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UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ FACULTAD DE CIENCIAS

INFORMATICAS CARRERA DE INGENIERÍA DE SISTEMAS INFORMÁTICOS

TEMA:

LA LEY ESTABLECERÁ LA DEBIDA PROPORCIONALIDAD ENTRE LAS


INFRACCIONES Y LAS SANCIONES PENALES, ADMINISTRATIVAS O DE
OTRA NATURALEZA

MATERIA:

DERECHO CONSTITUCIONAL

NIVEL Y PARALELO:
7º“A”

DOCENTE:
ABG. ROOSEVELT CEDEÑO MACÍAS

REALIZADO POR:
CEDEÑO MERA VICENTE ANDRES

PERIODO ACADÉMICO :
JUNIO 2020 - OCTUBRE 202
I. INTRODUCCIÓN

Previo a este análisis es de suma importancia destacar, que la formulación del

principio de proporcionalidad, se debe en gran medida al concepto de

proporcionalidad de las penas, introducido para limitar el ius puniendi.

Mientras, que el principio de legalidad de la pena, dentro del sistema penal,

responde a una doble dimensión, ya que por una parte se considera consecuencia del

planteamiento jurídico político de la organización social, en su sentido más amplio, y

además posee una perspectiva jurídico penal indudable.

Es por ello, que es necesario, que los analicemos de la siguiente manera:


II. ORIGEN DEL PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD DE LA PENA:

El origen del principio de proporcionalidad se remonta a la antigüedad, ya que


en la obra de Platón, Las Leyes, se puede encontrar la exigencia de que la pena sea
proporcional a la gravedad del delito.

Pero es hasta la época de la Ilustración, cuando se afirma este principio,


muestra de ello es la obra de César Beccaria, De los delitos y de las penas, en la cual
hace referencia a la pena y establece que ésta debe ser necesaria e infalible, ya que
estas dos características completan la idea de proporcionalidad.

Este principio de proporcionalidad, nos sirve de base, para generar una


reflexión sobre la idea del castigo, dejando de lado las ideas de venganza, ya que esta
es una de las razones por la cual, aun hoy, la institución de la pena pública, sigue
manteniendo arraigado la idea de una pena retributiva, ya que se sigue explicando
convincentemente, que el principio de retribución dentro de las funciones de la pena,
es necesario, ante un mal como es el delito, configurándose como el alma de la pena,
concepto que no es aplicable, dentro de una sociedad, que ha sufrido varios procesos
globalizantes, y que se ha ido fortaleciendo, en el desarrollo, de su cultura.

III. CONCEPCIONES DEL PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD DE LA


PENA:

Según Hernán Fuentes Cubillos:

se erige en un elemento definidor de lo que ha de ser la intervención penal,


desde el momento en que trata de traducir el interés de la sociedad en imponer una
medida de carácter penal, necesaria y suficiente, para la represión y prevención de los
comportamientos delictivos, y por el otro, el interés del individuo en la eficacia de una
garantía consistente en que no sufrirá un castigo que exceda el límite del mal causado,
en otros términos, la minimización de la violencia en el ejercicio del ius puniendi.

Para Ivonne Yenissey Rojas, este principio tiene su razón de ser en los
derechos fundamentales cuya dogmática lo considera como límite de límites, con lo
cual pretende contribuir a preservar la proporcionalidad de las leyes ligándolo con el
principio de Estado de Derecho y, por ende, con el valor justicia.

En esta misma línea, el profesor Silva Sánchez, nos señala que:

La determinación de la pena se explica como un ámbito en el que no inciden


sólo argumentos relativos al hecho delictivo realizado, vinculado a las reglas
dogmáticas de imputación, sino también (y sobre todo) una argumentación asentada
directamente en la teoría de los fines de la pena (esto es, en principios político
criminales).

Es decir, el principio de proporcionalidad, nos permite examinar la


problemática desde dónde surgen las directrices axiológicas supremas de nuestro
ordenamiento jurídico, para exigir que entre el delito y la correspondiente pena, rija
una determinada relación de proporcionalidad, y de ser así, determinar cómo es
posible que se pueda fundamentar su presencia y operatividad dentro del sistema
penal

IV. FINALIDADES DEL PRINCIPIO DE LEGALIDAD DE LA PENA:

Este principio de proporcionalidad caracteriza la idea de justicia en el marco


de un Estado de Derecho, tanto así, que en nuestro ordenamiento jurídico, dentro del
Art. 76 núm. 6 de nuestra Constitución, manifiesta la existencia de
la proporcionalidad entre las infracciones y las sanciones penales, en donde esta
proporcionalidad deberá medirse con base en la importancia social del hecho
desprendiéndose de la exigencia de una prevención general, capaz de producir sus
efectos en la colectividad.

Teniendo en cuenta que el cumplimiento del principio de proporcionalidad,


establecido por nuestros legisladores, debe ser aplicado por los jueces, en el ámbito de
la Administración de Justicia, distinguiendo que la pena debe ser proporcional al
delito, es decir, no debe ser exagerada.

Y que dicha proporcionalidad se medirá con base en la importancia social del


hecho.
Es decir la necesidad de la proporcionalidad se desprende de la exigencia de
una prevención general, capaz de producir sus efectos en la colectividad.

De este modo, el Derecho Penal debe ajustar la gravedad de las penas a la


trascendencia que para la sociedad tienen los hechos, según el grado de afectación al
bien jurídico.

Si partimos con esa idea de que el principio de proporcionalidad se vuelve


relevante, que no existen derechos absolutos, sino que cada derecho se enfrenta a la
posibilidad de ser limitado, estaríamos generando un concepto, a la par del establecido
en el Art. 12 núm. 16 del Código Orgánico Integral Penal que menciona, las sanciones
disciplinarias que se impongan a la persona privada de libertad, deberán ser
proporcionales a las faltas cometidas .

Es decir lo que se busca con la proporcionalidad, es que el poder punitivo,


debe ser aplicado solo cuando sea estrictamente necesario por haberse trasgredido
bienes jurídicos protegidos, claro está haciéndolo de carácter proporcional a la
actuación realizada.

Con esto podemos concluir que el establecimiento de penas, es necesario para


garantizar una readaptación, resocialización, rehabilitación siempre y cuando se lo
aplique de manera proporcional al ilícito cometido, ya que la mayoría de los
delincuentes necesitan diferentes tratamientos y políticas carcelarias, para lograr su
reinserción en la sociedad, en donde surge un carácter instrumental del derecho penal
y de la justicia criminal, en la que se debe analizar al delincuente previo a la comisión
del acto, así como también determinar el criterio de la sociedad que da pautas para la
imposición de la sanción, poniendo límites al mundo en algunas ocasiones sin valorar
preceptos o tipologías tanto criminológicas como victimológicas.

V. CONCLUSIÓN
La Constitución nos establece una de las garantías básicas de los seres humanos

como es el debido Proceso y dentro de este principio como el de proporcionalidad, el

mismo que garantiza que la ley establecerá la debida proporcionalidad entre las

infracciones y las sanciones penales, administrativas o de otra naturaleza, es decir, el

Estado debe aplicar una sanción en proporción a la infracción cometida.

Hay que señalar que mediante el principio de proporcionalidad, se introducen las

categorías de la antijuridicidad y la culpabilidad en el derecho constitucional, de tal

modo que la responsabilidad de los particulares, para su existencia requiere de un

daño efectivo a los bienes jurídicos protegidos y no meramente una intensión que se

juzga lesiva; o sea que solo la protección de bienes jurídicos realmente amenazados

justifican la restricción de otros derechos y libertades, cuya protección igualmente

ordena la Constitución.

Referencias Bibliográficas

 Cesare Beccaria, Jacinto Dragonetti, y Guillermo Cabanellas, Tratado de los


delitos y de las penas (Buenos Aires: Heliasta, 1993).
 Hernán Fuentes Cubillos, «EL PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD EN
DERECHO PENAL. ALGUNAS CONSIDERACIONES ACERCA DE SU
CONCRETIZACIÓN EN EL ÁMBITO DE LA INDIVIDUALIZACIÓN DE LA
PENA», REVISTA IUS ET PRAXIS - AÑO 14 - N° 2, 2014., p.19.
 Ivonne Yenissey Rojas, LA PROPORCIONALIDAD EN LAS PENAS, s. f.,
http://www.pensamientopenal.com.ar/system/files/2015/11/doctrina42462.pdf.
 Cfr. ARROYO ZAPATERO, L. Principio de legalidad y reserva de ley en
materia penal. Revista Española de Derecho Constitucional nº 8 (1983), p. 14
 HASSEMER, W. Fundamentos de Derecho Penal. Traducción de MUÑOZ
CONDE y ARROYO ZAPATERO. Bosch 1984, p. 312.

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