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DATOS DE LA CLASE

CLUB: Asociación Cristiana de Jóvenes (Portones)


HORARIO: Viernes 16:30 a 17:00
EDAD: 3 – 4 años (Grupo principiantes)
CANTIDAD: 4niños (2 con flotador, dos sin flotador, todos sin alitas)

DESCRIPCIÓN DE LA CLASE:

- La profesora entra al agua y moja a los niños que están sentados en el borde
de la piscina (parte llana)
- Bajan al agua (todos al mismo tiempo y sin precisar ayuda de la profesora) y
deben ir a tocar el andarivel y volver al borde.
- Misma consigna pero deben ir y volver con la cabeza abajo del agua
- Con una mano adelante (la otra en el borde) y un pie contra la pared, deben
impulsarse para llegar al andarivel (por abajo del agua)
- Salen del agua y se acuestan en el borde. Con la ayuda de la profesora
entran al agua tipo “cocodrilo” y siguen hasta tocar el andarivel, volviendo con
la cabeza abajo del agua
- Con una rodilla apoyada en el borde, el otro pie apoyado en el borde y las
manos arriba, entran al agua de cabeza.
- Luego deben tirarse parados desde el borde y la profesora los ayuda a llegar
al borde nuevamente
- Con una tabla grande, la profesora hace un rollo (a modo de puente) y lo junta
al borde para que los niños lo pasen por arriba (desde rodillas o acostados).
Luego especifica que deben partir con una rodilla y un pie apoyados en el
borde.
- Desde la misma posición ahora deben pasar por debajo del puente que ahora
se encuentra separado del borde.
- Durante un momento de la clase la profesora se encarga de uno de los pre-
escolares con flotador mientras los otros juegan cerca del borde o se quedan
sentados. Le saca el flotador al pre-escolar y le pide que se zambulla partiendo
desde un pie y una rodilla apoyados en el borde (con la profesora siempre al
lado). Luego empujándose del borde debe ir hasta la profesora y volver).
Después de esto la profesora le vuelve a poner el flotador al pre-escolar.
- La profesora arma una tabla (grande) con flota-flotas abajo y pide que pasen
caminando por arriba dando muchos pasos en la tabla. Después los niños
juegan un rato saltando del borde o con la tabla.

ANÁLISIS DE LA CLASE

En esta clase, si bien era un grupo de principiantes, el grupo se venía


trabajando desde principio de año y ningún niño tenía temores ni rechazos al
agua. Ninguno de ellos tuvo problemas al ingresar al agua solo y tampoco
presentó dificultades al tener que desplazarse una corta distancia hasta el
andarivel.
Podríamos decir que esto pre-escolares ya estaban adaptados a este
nuevo medio. Ninguno presentó (por lo menos a simple vista) alteraciones
tónicas y/o emocionales que se producen en los niños cuando se inician en
esta actividad, debido fundamentalmente al caos informativo que sufren en este
medio tan particular. En estos casos las informaciones orgánicas toman
prioridad frente a las provenientes del medio no pudiendo el niño, atender a
informaciones provenientes del exterior que le facilitarán el aprendizaje

En este grupo, se debió haber trabajado la posición ventral previamente


ya que los niños utilizaban esta disposición para desplazarse y rara vez se
desplazaban de alguna otra forma como la vertical, lo que denotaba una buena
adaptación a esta forma de desplazamiento. El re-aprendizaje postural
requerido en la natación, ya estaba, aunque sea parcialmente adquirido.
Cuando Beatriz Pérez plantea al aprendizaje de la flotación ventral, lo
hace siempre partiendo de la posición vertical, trabajando en piscinas llanas,
donde se le plantea al alumno estímulos que generan un cambio de su
posición, sin acudir a la representación espacial que debería comandar el
movimiento. Plantea que no se le debe pedir al niño que se incline y hunda la
cabeza en el agua, sino incitarlo a ello a través de distintas consignas (modelo
cognitivista) siempre yendo de lo global a lo analítico.
En este grupo no podemos saber como se trabajó el pasaje de la
posición vertical a la horizontal; lo que si podríamos decir es que se logró una
objetivación del espacio por parte del niño que permitió una adecuada
adaptación de la postura en la posición ventral.

Evaluando las respuestas que tuvieron los niños frente a las consignas
de desplazamiento horizontales y propulsiones desde el borde e la piscina (en
las cuales no tuvieron ningún tipo de inconvenientes) podríamos decir que ya
han logrado una relativa estabilidad frente a las nuevas situaciones
equilibratorias que reclama el medio.
Todo aprendizaje debe seguir ciertos pasos (que deben coincidir con el
desarrollo del niño), por eso es conveniente trabajar los aprendizajes
específicos de natación (inmersión, flotación, propulsión, etc.) luego que los
niños inicien el logro de cierta estabilidad.
Igualmente, una vez que el profesor decide comenzar a trabajar los
elementos específicos de la natación, deberá siempre, plantear estímulos
graduales, acordes a cada niño, respetando el ritmo individual del aprendizaje.

En esta clase pudimos observar el trabajo de la posición ventral, con


inmersión de la cabeza en la gran mayoría de los ejercicios, pero por el
contrario, no se vio ningún tipo de trabajo para comenzar con el equilibrio
horizontal dorsal (debemos recordar que se trata de un grupo de principiantes
de entre 3 y 4 años).
En cuanto a las entradas de cabeza trabajadas en clase, siempre se
comenzó de lo más simple a lo más complejo: primero entraron acostados en el
borde (tipo cocodrilo) para después pasar al apoyo de un pie y la rodilla en el
borde. Luego se trabajo con la ayuda de objetos (tabla grande) que facilitaran
la elevación de la cadera y el hundimiento de la cabeza, y en este caso también
se trabajó primero tipo cocodrilo y luego arrodillados. La tabla no solo funcionó
para que los niños adquirieran la correcta postura para las entradas de cabeza,
sino que también el niño al pasar por encima y tomar contacto con ésta, el roce
le informa la posición de su cuerpo, lo que facilita la auto-corrección en caso de
que fuera necesaria.
En ningún momento la profesora frenó o modificó en el aire el
desplazamiento de los niños, lo que podía haber creado reacciones defensivas
por parte del alumno que perturbaran el proceso de aprendizaje. Este proceso
debe ser activo, motivado por el docente pero permitiendo una libre ejecución
por parte del alumno (y de esta forma sucedió en la clase).

El trabajo con flotadores en el período de aprendizaje es discutido por


varios autores y hay muchas posturas en cuanto al tema.
Es cierto que el flotador tiene sus ventajas en cuanto a seguridad y
tranquilidad tanto por parte del niño como del docente, pero por otro lado, esta
herramienta tiende a llevar la cabeza del niño hacia el agua incitándole la
posición ventral para la cual no siempre está preparado.
En la clase, la profesora trabajó con un niño en particular comenzando
con la eliminación del flotador. Es una tarea difícil por parte de un niño que
siempre estuvo en el agua con flotador ya que debe haber una re-acomodación
por su parte, debiendo volver a adquirir una nueva postura hidrodinámica que
difiere a la adquirida anteriormente.
Este niño no presentó mayores dificultades en las tareas propuestas por
la docente la cual decidió trabajar con la eliminación del flotador de forma
gradual. En este caso y durante toda la clase, se trabajó con propuestas que
presentaron conflictos en los alumnos pero que en todos los casos eran
capaces de resolver. Es importante tener esto siempre en cuenta para no
producir efectos negativos que dificulten el aprendizaje.

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