1 3 dxeS ltJg4 1 4 do ciertas ventajas estratégicas. Tienen
ttJds ids 1 5 e6 ltJf6 1 6 ltJxf4 o-o 1 7 id3 y un peón central extra, y la posición de su
ganan) 12 /ld3 �b3 13 ¿;jbs ¿;jxeS 14 dxeS, y dama demostrará ser bastante útil si las
la posición negra se derrumba. Pero todo negras se enrocan en el lado corto y ejer­
esto ni siquiera es necesario detalla rlo; el cen presión por la columna «f». De hecho,
desarrollo de las negras es tan penoso que queda claro rápidamente que tend ría n un
no sería precipitado condena r su posición juego excelente si se les conceden algu­
sin un análisis específico. nos tiempos para terminar el desa rrollo.
Descartada 3 ... ltJc6, pasé a la línea princi­ Después de ....id6, ... ltJe7 y ...0-0 el rey
pal, 3 �f6, volviendo a centrarme en la
••• estaría seguro en g8, y los caballos blan­
variante que se había jugado unas déca­ cos mal situados. Los peones centrales
das antes, en concreto: 4 ¿;jc4 fxe4 S ¿;jc3 negros impiden que los caballos salten
En aquellos días lejanos la conti nuación hacia delante, y el ca ballo e3 bloq uea al
pri ncipal era S ... �g6, después de lo cual alfil c1 . Una mirada rápida al análisis de
yo había obtenido algunas victorias me­ Kosten confirmó estas conclusiones: en la
dia nte 6 d3 /lb4 7 de �xe4+ 8 ¿;je3 Kosten mayoría de las variantes las blancas se ven
considera que esta conti nuación es muy obligadas a sacrificar una pieza mediante
favorable para las blancas, y su variante ltJexdS o ltJ c4, para impedir que las negras
principal se inicia con la j ugada S �f7,
••• enroquen. Todas estas variantes son muy
que era prácticamente desconocida en el complicadas, y por ello, recordando de
año 1 970. Yo la conocía e incluso me ha­ nuevo el principio «NATI», decidí regresar
bía enfrentado a ella recientemente, en un a la posición del último diagrama. Y de in­
torneo de humanos contra ordenadores, mediato me hice u na pregunta: ¿por qué
en una partida contra Fritz. Gané aquel la no pueden las blancas capturar el peón
partida, aunque debido a la falta de cono­ e4? Después de 7 tüxe4 dS 8 tügs VMf6 9
cimiento jugué la apertura con bastante tüB de n uevo confié en la fortaleza de la
prudencia. posición de las blancas. Estoy de acuerdo
La variante principal de Kosten es 6 ¿;je3 en que las blancas han movido varias ve­
c6! (el signo de exclamación es suyo). ces los caballos, si n embargo las negras
apenas pueden presumir de esto, ya que
Véase el diagrama siguiente ellas mismas han movido varias veces una
pieza, la dama. En lo que respecta al desa­
Aq uí su variante pri ncipal es 7 d3 exd3 8 rrollo, a mbos bandos están más o menos
ixd3 dS. Por supuesto, las blancas tienen eq uilibrados, y en la posición de las blan-

23 1
Pereza

cas no hay puntos débiles, de hecho no


se advierte que las negras tengan alguna
compensación por el peón. Kosten ofrece
dos variantes: 9 Ae6, con idea de enro­
•••

carse largo, y 9 ... Ad6 Empezando por 9 ...


J.e6, Kosten da esta continuación: «10 d4
tll d7 1 1 Ad3 o-o-o

Ahora las negras ya están mal:


1) 13 Ad6 14'i'a4 @b8 1 5 c5 Ac7 16 b4 con
•••

peón de ventaja y un ataque muy fuerte.


Si las negras juegan 1 6 ... a6, entonces las
blancas pueden sacrificar inmediatamen­
te una pieza en a6 o prepara r el sacrificio
med iante 1 7 E!b1 .
2) 13 ... g4 14 cxdS cxdS 1 5 tll es.
12 c3 gS 13 0-0 hS, sin miedo a 14 tll xdS?! 3) 13 ... dxc4 (relativamente, la mejor) 14
AxdS 15 Axgs 'i'g7». tll xc4 h6 ( 1 4 ... g4 1 5 ltJfeS J.xc4 1 6 ltJxd7
Esta variante demuestra un truco típico, füd7 1 7 J.xc4 también es muy mala, por
aplicado con el fin de presentar una va­ ejemplo: 1 7 ... füd4 1 8 �b3 ltJe7 1 9 J.e3)
riante muy dudosa como aceptable: una 1 5 J.e 3 seguida de �a4, �c1 y ltJfeS. Las
jugada absol utamente i rrelevante. Nadie negras tienen un peón menos por nada.
criticará los movimientos naturales de Si las negras eligen otra d uodécima j uga­
desarrol lo 1 O d4 y 1 1 J.d3, aunque, ¿para da, por ejemplo 1 2 ... J.d6, entonces las
qué sirve 1 2 c3? El peón d4 no está ataca­ blancas también pueden jugar 1 3 c4� y en
do, es poco probable q ue sea atacado, y este caso las cosas aún son peores para las
las blancas han liberado el caballo f3 para negras, porq ue ahora la j ugada ltJxc4 se
no moverlo a ningún lado. Si las bla ncas realizará con ganancia de tiempo.
no hacen nada, entonces, por supuesto, La otra variante de Kosten empieza con 9
las negras finamente crearán un ataque ... Ad6, y aq uí indica las j ugadas 10 d4 tll e7
serio contra el flanco de rey; sin embargo, 1 1 c4!, que real mente son las más fuertes
en posiciones con enroques en flancos para las blancas. La contin uación es: 1 1 •••

opuestos la velocidad es una cuestión 0-0 1 2 'i'b3 @h8!?


esencial. El plan correcto para las blancas
es jugar c2-c4, con el fin de desa rrollar rá­ Véase el diagrama siguiente
pidamente el contrajuego en el centro y
en el flanco de dama. 13 Ad2!? dxc4 1 4 Axc4 tll d7 1 5 0-0, y Kosten
Supongamos q ue las bla ncas comienzan valora esta posición como favorable para
con el movimiento más obvio, 12 0-0, y las las blancas (y por eso recomienda la ante­
negras responden, como en la variante de rior 9 ... J.e6).
Kosten, 12 ... gS Las blancas j uegan 13 c4, La clave de la j ugada 13 Ad2 es impedir
el jaque en b4, y así se a menaza ganar el
Véase el diagrama siguiente peón dS. También es posi ble 1 3 J.e2 se­
g uido de 0-0, y las blancas de n uevo ame-

232
Pereza

a ca mbio? Hablando objetivamente, muy


poco: solo una ligera ventaja en el desa­
rrollo y mucha complacencia». No sue­
na demasiado opti mista para las negras,
aunque, por su puesto, al escri bir un libro
el a utor no puede reconocer que la aper­
tura completa es simplemente incorrecta.
Sin duda, ¡el editor no estará contento si el
manuscrito consiste en una refutación de
la apertura de diez páginas! Son análogas
frases clave como «puede atraer a un ju­
gador de estilo táctico», «ofrece posibi­
nazan al peón dS, y además para lograr lidades tácticas» y «la posición negra no
ese objetivo solo se usan j ugadas de de­ es peor que en las variantes principales
sarrollo. Por lo tanto esta va ria nte puede de otras aperturas, como la Apertura
ser un poco más precisa. De nuevo no se Española». ¡Depende de qué variante, su­
aprecia compensación para las negras. La pongo!
posición se asemeja a la posición de una Autores menos honestos no muestran
apertu ra normal como la Defensa Rusa, ninguna vergüenza en este tipo de asun­
con la excepción de que el peón negro «f» tos. No se sonrojan cuando recomiendan
ha desa parecido del tablero de una mane­ variantes descaradamente incorrectas.
ra incomprensible. Por supuesto, nunca las j uga ría n ellos mis­
Cuando examinamos los anál isis de las mos».
«aperturas dudosas», llamé la atención so­
bre los siguientes momentos: He citado este fragmento bastante exten­
1 ) Jugadas «inocuas» por parte del ad­ so del libro de John Nunn en su totalidad
versario (es decir, del bando que se porque él, en pri mer lugar, detalla la posi­
opone a la apertura dudosa), que solo bilidad de utilizar el principio «NATI» en el
son una pérdida de tiempo. aná l isis de apertu ras excéntricas, y en se­
2) Variantes en las que el adversario g undo lugar, demuestra un método para
debe imaginarse que se encuentra en el refutar u obtener una ventaja sólida con­
siglo XIX: colaboración del adversario tra una línea de apertura de dudosa cali­
capturando todo el material que se le dad. Esto se corresponde por completo
entrega con un final brillante. con nuestro concepto de construcción de
3) Variantes dadas si ninguna evalua­ un repertorio de aperturas, y nos permite
ción. ver lo fácil que es que la búsq ueda de un
4) Palabras codificadas. resultado momentáneo pueda hacer que
El cuarto punto requiere alguna explica­ un joven ajedrecista caiga en «bancarrota»
ción. Si el a utor es un hombre honesto y en la apertura.
un fuerte ajedrecista, tend rá alg unas du­
das sobre las varia ntes que ofrece, y esto Pasemos al siguiente tema importante.
se traduce en frases q ue pueden ser el
equ ivalente ajedrecístico de la limitación
de responsabilidad de un contrato.
Después de 6 ... c6! en la variante anterior
Kosten escri be: «Dejan tranquilamente el
peón e4 abandonado a su suerte; ¿qué es
exactamente lo que las negras obtienen

233
Capítulo 14
La técnica de l cá l c u lo de varia ntes

En la literatura de ajedrez este tema está A a l g u nos les gusta exa m i n a r pri mero las
poco cubierto. Nos centra remos de n u evo posibilidades más d ifíciles, y solo d espués
en la «co n m utación» de Valeri Beim con las más fáci les, mientras q u e otros hacen
John N u n n, a u nq ue, como ya hemos men­ lo contrario.
cionado, se pueden encontra r respuestas 3) Todas las varia ntes posibles en la posi­
a cualquier tema de ajed rez más o menos ción se presentan en forma de «á rbol de
i m portante en las obra s de Mark Dvorets­ cálcu lo».
ky. Tam bién resu lta interesa nte el artículo 4) La reg la pri ncipal pa ra ca lcular las va­
del g ra n maestro Mij a íl Krasen kov «Vagan­ ria ntes es q ue el ajedrecista debe desarro­
do por el bosq ue», así como el capítulo llar el hábito de recorrer las ra mas solo una
correspondiente en el l i bro de V. Chejov y vez . . . ¡En n in gú n caso debe volver a una
V. Komlya kov Programa de preparación de va ria nte ya exa m i nada!»
ajedrecistas de primera categoría y candida­
tos a maestro del Deporte. Beim conti n úa : «En esta cita, tras e liminar
a l g u na s repeticiones, h e conce ntrado y
Empecemos con Va leri Bei m. Al comienzo d ividido en pu ntos separados lo más im­
del ca pítulo él recorda ba al lector m uy la­ porta nte q ue expresa Kotov en los l i bros
cón ica y concentradamente la esencia de mencionados, en el ma rco de su teoría del
la teoría del cá lculo de varia ntes de Kotov, cálculo de varia ntes. La misma teoría que
expuesta en los l i bros Piense como un Gran h izo que estos libros fuera n tan po pulares.
Maestro y Juegue como un Gran Maestro, Me atrevería a d eci r q u e el resto de lo es­
publicados respectiva mente en los a ños crito por él sobre este tema es pura «líri­
1 979 yl 985: ca», i nsig nifica nte desde un pu nto de vista
práctico.
« l ) Cuando se in icia el cálculo de las va­ Me propongo reg resar repetida mente a la
riantes, en pri mer lugar esta mos obliga­ cita a nterior d u rante el transcu rso d e pre­
dos a enu merar mental mente y registra r sentación del material en mi l i bro».
con precisión todas las posibles jugadas
candidatas en la posición, a fi n de no dejar Después Bei m dem uestra el método de
esca par ni ng u n a posibilidad i m porta nte Aleksa ndr Kotov con un estu d io de los
más adelante. fa mosos com positores V. y M. Platov, y da
2) U na vez determ inadas y enu meradas, su defi n ición de jugada candidata : «Por lo
comenza remos a ca lcular por tu rno va­ ta nto, para em peza r debemos enco ntrar
riante tras va ria nte. El orden en q u e se todas las j ugadas ca ndidatas. Sin em bar­
colocan las jugadas ca ndidatas, y por lo go, es ala rma nte q ue el pionero de este
ta nto el cálculo de las va ria ntes, depende­ concepto rea l mente básico (por lo q ue yo
rá del ca rácter y los há bitos de cada juga­ sé no existe nada q ue refute la prioridad
dor y de las ca racterísticas de la posición. de Kotov en esta cuestión), por d esg racia

234
La técn ica del cálculo de va ria ntes

nu nca dijera ni una sola vez qué es exac­ por aq uellas que pa rezcan más adecuadas
tamente una j ugada ca ndidata y por qué para log ra r el objetivo). Al mismo tiem po,
principio debe busca rse y selecciona rse. en cada situación el orden de prioridad
Tratemos de pensarlo nosotros mi smos. del cálculo también está determinado por
Creo que la respuesta debería sonar así: la prioridad de los movimientos posi bles
debería l l a m a rse jugada candidata a toda (en relación con el objetivo).
continuación de aspecto lógico que tiene lu­ 4. Si se encuentra una continuación que
gar en la posición». conduzca al objetivo previsto, entonces el
resto depende de la reserva de tiempo: si
En la última pa rte del libro, donde nos es­ no es suficiente, la pa rte pri nci pal del cál­
peran m uchas cosa s i nteresa ntes, Va leri culo se puede com pletar con ese tiempo
Bei m rea liza u nos aj ustes serios a la teo­ (seg u i ría siendo necesaria la «com proba­
ría del cálculo de varia ntes de Aleksa ndr ción de Blumenfeld»). Si todavía hay una
Kotov mediante ejemplos específicos. Sin reserva de tiem po, se puede especifica r
embargo, a ntes de conti n u a r con el es­ (au menta r) el objetivo, afi nar el conj u nto
tudio de este tema i nteresa nte y leer la de jugadas ca ndidatas a ú n no considera­
opinión de John N un n, q u isiera citar u n das y conti n ua r el cálculo; si no se alca nza
frag mento d e l excelente a rtículo de Mijaíl un n u evo objetivo, detenerse en la conti­
Krasen kov, ya mencionado, «Vagando por nuación encontrada.
el bosq ue»: S . Si como resu ltado del cá lculo no se
encuentra un camino que conduzca al ob­
«En este a rtículo se i ntenta proponer (e jetivo, las acciones posteriores debería n
ilustrar con un ejem plo) el algoritmo más depender de lo q ue marq ue el reloj. S i no
complejo del cálculo (que a u nq ue no es hay tiempo suficiente, debe red ucirse el
formal, es uti l izado -i nconscientemente­ objetivo, aj ustar el conj u nto de jugadas
por muchos j u gadores de ajed rez en posi­ ca ndidatas y conti nuar el cálculo. En este
ciones confusas; el cá lculo tipo «bosq ue»). caso, con frecuencia una de las varia ntes
1 . Formulación del objetivo del cálculo, es exa m i nadas ya satisface el nuevo objetivo,
decir, el criterio por el cual eva l u aremos o bien es relativa mente senci llo encontra r
las variantes calculadas, nos satisfagan o una continuación a propiada. Lo ú n ico: no
no. Por ejem plo, puede ser la obtención puede hacer una jugada «a ojo», sin cálcu­
de una ventaja material decisiva; i ncre­ lo.
mento de la ventaja posicional; equilibrio 6. Si todavía hay mucho tiempo, y la i ntui­
del jueg o; resistencia en una posición ción sugiere q ue el objetivo debe log rarse
mala, etc. El objetivo debe ser rea l, es de­ (un ajed recista cualificado debe confiar
ci r, basado en l a eval uación de la posición más en su i ntuición, debido a la cantidad
y e n las consideraciones i ntu itivas; si hay de conocimiento ajed recístico que acu­
suficiente tiempo para calcular, es posible m ul a), entonces es posible (y necesario)
i ncrementar el objetivo, si hay poco, debe rea l iza r conscientemente una «repetición»
reducirse. del cálculo de algu nas variantes. Para ha­
2. Buscar ideas para la obtención del obje­ cer esto, es n ecesa rio encontra r nuevas
tivo, seleccionando las jugadas candidatas ideas para el logro del objetivo. De acuer­
apropiadas y (lo más i m portante) determi­ do con esto se buscan n uevas j ugadas
nar su prioridad, o lo q u e es lo mi smo, se­ candidatas y varia ntes candidatas. Expli­
leccionar aquellas que cond uzcan a l éxito caré en qué consiste. Du ra nte la pri mera
con mayor o menor probabilidad. eta pa, en m uchas de las conti n uaciones
3. Cálculo de variantes (lo más profu ndo ya se encuentra n las respuestas ú n icas o
posible) en orden de prioridad (em pezando más fuertes del adversario, una serie de

235
La técnica del cálculo de variantes

jugadas forzadas. Con frecuencia u n a n ue­ descuido g rave i nd ica que e l j ugador no
va idea, una jugada candidata, no se en­ está en condiciones d e l leva r a cabo una
cuentra en l a posición i n icial, y j u nto con l ucha compleja».
ella una «variante candidata». Tras esto co­
mienza el cálculo de nuevas posibilidad es Como entrenador profesional me gusta
(pu nto 3), una segu nda etapa del cálculo todo lo escrito por Mijaíl Krasenkov. El tér­
(y a u nque sea raro, sucede, a veces este mino «va ria nte candidata» no lo he encon­
ciclo tiene l ugar por tercera vez). trado en n in gú n otro lado. Después da un
En términos genera les, la repetición del ejemplo excelente tomado d e su propia
cálculo es u n defecto, por lo q u e es con­ práctica, que mostra remos un poco más
veniente para alcanza r el objetivo a ba rcar adelante. Todo esto fue escrito, con toda
ta nto como sea posi ble todas las ideas en probabilidad, en el glorioso tie m po ante­
la primera eta pa del cá lculo. Sin embargo, rior a l os ordenadores, cuando te daban 2
como vi mos anteriormente, esto no siem­ hora s y media de reflexión para 40 juga­
pre es posible. das, y después la partida se a plazaba. Todo
7. Puede ocurrir que en e l momento del lo q u e se expone en el a rtículo está escrito
cá lculo a pa rezca una nueva idea, una j u­ en un lenguaje académico com petente, y
gada ca nd idata, que no está relacionada para l lega r al fondo del asu nto, debes pen­
con esa varia nte. En ese caso es necesa rio sar casi en cada frase. Si Krasen kov h u biera
determ inar su prioridad, sin embargo no escrito un peq ueño l i bro sobre este tema
proceda a su consideración hasta que se y expl icado cada uno de los ocho pu ntos
complete el cálculo de la va ria nte que está con ejemplos es pecíficos, sin d uda hubie­
rea l iza ndo en ese momento. Una excep­ se sido un buen l i bro. Desafortu nadamen­
ción puede ser el caso en que es comple­ te, ahora la gente no lee m uchos l i bros en
tamente obvio que la n u eva idea es mejor papel, pocas personas q u iere n reflexionar
que la conti n uación q u e está consideran­ d u ra nte m ucho tiempo para llegar a l fon­
do (aunque lo sea sola mente en la priori­ do de la cuestión, mientra s q u e con el so­
dad). porte electrónico lo hacen rá pidamente.
8. Un a de las mayores deficiencias en el Como se suele d eci r, por un oído entra y
pensam iento de m uchos jugadores es la por el otro sale. Desde l u ego, en esencia,
«ceg uera ajed recística», pasar por a lto u n a los pensa m ientos de Krasen kov se hacen
respuesta elementa l d e l adversario e n 1 eco de los pensa mientos de N u n n y Beim,
o 2 j ugadas. Pa ra combatir este mal en el solo q ue los dos ú ltimos se expresan de
cálculo de va ria ntes exi ste «la regla de Blu­ forma más clara y a ccesi ble, con n uevos
menfeld» (de la qu e ta m bién habla Kotov): términos q ue perma necen en la memoria,
habiendo termi nado el cálculo y tomada ta les como «NATI», «movim iento resu ltan­
una decisión, es necesario hacer u na pau­ te», «ra n king d e jugadas ca ndidatas», «es­
sa (anota r la j ugada e n la planil la) y obser­ caneo rá pido».
var la posición con la «mirada de un prin­
cipiante»: ¿no será la j ugada planeada u n El tema «NATI » ya lo hemos desarrollado,
grave descuido, qu e lleva a una catástrofe pasemos a los sigu ientes términos. Dice
i n mediata ? Solo después de aseg u ra rse de Nunn:
que no hay u n error grave, se puede ha­
cer la jugada. Si se detecta u n error, d ebe «Autores modernos, com o Tisd a l l en el
conti nuarse el cá lculo d e va ria ntes. En libro lmprove your chess now, exponen a r­
ese caso, por reg l a general, es n ecesa rio g u mentos a favor y en contra de las reco­
red ucir el objetivo del cálcu lo, tender a la mendaciones de Kotov, no obsta nte mi ta­
simplificación, ya que la detección de un rea es d a r con sejos prácticos, no participar

236
La técnica del cálculo de variantes

en discusiones académicas. «Las neg ras asestaron un golpe obvio: 20


Surgen varios problemas como resultado ... i.xh2+
del uso del método de Kotov. El más ob­ Es difícil imaginar que a Tah l se le escapa­
vio es que el método puede resu ltar ex­ ra semejante posi bilidad. Es probable que
tremadamente ineficaz. Suponga mos que Spassky en algún momento fuera dema­
en una posición estándar donde surge un siado sutil y no revisara algo, para ad mitir
familiar golpe táctico sobre la casi lla h7 conscientemente este movi miento.
analiza la posible conti nuación 1 i.xh7+ 21 ©xh2
©xh7 2 �gS+ Hay dos defensas: 2 ©g6 .•. Hemos llegado al momento del juego
y 2 ... ©g8 Usted empieza a estudiar 2 ... que nos interesa. En la posición creada las
©g6; esta conti nuación es muy confusa; negras tienen dos j ugadas candidatas: el
sin emba rgo, después de veinte minutos jaque con caballo en g4 o con la torre en
de reflexión llega a la conclusión de q ue hS. Supongamos que las neg ras inician
las blancas tienen ventaja. Entonces em­ el cálculo con la j ugada de cabal lo. Para
pieza a examinar 2 ... ©g8 En un par de esto, dicho sea de paso, hay una razón por
minutos resulta evidente que esta juga­ la que precisamente este jaque es típico
da refuta el sacrificio. Como resultado del para este ti po de combinación: ¡no siem­
enfoque inflexible de Kotov ha gastado pre la torre está situada en la quinta fila!
20 min utos de tiempo solo porq ue tuvo Así pues, 2 1 ... ctJg4+ 22 'it>g3
la desgracia de comenzar el análisis con
la jugada errónea. Era más racional pasa r
algunos min utos revisa ndo cada una de
las dos alternativas. Es muy probable que
encontrara q ue una de ellas refuta el sacri­
ficio, por lo tanto la jugada 1 .ixh7+ debía
ser descartada».

Ahora veamos los comentarios de Valeri


Beim, en el análisis de la partida:

POSICIÓN 56
El asunto está en esta j ugada. En caso de
Boris Spassky - Mijaíl Tahl retirada del rey a g 1, tras la respuesta 22 ...
Montreal 1 979 ghs surge la misma posición que sucede­
rá más tarde en la pa rtida. Aunque en este
caso las negras están ante un dilema: o, si­
guiendo las recomendaciones categóricas
de Kotov, empiezan a analizar variantes
bastantes complicadas (incl uso a primera
vista) después de 22 ... �gS 23 f4 ctJe3+ 24
fxgS, o bien, registran (un término útil) en
su conoci miento esta variante como com­
pleja y por ahora poco clara, la dejan a un
lado de momento, y se ocupan de la se­
g unda j ugada candidata. De repente todo
resulta más sencillo . . .
21 ... ghs+

237
La técnica del cálculo de variantes

Así es. formulado y reforzado con ejemplos, los


22 ©g1 profundos (si n rastro de ironía) pensa­
En caso de 22 @g3 decide 22 ... lt:Je4+ 23 mientos de Krasenkov en estos puntos de
.be4 �h4+ 24 @f3 �xe4+ 25 @g3 �h4++ su artículo te envuelven agradablemente,
aunque no queden fijados en la memo­
ria. En cambio, el punto 1 del artículo de
Krasen kov: Formulación del objetivo del
cálculo es bastante comparable con la
idea del capítulo del libro de Beim «An­
tes de comenzar el cálculo», dedicado al
análisis lógico. Analizando un estudio de
F. Prokov ( 1 925), ofrece esta concl usión:
«La conclusión más importante es: sin un
análisis lógico preliminar de la situación es
incorrecto comenzar un cálculo inmediato.
Esto conduce a la confusión y, por lo tanto, a
la pérdida de tiempo y de fuerzas en un tra­
22 ... �g4! Las blancas a bandonaron a bajo innecesario».
causa de la varia nte 23 �el �h 1 + 24 @xh 1
�h4+ 25 @g 1 �h2+ 26 @f1 �xg2++ Y aq u í está lo que John N un n escribe so­
Como hemos visto, la tarea de las negras bre esto:
resultó ser muy simple.
Ahora está claro sobre qué momento «Por supuesto, el árbol de variantes es una
importante de la técnica del cálculo se herramienta técnica útil en posiciones tác­
discutía un poco antes. Esta es la reco­ ticas, sin embargo debe usarse de manera
mendación, o hablando estrictamente, flexible y complementado con otros tipos
la regla: si en el proceso de cálculo de las de pensamiento ajedrecístico. Es necesa­
jugadas candidatas se advierte que una rio observar un equili brio entre el segui­
de ellas conduce a consecuencias compli­ miento inquebrantable de los principios
cadas y difíciles de predecir, entonces sería de Kotov y los saltos demasiado frecuen­
más prudente posponer temporalmente su tes de una variante a otra.
cálculo y verificar otras continuaciones. Si Por lo general, prefiero un «escaneo rá­
entre ellas se encuentra algo convenien­ pido»: estudio brevemente todas las va­
te (como en el ejemplo que acabamos de riantes importantes para determinar cuál
considerar), entonces hay que conservar de ellas se puede calcular rápidamente.
fuerzas y tiempo, que será n útiles en el Si tengo suerte, esto será suficiente para
juego posterior. Sin embargo, si el análisis para terminar con éxito el análisis; si no
de las otras jugadas candidatas no a porta es así, al menos descubrirás dónde está la
nada, entonces será posible encargarse de parte más confusa».
la continuación pospuesta, a unque ahora
hay que concentrarse solo en ella, sin dis­ Pasemos al ejemplo del libro de Valeri
traerse. Los beneficios prácticos de este Beim: «El sigu iente fragmento de parti­
enfoq ue son evidentes». da es interesante no solo como ejemplo
de partida clásica, sino también como un
Se sobreentiende más o menos los mismo ejemplo poco conocido de comentarios
en los puntos 1 y 2 del artículo de Mijaíl de categoría, tomados del excelente li­
Krasen kov, y si bien John Nunn y en espe­ bro de Mijaíl M. Botvinnik Match-Revansh
cial Valeri Bei m lo tienen todo claramente

238
La técnica del cálculo de variantes

Aliojin-Eive2°. Este libro se publicó el año der a la búsqueda y selección de las juga­
1 939 con una tirada de 5000 ejemplares das candidatas. No hay que a ñadir nada
(solo en lengua rusa) y ha sido reeditado a este razonamiento, solo es necesario
recientemente también con una tirada aprender la metodología utilizada en él.
muy pequeña. Solo quiero decir una cosa: tal razona­
miento lógico solo puede l levarse a cabo
tras un examen exhaustivo de la posición
y la identificación de todos sus deta lles.
POS/OÓN 57
A menudo sucede que algunos detal les
A. Alekhine - Max Euwe insignificantes repentinamente parecen
La Haya 1 937 (m/1 O) im portantes. En ese caso, es imposible sa­
ber de antemano si esos detalles son tan
importantes. Por eso la revisión prel iminar
debe ser muy cuidadosa.
Y ahora, por fin, cito a Botvinnik: «Se pue­
de encontrar la j ugada correcta sobre la
base de las siguientes consideraciones.
Para atrapar a la dama negra en h4, el peón
blanco «g» debe estar en g4, el caballo
blanco en f3, y el peón bla nco h3 defendi­
do. Es fácil ver que si las blancas hubieran
j ugado 23 lMffl !!, entonces Euwe podría
haber depuesto las armas tranquilamente.
La ventaja de esta jugada consiste en que
Esta posición surgió como resultado de en caso de 23 ... h6 (no se puede encon­
un grave error de las neg ras. En el movi­ trar nada mejor) 24 g3 lMfh5 25 g4 llNh4 26
miento precedente jugaron 22 ... E:d8-e8?, tl:Jf3 las blancas ganaban un tiempo, y la
hurtando ellas mismas a su caballo la úl­ dama negra está atra pada». Además Bot­
tima casilla disponible para su retirada, vinnik dice que numerosos comentaristas,
y otorgando al adversario un motivo de incluidos los mismos Alekhine y Euwe (!),
combinación. En un esfuerzo por realizar no indicaron la jugada 23 lMifl !!
este motivo, Alekhine respondió: Regresemos a 23 g4
23 g4?
La mayoría de los comentaristas colocaron
un signo de admiración a la jugada 23 de
las blancas, y solo Botvin nik indicó... ¡que
era u n error! También señaló correctamen­
te que era i nsuficiente la preparatoria 23
ii h2. A esto sigue 23 ... h6 24 g 3 lM!h5 25
g4 lM!h4, y ahora el intento de ganar mate­
rial 26 tl:Jf3?!, después de 26 ... tl:Jxg4+ 27
\tig2 'Mfh5 28 hg 'Ml'xg4+ 29 ii h 1 'Ml'h5+ 30
tl:Jh2 'Ml'xe2 31 E:xe2 tt:Jxc4, l leva a una posi­
ción mejor para las negras.
Después Botvinnik da u n ejemplo clásico
de razonamiento lógico, que debe prece- En la partida las negras no encontraron l a
réplica correcta a este golpe erróneo de
apariencia terrible, que consistía, como
20 Nota del Traductor. Su traducción en castellano
sería Match revancha Alekhine-Euwe.
239
La técnica del cá lculo de va riantes

indicó Botvi n n i k, en la respuesta 23 ... h6 este trabajo se rea liza su bconscientemen­


(es mala 23 ... Wxh 3? 24 �d3 Wh4 25 �g2 te. El arte de la valoración es la capacidad
ct:J xg4 26 ct:J xg4! ct:Jxc4 27 �h3 Wd8 28 de comprender la esencia de una posición:
�eh l Wd5+ 29 f3 con ataq ue d ecisivo de identificar el problema más importante
las bla ncas) 24 �g2 ct:Jh7 25 f4 We7, y el (posicional o táctico), que debe ser resuelto,
juego es poco claro. En cambio, las negras sentir la dirección correcta de nuestra bús­
cometieron otro error g rave: 23 ... CLJ c6? queda, percibir la conveniencia o inconve­
Tras esto las blancas ganaron una pieza, y niencia de una operación. Está claro que
con ello la partida: una i ntuición bien d esarrol lada contribu­
24 ci>g2 ltJxeS 25 dxeS ltJ hS 26 gxhS �xc4 ye a la velocidad y corrección de n uestra
27 VMf3 ms 28 h6 fS 29 VMg3 VMxg3+ 30 fxg3 percepción».
mes 31 hxg7 fü2+ 32 ci>f3 �2c3+ 33 .ie3
�xa3 34 �d7 fü4 35 <i>f2 fü2+ 36 �e2 �aa2 Botvin n i k d escri bió l a esencia d e l a posi­
37 �xc2 �xc2+ 38 ci>f3 as 39 .ih6 füs 40 �a7 ción en una frase: «Pa ra atra par a la dama
Las negras abandonaron. negra en h4, el peón blanco «g» debe es­
Así, ahora ya nos parece más obvia la ne­ ta r en g4, el caba llo blanco en f3, y el peón
cesidad de u n anál isis lógico q u e preceda bla nco h3 defendido . . . ».
al cá lculo de va riantes. Este an á l isis no solo
nos perm ite determ inar los detal les más ¡Eso es todo! Y l u ego, si es u n j ugador de
i mportantes de la posición y la dirección ajed rez, piense cómo lograrlo y si puede
del cá lculo, sino qu e además con su ayuda hacerlo. Solo un ordenador puede encon­
también podemos elabo rar el ranking de tra r la j ugada 23 Wfl !!, med ia nte el uso de
las j ugadas candidatas, lo q u e n u eva men­ la fuerza bruta en la búsq u eda de varian­
te mejora rá la cal idad del cálculo. tes.
Explicaré lo d icho. Después d e i nspeccio­
nar la posición, cuando sacamos concl u­ Esta posición fue propuesta para su sol u­
siones sobre las posi bil idades de a m bas ción a los jóvenes ajedrecistas del depar­
partes, empiezan a aclara rse las priorida­ ta mento de ajed rez del centro educativo
des de la posición y los objetivos,21 y qué «Si ri u s». Boris Ofitseria n enco ntró la sol u­
debe buscarse de acuerdo con las exigen­ ción en 5 m i n utos g racias a las habilidades
cias de la posición. El conocim iento de es­ adq u i ridas e n su tra bajo conj u nto con el
tos objetivos perm ite no solo determ inar g ra n maestro Sakaev. Como me d ijo, se
las jugadas candidatas, d escarta r lo i n úti l hizo a sí m i smo la preg u nta : «¿Qué piezas
y enfocar toda la atención en lo necesario, blancas rea l iza n u n a ca rga de tra bajo i nsu­
sino también descubrir el orden de cá lculo ficiente y cómo d ebe mejora rse su u bica­
más práctico, qu e perm ita al j ugador eco­ ción ?». La respuesta vino a mi mente rá pi­
nomiza r tie m po y energ ía pa ra la l ucha damente, «la da ma», y d espués e ncontré
posterior». la j ugada 23 Wfl !

Ahora me g u sta ría recordar la cita de Conti n uemos el razonam iento de Beim
Dvoretsky relativa a la eva l uación d e la sobre la necesidad d e u n a n á l isis lógico
posición, y en consecuencia a l anál isis ló­ previo al i n icio del cálculo: «A menudo di­
gico: «En alg u nos l i bros se puede leer q u e cho anál isis perm ite ide ntificar las j ugadas
el proceso de eval uación d e la posición ca ndidatas, d i rigidas no solo a l forta leci­
consiste en a islar y ponderar todos los miento de la posición o a la preparación de
factores posicionales que actúa n en ella. las acciones pla neadas, sino a la obtención
¡Tontería s! De hecho, la mayor pa rte de de manera inmediata y directa del objetivo
deseado. Por supuesto, debe considera rse
21 Nota del Autor. Recordar a Krasenkov.
240
La técnica del cálculo de variantes

que tales jugadas tienen «signos espe­ es un término más o menos comprensible,
cialmente brillantes». Entre las jugadas que se inicia considerando jaques, captu­
ca ndidatas de este tipo también deben ras o amenazas directas, sobre el anál isis
incluirse los movi mientos que cond uz­ lógico me gustaría a ñadir algo: el ajedre­
can inmediatamente a un choque direc­ cista debe ocuparse del cá lculo de varian­
to entre las fuerzas de ambos bandos, en tes con cada j ugada, mientras que un aná­
otras palabras, dirigidas a un desarrollo de lisis lóg ico en profundidad debe realizarse
los acontecimientos más forzado. La lógica en momentos importantes y cruciales del
sugiere que la probabilidad de encontrar juego, lo que los ajedrecistas denominan
una solución exitosa entre los movimien­ momentos «críticos». Aq uí ya nos acer­
tos de este tipo debería ser mucho mayor camos a los libros mencionados de losif
que en el resto de jugadas candidatas, por Dorfman, no obstante discutiremos sobre
lo tanto deben considerarse en primer lugar. el los un poco más tarde. Por eso, mientras
Es bastante probable que después de em­ que la profu ndidad en el anál isis lógico del
pezar el cálculo en ese orden, encontre­ ajedrecista durante el juego es poco fre­
mos de inmediato (o muy rápidamente) cuente, el «escaneo rápido» de John Nunn
una solución convincente, y por lo tanto se puede hacer mucho más a men udo.
desaparecerá la necesidad de un cálculo
posterior. En esto consiste la importa ncia Ahora, cuando ya hemos visto el exce­
práctica de rea liza r en un orden correcto lente ejemplo de aná lisis lógico de Mijaíl
el cálculo de las jugadas candidatas: por­ Botvi nnik, recordado los comentarios de
que la l ucha conti núa después de un cál­ Mark Dvoretsky sobre la evaluación de la
culo realizado con éxito, y el tiem po y las posición, y descifrado el ranking de j uga­
fuerzas ahorrados serán muy útiles en el das candidatas según Va leri Beim, es hora
juego posterior. Sin embargo, si la primera de citar el ejemplo prometido de la obra
jugada candidata, planificada según este de Krasen kov, que culmina su interesante
método, no nos satisface, entonces debe­ artículo:
mos proceder a considerar el seg undo de
tales movimientos, y así sucesivamente.
Ta rde o tem prano, inevita blemente «da re­
POSIOÓN 58
mos en la diana».
Lagunov - Mijaíl Krasenkov
Ahora vamos a comparar este arg u mento Dnepropetrovsk 1 985
con el consejo de Kotov: «El orden en que
deben ordenarse las jugadas candidatas, y
por lo tanto, la consideración de las varian­
tes, depende de la naturaleza y hábitos de
cada jugador y de las características de
la posición. A algunos les gusta examinar
primero las posibilidades más difíciles, y
solo después las más fáciles, mientras que
otros hacen lo contrario».

Acabamos de conocer el «término ran­


king» de las jugadas candidatas, según
dice Bei m, y hemos hablado sobre la nece­
sidad de un análisis lógico de la posición «La desafortunada posición de las piezas
previo al i nicio del cálculo. Y si «ranki ng» blancas y la debilidad de la primera fila

241
La técn ica del cá lculo de varia ntes

indicaban a las neg ras q u e e ra necesa rio busca r ideas n uevas. Surgió la idea de si­
buscar una victoria forzada, es decir, una tuar la dama detrás de la torre; tras esto es
amplia ganancia de mate ria l (el objetivo necesario i m pedir la j ugada !b l -c2, que
del cálculo). La idea es combinar el ata­ d efiende el pu nto d l . Apareciero n otras
que al a lfi l con la a menaza de i nvasión j ugadas ca ndidatas:
por la pri mera fi la . Se esta bleció el orden A 1 ) 23 ... Wd l 24 @f1 Wa4 25 !d2 8d6;
de prioridad de las jugadas ca ndidatas: 1 ) A2 25 ... 8d5;
23 ... Wd l ; 2) 23 ... Wb4; 3) 23 ... Wa4; 4) 23 A3) 25 ... 8d4;
... Wg4; 5) 23 ... We5, y se inició la primera 8 1 ) 23 ... Wa4 24 !d2 8d6;
etapa del cálculo. 82) 24 ... 8d5;
1 ) 23 ... Wd l 24 @f1 ; 83) 24 ... 8d4;
1 a) 24 ... Wg4 25 !d2 Wc4+ 26 We2, y no C l ) 23 ... Wd l 24 @fl Wh5 25 !d2 Wbs+
hay nada; 26 º1g l 8d6;
1 b) 24 ... Wh5 25 !d2; C2) 26 ... 8d5;
1 b l ) 25 ... Wxh2 26 f3! W h l + 27 @f2 Wh4+ C3) 26 ... 8d4 (en todos los casos con la
28 @fl Wc4+29 We2; amenaza Wd7).
1 b2) 25 ... Wb5 + 26 @g 1 Wxb2 27 !e3 Las tres pri meras las d escarté rá pida men­
Wc3 28 Wfl o 27 ... Wb4 28 Wcl 8c7 29 te debido a 26 We2, y las tres últimas a
Wd l ; causa de 27 !c3, mientra s q u e en el resto
1 c) 24 ... Wa4 25 !d2 Wb5+ 26 @g l Ver de los casos encontré:
7 b2) . 8 1 ) 23 ... Wa4 24 !d2 8d6 25 We2! (25
En estas va ria ntes las negra s solo ganan @fl ? Wb5+ 26 We2 Wxb2 27 !d 3 \Wd4)
u n seg undo peón; no se alca nza el obje­ 25 ... Wd7 26 !e l o 25 ... Wa6 26 Wel (es
tivo. peor 26 We3 Wb6!), con i ntención de ic3
2) 23 ... Wb4 24 Wc l Wc5 (24 ... 8c7 25 y !c2, d efendiendo todo.
Wd l ) 25 !c2 8c7 26 Wd2! f6 27 !b3! o 27 82) 24 ... 8d5 25 !e4! y después 26 !f3, ya
!f4!, y las neg ras no log ra n nada. q u e no vale 25 ... 8e5? 26 !xh 7+.
3) 23 ... Wa4 24 !d2 (pe ro no 24 b3? Wa 5), 83) 24 ... 8d4 25 We2 (es peor 25 �fl
y no se ve nada. Wbs+ 26 \We2 Wxb2 27 !d 3 Wxa2) 25 ...
4) 23 ... Wg4 24 !d2. Wd7 26 !e l o 25 ... Wa6 26 We3!
5) 23 ... We5 24 !e3 En las dos últimas va- En todas las va ria ntes no se advierte cómo
riantes las posibilidades de las neg ras se pueden las negra s obtener la victoria. Por
agotan clara mente. lo ta nto, la seg u nda eta pa del cálculo tam­
Así, la primera eta pa del cá lculo no me bién term inó sin resu ltados.
proporcionó la sol ución deseada. Si ahora Así pues, ¿ha bía que «vira r» el cálculo, re­
las neg ras ca recieran de tiem po, debe ría n n u nciar a l objetivo máximo? Aun a sí, deci­
aj ustar el objetivo ( por ejemplo, buscar la dí buscar más. Y no fue en va no. Como un
ganancia de u n segu ndo peón en las me­ rayo, un pensam iento pasó por mi ca beza.
jores condiciones). Por cierto, entonces en 23 ••• W!a4 24 �d2 �d6 25 W!e2 W!d4!!
el an ál isis rea l izado ya tend ría mos la j uga­
da ca ndidata. Véase el diagrama siguiente
6) 23 ... Wxb2 (q ue claramente no respon­
de a l objetivo máximo i nicial), y las neg ras Desde luego, la idea de reg resar con la
tend ría n qu e elegi r entre 1 b l ), 1 b2) y 6) . dama no es n a d a evidente. Creo que es
Sin embarg o, por fortuna, había tiem­ i m posible encontra rla sin ca lcular previa­
po suficiente (en el torneo se aplicaba el mente n u merosas va ria ntes, sin adentrar­
«bueno y viejo» control de 2 horas y me­ se en la j u n g l a de los d iversos ataq ues y
dia en 40 j ug adas), y las neg ras decidieron d efensas. A ca m bio el cálculo posterior

242
La técnica del cálculo de variantes

(¡ya en la tercera eta pa!) es sencillo. Con la


dama blanca situada en e2 la penetración
de la dama negra en d1 decide: 26 ie1
Wd 1 27 We4 fs o 26 Wbs :gds 27 ie1 Wd 1
28 Was b6.
Todo el cálculo de las tres etapas (j unto
con la comprobación} duró exactamente
una hora. En la partida, después de 23 •••

Wa4! 24 J.d2 gd6!, el ajedrecista de No­


vosibirsk, por desgracia, j ugó 25 @fl(?) y
después de 25 ... Wb5+ se rindió. Lástima,
la idea principal de las negras se quedó
entre bambalinas ... ».

¡Un ejemplo maravil loso, un artículo exce­


lente y una partida brillante de M ijaíl Kra­
senkov! La maniobra de ida y vuelta de la
dama negra causa u na fuerte impresión .
¡Bravo!

Ahora pasemos al estudio de otro térmi­


no interesante, que los especialistas en la
teoría del cálculo de variantes mencionan
casualmente, y que solo Valeri Beim, en mi
opinión, ha conseguido aislarlo como un
fenómeno i ndependiente y darle una de­
fi nición.

243
Capítulo 1 5
Movi m i entos resu lta ntes

Recordemos el pu nto 7 del artículo de Kra­ «Tras calcular la variante 1 fü4 exf4 2 gxf4,
senkov: «Puede ocu rri r q ue en el momento donde las negras responden 2 .. dxc4, para
.

del cá lculo aparezca una nueva idea, una controlar la casilla g 1 , llegamos a la idea
jugada candidata, q ue no está relacionada de saltar primero con el caballo: 1 lDds o 1
con esa varia nte. En ese caso es necesa rio lD a4! (y después 2 fü4). La j ugada 1 �a4 es
determinar su prioridad, sin embargo no el camino más corto hacia la victoria. Pero
proceda a su consideración hasta que se sin el cálculo (a unque sea elemental) de la
complete el cálculo de la va riante que rea­ va riante con 1 fü4 no se advierte por qué
liza en ese momento. Una excepción pue­ razón debe incluirse en el n úmero de ju­
de ser el caso en q ue es completamente gadas candidatas».
obvio q ue la n ueva idea es mejor que la
conti nuación que está considerando (aun­ Ahora John Nunn:
que lo sea solamente en la prioridad)».

Al comienzo del a rtículo de Mijaíl Kra­


POS/OÓN60
sen kov y en el libro de John Nunn, en el
capítulo correspondiente, hay dos ejem­ Gennadi Kuzmín - Evgeny
plos casi idénticos. Empecemos dando la Sveshnikov
palabra a Krasenkov: Moscú 1 973

POS/OÓN 59
Conel Hugh O'Donel Alexander -
E.T. Marshall
Cambridge 1 928

«La posición parece especial mente prepa­


rada para el doble sacrificio de los alfiles
en h7 y g7. El único problema es que esta
idea todavía no fu nciona: 1 6 .!xh7+ @xh7
1 7 Wfhs+ @gs 1 8 .!xg7 @xg7 1 9 Wfg4+
@h7 20 fü3 (por supuesto, las blancas

244
Movimientos resultantes

pueden dar jaque continuo) 20 ... llixf4 2 1


�xf4 fS, repeliendo e l ataque. Para encon­
trar el camino hacia la victoria las bla ncas
deben definir el recurso que permite a su
adversario refutar el sacrificio (aquí es la
posibilidad de capturar en f4 con el ca­
bal lo), y te haces la preg unta: «¿Qué pasa
si...?». En este caso la preg unta sonará así:
«¿Qué pasa si consigo desviar al caballo de
dS?». Entonces la solución resulta eviden­
te:
16 tLl b6! tLl xb6
Tampoco ayuda a las negras la retirada de de variantes. Por otro lado, el contenido
la torre. Por ejemplo: 1 6 ... E:b8 1 7 llixdS estratégico de los estudios, por lo gene­
cxdS 1 8 ixh7+ @xh7 1 9 'l!Bhs+ @gs 20 ral, es bastante senci llo y comprensi ble.
ixg7 WxcS+ 21 @h1 @xg7 22 'l!Bg4+ @h8 En nuestro caso el objetivo es extremada­
23 fü3 Wc2 24 fS! WxfS 25 füfS exfS 26 mente obvio: transformar en dama el peón
'l!Bh3+ (si las neg ras hubiesen jugado 16 ... a. En este sentido las negras solo pueden
�a7, entonces aq uí seg uiría 26 'l!Bd4+) se­ detenerlo con el caballo. Tenga en cuenta
guido de W 9 3+, y cae la torre b8. una cosa: la esencia de la posición es tan
17 .ixh7+ ©xh7 18 �hS+ ©g8 19 .ixg7 simple q ue la única jugada candidata ló­
©xg7 20 �g4+ ©h7 21 ga Las negras gica es 1 as. Las jugadas de rey no tienen
abandonaron. sentido; tampoco está claro a dónde debe
Nunca encontrará una jugada como 1 6 ir el alfil (sus maniobras, por lo ya expues­
llib6! con el método del árbol de variantes to, deben subordinarse a las acciones del
(a menos que sea un ordenador), porque cabal lo negro).
si no la consideramos parte de una ope­ 1 aS Los acontecimientos se desarrollan de
ración táctica, entonces no tiene ningún la siguiente manera: 1 ... tll f6 2 a6 tildS 3
sentido en a bsoluto, y por lo tanto no en­ a7 (3 id6 lli b6; 3 ics llic7) 3 .. tll c7 4 .id6
.

trará en nuestra lista de «jugadas candida­ tilas s ©g2 ©g6 6 ©a ©f6 7 ©f4 ©e6 s
tas». .ib4 tll c7, y las negras obtienen las tablas
sin dificultades.
Es el turno de Valeri Beim. Primero ofrece­ 1 dS! Ahora todo "funciona" para las blan­
mos su respuesta a la pregu nta: cas. 1 ... cxdS 2 as tll f6 3 a6 tll es (a 3 ... llid7
sigue 4 i.cS) 4 .id6!, y el peón no puede
¿no sería posible en nuestros ejemplos ac­ ser detenido.
ceder a las jugadas 1 tll a4! y 16 tll b6! con
la ayuda de la lógica, sin, como dice él,
ningú n razonamiento «exótico»? El autor
analiza este estudio de A. Troitsky, del año
1 924, que em pieza con la jugada 1 dS!:

Véase el diagrama siguiente

«Por u n lado, resolver u n estudio es u n


asunto difícil, porq ue e n l o s estudios solo
existe una solución, cuyo descubrimiento
requiere una gran precisión en el cálculo

245
Movimientos resultantes

Entonces, ¿qué concl usiones se pueden POS/OÓN 61


extraer a hora? No vamos a seg uir adelante
Eduard Gufeld - Ja nis Klovans
y limitarnos a confirmar que, de hecho, la
Moscú 1 966
jugada clave del estudio fue encontrada,
como en la partida Flohr - Geller, no so­
bre la base de una revisión de la posición,
sino como resultado del cálculo de las ju­
gadas candidatas (en este caso, una). Es
cierto q ue aquí hay un matiz interesante
e importante para nuestro razonamiento.
Un escéptico meticu loso diría : " Bueno, con
respecto a la partida anterior, esta teoría
es correcta. ¿Pero no es más simple en el
estudio? ¿No se podía llegar a la jugada 1
d5! sin ningún razona miento exótico, solo
con la ayuda de una lógica sim ple? a) el
peón solo puede ser detenido por el caba­
llo; b) el caballo solo se pone en marcha «La partida se aplazó, y tras la rea nudación
a través de f6, y después es obvio q ue se se llegó de una manera forzada a la posi­
dirige a la casilla central polivalente d5; c) ción del diagrama q ue, por su puesto, fue
por lo tanto, ¡debemos arrebatarle esa po­ examinada detalladamente en el análisis
sibilidad!'� No hay d uda de q ue la pregu n­ casero. El estudio de las jugadas candida­
ta es relevante. tas dio estos resultados:
La respuesta puede ser: el razonamiento a) 43 fü7+?? @gB 44 :gd 1 ? E:cg3+ 45 <iif1
lógico anterior, de hecho, es la expresión :gg 1 + 46 @e2 :gh2+, y las negras ganan;
verbal de las variantes que hemos exami­ b) 43 ggd 1 ? :gcg3+ 44 @f1 E:g 1 + 45 <ii e2
nado (la cursiva es mía). Su sencil lez per­ gh2+ 46 @f3 E:h3+ 47 @e4 gh4+ 48 <ii f3
mite hacer tales arg umentos sin dificultad, E:h3+ 49 @e2 E:h2+ con tablas;
aunque la esencia de esto no cambia, las c) Parece que lo mejor es 43 E:d8+ @e7
variantes siguen siendo va ria ntes. Por eso 44 E:eB+ @d6 45 E:d 1 + id4 46 @f1 :gh5, y
declaro lo siguiente: en las situaciones más las blancas deberían sacar provecho poco
simples las jugadas clave de un tipo parti­ a poco de su ventaja material, aunq ue no
cular (cuya denominación será dada más sin dificu ltades.
tarde) se pueden encontrar no solo como Sin embargo, en el transcu rso posterior de
resultado del cá lculo de las consecuencias la partida tuvo una infl uencia decisiva el
de las jugadas ca ndidatas, sino también hecho de que la partida se jugaba en un
mediante el razonamiento lógico». ca mpeonato por equipos, y Gufeld tuvo
la suerte de estar en el mismo equipo que
Antes de pasar al ejem plo principal del Geller. El jugador de Odesa encontró una
artículo, explicaremos el sentido de la in­ solución espectacular al problema de las
troducción realizada. Leamos lo que dice molestas torres neg ras:
Valeri Beim: 43 i.f4!!
No es difícil imaginar en qué cond iciones
dejó a las negras este golpe, ¡porq ue man­
dó a la basura todo el análisis casero! Si­
guió:
43 ... ghd3
La fuerza y la esencia de la jugada de las

246
Movimientos resultantes

blancas se revela en la varia ntes 43 ... exf4 l lamado la percepción estética! Tampoco
44 gd8+ rt;e? 45 B:e8+ rt;d6 46 8'.d 1 + ghd3 debe olvidarse la ventaja del efecto psico­
47 gxd3+ füd3 48 gd8+ y 43 ... ixg 1 44 lógico.
fü7+ rt;g8 45 ge7 ic5 46 8'.e8+ if8 47 Ahora intentemos describir el mecanismo
id5+ del fenómeno que estamos considerando
44 !3xd3 !3xd3 45 !3h1 y elijamos un nombre para él. Así, en algún
momento sale a la luz no la habitual juga­
da candidata (un concepto que conoce­
mos bien), sino una j ugada que se deriva
de las jugadas candidatas. Con frecuencia,
al examinar una posición, ni siquiera se
ven ind icios de tal j ugada, y sin embargo,
de repente, salta, como un diablillo de una
caja sorpresa, ¡y resulta ser la mejor solu­
ción! Ya hemos visto ejemplos similares
y los veremos más de una vez. También
hemos conseguido advertir q ue la idea de
tal jugada aparece solo como resultado del
cálculo de las consecuencias de las jugadas
45 ... <tle7 candidatas más naturales.
Quizás porque Janis Klovans quedó con­ Recordemos que en el fragmento de parti­
mocionado por la jugada 43 de las blan­ da que acabamos de ver la notable jugada
cas, o bien debido a la falta de tiempo, en 43 if4!! proporcionó a las blancas no solo
todo caso el efecto es evidente. Las negras la salvación contra la molesta pa reja de to­
perdían inmediatamente después de 45 ... rres enemigas, q ue tanto las incordiaban
id4 46 gh8+ rt;e? 47 ih6! Sin embargo, en las variantes «a» y «b», sino que también
la obligada 45 ... rt;g8 conservaba la posi­ destruyó efectivamente la defensa del ad­
bilidad de una resistencia prolongada. Y versario por la columna «d», resolviendo al
aunque después de 46 ic1 final mente las mismo tiempo el problema de la variante
blancas debería n ganar, al menos el j uego «C>>. En otras palabras (¡y este factor me
podría d urar bastante. parece extremada mente importante!): la
Ahora- después de 46 gh8! Klovans reco­ jugada milagrosa que hemos exami nado
noció su derrota, con toda la razón. Des­ fortaleció decisivamente la posición de las
pués de 46 ... gd8 (46 ... exf4 47 8'.e8+ rt;d6 blancas en varias líneas.
48 gd8+) 47 B:xd8 rt;xd8 48 id2 el rey Cuando estaba escri biendo el libro Chess
blanco se dirige al centro, y las negras no Recipes from the Grandmaster's Kitchen,
están en condiciones de resistir su próxi­ en el que se introdujo por pri mera vez el
ma ofensiva. concepto de jugada resultante, me tomó
Esta peq ueña joya no la estropea ni siquie­ bastante tiempo encontrar un nombre
ra el hecho de que probablemente tam­ adecuado para el fenómeno descrito, aun­
bién daba la victoria a las blancas 43 8'.d8+ que finalmente me detuve ante una ima­
En primer l ugar, al conservar su adversario gen residual en mi memoria del programa
la pareja de torres combinadas, todavía escolar de matemáticas y física. Se trataba
quedaría mucho trabajo por dela nte para de los vectores, es deci r, de las líneas que
ganar (en el momento en que se cam­ representan la acción de una fuerza deter­
biaron un par de torres en la partida, las minada sobre un objeto.
negras se vieron condenadas a una pasivi­ Hagamos un experimento mental. En ca­
dad eterna), y en segu ndo lugar, ¡hay algo lidad de objeto, tomemos un globo. Un

247
Movimientos resultantes

niño lo ha gol peado, y el globo vuela hacia inferior a la j ugada 43 i.f4!! de la partida
delante. Pero luego sopla una ligera brisa, Gufeld - Klovans.
y la pelota no solo vuela hacia delante,
sino hacia delante y ligeramente hacia Ofrecemos algunos ejemplos más de ju­
a rriba. De esta manera, la dirección en la gadas resu ltantes «emocionales». Para
que vuela el globo es el resultado de la ac­ comenzar iniciaremos la lista de presencia
ción de dos fuerzas o vectores diferentes con John N unn. En el siguiente ejem plo el
sobre él. La suma de las acciones de estas g ran maestro inglés describe el cu rso de
dos fuerzas también se puede expresar en sus pensamientos en la partida:
forma de vector; en matemáticas tal vec­
tor se suele llamar resultante.
Como en nuestro caso el asu nto a veces se
POS/C/ÓN 62
refiere a una jugada que ta mbién apa rece
bajo la influencia de varios factores en el Adam Kuligovsky - John Nunn
proceso de cálculo de las j ugadas cand ida­ Wijk aan Zee 1 983
tas, creo que es lógico darle el nombre de
«jugada resultante». Por lo tanto: la jugada
resultante es una derivación de las jugadas
candidatas, pero no se la puede considerar
como una jugada candidata.
En este caso la presencia potencial en la
posición de la jugada resultante no afec­
ta de ninguna manera al orden de cálculo
que ya conocemos. Ya q ue la j ugada resul­
tante (si existe) en cualq uier caso solo se
puede detectar como resultado del cálcu­
lo de jugadas candidatas, que a su vez (lo
recuerdo una vez más) solo se revelan en
el momento final de la revisión de la po­ «Las bla ncas acaban de jugar 1 9 :gg 1 -gS.
sición». Las negras amenazaban seguir con 19 ...
ttJ d3+ seguida de 20 ... lLics+, sin embargo
Después de que Valeri Beim introdujera ahora esa a menaza está eliminada, por­
la definición de «jugada resultante» y ex­ que en respuesta al jaque descubierto las
plicara con un ejemplo lo q ue significa, blancas ca pturan en fS . Además, 20 füfS
muchas cosas se vuelven claras y com­ gxfS 2 1 :gg 1 ya es una a menaza seria.
prensibles. Recordemos a Platón: «El co­ Mis pensa mientos iniciales se dirigieron
nocimiento de los términos lleva al conoci­ a la prevención : 1 9 ... e6, sin embargo 20
miento de las cosas». El ajedrecista se cruza hxg6 fxg6 2 1 �dg 1 cond uce a una posi­
con bastante frecuencia con las jugadas ción confusa, por eso empecé a buscar
resultantes. Desde luego, las jugadas 1 alternativas. De pronto advertí una idea
ti)a4! y 16 ti) b6! de los fragmentos de las táctica. Tras 1 9 ... �h6 la respuesta más evi­
partidas Alexander - Marshall y Svesh­ dente es 20 �xfS, sin embargo luego me
nikov - Kuzm ín, ofrecidas recientemente, pregunté si alguna combinación con �xe3
también son resultantes, sin embargo solo y lLixa2+ podría forzar el mate. Después de
resumen un cálculo de variantes bastante pensa r un rato establecí que 20 ... lLixa2+!
sencillo y sin ramificaciones, por eso no se 21 lLixa2 (21 �xa2 �xe3) 21 ... '!Nxb3 22
perciben como excesos, y la fuerza de su �xh6 '!Nxa2 da la victoria a las negras, lo
impacto emocional y psicológico es muy que significa que en caso de 1 9 ... �h6 las

248
Movimientos resultantes

blancas tendrá n que sacrificar la calidad 3) 20 hxg6 tDxa2+ 21 'it>xc2 (2 1 tDxa2


en gS. La posición final promete a las ne­ ixb3) 21 ... �xb3+ 22 'it>d3 tDxc3 23 bxc3
gras cierta ventaja. La partida continuó: �c4+ 24 'it>c2 �a2+ 25 'it>d3 E:b2, y ganan
19 .ih6! 20 gdg1 .ixgS 21 gxgS e6 22 hxg6
••• la dama».
fxg6 23 hS?!
Después de 23 �g2 fü6 24 hS las blan­ El siguiente ejemplo del libro de Nunn
cas tendrían buenas posi bilidades de es una idea increíblemente hermosa de
contrajuego, aunque mediante 24 ... tDc2 Viswanathan Anand, que consta de dos
las negras conservarían una gran ventaja. jugadas resultantes consecutivas.
23 ... gb1 24 VHg2 g97 2s h6 gb1 26 gxfs
exfS 27 '/Hxg6+ ©h8 28 VHg2
Después de 28 igS �xd4 las neg ras se de­
POS/OÓN 63
fienden.
28 ... f4 29 .ig1 gg8 Las bla ncas abandona­ Viswanathan Anand - Joel Lautier
ron. Biel 1 997
Sin embargo, al advertir la posibil idad
. . . tDxa2+ en la variante con 1 9 . . ih6, de­
.

bía haber vuelto atrás para comproba r si


esa idea no afectaba a mi lista de jugadas
candidatas. El pu nto clave es que la ca ptu­
ra en a2 es posible en las situaciones don­
de la dama blanca no defiende el peón b2.
Y de repente aparece 1 9 ... ic2!!».

Dice John Nunn:

«¡Hay tantas piezas colgando que son


necesarios varios minutos para captar la
esencia de la posición! Las blancas van a
perder la calidad en e3, pero el alfil g2 está
atrapado, y el resultado más probable po­
d ría ser una posición con dos alfiles contra
La j ugada 1 9 ... ic2!! es una típica jugada torre y dos peones.
resultante, derivada de otras j ugadas can­ Sin embargo a Anand se le ocurrió una
didatas con todos los signos de exceso. idea táctica impresiona nte, a saber, el sa­
crificio de la dama con el movimiento ma­
Las varia ntes que confi rman la indefen­ ravil loso 20 ig6. Por desgracia, después
sión de la posición de las blancas, como de 20 ig6 �xd 1 2 1 E:xe6+ las neg ras hu­
indicó el g ran maestro Nu nn, son sencillas: yen con el rey, 21 ... @fa 22 ia3+ (22 füf7+
'it>g8) 22 ... tbe7 23 ixe7+ 'it>g8, y las blan­
«1 ) 20 tDxdS tDxa2+ 2 1 'it>xc2 �xb3+ 22 cas pierden. Aquí las blancas pueden ha­
'it>b1 E: b7 23 hxg6 fS con victoria negra. cerse la pregunta: «Y si tuviera un peón en
2) 20 E:dg 1 tDxa2+ 21 tDxa2 �xb3 22 �xc2 h6?» Entonces la variante con E:xf7+ lleva
�xa2 también decide. al mate: füg7 y ia3+

249
Movimientos resultantes

20 h6!!22 gxh6? gran maestro Denis Jismatullin en la revis­


Es evidente que las negras no compren­ ta 64 n .0 4/20 1 5, donde describe en deta­
dieron la idea de Anand, en caso contra­ lle, con sinceridad y con h u mor el curso de
rio habrían elegido 20 ... lt:Jxe3, aunque las sus pensamientos, y cómo consiguió «Su­
blancas mantienen la ventaja después de bir» la brillante j ugada resulta nte:
21 .be3 'l!Me5 22 hxg7 �g8 23 'l!Mc l ! Por su­
puesto, la variante 20 ... g6 21 i.xg6 es la «Llegamos a una posición donde en reali­
encarnación ideal de la idea de las blancas. dad lo tenía todo planeado. Tras esta par­
21 i.g6!!23 !f:Je7 tida muchos, por no deci r la mayoría, me
Ahora la casi lla h6 está disponible pa ra preg untaron cómo me las había a rreglado
el alfil blanco, y la varia nte 2 1 ... 'l!Mxd l 22 para encontra r mi siguiente jugada. Inten­
�xe6+ <it>f8 23 i.xh6+ <it>g8 24 i.xf7 termi­ taré reproducir mis pensamientos en este
na en mate. momento d urante la partida.
22 �xd4 gxd4 23 gd3! gds 24 gxd8+ ©xd8 En primer lugar, estaba muy molesto por
25 i.d3! Las negras a bandonaron». el hecho de que mi adversario amenaza­
ba mate en una j ugada. Calculé con bas­
Y para concluir el tema, presentaremos un tante facilidad la poco agradable variante
ejemplo muy reciente. 44 �a l (o 44 �e l ) 44 ... fü6 45 f4+ <it>h4 46
'l!Mh6+ <it>g3 47 "!Ng5+<it>h2, y simplemente
no vi la idea 44 h4+ <it>h5 45 g4+ <it>xg4 46
"!Nxf7!! "!Nxd l + 47 <it>g2 con jaque continuo
POS/C/ÓN64
inevitable, lo cual no es sorprendente.
Den is Jismatullin - Pável Eliánov No quería j ugar 44 f4+ por la posi ble pe­
Jerusalén 20 1 5 netración del rey en h2 (después de 44 ...

<it>h4), sin embargo aquí 45 "!Nxd6 (¡Pardiez!


¡Captura la torre!), cubriendo la casilla g3,
ofrece unas tablas fáciles, lo q ue también
«olvidé».
Aunq ue, sin duda, la piedra con la q ue tro­
pecé fue la continuación 44 "!Ne7+ f6 (44 ...
fü6 45 f4+ <it>h4 46 "!Nxf6+ <it>g3 47 "!Ng5+
<it>h2 48 'l!Ng4! ganando; esto sí pude verlo).
Aqu í caí en un ligero estupor, las variantes
se mezcla ban en mi cabeza, en mi reloj el
tiempo se consumía desesperadamente, y
en ese momento de algún sitio surgió la
idea de q ue el rey negro en muchos casos
En l a posición del diagrama j uegan las escapa de la persecución por la casilla h2 ...
blancas. Antes de leer los comentarios, Entonces, ¿quizás debería controlarla?
invito al lector a colocarla en un tablero y ¡Profilaxis en su forma más pura! Creo que
que intente hacer una va loración y el cál­ si no se toman en cuenta los nombres de
culo de las jugadas candidatas, tomándo­ los jugadores, a Mark lzrailevich Dvorets­
se pa ra ello 30 minutos. ky le habría gustado. Otra posible expli­
cación es que cogí el rey para q ue no me
Ahora estudiaremos los comentarios del dieran mate en una . . .
44 ©g1!!
22 Nota del Autor. Primera jugada resultante.
Por la reacción de Pasha, me di cuenta de
23 Nota del Autor. Segunda jugada resultante, ex- que la jugada del rey fue una completa
ceso.
250
Movimientos resultantes

sorpresa para él, así como para todos los


que estaba n alrededor de nuestra mesa.
Es como si tras crear amenazas, atacar a la
torre y calcular los jaq ues naturales, aban­
donaras tu torre y en respuesta ignora ras
por completo las amenazas del adversario.
Y sin embargo, ¡lo que hice fue defender­
me del mate en una jugada!
44 ... Wxdl+?
Una jugada natu ral, ¡sin embargo, la cap­
tura de la torre con jaque pierde de ma­
nera forzada! Exami nemos otras conti nua­
ciones. sona encuentre todos estos movi mientos,
No salva 44 ... VMxc6 4S VMxf7 fü6 46 VMe7! especialmente con falta de tiempo.
(46 VMxh7?! füf2 47 VMe7+ VMf6 48 VMc7 @ h6 4S ®h2
49 VMg3 füs so füd3 solo con ligera venta­ La combinación de amenazas de mate y el
ja de las blancas) 46 ... @ h6 47 füd3 o 46 avance del peón «C>> no deja a las negras
... VMd6 47 VMxh7 d2 48 h4+ @fs 49 hS, y las ninguna posibilidad, ¡sin embargo, en este
blancas ganan. momento todavía no veía la forma de ga­
Lleva a la posición de la partida 44 . . füc6
. nar!
4S VMxf7 VMxd 1 + 46 @h2. 4S gxc6 46 We7+ ®h6 47 Wf8+ @gs 48
.••

La más tenaz, y posiblemente, la salva­ Wxf7!


dora, es 44 .. �ds 4S @h2!! {¡Paso a paso
. Por suerte, saqué fuerzas de flaqueza y en­
hacia el sueño! No da nada 4S f4+ @f6 46 contré esta jugada. ¡Si no todos los esfuer­
VMhS+ @e7 47 �a1 VMxc6 48 �a7+ �d7 49 zos anteriores habrían sido en vano! Las
�as VMxaS so VMxaS d2 S1 VMe4+ @dS=) bla ncas dan mate.
4S ... @f6 {única: en caso de 4S ... VMxc6 las 48 ... m6 49 f4+ ®h6 so Wxf6 We2 s1 Wt8+
blancas pueden ganar mediante 46 VMg7! ®hs s2 Wg7 h6 S3 Wes+ ®h4 S4 Wt6+
'We6 47 f4+ @fs 48 e4+; es más prosaica 46 @hs SS fS gxfS S6 Wxts+ ®h4 S7 Wg6 Las
'Wxf7 ms 47 VMe7+ @ h6 48 füd3 y ganan) negras abandonaron».
46 e4 �es (46 ... VMxd 1 47 exdS) y ahora:
a) 47 es+ @xeS 48 �e1 + @d4 49 VMd6+ Quiero hacer la siguiente observación
@c3 SO c7 d2 S 1 �a 1 VMb3 S2 VMxcS+ {S2 acerca de este final brillante. Cuando De­
�as füc7 S3 VMxc7+ @b2 S4 VMes+ @c2 ss nis Jismatullin bromea diciendo que la
'We4+ @c3 S6 VMes+ @c2=) S2 ... bxcs S3 jugada 44 ®gl !! le gustaría a Mark Dvoret­
csVM @ b2 S4 m1 d 1 VM ss füd 1 VMxd 1 S6 sky como ejemplo de pensamiento pro­
'WxcS VMb3=; filáctico, transmite una idea interesante
b) 47 VMd6+ @g7 48 füd3 füc6 49 VMes+ de Bei m: «Lo cierto es que a menudo las
fü6 so E:f3 VMc6 s 1 g3 jugadas profilácticas son al mismo tiempo
¡jugadas resultantes! Esto sucede porq ue
Véase el diagrama siguiente antes de tomar una decisión de ca rácter
preventivo, el ajedrecista debe adentrarse
Esta es la posición a la que podían haber en la posición y comprender la esencia de
llegado las negras con un juego perfecto las amenazas del adversario. Y para ello
tras 44 @gl Creo que está más cerca del casi siempre es necesario calcular las va­
empate y que todo termina en un final de riantes; en otras palabras, hacer todo lo
damas de cuatro peones contra tres, a un­ que hace el jugador, ¡antes de aplicar la
que, por supuesto, es irreal q ue una per- jugada resultante!».

25 1
Movimientos resultantes

Concluiremos el tema del cálculo de va­ blancas impedía que las negras coordina­
riantes con tres ejemplos de la creación de sen la acción de sus piezas. Y obtuvo una
los campeones del mundo Anand, Kram­ victoria muy bella.
nik y Karpov, tras lo cual daremos a cono­ Es difícil criticar la decisión de Anand,
cer al lector nuevos términos y procedere­ porque le permitió obtener una ventaja
mos a hacer un resu men. forzada, a unque para los simples mor­
tales (entre ellos los grandes maestros
Lista final de llamadas. Tiene la palabra ordinarios como yo) ese camino es defi­
John Nunn: nitivamente u n salto al abismo. En la po­
sición del diag rama tiene sentido advertir
1 9 f4, j uzgarla: «es posi ble que sea una
jugada buena, a unque es muy compleja.
POSIOÓN 65
Si es necesario, la analiza ré, ¿pero no ha­
Viswanathan Anand - Gata Kamsky brá otra varia nte que me asegu re ventaja
Linares 1 994 con menos riesgo?». La jugada 19 Ae2 se
ve bastante natural; ahora se a menaza f4
y es sin ningún sacrificio. Las neg ras no
pueden bloquear el peón mediante 1 9 ...
gS, porque 20 hxgS hxgS 21 VNxb4 (o 20
VNxb4 gxh4 2 1 :Bxd4) favorece clara mente
a las blancas. Anand descartó este movi­
miento por 19 ... d3, y esta es real mente la
única respuesta razonable. Sin embargo,
entonces se puede jugar 20 VNe3!, y las
negras tienen grandes problemas. Se re­
nueva la a menaza f4 y es, y el peón d3 está
colga ndo. Sería posible esta continuación:
20 ... ixh4 21 ixd3 VNc7 22 'Li b6 'Lixd3+
«En esta posición casi todo depende de la 23 füd3 :Bds 24 füd8+ VNxd8 2s 'Lids, y
movilidad de los peones bla ncos «e» y «f». las negras pierden. No pueden enrocarse
Si consiguen avanzar a es y f4 con ga nan­ por 26 VNxh6, el peón g7 está colgando, las
cia de tiempo, las cosas i rán mal para las bla ncas a menazan jugar VNcs, y el podero­
negras. Sin emba rgo de momento éstas so caballo centralizado domina al alfil.
amenazan un doble en f3. Esta variante rectilínea es bastante sim­
Anand decidió que el avance de los peo­ ple de calcu lar, y tal vez i ncl uso no hay
nes a f4 y es era tan importante que val ía necesidad de calcularla con precisión, ya
la pena sacrificar la torre g 1 La partida se que está claro que después de 22 'Li b6 las
adentró en un complejo ca mino táctico: blancas están muy bien. Por lo tanto, las
19 f4! tll fl 20 'i'g2 tll xg1 21 es o-o 22 J.dl! blancas pod ían lograr, al menos, la mis­
AxeS! 23 fxeS 'i'xh4 24 �xg1 'i'f4+ 25 ©b1 ! ma ventaja q ue en la pa rtida con la sen­
'i'xeS cilla j ugada 1 9 ie2. Es fácil imaginar que
Incluso para un g ran maestro no es fácil habiendo calculado la compleja y atractiva
orientarse en esta variante, y eso no es variante con 1 9 f4, las blancas no tuvieran
todo. En la posición final las negras tienen ganas de buscar una continuación sencilla
torre y tres peones por alfil y cabal lo, que equivalente, aunque las jugadas del tipo
sobre el papel es una ventaja material con­ de 1 9 ie2 y 20 VNe3 sean un juego de niños
siderable. Sin embargo, Anand demostró para un jugador de la categoría de Anand».
que después de 26 tll cS! la iniciativa de las

252
Movimientos resultantes

He puesto en cu rsiva la última frase de completamente inesperado. En lugar de


John Nunn. Le pido al lector q ue la lea con un trabajo técnico seguro y prometedor,
atención, es muy importante para asimilar entró en una variante muy espectacular,
el material posterior. aunque incomprensible a pri mera (y en
parte tam bién a seg unda) vista, ligada no
Ahora lea mos lo que dice Valeri Beim: a la obtención de material, sino a su sacrifi­
cio, y además sin consecuencias forzadas».
Como en el ejemplo precedente, he selec­
cionado esta frase y le pido que la preste
POS/OÓN 65
atención. El j uego transcu rre por un guión
Vladímir Kramnik - Garri Kasparov ya conocido. Continua mos el desarrollo
Zúrich 2001 (ajedrez rápido) de la partida con los comentarios de Bei m.
«24 .ixa6!? gxd1
Pierde al instante 24 ... J.xa6 25 füd4 Wfxd4
26 ttJc6+ En caso de 24 ... ge4 25 Wfd2
gxeS (son malas tanto 25 ... J.xa6 26 ttJc6+,
como 25 ... Wfxa6 26 gc7+) 26 J.xb7 gd8 27
Wfxd8+ Wfxd8 28 füd8 Wxd8 29 b3! Wd7
30 gc4 las blancas tienen una ventaja sig­
nificativa en el final. ¿Y por qué razón van a
rechazar las negras una pieza de más?
25 gxd1 .ixa6
La captu ra con dama 25 ... Wfxa6 pierde de­
bido a 26 Wfxb4+ We8 27 gd6 Wfa7 (27 ...
ttJdS 28 gxa6 tt:Jxb4 29 gb6) 28 Wfbs+ We7
A simple vista no parece sencillo valorar 29 gb6 gb8 30 Wfc5+ We8 31 gxe6+
esta posición. Las negras, apa rte de un 26 Y:Vxb4+! Y:Vxb4 27 tll c6+ ©ts 28 gds+
peón extra, tienen una ligera ventaja de tll es 29 tll xb4
espacio, y además controlan un gran nú­ La parte obligada ha final izado, ¿y qué es
mero de casillas en el centro. No obstante lo que ha sucedido final mente? El resulta­
todas estas ventajas pueden ser poco sig­ do, a primera vista, es extraño: las blancas
nificativas debido al retraso de las negras tienen una pieza menos, no hay damas,
en el desarrol lo. ¿Cómo pueden aprove­ ataque tampoco. Sin embargo, además
char las blancas este factor? El método del peón por la pieza entregada, las blan­
usual en estos casos es incordiar al adver­ cas poseen un par de peones ligados y
sario con ataq ues, para impedir que ter­ pasados en el flanco de dama, y además
mine el desarrollo e intentar aprovechar las piezas negras carecen de coordinación.
la ventaja en la acción de las fuerzas. Si ¿Qué pesa más? ¿La ventaja material de
se busca una jugada acorde con ese prin­ las negras o los triu nfos de las blancas? A
cipio, inmediatamente salta a la vista 24 primera vista no es fácil responder a esta
lt:Jc4. Este movimiento es real mente bue­ pregunta, lo que significa que tenemos
no, porque obliga a las negras a entregar ante nosotros el mismo caso al que está
la torre por el caballo: 24 ... gxc4 (pierde dedicado el capítulo.24
24 ... Wfcs? 25 lt:Je3 Wfgs 26 gc7+ gd7 27 Ahora queda claro q ue Kramnik, al co­
Wfxb4+). Después de 25 füc4 aS las blan­ menzar la combinación, no solo tuvo que
cas tienen una ventaja indudable y todas trabajar en el cálculo de las variantes, sino
las posibilidades de ganar. tam bién penetrar profundamente en la
Sin emba rgo, Kramnik eligió otro camino
2 4 Nota d e l Autor. Entre cálculo y evaluación.

253
Movimientos resultantes

esencia de esta posición forzada, ¡que re­


sulta muy difícil pa ra las negras!

29 ... i.e2?!
Pierden tanto 29 ... @e7 30 'Lic6+ @f6 3 1
b4, como 29 ... ic4 3 0 ges ids 3 1 'LixdS
exdS 32 as (variantes indicadas por Lutz).
Los ordenadores actuales son más poten­
tes que los usados hace 7-S a ños, y los pro­ ¡Este es el verdadero resultado de la com­
gramas de ajedrez también son más fuer­ binación de las blancas! El resto está claro.
tes. Hoy se puede comprobar sin esfuerzo, 32 ... gg6 33 ®xe2 gxg2+ 34 ®d3 gg3 35 as
con la ayuda del «monstruo de silicio», gxf3+ 36 ®c4 Las negras a ba ndonaron.
que Lutz se equ ivocó en sus comentarios. La partida es buena por sí misma, pero le
Con la maniobra 29 ... ic4! 30 .E!cS ie2! a ñade un encanto especial la negativa de
Garri Kasparov contaba con todas las posi­ Kramnik a continuar de forma rutinaria y
bilidades pa ra salvar la partida. Las negras aburrida en la jugada 24, y su eva luación
deben desviar a la torre adversaria de la de la posición profu nda y precisa. Esto es
casilla dS a es, para dar una pizca de aire especialmente impresionante, dado que
a su rey (la casilla d7 en caso de jaque del la partida se j ugó en un torneo con un
caballo blanco en la casilla c6). Esta fina control de tiempo red ucido».
maniobra esca pó a la vista de dos grandes
ajedrecistas. Debe recordarse que la par­ Dos grandes ajedrecistas, dos cam peones
tida se jugaba a ritmo rápido. Después de del mundo, como un papel de calco re­
29 ... ic4! 30 ges ie2! 31 f3 @e7 32 @f2 pitieron la misma tra ma extraña. Los dos
@d7 33 .E!c3 ibs 34 axbs 'Lid6 35 b6 gbs rechazaron contin uaciones prometedoras
36 .E!c7+ @es 37 .E!c6 @d7 3S @e3 füb6 comparativamente simples, prefiriendo
39 füb6 'Li c4+ las posibilidades de éxito otras m ucho más complejas q ue, como
de las blancas en el final de caballos, a di­ expresó John N un n figuradamente, inclu­
ferencia del final de peones, son bastante so para un g ra n maestro eran un salto al
reducidas. abismo. ¿Qué nos d ice esto? Sí, q ue pro­
30 f3! bablemente solo piensan y toman deci­
¡Excelente! La situación se aclara por com­ siones de forma diferente. Y ciertamente
pleto. El alfil negro, su única pieza más o no mediante el método de Aleksandr Ko­
menos útil, finalmente se ve privada de la tov. No estoy segu ro de q ue Viswanathan
posibilidad de conectarse con el resto de Anand no haya oído hablar de ese ajedre­
sus fuerzas. cista, aunque no tengo d udas de que tie-

254
Movimientos resultantes

ne su propio algoritmo para encontra r u n zonamientos son bastante aproximados


movi miento. y esquemáticos, la vida siem pre es más
concreta y complicada. U n ajed recista ex­
Hace u nos trei nta a ños, cuando a rd ía la perimentado tiene en cuenta al elegi r su
bata lla por el título de campeón del m u n­ j ugada la situación en el torneo, la fuerza
do entre Karpov y Kaspa rov, en una entre­ de su adve rsario, su estado de sal ud, el
vi sta con Artur Yussu pow, que ha bía es­ tiempo q ue ma rca el reloj y otros factores
tado a las puertas del trono ajed recístico, va riados. No obstante, espero que hayan
expresó la siguiente opinión. «En posicio­ captado la esencia del fenómeno. El g ra n
nes buenas, com plejas, por lo genera l hay maestro Sergei Arj i pov ha lla mado a este
algunas jugadas prometedoras. Suponga­ método de cálculo «tunelización».
mos que son tres. A una de el las, la más
fuerte, la vamos a llamar d e clase A, a las ¡Y q ué pasa con las j ugadas cand idatas?
otras dos, menos fuertes, de clase B. Ta nto ¡Encuentre y clasifique! Pero al mismo tiem­
Karpov como Kasparov lo más probable po desarrolle su intuición, construya su túnel
es que hagan la j ugada más fuerte, solo y calcule a partir de él, aunque con alguna
que l legan a ella por ca minos diferentes. reserva.
Garri Kaspa rov, qu e es ca paz de ca lcular
varia ntes hermosas, profundas y ram ifica­ La mayoría de los torneos en los que j ue­
das, au nqu e no siempre «lim pias», como gan hoy los j óvenes ajed recistas se llevan
un ordenador, lo calcula todo y elige la a cabo con un control de 1 hora y media
conti n uación resu lta nte. Mientras q u e para toda la partida con un añadido de
Karpov, g racias a su fenomenal i ntuición, 30 seg undos por j ugada, sin ningún agre­
de a l g u n a ma nera sabe que esta jugada es gado de tiempo tras haber efectuado el
de categoría A, y las otras dos de catego­ cuadragésimo movimiento. I ncluyendo el
ría B. Calcula la j ugada A, proba blemente, ca m peonato de Rusia. Con ta l control, si
no con ta nta profundidad como Kasparov, encuentra a l g u na s j ugadas cand idatas y
pero l o hace de una manera más «lim pia», las clasifica, entonces tendrá garantizado
sin errores g raves, y es posible q u e ni si­ a l rededor de la j ugada trigésima el cruel
quiera considere las otras dos jugadas de zeitnot «pa ra el resto de su vida».
clase B».
Por mi contrato con la FRA, a finales del
Artu r Yussu pow era muy versáti l, objetivo, año de 20 1 5 tra bajé con el joven y talento­
seg u ro de s u s fuerzas, un joven sim pático, so ajed reci sta Arseniy Nesterov. Este joven
a u nque triste porque advirtió q u e él era ajedreci sta posee una fa ntasía abundante,
ca paz de encontrar el movi miento más ataca bien y calcula las varia ntes con sufi­
fuerte, pero i nvirtiendo más tiempo que ciencia. Al mismo tiempo se mete en pro­
Karpov o Kaspa rov. blemas de tiempo en cada partida. En el
prólogo a l capítulo Endgame Strategy exa­
Es evidente qu e ta nto Anand como Kram­ m i namos el error i n structivo que cometió
nik confía n en su i ntuición. Am bos son en una partida decisiva del ca mpeonato
excelentes «conta bles» cuando es nece­ del m u ndo de jóvenes menores de 1 3
sario. Sin embargo entre las posibilidades a ños. El estrés psicológico provocado por
disponibles en la posición ellos eligen in­ este fracaso fue fuerte, y como resultado
tu itiva mente a su g u sto una prioridad, la el juego de Arseniy en el i nteresante tor­
analizan, y si el resu ltado l es conviene, no neo-festiva l a n ua l «Casca nueces», patro­
pierden tiempo n i energ ía en otras conti­ cinado por el mecenas Oleg Skvortsov en
nuaciones. Por s u puesto, todos estos ra- el centro comercial Dvorkovich, i ba de mal

255
Movimientos resultantes

en peor. En las partidas con las chicas, en Le expliqué a Arseniy que si se deshacía
apuros de tiempo, se lo dejaba todo. de los apuros de tiempo en breve tiempo
i ncrementaría su rati ng en 200 puntos.
En ese tiempo yo estaba en Moscú y me Me equivoq ué. Tras 5 meses su rating au­
alojaba en la hospitalaria casa de mi ami­ mentó más de 250 puntos, y obtuvo una
go fgor Burshtein. Yo no asistía a las parti­ norma de maestro internacional. Sin em­
das, sin embargo Bu rshtein casi todos los ba rgo, hace poco todavía perdía con las
días iba a ver las partidas de Boris Gelfand. chicas en los apuros de tiempo . . .
Una noche me dijo: «¡Bueno, tu cascanue­
ces otra vez lo ha estropeado todo en los Citaremos, por fin, l a partida prometida de
apuros de tiempo!» En enero de 20 1 6 tra­ Karpov, con los comentarios profu ndos e
bajé con A. Nesterov otros cinco d ías. Le interesantes de Va leri Beim, extraída del
di para resolver algunas posiciones, y una ca pítulo que lleva por título «El cálculo por
vez establecido su algoritmo de búsqueda etapas».
de las jugadas, consegu í realizar un «diag­
nóstico» y recetar un «medicamento».

POSIOÓN 67
Resumiendo, consistía en lo siguiente. Si
hay apuros de tiempo, y con el control de Anatoly Karpov - Boris Spassky
tiempo actual este defecto se manifies­ Moscú 1 973
ta enseguida, antes de «su mergirse en el
túnel» es necesario actua r de acuerdo con
este esquema:

1 ) Encontra r rápido una jugada «sólida»,


que mantenga la tensión y no requiera un
cálcu lo serio de las variantes. Recalco: an­
tes del cálculo del «túnel».

2) Entonces, supongamos que le quedan


25 minutos. Concédase 5 minutos para
buscar la luz al final del túnel.

3) Si no ve la l uz, entonces con mano fi r­ «Con su última j ugada (24 ... c6-c5) las
me haga la jugada «sólida», preparada con negras han gol peado la posición de su
anterioridad. Y no se arrepienta porque tal adversario. Con el objetivo de l uchar por
vez haya dejado escapar una victoria, es la iniciativa Anatoly Karpov tomó una de­
uno de los inconvenientes del «NATI». cisión admirable, que requiere un cálculo
excelente y, no menos importante, una
Porque sin duda esto es lo que le pasaba valoración precisa de las posiciones que
anteriormente. El jugador «se zambullía» surgen en las diferentes varia ntes.
en el «túnel». De los 25 min utos perdía 22, 25 a4!
y después de 1 O min utos de reflexión ya Como veremos enseg uida, con esta juga­
estaba fatigado y la calidad de su análisis da las blancas preparan un sacrificio de
había disminuido. Luego, al no encontrar material.
nada que valiera la pena, hacía la prime­ 25 ••• c4
ra jugada que encontraba y en el zeitnot La conti nuación principal. Sin embargo,
«fundía» su buena posición. esto no significa que sea la mejor. En caso

256
Movimientos resultantes

de 2S ... cxb4 Karpov indica esta variante: que. Sin embargo, en caso de 3 1 ... E:ec8!
26 as E:ac8 27 Wfa2 ltJa8 28 ixb4! lt:Jcs surge una posición completamente con­
29 E:c1 con ventaja decisiva. No obstan­ fusa.
te, como luego quedará claro, el camino b) Es mucho más convincente 30 Wfc2! c3
elegido por las negras tampoco resulta 3 1 ie1 ttJ b2 32 E:dS!, y las neg ras están
favorable para ellas. Por eso era mejor 2S mal tanto después de 32 ... ltJf6 33 ixc3!
... E:ac8!; después de 26 as lt:Ja8 las piezas lt:JxdS 34 ixdS, como tras 32 ... E:ec8 33
negras estarían ubicadas con mayor ar­ ixc3 lt:Jc4 34 Wl'd3.
monía que en la pa rtida, y las blancas solo Este «error analítico» de Karpov es bastante
tendrían una ligera ventaja. curioso a la luz del tema que estamos con­
26 .ia2 .ic6 27 a5! siderando. Nos sugiere que cuando Karpov
Por supuesto, las blancas planearon esta pensaba su jugada 25, tal vez no calculó las
continuación en el cálculo de su jugada variantes con demasiada profundidad, aun­
2S. Por otra parte, ahora es obligada, ya que hizo algo más práctico, se contentó con
que en caso 27 ixc4 lt:Jxc4 28 Wfxc4 ixa4 la valoración de la posición que surge tras
la ventaja pasa a las negras gracias a su pa­ la jugada 28 de las blancas, que consideró
reja de a lfi les. que le era favorable. Tampoco albergamos
27 •.• .ia4 28 �c1 dudas de que si las negras hubieran escogi­
do esta variante, ¡la jugada 30 VNc2! con sus
continuaciones posteriores no habría esca­
pado a la atención de Karpov! Estas conside­
raciones refuerzan la opinión de que hubo
un cálculo por etapas en esta partida». 25

29 .ixh6 .ixdl 30 �xdl

Se ha llegado a esta posición de manera


forzada a parti r de la j ugada 2S de las ne­
gras. Tiene un carácter más claro que la
posición inicial: aquí las negras pueden
elegir entre dos posibilidades principales.
Se puede decir que en este caso tenemos
un cálculo por etapas (la primera etapa va
desde la jugada 2S a la 28 de las blancas, Dice Beim:
ambas incl usive).
28 ... �cs «De nuevo se advierte con claridad una
Esta conti nuación es más fuerte q ue 28 .. . etapa corta (desde la jugada 28 de las ne­
ixd 1 29 füd 1 lt:J a4? (lo correcto es 29 ... gras hasta la j ugada 30 de las bla ncas). La
lt:Jc8 30 ixh6 transponiendo a una posi­ posición del diagrama surge de manera
ción de la partida) con las siguientes rami­
ficaciones posibles:
25 Nota del Autor: He marcado el último párrafo
a) 30 ixh6 ixh6 31 Wl'xh6, y ahora Karpov en cursiva, porque es muy importante para en­
ofrece la variante 31 ... ltJf8 32 E:c1 con ata- tender el pensamiento de uno de los mejores
jugadores de la historia del ajedrez.

257
Movimientos resultantes

forzada tras la decisión de las negras en la m uestra el anál isis, la posición de las ne­
jugada 28. I ntentemos entender la evalua­ gras ya era difícil. Así, en caso de 30 ... E:a7
ción. Las blancas ya tienen un peón por la parece muy fuerte 1a respuesta 3 1 ixc4!
·

calidad sacrificada, y ahora se proponen (no es lo bastante fuerte la variante indi­


captura r otro en c4. Si lo consiguen, el al­ cada por Ka rpov 31 ixg7 @xg7 32 lMfxc4
fil de casillas blancas adq uirirá una fuerza debido a 32 ... ltJ b8!, y las negras consi­
considerable, mirando de cerca no solo g uen establecer la cooperación entre sus
a la posición ya debilitada del rey negro, fuerzas. Otra confi rmación del enfoque
sino también al peón a6. A su vez, con la más intuitivo que puramente contable de
caída de este peón tendrán m ucho que Karpov en esta posición; ¡después vere­
decir la pareja de peones blancos pasados mos hasta qué punto esto es im portante!),
y ligados. En la valoración de la posición y después de 31 ... ctJd6 es muy buena la
juega un papel primordial la situación dis­ maniobra propuesta por Fritz 32 ig5! if6
persa de las fuerzas negras. Sin embargo, 33 ie3, con clara ventaja de las blancas.
para evaluar correctamente la importa n­ En respuesta a 30 ... ltJfB sigue 31 ixg7
cia de estos dos factores (las perspectivas @xg 7 32 lMfxc4 E:a7 33 E:d5!?, y las negras
del alfil blanco y la falta de armonía en la deben contener la fuerte embestida del
ubicación de las fuerzas negras), es nece­ adversario. Después de 30 ... ctJf6 3 1 ixg7
sario res ponder a la preg unta: ¿es posible @xg7 32 lMfg5! las blancas también tienen
mover el caballo a d6? una iniciativa fuerte.
No hay la menor d uda de que la importan­ Queda por considera r el intercambio pre­
cia de esta preg u nta era evidente para am­ vio de los alfiles: 30 ... ixh6 3 1 lMfxh6, y solo
bos adversarios. Y como a partir de la juga­ después 3 1 ... ctJd6, sin embargo después
da 25 de las neg ras no había una elección de 32 ltJg5 las negras también están mal:
real para ninguno de los bandos, la varian­ 32 ... ltJf8 33 ctJ h5! gxh5 (33 ... f6 34 E:xd6! y
te principa l se inicia con la jugada 25 de ganan) 34 E:xd6 E:ec8 35 E:f6 o 32 ... ctJf6 33
las neg ras y termina en la jugada 30 con E:xd6! lM!xd6 34 ixc4 E:a7 35 lM!xg6+ 'it>f8
el salto del caballo a d6, tras el cual surge 36 lM!h6+ con victoria en ambos casos.
una posición crítica para evaluar todo el 31 .ixg7 ®xg7
plan de las blancas.
¿Podemos evaluarla a simple vista? Sin
ninguna duda, no. Todo depende de si las
negras están en condiciones de mantener
sin pérdidas su pareja de cabal los en la
columna «d», y es imposible determinarlo
sin un cálculo adicional. De esta manera,
tenemos ante nosotros otro ejemplo de
q ue en situaciones tensas y complejas es
imposible realizar una valoración precisa
de la posición sin el cálculo de variantes.
Además, ambos jugadores, al lanzarse a la
refriega en la jugada 25, ya deberían haber
visto justo esta posición principal y com­ Aqu í de nuevo siguió un golpe tan efecti­
prenderla con exactitud. Como mostró vo como inesperado:
el transcurso de los acontecimientos, las 32 1.WgS!!
blancas logra ron hacerlo mejor. Por lo visto, Spassky solo esperaba la con­
30 ... �d6? tin uación 32 lMfd2? En ese caso, después
¡El error decisivo! No obsta nte, como de 32 ... ctJf6! 33 lM!xd6? E:ad8 ¡ga nan las

258
Movi mientos resu lta ntes

neg ras! Ahora todo term ina rápida e ine­ «lim pio», enseg uida llevaron a Karpov a l
vita blemente. título de campeón d e l m u ndo.
32 ... f6
Era más obsti nado el intento de conserva r Va leri Bei m comenzó su a nál isis en u n mo­
el peón c4, 32 ... .§.ac8, aunque entonces mento crucial y clave de la partida, en una
después de 33 füd6! Wlxg5 34 lt:Jxg5 ctJf6 posición completamente diná mica, y con
35 ctJ e2 (o 35 .§.xa6) ta mbién ganaba n las la ayuda de unos comentarios excelentes
blancas. descu brió cómo rea l izaba la toma de de­
33 �g4! @h7 cisiones Anatoly Karpov. En cua nto a las
O bien 33 ... .§.ac8 34 füd6, 33 ... f5 34 exf5 im precisiones de Ka rpov en su análisis
y ganan. de las continuaciones secunda rias, es del
34 ltJ h4 Las negras abandonaron. Después todo proba ble que fueran causadas por
de 34 ... .§.gB gana enseguida 35 füd6! el hecho de que el futuro campeón del
Wxd6 36 ctJ hf5!, a u n q u e tam bién es sufi­ m u ndo apenas las analizó. Simplemente
ciente 35 i.xc4. sabía que a l l í ten ía ventaja, y la manera
En el curso del a n á l isis de esta partida de materializa rla, si l legaba a ese pu nto, la
ya se han expresado m uchas considera­ resolvería entonces. En otras pala bras, Kar­
ciones d iferentes, a u nque hay un as pec­ pov vio desde lejos la l uz al fi nal del túnel,
to más i m portante, que es muy útil para la j ugada 32 �gS!!, y solo miró u n poco a
discutirlo precisamente en este ejem plo. ambos lados.
Estamos convencidos de que el cálcu lo
de las varia ntes entre las jugadas 25 y 32 Este mismo pen sa miento fue expresado
de las blancas (incl uyendo las consecuen­ por Beim, solo que con otras pala bras. Me
cias de la j ugada 32) bien pod rá n haber gustaría añadir que las posiciones d i námi­
sucedido por eta pas: las eta pas mismas cas de este tipo siempre han sido conside­
son clara mente visi bles, además esto se radas como la «joya de la corona» de Boris
evidencia indirectamente por los errores Spassky, sin embargo en esta partida el
ca racterísticos en los comentarios de Kar­ décimo ca mpeón del m u ndo fue su pera­
pov. Al mismo tiempo las acciones de las do convincentemente por el duodéci mo.
blancas en la línea principal fueron impeca­
blemente precisas, y es muy difícil imaginar
que al realizar su jugada 25 i Karpov no tu­
viera prevista su jugada 32!». 26

Las acciones de Anatoly Karpov en esta


pa rtida ca usan una fuerte impresión. Su­
peró a su poderoso riva l, a u nque Boris
Spassky estaba entonces en su plenitud,
en la forma de j ugar posicional mente ac­
tivo, cuando la valoración de la posición
tras un sacrificio de ca lidad incierto se en­
trelaza consta ntemente con el cálculo de
va riantes. La capacidad de aislar el cami­
no principal en el desarrollo de la l ucha, el
sentido de la i ntuición en la di rección co­
rrecta com binado con la vigila ncia táctica,
la cobertura de todo el tablero y el cálculo

26 Nota del Autor: L a cursiva e s m ía.


259
Capítulo 1 6
El Método en Ajedrez de losif Dorfm a n

Ha llegado e l momento, por fi n, d e ha­ terior del j uego y el resultado de la partida


blar del libro de losif Dorfman, El Método dependen de la elección de las blancas.
en Ajedrez. Aunque antes volvamos a la Como ya sabemos, el principio «desarro­
excelente obra de Lipn itsky Cuestiones llo rápido de las piezas y rea lización del
sobre Teoría Moderna en Ajedrez, que fue enroq ue» lleva a las blancas a un cal lejón
reeditada recientemente por la editorial sin salida, mientras q ue otro pri nci pio, que
Russian Chess House, e incluso se ha visto no siempre es fácil ni siquiera formu larlo:
mejorada después de la excelente edición «ataca al adversario en su punto más vul­
creativa de llia Odessky. nerable», aquí es domina nte g racias a un
«gancho», el peón fS, al que pueden asirse
En el capítulo Perfeccionamiento en ajedrez con la jugada 1 1 g4!
ofrecimos la explicación de lsaak Lipnitsky
de q ue el objetivo del análisis ajedrecístico Así pues, los libros de Dorfman ayudan al
era cómo pasar de una posición indeter­ ajedrecista y al entrenador, en primer lu­
minada (visual mente poco clara) a una de­ gar, a identificar estas posiciones críticas,
finida (una valoración que se pueda hacer y en seg undo lugar, respectivamente, a
a primera vista, o en casos extremos, con ayudarles a tomar la decisión correcta y a
un seg undo vistazo). formularla con unas pocas frases cortas.

Recordemos la posición del diagrama, to­ Esto es lo que escribe Artur Yussupow so­
mada de la obra de Lipnitsky, que aparece bre las posiciones críticas en el artículo
en mi artículo «Sobre el estudio de los clá­ «Análisis de las partidas propias»: «Ante
sicos». todo, es necesa rio encontrar los puntos de
inflexión, pa ra determinar dónde se come­
tieron los errores, cam bió la va loración de
la posición o no se aprovechó la posibili­
dad de ca mbiar d rásticamente la situación
sobre el tablero. Solo la capacidad para
encontrar en el análisis ese momento críti­
co de la pa rtida, excepcional mente impor­
tante, le ayudará a identificar tal momento
en el proceso del j uego. Esto tal vez es lo
más difícil en ajedrez, advertir el crucial
momento crítico en la pa rtida, cuando ne­
cesita pensa r seriamente y resolver el pro­
blema, cuando de una j ugada depende el
La posición del diagra ma, sin duda, debe resultado de toda la lucha».
atribuirse como crítica. La naturaleza pos-

260
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

Dorfman da una definición de posición


P05/0ÓN 68
crítica en su primer li bro «Dinámica y es­
Alexander Alekhine- Max Euwe
tática».
La Haya 1 937 (m/1 O)
«Identificación de posiciones críticas.
Propongo tres criterios para identificar
una posición crítica.
1 ) Posición en las que es necesario tomar
una decisión sobre un posible cambio. Si el
ca mbio es forzado, entonces no hay nin­
guna variación en comparación con la po­
sición crítica precedente.
2) Posición en la que es imprescindible to­
mar una decisión sobre un posible cambio
en la estructura de peones. Especialmente
de los peones centrales.
3) El final de una serie de movimientos for­
zados. Aquí no se deben establecer pa­ No seamos remisos y repitamos la cita de
ra lelismos entre movimientos forzados y Mijaíl Botvinnik: «Se puede encontrar la ju­
movi mientos relacionados con una com­ gada correcta sobre la base de las siguien­
binación. tes consideraciones. Para atrapar a la dama
Intuir una posición crítica ya es un gran negra en h4, el peón blanco «g» debe es­
éxito. En base a mi experiencia como en­ tar en g4, el caballo blanco en f3, y el peón
trenador, sugiero al lector que la marque blanco h3 defendido. Es fácil ver que si las
con algún signo. Será útil a puntar el tiem­ blancas hu bieran j ugado 23 Wff1 !!, enton­
po invertido en pensar cada posición críti­ ces Euwe podría haber depuesto las armas
ca, y después de la partida restablecer su tranquila mente. La ventaja de esta jugada
balance estático». consiste en que en caso de 23 ... h6 (no se
puede encontrar nada mejor) 24 g3 Wfhs
El tercer pu nto, tal vez, es el más difícil 25 g4 Wfh4 26 lbf3 las blancas ganaban un
de percibir, aunque con el primero solo tiempo, y la dama negra está atra pada».
puedo estar pa rcialmente de acuerdo. Sí,
a menudo sucede q ue después de una Lidiamos con una posición crítica que sur­
serie de movi mientos forzados (¡por am­ gió de una forma completamente espon­
bos bandosn surge una posición crítica, tánea. Por su puesto, por razones formales
en la que es necesa rio delinear un plan de podemos referirnos al pu nto 2, donde se
acción, aunque de hecho puede ocurrir habla del cambio de la estructura de peo­
que una posición crítica surja accidental­ nes. Sin embargo en el pu nto 2, cuando
mente, como consecuencia de un error o habla sobre la posibilidad de un cambio
inexactitud de una de las partes. Recor­ en la estructura de peones, Dorfman tiene
demos la partida Alekhine - Euwe, donde en mente algo completamente diferente.
las negras con su último movimiento 22 ... Aqu í el objetivo del análisis lógico de Mi­
gd8-e8? hu rtaron a su caballo la casilla e8 jaíl Botvi nnik es la captura de la dama, y el
y crearon los requisitos pa ra el ataque a la movimiento del peón «g» primero a g3, y
dama negra h4. después a g4, si rvió solo como un instru­
mento para conseguir el objetivo. El resu­
men del ba lance estático, del que habla­
remos un poco más adelante, apenas nos

261
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

acerca a la esencia lógica de la posición, 16 •.. cS!


q ue Mijaíl Botvi nnik reveló con dos frases.
En la posición se produjo un cam bio di ná­ «Se necesitan medidas fuertes, sino se
mico instantáneo. hace así la posición puede deteriorarse rá­
pidamente después de h4-h5» (Dorfman).
Aq uí me gustaría deci r que la idea banal
de que el ajedrez es u n juego complejo y No he encontrado en ninguno de los co­
no siempre exacto, es cierta. No se puede mentaristas de ajedrez que he conocido
inventar un método universal, un sistema, previamente la expresión «degradación»
una estratagema, que pueda aplicarse en con respecto a la valoración de la posición,
la mayoría abru madora de los casos. ¡ Ha­ a u nque desde luego esta palabra es la que
bría demasiadas excepciones! Y el atracti­ caracteriza de forma más exacta el posible
vo del ajedrez se desvanecería. No obstan­ desa rrol lo de los acontecimientos.
te cualquier empresa in novadora en este
campo, especialmente cuando se trata de Después de 17 dxcS 'i'xcS 18 tll e4 tll xe4 19
un excelente gran maestro, que entiende .ixe4 gds 20 h3 bS Tiviakov enca uzó el jue­
el ajedrez, solo puede ser bienvenida. go con el movimiento 21 .ixdS, y ensegui­
da los adversarios acorda ron las tablas.
Dorfman divide la eval uación de la posi­
ción en dos componentes: estático y diná­ Dorfman: «Existe un método vulgar que
mico. I ntroduce el concepto de «balance27 permite obtener de inmediato una eva­
estático» y te obliga a pensar a dónde se l uación estática de la posición:
dirige la pa rtida, y así ayuda a mirar hacia 7) analizar la posibilidad de evolución de tu
el futuro no solo a los jugadores jóvenes propia posición con independencia de la del
y en desa rrollo, sino ta mbién a los que ya adversario;
tienen bastante experiencia y formación. 2) analizar la posibilidad de evolución de la
posición del adversario con independencia
de la nuestra.
Estáticamente es mejor aquella posición
POSIOÓN69
que está preparada para evolucionar.
Sergei Tiviakov - losif Dorfman
Mondariz 2000

PARTIDA 50
Murshed - Dorfman
Apertura Inglesa [A21]
Mallorca 1 989

Después de las jugadas 1 d4 d6 2 c4 eS 3


tll c3 exd4 4 'i'xd4 tll c6 5 'i'd2 g6 6 b3 .ig7 7
.ib2 tilf6 8 g3 0-0 9 tll h3

Véase el diagrama siguiente

Aq u í se puede adverti r la evolución por


parte de las blancas mediante ttJf4, i.g2,
27 Nota del Editor. Este concepto de «balance es­
0-0.
tático» puede denominarse igualmente «equili­ Por parte de las neg ras no existe nada
brio estático».

262
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

semejante. Esto significa que las blancas Aq uí las negras deben reagruparse me­
poseen una ventaja estática. Por eso las diante tlJc6-b8-d7-b6 o bien h6, ie7-f8,
negras recurrieron a medidas d rásticas. tlJc6-e7-d5.
Surgió una situación de doble filo después
de 9 as 1 0 �f4 a4 1 1 �xa4 �e4 1 2 YMe1
••• En la partida, después de 1 5 ... h6 1 6 �c2
�d4 1 3 J.g2 ge8 14 0-0 J,g4 1 5 f3 gS if8 1 7 �cd2 tlJe7 1 8 tlJes tlJedS, las neg ras
consolidaron la situación, y su ventaja es­
tática resultó indudable». (Dorfman).

Este es otro ejemplo donde solo una de


las partes puede progresar independien­
temente de la otra. losif Dorfman no sobrecarga su li bro con
variantes. Con un plan metódico el a utor
quiere concentrar la atención del lector en
las líneas estratégicas im portantes. Esto
PARTIDA 51
distingue su trabajo del de numerosos
Vladímir Petrienko - losif Dorfman comentaristas de ordenador de nuestro
Defensa Siciliana [B28] tiempo. Por supuesto, u no puede encon­
Moscú 1 984 tra r imprecisiones y errores, a unque quién
no los tiene, profundizando en detalles y
1 e4 e5 2 �fl a6 l c3 d5 4 exd5 YMxdS 5 d4 e6 6 empantanándose en ellos. Por ejem plo,
J.el cxd4 7 cxd4 �f6 8 �el YMd6 9 J.e2 �e6 en la partida Mu rshed - Dorfman la j uga­
10 0-0 J.e7 1 1 al 0-0 1 2 gel gds 1 3 b4 bS 14 da 1 O tlJf4 plantea preguntas. Parece más
YMbl J.b1 1 s gfdl natural 1 O ig2, y si 1 O ... a4, entonces 1 1
tlJxa4 ixh3 1 2 .ixh3 tlJe4 1 3 Wfc2, a unque
Véase el diagrama siguiente la idea conceptual del autor consiste en

263
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

que la posición de las negras estáticamen­


te es peor y con el tiempo se deg rada. Por
lo tanto, necesitamos urgentemente bus­
car un juego dinámico, y si este juego es
correcto o no, si todo fluye o no j ugada a
jugada, es una cuestión secu ndaria.

También es cierta otra cosa. La idea sobre


la evolución de la posición no es nueva.
Es posible q ue lo sea el mismo término
«evol ución» aplicado al ajedrez, a unque
la idea, por supuesto, ya se conocía. Como
ya mencioné recientemente, en las obras de espacio. Sin em bargo no se ve ningún
de Mark Dvoretsky se pueden encontra r contrajuego pa ra las blancas. Si no se les
respuestas a casi todas las preg untas. En ocu rre algo, su posición se deteriorará gra­
el segundo tomo de su tetralogía «Escuela dual mente.
de elevada maestría», editado el año 2002, Advirtiendo el peligro a tiem po, aprove­
antes de analizar su partida con Taimánov, ché de buena gana la primera oportuni­
Dvoretsky escribe: « . . . Nos limitaremos a dad para «apretar» el j uego.
una consideración más cuidadosa de la 13 aS! bS
situación, cuya discusión ya ha comenza­ No tiene ningún sentido para las negras
do: cuando la sensación de encontrarse destruir su cadena de peones: 1 3 ... bxaS
en una situación desfavorable obliga al 1 4 ltJfe5 o 1 3 ... ltJxa5?! 1 4 ltJxa5 bxa5 1 5
ajedrecista, sin temor al riesgo, a tomar Vfia4 (también es posible 1 5 ltJ e5).
medidas d rásticas. Y cuanto antes advier­ 1 4 a6 i.c8
ta el peligro, más oportun idades variadas Si 1 4 ... bxc4, entonces 1 5 dxc4! Tras 1 4 ...
de cambiar el curso de la lucha tendrá a su ia8 1 5 ltJ ce5 el juego ha bría transcurrido
disposición». con más calma que en la partida, sin em­
bargo Mark Taimá nov prefiere comenzar
A conti nuación ofrecemos el análisis de la inmediatamente la caza del descarriado
situación mencionada con los comenta­ peón a6. Pensé que incluso si lo perdía ob­
rios de Mark Dvoretsky. tendría a cambio suficientes contrachan­
ces tácticas.
15 �feS!
Es más floja 1 5 ltJ ce5?! por 1 5 ... :gb6!
POSICIÓN 70
15 ... �xe5 16 �xe5 �b6 1 7 i.d2!
Mark Dvoretsky - Mark Taimánov Está claro que las blancas no pueden pres­
Leningrado 1 974 cindir de c3-c4, aunque de momento esta
j ugada sería precipitada: 1 7 c4 bxc4 1 8
Véase el diagrama siguiente dxc4 ltJ b4! con ventaja d e las negras. An­
tes es preciso mantener el control de la
«La posición parece más o menos eq uili­ importante casilla b4.
brada. No obstante pensemos en lo que
puede hacer cada uno de los adversarios. Véase el diagrama siguiente
El plan de las negras es claro: se proponen
jugar Vfffc7, situar una torre en d8, después 1 7 ... i.f6!
expulsar al caballo de la casilla c4 me­ Pierde 1 7 ... :gxa6 1 8 füa6 ixa6 1 9 ltJc6
diante a7-a6 y b6-b5, obteniendo ventaja y 20 ixd5. Surge una posición poco cla-

264
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

Dvoretsky explica que en una situación


estratégicamente desfavorable un ca mbio
brusco del carácter del juego es la mejor
posibilidad desde el punto de vista psico­
lóg ico:

«A veces incluso es más efectivo el juego


psicológico. Si de repente puede ca mbiar
d rásticamente la situación en el tablero
(incl uso si ha elegido una continuación
bastante a rriesgada que objetivamente
no es la más fuerte), entonces su adversa­
ra tanto en caso de 1 7 ... ixa6 1 8 c4 ctJ b4 rio, que ya se ha acomodado a un determi­
(1 8 ... bxc4 1 9 ia5) 1 9 ixb4 cxb4 20 cxb5 nado cu rso del juego, a menudo no tiene
(20 ttJc6 W/e8) 20 ... i.xb5 21 füa7, como tiempo pa ra reestructurarse y empieza a
tras 1 7 ... Wfc7 1 8 c4 ctJ b4 1 9 i.xb4 cxb4 20 cometer errores».
cxb5. En caso de 1 7 ... i.d6 yo había pla­
neado 1 8 c4 ixe5 1 9 gxe5 W/d6 20 gg5!, Después Dvoretsky continúa: «En situa­
teniendo en cuenta un sacrificio de cali­ ciones estratégicamente difíciles es útil
dad: 20 ... f6 21 gxg7+ @xg7 22 cxd5 exd5 agudizar el juego, para forzar al oponente,
23 W/h5 o 20 ... h6 2 1 füg7+ @xg7 22 W/h5! que se dispone a una tranquila materia­
18 �g4! lización de la ventaja, a ocuparse del cál­
Es más floja 1 8 c4 ctJ b4 1 9 i.xb4 cxb4, y la culo concreto de va riantes, a la búsqueda
presión ejercida por la diagonal a 1 -h8 por de movimientos precisos únicos. Para este
el formidable alfil f6 aseg ura la ventaja a propósito a veces tenemos que realiza r
las negras. sacrificios materiales o, por el contrario,
1 8 gxa6 19 gxa6 .ixa6 20 Wa1 Wb6 21
•.• capturar algo, incl uso a riesgo de sufrir
�xf6+ �xf6 22 b4!? un ataque terrible. Para terminar, también
No tiene éxito 22 i.e3? a causa de 22 ... ca mbian el ritmo del juego los movimien­
ctJg4, sin embargo era completamente tos comprometidos en cuanto a su impor­
posible 22 W/a3!? Rehusé este movimiento tancia estratégica, ligados a ciertas conce­
debido a 22 ... b4 23 cxb4 cxb4 24 i.xb4 siones posicionales».
ges, con las amenazas posiciona les 25 ...
ctJg4 y 25 ... i.b7; sin embargo en ese caso Regresemos a la posición que tomamos
era m uy fuerte 25 d4! Lo mejor para las ne­ del libro de Lipnitsky.
gras es devolver cuanto antes el peón, 22
... i.b7.
22 ... cxb4 23 .ie3 V«d6 24 .if4
No valía 24 cxb4 W/xb4 25 :gel W/a4!
24 .•• Wb6 25 .ie3
Ninguno de los adversarios puede evitar la
repetición de movimientos. En caso de 25
cxb4?! es desagradable 25 ... ctJg4! seguida
de i.b7.
25 V«d6 26 .if4 Wb6 27 .ie3 V«d6 28 .it4
•••

Wb6 Tablas».

En el mismo libro, un poco antes, Mark

265
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

Si se util iza el método vulgar de Dorfman d) Estructuras típicas».


para la evaluación estática, se puede en­
contrar con facil idad la jugada 11 g4! Después l. Dorfman em pieza a operar con
la ayuda de los símbolos convencionales
El razonamiento se limita a una frase. Si en ajedrez: ;t, ±, =, etc.
las negras juegan �a5-a4, .ia6 y ttJ b8-
c6-a5, entonces la posición de las blancas Veamos algunos ejemplos del libro El mo­
se degrada, y por eso es necesario buscar mento crítico. Comenta Dorfman:
contrajuego u rgentemente.

Aquí, por cierto, me gustaría mencionar la


PARTIDA 52
brillante observación de Dorfman acerca
de que en ajedrez la palabra «Si» casi siem­ óscar de la Riva - Joseph Gallagher
pre es sinónimo de tiem po. Defensa Siciliana [B80]
Francia 1 998
Me gustó mucho el método inmediato de
valoración estática de la posición, aunque 1 e4 es 2 �f3 d6 3 d4 cxd4 4 �xd4 �f6 S tlJc3
cuando Dorfman pretende llegar a una a6 6 f3 es 7 �b3 i.e6 8 i.e3 i.e7 9 '\Wd2 o-o
va loración más precisa y rea liza el «balan­ 1 O O·O·O bS 1 1 g4 b4 12 � dS i.xdS 1 3 exdS a5
ce estático», entonces hay más preg untas 14 ©bl '\We7 1 S gS �fd7 16 h4 � b6 17 hS a4
que respuestas. Sin embargo, veamos pri­ 18 �el �e4 19 i.xe4 '\Wxe4 20 ghgl
mero las definiciones del a utor del libro El
Método en Ajedrez.

«Realización del «balance estático».


Antes de la elaboración del balance estáti­
co quiero resaltar dos puntos importantes.
Primero: propongo una escala decreciente
de factores estáticos, dispuestos en orden de
importancia.
Segundo: algunos factores existen en una
forma estática y dinámica.
Escala decreciente del balance estático
de la posición.
La idea de usar una escala decreciente Las negras no han j ugado muy bien la
es típica en cualq uier proceso complejo. apertura. En caso de g5-g6 su rey se verá
Consiste en el análisis y la síntesis. Pri mero expuesto a un fuerte ataque. Además, la
la posición se divide en elementos estáti­ estructura de peones es favorable a las
cos en orden decreciente (método de aná­ bla ncas debido a la debilidad de la casilla
lisis). Después se l leva a cabo un bala nce c6 y del peón d6, fijado en una casilla ne­
estático (método de síntesis). gra. Es por eso que el g ra n maestro inglés
Propongo situar los elementos estáticos recurrió a la dinámica.
en el siguiente orden, de acuerdo con su 20 ••• b3 21 cxb3 axb3 22 �xb3 �d7
importancia.
a) Posición del rey. Véase el diagrama siguiente
b) Coordinación de las fuerzas materiales.
c) Quién tiene mejor posición después del Se ha l legado al momento crítico de la par­
cambio de damas. tida. Es importante tener en cuenta q ue el

266
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

su posición. Las blancas despiertan dema­


siado tarde. Siguen hasta el final en sus va­
nos intentos de molestar al rey contrario.
32 f4 h6 33 gg6 e4 34 Wg2 �xh5 35 gxh6
Wxd3 36 VMg6
En el zeitnot se altera el ritmo lógico del
juego, y los contendientes interca mbian
errores. Después de 34 ... �e8 35 �el (35
� b4 füb4) 35 ... Wfd4 36 �a2 füf4 las ne­
gras conservaban todas las posibilidades
de victoria. Mientras que las blancas ahora
obtenían las tablas después de 36 füh5
balance estático se ha vuelto positivo para �a7 37 Wfh2 �xa3+ 38 bxa3 Wfc3+
las negras: 1 . :+:; 2. �; 3. �; 4. �. 36 ... gxb2 37 gh8+ ©xh8 38 Wxh5+ ©g8
23 �el? 39 gxg7+ ©xg7 40 VMg5+ ©h7 41 VMh4+
Confusión. Alg unas veces s e puede escu­ ©g8 42 VMg5+ gg7 43 VMd8+ ©f7 44 VMd7+
char que el ajedrez es un modelo a escala ©f6 45 VMd8+ ©e6 Las blancas aba ndona-
reducida de la vida, y que sus leyes están ron».
próximas a las leyes que operan en la na­
turaleza. Le pido al lector que preste atención a los
Parece lógico que si antes de la jugada 20 comentarios de Dorfman después de la
la ventaja pertenecía a las blancas, ésta no j ugada 22 de las negras: «Se ha llegado al
se haya evaporado tras una serie de movi­ momento crítico de la partida. Es impor­
mientos forzados. tante tener en cuenta que el equili brio
El ajedrecista de Andorra debió decantarse estático se ha vuelto positivo para las ne­
por el juego dinámico y luchar por la inicia­ gras: 1 . :+:; 2. �; 3. �; 4. �».
tiva mediante 23 �a5!! Wf a4 24 b4. En ese
caso, las blancas habrían tenido muchas En rea lidad, solo se otorga un signo positi­
posi bilidades de consolidar su posición vo para las negras «:¡:» a un punto: la posi­
mediante �g4, �e l , �c6. ción estática del rey. El resto de los puntos
23 ... f5 24 gxf6 Axf6 25 gg4 VMa6 26 gdgl son favorables a las blancas. La posición
g17 27 Ag5 Axg5 28 gxg5 �f6 29 a3 gb8 30 del rey es el punto principal en la evalua­
©al VMb7 31 �d3 VMxd5 ción de cualquier posición, y por supues­
to, en la escala decreciente de Dorfman
está situada en primer lugar. Simboliza la
expresión esotérica «aquí y ahora», y no
un futuro brillante distante, o más cerca­
no. Pero si esto es así, entonces surge la
pregu nta: ¿Cuánta importancia tienen,
digamos, los puntos tercero y cuarto de la
escala decreciente de l. Dorfman, deberían
tenerse en cuenta en general? Recorde­
mos la opinión de Kramnik, expresada por
Sakaev en el excelente libro The Complete
Manual of Positional Chess: «Vale la pena
mencionar que muchos métodos sugieren
Las negras han restaurado el equilibrio usar todas las fórmulas posibles para esta­
material, y conservan todas las ventajas de blecer los criterios de esta evaluación. En mi

267
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

opinión (y no solo en la mía, sino también, Recordemos que la fortuna sonríe a los au­
por ejemplo, en la de Vladímir Kramnik, daces. Así, sin vacilaciones:
como conseguí averiguar en una conversa­ 18 lüdS! exdS 19 cxdS �es 20 e6 0-0 21 V;Ye3
ción personal), esto es totalmente incorrec­ f6 22 d6 lüa4
to. El "pesaje" de todos los matices deber ser El fin de una serie de jugadas forzadas. Las
intuitivo, estimando "a ojo" la importancia blancas pod ían haber entrado en un final
de este o aquel componente. ¿Cómo se pue­ mejor después de 23 �d4 j,xd6 (23 ... �c6
de hacer esto? Solo con la acumulación de 24 j,f3 �xd6 25 j,xb7 no deja ninguna es­
experiencia práctica y teórica, con la ayuda peranza) 24 �xa4 j,c5+ 25 \t> h 1 �c6 26
de una precisa estimación posicional. Cuan­ �xc6 j,xc6. Supongo que Petrosian advir­
to mayor sea el balance de conocimiento tió esta posición antes de realizar su jugada
correspondiente y más elevada la categoría 78. Ahora es posible tomarse un respiro y
de juego, menor será el número de variantes aclarar los matices específicos.
que se deban calcular». 23 �xe8 gfxe8 24 .ial ge2
Las bla ncas también ten ían una ventaja
El segundo comentario a la jugada 23 significativa después de 24 ... j,fs 25 e7.
de las blancas: «Parece lógico que si antes 25 dxe7 gxe2 26 gds+ �g7 27 gel gxe6 28
de la jugada 20 la ventaja pertenecía a las fü7 �h6 29 i.xf6 i.e4 30 i.gS+ Las negras
blancas, ésta no se haya evaporado tras una abandonaron».
serie de movimientos forzados», lo necesi­
taremos después de analizar el frag mento ¿Qué ha sido esto? Según Dorfman, en la
de la siguiente partida. Tiene la pala bra posición del diagrama todos los compo­
Dorfman: nentes, incl uida la posición del rey, conce­
dían a las neg ras una ventaja casi decisiva.
Está claro que las blancas se lanzaron a un
combate cuerpo a cuerpo, y tras una serie
POS/OÓN 77
de movimientos forzados resu lta que la po­
Tigran Petrosian - Gerhard Pfeiffer sición de las blancas está casi ganada.
Leipzig 1 960
¿Dónde está la lógica y cómo encaja esto
con los comenta rios a nteriores?

Vamos a ver otra pa rtida más de El momen­


to crítico con los comenta rios de Dorfman:

POS/OÓN 72
Viktor Korchnoi - Anatoly Karpov
Hastings 1 97 1 /72

Véase el diagrama siguiente


«En este caso el balance estático es catas­
trófico para las blancas: 1 . +; 2. ; 3. +; 4. +.
= «En la siguiente posición, que propongo
En posiciones similares a la que vemos al lector que ana lice, las negras poseen la
en el diagrama, no debería haber ningún pareja de alfiles en una situación estable.
problema psicológico con la toma de de­ Esta superioridad se refleja en el balance
cisiones. estático: 1 . =; 2. +; 3. +; 4. +.

268
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

recto después de 21 ... �ac8 22 �g2 ltJf8 23


�dg 1 @h7 24 füg6 %Vxg6 25 füg6 @xg6
26 id 1 @f7 27 %Vf3+ if6 28 tt:Jxg7 @xg7
29 tt:Jfs+ @hs 30 tt:Jxd6.
El resto es cuestión de técnica, en este
caso no muy difícil.
22 �c7 Wf7 23 gdfl b5 24 �xa8 /ixa8 25
c4 gbs 26 /id3 Wes 27 fül /if6 28 gg2 gb6
29 gcgl gbs 30 Wfl b4 31 /ie2 h4 32 gxg6
Wxg6 33 gxg6 �xg6 34 /ig4 �f4 35 Wdl
b3 36 axb3 /ib7 37 �g2 /ic8 38 /ixcS gxc8
39 Wg4 ges 40 �xf4 exf4 41 Wxf4 /ie5 42
Las blancas no pueden permitirse perma­ Wxh4 ma 43 b4 /id4 44 bxc5 Las negras
necer i nactivas, ya q ue después de b6-b5, abandonaron».
c5-c4, ltJ d7-c5, a6-a5, ib7-a6, �e8-c8 y
b5-b4 su fla nco de dama vuela como un De nuevo no se puede explicar la lógica de
castillo de naipes. Korchnoi actúa sin pre­ la lucha y el resultado final de la pa rtida si
juicios. se aplica el bala nce estático de Dorfman.
16 g4! Wds Desde luego, en la posición crítica inicial
Visualmente la posición de las negras es ha bía tres factores a favor de las negras y
similar a una fortaleza bien fortificada. Sin uno igual. Dorfman no indica nada sobre
embargo, a hora mediante un sacrificio las cualquier error grave de Ka rpov. Aunque si
blancas aclaran la situación que hay sobre se recurre al método vulgar de evaluación
el tablero. estática, entonces todo será mucho más
17 g5 h5 sencillo.
Tras otras defensas tam bién era difícil que
las negras frenaran el desarrol lo del ata­ Dorfman indica figuradamente que la po­
que del adversario: 1 7 ... hxgS 1 8 �dg 1 sición de las blancas en el flanco de dama
ie7 ( 1 8 ... f6 1 9 h4 gxh4 20 lt:Jxh4) 1 9 h4 puede degradarse rápidamente, y explica
gxh4 20 ltJfS g6 2 1 ltJ 3xh4 ixh4 22 %VhS; que por ese motivo no pueden permitirse
1 7 ... g6 1 8 gxh6 ixh6 1 9 h4 if4 20 hS. permanecer inactivas. Korchnoi, sin vaci lar,
18 g6 fxg6 19 ghgl Wf6 20 �g5 /ie7 21 �e6 procedió a realizar una ruptura de peón.
Mientras que Karpov no tuvo suerte con
la u bicación de la dama: estaba en un
mal sitio en el momento inadecuado. Por
ejemplo, si hubiese estado en d8 o incluso
en e7, a la jugada 1 6 g4 las negras habrían
tenido la respuesta 1 6 ... g6!, y el ataque de
las blancas en el flanco de rey se vería obs­
taculizado significativamente. Es decir, las
particularidades concretas de la posición
(la dama negra en f6 y el peón en h6) eran
tales, que proporcionaron a las blancas un
«gancho» para la ruptura del peón prác­
ticamente en un instante (media j ugada),
21 ... �fS y esto fue suficiente para propiciar que el
El momento crítico. Las neg ras entregan j uego dinámico fuera favorable a las blan­
material con el fin de evitar el ataque di- cas.

269
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

En lo que respecta al fragmento de la par­ POSIOÓN 73


tida Petrosian - Pfeiffer, allí después de la
Dmitry Yakovenko - Maksin
decimosépti ma jugada de las negras no es
Matlakov
necesario poseer el don de la clarividencia
para determi nar que si las neg ras consi­ Janti-Mansysk 201 4
guen enrocarse a las blancas las espera un
juego abu rrido para la obtención de dos
resultados (tablas o derrota).

Hemos visto q ue la valoración estática


aproximada de la posición, que puede de­
finirse con algunas frases, es mucho más
cercana y comprensible para u n j ugador
práctico que la realización de un balan­
ce con ayuda de ventajas, desventajas e
igualdades. Además, esto está más próxi­
mo al enfoq ue «a si mple vista» de Kra m­
nik y Sakaev. Mark Dvoretsky fue aún más
categórico acerca del método de cálculo Hace dos jugadas que se produjo el cam­
con pros y contras: «¡Tonterías! De hecho, bio de damas, y sobre el tablero tenemos
la mayor parte de este trabajo se realiza una posición compleja más cercana al tipo
subconscientemente. El arte de la valora­ de medio j uego. El caballo bS está ataca­
ción es la capacidad de comprender la esen­ do, y tras su retirada las blancas captura­
cia de una posición: identificar el problema rían el peón g7. La valoración de la posi­
más importante (posicional o táctico) que ción no es muy clara, depende mucho de
debe ser resuelto, sentir la dirección correcta cómo pueden situar las negras sus piezas
de nuestra búsqueda, percibir la convenien­ menores en el flanco de dama.
cia o inconveniencia de una operación. Está
claro que una intuición bien desarrollada 17 .•• lDd6?!
contribuye a la velocidad y corrección de
nuestra percepción». Aqu í están los comentarios a esta j ugada
y la va loración de la posición completa,
En apoyo de las palabras de estos repu­ dada por Yakovenko en la revista 64 (201 5,
tados expertos me gustaría a porta r un n.0 1 ) : «Es difícil creer que este movimien­
ejemplo actual, la partida Yakovenko - to sea un error casi decisivo, así que me
Matlakov (Janti-Mansysk 201 4), donde el detendré con detalle en la posición que
g ran maestro Dmitry Yakovenko ofrece un surge tras la captura en g7. A primera vista
análisis lógico deta llado de una posición parece que las neg ras no tienen motivos
compleja. En la valoración de la posición para preocuparse. Sus piezas están desa­
ni siquiera hay indicios de fórmulas y su­ rrol ladas, disponen de un puesto avanza­
mas con restas, mientras que el problema do en b4, las perspectivas por parte de las
del cambio se describe verba lmente, lo blancas de creación de un peón pasado
mismo que la circunstancia de que uno de son nebulosas, y todavía no se manifiesta
los bandos debe darse prisa, porque de lo la fuerza de los alfiles bla ncos. Sin embar­
contrario su posición se deg rada. go, las negras se encuentran en gran pe­
ligro estratégico, 28 y si solo hacen j ugadas
natu rales, se enfrentarán a serios proble-

28 Nota del Autor. El texto en cursiva es mío.

270
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

mas. Honesta mente, yo mismo no entien­ d3.


do por qué esto es así, aunque durante la
partida valoré mi posición como muy pro­
metedora. Quizás el asunto radique en la
ventaja espacial que proporciona el peón
e4. Debido a esto, todas las casil las bue­
nas para las piezas menores negras -b4,
b6, es, c4, es, e6- se encuentran delante
de sus peones. Por eso no pueden poner
mucho tiempo un pié en estas casillas, a
excepción de la casilla b4, la única de to­
das ellas. Además, es i m posible jugar b7-
bS, ya que a esto siempre sigue e4-eS, y
los peones negros del flanco de dama
simplemente se desploman. No obstante, 24 ... cS?
no debemos olvidar que el ajedrez es un Un error grave, tras el cual la lucha prácti­
juego concreto, y todos los razonamientos ca mente finaliza. No obstante, la posición
abstractos pueden ser refutados con una de las negras era muy difícil. Es indicativa
variante. la primera variante del ordenador: 24 ...
De una manera u otra, las neg ras deben cJ;; c7 2S f4 t0 g4 26 h3 ltJgf6 27 g4 E:ge8 28
apresurarse,29 mientras las blancas no ac­ es t0 g8, con perspectivas sombrías para
túen de una ma nera conveniente. Si las ne­ las negras.
gras consiguen cambiar al menos una pieza 2S �xcS �xcS 26 .ixeS+
menor, y situar otra en b4, sus asuntos me­ A Maksin se le pasó que podía capturar
jorarán sensiblemente. 30 Por eso debieron tam bién este caballo.
jugar 1 7 ... t0 c7 1 8 ixg7 E:g8 1 9 ib2 tO cS!, 26 ... ©a7 27 .if4
para empezar a incordiar al alfi l b2. Por lo Un peón extra, rey negro débil: para no ga­
visto, las blancas no tienen nada mejor nar esta partida es necesario cometer un
q ue 20 t0 d2 t0 d3 21 id4 t0 e6 22 ie3 ics error m uy grave. Las últimas j ugadas de
23 t0 c4 ixe3 24 fxe3!? El caba llo c4 es muy la partida se pueden ofrecer sin comenta­
fuerte, pero al menos ambas partes corren rios.
riesgo. 27 ... bS 28 axbS ©b6 29 .if3 gd3 30 .ie2
18 .ixg7 gg8 19 .id4 �c4 20 fü1 �ces 21 fü3 31 gxc3 .ixc3 32 gd1 a4 33 .ie3 fü8 34
�d2 o-o-o 22 � b3 .ib4 23 ga gd6+ ©as 3S fü6 gxc6 36 bxc6 �xe4 37 c7
Ahora sucede precisamente lo que se �d6 38 .icS A 38 ... ltJc8 sigue 39 ig4. Las
dijo más arriba. Las piezas blancas están negras abandonaron».
completamente seg uras, mientras que las
negras deben retirarse a peores y peores Me parece que el mérito incontestable de
posiciones. Dorfman consiste en que él llamó la aten­
23 ... ©b8 24 ©t1 ?! ción de los ajedrecistas sobre las posiciones
Inesperadamente las blancas podían ga­ críticas, dividiéndolas en dinámicas y estáti­
nar un peón mediante 24 ic3!, sin em­ cas, proponiendo un método simple de eva­
bargo en este momento pensaba más en luación estática de la posidón, que nos ayu­
limitar el contrajuego de mi adversario. Mi de a comprender: si es necesario realizar un
jugada va dirigida a que no exista la ame­ cambio brusco de escenario con ayuda de
naza de un doble en el después de tü es- un juego dinámico o, por el contrario, evitar
el choque, manteniendo el balance estático.
29 Nota del Autor. La cursiva es mía. En lo que respecta a ±, � o =, esto se ase-
30 Nota del Autor. El texto en cursiva es mío.

271
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

meja al deseo de acceder a la valoración


POS/OÓN 74
de la posición en el ajedrez como si fuere
losif Dorfman - Anatoly Va"iser
una ciencia académica, aunque de hecho
se convierte en un encaje de la teoría para Moscú 1 989
la práctica no siempre afortunado.

Dorfman acertó en el sentido de propor­


cionar una valoración estática simple y un
pronóstico del desarrollo de los aconteci­
mientos. El libro contiene todo un conjun­
to de formulaciones lacónicas y expresio­
nes, de las que dicen: «No en la ceja, sino
en el ojo31». I ntentaré proporcionar al lec­
tor unas cuantas.

Antes de comenzar a dar ejemplos y citas


de la obra de Dorfman, recuerdo al lector
que él entiende como medios dinámicos 23 �e2!
de la l ucha la modificación de la estructura
de peones, el cambio de material y la toma «¡Estática pura! No es necesario preocupar­
de la iniciativa. Comencemos: se, porque la posición está ganada estáti­
camente. Primero es necesario reforzarse
«Sin embargo encontré incorrectos los co­ al máximo (desde luego la posición del ad­
menta rios que lo acompa ñaban, e inclu­ versario no se presta a una evolución cons­
so dañinos pa ra los ajedrecistas jóvenes: tante) y solo después pasa r a las acciones
«¡El jugador que tiene la ventaja debe ata­ activas».
car!» Si a la palabra «ventaja» se le agrega
«dinámica», entonces estoy dispuesto a «En las posiciones ganadas estáticamente,
adherirme a este postulado. De hecho es como regla, a un movimiento activo le co­
simplemente una de las consecuencias de rresponde uno profiláctico».
mi método».
«El juego dinámico se lleva a cabo hasta
Esta es una precisión importante a uno de que el adversario se vea privado de sus
los fu ndamentos de la teoría de Steinitz. ventajas estáticas».

«Pero el problema es que en posiciones es­


táticas inferiores no se puede jugar estática­
mente».

«En la lucha contra la pareja de alfiles


debe jugar por las casil las del color de tu
alfil restante. Como consecuencia de esta
31 Nota del Traductor. Expresión rusa q u e en este estrategia a menudo aparece un tándem
caso significa con exactitud, con precisión. Pro­ favorable de dama + cabal lo».
viene de una leyenda que cuenta que un cosa­
co prometió a lván el terrible que mataría a un
tártaro que había retado al Zar, acertándole con
una flecha en el ojo derecho. La flecha se clavó
entre ceja y ceja. A pesar del fallo el cosaco fue
premiado por el Zar.

272
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

1s Atl gaa8 16 gac1 es


POSICIÓN 75
De nuevo tenemos sobre el tablero una
losif Dorfman - Arnaud Hauchard
posición crítica. Las negras quieren definir
Mondariz 2000 la estructura, pero no consiguen que el ad­
versario coi ncida con sus deseos.
17 dS e4 18 Ae2
No da nada 1 8 l!Jxe4 l!Jxe4 1 9 ixe4 l!Jcs
20 1Wc2 l!Jxe4 2 1 1Wxe4 ixb2 22 if4 1Wc8
(22 ... 1Wd7 23 dxc6 1Wxc6 24 1Wxc6 be 2S
8:b1 ic3 26 cS±) 23 8:b1 8:e8 24 1Wf3 ig7.
18 ... cS 19 .lel gfe8

14 Axe4

«Un momento excepcionalmente impor­


tante. Como regla general, al bando que
tiene la ventaja de la pareja de alfiles le re­
sulta favorable mantener su caballo. Una
de las razones q ue yo veo es reducir la pro­
babilidad de que el adversario obtenga el En esta ocasión la posición crítica se ve
tándem favorable de dama + caballo. coronada por una serie de movimientos
14 .•• Y!lc7 forzados.
Parece que las negras no pueden eliminar Si el . alfil negro consigue ocupar una po­
el potente a lfil si no es a costa de una pos­ sición de bloqueo frente al peón pasado
terior degradación de la posición. La torre blanco, el rey blanco se volverá estática­
de dama está mal situada, la casilla d6 es mente débil. Ahora sigue una serie de mo­
débil (se a menaza el sa lto del alfil a b4), y a vimientos dinámicos.
todo esto hay que añadir un posible igs . 20 d6 Y!lc6 21 Y!la4 gac8 22 b4 Y!lxa4 23 tll xa4
Ofrezco algunas variantes q u e prueban, cxb4 24 cS hS
como a mí me parece, la superioridad de Las negras no pueden oponer nada a los
las blancas. fuertes argumentos del adversario, y ha­
14 ... tll xe4 1 S tll xe4 cen una j ugada útil, sin dejarse a pretar en
a) 1 S ... ixd4? 1 6 igS f6 ( 1 6 ... l!Jcs 1 7 �c2 el flanco de rey y con la intención de cam­
�as 1 8 b4+-) 1 7 füd4 fxgS 1 8 8:ad 1 b6 1 9 biar los alfi les.
es+-; 2S gb1 as 26 al bxa3 27 gxb7
b) 1 S ... �h4! El peón pasado de las blancas es irresisti­
b1 ) 1.6 �e3 gaa8 1 7 �f3 l!Jf6 1 8 l!J d6 8:ad8 ble.
1 9 if4 gd7=; 27 ... tll ds 28 gxdS a2 29 gd1 füd8 30 Ac4
b2) 1 6 �f3 l!Jf6 1 7 l!J d6 ( 1 7 l!J cs b6 1 8 a1YH 31 gxal Axal 32 ,lgs gb8 33 gxb8
l!J b3 �e4 1 9 �xe4 l!Jxe4 20 if4 8:d8 2 1 gxb8 34 c6 gbl + 3S Afl Las negras aban­
8:e1 l!Jf6 22 a4 aS=) 1 7 ... l!Je8; donaron».
b3) 1 6 ge 1 ! ixd4? 1 7 1Wd3 cS 1 8 igs l!Jes
1 9 1We2+-

273
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

Las neg ras no solo no han conseguido rea­


POS/OÓN 76
lizar los cambios ventajosos, sino que ade­
�asily Smyslov - Wolfgang Uhlmann
más han debilitado irremedia blemente la
Skopje 1 969 posición de su rey.
19 gfd1 %Yc7 20 �e2 i.xh2+ 21 ©f1 i.es 22
�d4 %Vds 23 g3 %Yf6 24 a4 %Yf7 25 as �ds
26 i.xd5 cxd5 27 �f3 d4 28 %Yxf7+ �xf7
29 exd4 i.bB 30 gel i.a7 31 gxe8 ©xe8 32
gel + ©ds 33 i.e7+ ©es 34 i.gs+ ©ts 35
i.h6+ ©g8 36 ge7 gds Las neg ras abando­
naron».

POSIOÓN 77
Ennio Arlandi - Giulio Borgo
San Vicente 1 998
Mueven negras

«¿Cómo se puede justificar el j uego ta n


provocativo, a primera vista, del j ugador
alemán? Las negras tienen un punto de refe­
rencia estratégico claro. Necesitan obtener
el cambio de los alfiles de casillas negras y
de los caballos.
13 ... �8d7?
A la luz de lo anterior era necesaria la sutil
man iobra 1 3 ... lt:J c4! 1 4 ie1 ( 1 4 E:cd 1 Wic7
1 5 g3 lt:Jxd2 1 6 E:xd2 'lia6 1 7 füd 1 E:ad8=)
1 4 ... 'lid6 (1 4 ... 'li a6 1 5 ie2), para contro­
lar al caballo blanco. Ofrezco un análisis
orientativo de esta posición, que muestra «Incluso visual mente la ventaja de las
los procedimientos técnicos de j uego de blancas es innegable. ¿Pero es estática esta
las negras en las posiciones de este tipo. ventaja?
a) 1 5 ie2 V!ie7 1 6 id3 ( 1 6 id2 'lid? 1 7 En rea lidad, si intercambian las torres las
füe1 füe8 1 8 if1 �ad8 1 9 b3 lt:Jc5 20 g3 negras obtienen un tándem favorable, debi­
lt:Jce4 2 1 lt:Jxe4 llixe4 22 ia5 ic7) 16 ... do a la estructura de peones fija.
'lid? 1 7 a4 füe8 1 8 e4 �ad8 1 9 �d 1 'li b6 Como consecuencia de esto, las blancas
20 f4 id4+ 2 1 � h 1 ; deberían buscar la ventaja en el pri mer
b) 1 5 g 3 'li d ? 1 6 ig2 E:e8 1 7 e4 lt:Jc5 1 8 elemento de la escala decreciente. Creo
E:d 1 V!ib6; que la siguiente variante responde a las
c) 1 5 'li a4 'lid7. exigencias de la posición: 22 Wig4 'lig6 (22
14 �e4 f5 ... E:d7 23 h4 E:cd8 24 h5) 23 g3 E:xd6 24
Reconocimiento del colapso de la con­ exd6 V!id7 25 h4. Aquí la debilidad estática
cepción estratégica de las negras. Tampo­ del rey pasa a primer plano.
co iguala 14 ... 'lid5 1 5 'lig3 �c8 1 6 V!ib3 22 g3
ltJ 7b6 1 7 a4. U na pérdida de tiempo y el primer paso
15 �g3 a5 1 6 b4 axb4 1 7 i.xb4 ge8 18 %Yb3+ hacia el a bismo.
©g7 22 ... gxd6 23 exd6 %Yd7 24 %Yg4

274
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

Ahora el avance del peón «h» no genera


dividendos tan gibles después de 24 h4 f6
25 h5 h6.
24 ••• es 2S �e4 f6 26 a3 as 27 .ic3 �f7

dem favorable).
Se puede recomendar 24 ... b4! 25 a4 Wfa5
26 b3 c4. Las negras no tienen problemas,
lo que no se puede decir de su rival, ya que
27 �d 1 tropieza con u n sacrificio de pieza
28 f4? después de 27 ... cxb3 28 �xd4 b2.
Un error de concepto más en u n momento Sin embargo, el gran maestro croata eligió
crítico del juego. 24 ... c4?
Las blancas debilitan insensatamente Ja Esta decisión precipitada provoca la de­
posición estática de su rey. Era apropiado y gradación de la posición de las negras.
oportuno otro intento dinámico: 28 d7 �d8 2S �f2 c3 26 b4 �c4 27 .id3 �dS 28 �g2 fS
(28 ... tbxd7 29 Wlb7 �d8 30 Wfc7 Wfe7 3 1 29 exf6 .ixf6 30 �xdS gxdS 31 'kt>g2
b4) 2 9 Wfc6 füd7 3 0 �d5. Ta mbién era una
opción seria estudiar e l cambio de damas
después de 28 Wfd5 Wfxd5 29 füd5 <it>f7 30
f4».

Después de 28 exf4 29 �xf4 llJd7 30


••.

gel ges, tras haber cometido una serie


de errores, las bla ncas perdieron gradual­
mente la pa rtida.

POS/OÓN 78
Alexander Onischuk - Ognjen La situación ha cam biado radicalmente.
evitan Con la desapa rición de las damas, la cues­
Ereván 1 996 tión de la seg uridad de los reyes ha per­
dido relevancia, así como la imposibilidad
Véase el diagrama siguiente para las negras de formar el tándem dama
+ cabal lo. A pa rtir de ahora la estructura
«Creo que la línea estratégica de juego para de peones puede evolucionar en favor de
las negras es conservar las damas, un jue­ las bla ncas, y el papel de los alfi les se ha in­
go dirigido a fijar la estructura de peones y crementado notablemente. El balance es­
el cambio de Jos alfiles de casillas negras (y tático es favorable a las blancas en todos
como consecuencia, Ja creación de un tán- sus elementos, y las neg ras ya no son ca-

275
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

paces de crear una posición crítica. El gran u nida a los cambios y a la l ucha por la ini­
maestro ucraniano ganó en la j ugada 48». ciativa.

La clave metódica de Dorfman tiene éxi­


to al conseguir al umbra r los planes de los
bandos en posiciones en las que uno de
los contendientes realiza un sacrificio de
calidad en la l ucha por la in iciativa. Vea­
mos dos ejem plos.

POS/OÓN 79
Ígor Glek - Vidmantas Malisauskas
Tallin 1 986
La variante aproximada 1 7 ... @h8! 1 8
ttJ d S ( 1 8 �h6 �d8 1 9 fül �g8 n o ofrece
dividendos especiales) 1 8 ... �d8 1 9 fü1
(después de 1 9 �h6 �g8 20 ttJxf6 �g7 21
fül �d4 22 fü3 �xb2 23 h3 �a l + 24 @h2
�e l las negras rechazan el ataq ue) 1 9 ...
fS 20 exfS ixdS 21 f6 e4 cumple con los
req uisitos de la posición.
1 7 ... @g7?
El error decisivo, debido a una falta de
com prensión de los requisitos de la diná­
mica.
1 8 gfl gh8 19 V;Yh4 V;Ye7 20 tll dS
«En esta posición las negras tienen ventaja En este tipo de situaciones no es aconseja­
estática en vista de la pareja de alfiles junto ble distraerse con la ganancia de material.
con una estructura de peones variable. En caso de la primitiva 20 ttJ e2 hS 21 ttJg3
1 . =; 2. +; 3. +; 4. ;!;; . �h6 22 ttJxhS+ @h8 23 füf6 �xf6 los sue­
Después de la maniobra if6-e7 esta ven­ ños de las negras se realizan .
taja se volverá irreversible. 20 ... .ixdS 21 exdS gad8 22 c4 as 23 .ie4 b6
Aquí las jugadas dinámicas candidatas El jugador lituano ha construido una ba­
son 1 6 füf6 y 1 6 ttJdS. En caso de 1 6 ttJdS rrera, que será insuficiente. Con la ayuda
ixdS 1 7 exdS ie7 la mayoría de peones de una ruptura las blancas crean un par
de las neg ras en el fla nco de rey más la de peones pasados que barren todo a su
presencia de alfi les de distinto color, que paso.
refuerzan el ataque, predeterminan el re­ 24 b4 axb4 2S as gd6 26 axb6 gxb6 27 V;Yg3+
sultado de la partida. Se necesitan medi­ ©t8 28 V;Ye3 gb8 29 es
das más decisivas:
16 gxf6 gxf6 11 V;Yhs Véase el diagrama siguiente
En el transcu rso de pocas j ugadas el ba­
lance estático ha cambiado sensiblemen­ El último eslabón de un ataque conducido
te: 1 . ±; 2. +; 3. +; 4. ;!;; . excelentemente. Se puede bajar el telón.
En base a esto, las negras deben jugar di­ 29 hS 30 d6 V;Ye6 31 V;Yd3 b3 32 c6 gb4 33
•••

námicamente. En este caso la dinámica va .ifs e4 34 .ixe6 exd3 3S c7 ©g7 36 d7 Las ne-

276
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

enemigo.
17 ... fxe618 ,lg6 gfs 19 V:Ye2

gras abandonaron».

19 .. "ll c7?!
.

POS/OÓNBO
Un error de concepto, ligado a una evalua­
Victor Bologan - Eduardas ción errónea de la posición.
Rozentalis Las negras estaban seguras de la necesi­
Belfort 1998 dad de proteger el peón e6 Otra posibili­
dad, 19 ... �d6 20 �el, no se diferenciaba
mucho de la jugada de la partida. Es lógi­
co que la posición requiera acciones diná­
micas, y en este caso concreto, el cambio
de material. Yo propongo 19 ... id6. En ese
caso el caballo permanece en dS, lo que
propicia la simplificación salvadora. Ade­
más, el adversario debe tener en cuenta
la réplica id6-f4. Las variantes són muy
complejas, y no es fácil ofrecer algo que
sea exhaustivo. En la continuación princi­
pal 20 �xe6+ �h8 21 lLies (21 lLih4 lLig8!)
21 ... lLixc3 22 ixc3 ixeS 23 dxeS lLJdS la
«Los adversarios han dispuesto sus fuerzas estrategia de las negras triujnfa.
de una forma típica en este tipo de situa­ 20 gel .id6 21 .ib1
ciones. La tarea de las negras consiste en
mantener el balance estático favorable:
1. =; 2. =; 3. i; 4. +.
16 ... ges?
Las negras tenían a su disposición dos pla­
nes de desarrollo de las fuerzas más o me­
nos equivalentes: 16 ... �c8 17 �c2 �e8
seguido de ie7-d6, �c8-c7, �a8-d8, y 16
... �d6! con idea de 17 ... �ad8.
17 gxe6!
Las blancas aprovechan la oportunidad, y
sin dudarlo, sacrifican la calidad para debi­
litar las casillas es, f7, g6 alrededor del rey

277
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

21 . .. '\We7 No obstante, regresemos al método de


Las negras dejan pasar el momento propi­ Dorfman. Ahora ofrezco un fragmento de
cio para realizar la ruptura 21 ... cs. Ahora la partida Kramnik - Népomniaschi, del
22 dxcS .bes 23 lüe4 tropieza con 23 ... campeonato por equipos de Rusia del año
lüxe4 24 Wfxe4 gxf3. Y después de 22 lüe4 20 1 S, con el análisis de Pável Maletin en 64
cxd4 23 lüxf6+ Wfxf6 24 Wfe4 WJ'fs 2S Wfxd4 n.0 6/201 S.
WfdS las negras tienen una posición total­
mente defend ible.
22 �eS .ixeS
POS/OÓN 81
La tarea de las blancas se simplifica
sustancialmente. Se apoderan de una ca­ Vladímir Kramnik - Van
silla clave con el peón, manteniendo el Népomniaschi
juego contra el inseguro rey negro. Sochi 20 1 5
23 dxeS �fdS 24 tLlxdS tLlxdS 25 '\We4 gS 26
'\Wg6+ '\Wg7 27 '\Wxe6+ ©h8 28 h4 �f4 29
'\Wc4 �ad8 30 .ic3 �dS 31 hxgS hxgS 32 .id2
�f4 33 .ib4 '\Wf7
En caso de 33 ... füe8 también decid ía la
jugada del texto.
34 e6 �xe6 35 .ixfB Las negras abandona­
ron».

Con esto casi concl uye el análisis de los


ejemplos del libro de Dorfman El Método
en Ajedrez. Confío en haber convencido al
lector para q ue lea los li bros de Dorfman.
No obstante, incl uso sin mi recomenda­ 21 ••• .ia6!
ción la enseñanza de Dorfman ya está
dando vueltas por el mundo del ajedrez. «Un movimiento duro. Las negras prácti­
Me gusta mucho leer en la revista 64 los camente obligan a su adversario a «descu­
resúmenes de las competiciones y los co­ brirse».
menta rios a las partidas del gran maestro 22 bS .ib7 23 c4 .ib4 24 �xb4 axb4 25 es
Pável Maletin. Este joven com prende per­ Por supuesto, el sacrificio de ca lidad esta­
fectamente el juego y hace comentarios ba planeado de antemano; sin embargo,
profundos no solo sobre ajed rez, sino tam­ no estoy segu ro de q ue las vaya a propor­
bién sobre los aspectos psicológicos de la cionar una buena vida. Las blancas no te­
lucha. Al mismo tiempo, domina la pluma nían nada especia l q ue elegir; después de
y tiene una actitud am istosa hacia sus co­ la «norma l» 24 lü b3 cS!? las negras senci-·

legas. Recomiendo encarecidame-nte es­ llamente están mejor.


tudiar sus comentarios en 64 n.0 1 2/201 4, No obstante, el sacrificio es muy fuerte
a la decisiva sexta partida del seg undo desde un punto de vista práctico: no es
match Carlsen - Ana nd, y la explicación de fácil para las negras encontrar la forma
los terribles errores q ue cometieron am­ de reaccionar. La a rtimaña consiste en
bos adversarios en la jugada 26. El traslado que parece q ue las negras pueden hacer
del rey blanco del flanco de dama al flanco cualq uier movimiento normal. ¿Qué po­
de rey lo comparó figuradamente con el d ría ir mal en una posición con calidad
paso de Suvórov a través de los Alpes. de ventaja? Sin embargo, como resultó
más adela nte, simplemente están estática-

278
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

mente peor32 y, en consecuencia, el lento aunque objetivamente las blancas tienen


desarrol lo de los acontecimientos favore­ problemas, mientras que las negras no se
ce a las blancas. Las posibilidades de las arriesgan prácticamente a nada; en cual­
negras - y el análisis muestra que ésta es quier caso siempre tendrán j uego contra
una oportunidad excelente para tomar la el rey. Yo examiné 30 ie1 !, con idea de cu­
iniciativa se encuentran exclusivamente
- brir la col umna «g», sin embargo aquí es
en la dinámica».33 desagradable 30 ... c6 con idea de poner
en el j uego al alfil después de 31 b6 ia6.
¿Esto no te recuerda algo, querido lector? 26 tll c4!
I nesperada mente las negras tienen pro­
Conti nuemos el análisis de la partida con blemas serios: el traslado del caba llo a d4
los comentarios de Maletin: no genera grandes dividendos, y mientras
tanto las blancas tienen tiempo para ca p­
turar en b4 y consolidar la posición.
26 bxc5 27 �xc5 tll e6 28 �xb4 tll d4 29 �c3
••.

�c8 30 �a5

25 ... �f6?

«Dmitri Kryakvin indicó que lo correcto


era 25 ... g5!! (también merece atención
25 ... c6, a unque esto sigue siendo terreno 30 ... �e7
de los ordenadores de ajedrez). Para ser Tal vez fuera más conveniente 30 ... 8'.a7!
honesto, viendo la partida online, estaba con idea de devolver la calidad en res­
prácticamente segu ro de que Van juga ría puesta a la sugestiva 3 1 b6: 3 1 ... 8'.xa5!
de esa manera (espera lo mejor, ¡prepára­ 32 bxc7 (32 W/xa5? t2J b3) 32 ... �c5! 33
te para lo peor!); semejantes decisiones de cxd8W/+ W/xd8, y las negras tienen buenas
pura energía son típicas de él. Después de posibi lidades para sa lva rse. Probablemen­
26 tLic4 bxc5 27 ixc5 (es mala 27 g3 t2J h3+ te Kramnik no forzaría los aconteci mien­
28 ixh3 W/xh3 29 t2Jxe5 Wle6 30 W/xc5 �d2; tos; por ejemplo, podría seguir 31 @ h 1 !?,
en posiciones tan abiertas la ventaja de y solo después de 31 ... ie6 32 b6! Aho­
c�lidad se nota más) 27 ... g4! 28 ixb4 gxf3 ra después de 32 ... füa5 33 bxc7 8'.c5 34
29 gxf3 @ h7! Las neg ras, como mínimo, cxd8W/+ W/xd8 35 Wlb4 Wlc7 36 8'.c1 las
tiene un fuerte contrajuego, y lo que es blancas mantienen el peón de ventaja en
más esencial: obtienen una columna im­ una versión ligeramente más favora ble y
portante para su torre «extra». Por supues­ conservan las posibilidades de victoria.
to, la posición sigue siendo muy compleja Sin embargo, parece que éste era el me­
y confusa para un ajedrecista humano, nor de los males. En la partida las neg ras
estuvieron sometidas a una presión espe­
32 · Nota del Autor. El texto en cursiva es mío. l uznante, q ue recuerda a las victorias de
33 Nota del Autor. El texto en cursiva es mío.

279
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

Anatoly Karpov en los años 70. Algo así inicial «reseña de l ibros». Ya mencioné
como que el tablero está repleto de pie­ q ue me sorprendió aprender de Dorfman
zas, incluso tienes calidad de ventaja, y sin q ue los ajedrecistas se dividían en dos
embargo no tienes nada claro qué j ugar. grupos: jugadores de momento crítico y
Vladímir Borisovich juega con gran placer jugadores de fase técnica. Él escribe: «Así,
y fantástica maestría las posiciones con a mi parecer, pertenecen al primer grupo
una correlación de material inusual. Cada Alekhi ne, Botvinnik, Spassky y Kasparov, y
año, al estudiar la selección de Maksim al segundo Capa blanca, Smyslov, Fischer y
Notkin en «La partida del a ño», regular­ Karpov».
mente encuentro 2 o 3 ejemplos sobre
este tema. Este encuentro no fue una ex­ En mi opinión, aquí vemos una su perpo­
cepción. Tal vez no destaque para ser «la sición obvia en las características de los
partida del a ño», sin embargo, a partir de grandes campeones. Para un ajedrecista
este momento, Yan ya no tubo posibilida­ no ilustrado, como lo era yo antes de leer
des reales de escapar de la tenaza. el libro de Dorfman, los mismos términos
Después de alrededor de una docena de «jugadores de momento crítico y j ugado­
jugadas maniobrando (31 ®hl i.b7 32 res de fase técnica» suenan extraños y un
i.b4 VNe6 33 tilas VNb6 34 tilc4 VNe6 3S tilas poco ofensivos. Me recordó u na anécdota
VNb6 36 fül gd7 37 h3 ®h7 38 tilc4 VNe6 39 sobre un famoso músico. Un famoso vio­
as gbs 40 tile3 hS 41 a6 iras 42 VNcs VNb3 43 linista, cuyas giras estaban programadas
i.c3 VNe6 44 i.c4 VNf6) surgió la sig uiente con un a ño de antelación, respondió a la
posición: solicitud de reunirse con sus compañeros
de clase y encontró tiempo en su apretada
agenda de conciertos. Naturalmente, en
la reunión se le pidió q ue tocara algo. Al
finalizar la interpretación, uno de sus com­
pa ñeros de clase se le acercó e hizo una
valoración de su interpretación: «¿Quieres
q ue sea honesto? Cuando sostienes con
tu mano derecha el a rco sobre las cuerdas,
obtienes un sonido que llega al alma y las
lágrimas resba lan por mis ojos. Pero cuan­
do tocas las cuerdas con tu mano izquier­
da, entonces, en mi opinión, ¡simplemente
presumes!».
Com párela con el diagrama anterior. ¡Qué
hermosas y con qué efectividad están si­ En el tema del ajedrez al que nos refe­
tuadas ahora las piezas bla ncas! Con el rimos, estoy listo para tomar el lugar del
cambio de la única pieza activa del adver­ aficionado ignorante de la anécdota. losif
sario, Kramnik conduce el juego a una fase Dorfman escribió una dilogía muy intere­
técnica. sa nte, El Método en Ajedrez, que ayuda al
4S i.xd4 exd4 46 tilds VNhs 47 gd1 d3 48 ajedrecista a tomar una decisión en el mo­
gxd3 VNal+ 49 'iMgl VNxgl + SO ®xgl @g7 mento crítico y a argumentarlo. Descri bió
Sl ga3 fS S2 a7 gb7 S3 ga6 fxe4 S4 fxe4 g17 algunas posiciones tan bien que «l lega al
SS eS c6 S6 til b6 gfe7 S7 bxc6 gxa7 SS tilxa8 alma y las lágrimas sa ltan de los ojos». Sin
Las negras abandonaron». embargo, la división de los g randes aje­
d recistas en maestros de momento críti­
Sin embargo, es hora de volver a nuestra co y de fase técn ica (para Dorfman la fase

280
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

técnica es un seg mento de la partida entre inesperadas, a menudo demasiado senci­


momentos críticos) es como u na descrip­ llas, no sienten con la suti leza suficiente
ción de los procesos de una vida completa los puntos de inflexión de la lucha». (Mark
solo en dos tonos: negro y blanco, aunque Dvoretsky, Artur Yussupow Attack and De­
la paleta de dichos procesos es mucho fence. How creative Thought Develops in a
más rica. Recordemos cómo Karpov (se­ Chess Player, 1 997).
gún Dorfman, maestro de la fase técnica)
superó brilla ntemente a Spassky (maestro Concluimos el tema de la clasificación del
de momento crítico, según Dorfman) en estilo de j uego de los grandes ajedrecistas,
una posición crítica. propuesto por Dorfman, con la partida:
Si hay un deseo de establecer paralelis­
mos entre los ajedrecistas «celestiales»,
me parece más adecuado clasificarlos de
POS/C/ÓN B2
acuerdo con el carácter del pensamiento
de Mark Dvoretsky: «Tradicionalmente los Eugenio Torre - Anatoly Karpov
jugadores de ajedrez se dividen en com­ Bad Lauterberg 1 977
binatorios y posiciona les. Hu bo un tiem po
en que era relativamente fácil disti nguir a
los jugadores por este criterio, pero ahora
la situación es diferente: casi no q uedan
jugadores puramente posiciona les o pu­
ramente combinatorios. Además, esta di­
visión habla solo de la manera de juego,
no de las características del pensamiento.
No es suficientemente informativo en tér­
minos de elegir la dirección y el contenido
del entrenamiento req uerido por un aje­
drecista.
Me parece más productivo distinguir al ju­
gador de ajedrez por el tipo de pensamiento · «El ajedrecista filipino, con blancas, tiene
que domina en su enfoque creativo para la cierta ventaja estática:
toma de decisiones: intuitivo o lógico. 1 . =; 2. =; 3. ;t¡ 4. ;t.
Los grandes maestros de tendencia in­ Torre pudo concentrarse en la contin ua­
tuitiva -José Raúl Capablanca, Mijaíl Tahl, ción 21 Wfd2, y prepara r el plan típico a3-
Tigran Petrosian, Anatoly Karpov- sienten a4, ;gc 1 -b1 y a4-a5. Sin embargo, haciendo
sutilmente los matices más peq ueños de caso omiso de las exigencias del momen­
la posición, tienen una visión combinativa to, prefirió un j uego dinámico.
más nítida. Son más débi les en el plantea­ 21 g3
miento de la partida, en la estrategia, no A pa rtir de aquí el rey blanco se encuentra
les gusta demasiado calcular variantes y irremediablemente debilitado.
cometen errores en el cálcu lo. 21 ... J.ds 22 tild2 Af6 23 h4 h6 24 hS tll gf8
En el polo opuesto están, por ejemplo, Cabe señalar que la estrategia provocado­
Aki ba Rubi nstein, Mijaíl Botvinnik, Garri ra de Karpov le ha dado excelentes resul­
Kasparov. El los conciben planes profun­ tados. Su posición es firme y segura.
dos en la apertura y en las etapas poste­
riores, piensan de una manera discipli na­ Véase el diagrama siguiente
da, calculan con precisión las va riantes.
Pero a veces se les escapan ideas tácticas La distribución de las piezas negras puede

281
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

mejorarse mediante �c7 seguido de �ec8, Estrictamente hablando, he seleccionado


mientras que el caba llo d2 está condena­ esta pa rtida sin deseo de sacar de contex­
do a la inactividad debido a la idea .bc3 to una frase: «He oído repetidamente que
y ttJf6. A las blancas les resulta más difícil Karpov gana a menudo permaneciendo en
encontrar las maniobras adecuadas. la octava fila. A mí me parece que la explica­
He oído repetidamente que Karpov gana a ción es más simple: es uno de los jugadores
menudo permaneciendo en la octava fila. estáticos más grandes».
A mí me pa rece que la expl icación es más
sim ple: es uno de los jugadores estáticos De n uevo el tono blanqui negro. No es fá­
más grandes. cil, nada es sencillo. I ncluso hoy día mu­
25 g4 chas personas no comprenden el juego de
Este gesto desesperado acelera lo inevita­ Karpov. Recuerdo una conversación con
ble. Gennadi Kuzmín durante un Memorial A.
25 ... tll h7 Sokolsky en Minsk. El g ra n maestro ucra­
La amenaza estratégica consiste en e6-e5. niano habló con entusiasmo de su forma
El avance del peón «f» ha entregado todas de jugar. Durante la Olimpiada estudiantil,
las casillas negras. Las neg ras sacan pro­ donde jugaron j untos en el eq uipo de la
vecho in mediata mente con el cambio del URSS, el joven Karpov, a petición de Kuz­
alfil �f6-g5 y la posterior ocupación de las mín, le mostró sus partidas y compartió
casillas f6 y gS. Por otro lado, 26 ttJf3 (tras sus pensamientos sobre el tra nscurso del
la imprudente 26 Wfg2 dS 27 cxdS �xc3 28 j uego. A Kuzmín le l la mó la atención cómo
�xc3 �xc3 29 �xc3 exdS las negras toman instantáneamente Karpov capta ba los
la iniciativa) tropieza con la réplica típica más míni mos cambios en las posiciones,
26 ... �xc3 27 füc3 ttJ hf6. que eran invisibles para los demás, y cómo
26 es dxe5 27 g5 exf4 28 .ixf4 .ies de in mediato reorganizaba sus planes de
acuerdo con esos cambios. Desde el ex.­
Véase el diagrama siguiente terior esto se veía más o menos así: man­
tener prácticamente igualada la posición.
La partida está prácticamente finalizada. Los contendientes hacían una decena de
Por supuesto, no es fácil aceptar este tipo j ugadas adelante y atrás, cada u no en su
de derrota. Probablemente por esa razón propio cam po, sin cometer errores al me­
las blancas prolongan su resistencia insen­ nos a parentes, y resu lta que entonces la
sata. posición del adversario de Karpov estaba
29 g6 fxg6 30 hxg6 .ixf4 31 gxh7+ ©hs 32 perdida o muy cerca de el lo.
�fl �f8 33 .ie4 tll e5 34 'i«g2 tll xc4 Las blan­
cas abandonaron». La mayoría de los jugadores pueden mo-

282
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

ver las piezas en su propio cam po sin por lo q ue se j uega sin pensar en las posi­
entra r en co ntacto con las piezas del ad­ bil idades del adversa rio.
versario. Sin emba rg o s u perar completa­ 9 ... :Bes
mente al adversa rio de esta manera es u n Todas las esperanzas de obtener contrajuego
arte reservado a u nos pocos. Todavía es por parte de las negras van unidas a la pre­
más d ifícil explicar por qué s ucede esto, sión sobre el peón e4.
porq ue para ello es necesario compene­ Este sí es u n pensa miento preventivo. Kar­
trarse y simular el pensa m iento del gran pov d etermina i n med iatamente la idea
ajedrecista. principal del adversario, que vigilará aten­
ta mente d u rante el transcurso de toda la
En mi opin ión, q u ien mejor ha descrito y partida.
explicado la fo rma de j ugar de Karpov ha 1 0 igS
sido Mark Dvoretsky en sus comenta rios Un proced imiento estándar: las blancas
a la partida Karpov - Ti mman (Montrea l provocan h7-h6, para después desarrollar
1 979). Al mismo tiem po, Dvoretsky de vez la dama por d2 y ataca r a l peón h6.
en cuando i nsertó los comentarios del 1 0 ... h6
mismo Ka rpov, qu e resa lto en cursiva. Era tentadora 1 O ... exd4 1 1 tt:Jxd4 h6 a la
espera de 1 2 ie3 tt:Jc5, y es i ncómodo de­
fender el peón e4 ( 1 3 if4 ctJ h5). Sin em­
bargo las bla ncas responden 1 2 if4! g5 1 3
PARTIDA 53
.iic l , y en el futuro se notará la debilidad
Anatoly Karpov - Jan Timman de la casi lla f5.
Defensa Pire [B07] Tras 1 0 ... Vlib6 las blancas podían obtener
Montreal 1 979 ventaja con la sencilla 1 1 E1.b 1, porque es cla­
ramente insatisfactoria 1 1 ... exd4 12 tlJxd4
1 e4 d6 2 d4 étJf6 3 étJ c3 g6 4 g3 ig7 5 ig2 ctJ cS 13 b4 tt:J cxe4 1 4 he4! tt:Jxe4 1 5 tt:Jxe4
0-0 6 étJge2 es 7 0-0 ltJ a6?! 1Íxd4 1 6 ctJ f6+.
¡ N o es un comenta rio del todo convincen­
«La teoría recomienda 7 ... ctJ c6 o 7 ... c6. En te! Por supuesto, no se d ebe capturar el
caso de 7 ... c6 la res puesta habitua l es 8 a4 peón e4; la respuesta normal es 1 3 ... ctJ e6.
(previniendo la j ugada úti l para las negras Además e n l ugar de 1 2 ... tt:J c5 Ti mman
b7-b5), pero entonces el desarrollo del ca­ pod ría probar bien 12 ... d5, o bien 12 ...
ballo por a6 está más ju stificado, porq ue tt:J g4!? 1 3 hxg4 ixd4 1 4 ie3 ixe3 1 5 füe3
tiene a su disposición la casi l la b4. d5! con j uego confuso. Esta va ria nte tiene
8 :Bel c6 9 h3 s u propia lógica i nterna: en g5 el alfil casi
«Jugada profiláctica típica en este tipo de si­ no partici pa en la l ucha por el centro, y las
tuaciones, -escribe Ka rpov- restringiendo negra s aprovechan esa circunstancia.
al a/ni enemigo,· al mismo tiempo las blan­ 1 1 ie3
cas también crean una «zona de obstruc­
ción» en el flanco de rey para el resto de las Véase el diagrama siguiente
piezas menores» (Karpov).
«El resto de las piezas». Sin duda se refiere Es evidente que las blancas q u ieren con­
al ca ba l l o f6. El alfil bla nco desea situarse cl u i r el d esarrollo media nte 1 2 Vlid2 (¡ga­
en e3, y para ello debe aseg u ra rse contra nando tiempo!) 1 2 ... <;tih? 1 3 E1.ad l . ¿Es po­
el sa lto tt:J g4. Aq u í advertimos una j ugada sible i nterferi r en la realización de su plan?
profi láctica, sin em bargo de momento no En caso de 1 1 ... exd4 1 2 .iix d4! ctJc5?! (es
es u n pensamiento preventivo. El ava nce mejor 1 2 ... tt:Jc7) es desagradable 1 3 e5!
del peón a h3 es típico en estas posiciones, ctJh7 1 4 exd6 Vlixd6 1 5 b4 (o 1 5 ixg7 Vlixd l

283
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

1 6 ga:d 1 @xg7 1 7 b4 ttJ a6 1 8 bS) 1 S ... ttJa6 Ahora se imponen 1 4 f4 o 1 4 g4. ¿Cómo
1 6 bS cxbS 1 7 tlJxbS con ventaja blanca. hace Karpov su elección?
Merece seria atención la j ugada profilácti­ «En el umbral del mediojuego siempre es útil
ca, indicada por Karpov, 1 1 ... �h7!?, que sopesar una vez más los recursos de ambos
defiende por antici pado el peón h6. Su bandos y corregir los planes iniciales. Aquí
sentido es que a 1 2 \Wd2 sigue 1 2 ... exd4! reflexioné y pronto llegué a la conclusión
'
1 3 ixd4 (es más fuerte 1 3 ttJxd4 llJcs 1 4 de que un juego sencillo en el centro ya no
f3, y s i 1 4 ... dS, entonces 1 S llJxc6) 1 3 ... promete nada. Ahora, con el fin de obtener
llJ cs, y 1 4 es? es imposible por la clavada nuevos puestos avanzados, será necesario
de alfil después de 14 ... dxeS. avanzar los peones del flanco de rey. Sin em­
Con el movimiento 1 2 g4 (en lugar de 1 2 bargo no quería jugar enseguida 7 4 f4. No
Wfd2), las blancas conservaban una po­ es lógico aumentar la tensión de inmediato,
sición algo mejor. Aunque las negras, en porque más tarde tendré que jugar g3-g4.
todo caso, no perdían nada: tras hacer Entonces, ¿por qué no aprovechar primero
una jugada útil, dificultaban la agrupa­ un recurso para reforzar la posición, como
ción natu ra l de las piezas del adversario, g3-g4 y ttJe2-g3? Al mismo tiempo las blan­
planteándole problemas en la apertura en cas resuelven su principal tarea estratégica,
base al pensa miento preventivo. reforzar el peón e4 en caso de una ruptura
1 1 ... VNc7? en el centro».
Jan Timman ni siquiera intenta luchar Por cierto, esta partida ilustra a la perfec­
contra el plan de su adversario. Además la ción la idea de Ni mzowitsch acerca de la
dama neg ra le arrebata una casilla al ca­ sobreprotección de los puntos estratégi­
ballo, q ue ahora está atascado,en el borde
·
cos importantes. Karpov lo recuerda todo
del tablero. el tiempo, trata de fortalecer al máximo el
12 VNd2 @h1 peón central e4.
Tras 1 2 ... exd4 1 3 ttJxd4 las negras ten­ 14 g4 gad8 15 �g3 Ac8 1 6 f4 b5
drían q ue perder tiempo para rechazar la Conociendo su estilo, a hora es bastante
amenaza 1 4 ixh6. fácil adivinar la j ugada de Karpov.
1 3 gad1 Ad7 1 7 a3! b4?!
Merecía atención 1 3 ... ie6, y si 1 4 g4 gad8 Timman es un j ugador activo, a veces de­
1 S f4 ic4 1 6 tlJg3 (Ka rpov), entonces 1 6 ... masiado activo. Es dudoso q ue valga la
exf4 1 7 ixf4 cs. pena debilitar los peones del fla nco de
dama.
Véase el diagrama siguiente 18 axb4 �xb4 19 �ce2
«La idea de las negras consiste en... ». Perdo­
Las blancas se han consolidado con éxito. ne, ¡cuál es aquí la idea de las negras! A pri-

284
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

mera vista, está claro q ue las blancas han consolidar el peón e4».
conseg uido una sólida ventaja posicional. Como se puede ver, aquí se combinan las
Probablemente pensaríamos cómo utili­ dos formas de profilaxis mencionadas por
zarla lo más rápido posible: mover f4-fS, Nimzowitsch: obstaculización de los pro­
preparar g4-gS, etc. Sin embargo, Karpov yectos del adversario y sobreprotección.
piensa de otra manera: incl uso en estas Es curioso que Karpov ni siquiera conside­
situaciones él, sobre todo, controla las po­ re 22 ttJxc6? 'l!Mxc6 23 es, una conti nuación
sibles intenciones del adversario y procura a la que segu ramente otros jugadores le
impedirlas. prestarían una atención seria. ¿Por qué?
Así, otra vez: «La idea de las negras consis­ Porque tras esto las piezas neg ras cobra n
te en agrapar de alguna manera sus piezas vida. Si bien es cierto que después de 23 ...
con las jugadas a7-a5, icB-a6, e5xd4 y c6- 'l!Mc7 24 exf6 ixf6 2S tlJe4 seguido de id4
c5. Pero este camino es largo, y las blancas o 23 ... dS 24 exf6 las bla ncas todavía ten­
consiguen impedir el proyecto de su adver­ drían mejores posi bilidades.
sario». 22 ... .id7
Ahora ª· 1 9 ... as sigue 20 c3, que expulsa Otra vez las neg ras quieren jugar ttJcs (23
al caballo y refuerza el centro. Las negras ... ttJcs 24 b4 ab 2S cb tlJe6, y el peón c6
tam bién tienen una posición mala tras 1 9 está defendido), y de nuevo las blancas lo
... cS 20 fxeS dxeS 2 1 dS. impiden.
19 ... exd4 20 tll xd4 as 23 tll f3! ge7?!
«En esencia, eljuegoposterior de las blancas En caso de 23 ... ttJcs Karpov tenía prepara­
se reduce a evitar que las piezas enemigas do 24 es. Ti mman confía en la palabra de
entren en juego». su adversario, y por lo visto, en vano.
21 c3 tll a6 En situaciones difíciles es necesario com­
probar detenidamente cualq uier oportu­
nidad para agravar la lucha. No veo cómo
se refuta el movi miento 24 ... ttJds. Si 2S
exd6 'l!Mxd6 26 'l!Mf2 (26 c4? tlJxe3), enton­
ces 26 ... füe3! 27 füe3 'l!Mxf4 28 :gee1 tlJe6
con cierta compensación para las negras
por la calidad sacrificada. Probablemente,
las blancas deberían limitarse a j ugar la
tranqu ila 2S ixcS dxcS y ahora: 26 tlJ hS
(Adianto) 26 ... ih8 o 26 'l!Mc1 (Nu nn) 26 ...
c4 27 tlJe4 f6 28 tlJd6 fü8.
La recomendación de Karpov 23 ... es tam­
bién era preferible a la j ugada de la par­
La siguiente jugada de Karpov, sin duda, tida.
es la mejor de la partida. ¿Cómo la en­
contró? Es evidente que se preguntó qué Véase el diagrama siguiente
quería hacer el adversario. La respuesta es
clara: poner en juego el caballo a través de 24 .if2!
la casilla cs. ¿Cómo impedirlo? «Uno de los últimos movimientos preven­
22 Wa!! tivos. Antes de emprender las operaciones
«Un movimiento sutil, que, en primer lugar, ofensivas, las blancas disponen sus fuerzas
impide que el caballo negro salte a c5 (debi­ con la máxima armonía y... ¡de nuevo refuer­
do a la respuesta b2-b4), y en segundo lugar, zan el puesto avanzado central e4! Era preci­
continúa la precedente línea estratégica, pitada 24 'l!Md3 debido a 24 ... icB».

285
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

Karpov.
24 ••• .ieS?!
Era más tenaz 24 ... ic8.
2S �d3 �b7
Si 2S ... lt:J b8, entonces 26 eS!
26 ga1!
Las modestas maniobras de las piezas
blancas en su campo han llevado a una
conquista de material: el peón as esta in­
defenso.
26 ... CfJc7 27 gxaS gdd7
Es mala 27 ... l!Nxb2? 28 :B:b1 .
Para m í, q uizás el último comentario de 28 b4 CfJe6
Karpov es el q ue aporta mayor informa­
ción. I ntentaré utilizarlo para reconstrui r
el curso aproximado de su pensa miento:
«Es tentador el ataque doble 24 l!Nd3,
sin emba rgo después de 24 ... ic8 2S es
lt:JdS 26 exd6 Ei:xd6 no vale 27 c4? por 27 ...
E:xe3! (pero no 27 ... lt:Jxe3?28 l!Nxd6 lt:Jxd 1
29 l!Nxe7) 28 E:xe3 lt:Jxe3 29 l!Nxd6 lt:Jxd 1
(indicado por Nunn). No, ¡no necesito tales
aventuras!
¿Y cómo q uiere jugarTimman, pa ra qué ha
hecho su ú lti ma jugada? Es poco probable
q ue sea para 24 ... �de8, entonces sigue la
sencilla 2S '!Nd3, y pierde un peón. ¿Tal vez Por supuesto, ahora es mala 29 fS? lt:Jf4.
24 ... ie8, pa ra reforzar el peón d6, y dejar Es necesario defender el peón f4, a unque,
libre la casilla d7 para el caba llo o la torre? ¿de qué manera? Karpov está vigilante
Pero entonces sigue 2S '!Nd3, y el alfil ya no hasta el final.
puede defender al caballo. En caso de 2S ... «La posición está completamente ganada
l!Nb7 puedo atacar as. para las blancas, pero aún requiere cierta
Esto significa q ue solo necesito esperar. precisión. Así, después de 29 '!Nd2 d5!? las
¿Qué j ugada útil puedo hacer? Sin duda, negras podrían obtener cierta apariencia
24 if2; no está mal defender una vez más de contrajuego: 30 e5 ltJ e4 3 7 ltJxe4 dxe4 32
el peón e4, y la amenaza e4-eS (después ltJ d4 es, y la cosa se complica».
de 2S l!Nd3) gana fuerza». 29 .ie3! es 30 fS CfJdS 31 bS
Como se puede ver, el pensamiento pre­ Por supuesto, hay que impedir q ue el ca­
ventivo no es sinónimo de pasividad, se ballo salte a c6.
asocia con el cálculo simultáneo tanto de «Para alcanzar la «felicidad plena» a las
los recursos propios, como de los del ad­ blancas les resta jugar c3-c4, con lo que con­
versario, con el cálculo preciso de varian­ siguen dominar todo el tablero».
tes cortas. 31 ... ©h8 32 .if2
Es extremadamente difícil enfrentarse a El alfil ha cumplido su trabajo en e3 y se
esa forma de jugar, es necesario igualar al retira de nuevo para reforzar el pu nto e4.
adversario en la capacidad de prever los 32 ... �c7 33 ga4 �b8 34 c4
planes de otra persona. A este respecto, Además de material, las blancas tienen
Timman no era un oponente válido pa ra una ventaja posicional enorme; las piezas

286
El Método en Ajedrez de l osif Dorfma n

enemigas está n completamente asfixia­ recu rsos. Una organización depende d e


das. El golpe decisivo no está lejos. una m u ltitud de recu rsos, muchos de los
34 ... �a7 35 �xa7 �xa7 36 eS dxeS 37 lüxeS cuales son proporcionados por proveedo­
�a2 38 ixcS Las neg ras a ba ndonaron. res u otros socios de la fi rma. La organiza­
Una vez más voy a repetir q u e tras u n exa­ ción depende de estos recursos; si algu nos
men superficial de la partida no hay nada recu rsos i m porta ntes pa ra la organización
que l lame la atención, da la i m presión son esca sos, entonces los proveedores
(en general, cierta) de que «se ha j ugado tendrá n una ventaja en su relación comer­
en una sola portería». Y solo tras u n serio cial. La organización no te ndrá la li bertad
estudio empiezas a percibir la elevada de acción necesaria y su desti no esta rá en
maestría qu e se esconde tras las en apa­ manos de los proveedores.
riencia modestas jugadas de las blancas, U n gerente i nteligente de dicha organ iza­
una maestría, en g ran medida envuelta en ción desarrollará estrategias q ue red uci­
el pensa m iento preventivo». rá n el poder de los proveedores y a u men­
tará n la l i bertad y las posi bles va ria ntes
Un tra bajo de fi l i g rana de Anatoly Ka rpov. para las acciones de la organización. U na
De nuevo l la m o la atención del lector so­ va ria nte (de su conj unto) de esta estrate­
bre el hecho de que si exceptuamos la gia es tener más proveedores, lo q ue red u­
j ugada déci ma de las bla ncas con el mo­ ce la dependencia de cualquiera de ellos.
vimiento del alfil a gS, que provoca la res­ La misma idea se puede usar en ajed rez. El
puesta h7-h6, Karpov realizó todas las ma­ primer paso clave es identifica r los pu ntos
niobras resta ntes en su propio ca m po, sin críticos de la posición, desde un punto de
traspasar la cuarta fi l a, y logró una ventaja vista estratég ico, lo mismo q ue el gerente
decisiva en la j ugada 27 contra uno de los de negocios eval úa también qué recursos
grandes maestros más fuertes del mundo son i m portantes y de qué carece la or­
en ese momento. Cabe señalar los comen­ ganización. En ajed rez a menudo son los
tarios a bsol uta mente bri l la ntes de Mark peones y las casillas centra les. Estos son
Dvoretsky, qu e nos descu bren la lógica in­ los pu ntos que deberá n sobreprotegerse.
terna de todo lo suced ido en esta pa rtida. La sobreprotección de hecho aumenta la
flexibilidad y reduce la fuerza del adversa­
Para term inar me g ustaría citar u n extrac­ rio, así como las estrategias comerciales
to del original e i nteresa nte li bro del g ra n pueden a u mentar la libertad de acción de
maestro da nés La rs Bo Ha nsen Fundamen­ la compa ñ ía y red ucir el poder de los pro­
tos de la estrategia ajedrecística, en el que veedores. Si el pu nto crítico (por ejemplo,
el a utor se centra en la i m porta ncia de te­ un peón central) está atacado tres veces
ner en cuenta, al tomar u na decisión, no por el adversario y está protegido solo tres
solo la valoración objetiva de la posición, veces, entonces el adversario tiene supe­
sino ta m bién las fo rta lezas y debilidades rioridad estratég ica, porq ue en cualquier
por am bos lados, tanto en tu juego como momento puede desplegar el ataque en
en el j uego de tu oponente. Además, Han­ otra pa rte del tablero. Las piezas defensi­
sen establece pa ra lelismos entre la estra­ vas están q uietas y dependen d e los mo­
tegia en el ajed rez y la estrategia en los vimientos del adversa rio. No pueden mo­
negocios modernos. Esto es lo q ue escri­ verse, ya que esto supond ría la pérdida de
be sobre l a sobreprotección de u n pu nto u n peón centra l im portante. Por otro lado,
fuerte: «Aq u í propongo mi propia explica­ si el peón está protegido cuatro veces (o
ción de este concepto, com pa rándolo con más), entonces las piezas defensora s tie­
la noción de teoría de la organización, co­ nen l i bertad propia. Cualquiera de el las
nocida como teoría de dependencia de los puede abandonar su rol pasivo y actuar

287
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

activamente en otra parte, ya que el peón


seguirá protegido. La sobreprotección del
peón a umenta la movi lidad de las piezas,
y la ventaja de elegir acciones ya no está
en manos del adversario.
Lo principal, tanto en los negocios como
en el ajed rez, es identificar los pu ntos es­
tratégicos importantes, q ue necesitan
sobreprotección. Una buena regl a prác­
tica es fijarse atentamente en el centro.
Los pensadores clásicos tenía n razón al
enfatizar la importancia del centro. Sin
embargo, como Ni mzowitsch y otros hi­ Además la posi ble clavada con el alfil por
permodernos nos enseñaron, para domi­ la g ran diagonal, con ataq ue simultáneo
nar el centro no es necesario ocuparlo con a la torre b2, puede ser decisivo. Es muy
peones: la sobreprotección con las piezas atractiva 36 ieS! En la actualidad el orde­
puede ser igual de fuerte». nador dictamina enseg uida que las blan­
cas ganan después de 36 ... ttJxeS 37 iWxeS
Recuerdo muy bien la fuerte impresión gd2 38 ic4.
que me produjo la semidesconocida pa r­
tida Karpov - Kupreichik, j ugada en Riga Los pensa mientos de todos los presentes
el año 1 975, en la Espartaquiada de los se dirigieron en esa dirección; sin embar­
pueblos de la URSS, en el match Rusia - go, en el zeitnot Karpov j ugó 36 Y:Ycl ?!!
Bielorrusia. Ese día me tocaba descansar
y observé con interés las partidas de mis La partida terminó así: 36 ... �a2?! 37 Y:Yc4!
compa ñeros de eq uipo. Sobre todo des­ �d2 38 i.f4 �b2 39 'i:Ycl! �b4 40 gS i.d4 41
pertó mi interés el enfrentamiento en el Y:Yxc6 bxc6 42 �xd4, y las negras a bando­
primer tablero entre Viktor Kupreichik y naron. El ordenador muestra que en lu­
el nuevo campeón del m undo, Anatoly gar de 36 ... .El:a2 las negras necesitaban
Karpov. Poco antes de esto Robert Fischer reti rar la torre a b4, permitiendo 37 iWa l .
había renunciado a defender su título en Después de 36 ... gb4! 3 7 iWa 1 iigs con­
un match con el gran maestro soviético, y servaban posibil idades de resistencia. Me
Karpov fue proclamado decimoseg undo sorprendió ver hasta qué punto Karpov
ca mpeón del mu ndo. La partida transcu­ abarca con su mirada todo el ta blero. La
rrió m uy tensa y terminó con apuros de dama bla nca se cierne sobre la posición
tiempo mutuos. del rey negro, que pa rece a punto de de­
rru mbarse. Y de repente se retira a el .
¡Nadie en absol uto miró en esa dirección!
Parece que a2 es la única casilla de retirada
POS/OÓN B3
para la torre b2, y después de 37 iWc4! la
Anatoly Karpov - Viktor Kupreichik dama blancas se mueve a c3 con ganancia
Riga 1 975 de tiempo y con el a ñadido del ataque de
peón g4-g5. Todo sucedió muy rá pido, y
Véase el diagrama siguiente nadie excepto Karpov vio esta maniobra.

Las negras tienen un peón extra, sin em­ Aq uí sería muy apropiado citar al g ran
bargo las bla ncas poseen la pareja de maestro Lev Psajis, a utor del excelente li­
alfiles y sus piezas apuntan al rey negro. bro Advanced Chess Tactics, en referencia

288
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

a la decimosépti ma j ugada de Mijaíl Ta h l ardiente, una forma de vida bohemia y un


contra Anthony M i l es (Porz 1 98 1 ): «Seré desprecio total por el régi men deportivo,
franco: esta j ugada n u nca se me ha bría como Mijaíl Tah l ?
ocu rrido, y por muchas razones. Sobre
todo, porq ue es una j ugada genial (y por Hoy para responder cualq uier pregu nta e s
cierto, no me refiero a su ca lidad), ¡y los habitual buscar en «Wi kipedia». Hagamos
pensamientos de las personas ordi narias nosotros lo m ismo.
y de las genia les son basta nte d iferentes!»
«Genio es el grado más elevado (a dife­
La repetición es la madre del aprend iza­ rencia del ta lento) de manifestación de las
je, y volvemos de nuevo a una sabia cita habilidades creativas del i ndividuo». Ejem­
de Mark Dvoretsky: «Los grandes maes­ plo: e l genio es el grado más elevado que
tros de la tendencia i ntu itiva -José Raúl puede conseg uir la capacidad h u ma na».
Capa blanca, Mijaíl Ta hl, Tigra n Petrosian,
Anatoly Karpov- percibe n fi na mente los «G�nio - (del latín genius espíritu) - es la
-

matices más i nsignifica ntes de la posición, capacidad del hom bre, i ncreíble y admira­
poseen una visión com binativa más n íti­ da por todos, pa ra crear y dar a l uz nuevas
da». ideas».

Hace cuarenta a ños Anatoly Ka rpov j uga­ Si tomamos como base la pri mera defi ni­
ba de una forma i n i m itable con u na fuer­ ción, entonces pa ra una persona q ue co­
za fantástica, y creo q u e Robert Fischer lo nozca el deporte será evidente que es muy
comprendió mejor qu e nadie. Por desgra­ d ifícil ser u n genio dura nte mucho tiem po,
cia, ¡ n u nca se celebró ese match tan i nte­ ya que no se puede mantener siem pre el
resa nte! más alto grado q ue una habilidad h u mana
pueda al ca nza r. Y desde luego, a hora en el
En la actu a lidad se i ntenta revisar la his­ ajed rez el componente deportivo domina
toria, incluida la del ajed rez. Existe una sobre el resto. No es ningún secreto que
controversi a sobre q u iénes de los grandes en la actualidad el ca m peón de ajed rez
ajedrecistas son genios, y q u iénes no tan­ más fuerte no está en condiciones de ga­
to. La opinión genera l : Capabla nca, es un nar u n match a u n ordenador. Los matches
gen io; Alekhine, es un genio; Fischer, es un y los torneos al más alto nivel despiertan
gen io; Ta hl, es u n gen io; Kaspa rov, es un el i nterés de m i l lones de personas. Sin
genio; lvanchuk, es u n genio; pero Ka rpov emba rgo las com peticiones y campeona­
no es un gen io. Acerca de Kra m n i k, un mo­ tos entre prog ra mas de ajed rez solo son
desto silenci o, para Magnus Carlsen, voces i nteresa ntes para u n n úm ero li mitado de
tím idas, m ientras qu e M ijaíl Botvinnik, V. especia listas. Sin d uda, a nadie se le pasa
Smyslov, T. Petrosian y B. Spassky es como por la ca beza ver un cam peonato de le­
si no h u bieran existido en el ajed rez. En va nta miento de pesas entre grúas, sin
I ndia, por supuesto, Anand es Dios, a u n­ embargo a mucha gente le gusta ver los
que más a l l á no hay nada claro. Me g us­ cam peonatos de leva nta miento de pesas,
taría entender los criterios que rigen estas incl u so los femeni nos. Por lo ta nto, hoy
eval uaciones, y al mismo tiem po, ¿genio se habla de genio en el ajed rez solo con
es u n título de por vida o por un tiempo? referencia a los ca m peones del m u ndo.
Si es por u n tiem po, entonces cuál es el Vasily lvanchuk, un destacado j ugador de
período: ¿d iez a ños, u n año, u n match, un ajed rez, que ha obtenido grandes éxitos,
torneo, una pa rtida? ¿Es necesario u n am­ y cuyo ta lento no es i nferior al de un cam­
biente externo? Por ejem plo, ¿una m i rada peón del m u ndo, es una excepción a la re-

289
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

gla, en gran medida d ebido a su i magen cometer e rrores». ¡Sin embargo Fischer no
y entorno. Después de todo, nadie habla se equ ivocaba o casi no se eq uivoca ba!
como genios de Vi ktor L'vovich Korch noi,
Pa u l Keres o, diga mos, Veselin Topalov o Y l u ego, por a lgun a razó n, esta ndo i nvicto,
Boris Gelfand. abandonó el ajed rez.

El desti no de Robert Fischer m uestra el he­ En el año 1 992 o 1 993 vi la pel ícula Fe­
cho de qu e no se puede ser u n genio del dora. Trata ba sobre una famosa actriz de
juego hoy y vei nte años después. Desde cine, q ue había supe rado los 40 a ños ha­
luego, si se hace la pregunta: ¿quién es el cía tiem po, se somete a repetidas cirugías
jugador más genial de toda la historia del plásticas, i nterpreta a jóvenes heroínas, y
ajed rez?, entonces Fischer sería el candi­ colecciona Osca rs. Una de las operacio­
dato n.0 1 , si no h u biera jugado u n segu n­ nes no tiene éxito, y Fedo ra se convierte
do match con Boris Spassky vei nte años en una anciana. En ese momento estalla
después. Recordemos sus fa ntásticos re­ la Seg u nda G ue rra M u ndial, y e l mundo
su ltados en su ca mino hacia el título m u n­ del cine pasa a u n seg u ndo plano. Fedo­
dial: en el torneo l nterzonal, i 3,5 pu ntos de ra y su hija, sorprendentemente similar a
ventaja sobre el seg u ndo clasificado! Mat­ el la, viven en el o lvido en u n a isla privada.
ches de ca ndidatos: ¡ Fischer - Tai m á nov Du ra nte la g uerra la niña crece y la madre
6:0!; ¡Fischer - Larsen 6:0!; ¡ Fischer - Petro­ le enseña las a rtes escén icas. Termi nada la
sian 6,5 :2,5! Fischer - Spassky 1 2,5:8,5 con g uerra, la eternamente joven Fedo ra vuel­
inco mpa recencia de Fischer en la seg u nda ve a a pa recer en e l escenario m u ndial, y
partida, q u e se le dio por perdida. N u nca como nadie sabe nada sobre la existencia
nadie pudo mostrar ta l su perioridad sobre de su h ij a, todos creen q u e es la misma ac­
sus adversa rios en la historia moderna del triz q u e a ntes de la g ue rra . Todo va bien,
ajed rez, y de hecho se enfrentó a lo me­ el éxito es fa bu loso, hasta q ue la h ija se
jor del m u ndo, ¡a la Escuela soviética de enamora. Cuando le d ice a su madre que
ajedrez! El g ran maestro Boleslavsky me q u ie re revelar a su a m a nte su verdadera
habló sobre la fo rma d e actua r sobre el ta­ identidad, esta se n iega categórica men­
blero del cam peón americano. Por lo ge­ te, y en su d esesperación la h ij a se su icida
neral, a l hacer una jugada, u n ajed recista tirándose al paso d e un tren. Dos meses
considera va rias res puestas del adversario. d es pués, Fedora m ue re . . .
Para cada una de ellas considera las va­
riantes posibles, a u nque no siempre hace He na rrado este melod ra ma para mostra r
u n cálculo profu ndo: d emasiado consu­ q u e la imagen de ser la mejor actriz era
mo de energ ía . Desde l uego, si elige tres más i m porta nte pa ra la madre q ue la fe­
movi mientos, después de la respuesta del l icidad de su h ija. La vida es más prosaica
adve rsario el cálculo d e dos va ria ntes des­ q u e el cine. Fischer simplemente se que­
aparece a utomáticamente. Con frecuencia dó sin dinero, y la ú n ica forma con la que
en ese momento los ajedrecistas prefieren sabía ga n a rlo era co n el ajed rez. Por eso
pasear por la sala o i r a l baño. Sin embar­ acced ió a j u g a r un seg undo match con
go, Fischer no se leva ntaba del ta blero, Spassky, y estropeó su imagen. La ca lidad
pensaba y ca lcu laba todo. Cuando el ad­ de las partidas fue baja, y se hizo eviden­
versario real izaba su jugada, respondía te que no solo Kasparov o Karpov habría n
casi sin pensar, ya lo ten ía ca lculado todo. derrotado a este Fischer, sino tam bién
Desde un punto de vi sta psicológico esto Tim man, Short, e incluso los basta nte jó­
es m uy i ncómodo para los adversa rios: venes Anand, lva n c h uk y Gelfa nd pod rían
«Bueno, no puede j ug a r ta n rápido y no tenerlo a su alcance.

290
El Método e n Ajedrez de losif Dorfman

Por lo ta nto el gen io, como grado más ele­ casi sin sacrificios, como, por ejemplo, el
vado que puede conseg u i r la capacidad bri l l a nte d uelo Caruana - Aronián de la
h umana, no solo no puede ser permanen­ ya mencionada Copa Sinq uefield del año
te, sino que es m uy ra ro q u e se prolong ue. 201 4, provoca, por regla general, menos
De los ejem plos recientes puedo mencio­ emociones. Y ya no hablo de los ejem plos
nar la i ntervención de Fa bio Caruana en la demostrativos de una técn ica fantástica
Copa Sinq uefield del año 20 1 4. Su j uego en los fi nales de Magnus Carlsen. Si no
y el resu ltado de 7,5 de 9 ( i Y por las posi­ fuera el campeón del mu ndo, líder ind is­
ciones podrían haber sido 8,5 pu ntos!) en cutible del ra nking m u ndial con a l rededor
uno de l os torneos más fue rtes en la his­ d e 50 pu ntos sobre el seg u ndo de la lista,
toria del ajed rez fueron a bsol utamente nadie ni siqu iera pla ntearía el tema de su
genia les. Por desgracia, Caruana no volvió genialidad.
a repetir nada igual. ¿Es posible conside­
ra rlo u n genio? En el momento del torneo, ¿Por q ué pasa esto? Muy proba blemente,
¡sin d uda! ¿Y en genera l ? por la misma razón que es difícil para el
ajed rez entra r en las panta l las de los te­
Se puede cava r y profu ndiza r. ¿ E s u n genio levisores. Pa ra co mprender y reconocer la
Rashid N ezhmetd inov en base a su fa mosa belleza de este tipo uno debe tener cier­
pa rtida con Lev Pol ugaievski (Sochi 1 958), tas habil idades y comprensión del j u ego.
o Vi ktor Ku preich i k por s u partida, pon­ A menudo pasa desapercibida para aje­
gamos, con losif Dorfman (U RSS 1 980)? d recistas incl uso con nivel de candidato a
Du rante u n tiempo muy corto, e n el que maestro. Mientras q ue los sacrificios y las
una de las pa rtes alca nzó el grado más j ugadas resu ltantes son i n mediata mente
elevado de m a nifestación de la capacidad visi bles.
h u mana, sí, en lugar de no. Sin embargo,
ni Kupreichik, ni, especialmente, N ezhme­ ¿Quién tendrá un mayor porcentaje de ta­
tdi nov, estuvieron inclu idos alguna vez les acciones? ¿Un j ugador q ue tienda a un
en la él ite del ajed rez, y por lo ta nto nadie juego agudo, rompiendo el eq uilibrio o,
pensó qu e fueran genios. No obstante, de como se dice a hora, a posiciones desequi­
hecho casi cualquier gra n maestro fue r­ l i bradas, u otro que se atenga más estric­
te puede saca r de su alforja uno o va rios tamente a la observancia de los princi pios
«lienzos», ¡y demostra r que en algún mo­ posicionales del j uego? La respuesta es
mento él ta m bién fue u n genio! evidente. ¿A q uién es más fácil reconocer
como u n genio? Por supuesto, a Tahl a ntes
Expresó m uy bien este tema Fazil lskan­ que a Petrosian, o a Kasparov a ntes que a
der: «La i nspiración puede ser i nterm iten­ Ka rpov, o a Kramnik a ntes q ue a Carlsen.
te, y en ese caso la maestría consiste en
rel lenar las pausas». Y la maestría esta ble La opin ión públ ica tiende a reconocer a
la poseen, en primer l ugar, los ca m peones Ga rri Kaspa rov como el genio ajed recístico
del mu ndo. más sobresa liente de la actua l idad. Qu iero
recorda r en térmi nos generales cómo fue
¿Cuá l es el criterio ajed recístico para defi­ su primer y más memora ble match con
nir u n j uego genial? Como regla general, Anatoly Karpov, a l q ue no se le puede con­
se asocia a l a percepción emocional de sidera r genio con la misma opi nión.
un sacrificio i nesperado, o a tácticas, j u­
gadas res u lta ntes o excesos, segú n Va leri Este match se j ugó a seis victorias sin límite
Beim. Una partida completamente lógica, de partidas j ugadas, q ue por su puesto es
con u n plan estratég ico original, a u nque una absoluta falta de respeto al tra bajo y a

291
El Método en Ajedrez de l osif Dorfman

la salud de los ajed recistas. G racias a Dios tenía n i ng u na posi bilidad con ese tipo
fue, eso espero, el ú lti mo match sin l ím ites de j uego contra Karpov. Simplemente no
en la historia del ajedrez. El match empezó entendía cuál era su fuerza . Como un blo­
el 9 de septiembre de 1 984, y term inó el 1 5 q u e contra el q ue sa ltas y rebotas. Y en la
de febrero de 1 985, poco antes de la «per­ técnica del final, en la técnica de m ateria­
estroika» de Gorbachov y de los enormes l ización de la ventaja, en la objetividad y
cambios que destruyeron la U n ión Soviéti­ preci sión en la valoración de las posicio­
ca. El match estuvo seriamente pol itizado. nes, en ese momento Karpov su peraba
Joven, i m p u l sivo, con u na m i rada a rd ien­ claramente a Kaspa rov.
te, Ga rrí Kaspa rov, jugando al ataque de
u n a ma nera extremadamente agresiva, El match comenzó desa lentador para
sim bol izaba todo lo n u evo y progresivo, Kasparov. Atacó a Karpov tres veces en
contra el favorito del Partido Com u n i sta y cinco de las primeras partidas sigu iendo
su d i rección, el símbolo del «i n movi lismo» su manera favorita . Los sacrificios fueron
y el colapso, el rud i mento del pasado, el aceptados. La i n iciativa se exti nguió gra­
conservador Anatoly Ka rpov. Así es como dual mente. Se rea lizó la ventaja material.
se expuso al público general en l a prensa El resu ltado, dos victorias para Ka rpov con
democrática. tres empates. Y podían haber sido tres vic­
torias con dos em pates. Entonces el aspi­
El j uego de Kaspa rov, rea l m ente, i m presio­ ra nte tomó la decisión de j uga r a ctivo (con
naba. En la fase de la apertura i ntroducía negras la d efe nsa Tarra sch), a u n q u e ya no
muchas va riantes y novedades, la mayoría tan agresivo. El res u ltado fue el mismo. En
de las veces asociadas con el sacrificio de dos partidas con negra s Ka rpov obtuvo las
u n peón por la inici ativa . Sus anál isis, por tablas, y e n dos con blanca s ganó, llevan­
lo g eneral, eran más extensos y profundos do el j uego a posiciones algo mejores y sin
que los de sus riva les, y no ten ía igual en iniciativa para el adversa rio. Se puso de
el m undo en la longitud y ra pidez del cál­ man ifiesto la d iferencia técnica.
culo de va riantes, asociado a la búsq ueda
de movi mientos, como hace el ordenador. Transcu rrieron n ueve partidas. Se j ugaba
Sacrificaba un peón, obte n ía una iniciati­ a seis victorias. El marcador era de 4 a O a
va calcu lada en una posición la mayoría favor de Ka rpov. Y lo más i m porta nte: no
de las veces estudiada de a ntemano, y los estaba claro cómo j uga r. En ese momento
adversarios no aguantaban la tensión de Kaspa rov tomó u n a decisión brilla nte des­
la lucha. Todo seg uido de una culminación de el pu nto de vista d eportivo. Ren u nció a
enérgica. Kaspa rov ha bía ganado todas las jugar a ganar con las bla ncas, ofreciendo
competiciones de esta manera ta n vigoro­ ta blas nada más sa l i r d e la a pertura, y con
sa, no obstante antes del match se había neg ras em pezó a j uga r el repertorio de
enfrentado a Karpov solo en tres ocasio­ aperturas de Ka rpov. El objetivo era, a ntes
nes, y todas las partidas term inaron en ta­ q u e nada, paral izar el match, no perderlo
blas. El equipo de relaciones públ icas del en las sigu ientes 4 a 6 partidas, y recupe­
candidato ofreció n u merosas entrevistas ra rse un poco. El objetivo d e Karpov era
elogiosas, a veces incl uso jacta nciosas, en com pleta mente diferente. No solo ganar
una de las cuales (y q u izá s en más de una) el match, sino hacerlo con el pu ntaje 6:0
i ncluso llamaron cobarde a Ka rpov. de Fischer, para, por un lado, asesta r un
K.O. psicológico a su oponente demasiado
Mi opinión a ntes del match fue ineq u ívo­ presu ntuoso, y por otro lado, demostrar
ca. Consideré, y mis a l u mnos de esa épo­ a todo el m u ndo que el ajed recista más
ca pueden confirmarlo, que Kasparov no fuerte d e la historia era Anatoly Ka rpov.

292
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

Kaspa rov tuvo éxito en la rea l ización de su partidas 47 y 48, tras lo cual el match fue
plan. Con blancas solo una vez, en la de­ interru mpido por decisión del Presidente
cimosexta partida, no ofreció tablas des­ de la FI DE, Florencia Campoma nes, y se
pués de la a pertu ra, obtuvo una posición designó un nuevo encuentro para el año
excelente, y sin embargo al fi n a l a penas sig uiente, a 24 partidas y con el marcador
«escapó» con u n em pate. inicial O a O.

La copia del repertorio de aperturas de Debe rend i rse homenaje a Ga rri Kaspa­
Ka rpov co nstituyó para este ú ltimo una rov. Se dio cuenta de la fuerza a la que se
g ra n sorpresa. Si a la primera jugada 1 enfrentaba, y real izó un trabajo enorme
e2-e4 tú j uegas, s u ponga mos, la defensa para corregi r los defectos que había en su
Rusa, y tu adversario la defensa Sici lia na, juego. Algo lo logró mejor, algo peor, pero
entonces a ntes de i n icia rse el match no solo este trabaj o le permitió converti rse
esperas tal i nsolencia por parte de tu ad­ en el mejor ajed recista, considerado con
versario. Pero si le m uestras cómo juegas toda la razón como unos de los más desta­
con las bla ncas la defensa rusa y no le ga­ cados en la historia del ajedrez.
nas, entonces ma ñana él jugará contra ti
1 e2-e4, iY entonces tendrás pro blemas en Desde entonces Kasparov y Ka rpov j uga­
la a pertura ya con negras! Karpov decidió ron cuatro matches más por el títu lo de
actua r con seg u ridad y d u ra nte basta nte ca m peón del mu ndo. Todos transcurrie­
tiem po se adaptó a la táctica de su adver­ ron con g ra n porfía . En cada uno de ellos
sa rio. Sin embarg o su besti mó los 1 2 años se j ugaron 24 pa rtidas. En tres matches
de d iferencia en la edad y sobreesti mó venció Kaspa rov, uno terminó en tablas.
su fuerza física. Siguió una serie prolon­ Sin emba rgo ya se hizo evidente q ue sus
gada de tablas, y solo en la partida 27 el «trenes ajed recísticos» em peza ban a mo­
ca mpeón del m u ndo demostró su s u pe­ verse en d i recciones diferentes en relación
rioridad en un fi n a l técnico, cond uciendo con el Olimpo del ajed rez. El de Kaspa rov,
bri l l a ntemente u n final un poco mejor. El en sentido ascendente, el de Ka rpov, en
marcador esta ba 5 a O. En la pa rtida 3 1 , sentido descendente.
e n u n final ganado, Ka rpov tuvo ciertos
problemas co n el tiempo y permitió que N u nca pensé q ue debería hablar en públi­
Kaspa rov se sa lva ra. Quedaba medio paso co de algo en a pa riencia basta nte obvio:
para log ra r el objetivo, y si esta partida no la genialidad de Anatoly Ka rpov como aje­
h u biera sido la 3 1 , sino, diga mos, la 21 o la d recista. Y además, también la de Vlad ím i r
23, las posi bil idades de sa lvación de Kas­ Kra mnik, Viswa nathan A n a n d y Magnus
parov ha bría n sido insignifica ntes. Pero Carlsen. Si no es u n genio, ¿cómo pudo
la historia no tiene subj u ntivo. Kasparov Kramnik derrota r a l genio Kaspa rov, cuan­
venció en la trigésimo seg unda pa rtida. do este último esta ba en lo más a lto, en un
match por el cam peonato del mu ndo, sin
A partir de ese momento comenzó la cuen­ perder una sola pa rtida en q u i nce j uegos?
ta atrás. La genial i ntuición de Karpov, bajo
el fondo de la fatiga extrema, em pezó a De hecho este tema es m uy subjetivo,
funcionar mal, y la ventaja de Kasparov resbaladizo, molesto para la vanidad de
en el cálculo de varia ntes largas pasó a un alguien. Hay gustos para todos. A mí, por
primer plano. El j uego tra nscu rría con cla­ ejemplo, el esti lo de j uego y las partidas
ra ventaja para el pretendiente, aunque de u n trío como A. Karpov, V. Kra m n i k y
dura nte 14 partidas Karpov todavía logró Magnus Carlsen me agrada más q ue el trío
aferrarse a las tablas. Se derrumbó en las Mijaíl Tahl, G. Kaspa rov y V. Topalov, a u n-

293
El Método en Ajedrez de losif Dorfman

que e n m i g u sto, sin d uda, se advierte la


huella del tra bajo de entrenador. Los crite­
rios de genial idad son vagos y a bstrusos.
Hoy en muchas esferas de la actividad hu­
mana predomina el principio: la percep­
ción es más i m portante que la rea l idad. El
título de ca m peón del mundo de ajed rez
q u izás sea el títu lo más honora ble del
planeta. Si esto es ta n i m porta nte para el
«ego» h u mano como pa ra q u e la mayoría
de las personas no puedan prescindir de
él, yo propongo l lamar genios del ajed rez
a todos los campeones del m u ndo q u e
consigu ieron vencer en u n match a l cam­
peón precedente.

294
Capítulo 1 7
Antes de l a con cl usión

Me gusta ría hablar u n poco más sobre los expl ica específicamente cómo hacerlo.
esti los de juego y los enfoq ues diferentes
a la hora de tomar u n a u otra decisión por En su obra Fundamentos de la estrategia
pa rte de los j ugados más destacados. Hoy ajedrecística La rs Bo Hansen d ivide a los
el lema del gran maestro yugoslavo Sve­ ajed recistas, como Mark Dvoretsky, entre
toza r Gligorié, Yo juego contra las piezas, los que toman decisiones i ntuitivas y los
pa rece a rcaico. En el ajed rez el elemento que lo hacen por medios lógicos. Sin em­
deportivo preva lece sobre el resto, y por ba rgo él va más lejos. A los j ugadores de
lo tanto nadie desea dar a l oponente una ajed rez i ntu itivos, q ue tienden a l ataque,
ventaja adicional en la l ucha. Como ya los llama «activistas», y a los más tranqui­
mencionamos, el g ra n maestro danés La rs los, q ue tienden a un j uego posicional es­
Bo Hansen realizó un estudio sobre este tricto, los l la ma «reflectores». A los lógicos
tema. Por ejemplo, estudió las estad ísticas ta m bién los d ivide en «pragmáticos» y
de juego con blancas de Ka rpov y Kaspa­ «teóricos». Los primeros, seg ú n el da nés,
rov en la estructura de Carlsbad del Gam­ se basan más en hechos, y los seg u ndos
bito de Dama. La concl usión es i nteresan­ en conceptos genera les.
te: Karpov, centrá ndose en el d esarrollo
del ca ba l lo de rey por la casilla f3, con el Como resu ltado La rs Bo Ha nsen construye
posterior ataque de minorías de peones, la siguiente tabla, bastante i nteresante.
obtuvo el 80% de los pu ntos, mientras
que Kaspa rov, media nte el desa rrollo del Luego el g ran maestro danés disti ngue
ca ba l l o por e2 con el posterior j uego en por su forma de j ugar a los determi nados
el centro f2-f3 y e3-e4, ¡log ró acu m u l a r ti pos de ajedrecistas, así como a cada j u­
el 90% de l os pu ntos! En opin ión de L . B. gador concreto de su tabla de cal ificación.
Ha nsen, estas tendencias de juego se co­ Por ejemplo, esto es lo que escribe acerca
rresponden clara mente con el carácter, de las ca racterísticas de los «reflectores»:
tempera mento y estilo de j uego de los
dos g randes campeones. Si a m bos cam­ « l ) Un acusado insti nto para detecta r dón­
biara n entre s í sus opciones, por s u puesto de deben ubica rse las piezas, con una ex­
el resultado sería positivo, aunque no ta n celente comprensión de la coordi nación
sobresaliente. entre las piezas.
2) Una excelente habilidad para sentir y
El g ra n maestro danés cree que cada j u­ acumular las ventajas más insignifica ntes,
gador debe m i ra r en su i nterior y com­ que con el tiempo se pueden converti r en
prender su esti lo, así como determi nar algo más tangible.
los g u stos y las preferencias de los riva les. 3) A menudo son muy fuertes en el fi na l,
Aunq ue, lo cual es muy i m portante, no se donde su principal fortaleza es la materia­
l i mita solo a dar consejos útiles, sino que l ización de una ligera ventaja .

295
Antes de la conclusión

Activistas Reflectores
Ta hl, Anand, Sh írov, Morozévich, Capabla nca, Smysl ov, Petrosian,
I ntuición Ka rpov, Adams
Topalov
Pragmáticos Teóricos
Lasker, Alekhi ne, Euwe, Spassky, Steinitz, Tarrasch, N i mzowitsch,
Lóg ica Fischer, Kasparov, Korchnoi Botvinnik, Kra m n i k
Hechos Conceptos generales

4) Capacidad para eva l uar los sacrificios Kra m n i k es el que usa con mayor consis­
posicionales a largo plazo; por ejemplo, e l tencia el concepto de profi laxis en sus par­
sacrificio posiciona l de ca lidad. tidas. De hecho su estilo, por así deci rlo, se
5) Calculan u n n úmero relativamente pe­ basa en la "prevención"».
q ueño de varia ntes, y toman decisiones
basándose pri ncipa l mente en los pri nci­ Estoy preparado pa ra estar de acuerdo
pios generales del ajedrez, tratando de con Hansen, a u n q u e al m ismo tiempo
utilizar su profundo conocimiento y senti­ debo agregar que se puede deci r lo mismo
do del j uego». del actua l Vlad ímir Borisovich, q uien para
eleg i r su jugada tiene en cuenta la edad
A pri mera vista, todo está razonado y pa­ del adversa rio, el estado de salud d u rante
rece bastante lógico. Aunque puedo esta r el juego, el reloj, el esti lo del oponente y
en desacuerdo in mediatamente con el lu­ muchos otros factores. Mientras q u e hace
gar en la tabla de clasificación de Vladímir u nos 1 0- 1 5 a ños sus criterios pa ra elegir la
Kra m n i k. En m i opin ión, él es u n jugador jugada era n d iferentes. No obstante, este
u niversal, y a l tomar sus decisiones sobre enfoque de «pensionista» hacia el j uego le
el ta blero la intuición j uega un papel no permite obtener resu ltados bri l l a ntes. En
menos i m portante que la lógica, y casi to­ el año 201 5 Kra m n i k terminó en seg undo
das las ca racterísticas de los «reflectores» l ugar en la l i sta de ra nking m u n d i a l por
son i n herentes a él. El lector podrá verifi­ detrás de Mag n u s Carlsen.
carlo con el examen de la pa rtida Kram­
nik - Topalov, que se encuentra a l final del En el l i bro de Lars Bo Hansen se hace refe­
l i bro. Sin e m bargo, en el capítulo dedica­ rencia a las obras de E. Znosko-Borovsky y
do a Vlad ím ir Kra m n i k, Hansen escribe: l. Dorfman. Resu miendo lo d icho, le reco­
«Creo q ue entre los j ug adores más fuertes, miendo q u e adq u iera y lea este i nteresan­
Vlad ím i r Kra m n i k y Peter Lékó pueden ser te y controvertido tra bajo.
clasificados en mayor medida que otros
en la categoría de teóricos, a u nque debe El li bro Fundamen tos de la estrategia
tenerse en cuenta que los jugadores de ajedrecística de Lars Bo Ha nsen se pu bli­
ajed rez más fuertes de hoy en d ía son más có en lengua rusa el año 201 5, m ientras
versátiles que los del pasado». que el origi nal vio la l uz ya hace bastante
tiem po, por eso sa lta a la vista la a u sencia
En otro l ibro i nteresa nte de Lars Bo Han­ en la tabla del actual cam peón del m un­
sen, lmprove your Chess by Learning from do Mag n u s Carlsen. Hablemos un poco
the Champions, que adq uirí después del sobre él. En mi opinión, refleja la i magen
primero, hay otra ca racterística i ntere­ de jugador u n iversal más vívida mente
sa nte del juego de Vlad ímir Kra m n ik: «De que Vla d ímir Kra m n i k, tal vez debido a la
todos los ajedrecistas actuales Vla d ímir d iferencia de edad, aunque tienen u n es-

296
Antes de la conclusión

tilo de juego similar. Carlsen puede j ugar


absolutamente cualq uier tipo de posición.
Posee un insti nto posicional fenomenal y
una técn ica fantástica, considera perfecta­
mente las variantes y se defiende incluso
mejor que ataca (¡Una cosa muy rara para
un ajedrecista q ue entre los 1 7 y 1 8 años ya
se encontraba en la élite del ajed rez mun­
dial!). Pienso que Lars Bo Hansen situaría
a Magnus en compa ñía de Capablanca y
Karpov como «reflectores» intuitivos, a u n­
que el genio noruego también se corres­
ponde con la lógica. abierta «C>>. A primera vista sus posibili­
dades, como míni mo, no son peores. Con
Una vez más recomiendo leer el artículo dieciséis a ños, Carlsen concibe una ma­
ya citado de Pável Maletin sobre «el paso niobra fantástica, que neutral iza progresi­
de Suvórov a través de los Alpes», donde vamente la actividad de su adversario.
se describe con detalle la lógica del pen­
samiento de Carlsen en la sexta pa rtida de 13 �d2!!
su seg undo match con Anand. Si me pidie­
ran q ue mencionara la partida de Magnus ¡Traslada el caba llo de f3 a a1 para defen­
que más impresión me ha causado, seña­ der la casi lla c2! Esto me recuerda la ma­
laría inmediatamente su siguiente enfren­ niobra de computadora del niño prodigio
tamiento en la Copa del Mundo.34 chino Wei Yi 1 2 %Yd2!!? y 1 3 �d 1 !!? en su
pa rtida contra Rodshtein, con la única di­
ferencia de que Mag nus probablemente
encontró su idea sobre el tablero sin la
PARTIDA 54
ayuda del «monstruo», y es absolutamen­
Magnus Carlsen - Michael Adams te correcta.
Defensa Nimzoindia [E36]
Janti-Mansysk 2007 Un ajedrecista, incluso del nivel de can'.'"
didato a maestro, que exa mine la partida
1 d4 �f6 2 c4 e6 3 �c3 i.b4 4 V«c2 dS S a3 sin comentarios, puede no advertir la idea
i.xc3+ 6 V«xc3 dxc4 7 V«xc4 b6 8 i.f4 i.a6 9 del joven noruego. Para mí este traslado
V«xc7 V«xc7 10 i.xc7 0-0 1 1 �f3 füS 12 i.f4 del caba llo es más hermoso que cualquier
� bd7 golpe «resulta nte». Esto constituye otro
retorno a la cuestión de la subjetividad de
Véase el diagrama siguiente los criterios para evalua r el genio de un ju­
gador de ajedrez y evaluar la bel leza en el
Dejamos a un lado la fase de la apertura ajedrez.
y comenzamos el a nálisis a pa rtir de esta
posición. Las blancas poseen la ventaja de 13 •.. :gc2 14 :gb1 :gac8 1 S �b3! i.c4
la pa reja de alfi les y un peón extra, mien­
tras que las negras tienen su perioridad en Las neg ras se decanta n por la dinámica.
el desarrollo y dominan la única col umna Después de 1 5 ... lt:Jds 1 6 .id2 fS ( 1 6 ...
llJ 7f6 1 7 f3), con un intento de bloq ueo de
3 4 Nota d e l Editor. Analizada ampliamente por Mi­
las casillas blancas, las blancas se desenre­
jalchishin en su libro Magnus Car/sen, el Mozart dan lentamente mediante 1 7 lt:Ja 1 ! E:2c7
del ajedrez, publicado por Editorial Chessy.
297
Antes de la conclusión

1 8 e3 ixf1 1 9 i>xf1 es 20 dxeS ltJxeS 2 1 24 i>xe2 ltJ c4 25 �c1 �c7 26 �c2 bS 27 b3!
i>e2. ltJxa3 28 füc7 ltJxc7, y con el caballo a3
cortado, es d udoso que las negras puedan
16 tDa1 ! .ia2 1 7 tDxc2 i.xbl 18 tDal! tLJdS 19 mantenerse en el final. Después es posible
i.d2 es 29 i>d3 (con la a menaza ib4) o 29 ib4
ltJ b1 30 i>d3».

20 ... exd4 21 exd4 tD b8 22 f3 tDc6 23 i.c4?!

«Una negligencia, que permite a las negras


reforzar el bloqueo sobre el punto dS. Era
más precisa 23 i>f2 con la a menaza ia6.
Ahora es dudosa 23 ... ia2 24 b3 ltJxd4 25
ic4, y las negras tienen problemas con el
rescate del alfil errante.

Por eso prometía más reforzar el caballo


dS, 23 ... ifS 24 ic4 ie6, tendiendo de
¡Una pos1c1on impresionante! Todas las paso una peq ueña celada: 25 �d 1 ltJe3! 26
piezas blancas están u bicadas en la pri­ i>xe3 ixc4» (A. Mijalchishin; O. Stetsko).
mera y segunda fi las. Los peones también
están congelados en su lugar de origen. 23 ... gd8?!
Solo han avanzado los peones a3 y d4.
Las negras se han activado al máximo, sin Las negras desdeñan su suerte. En esta
embargo sus fuerzas no son suficientes posición Carlsen recomienda i3 ... ltJcb4
ni siq uiera para igualar. El caballo a1 y el 24 b3 ltJd3+ 25 i>f1 ltJc7 26 i>e2 �es+ 27
alfil d2 controlan todos los pu ntos vul ne­ ie3 ltJf4+ 28 i>f2 ltJd3+ 29 ixd3 ixd3, y
rables, y con cada movimiento, como en con los alfiles de distinto color las negras
el hockey tras una penalización de dos tiene todas las posibilidades pa ra salvarse.
minutos, ingresa n en la batalla los «j uga­
dores expulsados». La mayoría numérica 24 ©f2 i.ts 25 tLJ b3 i.e6 26 gel f6
de las blancas ya gravita seriamente en la
posición.

20 e3!?

Es comprensible el deseo de Carlsen de


trabar al caballo negro d7 con el peón d4.
Sin embargo, podía haberse ahorrado la
arrogancia y jugar 20 dxeS ltJxeS 21 e3.
Esto es lo que escri ben Ad rian Mijalchishin
y Oleg Stetsko en el libro Magnus Car/sen,
el Mozart del ajedrez: «2 1 ... .id3 (es más
débil 2 1 ... ltJ d3+ 22 ixd3 ixd3 23 f3 fS 24
i>f2 i>f7 25 �d 1 ) 22 ie2, donde las piezas La posición se ha estabilizado. Las blancas
negras ocupan las posiciones más activas poseen el peón extra d4, que está blo­
(variante de Ada ms). Pero esto no es per­ q ueado sól idamente. Las piezas negras
manente. Prosigamos: 22 ... fS 23 f4 ixe2 están bien coordinadas, mientras q ue la

298
Antes de la conclusión

posición del caballo blanco y el alfil de ca­


sillas negras, muy bien situados para la de­
fensa, están lejos de ocupa r una posición
ideal para la rea lización de la ventaja ma­
terial. Se avecina una lucha porfiada, en la
que las posi bilidades blancas de victoria
son más o menos eq uivalentes a las de las
negras de tablas.

27 a4

Las blancas i ntentan activarse en el flanco


de dama media nte a4-a5. Cuando posee Las blancas intentan abrir el j uego, y no
la ventaja de la pareja de alfiles, el ba ndo se aferran a conservar el peón con la j uga­
fuerte debe contener la posición del ad­ da 30 :gd 1 ?! debido a 30 ... ixc4! 31 tt:Jxc4
versario, envolviéndolo en los flancos con ttJ dS!
sus peones de los extremos.
30 ... �xd4 31 �e1 �dc6 32 �c4 �d5
27 ... as

Una respuesta a utomática. Las negras pre­


vienen la ga nancia de espacio por parte
de su oponente y toman bajo control el
fuerte punto de a poyo b4 para sus caba­
llos. En este momento era extremadamen­
te difícil prever que el debilitamiento del
peón b6 jugaría un papel im portante.

28 .ic3 .if7?!

Las negras se salen del camino correcto.


Como indican Mijalchishin y Stetsko, de­
bieron acercar el rey al centro y defender
el alfil con la jugada 28 ... @f7! Las negras ¡Muy bien j ugado! Cabe señalar q ue a m­
pretenden cambiar los alfiles de casillas bos rivales experimentaban una aguda
blancas media nte 29 ... ttJde7, y en caso falta de tiempo, o diciéndolo sencilla men­
de 29 :gel insisten en ello, j ugando 29 ... te, se encontraban en zeitnot. Las blancas
tt:Jce7 con idea de 30 ... ttJc7. Es cierto, en advierten una debilidad oculta en la posi­
retrospectiva todo esto es fuerte. Sin em­ ción del adversario, el peón b6.
bargo, es irreal prever la siguiente manio­
bra brillante de Magnus, además estando 33 ••• @fB?!
cerca los apuros de tiem po.
El efecto psicológico de la j ugada de torre
29 �d2 �de7 a b1 es bastante compara ble con un fuer­
te golpe táctico. Por ello no es sorpren­
Véase el diagrama siguiente dente que en el zeitnot Adams no advierta
la mejor posibilidad, 33 ... ig6 34 :gd 1 ic2
30 .if1 ! 35 füdS füdS 36 ttJe3 ib3 37 ttJxdS ixdS.

299
Antes de la conclusión

La posición blanca es su perior, a unque to­ riencia en el arte de la maniobra posicio­


davía no hay nada claro. nal, jugando solo en su propio campo. En
el curso de 35 movimientos ni una sola vez
34 .iel ©e7?! una pieza blanca traspasó la cuarta fila, si
exceptuamos la captura del peón c7 en la
apertura. Recordemos la partida Karpov -
Tim man, donde vimos el mismo caso, en
el juego de un campeón del mundo con
28 a ños, ¡no un joven de 1 6 años!

36 .if2

«Como dijo el propio Carlsen, gastó el res­


to del tiempo en el estudio de la persecu­
ción del rey después de 36 ltJxb6! ltJxb6 37
ixa5 ctJ8d7 (37 ... .!%d6? 38 ib4) 38 ib4+
'ifie6 39 .!%el + 'ifif5 (es mala 39 ... 'ifid5? 40
La centralización del rey rara vez está mal, ib5!), y no pudo encontrar la forma de ga­
aunque a veces puede ser inoportu na. En nar. Sin duda, con tiem po suficiente habría
el zeitnot el g ran maestro inglés hace un encontrado la conti nuación 40 id3+ @gs
movi miento «a l toque», y lleva el rey al 41 :ge7 ctJf8 42 füf7 füd3 43 ixf8 ltJxa4
centro. Era mejor jugar 34 ... ltJ cb4 o sim­ 44 :gxg7+ con nueva ganancia de material.
plificar el juego mediante 34 ... ig6 35 Añadimos q ue tam poco salva ba 39 ... ltJes
:gd l ic2 36 .!%d2 ixa4, a unque aqu í en 40 ia5 .!%b8 41 f4 ltJxa4 42 fxe5 @d7 (42
caso de 37 ltJxb6! sería necesario ver la res­ ... ltJxb2 43 exf6+ @xf6 44 ic3+ ®g6 45
puesta 37 ... ib3 con la bandera colgando :gbl ) 43 exf6 gxf6 44 b4 con u n final téc­
(indicada por Mijalchishin y Stetsko). nicamente ganado. En resumen, este final
podría haber sido un final digno para la
35 ©gl !! partida» (A. Mija lchishin, O. Stetsko).

¡Brillante! Otra jugada «no apta para men­ 36 ... �d7 37 gel + ©ts 38 gd1 ©e7 39
tes medianas». El final es único. Las blan­ ge1 + ©f8 40 �d6
cas refutan la centralización del rey enemi­
go con la descentralización creativa de su
propio rey. Sin prejuicios. Primero el caba­
llo se traslada desde la casilla f3 a la casilla
a 1, y después el rey desde f2 se retira a g 1 ,
con lo q ue cede su sitio a l alfil para que
pueda atacar al peón b6.

35 •.. � b8

El caballo se dirige a la casilla d7 pa ra de­


fender el peón b6. La coordi nación entre
las piezas negras se ha roto, y las blancas
obtienen u na ventaja decisiva. Tenga en 40 ••• �e5?!
cuenta que el joven Mag nus logró superar
por completo a un rival con m ucha expe- En la j ugada de control las negras recha-

300
Antes de la conclusión

za n la a menaza 41 él:Jxf7 y 42 ic4, pero co­ ltJxd6 S3 ixb6 ltJ e4 S4 ies+ i>d7 SS ifl
meten un error en la sol ución del proble­
ma delcam bio. Los caba l los dS y es se ven Magnus prefiere conserva r la pa reja de a l­
muy bon itos en el centro. Y si las negras fi les. Ta mbién ganaba fácil SS b3!?
consiguen garantiza r la esta ncia del caba­
llo es en el centro con la j ugada g7-gS, la SS ••• ltJxb2 S6 ibs+ i>d8
decisión de Ada m s de l uchar con los caba­
llos contra los alfiles esta ría j u stificada. Sin Ta m poco ayuda S6 ... mc7 por S 7 if8
embargo, la debilidad del peón b6 i m pide él:Jxh3+ S8 m h2 él:Jf2 S9 gS.
que los ca bal los negros se afirmen en el
centro. Era más tenaz 40 ... ig8. S7 ib6+ i>e7 S8 i>h2 ttJds S9 ixaS i>d6
60 id2 @es 61 i>g3 ltJ e7 62 ie3+ i>b4 63
41 ltJxf7 i>xf7 42 :Bdl ! i>e7 id2+ @es 64 iel ltJ e4 6S ixe4 i>xe4 66
id2 ltJa6 67 as i>bs 68 i>f3 ttJ es 69 ic3 h6
Se a menaza ba 42 ixb6. 70 i>e3 i>e4 71 id4 ltJa6 72 i>e4 ltJ b4 73 h4
i>bs 74 ie3 ltJa6 7S i>ds ttJ es 76 id4 étJd3
43 f4! ltJ g4 44 :Bel + i>f8 4S id4 :Bd6 46 h3 77 i>e6 Las negras abandonaron.
ltJ h6
La forma de j ugar de Carlsen en esta par­
«Ada ms considera qu e era factible captu­ tida me recuerda la l ucha de brazos cana­
ra r el peón, 46 ... él:J xf4 47 :9'.e4 él:Je6 48 füe6 diense armwrestling, cuando uno de los
füe6 49 hxg4 :9'.e4 SO ixb6 füa4, a u nque l uchadores toma la i n iciativa con gran es­
es d udoso que las negras consigan salvar fuerzo; sin embargo, el otro l uchador, más
este fi nal. Por ejemplo, S1 ibs :9'.a 1 + (en poderoso, resiste la em bestida i n icial, y
caso de S1 ... füg4 S2 ixaS me7 S 3 ic3 como una pri mavera i m placable, empieza
el dista nte peón pasado, a poyado por los a a bri rse. Pri mero, las manos vuelven a su
alfiles, debe dar la victoria) S2 mf2 :9'.b1 S3 posición i n icial, sin emba rgo la i n iciativa
icS+ mf7 S4 ic4+ mes SS b3. El rey se ya está del lado del l uchador q ue estaba
acerca a l centro, tras lo cual cae el peón as. a la defensiva. Sigue otro esfuerzo, y el
Sin embarg o, tal vez ésta era la ú n ica posi­ adversa rio, que fue el primero en ataca r,
bilidad práctica, ya q ue a partir de a hora reconoce su derrota.
Carlsen no va a dar ningu na, a proximando
lentamente la partida a u n final ga nado» Los ejem plos de un j uego semejante a l
(Mijalch ishin, Stetsko) . m á s alto nivel s o n m u y ra ros. Recuerdo
solo una partida, j ugada por el maestro
47 :Bdl ! su premo de la defensa y el contraataq ue,
un bri l la nte Viktor L'vovich Korchnoi, a la
Un poco de táctica. No es posi ble ca pturar edad de cuarenta años, en un match de
el peón f4 por 4 8 icS! ca ndidatos contra Efi m Petrovich Geller.

47 ... étJfS 48 if2 i>e7 49 g4!

De n uevo u n m otivo táctico. Las negras no


pueden dar el sa lto 49 ... él:J fe3 por SO :9'.e1
:9'.e6 S 1 fS :9'.eS S2 ig3 :9'.e4 S 3 ig2. Es obli­
gado reti rarse a l borde del tablero.

49 ..• étJ h6 SO fS étJf7 Sl ig2 ltJf4 S2 :Bxd6

30 1
Antes de la conclusión

POS/C/ÓN84
Viktor Korchnoi - Efim Geller
Moscú 1 971

21 J.d2!
Con las piezas del adversario activas es ne­
cesario ser extremadamente cuidadoso.
En caso de 2 1 f4?! Wlb6(a7) es clara mente
desafortunada la captura inmediata de la
Mark Dvoretsky ofrece esta posición en pieza 22 fxe6? dxe6 (con la amenaza de
su cuarto libro de los cinco volúmenes de penetrar con la torre en c2), mientras que
School of future champions, escrito en co­ después de 22 �b1 (o 22 Wib1 ) 22 ... iea
laboración con Artur Yussupow . Esto es lo parecen esta r en riesgo.
que escribe el gra n entrenador en el capí­ Sin embargo merecía atención 21 e4!? se­
tulo ded icado al concu rso de resolución g uida de .ie3.
de ejercicios posicionales: «Las negras es­ 21 ... Aes (2 1 ... lt:JxdS? 22 b4) 22 gael 'i«b6
tán más activas. En pri mer lugar, debemos 23 gxe7 gxe7 24 Acl J.bs 25 V«d2 J.xe2 26
considerar la ofensiva en el flanco de dama .bs! V«a7 27 tll xe2 ges 2s gel V«bs 29 ga
b7-b5-b4. ¿Qué podemos oponer? La so­ (29 füc8+!? V9xc8 30 Wic 1 ) 29 tll ed7 30
•••

lución exacta fue encontrada por Maksim V«el gc5 31 gxe5 tll xe5 32 V«a V«es 33 tll d4,
Bog uslavbsky y Vadim Zvyagintsev. y las blancas están clara mente mejor; po­
17 al!! seen la pa reja de alfiles y ventaja de espa­
Una jugada profiláctica sutil. A 1 7 ... bS cio».
planea 1 8 lt:Ja2! y después lt:J b4, para sacar
provecho de la debilidad de la casilla c6. Por cierto, la recomendación de Shaba­
Al mismo tiempo las blancas se proponen lov es total mente acorde con la doctrina
expulsar al terrible caballo c4 mediante de Dorfman. Efim Geller no supo predecir
Wia2, lt:Jce2 y b2-b3. las sutiles maniobras de Korchnoi y con la
Efim Geller no consiguió elabora r un plan jugada 1 7 ... W!cS?! perdió la ocasión para
contrario efectivo, y como resultado las convertir la posición en dinámica median­
blancas enseg uida finalizaron el desarro­ te e7-e6. Después ya era difícil cambiarla.
llo de sus piezas y tomaron la iniciativa. La fuerza inexorable, como en la lucha con
Era necesario decidirse por un cambio en los brazos, comenzó a aproxi mar su mano
la estructura de peones, mediante el avan­ hacia la mesa. La posición de las negras
ce del peón «e»: 1 7 ... e6!? 1 8 dxe6 fxe6 (re­ entró en una fase de degradación.
comendado por Aleksa ndr Shaba lov) o 1 7
... bS 1 8 lt:Ja2 eS! 1 9 dxe6 fxe6.
17 ... V«es 1S V«a2 fü7 19 tll ee2! gbeS (1 9 ...
lt:JxdS? 20 lt:J b3!) 20 bl tll e S!?
20 ... lt:J b6 21 e4 con clara ventaja bla nca.

302
Capítulo 18
Concl usión

Pa ra concl u i r la revisión de la literatu ra ¿Qué debería deci r? Los li bros son excelen­
ajedrecística seria, me gu staría volver nue­ tes. Los ejercicios d e g ran calidad. El traba­
va mente a los entrenadores. Después de jo conti núa. Y sin emba rgo los resu ltados
todo, m i l i bro conti núa la serie Manual au­ son pobres, a penas hay resu ltados. A este
todidáctico/asistente del entrenador, que respecto es buena la historia mencionada
se i n ició con el excelente The Complete por Valeri Bei m en la introducción de su i n­
Manual of Positional Chess de Kon sta nti n teresante l i bro «La d inámica del ajed rez».
Sakaev y Konsta nti n La nda. En mi obra yo Está dedicado a los comentaristas-hackers
incl uso ca mbia ría el orden de las pala bras de ajed rez, y yo añadiría a a lgu nos a uto­
en el título de la serie: Asistente del entre­ res de libros de ajed rez. « . . . Recordé a un
nador/manual autodidáctico. amigo de m i infancia ajed recística, Pavli k
Lasker, con el q ue j ugaba al ajed rez e n
Hoy en d ía, con el desarrollo de la tecno­ el campamento d e pioneros en Odesa.
log ía, seleccionar ejercicios de entrena­ Cuando creci mos, comenzó a tra bajar
miento y asig nar tareas a los a l u mnos se como sastre en la confección y repa ración
ha vuelto inconmensurablemente más de panta lones. Pero él me d ijo: «¿Realmen­
fácil que hace un cuarto de sig lo. Pa ra te coso pa nta lones? ¡Yo hago vareniki35l>>
construi r unos ejercicios de resol ución,
a ntes solo había u n libro decente, The best Permíta me llamar de n uevo su atención
move, de Hort y J a nsa. Hoy en d ía los ya sobre u n pensa miento ya expresado an­
mencionados Zenón Fra nco o Alfonso teriormente: «En co nclusión, me g u sta ría
Romero y Amador González de la Nava seña lar q ue el ajed rez es m u ltifacético, y
nos proporcionan posibilidades cómodas q ue se pueden crea r infin idad de diversos
para i m pa rtir clases d u rante varios meses ejercicios estratégicos, tácticos, teóricos
sin preocu pa rnos de una preparación es­ y prácticos. Se puede uti liza r el viejo pro­
pecial. Ta m bién puede usar con el mismo g ram a de V. E. Golenischev, modernizado
propósito el excel ente l i bro de Lev Psaji s por V. lvanov y editado por el bri l l a nte pe­
Tácticas d e ajedrez para perfeccionamien­ riodista l lya Odessky, y dar clases con él, o
to. Si d esea mejora r la comprensión del con a l g ú n otro libro. Es probable que ten­
paso de la a pertu ra a l medio juego, tiene ga cierta uti lidad, a u nq ue es d udoso q ue
a su d isposición Caminando con la defensa haya un prog reso serio.
Francesa de Korchnoi y Ka l i n i n, o El medio
juego siciliano de Y. Ya kovich. No digo nada Un buen entrenador debe trazar un vec­
sobre la posibilidad de usar el ordenador. tor de trabajo, que incluya una serie de
Sin embarg o, en este caso se corre el peli­ componentes importantes, y asegurarse
g ro de convertir a una perso na creativa en de que el alumno no se desvíe de él. Y en
u n a rtesano.
35 Nota del Traductor. Pequeñas empanadillas
con requesón, bayas u otros ingredientes.

303
Conclusión

Konstantin Sakaev, Mijaíl Shereshevsky y Vladímir Belikov

el momento en qu e esos componentes, dependientemente de la situación eco­


cada uno de los cuales i m pl ica una gra n nómica de sus pad res, con los mejores
cantidad de tra bajo, s e l le nen, asimilen y entrenadores del pa ís, como i nd ica el gran
converjan a propiadamente en un pu nto, maestro Sergei Shipov, solo tiene paran­
debe prod ucirse un sa lto bru sco en la ca­ gón en China. Es posible que esté suce­
tegoría del ajedrecista». diendo algo similar en I rá n y en la I ndia,
donde hay un rá pido crecimiento y gran­
No puedo ignora r el reciente logro de la des éxitos e n el ajed rez j uvenil. Ahora es el
Federación Rusa de Ajed rez, cuya i m por­ turno de Rusia d e ponerse a l d ía .
ta ncia no se puede sobreestimar. Se trata
de la a pertura de un d epa rta mento d e En «Sirius» el ajed rez es supervisado por el
ajed rez en el centro educativo «Si ri us» en deci mocuarto ca mpeón m u n d i a l Vladímir
Sochi. Borisovich Kra m n i k, q uien ya se reunió
con los participa ntes de la pri mera sesión
«Si rius» es u n proyecto ú n ico, cuyo obje­ e i m partió una clase magistra l. Pa ra el año
tivo es crear las cond iciones ideales pa ra 20 1 7 está previsto rea l iza r 1 6 sesiones de
la formación, el crecimiento profesional entrenamiento de 1 2 d ías cada una. Ahora
y la com u n i cación creativa de los ni ños los jóvenes ta lentos ajedrecistas, no solo
más dotados de Rusia e n los campos de la d e los g randes centros del ajed rez d e Ru­
ciencia, el a rte y los deportes. El proyecto sia, sino ta mbién del i nterior, tienen dere­
fue a probado por el Presidente de R usia, cho a conta r con la asistencia cualificada
Vlad ími r Vladím i rovich Putin, y d isfruta de entrenadores fa mosos.
de su total a poyo y atención. Creo q u e no
existe en el m u ndo un centro similar. Me g u staría decir algunas pala bras sobre
el cuerpo técnico q ue forma la col u mna
En cuanto al ajed rez, el a poyo estata l es vertebra l d e «Sirius». Además del a utor de
constante, no oca sional, y el tra bajo de este libro, la componen los gra n des maes­
entrenamiento con jóvenes talentos, i n- tros Ko nstanti n Rufovich Sakaev y Vladímir

304
Conclusión

Stanislavovich Beli kov. ejemplos de este libro.

Sakaev obtuvo éxitos i mpresionares como Primero, la pa rtida Wei Vi - Maksim Rods­
jugador de ajedrez activo. Baste decir que tein, Tsajkadzor 201 5:
ganó dos veces el «oro» con la selección de
Rusia en las Olimpiadas de ajedrez, y tam­
bién que fue campeón de Rusia a bsol uto.
Como entrenador trabajó con Kram nik.

En lo actualidad lo ha dejado para trabajar


con chicos y chicas de talento, con los que
ha tenido mucho éxito. Sus conocimientos
enciclopédicos le proporcionan la posibil i­
dad de «levantar» en pocos días casi cual­
quier tema de apertura. Por su erudición
y comprensión del juego, me recuerda
al excelente entrenador del equipo de la
Unión Soviética, lsaak Efremovich Bolesla­ 11 h3
vsky, solo que armado con un ordenador
moderno. «Yo no diría que este movimiento es increí­
ble, al igual que los siguientes. De hecho,
Por su estilo de juego y su enfoque en la ¿q ué otra cosa se puede sugerir?
toma de decisiones, Konstanti n Sakaev es No hay movi mientos normales que com­
similar al mejor pupilo de Boleslavsky, el pleten el desarrollo. Lo que es increíble,
noveno campeón mundial Tigran Varta­ más bien, es el transcu rso de la partida que
novich Petrosian. Aunque con la energía han seg uido las bla ncas voluntariamente
activa y completa del Petrosian de trein­ para l legar a esta posición. Creo que aquí
ta años, no el de cincuenta. Konstantin hay una falta de comprensión del ajedrez
Sakaev posee la capacidad de captar la por parte del bando que lleva las blancas.
esencia de la posición con mucha rapidez, Estoy seguro de que j ugadores de cate­
a u nque a diferencia de m uchos jugado­ goría elevada de la escuela clásica, como
res de ajedrez intu itivos que no pueden Kramnik y Anand, no habrían llegado has­
explicar fácilmente la secuencia lógica de ta aquí, a unque el ordenador les asegure
sus decisiones, él puede hacerlo con una que es posible j ugarlo. Y no creo que ideas
o dos frases. Su algoritmo para la toma semejantes sean el ajedrez del futuro.
de decisiones es muy claro. Las im pre­ 1 1 ... ge8 12 '9d2 �d7?
siones de ordenador de las conferencias Si Maksim Rodstein hu biera encontrado
sobre la apertura de Sakaev son como un la más activa 1 2 ... ltJ h5! 1 3 'iti d 1 ( 1 3 ltJe4
«prensado» seco de partidas y va riantes, °1Wh4+ 1 4 'iti d 1 füe5 1 5 fxe5 ig4+ 1 6 hxg4
por así decirlo, un «recordatorio» para los "1Wxh 1 + 1 7 °1We1 "\Wxg2 1 8 id2 ltJf3 1 9 °1We2
estudiantes que le escucharon. Son solo °1Wg 1 + 20 ie 1 ltJd4 21 °1Wd2 "\Wxg4+ 22 'iti c1
una adición modesta a los pensamientos ltJf3+; 1 3 °1Wf2 f6 14 i.xc6 fxe5 1 5 ixa8
e ideas expresados por Sakaev durante las ltJ g3+) 1 3 ... ltJg3 1 4 �e 1 °1Wh4 1 5 ltJf3 i.g4
clases, que comparte generosamente con 1 6 hxg4 "\Wxg4+, las blancas hubieran te­
sus alumnos. nido que arrepentirse de su aventura. A
cambio, el ajedrecista chino hubiera sa­
Como evidencia de lo que digo quiero cado concl usiones pa ra el futuro. No es
citar los comentarios de Sakaev a varios muy agradable entra r en la colección de

305
Conclusión

miniatu ras de 1 5 jugadas con un signo tiene un aspecto poco claro;


«menos». No obstante esta vez la golfería 1 b) 20 @b1 d3! con j uego confuso;
le sale bien al jugador de las blancas. 1 c) es necesario decidirse por 20 f4! if2 21
13 ©dl tll xeS 14fxe5 gxeS 1 5 gel gxel + 16 fxeS ie3 22 '\Wxe3 dxe3 23 E:xd8+ E:xd8±;
Wxel Ats 1 7 Wes Wf8? las blancas tienen ventaja, a unque la va­
Un movi miento monstruoso, la dama se loración del final está lejos de ser inequí­
autoexcluye del combate. Las negras to­ voca.
davía tenían una posición normal. Des­ 2) Probablemente lo más fuerte sea 1 9
pués de 1 7 ... ib6 1 8 ixc6 podía n forzar ... d 3 20 '\We3 '\Wc7 2 1 ixd3 �d8 22 ixa6
las tablas mediante 1 8 ... ic7 1 9 '\Wcs ib6 E:xd 1 + 23 E:xd 1 0-0 24 f4 ixh4; las blancas
20 '\Wes ic7 o 20 '\Wds 'l.Wf6 21 ixa8 ig4+ están mejor, aunque las negras disponen
22 hxg4 '\Wf1 + 23 @d2 '\Wf2+ de un contrajuego claro.
18 Axc6 tll xc6 19 f«xfS No despierta dudas la valoración de la
Ahora la ventaja está definitivamente del posición que surge tras la larga, a unque
lado de las blancas. La compensación absolutamente forzada (lo q ue significa
parece insuficiente: se han cambiado un que es susceptible de cálcu lo) variante 19
gran número de piezas, y la dama f8 está tll fl 20 f«g2 tll xgl 21 es o-o 22 Ad3 Axes
•••

demasiado lejos del rey blanco». 23 fxeS Wxh4 24 gxgl f«f4+ 25 ©bl WxeS
26 tll cs
Ahora ofrecemos los comenta rios de
Sakaev a la partida Anand - Kamsky, Li­
nares 1 994:

Las blancas tiene el rey bien cubierto, el


alfil ocupa una casilla de a poyo poderosa,
y sus piezas interaccionan perfectamente.
19 f4!! Las casil las del flanco de rey de las negras
son débiles, y no pueden simplificar el jue­
«Al ataque; una jugada ofensiva. Me gusta go. No tienen posibilidades.
bastante más q ue la «defensiva» 1 9 ie2. 26 ... ga7 27 f«c6 We3 28 gg2 ©h8 29 ge2
Estoy seg uro de que es objetivamente f«gl + 30 ©a2 gaa8 31 tll d 7 gac8 32 Wf3
más fuerte. Tras ie2, a unque las neg ras ts 33 tll xf8 füs 34 tll g6+ Wxg6 35 gel f«f6
tienen una posición desagradable, pue­ 36 Wa8+ ©h7 37 Ac4 fü6 38 Wg8+ ©g6 39
den escoger entre varias opciones: ggl+ Las negras a bandonaron».
1 ) Las cosas no son tan sim ples después
de la ca ptura 1 9 ... ixh4 Regresemos a la posición anterior a la
1 a) la posición que surge tras 20 '\Wxb4ie7 decimonovena j ugada de las blancas. Lo
21 'l.Wd2 (2 1 '\Wxd4? igs+ 22 @b1 '\Wxd4 23 siguiente es interesante: si se introduce
E:xd4 ie3+) 21 ... d3 22 f4 dxe2 23 '\Wxe2 la posición en el ordenador, todos los pro-

306
Conclusión

gra mas da n como primera l ínea la jugada Vlad ímir Kra m n i k en la prepa ración y en
1 9 ie2, mientras qu e la jugada 1 9 f4!! ni el tra nscu rso de sus cuatro matches por el
siquiera aparece en las tres pri meras l í­ cam peonato m undial. En repetidas oca­
neas. Si la i ntroducimos, g radual mente se siones asistió al deci mocuarto ca mpeón
convierte en la pri mera l ínea, compitien­ del mundo en g randes torneos i nternacio­
do con las jugadas 1 9 ie2 y 1 9 ®g2. En nales: Wij k aan Zee (Holanda), Mad rid, Dos
la posición después de 27 ®c6 Stockfish, Hermanas (Espa ña), Dortm und (Alema­
después de pensa r un tiem po, da a las nia), Moscú, Budapest (Hungría), Astaná
blanca s + 1 .37. (Kazajista n), Shamkir (Azerbaya n).

Resumiendo todo lo dicho: la j ugada de En general, es una persona modesta y


Anand 1 9 f4!! es genial, aunque como tranqui la, reacia al a l boroto excesivo, exa­
d ije, «no es a pta para mentes medianas». geración y a utopromoción. Debido a esto
En caso de 1 9 ie2!? d 3 20 ®e3 ®c7 21 posi blemente pierda algo, porq ue es u n
ixd3 �d8 las blancas no pueden perder el especialista de elevada categoría, n o obs­
tie m po con la captura del peón a6, y con­ tante la comodidad i nterna también vale
tinúan su j uego en el centro: 22 ie2!? Por m ucho. Ta m bién ha tenido éxito como
ejemplo: 22 ... ixh4 23 c±i b l éll g6 24 éll b6 entrenador de los j uven iles rusos. Anna
füd l + 25 füd l 0-0 26 éll d5, conserva ndo Kochukova, de la región de Boronezh, a la
u n a ventaja esta ble. El ordenador la valora que Vlad ím i r ha entrenado algunos a ños,
más o menos con +O 95 . en 20 1 5 se proclamó ca m peona de Euro­
pa de menores de 1 4 a ños. Sin embargo,
Vlad ímir Stanisl avovich Beli kov es u n es­ el éxito pri ncipal como entrenador de
pecialista famoso, g ran maestro y entre­ Vlad ímir Bel ikov en su tra bajo con los ju­
nador fuerte y con experiencia. Fue uno veniles rusos sin d uda está por llega r.
de los jóvenes más fuertes en Rusia y en
la U n ión Soviética. Cuatro veces cam peón Ju sto antes de la entrega de este li bro para
j uvenil de Rusia, ca m peón del mundo de su publ icación, pude examinar la obra de
estudia ntes y miembro d e la selección de Boris Gelfa nd La toma de decisiones en el
la U RSS. Campeón a bsol uto de las Fuerzas ajedrez posiciona/36• El tra bajo de Gelfand,
Armadas. Tra bajó d u ra nte cuatro a ños en en m i opinión, es caso a pa rte.
la escuela de Mij a íl M. Botvi n n i k, donde
conoció y se h izo amigo del futuro ca m­ Este es el li bro de ajed rez más i nteresa nte
peón del m u ndo Vlad ími r Kra m n i k. En el que he leído en el ú ltimo cuarto de sig lo.
a ñ o 1 994 aceptó la oferta de entrenador En primer l ugar, es u n libro m uy hermoso
permanente de Vlad ímir Kra m n i k. La pre­ e i n usual mente construido. No conozco
paración de las a pertu ras del deci mocuar­ otro caso en la literatura de ajed rez, en
to campeón del m u ndo está considerada el que uno de los más fuertes ajed recis­
como u n patrón de referencia, y se han tas del mundo dialogue con el lector en
escrito muchos libros de ajed rez al res pec­ u n l eng uaje comprensible e i nteresante,
to. El mismo Vladím i r Kra m n i k es muy exi­ ta nto para un gra n maestro como para un
gente en el tra bajo, ta nto consigo mismo principiante. La esencia del diálogo es la
como co n sus ayuda ntes. Y el hecho de com paración de las partidas de casi u n si­
que Vladímir Belikov tra baja ra con él i n i n­ glo de a ntig üedad de Aki ba Rubinstei n, el
terru m pida mente d u ra nte 1 7 años, habla representa nte más bri l l a nte de la escuela
de su elevada categoría como especialista. clásica, con su juego super moderno. Des­
pués de todo, cua ndo hablas en «Sirius»
Bel i kov fue entrenador asistente de
36 Nota del Editor. Publicado p o r Editorial Chessy
307
Conclusión

a los ajedrecistas jóvenes de la necesidad


de tener al menos un conoci miento abre­
viado del ajedrez clásico, y les explicas
cómo obtenerlo, te da la sensación de que
la mayoría de ellos considera esta ocu pa­
ción tan útil como estudiar la Guerra de
las Rosas. Un completo «tostón», seg ún su
termi nología.

En segu ndo lugar, el a utor revela esta


conexión de la manera más detal lada,
muestra con ejemplos concretos lo que Rubinstein-Takacs, Budapest 7 926
aprendió del gran Akiba, y qué beneficios
específicos le aportó en el juego práctico. En una forma abstracta tenemos aquí el
principio de las dos debilidades: Akiba
En tercer lugar, un entrenador sensato ob­ mejora la posición en el flanco de dama
tendrá de este libro un g ran número de y luego traslada el j uego al fla nco de rey.
excelentes ejercicios de entrenamiento. Él hacia constantemente acciones de este
tipo en sus partidas, y esto obviamente
Y en cuarto, en quinto, en sexto lugar. . . me causó una g ra n impresión.
este libro está adornado con toda una dis­ El patrón visual también me impactó. El
persión de sabios pensamientos, algu nos caballo as, que ataca a los peones b7 y c6,
de ellos, como por ejemplo el que trata el es una imagen poderosa».
desarrol lo de la intuición, se han conver­
tido en una revelación para mí. A veces «En general me gustaría a ñadir que creo
existe la sensación de que la cantidad de fi rmemente en el valor de la ed ucación
información, que el súper gran maestro ajedrecística basada en el conocimiento
extrae de algún lugar de sus fuentes crea­ profundo de los clásicos. Cualquier inten­
tivas en un d uelo con un oponente igual to de emular los módulos de j uego y sus
de fuerte, es trasladada al lenguaje simple 2 millones de movimientos por segundo
de los humanos y recogida en este libro. está condenado al fracaso. Necesitamos
Para demostrarlo, ofrezco algunas frases complementa r el cálculo con todas las he­
de este encantador libro. rramientas de las que disponga mos. Y una
de ellas, la intuición, tiene fuertes raíces en
«Pero también tenemos patrones sobre el el reconocimiento de patrones.
tablero. A diferencia del tenis, en el ajedrez Si siendo niño descargaste muchos ejem­
no intentamos repetir una y otra vez los plos ajedrecísticos en tu cerebro, a menu­
mismos movi mientos. Para perfecciona r do tienes una fuerte sospecha sobre qué
nuestras debilidades, debemos entrenar­ jugada es la más fuerte en una posición
nos con posiciones desconocidas. Sin em­ determinada, aunque no tienes idea de en
bargo, es muy útil conocer tantas partidas q ué se basa ...»
y planes clásicos como sea posi ble. Nu nca
se sabe en qué momento algu nos patro­ «Jugado para ma ntener todo bajo control.
nes nos serán útiles en nuestras partidas. Esto tam bién lo aprendí de Ru binstei n. Es
Tomemos la siguiente e interesante par­ importante ganar no de manera rá pida,
tida de Rubinstein, que es instructiva por sino fiable. Esto significa que puedes em­
dos razones. plea r muchas más jugadas en posiciones
ganadoras que un ordenador o incluso

308
Conclusión

a l g ú n otro j u g ador, a u nq u e si final mente i m porta ntes de la posición, ¡antes de des­


ganas, no i m porta. El camino hacia la vic­ cubrir qué movimiento considera mejor el
toria se aseg u ra al m i n i m iza r el n ú mero de ordenador!»
decisiones difíciles que debes tomar en el
proceso de su real ización. Precisamente Además de revisar l i bros de ajed rez bue­
esto es lo qu e busca ba Rubinstei n con sus nos, q u i siera deci r a lgunas pa la bras sobre
jugadas». el period ismo moderno sobre ajed rez.
De los periód icos principa les editados en
«Pero el pu nto principal a l q u e reg resa ré Rusia solo queda 64. Tras el fal leci miento
consta ntemente en el li bro es q ue el aje­ de Aleksa ndr Borisovich Roshal aduirió la
drez es u n j u ego, y lo que rea lmente i m­ revista mi amigo Ígor Moisieevich Bu rs­
porta es qu e las neg ras tendrá n que pro­ htein, un g ra n amante del ajed rez. Siendo
poner ideas más profu ndas y encontra r u n candidato a maestro, hizo una j ugada
recu rsos más difíciles pa ra aseg urar que fuerte, ofreciendo el puesto de redactor
su posición no se desmorone. Con una jefe a Mark Gl ujovsky. En poco tiempo la
presión cada vez mayor, a u mentan las po­ revista ca mbió, y cuando G l ujovsky debió
sibi l idades de que cometas un error, y esto dejarlo por u n tra bajo administrativo en
en rea lidad es lo que le pasó a Kasparov la Federación Rusa de Ajed rez, la persona
en esta partida. ¡I ncluso los más g randes que lo reemplazó, Maksim Notki n, mantie­
experi mentan dificu ltades sometidos bajo ne el listón en u n nivel muy a lto. La revista
presión!» coopera ta nto con g randes maestros de
él ite como con jóvenes a utores. Los g ran­
«Al final, deci d í confia r en mi insti nto y des maestros Pável Ma leti n, Dm itry Kryak­
entra r en lo desconocido. Por s u puesto, vin, Sergei Shipov y muchos otros realiza n
fue u n a elección d ifícil, y se puede d iscu­ crón icas i nteresa ntes de los torneos con
tir si tal acto fue coraje o estupidez. Desde una explicación profunda de la esencia
luego, ¡en el m undo rea l te j uzga n por los de lo que está sucediendo. En un género
resu ltados! Me i maginaba que mis seg un­ especial, una mezcla de ficción y análisis
dos esta rían de m uy mal h umor si yo no ajed recístico, sobresa le brillantemente el
aprovechaba el fruto de su tra bajo y gana­ g ra n maestro Aleksei Kuzmín. Es u n ex­
ba la partida, después de que estuvie ra n celente esti lista y un hombre i ngen ioso
despiertos toda la noche, yéndose a la con una fantasía férti l. Lo e ncontra mos
cama solo a las siete de la mañana (y así a l i nicio de su a rtículo: «¡Gu révich es dife­
dos semanas seg uidas). ¡Está claro q u e me rente»! O en referencia a la ubicación de
encontra ba en una posición muy incómo­ la redacción de 64, para cuyo acceso era
da! necesario subir por una empi nada esca­
Todo se red uce a una cosa: sentí q u e debía lera de caracol desde el patio tra sero del
confi ar en mi i ntuición; es m uy difícil cal­ TsShK37, a portó el genial poema de Bella
cular todo por adelantado» Aj madúlina:

«Con demasiada frecuencia las personas «Y desaparecen


ven tales j ugadas, sugeridas por u n orde­ Oblicuamente
nador, y por a l g u na razón piensan q ue es Bandadas de olores y sonidos».
fácil encontra rlas. ¡Está lejos de ser así! A
menudo s ucede qu e se da una explicación Creo que si publicáramos todos sus a r­
después de que una persona haya sido tículos reunidos en un l i bro, tend ría u n
advertida por el ordenador. En ajed rez la l ugar d i g n o en la l iteratura ajed recística
dificu ltad es comprender los elementos
37 Nota del Traductor: Club Central de Ajedrez.
309
Conclusión

en idioma ruso, ya que el contenido jemos las bromas y el h um or. U n lector


ajed recístico de los a rtículos de A. Kuzmín atento puede haber notado q ue entre los
es un conj u nto qu e pod ría servi r para la a utores permanentes de 64 no mencio­
construcción de u n repertorio d e a per­ namos al a utor de n u merosas a rtículos y
turas pa ra jóvenes ajedrecistas. El género entrevi stas i nteresa ntes, excelente perio­
de Aleksei Kuzmín se a m p l ía y profu nd iza dista y ed itor de libros de ajed rez (y en
con la fuerza del inge n ioso g ra n maestro algu nos casos pod ría ser co nsiderado más
Anton Kórobov. Este joven risueño está coautor q ue ed itor), el a utor i nternacional
excepcionalmente dotado para ta l traba­ Ylya Odessky. Hace ya a l g u nos años q u e
jo. Desafortunada mente, ra ra vez aparece no pu blica. En realidad le sucedió u n a his­
en las pág i nas de 64, a u nque su victoria toria m ística. Escribió un a rtículo bri l lante,
sobre Fa biano Caruana con blancas en el sobre el q ue estuvo trabajando d u rante
Gambito Valga, comentada en forma de ba sta nte tiem po, con el pa radój ico títu lo
diá logo-discusión entre u n proleta rio y un de «Abismo». Si h u biera u n premio anual
intelectual, me recordó el fa moso repo rta­ pa ra el mejor tra bajo en e l ca mpo de los
je de Aleksa ndr Gal ich so bre el pa rtido de fi nales, se lo da ría a Odessky. Desafortuna­
fútbol entre las selecciones de I n gl aterra y damente, el a rtículo pasó d esape rci bido,
la U RSS. Me reí de todo corazón. porq ue pocas personas está n i nteresadas
seriamente en los fi na les de torres. El mis­
En mi época como entrenador del eq u i po mo a utor pareció m i ra r al a bismo, y perdió
j uven i l de Bielorrusia a men udo tuvi mos la energ ía y e l i nterés por el tra bajo. Me
que o rgan iza r campa mentos en la base gu staría desea rle a l lya q ue supe re la crisis
o l ímpica «Sta i ki», cerca d e M i nsk. Allí na­ creativa y vuelva a deleitar a l m u ndo del
ció el sigu iente ejercicio d e entrenamien­ ajed rez con la man ifestación de su ta lento.
to. Cerca de la salida de la sauna había dos
mini pisci nas para refresca rse. En cada una Quisiera termin a r el tema y el li bro con mis
de ellas situé a u n j ugador, para q u e juga­ i m presiones sobre las partidas comenta­
ran a ciegas, y yo mismo e ra el á rbitro. La s das en la revista. En mi opinión ese es su
jugadas se pod ía n pensar el tiempo q u e hermoso esca pa rate. La selección de las
quisieras, a u nque c on u n a condición, ¡es­ pa rtidas en sí es m uy buena, así como el
tando debajo del agua! Por ejem plo, las tra bajo de los a utores. De los relativa men­
blancas j uegan 1 e4. El j ugador de neg ra s te n u evos, además del ya mencionado
se sumerge. Emerge y j uega 1 ... cs. Se su­ Pável Maletí n, me g usta n los comenta rios
merge el blanco. Emerg e y j uega 2 CLJf3, de Denis Jismatu l l i n y Dm itry Bocha rov. Y
etc. si habla mos de maestros, e ntonces en mi
opinión está fue ra de co mpetencia el de­
Ahora todos piensan có mo l leva r el aje­ cimocuarto cam peón del m u ndo Vlad ímir
d rez a las panta l l a s de los televisores. Aq u í Kra m n i k. Sus comentarios m uestra n una
hay una idea perfecta para e l espectáculo combi nación de fra nqueza y profun d idad.
del ajed rez. Solo qu e en l ug a r d e jugado­ A d iferencia de sus g randes predecesores,
res debemos traer a jugadoras sim páticas, Karpov, q uien compartió con moderación
¡y poner de comenta rista a Anton Kóro­ la i nformación d e sus pensamientos du­
bov! Tal espectáculo bien pod ría n verlo ra nte las partidas, que fue necesario ex­
personas poco versadas en el ajed rez, ya traer y reu n i r poco a poco, y Kaspa rov, que
que pa ra los profanos el juego a ciegas es a portó u n n ú me ro enorme d e va ria ntes,
algo m ístico. Vlad ímir Borisovich habla fra nca mente so­
bre sus d udas y preoc upaciones d u rante
Volva mos de nu evo al ajed rez serio y de- el j uego. Explica sus ideas a l lector, dosi-

31 0
Conclusión

fica hábilmente las variantes necesarias, Tras el orden de movimientos habitual


descubre el velo de su preparación con el en la I ndia de Dama con e2-e3 las negras
ordenador, y lo más valioso, en mi opi nión, disponen de vías más prometedoras para
muestra cuándo y cómo utilizó la lógica igualar: no tienen que apresurarse con c7-
para tomar una decisión y cua ndo actuó c5 y pueden empezar con d7-d5. La posi­
de forma i ntuitiva. Para demostrar que no ción resultante en sí misma no es senci lla
hablo sin fundamento, ofrezco un ejemplo para las negras, además ya hay que andar
reciente. Se pu blicó en 64 n.0 1 1 /201 5. Co­ con cuidado. Apa rentemente, Topalov no
menta Vladímir Kramnik. conocía o no recordaba esta variante. Gas­
tó mucho tiempo, aunque reaccionó bas­
tante bien, en la medida de lo posi ble: qui­
zás aquí las negras ya no puedan igualar.
PARTIDA 55
1 o ... 0-0 1 1 �g4 f5
Vladímir Kramnik - Veselin Topalov Está claro que tal movimiento en estruc­
Defensa India de Dama [E14] turas de este tipo no es síntoma de buena
Copa Europa Clubs, Skopie 201 5 sal ud. De hecho las blancas ya tienen nu­
merosa amenazas, una de las pri nci pales
1 d4 tll f6 2 tll f3 e6 3 e3 1 2 ih6 if6 1 3 'W'e4. A la j ugada teórica
principal 1 1 ... tl)f6 sigue 1 2 'W'h4, y a las
«Este esquema de apertura fue una sor­ negras les cuesta desarrollarse. Quizás lo
presa pa ra mi adversario. Solo unos días mejor que puedan pensar es entrar en
antes de nuestro encuentro j ug ué así en complicaciones: 1 2 ... tl)e4 1 3 'W'h3 'W'xd4
el Cam peonato del mundo de ajedrez rá­ 1 4 if4. La teoría no termina aquí; es bas­
pido y blitz en Berlín, y con bastante éxi­ tante complicado meterse en este juego
to; sin embargo, al parecer Topalov no vio sin un análisis previo del ordenador. (Agre­
esas partidas. Comenzó a pensar y eligió go: especialmente después del análisis
un orden de movi mientos erróneo. con el ordenador).
3 ... es 4 j,d3 b6 5 o-o j,b7 6 c4 12 �e2 j,f6
En esta posición las negras ya no tienen Así j ugaron los mejores ajedrecistas, aun­
muchas opciones. que es evidente que las bla ncas tienen
6 ... cxd4 7 exd4 j,e7 8 tll c3 d5 una iniciativa perdurable. Ya no se puede
Hay que jugar así, porque a 8 ... 0-0 sigue llamar aislado al peón d4, porque no es
9 dS, y las blancas tienen una ventaja es­ más débil que el peón e6. Estaba satisfe­
table, como ya ha demostrado la práctica. cho con el resultado de la apertura.
9 cxd5 tll xdS 10 tll es 13 j,c4 ge8 14 gdl

31 1
Conclusión

Ten ía vagos recuerdos de esta posición. tendría que ca pturar en d5.


Recordé que a la principa l 1 4 ... tlJ c6 me 1 7 tll xd5 .ixd5 18 Vlíh5
pareció que lo más interesante era 1 5
tlJxd5 exd5 1 6 f4, ¡una j ugada inesperada!
El alfil no está colgado, y tras, digamos, 1 6
... �d6 1 7 ib3, l a posición d e las negras
es muy desagradable. El caballo en e4 no
ataca nada, las blancas hacen lo que quie­
ren y, probablemente, pasado un tiempo
empezarán a jugar en el flanco de rey. En
b7 el alfil está mal, las blancas tiene una
ventaja posicional clara.
14 ••• tll d7
Debo admitir q ue no recordaba cómo
responder a esta jugada. Tal vez no presté
mucha atención a esta línea, al conside­ Extrañamente, en esta posición a las ne­
rar que era favora ble para las blancas. Es gras ya les resu lta difícil mantener el equi­
evidente que pueden mantener la pre­ librio material. Se amenaza 1 9 igS, y lo
sión casi de cualq uier manera; por ejem­ más importante es que 1 8 ... h6 conduce a
plo, con 1 5 id2. Aun así quería jugar más un final malo después de 1 9 ixh6 gxh6 20
duro. Tras una larga reflexión me incliné �g6+ @fs 2 1 �xh6+ @f7 22 füdS exd5 23
por 15 .ib5, que prácticamente fuerza a las �h7+ @fa 24 �xf5+ �f7 25 ixd7 �xf5 26
negras a jugar 15 .ixe5 16 dxe5 Vlíe7
••• ixf5 füe5 27 id3 gae8 28 @f1 . Creo que
No vale la inmediata 1 6 ... a6 por 1 7 tlJxd5 está ganado técnicamente por las blancas,
axb5 (en caso de captu ra con el alfi l en d5 a unque el ordenador lo esti ma solo con
se queda colgado el peón a6, y captu rar un «más-igual». Los peones avanzan, y no
con el peón es malo desde el pu nto de vis­ veo cómo pueden crear contrajuego las
ta posicional), y aq uí consideré que lo me­ negras, a menos q ue intenten cambiar las
jor era 1 8 tlJf4, sin embargo el ordenador torres por la col umna «C>>, aunque incl uso
muestra el recurso 1 8 ... �c7 1 9 gd6 id5, esto no las garantiza una vida apacible.
y las neg ras, aun estando a la defensiva, en Creo que Topalov debería haber optado
cierto modo se mantienen, y conservan por la continuación activa 1 8 ... tlJxe5. Las
las posibilidades de ta blas. Es más fuerte variantes después de 1 9 ig5 ya las consi­
1 8 tlJ b4, ya q ue en caso de 1 8 ... �e7 1 9 deré cuando pensaba en 1 5 ib5. Vi que la
gd6 las negras empiezan a derrumbarse. atractiva 1 9 ... �b7 20 ixe8 ixg2 pierde
De una forma u otra, yo consideré q ue 1 6 por 21 gd7. También está el recurso tác­
... �e7 era l a continuación principal. tico 1 9 ... if3, un remedio bonito, pero
Aq uí las blancas pueden j ugar sin a pre­ dudoso, ya que tras 20 gxf3 �xgS+ 21
surarse, a unque me pareció que el movi­ �xg5 tlJxf3+ 22 \t>g2 tlJxg5 23 ixe8 füe8
miento de la dama a h5 era la continuación 24 gd7 el final con la torre situada en la
principal. Lo único a lo que, por alguna ra­ sépti ma fila debe estar ganado.
zón, dediqué mucho tiempo para enten­ Por lo tanto es necesa rio retirarse, 1 9 ...
derlo, fue si hacerlo directamente o tras el �f8, y después de 20 ixe8 gxe8 21 gac1
cambio previo en d5, a u nque lo más pro­ el ordenador concede a las blancas una
bable es que no haya m ucha diferencia. Si ventaja bastante seria, y probablemente
a 1 7 �h5 las negras, como en la pa rtida, sea así, a unque las neg ras tienen posibili­
jugasen 1 7 ... g6 1 8 �h6 gec8 1 9 ig5 �f7, dades de ta blas.
entonces, al parecer, tarde o temprano Está también el cu rioso ataque 1 8 ...

31 2
Conclusión

'W'b4!?, que reconozco q ue no vi durante la


partida. 1 9 ixd7 E:e7, y cu riosamente las
negras no pierden pieza, sin embargo las
blancas pueden captu rar el peón de dos
maneras: 20 ixe6+ :gxe6 21 'W'e2 ib7 22
b3 o 20 a3 'W'e4 21 f3 'W'c4 22 ixe6+ füe6
23 'W'xf5 'W'c5+ 24 ® h 1 fü8 25 'W°d3 füe5
26 id2. Prefiero la seg unda va ria nte. En
cualq uier momento se ca mbiarán las da­
mas, y las neg ras tendrá n un final aburrido
con pocas posibilidades de tablas. Es evi­
dente que esto tampoco es una forma de
salir de la situación, a unque debe tenerse 23 b3
en cuenta que la jugada elegida por Topa­ Hice esta j ugada «al toque», sin pensarla
lov es la más fuerte. seriamente. Decidí que tarde o temprano
18 ••• g6 1 9 �h6 tend ría que hacerla. Es muy importante
Quería realmente situar el alfil en f6, pa ra prevenir la maniobra defensiva :gc4, que
crear a menazas. Aunque en e3 ta mbién tiene lugar en muchas posiciones cuando
estaría bien situado, y el rey negro seg ui ría las blancas avanza n el peón «h».
siendo débil. Por ejemplo: 1 9 'W'g5 a6 20 El ordenador indica la posibilidad de j ugar
ixd7 'W'xd7 21 ie3 b5 y después h4, b3, enseg uida 23 :gd3, para crear un ataq ue
sig uiendo el mismo esquema. directo sin perder tiempo. De momento
19 ... gec8 20 �gS �f7 21 �xd7 23 ... :gc4 sería un tiro al aire, pues después
Aquí otra vez podía elegir. Me pareció que de 24 b3 la torre no tiene casi llas disponi­
el alfil en f6 y el ataq ue potencial eran muy bles en la cuarta fila. Sin embargo existe
peligrosos. Se podía conservar la pareja de la defensa 23 ... E:c2 24 E:g3 :gac8 25 h4
alfiles, lo que ta mbién tiene sus ventajas. :gsc4. Aunque con dificultades, las negras
Por ejemplo, 2 1 if4 a6 22 if1 b5 23 b3, y mantienen la posición, y en concl usión la
jugar lentamente esta posición. Sin duda, casilla c4 resulta ser importante. Después
las blancas ejercen presión, sitúan el peón sigue un juego bastante forzado, 26 h5
en f3 y se refuerzan. En algún momento E:g4 27 füg4 fxg4 28 'W'g5 h6 (un recur­
las neg ras cambiarán las damas en la ca­ so algo alocado) 29 'W'xg4 (29 'W'xh6 'W'h7)
silla g7, y será difícil romper su posición. 29 ... g5. La dama se incorpora al juego a
Me pareció que el ca mbio en d7 tenía más través de h7, y probablemente las negras
perspectivas, aunque, como demuestra el tienen todo en orden; todas sus piezas se
análisis, las negras también mantienen las han vuelto dolorosamente activas.
tablas. Por otro lado, el ajedrez general­ Me gusta mucho restringir el j uego del
mente es un juego a tablas, y a menudo oponente, y me pareció que en ese senti­
debes elegir la contin uación que más te do 23 b3 no era mala. A pesa r de la presión
gusta. por la columna «C>>, las negras no disponen
21 ••• �xd7 22 �f6 �f7 de un contrajuego especial. Sin embargo,
Un momento esencial. Las neg ras se ven ahora tienen la posi bilidad de montar la
obligadas a perder un tiempo moviendo defensa con el peón ubicado en h6.
la dama, ya que pierde 22 ... E:c2 (o 22 ... 23 ... �f8 24 �f4
:gc4) 23 füd5! exd5 24 e6. Después de 24 Aqu í dudé. De hecho, la posición es bas­
... 'W'c7 25 e7 la casilla el está defendida, y tante difícil de j ugar, a pesar de la apa rente
las blancas simplemente dan mate. simplicidad y claridad de los planes. Am­
bos bandos tienen que alternar el ataque y

31 3
Conclusión

la defensa. Las neg ras q uieren em prender caso d e que las negras tengan, digamos,
el contrajuego, sin embargo todavía tiene una solución táctica al problema muy con­
que asegura r a su rey. Las blancas quieren creta, como en la varia nte precedente. 24
atacar, pero deben vigilar su segunda fila. ... h6 es una jugada pasiva, pero obligada.
Es difícil rea lizar la elección, a menudo se Después de 2S h4 hay otro movi miento
hace intuitivamente. Si se mira la partida importante, 2S ... .E!cS! Las neg ras, como
como un todo, entonces puede verse que se suele decir, deben ponerse en pie y
hice mi elección a favor de la restricción aguantar. El caso es que es muy difícil
del juego de mi adversario, mientras que romper su posición. Si se preci pitan con
Topalov lo hizo a favor de un contrajuego el contraj uego con la j ugada 2S ... .E!c2, en­
rápido. Aqu í se pusieron de manifiesto las tonces es muy fuerte el sacrificio de cali­
preferencias de esti lo. dad, q ue está constantemente en el aire.
24 �gS tiene una apariencia más acti­ Tras 26 :gxdS exdS 27 :gd 1 �es 28 hS las
va e impide h7-h6, aunque parece que bla ncas tienen un ataque terrible. La torre,
las riegras consig uen poco a poco crear situada en es, previene este sacrificio.
contraj uego: 24 ... :gc2 2S h4 :gac8 26 hS Al término de la pa rtida analicé la posi­
�b4 (precisamente esto es lo que no ción después de 2S ... .E!cS . Como humano
q uería permitir; ahora todo termina for­ mi deseo era no cambiar torres y j ugar
zado en un final de tablas) 27 hxg6 �g4 26 :gd3 :gac8 27 :gad 1 , para mantener el
28 �xg4 fxg4 29 gxh7+ iii x h7 30 :gd4 g3 mayor número de piezas sobre el tablero,
(sacrificio de un seg undo peón) 31 :gh4+ teniendo en cuenta un potencial ataq ue.
cii g 6 32 :gg4+ iii fs 33 :gxg3 :gc1 + 34 :gxc1 Aunque en realidad es imposible adivinar
füc1 + 3S iii h2 :gc2. Y el ordenador empie­ cómo a brirse paso en caso de 27 ... cii h 7
za a escri bir ceros fijos. 28 iii h 2 �f7; no hay ningún plan a la vista.
24 �f4 ralentiza un poco el ritmo del ata­ En consecuencia, curiosamente lo más
que, aunque a cambio impide la activa­ fuerte es el cambio de torres. Digamos, 26
ción de la dama. :gac1 .E!ac8 27 fücS fücs 28 :gc1 iii h 7 29
iii h 2 füc1 30 �xc1 �es 31 �d2 Honesta­
mente, durante la partida consideré que
las blancas pod ían a pretar un poco, aun­
que concluí que eran ta blas fáciles. Des­
pués de analizar, me di cuenta de que el
asunto no era tan sim ple. En realidad las
negras no tienen absol utamente ningún
movimiento: el rey está encadenado al
peón h6, el alfil no puede moverse, por­
que entonces penetra la da ma, y en caso
de a7-aS siempre existe la posibilidad de
«engancharse» mediante J.d8, sin conce­
der el cam bio de damas. En algunos casos,
Qu izás aquí las negras cometieron el úni­ si las negras entregan peón para cambiar
co error en toda la partida (sin contar la damas, pueden l lega r a un final de alfiles
apertu ra, jugada con indecisión), y resulta de distinto color perdido: el rey blanco
ser decisivo. corre hacia el flanco de dama. Aunque pa­
No tenía ninguna duda de que Topalov j u­ rezca raro, hay motivos de zugzwang. Las
garía 24 ... h6, ni siq uiera consideré otras bla ncas refuerza n la posición, f3, cii g 3, y
continuaciones. Me pareció obvio que era en cualq uier momento intentan penetrar
peligroso permitir h4-hS, excepto en el con la dama en el campo negro. Y esta po-

314
Conclusión

sición, probablemente, se puede obtener


con un tiempo extra, con el peón ya en f3.
Por ejem plo, si no se cam bia en es, y se
empieza con la jugada <i!?h2.
No tengo duda de que esta posición pue­
de defenderse con un j uego preciso, sin
embargo a pesar de todo hay problemas
prácticos, no es tan sencillo. Las negras
tendrían que realizar una defensa larga y
pasiva.
En cualq uier caso, era su mejor oportuni­
dad. Creo que Peter Lékó no duda ría en
jugar de esa manera, a unque sospecho humano 30 e6 es mejor, porque cond uce
que incl uso si Veselin hubiera jugado h6, a una victoria forzada en todas las líneas.
después de h4, a pesar de todo, habría Tal vez sea un poco más complicado, no
continuado con :gc2, porque su esti lo no obstante al hacer mi j ugada ya tenía calcu­
se ajusta a :ges. ladas todas las variantes que se enumeran
24 ... gc2? 25 h4 gac8 26 hS a continuación.
Con toda probabilidad la posición negra 30 ... g 3 c7
ya no se puede defender. Resulta que no En este momento Topalov ya había gas­
hay contrajuego real, y el rey realmente se tado casi todo el tiempo que le quedaba.
somete a un ataque muy fuerte. Al parecer, solo aquí s� dio cuenta de que
26 ... 9e8 la j ugada que había planeado, 30 ... :g3c6,
Era algo más lógica 26 ... 'Wfff7, aunque aquí pierde por 3 1 :gd3 füe6 32 :gg3+ <i!?f7 33
después de 27 �d3 :g2c3 28 �ad 1 gxhS la Wff h 6! Cuando vi este recurso, ya estuve se­
posición de las neg ras tam poco sería envi­ guro de la j ugada 30 e6. A pesar de la ca­
diable. Se puede jugar sin apresurarse 29 lidad de más, las negras están indefensas.
<i!? h2, aunque es más fuerte 29 füdS exdS La variante principal es 33 ... füf6 34 Wffg 7+
30 �xdS. La torre es intocable, y las blan­ <i!?e6 3S :ge3+, y las blancas recogen toda
cas tienen un ataque poderoso. la cosecha. El intento de entregar la torre
21 gd3 g2c3 por el alfil, 30 ... Wffg6, tampoco vale debido
Obligado, ya que se a menazaba hxg6 a 31 ixc3 füc3 32 'W!b8+ <i!?g7 33 e7. Solo
hxg6, :gh3. queda la j ugada de la partida.
2s gad1 gxhS 31 gxd5 9xe6
Es evidente que esta era toda la idea. Sal­ Me parecieron muy bonitas, en el lenguaje
tar con la dama a g6, de lo contrario las de los compositores, las va ria ntes con eco:
blancas daría n mate sin prisas. si 31 ... 'W!g6, entonces 32 Wffxc7, y en caso
de 31 ... :ge l + 32 <i!?h2 Wffg 6 33 Wffxc 1 . La to-
Véase el diagrama siguiente rre no puede esca par de la persecución de
la dama.
29 gxd5! 32 9gs+ ©ts
Tan fuerte como natura l. No tenía ninguna Resistía un poco más 32 ... <i!?f7, aunque
duda con esta jugada, no obstante me es­ esto no cambia el asunto: 33 :gxfS :ges 34
forcé y calculé con cuidado las variantes. Wffx hs+ <i!?f8 3S ies+ <i!?e7 36 Wffx h7+ <i!?e8.
29 ... exdS 30 e6 Yo había planeado 37 �gS (el ordenador
Seg ún el ordenador, aún es más senci lla considera que 37 f4 aún es más senci llo).
30 füdS. Valora la posición como comple­ Amenaza :gg8+, y después de 37 ... füeS
tamente ganada por las blancas. Para un 38 W!hS+ con dos peones de más . . .

31 5
Conclusión

33 gxfs
Aq uí «el joven soldado de repente perdió
la cabeza38». El ordenador indica q ue des­
pués de la única 33 ... :§:es 34 �e7+ mes
gana enseg uida 35 fü8+ @d7 36 �xcS, lo
q ue por su puesto es cierto. Sin embargo,
consideré la continuación más seg ura 35
�xcS fücS 36 WfxhS+ @d7 37 gxcS, que
también gana fácilmente.
33 ... g17 34 �h6+ ©es 35 ges fü6

En los apuros de tiempo las negras pusie­


ron todas sus esperanzas en este recurso.
Las blancas tienen varias formas de ganar;
sin embargo, elegí la más elega nte y sim­
ple.
36 �xhS
Las neg ras están atadas por todo el ta ble­
ro y pierden una g ran cantidad de mate­
rial; en este momento Veselin se rindió.
Creo q ue esta partida es buena, interesan­
te, de gra n cal idad, y en esencia solo hubo
un único error».

¡Esti mado lector! En este libro he intenta­


do expresar con si nceridad mi concepto
de entrenamiento y mis opiniones sobre
el ajedrez. Espero q ue haya a prendido
algo nuevo e interesante para usted. ¡Bue­
na suerte en el ajedrez!

Mijaíl Shereshevsky

38 Nota del Traductor. Estrofa de la canción patrió­


tica rusa Allí, más allá del río.

316
ÍN D I C E D E J U GADORES

Las partidas vienen con su número, las posiciones /as clasificamos como [P] y los ejercicios
como [EJ. En negrita cuando juegan con negras.

Adams 54 Dorfma n 50, 5 1 , [P69], [P74], [P75]


Alekhine 5, 40, [P4], [P8], [PS 1 ], [P54], Dvoiris 35
[P57], [P68] Dvoretsky [P70], [El 1
Aleksa ndrov 1 3
Alexa nder [P59] Eh lvest 32
Akopov [P29] Eliánov [P20], [P64]
Anand [P63], [P65], [E3] Eliskases 41
Andersson [P39] Euwe [PS4], [P57], [P68]
Apicel la 28
Arba kov [P37] Fi l i mónov 6
Arlandi [P77] Fischer [P26], [P45]
Averbaj 41 , [P6] Flohr [P44]
Azos [P52]
Gallag her 52
Bagírov [P36], [E4] Gavri kov 1
Ba lashov [P27] Gelfand [ES]
Barcza [P7] Geller 1 7, [Pl 2], [P40], [P84]
Bareev [Pl 9], [P20] Giri [E6]
Barkovsky 25 Glek [P79]
Beliavsky [P50] Gl igorié 1 9
Ben ko [P53] Grischuk [P23]
Bertok 1 7 Gufeld [P61 ]
Bogdanovsky 30
Bologan [P80] Ha uchard [P75]
Bondarevsky [P44] Hoffman [PSS]
Borgo [P77] l l i n sky 23
Botvin n i k 1 O, 1 4, 49, [P6], [Pl 2], [Pl 4],
[P28] Ja ritónov 9
Jismatu l l i n [P24], [P64]
Capa bla nca [Pl ], [P l 6], [P25], [P49] Jólmov [P28]
Carlsen 54, [P23], [P48] Jorobets [P3 1 1
Caruana [P22]
Cvitan [P78] Kaga n 46
Kamsky [P65]
Danai lov 39 Kapengut 2 1
De la Riva 52 Kariakin [Pl 7], [P48]
Didishko [PS] Ka rpov 1 5, 53, [P67], [P72], [P82], [P83]
Donchenko 22 Kasparov [Pl 9], [P66]

317
Índice de jugadores

Kayu mov [P30] O'Kelly 1 8


Keres 1 O, [Pl 3] 011 1 , 2, 33
Kl ine [P25] Onischuk [P78]
Klovans [P6 1 ] Ortueta [E2]
Korchnoi 1 5, [P3], [P72], [P84]
Korzu bov 33, 35, 36, 39, [P4], [PS], [P30], Pa pp [PSS]
[P41 ] Pa rma [P53]
Kotkov [E l ] Pavlenko [P36]
Kovalev [P52] Petrienko 5 1
Kra m n i k 4, 55, [P66], [P8 1 ], [E6] Petrosia n 1 4, [P26], [P7 1 ]
Krasen kov [P58] Petru shin 36
Kuczynski 34 Pfeiffer [P7 1 ]
Ku ligovsky [P62] Pogosiants [E8]
Kupreich i k 32, 37, [P83] Pol ugaievski [P33]
Kuzmín [P60] Pribyl 48
Psajis 3
Lag u nov [P58]
La rsen 49 Rabi novich 5
Lasker [P49] Ragozi n [Pl 6]
La utier [P63] Raicevié 29
Lékó 4 Réti [P43]
Lipn itsky 42 Rivas [P27]
Litvinov 24 Rodstein 47
Lu kov [P21 ] Roizma n [Pl 8]
Romanov 1 2
Maguerramov 37 Romanovsky [P43]
Malájov [ES] Rozenta lis [P80]
Malisa uskas [P79] R u binstein 40
Mamedya rov [E7] R u kavi na 1 6
Marshall, E. T. [P59] Ryskin 34
Maryasin 26, [P41 ]
Matlakov [P73] Saidy [P45]
Miezis 8 Samisch [P8], [P5 1 ]
Mijalevsky [Pl 8], [P29] Sanz [E2]
Mochalov 3 1 Sa rbay 45
Moi seev [E4] Semkov [P2 1 ]
M u rad l i [Pl 5] Shereshevsky 20, 2 1 , 22, 23, 24, 25, 26,
M u rshed 50 27, 28, 29, 30, 3 1 , 38, 43, 44, 45, 46, [P34],
[P35], [P37], [P38], [P46], [P50]
Népom niaschi [P8 1 ] Shírov [E3]
Nesterov [Pl 5] Sidorov 42
N i mzowitsch [P l ] Smi rnov [P34]
N isipea nu [P22] Smyslov [P40], [P42], [P76]
Novíkov 9 Sokolov 2
N u n n 48, [P2], [P3], [P62] Son [P3 1 ]
Spassky [P32], [P56], [P67]
Quinteros 1 9 Sves h n i kov [P60]
Svíd ler [E7]

31 8
Índice de jugadores

Szabó [P7]

Ta h l [Pl 4], [P56]


Taimánov 1 6, [P70]
Ti mofeev [P24]
Ti moshenko [P38]
Ti mman 53, [P39]
Tivia kov [P69]
Tolnai 3
Topalov 55
Torre [P32], [P82]
Tu kmakov [P35]

U h l m a n n [P76]
U lvestad 1 8
Unzicker [Pl 3]

va·iser [P74]
Vag anian [P46]
Vasiukov [P33]
Veremeich i k 43

Wang Yue [Pl 7]


Wei Yi 47

Yakoven ko [P73]
Ya kunovich 7
Znosko-Borovsky [P4]
Yuferov 27
Yurtaev 38
Yussu pow [P2]

Zazhogi n 6, 8, 7, 1 1
Zel kind 44
Zheliandi nov 20
Ziatd i nov 1 3
Zi u lev 1 1 , 1 2

31 9

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