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El cuadro de enfermedades profesionales publicado en el Real Decreto 1299/2006 no recoge

las enfermedades relacionadas a riesgos psicosociales (como el estrés laboral o el burnot),


junto a algunas patologías músculo-esqueléticas y problemas de la voz, que originan un
número elevado de bajas médicas, especialmente en la enseñanza.

La no incorporación del estrés como enfermedad profesional pese al elevado número de bajas
que ocasiona ha sido considerado por muchos expertos en el área como una terrible omisión,
pues sus factores son muy diversos y obedece a múltiples causas que deben dar lugar a
considerarse como factores de riesgo y por tanto, es necesario adoptar medidas de prevención
de acuerdo con lo previsto en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. En este sentido,
algunas sentencias en distintas instancias judiciales han establecido que las enfermedades
psicológicas que tengan su causa en enfermedades que sí están listadas como profesionales,
deben compartir asimismo esta naturaleza.

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, tal como recoge en su artículo


publicado en ​Cuarto Poder​ Alamillos, A. (2018): ​“Para 2020 la ansiedad será la primera causa
de baja laboral en España (...) En la actualidad, se estima que cerca del 40% de los españoles
padecen o han padecido trastornos de ansiedad o depresión, de los cuales cerca del 57% lo
asocia a causas relacionadas con el trabajo o el precariado. Según un estudio de la Sociedad
Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés, los problemas laborales son los que más
estrenan y cronifican el estrés, en un 43,3%.”

En comparación, señala también el artículo, apenas un 41% de las personas con ansiedad
perciben la necesidad de recibir tratamiento. Además, la ansiedad es, según admiten los
expertos médicos, una enfermedad infradetectada.

Más preocupante es aún que los crecientes casos de ansiedad relacionados con el trabajo no
son contabilizados como enfermedades laborales, pues como nuestro sistema de prevención
de accidentes y enfermedades profesionales no contempla las de origen psicosocial, no hay un
registro y la mayoría de los casos son tratados por la Seguridad Social. En este sentido ha
advertido el Secretario de Salud Laboral de ​CCOO​, Linares, P. (2018): ​“Hay una traslación de
lo que son realmente daños a la salud producidos en el ámbito laboral que, sin embargo, se
están tratando en los sistemas públicos de salud. Normalmente quien tiene un problema
asociado a la ansiedad, de carácter más psicológico, se están tratando en el sistema público y
por tanto no se declaran en el sistema de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales”.

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