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Universidad del Azuay

Facultad de Diseño, Arte y Arquitectura

Carrera de Creación teatral

EL ARTE Y LA FILOSOFÍA DE NIETZSCHE,


DERRIDA Y FOUCAULT

Autora:

Gabriela Méndez Fárez.

Director:

Jaime Garrido.

Cuenca – Ecuador

2020
El arte y la filosofía de Nietzsche, Derrida y Foucault

El arte al igual que la filosofía trata aquellos temas profundos y esenciales para la vida, estas dos
disciplinas se entrelazan constantemente una con la otra. Ya que, ambas nos permiten cuestionarnos y
buscar respuestas, muchas veces inconclusas; a la existencia, el ser humano, el universo, Dios, y demás
cuestiones que siempre conciernen a la humanidad. Por ello, ahora analizaremos brevemente algunas de
las teorías filosóficas de 3 destacados filósofos y su relación directa con el arte. Primeramente, nos
enfocaremos en la obra “El nacimiento de la tragedia” (1872), de Nietzsche quien nos habla de dos
conceptos opuestos y a la vez complementarios que son lo Apolíneo y lo Dionisiaco, y de cómo estas dos
ideas se encuentran correlacionadas en el arte. Mientras, lo Apolíneo es la apariencia, la estructura, la
armonía y el orden que se puede encontrar en una escultura griega. Lo Dionisiaco es el desorden, la
intuición, el descontrol y el instinto que encontramos en la música popular griega. Sin embargo, esto no
significa que la música o la escultura no puedan también tener algo del concepto contrario al que se las
asocia. Puesto, que la lucha y la convivencia constante entre estas dos figuras son en realidad, de acuerdo
a Nietzsche, lo que permite el origen del arte y más específicamente el nacimiento de la tragedia. Y es que,
para los griegos, la existencia y la vida en si son bastante duras, ya que en realidad sabemos muy poco del
porque y para que estamos en el mundo. Por ello, una forma de soportar todo esto es gracias a la figura de
los dioses del Olimpo y más específicamente a la figura de Apolo, el dios del conocimiento, la lógica y la
razón. Este dios es en realidad un sueño, una apariencia que permite que nuestra “realidad” sea más
soportable. Es decir, representa a la organización humana del mundo donde cada uno de nosotros cumple
diversos roles ficticios, dictados por la sociedad, como, por ejemplo: el rol de hijos, estudiantes, padres,
maestros, trabajadores, ciudadanos, etc. Este velo de maya, como lo llama Schopenhauer, recubre nuestra
realidad y nos vuelve “seres racionales”. Por el contrario, Dionisio el dios del vino, los excesos y la
embriaguez representa aquellos estados donde el ser humano se reduce a sus pasiones e instintos hasta
llegar a ser uno con la naturaleza, olvidándose de sí mismo y de su racionalidad. El choque de estas dos
fuerzas es para Nietzsche, el verdadero arte que combina la musicalidad y descontrol dionisiacos con el
velo y la armonía apolínea. Personalmente, estas dos fuerzas adquieren sentido para mí en la
improvisación del contact, donde el respeto y la escucha hacia el cuerpo de mi compañero se
complementan con la intuición y el instinto de la improvisación y el movimiento. Allí en ese espacio, se
desagarra el velo de maya y se destruye el principio de individuación permitiéndonos encontrar el éxtasis
de acceder a lo metafísico, rencontrándonos así con la naturaleza. Ahora, nos enfocaremos en Jacques
Derrida y sus teorías postestructuralistas que llegan a cuestionar el pensamiento racional occidental a
través del análisis del lenguaje y la escritura. Para Derrida, el mundo se articula en oposiciones o en lo que
él llama “la metafísica de la presencia”, que consiste en los conceptos de presencia y ausencia. Es decir,
que mientras más presente este una idea pues más verdadera se la considerará y mientras más ausente sea
pues no se la estudiará, valorará o se la tendrá en cuenta. Como podemos ver estas oposiciones, contrarias
a las oposiciones de Apolo y Dionisio, no se complementan una a la otra. Sino que definen completamente
nuestra vista “obtusa” del mundo que nos rodea. Por ejemplo, es común que los héroes que se nos
presenten en el teatro sean de sexo masculino como Hamlet o Segismundo. Mientras, que las heroínas
muchas veces brillan por su ausencia. Sin embargo, lo que Derrida desea destacar con este precepto es que
justamente todas estas ideas que tenemos del mundo, no son más que interpretaciones y que debemos
mirar más allá, sospechando de lo que se nos presenta, y deconstruyendo nuestra visión y nuestra realidad.
La deconstrucción es una estrategia que nos permite acceder a diversas realidades y a afirmar nuestra
identidad, ya que el concepto de algo no tiene que ver con si mismo sino con su opuesto. Un ejemplo de
deconstrucción en el arte, es la película “Historia de un matrimonio” donde no solo hay una refrescante
visión sobre el matrimonio que va más allá del idilio romántico, sino que contrario a la tradición
encontramos un personaje masculino que sufre por la disolución de su matrimonio y un personaje
femenino que florece con la separación. Por último, tenemos las ideas de Foucault quien cuestiona
completamente la realidad y la sociedad. Para, este filosofo el poder está presente en todas las relaciones
humanas, sin excepción. Por ejemplo, en el clown tenemos al payaso blanco y al augusto, claramente el
primero es el que ejerce el poder y el segundo el que sigue su liderazgo. El clown es por supuesto, aquellas
actitudes viscerales de nuestra vida diaria, representas en mayor escala en el escenario. Por lo tanto, el
poder no es ni bueno ni malo en sí, sino que es un elemento que todos ejercemos y resistimos en nuestra
cotidianidad. En sí, para Foucault el poder no es más que una estrategia de control y vigilancia que tiene
una estrecha relación con el saber. Es decir, que para que cierto grupo pueda ejercer el poder este deberá
establecer que es la verdad absoluta. Pero para mantenerse en el poder esta “verdad” deberá ser
implantada en aquellos a ser controlados de forma que defina lo que es correcto e incorrecto. De esta
manera, la propia sociedad se auto regula, en lo que Foucault llama un proceso de normalización y el
grupo que ejerce el poder permanece ejerciéndolo sin necesidad de reivindicar su poder continuamente, ya
que sus subyugados lo hacen por él. Sin embargo, el poder no es algo estático y existe una fuerza que se
opone a él, la resistencia. Esto lo observamos, en la obra de Lope de Vega “Fuenteovejuna” donde la
resistencia del pueblo al abuso de poder del Comendador logra que se haga justicia. Por tanto, las
relaciones de poder pueden cambiar constantemente, tal como lo establece Foucault. Como hemos podido
observar, el arte aborda diversos preceptos filosóficos en su creación, desarrollo, justificación y existencia.
Por ello, representa una de las formas más simples y directas de acercarse a la filosofía ya que los
cuestionamientos filosóficos son como una llama de creatividad para el arte.

Bibliografía:

 Nietzsche, 1872“El nacimiento de la tragedia”


https://www.academia.edu/8591664/El_nacimiento_de_la_tragedia

 Rocca, V. A. 2016 “Derrida: Deconstrucción, Difference y Diseminación, una historia de


parásitos, huellas y espectros.”

 Ávila-Fuenmayor, Francisco “El concepto de poder en Michel Foucault”, Telos, vol. 8, núm. 2,
mayo-agosto, 2006, pp. 215-234. Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacín. Maracaibo,
Venezuela

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