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El desconocer acerca de las relaciones de cambio y como funciona todo el

sistema, puede llevarnos a  no saber qué cambios usar y cuando usarlos, como
resultado, las dos situaciones más comunes que vemos son: a) pedalear como
loco y avanzar poco y b) «matarnos» en una subida, quedarnos sin aire, sin
piernas y… dejar guardada la bici por un tiempo.

Bien, con un poco de práctica podemos dominar el arte de jugar con el


descarrilador (cambiador delantero) y el tensor (cambiador trasero) y así poder
subir, descender o ir en llano de manera eficiente sobre la bici. Además el saber
utilizar los cambios, ayudará considerablemente a prolongar la vida de nuestros
componentes.

Comenzando con lo básico


Para poder aprender a trabajar de manera correcta los cambios, primero debemos
conocer los componentes básicos. Existen dos componentes que impactan
directamente el número de cambios y las relaciones de estos: el embielado y el
cassette.

Conjunto de eje, brazos y platos (embielado)


Es el componente que nos permite dar las pedaleadas, convirtiendo el movimiento
circular de las piernas, en el movimiento lineal de la cadena. El embielado puede
tener uno, dos o tres platos de acuerdo al tipo de bici que
estemos utilizando. Por ejemplo, las de ruta suelen tener dos platos mientras que
las bicicletas todo terreno tienen tres, aunque recientemente con la evolución de la
tecnología y la aparición de nuevos componentes como el SRAM Eagle XX1, han
ido migrando hacia el monoplato (un solo plato delantero). Entre más dientes
tenga un plato delantero, más dura será la relación y viceversa. Por ejemplo en
ruta los biplatos suelen venir 53/39, es decir el plato exterior viene con 53 dientes
mientras que el interior cuenta con 39. De esta manera el plato de 53T lo
utilizaremos para terreno más plano mientras que el 39 lo utilizaremos para las
subidas.

El Casette
Está ubicado en el eje trasero de la bici, también está compuesto por platos o
piñones, en este caso de menor tamaño. Dependiendo del modelo de la bici, el
cassette pueden venir de desde 7 hasta 12 piñones o “sprockets” los cuales
pueden variar desde 11-23 dientes hasta 11-32 dientes, por lo que el cassette será
quien verdaderamente nos de la mayoría de relaciones en cuanto a los cambios.
Sin embargo el cassette funciona de forma diferente y opuesta al embielado, de
manera que entre más pequeño sea el piñón, más duro será el cambio. Por lo que
el piñón más grande será el que nos entregue la relación más suave.
Trucos, tips y errores comunes al usar los cambios de la bicicleta
En teoría podemos usar el rango entero de cambios que ofrece el cassette en
combinación con cualquiera de los platos delanteros, pero buscando un buen trato
con la bici y sus componentes, las buenas prácticas sugieren otra cosa.
Cruce de cadena: no siempre es recomendable utilizar todos los cambios que tiene
la bici, debido a que los componentes pueden sufrir y reducirse así su tiempo de
vida. Por ejemplo cuando utilizamos la combinación plato grande/ piñón grande o
plato pequeño/ piñón pequeño se produce lo que llamamos el “cruce de cadena”
en el que la cadena crea una diagonal y comienza a sufrir grandes esfuerzos que
llevan a que su vida útil se reduzca e incluso que se te caiga la cadena mientras
intentas meter otro cambio. También puede suceder que tu cadena quede rozando
con el descarrilador delantero lo que genera un molesto ruido. Sin embargo este
último inconveniente se puede solucionar con las palancas de cambio modernas
en las que se puede aplicar un “mini cambio” al descarrilador para que se
acomode y deje de rozar.

Cambios en subida: en el momento en que estamos subiendo una montaña o


incluso un pequeño repecho que requiere que hagamos cambio, es necesario que
dejemos de ejercer presión sobre el pedal mientras metemos el cambio. Al meter
un cambio mientras ejercemos fuerza en el pedaleo, hacemos que la cadena sufra
una gran tensión lo que además de ir desgastando los dientes del cassette y los
eslabones de la cadena, podría hacer que se reviente en el acto.

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