Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Guillermo de Ockham
Guillermo de Ockham
ISSN: 1794-192X
investigaciones@ubscali.edu.co
Universidad de San Buenaventura
Colombia
Revista Científica Guillermo de Ockham. Vol. 8, No. 1. Enero - junio de 2010 - ISSN: 1794-192X - pp. 183-195 183
Edward Javier Ordóñez
el sufrimiento lo hizo merecedor del Premio lo más rápidamente posible una condición
Nobel, al respecto expresa: incompresible (Camus, 1942 [b]).
¿Cómo podría un hombre joven, rico en La muerte voluntaria resulta impactante
dudas únicamente y cuya obra está todavía para el espectador y desestima la posibilidad
en elaboración, acostumbrado a vivir en la de hallar un sentido en la vida. Las razones
soledad o entre unos pocos amigos, enterarse para tal decisión podrían ser innumerables,
sin cierto pánico de una decisión que lo pero ninguna de ellas justifica el abandono
colocaba súbitamente, solo y reducido a de la realidad y de la vida. El suicidio es
sus propias fuerzas, en el centro de una luz incomprensible, la vida es perecedera y es
intensa? ¿Con qué ánimo podría recibir este imposible evitar la infinitud del ser la finitud
honor en el momento en que, en Europa, del ser humano, pero la cuestión es diferente
otros escritores, entre los más grandes, se ven cuando se trata del suicidio. La mayoría de
reducidos al silencio? (Camus, 1958). las discusiones sobre el trabajo de Camus y su
obra se centran en el absurdo, lo que significa
Frente a la complicada situación política
y cómo se manifiesta de diversas maneras
de su época, Camus defendió su posición
en la vida humana. El absurdo identifica a
filosófica y política sin temores. Rompe
Camus y su obra; de allí se muestra interés
con sus relaciones más cercanas debido a su
por dedicarle un espacio al suicidio, con
pensamiento filosófico y político y asume la
base en la línea del pensamiento camusino
soledad y la miseria que circunda a quienes
no sin antes considerar la muerte como
se rebelan contra los sistemas económicos,
aspecto tratado por Camus en sus obras y
políticos y sociales que predominan en un
experimentado en la vida real.
momento dado. Su largo vínculo –desde su
juventud– con Sartre finaliza, según Navarro Sobre el suicidio es pertinente invitar a
(2004), a causa de su rechazo por los asesi- Durkheim, quien en su texto El suicidio, nos
natos del Stalinismo, pues era más fuerte su ofrece una definición objetiva, así:
aprecio por el ser humano y el respeto por
la vida. […] como toda muerte que resulta mediata
o inmediatamente de un acto positivo o
Camus se destaca como exponente del negativo realizado por la misma víctima”
absurdo, que define como el motor de la e incluye los eventos accidentales, y aclara:
acción del hombre, que lo invita a la rebeldía “Hay suicidio cuando la víctima, en el
y se manifiesta en la creación y la grandeza momento en que realiza la acción, sabe con
del ser humano. En este sentido resulta de toda certeza lo que va a resultar de ella.
interés plantear la posición de Camus con (Durkheim, 1994)
respecto al suicidio, que rechaza enfática-
mente, no por convicción moral y religiosa Luego de estudiar y clasificar el suicidio,
sino porque niega el valor y el sentido de la Durkheim plantea que el suicidio nada tiene
vida. El hombre no debe evadir la realidad, que ver con la locura en términos psicopa-
huir de ella. Para Camus el suicidio debe ser tológicos ni con alteraciones propias de la
siempre la última salida. Al respecto comenta psiquiatría; por el contrario, el suicidio es
en El mito de Sísifo: reflejo de un acto “planeado”, con un orden
y secuencia que no caben en las alucinaciones
Morir voluntariamente supone que se ha re- o delirios. Igualmente descarta las relaciones
conocido, aunque sea instintivamente, el ca- causales entre suicidio, raza y clima, y aduce
rácter irrisorio de esa costumbre, la ausencia que es la imitación la fuente explicatoria del
de toda razón profunda para sobrevivir, el suicidio.
carácter insensato de esa agitación cotidiana
y la inutilidad del sufrimiento (...) Es una Durkheim considera que el suicidio se
curiosidad legítima preguntarse si una con- comunica por contagio, mas no en términos
clusión de este orden exige que se abandone matemáticos sino como una idea colectiva y
184 Universidad de San Buenaventura, Cali - Colombia
La condición humana: de la muerte y el suicidio. Una lectura de la obra de Albert Camus - pp. 183-195
el haber nacido y el tener que morir. Y todo Camus a lo largo de toda su vida. La muerte
lo que se dé en medio será lo denominado de su padre, la guerra nazi, los asesinatos
existencia. Sin embargo, se puede mencionar bajo el mando de Stalin fueron eventos reales
que hay perspectivas que proponen otras en vida del autor, en cuyas obras aparece la
realidades: las fantasías post mortem, que muerte como fin del hombre. La muerte sor-
reforzadas con una serie de discursos y rela- presiva y repentina rodea la vida Camus en su
tos científicos y acientíficos son tenidas en madurez y pone fin a la vida del dramaturgo
cuenta por la expectativa que despiertan en francés que siempre defendió el respeto por
el hombre. Estas narrativas, articuladas con la dignidad humana y la justicia.
factores culturales, se insertan en el discurso
del hombre para configurar un conocimiento En sus obras la muerte es protagonista
En El Extranjero, narra la muerte de la ma-
aproximado o hipotético de la muerte y lo
dre, el asesinato de un árabe y la muerte de
que sucede después de ella. Las fantasías
Mersault. En La Peste Camus nos muestra
post-morten ratifican el temor a la muerte,
la muerte por epidemia. Mientras en El
como el fin, el vacío y la nada.
Extranjero son patentes la indiferencia y la
A finales del siglo XV el tema de la muerte anhedonia del protagonista frente a la muer-
llama a reflexión a causa de las pestes y las te, en La Peste la muerte moviliza el temor y
guerras. Aunque la lepra ha desaparecido la capacidad humana de actuar para luchar
en Inglaterra y en Escocia, en Alemania y y continuar viviendo.
Francia continuará hasta el siglo XVII. Las
La muerte generalmente hace que afloren
epidemias y las enfermedades alimentan
una serie de emociones relacionadas con la
la discusión sobre la muerte, que se sabe
tristeza y el dolor. El aprendizaje y las institu-
inevitable y además cercana. La enfermedad
ciones sociales exigen respeto por la muerte,
aproxima a la muerte que se ve predecible
por lo que ella significa y genera. Es común
e inevitable, pero al tiempo el temor a la
y casi “un deber” expresar el dolor frente
muerte acerca más a la vida, a las posibili-
a la muerte. Mersault, con su frivolidad e
dades de seguir, de continuar y de luchar.
indiferencia, rompe con los esquemas esta-
Paradójicamente, el enfermo que siente
blecidos socialmente alrededor de la muerte,
cerca la muerte o ve próximo el final de su
despertando malestar en quienes le rodean
vida encuentra mayor sentido a la vida, más
razones para ser feliz y descubre la grandeza En otra de sus obras más destacadas, El
de todo lo que le rodea. mito de Sísifo, Camus describe con claridad y
precisión lo que él denominó el “sentimiento
No existe, pues, una experiencia vivencial de lo absurdo”, el autor reconoce la propia
de la muerte, es desconocida y por tanto no finitud, el fin del hombre con la muerte. Así,
se sabe qué es; constituye el fin. Incluso en la en El extranjero presenta la desvalorización de
historia antigua ya existía la misma concep- la vida frente a la muerte, el sinsentido y la
ción de la muerte. Así, Miguel Abadi cita a nada, si lo que sigue es la muerte.
Epicuro en En torno a la muerte, quien dice:
Albert Camus (1942 [a]) expresa su sen-
La muerte no existe para mí, ya que mien- sibilidad frente a la tragedia y el sufrimiento
tras existo, ella no es todavía y cuando ella humano. Su pensamiento manifiesta su
sea ya no existiré (Abadí, 1960). desagrado contra toda injusticia, el aprecio
Igualmente Abadí (1960) considera que por el hombre y la nobleza de su corazón:
la angustia que despierta la muerte es la an- “Debemos servir al mismo tiempo –afirmó en
gustia ante lo desconocido. No se conozco una ocasión– el dolor y la belleza”. Fiel a las
la muerte por experiencia, pero ella está pre- causas de la justicia, la dignidad y el respeto,
sente en el conocimiento de cada individuo. se opuso totalmente a la pena de muerte.
La muerte como castigo del delito resulta
El dolor, el sufrimiento, la enfermedad, inadmisible. La muerte es el fin y la imposibi-
la guerra y la injusticia humana rodearon a lidad de encontrar la grandeza en el corazón
Revista Científica Guillermo de Ockham. Vol. 8, No. 1. Enero - junio de 2010 - ISSN: 1794-192X 187
Edward Javier Ordóñez
del Hombre. En este sentido, Mersault es manifiesta la grandeza del ser humano: en su
castigado con la pena de muerte no por su realización en la vida.
delito, sino por su incapacidad para sentir
culpa y dolor por la muerte, incluso por la Sobre la muerte Camus (1942), en El
propia. La frialdad y la carencia de culpa de mito de Sísifo, retoma la reflexión de Tolstoi:
Mersault, sirven a Camus para proyectar la La existencia de la muerte nos obliga a re-
violencia de Argelia, donde la muerte ocurre nunciar voluntariamente a la vida, o bien a
en la cotidianidad; el asesinato y la crueldad transformar nuestra vida a modo de darle un
privan a sus hombres de la felicidad y la sentido que la muerte no puede arrebatarle.
esperanza, y su futuro incierto y absurdo.
La certeza de la muerte es parte de la vida.
Considerando el absurdo como condición La muerte se lleva la vida, pero la construc-
existencial básica y destino inevitable del ción del sujeto es eterna y perdura hasta
hombre, Camus plantea una discusión real después de la muerte. Camus comparte la
y sin temores sobre los valores de la sociedad reflexión de Tolstoi por la sensibilidad que
burguesa europea. Aborda el absurdo en sus ella contiene. A pesar del absurdo, el hombre
diferentes formas, como la muerte, los actos es capaz de dar a la vida un sentido que la
de piedad artificial del ritual funerario y el muerte no puede llevarse, como claramente
luto, incluidas las normas sociales y culturales lo expresa:
que los legitiman, simple expresión de la
neurosis de una ciudad llena de prejuicios Él, como una espada solitaria y siempre
e hipocresía. vibrante (...) se abandonaba solamente a la
esperanza ciega que proporcionaría también
El hombre absurdo reconoce el absurdo esta fuerza oscura que tantos años lo había
de la vida, los riesgos, la vulnerabilidad, el elevado por encima de sus días (...), y gracias
dolor, la injusticia, el sufrimiento, la presen- a la misma generosidad incansable que le
cia inevitable de la muerte y con ella el fin había dado sus razones para vivir, razones
de la vida y de todo. Si esto es así, el sentido para envejecer y morir sin rebelarse. (Ca-
de la vida se reduce al cumplimento de la mus, 1942 [b]).
exigencia ontogénica de la especie humana
y no reconoce el valor de la vida en términos La vida tiene un sentido que cada sujeto
de evolución humana y personal. La muerte encuentra en lo existencial. La vida observada
amenaza al sujeto a lo largo de su existencia desde el nihilismo, el fin y la nada no tiene un
con interrumpir su experiencia. Limitado así sentido. Basarse en la certeza de la muerte lle-
al presente y a lo que en él pueda lograr, el va al sinsentido de la vida, a la predominancia
hombre absurdo renuncia a cualquier posi- de lo irracional que cede ante la muerte. Las
bilidad frente a la inexistencia de lo eterno, razones para vivir a pesar de la certeza de la
pero cuando reconoce la condición existen- muerte las encuentra cada sujeto en su día a
cial acepta su finitud y logra proyectarse aún día, en su sensibilidad y en la profundidad
después de su muerte. de su corazón.
Para el hombre absurdo la muerte resulta Camus se refiere a la muerte por su cer-
incierta por inesperada, sorpresiva y descono- canía con ella a lo largo de su vida; por ello
cida; nadie sabe con seguridad lo que hay en rechaza la guerra, la violencia y la sangre,
ella y después de ella, solo se asume el fin y la considerando que no son ineludibles en la
nada. Sin embargo, Camus en El extranjero, historia de la humanidad. El respeto por la
en Calígula y en El mito de Sísifo, reconoce la vida nace del aprecio por el hombre, de su
certeza de la muerte por su inevitabilidad. La respeto por lo sagrado sin creer en Dios, ni en
muerte forma parte de la vida, por ello no es las fantasías de la vida después de la muerte.
absurda, es el límite, la finitud que debe acep- El pensamiento camusino plantea la felicidad
tar el hombre, y lo más valioso es el tiempo alcanzable en la vida cuando ésta tiene un
que lo separa de la muerte; allí es donde se sentido y una razón de ser.
188 Universidad de San Buenaventura, Cali - Colombia
La condición humana: de la muerte y el suicidio. Una lectura de la obra de Albert Camus - pp. 183-195
A partir de ese momento se despierta en en los pañuelos y en los papeles, y que quizá
Camus la rebeldía; confronta lo religioso con llegaría un día en que, para desgracia y en-
la tragedia humana sin explicación alguna. La señanza de los hombres, la peste despertaría
esperanza en Dios se define como una falacia otra vez a sus ratas y las enviaría a morir en
ante la injusticia. El escritor “da la espalda a una ciudad dichosa (Camus, 1947).
Dios” y se acerca a un hedonismo donde la
única realidad es el presente, que debe ser Encontrar sentido a la vida, que sólo
lleno de dicha y alegría. tiene como trasfondo la muerte, es el reto
que Camus propone en La Peste. Esto es lo
Para Camus la felicidad es y será el prin- que trasluce el discurso de cada uno de sus
cipal fin de su vida y de la humanidad. Una protagonistas, quienes desean “luchar hasta
vida abocada a la muerte convierte la exis- el fin”, sin importar si la muerte les ganará.
tencia humana en un sinsentido y hace de El deseo de vivir resulta más fuerte, com-
cada hombre un absurdo. Quien considera prensible desde el instinto de vida freudiano.
la muerte el fin de la vida y la única razón de
ser, se encuentra en el sinsentido, en la vida La solidaridad y la honradez que llevan a
experimentada mecánicamente y sin razón varios de sus personajes a quedarse libremen-
para ser vivida. te en Orán, a apoyar a los enfermos y a unir
sus esfuerzos contra la epidemia, son el fiel
La novela La Peste es un nuevo intento reflejo del deseo de vivir, de luchar contra el
de Camus para plantear la vida dichosa en mal, no de forma individual sino colectiva.
un mundo sumergido en el caos, la tragedia,
el sufrimiento y abocado a la muerte. En El apoyo de unos a otros, el aprecio del
sentido literal, la peste es la epidemia, la hombre por el hombre, no tienen como
enfermedad que acerca a la muerte y la hace bases los principios cristianos y religio-
inevitable, al tiempo que despierta el deseo de sos. Sin negar a Dios, Camus afirma que
vivir y continuar. La peste simboliza la región la única realidad son el mismo sujeto y
francesa bajo la ocupación de la Alemania su vida misma. Desde el pensamiento
nazi, así como las diversas facetas del mal y hegeliano, la vida se entiende como un
la injusticia. progreso que los seres humanos construyen.
La muerte por ocasión de la guerra, las injus-
La Segunda Guerra y la predominancia ticias y las epidemias resulta innecesaria; pero
del ideal nazi, que se expande rápidamente
el mal en sus diferentes expresiones resulta
por toda Europa y Asia, se equipara a la peste.
necesario en la estructuración del sujeto y en
No se habla del sufrimiento individual, sino
el desarrollo del hombre.
del dolor de “toda” la población sumergida
en el absurdo de la epidemia, que en realidad En la religión y el pensamiento cristiano
es la guerra de 1939. Camus recuerda que las la enfermedad y el sufrimiento configuran el
guerras, las enfermedades, el sufrimiento de marco del “castigo merecido”, reflexión que
los inocentes, la maldad del hombre hacia el Camus propone cuando Rieux contempla la
hombre... sólo conocen treguas inciertas, tras agonía de un niño a causa de la peste y en res-
las cuales reanudarán su ciclo de pesadilla: puesta al primer sermón de Paneloux afirma:
Escuchando los gritos de alegría que subían ¡Ah!, éste, por lo menos, era inocente, ¡bien
de la ciudad, Rieux recordaba que esta lo sabe usted! (...) No, padre. Yo tengo otra
alegría estaba siempre amenazada. Porque idea del amor y estoy dispuesto a negarme
sabía lo que esta multitud alegre ignoraba, hasta la muerte a amar esta creación donde
aunque puede leerse en los libros: que el los niños son torturados. (Camus, 1947).
bacilo de la peste no muere ni desaparece
jamás, que puede permanecer durante El castigo divino resulta de la creencia
decenas de años dormido en los muebles y religiosa, de los principios cristianos que
en la ropa, que espera pacientemente en las conciben e introyectan un Dios en forma de
habitaciones, en los sótanos, en los baúles, padre protector y castigador si se infringe el
190 Universidad de San Buenaventura, Cali - Colombia
La condición humana: de la muerte y el suicidio. Una lectura de la obra de Albert Camus - pp. 183-195
“debe ser” y el “no debe ser”. La injusticia vivir tranquilamente, de no tener opciones
y el dolor humano para Camus configuran de recuperación. La enfermedad resulta
el absurdo del mundo, lo que de una u otra ganadora en la lucha por la vida; la muerte
forma resulta incomprensible. parece impredecible, pero tardía.
En La Peste el mundo se encuentra in- En este punto es necesario señalar la dife-
merso en la muerte, lo extraño y la soledad, rencia entre la enfermedad del cuerpo y la en-
pero el hombre aún encuentra belleza en él y fermedad del alma. La enfermedad destruye
trata de darle algún sentido a la vida. Según el cuerpo físico; el dolor y el sufrimiento del
Camus, a pesar del dolor y el sufrimiento hay cuerpo esperan la muerte como un final al
razones para vivir, contrario al pensamiento dolor, pero la enfermedad también destruye
cristiano que se refiere a la tragedia, a la el alma; el pecado provoca incluso más dolor
maldad y la muerte inevitable. que la enfermedad en el cuerpo físico. Tal vez
el pecado lleva a la desesperación más pronto
El sentido de la muerte se encuentra en la que el mismo dolor físico…, la muerte es
vida misma. En cuanto se acepta la seguridad esperada con más intensidad para acabar con
de la muerte y la finitud del ser humano se el dolor que provoca la culpa.
dirigen los esfuerzos hacia la vida intensa-
mente vivida. La posibilidad de morir enseña El texto de Kierkegaard no sólo convoca
a amar, a querer, a recordar. La muerte pos- a la discusión sobre la muerte, el dolor, la
tergada hasta la eternidad no puede ser sino enfermedad y la desesperación, sino que,
el más absurdo de los absurdos. La muerte de acuerdo con Holstein (1994), lleva a
es un espejo en el cual se contempla la vida considerar nuestro interior. Literalmente, el
entera. La historia personal se perfila hacia un autor se vuelve reiterativo y pierde sentido
proyecto común de todos los hombres, del su planteamiento. La enfermedad del alma
pasado, del presente y del futuro. Entender no es más que el pecado, concebido no en el
esto significa entender que la vida misma no orden religioso y castigador, sino el pecado de
es más que un periodo pequeño de la existen- no valorar la vida, el pecado de la injusticia
cia. Paradójicamente, la vida cobra sentido y la falta de sensibilidad por el dolor ajeno.
en cuanto se revela como un tránsito; morir Cuando se enferma el alma queda el vacío,
es cambiar de estado y el bien morir puede el vacío interior que es imposible llenar y que
ser entendido en términos de desprenderse desvanece poco a poco nuestro ser.
finalmente de todo lo material, del mundo
físico de lo perceptible y lo existente. La La enfermedad mortal, la enfermedad
presencia de la muerte nos enfrenta a nuestra del alma, invita a la culpa… Esta es la des-
responsabilidad, que es hacer de la vida el esperación, que busca de forma angustiosa
sentido mismo de la existencia. la seguridad, la alegría y la satisfacción, es
decir, la manera de hallar una respuesta y el
Kierkegaard hace un extenso plantea- sentido a la vida sin engaños y en la realidad.
miento en su texto La desesperación es la La desesperación surge cuando el hombre
enfermedad mortal, en el que plantea una no encuentra respuesta a sus deseos, sueños
discusión entre la muerte y la enfermedad. y necesidades; cuando no cumple con el
La primera es el fin de la segunda, y la en- cometido de su existencia. El hombre espiri-
fermedad es un mal. tual lo supera porque ha tomado conciencia
pensándose como un yo, como voluntad, y
La enfermedad mortal implica un sufri- se busca a sí mismo.
miento, un dolor, una tortura que solo cesa
con la muerte. El moribundo se debate entre El planteamiento apunta a encontrar la
la vida y la muerte, pero la muerte anhelada verdad, pero la verdad subjetiva. Es el Yo que
y esperada se dilata y da espera con la en- se busca a sí mismo cuando ha estado perdido
fermedad; es la desesperación de no poder en la sociedad y en los esquemas impuestos
morir y acabar con el sufrimiento del dolor, e introyectados a lo largo de la socialización,
y al tiempo es la desesperación de no poder que Kierkegaard denomina la masificación,
Revista Científica Guillermo de Ockham. Vol. 8, No. 1. Enero - junio de 2010 - ISSN: 1794-192X 191
Edward Javier Ordóñez
que se autodestruye sin piedad alguna, sin – ________. (1944) El malentendido. Madrid:
temores y sin culpas. Alianza.
Frente al suicidio el sujeto reconoce su in- – ________. (1944) Calígula. Madrid: Alianza.
completud. Se ha estructurado en el discurso
– ________. (1947) La Peste. Madrid: Mille-
del Otro, es decir, la sociedad. Su vida no es
nium.
su vida, no le pertenece, no le es propia. Ha
vivido con y por los ideales ajenos, impues- – ________. (1951) El hombre rebelde. Buenos
tos y aprendidos, pero en la profundidad de Aires: Losada
su ser resulta más cómodo el conformismo – ________. (1958) La misión del escritor. Dis-
y el rendirse. Para hacer un símil con el curso pronunciado por Camus cuando se le
discurso matemático, para el sujeto que se hizo entrega del Premio Nobel de Literatura
suicida resulta más fácil eliminar una parte
en Estocolmo.
de la ecuación del absurdo que enfrentar la
realidad. Si bien es claro que el suicidio no – DURKHEIM, E. (1994) El suicidio. Argen-
es la muerte, sí es el fin de la vida inmersa en tina: Alianza.
el absurdo. No es el absurdo el que finaliza, – FREUD, S. (1915) De guerra y de muerte.
el absurdo continua allí, pero el hombre al Argentina: Amorrortu. p.300
revelarse, logra una salida al sufrimiento, al
dolor y a la injusticia. – GAVAROTTO, C. (2004) Análisis del Suici-
dio de Durkheim. Facultad de Ciencias Socia-
les. Argentina Universidad de Buenos Aires.
Bibliografía – HOLSTEIN, E. Tratado de la desesperación.
Barcelona: Edicomunicación. Libro primero,
– Abadí, M. (1960). En torno a la muerte. En:
Revista de Psicoanálisis. T.17, No.4. cap. III.
Revista Científica Guillermo de Ockham. Vol. 8, No. 1. Enero - junio de 2010 - ISSN: 1794-192X 195