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Exáminemos cómo las vacas son capaces de comer pasto. La clave de esta habilidad
radica en el estómago. Luego de que masticamos y tragamos nuestros alimentos, el
estómago actúa como un tanque contenedor donde empieza la digestión y el
alimento empieza a ser separado en sus nutrientes individuales. Luego, el alimento
pasa al intestino delgado donde la separación continúa y donde el cuerpo absorbe
los nutrientes. Este proceso básico de digestión también ocurre en las vacas, pero
hay unos pasos extras a lo largo del camino.
Al comer
Las vacas son diferentes porque tienen menos dientes que otros animales. En la
parte frontal de la boca, tienen dientes (conocidos como incisivos) solo en la
mandíbula inferior. En lugar de incisivos superiores, tienen una almohadilla dura y
curtida (conocida como “almohadilla dental”). Además, el ganado vacuno tiene un
labio superior relativamente fijo (en comparación con las cabras y ovejas). Debido a
esta particular anatomía oral, la vaca usa su lengua para agarrar un manojo de
pasto y luego arrancarlo con los dientes. Los dientes en la parte posterior de la boca
(conocidos como molares) están ubicados en las mandíbulas superiores e
inferiores. A veces los materiales vegetales contienen tallos duros, pero dado que la
vaca mastica la comida en un movimiento de lado a lado, los molares trituran el
pasto en partículas más pequeñas que son más fáciles de digerir.
El estómago
Al principio, cuando una vaca agarra un manojo de pasto, lo mastica muy poco
antes de tragárselo. Este es un rasgo característico de la digestión de las vacas. Las
vacas son conocidas como “rumiantes” debido a que la bolsa más grande del
estómago es conocida como el rumen. Imagine un contenedor grande de basura de
55 galones. ¡En una vaca adulta, el rumen es más o menos del mismo tamaño! Su
gran tamaño permite a las vacas consumir enormes cantidades de pasto. Después
de saciarse de pasto, las vacas buscan un lugar donde poder echarse para masticar
más completamente su alimento. Uno podría pensar, “Pero ya comieron.” Esto es
cierto, pero las vacas son capaces de regurgitar su alimento de manera voluntaria.
Este proceso de tragar, regurgitar, volver a masticar y volver a tragar es conocido
como “rumia,” o más comúnmente, “rumiar la comida”. El rumiar permite a las
vacas masticar el pasto más completamente, lo cual mejorala digestión.