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Ideas fundamentales
• La visión clásica de la empresa afirma que esta debe enfocarse en obtener la mayor utilidad
posible.
• La rentabilidad de las ventas y la de los activos son indicadores confiables de la generación de
utilidad.
• Las empresas son sistemas dinámicos cuyo desempeño es evidente en la interrelación de sus
procesos.
• Una empresa es un “Círculo de Generación de Valor” que ofrece productos o servicios con una
mejor propuesta de valor.
• Un buen empresario centra su visión en lograr la mejor rotación de activos.
• La “Rentabilidad del Patrimonio” indica a los dueños la rentabilidad de su inversión.
Resumen
Rentabilidad y utilidad
La economía clásica considera que las empresas son agentes del mercado dependientes de la
competencia y sus leyes. Dentro de esta concepción la actividad empresarial oferta productos y
servicios con la finalidad de obtener la mayor utilidad posible. ¿Cómo consigue esto?
Enfocándose en reducir los costos y gastos para ofrecer un precio más atractivo que el de su
competencia.
“Las utilidades son un indicador global, muy importante por cierto, pero
fundamentado en la concepción de la empresa como una especie de caja negra”.
La utilidad es resultado de restar costos y gastos del total de ingresos. Sin embargo, este dato
por sí solo no ayuda a analizar a fondo una empresa, no dice nada importante sobre la manera
en que se lograron los ingresos ni sobre cómo podría mejorarse la venta y producción. No es
posible determinar acciones para mejorar el desempeño y los resultados.
“Las rentabilidades son unos indicadores más significativos que las utilidades para
medir el desempeño de la empresa. Miden la capacidad de sus procesos o de sus
recursos para generar utilidades”.
Para que las utilidades sean significativas y útiles para analizar a la empresa, se les debe
vincular con alguno de los procesos de producción, distribución o venta. De esta manera es
posible medir la capacidad específica que tiene ese proceso para la generación de utilidad. El
dato que se obtiene de dividir el total de utilidades entre el total de ventas es la “Rentabilidad
de las Ventas”. Este dato permite comparar el rendimiento de las ventas entre dos empresas
que obtuvieron la misma utilidad, pero con un volumen diferente de ventas. También es muy
útil para comparar el desempeño de empresas que compiten entre sí, pero también es
importante para analizar el rendimiento de empresas de distintos sectores.
“Los procesos que se desarrollan dentro de la empresa deben entenderse como una
permanente transformación e intercambio de activos”.
Empresa y sistema
¿Cuántos procesos se desarrollan dentro de una empresa? Es posible considerar tres procesos
básicos:
“La Rentabilidad del Patrimonio es el indicador más relevante para los dueños de las
empresas, porque mide la rentabilidad de los recursos que ellos han invertido”.
La “Rentabilidad de los Activos” surge de la relación que existe entre las utilidades y el total de
activos empleados en su generación. Con ella se mide la capacidad de la empresa para obtener
utilidad a partir del empleo que hace de sus activos. Es una medición objetiva de los resultados
conseguidos por los gestores en cuanto a la productividad de los recursos empleados en todos
los procesos.
“El empresario requiere de un tercer reporte financiero que muestre las rentabilidades
de sus ventas, de sus activos y de su patrimonio”.
La “Rotación de los Activos” surge de la relación que existe entre el monto de activos y el total de
ventas. Con ella se mide el empleo de activos en la generación de ventas. Además es un
“El verdadero juicio sobre el desempeño de la empresa solo puede hacerse cuando se
compara con los indicadores de sus rentabilidades de periodos anteriores”.
“La fuente de la ventaja competitiva está en el más tangible e importante de los recursos:
las personas. Con sus actitudes y aptitudes emprenden las acciones con la que se
construyen las estrategias”.
El “Desempeño Estratégico”
Hay tres fuerzas que se vinculan de diferentes maneras: la “Rentabilidad de las Ventas”, la
“Rotación del Patrimonio” y la “Rotación de los Activos”. Toda empresa es un sistema que
evoluciona a través de la interacción de estas fuerzas, que son las que generan los resultados
de todos sus procesos. Para analizar el desempeño empresarial es imprescindible observar
las relaciones entre estas fuerzas y los dos principales indicadores del desempeño
empresarial, que son la “Rentabilidad del Patrimonio” y la “Participación Patrimonial”.
1. “La perspectiva del largo plazo” – Aceptar la evolución de una empresa implica aceptar
también que los resultados son producto del tiempo y de los procesos, y que medir los
resultados debe considerar la evolución de los mismos. Es indispensable comparar
resultados de al menos dos etapas. Si estas están muy cercanas temporalmente la perspectiva
que se obtiene es de corto plazo. Pero si se comparan dos periodos con varios años de por
medio la perspectiva que se obtendrá será de largo plazo. Si se observa una constante en los
últimos cinco años es altamente probable que esta situación no cambie, que requiera
cambios rotundos para mejorar.
2. “La perspectiva de la incertidumbre y el riesgo” – Considerar al tiempo es aceptar la
incertidumbre futura, que contrasta con la certeza contundente del pasado. El “Cuadro del
Desempeño Estratégico” refleja solo la realidad, los frutos de las acciones realizadas. Por eso
ayuda a aprender del pasado para no repetir errores y permite vislumbrar escenarios que se
avecinan si se mantiene una tendencia. Sin embargo, no profetiza nada, el futuro se
mantiene incierto y con riesgos.
3. “La perspectiva de los procesos y sus estrategias” – La “Rentabilidad de las Ventas”,
así como la “Rotación de sus Activos y de su Patrimonio” generan los dos indicadores del
desempeño empresarial: la “Rentabilidad del Patrimonio y de la Participación Patrimonial”.
Por eso hay una estrecha relación entre ambos indicadores y los resultados, tanto de las
estrategias como de los procesos.
4. “La perspectiva de la gestión estratégica” – La coordinación de los procesos de una
empresa es clave para su desempeño. Las empresas son sistemas complejos en los que las
relaciones de sus procesos no son sencillas ni lineales. Por eso ninguno de sus componentes
mejora su desempeño independientemente de los demás. La coordinación entre todos
permite la consecución de los más altos resultados y con ello crea la ventaja para competir.
Los responsables de la gestión estratégica deben monitorear resultados en cada proceso,
compararlos con los que se esperaban, analizar las diferencias entre ambos e integrar
innovaciones que permitan un mayor acercamiento a las metas deseadas.
5. “La perspectiva de las acciones de las personas” – Toda empresa depende de lo que
hacen sus integrantes, la calidad de las acciones humanas determina su evolución. Por esto
es fundamental el compromiso que las personas tienen para mejorar individual y
colectivamente. Solo así se logra la eficiencia en empleo de recursos en las sinergias producto
La medición más adecuada del desempeño estratégico de una empresa se realiza a través del
estudio de la evolución de sus dos principales indicadores: la “Rentabilidad del Patrimonio” y la
“Participación Patrimonial”. Gracias a estos es posible conocer la salud de la estrategia seguida
por la empresa.
Sobre el autor
Alfredo Ceballos Ramírez es doctor en administración por Harvard, profesor y empresario.
Tiene más de 40 años de experiencia en formación y asesoría en negocios.