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Universidad Nacional de Córdoba- Facultad de Psicología.

Metodología de la Observación y Practica de la Enseñanza- 2020.


Espacios Institucionales con convenio, internos y externos.

Módulo temático n°2

Nombre y apellido de las estudiantes: DÍAZ, María Sol; VOLANDO, María Victoria.

Trabajo de Articulación Teórico- Práctica N° 3

1- A continuación, presentamos el mapa conceptual realizado desde los aportes de


Edelstein (2003; 2014) en la plataforma Genially:

https://view.genial.ly/5f39bd0aa1fdf60d92f0bccc/horizontal-infographic-review-
genially-sin-titulo

2-

En el siguiente texto retomamos algunos aportes de Gloria Edelstein (2003; 2014) que
pueden enriquecer la realización de nuestra propuesta de enseñanza en este contexto
actual donde la educación se ha reconfigurado.

Disponerse a observar críticamente prácticas docentes implica, al decir de Edelstein


(2014), entenderlas como prácticas sociales complejas. Requiere un análisis crítico de
estudiantes y docentes, de las condiciones que regulan el cotidiano institucional y sin dudas
del contexto sanitario global y local que reconfiguran el escenario de educación. Por eso,
para la propuesta de enseñanza tenemos que leer con qué grupo social trabajaríamos, a
quiénes se orientarán las clases puesto que no es lo mismo trabajar con jóvenes
pertenecientes a una escuela pública de la periferia, a una modalidad de nivel medio de

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adultxs en el centro de la ciudad, o a una escuela privada donde acuden personas con más
recursos, entre muchas más posibilidades.

La compresión situacional supone una conversación con el contexto, lo cual la autora insiste
en llamar reflexividad crítica contextualizada, por eso, si la propuesta incluye la
modalidad virtualizada es importante retomar la construcción de herramientas por parte de
equipos docentes, la trayectoria que ya se ha tendido a lo largo del año académico y que
podemos visualizar en las entrevistas que realizamos a docentes.

Las prácticas docentes incluyen una dimensión ética y política de la educación que dan
lugar a preguntas sobre cómo están atravesando lxs estudiantes el contexto de pandemia
en sus circunstancias familiares y sociales, cuáles son los soportes biográficos que dan
lugar a la permanencia en la escuela, cuál es el acceso de lxs jóvenes a las tecnologías,
cuáles son las reflexiones que hacen lxs docentes y la posibilidad de escribir al respecto de
sus prácticas en este contexto.

Dicha práctica reflexiva dista de una racionalidad tecnocrática, es decir, de concebir que
sólo especialistas tienen el saber sobre una propuesta de enseñanza sólida en este
contexto. Sobre esto, para nuestra propuesta tendríamos en cuenta las diversas estrategias
de construcción del conocimiento que nos comparten docentes y que observamos en clases
virtuales, esto es, la necesidad de acercar lo que antes acontecía en las aulas a través de
Whatsapp, de videos cortos que den la posibilidad de conexión asincrónica, de incluir a la
familia con tareas concretas en el acompañamiento de las actividades, de construir
herramientas con “ajuste creativo y flexible” (Edelstein, 2014).

Una dimensión que tomaría la propuesta de enseñanza sería el carácter de indagación o


investigación y que, si pensamos en más de una clase, supone la posibilidad de repensar
la propuesta a partir de cada encuentro o de revisar luego de la experiencia de práctica
docente como momento lógico necesario.

En las entrevistas ya realizadas a docentes nos hablaron de la necesidad de planificar en


equipo, de compartir acerca de las trayectorias de lxs estudiantes para dar un marco de
posibilidad a la educación virtual. Pensar con otrxs, encontrarse, intercambiar perspectivas,
cuestionar las antiguas prioridades, dar lugar al no-saber, despojarse de juicios
absolutizantes. Edelstein (2014) retoma a Bourdieu para hablar de agenciamiento como

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objetivación de las prácticas y que esa reflexividad es colectiva, es decir, incluye a las
comunidades educativas. Consideramos que estas instancias previas de observación y
entrevistas nos preparan para escribir y producir una propuesta de enseñanza.

Esta posibilidad de objetivación de las prácticas se relaciona con la noción de


profesionalización ampliada devolviendo a lxs docentes la responsabilidad y
protagonismo, invita a un lugar de investigación sobre qué enseñar y cómo hacerlo, más
allá de las disposiciones estatales, confiando en que como práctica social la docencia es
situada. Además, la necesidad de escribir sobre las prácticas docentes ayuda a dar
sentidos y valorar los saberes de la experiencia cotidiana, por lo que un trabajo final que
incluya la experiencia brinda la posibilidad de posicionarnos en la docencia, de formarse al
formar. Al decir de Freyre (1994), cualquier proceso de alfabetización incluye no sólo leer
el mundo en el que realizamos la tarea pedagógica sino escribir sobre él para que sea
factible alguna transformación de esa práctica. Considerar a la escritura como memoria de
la experiencia puede ser útil en el proceso mismo de nuestras trayectorias docentes,
leernos a posteriori, situadas en un contexto particular de pandemia.

En ese sentido, la actitud crítica del enfoque socio-antropológico deviene como necesidad.
Realmente la virtualidad invita a una experiencia novedosa, antes poco imaginada, para
pensarnos enseñando en el nivel medio desde el lugar de observadoras-participantes en
esta reconfiguración del escenario escolar. La posición de “investigadoras” es necesaria en
el cursado del MOPE, así como en las entrevistas, observaciones y por fin, en la
construcción de una propuesta de enseñanza.

Referencias

Edelstein, G. (2003). “Prácticas y residencias: memorias, experiencias, horizontes...”.


REVISTA IBEROAMERICANA DE EDUCACIÓN. Nº 33 pp. 71- 89. Disponible en
https://rieoei.org/historico/documentos/rie33a04.PDF

Edelstein, G. (2014). "Formar y formarse en la enseñanza". Disponible en


https://www.youtube.com/watch?v=6487n8mmmQw

Freyre, P. (1994). Cartas a quien pretende enseñar. Ed Siglo XXI: Argentina.

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