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1.

Noción de Ética

La Ética (del griego “ethos”, costumbre) es una disciplina que forma parte de la
Filosofía. Por ello, no debe confundírsela con la doctrina religiosa con la que
frecuentemente se la relaciona -la cual no obstante “utiliza” los principios éticos-.

El objeto de la Ética, también llamada Moral –aunque el término Ética se aplica


mejor a la ciencia teórica, y Moral a cómo poner en práctica la Ética- , es determinar cuál
debe ser la conducta que debe seguir el ser humano para “realizarse” o alcanzar su Fin
último, su propio Bien. Por esto, la Ética depende de la Antropología Filosófica, disciplina
a la cual le compete determinar cuál es este Fin último de la naturaleza humana, y al cual
debemos aspirar. Para algunos filósofos es la Felicidad (por ejemplo los epicúreos,
seguidores de Epicuro), para otros es el Bien honesto (kantianos, partidarios de Inmanuel
Kant), o la contemplación espiritual del Sumo Bien (aristotélicos o tomistas, de Aristóteles
y Santo Tomás respectivamente).

Este Bien para el cual el ser humano existe, que ha de estar implícito en su propia
naturaleza, nos sirve también para iluminar el camino por donde debemos transitar; es
principio y final, objetivo y motivación. Tal camino o medio para llegar al Fin=Bien es el
que debe descubrir la Moral.

2. La conducta ética y la vida virtuosa

Así, la forma de conducta que nos descubre y sugiere la Ética, es imprescindible


para todo ser humano que busque alcanzar el sentido de su vida. Toda actividad humana,
en cuanto voluntaria o libre, debe conformarse a los principios o valores morales, para que
sea propiamente humana, para que no eluda o deje de lado su naturaleza y le permita
realizarse como tal.

Estos principios o valores se nos presentan en la llamada “conciencia moral” o


aptitud para comprender y distinguir lo que es bueno o malo. Esta conciencia, como toda
aptitud humana, debe actualizarse o incentivarse en la relación social. Por esto son tan
importantes las enseñanzas que obtenemos del medio social en que vivimos (padres,
educadores, amigos, medios de comunicación…).

Esto no significa que los valores morales dependan de cada grupo social humano,
o que lo bueno y lo malo sean relativos a una época o a un espacio social. Sostener el
relativismo moral, o que lo bueno o malo en una época o lugar puede no serlo en otra u
otro, implica afirmar que la Ética no existe, como no existiría la Matemática si el resultado
de 2 + 2 dependiera de quien realiza los cálculos.

Lo que puede variar son las valoraciones, no los valores. El valor de la lealtad, por
ejemplo, puede ser interpretado de diversas maneras según los
grupos sociales o las personas, o según la época; alguna de esas interpretaciones será la
verdadera o estará más cercana a la verdad, o se le dará mayor o menor importancia a
este valor, pero la lealtad es valiosa siempre y universalmente.

Los valores, a su vez, tienen su jerarquía. Por eso en algunas circunstancias es


éticamente conveniente conducirse de una manera, y quizás de manera inversa en otras
situaciones, para resguardar esta jerarquía. Por ejemplo, ante una inminente amenaza de
muerte, es éticamente válido matar en defensa propia (el valor de la propia vida es aquí
superior al valor de la vida de otra persona). Pero para salvar la vida de otra persona, es
de una jerarquía ética superior arriesgar mi propia vida (en este caso, la vida de otra
persona se considera más valiosa que la propia vida, porque el valor espiritual del amor a
los demás se ubica por encima del valor vital de la conservación individual).

3. La necesidad de la ética

La vida humana no es, sino más bien, debe ser.

El animal o seres inferiores de la naturaleza, se guían para actuar por lo que le


dictan los instintos. Estas tendencias instintivas le indican de manera inconsciente o
automática lo que debe hacer ante las distintas situaciones que le presenta la vida, y será
“feliz” en la medida que pueda satisfacer dichas tendencias.

El ser humano también posee diversas tendencias o impulsos instintivos, los


cuales le ayudan asimismo a resolver circunstancias variadas en su vida, para lograr la
supervivencia propia –de cada individuo en particular- y de su especie. Sin embargo,
estas normas instintivas resultan insuficientes para el ser humano. En nuestra vida rigen
también otras normas que exigen su cumplimiento, y que son naturales o propias de
nuestra naturaleza, la cual incluye el conocimiento racional, la voluntad y la libertad. Son
como “segundos” instintos o tendencias superiores. Se trata de las normas éticas o
morales.

Las normas éticas nos indican cómo debemos actuar con nosotros mismos, con
nuestros semejantes y con toda la realidad. Nos ayudan a obrar bien, y su cumplimiento
nos hace sentir bien. Pero tal cumplimiento depende de cada uno de nosotros, porque
podemos seguir o no estas normas, a diferencia del animal que inexorablemente aplica
sus instintos. Por otra parte, si bien estas normas son naturales al ser humano, se cultivan
en la interacción social o con sus semejantes, y por esto habrá personas que, al no
aprenderlas debidamente en su relación social, no las reconozcan ni las apliquen.

De esta manera, cada ser humano construye consciente y activamente su propia


vida, sirviéndose de las pulsiones instintivas –a las cuales puede incluso refrenar o
controlar- y de los valores o normas éticas, propias de una naturaleza superior.
Contrariamente a los seres no personales o sin razón, la persona humana puede o no
alcanzar el objetivo de su vida, aún disponiendo
de todas las posibilidades para hacerlo, porque tiene la facultad y la necesidad de elegir
su destino. Y no alcanzará el objetivo de su vida, en cuanto humana, quien no cumpla con
los imperativos morales.

4. La declinación de la moral

Desde los comienzos de su existencia en la Tierra, la humanidad se


ha multiplicado notablemente y adquirido enormes adelantos científicos y tecnológicos.
Sin embargo, tales progresos no han sido parejos con el desarrollo de los valores éticos.

No podríamos afirmar con certeza si en nuestra época existen o no


mayores violaciones a los principios éticos o las normas morales. Como afirma Paul
Claudel, “sería ingenuo abrumar a un presente detestable bajo la inocencia de un pasado
embellecido por su ausencia”. Actos inmorales como crímenes, egoísmo, promiscuidad,
corrupción, injusticia, intolerancia, sucedieron en todas las épocas. Lo triste es que
todavía siguen sucediendo, y a veces de una manera que espanta al ser más vil. No se
advierte, entonces, progreso humano importante en el aspecto ético.

Quizás hoy, por el desarrollo de las comunicaciones, estamos más


advertidos de tantas conductas éticamente incorrectas. Basta observar la distancia
inmensa que separa a unos de otros, en cuanto al acceso a tales adelantos tecnológicos y
a los bienes de consumo y servicio (salud, educación, seguridad, etc.). O los odios
inveterados en algunos grupos o comunidades contra otros, y que día a día producen
crueles matanzas y atropellos de los derechos más elementales. Tanto es así que
seguimos pendientes de la posibilidad de una catástrofe universal producida por el
hombre mismo, como consecuencia del enorme poder de destrucción que poseen
precisamente algunos de esos grupos.

Por esta razón debemos tomar conciencia de la necesidad de darle


importancia a los valores o principios morales, y de cumplimentarlos en cada uno de
nuestros actos. Junto al reclamo por sus violaciones, deberemos evidenciarlos en nuestra
conducta individual y comunitaria, como única manera de llegar a ser lo que debemos
ser.
Desde un punto de vista se observa y se sabe que la ética se relaciona con otras ciencias
que estudian, desde diversos ángulos, las relaciones y el comportamiento de los hombres
en sociedad, que proporciona datos y conclusiones que contribuyen a esclarecer el tipo
peculiar de conducta que es la moral.

Toda ciencia de comportamiento humano, o de las relaciones entre los hombres, puede dar
una aportación provechosa a la ética como ciencia de la moral. Por ello, también la teoría
del derecho puede aportar semejante contribución en virtud de su estrecha relación con la
ética ya que una y otra estudian la conducta del hombre como conducta normativa.

Relación de La Ética con otras Ciencias

 ·         Relación de la Ética con la Psicología. La Psicología se parece a la Ética en


cuanto a que también estudia los actos humanos, pero ésta los explica en el aspecto
del hecho y la Ética solo se interesa en las normas de derecho de ese acto, es decir
la psicología solo estudia el acto como objeto material, el por qué ocurre. La Ética en
cambio estudia la bondad o maldad de dicho actos y dicta normas de cómo deben
estos.

 ·         Relaciones entre la Ética y la Sociología. La sociología surgió en el siglo XIX


gracias a las aportaciones de Augusto Comte y de Karl Marx. Estudia el
comportamiento del hombre en forma global, es una ciencia de hechos, mientras que
la Ética es una ciencia de derechos.

 ·         Relaciones entre la Ética y el Derecho. El derecho es un conjunto de normas


que rigen la conducta humana y en esto se parece a la Ética

·         Relaciones entre la Ética y la Economía. La Economía es la ciencia que trata de la


producción, distribución y consumo de los bienes materiales. La Ética tiene mucho que
hacer en el campo de la Economía.

·         Relaciones entre la Ética y la Pedagogía. La Pedagogía es el estudio de la educación, el


significado de la palabra educación proviene del vocablo educere, que significa conducir,
guiar y también sacar hacia fuera, desarrollar lo que está implícito. También consiste en
lograr que una persona haga, por sí misma, lo que debe hacer. En sí la educación es una
disciplina que complementa a la Ética y viceversa. La Ética dicta que es lo que hay que
hacer, en tanto que la educación muestra el modo en que podemos lograr lo propuesto por
la ética. La educación es un arte en tanto que la Ética es una ciencia.

·         Relaciones entre la Ética y la Metafísica. La Metafísica contiene el fundamento de toda


ciencia; ella nos dice tienen tanta validez la matemática y la física, la Psicología y la Ética
por supuesto.

·         Relaciones entre la Ética y la Teología. La Teología en este caso la teología Moral trata
de la valoración moral de los actos humanos, mismo tema que el de la Ética, pero esta
última utiliza la razón como instrumentos de su estudio y la Teología Moral además de la
razón utiliza los datos de la fe como la Biblia y fuentes afines.

·         Relaciones entre la Ética y la Religión. La religión es la relación entre el hombre y Dios.


Es un contacto íntimo de la persona con un Ser infinito, del cual procede y ante el cual
puede ponerse gratificante y reconfortante.

Conclusión

Estas ciencias trabajan de la mano una con la otra porque la ética actúa en el individuo
propio y la moral va a regular de esta manera sus actos, es decir catalogarlos si son
positivos o negativos para la sociedad. Cabe mencionar que la ética es una de las
principales ramas de la filosofía porque contiene en ella mucha reflexión, análisis y
razonamiento de nosotros mismos es por ellos que decimos que comienza con nuestros
actos y después es visto en los actos de los demás.
Es por eso que no cabe la menor duda que por el lado que se dirijan las personas, en
cualquier desempeño laboral siempre vamos a tener por un lado a la ética ya que es la que
no regirá siempre tomando las decisiones correctas y actitudes ejemplares.
La ética nos ayuda a comprender porque el ser humano actúa de tal forma o para saber
cuáles son sus dimensiones; la dimensión ética es aquella que forma al hombre en
principios y virtudes morales, en la responsabilidad de sus actos, en proyección a la
comunidad, en la construcción de una sana convivencia para alcanzar una cultura de paz,
tolerancia y respeto para mejorar la realidad actual, para aceptarnos unos a los otros.

Actividades:

1. Lee detenidamente el material y realiza:


2. Define: ¿Qué es la ética?
3. ¿Cuál es el objeto de la ética?
4. Explica la necesidad humana de practicar la ética
5. Observa el siguiente link https://www.lifeder.com/tipos-de-organizadores-
graficos/ y realiza:
6. Un templo del saber sobre ética y su relación con otras ciencias

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