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La terapia racional emotiva conductual, cuyo acrónimo es TREC (REBT, por sus siglas
en inglés derivadas de Rational Emotive Behavior Therapy), es
una psicoterapia progresión de la terapia racional y la terapia racional-emotiva creadas,
modificadas y ampliadas por el psicólogo estadounidense Albert Ellis desde el año 1955
hasta su muerte en 2007. Se enfoca en resolver
problemas emocionales y conductuales mediante un modelo de intervención activo-
directivo, filosófico y empírico, representado por la secuencia A-B-C, encaminado a
la reestructuración cognitiva.1 Es frecuentemente comparada e incluso complementada
con la terapia cognitivo-conductual (TCC) creada por Aaron T. Beck, otro teórico
importante de la terapia cognitiva.2
Índice
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1Historia
2Concepción psicopatológica
o 2.1Creencias irracionales
o 2.2Exigencias absolutistas
3Cambio filosófico profundo
o 3.1Autoaceptación incondicional
4Distorsiones cognitivas
5Terapia racional emotiva conductual en niños y adolescentes
6Resultados clínicos e impacto
7Relación con respecto a la terapia cognitiva de Beck
8Referencias
9Bibliografía
10Enlaces externos
mismo), ira, culpa, etc.
Autoaceptación incondicional[editar]
Este concepto en un punto medular dentro de la TREC. Ellis partió desde la definición de
«estimación positiva incondicional» del psicólogo humanista Carl Rogers, aplicada por las
personas a sí mismas. Se distingue de «confianza en sí mismo» y «amor propio», pues
Ellis suponía a éstas como formas extremadamente condicionadas de aceptación al
poseerse sólo cuando se consigue un logro, un bien o una excelencia. Él argumentaba que
para las personas es común basar su autoestima en situaciones variables como
capacidades y cualidades que podían perderse y por tanto la autoestima se iría con ellas.
Él propuso una autoaceptación o autoelección libre de condiciones, auto-clasificaciones,
valoraciones y comparaciones con otros individuos. Dada su filosofía, si una persona
obra mal no significa que necesariamente sea malo, pues a partir de una conducta no
puede definirse la totalidad del ser. Para esto, él uso un proverbio de tradición católica:
«Condena el pecado, no necesariamente al pecador».1
Distorsiones cognitivas[editar]
Relacionadas con las ideas irracionales, como se mencionó, están las distorsiones
cognitivas, que son hábitos de pensamiento falaces, que producen creencias irracionales y
que, por tanto, perturban emocionalmente al individuo y lo disponen a conductas riesgosas
(por ejemplo, sexo inseguro, o bien recaer en conductas adictivas, como un adicto al
alcohol que llega a pensar generalmente «¿para qué habré nacido?», «es sólo un trago»,
o «esto es una porqueria, mi vida no sirve, ¡qué más da!)». Entre ellas están
el pensamiento emocional, la personalización, o la condenación (la evaluación global de un
ser humano, atribuyendo una «mala esencia» a una persona que, como todos, tiene sus
altas y bajas, sus momentos de sentirse bien y los de frustración). En muchos casos, son
un intento de autoprotección o autorregulación ante estímulos adversos (estrategias de
afrontamiento), que, sin embargo, no proveen una protección real al individuo; esto ocurre
por que se pretende actuar casi del mismo modo ante situaciones que se perciben como
amenazas reales, pero que están lejos de serlo.
Autora: Ana Muñoz
Si las personas cambian el modo en que piensan acerca de las cosas, el mundo o sí mismas,
sentirán de modo diferente y se comportarán de diferente manera.
Por ejemplo, si después de un fracaso en una tarea, piensas: "soy un inútil que no hace nada
bien; no vale la pena ni intentarlo", tus emociones y tu conducta serán muy diferentes que si
piensas: "bueno, he fracasado en esto, pero eso no me convierte en un inútil, solo en un ser
humano que comete errores, como todos los demás; veré lo que puedo hacer para arreglarlo".
En el primer caso, no es de extrañar que aparezcan sentimientos de depresión y que tu
comportamiento sea de abandono, mientras que en el segundo caso, puedes sentir
preocupación o cierta tristeza, pero estas emociones no serán lo bastante intensas e
incapacitantes como para impedirte solucionar el problema, seguir adelante y aprender cómo
hacerlo mejor la próxima vez.
La terapia racional emotiva trata, por tanto, con las causas de las emociones humanas.
De la misma manera, si, ante la existencia de cualquier problema emocional, como ansiedad,
agorafobia, problemas de pareja, etc., analizamos lo que pasa por la mente de esa persona en
cada momento, veremos cómo lo que se dice a sí misma está provocando que se sienta de un
modo u otro y manteniendo su psicopatología.
Un ejemplo
Supongamos que vas caminando por la calle y ves que un compañero de trabajo se
te acerca por la otra acera. Haces un gesto para saludarle, pero tu compañero
sigue su camino sin saludarte. Entonces llegas a la conclusión de que te ha visto
pero decidió no saludarte. Puedes incluso asumir que la falta de saludo tiene algún
significado personal, que está molesto o enfadado contigo, que no le gustas, etc.
Pero muchas de estas inferencias pueden ser incorrectas (tal vez la realidad es que
el compañero iba despistado) y están asociadas con malestar emocional y
psicopatología.
Las emociones negativas inadecuadas se definen como aquellas que hacen que las
condiciones adversas y las frustraciones empeoren e impiden resolver el problema
o la causa del malestar. Entre ellas se encuentran la ansiedad, depresión, ira,
culpa, vergüenza y dolor emocional, etc. Como hemos visto, son causadas por
creencias irracionales.
Las emociones negativas adecuadas son aquellas que tienden a darse cuando los
deseos y preferencias humanas se ven bloqueados y frustrados, y ayudan a las
personas a minimizar o eliminar el problema. Es decir, nos ponen en marcha para
solucionarlo. Entre ellas se encuentran la preocupación, la tristeza, el enfado, el
remordimiento, el pudor y la decepción.
as emociones negativas inadecuadas se definen como aquellas que hacen que las
condiciones adversas y las frustraciones empeoren e impiden resolver el problema
o la causa del malestar. Entre ellas se encuentran la ansiedad, depresión, ira,
culpa, vergüenza y dolor emocional, etc. Como hemos visto, son causadas por
creencias irracionales.
Las emociones negativas adecuadas son aquellas que tienden a darse cuando los
deseos y preferencias humanas se ven bloqueados y frustrados, y ayudan a las
personas a minimizar o eliminar el problema. Es decir, nos ponen en marcha para
solucionarlo. Entre ellas se encuentran la preocupación, la tristeza, el enfado, el
remordimiento, el pudor y la decepción.
La terapia
1. Descubrir las creencias que están en la base de los problemas y ver claramente
que son ilógicas, no realistas y que causan malestar.
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• TÉCNICAS COGNITIVAS:
Detección: Consiste en buscar las Creencias irracionales que llevan a las
emociones y conductas perturbadoras. Para ello se suele utilizar auto-registros
que llevan un listado de creencias irracionales, permitiendo su identificación
(p.e el DIBS) o un formato de auto/preguntas para el mismo fin.
De la misma manera, si, ante la existencia de cualquier problema emocional, como ansiedad,
agorafobia, problemas de pareja, etc., analizamos lo que pasa por la mente de esa persona en
cada momento, veremos cómo lo que se dice a sí misma está provocando que se sienta de un
modo u otro y manteniendo su psicopatología