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Resiliencia pura
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Malena Rodríguez Meilan
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27/05/2016

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 2.

ESC. 1 INT. HOSPITAL PSIQUIATRICO / CONSULTORIO – DIA

Un jurado de tres médicos está sentado a lo largo de una
mesa. MEDICO 1 (50) está sentado en el medio. MEDICA 2 (40)
está sentada a la derecha, es una mujer rubia y flaca con
lentes y aspecto rígido. MEDICO 3 (30) está sentado a la
izquierda. Es joven y tiene cerca suyo un cuaderno y una
lapicera.
Del otro lado, enfrentado a ellos, está LAURA (26) con un
chaleco de fuerza en una silla de ruedas. Detrás de ella un
ENFERMERO (28).
MEDICO 1
Usted no cree que está loca…
LAURA
No, ustedes lo dicen.
MEDICA 2
¿Usted cree que nosotros tenemos la
culpa de sus problemas?
LAURA
No, ustedes tienen el poder de culparme
de sus propias enfermedades.

MEDICO 3
¿Está consciente de que lo que dice no
es racional?
LAURA
Por supuesto que lo sé. En este mundo
nada de lo que creo es racional, aunque
ustedes crean que sí.
Los MEDICOS 1, 2 y 3 se miran. MEDICA 2 le murmura algo al
oído al MEDICO 1 y este mueve la mano logrando que los
MEDICOS 2 y 3 hagan silencio.
MEDICO 1
¿En qué año estamos Laura?
Laura le susurra algo al oído. Los MEDICOS 1, 2 y 3 se reúnen
y murmuran. Están así por algunos segundos hasta que desarman
la reunión y vuelven a mirar a LAURA.
LAURA llama al ENFERMERO con un movimiento de cabeza. Cuando
el ENFERMERO se acerca, LAURA le frunce la nariz.
El ENFERMERO le rasca la nariz a LAURA y mira a los MEDICOS.
MEDICO 1
Es increíble que con un cuadro como el
suyo no haya una distorsión espacio –
temporal…
Silencio. LAURA los mira. Luego fija su mirada en el suelo y
habla sin mirarlos.
 3.

LAURA
Sé muy bien en dónde estamos y en qué
tiempo, pero también sé muy bien quién
soy.
MEDICO 1
¿Y quién cree que es?
LAURA deja de mirar el suelo y levanta la mirada directamente
a los ojos de MEDICO 1.
LAURA
Dios.
MEDICA 2
¿Usted recibió educación?
LAURA
Sí.

MEDICO 1
Entonces sabe que Dios no existe y en
todo caso, él no es usted.
LAURA
Mi educación consta de libros ya en
desuso. Que ustedes no los hayan leído
no es mi culpa.
El MEDICO 1 hace silencio. Respira hondo. Le murmura palabras
al MEDICO 3 para que anote. El MEDICO 3 anota y vuelve a
mirar a LAURA al igual que MEDICO 1.
MEDICO 3
Laura, la muerte de Dios está probada…
No veo la utilidad de la insistencia…
LAURA
Yo soy Dios al igual que cada uno de
ustedes.
MEDICO 3
A ver Laura, repita lo que dijo.
LAURA
Yo soy Dios al igual que cada uno de
ustedes.
Los MEDICOS se vuelven a reunir y hablan en voz baja.
MEDICA 2
Puede ser que aún esté alucinando. Hay
que descartar una posible esquizofrenia.
MEDICO 3
Este es uno de los casos más
interesantes de mi residencia. Porque a
pesar de ser un delirio lo que dice está
completamente sobria y lúcida.
 4.

MEDICO 1
Les pido que a partir de este momento me
dejen encarar el trabajo a mí sin
interrumpirme.
Los MEDICOS desarman la reunión y el MEDICO 1 le hace gesto
al ENFERMERO de que se acerque.
El ENFERMERO acerca a LAURA a la mesa de los MEDICOS.
MEDICO 1
Laura, usted tuvo un intento de
suicidio. Es normal que a esta altura no
sepa distinguir las ideas.
LAURA
Mis ideas están más claras que nunca y
recuerdo muy bien todo.
MEDICO 1
¿Y recuerda por qué quiso suicidarse?
LAURA
Por amor.
MEDICO 1
¿Alguien la dejó?
LAURA
No, algunos quizás, pero no fue por eso.
Y no creo que comprenda.
MEDICO 1 se limpia los lentes y la vuelve a mirar. Acerca su
cara hacia ella.
MEDICO 1
Sus padres quizás…
LAURA
No recuerdo…
MEDICO 1
¿Entonces por qué?
LAURA
Por el amor en general.
MEDICO 1
¿Qué es el amor para usted?
LAURA resopla. Sube la mirada. Hace silencio mirando al techo
y después de un momento vuelve a mirar a MEDICO 1 y respira
hondo.
LAURA
Dios.
MEDICO 1
¿Y por qué cree en el amor?
LAURA se muerde los labios y se rasca la boca con sus
dientes.
El MEDICO 1 la mira. Silencio. Se escuchan las respiraciones
de ambos.
 5.

El MEDICO 1 quiere empezar a hablar pero LAURA lo interrumpe

sin que llegue a decir nada.
LAURA
Porque este mundo violento no me gusta,
por eso creo en el amor.

MEDICO 1
¿Usted cree que el mundo es violento?
LAURA
Sí.
MEDICO 1
¿Por qué?
LAURA
Porque todo es violento. Nacés y te
ponen un nombre para identificarte… Y
ahí estás, paseando con un número por
todos lados…
Crecés y entrás al mundo de las
instituciones. Tus viejos te dicen con
qué frustración ajena te vas a tener que
mover toda tu vida…
Y después sos una nota y empezás a
vender lo que sos para comer y
diferenciarte de los pobres… Y mientras
te va bien nada te importa…
Ya no hay amor por el otro ni quien lo
quiera enseñar…
Entonces una noche pensé… ¿Qué pasaría
si me voy? Seguramente nadie lo notaría…
Entonces intenté irme…
Pero no puedo, amo a este mundo y al
Dios que vive en cada uno de sus seres…
Y no quiero dejar de amarlos…
Quiero que todos cambiemos, yo también…
Y el amor es el único que puede hacerlo.
Silencio. El MEDICO 1 se quiebra. Se levanta de su asiento y
mira por la ventana. Se lo ve de espaldas. Inmóvil, con las
manos agarradas por detrás, mirando.
Luego aparece el ENFERMERO por detrás, quien le ofrece un
vaso con agua. MEDICO 1 niega con la cabeza. ENFERMERO se va
y lo deja sólo.
MEDICO 1 mira la ventana por última vez, separa sus brazos
que vuelven a su posición normal, y desanda su recorrido
inicial. Vuelve lentamente a su asiento.
Una vez sentado, MEDICO 1 vuelve a mirar a LAURA y le sonríe.
Luego, se toma un tiempo para empezar a hablar, baja la
mirada y vuelve a referirse a LAURA.
 6.

MEDICO 1
¿Usted sabe que esa manera de amar es
obsesiva?
LAURA
La obsesión es violencia, no amor…
¿Terminaron?
MEDICO 1
Usted sabe que no podemos dejarla ir si
no muestra cordura.
LAURA
Yo estoy cuerda, de hecho creo que para
amar, hay que amar sanamente.
MEDICO 1
¿Y qué es sanamente?
LAURA
Sin nombres, sin tabúes, sin
diferencias, sin cárceles, sin médicos…
MEDICO 1
¿Usted no cree en la medicina?
LAURA
¿Usted no cree en Dios?
MEDICO 1
¿Cómo se siente Laura?
LAURA
Triste.
MEDICO 1
¿Y cómo es su tristeza?
LAURA hace una pausa. Corre la mirada de MEDICO 1 y mira la
ventana, a lo lejos.
Sus ojos se llenan de lágrimas y mira al suelo.
ENFERMERO le ofrece un pañuelito. LAURA asiente con la cabeza
y el ENFERMERO le seca las lágrimas.
LAURA respira hondo.
Frunce la boca y se dispone a hablar.
LAURA
Mi tristeza es continua, pero resignada,
ya no lucho…
Mientras LAURA llora, MEDICO 1 sonríe.
MEDICO 1 le acomoda los cabellos a LAURA y le seca las
lágrimas. Silencio.
MEDICO 1 se levanta y se arrodilla al lado de la silla de
LAURA.
 7.

MEDICO 1
¿Te sentís cansada?
LAURA
Sí.
MEDICO 1
¿Por qué?
LAURA
Porque el mundo sigue igual… Hace siglos
que sigo esperando.
MEDICO 1
¿A qué?
LAURA
No sé, quizás a que Dios resucite…
MEDICO 1
¿Entonces cree que Dios ha muerto?
LAURA
Sí, pero creo que puede resucitar.
MEDICO 1
¿Cómo?
LAURA
Desde el infierno, en los corazones de
los que más sufrimos…
MEDICO 1
¿Considerás que sufrís?
LAURA
Todos sufrimos…
MEDICO 1
Yo no, yo soy feliz.
LAURA
Eso lo dice porque tiene miedo.
MEDICO 1
¿A qué?
LAURA
A no enfrentarse con usted mismo y sus
propias creencias.
Silencio. MEDICO 1 se larga a llorar. El mismo se saca sus
lentes e intenta detener el llanto. Llora sutilmente,
conteniéndose.
MEDICA 2 lo consuela.
En ese momento MEDICO 3 le murmura algo al oído a MEDICO 2.
MEDICO 1 cesa el llanto. Se pone los lentes y se recompone.
MEDICA 2 le susurra.
MEDICA 2
¿Puede hablar?
MEDICO 1 niega con la cabeza.
 8.

MEDICA 2
(Se dirige a LAURA)
Laura, Ya es suficiente.
MEDICO 1
Espere un momento, por favor…
MEDICO 1 le hace señas a ENFERMERO y el ENFERMERO se lleva a
LAURA con su silla de ruedas.
Los MEDICOS se quedan en silencio mientras LAURA termina de
irse con el ENFERMEO.
MEDICO 1 termina de recomponerse y mira a sus compañeros.
MEDICA 2
Depresión.
MEDICO 3
El cuadro tiene todos los síntomas.
MEDICO 1
Tengamos un diagnóstico reservado por el
momento. La paciente manifestó amar la
vida tal como es.
Aunque quiera un cambio, tal vez pueda
ser un signo de mejoría.
Al menos quiere comunicarse.
MEDICO 3
Sugiero que hablemos con ella.
MEDICO 1 se acerca hasta la puerta y llama con la mano a el
ENFERMERO para que se acerque con LAURA.
El ENFERMERO se acerca.
MEDICO 1 se reubica en su lugar.
LAURA y el ENFERMERO llegan. El ENFERMERO ubica a LAURA cerca
de MEDICO 1.
MEDICO 1
Laura, usted tiene un cuadro depresivo.
LAURA
¿Qué es eso?
MEDICO 1
La sensación de pensar que ya no vale la
pena el mundo tal como es.
Buscar una salida extrema para calmar la
situación en la que está.
Piensa que le falta amor y se siente
disminuida.
Sufre de una baja autoestima y
proyecciones descomunales de fantasías
tales como la existencia de Dios.
Va a tener que quedarse aquí un tiempo.

LAURA
¿Cuánto?
 9.

MEDICO 1
Lo que necesite para curarse.
LAURA
¿Me van a medicar?

MEDICO 1
Sí.
LAURA
Le ruego a su corazón que me escuche, yo
estoy bien, simplemente estoy algo
triste…
MEDICO 1
Lo sé… Y la vamos a ayudar a entender.
LAURA
¿Entender qué?
MEDICO 1
Entender que el mundo tiene injusticias
pero que no hay que sufrir por ellas ni
querer cambiarlas.
Que hay que ser educado, pero saber
ponerse firme para que lo traten bien.
Que ya no importa si hay amor.
Lo que importa es tener cierto nivel,
ganar dinero, etc.
El mundo ya está condenado. Dios nos
retiró el derecho al cielo, o al menos
no nos ayuda a vivir.
Es mejor olvidar todo lo que nos
enseñan.
LAURA respira hondo.
LAURA
Puede ser…
MEDICO 1 le hace una seña al ENFERMERO.
MEDICO 1
El enfermero la va a acompañar a su
habitación. Nosotros le avisaremos a sus
padres.
El ENFERMERO comienza a llevarse a LAURA.
LAURA
(Al ENFERMERO)
Espere…
(A MEDICO 1)
¿Cuánto tiempo voy a tardar en olvidar
todo lo que aprendí?
MEDICO 1
Eso no lo sé. Tan pronto como empiece el
tratamiento comenzará la mejoría. Hay
que ser pacientes.
 10.

LAURA
¿Entonces olvidaré todo?
MEDICO 1
Es muy probable…
LAURA sonríe y cruza la puerta con el
ENFERMERO.
ESC. 2 INT. HOSPITAL PSIQUIATRICO / PASILLO - DIA
En la silla, LAURA se aleja. Con el sol que golpea de
costado suavemente iluminando el pasillo. Cerca de la puerta
que da la sala, los médicos se saludan con un apretón de
manos y se van sonriendo.

ESC. 3 INT. CASA DE EDITH – ATARDECER

Las manos de EDITH (70) arrugadas por demás cierran una

valija sobre la cama.
EDITH OFF
Le di toda mi vida, siempre estuvo aquí.
Al lado de la valija, tendido sobre la cama, hay un traje de
hombre estirado. Edith avanza sobre él y lo acaricia, rozando
con él sus arrugas.
EDITH OFF
Lo difícil es acostumbrarse: ¿Será esto
el principio de una vida mejor?
Edith levanta el saco y lo guarda en un placard vacío,
mientras lo mira se despide de él.
EDITH OFF
Sólo un poema sé, y esa es mi vida,
aquella sucesión de estrofas que sólo
para mí tienen sentido.
Edith cierra las puertas del ropero y abre un cajón, sacando
un estuche con maquillajes. Se sienta frente al espejo y se
mira.
EDITH OFF
Sólo una vez amé la vida, ¿Será eso
suficiente? Sólo uno me contempló, sólo
uno marcó con fiereza y entereza las
marcas de mi rostro.
Edith recorre las arrugas de su rostro. Se contempla, hace
pequeñas muecas.
EDITH OFF
Es curioso que las marcas sean sólo las
que deja el tiempo. Cuando la vida pasa
en el cuerpo pareciera tener importancia
sólo eso, que la vida transcurrió.
Edith se sigue mirando y suena el teléfono. Atiende.
EDITH
 11.

¿Hola, Emanuel? A… perdón… Tenía la

ilusión que fuera mi hijo… Sí, sí… ya
sé. Me acuerdo… en ese horario estaré
allí… Gracias por recordarlo.
Edith apaga el celular apenada. De a poco decide desprenderse
de él y volver al espejó.
EDITH OFF
La ilusión es para mí un viaje, ese
momento de la vida en que nos movemos
hacia aquello que pensamos que nos va a
hacer bien, que deseamos.
Edith comienza a maquillarse. Se pasa la base, el rubor, el
rímel y el pintalabios.
EDITH OFF
Hace tanto tiempo que ya no siento
deseos, a mi edad ya no sirve desear… ¿Y
ellos? Ellos siguen deseando… Desean
pechos firmes, caderas fogosas, culos
turgentes… Un sinfín de emociones que
terminan en derroche, y el derroche
somos nosotras, las que quedamos en
años, las que sólo podemos trascender
cómo mártires, castas, blancas,
impolutas… Y la carne tira, y como dice
el proverbio, busca a la carne.
Edith termina de arreglarse y se viste, comienza a probarse
sombreros.
EDITH OFF
Cambiar la cabeza, ya lo intenté un
montón de veces… Aquellas noches en las
que la duda no me dejaba dormir, y mis
ilusiones se hacían añicos al punto de
buscar un compañero en la oscuridad… Y a
cambio de eso encontrar a alguien
transfigurado, que reemplazaba aquello
que yo creía debía ser… Pero no, mejor
no pensar en eso…
Edith se termina de probar los sombreros, los guarda, se pone
un saco frente al espejo y sale. Mientras se aleja del cuarto
se ve el recinto vacío y la ventana que deja ondear sus
cortinas con las ráfagas de viento.
 12.

ESC. 4 INT. HOSPITAL PSIQUIATRICO / HABITACIÓN – NOCHE

Habitación de hospital. Una cama simple con un biombo en el

medio. Entra Edith y se recuesta. Por lo bajo se la escucha a
Laura llorando.
EDITH
¿Quién está ahí?
LAURA
Alguien, que ya no sé quien es…
EDITH
Tu voz suena muy joven para estar
perdida…
LAURA
¿Hay una edad para estar triste?
EDITH
¿Hay una edad para ser feliz?
LAURA
No sé… pero creo estar muerta, debería
sentir algo, ¿No?
EDITH
Los sedantes son para no sentir.
LAURA
¿Entonces la felicidad es estar muerto?

EDITH
No, pero tampoco viva, es un estado de
suspensión.
LAURA
¿Y para qué necesitamos estar
suspendidos? A mí me gusta la tierra.
Sentir que piso, que me ensucio, que me
caigo ¿Por qué me quieren cambiar?
Laura quiebra en llanto. Edith comienza a recitar mientras
Laura saca un bisturí que tiene escondido en sus zapatillas.
EDITH
Tú me quieres alba,
Me quieres de espumas,
Me quieres de nácar.

Laura mira el reflejo de sus ojos en el cuchillo.

EDITH
Que sea azucena
Sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada
 13.

Ni un rayo de luna
Filtrado me haya.
Laura va hacia la ventana y mira la luna.

EDITH
Ni una margarita
Se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
Tú me quieres blanca,
Tú me quieres alba.

Laura vuelve a sentarse sobre la cama, refriega el cuchillo

por sus labios y lo besa.

EDITH
Tú que hubiste todas
Las copas a mano,
De frutos y mieles
Los labios morados.
Tú que en el banquete
Cubierto de pámpanos
Dejaste las carnes
Festejando a Baco.

Laura se hace un pequeño tajo en la pierna y lame su sangre.

EDITH
Tú que en los jardines
Negros del Engaño
Vestido de rojo
Corriste al Estrago.

Laura se saca el camisón y se mira en el reflejo de la

ventana. Recorre su cuerpo y se queda con el bisturí cerca de
los pechos.

EDITH
Tú que el esqueleto
Conservas intacto
No sé todavía
Por cuáles milagros,
Me pretendes blanca
(Dios te lo perdone),
Me pretendes casta
(Dios te lo perdone),
¡Me pretendes alba!
 14.

Laura apoya la mano sobre el biombo y Edith también.

EDITH
Huye hacia los bosques,
Vete a la montaña;
Límpiate la boca;
Vive en las cabañas;
Toca con las manos
La tierra mojada;
Alimenta el cuerpo
Con raíz amarga;
Bebe de las rocas;
Duerme sobre escarcha;
Renueva tejidos
Con salitre y agua;
Habla con los pájaros
Y lévate al alba.
Y cuando las carnes
Te sean tornadas,
Y cuando hayas puesto
En ellas el alma
Que por las alcobas
Se quedó enredada,
Entonces, buen hombre,
Preténdeme blanca,
Preténdeme nívea,
Preténdeme casta.

Laura se corta en un arrebato las venas de la muñeca y la

sangre corre por debajo del biombo hacia donde está Edith.
Edith mira el charco de sangre.

EDITH
¡No te vayas que se demora el tren!

Las luces van bajando y se escucha a Edith llamar a un

médico. Seguido de esto los parlantes del hospital que
indican emergencia.

ESCENA 5 INT. HOSPITAL PSIQUIATRICO / HABITACION – DIA

Edith le trae el desayuno a Laura. Al poner la mano en la

taza de té se ven las vendas de Laura en la muñeca. Edith la
toma de la mano y Laura apoya su cabeza sobre el hombro de
Edith.