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Bachianas Brasileiras nº 5
Como su título lo sugiere, las nueve Bachianas, compuestas entre 1930 y 1945,
tienen como fuente de inspiración a Johann Sebastian Bach en novedosa amalgama
con la herencia brasileña del compositor. Se trata de un conjunto de obras
singularmente variadas, tanto en su aspecto formal como en la disposición
instrumental. La Bachianas Brasileiras nº 5 es la más famosa del ciclo, para soprano
y conjunto de ocho violoncelos. Del primero de ellos la cantante Victoria de Los
Angeles grabó en los años 60 una versión que hoy es legendaria y que consiguió
para la pieza su hasta hoy innegable popularidad.
La Bachiana compuesta en 1938 se divide en dos partes: el Aria (Cantilena) y la
Danza (O Martelo).
El Aria, con una estructura simétrica, comienza con la vocalización de la soprano y
el chelo, duo que es acompañado del resto de violonchelos en pizzicato.
La segunda parte, Danza, también con una disposición simétrica, es mucho más
agitada, y la voz del soprano imita el canto de los pájaros, inspiración de esta danza.
La Danza es un allegretto, con una sección central più mosso. Si el Aria es de una
gran dificultad técnica para la solista, exigiéndole además una gran capacidad
expresiva, este Martelo de loca alegría exige una cuidadísima dicción, dado lo
endiablado de la letra, con su atropellada enumeración de varios tipos de danzas
brasileñas. Consciente de ello, Villa-Lobos concede catorce compases de respiro a
la soprano entre “Para recordar el Cariri” y la sección final del poema.