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¿POR QUÉ EN LA ÉPOCA DE JESÚS

HABÍA TANTOS ENDEMONIADOS?


PREGUNTA
Monseñor, quisiera hacerle una pregunta: ¿por qué en la época de Jesús había
tantos endemoniados, como lo asegura la Sagrada Escritura?

Por ejemplo: Mc 1, 34 y 1, 39.

RESPUESTA
Realmente, en las narraciones evangélicas está dicho que
Jesucristo “expulsó muchosdemonios; y como los demonios lo conocían, no les
permitía hablar” (Mc 1, 34). El evangelista San Lucas explica también que los
demonios “gritaban y decían: «Tú eres el Hijo de Dios». Los increpaba [Jesús] y no les
dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías” (Lc 4, 41).
Basado en estos trechos, uno de mis asiduos lectores pregunta “por qué en la
época de Jesús había tantos endemoniados”. De donde se infiere que él juzga que, hoy
en día, tal vez no sean tantos.
El tema realmente merece una aclaración.

La humanidad bajo el imperio del demonio


Antes de la venida de Jesús, el demonio reinaba sobre la faz de la tierra. Y eso a
tal punto que fue necesario que Dios separase para sí a un pueblo —el pueblo judío— a
fin de conservar la verdadera fe y que naciera en su seno el Mesías, que había de
rescatar a la humanidad del imperio del demonio.
Durante la guerra civil de Arezzo, San Francisco exhortó al
hermano Silvestre a expulsar los demonios que habitaban en
la ciudad. Mientras el santo hace recogidamente sus oraciones,
Silvestre ejecuta la acción propuesta.
De la falta de correspondencia del pueblo elegido nos habla bastante la Sagrada
Escritura, mostrando cómo varias veces se dejó contaminar por los cultos idolátricos de
los pueblos vecinos. Ahora bien, todos los dioses de los paganos son demonios, como se
lee en el Salmo 95, versículo 5: “Omnes dii gentium, daemonia”.
Así, no sorprende que también entre los judíos el número de endemoniados fuese
grande. Y ¿qué decir, entonces, de los pueblos paganos, totalmente sumidos en la
idolatría?
Obrada la Redención del género humano, por la sacrosanta Pasión de Nuestro
Señor Jesucristo, el poder del demonio fue quebrantado. En todas partes donde la Buena
Nueva del Evangelio se implantaba, los demonios eran expulsados y los ídolos caían (o
eran derrumbados por los primeros cristianos, con la fuerza de sus manos).
Como se sabe, la implantación del cristianismo no se dio sin lucha y sin
derramamiento de la sangre de muchos cristianos. Después de la era de las
persecuciones, finalmente se instauró una nueva era para la humanidad, con el edicto de
Constantino el año 313. La Iglesia, al fin, pudo ejercer libremente su ministerio. El
número de endemoniados diminuyó, aunque nunca desapareció totalmente.

“Hasta los demonios se nos someten”


Para enfrentarlos, Nuestro Señor Jesucristo había comunicado a sus discípulos el
poder de expulsar a los demonios. Cuando los envió en misión por Judea, les
dijo: “Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios” (Mt 10,
8). Al regreso, los discípulos estaban exultantes, diciendo: “Señor, hasta los demonios
se nos someten en tu nombre. Él les dijo: Estaba viendo a Satanás caer del cielo como
un rayo. Mirad: os he dado el poder de pisotear serpientes y escorpiones y todo poder
del enemigo, y nada os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os
someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el
cielo” (Lc 10, 17-20).
“Estaba viendo a Satanás caer del cielo como un rayo” significa que con su
ciencia sobrenatural Jesús estaba viendo, durante la misión de los discípulos, la derrota
del imperio satánico. Satanás, palabra que viene del arameo Sataná, quiere decir
enemigo. Él es el adversario por excelencia de la instauración del reino de Dios. El cielo
del cual cae es el cielo del universo físico (cf. Ef 2, 2; 6, 12). Caer “como un
rayo” indica que, con la venida de Cristo, su poder iba disminuyendo rápidamente, y
disminuiría aún más con la expansión del cristianismo. Ese poder, que Jesús confirió a
los discípulos, está expresado, en el trecho citado, por diversos animales venenosos:
serpientes y escorpiones (cf. Sal 90, 13). La alegría que los discípulos sienten viendo a
los demonios someterse a ellos, en nombre de Jesús, es totalmente justa. Pero, para que
en ella no se mezclara ningún elemento humano, como en otra ocasión ya ocurriera (cf.
Mt 17,19-21), Jesús les recuerda que mucho mayor debe ser su alegría por tener sus
nombres inscritos en el cielo (tomamos estas explicaciones exegéticas del P. Manuel
Tuya O.P., Biblia Comentada, BAC, Madrid, 1964, t. V, p. 836).
El mundo moderno trae de vuelta el imperio de Satanás
La influencia de la Iglesia sobre la humanidad alcanzó su auge en la Edad Media,
época sobre la cual dijo León XIII en un célebre trecho, tantas veces citado, pero cuyo
brillo nunca se disipa: “Hubo un tiempo en que la filosofía del Evangelio gobernaba los
Estados. En aquella época la eficacia propia de la sabiduría cristiana y su virtud divina
habían penetrado en las leyes, en las instituciones, en la moral de los pueblos,
infiltrándose en todas las clases y relaciones de la sociedad. La religión fundada por
Jesucristo se veía colocada firmemente en el grado de honor que le corresponde y
florecía en todas partes gracias a la adhesión benévola de los gobernantes y a la tutela
legítima de los magistrados. El sacerdocio y el imperio vivían unidos en mutua
concordia y amistoso consorcio de voluntades. Organizado de este modo, el Estado
produjo bienes superiores a toda esperanza. Todavía subsiste la memoria de estos
beneficios y quedará vigente en innumerables monumentos históricos que ninguna
corruptora habilidad de los adversarios podrá desvirtuar u
oscurecer”(Encíclica Immortale Dei, 1º de noviembre de 1885, nº 28).
La presencia y la actuación de Satanás se va manifestando cada vez
más por medio de crímenes espantosos y toda clase de desvaríos. No
es de extrañar, pues, que también los casos de endemoniados crezcan
a la misma velocidad en que la sociedad se paganiza.

Descontento con esa situación, el demonio organizó un movimiento para derribar


ese orden cristiano. Para ello desencadenó un proceso revolucionario que se desdobla en
varias etapas magistralmente descritas por Plinio Corrêa de Oliveira en su obra
maestra Revolución y Contra-Revolución. A lo largo de ese proceso, el demonio fue
minando la influencia de la Santa Iglesia, dilacerándola por crisis internas y
paganizando la sociedad. De ese modo, la presencia y la actuación de Satanás se va
manifestando cada vez más por medio de crímenes espantosos y toda clase de desvaríos.
No es de extrañar, pues, que también los casos de endemoniados crezcan a la misma
velocidad en que la sociedad se paganiza.
Fue muy oportuno, pues, que mi estimado lector pusiera en primer plano el
problema, con una pregunta tan pertinente.
En estas condiciones, se abre para la Santa Iglesia una nueva etapa, en que es
necesario hacer uso de los poderes que Jesucristo le confirió, incrementando
fuertemente el trabajo de los exorcistas auténticos. Así lo han pedido algunos teólogos
de renombre. Pero es necesario que su voz sea ampliada por la de todos los católicos
que están convencidos de la aterradora realidad. Y, sobre todo, es necesario rezar,
pidiendo la intercesión de ¡Aquella que una vez aplastó la cabeza de la serpiente con sus
pies inmaculados, la siempre Virgen María! 
El endemoniado gadareno - Marcos 5:1-20
(Mr 5:1-20) "Vinieron al otro lado del mar, a la región de los
gadarenos. Y cuando salió él de la barca, en seguida vino a su
encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo,
que tenía su morada en los sepulcros, y nadie podía atarle, ni aun
con cadenas. Porque muchas veces había sido atado con grillos y
cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y
desmenuzados los grillos; y nadie le podía dominar. Y siempre, de
día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los
sepulcros, e hiriéndose con piedras. Cuando vio, pues, a Jesús de
lejos, corrió, y se arrodilló ante él. Y clamando a gran voz, dijo:
¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por
Dios que no me atormentes. Porque le decía: Sal de este hombre,
espíritu inmundo. Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió
diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos. Y le rogaba
mucho que no los enviase fuera de aquella región. Estaba allí cerca
del monte un gran hato de cerdos paciendo. Y le rogaron todos los
demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en
ellos. Y luego Jesús les dio permiso. Y saliendo aquellos espíritus
inmundos, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil; y
el hato se precipitó en el mar por un despeñadero, y en el mar se
ahogaron. Y los que apacentaban los cerdos huyeron, y dieron aviso
en la ciudad y en los campos. Y salieron a ver qué era aquello que
había sucedido. Vienen a Jesús, y ven al que había sido
atormentado del demonio, y que había tenido la legión, sentado,
vestido y en su juicio cabal; y tuvieron miedo. Y les contaron los
que lo habían visto, cómo le había acontecido al que había tenido el
demonio, y lo de los cerdos. Y comenzaron a rogarle que se fuera
de sus contornos. Al entrar él en la barca, el que había estado
endemoniado le rogaba que le dejase estar con él. Mas Jesús no se
lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales
cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido
misericordia de ti. Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán
grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban."

Introducción
En el pasaje anterior, el Señor mostró su poder salvando a sus
discípulos de las fuerzas físicas de la naturaleza, pero estas fuerzas
físicas no son los únicos poderes del universo potencialmente
hostiles e incontrolables para el hombre. También hay poderes
espirituales que buscan la destrucción del hombre:
(Ef 6:11-12) "Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis
estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos
lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo,
contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales."

Así que, el relato nos va a llevar de la descripción del mar


embravecido a un hombre fiero e indomable que estaba poseído por
una legión de demonios. Y lo que nos va a hacer notar, es que el
Señor Jesucristo tiene pleno dominio sobre ambos.

"La región de los gadarenos"


El evangelista nos dice que la región a la que llegaron era la de los
gadarenos. Gadara era una de las ciudades que formaban
"Decápolis" (literalmente: "diez ciudades") (Mr 5:20). En la
antigüedad, esta región al oriente del mar de Galilea había formado
parte del territorio que Moisés había dado en herencia a la media
tribu de Manasés, y de Gad. En los tiempos de Jesús, aunque había
judíos esparcidos por toda la región, en general se puede decir que
era un territorio gentil. Sus ciudades eran esencialmente griegas:
tenían sus dioses griegos, sus templos griegos y sus anfiteatros
griegos; estaban consagradas a la manera griega de vivir. La
presencia del hato de dos mil cerdos que vemos en el pasaje,
siendo éste un animal prohibido para los judíos, nos recuerda que
la influencia del paganismo era muy fuerte en esta región.

"Un hombre con un espíritu inmundo"


La noche en el mar había estado cargada de fuertes emociones:
recordamos el temor de los discípulos ante la tempestad y luego
ante el Señor cuando calmó el viento y el mar. Pero las emociones
no habían terminado. Cuando llegaron a la orilla, seguramente ya
muy entrada la noche, vino corriendo hacia ellos desde las tumbas
un hombre endemoniado, desnudo, herido y gritando.

En el Nuevo Testamento vemos frecuentes casos de personas


poseídas por demonios, y no debemos de confundirlos con casos de
locura o epilepsia. Un endemoniado es un ejemplo extremo de lo
que las fuerzas satánicas pueden hacer con una personalidad
humana que ha caído bajo su dominio. Por el contrario, la dignidad
más alta que puede experimentar el ser humano es que su cuerpo
llegue a ser templo del Espíritu Santo y sea dirigido por él. En
contraste con las fuerzas satánicas, el Espíritu Santo libera a los
hombres del pecado, desarrolla su personalidad y dignidad e
incrementa su dominio propio.

"Nadie podía atarle, ni aun con cadenas"


El cuadro que Marcos nos describe es aterrador: un hombre
completamente descontrolado, como un animal salvaje e indómito.
Nadie tenía fuerzas para dominarle, y a pesar de que habían
intentado atarle, seguía siendo una amenaza para la seguridad de
la gente en la comarca. Mateo nos dice que la gente eludía aquellos
lugares (Mt 8:28) "nadie podía pasar por aquel camino". Ofrece un
buen ejemplo de la impotencia humana frente al poder de Satanás.

El diablo había dado un poder sobrehumano a este hombre: el


endemoniado rompía los grilletes como si fueran un cordel. Muchas
personas están fascinadas por tener un poder espiritual superior al
de otras personas, y sin pensarlo dos veces, creen que cualquier
experiencia que les proporcione capacidades extraordinarias, tiene
que ser automáticamente válida y beneficiosa. Pero esto es falso.
Es cierto que los seres espirituales pueden impartir a las personas
poderes asombrosos, pero al final, esos poderes resultarán
destructivos para la personalidad y el dominio propio del hombre. El
endemoniado gadareno es un ejemplo claro de esto. ¿De qué le
servía tener tanta fuerza física, si se había convertido en un ser tan
débil espiritualmente?

"Andaba dando voces en los montes y en los


sepulcros"
Esto nos muestra la profunda angustia, el dolor y tormento interior
que aquel hombre sentía mientras deambulaba por las montañas y
las tumbas excavadas en los costados de los acantilados. Pero
también nos recuerda su estado y su final: vivía entre los muertos.

"Hiriéndose con piedras"


Tal vez en un esfuerzo por librarse de su tormento interior, este
hombre se golpeaba a sí mismo con piedras. Estaba tan
emocionalmente turbado que presentaba claras tendencias suicidas.
Satanás siempre obra para la autodestrucción de la persona.

"Te conjuro por Dios que no me atormentes"


Cuando el endemoniado llegó a la presencia de Jesús, las cosas
cambiaron inmediatamente. Los hombres de la región tenían miedo
del endemoniado, pero éste tenía temor ante Jesús. Los poderes de
las tinieblas resultan invencibles para los hombres, pero no para
Jesús.

Vemos también que el endemoniado estaba preocupado porque


Jesús, como Hijo de Dios, podía precipitar o anticipar su ruina final.
Los demonios saben que llegará el día del juicio, cuando la libertad
relativa que ahora gozan se terminará para siempre y está
determinado para ellos su castigo final y terrible.

"¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios


Altísimo?"
El endemoniado estaba enterado tanto del nombre humano de
Jesús como de su deidad, aunque éste era, al parecer, su primer
encuentro con Cristo. Tal conocimiento demuestra que no se
trataba simplemente de un loco; estaba poseído por poderes
demoníacos que conocían la verdadera identidad de Cristo.

El endemoniado reconoció inmediatamente la majestad de Cristo,


así que su primera reacción fue de un temor reverencial que le
indujo a postrarse ante él. Aquí se cumple lo que dice (Stg
2:19)"Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios
creen, y tiemblan".

"¿Cómo te llamas? Legión me llamo; porque somos


muchos"
Nos sorprende que en este momento Jesús le preguntó por su
nombre. ¿Qué importancia podía tener saber el nombre de este
desdichado? ¿Por qué razón le preguntó Jesús su nombre? Su
respuesta nos da la clave. No contestó dando el nombre que sus
padres le habían puesto en el momento de su nacimiento, sino uno
que describía su estado espiritual actual: "Legión me llamo". Tal
vez quería poner en evidencia ante sus discípulos que no se
enfrentaba ante un sólo demonio, sino ante muchísimos. Pero
mucho más probablemente sirvió para que el endemoniado
mostrara el estado en el que se encontraba: había renunciado a
luchar por ser él mismo, por controlar su propia vida.

Los evangelios nos informan del hecho de que una persona puede
estar esclavizada por más de un demonio al mismo tiempo (Mt
12:45) (Mr 16:9), pero este caso es singular. ¿Qué nos intenta
enseñar?
De la misma manera que el Imperio Romano había conseguido
conquistar Palestina por medio de sus legiones, este miserable
hombre se encontraba totalmente ocupado y dominado por las
fuerzas demoniacas que lo mantenían en una situación de opresión
y muerte. Notamos entonces que el propósito del diablo para con el
ser humano es de tipo militar: conquistar y dominar.

"Y le rogaba mucho que no los enviase fuera de


aquella región"
El Señor Jesucristo es más poderoso que el diablo y sus legiones: ni
una legión de demonios podría hacer frente a su voz de mando.

¿Por qué no querían los demonios irse de aquella región?


Realmente no lo sabemos, pero tal vez podemos suponer que la
forma de vida de aquellas gentes, junto con la dureza de sus
corazones, los hacía presa fácil para los demonios.

"Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos"


¿Por qué le pidieron al Señor que los enviase a los cerdos?
Tampoco esto lo sabemos con seguridad, pero tal vez sea porque
los demonios necesitan un cuerpo por medio del cual poder operar.
Aunque a parte de este versículo, no leemos en la Biblia de
demonios habitando en animales. Y tampoco en este caso
estuvieron mucho tiempo, porque rápidamente se precipitaron al
mar y murieron. Por todo ello, debemos ser muy prudentes al sacar
conclusiones de este hecho.

Lo que es evidente es que no podían resistir la orden de Cristo, y


aun para entrar en los cerdos necesitaban de su permiso.

El Señor les permitió que fueran a los cerdos, pero cuando éstos se
precipitaron por el despeñadero y murieron, esto causó una grave
pérdida a sus propietarios. Algunos han cuestionado la actitud del
Señor por esto. Pero en este caso, como en muchos otros, se acusa
injustamente al Señor de aquello que realmente hizo el diablo.
Recordemos que el Señor sólo les dio permiso para ir a los cerdos,
él no hizo nada más. Fue Satanás quien destruyó los cerdos.

"Sentado, vestido y en su juicio cabal"


Una vez que los demonios salieron del hombre, el cambio fue
radical. Ahora estaba con Jesús "sentado, vestido y en su juicio
cabal". Nadie había soñado con conseguir algo parecido de este
hombre. Y es que el poder del Señor Jesucristo llega allí donde ni el
gobierno, ni los asistentes sociales, ni psiquiatras, ni familia, ni
amigos pueden llegar. Nadie antes había conseguido que este
hombre estuviera en paz consigo mismo y con sus semejantes.

Cristo lo había liberado de los espíritus inmundos y había


restaurado su libertad y dignidad. Ya no era el loco que andaba
desnudo gritando noche y día por los sepulcros e hiriéndose con las
piedras. Era un hombre nuevo, y eso, gracias a Cristo.

"Y tuvieron miedo y ca rogarle que se fuera de sus


contornos"
Es curioso que la reacción que todo esto provocó en los habitantes
de Gadara fue de temor. ¿De qué tenían miedo? Aparentemente
tenían miedo del poder sobrenatural de Cristo. Su presencia en
medio de ellos les inspiraba temor. Así que decidieron que lo mejor
era que Cristo se fuera de allí. ¡Es incomprensible!

La presencia de Cristo en medio de ellos era una garantía de que


los demonios no volverían a hacer algo similar con ninguna otra
persona. Y además, el ver al endemoniado en su nueva condición,
debería haberles llenado de gozo y admiración por Cristo.

Pero aquellos hombres se habían sentido golpeados en donde más


les dolía: su dinero. Como consecuencia de la liberación del
endemoniado, ellos habían perdido un gran hato de cerdos, por lo
tanto, no podían sentir alegría por nada de lo ocurrido.
Seguramente por esto le invitaron a irse. No valoraron todo el bien
que Jesús podría haber hecho en la región. ¡Cuántos más
endemoniados o enfermos había todavía allí! Pero parecía que
apreciaban muchos más sus posesiones que las personas. En el
conflicto entre los negocios y el bienestar espiritual, los negocios
eran lo primero para ellos, como tan a menudo sucede en la
actualidad. Son un ejemplo terrible de ceguera materialista.

Incontables multitudes siguen prefiriendo a Cristo lejos de ellos por


temor a que su comunión con él sea causa de alguna pérdida
material, social, económica o personal. Y así, tratando de salvar sus
bienes, pierden sus almas.

Es muy triste, pero es algo que ocurre con mucha frecuencia.


Cuando un notorio pecador se convierte a Cristo y su vida cambia,
las personas que le conocían antes, muchas veces en lugar de
convertirse ellas mismas, prefieren alejar a Cristo de sus vidas, e
incluso intentan persuadir a la persona para que él también deje a
Cristo.

Y el Señor se fue. Aquellas personas no sabían lo que estaban


perdiendo. De esto aprendemos un principio fundamental: El Señor
no se queda donde no es bienvenido. El no obliga a nadie a tener fe
en él o a amarle, nunca se impone por la fuerza.

"Vete a tu casa, a los tuyos"


Pero cuando el Señor ya se iba en la barca con sus discípulos, el
que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con
él. La petición era evidencia de la nueva vida que ahora tenía.
Quien ha sido salvado por el Señor, desea estar con él. Sin
embargo, el Señor no se lo permitió, sino que le dijo que se fuera a
su casa, y a los suyos.

Cuando comenzamos esta historia nos encontramos al


endemoniado viviendo solo en los sepulcros, así que, con esta
orden, lo que Cristo deseaba era restaurar a este hombre social y
familiarmente. El hogar debe ser el primer lugar donde el creyente
debe dar evidencias de su nueva vida.

La verdadera actividad misionera comienza en la casa. No es


coherente hacer grandes esfuerzos a favor de la evangelización de
otras partes del mundo mientras que desatendemos la educación
cristiana de nuestros propios hijos, por ejemplo.

Además, el Señor le dio una misión: "cuéntales cuán grandes cosas


el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti". Su
misión consistía en testificar de las grandes cosas que Jesús había
hecho con él, precisamente en la región donde no habían querido
admitir la obra personal del Salvador. A pesar del rechazo de los
gadarenos, el Señor en su misericordia, les dejó el testimonio del
hombre sanado. Nadie necesitaba más al Señor que ellos.

"Comenzó a publicar en Decápolis"


Cuando Jesús estuvo en Decápolis, este fue un primer contacto con
la civilización griega. Y el hombre que había estado poseído por la
legión de demonios y a quien Cristo salvó fue el primer misionero
que el Señor mandó a predicarles.

En cuanto a la labor que realizó, hay que subrayar que su gozo y


gratitud le llevó mucho más allá de su propia ciudad, extendiendo
su actividad misionera por todo Decápolis. En cierto sentido,
podríamos decir que el gadareno pudo hacer lo que le impidieron a
Jesús.

Tres ruegos
Hallamos aquí tres "ruegos" al Señor, uno de los cuales admitió,
desechando los otros dos.

 Cuando el endemoniado se acercó al principio a Jesús,


le suplicó que le dejara. Cristo no atendió esta petición
porque el hombre no actuaba con libertad, sino bajo la
poderosa influencia de los demonios.

 Más tarde los gadarenos le rogaron que se fuera de


sus contornos. Cristo accedió a irse, ya que esta petición
era expresión de su libre voluntad, hecha con los ojos
abiertos y a la plena luz de toda la evidencia. Cristo respeta
la elección de los hombres.

 Cuando Jesús se iba, el que había estado endemoniado


le rogó que le dejara ir con él. Cristo no le dejó, puesto que
ahora estaba a sus órdenes, pertenecía a su Reino y por lo
tanto estaba a su servicio.

Conclusión
Por supuesto que este endemoniado era un caso extremo, pero con
todo, es una advertencia de lo que significará para los seres
humanos perecer bajo el poder del pecado y Satanás. Y esto será
así, a menos que sean liberados por Cristo (Ef 2:2) (Col 1:13).

GADARA: TERRITORIO DONDE LOS DEMONIOS HUYEN


¿Has llegado alpunto de verla obra de Dios y quedar asombrado? ¿O todavía vives
en el territorio de lo natural? ¿Puedes ver las obras maravillosas y sobrenaturales
de Dios? Si no las ves, es lógico que no te asombre Jesús, y te preguntes: “¿Qué
les pasa a estos locos?” Pero los que somos locos por Jesús, no solamente hemos
sido tocados por Él, sino que vemos la obra maravillosa  que está haciendo. Veo la
mano de Dios en la historia de la humanidad, en lasnoticias de cadadía, y me da
risa.

Dice Dios en su palabra que traerá a su pueblo desde todas las naciones, los
establecerá en su tierra y no serán removidos, y asimismo, establecerá un reino
eterno en Israel y ya no serán más dos reinos sino que serán un solo reino. En
Israel había un reino al norte y otro al sur. Pero Dios le dice al profeta: “Toma un
palo de la casa de Israel, y otro de la casa de Judáy pon los dos en tus manos y
cuando te pregunten qué quieres enseñarles, diles que los dos volverán a ser uno
en mi mano”. (Ezequiel 37:16-19). ¡Pasaron 2000 años y los israelitas están
volviendo a su tierra desde todas las naciones! Otra profecía expresa: “8¿Quiénes
son éstos que vuelan como nubes, y como palomas a sus
ventanas?  9Ciertamente a mí esperarán los de la costa, y las naves de
Tarsis desde el principio, para traer tus hijos de lejos, su plata y su oro con
ellos,…” (Isaías 60:8-9). Podemos ver los aviones que vuelan hacia Israel desde el
África y otros países, con judíos que regresan a la tierra de sus padres. ¡Hasta
judíos negros vuelven como aves al palomar! Leo en los noticieros, que
MahmudAhmadineyad,presidente de Irán, amenaza con hacer desaparecer a Israel
y me causa risa. Me pregunto: “¿Habrá leídola Biblia? ¿Sabrá lo maravilloso y lo
poderoso que es Dios? Hay naciones que están enojadas con Israel, y dicela Biblia
que Israel quedará solo, rodeado de naciones que lo van a abandonar, ¡y es lo que
está pasando! ¡Qué tranquilidad te da conocerla palabra de Dios, conocerlo a Él y
ver sus obras maravillosas!

Una de las obras maravillosas de Jesús está relatada en Mateo 8:28-34: “28Cuando


llegó a la otra orilla, a la tierra de los gadarenos, vinieron a su encuentro
dos endemoniados que salían de los sepulcros, feroces en gran manera,
tanto que nadie podía pasar por aquel camino.   29Y clamaron diciendo: ¿Qué
tienes con nosotros, Jesús, Hijo de Dios? ¿Has venido acá para
atormentarnos antes de tiempo?  30Estaba paciendo lejos de ellos un hato de
muchos cerdos.  31Y los demonios le rogaron diciendo: Si nos echas fuera,
permítenos ir a aquel hato de cerdos.   32El les dijo: Id. Y ellos salieron, y se
fueron a aquel hato de cerdos; y he aquí, todo el hato de cerdos se
precipitó en el mar por un despeñadero, y perecieron en las aguas.   33Y los
que los apacentaban huyeron, y viniendo a la ciudad, contaron todas las
cosas, y lo que había pasado con los endemoniados.   34Y toda la ciudad salió
al encuentro de Jesús; y cuando le vieron, le rogaron que se fuera de sus
contornos”.

Vamos a tocar un tema que a muchos no le gusta tratar. ¿Estará endemoniado


algún pariente cercano tuyo? Y yendo más cerca: ¿No estarás tú endemoniado?

LOS DEMONIOS AÚN HOY TRABAJAN

Hay teólogos que piensan que en la época de Jesús hubo una gran actividad
demoníaca y que era lógico porel hecho deque el Mesías llegó al mundo, como si en
ésta época no hubieran demonios, como si los demonios fueran una cuestión
mitológica. Estamos viviendo en un mundo secularizado, materialista, que no
reconoce y no acepta la existencia de Dios, y la ciencia racional tampoco acepta la
existencia de espíritus o poderes espirituales. ¡Nada de eso se estudia en la
universidad! Los griegos ylaBibliareconocen tres niveles de vida: La biológica, que
esla vida delcuerpo humano (sangre, oxígeno, sistema respiratorio, huesos, etc.) y
se estudia en Biología. Reconocen tambiénla vida síquicao de la “psiquis”, en el
griego, pero que en hebreo es “alma”. Nosotros hacemos uso de las dos palabras:
alma y  psiquis. En nuestra civilización se confunde el alma con el espíritu, pero en
realidad alma y psiquis son sinónimos, y esa es la segunda clase de vida que
tenemos. Somos una trinidad: Espíritu, alma y cuerpo. Cuando hablamos de ello no
entendemos que son tres cosas distintas, y a la vez son una misma cosa. No
podemos existir como personas sin reconocer la diferencia entrela vida biológicay la
síquica. Cuando deja de funcionarla vida biológica, deja de palparsela vida dela
psiquis; pero segúnlaBiblia,la vida dela psiquis o del alma, continúa más allá de la
biológica.La vida delalma es solamente un nivel de vida natural, que nos permite
vivenciar o discernir todo lo que tiene que ver con palpar, oler, oír o ver; o sea
quela vida delalma está limitada a los sentidos que ésta tiene. Veremos quela vida
delalma o de la psiquis está muy ligada ala vida delcuerpo, porque el alma detecta
cosas que toca la mano, o que huele la nariz; y entonces a partir de las cosas que
se pueden palpar o ver, el alma piensa, porquela vida delalma tiene que ver con la
mente, voluntad y emociones. Así que si tu suegra te mira mal, pasan dos cosas:
Se estremece tu vida biológica, te crispas, y enla vida delalma, o la psiquis, te
puede suceder que tiembles y crees que tu suegra es un demonio, entonces te
viene miedo o bronca. Pero hay otra vida superior a la biológica y a la del alma que
esla vida delespíritu, y esa es la dimensión espiritual.

Cuando nos referimos ala vida síquicao del alma, no hablamos de algo que vaya
más allá que cualquier animal. Por supuesto que es una vida superior a la del
animal, pero no dejade ser de unnivel animal. La psicología, la psiquiatría, o las
ciencias humanas que se estudian en elsistema de enseñanzalaica no salen de lo
biológico y de lo almático; no salen de lo síquico. Estudian psicología o psiquiatría la
cuales tienen que ver con la psiquis. Entonces cualquier fenómeno tiene que ser
explicado  mediante los términos de la psiquis, porque en las ciencias humanas, no
existela vida espiritualy no se reconoce por ejemplo el pecado y las consecuencias
de este. Nosotros sabemos que el pecado tiene consecuencias enla vida anímicay
en la del cuerpo; sabemos que el pecado es un poder espiritual.

Así que hay una relación estrecha entrela vida psíquicay la biológica; por ejemplo
cuando te martillas el dedo, dices: “¡Me dolió hasta el alma!” O cuando te piden
hacer algo, y dices: “No estoy de ánimo”; esto significa que te anda mal el alma.
Cuando te deja tu novia y te dice que no quiere saber más de ti, se te estremecen
las emociones y tu cuerpo responde decayéndose; te tiras en un sillón y te pones a
llorar.La vida biológica, anímica o síquica se corresponden fuertemente. Pero la
psicología y la psiquiatría no salen de ese entorno.

Nosotros sí sabemos que hay una relación asombrosa entrela vida espiritual, la
anímica y la biológica. Es más, la dimensión espiritual influye fuertemente en
ambas. Eso no se estudia en la universidad secular, pero sí se estudia en la
universidad de Dios: La iglesia. Así que te invitamos a asistir a nuestra iglesia enla
Avenida8 de Octubre 2335 frente al túnel, de Montevideo, Uruguay.

Como en la universidad no se estudian los espíritus, y como nadie cree que hay
algo más allá de la psiquis, si en la universidad existe algún espíritu, no nos
enteramos. Y todo hecho, acontecimiento o fenómeno fuera de la psiquis es
interpretado como algún síndrome o como algún gen que está fallando, o que falta
alguna u otra sustancia; eso puede ser verdad, porque lo espiritual se corresponde
con lo biológico, y también con lo anímico.

La ciencia está descubriendo que los pecados producen enfermedades, esto era
algo irrisorio en otra época, pero ahora la ciencia sabe bien que lo quelaBibliale
llama pecado produce consecuencias en el organismo. Ahora, lo que no entiende la
ciencia es que hay una correspondencia entre el odio y poderes espirituales que lo
fomentan, y como no acepta la existencia de una dimensión espiritual, no puede
encontrar una correspondencia entre el homosexualismo y los demonios, o entre el
alcoholismo y los demonios. Pero nosotros sabemos que hay un mundo entero de
maldad, hay un principado de maldad que la ciencia ignora y se llama Satanás, el
príncipe que opera en los hijos de desobediencia, como afirma la Biblia (Efesios
2:2). Y los más desobedientes de todos son los que no quieren creer que hay Dios,
los que no quieren ver que hay actividad demoníaca, y no reconocen la actividad
espiritual. Quieren dejar archivado en el ropero de lo mitológico todo lo que tenga
que ver con Dios, religión o revelación, y así manejar todo desde la razón y la
lógica.

Nosotros hemos aprendido de Dios que hay actividad demoníaca y que cuando
parece ser que la actividad demoníaca es menor, en realidad lo que sucede es que
es mayor la actividad del Espíritu Santo. Porque donde el Espíritu Santo yla gloria
deDios se manifiestan, ahí no pueden quedar escondidos los demonios, ¡quedan
expuestos ala luz! Losdemonios trabajan en oscuridad como en el rencor, la
maldad, la maledicencia que hay a veces en el corazón de las personas, y no se
puede ver que detrás de eso hay obrando un infierno de poderes espirituales de
maldad. Hay cristianos que tienen miedo a que se les hable de estas cosas: “¡Ay
pastor, de esas cosas no quiero hablar porque me da miedo!”

Precisamente los gadarenos salen de los sepulcros y asustan a todoel mundo…y


según nos dicelaBibliahabía un camino por el que nadie circulaba, porque estos
gadarenos salían al encuentro. La gente se había acostumbrado a vivir con ellos, y
a no pasar por ese camino; así que esto se hizo parte de sus vidas. Se hace
partede la vida de unaesposa que le tiene asco a su marido, duermen en la misma
cama, pero sin poder tocarlo. ¡Se hacen naturales tantas cosas! Padres que abusan
de sus hijas y tienen hijos con ellas. Esto ha salido muchas veces en las noticias, en
este ultimo tiempo. Convivimos con cosas que no se pueden creer que existan y
tienen que ver con actividad demoníaca.

¡Pero dónde Jesús llega, se termina la actividad demoníaca, los demonios tiemblan!
Llegó Jesús a la tierra de los gadarenos, se bajó de la barca y los dos
endemoniados vinieron corriendo. Se presentaron delante de Él y clamando
dijeron: “¿Qué haces aquí Jesús, hijo de Dios; has venido antes de tiempo a
perturbarnos?” Parece que ellos esperaban que algún día se apareciera Jesús; ellos
dijeron que todavía no erael tiempo, pero le vieron la cara a Jesús, y parece que Él
no tenía una cara de misericordia, ni siquiera tenía ganas de charlar, ni 
argumentar con los demonios. A lo lejos había un hato de cerdos, y los demonios
(esos que dominan a las personas y le dicen: ¡te voy a matar!) cuando se
enfrentaron a Jesús le dijeron: “Señor, si nos vas a echar, por favor ¿nos puedes
echar allí donde está ese hato de cerdos?”

Me llamó mucho la atención, ya que siempre me he preguntado: ¿Puede ser que un


animal esté endemoniado? Algunos creen que los animales se endemonian porque
se ponen celosos y violentos. Viene a mi memoria una experiencia con un perro,
que me contaron los encargadosde nuestro centrocomunitario en una chacrade la
ciudad de Salto.Este perro era muy malo y desconocía a los chicos, cuando estos
llegaban de noche los atacaba, así que tomaron la decisión de ungir al perro y en
ese momento se volvió loco, al final lo ataron en un chiquero, y un buen día se lo
encontraron adentro del chiquero, ahorcado. Hay una diferencia entre especular u
opinar y saber.LaBibliadice que Jesús autorizó a los demonios a entrar en los
cerdos. Fuera de toda especulación puedo decir que sí, los demonios entran en los
animales. No porque vi un perro endemoniado, ya que puede ser, pero quien me da
la verdad esla palabra deDios, que dice: “Si nos vas a echar, por favor déjanos
entrar en los cerdos”. Jesús los dejo ir. ¡Se terminó, no hay discusión!
CuandolaBibliate lo dice, ya está, se terminó.

Así que los cerdos se precipitaron al mar y se ahogaron. Los que cuidaban a los
cerdos corrieron a la ciudad a contar lo que había pasado, que los endemoniados
habían quedado bien, restaurados, en sus cabales y ya no eran más violentos. Pero
lamentablemente el hato de cerdos había ido a parar al mar, entonces todos
vinieron, y se asombraron con esta obra maravillosa de Jesús.
Hay gente que es atraída por las obras de Jesús, y hay gente que rechaza a Jesús
por sus obras.  Posiblemente cuando te hablan de las obras de Dios, te causa
repulsión, y te dan bronca los pastores, esos desgraciados que predican y engañan
a la gente. En ese caso habría que ver si no tienes un demonio. Algunos que ahora
son mis ovejitas, antes me escuchaban y se les envenenaba la sangre. Una chica
me decía: “Yo lo escuchaba a usted y me daban ganas de matarlo”. ¿Le andaría
mal la psiquis o, entre ella yel mundo espiritualhabía algo? Ella tenía un espíritu de
odio; cuando venía ala iglesia, se sentaba a escucharme y mientras yo predicaba le
venían ganas de clavarme una sevillana. Nunca había tenido problemas con esta
chica como para que me quiera matar, pero sí se que hay demonios que me
quieren fuera del Uruguay, sé que al diablo no le gusta para nada que yo esté aquí,
¡y esto más me motiva para quedarme!

Lo cierto es que si te asusta hablar de este tema, no quieres que se hable al


respecto, o huyes, entonces tienes un problema al respecto. Necesitas que el
Espíritu de Dios tome control de tu vida. ¿A qué le vas a temer? Dice la Biblia: “Si
Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Romanos 8:31). Si Dios está
a nuestro lado como poderoso gigante, (Jeremías 20:11) si el ángel de Jehová
acampa alrededor de los que le temen y los defiende (Salmo 34:7), ¿de quién o de
qué temer? Algunos tienen temorde hablar de cuestiones demoníacas, y dicen que
al diablo no hay que nombrarlo. ¿Cómo que no? ¡La Biblia lo nombra cada dos por
tres!

Una evidencia de que Jesucristo no tiene el controlde tu vida esque tengas miedo a
estas cosas. ¡Necesitas un toque de Dios! ¡Necesitas liberación! Donde Jesús va, los
demonios huyen. No solamente eso, sino que Jesús encomendó a sus discípulos
que hicieran ésta tarea. Una de las tareas del evangelio es sanar enfermos y otra
es liberar personas oprimidas por el diablo. No está bien que seas un creyente y
tengas temores, no es de Dios que siendo creyente, tengas odio, o tengas una boca
semejante a una cloaca. Una de las evidenciasde la presencia de demonioses la
maledicencia, es decir, las malas palabras que se dicen. Hay creyentes que se
sientan en el templo como santos y en la casa son demonios. Hablemos las cosas
por su nombre, cuando hay una actividad demoníaca hay que saber y poder
discernir.

SABIDURÍA PARA VENCER A LAS TINIEBLAS

Te sugiero que le pidas a Dios discernimiento, porque cuando discutes con tu


esposo, el demonio se mata de la risa, porque el que está discutiendo contigo no es
tu esposo, sino un demonio que está en él. Una mujer me ha contado que su
esposo por muchos años ha estado preso de la pornografía, y no la deja en paz, el
hombre no puede vivir sin tener sexo. Ella ve que hay agresividad en él. ¡Está
endemoniado! A través de la pornografía entran espíritus de sexos violentos,
posesivos, malvados, que degradan a las personas. Los demonios se introducen en
el ser humano a través de muchas actividades del quehacer humano, como por
ejemplo, a través de las adicciones, a través del alcohol, de las drogas, etc. Los
abusadores no responden de si mismos y la sociedad no sabe que hacer con ellos.
Los encarcelan, pero no saben como tratarlos, salen de la cárcel igual que como
entraron. ¿A quién se le va a ocurrir enel mundo seculardecir que hay que echarle
fuera un demonio, o hay que hablarle de Cristo? Entonces la persona sale de la
cárcel y sigue haciendo lo mismo: Vuelve a abusar porque no responde de sí
mismo.

En la droga hay una actividad demoníaca impresionante, toda clase de espíritus se


mueven al consumirla, o toda clase de malas ideas. Las personas no entienden
como se les enturbió tanto el corazón y el pensamiento a esos que se drogan,
llegando a hacer cosas que nunca se imaginaron que iban a hacer.

Debemos reconocer que Cristo es asombroso, maravilloso y poderoso. Donde llega


Cristo, los demonios se postran; cuando Él llega, tienen que dejar lo que estaban
haciendo, porque Cristo es el Señor del cielo y de la tierra, y ellos lo saben bien.
¡Jesucristo tiene la autoridad, y los demonios lo saben! Satanás lo sabe; Jesús no
había pecado nunca, ni desde niño. Cuando llegóel tiempo desu ministerio, y fue
ungido, cuando fue bautizado en el Jordán y fue investido por el poder del Espíritu
para iniciar su ministerio, él tenía aproximadamente 30 años, durante los cuales
toda clase de demonios rasos, demonios cabos, sargentos, tenientes, capitanes,
mayores y coroneles, intentaron hacerlo pecar y no pudieron. Entonces vino
satanás y en persona lo tentó para que pecara, pero no pudo contra Jesús. Satanás
sabe muy bien que Jesucristo es imposible de doblegar. Creyendo que tenía el
imperio de la muerte llevó a Jesús ala cruz, pero lo vio resucitar. ¡Así que satanás
sabe muy bien que con Jesús no se puede!

CONCLUSIÓN

Si estás atormentado o atormentada y no sabes qué hacer con tu vida, si no sabes


qué hacer con tu matrimonio o tus problemas económicos, ven a Jesús y entrégale
a Él los derechos sobre tu vida. Dale a Jesús autoridad sobre tu vida, invítalo a
entrar en tu corazón y pídele que tome el control de tu existencia y verás que los
demonios huirán de ti. ¡Se irán! Porque los demonios afectan el sexo, la economía,
afectan las relaciones familiares, las cuestiones laborales. Los demonios están
infiltrados en todos lados. ¡Lástima queel mundo secularno se haya enterado! Pero
los verdaderos creyentes, los que caminan con Jesús y los que se someten a Él,
suben a un nivel de autoridad por sobre todos los poderes demoníacos.

DicelaBibliaque Jesús les da autoridad a sus discípulos y los envía encomendándoles


que no vayan a ninguna ciudad que no sea de Israel, porque primero había que
predicar el evangelio allí. Dijo: “No vayan a ciudades de gentiles ni de samaritanos,
vayan primero a las ovejas perdidasde la casa de Israel, sanen a los enfermos y
echen fuera a los demonios”. ¡Quien está con Cristo tiene la autoridad de Cristo!
Esto me gusta, porque cuando la ciencia no sabe qué hacer, Cristo sabe cómo
hacerlo. He visto a chicos adictos a las drogas, internados en diversos centros de
rehabilitación, donde les han cobrado más de mil dólares por mes, pero al final
siguen igual, presos de la droga. Después los veo salir de la adicción, cuando
entran en una relación personal con Jesús. ¡El tormento se va! Los pensamientos,
las palabras, el Espíritu de Jesús transforman el terreno en territorio del reino de
Dios.

Yo quiero orar con aquellos que consideran que tienen problemas de demonios en
sus vidas, en sus relaciones familiares. Quiero que entiendas, que en este planeta
hay una guerra, ¡estamos en guerra! Quiero que entiendas que sólo existelapazen
el corazón de aquel que está trabajando para Cristo. No es que hay paz en algún
barrio donde tienes tu casita, y tus vecinos son buenos. Conocí muchos que querían
tener una casita en la playa, lejos del mundanal ruido y allá estaban los
mundanales demonios, los mundanales drogadictos y los mundanales ladrones. ¡No
hay ningún lugar con paz! El único lugar  con paz, es aquel donde Cristo reina.

Quiero orar por aquellos que tienen perturbaciones nocturnas, que tienen
problemas congénitos, crónicos, en sus relaciones familiares, aquellos cuyos
parientes le han hecho trabajos de ocultismo, de magia negra, etc.
Te adoramos Jesús, reina tú en estas vidas Señor, reina en estos corazones. Los
que han venido a ti sean libres de opresiones demoníacas. ¡Glorifícate Jesús!
¡Extiende tu mano Rey! ¡Obra con poder! Espíritu de angustia y de opresión, ¡suelta
ahora! Espíritu de muerte, ¡sal ahora! ¡Echo fuera el temor! ¡Echo fuera la
maldición, en el nombre de Jesús! ¡Huyen los poderes de las tinieblas, en el nombre
de Jesús! ¡Toda influencia del infierno sale ahora! Ven a las vidas Señor, ahora,
hazte presente. Caiga fuego de Dios, y todo demonio huya. Se deshacen los
trabajos de hechicería, de brujería, se deshacen las maldiciones del infierno y las
cadenas. ¡Padre, glorifícate!

Haz esta oración y di: “Señor, declaro que mi vida es como el territorio de Gadara,
que cuando tú llegaste los demonios huyeron; no te voy a echar, no tengo miedo
de ti, sino que te amo y te necesito. ¡Extiende tu gracia sobre mí y lléname de tu
Espíritu Santo! En el nombre de Jesús hago esta oración, amén.

Dom 1. 2. 15. Jesús y el


demonio de la “sinagoga”
(iglesia, ayuntamiento)
28.01.15 | 23:41. Archivado en Iglesia Instituciones, Jesús, Nuevo
Testamento, Domingo, dia de la Palabra
o
o
o
Domingo 4 tiempo
ordinario. Ciclo b. Mc 1, 21-28. Lo primero que hizo Jesús
al comenzar su tarea de Reino, según Marcos, fue
acudir a la escuela/iglesia del lugar (la sinagoga), para
expulsar de allí al demonio y ofrece así un espacio de
pureza y libertad humana para los dolientes del entorno.
La sinagoga del pueblo era entonces escuela e iglesia, lugar
de encuentro y sala del concejo (ayuntamiento), todo junto,
como saben bien los expertos en historia judía. Pues bien,
iniciado su camino mesiánico, Jesús fue a la escuela-
iglesia-ayuntamiento para expulsar al “demonio” que
campaba allí a sus anchas, un espíritu malo que
curiosamente no estaba en un niño en edad escolar, sino en
un hombre mayor (no sé sabe si cura o albañil, maestro o
carpintero, rico o pobre) que se refugiaba y camuflaba en
aquel entorno.
Este pasaje de evangelio que comentaré recoge  un recuerdo
histórico/simbólico  de gran contenido. Léalo quien quiera
trazar bien su ruta de evangelio. Con eso puede bastarle. Si
quiere, siga evocando después su sentido. Buen domingo a
todos.
Marcos 1, 21-28
21 Y fueron a Cafarnaum y de pronto, llegado un sábado,
entró en la sinagoga y se puso a enseñar. 22 La gente estaba
admirada de su enseñanza, porque los enseñaba con
autoridad, y no como los escribas. 23
Había precisamente en la sinagoga de ellos un hombre con
espíritu inmundo, que se puso a gritar:24 ¿Qué tenemos
nosotros que ver contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a
destruirnos? Sé quien eres: ¿El Santo de Dios!
25 Jesús lo increpó diciendo: ¡Cállate y sal de él!
26 El espíritu inmundo lo retorció violentamente y, dando un
fuerte alarido, salió de él.
27 Todos quedaron asombrados y se preguntaban unos a
otros: ¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva con autoridad!
¡Manda incluso a los espíritus inmundos y éstos le obedecen!
28 Pronto se extendió su fama por todas partes, en toda la
región de Galilea.
En el camino de Jesús

Además del templo de Jerusalén (lugar


de sacralidad máxima) había en Israel
y en la diáspora judía sinagogas donde
acudían los fieles para escuchar la
Palabra de Dios (Biblia) y comentar
(aplicar) sus enseñanzas, resolviendo
en común los problemas de la
comunidad.
La sinagoga debía ser por tanto
como lugar de gran limpieza, espacio santo donde el
pueblo cultivaba y mantenía su ideal sagrado. Todo allí
tenía que ser santo, celebrantes y fieles comunes. Pues bien,
lo primero que hizo Jesús al comenzar su movimiento fue
acudir a la sinagoga, pues sabía que allí se refugiba un
hombre impuro, precisamente un oprimido, en la casa de la
pureza religiosa y social.
La ley sinagogal no ha podido curarle, la escuela no ha
podido educarle, sino que han servido para ponerle peor,
pues hay una institución que no solamente no vale para
curar, sino que fabrica enfermos, porque le conviene. Eso
pasaba en aquel tiempo con un tipo de sinagoga. Eso
acontece en nuestros días con algunos tipos de iglesia y de
ayuntamientos.
Composición de lugar
Ha venido Jesús a promover el Reino de Dios en la tierra.
Para eso ha llamado a cuatro agentes de su “gran misión” (el
evangelio del domingo pasado: Mc 1, 16-20). Pues bien, el
primer lugar donde va con ellos para cumplir su tarea es una
sinagoga: casa de enseñanza y oración de los judíos, como he
dicho.
Lógicamente, el evangelio de Marcos está proyectando hacia
la historia anterior de Jesús su propia experiencia de
evangelio: está contando lo que tiene que pasar cuando
llegan Jesús y los suyos a una escuela/capilla/ayuntamiento.
Jesús no ha comenzado ofreciendo su palabra en los lugares
que parecen más contaminados. No se dice que empiece
acudiendo a las casas públicas, cuarteles, mercados, caminos
de “ladrones”; todo eso podrá hacerlo, pero empieza por la
Sinagoga, es decir, por su propia Iglesia.
El evangelio nos recuerda así que él ha venido al corazón
de la pureza judía (sinagoga) o cristiana (Iglesia) como
indicando que precisamente allí, en el espacio que
debía ser más limpio, se encontraba un hombre
hundido en gran necesidad, poseído por un espíritu
impuro. El problema de Jesús empieza estando en la Iglesia
(de entonces y de ahora), pues sucede que en ella, en la
sinagoga/iglesia está el demonio, un demonio sucio y malo,
que impide pensar a la gente y vivir con salud humana.
Jesús Sinagoga/iglesia, lugar de la máxima impureza
Era difícil encontrar un signo más hiriente. La sinagoga
debería ser espacio de total pureza, un hogar y una escuela
donde hombres y mujeres forman la auténtica familia de
Dios, en libertad y amor mutuo. Pues bien, en contra de
eso, Jesús sabe que la misma sinagoga o escuela y
capilla, la casa del Gran Concejo, sirve a veces para
endemoniar a los hombres. Jesús viene a “limpiar” la
Escuela/Sinagoga; no es que los maestros/sacerdotes de la
iglesia/escuela sean peores que los otros ciudadanos; al
contrario, tienden a ser mejores… Pero en la escuela también
hay demonios.
Por eso viene Jesús con cuatro acompañantes (cf. Mc 1,
16-20) (sus amigos) para liberar en gesto solemne al pobre
endemoniado, primer destinatario de su reino. Jesús viene a
buscarle allí donde debía encontrarse todo limpio. En esa
sinagoga/escuela sufren y malviven los humanos oprimidos
por los varios "demonios" de este mundo: enfermos,
marginados, destruidos por la patología religiosa. Con ellos,
para ellos, quiere construir Jesús su reino. Por eso se
oponen los escribas, que eran los maestros oficiales
(cf. 1, 22); pero Jesús tiene una razón más alta que el
raciocinio del sistema socio-religioso de turno:
-- Parece que era una buena sinagoga. Era sin duda un
lugar honesto, conforme a las leyes de este mundo. Pero los
escribas (los que saben leer/escribir, que para enseñar
eso están en la escuela) mantenían allí una enseñanza
vinculada a tradiciones de ley que deja al hombre en
manos en su propia enfermedad,dominado por espíritus
impuros que brotan de su misma religión. Un tipo de ley
sacral aparece de esta forma como mala o, por lo menos,
como inútil: no consigue sanar al enfermo, quizá aumenta su
opresión con nuevas opresiones. La misma estructura
religiosa (en este caso sinagoga) es fuente de impueza.
‒ Sinagoga/Iglesia. Lo que aquí decimos de la sinagoga
de cierto judaísmo puede aplicarse en otra perspectiva
a muchas iglesias cristianas: ella deberían ser espacio de
máxima limpieza y libertad, curación y esperanza para los
enfermos; ellas aparecen a veces, sin embargo, como espacio
donde malviven (sufren oprimidos) marginados de tipo social
y religioso. Limpiar la escuela… esa es la tarea de Jesús.
-- Jesús ha ofrecido en esa sinagoga/iglesia su
enseñanza nueva (didakhêkainê: 1, 27) con autoridad
para sanar a los enfermos. No viene a enseñar lo que ya
sabe, a mantener el orden establecido, sino a curar a niños y
maestros, para que puedan ser personas… No cura como
mago, con ensalmos de misterio sino como maestro humano,
con la palabra, con la nueva enseñanza. La enseñanza de
Jesús desata, libera, purifica al ser humano que se hallaba
oprimido dentro de una escuela/sinagoga que educa para la
opresión Frente a la esclavitud de una escuela oficial que se
utiliza para oprimir ha elevado Jesús su palabra de poder que
libera a los enfermos.
De la escuela al templo. La pedagogía de Jesús
Conforme al evangelio de Marcos, Jesús empezó su tarea
limpiando una escuela/sinagoga, expulsando los demonios
que allí había, para que hombres y mujeres pudieran vivir en
libertad, pudieran pensar… Pues bien, su tarea según Marcos
termina en el templo: al fin irá al templo (Mc 11) para acabar
de hacer lo que había empezado en la escuela: expulsar de
allí a los traficantes de ideas perversas, a los opresores de
niños y mayores.
La autoridad pedagógica de Jesús se identifica con su
misma palabra sanadora que cura al oprimido por la
escuela ritual judía (o cristiana). La escuela/sinagoga no
era mala, líbreme Dios, pero en el fondo servía para oprimir.
Frente a la sinagoga que impone una enseñanza que no cura,
ofrece Jesús la enseñanza que cura y transforma, superando
la opresión del espíritu impuro.
Esa enseñanza de Jesús no es valiosa por ser más profunda
en plano teórico, por ser más rica en simbolismos literarios o
cósmicos, sino porque libera al oprimido/enfermo de la
sinagoga (1, 23).
El evangelio no dice la enfermedad que tenía ese oprimido
(ceguera, parálisis...). Dice simplemente que era impuro,
alguien que parecía manchado para los demás, dominado por
un espíritu antihumano al que Jesús desenmascara… par que
pueda hablar…
Recordemos una escena posterior de Marcos, donde se habla
de los demonios de Gerasa, una ciudad pagana. Pues bien,
frente a la legión de demonios que habitan en esa tierra
pagana de Gerasa (cf. Mc 5, 9), aparece aquí el colectivo de
demonios de la sinagoga que Jesús ha venido a expulsar, una
institución de demonios que dominan el sistema de
enseñanza socio/religiosa, que era en aquel tiempo de los
mejores del mundo, con diferencia. Pues bien, precisamente
allí encontró Jesús la mancha que había que limpiar.
La doctrina de Jesús, una enseñanza nueva (es decir,
una praxis)
No discute Jesús sobre Dios en forma abstracta; no propone
teorías de pureza más intensa, sobre ritos y alimentos.
Tampoco ofrece una doctrina sapiencial de tipo moralista
(como piensan aquellos que han querido convertirle en una
especie cínico galileo). No tiene una doctrina mejor sobre
leyes o formas de conducta. No es rabino más sabio, hillelita
más agudo. Todo eso es secundario para el evangelio Marco.
La enseñanza nueva de Jesús se identifica con su autoridad
personal, con su capacidad de llegar al corazón de los
enfermos de la sinagoga.
La enseñanza de Jesús es “poder de libertad” y la
escuela/iglesia que él quiere un lugar liberado de
demonios, un lugar donde no haya impuros
(expulsados, oprimidos, marginados, despreciados,
sometidos….), sino un lugar donde todos puedan
hablar…
Eso es lo que pensaba Dom L. Milani en su Escuela de
Barbiana,un lugar donde Jesús se hubiera encontrado a
gusto, como yo descubrió leyendo la Lettera ad una
professoressa" (uno de los libros más bellos que he leído en
mi vida).
Jesús quiere iniciar el camino de su nueva familia mesiánica,
que nace precisamente allí, en la escuela/sinagoga de
adultos, curando al endomingado, niño o mayos, profesor o
alumno. Para eso, la vieja sinagoga (o la moderna institución
educativa cristiana o social) tiene que dejar de ser campo de
opresión, lugar donde se esconden los "demonios" que
mantienen al hombre sometido, para convertirse en espacio
de libertad, fuente de limpieza humana y transparencia.
Esta palabra (enseñanza nueva con autoridad: Mc 1,
27) define a Jesús: no va a la sinagoga/escuela para
discutir doctrinas sino para enseñar curando, para
liberar a los niños y mayores del demonio social y
religioso. Lógicamente, su evangelio es palabra sanadora.
Frente a la ortodoxia legalista de una antigua o nueva
sinagoga que encierra bajo la opresión de sus códigos, ofrece
Jesús el poder de su enseñanza sanadora.

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