Está en la página 1de 10

ARTICULO DE REVISION

SOBRE LA NATURALEZA HUMANA


EXPLICACIÓN Y COMPRENSIÓN DE LA CONCIENCIA

LUIS FEI.IPI; OROZCO CABAI. *

Todos nosotros hemos experimentado ser conscientes.


Sin embargo, rara vez podemos dar una definición
exacta de este concepto. Desde sus orígenes el género
humano ha buscado incesantemente el secreto de su
naturaleza. Ser consciente no sólo es darse cuenta de
algo, sino darse cuenta de que uno se da cuenta de algo.
En este artículo se exponen algunas reflexiones en
torno al fenómeno de la conciencia y, de manera
particular, se hace referencia a su espacio y a sus
límites.

Palabras Clave: Conciencia;

ON HUMAN NATURE EXPLAN ATION


AND UNDERSTANDING OF CONSCIENCE

Most of us have experienced what is like to be


conscious, but rarely one can give an exact definition of
this concept. From the origins of humankind, men have
been searching for the secret of its human nature.
Consciousness is not only to be aware of something,
but to realize that we are aware of something. In this
paper I describe some ideas regarding human
consciousness and more specifically about conscious
experience, its phenomenal room and limits.

Key Words: Consciousness;

* Médico. Miembro fundador y Coordinador del Capítulo Académico en Neurotaiología de la Conciencia (NEUROCON), miembro Adherente de la Sociedad Colombiana de
Psiquiatría, miembro de la Cognitive Science Society y de la Association for the Scientific Study of Conciousness. Comentarios y Correspondencia: NEUROCON, Capítulo
Académico en Neurobiología de la Conciencia, Transversal 20 No. 121-11 Apto.201 Santa Fe de Bogotá, Colombia. Correo Electrónico: neuro6@Yahoo.coni

RHV1STA COLOMBIANA l)H PSIQUIATRÍA VOL XXIX / V 4, 2000 375


OROZCO LUIS FELIPE

"Sean optimistas frente a los bien lo que es, si no se me pregunta.


prospectos para una teoría sobre Pero cuando quiero explicárselo al
la conciencia, no porque los que me lo pregunta, no lo sé. Pero
prospectos para tal teoría sean me atrevo a decir que sé con
muy certeros, sino porque el sólo certeza que si nada pasara no ha-
optimismo hará de la búsqueda bría tiempo pasado. Y si nada exis-
de la solución a este difícil pro- tiera, no habría tiempo presente"
blema, una tarea válida" (Confesiones, XI, 14).
O. Flanagán (1997) En la filosofía y demás "ciencias del
espíritu", y últimamente en las
INTRODUCCIÓN ciencias exactas, se han hecho tantas
definiciones de conciencia, como
Ningún problema ha preocupado autores. En la tradición filosófica la
tanto a la especie humana como la heterogeneidad acerca del concepto
comprensión de sí misma. Ahora de la conciencia no sólo refleja la
bien, esta comprensión pasa no so- intensa búsqueda por una definición
lamente por la explicación de la que satisfaga la inmensidad de su
conciencia humana, con la ayuda experiencia; sino también, el
de las ciencias, sino por su com- desconocimiento que persiste
prensión en totalidad con el apoyo acerca de ella. Aquí, continuando
de las disciplinas hermenéuticas. la tradición histórica, se busca
En este texto podrá apreciarse el una definición que no sólo permita
análisis de la conciencia desde la saber a qué se hace referencia,
perspectiva de las ciencias y, más sino que además permita distinguir
allá de éstas, con el concurso de la entre el concepto de conciencia
filosofía. Esta propuesta otorga al humana verdadera y otra serie de
lector la posibilidad de una visión
conceptos que, con frecuencia, son
no reduccionista del fenómeno de
utilizados como sinónimos de ella.
la conciencia pues la analiza como
Tal tarea no tiene como objeto
un fenómeno humano.
confundir al lector, ni representa un
EL CONCEPTO ansia de cientifici-dad; tan sólo
invitar a la reflexión y al análisis.
No existe otro fenómeno en la na-
turaleza humana que experimente- No es posible dar una definición
mos nías y que sepamos definir exacta de la conciencia. Por lo me-
menos(1). Es probable que muchos de nos en los términos aristotélicos de
nosotros respondamos a la pregunta género y diferenciación, o en los
sobre qué es la conciencia humana, términos cartesianos de lo claro y
como San Agustín cuando le lo distinto. Sin embargo, intentar
preguntaron acerca del tiempo: definirla es el punto de partida
"¿Qué es, pues, el tiempo? Sé

376 REVISTA COLOMBIANA Díí PSIQUIATRÍA / VOL XXIX ; N° 4. 2000


SOBRE U NATURALEZA HUMANA: LA CONCIENCIA

obligatorio para desarrollar un aná- por sí mismos representaciones y,


lisis sobre el terna. Tal necesidad de otra, impulsan nuestra inteligencia
obedece no sólo al valor práctico y a compararlas entre sí, enlazarlas o
metodológico, sino a que permite separarlas, y de esta suerte
distinguirla de otros términos que componer la materia informe de las
son utilizados como sinónimos o de impresiones sensibles para formar
otros con los que suele confundirse(2). ese conocimiento de las cosas que
se llama experiencia? En el tiempo,
La conciencia, en términos generales, pues, ninguno de nuestros conoci-
puede definirse como esa capacidad mientos precede a la experiencia, y
que tiene el ser humano de "darse todos comienzan en ella.
cuenta de ... algo". Aquello de lo
que un ser humano puede darse Pero si es verdad que todos nues-
cuenta, constituye el contenido de tros conocimientos comienzan con
su conciencia o de sus estados la experiencia, sin embargo, no to-
conscientes. Tal capacidad no es dos proceden de ella, pues bien
unívoca sino análoga. Es decir, podría suceder que nuestro cono-
consta de diferentes niveles, según cimiento empírico fuera una com-
su contenido. Así, darse cuenta de posición de lo que recibimos por las
dimensiones como el tiempo y el impresiones y de lo que aplicamos
espacio es cualitativamente dife- por nuestra propia facultad de co-
rente al hecho de darse cuenta de nocer..." (3).
uno mismo (autoconciencia) o a Este último nivel de apercepción al
darse cuenta que uno se da cuenta que hace referencia Kant es aquel al
de algo (autoreflexión o experiencia que nos referimos como la expe-
consciente). Posiblemente los dos riencia consciente. El conocimiento
primeros niveles no son exclusivos que se deriva de él no depende de la
del género humano y permiten a experiencia sensible sino de la
todo ser viviente estar ubicado en el experiencia de esa experiencia
espacio y en el tiempo e sensible. A este nivel distinguimos
identificarse como individuo frente al hombre de otros vertebrados su-
a otros de su especie o de especies periores y es éste mismo, el pilar de
diferentes. Estos constituyen la base lo misterioso del fenómeno humano.
de la experiencia sensible. En esa experiencia consciente, la
"No se puede dudar que todos forma puede tomar varios signi-
nuestros conocimientos comienzan ficados, entre el contexto y el re-
con la experiencia, porque, en efecto, cuerdo. Es ella la base de la subjeti-
¿cómo habría de ejercitarse la vidad humana, el espacio en donde
facultad de conocer si no fuera por las capacidades humanas alcanzan su
los objetos que, excitando nuestros pleno valor, en la comprensión de lo
sentidos de una parte, producen inmanente a la materia.

RliYISTA miOMBIANA I)K PSIQUIATRÍA VOL XXIX V 4 2000 377


OROZCO LUIS FELIPE

Goldman afirma al respecto: "un como lo individual en cada caso,


estado mental parcial es consciente, sino también como lo que el sujeto
si y sólo si, va acompañado de entiende en cada caso, siendo así
cualidades fenomenológicas, es con ello él mismo, o sea, como su-
decir, de subjetividad o sentimien- jeto en general o, dicho de otro
tos"(4). Sólo a través de la experiencia modo, como subjetividad" (6).
consciente los placeres de la belleza Tal acto de entrega a otros seres
dejan de ser los más "zoológicos" conscientes no sólo es generoso,
de todos, si Savater me permite el sino que hace de éste un acto ético (7).
uso de tal expresión (5). El universo de convivencia es un
SU FUNCIÓN espacio donde aquellos con con-
ciencia acuerdan comunicarse sim-
El organismo vivo capaz de tener bólica y parcialmente la subjetivi-
experiencia consciente es, por defi- dad de su experiencia consciente.
nición, humano. Sólo él, a través de En este ejercicio de convivencia
la conciencia, posee su propio mundo nace el lenguaje simbólico como la
al estar éste presente ante él. "La posibilidad de reportar los estados
conciencia es para cada individuo internos del dinámico mundo cons-
como el foco en el que se concentra ciente (8). Por esto, lo más natural de
la luz de sus experiencias. En tal los hombres es no serlo nunca del
forma de hablar, la conciencia apa- todo. Edgar Morin escribe: "fi-
rece como lo individual en cada nalmente, existe en nuestra subje-
caso. Cada individuo entiende en tividad humana ese lugar habitado
su conciencia precisamente su por las nociones de alma, de espíritu,
mundo" (6). animus, anima, y tenemos el
sentimiento profundo de una in-
Aquel que entiende su mundo es suficiencia del alma que sólo pude
capaz también de crear espacios de llenar el otro sujeto". Un ser cons-
convivencia, en donde se da gene- ciente se comparte únicamente en
rosamente a otros con su misma su bordes, porque hacerlo en tota-
capacidad. Él tiene la posibilidad de lidad haría que perdiese su identi-
ser conocido y de conocer cuando dad como sujeto. "En el fondo... en el
se entrega, sólo parcialmente, en sentimiento de amor, está la idea de
ese espacio virtual que se llama la que el otro nos restituye a nosotros
interacción. "Haciendo que mi mismos la plenitud de nuestra
mundo no sólo sea el mío en cada propia alma, permaneciendo total-
caso, sino en unidad con ello tam- mente diferente de nosotros mis-
bién el general; y la conciencia en mos. Es nosotros aún siendo otro" (9).
que aparece el mundo tiene ese
mismo doble sentido de lo indivi- Por tanto, la experiencia consciente
dual y general a la vez. La conciencia también hace del hombre un ser
aparece en este contexto no sólo libre. "La acción es libre porque su

378 Kl-YISTA COLOMBIANA I)l: PSIQUIATRÍA VOL X X I X N° 4. 2000


SOBRE LA NATURALEZA HUMANA: LA CONCIENCIA

causa es un sujeto capaz de querer, consciente, siempre, en cada mo-


de elegir y de poner en práctica pro- mento, aparecen ante nosotros
yectos; es decir, de realizar inten- como una experiencia homogénea y
ciones" (5). Sólo así la historia bio- total; dos características
lógica que demarca nuestro actuar, fenome-nológicas propias de éste (10).
se convierte en algo más que un "Por la representación sujeto y
cúmulo de genes determinados. objeto se pertenecen mutuamente;
Somos, ante todo, seres subjetivos la representación o, con otro
por la conciencia. Y ésta, a la vez, nombre, la conciencia, es la
nos hace libres; libres de sentir y de unidad, cuyos momentos aparecen
dar a los objetos que hacemos nues- como sujeto y el objeto; pues el
tros, por las facultades de nuestra sujeto no es sino lo representante, y
lente, un universo propio. el objeto no es sino lo representado.
En este proceso de pensamiento la
El mundo externo no se representa conciencia... no sólo se entiende
en nosotros. Nosotros lo creamos y, como la unidad del sujeto, sino
por limitado que parezca, esa es la como aquella unidad que unifica y
totalidad de nuestra experiencia. separa el sujeto y el objeto" (6>.
¿Qué sería del hombre sin estética y
pasión por aquello que no depende La conciencia como lo individual,
de la experiencia sensible? como lo subjetivo y como unidad
trascendental, hace de nosotros seres
Momento a momento, construimos humanos y de nuestros actos,
un mundo en que los colores pier- actos de generosidad y algunos
den su valor, para ser reemplazados perversos, éticos, de bondadosa
por conceptos tan vagos como el entrega pedagógica. En The Princi-
amor y la esperanza de vivir. En el pies ofPsychology, James afirma: "La
encuentro con alguien amado nos persecución de fines y la elección
entregamos en los bordes para de los medios para llegar a éstos son
construir subjetividad. La experiencia por excelencia, la marca y los
consciente nos hace elevarnos a criterios para definir la presencia de
construir -como sujetos y a través mentalidad en un fenómeno" (11).
de la facultad del entendimiento-, Algunos nos preguntamos: ¿en qué
síntesis de aquello que no está en el momento cambio todo esto?
breve espectro del mundo sensible.
Somos, por la conciencia, seres SU NATURALEZA
sublimes, capaces de amar y de ac-
Desde el nacimiento de la cultura
tuar libremente.
occidental, múltiples disciplinas
La conciencia da unidad a nuestro han hecho suya la conciencia como
mundo. A pesar de las diferencias objeto de estudio. Esta ha divagado
existentes entre los objetos que in- de una disciplina a la otra sin
corporamos a nuestro universo encontrar una que satisfaga com-

KHYISTA CULOMBIANA DI! PSIQUIATRÍA YOL XXIX / N° 4< 2000 379


OROZCO LUIS FELIPE

pletamente sus necesidades. Pro- tales conscientes sobrevienen esta-


pongo que tal dificultad es producto dos cerebrales. Estos, a su vez, son
de la naturaleza particular del aspectos esenciales o constituyentes
fenómeno que nos proponemos es- de los primeros, así como también lo
tudiar. son los aspectos fenómeno-lógicos
de éstos. Pero naturalmente, no hay
Muchos consideran la conciencia
en ellos, al nivel f enome-nológico,
como un fenómeno que cuenta con
ningún tipo de revelación de los
una naturaleza bipartita. Con esto
no justifican un tipo de aproxima- estados neurales subyacentes" (14). Y
ción dualista al problema, sino con- vale la pena preguntarse: ¿será que
firman que existe evidencia que nos este embrollo tiene alguna solución?
hace innegable el hecho de aceptar La conciencia es un fenómeno -y a
que en ella conviven elementos bio- la vez un concepto-, que no resiste
lógicos con elementos explicaciones mecanicistas. Ella es
fenomenoló-gicos. Ante esto se nos más que un simple complejo pro-
impone una gran dificultad que ceso neuronal y eso lo hace un tér-
hemos de sobrepasar: la de unir los mino no definible funcionalmente.
principios fisiológicos subyacentes a
Por tanto, en el momento, tenemos
la actividad consciente, con la
que aceptar que las ciencias empí-
subjetividad emergente que
ricas tienen un límite en su intento
caracteriza la experiencia de la
misma. Lo que en neu-rociencias se de explicación. Le corresponde a
ha llamado el binding problem (12). estas últimas aproximarse al meca-
nismo neuronal que tantas veces
G. Güzeldere, del Centro para el hemos documentado de manera
Estudio del Lenguaje e Información precisa. Es decir, descubrir las leyes
de la Universidad de Stanford es- naturales a las que están sujetos tales
cribe: "El fenómeno de la conciencia procesos neurofisiológicos, pero
no tiene límites teóricos claros, y su teniendo siempre presente, que
compleja estructura no admite aun cuando lleguen a explicarlo, no
afirmaciones fáciles" (13). Ella no habrán explicado en su totalidad la
pertenece por completo al mundo conciencia misma. Porque como se
natural, ni por completo al mundo ha mencionado, el explicar el cómo
subjetivo. Por lo tanto, su explica- no significa explicar el qué (brecha
ción no es del todo posible por las epistemológica).
ciencias exactas, ni su comprensión a
través de la metafísica. En la ge- La subjetividad de la experiencia
neración de ésta, el cerebro es una consciente, por su parte, no se agota
condición necesaria pero no sufi- en una explicación reduccionista.
ciente. Porque, en el fondo, la subjetividad
Owen Flanagan lo expone de la si- es una sola, que aunque
guiente manera: "Los estados men-

380 RF.VISTA COLOMBIANA Db! PSIQUIATRÍA / VOI. XXIX / N° 4< 2000


SOBRE LA NATURALEZA HUMANA: LA CONCIENCIA

emerge de procesos biológicos, no lidad la experiencia de vivir adquiere


se explica mediante éstos, sino que sentido. Debemos tener claro que
sólo se comprende en totalidad en el sistema nervioso es un órgano que,
el contexto de las ciencias herme- en conjunción con el resto de los
néuticas. Nunca vamos a tener la sistemas del organismo, tiene la
posibilidad de mirar objetivamente capacidad intrínseca de generar un
la conciencia humana, porque modelo de realidad, incluso en
sólo a través de esta misma tene- ausencia de estímulos externos
mos la capacidad de comprenderla. (16,17,18) EI es un participante de ese
No esperemos poder ponerla en una estado pseudonírico en el que de-
laminilla bajo el microscopio y decir cimos abrir las puertas al mundo
objetivamente la comprendí, ya que que nos rodea, para inventar un
nosotros mismos somos el nuevo mundo que vivimos e inter-
microscopio y nuestra propia con- pretamos como real. Sólo somos
ciencia, sus lentes. "A partir de una creadores de mundos compartidos
nueva visión del modelo allí donde, al contrario de lo que
cerebro-mente, la conciencia se nos dice el sentido común, somos
convierte en un componente de nosotros los que más aportamos a
trabajo de la función cerebral, un él. Nuestra lente tiene la capacidad
fenómeno que cobra autonomía por de generar espacios subjetivos que
sí mismo, no reductible a llamamos "condición humana". So-
mecanismos electroquímicos. A mos sistemas representacionales
pesar que éstos mecanismos con una larga historia biológica.
sostienen y ayudan a determinar EL ESPACIO CONSCIENTE Y
cualquier tipo de acción, la libertad SUS LÍMITES
para la acción reside, en su mayoría,
a niveles más elevados, en los estados El espacio consciente es el espacio
conscientes" (15). de la experiencia subjetiva, porque
en él estamos parcialmente repre-
Ahora bien, tal concepción acerca sentados el mundo y nosotros mis-
de la conciencia obliga también a mos. Este es un espacio
las disciplinas a reinventar la ma- fenómeno-lógico y ante todo un
nera de entender el funcionamiento estado repre-sentacional. Las
cerebral. Éste, producto de un representaciones del mundo
largo camino evolutivo, ha cons- acceden al universo consciente a
truido un sistema dinámico de fun- través de vehículos que contienen
cionamiento no lineal del cual información. A éstos últimos los
emerge la subjetividad, no sabemos llama Metzinger modelos mentales.
en qué momento. Debemos dejar a Nuestro universo consciente es
un lado las posiciones un universo compuesto por
localizacio-nistas de las funciones modelos mentales cargados de
cerebrales y empezar a verlo como información subjetiva que se
un todo, que es más que sus partes. superponen. El modelo mental
Sólo en tota-

RKVISTA COLOMBIANA DK PSIQUIATRÍA VOL XXIX / N° 4< 2000 381


OROZCO LUIS FELIPE

más importante, bajo el cual se espacio, sólo podríamos tener tantas


agrupa el resto de modelos mentales, experiencias como número de
en un momento determinado, es el conexiones neuronales, lo que sería
que denominamos el "Modelo de casi imposible.
Realidad". Solamente el mundo
recreado en el modelo de realidad es Durante la última década se ha visto
nuestra relativa realidad. Tal un creciente interés por el des-
realidad cuenta con dos caracte- cubrimiento de mapas temporales
rísticas aparentes: coherencia y to- sobrepuestos a los mapas espaciales
talidad. Nuestro universo de expe- de los componentes del sistema
riencias siempre aparece ante no- nervioso. El mecanismo de globa-
sotros como indivisible. La indivi- lidad temporal o de unión temporal,
sibilidad de mi realidad subjetiva consiste en que los diferentes
es la base de mi yo fenomenológico. componentes de una percepción
son procesados por grupos
Sin embargo, sabemos con bastante neura-les diferentes y específicos .
precisión que, En estado de actividad, ellos
neurofisiológica-mente, no se da resuenan a una frecuencia entre los
de esta manera. Que diferentes 30 a 40 Hz, utilizando esta
partes de nuestro sistema nervioso frecuencia como un código que une
procesan de manera paralela los temporalmente estos procesadores y
diferentes componentes de nuestro conforma la unidad de percepción y,
mundo sensible, que acceden a éste a por tanto, la unidad de la
través de nuestros sentidos. Luego, experiencia de realidad (18'19'2°<2U2)
podríamos inferir que tal Decimos entonces que el carácter
integración de la información holístico de mi realidad es el
adquiere la propiedad de la producto de la formación de una
coherencia y la totalidad del gestalt que unifica a todos los
procesamiento que el sistema ner- modelos mentales.
vioso hace de ella. Anteriormente,
el acertijo acerca de cómo el cerebro Según Metzinger, la unidad, es la
une los componentes sensibles en simultaneidad subjetiva dada dentro
una sola experiencia total, fue un único momento psicológico.
explicado a través de las redes Entonces, la realidad emerge en el
neu-ronales existentes en nuestra contexto de un presente subjetivo
corteza. Pero, bajo la prueba del determinado por las relaciones entre
tiempo, tal modelo de globalidad las partes, como los modelos; y la
encontró sus límites. Imaginemos gestalt de la realidad, como el todo.
que solamente contamos con las La anterior teoría es el correlato
conexiones espaciales entre biológico que explicaría como
elementos neuronales para unimos nuestras experiencias en
configurar nuestra experiencia. una sola realidad evidente e inne-
Llegaríamos a un punto donde, por gable para todos. Sin embargo, to-
la finitud del

382 RliVISTA C'OLOMBIANA DL: PSIQUIATRÍA VOL XXIX V 4 2000


SOBRE LA NATURALEZA HUMANA: LA CONCIENCIA

davía no explica el problema de la do exterior, que exige una respuesta


emergencia de la subjetividad, de adecuada frente a él.
la cualidad (qualitas) en nuestra
experiencia. La coherencia de la EXISTE FINAL
experiencia para este autor es pro- Muchos otros se preguntarán la
ducto del mecanismo temporal de importancia de esta discusión. A los
ligamiento de los componentes de positivistas les digo que tal discu-
nuestro universo consciente, casi sión no tiene ningún fin práctico,
prescindiendo de los contenidos de pero que la historia nos muestra,
los modelos mentales para expli- una y otra vez, que los grandes
carla. Considero que la homogenei- avances en el conocimiento del
dad más que una propiedad del hombre han nacido de discusiones
mecanismo biológico subyacente a sin sentido práctico. A los reduccio-
la actividad consciente, es una pro- nistas, que tal enfoque sirvió a su
piedad del tiempo mismo, en el que propósito y que ha sido un fin en la
se sucede la experiencia y, por tanto, historia por el cual hemos de trans-
en términos de la infinitud del currir durante muchos años más,
tiempo, ésta no sólo sería parcial pero que tal visión no debe volverse
sino finita. solipsista. Si alguna verdad entraña
Así, no existen límites porque fuera la conciencia es que las disciplinas
de ese universo consciente, no deben abrirse a la comunicación
existe nada para el hombre, y de la interdisciplinaria en un acto de
nada no se tiene experiencia. Creo, honestidad intelectual(14).
sin embargo, que tales limites son En el futuro, tendremos que aceptar
expansibles o contraibles de acuerdo cómo nuestro conocimiento
a las circunstancias atenciona-les acerca de la conciencia humana se
en las que la persona se encuentre. encuentra todavía en un estado
Tal vez un ejemplo que ayude a muy primitivo y que, posiblemente,
aclararlo. Viene de la experiencia de como Alwyn Scott menciona en su
ensoñación. En trabajos anteriores libro Stairway to the Mind, "Llegará
hemos afirmado que el estado de el día cuando será posible que la
ensoñación es también un estado ciencia entienda la naturaleza de la
consciente. Lo ilógico de los con- conciencia sin negar sus más in-
tenidos que experimentamos du- tangibles aspectos". Mientras ese
rante los ensueños es producto de momento llega debemos seguir
la propia inatención que caracteriza adelante porque sólo el esfuerzo
a tales estados. En ellos podríamos invertido hará valer la pena el em-
decir que nuestro universo peño. Quizá las diversas posiciones y
consciente se expande considera- enfoques teórico-metodológicos
blemente, con respecto al estado de que se han dado en el estudio de la
vigilia. En éste, los mecanismos conciencia, son sólo momentos fi-
atencionales dirigen nuestra aten- nitos de un infinito preguntar sobre
ción según fines prácticos al mun- nosotros mismos.

Ri;\'!STA COLOMBIANA DL PSIQUIATRÍA VOL. XXIX N° 4, 2000 383


OROZCO LUIS FELIPE

AGRADECIMIENTOS S. y Silvio Sánchez K, por sus


Extiendo mis sinceros agradecimientos inva-luables comentarios acerca de
a los doctores Luis Enrique Orozco este tema.
REFERENCIAS
1 Orozco LF, Villa C, Franco LM, Saquero R La Une. En: http://www.phil.vt.edu/ASSCA
experiencia consciente. Universitas
Medica 1998; 39 (3): 13 Güzeldere G. The many faces of
consciousness: a field guide (Introduction).
2 Velmans M. An introduction to the science of En: Block N, Flanagan O, Güzeldere G. The
consciousness. En: Velmans M. The nature of consciousness, Philosophical
a
science of consciousness; psychological, debates. 1 Ed. Londres: The MIT Press;
neurophychological and clinical reviews. 1997. P:1-68.
Primera edición. Nueva York, Routledge;
1996. P: 1-22. 14 Flanagan O. Prospects for a unified theory of
consciousness or, what dreams are made
3 Kant E. De la distinción del conocimiento puro of. En: Block N, Flanagan O, Güzeldere G.
del empírico (Introducción). En: Kant, E. Eds. The nature of consciousness.
Crítica de la razón pura. 1 3a edición. Philosophical debates. 1 a Ed. Londres:
Buenos Aires: Editorial Lozada; 1992. The MIT Press; 1997.
Tomo I, P: 147-167.
1 5 Sperry R. The riddle of consciousness and
4 Goldman Al. Consciousness, folk the changing scientific worldview. Journal
psychology, and cognitive science. En: of Humanistic Psychology 1995; 35:7-29.
Block N, Flanagan O, Güzeldere G. Eds.
The nature of consciousness. 16 Llinás R, Paré D. Of dreaming and
a
Philosophical debates. 1 Ed. Londres: wakefulness. Neuroscience 1991; 44(3):
The MIT Press; 1997. 521-535.

5 Savater F. Las preguntas de la Vida. 1 7 Llinás R, Ribary U. Temporal conjunction in


Barcelona: Ariel; 1999. thalamocortical transactions. En: Jasper
HH, Descarries L, Castellucci VF, Rossignol
6 Jacobs WG. Conciencia. En: Knngs H, S. Consciousness: AT the frontiers of
Baumgartner HM, Wild C (eds). Conceptos neuroscience. Advances in neurology
fundamentales de filosofía. Segunda 1998; 77:95-1 03.
edición. Barcelona: Herder; 1977. Tomo I.
18 Llinás R, Ribary U, Contreras D,
7 Maturana H. ¿Cuándo se es humano?. En: Pedroarena C. The neuronal basis for
Ensayo & Error, 1997;2(3): 114-119. consciousness. Phil Trans R Soc Lond B
1998; 353:1 841-1849.
8 Castoriadis C. Pasión y conocimiento. En:
Ensayo & Error, 1997;2(3): 6-27. 19 Crick F The astonishing hypothesis. The
9 Morin E. La noción de sujeto. En: scientific search for the soul. Touchstone,
Schnitman DF Ed. Nuevos paradigmas, Simón &Schuster Ed., Nueva York, 1994.
ciencia y subjetividad. Barcelona: Paidos; 20 Crick F, Koch C. Consciousness and
1994. neuroscience. Cerebral cortex 1998;
10 Metzinger T Faster than thought. Holism, 8(2):97-107.
homogeneity and temporal coding. En: 21 Hobson JA. El cerebro soñador. México DF:
Journal of Consciousness Studies, Online; Fondo de Cultura Económica; 1994.
http://www.zynet.co.uk/imprint/ online/
22 Smith P Can neurobiology teach us anything
11 James W. The principies of psychology.
about consciousness? En: Block N,
Henry Holt & Co, 1 890; Publicación
Flanagan O, Güzeldere G. Eds. The nature
autorizada: Nueva York: Dover
of consciousness. Philosophical debates.
Publications; 1950.
1a Ed. Londres: The MIT Press, 1997.
12 Hardcastle V. The binding problem.
Journal of Consciousness Studies on

384

También podría gustarte