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El término accidente tiene distintas acepciones, una de ellas, y quizás la más

utilizada, es para referirse a todas aquellas acciones o acontecimientos eventuales


que de forma involuntaria genera algún daño en los objetos o personas. En el
caso de los individuos, algunos accidentes cotidianos son:

Caídas: este tipo de accidentes es el más habitual en el ámbito cotidiano, de


hecho se calcula que la mitad de las muertes por accidentes domésticos son
causados por estas. Lo ideal para evitar estos accidentes es quitar cualquier
obstáculo del suelo y mantener su superficie plana.

Quemaduras y golpes eléctricos: a diario se utiliza en los hogares las estufas,


hornos, artefactos electrónicos y puede ocurrir que alguno de los miembros fume,
es por esto que son varios los causantes de quemaduras y golpes eléctricos. Para
evitarlo, lo idóneo es arreglar los cables que se encuentren en mal estado,
controlar que las estufas estén en condiciones de ser utilizadas, tener cuidado con
dónde se dejan los fósforos y cigarrillos. También se debe tener mucho cuidado
con los productos inflamables, por lo que deben ser resguardados del fuego y
calor.

Envenenamiento con gas: las calefacciones no sólo pueden causar incendios,


sino también el envenenamiento a partir del monóxido de carbono del gas que
utilizan para su funcionamiento. Lo que se debe hacer cada año es chequear que
estos artefactos se encuentren en perfecto estado. Hay que asegurarse de que los
caños no contengan grietas, que la combustión sea la correcta, que las tuberías
sean de metal y estén protegidas y, en el caso de los artefactos eléctricos, deben
tener un interruptor de seguridad. Además, en el caso de los calefactores con gas
y petróleo, deben tener una ventilación externa.

Envenenamiento: en todos los hogares suele haber medicamentos, insecticidas y


limpiadores que pueden resultar venenosos. Lo ideal para prevenir el
envenenamiento es mantener estos productos resguardados y fuera del alcance
de los niños. Lo adecuado es que, antes de utilizar el producto, se lean las
etiquetas e instructivos y se preste atención a los riesgos que pueden causar, cuál
es la dosis que se debe utilizar y cuáles son los antídotos que se deben utilizar en
caso de que ocurra algún accidente. Para prevenir el envenenamiento, otras
medidas recomendables son las de arrojar a la basura aquellos productos
vencidos o que ya no se utilizarán, no cambiar los productos de su envase original
sin etiquetarlos y guardar los insecticidas lejos de la cocina, entre otras.

Cortaduras: la presencia de utensilios filosos


como cuchillos y tijeras son muy comunes en
los hogares. Lo ideal para evitar accidentes con
estos es mantenerlos siempre afilados, para no
tener que ejercer demasiada fuerza para su
correcto funcionamiento y conservarlos en
buen estado. Además, se los debe guardar en
lugares seguros, donde no puedan caerse y estén fuera del alcance de los niños.

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