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Facultad de Psicología
A lo largo de los años, las personas con algún tipo de discapacidad han ido en
aumento. En la actualidad, hay aproximadamente 7.7 millones de personas con alguna
discapacidad, esto solamente en México. No solamente el número de personas ha ido
en aumento, sino también la aceptación y el respeto hacia ellas, mayor integración,
igualdad e inclusión. Esto se ha dado en parte a una mayor conciencia sobre su
condición, retos y capacidades a lo largo de los años. Las concepciones que se tienen
respecto a qué es la discapacidad y qué las originan varían de persona, país, cultura o
religión. En este ensayo daremos un breve recorrido sobre 4 paradigmas de la
discapacidad, el concepto de discapacidad que cada uno tiene, abordando y
desarrollando ideas de autores como Agustina Palacio con su obra “El modelo social de
discapacidad: orígenes, caracterización y plasmación en la Convención Internacional
sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad”, la Declaración de Salamanca
de 1994 en España, El informe Warnock entre otros. Todos estos partiendo desde el
concepto de discapacidad, que, como veremos, su definición y lo que conlleva se ha
ido transformando a través de los años. Pero, ¿qué tanto realmente se ha
concientizado sobre la discapacidad a través de los años?
El primer modelo que Palacios nos presenta en “El modelo social de discapacidad:
orígenes, caracterización y plasmación en la Convención Internacional sobre los
Derechos de las Personas con Discapacidad” nos habla de una discapacidad que
desvaluaba a las personas, poniéndolas en una categoría de “innecesarias”, y la cual
tenía orígenes meramente religiosos, tales como que era poseedoras de algo diabólico
o que eran una consecuencia por el enojo de los dioses. Esta concepción no está muy
alejada de las que se tienen aún en lugares sobre las PCD, a pesar de avances como
la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, concepción que
puede estar vigente tanto en ciudades como pueblos indígenas o marginados. Por
experiencia, he visto como, a pesar de la lucha que se ha hecho a favor de las PCD,
sigue la concepción de que su discapacidad es consecuencia de pecados, de malas
acciones pasadas, errores o maldiciones de los padres recibidos de parte de algún
Dios de su cultura o religión. Podemos mencionar a la fundación Paso a Paso,
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presidida por Olga Montufar Contreras, la cual tiene como objetivo promover la
inclusión de indígenas con alguna discapacidad en México, labor a mi parecer muy
importante, porque en las zonas marginadas o indígenas se llegan a mantener en la
actualidad ideas o conceptualizaciones sobre las PDC que las pone en desigualdad,
discriminación y marginación social. Pese a todo esto, poco a poco y por medio de la
promoción sobre la concientización, respeto y aceptación de las PCD los conceptos
han ido olvidándose poco a poco, aunque este es un proceso que tomará tiempo y
esfuerzo no solo de organizaciones sino de la sociedad en sí.
El tercer modelo es el Social, el cual define a las PDC como personas capaces de
hacer aportes a la sociedad y que son meramente competente como cualquier otra
persona sin discapacidad. Sus causas son sociales y en el podemos ver una relación
intrínseca con el respeto a su dignidad, su libertad e igualdad. Quizá es un modelo que
se basa más en cómo poder llegar a inclusión social desde los derechos humanos a
PCD, igualándolos a los de las personas sin alguna discapacidad e invitando de cierto
modo a tratar a las PCD como iguales, sin discriminación o diferenciación. Algo que en
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lo quizá podría diferir es que, para el modelo social, la discapacidad es vista como un
modo de opresión social, y que, a mi parecer, categorizarlo así puede sonar como un
modo de discriminación blando, pues tener presente la discapacidad de una persona
sin por ellos anularla o minimizarla es también un podo de apoyarla, de saber que en
ciertas situaciones tendrá dificultades (como todos) y necesitará ayuda. Querer eliminar
su discapacidad puede hacer que eliminemos la idea de hacer inclusión en la
infraestructura de algún lugar pues proponer ideas para hacer más factible un lugar
para las PCD será visto como “opresión”.
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necesidades educativas especiales de los niños el cual abarca especialmente a la
Educación Especial (EE) y de las Necesidades Educativas Especiales (NEE), que deja
principalmente en claro que todos deben tener el derecho de acceder a la educación, la
cual debe ser objetiva y con fines aptos para todos. Deja en claro que las NEE puede
presentarse en cualquier niño y son comunes, así mismo que no se deberán hacer
diferencias o encapsular a niños en el grupo de “puede” y “no puede”, siendo así que
los centros de educación y los maestros deberán contar con la formación mínima
necesaria sobre las NEE para poder dar atención a los niños con NEE sin discriminar o
separar unos de otros. Abarca la educación a menores de 5 años y a jóvenes de 16 a
19 años. Particularmente me llama la atención que no sea un documento más
universal, pues la EE junto con las NEE son temas, quizá, un poco olvidados hacia la
educación en México, pero que son realmente esenciales para avanzar en no solo en el
aspecto de la EE sino en la calidad de la educación en general.
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cultura, sino que sin portar estos, se ha dado una ampliación a una idea mejor
conceptualizada de lo que esta conlleva, de cómo debemos tratar a las PCD y contra
que debemos ayudar en su lucha como sociedad. Pasamos de creer que eran seres de
castigo o endemoniados, a realmente reconocerlos como personas, con potenciales
como los de una persona sin discapacidad, y con los mismos derechos, libertades y
obligaciones. Podemos notar que desde el Informe de Warnock de 1941 hasta la
Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en el
2006 hay una notable diferencia, pues no solamente se habla de que las PCD tienen
los mismos derechos que todos los demás sino que se habla ya de una formación de
los centros educativos y de los profesores para poder atender a PCD o con NEE sin
que esto incluya apartarlos de los demás alumnos o inclusive del centro, formando así
una escuela para todos. Esto nos lleva a contestar la pregunta de ¿qué tanto realmente
se ha concientizado sobre la discapacidad a través de los años? Respondiendo a esto:
la situación si bien no es la mejor, se ha reforzado el área de inclusión y de derechos
humanos, dejando de considerárseles personas sin aporte, sin valor y sin derechos,
que, aunque puede verse como un pequeño paso, es significativo y necesario para dar
otro más que nos lleven a mejoras no solo en nuestro concepto de discapacidad sino
en los centros, en los servicios, trato y derechos.
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Bibliografía:
Mantufar, O. (2013). “Perspectiva: desde la invisibilidad hasta la inclusión por los niños
indígenas con discapacidad”. UNICEF.org
ONU. (2006). “Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas Con
Discapacidad”. (3ra ed.) Nueva York, Estados Unidos.